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Seminario Jurjo Torres Santomé Creación de Mentalidades Neoliberales y Neo-Conservadoras. (Video)

Por: Otras Voces en Educación/Luz Palomino
Estos seminarios de formación permanente en Pensamiento Crítico, son en alianza con CEIP Histórica de Argentina, Centro de Investigación RÍUS de Clacso-México y Otras Voces en Educación.
En esta oportunidad nos acompaño Jurjo Torres Santomé, quien es Catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidade da Coruña. Antes fue profesor en las Universidades de Salamanca y Santiago de Compostela. Profesor visitante en numerosas universidades españolas, portuguesas, latinoamericanas y norteamericanas en las que participo e impartio cursos, seminarios y conferencias. Coordinador del Grupo de Investigación en Innovación Educativas –GIE 000260 de la Universidade da Coruña (UDC). En sus palabras pretende ser un activista político, un profesional crítico comprometido con la transformación de la realidad, y en concreto con la mejora de la educación.
Líneas de investigación principales son: Políticas educativas y curriculares, curriculum integrado, curriculum antidiscriminación, análisis de materiales curriculares, educación inclusiva, y formación del profesorado.
Les recordamos que pueden conseguir toda la información de nuestros seminarios de formación en pensamientos critico, en las redes sociales de las organizaciones que hacen posible este espacio como lo son la CEIPH de Argentina, CINPECER de México y Otras Voces en Educación de Venezuela.
Recuerden seguirnos, compartir y suscribirse para llegar a mas personas y poder seguir construyendo este espacio de reflexión y debate, que es tan necesario para la defensa de nuestra educación publica como derecho humano fundamental para todas y todos.

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Agenda de los seminarios de formación de la semana 29/06 al 03/07, de la alianza entre CII-OVE, CEIPH Y CINPECER.

Por: Luz Palomino

Agenda de la semana 🤓✍🏻😁🤞🏻

Inscripciones 👇🏼

Lunes 29 de Junio
Memoria Histórica Sindical : Yesid González Perdomo

https://docs.google.com/…/1FAIpQLScTSOfduQEOKm6eH…/viewform…

Martes 30 de Junio
La Otra Política: Juan Carlos Monedero

https://docs.google.com/…/1FAIpQLSewsNaDQndEj_5Rm…/viewform…

Miércoles 1 de Julio
La otra Educación: Adriana Puigróss

https://docs.google.com/…/1FAIpQLSf9q-Eqi0YKP1IQZ…/viewform…

Jueves 2 de Julio
La otra Educación: Jurjo Torres Santomé

https://docs.google.com/…/1FAIpQLSfNmAZ8yitdyl0zt…/viewform…

Horarios:
3PM México – Perú
4PM Venezuela
5PM Argentina

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Voces Insurgentes: Otras Voces Feministas (Video)

Con este seminario damos inicio a las Voces Insurgentes, en esta oportunidad dialogamos sobre «Otras Voces Feministas».

Nos acompañaron como ponentes:

*Natalia Peluso: Pedagoga y educadora popular, investigadora en temáticas de democratización de la educación. Docente universitaria y actualmente directora de experiencias educativas comunitarias y cooperativas del Ministerio de Educación de la Nación. (Argentina)

*Karen Juliet Trujillo: Educadora popular, integrante de la comuna Humberto Moncada del partido Farc. Docentes en comunidades indigenas, campesinas y urbanas. Trabaja en proyectos de formación comunitaria con mujeres, jóvenes, niñas y niños. (Colombia)

*Ursula Remedios de Comadres Púrpura: Son un grupo de feministas autónomas que se activan politica y artisticamente en Venezuela.

*Alicia Garcia: Feminista Troskista, militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), sección mexicana de la Cuarta Internacional. (México)

*Maria Covacevich: Es miembro de la Asamblea por la ESI Rosario, de INESI del programa de ESI de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional del Rosario Argentina. Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación.

*Paola Tásai: Es música, poeta, feminista y gestora cultural originaria de Ignacio Zaragoza, Chihuahua en México. Miembro fundadora de la colectiva Movimiento Malinche en la ciudad de Chihuahua.

En la moderación estuvieron: Delma Cecilia Martinez y Yadira Diaz

Generadoras de preguntas: Lupita Luquin, Paula Schwartz y Luz Palomino.

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Ciclo de Formación Permanente con: Boaventura de Sousa Santo (Video)

Por: Otras Voces en educación

Comenzamos los seminarios de formación permanete en Pensamiento Crítico, en alianza con CEIP Histórica de Argentina y Centro de Investigación RÍUS de Clacso-México. Boaventura de Sousa Santos (Coímbra, Portugal, 15 de noviembre de 1940) es doctor en Sociología del derecho por la Universidad de Yale y catedrático, ya jubilado, de Sociología en la Universidad de Coímbra.

Es director del Centro de Estudios Sociales y del Centro de Documentación 25 de Abril de esa misma universidad; además, profesor distinguido del Institute for Legal Studies de la Universidad de Wisconsin-Madison.1 Desde el 2011 hasta 2016, dirigió el proyecto de investigación ALICE – Espejos extraños, lecciones imprevistas: definir para Europa una nueva forma de compartir experiencias en todo el mundo, un proyecto financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC), uno de los más prestigiosos y competitivos Financiación internacional para la excelencia en la investigación científica en Europa. Ha publicado trabajos sobre globalización, sociología del derecho, epistemología, democracia y derechos humanos.

Sus obras están traducidas al español, inglés, italiano, francés, alemán, chino y rumano. Es partidario de lo que llama una «descolonización del saber» y una «ecología del saber» contra el «pensamiento abismal» separado de las realidades concretas.

 

 

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Francesco Tonucci y la invención de una otra escuela en el post-pandemia

Redacción: Educar para la libertad

Con la participación de especialistas y movimientos sociales, el encuentro fue organizado por el Foro por el Derecho a la Educación Pública de Chile


“Cuando empecemos de nuevo, tendremos que inventar una escuela que hoy no existe. No es verdad que vamos a poder volver a la escuela de antes; porque el virus nos obligará, con las condiciones de distancia y de cuidado, a pensar cosas totalmente distintas”, afirmó el educador Francesco Tonucci durante entrevista publicada por “Tiempo Argentino”.

En su análisis, Tonucci afirma que la pandemia COVID-19 presenta una nueva forma de construir la relación de enseñanza y aprendizaje en las escuelas, lo que puede ser un marco para la construcción de una educación sin jerarquías disciplinadoras.

“Lo principal es que tenemos que idear una escuela pensada de otra manera. La debilidad es que se funda en una base jerárquica y que los de la misma edad saben lo mismo, creyendo que cuando empiezan el proceso escolar no saben nada y después empiezan a saber lo que los maestros supieron pasarles. El mérito del aprendizaje se pone siempre en los niños: si no aprenden, no se castiga al docente que no supo enseñarles, sino al alumno que no tuvo capacidad o no quiso aprender. Podemos abandonar la idea de la clase con pupitres en la que los alumnos escuchan y repiten, y pensar que trabajen entre ellos”

Entrevista completa

Francesco Tonucci: «Cuando empecemos de nuevo, deberemos inventar otra escuela»

Desde Roma, el célebre pedagogo italiano propone sacar las tareas en cuarentena y que la casa sea un laboratorio. Y para después del virus, aboga por aulas desjerarquizadas y centradas en la diversidad.

«Me arruiné las vacaciones». Francesco Tonucci sonríe al otro lado del teléfono y menciona una agenda interminable de videollamadas (con colegas, funcionarios, periodistas) que le impide un consumo típico de cuarentena, como libros o series. «Y va a seguir, porque me preguntan mucho por el después», agrega en perfecto español. Tonucci habla del Covid-19, como todos en estos días, pero especialmente de las infancias y de la escuela en este contexto de crisis, ilusionado con que sirva como oportunidad para cambiar el modelo educativo imperante.

Un currículum a las apuradas dirá que es pedagogo, escritor, dibujante, investigador y creador del proyecto internacional La Ciudad de los Niños y las Niñas, que se replica en más de 200 localidades de todo el mundo –unas 30 en la Argentina–, en las que se propone dar voz a los pequeños y brindarles espacios públicos donde puedan jugar en libertad. Uno de los que habló con él esta semana fue el ministro de Educación, Nicolás Trotta, que apoyó su iniciativa de que, cuando se abran completamente las ciudades, se les deje el primer día solo a los chicos y chicas, para que jueguen y las disfruten como nunca las vieron.

Francesco vive en Roma, «con el miedo de una persona vieja como yo, y la preocupación de que no se generen más problemas ahora que todo se empieza a abrir». Lo que más lo angustia es que hace más de 70 días no puede ver a sus hijos y, sobre todo, a sus nietos. «Estoy solo en mi casa, aislado, como todos, abriendo la puerta una vez a la semana para comprar». Al segundo se corrige. De hecho, el miércoles dio un paseo por su barrio, en la periferia de la capital italiana, por primera vez en dos meses. «Hice tres kilómetros, paseando por calles y monumentos que no conocía, cerca del Cementerio del Verano, que sorprendentemente tiene nombre español y aquí nadie sabe qué significa. Después de 50 años de transitar una ciudad que vive de manera caótica, con un movimiento espantoso, verla vacía es un efecto muy fuerte… Qué poder tiene un virus para conseguir parar el trabajo y el tráfico, dos dioses de nuestra cultura. Pensemos que aquí la contaminación aérea produce el doble de muertos que el Covid».

-¿Qué le dice su nieta de doce años?

-Lo mismo que estamos recogiendo de los chicos de nuestros Consejos de Niños de todo el mundo. Cuando empezó todo este rollo, me golpeó mucho que todos buscaran expertos para dar consejos a padres y maestros y nadie se preocupara por preguntarles a los niños qué pensaban y qué proponían, por lo cual le pedí a alcaldes e intendentes de nuestra red de ciudades, que convoquen al Consejo de Niños. Y lo que sale de esos testimonios son tres cosas básicas. Lo principal: les faltan los amigos. Esto ha sido mal interpretado, creyendo que decían «me falta la escuela». Pero no: les falta la escuela porque es el único lugar donde se encuentran sus amigos. Décadas atrás, se los encontraban en la calle, en el tiempo libre, para hacer otras cosas, inventar, jugar, y en la escuela estaban los compañeros de clase. Ya no es así: se perdió la calle. Lo segundo que dicen en las encuestas es que les gusta pasar tiempo con sus padres. Es un regalo de la pandemia. Muchos niños o no los conocían o los veían casi de casualidad. Ahora tienen que compartir y participan de las cosas de la casa. Lo tercero: todos manifiestan que están hartos de la tarea de manera virtual. Es algo que la escuela no ha entendido que no debía hacer. Por eso propuse aprovechar la casa para que sea un laboratorio, y que sean las acciones con los padres las verdaderas tareas, no las del libro de texto. Aprender a cocinar, coser, recuperar las fotos, pintar, y que la escuela trabaje con los niños sobre estas experiencias. Si «hacen pasta” y nada más, no sirve; veamos si hay matemáticas dentro de la cocina: hay pesos, proporciones, tiempos de cocción. O aprovechar para hacer lengua, escribiendo recetas, que no es escribir cualquier texto, debe ser útil para que otra persona que no me conoce pueda repetir el mismo plato. Cuando el mundo se amplíe de nuevo fuera de las casas, me gustaría que la escuela no perdiera este descubrimiento: que se puede trabajar sobre el mundo, el barrio, las historias, la naturaleza y los problemas ambientales, y no sobre los libros de textos.

-¿Cree posible un cambio en la escuela después de la pandemia?

-Clases y tareas en este tiempo son cosas que no tienen sentido, porque vivimos situación extraordinaria, no puede ser que la escuela siga como antes. Pero esta manera de interpretar la educación y la escuela no debe ser sólo en tiempos de crisis y coronavirus, sino para siempre. Los cambios cuestan. Normalmente, las estructuras intentan quedarse iguales para siempre. La escuela italiana adoptó como lema en esta crisis: «La escuela continúa». Sería un “seguimos como antes”. Y es algo paradójico: ¿cómo que no cambia nada si cambió todo para todos? Pero si la mayoría piensa que la escuela no tiene que cambiar, vendrá agosto u octubre y todo seguirá igual. Tenemos que aprovechar esta oportunidad para lanzar una idea nueva de una escuela que corresponda a lo que nuestra sociedad necesita.

-¿Y qué necesita?

-Por ejemplo, la diversidad. En la escuela hay niños de culturas y lenguas diferentes, minorías indígenas, niños con discapacidades, de diferentes sectores sociales, niños pobres que en este momento manifiestan limitaciones porque no tienen aparatos tecnológicos para conectarse con la escuela. El tema de fondo es que hay una idea equivocada de que la escuela debe ser para iguales, entonces todas las veces que alguien no es igual a los demás se considera un problema. Y la verdad es que los niños son diferentes uno del otro, por lo cual si queremos hacer una propuesta educativa democrática y eficaz, tenemos que hacerla para diferentes, y no para iguales. Lo dice la Convención de los Derechos del Niño, a la que Argentina adhirió hace 30 años con carácter constitucional: la educación no tiene como objetivo que todos consigan los mismos resultados. El propósito de la escuela y la familia en conjunto debe ser que los chicos descubran sus aptitudes, vocación y talento, sus inteligencias, y una vez que cada uno descubrió su camino, ofrecerle los instrumentos adecuados para desarrollarlo hasta el máximo nivel posible. Por eso tiene que haber diversidades en la escuela, y trabajar sobre lo bueno que cada uno tiene, no sobre lo malo. Con los mismos textos para todos, pensados desde un ministerio casi siempre desde la capital del país, la escuela está dejando afuera a un porcentaje enorme de alumnos que no nacieron para ser literatos o matemáticos, que quieren ser músicos, pintores, deportistas, arquitectos o mecánicos. Hay una injusticia. Una propuesta igual para desiguales.

-¿El Covid-19 es una oportunidad para pensar en una escuela diferente?

-La crisis, como dijo Albert Einstein, puede ser una bendición, porque produce progresos. Espero eso, especialmente para casos como el de la Argentina, donde las autoridades parecen motivadas a impulsar cambios y no la conservación. Las escuelas que mejor funcionan en el mundo, como las de Finlandia, no tienen exámenes; hay muchas menos horas de cursada a lo largo del año; empiezan la primaria a los 7 años y no hay tareas. Se hace mucho hincapié en repetir o pasar de año, y eso no es lo central. Cuando empecemos de nuevo, tendremos que inventar una escuela que hoy no existe. No es verdad que vamos a poder volver a la escuela de antes; porque el virus nos obligará, con las condiciones de distancia y de cuidado, a pensar cosas totalmente distintas. Aquí, por ejemplo, hemos analizado la posibilidad de dividir las clases en dos grupos, uno en casa y otro en la escuela, e ir rotándolos. Pero lo principal es que tenemos que idear una escuela pensada de otra manera. La debilidad es que se funda en una base jerárquica y que los de la misma edad saben lo mismo, creyendo que cuando empiezan el proceso escolar no saben nada y después empiezan a saber lo que los maestros supieron pasarles. El mérito del aprendizaje se pone siempre en los niños: si no aprenden, no se castiga al docente que no supo enseñarles, sino al alumno que no tuvo capacidad o no quiso aprender. Podemos abandonar la idea de la clase con pupitres en la que los alumnos escuchan y repiten, y pensar que trabajen entre ellos. Si tenemos grupos de 6 a 12 años, hasta se pueden manejar solos, por lo cual un profesor puede lanzar propuestas, o crear grupos de trabajo que luego supervisa. En este momento, donde tenemos que enfrentar una situación nueva y problemática, mezclar edades lo haría mucho más fácil.

-¿Cómo están los niños en estas semanas en las que les cambió el mundo?

-No se los escucha, en casi ningún lugar, excepto en países como Finlandia o Nueva Zelanda, que no casualmente son liderados por políticas mujeres, que desde el principio les hablaron a los niños. Los niños valen poco porque no votan. No están en agenda. Y si la escuela quiere modificar la relación con ellos, no puede repetir siempre lo mismo. El tema central es si la escuela es consciente de que hay que cambiar: así como era ya no funcionaba desde antes de la pandemia. No es que antes funcionaba bien y entonces lamentamos no poder seguir como antes. No. Muchos niños se aburrían, no seguían la clase, y después olvidaban lo que habían aprendido. Era una estructura débil, incluso en el aula. Por eso me gustaría una escuela donde todos los espacios se utilicen como talleres y laboratorios, con muchísimas propuestas distintas: baile, música, física, huertas, ir moviendo a los grupos. En estas épocas puede ser útil la idea de la jornada escolar como un recorrido y no como una estancia. Hace 30 años que lo propongo, pero ahora parece que llegó el momento en el que a los gobiernos que me consultan les parece viable. Algo bueno habrá hecho este virus maldito.

Que las ciudades sean para los niños

Una de las propuestas de Tonucci para estos tiempos de pandemia apunta a que, el día que «reabran» las ciudades, cuando todo vuelva a una mínima normalidad, se las entreguen por 24 horas a los niños y las niñas. «Lo lanzamos como proyecto internacional de la Ciudad de los Niños. La gente puede firmar la petición en nuestra página lacittadeibambini.org/o en nuestro Facebook. Lo que decimos es que esta crisis tuvo errores sanitarios, víctimas (sobre todo nosotros, los viejos), y ha tenido campeones, que son los niños. Porque resistieron al virus, no por mérito de ellos solos, claro, pero viven esta temporada muy larga, encerrados en casa, que les significa algo incomprensible, y lo están haciendo muy bien. Darles un día la ciudad vacía para que jueguen y la disfruten en libertad, como nunca han podido, y como les gusta a ellos, sin tráfico, peligros ni contaminación, es el regalo que les podemos hacer a modo de agradecimiento».

Hizo llegar su iniciativa a los 200 alcaldes de las localidades que forman parte de la red internacional, entre ellas varias argentinas. Tonucci menciona a Arrecifes y a Rosario, una de las históricas desde que el proyecto de la Ciudad de los Niños arrancó en mayo de 1991, con la idea de que «los niños asuman un papel activo en el proceso de cambio, participando de forma concreta en el gobierno y en la delineación de su ciudad, apropiándose de nuevo del espacio urbano».

También le comentó al ministro de Educación, Nicolás Trotta, la iniciativa de liberar un día las ciudades para los niños: «Prometió que se iba a sumar a la petición, igual que Rosario o Neuquén. Es más una decisión política que educativa. Sé que es una propuesta muy utópica, pero lamentablemente todo el tiempo que proponemos algo para niños, es utópico».

Pruebas Pisa

Afirma Tonucci: «La escuela sigue siendo la escuela de lengua y matemáticas, y el resto es algo que si hay, hay, y si no, no importa, como las Pruebas Pisa que toman estas dos o tres competencias y las miden por igual en todos los países sin tener en cuenta las diferentes realidades. El niño mapuche ve distinto la vida del que vive en Palermo o en una villa miseria, todos tienen el mismo derecho de aprender, y lo hará mejor cuanto más pueda examinar su propia realidad».

Fuente: https://www.tiempoar.com.ar/nota/francesco-tonucci-cuando-empecemos-de-nuevo-deberemos-inventar-otra-escuela

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10 preguntas sobre la educación de los hijos

La relación de la familia con la escuela se concibe como la base de una correcta formación y educación de los alumnos. Sin embargo, esta relación no es sencilla, sobre todo porque la familia se plantea distintos dilemas que intenta resolver durante el propio trayecto educativo. En estos tiempos de grandes transformaciones, los padres se preguntan sobre la escolarización temprana, sobre el uso de las tecnologías, sobre la diferencia entre los maestros que tuvieron en su infancia y los que tienen ahora sus hijos, sobre el uso de los manuales de texto y el ejercicio de la lectura, entre otras cuestiones.

Con el inicio de clases ya próximo, elegimos diez preguntas que, según los especialistas que accedieron a responderlas, en estos tiempos de grandes cambios sociales y culturales cifran los interrogantes más recurrentes que se plantea la familia durante la educación de sus hijos.

UNO

¿Es conveniente escolarizar a los chicos a los tres años?

La educación inicial o jardín de infantes es el nivel educativo que más creció en la Argentina en los últimos años. Entre 2011 y 2016 se incorporaron más de 200.000 alumnos, lo que implica un aumento del 12% en cinco años. Sin embargo, las salas de tres tienen 500.000 alumnos menos que las de cinco.

«En la Argentina es deseable la escolarización desde los tres años y hay que asegurar que se haga en ámbitos muy profesionales, capaces no solo de garantizar los cuidados básicos de los niños pequeños. Puede asumir distintos formatos, no necesariamente las formas escolares tradicionales de la sala de jardín», señala Claudia Romero, directora del Área de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella.

Desde 2015, cuando se promulgó la ley 27.045, es obligatorio escolarizar a los chicos a partir de los cuatro años. A los tres años es optativo, pero el Estado está obligado a garantizar una vacante. A nivel regional, solo en México, Perú y Venezuela la escolarización resulta obligatoria a partir de los tres años, mientras que países como Finlandia, Suecia, Canadá y Escocia establecen la obligatoriedad recién a partir de los seis años y algunos desde los siete.

Más allá de las necesidades de la organización familiar y laboral, que muchas veces favorecen la escolarización temprana de los hijos, existe una duda sobre si es conveniente que sea obligatoria.

Axel Rivas, profesor y director de la Escuela de Educación la Universidad de San Andrés, responde afirmativamente. «Es acertada la escolarización temprana de todos los procesos educativos -dice-. La educación inicial desde los tres años favorece el desarrollo cognitivo y la socialización».

DOS

¿Todos los estudiantes necesitan una jornada completa?

La ley nacional de educación señala: «Las escuelas primarias serán de jornada extendida o completa con la finalidad de asegurar el logro de los objetivos fijados para este nivel». La meta se fijó en 2006, acompañada luego por la ley de financiamiento educativo: para 2010, el sistema debía alcanzar al menos el 30% de cobertura. Según datos oficiales, en 2020 solo llega al 15% la oferta de escuela primaria estatal con jornada extendida.

A pesar de los atrasos en el cumplimiento de la normativa, algo usual en la Argentina, la pregunta persiste: ¿todos los estudiantes necesitan la jornada extendida?

«Depende del contenido y el formato -afirma Axel Rivas-. La jornada completa funciona para todos cuando hay un proyecto claro en una escuela flexible, con espacios de aprendizaje diversos y no rutinarios».

Luciana Alonso, directora de Eutopía, un proyecto de la Vicaría Episcopal de Educación y la OEI para trabajar con escuelas en Red, no cree que la jornada completa sea una necesidad de los estudiantes. «Sin embargo, muchos estudios muestran importantes beneficios de inclusión social y aprendizaje cuando la jornada completa se da en contextos sociales vulnerables», destaca.

TRES

¿Es qué medida hay que aplicar la meritocracia en la escuela de hoy?

El filósofo estadounidense John Rawls sostuvo en su libro Teoría de la justicia: «La voluntad para hacer un esfuerzo, para intentarlo, y por lo tanto ser merecedor del éxito en el sentido ordinario, depende de la felicidad de la familia y de las circunstancias sociales». Ahí está el núcleo central del debate respecto de la aplicación de la meritocracia en las escuelas.

El contexto social de los estudiantes debe ser tenido en cuenta para analizar los modos de aplicación de la meritocracia, afirma Axel Rivas. «La meritocracia asume un falso principio de igualdad de los estudiantes -dice-. Es un régimen injusto porque supone que premia el esfuerzo, cuando en realidad cristaliza las desigualdades extraescolares. Es necesario valorar los logros y esfuerzos, claro, pero más aún potenciar la redistribución y el reconocimiento para disminuir las brechas sociales desde la escuela».

Para Luciana Alonso, no todo da lo mismo en la escuela. «En este sentido -señala-, el mérito es importante en las aulas de hoy, donde el protagonismo del estudiante, la iniciativa, la creatividad y la capacidad de emprender deben tener un lugar destacado».

CUATRO

¿Puede la escuela sola contra el bullying y la violencia entre jóvenes?

La ley 26.892 de promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad social en las instituciones educativas, sancionada en 2013, ofrece herramientas para trabajar en las escuelas a fin de garantizar el derecho a una convivencia pacífica, integrada y libre de violencia física y psicológica.

«El bullying existió siempre, pero las tecnologías han potenciado esta problemática desde distintos aspectos», dice Sebastián Bortnik, especialista en seguridad informática y director de investigación de Onapsis. «La escuela no puede sola contra el bullying, pero sí cumple un rol importantísimo en su contención y prevención».

Según Axel Rivas, la escuela está desbordada y necesita el apoyo de las familias y otros actores sociales. «Los proyectos de comunidades de aprendizaje son un buen ejemplo de una visión más amplia de la participación de las familias en la escuela», dice el experto.

CINCO

¿Sirven las tareas a realizar en la casa o deben erradicarse?

Cada vez que los docentes y los padres tienen que charlar sobre las tareas escolares, aparecen preguntas recurrentes. ¿Son necesarias las tareas? ¿Qué cantidad es pertinente? ¿Les quita tiempo a los chicos para realizar otras acciones formativas?

«Lo ideal es que la experiencia de aprendizaje sea muy bien desplegada en el horario escolar -afirma Axel Rivas-. En la escuela pública, las tareas escolares pueden ampliar las desigualdades sociales. Hay que combinar una didáctica de la presencia con la motivación del autoaprendizaje, para expandir la frontera del tiempo escolar y convertirla en tiempo ampliado de aprendizaje y de placer por aprender cosas nuevas, pero de manera autónoma».

Países asiáticos como Japón, Corea del Sur, China o Singapur cuentan con una jornada escolar que promedia las nueve horas de clase con un ciclo lectivo de más de doscientos días, y aun así los alumnos están cargados de tareas. En cambio, en Finlandia o Canadá la carga horaria no es tan alta, hay un ciclo lectivo corto y su tradición escolar no incluye tareas en el hogar.

«Las tareas repetitivas o de muy baja demanda cognitiva, como copiar y pegar información, cuando además son en horario extra, tienden a desaparecer -dice Luciana Alonso-. Tienen sentido en la medida en que le permitan al alumno hacerse preguntas que lo desafíen cognitivamente, capturen su curiosidad y motorice su deseo por aprender».

En los últimos años, gran parte de las escuelas plantearon reducir o eliminar la tarea para que los alumnos puedan aprovechar el tiempo extraescolar en actividades recreativas. Sin embargo, otras instituciones mantienen la tradición y la fomentan con el propósito de reforzar lo aprendido en clase.

SEIS

¿Es conveniente que los padres estén cerca de la escuela y los maestros?

La alianza entre los maestros y los padres está en una pequeña crisis que en muchos padres despierta la duda de hasta dónde y cómo colaborar con la escuela y el maestro de sus hijos. ¿Es saludable estar siempre cerca del docente y la escuela?

«Sí, siempre que la comunicación sea basada en la confianza hacia el trabajo de los docentes. Más cooperación entre familias y escuelas reditúa en una visión integral del aprendizaje de los alumnos», afirma Axel Rivas.

La falta de respeto a las normas de convivencia en distintos ámbitos forma parte de un comportamiento social que se traslada también a la escuela. Para Luciana Alonso la alianza entre la familia y la escuela «está llamada a recrearse en tiempos actuales; hay experiencias locales que evidencian que esto no sólo es necesario, sino posible».

Algunos especialistas señalan que la convivencia entre maestros y padres suele ser conflictiva cuando los padres resultan incapaces de reconocer los errores o acciones incorrectas de sus hijos. ¿La recomendación? Que los maestros dediquen más tiempo a explicar a esos padres las decisiones que afectan a sus hijos. Aunque cueste.

SIETE

¿Mejora la calidad el uso de computadoras en los colegios?

Muchos estudios y los resultados de distintas pruebas de evaluación de calidad educativa (PISA, Terce) demuestran que las nuevas tecnologías en el aula no mejoran por sí mismas el aprendizaje. Muchas veces, su aplicación es inadecuada.

«Bien utilizadas sí, mal utilizadas no», asegura Sebastián Bortnik, experto en informática. «Las computadoras nos dan la oportunidad de mejorar la calidad educativa en algunos aspectos, pero la mera existencia de la computadora en el aula no solo no mejora nada per se, sino que, mal utilizadas, podrían ser incluso peores que la misma práctica sin computadoras».

Axel Rivas piensa en ese sentido: «Por sí solas, no. Pero bienvenida la tecnología en contextos con capacidades docentes para aprovecharla como recursos para el aprendizaje»

Claudia Romero matiza. «Las computadoras son una herramienta potente, pero una herramienta. No deberían ocupar el centro de la escena, eso es obsceno. Lo que mejora la calidad educativa es la calidad de los docentes capaces de usar computadoras para enseñar».

OCHO

¿Cómo se adapta la escuela a una era digital en permanente cambio?

Las herramientas tecnológicas y el espacio virtual han suscitado nuevas formas de comunicarnos, de trabajar, de informarnos, de divertirnos y, en general, de participar y vivir en una sociedad.

«La actualización que más me preocupa no es la de hardware (equipos) sino la de software (aplicaciones), ya que el desafío para el cuerpo directivo y docente es estar atentos al constante cambio respecto al uso de tecnologías para adaptar el aula y el colegio a esas nuevas aplicaciones o realidades», dice Sebastián Bortnik.

La escuela y, en consecuencia, el rol del docente no han podido resistirse a su influencia y deben estar pendientes de estas actualizaciones. Así lo entiende Axel Rivas: «La clave es potenciar las capacidades docentes para pensar la enseñanza, diseñar clases, investigar y ser críticos con sus propias prácticas. Esto lleva al uso de recursos digitales con sentido pedagógico y no por moda o por obligación».

NUEVE

¿Siguen siendo útiles los libros de texto y los manuales?

El libro de texto goza de salud y futuro, según muchos especialistas que aseguran que los manuales son utilizados por la mayoría de los docentes y, al mismo tiempo, son muy valorados por las familias porque les facilita saber qué estudian sus hijos.

«Los libros físicos van a seguir existiendo y es bueno disponer de ellos en la escuela, tanto libros de texto como obras literarias», dice Luciana Alonso. Sin embargo, aclara: «Hoy un libro digital puede ofrecer una gran variedad de interacción y esto enriquece la enseñanza y el aprendizaje».

Para Axel Rivas no hay dudas: «Los libros de texto son una gran ayuda para dar continuidad y homogeneidad al currículum. Desde ya hay mucha variedad de calidad y de enfoques en los libros, pero son una herramienta clave para potenciar el aprendizaje».

Sebastián Bortnik coincide. «La respuesta es bastante clara: los manuales siguen siendo útiles. Las reducciones binarias respecto a cómo la tecnología interpela y modifica el contexto educativo son a mi criterio muy peligrosas».

DIEZ

¿Los docentes de antes eran mejores que los del presente?

La mayoría de los especialistas no cree que este sea un debate justo o pertinente.

«No se puede comparar a los maestros de antes con los de ahora porque son tiempos distintos -dice Axel Rivas-. Los docentes de hoy están más exigidos porque enseñan en contextos más diversos culturalmente. Su trabajo es menos rutinario, más complejo y desafiante hoy que en el pasado».

El uso de la tecnología marca una gran diferencia entra aquellos docentes y los del presente. Así lo entiende Sebastián Bortnik: «No tengo elementos para pensar que los docentes de antes eran mejor que los de ahora. Pero los de ahora se encuentran en un contexto muy exigente, en el que la tecnología interpela constantemente. La escuela debe preparar a los chicos para la vida, y en un mundo que está en constante cambio, los desafíos para la educación se multiplican».

Fuente del artículo: https://www.lanacion.com.ar/opinion/10-preguntas-sobre-la-educacion-de-los-hijos-nid2335737

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