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4 maneras de fomentar la lectura en los más pequeños de la casa

En verano tenemos (normalmente) más tiempo para dedicarle a nuestros hijos y es el momento ideal para comenzar con sus hábitos de lectura desde las edades más tempranas

Seguro que entre tus propósitos para el verano se encontraba leer más. ¿A que sí? Pero lo que quizás no te habías planteado es la manera de hacer que tus hijos también descubran la paz de ponerse tras unas páginas.

De la mano de Clara C. Scribá, filóloga hispánica y fundadora de Letropía, repasamos las 4 claves para comenzar a inculcar el hábito de la lectura a los pequeños de entre 1 y 6 años. Desde el claro dar ejemplo al paso por libros juguetes, descubrimos también una serie de títulos para comenzar el camino hacia la imaginación en buena compañía.

En muchas ocasiones, podemos escuchar críticas sobre lo poco que leen los jóvenes de hoy en día. Por suerte, los planes de estudios se están adaptando a los gustos más propios de esas edades y lejos quedan los tiempos donde la lectura del trimestre se hacía cuesta arriba desde las primeras páginas.

El verano es la época ideal para sacar ese rato que dedicarle a tus retoños para ir creándoles un hábito sano de ocio lejos de las pantallas. Convertirlo ahora en una rutina hará que sea más fácil mantenerlo cuando llegue de nuevo el horario apretado en septiembre.

Antes de llegar a la queja sobre los adolescentes y a un punto de no retorno, tenemos tiempo para inculcar el amor por la lectura a los más pequeños de la casa. Hoy, de la mano de Clara C. Scribá, directora de Letropía, repasamos cómo hacer que los niños de 1 a 6 años aprendan a amar los libros, puesto que es, en estas edades tempranas, cuando hay que empezar a inculcar el hábito de la lectura.

En un momento en el que las pantallas copan el día a día y es difícil escapar de ellas, debemos fomentar el desarrollo de la imaginación de nuestros hijos a través de la lectura.

1. Libros juguetes. Adaptar el tipo de lectura a cada franja de edad es de vital importancia. Los ejemplares que incluyen texturas, muchos colores e incluso sonidos empezarán a despertar la curiosidad de los niños. Cuando vaya pasando el tiempo, introduciremos un poco de hábito de lectura como tal. «Lo importante en este punto es que empiecen a asociar la forma del libro, el hecho de agarrar uno físicamente, con ocio y diversión», comenta Clara.

2. Cuento nocturno. Sabemos que es difícil sacar energía a última hora del día para ponerse a leer un cuento con ellos. Pero establecer esa rutina de lectura pasiva por su parte es también fundamental. Además de crear un momento especial entre vosotros, estás apostando por un rato sin pantallas donde puedan desarrollar su imaginación, acompañados de libros ilustrados.

3. Si tú lees, ellos leen. Está comprobado: los niños copian aquello que ven. No hay nada como dar ejemplo para que a tus niños les pique el gusanillo de la lectura. «No tienes que ponerte a leer grandes clásicos o nada grandilocuente . El simple hecho de coger una revista, una novela corta, un libro de relatos… Lo que ellos necesitan ver es que disfrutas con la lectura que hayas elegido», puntualiza Scribá.

4. Visitad librerías infantiles y que elija su próxima lectura. Haz de la visita a las librerías especializadas en literatura infantil una actividad recurrente y divertida. «Que esperen con ganas el momento de ir a adquirir nuevos libros. La biblioteca es igualmente válida», recuerda Clara.

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Cómo lograr que tu mente lea

Por: El Observador

Los malos hábitos de lectura no tienen nada que ver con los nuevos dispositivos electrónicos y la falta de concentración que generan sino con una falta de conocimiento de cómo funciona el cerebro
Hay personas que no son buenas lectoras. Muchas culpan a la ubicuidad de los medios digitales: estamos muy ocupados en Snapchat como para poder leer, o quizá echar rápidos vistazos en internet nos ha vuelto incapaces de leer prosa de verdad. Pero el problema con la lectura data de fechas anteriores a las tecnologías digitales. El problema no son los malos hábitos de lectura generados por los teléfonos inteligentes, sino los malos hábitos educativos generados por el desconocimiento de cómo lee la mente.

Pero ¿cuán grave es nuestro problema de lectura? La más reciente Evaluación Nacional de Alfabetización en Adultos (de 2003 es un poco antigua) de Estados Unidos ofrece un panorama de la capacidad de los estadounidenses para leer en situaciones cotidianas: cómo utilizar un almanaque para encontrar un dato en específico, por ejemplo, o explicar el significado de una metáfora utilizada en una narración. Del segmento de personas que terminaron el bachillerato pero no continuaron con su educación, el 13 por ciento no podía realizar ese tipo de tareas. Cuando las cosas se volvieron más complejas (comparar, por ejemplo, dos editoriales de periódico con interpretaciones diferentes de pruebas científicas o examinar una tabla para evaluar ofertas de tarjetas de crédito), el 95 por ciento se equivocó.

No hay razón para creer que la situación haya mejorado. Las notas de los estudiantes de último año de bachillerato en el examen de lectura de la Evaluación Nacional de Progreso Educativo no han mejorado en treinta años.

Muchos de esos malos lectores pueden emitir sonidos a partir de palabras impresas, así que, en ese sentido, pueden leer. Sin embargo, son analfabetas funcionales: comprenden muy poco de los sonidos que emiten. Entonces, ¿qué requiere la comprensión? Un amplio vocabulario, evidentemente. El conocimiento de los hechos tiene la misma importancia, aunque más sutil.

Toda la prosa tiene huecos fácticos que debe llenar el lector. Considera la frase: «Prometí no jugar con él, pero ni así mi mamá me dejó llevar mi cubo Rubik a la biblioteca». El autor ha omitido tres hechos vitales para la comprensión: en una biblioteca debes guardar silencio, los cubos Rubik hacen ruido y los niños no pueden resistirse a los juguetes. Si no conoces estos hechos, podrías entender el significado literal de la oración, pero no sabrás por qué la mamá prohibió el juguete en la biblioteca.

El conocimiento también proporciona contexto. Por ejemplo, el significado literal del famoso titular falso del año pasado: «El papa Francisco sorprende al mundo al respaldar a Donald Trump en su candidatura presidencial», no es ambiguo, no se necesita llenar ningún hueco. Pero la oración tiene una implicación diferente si sabes algo acerca de las posturas públicas (o privadas) de los hombres involucrados, o si sabes que ningún papa ha apoyado jamás a ningún candidato presidencial.

Entonces podrías pensar que los autores deberían incluir toda la información necesaria para comprender lo que escriben. Escribir que en las bibliotecas debe haber silencio. Pero esos detalles harían que la prosa fuera larga y tediosa para los lectores que ya conocen esa información. «Escribe para tu público» significa, en parte, apostar a lo que ya saben.

Estos ejemplos nos ayudan a comprender por qué los lectores pueden decodificar bien, pero obtienen resultados mediocres en una prueba; carecen del conocimiento que el escritor asumió que tenía su público lector. Pero si un texto aborda un tema conocido, los malos lectores deberían poder leerlo.
En un experimento, se les pidió a estudiantes cuyas edades oscilaban entre los 8 y los 9 años, algunos identificados a través de una prueba como buenos lectores y otros como malos lectores, que leyeran un pasaje sobre el fútbol. Los malos lectores que sabían mucho acerca del fútbol tuvieron tres veces más posibilidades de hacer inferencias precisas acerca del pasaje, a diferencia de los buenos lectores que no sabían mucho acerca del deporte.

Ello implica que los estudiantes que obtuvieron buenas notas en las pruebas de lectura son aquellos con amplios conocimientos; por lo general, saben al menos un poco de los temas de los pasajes del texto. Otro experimento puso a prueba la cultura general de unos estudiantes cuyas edades oscilaban entre los 16 y los 17 años con preguntas de ciencias («¿A qué parte del cuerpo afecta la neumonía?»), historia («¿Qué presidente estadounidense renunció a causa del escándalo Watergate?»), además de arte, civismo, geografía, deportes y literatura. Las notas en esta prueba de conocimientos generales se asociaron en gran medida con las obtenidas en la prueba de lectura.

Las prácticas educativas actuales demuestran que la lectura de comprensión está mal entendida. Se le trata como una habilidad general que puede aplicarse con el mismo grado de éxito en todos los textos. Sin embargo, la comprensión está íntimamente entrelazada con el conocimiento

Esto sugiere tres cambios importantes en la educación.

En primer lugar, apunta hacia una reducción del tiempo que se pasa alfabetizando a los estudiantes de los primeros grados. Los estudiantes cuyas edades oscilan entre los 8 y los 9 años pasan el 56 por ciento del tiempo en actividades de alfabetización y solo 6 por ciento en ciencias y 6 por ciento en estudios sociales. Este énfasis desproporcionado en la alfabetización resulta contraproducente en los grados posteriores, cuando la falta de conocimiento de los temas impide la comprensión. Otro paso positivo consistiría en utilizar textos cargados de información en los primeros grados de la educación primaria. Históricamente, han tenido poco contenido.

En segundo lugar, comprender la importancia del conocimiento para la lectura debe lograr que pensemos distinto acerca de las pruebas estándares de fin de año. Si una niña ha estudiado a Nueva Zelanda, debe ser buena leyendo un pasaje acerca de Nueva Zelanda. ¿Por qué ponerla a prueba con un pasaje acerca de las arañas o del Titanic? Si los temas se eligen al azar, la prueba evalúa el conocimiento aprendido fuera del salón de clase, un conocimiento que los niños de familias acaudaladas tienen mayores probabilidades de adquirir.

En tercer lugar, la construcción sistemática del conocimiento debe ser una prioridad en el diseño de los planes de estudios.

No culpes al internet, a los teléfonos inteligentes o a las noticias falsas de los malos hábitos de lectura. Culpa a la ignorancia.

Modificar esta situación requiere de cambios profundos en la enseñanza de la lectura, en las pruebas estandarizadas y en los planes de estudios escolares. Como sustento de estos cambios debe haber una mayor comprensión de la forma en que la mente comprende lo que lee.

Fuente: https://www.elobservador.com.uy/como-lograr-que-tu-mente-lea-n1150058
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En Colombia, los niños leen más que los adultos

Colombia/12 noviembre 2017/Fuente: El Tiempo

Cifras del Dane evidencian un avance significativo en los hábitos de lectura entre los más jóvenes.

Los niños y jóvenes se están convirtiendo en un ejemplo para los adultos a la hora de leer. Puede que lo hagan en tabletas, computadores o en el celular, pero cada vez consumen más literatura. Y aunque queda un largo trayecto para alcanzar un nivel de lectura alto, las cifras demuestran un avance significativo.

Según la última encuesta sobre consumo de lectura publicada por el Dane, los niños de entre 5 y 11 años leen, en promedio, 3,2 libros al año.

Esa cifra contrasta con el promedio de lectura de los adultos, quienes leen menos de dos libros anualmente. (En contraste, los adultos en España leen, en promedio, 10,3 libros cada año y en Chile y Argentina, 5.)

Según los resultados del área de lenguaje de las Pruebas Saber, los estudiantes han mejorado sus competencias comunicativas en lectura y escritura.

Por ejemplo, en el grado tercero el promedio subió de 305 a 313 puntos; en el grado quinto, de 297 a 313 y en el grado noveno pasó de 295 a 307 (todos en una escala de 100 a 500). Finalmente, los estudiantes de grado once pasaron (en una escala de cero a 100) de 48 a 51 puntos entre 2015 y 2016.

“Nuestros estudiantes de preescolar, básica y media están comprendiendo mejor lo que leen y desarrollando más habilidades para la escritura”, aseguran expertos del Mineducación.

Para Consuelo Gaitán, directora de la Biblioteca Nacional, existe una mala percepción sobre los jóvenes: se cree que no leen por el simple hecho de no tener libros en las manos. Pero de lo que la gente no suele percatarse es de que lo hacen en soportes distintos.

“Los jóvenes no solo usan las tabletas y los celulares para jugar o chatear, sino que se unen a clubes de lectura y leen revistas especializadas –afirma Gaitán–. Los temas y contenidos que consumen son muy distintos a los que nosotros leíamos. Están las sagas, la literatura fantástica, las historias de zombis y los cómics”.

Incluso existe la idea equivocada de que las redes sociales y las nuevas tecnologías están alejando a los niños y a los jóvenes de la lectura. Pero los ‘booktubers’ demuestran lo contrario al aprovechar plataformas como YouTube para reseñar libros y hablar de la lectura.

A aquel que se acerca a un libro porque en realidad le atrae la lectura le es más fácil comprender el mundo y desarrollar habilidades sociales

Juana Silva, coordinadora de contenido juvenil e infantil de la Cámara del Libro, explica que la diferencia entre un joven que lee y uno que no lo hace es grande. “Aquel que se acerca a un libro porque le atrae encuentra empatía, se ve a sí mismo reflejado en los personajes y entiende distintas realidades. Le es más fácil comprender el mundo y desarrolla habilidades sociales”, dice.

Y la directora de la Biblioteca Nacional añade: “La literatura amplía la capacidad de interpretar el mundo, muestra diferentes perspectivas, formas de vida y de pensar que no necesariamente conocemos, culturas maravillosas. Además, despierta criterio para no tragar entero. Son herramientas fundamentales para la ciudadanía”.

La evidencia muestra que la idea de que ‘los colombianos no leen’ se puede estar revirtiendo.Pero ¿cuál es la importancia de hacer de la lectura un hábito?

Según el ‘Estudio internacional de progreso de comprensión lectora’, leer es fundamental en el proceso de aprendizaje de los niños. El documento sostiene que los estudiantes lectores son exitosos académicamente y no solo en lenguaje, sino también en matemáticas, ciencias naturales y sociales, y demás áreas.

Además, explica que, sin importar su nivel socioeconómico, los niños que nacen y crecen en hogares en los que se recrea la tradición oral a través de canciones, cuentos y juegos de palabras, y donde se lee en voz alta a los pequeños, tienen muchos beneficios.

“Son niños que se expresan mejor, viven el aprendizaje formal de la lectura y la escritura con mayor facilidad y tienen más posibilidades de convertirse en lectores autónomos y críticos”, añade el mismo estudio.

De los consejos que dan los expertos a quienes deseen fomentar el hábito de la lectura en sus hijos hay dos que son claves: no obligar y ser ejemplo.

Si la lectura se impone, los niños y jóvenes la verán como una obligación y no como un acto motivado por un deseo genuino. Esto suele ocurrir en los colegios, donde a los estudiantes les dicen qué libros leer, cuándo y en cuánto tiempo. Y esto termina aburriéndolos. Además, es necesario dejar que ellos elijan los libros según sus gustos.

Por otro lado, si el niño observa que sus padres leen frecuentemente y que, además, disfrutan de esta actividad, es muy probable que imiten esa práctica.

Desde la familia se pueden generar espacios de lectura. Por ejemplo, la tradición de leer un cuento en voz alta antes de dormir es una práctica que no se debería perder.

Según el Ministerio de Educación, para formar lectores que incorporen la lectura en su vida cotidiana y se desenvuelvan con destreza frente a la escritura es necesario promover una cultura lectora. Y eso implica, entre otras acciones, fomentar el acceso a los textos para que estén al alcance de los lectores y garantizar que sean realmente apropiados, leídos y usados de diversas maneras. Es preciso, por ejemplo, dar a conocer a las familias los lugares y mecanismos a través de los cuales se puede acceder a los materiales de lectura.

Según la Cámara de Comercio del Libro, lo más importante es lograr que los encuentros con los libros se den en un ambiente de bienvenida.

Una buena idea es acudir a las librerías independientes y a los espacios no convencionales, donde los niños se puedan acercar de una manera espontánea a los libros y otros materiales de lectura.

‘Somos una generación marcada por Harry Potter’

Uno de los ‘booktubers’ latinoamericanos más reconocidos es el joven periodista brasileño Filipe Polydoro, conocido en redes sociales como ‘Poly Books’. Él asegura que los jóvenes leen mucho y que lo hacen cada vez más.

“Hay una generación muy marcada por Harry Potter. Esa saga tiene siete libros; cada libro, en promedio, tiene 400 páginas, y los jóvenes, incluido yo, leían cada entrega en menos de 24 horas”, señala.

Después del auge de J. K. Rowling, añade Polydoro, muchos autores empezaron a escribir libros que llamaran la atención de los jóvenes, sin pensar necesariamente en el número de páginas.

El joven ‘booktuber’ sostiene que las redes sociales definitivamente han acercado al lector con el autor. “Ese es el más grande incentivo a la lectura que han proporcionado las redes. Que un lector pueda conversar directamente por Twitter, o por cualquier otra red, con el creador de su personaje favorito hace que la motivación por seguir devorando historias solo crezca”, concluye Polydoro.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/habitos-de-lectura-de-los-ninos-en-colombia-150516

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Del presente al pasado. La enseñanza de la Historia en el IEMS-CDMX

México / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Observatorio Pedagógico del Valle de México / Fuente: Revista El Arcón de Clío

“Es preciso, y esto transtorna todavía más nuestros hábitos, tomar en cuenta el hecho de que la reflexión histórica es regresiva,
de que funciona normalmente a partir del presente, en sentido inverso del fluir del tiempo, y que ésta es su razón de ser fundamental.”  Jean Chesneaux

Este bachillerato, que nació en la Ciudad de México hace 18 años, se planteó un nuevo modelo educativo en el que los estudiantes adquirieran una formación científica, crítica y humanista. El nuevo modelo por ende significó también un nuevo plan de estudios, y la Historia impartida en él igualmente sería distinta, pues se basó en la Nueva Historia.

En el IEMS las materias de Historia se estudian en los cuatro últimos semestres y se da la opción de un quinto curso, una optativa que es la de la Historia de la Ciudad de México, ya que es de interés para quienes habitamos en ella.

Cuando el IEMS empezó se pensó que la Historia debía hacerse atractiva a los estudiantes, acercándola a sus intereses, por lo que la forma de abordarla sería del presente al pasado y estudiando al mismo tiempo México y el mundo, pues en México tradicionalmente se ve la Historia de nuestro país separada de la del mundo, digamos que en distintos semestres, por lo que este enfoque no sólo era novedoso sino un reto para los docentes, puesto que no se tenía la preparación previa para impartirla desde esa perspectiva.

El presente debía ser cuestionado y a partir de la observación de él, se suponía que los estudiantes buscarían las raíces en el pasado, así Historia I abarca los procesos de la Guerra Fría y la Posrevolución Mexicana, pero dado que esta materia era la introducción al nuevo enfoque se trabaja también la parte teórica -en la que se aborda la cuestión historiográfica a fin de entender y conocer el sustento teórico de esta forma de ver la Historia y la parte metodológica, pues se les dan las bases para que desarrolle una investigación histórica.

En Historia II se aborda la primera mitad del siglo XX y todo el siglo XIX, tomando como ejes los movimientos revolucionarios de ese periodo, mundiales y mexicanos. En Historia III se revisa del siglo XVIII al V, básicamente en occidente, así como el periodo colonial de México. Por último, en Historia IV se estudia la Antigüedad clásica y un poco de prehistoria -el proceso de sedentarización y los inicios de la urbanización- y se da una rápida mirada al periodo prehispánico de América. No obstante, dado que los semestres son bastante cortos (más bien debíamos hablar de trimestres), y que las bases con las que llegan los estudiantes a los cursos de Historia son casi nulas, lamentablemente casi no hay oportunidad de profundizar en los procesos, por lo que es muy importante no perder de vista los objetivos de la materia.

La dificultad para impartir Historia con esta nueva orientación ha sido grande, si bien todos tenemos mínimamente la formación de licenciados en Historia, ésta es muy heterogénea (venimos de diferentes escuelas con concepciones distintas sobre ella), y a eso le sumamos que ya en el IEMS no se nos preparó como docentes para trabajar con este enfoque, por lo que partimos únicamente de la experiencia previa individual.

En mi caso, dado que me dedico a la Historia Oral, se me han facilitado algunos cursos, como los de Historia I y la Optativa, pero aquellos de mis compañeros con una concepción historicista tienen grandes dificultades para, incluso, la aceptación del modelo.

Esta forma de abordar la Historia me ha planteado muchos retos, llegando a la conclusión de que lo más importante es que los estudiantes aprendan a ubicarse en tiempo y espacio y que adquieran una conciencia histórica a fin de que construyan herramientas de análisis, no obstante, una de las mayores dificultades han sido las escasas bases con las que los estudiantes llegan a estas prepas. En general su desconocimiento de la geografía tanto del país como la mundial es verdaderamente sorprendente, cuesta trabajo pensar que no saben dónde están los continentes, los océanos, los puntos cardinales, etc., y que, por el otro lado, tampoco ubican nada en el tiempo, incluso ignoran en qué siglo nacieron o en qué siglo viven, por supuesto que para ellos el proceso de la Revolución Mexicana (1910-1940) es tan lejano como la prehistoria, ya que es un pasado que ni a sus abuelos les tocó vivir.

Y si a eso le sumamos que los estudiantes no tienen hábitos de lectura, ni saben cómo estudiar, y que finalmente la mayoría son adolescentes con escasos recursos por lo que frecuentemente faltan a sus clases pues también trabajan, la situación se va poniendo crítica y las escasas dos sesiones por semana -cada una de hora y media- no son suficientes para lograr los objetivos mínimos que se buscan con la impartición de las materias de Historia en el IEMS.

Ser parte de una institución que se planteó educar con un nuevo modelo ha sido un reto muy enriquecedor en muchos sentidos, me ha llevado a prepararme teóricamente más a fin de entender lo que se busca con este enfoque histórico, no obstante, pienso que la discusión sobre él entre todos los docentes de Historia del IEMS es necesaria (pues somos 20 preparatorias y en cada una de ellas hay en promedio 5 personas impartiendo estas materias) con la finalidad de que esta Historia que es presente y que pretendemos enseñar de manera integral (México y el mundo) sea de ayuda para nuestros estudiantes.

 

María Concepción del Consuelo Hernández Ramírez

Licenciada en Historia por la UNAM

Docente de Historia del IEMS-CDMX

Integrante del Observatorio Pedagógico del Valle de México

Pasante de Maestría en Historia de México por la UNAM con

Tésis en elaboración sobre los exilios latinoamericanos en México

mconher130@yahoo.com.mx

 

Fuente del Artículo:

Del presente al pasado. La enseñanza de la Historia en el IEMS-CDMX

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Animación a la lectura y TIC: creando situaciones y espacios

España/12 enero 2017/Autor: Joaquín Paredes Labra/ Fuente: Open Libra

Este artículo aborda un análisis crítico de los principales procesos metodológicos que apoyan la animación a la lectura mediante tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

A partir de un proceso de integración de las TIC en la escuela y su vinculación con otros espacios como las bibliotecas y el ciber-espacio, se abren posibilidades para reorientar las actividades de animación a la lectura mediante procesadores de texto, multimedia, programas de lengua, cuentos electrónicos y desarrollo de proyectos telemáticos.

Para leer, descargue aqui: ttps://openlibra.com/es/book/animacion-a-la-lectura-y-tic-creando-situaciones-y-espacios

Fuente: https://openlibra.com/es/book/animacion-a-la-lectura-y-tic-creando-situaciones-y-espacios

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España: Cultura reclama el mismo tiempo para la lectura en la escuela que para la Educación Física

España/12 enero 2017/Fuente: La Voz de Galicia

El informe «La Lectura en España» pone de manifiesto un estancamiento de los hábitos de lectura.

El secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, destacó este martes la necesidad de dedicar en la escuela el mismo tiempo para la lectura que el que se emplea en la Educación Física ya que «se pone mucho empeño en que los chicos hagan deporte» pero también necesitan un «entrenamiento cultural».

 Benzo ha participado en el acto de presentación en la Biblioteca Nacional del informe La Lectura en España, que pone de manifiesto un estancamiento de los hábitos de lectura.

El secretario de Estado ha señalado que no se trataría de una asignatura específica sino de que los estudiantes dediquen un tiempo en la escuela a leer de forma «transversal» a todas las asignaturas.

Según el secretario de Estado de Cultura, hay que «reaprender a leer» en España, objetivo que perseguirá el Plan de Fomento de la Lectura que se enmarca en el futuro Plan Cultura 2020, anunciado por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, en el Congreso de los Diputados.

El presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Daniel Fernández, ha considerado también que, al igual que el deporte y la preocupación por su práctica son en España «motivo de orgullo nacional», la lectura «no ha formado parte de las preocupaciones del sistema educativo y social» y ha señalado que el hecho de que cierren bibliotecas y librerías «es un drama».

Fernández ha presentado este informe, un trabajo coordinado por José Antonio Millán, en el que se analiza la situación en la que se encuentra la lectura en España, el tercero que publica la FGEE tras las ediciones de 2002 y 2008.

Según el presidente de los editores, este estudio es «el paisaje tras la batalla de la durísima crisis económica y social» de los últimos años y tras los que se observa un «estancamiento claro de los índices de lectura en España».

Las encuestas y estadísticas ofrecen datos muy variados, según ha explicado Fernández, ya que mientras la encuesta del CIS cifra en un 35 por ciento de españoles que confiesa que no abre «jamás un libro», otras son peores y sitúan en más de un 40 % los ciudadanos que aseguran no tener interés por la lectura o por el mundo de la cultura en general.

Unas cifras que, según ha indicado el presidente de la FGEE, suponen «un tremendo fracaso como país» ante el que es necesario «corregir rápidamente el rumbo» y por ello ha confiado en que el Plan de Fomento de la Lectura que planea el Gobierno sea aprobado rápidamente.

Junto a estos datos, el informe apunta a un aumento de los lectores «frecuentes» (que leen al menos una vez a la semana) ya que en los últimos 15 años han subido 11,2 puntos, lo que demostraría, ha reconocido Millán, una «desigualdad lectora» creciente en España.

Más mujeres lectoras que hombres, el perfil de los que leen frecuentemente es el de una persona urbana de entre 30 y 55 años y con formación universitaria mientras los que menos se acercan a los libros son los de más edad de zonas rurales.

El informe también critica la regulación que ha hecho la LOMCE de la lectura en los colegios de tal forma que la asignación temporal se ha visto limitada a «un tiempo diario» sin concretar compartiendo espacio «con cuestiones dispares».

Respecto al sistema bibliotecario, el estudio explica que el gasto en adquisiciones ha bajado de 1,50 euros a 56 céntimos por habitante entre 2009 y 2014, lo que ha reducido préstamos (8.349.307 préstamos menos en 2014 que en 2010), a pesar del incremento del número de habitantes inscritos en las bibliotecas que pasa del 28,72 % al 34,49 %, algo que también ocurre con el número de visitas por habitante y año.

Fuente:http://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2017/01/10/cultura-reclama-tiempo-lectura-escuela-educacion-fisica/00031484065725280420944.htm

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España: El Gobierno estudia aumentar el tiempo de lectura en horario escolar

Europa/España/10 de enero de 2016/Fuente: el mundo

No sería tanto crear una asignatura específica, sino hacerlo de forma transversal en el currículo

El Gobierno presentará próximamente en el Congreso un Plan de Fomento de la Lectura

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte quiere dar más peso a la lectura en el currículo de los alumnos españoles y para ello estudia aumentar el tiempo dedicado a esta actividad en el horario escolar.

El nuevo secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, avanzó este martes que, aunque aún no está perfilado cómo se hará ese refuerzo de la lectura, la idea no sería tanto crear una asignatura específica, sino hacerlo de manera «transversal» en el currículo, dándole, por ejemplo, «el mismo tiempo que dedicamos a la formación física«.

«Estamos preocupados por que nuestros chicos hagan deporte, pero hemos perdido esa preocupación por la lectura», afirmó Benzo, que cree que esta actividad «debe ser un elemento fundamental de la formación» de los escolares.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte anunció semanas atrás, en su primera comparecencia en el Congreso de esta nueva legislatura, que se aprobará un ‘Plan 2020’ de política cultural que incluirá un Plan de Fomento de la Lectura y que podría contener los pormenores de ese mayor peso de la lectura en los colegios.

Según el secretario de Estado, será un plan «integral» que el Gobierno presentará a las Cortes en el nuevo periodo de sesiones y para cuya ejecución el Gobierno quiere contar con el sector editorial y las comunidades autónomas.

El secretario de Estado de Cultura ha participado en la presentación de un informe sobre la lectura en España, elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España y que recoge las últimas estadísticas oficiales sobre hábitos de lectura.El más negativo es el que dice que en torno a un 35% de los españoles no lee nunca un libro, y el más positivo, que el porcentaje de españoles que lee libros al menos una vez a la semana ha aumentado 11,2 puntos en los últimos 15 años, hasta llegar a casi la mitad de la población (47,2%).

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2017/01/10/5874daf8e5fdea8b728b4598.html

Imagen: e04-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/01/10/14840530436297.jpg

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