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Teresa Huguet: “La innovación sin inclusión está vacía de calidad humana”

02 de noviembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Teresa Huguet

Definamos educación inclusiva ¿Qué es y qué no es educación inclusiva?
La educación es inclusiva cuando las escuelas y aulas no excluyen a ningún alumno.  Todos los niños, sean cuales sean sus necesidades, están en la misma escuela, aprendiendo juntos en las aulas. Si hay una educación inclusiva, no es necesario sacar a los alumnos “diferentes” del aula para trabajar con ellos ciertas capacidades o habilidades. Todos los docentes y profesionales se comprometen a implementar metodologías inclusivas en el aula,  llevando a cabo prácticas educativas juntos, aprendiendo los unos de los otros, los docentes habituales con los docentes y profesionales especializados (profesores de apoyo, psicopedagogos, logopedas, fisioterapeutas…).

¿A qué tipo de discriminaciones se enfrentan nuestras aulas?
De todo tipo, como en la sociedad… Miradas que incapacitan, que discriminan, que solo ven las diferencias: “tú no sabes, tú no puedes, tú no vales, que lo haga él que sí sabe, él sí puede, no es necesario que lo aprendas, vamos al aula especial para poderte enseñar…”

¿Cuáles son los principales errores que cree que se cometen en las aulas en relación a la educación inclusiva?
Pensar que los alumnos con necesidades educativas especiales necesitan cosas y tratamientos muy especiales porque son muy distintos. Miradas que solo ven lo patológico,  lo especial, lo distinto… Miradas que desarrollan la creencia de que es muy complicado enseñar a esos niños tan distintos y creer que son necesarios recursos muy especiales.  Esos alumnos en realidad sí son diferentes y únicos, ¡pero como todos los otros! Son niños y tienen las mismas necesidades que los demás: ser felices, aprender, ser amados, apreciados, jugar, crecer y  convertirse en personas lo más autónomas posible. Esas miradas sesgadas hacen que los docentes no se sientan preparados para enseñar a esos niños. En realidad, un buen docente solo necesita tener curiosidad, afecto, y acercarse y hablar con ellos para ver que son solo niños.

¿En qué se diferencia la educación inclusiva de la educación especial? ¿Y la integración de la inclusión?
En la educación inclusiva los recursos humanos, materiales de apoyo y técnicos son para todos los alumnos y todos los docentes, no son solo para unos niños “especiales”.  En la educación especial, en cambio, esos recursos son para los alumnos con necesidades educativas especiales. Inclusión implica el cambio de todo el centro, de todos los docentes, para atender a todos los alumnos, sean cuales sean sus necesidades. En la integración el acento se pone en integrar a los alumnos vulnerables o con necesidades educativas especiales, se les proporcionan apoyos para que se integren en la dinámica ya existente. Pero eso no implica un cambio de todo el centro para incluir y educar a cualquier alumno.

¿Qué papel tienen actualmente las escuelas de educación especial?
Actualmente las escuelas de educación especial son, en su mayoría, recursos para aquellos alumnos que no han podido encontrar una escuela que los acoja y los eduque. En la escuela de educación especial esos alumnos son educados para que en el futuro se integren en la sociedad. En la medida en que las escuelas ordinarias no se sientan obligadas a cambiar porque tienen toda la diversidad de alumnos en sus aulas, siempre se necesitarán escuelas de educación especial que hagan esa función y acojan a esos alumnos. Pero… ¿por qué no convertir las escuelas “ordinarias” en escuelas para todos? Esa escuela es la sociedad en pequeño que en el futuro todos los alumnos van a encontrar en su barrio.  Deberían aprender a vivir en la escuela con toda esa diversidad que encontrarán en la sociedad.

¿Y qué papel deben tener en un futuro? ¿Tienen sentido?
Su papel debería ser el de implicarse en una educación inclusiva junto a las otras escuelas. Convertirse en apoyos para la inclusión. Poner su saber, conocimiento y recursos al servicio de las escuelas del barrio, de las escuelas ordinarias a las que van la mayoría de alumnos.

A menudo se habla de falta de recursos para atender a la diversidad. ¿Qué recursos necesita una escuela para avanzar hacia la educación inclusiva?
En realidad, según mi opinión no se trata de un problema de recursos. Recursos hay, el problema es cómo se usan, cómo se distribuyen, cómo sirven realmente para que todos los docentes y el personal del centro se sientan capaces de atender y educar a todos los alumnos.  Las actitudes, los valores, las políticas y las metodologías son mucho más importantes que los recursos.
He visto escuelas con muchos recursos especiales (unidades de apoyo para la educación especial, profesionales de apoyo, docentes de apoyo especializado, psicopedagogos…) que en realidad no se usaban para la inclusión del alumno en el aula, sino para hacer intervenciones con y para el alumno con necesidades educativas especiales de manera individual, fuera del aula, en prácticas desconectadas de lo que  sucedía en el aula.  En realidad esos recursos no se estaban utilizando para que el alumno se sintiera incluido en el grupo, ni tampoco estaban sirviendo para que la escuela avanzase hacia una educación más inclusiva.

¿Y qué se puede hacer al respecto?
Pienso que debemos estar muy atentos a cómo se utilizan los recursos que se van incorporando, no es bueno añadir demasiados recursos de golpe sin una intención clara de inclusión. Aplicar recursos humanos especializados sin una filosofía realmente inclusiva suele tener un efecto de expulsión de los alumnos especiales de las aulas ordinarias para que sean atendidos por múltiples profesionales fuera del aula. Si los profesionales especializados no se encuentran implicados y acogidos en las aulas y en la dinámica global del centro, desconocen lo que pasa realmente en clase y llegan a creer que sus conocimientos sobre el trastorno o la discapacidad son más importantes que los conocimientos y competencias educativas de los otros docentes.

¿Y qué efectos tienen estos hechos?
En consecuencia, los profesionales especializados tienden a alejarse del aula y a trabajar con esos alumnos “diferentes” en otros espacios y contextos, separados del grupo. Ese tipo de intervención, de manera inmediata, descarga la ansiedad de  los docentes habituales que no se sienten suficientemente preparados para atender a esos alumnos. Y así continúa la rueda de la delegación excesiva de responsabilidad educativa en los profesionales y docentes especializados. Una rueda que lleva siempre a pensar que el problema es que se necesitan más recursos, para en realidad no asumir la necesidad del cambio.

¿Qué es lo que realmente se necesita?
Para hacer una escuela inclusiva hay que cambiar la manera de enseñar y de trabajar de todo el personal del centro educativo. Los recursos deben utilizarse con esa finalidad: tienen que servir para que todos los docentes y profesionales aprendan a tratar la diversidad dentro del aula y en los contextos habituales del centro. Hay que entrar en las aulas, colaborar con los docentes, llevar a cabo prácticas de docencia compartida, apoyo dentro del aula para aprender juntos a realizar prácticas realmente inclusivas en el aula y en la escuela.

¿Cómo se relacionan los términos escuela inclusiva e innovación?
Si van de la mano es fantástico. Se apoyan mutuamente de una manera creativa, humana, inclusiva, multiplican los recursos metodológicos. Las metodologías innovadoras, si tienen en cuenta la diversidad – ¡y, por definición, deberían tenerla en cuenta! – son ideales para que las escuelas sean más inclusivas. La inclusión necesita de la innovación. La innovación sin equidad ni inclusión queda vacía de calidad humana, queda al servicio de unos pocos privilegiados.

¿Qué tipo de barreras a la inclusión podemos encontrar en las aulas?
Podemos encontrar todo tipo de barreras: afectivas, actitudinales, metodológicas, en los materiales, en la manera de agrupar los alumnos, en cómo se trabajan los valores, en cómo se fomenta la ayuda entre iguales y la aceptación de lo diferente…

¿Son los docentes conscientes de ellas?
No todos. Hay muchos docentes sensibilizados, pero hay otros que no se lo han planteado. Para verlo, necesitan tener la oportunidad de reflexionar sobre ello. Entonces se dan cuenta. La cuestión es que a menudo tienen mucho que hacer y poco tiempo para pensar en estos temas, para plantearse interrogantes, para analizar situaciones del aula, para hablar con sus alumnos y con sus compañeros con calma y de manera sistemática.

¿Por dónde le recomendaría empezar a un centro que quiera convertirse en inclusivo?
Primero de todo, diría que no hay escuelas totalmente inclusivas y escuelas totalmente excluyentes. Todas tienen un cierto grado de inclusión y exclusión en según qué aspectos; por eso cada escuela debe hacer su propio camino. La escuela debe empezar por donde crea que necesita cambiar, después de reflexionar sobre su situación, sus valores y las dificultades que encuentran sus  alumnos.

Cada escuela es un mundo, dicen. 
Sí, cada centro educativo debe hacer un análisis compartido sobre su situación en relación con la inclusión. Hay diversos instrumentos de evaluación disponibles que sirven para que el centro identifique sus puntos fuertes y débiles; así pueden decidir por donde quieren empezar a plantearse objetivos de mejora y pueden trazar un camino que tendrán que ir revisando cada curso. Se trata de un recorrido en el que siempre se puede mejorar, un camino largo que exige constancia en el que se deben compartir los aciertos, las dificultades y los retos.  Avanzado como comunidad, aplicándose en procesos de cambio y mejora en los que todos participen, desde la dirección hasta el personal administrativo, el conserje, los cocineros… Todos deben sentirse implicados, evaluando cada curso las mejoras introducidas y planteándose nuevos cambios para continuar avanzando y aprendiendo a educar a todos los alumnos y alumnas.

¿Cuál es el papel de las familias en la escuela inclusiva?
En una escuela inclusiva las familias son una pieza clave y tienen que estar implicados en estos procesos de mejora. Hay que hacerlos cómplices y darles voz para que aporten sus ideas y propuestas para mejorar la convivencia y avanzar hacia la inclusión de todos sus hijos.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/teresa-huguet-innovacion-sin-inclusion-esta-vacia-calidad-humana/

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España: Sin cupos para docentes interinos con discapacidad

Europa/España/27 de octubre de 2016/Fuente: el mundo

La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía no tiene regulado un sistema de reserva de plazas para el profesorado interino con minusvalías, extremo que ha sido denunciado por la Asociación de Profesorado Andaluz Capacitado (APAC), que representa a centenares de docentes.

Sólo en la bolsa de interinos de Primaria en Andalucía son 96 los docentes con minusvalías que aspiran a una vacante en igualdad de condiciones que el resto del profesorado interino, cuando por ley deberían estar respaldados por la administración pública con un mecanismo de discriminación positiva. Y en Infantil «hay varios cientos de afectados», subrayan desde la asociación, que congrega a docentes también de Secundaria y formadores.

Según su portavoz, Miriam Cantos, en Andalucía no existe una regulación para el acceso de interinos discapacitados al cuerpo de maestros y profesores, tal y como se contempla en la Administración General en el decreto 93/2006 por el que se regula el ingreso, la promoción interna y la provisión de puestos de trabajo de personas con discapacidad en la Función Pública de la Administración General de la Junta de Andalucía.

Se reserva el 7 por ciento de las plazas a concurso, «pero no se reservan vacantes para las personas con discapacidad» que acceden a las bolsas de sustituciones. Es decir, que aquellos profesores con minusvalías que aspiren a una de esas vacantes como interinos concurrirán a ellas sin ningún tipo de discriminación positiva.

En las oposiciones de 2016, «de acuerdo a la normativa, se hizo una reserva del 7 por ciento de las plazas para el turno de discapacidad, lo que equivale a un total de 139 plazas. Pero, al final, el 54 por ciento de esas plazas se adjudicaron al profesorado que se presentó por el turno general».

ACAP sostiene que en otras consejerías sí existen medidas de reserva de plazas interinas para discapacitados, aunque todas de implantación más o menos reciente.

La Consejería de Hacienda y Administración Pública lo hace desde 2014, «acudiendo al colectivo de personal discapacitado para proceder a la cobertura de una de cada 20 vacantes». La Consejería de Justicia e Interior reguló en 2015 que del total de plazas de la bolsa se reservará el 5 por ciento para personas con discapacidad física, sensorial o psíquica, el 2 por ciento para personas con discapacidad intelectual, en ambos casos con grado igual o superior al 33 por ciento. Otro ejemplo es el de la Dirección General de Profesionales del SAS, que en su resolución de 21 de julio de 2010, (posteriormente modificada por la del 21 de noviembre de 2013) establece los cupos para los candidatos con discapacidad.

ACAP cuenta con el respaldo del Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, que emitió una resolución el pasado mayo en la que se sugería a la Junta de Andalucía la creación de un sistema de reservas de plazas de personal docente interino con discapacidad. «Según nos informó el Defensor, esta actuación se cerró con la respuesta de la Administración educativa aceptando dicha resolución. Pero las medidas adoptadas por la Administración educativa tras la citada resolución nos parecen absurdas». Un mes más tarde, en la orden de 18 de junio de 2016, la Junta decretó que el aspirante con discapacidad podía rechazar, sin que se le penalizara, la plaza que se le ofreciera. Pero, «cómo va a ser más ventajoso que podamos rechazar vacantes y sustituciones si no tenemos ninguna sustitución o vacante que rechazar porque no nos llaman».

Lo que el colectivo, en definitiva, reclama es un cupo de reserva del 5 por ciento de las plazas que se oferten.

Fuente: http://www.elmundo.es/andalucia/2016/10/25/580e5a7aca474159518b4595.html

Imagen: www.correodelorinoco.gob.ve/wp-content/uploads/2011/11/Personas-con-discapacidades3.jpg

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Inclusión: requisito para una sociedad inteligente

12 de octubre de 2016 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Cesar Augusto Viloria Nuñez

Desde hace algún tiempo le hemos asignado el término de “sociedad inteligente” a aquella que utilice la tecnología para las distintas tareas que se desarrollan en ella. Esto ha sido una consecuencia de utilizar los términos de teléfonos inteligentes, televisores inteligentes, casas inteligentes, edificios inteligentes, etc. En conclusión, el término inteligente se asocia a la conexión a Internet y a la automatización de las actividades.

Personalmente no pienso que esté mal utilizar el adjetivo inteligente cuando hablamos de aparatos, entidades y/o sociedades que utilicen el Internet y la tecnología en general para el desempeño. Sin embargo, ya entrados en gastos y habiéndoles dado semejante responsabilidad, pienso que debemos exigirle un poco más a una sociedad para llamarla inteligente.

Las tecnologías de información y comunicaciones deben utilizarse para un crecimiento en el desarrollo de las personas y esa ha sido mi convicción desde hace mucho tiempo. Es lo que he dejado plasmado en la mayoría de estos escritos. Ahora bien, una sociedad inteligente, además de utilizar las TIC para automatizar sus procesos, debe tener un trasfondo social que la haga digna realmente de llamarse inteligente.

Una de las tareas en las que debemos como utilizar la tecnología para un crecimiento y un impacto social es la inclusión a los discapacitados. Con el paso del tiempo, la humanidad ha tratado de buscar la forma de facilitarle la vida a quienes tienen alguna discapacidad, logrando grandes cosas, pero aún faltando un largo camino por recorrer.

En Colombia, existe ya la posibilidad de facilitar a través de las TIC la inclusión a personas con discapacidades visuales y auditivas. La primera con el impulso del gobierno central y la segunda con el surgimiento de ideas de emprendedores colombianos.

Sin duda alguna, tener acceso a Internet representa una gran ventaja para cualquier ser humano. Comunicarse con amigos, estudiar, realización de trámites, entre muchas otras más son las ventajas que trae consigo el acceder a la gran red. Ventajas a las que aparentemente los 1.200.000 discapacitados visuales del país (entre ciegos y personas con baja visión) no podrían acceder por obvias razones.

El Ministerio de las TIC ha adquirido y puesto a disposición el software Convertic, que contiene un lector de pantalla para transformar la información de los sistemas operativos y las aplicaciones en sonido. También posee un magnificador que permite aumentar hasta 16 veces el tamaño de las letras de la pantalla.

Por su parte, emprendedores barranquilleros crearon HablameAPP: una aplicación que permitiría a los más de 450.000 sordos que hay en Colombia (de los cuales el 35% no sabe leer y escribir), comunicarse de una manera más ágil con los demás. La aplicación recibe información auditiva, escrita o de un escáner, y la convierte en lenguaje de señas para que el discapacitado auditivo la comprenda.

Hasta ahora, en cuestión de adquisición o desarrollo de tecnologías para la inclusión de discapacitados vamos por buen camino. Falta entonces que nosotros como sociedad, permitamos la masificación y la apropiación de esta tecnología para que cumpla a cabalidad su función. Por su puesto, es responsabilidad de los gobiernos locales y departamentales brindar las condiciones necesarias para esta labor.

Qué dicha sería que en todas y cada una de las escuelas, bibliotecas, puntos de acceso a Internet y demás centros de estudios se contara con la disponibilidad de estas dos aplicaciones para la inclusión social de los discapacitados visuales y auditivos a través de las TIC.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/inclusion-requisito-para-una-sociedad-inteligente/

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Transformando la Educación Especial en Educación Inclusiva

Por: Daniel Comin

Hace ya mucho que se habla de educación inclusiva, de hecho más de 30 años. Pero a pesar de todo hay mucha gente que sigue hecha un lío y que no se aclara bien con lo de la educación especial, la educación integradora y la educación inclusiva. Hagamos un brevísimo recorrido histórico para poder comprender el porqué de esta evolución en la visión de los modelos educativos y por tanto del cambio en la visión de la diversidad funcional (Discapacidad).

La evolución en la forma de ver y entender la educación a personas con diversidad funcional siempre ha estado basada en las creencias predominantes de una sociedad en un momento determinado de su historia. Desde el modelo espartano de ejecución en el monte Taigeto, al modelo usado por la iglesia católica de la baja Edad Media, donde para evitar los infanticidios de pobres niños inocentes que presentaban algún tipo de malformación, se condenaba a quienes matasen a esos pobres niños, aunque en el caso de que estos estuviesen “presuntamente” poseídos, o realmente fuesen el fruto de una relación demoníaca, brujería o cualquier otras barbaridad que se le ocurriera al cura de turno, los quemaban en la hoguera o los sometían a exorcismos, por supuesto en todos los casos el niño fallecía pero con la bendición de nadie sabe quién. Es a partir del Renacimiento cuando los modelos demoníacos dan paso a una visión más médica, y empiezan a aparecer manicomios, asilos y obras de corte similar, donde el deficiente es recogido de por vida, para mayor gloria de alguna deidad. A partir del siglo XVII y XVIII, la influencia religiosa decae en pro de una visión más médica del deficiente (o tullido, o demente, o inútil, o cualquier de las diversas y horrendas definiciones de la época) y entra en programas asistenciales. Aunque a partir de ese momento y hasta las postrimerías del siglo XX la visión de la institucionalización de la persona diferente se convierte en un modelo extendido.

Sin embargo aparecen algunos momentos determinantes que inician la visión más pedagógica que la clínica en la atención a la persona con diversidad funcional. Jean Itard en Francia, cuando en 1800 inicia el trabajo con el niño feral, o 100 años después con Anne Sullivan. Pero básicamente el modelo de institucionalización de la persona siguió vigente hasta finales de la década de los 50 (aunque en España esto se alargó casi 20 años más).

Es el momento de modernizar la escuela

Es el momento de modernizar la escuela

A partir de ese momento, y a raíz de esa efervescencia económica y cultural de los 50, y sobre todo, de la obligatoriedad de la educación, aparecen muchos niños considerados en la época como “débiles mentales”, quienes hasta la fecha sencillamente no existían a nivel oficial, de hecho el número no paraba de crecer, de tal forma que incluso se pensaba que se trataba de algún tipo de epidemia. La cantidad de niños con diversidad funcional no dejaban de aumentar en las cifras oficiales (antes habían los mismos, pero escondidos), y para afrontar esa situación se transforman esos hospitales, asilos, orfanatos y entidades de corte similar, en centros de educación especial, aunque desde una visión medico rehabilitadora, más que pedagógica. Incluso, muchos de estos centros de educación especial se especializan en un tipo concreto de discapacidad. A tal grado de sofisticación pensaban haber llegado. Sin embargo, ese modelo se basaba principalmente en la deficiencia del individuo. Y todo giraba en torno a esa deficiencia. De hecho existían programas adaptados a los Down, los psicóticos, los autistas, los retrasados o los deficientes mentales, …, nunca se ponía a la persona por delante. Eran sencillamente diagnósticos que definían una o varias deficiencias que se intentaban “resolver”. Pero siempre desde la exclusión. Nunca se mezclaba a los deficientes con los normales, como si fuese algo contagioso.

Poco a poco ese modelo excesivamente clínico y rehabilitador de la persona va desapareciendo del modelo de educación especial, tornándose cada vez más importante el modelo pedagógico, pero sin olvidar ciertos aspectos medico-rehabilitadores. Sin embargo, hoy en día, los centros de educación especial, siguen teniendo al alumno excluido de la mayoría de actividades sociales, no por un deseo malvado de los responsables, sino por la propia dinámica de centro. Se sigue trabajando los aspectos individuales, aunque cada vez priman más los aspectos sociales, estando estos restringidos al entorno social en el que vive y habita la persona, es decir, que en la mayoría del tiempo son otras personas con discapacidad.

exclusion-integracion-inclusionA partir de los años 70 y 80 se empieza a implantar la idea social de que el alumno con discapacidad tiene derecho a ir al centro educativo ordinario o regular. Ya se sabe que el modelo de institucionalización de la persona con discapacidad y de educación segregadora, conduce a una vida aparte de la sociedad. Y ese proceso reivindicativo, llevado a cabo por familias y también por profesionales de la educación especial, empieza a llevar a alumnos con diversidad funcional a las aulas de los colegios ordinario o regulares, pero con matices. Y aparece el modelo integrador de la educación. Que es básicamente el llevar parte de los recursos del centro de educación especial al centro ordinario. Se crean aulas de integración, de forma que el alumno con diversidad funcional pueda compartir más momentos con el resto de alumnos.

Hay que tener en cuenta que en la gran mayoría de casos el centro de educación especial fracasa, ya que en muy pocos casos el alumno, al pasar a la vida adulta, consigue muchas de las metas básicas para un desenvolvimiento social en solitario. Es decir, que son dependientes de por vida. Tanto es así que su inclusión social en la vida adulta puede resultar muy compleja, ya que nunca tuvieron el aprendizaje social necesario. Quizá se pueda decir que tal afirmación contiene un fuerte sesgo, ya que las personas que acudían a esos centros tenían grados severos de discapacidad. Y será cierto lo del grado, pero hoy estamos viendo como cada vez más niños y jóvenes de los considerados con grados severos, adquieren un gran número de competencias, gracias a un conjunto de actuaciones, que todo sea dicho, antes no existían.

El modelo de integración adquiere fuerza y cada vez se abren más y más aulas de educación especial en centros ordinarios. Pero realmente seguimos con el mismo modelo de la educación especial, algo edulcorado, pero manteniendo dos grupos, el de los niños normales y el de los niños discapacitados. Recursos diferentes, visiones diferentes, proyectos diferentes, en suma, niños diferentes. De hecho, es común que el niño que asiste a aulas integradoras comparta tiempo con sus pares del aula regular, pero cuando realmente hay que dar determinado aspecto del currículo se le regresa al aula específica con el maestro especializado en niños diferentes. En muchos casos el niño ni es incluido ni integrado, acaba sencillamente incrustado.

Y al final, el edificio es el mismo, la puerta de entrada y salida también, pero ahí se acaba lo común. Y vemos como siguen faltando cosas. Ya con el Informe Warnock -1978, Reino Unido- aparece la propuesta de las Necesidades Educativas Especiales (NEE), que pretenden extender el concepto de atención específica a todos los alumnos que en un momento determinado tengan una necesidad de apoyo. Este aspecto también impacta directamente en el modelo de aulas de integración educativa, de hecho, mucha gente piensa que las NEE son solo para niños con discapacidad y no realmente un apoyo para cualquier niño que las requiera.

Esta categorización de alumnos por el sistema educativo deja bien claro que el propio sistema educativo es segregador y excluyente en el espíritu, en la forma y en la aplicación. Y esto nos ha llevado a la existencia de planes inadecuados basados en la discapacidad y el déficit, en apoyos inadecuados a las necesidades reales del alumno, a una mala distribución de los medios y recursos económicos, y por tanto a una traslación del fallo de la educación especial a la educación integradora. Y a su vez aparece una de las reclamaciones sostenidas por los propios profesionales de la educación. Y es que la formación a docentes es de baja calidad, incluso que la exigencia académica al docente es la más baja de todas. Y además vemos como la propia formación al profesorado es excluyente, es decir, preparo profesores para un determinado tipo de alumnos, de forma que ya se pretende implantar el modelo clasista en el docente. Afortunadamente la gran mayoría de docentes no caen en esa trampa, aunque deben mejorar su formación de forma individual y a su propio coste. Que es terrible, pero menos mal que la gran mayoría de los docentes se toman muy en serio su profesión.

Hoy los docentes, tanto los de educación especial como los de educación ordinaria, tienen cada vez más claro que una escuela mejor es posible. Y que el proceso de transformación hacia un modelo inclusivo es un factor base para el propio desarrollo social. Donde no es el alumno el que se adapta a las exigencias escolares, sino donde la escuela es un lugar de encuentro y de aprendizaje.

Educación inclusiva no significa que la validación de currículo académico sea más laxa, sino que éste cambia de la dimensión memorística y mercantilista actual, hacia un modelo social, holístico y reflexivo del conocimiento, donde uno de los parámetros básicos del programa educativo comparte una de las bases de la humanidad, la convivencia, pero no establecida en clanes, castas o clases sociales, sino en un modelo horizontal. De esta forma no asociamos la dificultad de un alumno a una discapacidad, sino a un error en el diseño del modelo educativo. Convertimos la dificultad en una nueva oportunidad. La diversidad en riqueza social y no en un motivo de exclusión. Pero además, conseguimos que los alumnos SIN discapacidad puedan ejercer su derecho a conocer la diversidad social, en la que finalmente viven. Según afirma Echeita “la inclusión no es la etiqueta moderna para la educación especial, ni un sinónimo de integración tal y como ésta ha venido desarrollándose en los últimos años”.

Escuela Integradora vs Escuela Inclusiva

Diferencias entre integración e inclusión según Arnaiz (2003) y Moriña (2002)

ESCUELA INTEGRADORA ESCUELA INCLUSIVA
Centrada en el diagnóstico Centrada en la resolución de problemas de colaboración.
Dirigida a la : Educación especial (alumnos con n.e.e) Dirigida a la : Educación en general (todos los alumnos)
Basada en principios de igualdad y competición Basada en principios de equidad, cooperación y solidaridad (valoración de las diferencias como oportunidad de enriquecimiento de la sociedad)
La inserción es parcial y condicionada La inserción es total e incondicional
Exige transformaciones superficiales. Exige rupturas en los sistemas (transformaciones profundas)
Se centra en el alumno (se ubica al alumno en programas específicos) Se centra en el aula (apoyo en el aula ordinaria).
Tiende a disfrazar las limitaciones para aumentar la posibilidad de inserción. No disfraza las limitaciones, porque ellas son reales.

Obviamente este proceso transformador debe realizarse con sumo cuidado y atención. Lo del pensado y hecho, aquí mejor no lo aplicamos. El hecho real es que la desaparición de los centros de educación especial va a suceder. Lo importante es que no sea una desaparición de tipo mágico, sino llevada a cabo tras un proceso de transformación y adecuación. Y esto implica muchos cambios de estructuración y metodología, pero sobre todo de forma de pensar y entender la educación. Debemos asumir que la educación inclusiva no es solo el hecho de que los alumnos con diversidad funcional compartan aula con el resto de alumnos, es algo que va más allá; mucho más allá.

“…las escuelas deben acoger a todos los niños, independientemente de sus condiciones físicas, intelectuales, sociales, emocionales lingüísticas u otras. Deben acoger a niños discapacitados y niños bien dotados a niños que viven en la calle y que trabajan niños de poblaciones remotas o nómadas, niños de minorías lingüísticas étnicas o culturales y niños de otros grupos o zonas desfavorecidos o marginados.” Declaración de Salamanca – 1994

no es inclusion siHabrá que entender que la dicotomía existente en la actualidad entre docente especialista y docente generalista deberá cambiar. Quizá la respuesta no deba ser unificar o diferenciar, quizá con acercar a ambos será suficiente, de forma que evitemos esa especie de visión de un tipo de docente para un tipo de alumno. Ese proceso de revisión de los roles de los profesores implica también un modelo de formación continuada, esa vieja petición que los docentes no paran de reclamar.

En términos radicales, si debe desaparecer la educación especial, al menos el léxico, y se debe hablar sólo de educación de calidad para todos los alumnos, no tiene sentido hablar de especialistas en educación especial. En sentido mitigado, el dilema es si la educación especial debe centrarse en la clasificación de los sujetos y en las categorías del déficit (incluso en el eufemismo «necesidades educativas», derivadas de deficiencias) o en las necesidades educativas del alumno, sin hacer referencia a la causa de la necesidad.” Dilemas sobre los profesores en educación especial. Francisco Salvador Mata – José Luis Gallego (1999)

A su vez, este cambio de concepto educativo es visto por el docente como un cambio de funciones del propio maestro, pasando de ser una especie de operador y supervisor de currículo predefinido, que según Cristina Alemany (Abril 2009) sería algo así como “un técnico ejecutor de las directrices prefijadas”, y de ese modelo encasillado y rígido, el docente se convierte en un arquitecto y un creativo educativo, un reto por supuesto, pero ese modelo de innovación educativa es lo que crea la verdadera esencia de la escuela. Aunque obviamente el proceso de cambio y transformación requiere de muchos más cambios.

No obstante, hay algunos aspectos que considero relevantes y que entiendo desaparecerán del panorama. Por ejemplo: Los alumnos discapacitados ya no podrán ir gratis en la visita anual al zoo, porque ya no darán pena. Ninguna familia volverá a ser declarada como problemática por no doblegarse a un dictamen educativo segregador, y ya no volverán a decir que esa familia es problemática porque no quiere aceptar el diagnóstico de su hijo. No se usarán diagnósticos como predictores de futuro. No se volverá a considerar a los niños como robots programables y sujetos a error, tanto de procesamiento como de fabricación. Ningún docente podrá decir que nadie le formó para atender a alumnos diferentes. La administración educativa no podrá poner trabas al ingreso a una escuela de un niño con diversidad funcional, ya que todas las escuelas serán válidas para todos los alumnos. Los alumnos no aprueban o suspenden, adquieren conocimientos. La escuela prepara al alumno para la vida, no para desempeñar un empleo de forma obediente. Se acabará categorizar alumnos, como si de simple mercancía se tratase.

Al final esto es muy simple. Este proceso se va a dar, y es la petición mayoritaria, tanto desde los profesionales de la educación como desde las familias. Por supuesto hay gente cuyo proceso evolutivo intelectual se quedó fosilizado hace mucho tiempo y entiende que esto es malo, o que es un peligro. Bueno, desde cierto punto de vista es malo y es un peligro, pero solo para los intereses económicos que se mueven alrededor de la educación especial y para quienes obviamente de una forma u otra se aprovechan de esta mercantilización exagerada de la educación o para aquellas personas (son pocas pero las hay) que ven en su hijo un problema que debe ser atendido de forma específica. Y para esta gente una sociedad inclusiva es mala y es peligrosa. Pero para todos los demás es bueno. Para los alumnos en su totalidad, para los profesionales de la educación, para la sociedad, y también para las arcas del Estado, ya que el modelo de educación inclusiva es más viable económicamente que los cócteles educativos que tenemos en la actualidad, que además de caros son malos.

Y ciertamente se podrá someter a un millón de críticas esta exposición, que si no se ajusta a la realidad (a la de alguien en concreto), que si el sistema en realidad no es tan malo, que si el modelo de integración es buenísimo, o que si hay que defender al educación especial por algún tipo de motivo anacrónico y rancio. E incluso se podrá afirmar que esto es un discurso radical. Aunque a mi modo de ver lo radical es cuando una madre y un padre se quedan helados al ver como su hijo es rechazado de un colegio regular por ser diferente, o cuando se le cambia el dictamen educativo y se le expulsa con deshonor del colegio para mandarlo a un centro específico, donde afirman “estará mejor atendido” ¿qué pasa, que donde está no quieren atenderlo como merece? Radical es cuando un alumno llega a los 16 años y apenas sabe escribir su nombre y todo lo arreglan diciendo que tiene discapacidad intelectual y que es todo lo que puede rendir el chico. Radical es cuando unos padres acaban en la desesperación absoluta porque saben que su hijo está siendo discriminado por su discapacidad. Radical es cuando un muchacho acaba atado a la cama de un hospital porque el sistema educativo fracasó.

Creo que un mundo mejor es posible, y una de las formas de trabajar para ese mundo mejor es tener una escuela mejor. La escuela es lo que modela la sociedad del futuro, es nuestra responsabilidad decidir qué futuro queremos.

Tomado de: https://autismodiario.org/2014/12/03/transformando-la-educacion-especial-en-educacion-inclusiva/?doing_wp_cron=1475605602.7672579288482666015625

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En la Universidad Pedagógica Nacional Colombia, Conversatorio “Aportes de la educación especial a la formación de las personas ciegas y con baja visión: una discusión desde el rol profesional”

La Licenciatura en Educación con énfasis en Educación Especial de la Universidad Pedagógica Nacional invita al conversatorio “Aportes de la educación especial a la formación de las personas ciegas y con baja visión: una discusión desde el rol profesional”.

 Especialmente se convoca a quienes aspiran ingresar al programa, ya que podrán ampliar su conocimiento sobre el campo profesional de los licenciados egresados y los educadores especiales.

 Agenda:

 4:00 a 4:30 p. m. Experiencia de vida: Viviana Barrera, egresada con discapacidad visual.

4:30 a 5:00 p. m. Presentación e información de admisiones de la Licenciatura en Educación con énfasis en Educación Especial.

5:00 a 5:45 p. m. Presentación práctica pedagógica Instituto Nacional para Ciegos (INCI) y Universidad Pedagógica Nacional.

  • La paz se escribe con braille
  • La participación de los Educadores Especiales en la construcción de la accesibilidad a la información de las personas con discapacidad visual.

5:45 a 6:00 p. m.: Conversatorio y reflexiones finales.

 Fecha: Viernes 7 de octubre de 2016

Hora: 4:00 a 6:00 p. m.

Lugar: Centro Cultural Gabriel Betancourt Mejía, sala Agustín Nieto Caballero (calle 73 n.º 14-53, Bogotá, D. C.)

Entrada libre.

Fuente:  http://agencia.pedagogica.edu.co/vernoticia.php?idnot=2381

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Turquía escolarizará a 450 mil niños sirios refugiados

Asia/Turquía, 1 de octubre de 2016.  Autor y Fuente: Prensa Latina
El viceministro de Educación de Turquía, Orhan Erdem, anunció hoy los planes de ampliación hasta un máximo de 450 mil plazas para poder ofrecer educación a otros tantos menores sirios durante el curso académico 2016-2017.

La cifra supera a las 340 mil que fueron ofertadas el pasado año a los refugiados, pero es insuficiente si se tiene en cuenta que, según las propias fuentes oficiales, existen acogidos por el país 814 mil niños sirios en edad escolar.
‘Este año nuestra meta es educar a todos’, señaló Erdem, ‘sin embargo, sólo podemos proporcionar educación para 400 o 450 mil de ellos’.

El responsable achacó las limitaciones al hecho de que la Unión Europea (UE) aún no haya desembolsado los tres mil millones de euros de la prometida ayuda para los refugiados, comprometidos en el acuerdo migratorio bilateral, y que serían suficientes para cubrir los costos de ese programa.

Por ello se lamentó Erdem por no poder llegar a todos los menores refugiados, justificando que ‘Turquía tiene ya 18 millones de estudiantes, a los que hay que sumar otros ocho millones de personas que están recibiendo una educación informal’.

Este lunes el ministro para la UE de Turquía, Omer Celik, aseguró que el Gobierno y las organizaciones humanitarias locales desembolsaron desde 2011 unos 25 mil millones de dólares para la asistencia a los cerca de tres millones de refugiados que hay actualmente en esa nación euroasiática.

Fuente noticia: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=29727&SEO=turquia-escolarizara-a-450-mil-ninos-sirios-refugiados

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Portugal: Governo empenhado na melhoria de infraestruturas escolares

Portugal / 28 de septiembre de 2016 / Fuente: http://www.portugal.gov.pt/

O Ministro da Educação afirmou que as obras de requalificação na Escola Secundária João de Barros, em Corroios, deverão começar «durante este ano letivo».

«Neste momento estamos em condições de dizer que, a breve trecho, a obra se reiniciará para que esta escola possa ter o seu projeto pedagógico potenciado, alavancado, e para que, de certa forma, o desígnio principal da escola pública se possa cumprir nesta escola, como agora se cumpre, não obstante as condições infraestruturais desta escola», disse Tiago Brandão Rodrigues.

O Ministro da Educação afirmou que «todo o processo está desbloqueado» e que arrancará um concurso internacional.

«Inclusão verdadeira e capaz» para os alunos com necessidades educativas especiais

De visita a esta escola que, tendo em conta o projeto educativo «de excelência», continua a ser uma das mais procuradas do concelho, Tiago Brandão Rodrigues sublinhou ainda que o Governo trabalha com eficácia para garantir uma prestação de serviços e uma verdadeira inclusão aos estudantes com necessidades educativas especiais (NEE).

«Nós trabalhamos para que haja uma inclusão capaz dos alunos com necessidades educativas especiais nas turmas, onde devem estar incluídos e onde, efetivamente, o projeto pedagógico da escola deve dar respostas, para que esses alunos tenham uma inclusão verdadeira e capaz», afirmou o Ministro.

Fuente noticia: http://www.portugal.gov.pt/pt/ministerios/medu/noticias/20160926-medu-req-escolas.aspx

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