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La investigación, un nuevo paradigma de enseñanza: educar en la incertidumbre

España / 9 de septiembre de 2018 / Autor: Jesús Parra Montero / Fuente: Nueva Tribuna

Decía Cicerón con inteligencia pedagógica que “una cosa es saber y otra saber enseñar”. Si el profesorado quiere indicar a sus alumnos hacia dónde va la educación del futuro y formarles en ella, ante las dudas y su incertidumbre, gran parte del éxito estará en enseñarles a buscar y encontrar los datos necesarios para conseguirlo. El objetivo consiste en proporcionarles aquellas cuestiones y herramientas necesarias que les sitúen en la dirección correcta y descubrir con su ayuda la solución a los problemas planteados y la confianza de que serán capaces de alcanzarlo. En su educación, los jóvenes, tienen claras sus expectativas y aquellas habilidades que necesitan para obtener éxito en su futuro profesional y en su vida personal, pero hay que saber orientarlos.

Desde estas premisas es poco comprensible que en el gobierno de Pedro Sánchez se hayan separado dos ministerios cuyas finalidades son totalmente coincidentes: educación, ciencia, investigación y universidad, y que se hayan unido en un solo ministerio profesiones e intereses dispares como son cultura y deporte. Separar educación, ciencia, investigación y universidad es un despropósito, como es unir cultura y deporte. Con simpática ironía lo expresó Elvira Lindo en el programa “La Sexta noche” cuando confesó que Sánchez le había propuesto dirigir el Ministerio de Cultura y Deporte: “Con ‘cultura’ me atrevería, pero el ‘deporte’ ni me gusta ni veo que tenga nada que ver”. La pregunta es obvia: ¿cómo se ha podido separar la educación de la ciencia, la investigación y la universidad, que son realidades que se necesitan?; ¿a quién se le ha ocurrido tal disparate?

Se suele decir: innovar para educar y educar para innovar; es decir, diseñar una metodología didáctica e investigar para brindar a los alumnos formas creativas y atractivas de aprender. La clase magistral, que gira en torno al monólogo del profesor, está ya desfasada en todas las etapas educativas, desde la infantil hasta la universitaria. Está demostrado que el cerebro no aprende a base de discursos; la media de atención del ser humano no supera los 20 minutos; su atención se para, pero con las herramientas interactivas y la investigación creativa adecuada el reloj se puede reiniciar.

Los valores de la educación, alcanzables a través de o concretados en las enseñanzas, se encuentran relacionados con la promoción de actividades y procedimientos intrínsecamente significativos. Contenidos y procedimientos son, a su vez, fines y medios de la educación. Corresponde al educador establecer el mejor procedimiento para relacionarlos, de forma que juntos constituyan un modelo práctico de actuación dotado de coherencia propia.

El fin de la acción educativa se obtiene, como logro humano, en la misma acción que profesor y alumno realizan. Las finalidades de la educación no son simplemente el término o resultado de la actividad, sino principios de acción o logros que constituyen bienes internos para el sujeto, en tanto que persona, y que configuran hábitos de formación y aprendizaje, sin los cuales no sería posible establecer aprendizajes ulteriores. Las decisiones pedagógicas son en parte decisiones técnicas, pero sobre todo decisiones prácticas. Estas decisiones deben estar al servicio de los logros educativos, que lo son en la medida en que permiten al alumno a orientarse en la realidad en la que vive. El resultado pretende incrementar su aprendizaje; es decir, “aprende a aprender”.

La investigación apunta a un momento crucial en la educación, al cambiar el enfoque descendente del profesor sobre el alumno por una educación inicial centrada en la capacidad creativa e investigadora del alumno. Los centros educativos y el profesorado se enfrentan a nuevos e interesantes desafíos para ayudar al alumnado a desarrollar aquellas habilidades y competencias necesarias para navegar en una sociedad cada vez más compleja, impulsada por las nuevas tecnologías. Para logarlo, se requiere que los estudiantes sean participantes activos en su educación, con la ayuda y orientación del profesorado, con el fin de desarrollar en ellos habilidades tales como el pensamiento crítico, la colaboración y la creatividad en la resolución de los problemas ante diversas situaciones.

Estamos en medio de una transformación singular y necesaria en la educación. Este cambio es crítico e importante para nuestros centros educativos, el profesorado y los estudiantes, como también lo es para nuestras sociedades, incluso, para el planeta. ¿Se puede educar sin saber adónde va la sociedad en cuyo nombre y por la que se educa?; ¿cómo se pueden determinar las necesidades educativas de nuestros actuales alumnos cuyo mundo es tan abierto que ni siquiera acertamos a imaginarlo? Muchos profesores y alumnos, creativos e investigadores, se sienten cómodos imaginando futuros diversos. Ilusionar creativamente y empoderar a los estudiantes, para que tengan ese éxito al que aspiran, debería ser el mayor reto y una oportunidad imprescindible para los responsables de las administraciones educativas y para aquellos profesores que reconocen el talento de sus alumnos, aman responsablemente su trabajo e intentan hacer realidad sus sueños, desarrollando su potencial de investigación.

Educativamente la investigación facilita los cambios necesarios para pasar de un modelo educativo con aprendizajes pasivos y memorísticos a un enfoque creativo centrado en el alumno; ante la duda y la incertidumbre, la investigación enriquece las habilidades sociales y las competencias emocionales, refuerza las habilidades cognitivas, identificando las prioridades personalizadas entre el profesor y el alumno; da importancia a la imaginación y la creatividad y retroalimenta las habilidades sociales y emocionales, a la vez que potencia la resolución de problemas complejos y el pensamiento crítico. No en vano, la mayor parte de los profesionales en selección de personal advierten que en el futuro un alto porcentaje de los empleos requerirán de estas habilidades; de hecho, los estudiantes con visión de futuro no se contentan con ser receptores pasivos de la educación; intentan resolver problemas imaginativamente, ser creativos y tener opciones, opiniones e influencia sobre su propia educación: quieren aprender a ser resueltos y conducir su aprendizaje de forma activa viendo en las nuevas tecnologías una herramienta útil para dar sentido a su mundo y contribuir a conseguirlo.

La investigación educativa debe ser un trabajo en equipo, es decir, un grupo de compañeros relacionados a través de actividades educativas concretas propuestas por el profesor, cuya interacción influye en el rendimiento de los demás, enriquece su actividad y se ven a sí mismos como una sola unidad para la gestión integral de un proyecto concreto; para ello son indispensables los siguientes elementos: actividad interdependiente, visión de un objetivo común y que su interdependencia tenga un impacto en el resultado global del equipo, enriqueciendo la actividad propuesta, trabajando en resolver los problemas y ejercicios planteados, pidiendo ayuda y consejo al profesor para que intervenga cuando sea necesario; pero siempre, para proporcionarles las herramientas necesarias y, finalmente, como evaluador crítico del trabajo realizado por ellos.

En este proceso no se trata de eliminar al profesor, sino de fortalecer el proceso de aprendizaje del alumno, despejando sus incertidumbres y dudas a través de la investigación y la creatividad, mirando el mundo a través de una lente plural y global y ofreciendo al alumno propuestas y competencias interactivas y creativas que le permitan resolver problemas del mundo real. Decía Pablo Freire que “la investigación, la indagación, la búsqueda deben formar parte de la naturaleza de la práctica docente. Lo que se necesita es que el profesor, en su formación permanente, se perciba a sí mismo y asuma que, por ser profesor, es también investigador.”

Para los buenos educadores la investigación educativa deber ser constante. ¿Cómo?: involucrando a sus alumnos en experiencias ricas y significativas que los ayuden a ver y entender su mundo y ofreciéndoles la posibilidad y la capacidad de dirigir su propio aprendizaje. Que imaginen la respuesta en lugar de aprender de memoria la solución que les ha proporcionado el profesor; sin miedo al fracaso, porque sólo fracasa aquel que no lo intenta: ¡fracasar es no intentarlo! Cuando se es capaz de eliminar el miedo a los fracasos, el alumno se empodera de una herramienta increíble para su éxito futuro. Mediante la investigación, el aprendizaje por proyectos y resolución de retos se estimula la actividad de los alumnos y se arrinconan las clases magistrales.

Se trata de hacer que la educación se convierta en un factor de orientación, en una brújula, para navegar por un mar extraordinariamente abierto y sin caminos previamente trazados. Se trata de que la educación proporcione los puntos de referencia necesarios para poder asumir los riesgos que exige un nuevo modelo de progreso que ya no se apoya solamente en el crecimiento y en la abundancia. Se trata, en definitiva, de que la educación sea el acicate para desarrollar la capacidad de proponer y construir modelos alternativos de sociedad en un futuro y un mundo que se ofrecen abiertos, llenos de posibilidades, para imaginar e investigar cómo puedo hacer mejor las cosas de modo distinto al que a mí se me han presentado.

El reconocimiento de la existencia de la incertidumbre ha sido una de las grandes aportaciones a la hora de determinar los límites de las expectativas habituales de la ciencia; de ahí que referirse al principio de incertidumbre en la educación es sumamente pertinente para un adecuado tratamiento de la actividad educativa. Sostenía Hannah Arendt, en su obra “La condición humana”, que no podemos aspirar a ser tan diferentes que no podamos aceptar lo que otros hacen, ni tampoco tan semejantes que no podamos hacerlas de forma diferente. La bondad de nuestra opinión personal -decía- consiste en incorporar las visiones de otros que comparten nuestro mundo, que lo habitan y atraviesan de otros modos y que, de paso, ratifican la objetividad de aquello que observamos como algo que existe al margen de nuestras percepciones. Con otra expresión lo dijo Alexis Tocqueville, el jurista e historiador francés: “Las discrepancias no solo no son incompatibles con ‘los otros’, sino que son, además, su sustento y su aliciente. Quien me lleva la contraria despierta mi atención, no mi enojo”.

Nadie duda, es más, se exige, que la investigación es un requisito indispensable para el alumno y el docente universitarios; ¿por qué, entonces, la investigación está tan desligada del papel del profesor y alumno de la educación en las etapas no universitarias? Cada vez es más necesario aprender a vivir sin certezas. La investigación, en términos generales, supone dar respuesta a las preguntas que nos surgen ante la admiración que nos produce la realidad. Aristóteles, en su Metafísica, argumentaba que lo que descubre uno solo por su cuenta es parcial, pero lo que se reúne entre varios es ya de apreciable magnitud; de modo que “nadie yerra por completo” y ningún punto de vista es irrelevante. Cada planteamiento recoge una respuesta individual, pero aporta algo que sin llegar a serlo todo se suma al “todo”. Esta finitud explica la constante mutabilidad de las creencias y conocimientos humanos. La ciencia es temporal, sujeta a los medios y circunstancias del que “busca” y “va encontrando”. El error del profesor sería satisfacer al alumno solo con la parcela hallada; debe enseñarle que dicha parcela solo supone un logro parcial en la resolución y explicación de un hecho que resultaba problemático pero que nunca es definitiva: en eso consiste el avance de las ciencias y el conocimiento: investigar. Ni el profesor ni los alumnos se pueden conformar con “vender su propia mercancía (sus conocimientos)” sino estimularse en “adquirir una nueva”.

Uno de los rasgos centrales de una práctica inteligente lo constituye la capacidad de anticipación. O dicho con otros términos, la capacidad para salir airoso de situaciones imprevistas. En el caso de la práctica educativa, este punto es bien claro. Como sistema, la educación es un sistema muy complejo, y en cuanto tal, un sistema necesario. De ahí que los educadores, en su condición reflexiva, necesita ser iniciado y a su vez iniciar en un aprendizaje anticipatorio y en una preparación para lo impredecible. Educar es provocar el entusiasmo; es una actitud que sabe aunar el interés, la atención y el esfuerzo en el ejercicio del aprendizaje cuyo desarrollo implica la aplicación de determinadas estrategias cognitivas con el objeto de mejorar la habilidad de su ejecución.

En su trabajo sobre Michel de Montaigne: una crítica de la modernidad, el escritor Víctor Palacios, nos muestra a Montaigne, el filósofo francés, en su obra Ensayos, preñado de incertidumbres y con escepticismo derivado de la quiebra del sistema de valores y de conocimientos en su época. En sus Ensayos, intenta descubrir la interrelación entre la subjetividad y la comprensión del mundo a partir de “los otros”, pues ambos mundos se complementan. Definió su trabajo como un “pensar sin certezas”. Sus Ensayos contienen el germen de un cierto escepticismo, consciente de que la incertidumbre nunca podrá ser despejada, pero sin dejar nunca de intentarlo (he señalado más arriba que sólo fracasa el que no lo intenta). Sostenía Montaigne que no se debe rendir pleitesía al propio juicio, pero tampoco desestimarlo tajantemente. Es decir, el profesor debe enseñar al alumno que, cuando investiga, no agota las posibilidades que tiene, pero nadie más vivirá y experimentará lo que él ha vivido y experimentado durante el tiempo dedicado a la búsqueda. Esa es su gran y personal recompensa: la satisfacción por lo parcialmente encontrado. Con inteligente, restringida y algo escéptica mirada, precavido ante sus incertidumbres, decía Montaigne: “Cuando juego con mi gata, quién sabe si es ella la que pasa el tiempo conmigo más que yo con ella”. Aunque más que escepticismo o relativismo, lo que quiso decir, anticipándose a Ortega, es “perspectivismo”, porque el mundo es poliédrico, ninguna posición lo abarca entero. O como intuía Todorov, toda opinión empieza necesariamente alentada por una expectativa de verdad. Su escepticismo no era una embestida contra la confianza en la verdad, sino que, como diría Machado, la verdad sólo se encuentra si se busca con los demás. Pensar que uno solo posee toda la sabiduría, resulta no solo un despropósito, sino una fatua pretensión. Es imposible, pues, que una sola visión pueda resolver todas las incógnitas que al hombre le suscita contemplar la plural realidad del “inabarcable cosmos”. No en vano para explicarlo, la historia de la filosofía ha explosionado en innumerables sistemas.

De siempre, y más en los actuales tiempos expansivos que vivimos, la realidad viene cargada de más preguntas que respuestas. Escribía Juan Cruz en El País que, en Quito, el poeta ecuatoriano Jorge Enrique Adoum se encontró con una maravillosa inscripción, mezcla de sarcasmo y melancolía, que Mario Benedetti convirtió en una especie de tuit que recorre el mundo como reflejo de la perplejidad e incertidumbre que experimenta el alma: “Cuando creíamos que sabíamos todas las respuestas nos cambiaron las preguntas”. Se diseñan programas para estudiantes que están iniciando su vida y van a permanecer dieciséis años en la educación formal, cuando es casi imposible saber lo que va a ocurrir cuando se incorporen al mundo del trabajo en un mundo incierto. La enorme contradicción es que les hacemos creer que, con lo que les estamos enseñando, van a tener resuelto su futuro, mientras que lo importante sería ayudarles a construirlo. También en la educación, las ciencias y el conocimiento se replantean sus paradigmas y las teorías se tambalean ante nuevas hipótesis. Es el tiempo de la imaginación. Es decir, es tiempo de abordar el conocimiento desde sus diferentes ópticas, desde las más formales hasta las más imaginativas.

En 1999 la UNESCO solicitó a Edgar Morin, sociólogo e investigador francés que expresara sus ideas en torno a la educación de cara al futuro. Era un proyecto de compromiso con las últimas propuestas de desarrollo sostenible y situado dentro del marco del Pensamiento complejo. Morin quiso contar con sus contemporáneos y convocó a decenas de pensadores de todo el mundo para que el proyecto fuese verdaderamente global y multidisciplinar. ¿Qué tendría que cambiar en nuestra forma de aprender y de educar para que nuestro sistema educativo deje de ser anacrónico y esté en armonía con los espacios y los tiempos en los que los alumnos van a vivir su futuro?, se preguntaba. El resultado de dicho trabajo lo recogió en un extraordinario texto conocido como “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, editado en España por Santillana. El capítulo V trata de saber “Enfrentar las incertidumbres”, pues la incertidumbre es parte de la vida y debemos aprender que el conocimiento no es más que nuestra idea de la realidad: navegamos en un océano de incertidumbre a través del archipiélago de las certezas. Morín lo inicia con una frase de Eurípides: “Los dioses nos dan muchas sorpresas: lo esperado no se cumple y para lo inesperado un dios abre la puerta”.

Finalizo con el mensaje de Eurípides, “el dios” que debe abrir puertas y ventanas a los alumnos para marcarles el incierto futuro que van a vivir son: un renovado sistema educativo y un profesorado que les sepa educar en la investigación y en la incertidumbre.

Fuente del Artículo:

https://www.nuevatribuna.es/opinion/jesus-parra-montero/investigacion-nuevo-paradigma-ensenanza-educar-incertidumbre/20180904173143155371.html

ove/mahv

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En Asia es donde los estudiantes dedican más horas al estudio

Redacción: Diario Panorama

Países como Singapur, Japón y Corea del Sur lideran las evaluaciones de rendimiento académico a nivel mundial.

«Me levanto a las 6:30 de la mañana, desayuno y a las 8:00 empiezan las clases. Estudio en la escuela hasta las 4:00 de la tarde, y de lunes a jueves entre las 4:10 de la tarde y las 8:00 de la noche voy a un instituto privado. Por lo general, en la noche hago mis tareas escolares, hasta las 11:00 de la noche. Pero a veces hasta la 1:00 de la mañana. Eso es muy normal aquí. Todos estudiamos así. Yo estudio un promedio de 16 horas por día».

El extracto pertenece a ¡Sálvese quien pueda!: El futuro del trabajo en la era de la automatización, libro de Andrés Oppenheimer. Quien habla es Surim Kim, una estudiante de 17 años de la Escuela de Robótica de Seúl, Corea del Sur.

Es solo uno de los casos de estudiantes asiáticos que dedican buena parte de sus días al estudio. Más allá de que hay diferencias entre ellos en la extensión de su calendario escolar, la mayoría coincide en la importancia de las horas extracurriculares.

«En general, van a la escuela muchas horas y después concurren a escuelas complementarias que se llaman Cram Schools», puntualizó a Infobae Melina Furman, doctora en educación y profesora en la Universidad de San Andrés. Las Cram Schools son instituciones privadas intensivas que se enfocan, sobre todo, en preparar a los alumnos para exámenes de ingreso. Su derivado, «cramming», caracteriza su esencia: significa «estudiar mucho en poco tiempo».

El caso de Japón es el más saliente. Con 201 días de clases, tiene el calendario escolar más extenso de los que mide la OCDE. En total, tienen 742 horas de enseñanza. Y los resultados están a la vista. En las últimas pruebas PISA de 2015, están en el top 10 en las tres disciplinas que se evalúan: matemática, habilidad lectora y ciencias.

El país que más atención acaparó en los últimos años fue Singapur. El pequeño país asiático pasó a liderar las tres áreas de PISA. Su sistema educativo se sustenta en la máxima «enseñar menos, aprender más». Desde 2006 plantearon una reducción del currículum formal para quitarles carga a los alumnos, que siguen yendo a escuelas complementarias. Al ser menos los temas, los enseñan con mayor profundidad.

Además de la correlación con el tiempo de estudio, para Furman hay otros factores que entran en juego para ponderar el éxito educativo de los asiáticos: «Tienen una cultura del estudio y el esfuerzo generalizada que ayuda y los docentes están muy bien pagos y salen muy bien preparados de su formación. Ser maestro en Corea, por ejemplo, es una de las profesiones más prestigiosas de todas», dijo.

Con más horas de estudio, los alumnos asiáticos pasaron a estar en los más altos estándares. «Más horas de clase no aseguran automáticamente mejoras en la calidad de la educación, pero es altamente probable que menos horas la empeoren», afirmó Alieto Guadagni, autor de distintos informes sobre el tema.

El panorama en Latinoamérica es dispar. Brasil (201), Colombia (200), México (200) y Costa Rica (198) tienen los calendarios escolares más extensos de la región y más de 800 horas de clase anuales. El calendario argentino estipula 180 días de clases: tres días menos y 72 horas menos que el promedio de la OCDE.

Esos 180 días teóricos, en general, tampoco se cumplen por conflictos sindicales y ausentismo docente y estudiantil. Asimismo, en 2011 se planteó en el Consejo Federal de Educación la necesidad de alcanzar la meta de los 190 días. Se consensuó ir avanzando progresivamente, pero nunca se llevó a los hechos.

En realidad, no hay verdades reveladas sobre horas en la escuela y éxito educativo. De hecho, otros países que son referencia optan por menor carga horaria. Finlandia, por caso, imparte 677 horas cada año, pero sus estudiantes se destacan en las pruebas internacionales. Estonia tiene todavía menos horas (619) y en PISA está tercera en ciencias, sexta en habilidad lectora y novena en matemática.

«La extensión del calendario escolar por sí sola no garantiza ningún nivel particular de aprendizajes. Allí intervienen múltiples factores, inclusive algunos que ocurren fuera del acto específico de la escolaridad, como son el nivel educativo de los padres, el clima familiar, el nivel socioeconómico de la familia, el nivel de nutrición del estudiante y las prácticas y hábitos de su grupo de referencia», planteó Juan María Segura, experto en gestión e innovación educativa.

Fuente: https://www.diariopanorama.com/noticia/298775/asia-donde-estudiantes-dedican-mas-horas-al-estudio

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Perú: Docentes tienen hasta septiembre para presentar experiencias exitosas de enseñanza

América del sur/Perú/29 Agosto 2018/Fuente: Andina

Para concursar en Buenas Prácticas Docentes

El ministro de Educación, Daniel Alfaro, exhortó a los docentes a transformar sus escuelas y comunidades con proyectos innovadores, durante un encuentro nacional en el que 143 maestros y directores ganadores de las Buenas Prácticas Docentes 2017 compartieron sus experiencias exitosas.

“Es importante que analicen la situación en sus aulas, en sus comunidades y, a través de ese pensamiento crítico, creen algo innovador que transforme su entorno, así como los proyectos ganadores ayudan a mejorar la calidad del aprendizaje y la docencia”, dijo Alfaro a aproximadamente 300 profesores de diecisiete regiones que asistieron al encuentro desarrollado el fin de semana en la Institución Educativa Emblemática Alfonso Ugarte de Lima.
Alfaro alentó a los participantes a seguir el ejemplo de los docentes que el año pasado ganaron el concurso que organiza el Ministerio de Educación, entre los cuales se encuentra Iván Tacuri (Apurímac), quien a través de prácticas de educación intercultural bilingüe contribuyó con el logro de aprendizajes de calidad en sus estudiantes.
El encuentro tuvo como objetivo potenciar la difusión, sostenibilidad, adaptación y réplica de las buenas prácticas. Durante la jornada, los docentes participantes tuvieron la oportunidad de conocer con mayor detalle las prácticas ganadoras, intercambiar experiencias y proponer mejoras para su implementación.
Desde el año 2013, en el concurso han participado 9 649 docentes, quienes han presentado un total de 5 664 prácticas. Hasta 2017, se reconocieron 189 buenas prácticas que fueron implementadas por 478 docentes de todo el país.
El concurso cuenta con 31 subcategorías agrupadas en 5 categorías: Educación Básica Regular-Inicial, Educación Básica Regular-Primaria, Educación Básica Regular-Secundaria, Educación Básica Alternativa y Liderazgo Pedagógico para la Innovación y Buenas Prácticas.
Las inscripciones para el VI Concurso Nacional de Buenas Prácticas Docentes se realizarán hasta el 24 de setiembre mediante una ficha virtual alojada en la página web del Minedu: http://www.minedu.gob.pe/buenaspracticasdocentes/
Fuente: https://andina.pe/agencia/noticia-docentes-tienen-hasta-setiembre-para-presentar-experiencias-exitosas-ensenanza-723382.aspx
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La planeación: entre el modelo educativo y la didáctica

Por: Abelardo Carro Nava

Desde que ingresé a este maravilloso mundo de la docencia, he tenido claro que la planeación es un ejercicio fundamental en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Como docente, es uno de las principales actividades que realizo con el propósito de vislumbrar, todo aquello que se refiere a la generación de conocimientos en mis alumnos.

A veces, con cierto desconocimiento; otras, con una gran certeza de lo que pienso; puedo sentarme un buen rato a diseñar la serie de estrategias que el día de mañana pondré en marcha con mis estudiantes. Siempre considerando algo que, aunque no es nuevo, no he perdido de vista desde hace mucho tiempo: si yo fuera mi alumno, ¿cómo me gustaría que tal o cual contenido lo trabajara mi maestro? Pregunta interesante que no sé si usted que se dedica a la docencia se habrá formulado; sin embargo, desde mi perspectiva, resulta fundamental plantearnos esta interrogante cuando estamos ante un nuevo reto o desafío educativo.

Sí, he de ser honesto. Desde que ingresé al magisterio (y mire que ya tengo mis años); supe de la existencia de ciertas empresas, grupos o personas, que se dedican a vender algunas guías para elaboración de las planeaciones de los profesores. No obstante, debo decirlo, no he hecho uso de ellas porque tengo presente, que nadie puede conocer lo que yo conozco, ni pensar lo que yo pienso: el contexto, mi escuela, mi grupo, mis alumnos, mis materias o asignaturas, entre otros. De ahí que, insista, desde que ingresé a la docencia, he realizado mis planeaciones conforme a los elementos que he señalado, pero también, considerando otros tantos más, que se derivan de los avances científicos y tecnológicos que día a día presenciamos en el mundo entero.

De hacer mi planeación a mano para después transcribirlas a máquina de escribir, pasé a elaborarlas en una computadora (portátil o de escritorio). Vaya, el formato (así lo he creído y sigo creyendo) es lo de menos. De hecho, me he interesado más en pensar cómo hacer más atractivas, interesantes y motivantes mis actividades con la idea de abordar el contenido, que en pensar si el formato “x” o “y”, será el ideal para el propósito que persigo.

En este sentido no sé si a usted le pase lo mismo, pero con el correr de los años, me he dado cuenta que la planeación como tal, en lugar de ser un momento a través del cual se puedan pensar y repensar las actividades que podrían desarrollarse con nuestros estudiantes; ésta, se ha convertido en un verdadero martirio burocrático que se entrega porque así se la pide el jefe de enseñanza, director, supervisor o jefe de sector del lugar donde labora.

Lo anterior no significa que no disfrute lo que hago o que lo haga con la calidad, tiempo y conocimiento que tal ejercicio requiere, pero ¿cuántas veces ha sido revisada esa planeación por alguna autoridad en nuestra respectiva escuela?, ¿cuántas veces hemos recibido una recomendación y/o propuesta didáctica que lleve a organizar de mejora forma nuestros contenidos?, ¿cuántas veces esa planeación se ha vuelto un instrumento rígido e inflexible cuando sabemos bien que siempre y en todo momento la organización de las actividades es flexible?, ¿cuántas veces no hacemos modificaciones a lo que de manera inicial hemos planeado dado que los imprevistos que suelen presentarse durante el bimestre nos llevan a ello? Preguntas y más preguntas que, quienes nos encontramos insertos en el magisterio, quiero pensar, nos habrán pasado alguna vez por la cabeza.

Ahora bien, si por un momento llegara a usted pensar que algunas de las situaciones que he planteado a través de las interrogantes puede ser lo peor que nos pudo haber pasado; espere, le tengo una más que, con mucha seguridad, habrá de abrirle el panorama de lo que en términos prácticos he denominado el “burocratismo de la planeación” en lugar de una planeación didáctica; permítame ejemplificarla de la siguiente manera: resulta que una vez que entró en vigor el modelo educativo 2017 en las miles de escuelas de nivel básico del país (como sabemos, en preescolar todos los grados; primaria, primero y segundo; secundaria, primer grado), a los maestros y maestras que de los grados en los que NO  (así con mayúsculas) se implementó dicho modelo, la SEP a través de sus interlocutores directos (autoridades educativas locales), les han obligado a realizar su planeación conforme a ese modelo educativo, utilizando para tal efecto, un formato que fue diseñado por quién sabe quién, considerando los aprendizajes clave pero, a su vez, el plan de estudios 2011; y, sin olvidar, los ajustes temporales a dicha planeación dada la evaluación a la que refiere el Acuerdo 12/05/2018.

Tengo claro que generalizar es malo, y también tengo claro que no en todas las escuelas, estados o regiones del país, puede suceder lo que en esas breves líneas he descrito; sin embargo, en el constante diálogo que, afortunadamente, tenemos y mantenemos entre colegas de los diferentes niveles educativos, me llevan a confirmar y sostener lo que aquí planteo.

¿En qué momento la planeación dejó de ser un instrumento o herramienta flexible cuya intencionalidad didáctica era la que importaba?, ¿en qué momento el maestro dejó de proponer actividades que le resultaran innovadoras y generadoras de aprendizajes en sus alumnos?, ¿en qué momento el profesor dejó de tener voz y calló para que alguien más le diseñara un formato y una planeación sin los conocimientos teóricos y prácticos que el caso amerita?, ¿en qué momento los teóricos e investigadores como Hilda Taba, Ángel Díaz Barriga, Frida Díaz Barriga, entre otros, fueron sustituidos por los “genios” de la Secretaría de Educación Pública cuyo conocimiento se halla detrás de un escritorio y no de un aula multigrado, por ejemplo?, ¿en qué momento nos perdimos? Sí, en qué momento…

Ciertamente, reconozco que debemos de avanzar y transitar hacia mejores formas de trabajo docente, pero por favor, cuando hablamos de Aprendizaje Colaborativo, Aprendizaje Cooperativo, Aprendizaje Basado en Proyectos, Aprendizaje Basado en Problemas, entre otros, debemos reconocer que dichos aprendizajes no siempre requieren de una secuencia didáctica tal y como la SEP propone en cada una de las capacitaciones que ha brindado y viene brindando.

¿En qué momento se pone en jugo la libertad, autonomía e innovación del docente para generar el aprendizaje tan esperado en sus alumnos? Por lo que sé, para la SEP: en el llenado de los formatos y en las evidencias de aprendizajes; para los maestros: en las aulas, con sus pequeños. Sí, ahí, en ese lugar dónde la didáctica cobra sentido y no en las “genialidades” que solo a la SEP, de repente, se le vienen a la cabeza.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-planeacion-entre-el-modelo-educativo-y-la-didactica/

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Reformar sistemas educativos, un reto en Latinoamérica, opinan docentes

Redacción: 20 Minutos

El rediseño de las aulas de aprendizaje, los nuevos modelos en la educación y la necesidad de reformar el sistema educativo, son los retos más importantes a los que se enfrentan actualmente los… El rediseño de las aulas de aprendizaje, los nuevos modelos en la educación y la necesidad de reformar el sistema educativo, son los retos más importantes a los que se enfrentan actualmente los educadores en Latinoamérica, según una encuesta a más de tres mil 500 profesionales de la educación de la región. La encuesta fue realizada por Bett Latin America, foro global de tecnología que fomenta la innovación en la educación, y la fundación mexicana Sistema Nacional de Desarrollo Profesional Docente (Sinadep). Los encuestados señalaron que los problemas más grandes del sector educativo son: lograr una reforma del sistema, adoptar nuevos modelos e implementar de manera eficiente la tecnología. Asimismo, contar con acceso adecuado a tecnología impulsada por el Internet, la obtención de éste ya sea por vía móvil o línea fija, y la retención y reclutamiento de profesores. Destaca que 33 por ciento de los docentes opinó que la comprensión y uso de la inteligencia artificial es esencial para un aprendizaje exitoso; 32 por ciento cree que lo es la realidad virtual y aumentada, y 20 por ciento que es la programación. El líder de contenido de Bett Latinoamérica, Alessandro Bilotta, expuso que el estudio resalta y contextualiza los retos y oportunidades que tienen las escuelas de educación básica y superior de esta parte del continente. Los principales retos a los que se enfrentan actualmente los educadores de Latinoamérica, serán discutidos los días 11 y 12 de octubre en la Expo Bett Latin America 2018, que se llevará cabo en la Ciudad de México. El tema del evento de este año será: “Transformando Modelos y Espacios de Aprendizaje en el Siglo XXI” y contará con más de 120 ponentes de clase mundial. El objetivo es abarcar casos de estudios y temas propuestos por los líderes de la tecnología en educación y los responsables de formulación de políticas más importantes de Latinoamérica.

Fuente: https://www.20minutos.com.mx/noticia/410287/0/reformar-sistemas-educativos-un-reto-en-latinoamerica-opinan-docentes/

 

 

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Vía Educación: todos somos educadores y todos somos responsables

 

Vía Educación es una organización sin fines de lucro que busca formar ciudadanos corresponsables y generar aprendizaje de calidad mediante estrategias innovadoras.

Dejemos de culpar a los demás o esperar que alguien más actúe. Las distintas problemáticas que aquejan a la educación en México son responsabilidad nuestra. Por suerte, la solución para generar un cambio positivo reside también en el en papel que hagamos en nuestro entorno y en conjunto. Vía Educación es una asociación sin fines de lucro cuyo esfuerzo se fundamenta precisamente en eso: la corresponsabilidad.

El pasado 17 de mayo Vía Educación presentó su informe anual de resultados. Tan sólo este año impactaron de manera positiva a 26,225 estudiantes, maestros, directivos, bibliotecarios y ciudadanos con sus diversas iniciativas (sin contar que indirectamente han beneficiado a muchos más).

Vía Educación es un movimiento que trata de responder a la adversidad económica y educativa del país. Mediante estrategias innovadoras busca formar ciudadanos corresponsables, mejorar el ecosistema educativoy generar aprendizaje de calidad.

Estudiantes trabajando en equipo.

Programas e iniciativas de Vía Educación

RCE – Renovación de la cultura escolar

Esta iniciativa está diseñada para mejorar las interacciones dentro y fuera de las aulas. Mediante la generación de espacios de aprendizaje colectivo, herramientas de autoevaluación y supervisión de especialistas intenta mejorar el desempeño docente, la convivencia escolar y la inclusión de familiares y comunidad en la experiencia educativa.

Comunidades de Aprendizaje

Este programa utiliza la metodología «Actuaciones Educativas de Éxito». Genera grupos interactivos en el aula, participación de la familia y la comunidad en la responsabilidad educativa, tertulias literarias dialógicas, utilización de bibliotecas tutorizadas, entre otras actividades. El objetivo es desarrollar actitudes incluyentes y solidarias en maestros y alumnos en un ambiente escolar próspero.

Aprender Participando

Programa que forma parte de la Reforma Educativa en México e intenta fortalecer las capacidades pedagógicas de los docentes, además de promover en alumnos habilidades de pensamiento crítico, solución de problemas, deliberaciones democráticas, colaboración y autogestión.

A través de capacitación a distancia, los docentes adquieren herramientas y metodologías para aplicar en clase. El fin es crear espacios de diálogo dentro del salón de clases y así desarrollar capacidades ciudadanas.

Comunidad Conectada

Esta iniciativa redefine la función de las bibliotecas convirtiéndolas en espacios de aprendizaje. A su vez, fortalece el rol de los bibliotecarios dotándolos de habilidades para promover la colaboración, interés en la lectura, enriquecimiento cultural, además de motivarlos a desarrollar iniciativas dependiendo las necesidades de su comunidad.

Comunidad Conectada actualmente está en marcha en 18 municipios del estado de Nuevo León.

Jóvenes Atiempo

Este programa fomenta el mentoring en los jóvenes para que guíen a sus compañeros en el proceso educativo. Los estudiantes reciben metodologías y capacitación para que actúen como mentores de alumnos de secundaria con el fin de resolver problemáticas de diversa índole y promover el desarrollo de competencias ciudadanas.

Red SumaRSE Iniciativa 2.0

Este modelo promueve la formación de grupos comunitarios para mejorar espacios de convivencia dentro de zonas en situación de vulnerabilidad. Esta iniciativa impulsa a jóvenes a diseñar proyectos para mejorar lugares específicos en sus comunidades, mientras se genera trabajo colaborativo entre vecinos, organizaciones y autoridades para lograr el restablecimiento de la confianza y la seguridad

Video del informe anual Vía Educación 2017

Con alianzas de la iniciativa privada y apoyos gubernamentales, Vía Educación ha logrado mejorar la experiencia educativa de muchas comunidades mexicanas. En todos sus programas de innovación educativa se percibe la colaboración, la toma decisión, la iniciativa, la buena voluntad, la perseverancia y, sobre todo, la aceptación de la responsabilidad compartida

Fuente:https://observatorio.itesm.mx/edu-news/via-educacion-innovacion-educativa

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Así son los centros educativos más innovadores del mundo

España  / Autor: Redacción / Fuente: Educación 3.0

Estamos acostumbrados a los sistemas educativos de los centros de nuestro alrededor, pero en el mundo existen auténticos ejes sobre los que se vertebra la innovación educativa. Y son muchos más de los que podríamos pensar. Aquí queremos mostraros algunos de los más innovadores. Situados en diferentes países y continentes, todos tienen un punto en común: la innovación educativa está siempre presente, ya sea en la construcción de los edificios o en las metodologías e ideas que se aplican.

Egalia School (Estocolmo, Suecia)

Con sede en Estocolmo, Suecia, Egalia es un centro de Educación Infantil en el distrito de Sodermalm que por sus edificaciones y contenidos podría pasar desapercibido. Sin embargo, la clave para su diferenciación se encuentra en el trato con el alumnado: se alejan de cuestiones de género al tratar a los estudiantes a través del género neutro. Así pues, no existen ‘ellos’ o ‘ellas’, utilizando equivalentes universales y neutros como por ejemplo ‘estudiantes’ o ‘amigos’, términos de género neutro en sueco. Y precisamente el lenguaje es una pieza clave para esta labor, y los profesores ponen especial cuidado en él.

 

 

En cuanto a las actividades a desempeñar, éstas son las propias de una escuela de Infantil pero con algunos cambios: la selección de libros y contenido se ha cuidado al máximo, optando por aquellos en los que los protagonistas no sean personajes masculinos o femeninos; mejor elementos neutros como, por ejemplo, animales. Por supuesto hay muchos juguetes, y evidentemente no existe una norma sobre su utilización: si un pequeño quiere jugar con una muñeca, adelante con ello. Todo con el objetivo de eliminar la barrera de género que supone tanto el lenguaje como el trato desde los primeros años de educación.

AltSchool (San Francisco, Estados Unidos)

Todos hemos oído hablar alguna vez de Silicon Valley, uno de los grandes centros de innovación tecnológica del mundo. Pues en esa localización de la ciudad de San Francisco, en la estadounidense California, se encuentra la AltSchool, un centro educativo que fomenta el aprendizaje individualizado y tecnológico a través de un currículo de actividades abierto y experimental. Creado en el año 2013, está en fase de expansión a otros estados como Nueva York o California, y su objetivo es ir abriéndose poco a poco a toda la nación.

Definido a si mismo como una ‘escuela-laboratorio’, AltSchool aprovecha los contactos con expertos, emprendedores e ingenieros del Valle, con los que los alumnos de la escuela —de entre 4 y 14 años— pueden colaborar en el desarrollo de ciertos proyectos, por ejemplo construyendo casas de muñecas con impresoras 3D o, para los más mayores, elaborando modelos de negocio alrededor del mundo de la tecnología. Otro de los puntos clave es el aprendizaje emocional que consiguen tratar a través de iniciativas construidas desde el punto de vista del alumnado, creando experiencias que les llenen tanto en la parte del aprendizaje como en la de la sociabilidad y el trato con los demás.

 

 

Summit Sierra (Seattle, Estados Unidos)

Con sede en Seattle, Washington, Summit Sierra es una escuela pública de reciente creación —fue fundada en 2015— avalada por Bill Gates como uno de los centros pilotos de su principal modelo educativo: el aprendizaje personalizado como método de optimizar la labor educativa. Actualmente ofrece enseñanza para edades de entre 14 y 16 años (Grades 9-10) y está en fase de expansión hasta los 18 (Grades 9-12), formando parte de un conglomerado de diferentes centros públicos Summit.

Con una base de sólo 200 estudiantes, éstos realizan tareas ideadas bajo una fuerte base experimental y de innovación educativa. Su principal baza es la de personalizar al máximo la enseñanza para cada alumno, basándose en un modelo en el que los estudiantes tienen el mismo tutor durante cuatro años consecutivos, y aprovechando las tecnologías —un software propio— para las tareas diarias y también para la evaluación del curso. Además, cada día se proponen tiempo para determinadas tareas, como por ejemplo lectura, resolución de problemas, charlas con expertos de diferentes materias, debate o tiempo dedicado a la comunidad, todo incluido dentro de las actividades cotidianas de la escuela.

 

 

P-Tech High School (Nueva York, Estados Unidos)

Con sede principal en Brooklyn, Nueva York, P-Tech es una escuela de educación superior más cercana a la educación universitaria que a los institutos de Secundaria. Creada en 2011 con el apoyo del gigante de la tecnología IBM, cuenta con 57 centros en Estados Unidos y Australia todos ellos con el objetivo de ofrecer una educación muy ligada al mundo profesional alrededor de la tecnología, principalmente ingenieros y carreras relativas a los principios STEM.

Para ello han ideado un plan de estudios con una duración de 6 años que pone el foco en las oportunidades laborales y las habilidades personales, entre otras características. Los estudiantes completan los cuatro primeros años aprendiendo en cada centro, y los dos últimos mejoran sus habilidades tanto en la universidad local como en empresas asociadas. Otro de los pilares es la diversidad y la educación en los sectores más desfavorecidos, afirmando que en estos segmentos sociales la educación proveerá de un mejor futuro a sus familias.

 

 

Steve JobsSchool (Amsterdam, Holanda)

En Holanda se creó la primera Steve JobsSchool, unas escuelas nacidas a partir de la filosofía de Steve Jobs, co-fundador de Apple y uno de los líderes de la industria y la innovación tecnológica de los últimos años. Su decálogo de promesas a los niños es imprescindible para entender la mentalidad de esta serie de centros educativos, y cómo quieren innovar en este campo de la sociedad.

Escucha, soporte a las inquietudes, colaboración y trabajo en equipo o la imaginación son algunos de los puntos clave de estos centros. Desde el punto de vista más práctico también hay algunas iniciativas muy llamativas y diferentes respecto de la educación más tradicional: por ejemplo, eliminan el concepto de ‘clase’ para optar por grupos de trabajo que son diferentes en cada día, y que incorporan a chavales de varias edades. Tampoco existe la figura del tutor: en su lugar, los profesores juegan el papel de instructores especialistas en cada materia. Por supuesto, los horarios y los temas a tratar en cada día son flexibles y se adaptan a lo que los estudiantes necesiten en cada momento.

 

 

Stanford d.school (Stanford, Estados Unidos)

Dirigidas a los estudiantes universitarios de la propia universidad de Stanford, la d.school es un centro para la innovación en el que el objetivo es aprender a partir del design thinking, de la creatividad y de la innovación desde el punto de vista más práctico. Disponen de una muy amplia variedad de cursos categorizados como ‘Core’ (básicos), ‘Boost’ (avanzados) y ‘Popup experiences’ (sesiones más específicas).

Respecto de nuestro tema, la educación escolar, merece especial atención el K12 Lab Network, una de las secciones de la d.school centrada específicamente en la innovación educativa a través de la metodología design thinking, y cuyos programas de trabajo tienen como objetivo reinventar las escuelas y el trabajo de los profesionales de la educación en todos los entornos. Merece la pena echarle un vistazo con mayor profundidad.

 

 

STAR School (Flagstaff, Arizona)

Una escuela de educación secundaria hasta octavo grado creada en 2001 bajo la filosofía del ecologismo. El centro vive con 245 paneles solares y dos aerogeneradores. Situada muy cerca de la reserva nativa americana más grande del país, la Reserva de los indios Navajo, tiene más de 130 estudiantes, muchos de ellos de la Nación Navajo.

La sostenibilidad es la clave principal del desarrollo escolar. Con programas como “la granja a la escuela” en el que cultivan sus propios almuerzos en granjas vecinas, los estudiantes aprenden a cuidar de los demás en un entorno natural. La escuela también organiza visitas a las granjas Navajo más cercanas para que aprendan más sobre agricultura, medio ambiente y sobre la propia comunidad local.

 

 

Luminar (São Paulo, Brasil)

Aunque inició su andadura en São Paulo, Luminar tiene ya centros en varios puntos de Brasil y llegará próximamente a Estados Unidos. La gran innovación de estas escuelas es que, guiados por un tutor, cada alumno puede elegir su propio horario semanal. Con mosaicos de actividades interactivas, ellos mismos son responsables de su propio aprendizaje.

 

 

Clintondale Middle School (Clinton, Michigan)

El objetivo de esta escuela es ayudar a los estudiantes a superar las limitaciones que les impiden estudiar en casa. Para hacerlo utilizan el concepto de “aula invertida”, que consiste en que el tiempo que los estudiantes pasan en clase lo invierten en trabajar en proyectos y tareas. De esta manera, cuando llegan a casa solo tienen que dedicar una hora a repasar las lecciones del día siguiente.

 

 

Fuente de la Reseña:

Así son los centros educativos más innovadores del mundo

ove/mahv

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