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Enseñar, descubrir, amar.

Por: Gabriel  Mª Otalora. 

Descubrí mi amor por la enseñanza por esas cosas que tiene la vida, cuando el destino profesional de pronto le hace a uno ver y sentir las excelencias de posibilitar experiencias más allá de ofrecer información. Si el objetivo educativo se reduce a comprender y memorizar “lo que hay”, sin cuestionar las mejores alternativas de pensamiento y acción, el hecho de aprender no sería otra cosa que adquirir procedimientos y técnicas para sobrevivir en el medio social. Es la diferencia entre “aprender” como el acto de memorizar, instruirse en algo pasivamente hasta alcanzar nuevos niveles de conocimiento, pero no siempre con éxito; la razón es que el nuevo nivel al que he llegado, no lo he hecho mío, solo lo he incorporado. Y “aprehender”, en el sentido de capturar o hacer mía una realidad como una nueva construcción que tiene sentido para mí y la interiorizo de forma activa logrando que el resultado llegue a ser parte de mí.

Soy consciente de que educación es un mundo complejo y difícil, por eso no quiero decir a otros lo que tiene que hacer al compartir mis reflexiones, que bastante tienen. Por aquél entonces, yo leía al inconformista Henry Giroux, uno de los fundadores de la pedagogía comprometida norteamericana que proponía una combinación de teoría y práctica encaminada a la transformación social en beneficio de los más débiles. Lo interesante de Giroux es la denuncia del modelo de alumno como una “vasija vacía” que hubiese que rellenar con contenidos rentables aunque alejados de la realidad social. Lo que trataba de evitar era que salgan de la escuela “trabajadores sumisos, consumidores expectantes y ciudadanos pasivos”. Este enfoque suyo considerando a la educación con el deber de adquirir un compromiso con la justicia y la equidad me vino muy bien entonces, y también después, porque educar excede con mucho del trabajo clásico en el aula.

Sus aportaciones a la práctica educativa priman lo ético ya desde el lenguaje a utilizar por los profesores. Esto es algo que hicieron pionero los jesuitas hace algunos siglos además de conseguir la primera educación interclasista en las aulas. Es importante una educación comprometida y no neutral que conciba la escuela (o cualquier educación) como Giroux, el lugar de encuentro idóneo y estratégico para tratar asuntos sociales que conciernen a la colectividad de la que forma parte. Las escuelas, a su manera de ver, las entiende como lugares donde avanzar en el fomento de los valores públicos, en contraposición al consumismo, la brutal competitividad y el individualismo americano. Cosas de rojos irredentos, dirán algunos, pero que tienen un sustento clarísimo en trabajar la libertad humana, que es lo contrario a cualquier totalitarismo.

Ante la ofensiva neoliberal al rebufo de la globalización, muchos profesionales desencantados de la educación han interiorizado que poco se puede hacer ante el empuje de la educación al servicio de un nuevo utilitarismo. Sin embargo, Giroux se muestra beligerante con el conformismo, el desencanto, el inmovilismo claudicante del “no se puede hacer nada” y con la desazón pesimista del presente. Está convencido de que se puede (re)establecer la interdependencia entre cultura, educación, ética, democracia y la crítica constructiva. Su propuesta pasa por el desarrollo de un pensamiento crítico que supere el inmovilismo que tanto desazona y frustra, impulsando acciones educativas transformadoras con orientaciones más justas en la práctica, especialmente con los menos favorecidos del multiculturalismo presente en las aulas, también en las nuestras.

Ciertamente lo norteamericano nos queda lejos, y no es precisamente bueno todo lo que exportan, pero eso no quita que personas como Giroux insuflen lucidez y esperanza proponiendo el revolcón en algunas concepciones mentales y valores que son cada vez más urgentes en nuestra sociedad y en la educación en general.

Al calor de estas reflexiones veraniegas, recuerdo lo que me fastidió (pero con jota) la propuesta de la LOMCE que contemplaba la supresión de Ética, materia común de 4º ESO. Además, la Historia de la filosofía dejaba de ser una materia común en 2º de Bachillerato. Todavía no entiendo que la ética se quede como una “asignatura espejo” (tal y como la denominó el ministro Wert). No deben limitarla a ser un mero reflejo para los que no optan por la religión católica, entre otras cosas porque la base religiosa cristiana contiene a la ética. Una ética racional y laica es la esencia de un pensamiento crítico y universalista que da sentido a una sociedad tolerante y plural, porque enseña a convivir a ciudadanos de diferentes creencias integrando sin discriminar la religión o sus ideas políticas. No tiene ningún sentido impartir una ética exclusivamente para ateos, musulmanes o judíos, que segregue a la sociedad entre quienes priorizan las creencias y los que anteponen las ideas. La estrategia de segregación es un semillero de conflictos futuros. En mi opinión, reflexionar en clave educativa sobre ambas es necesario y no resta; ambas son necesarias y compatibles.

A partir de aquí, el objetivo esencial del verdadero aprendizaje pasa porque el educando aprenda a descubrir. En este sentido adquiere una gran importancia el trabajo encaminado a colmar el derecho a una educación que enseñe a reflexionar, crítica y racionalmente, sobre el mundo en el que vive, como se hace en las clases eficaces de ética. Con todo lo anterior quiero señalar que la elección entre religión y ética (“Valores éticos”) responde a una falsa disyuntiva, puramente ideológica, como reconoció en su día el propio ministro Wert, desvirtuando así el sentido de la filosofía moral y demostrando que el meollo humanista del asunto le importaba un pito berenjeno.

La ética, como la realidad religiosa para una persona cristiana como yo, o con cualquier otra sensibilidad, debe ser algo más que una mera percepción subjetiva donde uno busca refugio o confesión. Su pretensión es convertirse en saber dialogado cuya experiencia oriente al aprendizaje de ser libres de verdad; es decir, a ser comprometidos y responsables. Sin la ética como elemento educativo primario, corremos el riesgo de no conocer la esencia del ser humano y de pasar por alto el entorno más próximo, lo que en el tiempo posmoderno se llama indiferencia. En una época de crisis en que la ciudadanía se distancia de la política al percibir que el poder económico le ha arrebatado su soberanía, el lugar educativo de la ética, la filosofía y la religión -y en general de aquellas materias que aportan creatividad y reflexión- resultan esenciales para posicionarse con acierto en la realidad.

Ya que el sujeto educativo, adulto o joven, no puede sentir demasiado interés en lo que no sabe, lo primero en la tarea de enseñar es hacerlo con el corazón; esto ayudará a lograr un “aprehendizaje” fructífero en ambas direcciones: alumno y maestro: en casa, en la escuela, en la universidad o en la empresa. Un trabajo que implica el enfrentamiento de lo nuevo y lo viejo, no para destruirlo sino para hacer de éste algo más potente y constructivo. Una batalla entre lo que uno es capaz de hacer y las limitaciones que le impone el descubrimiento paulatino que no acaba nunca en forma de estímulo hacia la curiosidad por crecer honestamente.

Se puede opinar sin parar de la educación y del aprendizaje. Y todavía más del el rol arduo del educador y su responsabilidad en esta sociedad tan utilitarista. Difícil sería ponerse de acuerdo acerca de cuál sería la mejor manera de hacerlo. Pero resulta esencial el trabajo de la fundamentación espiritual de la educación -incluido el fomento de la llamada inteligencia espiritual-, con la ética como protagonista, que posibilite criterios y conductas solidarias, maduras. Amueblando el corazón, sin duda que hacemos más rentable el resultado de amueblar el cerebro.

Fuente: http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/08/17/opinion/tribuna-abierta/ensenar-descubrir-amar

Imagen: http://static.noticiasdegipuzkoa.com/images/2017/08/17/7555906_7428_1.jpg

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La autoridad del profesor.

Por: Francisco J. Lopez Rodriguez.

Qué sería una sociedad sin, policías, sin semáforos, sin normas de tráfico, sin leyes? Sería un caos, una jungla, un campo de batalla, una morgue, imposible la vida. Se pueden imaginar qué sería un Centro de enseñanza, sin autoridad y con adolescentes sin sentido de la responsabilidad, ni respeto. Se ha hablado y se habla mucho de las leyes educativas. En teoría todas pretenden mejorar el sistema educativo. La realidad es muy distinta, se ha degradado y no hay forma de hacer una Ley que pretenda dos principios básicos: la calidad del sistema educativo y el respeto dentro de la comunidad educativa. Digo respeto y convivencia en los Centros. Me parece muy bien que haya interlocutores en el sistema: padres, profesores y alumnos, pero cada uno en su sitio, juntos sí, revueltos, no.

El profesorado será autoridad lo dice la Ley Orgánica para la Mejora Educativa (Lomce). ¿Es necesario que se regule un principio natural? Pues sí. Esta sociedad, que hemos creado todos y que está mediatizada, ha prostituido la autoridad y la disciplina en las aulas. En una tertulia de una cadena de radio se hizo una entrevista a una profesora que había sido vejada, insultada y agredida por un alumno. Dicha profesora tuvo que pedir la baja por depresión y soportar la poca comprensión, en especial, por los padres del alumno en cuestión.

En un momento determinado tuve que llamar a un padre por el comportamiento díscolo de su hija, manifestándole que había infringido las normas elementales de convivencia y había vejado al profesor. Le manifesté los hechos y le dije que el profesor es una autoridad en clase y como tal tiene competencias para tomar decisiones ante situaciones incomodas y comportamientos que hacen imposible impartir docencia El progenitor me contestó que «desde cuando el profesor es una autoridad en clase».

Estamos volviendo a ciertos planteamientos que afloraron en el primer tercio del siglo veinte con las organizaciones anárquicas. Son caldo de cultivo para incluir a toda la masa descontenta. Sus principios son revolucionarios, lucha por el poder y no sometimiento a ninguna autoridad. Había un dicho que decía: “la letra con sangre entra”. Estábamos ante el castigo físico. Sometimiento a vejaciones al alumno: los coscorrones, ponerse de rodillas etc. etc. Eran situaciones para afrontar el respeto y el orden. Hoy nadie pide eso. Hoy ningún profesor va a rescatar viejos modos. Por cierto, algunos estados americanos y, en ciertos colegios británicos, están aplicando castigos físicos. Pero ¿qué está pasando con la disciplina en las aulas? Hoy, impartir una clase a determinados colectivos, es una odisea, una tragedia, un esfuerzo titánico y, solo los aguerridos, lo pueden hacer si no desesperan. Los alumnos no tienen disciplina, insultan al profesor, no respetan a nadie, pretenden hacer lo que les viene en gana. No toman interés por formarse, con frecuencia odian y detestan ciertas materias, les importa un rábano la cultura. Dicen que para qué quieren la lengua, la historia, sociales y si eso no les sirve para nada, que lo único que les importa es aquellas materias que no son objeto de estudio ni de esfuerzo. Esto es verdad. También es cierto que es una minoría, pero la realidad es que la minoría hace imposible mantener el orden, la disciplina y un aprovechamiento académico.

Hoy un profesor tiene coartada su libertad. Les voy a contar una anécdota vivida hace unos cuantos años. Una alumna provocadora, rebelde, de las que no quiere estudiar, de la que no da un palo al agua. En clase su comportamiento era detestable. El profesor la echa de clase. La alumna, que sabe mucho de derechos, va a inspección, dice al de turno que le han expulsado de clase. El inspector se presenta en el Centro y dice al profesor que tiene que admitirla. Para expulsarla es necesario abrir un expediente. Reunir al Claustro de profesores, nombrar un instructor, hacer pliego de cargos, proponerla a la administración para su expulsión, con la salvedad que mantiene todos los derechos en el Centro y, al final, alguien decide o no que se le expulse, mientras tanto, la mantienes en clase, hace lo que quiere, se ríe del profesor y el docente a j.. y a aguantarse. Esto fue un hecho real. Así no se puede impartir una clase ni imponer disciplina. En materia de disciplina los centros tienen que tener suficiente autonomía y los profesores suma autoridad para tomar las medidas oportunas, puntuales. Que la clase sea un ambiente de trabajo y, quien lo perturbe, se tomen las medidas oportunas y disciplinarias para corregir los defectos y poder crear un ambiente educativo con el objetivo de formar y afrontar el reto de la enseñanza con interés y eficacia.

No estamos proponiendo el abuso. Tampoco se propone la dictadura educativa. Los límites del profesor están en el respeto al alumno y lo que determine el Código civil y el penal. ¿Por qué no se legisla de una manera proporcional? Hay muchos políticos y sindicatos que saldrían al encuentro y Asociaciones de padres porque lo primeros fogonazos que lancen? serán que no se respetan los derechos y hay que tener contentos a una masa que no quiere estudiar, que les importa un rábano todo, que no quieren que se les mande, que detestan la autoridad, que no quieren disciplina.

Hay que empezar por el principio y ese principio, es la familia, Si esta falla, si los hijos quedan a merced el ambiente, si no se impone autoridad y los padres, para contentar a sus hijos avivan y azuzan el conflicto apoyando a sus vástagos, flaco favor estamos haciendo a la enseñanza.

Puede ser que alguien se levante contra estas formas y las tache propias de un facha o dictador, pero les digo que, si en la familia hay disciplina y respeto, se prolongará en el centro educativo y los profesores serán depositarios de ese mensaje y lo recogerán para proseguir una educación en el respeto. Ahora bien, si se sigue sin dar autoridad a los profesores, esta sociedad educativa no va a funcionar y la autoridad del profesor quedará degradada.

Fuente: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/autoridad-profesor_1180746.html

Imagen: http://juanvelarde.blogia.com/upload/20090916114833-profesor.gif

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Malgastar 645.955 euros en unas reválidas que deben ser boicoteadas

Agustín Moreno

El gobierno de la Comunidad de Madrid presidido por Cristina Cifuentes aprobó el 21 de marzo la contratación de un servicio de apoyo didáctico y técnico para la realización de las pruebas externas de 3º y 6º de primaria y de 4º de ESO. Las pruebas afectarán en Madrid a 180.000 alumnos y a 2.400 centros. Se trata de la externalización de la realización, tabulación, documentación y análisis de las evaluaciones finales que se empeñan en mantener. El coste de 645.955,20 euros supone más del doble de lo destinado a estas pruebas el curso pasado y permitiría, por ejemplo, la contratación de más de 30 profesores para mejorar la calidad educativa.

Hay que recordar que la comunidad educativa viene movilizándose desde hace tiempo contra estas pruebas que consagra la LOMCE. En concreto, el 26 de octubre de 2016 hubo una huelga general en la educación con un amplio seguimiento, y en noviembre se realizó otra huelga de estudiantes. Como resultado de ellas, y por su debilidad política, el gobierno dio marcha atrás a las reválidas. No fue una retirada completa, solo de sus efectos académicos, dónde se jugaban la titulación el alumnado de 4º de ESO y de 2º de Bachillerato. Pero se dejó en manos de las comunidades autónomas el desarrollo de pruebas en esos niveles.

La comunidad de Madrid ha ido siempre de kamikaze en los ataques a la escuela pública, a su privatización y a la realización de rankings de centros. En esta línea ha aprobado que la reválida de 4º de ESO se hará el 19 de mayo con carácter censal en todos los centros de Madrid capital, y de forma muestral en las otras cuatro áreas territoriales. Es la forma que tiene el PP de sostenella y no enmendalla. Mantienen una secuela de reválidas para volver a la idea original si retornan a la mayoría absoluta. Asusta pensar en el elevadísimo coste que tendría su generalización y los negocios-chollos derivados.

Los efectos negativos de estas reválidas son evidentes aunque no afecten a la titulación.

• Distorsionan el proceso de enseñanza-aprendizaje en los centros al ponerlos a competir. Desde marzo se han empezado a producir en algunos centros presiones de los equipos directivos sobre el profesorado. Quieren que se centren en la preparación de la reválida de 4º de ESO, obviando el programa que están obligados a dar en el tercer trimestre. Tratando de salvar el prurito del centro, corren el riesgo de convertirlos en academias preparadoras de las pruebas, algo sencillamente contrario a la calidad educativa.

• Sirven para elaborar rankings de centros que se utilizan en la lucha por el mercado del alumnado entre la doble red de centros (públicos y privados-concertados). En este sentido, no hay plenas garantías de que una empresa privada no acabe filtrando de manera selectiva las pruebas a centros amigos, a pesar de las cláusulas de confidencialidad que se puedan establecer. En ese supuesto, los resultados estarían contaminados.

• Estresan al profesorado, al alumnado y a sus familias, y una prueba hecha así no mide nada. Si acaso, las diferencias realmente existentes entre los centros. Éstas se deben más a un proceso de escolarización desequilibrado que potencia la administración educativa (zona única, concentración del alumnado con dificultades en los centros públicos), y al nivel de recursos invertidos. Por ejemplo, los centros del sur de Madrid no tendrán los mismos resultados que los de la zona norte; o los centros de “excelencia” y las secciones de los “bilingües que aquellos que el PP se empeña en convertir en guetos. Para este viaje no hacen falta alforjas.

La evaluación puede ser útil si tiene carácter formativo y no selectivo; si se evalúa todo el proceso de enseñanza-aprendizaje y se valoran los avances conseguidos y no solo el resultado final; si se analiza todo el sistema y no solo una parte y se tienen en cuenta las características socioeconómicas de cada centro; si sirve para aumenta la equidad y dar más recursos a los centros que más lo necesitan. Evidentemente, no es el caso ni en los fines ni en el procedimiento.

Así las cosas, no sería coherente que el alumnado que secundó masivamente las huelgas vaya a realizar las reválidas, ni que las familias que apoyaron esta iniciativa envíen ahora a sus hijos como corderos, ni que el profesorado que tantas veces salió a la calle contra la LOMCE participe en su aplicación. No olvidemos que seguimos dando la titulación de ESO en los centros. En Vallecas hemos empezado a debatirlo y lo tenemos bastante claro, lo hemos llevado a la Marea Verde y nos gustaría que el debate se generalice. Yo estoy esperando que los sindicatos me convoquen a participar en un boicot que debería ser generalizado contra unas pruebas que son una farsa y un despilfarro del dinero público.

Fuente del articulo: https://www.cuartopoder.es/ideas/2017/04/03/malgastar-645-955-euros-unas-revalidas-deben-boicoteadas/

Fuente de la imagen: https://www.cuartopoder.es/wp-content/uploads/2016/11/sindicato-estudiantes-LOMCE-26O.jpg

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España: El camino hacia la educación inclusiva: el caso vasco

España/ 25 de julio de 2017/ Autora: Sofía Unda / Fuente: http://www.unir.net

La legislación educativa en España ha dado pasos importantes en el camino hacia la inclusión. Esto puede evidenciarse desde el Real Decreto de 1985 sobre la Ordenación de la Educación Especial, hasta la actual Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que tiene como fin último promover el máximo desarrollo personal y profesional de los alumnos en los diversos niveles educativos.

Pese a que la legislación ha dado soporte y apoyo a este camino hacia la inclusión es urgente seguir avanzando hacia un ideal de educación inclusiva y equitativa para todos. En este sentido, el País Vasco supone un claro ejemplo de liderazgo por el trabajo realizado en el camino hacia una educación inclusiva de calidad. En el último Informe sobre la Educación en Euskadi 2013-2015 se refleja un incremento del 12% de estudiantes con necesidades especiales (que pasa de 14.850 a 16.661). Este aumento es extrapolable a la mayor parte de las comunidades autónomas, que en muchos casos tienen que hacer frente con los mismos recursos y financiación, a la inclusión de todo tipo de alumnado en centros educativos ordinarios.

Se ha valorado con gran entusiasmo la reciente noticia relacionada con que el ejecutivo de Urkullu acaba de aprobar en el último consejo de gobierno el aumento de más de un 50% del profesorado fijo que atiende al alumnado con necesidades educativas especiales.

El aumento de profesorado experto en educación especial es un punto crítico en el sistema, si de lo que se trata es de favorecer una educación que haga frente a la diversidad. Igualmente es crítica la cualificación y el permanente apoyo a su desarrollo profesional en beneficio de la eficiencia de estas aplaudidas medidas. De poco sirve un aumento de recursos personales, si no se acompaña con la formación necesaria para garantizar una intervención coordinada y eficiente del profesorado.

Los logros alcanzados en materia de educación inclusiva son muchos: la escolarización de los alumnos en centros educativos ordinarios, el aumento de recursos personales y materiales para una mejor atención del alumnado con necesidades especiales, la elaboración de planes específicos de atención a la diversidad, la creación de aulas abiertas de educación especial en centros ordinarios para la atención de alumnos con necesidades educativas severas, etc. Teniendo en cuenta estos avances, conviene seguir en esta línea, apostando decididamente por el desarrollo de las personas que deben liderar este proceso de cambio: profesores y profesionales de la educación que se dedican a la orientación y atención a necesidades especiales. En este sentido, el caso vasco supone un ejemplo inspirador para seguir avanzando en este apasionante camino de la inclusión educativa.

Vale la pena recordar estas palabras de José Ramón Orcasitas, profesor de la Universidad del País Vasco. Afirmó en 2003 en el Congreso Guztientzako Eskola (una escuela para todos): “Formar especialistas (que sepan de verdad hacer algo desde lo común, que específicamente sea útil) es una tarea importante, pero formar a equipos profesionales de la educación de manera que puedan actuar educativamente con todos los alumnos de su centro-aula es la tarea formativa imprescindible. Urgente entre nosotros desde el proceso de reforma será asumir un enfoque formativo que eche luz «desde lo común» ”

Fuente de la Noticia:

El camino hacia la educación inclusiva: el caso vasco

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El hijo del obrero, a la universidad

Sonia Sierra

En mi época estudiantil, allá por los 90, una de las consignas más repetidas en cánticos y pancartas era “el hijo del obrero, a la universidad”. Estábamos, sin duda, ante uno de los mayores logros de la democracia en España, un país que llevaba siglos sumido en el atraso y en el que, por fin, personas de cualquier clase social podía acceder a la Educación Superior.

En Cataluña, por ejemplo, subió el 66,7% de 2012 a 2013 convirtiéndose en el tercer lugar de Europa en el que resulta más caro ir a la Universidad

En aquella época, la matrícula en las universidades públicas solía estar alrededor de las 50.000 pesetas, es decir, 300 euros y, además, se podía pagar en dos plazos. No recuerdo a nadie que quisiera hacer una carrera y no pudiera por motivos económicos, entre otras cosas, porque era relativamente fácil compaginar estudios y trabajo.

Después llegó el Plan Bolonia, la crisis y el aumento desproporcionado de tasas. En Cataluña, por ejemplo, subió el 66,7% de 2012 a 2013, convirtiéndose en el tercer lugar de Europa en el que resulta más caro ir a la Universidad. Por otra parte se dificulta el acceso a las becas y la posibilidad de trabajar y estudiar a la vez por lo que muchas personas están siendo expulsadas de los estudios por motivos económicos, una cifra que el Sindicato de Estudiantes cifra en 45.000.

Por si todo esto fuera poco, el Gobierno del PP va imponer Decreto 3 2 para cambiar la estructura de la enseñanza universitaria a partir de septiembre 2015. De entrada, resulta difícil de entender una nuevo cambio cuando este es tan solo el sexto curso que se aplica el Plan Bolonia, es decir, este año saldrá la tercera promoción bajo este plan que tanta oposición generó. Eso sin contar con el trabajo ingente que supuso implementarlo para el profesorado y la cantidad de papeles y fichas ANECA necesarias para ello. Burocracia que cayó sobre el personal docente gratis et amore, por supuesto.

Con el nuevo decreto, tramitado sin ruido en Consejo de Ministros por el Gobierno, desaparecen los actuales Grados de cuatro años que pasan a ser de tres y se puede obtener una titulación universitaria con 180 créditos pero con la desventaja que esta no es capacitadora para el mercado laboral dado su carácter generalista. Para poder trabajar de la profesión elegida, el alumno deberá cursar un máster de 2 años. Si tenemos en cuenta que el precio de estos oscila entre 4.000 y 7.000 euros, parece evidente que serán muchos los jóvenes que no pueden acceder a ellos. Creo que estamos ante un gran retroceso en materia de igualdad de oportunidades y, por lo tanto, en cohesión social, esa misma que se utiliza alegremente para justificar cualquier cosa.

Esto es, sin duda, lo más terrible, pero el decreto tiene otros efectos colaterales como la disminución de contratación de profesorado ya que al eliminar un año desaparecerán muchas plazas docentes. Pese a todo esto, ¿dónde están los sindicatos? ¿Y los partidos políticos? Llama poderosamente la atención que semejante atropello haya pasado desapercibido, sobre todo si lo comparamos con el estruendo que originó la LOMCE.

¿De verdad es más terrible que haya una presencia un poco más que testimonial de una lengua que el hecho de que para poder trabajar haya que pasar por un carísimo máster?

Vaya por delante que la conocida como Ley Wert me parece pésima y que soy una firme defensora de llegar a un pacto por la educación con el máximo consenso posible que garantice una ley que dure una generación y no lo que un partido esté en el poder. Pero, aun así, me parece bastante más grave el Decreto 3 2 y de ahí mi extrañeza ante la actitud beligerante de partidos y sindicatos ante y caso y su mutismo absoluto ante el otro.

Hasta donde yo he podido averiguar, ningún partido ni sindicato ha dicho ni una palabra sobre el tema a excepción del ya citado Sindicato de Estudiantes y una breve pregunta del diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa en una sesión de la Comisión de Enseñanza y Universidades. En esta misma Comisión, Josep Anton Ferré, rector de la Universidad Rovira i Virgili, reconoció el impacto económico en las universidades y como este acaba recayendo sobre los alumnados así como el correlato en los puestos de trabajo ya que las nóminas son, con diferencia, la partida de gasto más importantes en las universidades.

¿Dónde están los que organizaron manifestaciones y todo tipo de actos porque se intentó poner una hora más de lengua española en primaria pasando de las 2 actuales a 3? ¿Y los que gritaban desobediencia ante la ley Wert? ¿De verdad es más terrible que haya una presencia un poco más que testimonial de una lengua que el hecho de que para poder trabajar haya que pasar por un carísimo máster? ¿Los sindicatos no piensan decir nada por la merma de puestos de trabajo que va a significar reducir un año los grados y reagrupar alguno de ellos?

De verdad, cada día entiendo menos el país en el que vivo.

Fuente del articulo:http://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/el-hijo-del-obrero-a-la-universidad_15673_102.html

Fuente de la imagen: https://pbs.twimg.com/media/CfmL2LlWIAAORBU.jpg

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España: Educación mejora la situación de interinos de Biología y Geología y ofertará seis plazas más

Santander / 12 de julio de 2017 / Por: EUROPA PRESS / Fuente: http://www.eldiario.es

La Consejería de Educación se ha comprometido a mejorar la situación de los profesores interinos de Biología y Geología que trabajan en la región y que, por «culpa» de la aplicación de la Ley Orgánica de Mejora Educativa (LOMCE), han visto reducido el número de plazas a las que pueden optar en este tipo de régimen en los últimos cursos académicos.

El departamento que dirige Ramón Ruiz reducirá el número mínimo de alumnos por aula para facilitar los desdobles de profesores en los laboratorios y sacará seis plazas vacantes más de las previstas inicialmente para el próximo curso, fruto de una priorización en puestos de ámbito de los departamentos de orientación.

Los directores generales de Personal Docente y Ordenación Académica, Francisco Javier López Nogués, y de Innovación y Centros Educativos, Alonso Gutiérrez, se han reunido con los representantes de las organizaciones sindicales, para trasladarles el compromiso de la Consejería de paliar la precariedad en la que se encuentra este colectivo por la aplicación de la LOMCE, señala la Consejería.

Ante esta nueva queja, desde Educación se ha hecho el «esfuerzo organizativo» para mejorar la situación de estos profesores dentro de las posibilidades que ofrece la LOMCE y la propia organización de los centros. En concreto, el compromiso para el curso que viene es que el número de alumnos por aula en los laboratorios de los institutos sea de 20, cuando la normativa marca 25.

«Queremos fomentar la ciencia y ser sensibles para que las condiciones en las que se imparten estas materias sean las más adecuadas posibles», explican desde Educación.

Asimismo, los responsables de la Consejería han decidido revisar la lista de vacantes de estas materias y el curso que viene se ofertarán seis plazas más de las previstas inicialmente para Biología y Geología.

Fuente noticia: http://www.eldiario.es/norte/cantabria/ultima-hora/Educacion-situacion-interinos-Biologia-Geologia_0_663884151.html

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España: Un curso «frustrante» para la escuela pública, según apunta CSIF.

Europa/España/04.07.2017/Autor y Fuente: http://www.laopiniondezamora.es

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) califica de «muy frustrante y decepcionante» para la educación pública el curso 2016-2017 que acaba de finalizar y lamenta que las políticas de recortes del Gobierno, junto con la «precipitación y confusión» generada por la implantación de la Lomce ha dejado un curso «desmotivador para la educación pública, con una administración que ha preferido mirar para otro lado, en vez de abordar de una vez por todas los problemas de fondo del sistema educativo», califican. A este respecto, apuntan que el Gobierno «solo se ha limitado a imponer una mayor carga de trabajo y más presión a los docentes, que somos los que hemos cargado a la espalda con la responsabilidad de mantener la calidad educativa pública en Castilla y León».

A pesar de esta situación, el sindicato considera que los profesores han sabido seguir trabajando «para atenuar las presiones y el empeoramiento de las condiciones laborales, al tiempo que han exigido «hasta la extenuación» la recuperación de todo lo perdido, logrando, según este sindicato, «pocas cosas». Entre esos resultados destacan «la recuperación de la convocatoria de licencias por estudios para los docentes, la revisión de la normativa de itinerancias, la inclusión del francés como primera lengua extranjera en la EBAU y la posibilidad de que los interinos pidan las plazas concretas a las que podrán optar, es decir, pudiendo elegir el centro, la provincia, las horas lectivas o la temporalidad de la plaza», enumeran.

«La administración merece un suspenso muy bajo, al seguir parcheando una ley educativa que no cuenta con el apoyo ni de partidos políticos, ni de sindicatos ni de la comunidad educativa», finalizan.

Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/zamora/2017/07/01/curso-frustrante-escuela-publica-apunta/1016810.html

Imagen: http://imagenes.lainformacion.com/2013/10/24/disturbios-conflictos-y-guerra/agitacion-civil/CSIF-LOMCE-Extremadura-educativos-CCAA_636847061_49135572_640x400.jpg

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