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Uruguay: La mitad de los maestros no tiene formación en educación sexual

América del Sur/Uruguay/27 Mayo 2017/Fuente: el observador 

A casi diez años de que el Programa de Educación Sexual se incorporara a la currícula de educación pública en todos los niveles de enseñanza, los docentes no tienen casi formación en la materia pese a estar obligados a dictarla. Según se desprende de una evaluación hecha por ANEP, más de la mitad de los maestros de 5º y 6º año de escuela (52,7%) aseguró no haber recibido formación específica en la materia. Asimismo, el 50% no contó con ningún apoyo de actores individuales o colectivos sobre orientaciones didácticas y pedagógicas para estas prácticas. De estos, el 80% son maestros sin formación específica en educación sexual.

Estos datos surgen de los resultados divulgados en el libro Evaluación del Programa de Educación Sexual, elaborado por el Departamento de Investigación y Estadística Educativa de la ANEP, en conjunto con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), y presentado este martes en Torre Ejecutiva.

En 2005 el Codicen creó una comisión de educación sexual para la elaboración de un proyecto que permitiera incorporar esta temática en la educación pública. Tres años después, el Programa de Educación Sexual se integró a la dirección de planificación educativa de la ANEP y comenzó a implementarse en todos los niveles de educación formal: Primaria, Secundaria, formación técnico profesional (UTU) y formación docente.

Pese a eso, la formación es escasa y la materia no se dicta durante la carrera de formación docente.

En ese sentido, el informe de ANEP subraya que la «formación limitada» de los maestros es entendida como una de los «principales desafíos» que tiene el programa, dado que representa una «disociación entre una política que posibilitó la inclusión de la temática en los planes y programas de Primaria, y la disparidad que se aprecia en la formación y preparación del colectivo docente para afrontar esta tarea».

Pero la falta de capacitación no es exclusiva de Primaria. El informe señala que la formación en educación sexual para docentes de educación media «es reducida y se limita al ámbito privado», por lo que es preciso «contar con instancias de formación sistemáticas». Asimismo, se destaca la necesidad de «más instancias de seguimiento y acompañamiento de su tarea» en esta área por parte de las autoridades educativas.

El tema también fue señalado por los estudiantes del último año de la carrera de formación docente que fueron entrevistados para la investigación. Durante la carrera, solo se dicta un seminario de 30 horas que los alumnos calificaron como «insuficiente» ya que «no brinda el acervo teórico ni las herramientas prácticas para enfrentar y resolver situaciones cotidianas que surgen en los centros educativos».

Clases y contenidos

Los contenidos y modalidades que los docentes usan en clase para cumplir con el Programa de Educación Sexual también se ven afectados por el poco conocimiento que tienen sobre esta materia.

Según la evaluación de ANEP, más del 60% de los alumnos de educación media muestran gran interés por informarse sobre temáticas como enfermedades de transmisión sexual, salud sexual y reproductiva, violencia doméstica e intrafamiliar y violencia sexual.

Sin embargo, estas son precisamente las temáticas que menos dictan los docentes, sobre todo los que no tienen ningún tipo formación específica en el área.

Por otra parte, el estudio señala que 9 de cada 10 alumnos de educación media manifestaron haber recibido en su centro de estudio clases sobre educación sexual durante el último año. El 70% de los alumnos de Secundaria dijo que tuvo de una a cinco clases de educación sexual en el año. En tanto, en UTU la frecuencia de estos cursos es mayor dado que la educación sexual está integrada en los planes de estudio como una asignatura, con objetivos y contenidos definidos. El 74% del estudiantado tuvo más de 10 clases al año.

En ese sentido, el estudio destaca la «necesidad de repensar la estrategia de implementación y formatos educativos» de esta área para la enseñanza media, principalmente en Secundaria donde «se constatan dificultades para encontrar espacios curriculares que permitan el desarrollo amplio de la temática».

Fuente: http://www.elobservador.com.uy/la-mitad-los-maestros-no-tiene-formacion-educacion-sexual-n1075064

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En la India: Nuevas regulaciones afectan a universidades que ofrecen cursos de formación docente en la ciudad de Hyderabad

Asia/India/Hyderabad/timesofindia.indiatimes.com

La decisión de la Dirección de Desarrollo de Recursos Humanos del Ministerio de Educación (HRD) para definir las políticas alrededor de la formación docente ha dejado decepcionadas a universidades que ofrecen la Licenciatura en Educación y Diplomados de Cursos de formación docente.

Según una nueva regla, todos los colegios eque ofrezcan licenciatura en Educación ahora tendrán que obligatoriamente contar con la autorización del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación del Consejo de Acreditación (NAAC) para poder seguir facilitando formación en este ámbito. Esto ha irritado a universidades que consideran que la medida es irracional e innecesariamente añade costes de funcionamiento de una universidad.

«Incluso ahora la gestión de programas de formación docente no es muy viable, ya que muy pocos estudiantes buscan admisión en estas carreras. Las cosas es probable que empeore a partir del próximo año académico en vista que el Consejo Nacional de Formación de Docentes (NCTE) ha dicho que todos las universidades que imparten la formación del profesorado durante cinco o más años deben ir a acreditarse al NAAC acreditación «, dijo S Prabhakar Reddy , presidente estatal de la camara privada y de la asociación de gestiones universitarias.

Añadió que muchas universidades no pueden permitirse una acreditación NAAC ya que es un tramite muy costoso.

Otra regla que irritó a la cámara es la decisión del consejo para mover a un solo banco todos los depósitos a plazo fijo (FD) que los colegios dan como garantía de cumplir con su funcionamiento, asi como la decisión de compartir el 50 por ciento de los intereses con el council.

«A finales de este mes, se nos pide cambiar todos los Fideicomisos a un solo banco y compartir el interés con ellos. No entiendo por qué tenemos que compartir nuestro dinero con el co uncil», dijo K Ramdass , secretario general de  de la Asociación Nacional de Colegios de toda la India.

Fuente: http://timesofindia.indiatimes.com/city/hyderabad/new-regulations-irk-colleges-offering-teacher-education-courses-in-hyderabad/articleshow/58816586.cms

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Finlandia: educación de alta calidad y los maestros como foco

Finlandia/25 mayo 2017/Fuente: La Nación

La inversión para el área supera el 6% del PBI, los sueldos de los docentes están por encima de la media y los resultados colocan al país al tope de los rankings.

Tras el saludo a la bandera de la primera mañana, la clase de biología acaba de comenzar en la escuela pública del barrio Viikki, a sólo unos kilómetros del centro. Al frente del salón, la maestra ya cuestiona a sus alumnos, que no son más de 20 por clase. Hay telescopios de última generación, un proyector en pleno funcionamiento y una heladera con muestras. Algunos de los alumnos toman notas con sus computadoras, mientras otros tienen encima de los impolutos bancos sus smartphones. «Los podemos usar, pero sólo para recabar información», cuenta una alumna que, además de finlandés, sueco e inglés, habla castellano. Nota al pie: todos los egresados de las escuelas públicas de este país suelen hablar hasta cinco lenguas. El finlandés -con raíces del húngaro- aislaría a un país que es abierto por necesidad.

En Finlandia, uno de los territorios más grandes de Europa, pero con sólo 5,5 millones de habitantes, franqueado por Suecia, Rusia y Estonia, sólo hay bosques. Esa escasez de riquezas impulsó la firme creencia de que la única ventaja competitiva que podría cultivar el país era el propio talento de sus pobladores. El Estado de Bienestar fomentó entonces desde los años 60 un leitmotiv que repiten todos aquí: «El objetivo central del Estado es ofrecer igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos». La inversión en educación es de más de 6 puntos del PBI en este país.

Desde entonces, los pergaminos son extensos. Para citar sólo los más novedosos, en 2016 Finlandia terminó quinto en las pruebas PISA detrás de Singapur, Japón, Estonia y Taiwán (quedó 5° en Ciencia, 4° en Lectura y 12° en Matemáticas). Pero ese mismo año, el país apareció primero en el ranking de calidad de Capital Humano del World Economic Forum. Ese foro situó además a los nórdicos como los número uno a la hora de calificar la educación primaria, y la OCDE ubicó su régimen educativo como el mejor en su estudio Better Life. ¿La clave? Un sistema igualitario de alta calidad, plena confianza para los maestros con elevada cualificación y un régimen flexible en las aulas y fuera de ellas.

En el centro de la educación finlandesa están los maestros. «Es un carrera muy popular en Finlandia», afirma Jari Lavonen, jefe del departamento de Educación para Maestros de la Universidad de Helsinki. «Aplican miles de jóvenes y sólo ingresa un 5%. Es un programa de cinco años de universidad que termina con una maestría», cuenta y agrega: «Se les da mucha autonomía, y no tienen controles externos ni inspecciones. Hay mucha flexibilidad. En la comunidad, el maestro es una persona importante. Es una profesión prestigiosa». No existen inspecciones, pero sí un respaldo permanente para trabajar en actividades para los alumnos que fomenten el pensamiento creativo y crítico, la innovación y la colaboración.

En la primaria, el maestro gana 3123 euros en promedio. En la secundaria, 3877 euros. Ya en terreno universitario, el salario llega a los 4241 euros por mes. Se trata de un sueldo por encima de la media finlandesa. «¿Hay sindicatos de maestros», pregunta la nacion. «Claro y son muy fuertes», dice Lavonen. «¿Y huelgas?», repregunta. «Sí, pero la última fue hace 30 años. Sabemos que existe esa posibilidad, pero aquí aprendimos que es mejor sentarse a discutir para lograr pequeños progresos», agrega.

«Tenemos mucha libertad para elegir la forma de combinar los conocimientos y de ofrecer a los alumnos una mirada multidisciplinaria. Las cosas en el mundo no aparecen separadas», afirma Sari Muhonen. La maestra en el colegio de Viikki habla mientras la rodean alumnos que preparan, frente a sus computadoras (nuevas), su trabajo final en la clase de tecnología. «A grandes líneas, el método de aprendizaje lo elijo yo», cuenta la profesora de castellano y francés Erja Schunk. «No trabajamos por dinero. Es por vocación. Mi jefe no viene a ver qué hago», agrega. «¿Y nadie falta?», preguntó este medio. «Este es mi trabajo. ¿Por qué faltaría?», repreguntó Schunk. «Si no vienes al trabajo, no tienes trabajo», completó Martti Mery, otro maestro. «Los alumnos están muy motivados. Los maestros son muy buenos», cuenta una alumna del colegio en Viikki. «Lo más importante es mantener la alegría de enseñar y de aprender», afirma Marianne Huuski, embajadora para la Exportación de la Educación. Esta no es sólo una prioridad oficial, sino de todos los ciudadanos.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2024905-finlandia-educacion-de-alta-calidad-y-los-maestros-como-foco

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La escuela, el mejor lugar posible

Por: Fernanda Puga

Necesitamos un sistema educativo que acompañe con liderazgo, formación, ideas y recursos a sus equipos docentes.

Cataluña está viviendo una “primavera educativa” que tiene como elemento distintivo la cantidad de escuelas públicas, subvencionadas y privadas, que están generando modificaciones profundas a partir de la experimentación, la formación y el trabajo en red. El II Simposio de Educación y Cambio, que se desarrolló recientemente en Barcelona, presentó a través de conferencias y visitas a escuelas cómo se gestan, consolidan, comparten y evalúan estos cambios.

En la jornada inaugural, Joan Domenech, miembro de la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Cataluña, expresó “las experiencias anticipadoras e innovadoras facilitan las transformaciones posibles”. A la vez, compartió una nueva definición de utopía: eutopía, la cual definió como “el buen lugar posible: lo realizable en las condiciones reales”.

Una de las claves de esta primavera que vive Barcelona tiene que ver con la decisión del gobierno catalán de dejar que las escuelas innoven y, a partir del trabajo en red y la decisión de directivos con altas capacidades de liderazgo, emprendan un camino de transformación radical.

En las escuelas catalanas visitadas durante el simposio, algo que despertó especialmente la atención es el grado de participación y protagonismo de los estudiantes. Activos, en movimiento, en continua búsqueda, a su ritmo, tomando decisiones, aprendiendo a aprender. Algo de lo especial y único que proponen estas escuelas es la cultura del proyecto, de la construcción del conocimiento. Y allí es donde la escuela deja de ser una institución spoiler, cuyos contenidos parecen poco atractivos por su disponibilidad ubicua a través de internet, los libros de texto, los recorridos ya digeridos a través de programas muy definidos, y pasa a ser una institución constructora de conocimiento, cuyos hacedores son los alumnos. La idea de spoiler, muy utilizada en el mundo de la ficción, ilustra de lleno un problema de la escuela. No miraríamos la serie si ya sabemos el final y qué va a ocurrir en el próximo capítulo. Lo mismo sucede con aquellos contenidos que la escuela propone y repite históricamente.

Ahora bien, una escuela donde los estudiantes investigan, reflexionan, resuelven problemas, crean soluciones, deja de ser spoiler. Hacia allí deben orientarse las escuelas que forman para el futuro. Evidentemente, esto solo puede suceder en escuelas (y sistemas educativos) que acompañan con liderazgo, formación, ideas y recursos a sus equipos docentes.

Daniel Wilson, Director del Proyecto Zero de la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard, sostuvo en la conferencia de cierre que “el cambio educativo es un cambio complejo, para lograrlo hay que cambiar las creencias básicas acerca de la educación, así se logra el cambio en las prácticas y puede trasladarse a los sistemas educativos”. Esto significa que para lograr una transformación real, debemos creer que algo estamos haciendo mal, reconocer qué y luego pensar en cómo modificarlo. Este es el desafío que se debe iniciar en conjunto: entre docentes, directivos, políticos, decisores e investigadores. Reflexionar, colaborar, compartir, investigar, evaluar y empezar a trazar en conjunto ese mejor lugar posible para la educación.

Fuente: http://www.perfil.com/columnistas/la-escuela-el-mejor-lugar-posible.phtml

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Entrevista a Michael Fullan: Hay que «cambiar la forma de enseñar» antes de modificar planes de estudios

Canadá/25 mayo 2017/Fuente: webdelmaestrocmf

El pedagogo canadiense Michael Fullan sostiene que antes de cambiar la currícula, se debería cambiar la forma de enseñar. El desafío hoy es cambiar la forma de enseñar. Cuando cambias la forma de enseñar, puedes usar la currícula de distintas maneras.

Cambiar la currícula que está demasiado fija para ponerle unas pruebas nuevas relacionadas a las competencias sería lo más fácil, porque es cambiar el papel. Lo que es más difícil es cambiar la forma de enseñar. Si cambiamos la forma de enseñar, la currícula también va a ir cambiando; las dos cosas deberían ir juntas hacia el futuro.

Compartimos con fines únicamente educativos – pastorales la entrevista hecha por “Leticia Castro”  publicación del portal “La Diaria”.

El pedagogo canadiense Michael Fullan fue uno de los principales invitados del Plan Ceibal en su Foro de Innovación Educativa. Conversó con la diaria sobre su mirada al programa luego de diez años de aplicación, los desafíos de cara al futuro en el tema pedagogía y el nuevo aprendizaje profundo que pregona desde la Red Global de Aprendizajes, de la que Uruguay es miembro junto con otros seis países. Se trata de un referente en materia de educación y nuevas tecnologías al que Uruguay está mirando desde hace algunos años.

-¿Cómo observa el desarrollo del Plan Ceibal en sus diez años?

Estuve involucrado en el Plan Ceibal los últimos siete años. Empezó pensando que la tecnología tenía que causar el cambio, pero nosotros sabemos que la tecnología sola no lo puede lograr, por lo que tuvimos que cambiar la pregunta y pensar cómo podemos construir el cambio en el aprendizaje. Y se ha logrado. El gran cambio se ve en la participación, pasar de tener 100 a 400 escuelas en el programa [Red Global de Aprendizajes].

-¿Cómo va la integración del Plan Ceibal con la Red Global de Aprendizajes?

En la red hay siete países, cada uno con 300 o 400 escuelas. Nosotros presentamos un marco de seis competencias globales, las seis “C” [ciudadanía global, colaboración, carácter, comunicación, creatividad, pensamiento crítico (critical thinking) y construcción de conocimiento] y las herramientas de cómo se debería ver la enseñanza que tiene que ser apoyada por la escuela. Pero era solamente una guía, no un protocolo que había que seguir paso a paso. Esto significa que todos, los siete países, se involucraron de igual manera, porque dijeron: “Esto no nos dice qué tenemos que hacer: nos da la oportunidad de definirlo”.

-¿Cómo se aplicó particularmente en Uruguay?

Uruguay tenía y tiene una estructura muy tradicional, la currícula es muy tradicional. No es relevante para el futuro, no es interesante para los alumnos porque la ven como algo fuera del tiempo. El problema que enfrentan [las autoridades educativas] es que lo único que conocen es lo tradicional; no la quieren tirar porque no hay otra, pero a su vez saben que no funciona. Uruguay viene usando el programa como un catalizador para cambiar la enseñanza a medida que se mueve hacia el futuro.

-¿El desafío actualmente es cambiar la currícula?

No, el desafío hoy es cambiar la forma de enseñar. Cuando cambiás la forma de enseñar, podés usar la currícula de distintas maneras. Cambiar la currícula que está demasiado fija para ponerle unas pruebas nuevas relacionadas a las competencias sería lo más fácil, porque es cambiar el papel. Lo que es más difícil es cambiar la forma de enseñar. Si cambiamos la forma de enseñar, la currícula también va a ir cambiando; las dos cosas deberían ir juntas hacia el futuro.

-Entonces, ¿la nueva forma de enseñar por medio de competencias?

Sí, la forma de enseñar es por medio de las competencias. Las competencias cubren mucho, porque tienen creatividad, colaboración, comunicación, muchas de “las seis C”, sin dejar de tomar en cuenta a la literatura, la matemática. Simplemente es una forma más moderna de trabajar con esas materias.

 -¿Cómo está Uruguay en comparación con los otros países de la Red?

Creo que en varios países la calidad de la enseñanza se ha desarrollado más pero a lo largo de más tiempo, entonces son más fuertes. Por ejemplo, Finlandia, Holanda o Canadá son más fuertes; en Australia y Nueva Zelanda también se ven buenos niveles. Estados Unidos varía un poco. Vemos que el profesionalismo entre los educadores tiene mayor camino por recorrer para alcanzar estos países.

-Uruguay se dirige hacia una posible Universidad de la Educación. ¿Esta sería una forma de igualarnos con los demás?

La universidad de preservicio de educación es una incorporación natural, pero no va a ser una solución por sí sola. Tienen que suceder dos cosas a la vez: la universidad tiene que ser buena, enfocarse en las cosas correctas, y al mismo tiempo interactuar con las escuelas. Cuando tenemos programas de educación, los educadores pasan mucho tiempo haciendo prácticas, entonces las escuelas tienen que ser buenos lugares para aprender. La ventaja de cómo lo han hecho aquí es que el Plan Ceibal ha tenido muchas escuelas que podrían asociarse con la universidad, para que haya una doble relación; así, las escuelas se hacen cada vez mejores y tenemos mejores educadores.

-¿La formación debería tener un fuerte énfasis en nuevas tecnologías?

La respuesta corta es no. Casi todos los alumnos y docentes jóvenes ya son buenos con la tecnología, y los que ingresan al sistema son cada vez más jóvenes y mejores. El problema es cómo utilizar la tecnología en la pedagogía. No necesitan dar capacitación en TIC [tecnologías de la información y la comunicación], el mercado lo hace solo; tienen que capacitar al usuario para la enseñanza.

-En uno de sus libros, decía que las grandes inversiones en lo digital no han sido capaces de mostrar su potencial. ¿Por qué?

Cuando escribí sobre eso [2015] la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos] escribió un informe que dice que encontró que los países que invirtieron más en tecnología tuvieron peores resultados que aquellos que invirtieron de forma más cuidadosa. Aquí hay dos temas: dado que las TIC parecen ser el futuro, a los políticos les gusta tenerlas como símbolo de la modernidad. A los padres también les encanta, y por eso hay una tendencia de tomar el camino fácil y comprar tecnología. Mi crítica es que no se puede comprar tecnología para el aprendizaje. Pero si cambiamos la ecuación y ponemos a la pedagogía como motivador y a la tecnología como acelerador, si se da vuelta y se usa la tecnología de forma más específica en la relación con “las seis C”, vamos a lograr un impacto. El hallazgo es que la tecnología no tiene resultados importantes cuando hay demasiadas cosas involucradas, pero cuando somos más precisos y decidimos desarrollar nuestra enseñanza, sí logra tener impactos.

-¿El Plan Ceibal está logrando esos objetivos?

Sí, están progresando mucho con esto.

-En su conferencia habló sobre los próximos cinco años, ¿qué objetivos específicos le gustaría lograr?

Hasta ahora di el ejemplo en mi presentación de los alumnos que tenían la tecnología y no la usaban. Cuando la empezaron a usar inventaron aparatos para ahuyentar a las aves que les comían el alimento. Es decir, ya está claro que el programa funciona, está sucediendo. En los próximos cinco años la idea es que esto siga ocurriendo en mayor medida, pero para eso los educadores deben aprender de otros educadores, tienen que aprender entre ellos y de otras escuelas. Y cuando logramos cosas específicas, para que la innovación no quede en una sola escuela, hay que poder diseminarlo, y esa es una prioridad para los próximos años. En el primer período se produjeron nuevas ideas, y en el segundo hay que diseminarlas más rápido.

-¿Cuál es el nuevo rol del educador?

En el viejo papel era el centro de atención, el que tenía todo el conocimiento, el que hablaba todo el tiempo durante la clase. El nuevo rol es ayudar a los alumnos a definir qué es lo que tienen que buscar; el papel es más de facilitador, de alguien que los ayuda a trabajar juntos. Eso es algo nuevo. También incluye a “las seis C” de forma explícita.

-¿Y el de los alumnos?

Los alumnos lo están asumiendo. Vemos dos objetivos en nuestra definición. Que trabajen más juntos. Ha habido un gran cambio en la forma en que lo hacen. Allí el educador tiene que ser muy bueno en lograr que trabajen juntos, por eso también es importante que los educadores trabajen también entre ellos. Debemos generar el alumno “agente de cambio”, que les da consejos a los educadores sobre cómo cambiar la pedagogía, qué es lo que funciona, qué no. No están a la par pero están casi a la par, tienen más equidad, están más juntos.

-¿Cómo cambia la evaluación?

La evaluación está en transición en la mayoría de los países, incluyendo el nuestro. Algunos países han tenido evaluaciones negativas: Estados Unidos, Inglaterra. Pero Canadá, Finlandia y Holanda no han tenido una mala historia. Lo que hay que hacer es evaluar las nuevas pedagogías. Nosotros estamos ayudando a evaluar “las seis C”, ese es un cambio. Además, el país necesita tener un nuevo sistema de evaluación. Hemos visto que es mejor disminuir los castigos si no trabajan bien; por el contrario, se mejora viendo lo que funciona y fomentando eso. Uno de los puntos que más solemos evaluar en los países de habla hispana es la enseñanza del inglés, y en eso, que para ustedes es una prioridad, van bien.

-¿Y en cuanto a la evaluación de los alumnos?

Los cambios que se generaron indican que es mejor hacerles comentarios a los alumnos y a sus padres acerca de cómo están haciendo su tarea, en vez de dar un número. Eso es un cambio. No sé cómo lo hacen aquí; si siguen usando la forma tradicional, tal vez va a ser difícil cambiarlo.

Fuente: http://webdelmaestrocmf.com/portal/cambiar-la-forma-ensenar-modificar-planes-estudio/

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Vos, docente, ¿cuántas horas trabajás por día?

Por: Hernán Cortiñas

Cuando la docencia reclama mejoras salariales, desde los Gobiernos, ya sean macristas o kirchneristas, salen al cruce afirmando que trabajan 4 horas por día, ¿eso es cierto?.

Despertar a los chicos, preparar el desayuno y asegurarse que lleguen a la escuela. Viajar más de media hora en colectivo y llegar sobre la hora. En caso de trabajar por hora cátedra, el timbre avisará otro destino con otros estudiantes, otros contenidos, incluso en la otra punta de la ciudad, destinando aún más tiempo en trasladarse.

Si se trata de un docente de grado, habrá que llegar 20 minutos antes de la hora laboral para recibir a los chicos, comer en el bondi entre las dos jornadas simples y quedarse esperando a las familias que, por inconvenientes relacionados con sus propias jornadas laborales extensas, a veces llegan tarde a buscar a sus hijos.

Cada vez que se desata una lucha por los derechos de la docencia y en defensa de la educación pública, los Gobiernos repiten el libreto de que las maestras trabajan sólo cuatro horas. Ellos mienten, y saben que lo hacen. Según los datos oficiales del Censo Docente del 2004, sólo el 7 % de trabaja un solo cargo, mientras que el 16 % trabaja más de dos cargos o su equivalente en horas cátedra (más de 37).

Las jornadas laborales docentes son realmente extenuantes. Veamos por ejemplo el caso de una maestra de grado que trabaja sólo dos cargos de una escuela de jornada simple. Empezando el día tiene por lo menos media hora de viaje, veinte minutos antes de su horario laboral se debe presentar para recibir a los chicos, 4 horas y cuarto de una escuela, media hora de viaje hasta la siguiente escuela, 4 horas y cuarto de la escuela de la tarde y por lo menos unos 15 minutos esperando que retiren a todos los chicos. Media hora de viaje de vuelta a la casa.

Una vez en el hogar, sigue el trabajo ya sea planificando, pensando en cómo resolver los conflictos que surgieron en el día, corrigiendo, haciendo boletines o yendo a una capacitación para, algún día, lograr titularizar y tener estabilidad laboral. Todo este trabajo extra, suma todos los días, por lo menos una hora más, totalizando unas 11 horas dedicadas al trabajo cada día.

Según el censo ya mencionado, incluso un 16 % de la docencia trabaja más de esas 11 horas diarias ya que tienen tres cargos (o su equivalente en horas), y todo esto sin contar el trabajo hogareño. Sobre esto último cabe señalar que el 78 % de la docencia (724.801) son mujeres, a lo que tenemos que agregar que en su mayoría son, además, sostenes de hogar.

Justificando el ajuste

Las estadísticas son claras, sin embargo, el ministro de Educación nacional, Esteban Bullrich, en declaraciones a radio Mitre, en medio de la lucha docente, se quejó de que “la mayoría de las escuelas trabajan solo cuatro horas, eso impide que los docentes no tengan un salario alto”.

Cada vez que un gobierno decide ajustar la educación pública, y en ese sentido reducir los salarios de la docencia, se repiten las mismas mentiras. No por casualidad las palabras del ministro de Cambiemos parecen calcadas del discurso de Cristina Fernández de Kirchner en la inauguración de las sesiones del Congreso Nacional del 2012, “con trabajadores que gozan de estabilidad frente al resto de los trabajadores, con jornadas laborales de 4 horas y 3 meses de vacaciones, cómo es posible que sólo tengamos que hablar de salarios y no hablemos de los pibes que no tienen clases”.

 El modelo educativo de unos y otros se basa en la explotación docente, obligando a tomar cada vez más cargos u horas para poder llegar con lo mínimo a fin de mes. Luego se quejan de las enfermedades que estas condiciones de enseñanza causan. De forma cínica, el ministro Bullrich aseguró sobre el ausentismo docente que “es un abuso” del sistema de licencias, y entre risas agregó “entonces pagamos más de un salario por cargo docente”.

Jornada docente de 6 horas, 4 frente a curso y 2 para otras tareas pedagógicas

Desde el PTS y el Frente de Izquierda, con Nicolás del Caño y Myriam Bregman, junto a la Agrupación 9 de Abril – Marrón de docentes, proponemos cuestionar esta forma de trabajar en las escuelas, transformándola desde la raíz. Los Gobiernos quieren acostumbrar a la docencia a trabajar entre dos y tres turnos para llegar a un salario que permita pagar el alquiler, la comida hasta poder salir, ir al cine o a cenar, comprar libros o viajar. ¿Acaso es un “pecado” que un trabajador tenga vida social o cultural? ¿El desarrollo de la práctica pedagógica de un docente no sería mejor con una jornada diferente y con más tiempo libre?

Los que sostenemos la educación pública todos los días sabemos que mejorar las condiciones de enseñanza reduciendo la jornada laboral e incorporando las tareas pedagógicas extra clase implicaría un impacto muy positivo en las propuestas educativas y el seguimiento de nuestros estudiantes.

Porque queremos una mejor educación pública, planteamos que es necesario una jornada docente de 6 horas, donde 4 horas sean frente al curso y otras dos que, según los días, se utilicen en capacitaciones gratuitas en servicio, planificación, corrección, tareas administrativas, reuniones de equipo, etc. Todo esto cobrando un salario mínimo igual a la canasta familiar, que hoy en día está en más de $ 23.000. En el caso de niveles y provincias en donde hay muchos docentes sin cargo, incluso se podrían repartir las horas para que todos puedan trabajar.

Nuestra educación vale más que sus ganancias

Con una jornada de este tipo y un presupuesto acorde, en base al quite de los subsidios a las privadas y el quite de los beneficios a las patronales financieras, del agro y mineras, se podría realizar también una jornada extendida en todo el país. Las familias de los chicos podrían elegir si quieren estar desde la mañana hasta la tarde en la escuela, con dos docentes diferentes en dos turnos de 4 horas. Un turno destinado a materias como prácticas del lenguaje, matemáticas y ciencias. En el otro turno podrían hacer deportes, laboratorio, música, plástica o la orientación que cada chico elija. En escuelas nuevas, más grandes y acordes a las necesidades de los estudiantes. Además, estarían a cargo de docentes que, por su jornada, formación y desarrollo, serían los mejores para desarrollar esta tarea.

También es necesario sumar gabinetes psicopedagógicos por escuela, psicólogos y profesionales que puedan ayudar a combatir las problemáticas sociales que se expresan en la escuela y en las que el 95 % de los casos es el propio docente quien se hace cargo sin tener las herramientas necesarias. Esta naturalizado que el docente sea enfermero, psicólogo, nutricionista, entre otras cosas.

Sólo la lucha por cuestionar este sistema de raíz, con la perspectiva de modificar las condiciones de trabajo, en una pelea de conjunto para mejorar las condiciones de las millones de familias que envían sus hijos a la escuela, podrá conquistar una mejor educación al servicio de las y los trabajadores. Desde el PTS y el Frente de Izquierda nos organizamos con delegados por escuela para recuperar los sindicatos por todas estas demandas y por un gobierno de los propios trabajadores, para cambiar de raíz este sistema que nos explota cada día.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Vos-docente-cuantas-horas-trabajas-por-dia

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Del auditorio a cinco ‘aztecas’

La reforma de la educación básica y media ha sido el tema central del hacer y decir del gobierno. Es normal que haya acaparado el espacio en todos los foros y medios: por su importancia, sin duda, y en relación directamente proporcional a los desatinos de los aprendices que se consideran redentores de la patria escolar.

El nivel superior, entonces, ha pasado inadvertido durante 5 años, aunque no del todo: el 9 de mayo, el maestro Jorge Valls, secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), publicó en estas páginas una reflexión sobre la profesión docente. “El docente —armó— es el pilar fundamental de la formación de los estudiantes, para ‘darles’ la mejor preparación académica y una formación integral que les permita ser mejores ciudadanos, en el entendido que el desarrollo profesional del docente ‘sustenta’ el buen desarrollo del estudiante”.

Además de esta lamentable definición que concibe al profesor como el actor que da, prepara, forma y sustenta a ese otro, el estudiante, pasivo, ignorante, carente, urgido de muletas que lo sostengan, dio a conocer cifras oficiales sobre los académicos en las instituciones de educación superior del país.

En 1960, había 10 mil profesores universitarios. Valls, con datos del ciclo 2015-2016, arma que ya son, casi, 400 mil. Si 56 años después contamos con 390 mil académicos adicionales, una división arroja que han sido necesarias, como promedio anual, 6 mil 840 contrataciones. No es poca cosa: equivale a incorporar a 19 personas cada día, incluyendo sábados, domingos y fiestas de guardar. Cabían antes en el Auditorio Nacional; hoy repletarían cinco veces el Estadio Azteca renovado.

De esa magnitud ha sido la incorporación del personal académico que, de acuerdo a otra noción de docencia, con base en el conocimiento que tienen, han de ser capaces de generar, junto a los estudiantes, relaciones, estrategias y ambientes de aprendizaje que permitan, justo en y por ese vínculo, avanzar en el conocimiento de todos, sin excluir a los propios docentes: el que “enseña”, dice el sabio, aprende dos veces. Sólo 24% tienen tiempo completo (96 mil) y contratados por horas-pizarrón hay 300 mil, que se encargan de 50% de los cursos, sobre todos los iniciales.

Muchos son trabajadores a destajo que, al acumular clases a la semana, se convierten en docentes de tiempo repleto. Otros, profesionistas con empleo en mercados alternos, dan alguna clase sin que lo que perciben sea la base del ingreso familiar.

45% tiene una antigüedad en el ocio de cuatro años o menos. Si se distingue por régimen, público o privado, en el sector de escuelas particulares son 6 de cada 10 los que tienen poca antigüedad, lo que indica una mayor rotación asociada a peores condiciones laborales.

La otra mitad concentra a una buena parte en edades cercanas a la jubilación que, en general, los desbarranca económicamente. Seguirán ahí hasta que el cuerpo aguante. Para ser docentes, lo que se les ha pedido es un certificado de estudios: que conste que sepan. ¿Y saber enseñar, o mejor, ser diestros en la creación de ambientes de aprendizaje? Eso es fácil, cualquiera lo puede hacer.

Craso error: en la educación superior mexicana tenemos, además de la planta académica estratificada, una falla pedagógica común. En pocas palabras: para la docencia, los profesores de la educación superior somos, y hemos sido, improvisados. Nos urge aprender de, y con, los colegas especialistas, ellos sí, en el ocio docente. ¿Una profesora de primaria, normalista, acompañando a un doctor para que aprenda a organizar sus clases? Sería genial, pero hay un problema: implica pensar en lo que viene siendo una reforma educativa en serio, y, lástima, eso sí que no se lo maneja este gobierno.

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Del auditorio a cinco ‘aztecas’

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