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La brecha epistémica: Obstáculo para entender la “crisis educativa actual”

Por: Luis Bonilla-Molina

  1. Introducción

Es muy importante que el debate sobre la Brecha Epistémica (Bonilla-Molina,2021) se inaugure en Brasil en el marco del IV Congreso Internacional y VI Congreso Nacional de Movimientos Sociales y Educación: resistencias y emancipación en el contexto latinoamericano, organizado con motivo de los 10 años de la Maestría Profesional de Educación en el Campo de la Universidad Federal Reconcavo de Bahía; porque esto ocurre en un territorio que resiste a la hegemonía cultural del capital sobre los territorios, cuerpos, cultivos y prácticas que construyen tejido social solidario. La cita de Amargosa expresa el vigor de la academia comprometida con el cambio social.

Por ello, no parece extraño que en el marco del evento se integren y fusionen narrativas sobre rescate de prácticas ancestrales de relación con la tierra, el agua, el aire, las semillas y la vida, con experiencias de autogestión, modelos colectivos de trabajo, organización comunitaria y, hasta de Brecha Epistémica (Bonilla,2019).  Es solo desde ahí, desde un lugar donde las resistencias se han convertido en un acto cotidiano, donde se puede analizar con el suficiente vigor intelectual, académico, humano, creativo y crítico lo que traza el sistema capitalista para borrar las huellas de lo solidario, lo común.

En este trabajo, procuraremos identificar y explicar las razones por las cuales se nos habla de un sistema escolar y universitario en crisis, una trampa de la cual solo es posible salir aproximándonos al todo, desde lo concreto, con los pies sobre la tierra. No hay todo sin las partes que lo constituyen desde los territorios.

Así como la física celebró en 2013 la confirmación de la existencia de la llamada partícula de Dios o Bosón de Higgs (Higgs,1964) que demanda el reconocimiento y estudio de los fermionesbosones, gluones, fotón y el spin para comprender lo que tiene en común la materia que conforma el universo, en educación necesitamos encontrar los elementos constitutivos de la llamada crisis educativa para poder salir del no-lugar de crisis en el cual el capitalismo caníbal (Fraser,2023) pretende colocar a los sistemas escolares y la universidad.

  • 2. ¿Por qué hablar de brecha epistémica y sus componentes?

Tendríamos que comenzar por precisar el concepto que unifica la problemática que nos ocupa. La Brecha epistémica es la distancia que existe entre nuestras ideas e interpretaciones sobre los factores determinantes y asociados a la situación actual, tanto de los sistemas escolares como de las universidades, y lo que realmente ocurre. Se trata de una pérdida de perspectiva, sentido y profundidad teórica, que impide valorar y ponderar adecuadamente los nudos problemáticos, sus lugares de enunciación, así como las rutas de abordaje propositivo de las expectativas sociales sobre la educación y la noción de crisis educativa.

Se suele hablar de brecha tecnológica, cultural, económica, material, entre otras, pero no es común mencionar la epistémica, lo cual limita al campo de actuación de las resistencias anti sistémicas en educación, pero sobre todo la construcción de alternativas adecuadamente situadas. Si algo ha trabajado el capitalismo en las últimas décadas es la destrucción sistemática de las condiciones materiales[1], conceptuales[2] y paradigmáticas[3] que podrían evitar que exista esa brecha epistémica en la academia, sindicatos y gremios magisteriales, organizaciones estudiantiles y de la sociedad civil.

La fragmentación de la realidad y carrera desenfrenada de la bibliometría (Jiménez y otros,2024) por adaptarse a la cultura evaluativa, ha promovido el estudio de partes inconexas de la realidad, cada vez más delimitadas, a tal punto que resulta complicado entender las conexiones de los resultados de muchas pesquisas que intentan adentrarse en la telaraña de los problemas educativos.

Este trabajo va en vía contraria, intentando identificar los temas más relevantes (no son los únicos) de la Brecha Epistémica: a) incomprensión del impacto de las revoluciones industriales en la educación, los sistemas escolares, la universidad y la industria educativa, (desfase creciente desde la tercera revolución industrial, surgimiento de la paradoja del cambio), b) desconocimiento de las diferencias, similitudes, puntos de encuentro y desencuentro de los proyectos del capital en educación,  c) agotamiento del régimen biopolítico y subordinación de las expresiones de éste, al nuevo régimen predictivo de reproducción capitalista (social, cultural, simbólico, material), d) atasco del paradigma disciplinar, problemas para la implantación de los paradigmas transdisciplinario y complejo, incapacidad sistémica para encarar la convergencia transdisciplinaria (en todo el sistema escolar y la universidad, la construcción de conocimiento y la formación profesional),  e) despedagogización (despolitización, curricularización, cancelación de la idea de la docencia como actividad intelectual orgánica, docencia como administración curricular, lógica del operario ilustrado, pérdida de sentido social del aprendizaje, paradigma del aprendizaje a lo largo de la vida, coaching educativo), f) fosilización de los arquetipos institucionales educativos (Comenio en el siglo XXI, el tamaño institucional sí importa, los diseños profesionales como producto, la investigación como eje real en tiempos de aceleración de la innovación), g) limitado estudio de la relación de los modelos de gestión empresarial con los modelos de gestión escolar y universitaria, h) incomprensión de la deriva neoliberal de la UNESCO (la UNESCO como proyecto del orden mundial derivado de las post guerras, las seis reformas de la constitución de UNESCO, del rol progresista de la UNESCO al vampirismo educativo capitalista),i) El know-how docente en el presente, j)El tránsito del Apagón Pedagógico Global (APG) al estallido de la burbuja educativa, k) problemas epistémicos para entender las implicaciones educativas de la transformación digital de los sistemas escolares; l) la cultura evaluativa en educación, ll)  Estos doce elementos forman parte de un proyecto ambicioso de estudio, análisis, comunicación y organización alternativa que hemos decidido emprender para contribuir a la resolución de la brecha epistémica; en este trabajo nos limitaremos a estudiar elementos constitutivos del segundo de los elementos de la brecha epistémica, esperando contar con las energías necesarias para concluirlo y lograr los apoyos institucionales necesarios para poder culminar esta tarea.

  • 3. Revoluciones industriales y educación

La idea que prevalece en la academia es que la relación sustantiva que existe entre revoluciones industriales, sistemas escolares y universidad está referida a la actualización de equipos, manuales de funcionamiento y empleabilidad. La lógica del operario ilustrado[4] (Bonilla,2024) se impone, limitando el análisis de relaciones más estructurales.

Nuestro punto de vista es que los sistemas escolares y su relación con las universidades parten de una estructura de sistema escolar definida por Comenio (Didáctica Magna,1657) que ensambla con la lógica funcional del capitalismo industrial de las dos primeras revoluciones industriales[5] (disciplinar, curricularizacion, especialización, fragmentación de las ciencias pedagógicas, perfil de egreso, biopolítica del aprendizaje).

El carácter reproductor de los sistemas escolares y universidades genera una alienación institucional creciente en el oficio de enseñar y gestionar lo educativo que convierte al performance pedagógico desarrollado en las dos primeras revoluciones industriales en lo que es “lógico” sostener per se en lo educativo,  por lo cual no solo cuesta imaginar otras formas de organizar las pedagogías, otras miradas didácticas, evaluativas o de gestión, sino incluso la posibilidad de construir tipologías de sistemas escolares y otros diseños institucionales para las universidades.

El problema surge cuando cambian las necesidades de reproducción del capital, en la tercera revolución industrial, y en consecuencia se transforman las demandas pedagógicas del modo de producción sobre los sistemas escolares y universidades (transdisciplinariedad, currículo flexible, campos de aprendizaje, sustitución de la experticia pedagógica por el caporal escolar mediante la figura del coaching, obsolescencia temprana de la formación profesional, productivismo, competitividad, debilitamiento del régimen biopolítico para el surgimiento de otro régimen de control).

El peso de la alienación institucional crea una contradicción entre las definiciones teóricas y las posibilidades de cambio. Por ejemplo, todos aceptan -partidarios de la reproducción o de las resistencias- que la transdisciplinariedad es el paradigma emergente, pero las escuelas y universidades transdisciplinarias no se gestan ni nacen, porque si esto ocurriera significaría cambiar radicalmente las rutinas de quienes gobiernan, pero también de quienes enseñan y aprenden.

La sucesión incesante de reformas educativas (Popkewitz, 1989) que observamos desde la década de los sesenta del siglo XX, no logran construir la nueva institucionalidad que demanda el paradigma emergente. Y no estamos planteando que todos deben adaptarse a la lógica del capital, porque hasta el momento que surge la contradicción descrita, las teorías críticas, pedagogías críticas y educaciones populares planteaban que lo alternativo era la transdisciplinariedad, pero cuando llegó el momento tampoco supieron como cumplir la tarea, porque la alienación también hacia mella en este campo alternativo.

Esta inmovilidad de la institucionalidad escolar y universitaria hizo que el capital trazara dos escenarios de futurica (Medina,2000), mientras ampliaba las acciones para obtener ganancias (asalto al presupuesto mediante formas clásicas de mercado), rentismo y financiarización educativa. El primero, mediante la cultura evaluativa[6] para intentar que los resultados de las mismas promovieran los cambios y adaptaciones necesarias. El segundo, un progresivo desfinanciamiento de lo escolar y universitario que creara las condiciones de posibilidad para el surgimiento de nuevas formas -en plural- de sistemas escolares y universidades. En este proceso de intento de generar mudanza, el sistema generó innumerables grietas que fueron desaprovechadas por el campo de las resistencias por el desconocimiento de la relación entre aceleración de la innovación y educación.

En ese contexto se anuncia en Hanover, Alemania (2011), el desembarco de la cuarta revolución industrial[7] que comporta un escalamiento de las demandas del sistema capitalista sobre la educación (convergencia disciplinar, currículo abierto, micro acreditación de aprendizajes, perfil de egreso basado en las competencias móviles y la adaptabilidad a lo desconocido, ciclos cortos de validez de las titulaciones profesionales, incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) y la ciencia de los datos a la educación, educación híbrida y metaverso que implicaran una reducción sustantiva del personal docente requerido,  extractivismo cognitivo, régimen predictivo de control y reproducción).

No se habían comprendido ni desarrollado las demandas del capital en educación para la tercera revolución industrial, cuando surgen los requerimientos para la cuarta revolución industrial, mientras el campo de lo alternativo luce paralizado no solo en el plano epistemológico sino en la construcción de narrativas e imaginarios alternativos. El problema es que, sin comprender la relación de los ciclos de innovación con las demandas del capital en materia educativa, así como los otros componentes de la brecha epistémica, resulta muy difícil salir del atasco.

Como colofón de esta problemática se proyecta el advenimiento de la era de la singularidad (Kurzweil,2005) o quinta revolución industrial, alrededor del año 2042, que será precedida de nuevas dinámicas de innovación e incorporación de tecnologías que hoy aparecen como propias del campo de la ciencia ficción, lo que cual agrava el diagnóstico al plantear un horizonte de cambio mucho más radical para la educación en los próximos dieciocho años.

Esta era de la singularidad centra su paradigma post humanista en las posibilidades de sobrevivencia de la especie humana y por ende de la educación, los sistemas escolares y las universidades, en la capacidad de estar generando conocimientos y prácticas novedosas, donde la repetición sea cuestión del pasado a ser asumida por máquinas de baja densidad y el hombre debe competir en materia de creatividad con la evolución de las inteligencias artificiales. Este futuro distópico se está construyendo en una autopista paralela de la innovación a la que se está masificando en la actualidad, planteándole al capitalismo desafíos a resolver en materia de plusvalor, ganancia, consumo y reproducción, tanto material como simbólica.

En el campo de lo alternativo, esta quimera capitalista solo se puede enfrentar desde el rescate de lo común territorializado, no de espaldas a lo tecnológico, sino construyendo otra epistemología de la ciencia que logre armonizar la vida con el conocimiento de punta, teniendo como referente al primero y nunca a la inversa.

Necesitamos pensar el diálogo de esta relación revoluciones industriales, sistemas escolares y universidad, pero desde el lugar de enunciación de lo popular comunitario, desde las resistencias anticapitalistas. Pero este otro lugar de enunciación no puede ser el de la pulsión de fuga o el desconocimiento discursivo a una realidad que no desaparecerá por simples deseos o la construcción de discursos que no tengan capacidad de entrar realmente a la disputa contrahegemónica.

  • 4. Las contradicciones inter capitalistas en la disputa del mercado educativo

Los sistemas escolares y las universidades, el sector educativo en su conjunto, no son una red institucional y humana construida dentro de una burbuja descontaminada del sistema capitalista en su conjunto. Por el contrario, forman parte un segmento del mercado, el mercado educativo, cuyo control se lo disputan diferentes grupos económicos.

Trataremos de manera sucinta de identificar las representaciones de los más importantes grupos de capital interesados en la educación, sin pretender negar con ello que existan otros sectores, pero que desde nuestro punto de vista no alcanzan en el presente la relevancia e impacto generalizado de quienes mencionaremos.

En ese sentido hemos identificado ocho grandes bloques económicos internacionales que se disputan la educación, estos son: a) los capitales nacionales en disputa con el internacional (CL-CI[8]), b) La Tendencia Reformadora Internacional (TRI[9]), c) el sector por la Estandarización Mundial (EM[10]), d) la Transformación Digital de la Educación (TDE[11]), e) Ola Neo Conservadora (ONC[12]), f) La Financiarización de la Educación (FN[13]), g) El Rentismo Educativo (RE[14]), y h) La Subalternización de las Alternativas (SA[15]).

En el capitalismo no existen grupos económicos puros, por lo que es común ver capitales de un sector invirtiendo en el otro para intentar coparlo, lo cual tiene consecuencias en una especie de recombinación de sus políticas.

Los capitales nacionales, alrededor del mercado educativo, son los que se constituyeron en los países en torno a la educación, de manera muy temprana, a partir de los procesos de independencia y los proyectos republicanos que llevaron a la conformación de leyes de educación, ministerios del sector y el impulso de claustros universitarios que superaran la etapa clerical dogmática de la colonia, abriendo paso al paradigma científico que demandaba el centro del naciente capitalismo industrial.

Estos capitales se concentraron en infraestructura (construcción y reparación de instalaciones), dotación (pupitres y pizarrones, equipos de laboratorios e insumos), la producción editorial (libros de texto, manuales docentes, literatura especializada, cuadernos y papelería) y el desarrollo de colegios e Instituciones de Educación Superior (IES) de gestión privada; más tardíamente lo harían en el sector de la formación docente (inicial y permanente), así como en la extensión de lo escolar al hogar.

Para colocar un ejemplo tenemos el caso de México, partiendo de lo que Elizer Ixba Alejos (2013) muestra al señar las formas como desde 1920 hasta la década de los cincuenta del siglo pasado, el capital nacional (producción e importación) tenía una disputa abierta con las editoriales norteamericanas, francesas, alemanas y españolas (Vasquez,2000), debido a lo cual el Estado tuvo que intervenir creando el libro de texto oficial gratuito para intentar ordenar el mercado. Precisa Alejos que en muchos casos editoriales de capitales nacionales como la Unión Tipográfica Editorial Hispanoamericana (UTEHA) en realidad terminaban imprimiendo en los países citados y en algunos casos en Japón, lo cual facilitaba la conformación de consorcios internacionales.

Si bien la intervención estatal no podía eliminar la disputa inter burguesa nacional y sus alianzas con capitales foráneos, si creo las condiciones para fortalecer la industria nacional y el capital que se configuraba alrededor de esta industria. Los indicadores de la cámara editorial mexicana señalan que para 2022 la ganancia del sector editorial en su conjunto en ese país alcanzó 11,266 millones de pesos, de los cuales 29% correspondía a los textos de educación básica para el mercado en librería, mientras que un 13% a textos de secundaria encargados por el gobierno, los libros infantiles y juveniles didácticos representaron un 11% de las ganancias, los de ciencias sociales 2,8%,  matemáticas y ciencias 2,1%, libros religiosos 3%, entre otros.

La Tendencia Reformadora Internacional (TRI) que tiene como lugar de enunciación los Estados Unidos y las potencias imperialistas europeas, cuya narrativa se centra en identificar un país que desarrolle buenas prácticas o iniciativas, las cuáles se consideren adecuadas para la consolidación del modo de producción capitalista en la actual coyuntura. Su idea síntesis es copiar lo que hace un país exitoso para la lógica del capital[16], replicándolo en la mayor cantidad de lugares posibles como sinónimo de calidad, pertinencia, innovación, eficiencia/eficacia, impacto educativo y productividad.

En Latinoamérica esta tendencia tiene un antecedente que construye hegemonía en la colonización educativa de la conquista, el traspaso de los modelos de enseñanza europea y hasta la imposición republicana del método lancasteriano en muchos países de la región.

A partir de la década de los ochenta del siglo veinte la TRI tiene ejemplos clásicos como el modelo chileno de calidad educativa que se intentó instalar en toda la región, el modelo STEM[17] norteamericano y más recientemente el modelo finlandés de rendimiento en las pruebas de aprendizaje.

La Comisión Nacional de Evaluación y Productividad de Chile estima que el modelo STEM de enseñanza aumenta en un 2% la productividad empresarial y entre 3 y 4 veces la ganancia anual de la empresa, razón por la cual proponen su adopción generalizada. El énfasis no son solo los aprendizajes -como categoría liberal- sino el paradigma iliberal de la productividad y la empleabilidad.

El programa mundial financiado por la trasnacional Siemens Stiftung que en la región se denomina “Territorios STEM Latinoamérica”, con 46 iniciativas en ocho países, procura construir hegemonía de su paradigma para entrar con mayor fuerza con sus productos al mercado educativo.  La estrategia de esta iniciativa parte de la adopción polisémica del vocablo pertinencia[18] -hasta hace poco considerado como exclusivo de la izquierda pedagógica y las pedagogías críticas- a partir de lo cual delinean un recorrido consistente en a) Identificación y definición de desafíos del territorio, b) Mapeo de actores e iniciativas, c) Definir una estructura de gobernanza, d) Construir una agenda compartida, e) Definir mecanismos de monitoreo y evaluación, y f) puesta en marcha de una Estrategia comunicativa. Como el esfuerzo de Siemens hay numerosas iniciativas que procuran construir modelos nacionales o locales que se puedan replicar a nivel global con la TRI como un mercado orientado a sus intereses.

Detrás de la TRI existen un conjunto de capitales vinculados a las editoriales, la elaboración de materiales educativos, los burós de asesoría para la gestión de los ministerios de educación, las corporaciones nacionales empresariales que privilegian la relación comercial con los Estados Unidos, entre otros. Son estos capitales los que promueven las narrativas e imaginarios educativos que les acerquen más ganancia a sus molinos de apropiación de la renta.

En la Estandarización Mundial (EM) el “mantra” que conduce las iniciativas de este sector del capital es que todos implementen de manera simultánea las mismas reformas en todos los lugares para llegar a resultados similares de calidad educativa. La estandarización mundial no es nueva, podríamos rastrear sus orígenes a siglos atrás, pero a los efectos de este trabajo queremos ubicar como punto de inicio los esfuerzos de Piaget y la Oficina Internacional de Educación[19] (OIE) por recopilar las estadísticas y planes de estudio nacionales para fortalecer los estudios comparados a una escala mucho más amplia y confiable.

Esta iniciativa de Piaget, retomada por la UNESCO desde su fundación, adquirió especial relevancia con el surgimiento del multilateralismo educativo (UNESCO, UNICEF, entre otros) y luego con las políticas educativas de las Bancas de Desarrollo (Banco Mundial, OCDE, BID, CAF, entre otros). Hoy prácticamente todas las reformas educativas nacionales que se emprender en Latinoamérica cuentan con el asesoramiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM).

Algunos de los capitales que están detrás de esta tendencia son el del negocio de las pruebas estandarizadas (incluido UNESCO que a través del LLECE sustrae una parte importante de fondos nacionales que terminan en manos de empresas o instituciones privadas que asumen la terciarización en la elaboración, aplicación y buena parte de los análisis de las mismas. Igualmente, el mercado de las conferencias, cumbres y convenciones globales que se realizan de manera incesante a un ritmo de por lo menos una diaria.

También están los capitales de los yankis, los del negocio de la bibliometría, la acreditación institucional, las editoriales de la innovación, coaching y la auto ayuda educativa, los diseños curriculares y materiales didácticos, entre otros.

La estandarización, propia del régimen biopolítico de reproducción, control, poder y ganancia, se convierte en un factor que trata de lentificar la transición al régimen de datos por su impacto en los mercados y capitales en los cuales centra sus negocios.

El capital que trabaja la estandarización ve con buenos ojos que necesidades comunes y operaciones de cambio homologadas abran mercados similares en distintos países que permitan incrementar sus ganancias.

La Transformación Digital de la Educación (TDE) es quizá el factor más dinámico del mercado educativo en el presente. Como paradigma transicional trata de moverse entre el viejo régimen biopolítico y, el régimen predictivo en el último de los cuales juega un papel central.  Por ello, a la para que promueve los repositorios digitales, el negocio de las bases de datos sobre publicaciones y contenidos, plataformas comunicacionales y educativas, avanza en formas digitales, virtuales y algorítmicas de seguimiento y control educativo.

El capital relacionado con la Transformación Digital de la Educación (TDE) tiene su lugar de enunciación en las corporaciones tecnológicas y su rostro más visible es el Foro Económico Mundial (FEM), contando con un papel destacado en él, los capitales de China y la región del sudeste asiático, vinculados al área de la innovación y producción masiva de componentes, partes y producción de mercancías vinculadas a la vorágine de los virtual-digital-algoritmos.

Estos sectores del capital han tenido tres fases diferenciadas en su ofensiva sobre los sistemas escolares y las universidades. El primero, durante las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX, mediante la masificación de los lenguajes de programación y el uso de lo computacional y la robótica como expresiones de la “tecnología del futuro”. La segunda, con la masificación de los computadores portátiles y de escritorio, la aparición del internet, la creación de la world web site (www), los buscadores e indexadores digitales de información, las redes sociales y el consumo de mercancías inmateriales (desde los video juegos hasta simples contenidos construidos por los propios usuarios que generan navegación y consumo), el surgimiento de los algoritmos y la captura de datos. Tercera, el uso de la inteligencia artificial (IA), los bloques de datos y las ciencias de datos, que abren un mercado enorme de colocación de mercancías y consumos, pero que fundamentalmente comienzan a estructurar el régimen de datos, mediante el cual se controlan y modelan los deseos, gustos y la propia cotidianidad de los seres humanos.

Estas tres fases que se mantienen de manera simultánea, no como operaciones estanco, porque aún no se logra universalizar la tenencia de la tecnología que pueda garantizar el control único, convirtiéndose en el campo más dinámico del capital en el sector educativo.

En la fase actual, se están concentrando en el uso masivo de información y datos por parte de la IA para procesos como la selección de estudiantes universitarios, el seguimiento de calificaciones para predecir comportamiento de aprendizajes, entre otros. Con el reconocimiento biométrico facial y los bloques de datos se están produciendo, desde China para el resto del mundo, unas dinámicas orwellianas de control de la atención estudiantil en las aulas y de eficacia de la enseñanza docente, que van del control biopolítico al régimen predictivo.

Tan solo el negocio de la venta de computadoras en 2021 alcanzó los 341 millones de unidades en el mundo, lo cual ha permitido que en países como Argentina en 2022 el 62,6% de las familias del sector urbano contaran con uno de estos equipos (INDEC,2023), haciendo que se produzcan ganancias millonarias mientras se construyen las condiciones de posibilidad para la implantación en todos los rincones del régimen predictivo.

Un par de preguntas surgen a estas alturas es ¿por qué el ritmo de dotación de equipos de conexión remota en las casas de familia tiene un ritmo más acelerado del que vemos en las escuelas y universidades? ¿Por qué en unos países tarda en llegar más que en otros estas olas de tecnologización?

En respuesta a la primera de las interrogantes tendríamos que decir, que el énfasis publicitario y de mercadeo de la infraestructura digital-virtual y algorítmica en la red familiar urbana[20], antes que en la escolar y universitaria, se debió a las posibilidades reales de crecimiento inicial del consumo tecnológico, pero también a la construcción de condiciones de posibilidades para el proyecto estratégico de este sector: la virtualización educativa en casa. La creación de estas condiciones de posibilidad se hizo sobre la base de transferencia de enormes volúmenes de dinero de los ciudadanos hacia las grandes corporaciones tecnológicas y en menor medida de la inversión estatal.

Como hemos venido denunciando, desde el Manifiesto del APG, la permanencia durante sesenta años de la crisis educativa desde la lógica del mercado, por no cumplir las instituciones educativas a cabalidad las cada vez más cambiantes demandas del modo de producción, ha hecho que sectores importantes del capital vengan explorando escenarios para modelos híbridos de enseñanza o el pase definitivo a la educación virtual mediante el capitalismo de las plataformas o las dinámicas del metaverso. En ese sentido, es falsa la premisa que lo digital-virtual-algorítmico va a generar más fuentes de empleo, sin afectar el volumen de trabajo actual de instituciones incluyendo las educativas, porque el capitalismo en su fase depredadora actual pareciera estar traspasando los propios límites de la sostenibilidad a largo plazo de su modelo.

En la segunda de las interrogantes tendríamos que ratificar lo que plantea Marx (1887) y confirma Mandel (2023) respecto a que las leyes del movimiento del capital: división del trabajo, dinero y valor, en sociedades de desarrollo desigual y combinado. El capitalismo no procura una expansión uniforme de sus capacidades, porque eso iría contra unos de sus rasgos definitorios la competitividad, sino que construyen diferencias basadas en la producción, el acceso a materias primas, la captura de otras fuentes de riqueza mediante la consolidación de mercados de consumos, el reparto de las áreas de servicio, entre otras, que forman parte del desarrollo desigual y combinado del capitalismo. Así, la extensión de la infraestructura tecnológica digital-virtual y algorítmica en el conjunto de la sociedad tendría menos prioridad que en el área de transporte marítimo internacional en países como Panamá, que respecto a otros como Chile. Por eso, la fuerza de la influencia de este sector en la economía en general y en la educación en particular, no se puede entender adecuadamente con una mirada solo nacional, sino que requiere una lectura de flujos de capital, comercio y cadenas de valor a nivel global.

Los sectores del capital vinculado a la TDE tuvieron su clímax paradigmático, cuando Klaus Schaw y Millaret (2020) hablaron del reseteo de la sociedad y de las institucionalidades (incluida la educativa), pues vieron en ello posibilidades renovadas de apoderarse de porcentajes de los presupuestos nacionales dedicados a la educación, mediante el fomento del mercado digital, que posibilitaría la transferencia de fondos públicos extraordinarios a la industria de la tecnología informática. El sector del capital centrado en la TDE pareciera no conformarse con los montos capturados por vía de la dotación y actualización, tanto escolar como universitaria, sino que consideran que es posible lograr que la mayoría del presupuesto educativo pase a sus cuentas por la vía de la virtualización (híbrida, virtual y/o asincrónica) mediante la popularización “pedagógica” de plataformas, metaversos o cualquier otra modalidad.

Como se ha expresado en otros trabajos (Bonilla. 2021), el metaverso educativo está siendo preparado para que el dinero de infraestructura se oriente a la compra de NFTs y arquitectura digital, que mediante inteligencia artificial se apropie de los discursos profesorales más relevantes, que, traducidos a múltiples idiomas, pueda ser reproducido de manera autónoma por inteligencia artificial, reduciendo los costos operativos de personal de enseñanza a su mínima expresión, cuyo presupuesto sería transferido a las corporaciones tecnológicas.

Por supuesto que a estas iniciativas se oponen otros sectores del capital, especialmente aquellos que no están vinculados a la tecnología digital, pero que están presentes en la disputa por el mercado educativo. Estas tensiones se muestran en políticas públicas nacionales en educación que aparecen contradictorias en su formulación y aplicación con otras que tributan a intereses económicos contrapuestos.

Una lectura despolitizada del tema, prisionera de la permanente actualización de los sistemas escolares y universidades, ve complementariedad donde hay contradicción, tendencia a la adecuación donde hay disputa de capitales, y le cuesta entender que como fin último al capital no le interesa la precariedad en la que las mayorías estudien, sino como pueden sacar la mayor ganancia de ello.

La Ola Neo Conservadora (ONC) está referida a los sectores del capital trasnacional que asumen como eje central la premisa neoliberal de producir sociedades cada vez más iliberales (Friedman,1973). Como lo plantea Dardot (2021) estos sectores del capital procuran la constitucionalización y normalización de los modelos autoritarios de gobierno, que pueden tener o no formas democráticas (elección, parlamento, poderes formales), pero que en realidad procuran crear las condiciones para que el consenso neoliberal logre imponerse.

Para Valerio Arcay (2024) hay que diferenciar dentro del pensamiento neoconservador a la ultraderecha del neofascismo. La ultraderecha responde de manera conservadora a las cuatro grandes transformaciones que impulsó el capitalismo después de la segunda guerra mundial: a) la urbanización con su rasgo de acelerada industrialización, que les llevaba a la defensa de las comunidades tradicionales propias de la realidad pre-urbana, b) reacción a la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, hecho que ponía en tela de juicio la superioridad masculina, no solo en lo público, sino fundamentalmente en espacios considerados privados como la familia c) las turbulencias en el mundo del trabajo, generadas por los movimientos migratorios propios de las claras diferencias entre el centro y la periferia capitalista, especialmente en materia de trabajo manual, d) renuencia al impacto cultural que significaron las revueltas estudiantiles y sociales que se dieron desde el ´68 del siglo pasado, que tenían como rasgo sociológico una escolaridad más elevada de los estudiantes contestarios que la de sus padres, lo cual les llevaban a aspirar nuevas libertades civiles, entre ellas el derecho a la educación pública y gratuita, el reconocimiento de las diversidades sexuales (LGTB) no heteronormativas, la libertad de uso de sustancias que ampliaban la conciencia, entre otras.

En esencia la ultraderecha es conservadora en la medida que reivindica el patriarcado, las instituciones tradicionales y la conservación del estatus quo patriarcal, sexista, autoritario y anti transformación social. La ultraderecha es reaccionaria, pero mantiene la ficción democrática, es decir, aspira a ganar la mayoría del electorado para modelar legislaciones y cultura, es decir defiende situaciones de privilegio de las clases dominantes y sus representaciones políticas, en un marco político burgués que le permita retardar la transformación social.

Mientras que el neofascismo, como fenómeno nuevo, hay que distinguirlo de la ultraderecha y del fascismo clásico. A partir de los trabajos del propio Arcay (2024), Urbán (2024), Genro (2024) y Biardeau (2024), podríamos decir que esta nueva ola neo conservadora se origina por cinco factores: a) un fenómeno de masas de carácter autoritario que lleva más de 10 años, que tiene su propia identidad diferencial con el fascismo clásico. Lo que lo vincula al viejo fascismo con el neofascismo es su carácter contrarrevolucionario, es decir, su lugar paradigmático de enunciación: la destrucción de las posibilidades sociales de ruptura con las desigualdades sociales, atreviéndose con esta oposición incluso a subvertir el orden democrático burgués, b) una fuerza de social compacta ideológicamente para confrontación en la lucha por el poder, c) un movimiento internacional que intenta construir un centro de dirección que impulse su proyecto histórico, que esencialmente procura que todas las transformaciones progresistas que se han dado en el marco del capitalismo, vía reformas, como resultado de la lucha de clases, sean borradas. Se intenta homogenizar el patrón de las relaciones de trabajo que se estableció en Asia, de sobreexplotación y ausencia de derechos fundamentales (sindicatos, contratación, jubilaciones, pensiones suficientes, sistemas de salud, vacaciones pagadas, aguinaldos, etc.), y en ese sentido intentan conseguir una brutal derrota histórica de la clase trabajadora en general y de los trabajadores de la educación en particular, mediante mecanismo de fuerza, que soslayan las disputas de argumentos, d) el choque de civilizaciones, es decir se pretende imponer que los valores y estilo de vida de la sociedad occidental está amenazado. Esta amenaza tiene un capítulo especial en las formas como valoran las contradicciones inter capitalistas entre EEUU, Rusia y China, viendo como un exabrupto la evolución de las mismas hacia un super imperio extra territorial (supremacía del nacional imperialismo), por lo cual procuran la superación de estas diferencias por la vía de restricciones económicas y la militar, e) Tiene además un capítulo especial en la supremacía blanca, con elementos racistas y xenófobos, patriarcales y destructores de la naturaleza, que parte de considerar la inevitabilidad de una confrontación militar para su superación, construyendo una idea catastrófica del futuro, que paradójicamente es reproducida por sectores de izquierda de tradición estalinista; para ellos trabajan la exaltación de las Fuerzas Armadas como elemento central en el futuro de la nación y la sociedad. En el neofascismo hay una fuerte dosis de mesianismo, caudillismo mesiánico y religioso (especialmente el asociado al neo pentecostalismo).

Enrique Diez (2022) y Bonilla (2024) plantean los rasgos del neofascismo en la educación: a) adoctrinar más que enseñar a pensar de manera crítica, b) pin de censura escolar, que procura que la escuela se concentre en trasmitir conocimientos y que la educación en valores sea un trabajo de las familias, las iglesias y los clubes de interés privado, c) despolitización educativa, con campañas como fuera los partidos de la educación, que procura que las escuelas no sean espacios para construir cultura de ampliación democrática de derechos, d) ataque a la educación pública, planteando que la calidad educativa es un rasgo intrínseco de la educación de gestión privada,  e) cuestionamiento del profesorado, tanto en su formación profesional, desempeño en las aulas como respecto a sus condiciones de trabajo, f) ataque a la escuela como espacio para resolver los problemas de incomprensión cultural de las familias, colocando con ello en tela de juicio el interés del Estado en la formación social de los niños, niñas y adolescentes, g) educación patriótica militar que lleva a las aulas la formación para la guerra como prioridad por encima de la educación para la paz, h) programación neurobélica mediante la ocupación del tiempo libre y de ocio en actividades que promuevan la sumisión bajo lemas de amor a la patria y cultura de paz, j) maltrato animal como “patrimonio cultural” y cultura del matador, i) educar en cultura cristiana, k) cuestionar la convivencia con las diversidades, l) educación en la desmemoria de los abusos del Estado, justificando la represión con argumentos de confrontación entre “partes beligerantes”, ll) educación neomachista, contra la igualdad de género, m) educación en el triunfo individual, la competencia y el éxito como capacidad de consumo, n) educación meritocrática centrada en los talentos diferenciados, o) educación autoritaria mediante la normatividad y la judicialización escolar, p) educar en el racismo y la xenofobia, el migrante como problema, q) educación ecofascista, según la cual el cambio climático es una mentira, r) la familia como centro de la orientación estratégica de la educación, s) los gremios y sindicatos docentes como un mal al que hay que erradicar para lograr la paz y la continuidad escolar, t) control de la literatura y los medios culturales para frenar los contenidos que promueven los derechos, u) fake news en las redes sociales que construyan un nuevo sentido común ciudadano alejado de la razón y la ciencia, proclive a la fe y el dogmatismo, v) desprecio por la comunidad, privilegiando el sentido gregario para la defensa de los valores conservadores.

Para lograr sus propósitos organizan y hacen circular enormes cantidades de dinero filantrópico empresarial para el logro de sus propósitos, pero también buscan el apoyo de gobiernos cuyas políticas públicas convergen en este sentido contrarrevolucionario y están dispuestos a colocar fondos de las arcas públicas en este proyecto. Invierten capitales en las llamadas organizaciones pro familia, los medios de comunicación de masas para la construcción de narrativas e imaginarios afines a sus ideas y la creación de corrientes sociales que construyan tejido social conservador.

La Financiarización de la Educación (FN), forma parte de la evolución del concepto de ganancia en el capitalismo actual. La globalización neoliberal significó la supremacía del capital trasnacional sobre el local, la elevación exponencial especulativa de las ganancias y la subordinación de los intereses nacionales (incluido el educativo) a la lógica avasallante del mercado mundial.

La financiarización es una concentración de la dinámica de apropiación y acumulación de la riqueza por parte de las burguesías internacionalizadas, que se sustenta en el uso de instrumentos financieros que suelen tener un valor especulativo mayor que el que poseen en términos reales las mercancías, fábricas, activos y posibilidades de ventas y crecimiento.

Estos instrumentos financieros se cotizan en las bolsas de valores, fundamentalmente centradas en los pronósticos de comportamientos de los mercados, consumo, productividad y capacidad de incorporar las innovaciones tecnológicas de última generación. En consecuencia, tiene parámetros objetivos, pero también subjetivos, convirtiendo a la economía capitalista en un gran casino.  La especulación financiera establece unos grados de libertad que permiten atraer y devorar capitales, sin que ello necesariamente sea parte del proceso de producción y consumo de mercancías. Así encontramos empresas de coaching educativo, cuyos activos no exceden el millón de dólares que se cotizan en centenares de millones de dólares mediante acciones cuyo valor es calculado bajo mecanismos heterodoxos en términos del capitalismo clásico.

Este proceso no es nuevo, si bien su simbología de bolsas de intercambio tiene orígenes en Bélgica, es en 1460 cuando se crea formalmente en Amberes la primera Bolsa de Valores a la que seguirían la de Ámsterdam hasta expandirse por todo el mundo, como signo de las transacciones capitalistas. La Bolsa de Nueva York, conocida como New York Stock Exchange (NYSE), signo del capitalismo industrial moderno, fue fundada en 1792 y ha sido el epicentro de la financiarización neoliberal de las últimas décadas. Aunque el volumen de acciones de National Association of Securities Dealers Automated Quotations (NASDAQ), creada en 1971, es superior a la de NYSE desde la década de los noventa, el volumen de capital que converge en esta última es superior a la otra. En NASDAQ cotizan la mayoría de compañías del sector tecnológico digital-virtual y de los algoritmos, así como las empresas educativas: Tal Educatión Group[21] (con acciones que alcanzan los 6667,26 Millones de dólares), Grand Canyon Education, Inc[22]. (4249,55 M $), Stride, Inc[23]. (2955,14 M$) y Strategic Education, Inc[24]. (2819,1 M$), mientras que CIBT Education Group, Inc.[25], Skillsoft[26]New Oriental Education & Technology Group Inc.[27], entre otras, lo hacen en NYSE.

Las cinco corporaciones más importantes de la tecnología que conforman lo que se denominan las GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Netflix), se mueven con intereses no solo mediáticos, sino también educativos y entran a la disputa global con los rasgos de la financiarización educativa.

El eje de la financiarización educativa procura atraer la atención estatal y de otros sectores privados, con el propósito de incrementar sus ganancias. En esa orientación vienen incursionando en la cotización en la bolsa de valores de las carteras de los créditos estudiantiles, para sacar ganancias de este sector crediticio otorgado al alumnado, abriendo además, las puertas a renovadas formas de rentismo educativo.

El Rentismo Educativo (RE), combina y se recombina con otros sectores del capital internacional y nacional para hacer de toda la actividad escolar una fuente de extracción de fondos públicos. Las industrias de los uniformes escolares (incluso cuando los otorga el Estado), los útiles escolares (igual), los textos escolares, los materiales instruccionales, la infraestructura y dotación escolar, las políticas de innovación y actualización educativa, los programas sociales (especialmente la alimentación), los váuchers para el transporte educativo, la recreación escolar, las promociones de grado y las graduaciones constituyen las formas más evidentes de rentismo educativo. En algunos casos el sector rentista ha logrado desplazar al capital privado centrado en el mercado educativo, que ha tenido que atrincherarse en la administración privada de colegios y universidades, mientras que en otros ha ocurrido a la inversa, es decir, el sector rentista se ha concentrado en los negocios que se generan alrededor de las dinámicas de enseñanza-aprendizaje.

A ello debemos añadir las clasificaciones escolares que permiten identificar el talento humano que debe ser privilegiado para incorporarlo en las distintas fases del modo de producción, como una forma más subjetiva e ideológica de entrar a la disputa de mercados educativos.

En el caso de las universidades, la bibliometría, rankings y procesos de acreditación, además de constituir una fuente de extractivismo de fondos públicos, se convierte en mecanismo privilegiado para identificar y captar los estudiantes y docentes que cuentan con un desempeño que les resulte útil para las distintas fases del modo de producción. En el camino queda una legión, cada vez más creciente, de académicos con altísimas puntuaciones derivadas de la bibliometría que solo repiten y reciclan conocimiento, pero que resultan inútiles para los fines escolares y universitarios que el propio modo de producción le ha asignado a la educación; estos académicos quienes defienden con tanto ahínco de publicaciones en revistas indexadas privadas, terminan siendo desecho para el propio sistema.

La Subalternización de las Alternativas (SA) como confluencia de capitales que se organizan alrededor del mercado educativo. Ciertamente en las décadas que precedieron al auge neoliberal se construyeron resistencias muy importantes en América Latina, ya fuera por la vía sindical, de organización estudiantil como en distintas formas de organización de la sociedad civil, las pedagogías críticas y las educaciones populares. Las primeras expresiones de oposición al neoliberalismo educativo provinieron de estos sectores, logrando en muchos lugares enfrentar las políticas de mercantilización, privatización y de destrucción de lo público.

Los sectores burgueses que impulsaron las políticas neoliberales en educación tomaron nota de estas resistencias y pusieron en marcha un plan de contención, coaptación y/o neutralización de los sectores críticos. Para ello, se apoyaron en los capitales de la llamada filantropía empresarial también denominada filantropía corporativa, así como la llamada cooperación internacional de los países altamente desarrollados, que conformaron mecanismos de convergencia de capitales que fluyen mediante la red de fundaciones y organizaciones internacionales que tienen su mirada puesta en el mercado educativo. En muchos casos, este esfuerzo del capital no es otra cosa que una tapadera, para evitar el pago de impuestos, mediante subterfugios que les permiten colocar importantes cantidades de dinero en estas instancias, que de manera bidireccional se alinean a los objetivos comerciales de las corporaciones. Allí donde no puede actuar directamente la filantropía empresarial, corporativa y la cooperación internacional, este sector lo hace en alianza con actores e instituciones locales o con el multilateralismo.

Por esta vía, lanzaron las plataformas de diálogo social (PDS), el modelo europeo de gobernanza, que procura bajar la conflictividad sindical de los trabajadores de la educación, estudiantil y social, incentivando el consenso entre empresarios, trabajadores, familias, alumnos y gobiernos. Esta forma de despolitizar y diluir las resistencias anticapitalistas procuró (y lo sigue haciendo) alinear experiencias de disminución de la conflictividad social mediante la internacionalización de iniciativas que suelen ser presentadas como hegemónicas, aunque en la mayoría de casos no son tan abarcadoras como se les suele presentar. Allí donde no lograban promover la incorporación del sector sindical de los y las trabajadoras de la educación, impulsaron acciones gubernamentales para incidir en la fragmentación gremial y sindical y la pérdida de la cultura internacionalista. En este último caso, se generó un quiebre en la subjetividad de los que luchan pues se rompe el vínculo con otras experiencias de resistencia y ello no permite ver que lo ocurre en un país es parte de un proceso más general y coincidente.

Esta despolitización y desarticulación del campo de las resistencias, permitió que los propios sectores del capital que promovían la filantropía empresarial, entraran al mercado educativo con sus empresas matrices, que por lo general tienen nombres diferentes al de su cara “amigable”.

Algo similar ocurrió con el movimiento de familias y estudiantil, condicionando el otorgamiento de apoyos económicos por parte de las fundaciones filantropías, a que el financiamiento para agendas progresistas o conservadoras -no importaba la orientación si era funcional al fin último- se concentraran en los esfuerzos de diálogo social y, se establecieran vínculos permanentes con los gobiernos neoliberales, mediante el formato de incidencia en las políticas públicas. No pretendemos negar la importancia de poder influir en la definición, implementación y evaluación de las políticas públicas en educación, sino alertar sobre la construcción de un sentido común de “buenas formas” que al llegar a acuerdos -el máximo posible- terminan abandonando las formas de resistencias callejeras de protesta y movilización.

Esa lógica de incidencia en las políticas públicas se viene convirtiendo en central en la orientación del esfuerzo de la filantropía empresarial hacia las organizaciones de la sociedad civil. Para lograr los mayores resultados con el menor esfuerzo e inversión, se produce una alianza cada vez más creciente con el multilateralismo y las bancas de desarrollo, mediante el formato de la gobernanza en educación. Así, convierten acuerdos progresivos como los de las Declaraciones de Jomtein (1990), Dakar (2000), el Foro de Icheon (2015), los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM,2000), los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2015-2030 (ODS), en la actividad central a ser financiada por la filantropía empresarial. Esta noción de diálogo social para la incidencia en las políticas públicas obliga a “respetar” a las instancias multilaterales que construyen un discurso bonito y “aceptable” respecto a las políticas neoliberales, disminuyendo la capacidad de movilización en las calles a “tendencia cero”. Transforman las actividades de las formas de organización social en una secuencia interminable de participación en reuniones, conferencias, encuentros, cumbres y acuerdos que las alejan a estas organizaciones del verdadero terreno de la disputa anti neoliberal y, para esconder esta operación de coaptación acostumbran a ceder en alguna frase o palabra en las declaraciones finales de esas citas, lo cual es presentado como gran victoria.

Por otra parte, promueven la creación de una burocracia funcional al movimiento social que consume en personal, boletos aéreos, viáticos, estudios técnicos y participación en eventos el grueso del propio financiamiento que otorgan. Este fenómeno ha producido prácticas tan nefastas en las organizaciones sociales, que entre el 55% y 90% del financiamiento que otorga la filantropía empresarial y sus similares se usa en aspectos burocráticos – administrativos. Resemantizan conceptos como la movilización social, que deja de ser en las calles, para saltar a los medios de comunicación y las instancias gubernamentales. Al final, la nueva burocracia del movimiento social se convierte en el propio “corta fuegos” que evita mayores niveles de resistencia, porque deben defender la continuidad de la relación con las fuentes de financiamiento.

Lo que termina ocurriendo es una incidencia de la filantropía empresarial en el movimiento social educativo y una subordinación funcional de sus actividades a los procesos de reforma que permiten a las corporaciones matrices obtener ganancias con la adopción de determinadas características del cambio educativo.

Al análisis de las operaciones del capital sobre la educación, tendríamos que agregar las contradicciones entre los Estados nacionales y los agrupamientos regionales, dirigidos por las burguesías, que procuran avanzar en sus intereses económicos de coyuntura y para ello construyen modas de reformas. Estas modas suelen concentrarse en la fragmentación de la pedagogía y se expresan en propuestas de cambio didáctico (didactismo) centrado en la instrumentalización funcional de las técnicas de enseñar para lograr resultados de corto plazo, la curricularización (reformas curriculares bajo paradigmas como STEM, digital o de desarrollo nacional), evaluativas (inspiradas en el cero desperdicio de la GCT), de gestión (basadas en el paradigma del control de resultados) y de planeación (flexibilización, contingencia, mandatos presidenciales). Estos intereses que modelan las contradicciones interestatales pueden coincidir o no con las tendencias descritas anteriormente y evidencian la anarquía de la competencia capitalista, mostrando que la noción de crisis educativa es un constructo que en última instancia es responsabilidad del propio sistema capitalista por el caos que lleva implícita la disputa de mercados.

  • 5. Cruzando las fronteras del régimen biopolítico: el régimen predictivo

En 1974 Michel Foucault comenzó a popularizar el régimen de biopolítica, como un neologismo que expresaba el control del poder capitalista sobre la sociedad, los cuerpos y las mentes, mediante dispositivos de coerción, fuerza, separación y sumisión. Como postestructuralista, se diferencia de Althusser y Bourdieu en su mirada de los aparatos ideológicos del Estado, al ver en ellos algo más que redes institucionales de reproducción ideológica, simbólica y material, entendiéndolas además en su relación creativa con una variedad de dispositivos especializados de poder y control.

En la lógica del capitalismo de las dos primeras revoluciones industriales y la primera fase de la tercera revolución industrial, el modo de producción capitalista expresa su pulsión de control y poder, en lograr que los cuerpos y las mentes adquieran la estructura repetitiva incesante del modelo industrial capitalista, etiquetando a quienes se salgan de esta repetición maquinal como “anormales”, mercancía defectuosa que debe ser separada, segmentada, aislada: se cosifican los cuerpos, mentes y espíritus. Instituciones como la escuela juegan el papel de mecanismos para reproducir los ritmos y procesos del capitalismo industrial en las mentes y los cuerpos, mientras que otras instituciones se comportan como aparatos de represión (simbólica y material) y segregación como los manicomios, cárceles e incluso hospitales.

El propio cuerpo y mente, al ser objeto del control, represión y repetición incesante, es cosificado para adaptarse al molde de normalidad que impone la mentalidad capitalista. Esto incluye el deseo, la identidad, el goce, la alegría, la tristeza, los sentimientos y pensamientos, las ideas y las formas de relacionarse.  El individualismo, la competencia, el éxito y la ganancia dejan de ser ideología externa a los individuos para pasar a ser formas opresivas de política que están presentes en el cuerpo y la mente. La política de control capitalista se convierte en biopolítica, es decir política de control de la vida misma, de sus órganos, ideas, pulsiones, deseos.

La biopolítica convierte a los individuos en unidades y colectivos de reproducción ampliada del propio sistema, de control y ejercicio del poder, así como en parte de los dispositivos culturales, normativos e institucionales de represión, control y segregación.

¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué el sistema capitalista necesita este tipo de reproducción, control, poder y segregación?  Porque para el sistema capitalista la vida en general y la propia vida humana solo son elementos de la producción misma, como trabajadores, consumidores o seres sociales, que deben reproducir el esquema societal general de competitividad, ganancia y acumulación.

En ese sentido, cuanta más energía se destine al trabajo alienado, el consumo de mercancías, al desarrollo de formas jerárquicas y excluyentes de organización social, la legitimación del uso de la fuerza y la violencia mediante la creación de la figura del peligroso anormal, más tiene posibilidades el sistema capitalista de capturar y concentrar la renta, el circulante de dinero, de acumular ganancias.

En consecuencia, el triunfo de la biopolítica consiste en lograr que el individuo naturalice y haga suya la sumisión y explotación laboral, el desenfreno en el consumo como sinónimo de éxito y progreso. Esa naturalización debe expresarse en la auto reproducción mental y corporal que garantizan el circuito de transferencia del capital material (dinero, propiedades, consumo) y simbólico (narrativas e imaginarios de felicidad, goce, deseo, éxito, triunfo) de las clases subalternas a las clases dominantes[28].

Pero llega un momento en el cual, para Foucault el control tiene que tener una dimensión social, que es complementaria. Y hay surge una variación en la forma como se concebía la soberanía, porque la idea de gubernamentalidad (de la cual sería heredera la gobernanza multilateral) implica una concentración mayor en la disciplina y la gestión gubernamental. La noción de población, categoría que para Barros (2011) es continuidad de la biopolítica y para Byung-Chul Han (2022) es una “evolución truncada” que daría origen a lo que denomina como el surgimiento de la psicopolítica (Byung-Chul,2022), que desde mi punto de vista interpreta mejor la integración de biopolítica + población. La propia idea de política se transforma en ciencia del Estado (Castro Gómez,2010), algo en lo cual el Príncipe (Maquiavelo,1532) y Gramsci (2018) en materia de teoría marxista crítica pueden ser considerados precursores, y que para Foucault se expresa en el gobierno de las conductas.

Este alineamiento de la noción de población (territorios, seguridad) a los fines del capital, implicó la construcción de un conjunto de dispositivos particulares para la normalización de las conductas y la constitución del alma verdadera expresada en el control de la psique, subjetividad, personalidad, conciencia (Foucault,1975). Asuntos como el control de la fertilidad, registros y cartones de vacunas, pasaportes, entre otros pasan a ser expresiones de la cosificación capitalista de los individuos y la sociedad. Aspectos como la reproducción de la población combinan dimensiones y dispositivos de biopolítica individual con los de población, mediante la coerción del deseo y la fertilidad.

Como lo trabajaron Deleuze y Guattari en Capitalismo y Esquizofrenia (1980), la disputa por el control de las mentes, los cuerpos y la población, llevaría a lo que Foucault denomina como la biopolítica, a un alineamiento que no se limita al plano económico y de las relaciones de producción, sino que procura la “maquinación” propia del sujeto al estereotipo de normalidad o su antítesis la anormalidad, convirtiendo en ese camino la vida en objeto que debe moldearse, que debe forjarse para evitar la exclusión.

En este esfuerzo lo singular es rechazado, convirtiendo al propio individuo en su opresor para encajar en el modelo de sociedad. En el plano social, el capitalismo pone en marcha un conjunto de dispositivos e instituciones para garantizar la coerción más allá de los límites del cuerpo y la mente individual, castigando las pulsiones de fuga y los deseos de singularidad. La individualización es solo para seleccionar opciones elaboradas por el sistema, que garanticen su reproducción y ampliación.

Para Deleuze y Guattari (1980), el individuo (bajo el régimen foucultiano de biopolítica) se convierte en una extensión de la fábrica, que la (y se) complementa de manera bidireccional como pulsión de consumo de mercancías y servicios, demanda y compra, como deseos a ser satisfechos por la propia producción, como conducta permitida en los territorios, como formas de aceptación en el universo de la población de un lugar.

Lejos de lo que planteaban sectores de la izquierda respecto a la inminente caída del capitalismo por su crisis estructural, lo que nos dice la biopolítica es que el capitalismo se consolida por otras vías y mecanismos que exceden a la simple dimensión económica, aunque no niegue la importancia de la economía política.  La biopolítica es la expresión del capitalismo en la vida, cuerpos y mentes, los territorios y los agrupamientos sociales, el poder y el gobierno.

La biopolítica y el control poblacional se fundamentan en la necesidad que tiene el capitalismo de controlar, repetir y ampliar la energía repetitiva del cuerpo social en el periodo histórico de las dos primeras revoluciones industriales y una parte importante de la tercera, como complemento y motor volitivo del modo de producción para reproducirse, acumular y para la ampliación de la ganancia. Esto se expresa en educación en elementos que analizamos en este texto como la curricularización, la conversión del pedagogo en administrador curricular, los modelos punitivos de evaluación que premian y segregan, la supremacía del perfil de egreso como molde que orienta la energía escolar y universitaria sincronizada.

En dinámicas como las migratorias la biopolítica y la idea de población como categoría de control y poder, le permite al sistema capitalista la vigilancia de los flujos migratorios para evitar cualquier desborde y no solo para la utilización del ejercito industrial de reserva como mano de obra calificada, en el trabajo fabril y de los servicios. En esa nueva etapa de la dominación capitalista el control de los cuerpos, mentes y la población procura la reproducción social y cultural, por el capital simbólico que representan los migrantes triunfadores y los derrotados, especializando otras formas de poder, control e instituciones tanto de admisión como de segregación.  Y así podríamos identificar esta dinámica en los distintos campos y lugares de la sociedad capitalista.

Foucault, tanto en Biopolítica (1974) como en Los Anormales (1975) y otros trabajos vinculados, reflexiona sobre la expansión al territorio de la vida misma del capitalismo.  La dificultad teórica que identificamos en Foucault es la precaria relación que hace de los regímenes de poder y control con el impacto de la aceleración de la innovación tecnológica en el modo de producción capitalista -siendo el capitalismo industrial una construcción soportada sobre esa dinámica- y por ende no logra terminar de asociar el impacto de la tercera revolución industrial (especialmente entre 1972 y 2010, en los dispositivos de dominación. Podemos ver esta preocupación emergiendo en sus reflexiones finales sobre el neoliberalismo, pero quizá su muerte no le permitió seguir avanzando en esa dirección. Estos cambios generan lo que Byung-Chul (2022) denomina como régimen de psicopolítica y que he denominado en otros trabajos como meta política (2023). Desde mi punto de vista, la psicopolítica o la metapolítica serían desarrollos transicionales que mutarían en la fase final de la tercera revolución industrial (2010-2024) y la fase superpuesta de inicio de la cuarta revolución industrial (2011-2024), que darían origen al régimen predictivo, sustentado en los desarrollos de los datos, bloques de datos, ciencia de los datos y la inteligencia artificial. La cuarta revolución industrial (2011-2024) han generado una incorporación exponencial no solo de la robótica y la programación digital-virtual en el modo de producción, sino que han desarrollado un régimen de captura de Datos (Byung-Chul Han, 2019) que demanda un cambio del régimen de reproducción y control capitalista.

La captura, control y uso masivo de los datos personales construyen un nuevo modelo de control y poder, el régimen predictivo (Bonilla,2024), que convierte en subsidiarios a los regímenes biopolítico y de psicopolítica (en este último caso prefiero denominarlo de meta política).

El régimen predictivo, a diferencia de los regímenes biopolítico y psicopolítico, necesita romper con la repetición para el modelo de consumo de las mismas mercancías y servicios, para la gubernamentalidad que evoluciono hacia la gobernanza digital,  para pasar al proceso de individualización (por ahora dentro de unos marcos de normalidad aceptada) que permita llegar hasta el último resquicio de deseo, goce, mentalidades e ideas, es decir universalizar el consumo universal, una noción de libertad que reelabora el de esclavitud, un ejercicio desconocido hasta ahora del libre albedrio que paradójicamente carece de territorio concreto fuera del capitalismo, haciendo que el modo de producción de la vida que es le es inmanente al capitalismo cope todos los espacios de la vida humana.

El régimen predictivo no es solo una forma de reproducción económica por la vía del consumo, ni de control, segregación y aceptación, sino que es una forma de dominación que disuelve las temporalidades conocidos logrando que pasado y futuro converjan en un presente adornado con la noción de libertad (que a su vez disuelve la diferencia con esclavitud) creando una temporalidad de dominación sin precedentes, que ahoga la mayoría de proyectos alternativos de futurabilidad (Berardi,2019) , que se construyeron fuera de las fronteras del capitalismo. En la transición de los regímenes de biopolítica y psicopolítica al régimen predictivo, el capitalismo convierte a los primeros en subsidiario de tercero, procurando que nada quede fuera de la mutación y que todo se acondicione a la universalización del control.

En esta lógica, el régimen predictivo con su temporalidad pasado-presente-futuro en un ahora, procura disolver toda conflictividad anti sistema, mediante la conducción de las energías rebeldes hacia escenarios de desahogo y derrota incesante, no necesariamente de aniquilación y aislamiento. Lo que le interesa es hacer funcional a su reproducción incluso la rebeldía, algo que las formas de reproducción precedente habían aspirado, pero no habían logrado.

Esta pretensión de transición controlada a un no hay afuera del capitalismo, del régimen predictivo obligaría al desarrollo de formas rizomáticas (Deleuze y Guattari,1980) y discontinuas de resistencias (Negri,2015) con gran conocimiento de la llamada ciencia de los datos, algo de lo cual aún están muy distantes los movimientos de resistencia anticapitalista.

El régimen predictivo comporta unas exigencias diferenciadas en el plano escolar y universitario respecto a los anteriores regímenes de aparatos ideológicos, biopolítica y psicopolítica. Básicamente, el poder capitalista no necesita ahora que todos repitamos lo mismo al mismo tiempo, usando esa energía para el control y la reproducción, sino que requiere que la vida y la enseñanza sean lo más individualizada posible, singular dentro de unos límites que se expanden en la medida que entran en las posibilidades del control; las fronteras de la dominación no se achican, sino que se expanden de manera continua, generando esa falsa sensación de libertad.

En las aulas, esa dinámica se expresa en la relación docente-estudiante, en la cual se procura que existan mayores grados de libertad cada vez, para posibilitarle al sistema, el acceso a datos cada vez más individualizados y detallados, que logran hacer distinciones antes imposibles entre las formas, mecanismos y dispositivos de control y poder que se deben ejercer en cada caso particular. Pero el fin último del nuevo régimen predictivo de control y dominación es traer el pasado y el futuro al presente, y ello se logra con la captura de los datos que posibilitan establecer predicciones de comportamiento, control y poder cada vez más singulares y detallados. Esa “individualización” tiene límites y fronteras infranqueables mientras otras son expandibles y novedosas en la medida que se alinean con el control predictivo.

Por eso ahora, el sistema pareciera apropiarse de muchas de las demandas de las resistencias educativas de siempre y habla de centrar el aprendizaje en el estudiante (en singular), el currículo abierto y flexible, la evaluación dinámica, la planeación basada en los intereses y expectativas de los estudiantes, el trabajo colaborativo que le de voz a quienes no la han tenido, la formación profesional individualizada, la revalidación de las titulaciones cada cierto tiempo, la disminución del papel central del educador, entre otras muchas narrativas.  Estos planteamientos no son neutros, sin embargo, la mayoría de análisis críticos al respecto no logran escapar, en el mejor de los casos, a las lógicas de los regímenes de aparatos ideológicos, biopolítica y meta política, sin entender que estamos ante un nuevo régimen de reproducción, control y poder, que demanda liberar para dominar de manera más eficaz.

Si no entendemos el nuevo régimen de reproducción y control predictivo, emanado de la captura y manejo de los datos, difícilmente podemos entender el agujero negro epistemológico que surge al respecto cuando intentamos comprender la crisis educativa que viene anunciando el capitalismo desde finales de la década de los sesenta del siglo XX.

Detrás de las políticas de digitalización educativa, modelos híbridos de enseñanza y aprendizaje, lo que está en marcha es la transición a un nuevo régimen de control y dominación. Como en todos los momentos y aspectos hay sectores del capital que se resisten a esta dinámica, no por perspectivas emancipadoras sino porque sienten que esta nueva situación coloca el centro de mando más lejos de sus manos; las contradicciones entre el uso de aparatos de conexión remota e internet en las aulas o su oposición no tiene que ver con el hecho que la tecnología de los algoritmos hagan más inteligentes o no a los estudiantes, sino forma parte de la disputa por los controles por parte de fracciones burguesas diversas. Esto lo vamos claramente con la Europa que pierde relevancia cada vez más en las relaciones de poder mundial, muchos de cuyos países (Francia, Finlandia, Suecia, Grecia, Italia) han ido optando por limitar el uso de celulares (captura de datos) en las escuelas e instituciones de educación superior, como parte de su disputa estratégica con China y Rusia, en el marco de tensiones con EEU en temas claves como la guerra en Ucrania o el futuro del Tratado de desnuclearización iraní.

Si se mira lo educativo como ajeno a la política es muy difícil comprender estos vaivenes, estas contradicciones pedagógicas en países de larga trayectoria y relevancia en el capitalismo mundial.

Solo en la medida que nos adentremos a la comprensión y estudio del régimen predictivo podremos superar uno de los elementos más significativos de la llamada crisis educativa en la tercera década del siglo XXI.

  • 6. Paradigmas disciplinar, transdisciplinario y de convergencia interdisciplinaria

El modelo de construcción de conocimiento de las dos primeras revoluciones industriales fue el disciplinar, centrado en la especialización. Esto significó compartimentar el saber por áreas científicas: matemáticas se enseña separada de física, química, biología, literatura, historia. La idea que subyace en este modelo es la enseñanza general y específica de un área del conocimiento. El propósito es fortalecer las capacidades y habilidades para que la evolución de cada conocimiento permita ir a lo concreto, al desarrollo particular que genere mejoras en el modo de producción y reproducción (simbólica, material, control y dominación) del capital.

La tercera revolución industrial significo un giro copernicano en esta perspectiva. El capitalismo entendió que para acompañar la aceleración de la innovación de ciclos cada vez más cortos y el desarrollo tecnológico cibernético del momento, se requería la confluencia de variadas disciplinas en la producción de las mercancías materiales y más aún en el caso de las inmateriales. La interdisciplinariedad emergió como paradigma central en la producción de conocimiento en la tercera revolución industrial. La interdisciplinariedad no es eliminación de las especificidades disciplinares, sino el desarrollo de estilos de aprendizaje que permita, por ejemplo, ensamblar las formas de pensamiento de la física, matemáticas, historia y ciencias de la comunicación en una sola episteme para la producción de mercancías: la producción de un video juego obliga a trabajar de manera compartida el conocimiento propio de la programación, neurociencia, teoría del color y la música, matemáticas, diseño gráfico y cálculo, entre otras muchas áreas del saber. Pero para ser transdiciplinario se requiere tener una adecuada base disciplinar de fundamento, para comprender las similitudes y diferencias en las formas de construir conocimiento de la química y la historia, la biología y el diseño gráfico.

Estas formas de trabajo transdiciplinario fue más fácil desarrollarlas en los planos creativos de las grandes corporaciones y empresas que en las instituciones educativas, porque en el último de los casos eso implicaba modificaciones de la estructura de empleo docente, la organización curricular y los enfoques didácticos, para citar solo algunos elementos. En el mejor de los casos se produjeron iniciativas de configurar equipos interdisciplinarios, pero la transdisciplinariedad quedó bloqueada como posibilidad de performance escolar y universitario.

Teorías críticas, pedagogías críticas y educaciones populares que desde las dos primeras revoluciones industriales criticaron el modelo disciplinar de enseñanza y trabajo, se encontraron con el hecho que el propio modo de producción y reproducción demandaba la superación del modelo disciplinar, pero esta confluencia no creó sinergias para producir un cambio que para estos dos sectores contenía horizontes teleológicos distintos; no tienen un mismo horizonte conceptual y paradigmático la transdisciplinariedad crítica que la transdisciplinariedad instrumental del modo del sistema capitalista. Pero lo cierto es que ocurrió la paradoja propia de la contradicción cuando los extremos se juntan, pero no ocurrió un cambio, no se aprovecharon las grietas, sino que se solidificó la tradición.

Las escuelas y universidades transdisciplinarias no emergieron y todos se limitó a postular la transdisciplinariedad como eje educativo transversal o incorporarlo en las narrativas de la visión y misión universitaria. Esto es lo que creo una paradoja en la cual los elementos que se consideraban revolucionarios, por su crítica a la institucionalidad educativa de las dos primeras revoluciones industriales, se convirtieron en conservadores para limitar el cambio a lo cosmético, mientras que los elementos conservadores que procuraban que nada cambiara en las dos primeras revoluciones industriales se tornaron en reformistas, aunque no supieron como hacerlo. Esta paradoja construyó un consenso de hecho que garantizó la continuidad del estatus quo educativo en un momento en el cual las necesidades de cambio educativo del sistema capitalista abrían grietas que pudieron ser usadas para el surgimiento de una nueva universidad emancipadora y sistemas escolares liberadores.  El que no ocurran cambios no significa que la sobrevivencia de lo viejo este garantizada, por el contrario, puede significar indicios de un colapso generalizado de lo conocido como institucionalidad educativa.

En esta misma orientación mutante, la cuarta revolución industrial demanda reducción sustantiva de los campos de conocimiento que se expresa en menor número de titulaciones, procurando integrar diversos campos de conocimientos en nuevas estructuras de organización del saber. La convergencia interdisciplinar no es solo suma de campos, es fundamentalmente integración de perspectivas para la construcción de un conocimiento que ahora tienden a la integración.

Esto ocurre en medio de una incorporación masiva al modo de producción capitalista de la robótica, informática y la ciencia de datos cuyos efectos se expresan en una profundización de la tendencia a reducir el empleo fabril clásico y orientar el esfuerzo humano de empleabilidad hacia componentes que les permitan trabajar en entornos mucho más dinámicos y cambiantes en constante incorporación de la innovación. Por eso, la relevancia que están tomando las habilidades blandas, el trabajo colaborativo, el pensamiento crítico y creativo, como componentes centrales de las reformas educativas de nueva generación que apuntan a consolidar la estructura epistémica funcional a la reproducción en la actual coyuntura.

La convergencia interdisciplinar es un paradigma escolar y universitario que se está forjando conceptualmente, pero que tendrá serias dificultades para su implantación en el marco del actual performance e ingeniería educativa. Institucionalizar el paradigma de convergencia interdisciplinar en los sistemas escolares y universidades implicará un rediseño operativo, secuencial y cotidiano de los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero también de la gestión educativa, que pareciera altamente improbable en el presente.

El problema para quienes quieren ir lento para no producir traumas institucionales, es que el sistema capitalista pareciera haber llegado a un punto de convencimiento que si las instituciones educativas clásica no se transforman y adaptan se debe ir progresivamente (o abruptamente) a una nueva arquitectura escolar y universitaria que se construya fuera de los márgenes de las instituciones clásicas y que tenga como epicentro las dinámicas corporativas que están construyendo nuevas formas de construir aprendizajes desde la práctica y en diálogo permanente con la innovación.

La convergencia interdisciplinar es quizá el mayor desafío educativo desde la masificación de los sistemas escolares y las universidades, al cual no se puede responder con el formalismo con el que se abordó la transdisciplinariedad.

Todo esto ocurre, cuando en el horizonte se anuncia un nuevo ciclo de reestructuración del modo de producción del sistema capitalista, con la hegemonía del transhumanismo en la quinta década del siglo XXI, con la llamada era de la singularidad que comporta extensión planetaria de las dinámicas de extractivismo, a la modificación del ADN de la vida para prolongarla, fusión de la naturaleza humana con la robótica, conexión de la neocorteza cerebral con la nube digital, entre otros elementos que no deben ser el centro de nuestra atención en el presente, pero no por ello debemos dejar de estudiar en su relación con lo educativo, por las nuevas dinámicas del régimen de dominación que intenta integrar pasado con presente y el futuro en el corto plazo.

  • 7. Despedagogización educativa

La pedagogía, vista como una propuesta sistémica para los procesos de enseñanza y aprendizaje, mediada por el factor humano, tiene por lo menos cinco componentes que interactúan entre sí de manera dialéctica, estos son: currículo, didácticas, evaluación, planeación y gestión, que se estructuran conforme los planes de estudio (proyecto educativo de un Estado, gobierno o sector), perfil de egreso (mercancía de salida) y fin último de la enseñanza (empleabilidad, construcción de ciudadanía crítica, resistencia anti sistema).

La pedagogía puede tener epistemologías diferenciadas, por lo cual es correcto hablar de pedagogías en plural. Las pedagogías, como desarrollo integrado comportan la necesidad de reflexión interna sobre sus procesos, relacionando el hecho educativo del aula con los seis niveles de la calidad educativa (Bonilla,2014): aula-aula, aula plantel, aula-comunidad de entorno, aula-región, aula-proyecto de país, aula-geopolítica del conocimiento. En ese sentido y dinámica contextualiza dora las pedagogías se convierten en una herramienta para disentir, oponer y resistir, para subvertir y romper con el papel reproductor que le asigna el sistema, por ello desde el poder se van generando rupturas con la unidad sistémica de las pedagogías para instrumentalizarla y someterla a sus fines subalternos.

Las modas pedagógicas han sido una herramienta para avanzar en la despedagogización del hecho educativo. En la década del cincuenta del siglo pasado se avanzó en la moda del didactismo, centrando la solución de los problemas educativos en las técnicas de enseñanza y sus potenciales efectos en los aprendizajes; se llegó a decir que las didácticas eran la síntesis de las pedagogías. Esta moda ha tenido altibajos en distintos momentos históricos y más recientemente se ha manifestado en los llamados al constructivismo, el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), las pedagogías activas, e incluso alguna apropiación indebida de metódicas de las educaciones populares vaciadas de su sentido integral y presentadas como simples técnicas de recuperación de saberes en las aulas.

En la década de los sesenta, en el marco del desembarco de la tercera revolución industrial[29] y los requerimientos del capital de cambiar de manera sustantiva el performance y teleología de lo escolar y universitario, se impuso la moda de la planeación escolar y la formación de directores de centro, en este último caso considerados como factores claves en el logro de las metas educativas.

La creación del Instituto Internacional de Planeamiento Educativo (IIPE-UNESCO), los programas de formación de directores y planificadores por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros forma parte de este esfuerzo. En muchos ministerios se crearon o fortalecieron, según fuera el caso, las unidades administrativas encargadas de la planificación y se establecieron protocolos de seguimiento a la planeación institucional cuyas dinámicas no se quedaron en lo supra estructural, sino que alcanzaron a los propios centros educativos. La planeación separada de su matriz educativa estructurante la pedagogía, se convirtió en el portaaviones para imponer la cultura evaluativa, la obsesión por la métrica y la estandarización, las pruebas estandarizadas, la bibliometría y los rankings.

Esto fue complementado con la moda “pedagógica que desembarcó en los setenta del siglo pasado, la moda de la evaluación educativa como epicentro de la orientación pedagógica; esta moda coincidió con la masificación mundial de la cultura evaluativa que ocurrió en la década de los setenta y que analizamos en este trabajo.

En el caso de la moda de la evaluación educativa, se impuso un debate que terminó dividiendo las aguas del movimiento pedagógico, entre evaluación cuantitativa versus evaluación cualitativa, como si este tema fuera el leitmotiv de la pedagogía. Mientras distraían a los educadores con discursos de justicia evaluativa diferenciada, paralelamente iban imponiendo el paradigma de la cultura evaluativa y construyendo las condiciones de posibilidad para su desarrollo (institutos nacionales de evaluación de los aprendizajes, pruebas nacionales estandarizadas, la necesidad de colocar y reforzar los indicadores de desempeño institucional en los sistemas escolares y las universidades.

No pretendemos negar que existe una disputa pedagógica entre evaluación cualitativa y cuantitativa, como tampoco desconocemos los esfuerzos que se venían haciendo, antes de imponer esta moda, en mecanismos de complementariedad situada entre ambos enfoques centrados en las diversidades, la multiculturalidad y sobre todo las diferencias de origen social y clase de los grupos de estudiantes, profesores, comunidades y contextos, sino subrayar que la moda evaluativa iba en otra dirección, la de despedagogizar el hecho educativo y crear las condiciones paradigmáticas para modelos evaluativos ubicados en la lógica empresarial posfordista.

En la moda evaluativa se dieron disparates descomunales, como presentar tablas de equivalencias entre números y letras (A=20-19-18, B=17-16-15-14, C=13-12-11-10[30]), que escondían la lógica del quantum detrás de clasificaciones alfabéticas, que no eran otra cosa que disfrazar el paradigma cuantitativo. Pero es que lo central no era resolver esta “disputa epistémica de la pedagogía” sino fragmentar de manera incesante la pedagogía, colocando epicentros de la enseñanza móviles en distintos momentos históricos.

Esta “desviación ideológica” del sistema capitalista no oculta la necesidad de un debate re-pedagogizado sobre los paradigmas evaluativos, pero esto debe fundarse en los vínculos indisolubles con los modelos curriculares, didácticos, de planeación y gestión escolar y universitaria.

En los ochenta, en el marco de la nueva ola de reformas educativas que trajo en su cola la globalización neoliberal, que procuraban disminuir el tamaño del Estado abriendo nuevos espacios para el capital privado, la transnacionalización y financiarización educativa, crear nuevos modelos de formación profesional que estuvieran vinculados a los modelos posfordistas de producción y empleabilidad y que convirtieran definitivamente a la educación en una mercancía que se ajustara a la dinámica de los mercados, llegó la moda del currículo escolar como corazón de la pedagogía.

Esta moda tuvo sub modas a su interior: currículo por objetivos, currículo ajustado a los contenidos, currículo interdisciplinario, currículo globalizado, currículo por competencias, entre otras.

Se profundizaba la despedagogización a la par que se procura introducir elementos de los paradigmas de Gestión de la Calidad Total (GCT), cero desperdicios, flexibilidad en la formación y la operación instrumental, acotamiento del trabajo formativo al STEM y disminución hasta la desaparición de los componentes humanistas, interpretativos de la sociedad y de pensamiento crítico vinculado a la toma de posición frente a las desigualdades e injusticias sociales.

La creatividad se resemantizó como capacidad para innovar en los entornos laborales, el pensamiento crítico como pensar en otras soluciones para problemas de la producción y la empleabilidad y se fue dejando de lado la idea de formar ciudadanos críticos que trabajaran por la ampliación democrática.

Esto no podemos verlo separado de lo que Urban (2024) señala como la necesidad intrínseca del neoliberalismo de estrangular las democracias para facilitar la progresiva supresión de derechos y la formación de mentalidades sumisas.  Esto se expresaba en educación en los elementos anteriores, pero también en una naturalización de la exclusión mediante la construcción de una nueva subjetividad que quebrara la idea de justicia del Estado de Bienestar Keynesiano para imponer una nueva subjetividad de no hay suficiente para todos, razón por la cual la educación paso de ser en la práctica del derecho a la educación a lo largo de la vida, presente en muchas declaraciones internacionales, a el derecho a la educación para la empleabilidad que contenía la competitividad para poder acceder al empleo cuando se obtuviera la titulación.

La moda del currículo profundizó la tendencia a la curricularización (Bonilla. 2018) del hecho educativo y el trabajo docente. La jornada del aula se convirtió en una rutina incesante de ejecución de objetivos conductuales, contenidos y componentes de formación, dividiendo los días de clase en un sin numero de metas diarias que no permitían el desarrollo de un ambiente de libertad para el aprendizaje sustantivo y situado. Al docente se le comienza a valorar por el porcentaje de desarrollo del currículo que haya podido ejecutar durante un año escolar y la emergente categoría de la calidad educativa se construye sobre la base de evaluaciones estandarizadas de aprendizajes alcanzados en la carrera de la ejecución curricular. Sostenemos que en esta moda, además de fragmentar aún más la pedagogía profundizando la despedagogización, el docente fue asumiendo la auto percepción de administrador curricular, en sustitución de su rol de pedagogo.

La moda del currículo como elemento de despedagogización es la de más larga extensión en el tiempo, imponiéndose como centralidad durante casi tres décadas, traspasando las fronteras del siglo XX al XXI, de un milenio a otro, incluso compartiendo escena con la moda que se impondría en los noventa.

En los noventa se fue imponiendo la moda del gerencialismo que se abría paso desde la propia década de los ochenta. Esta moda asume que el docente, director de plantel y funcionarios de alto nivel de los ministerios de educación, son gerentes que gestionan el logro de los perfiles de egreso escolar y universitario centrados en la empleabilidad de un modo de producción dinámico y cambiante por el impacto de la aceleración de la innovación tecnológica y científica. La moda del gerencialismo centra sus esfuerzos en los resultados, más que en los procesos, despojando la labor de enseñanza de su dimensión humana.

El discurso que viabiliza esta narrativa es el de la derrota de la exclusión escolar, cuando en realidad sus efectos son la racionalización. Una evidencia de ello es que en 1990 cuando UNESCO y los sistemas escolares nacionales a escala planetaria lanzan la iniciativa de Educación Para Todos (EPT) el número de niños y niñas fuera de las aulas era más de 100 millones niños y niñas de los cuales 60 millones eran mujeres y, más de 960 millones de adultos de los cuales dos tercios eran mujeres (CLADE,2024, UNICEF,1990), pero treinta y cinco años después, el número de estudiantes fuera de las aulas alcanza los 250 millones de niños y niñas en edad escolar, es decir el discurso de la inclusión sirvió para todo lo cosmético y la transferencia de fondos públicos a campañas, el multilateralismo corporaciones asociadas, pero en menor medida para lo que decía iba a hacer.

La moda del gerencialismo adquiere su clima máximo cuando la formación docente (inicial y en servicio) pierde relevancia ante la avalancha de los coaching educativos y la literatura de auto ayuda escolar. Ahora no era necesario pasar por una escuela normal o programa universitario de formación para educador, para pedagogo, sino que bastaba conseguir a un experto en motivación personal, buen comunicador y persona capaz de convertir los contenidos curriculares en narrativas amenas; así, no solo el capital “ahorra” dineros públicos para la actualización docente sino que consigue los mecanismos para transferir estos fondos estatales al sector privado de la economía, garantizando un progresivo alineamiento de los sistemas escolares y universidades con los propósitos de las empresas y el modelo industrial transicional de tercera a cuarta revolución industrial del modo de producción capitalista.

Ahora, ya no es necesaria la reivindicación del saber pedagógico ni el conocimiento científico, sino que surge un boom de publicaciones de auto ayuda educativa.  Aeropuertos, locales comerciales y librerías son invadidas por textos, escritos por aprendices de novelistas, quienes sin haber dado una hora de clase con niños y niñas de primaria dicen como se debe educar, como aprenden los chicos y hasta cómo funciona la mente.

Esta vorágine de la auto ayuda -incluso en algunos casos de manera ingenua o por ignorancia supina de sectores del pensamiento crítico- intenta asaltar el propio nombre de la pedagogía. En consecuencia, encontramos títulos de publicaciones con nombres tan pomposos como “pedagogía del abrazo”, ¨pedagogía del cuerpo”, “pedagogía de la ternura”, “pedagogía del color” y pare de contar, que solo basta someterlas a la evaluación de donde están sus dimensiones de didáctica, evaluación, currículo, planeación y gestión del aula (la pedagogía) para evidenciar que no son más que charlatanería o, en el mejor de los casos un dejavú con la moda del didactismo o un texto motivacional para el ejercicio de la profesión docente.

A esto se añade la literatura de la neurociencia, vinculada epistemológicamente al transhumanismo, que considera al cerebro humano como un CPU, al que hay que aprender como instarle software de aprendizaje. Esta fusión “invisible” entre intereses del capitalismo de cuarta revolución industrial y el de la era de la singularidad (transhumanismo) evidencia el acortamiento de los periodos de ajuste del modo de producción y reproducción capitalista y como estos comienzan a superponerse y se muestran en sistemas como el escolar y las universidades.

Pero el momento más intenso de despedagogización ocurre a finales de la segunda década del siglo XXI, cuando el centro de la acción educativa deja de ser alguno de los componentes fragmentados de la pedagogía (didactismo, planeación, evaluación, currículo, gestión) y pasa a ser un elemento polisémico y ajustable a los requerimientos del modo de producción capitalista: la calidad educativa.

Si bien, como lo expresamos en este y otros trabajos, la calidad educativa se impone como categoría de la cultura evaluativa y elemento orientador de los indicadores y metas de la educación desde la década de los ochenta del siglo XX, es hasta finales de la segunda década del siglo XXI cuando logra desplazar definitivamente a la cuestión pedagógica como elemento central de la enseñanza.

La moda de la calidad educativa se convierte en la denominación síntesis de las operaciones de cambio educativo del multilateralismo y los gobiernos, hecho es ratificado en el Foro Mundial de Educación (FEM, 2015) realizado en Corea del Sur, en el cual se establece el consenso inter gubernamental para que sea el eje de las políticas educativas de los siguientes quince años. La cita de Corea del Sur se vincula de manera inmediata con el debate de Naciones Unidas para reelaborar las Metas del Milenio (2000-2015) mediante el consenso del orden burgués en materia educativa alrededor de la llamada calidad educativa. En septiembre de ese año se aprueban los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) cuyo cuarto componente es el educativo bajo la denominación de ODS4: calidad educativa.

Ahora los debates son respecto a que enfoque didáctico, evaluativo, curricular, de planeación o gestión escolar se debe asumir para lograr la calidad educativa, diluyendo las pedagogías e instrumentalizando sus componentes. Sostenemos que el discurso multilateral de la calidad educativa es la narrativa que viabiliza el asalto bucanero más importante contra la educación a escala planetaria.

Cada una de estas modas tuvieron su propia dinámica de expansión por distintos territorios y naciones, en algunos sitios llegaron de inmediato, en otros de manera tardía, pero en casi todos los lugares se hicieron presentes. El “sentido común educativo” que estas modas construyeron fue la fragmentación como paso previo a la despedagogización educativa.

En ese marco, es imposible hablar de crisis educativa sin plantearnos una aproximación re-pedagogizante, es decir que se aproxime al asunto con una epistemología de integración de los componentes pedagógicos, para posibilitar una comprensión integral, no solo de las dinámicas de enseñanza y aprendizaje, sino también de las políticas públicas en el sector. Eso pasa por romper con la lógica del operario ilustrado y relanzar la certeza del docente como intelectual (Giroux,1988).

  • 8. Fosilización de los arquetipos institucionales educativos

Tenemos una epistemología de la estructura y funcionamiento de los sistemas escolares y las universidades que pareciera que lo único que procede es hacer cambios parciales para mejorar su funcionamiento.  No terminamos de captar que las instituciones, como todo en la vida, están obligadas a cambiar, incluso desde una perspectiva de resistencia anticapitalista, si quieren cumplir con los nobles objetivos sociales que se le atribuyen.

Ciclos escolares de 5-6 años, planes de estudio asociados a los modelos curriculares para ciclos largos[31] de innovación-tecnología y ciencia, cambio de la dinámica de oposición ciudad-campo, desconcentración de los lugares generadores de conocimiento y producción, papel mucho más dinámico del interior respecto a las capitales nacional al que sostenían hace solo décadas, tejido de instituciones de difusión cultural y científica que permean muchos más territorios que antes, acortamiento de los tiempos de validez del conocimiento profesional obtenido por titulación, nuevas dinámicas de actualización académica y extra académica, perfiles de egreso en permanente movilidad, obsolescencia de la perspectiva meramente técnica, son solo algunas de la ondas que impactan los sistemas escolares y universidades.

Hoy el capitalismo no necesita una universidad y sistemas escolares basados en la enseñanza (primera revolución industrial), la docencia y la extensión universitaria (segunda revolución industrial), el relanzamiento de la triada docencia-investigación y extensión (tercera revolución industrial), sino que demanda instituciones educativas cuyo eje sea la investigación, convirtiendo a la enseñanza y extensión en complementarias. Esta nueva lógica del capital se debe a que ha encontrado formas más eficientes de externalizar la formación y la extensión, pero aún tiene dificultades con la investigación, no solo en las llamadas ciencias duras, sino muy especialmente en las ciencias sociales y humanas.

En esa línea de pensamiento del orden dominante, el tamaño de las universidades nacionales les parece disfuncional y paquidérmico, por lo cual parecieran pasearse por escenarios como las universidades móviles, universidades de los territorios o super concentradas en agendas de convergencia interdisciplinaria. Lo que parecieran tener claro los diferentes sectores del capital, es que el actual modelo de universidad les parece ineficiente.

Nuevamente surge una paradoja epocal y es que la universidad actualmente existente tampoco apuntala un cambio estructural anticapitalista, sino que se anida en el paradigma de la democratización del conocimiento de punta que necesita el capital para su reproducción ampliada, algo que cada vez cumple con menos eficiencia.

La respuesta lejos de ser transformadora comienza a ser conservadora, preservar la institucionalidad para hacer lo que sabe hacer, externalizar lo que no sabe hacer, micro enseñanza y micro acreditación de formación extra institucional,

  • 9. Modelos de gestión empresarial y educación

En “los modelos de administración educativa y su relación con las formas de gestión capitalista” (2024) desarrollamos ampliamente los hilos que comunican, a veces de manera imperceptible, el mundo empresarial con los escolar y universitario. Trabajamos el periodo empírico (1809-1909) de gestión educativa de los sistemas escolares republicanos y sus universidades, el auge del Taylorismo (1910-1930) y el Fayolismo (1900-1945), el giro fordista (1930-1970) y todos los enfoques posfordistas (1971-2024) que van desde la Gestión de la Calidad Total (GCT), Justo a Tiempo (JT), Benchmarking, la quinta disciplina, hasta llegar al modelo Google de trabajo. La pregunta problematizadora sería cuales han sido las propuestas alternativas en cada una de estas fases, más allá de la larga espera de una revolución total para iniciar el cambio esperado.

Como la lógica que se ha impuesto en los sistemas escolares y las universidades es el perfil de egreso basado en la empleabilidad, existe una presión creciente desde el mundo de la producción, pero sobre todo de la innovación y más recientemente del llamado trabajo inmaterial para que los escolar-universitario construya el performance laboral que requiere el capital en el periodo de transición mezclado entre el fin de la tercera revolución industrial, inicios de la cuarta revolución industrial y las novedades que construyen el camino a la era de la singularidad.

El problema es que los paradigmas de gestión escolar y universitaria viven un atasco severo y perdieron la capacidad de sincronización con la lógica del capital, por lo menos desde la década de los sesenta del siglo veinte. Esto forma parte de la paradoja de instituciones fomentadas para la reproducción ampliada del capital que no logra cumplir sus funciones, pero las grietas que se generan en esta tensión irresoluta no logran ser aprovechadas por el campo alternativo, al no entenderse la situación de conjunto, quedándose cortos en sus propuestas o no logrando conseguir viabilidad para las mismas, mucho menos generar perspectiva contrahegemónica.

Hoy el capitalismo, de la transición entre tercera y cuarta revolución industrial, intenta que los modelos abiertos y flexibles de producción de conocimiento de las grandes corporaciones tecnológicas se traslade a los sistemas escolares y las universidades. Sin embargo, los efectos no esperados de la cultura evaluativa impulsada a escala planetaria desde la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación (1967), que han derivado en camisas de fuerza con nombre de bibliometría, rankings y perfiles de egreso disciplinares, pruebas estandarizadas y paradigma de la calidad educativa,  han producido el efecto contrario al esperado, construyendo un performance institucional en las Instituciones de Educación Superior (IES) que les resta movilidad para el cambio o por lo menos le coloca unos límites a este cambio que no permiten alcanzar los cambios estructurales que demanda por un lado el sistema capitalista dominante, pero tampoco el que se plantea desde las teorías críticas y las resistencias.

Por eso, ante el modelo de gestión del conocimiento de Google que se procura propagar, proponemos el modelo de gestión de pirámide invertida (Bonilla-Molina,2000) como un camino para construir una ruta de transformación y gestión de lo escolar y universitario que se corresponda a los intereses de las mayorías ciudadanas y no de las grandes élites vinculadas al capital.

  1. 10. Deriva neoliberal de la UNESCO

La UNESCO fue creada en el marco de los acuerdos post guerras mundiales, el Tratado de Bretton Woods y el modelo del multilateralismo de Naciones Unidas, siendo en la actualidad una de las instituciones internacionales con mayor prestigio en materia educativa. Esa “virtud” está siendo usada por el sistema capitalista para convertirla en caballo de troya de su ofensiva contra la educación pública.

El orden mundial que surgió de la Segunda Guerra Mundial generó un capítulo educativo para imponer la estandarización de políticas públicas: la UNESCO. A pesar de ser este organismo parte íntegra del multilateralismo de Naciones Unidas, existe una percepción extendida en la población y parte del magisterio respecto a la supuesta autonomía, neutralidad y capacidad de consenso del mismo, pero nada más errado.

Lo cierto es que la UNESCO es un organismo dependiente del sistema de Naciones Unidas cuyas decisiones estratégicas (planes, programas, autoridades, políticas, presupuesto) son tomadas hoy en día por la Conferencia General, compuesta por los representantes oficiales de los gobiernos de los 193 Estados miembros de la organización, en su inmensa mayoría con una perspectiva capitalista neoliberal. La Conferencia General que elige al Consejo Ejecutivo (CE), en la última Conferencia (2022) designó a los 58 integrantes de esta instancia.

La percepción errónea extendida sobre la UNESCO es atribuible a dos factores objetivos y uno subjetivo. Por una parte, la UNESCO, desde su creación y en el periodo de la llamada guerra fría (1917-1991), cumplió para el sistema-mundo capitalista, el rol de espacio de encuentro entre las culturas de los dos polos antagónicos (soviético-capitalista), lo cual implicaba construir una narrativa y performance funcional lo suficientemente amplio para garantizar diálogo, sobre todo en uno de los aspectos centrales de la reproducción de la ideología capitalista: los sistemas escolares y las universidades. La experiencia soviética no fue capaz de romper con la matriz institucional de la máquina escolar que impulsó el capitalismo en las dos primeras revoluciones industriales.  Este trabajo de puente entre dos mundos, en medio de una terrible guerra ideológica, facilitó la construcción del imaginario de una UNESCO progresista e incluso hasta de izquierdas, mientras que lo que estaba era intentando que el polo comunista se fuera alineando a la lógica sistémica del mercado. China hoy es la mejor expresión de los resultados a largo plazo de esta operación, un sistema escolar basado en la lógica del mercado, la neurociencia y el uso instrumental de la tecnología, que ha desterrado el pensamiento crítico y se presenta como modelo para vincular la formación escolar con la empleabilidad y el desarrollo del modo de producción capitalista.

Por otra parte, el sistema mundo le construyó a la UNESCO la identidad de punto de referencia y orientación para lo educativo. Para ello, elaboraba narrativas confusas, presentadas como resultados de consensos entre derecha e izquierda política, que defendían la inversión pública en educación a la par de propiciar un nicho para la gestión privada que fuera modelando diversas formas de privatización, mercantilización y estandarización conforme a las pautas del mercado.

Cada quien, según su perspectiva política de la educación, interpretaba y subrayaba lo que le parecía más próximo a su pensar; este nadar entre dos aguas de la UNESCO se vendía como pluralidad, cuando en realidad era la punta de lanza de sofisticadas formas de entender lo educativo como mercancía. A ello contribuyó el hecho que en buena parte de la historia de la UNESCO (1945-1993) los integrantes del órgano de dirección del Consejo Ejecutivo (CE) de la UNESCO fueran presentados como integrantes a título personal, lo cual abiertamente dejó de ser a partir de 1993, cuando pasaron a ser representantes oficiales de los Estados miembros.

En términos subjetivos, como explica Said (1978), la creciente hegemonía de la idea del conocimiento científico como un saber despolitizado fue convirtiendo el debate educativo bajo la tutela de la UNESCO en un asunto meramente técnico-pedagógico y cualquier intento de situar sus argumentos en el plano de la contradicción capital-trabajo era atacado como una desviación ideológica. En consecuencia, si la UNESCO era progresista, hasta de izquierdas, con enorme capacidad de formulación técnico pedagógica y se situaba en el olimpo del apoliticismo, esta supuesta neutralidad era presentada como objetividad y referencia respecto a lo que había que hacer más allá de los asuntos políticos e ideológicos. El apoliticismo es en realidad una forma ideológica del capitalismo que se esconde en argumentos técnicos neutrales para darle viabilidad a cambios estructurales que tendrían múltiples resistencias si se develara su real raíz ideológica.

En las últimas décadas esta objetividad educativa o sentido común educativo es presentada como un consenso «entre los que piensan», los Bancos de Desarrollo (Banco Mundial, OCDE, BID, CAF), las instancias supranacionales del mercado (Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial de Comercio), organismos de diálogo (tipo Foro Económico Mundial) y las instancias educativas del multilateralismo (UNESCO, UNICEF, entre otros), cuando en realidad todas estas instancias interpretan distintos instrumentos de la melodía que emana de las grandes financieras globales que incluso modelan las narrativas de las naciones imperialistas.

La mejor evidencia de lo que afirmamos es el proceso de modificación, a través del tiempo, de la estructura, los mecanismos de selección y el funcionamiento del CE de la Unesco. Como demuestra el documento “El Consejo Ejecutivo de la UNESCO”, desde la década de los cincuenta del siglo XX, se fueron generando reformas en sus Estatutos hasta llegar en 1991, en pleno proceso de desmantelamiento de la URSS, a definir que a partir de 1993 (27ª reunión de la Conferencia General) el Consejo Ejecutivo estaría “compuesto de Estados miembros y no de miembros elegidos a título personal” (UNESCO, 2022: 11).

Las cinco reformas del CE muestran las tensiones entre la necesidad de mostrar al público a la UNESCO como un organismo no gubernamental y ocultar su real funcionamiento como órgano dependiente de la ONU, y por ende encuadrado en la lógica del multilateralismo del sistema mundo capitalista.

Desde la creación de la UNESCO hasta la primera reforma, los integrantes del CE ostentaban la condición de integrantes electos a título personal con el aval de ser electos por los representantes gubernamentales en la Asamblea General.  Eso permitía que el organismo tuviera un aire de independencia, fundamental para la tarea asignada de espacio de encuentro, que a la vez legitimaba liderazgos que luego jugaban un rol de gobernabilidad educativa nacional y posibilitaban el proceso creciente de estandarización educativa global.

La queja creciente de los gobiernos era que no tenían un control férreo del organismo, porque a pesar de que los electores al CE, debían contar con sus avales, estos disponían con demasiados “grados de libertad”, algo que iba contra las lógicas del poder político de los Estados miembros.

Las sucesivas reformas fueron garantizando que el capital político acumulado por décadas se pusiera al servicio de los objetivos del neoliberalismo. A continuación, se sintetizan las principales reformas de las normas de conformación y facultades del CE de la UNESCO:

La reforma de 1954 dotó a los integrantes del Consejo Ejecutivo de la doble cualidad de directivo a título personal y, “representante del Estado del que era nacional”, sin que ello modificara la cualidad de composición del Consejo, “cuyos miembros no eran Estados sino personas expresamente designadas” (UNESCO, 2022, p.10). A pesar de que era presentado como una forma de funcionamiento despolitizado, esto tenía una razón político-ideológica concreta: filtrar a los representantes del Este-comunista para evitar que fueran figuras con tradición intelectual de izquierdas quienes llegaran a la conducción del organismo multilateral.

La reforma de 1968 trabajó la proporcionalidad de los territorios y regiones que conformaban el Consejo Ejecutivo, estableciendo mecanismos de rotación para garantizar que integrantes de todos los países pasaran a formar parte en algún momento el Consejo Ejecutivo. Conscientes las instituciones multilaterales del sistema mundo, respecto al desarrollo desigual y combinado del sistema capitalista (Mandel, 1975), esta orientación procuraba crear las condiciones para definir políticas diferenciadas en un marco general para territorios con desarrollos disímiles. En consecuencia, de lo que se trataba era que ningún sistema escolar, independientemente del desarrollo de las fuerzas productivas en cada país, quedara desalineado de la lógica del capital en educación.

La reforma de 1972 se concentró en establecer el periodo de permanencia de los integrantes del Consejo, a cuatro años, con el propósito declarado de dar la mayor oportunidad a los distintos países. Era evidente que el pase de nacionales por el Consejo Ejecutivo permitía contar con interlocutores locales para la implementación de las políticas de normalización y estandarización educativa, por lo cual había que garantizar que todos los países pasaran por esta instancia de dirección de la UNESCO.

La reforma de 1976 se orientó a establecer los mecanismos y procedimientos para poder sustituir a los representantes del Consejo Ejecutivo, ya fuera por ausencias temporales o permanentes. Esta iniciativa blindaba al organismo multilateral de crisis políticas internas resultantes de la necesidad de sustituir a un miembro (por muerte, renuncia u otra circunstancia) lo cual generaba tensiones y presiones de los campos ideológicos en disputa en ese momento histórico.

La reforma de 1991: modificó el “el artículo V de la Constitución de la UNESCO, relativo a la condición de los miembros del Consejo Ejecutivo, que a partir de la 27ª reunión de la Conferencia General (1993), está compuesto de Estados Miembros y no de miembros elegidos a título personal” (2022:11). Evidentemente, el proceso de desmantelamiento de la URSS, el giro lento y progresivo de China hacia la lógica del capital que venía dándose desde la reunión Nixon-Mao (1972), el curso regresivo de revoluciones como la vietnamita o la sandinista, el emerger de la inusitada aceleración de la innovación tecnológica, la crisis de estancamiento de los sistemas escolares por la incomprensión de los requerimientos del capital sobre la educación a partir de la tercera revolución industrial, la llegada de internet y el horizonte de la inteligencia artificial y su impacto en lo educativo demandaban un absoluto realineamiento de las operaciones de cambio educativo a escala global.  El paradigma del fin de la historia (Fukuyama, 1992) hacía obsoleta cualquier necesidad de consenso y encuentro entre ideologías otrora antagónicas (capitalismo/comunismo).

Desde su fundación y hasta la llegada de la tercera revolución industrial, la UNESCO tenía claro su rol de instancia para la masificación educativa, impulsando la estructuración y consolidación de los sistemas escolares con el propósito de garantizar la reproducción biopolítica del sistema capitalista mediante la educación para la democracia, la ciudadanía para el sistema político de representaciones, la educación para el consumismo y los enfoques disciplinares de aprendizaje. A la par que servía de plataforma para la distensión del conflicto geopolítico EE UU-URSS, procurando que el mundo soviético mantuviera intacta la estructura y funcionamiento de la machine educativa que apostaba por un cambio estructural fundamentado en contenidos alternativos y una elevación del estatus del trabajo en las escuelas y universidades, sin atreverse a superar la estructura escolar de Comenio (1657).

Pero el capitalismo de la tercera revolución industrial ahora requería una redefinición de la máquina escolar (Bonilla-Molina, 2023), que le permitiera evolucionar de los enfoques disciplinares a la transdisciplinariedad, que superara el ritmo de reproducción cultural abriéndose a la incorporación de lo nuevo mediante el acompañamiento de la aceleración de la innovación tecnológica, que pudiera prever el futuro inmediato y reorganizar el conocimiento que ese mañana demandaba.

Esto implicaba un giro de 180 grados para el organismo multilateral, cuya transición generó un conjunto de iniciativas de cambio paradigmático, siendo el Informe Fauré (1973) la más reconocida. El Informe “Aprender a Ser: la educación del Futuro” (1973) operó como un catalizador para las iniciativas del cambio. Primero, al postular que existía una percepción negativa de la ciudadanía en el mundo respecto a la educación y el papel de los sistemas escolares, fue abriendo paso con ello a la ola de reformas educativas que se iniciaron a finales de esa década y continúan en el presente. Segundo, subraya que lo que se enseña en las escuela y universidades está desactualizado y las instituciones escolares tienen dificultad para incorporar lo nuevo en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Tercero, enfatiza en la precariedad de los sistemas escolares para formar el talento humano que requiere el mundo del trabajo en un modo de producción que tiende a la automatización, la informática, robótica y que demanda niveles inusitados de creatividad.

El Informe Delors (1996), “¿Hacia un bien común mundial?” (Unesco, 2015) y “Futuros de la Educación” (Unesco, 2021) lo que hacen es renovar el discurso sobre la necesidad de un cambio estructural de los sistemas escolares. Paralelamente, entre 1970 y 2015, la UNESCO crea un cuerpo de intelectuales que tienen la tarea de propagar la necesidad del capitalismo en la transición de la tercera revolución a la cuarta revolución industrial como una “buena nueva”, bajo figuras narrativas como “la complejidad”, “reimaginar nuestro futuro juntos” y, más recientemente, “que hablen de educación los que saben de ello” (Unesco, 2021) que pretende limitar a un número pequeño y finito las voces a consultar sobre el destino de la educación.

En la tercera revolución industrial (1961-2011-2015) la UNESCO se mostró ineficaz en el cumplimiento de las tarea delineadas por la propia Comisión Fauré que ellos impulsaron, porque a pesar que en todo el mundo se hablaba de transdisciplinariedad, las escuelas y universidades transdisciplinarias no terminaron de nacer, se impulsaron procesos para institucionalizar el pensamiento complejo que resultaron en un desastre colosal, y la convergencia disciplinar (Bonilla-Molina, 2023) que comenzaba a dibujarse en el horizonte de los requerimientos del capital no tenía forma escolar de concretarse. Todo ello mostraba un serio estancamiento conceptual, epistemológico y paradigmático del organismo multilateral.

Sin embargo, todo el redireccionamiento de la política educativa supranacional, con tejido nacional, sirvió para imponer la cultura evaluativa (Bonilla-Molina, 2020) sobre docentes, instituciones, aprendizajes, así como la política de competencias por mercados educativos (rankings, bibliometría), mostrando eficacia política en la mercantilización, desterritorialización y estratificación escolar (Bonilla-Molina,2023).

A partir de 1993, aprovechando el desconcierto por la caída del muro de Berlín y la popularidad del discurso sobre el fin de la historia, comienza a concretarse el alineamiento y sincronización de la UNESCO con el carro del neoliberalismo educativo. Podemos decir que Federico Mayor Zaragoza fue el último director general de la UNESCO (1987-1999) que contó con el perfil de ser un académico de consensos, humanista, plural y con una mirada interesante sobre el derecho a la educación. Sin embargo, le correspondió comenzar a conducir un CE, integrado exclusivamente por representantes oficiales de los gobiernos.

En 1994, prácticamente sin resistencia alguna del pensamiento crítico en educación, la UNESCO crea el LLECE (Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación), que implica una asimilación de los paradigmas de gestión de la calidad total, estandarización regional de parámetros de medición y unificación de indicadores de seguimiento en materia de aprendizajes. Se trataba de acelerar la unificación de nuevos fines, metas, procesos y resultados impulsados en forma de políticas educativas nacionales por los Estados miembros. Esto complementaba, iniciativas de estandarización mundial, como lo fueron los acuerdos de Jomtein (1990), Dakar (2000), Foro Mundial de Educación de Corea del Sur (2015) y los Objetivos del Milenio (2000) que abrieron paso al paradigma del ODS4 de Calidad de la Educación (2015-2030) y las políticas de transformación digital de la educación (2020-2030).

La percepción que crece es que la UNESCO no ha podido construir una narrativa práctica que ilumine el horizonte del cambio educativo que demanda el capitalismo de la cuarta revolución industrial (Schwab, 2016), en un contexto de inusitada aceleración de la innovación con impacto en el mundo del trabajo y la empleabilidad, superación de la transdisciplinariedad por la convergencia disciplinar, así como de impacto de la Inteligencia Artificial (IA), reconocimiento biométrico facial, análisis de metadatos, internet de las cosas y bloques de datos en la educación.

La traducción simplista que hacen muchos decisores sobre las medidas a tomar se limita a crear nuevas materias, aulas invertidas de tecnología y otras prótesis tecnológicas (Sadin, 2020) para los sistemas escolares, cuando lo que pareciera demandar el centro tecnológico-económico capitalista es una reestructuración total de lo escolar, incluidas las nociones trabajadas hasta ahora de currículo, didácticas, evaluación, planeación y gestión escolar. UNESCO, al ser dirigida por representantes de gobiernos, tiene la lógica y los tiempos políticos de las burocracias gubernamentales y comienza a mostrar signos de incapacidad para resolver los desafíos del capitalismo actual. Tal vez por ello, otros organismos (BM, BID, CAF, OCDE, WEF, G-20 educativo) comienzan a disputarle su liderazgo en la conducción de la agenda educativa global. Esto se ha podido ver en la configuración de las políticas educativas globales a través del “filantrocapitalismo digital” (Saura, 2020).

Todo ello ocurre en medio de una parálisis cognitiva en una parte importante del pensamiento crítico en educación, como se evidenció en los preparativos y realización de la Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES 2022) y el llamado Plan de acción en Educación Superior que sin consenso alguno pretende imponer UNESCO como ruta de cambios en el sector de la educación universitaria. Lo ocurrido en Barcelona (CMES 2022) es realmente vergonzoso y muestra la subordinación del organismo multilateral al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), (BM), FEM  (WEF), la Organización Mundial de Comercio y la “infocracia digital” (Han, 2022)  en temas como micro acreditación, formación profesional en manos del sector empresarial, formación universitaria de corta duración (dos años), revalidación periódica de las titulaciones profesionales, desmantelamiento de la formación en ciencias sociales y humanas teniendo como eje el nuevo paradigma de educación a lo largo de la vida para la empleabilidad.

La UNESCO es hoy, un organismo subordinado hoy a la lógica neoliberal pero, paradójicamente, con serias limitaciones para interpretar el horizonte de cambios que demanda el capitalismo bajo el formato de transformación digital. Navega a tientas en esta materia y esto le puede significar una derrota estratégica pues pareciera no estar en capacidad de llevar el barco de la educación ni al puerto del capitalismo digital, mucho menos al de la emancipación pedagógica.

La UNESCO está viviendo una crisis estructural de identidad, eficacia y legitimidad. Esta crisis se debe a la legitimación del modelo neoliberal y a los avances del capitalismo en la era digital en educación sin que ello haya significado que realmente pueda operar como institución de vanguardia para el neoliberalismo, en un marco de impacto profundo de la aceleración de la innovación en el modo de producción capitalista, que le demanda otro tipo de educación y funcionamiento escolar, mientras cada día está más de espalda a una educación al servicio de los pueblos. La única consigna de trabajo que mantiene que le dota de algún cable a tierra es la de la inclusión, pero cada vez más esta idea aparece mediada por el protagonismo del sector privado.

A pesar de ello, la UNESCO es aún un campo de disputa que no se puede abandonar. Pero trabajar para otra UNESCO posible pasa por romper el cristal de la inocencia pedagógica y política.

  1. 11. El know-how docente en el presente

Know-how es una definición de origen inglés, usada para distinguir los elementos que conforman el saber “como se hace” algo. Sostenemos que el ejercicio de la docencia está sometido a una tormenta con vientos huracanados y cruzados, generados por los componentes de la brecha epistémica analizados, tempestad que se presenta como crisis educativa pretendiendo hacerse visible en el aula, en el ejercicio de la profesión docente, cuando en realidad su origen excede a las posibilidades de los trabajadores de la educación. Este impacto profundo en el aula plantea retos y desafíos difusos respecto al Know-how docente, que producen paradojas que lejos de superar la noción de crisis la incrementa.

Estas paradojas son generadas por la colisión incesante entre la tradición pedagógica y innovación (no solo pedagógica, sino también tecnológica y cultural), en cuyo proceso se pretende dotar a lo nuevo -bajo el formato de innovación- con un falso determinismo de “bueno” y la tradición como “anticuado y obsoleto”, cuando ambas categorías deben ser valoradas en sus dimensiones ideológicas, teleológicas y contextuales. Peor aún, cuando la categoría innovación se vincula a un segmento de la totalidad educativa, de manera desconectada y, en el resto se exige seguir trabajando de manera tradicional, la paradoja se convierte en caos; esto que ocurre muy frecuentemente, es una especie de pulsión a hablar de lo nuevo, pero seguir haciéndolo las cosas en el aula como las rutinas enseñan.

Por ejemplo, mientras el sistema escolar y universitario se estructura sobre un currículo prescrito, que contiene objetivos y metas en el tiempo del aula, al docente se le exige flexibilidad curricular, trabajo con pedagogías activas, perspectiva transdisciplinaria, didácticas centradas en el niño, evaluación cualitativa, así como el desarrollo de habilidades blandas que se amplían y modifican permanentemente. Mientras esto ocurre, los modelos de seguimiento, supervisión y evaluación son cuantitativos y asociados a las metas del currículo cerrado y prescrito. Esta especie de esquizofrenia escolar solo puede conducir a precarios resultados de aprendizaje o la práctica del cumpli-miento[32].

Es innegable que el trabajo docente debe evolucionar conforme los elementos culturales, sociales, políticos, tecnológicos, económicos y paradigmáticos de cada tiempo histórico, pero esa transformación debe fundamentarse en las ciencias pedagógicas y tener como lugar de enunciación los saberes docentes y la praxis del aula, nunca los intereses del gran capital trasnacional

  1. 12. Vacíos epistémicos

A los efectos de este trabajo mencionaremos muy brevemente, que los estilos de enseñanza y aprendizaje cada vez dan menos cuenta de la diversidad de enfoques epistémicos que subyacen en la construcción de conocimiento. Es absolutamente falso que se llegue por la misma vía al conocimiento nuevo en la química o la física, la biología y la historia, la literatura y la música, la geografía y la sociabilidad.

El desconocimiento de esta diversidad epistémica condice a monismo metodológico, conceptual, pedagógico y de logros que conspira contra cualquier transformación radical d ellos sistemas escolares y las universidades. Necesitamos develar esta realidad para demostrar la falsedad de las razones de la noción de crisis educativa que quiere imponer el sistema capitalista y que forma parte de la brecha epistémica.

  1. 13. La cultura evaluativa en educación: intento desesperado del capital por cambiar el rumbo de los escolar y universitario

La cultura evaluativa en educación, es el esfuerzo del sistema capitalista, convertido en políticas públicas para el sector, que procura resolver mediante pruebas, jerarquizaciones, estándares y competitividad, el desfase que detectan entre la aceleración de la innovación científica-tecnológica y los requerimientos del modo de producción en la nueva etapa histórica, respecto al quehacer cotidiano de los sistemas escolares y las universidades. La cultura evaluativa en educación es un esfuerzo sistémico para intentar resolver eso que el sistema denomina crisis educativa.

Es decir, a la cultura evaluativa en educación tenemos que valorarla por sus resultados en ese sentido, no por lo que ha devenido, una maquinaria incesante de alineamiento de todas actividades de las instituciones de educación superior (IES), las escuelas y centros de enseñanza. Hoy pareciera naturalizado que la función de las universidades es la propia de la bibliometría, la adaptación a los estándares que permiten la acreditación, la productividad centrada en el número de artículos, papeles de trabajo, documentos y citas referenciadas de los mismos, los sistemas de remuneraciones y escalafones de cargo basados en ese paradigma.

Si bien los componentes de la cultura evaluativa en educación son la jerarquización, competitividad y productividad en el logro de los indicadores y metas de calidad, pertinencia, eficiencia, impacto e innovación, es necesario precisar que la calidad educativa ha venido trasladando su epicentro respecto a la enseñanza con pensamiento crítico, creatividad, mentalidad científica y compromiso social, a la idea de cero desperdicio, propio del modelo gerencial al que se adscribe: la Gestión de Calidad Total (GCT); este esfuerzo se concreta en aprender para la empleabilidad, es decir, para el vínculo con el modo de producción con mentalidad adaptativa, sumisa, alejada de la conflictividad laboral, al asumir como propio el paradigma de la jerarquización, competitividad y productividad. Si cumples estas premisas seguramente serás exitoso es el mantra final de la cultura evaluativa en educación.

Pero, este mantra y performance alcanzado por las universidades ha ido difuminando el propósito central de la cultura evaluativa en educación, la sincronización de la actividad educativa propia a los ritmos de la aceleración de la innovación y los cambios del modo de producción capitalista. Es decir, su propia eficacia y eficiencia esta siendo cuestionada, porque las dinámicas que la expresan han creado rutinas, protocolos, sistemas (con output precisos) que tienden a consolidar las formas de gestión del conocimiento de la tradición y no del modelo de expansión de la innovación capitalista.

La cultura evaluativa en educación destruye el pensamiento crítico, compromiso social transformador, el ejercicio pleno de la ciudadanía, la creatividad asociada a la justicia social e incluso los propios ideales de democracia, pero con todo ello tampoco le resulta útil para lo que fue creada por el sistema, la sincronización con la innovación y las necesidades del modelo productivo.  Por ello, muchas de las dinámicas de actualización tienden a externalizarse e instancias como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)[33] comienzan a plantear que la formación profesional se traslade directamente a las fábricas y que el papel de la universidad sea acreditar esos aprendizajes y titular profesionalmente esa formación relocalizada.

En los sistemas escolares, educación preescolar, primaria, secundaria y educación técnica profesional media, las pruebas estandarizadas se han constituido en el referente más visible de es a cultura evaluativa en educación. A partir de sus resultados se justifican políticas públicas que alinean con paradigmas como el STEM, el STEM+A, los llamados campos unificados de aprendizaje (biología + matemáticas + física + química / historia + geografía + estudios sociales / entre otros) que con el discurso de romper con la fragmentación[34] disminuyen a su mínima expresión el conocimiento que se considera “desperdicio” en los nuevos enfoques educativos de sectores importantes del capital vinculados a la producción de mercancías.

Los problemas de brecha epistémica en este campo, intentan ser resueltos por una especie de ensayo y error mediante “novedades” que se promocionan como propias de la innovación de los nuevos tiempos. Estos sin sentido suelen ser justificados con los resultados de las pruebas estandarizadas.

Antecedentes

La pulsión de jerarquización –para la promoción de la competencia y productividad agregaría- propia del capital y el sistema capitalista, como lo explica Brasky (2018), se expresó tempranamente en América con el caso de las universidades de los Estados Unidos desde 1870[35]; sin embargo, la clasificación universitaria en Europa y otras regiones ya había iniciado, pero sería en la década de los ochenta del siglo veinte cuando se construyó hegemonía sobre su necesidad.

Si bien los sistemas de clasificación jerárquica de universidades o departamentos existen en los Estados Unidos desde hace más de un siglo, los rankings comenzaron a adquirir mayor visibilidad e importancia a partir de su aplicación sobre la enseñanza de grado, como cuando en 1982 se publica la Fiske Guide to Colleges, por ejemplo. Pero alcanzaron repercusión masiva por la publicación, a cargo de Roberto (Bob) Morse,[1] del U.S. News & World Report (America´s Best Colleges) en 1981.

Desde su primera aparición en 1983, las revistas USNewsy el World Report de los colegios y escuelas de postgrado han recibido mucha atención del público norteamericano. El USNWR publica anualmente las mejores escuelas de postgrado de Estados Unidos en base a seis indicadores principales y diez sub-variables que incluyen la reputación académica, la selección de los estudiantes, los recursos docentes y financieros, la tasa de retención y la satisfacción de los alumnos.[2] (Brasky,2018,epub)

Pero vamos por partes. El hecho que la URSS[36] hubiera tomado la delantera en la carrera espacial al colocar el primer satélite en órbita, la llegada de la tercera revolución industrial (1961[37])  y la crisis capitalista en ciernes[38] generaron una preocupación inusitada en la élite imperialista norteamericana, buscando en la educación causas y posibilidades de salir de esa situación. La preocupación central consistía en la precariedad con la cual los sistemas escolares y universidades incorporaban los elementos emergentes de la aceleración de la innovación (Schumpeter,1942)[39] y los componentes[40] que le caracterizan a partir de la tercera revolución industrial, limitando la implementación de sus fases[41] en el modo de producción capitalista.

El Informe Colleman (1966) fue el inicio de un conjunto de operaciones del capital para construir hegemonía sobre la necesidad de un cambio estructural de los sistemas escolares y las universidades que aún no se ha cerrado: el problema es que la izquierda pedagógica no se ha sabido situar de manera alternativa ante un asunto que a todas luces procura un cambio radical y no una simple reforma coyuntural. El informe Colleman genera la necesidad de evaluar de manera sistemática a la educación para poder monitorear si se está produciendo la adaptación escolar y universitaria que demanda el modo de producción.

Pero los Estados Unidos, la nación imperialista dominante entendió que no estaban solo ante una cuestión educativa nacional, sino ante un problema generalizado del sistema capitalista mundial. Por ello, un año después del Informe Coleman, el presidente Lyndon B. Johnson convoca a la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación (1967) en la cual participan 150 delegados de 52 países. Esta Conferencia logra instalar la idea de un cambio inminente en la agenda educativa la cual era necesario monitorear y evaluar de manera sistémica.

Al año siguiente, Philip H. Coombs, quien había estado al frente del departamento de educación en la administración de Kennedy y luego sería un factor determinante en la creación del Instituto Internacional de Planeamiento Educativo (IIPE) de la UNESCO, el cual dirigió, publicó su libro “La crisis mundial de la educación: perspectivas actuales”. Coombs a quien le había correspondido elaborar el documento de trabajo para la Conferencia convocada por el presidente Johnson, usó la versión final de su trabajo como base para su libro.

Coombs (1968, p.244) define dos tácticas (establecer la relación sistémica de la crisis y dedicar una parte importante del esfuerzo del cambio a las innovaciones) que demandas cinco objetivos prioritarios (págs. 246-254) de modernización de: la administración docente, personal docente, proceso educativo, finanzas de la educación y mayor énfasis en la educación informal. En el segundo de los objetivos plantea la necesidad de evaluar los sistemas escolares y las universidades.

Estos tres grandes acontecimientos -Informe Coleman, Conferencia Internacional sobre la crisis mundial de la educación, texto de Coombs- hacen que UNESCO convoque en 1972 a la conformación de una comisión internacional que estudie el estado actual de la educación mundial. Esta comisión, presidida por un ex ministro francés genera el Informe “Aprender a ser: la educación del futuro” (1973, Fauré, Herrera, Kaddoura, Lopes. Petrovski, Rahnema, Champion) donde se plantea adoptar el espíritu científico para facilitar la innovación educativa, mediante una estrategia de políticas educativas construidas a partir de información derivada de la evaluación.  Esto hace que durante toda la década de los setenta se popularizara la noción de cultura evaluativa para contar con información necesaria para el impulso de las reformas y los cambios estructurales. La idea de cultura evaluativa construye hegemonía a nivel mundial.

Las categorías de la cultura evaluativa

Con la llegada de la globalización neoliberal en los ochenta del siglo XX, el capitalismo promueve reformas de Estado para reducir el tamaño de lo público y permitir la supremacía del capital internacional, generándose contradicciones con el capital nacional que escapan a los límites de este trabajo.

La globalización neoliberal insiste en la necesidad de racionalizar el gasto público y las políticas públicas, para lo cual la investigación y la evaluación institucional resultan fundamentales. Instancias como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y su Instituto Internacional de Planeamiento Económico y Social (ILPES), Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Organización para la Cooperación y del Desarrollo (OCDE) y el multilateralismo educativo (especialmente UNESCO) generan y adoptan las categorías fuerza que guiarían la cultura evaluativa en las siguientes décadas.

Para los primeros niveles de la enseñanza se priorización los indicadores de calidad (a partir de los modelos Deming y de Gestión de Calidad Total [GCT]) y pertinencia (empresarial y empleabilidad), mientras que para la educación superior y la investigación educativa se agregan los de impacto (relevancia), eficiencia (que contiene eficacia) e innovación (actualización) valoradas desde la competencia, jerarquización y productividad, con el propósito de propiciar los cambios necesarios para actualizar los sistemas escolares y las universidades a los requerimientos del capital. Esto fortaleció la idea de crear organismos nacionales de evaluación educativa[42] y procesos de medición del desempeño universitario.

La cultura evaluativa en educación consigue en la era neoliberal las categorías fuerza que le permitirían pasar a la fase de indicadores y metas, que abrieran paso a la institucionalización de la misma.

David S. Webster (1986) propone que las clasificaciones universitarias deben estar organizadas y jerarquizadas según indicadores de calidad académica de cada departamento o escuela en específico y, no solo por IES en general, llevando la cultura evaluativa hasta el último estamento institucional.

La calidad educativa pasa a ser la entidad enunciativa que viabiliza el conjunto de indicadores de la cultura evaluativa. Esto tiene un problema central y varios asuntos que vale destacar. El problema reside en el carácter polisémico del concepto de calidad educativa, que es como una “plastilina” que se moldea según los paradigmas universitarios, las necesidades de quienes orientan la planificación nacional y las disputas de los grupos económicos trasnacionales; al no existir un concepto homologado y universalmente aceptado se opta por establecer indicadores, objetivos y metas que terminan siendo instituidos por las universidades consideradas de tradición y prestigio, pero que de manera alguna constituyen una muestra relevante del universo de la educación superior.

Por otra parte, este esfuerzo por llevar la cultura evaluativa hasta la médula espinal de las universidades, sus profesores y estudiantes, no solo fomenta la competencia en función de alcanzar estándares de productividad empresarial, sino que destruye su propia esencia. Es imposible construir conocimiento relevante con una camisa de fuerza que obligue a generar producción intelectual, material y social según unas matrices y empaques que tienden a generar cada vez menos grados de libertad académica.

Paradójicamente esta situación va generando todo lo contrario a lo que se propuso originalmente la cultura evaluativa del propio capitalismo en los sesenta y setenta del siglo XX, porque la innovación es sustituida por moda, la profundidad analítica por popularidad en la bibliometría, la relevancia por jerarquización y la densidad intelectual por volumen de producción, generando espíritu conservador en la medida que se asciende en las clasificaciones.

Como señalan Pérez-Esparrells y Gómez-Sancho (2010) en los ochenta y noventa del siglo XX, fueron publicaciones económicas como Business Week, U.S. News & World Report, Financial Times, The Economist o el Wall Street Journal quienes comenzaron a establecer clasificaciones universitarias con criterios economicistas y de innovación basados en la adquisición y manejo de tecnología de punta, entre otras la digital-virtual, pero no limitada a ello. Son los analistas generadores de opinión económica quienes intentan que las clasificaciones permitan retomar el rumbo propuesto por el sistema para la cultura evaluativa.

En los noventa del siglo XX las clasificaciones universitarias se mostraron como un campo de disputa entre los distintos sectores del capital interesados en aproximarse al asunto como un mercado educativo.

Rankings y cultura evaluativa en educación

Las ideas de actualización y relevancia anunciaban la exigencia de empalmar con la aceleración científica-tecnológica, usando la cultura evaluativa como el “abrelatas” del cambio exigido. Sin embargo, los rankings implementados a finales del siglo XX e inicio del XXI, han tenido poca capacidad de incidir en este sentido. Por el contrario, estos rankings se han convertido en odiosas clasificaciones que fomentan el paradigma competitivo, pero no resuelven el desfase entre lo que se enseña y las innovaciones necesarias para actuar en el modo de producción y, el mundo impactado por la tercera y cuarta revolución industrial.  Estos rankings se han convertido en carreras desenfrenadas por publicar en revistas indexadas y trabajar con investigadores de amplio reconocimiento, que obligan a citar textos recientes, que no necesariamente son actuales.

El ranking de Quacquarelli Symonds, mejor conocido como QS[43] es generado por una compañía inglesa fundada en 1990, la cual, en pleno auge de la cultura neoliberal, trabajó para generar clasificaciones mundiales que sirvieran para valorar el impacto de estudiar en el extranjero, es un ranking que modela la internacionalización en educación y que en los últimos tiempos realiza estudios sobre distintas carreras en el pregrado, estudios de postgrado, especialmente de Maestría, Doctorado, PhD y los postgrados de negocios o MBA.

El tema de los Rankings universitarios muestra de manera nítida, no solo el surgimiento de una nueva potencia económica mundial, sino su plena adscripción al paradigma educativo neoliberal. China irrumpe como uno de los referentes de estas clasificaciones que procuran orientar la actividad de la academia mundial. El Academic Ranking of World Universities (ARWU), mejor conocido como el Shanghai Ranking, fue compilado en el 2003 por la Universidad Jiao Tong de Shanghai. Los criterios de ese ranking parten de la calidad educativa, que como hemos visto constituye una de las categorías fuerza del discurso educativo neoliberal y de la cultura evaluativa que el promueve.  ARWU[44] trabaja calidad de procesos y de resultados investigativos, añadiendo su relación con la pertinencia y el impacto per cápita de la actividad institucional, teniendo un gran peso en esa clasificación el que las universidades cuenten con investigadores que hayan obtenido premios internacionales, especialmente Nobel y Medallistas Fields.

El ranking THE, las siglas de Times Higher Education creado en el 2001, adquiere nuevos énfasis desde 2010 cuando se separará en el año 2010 de QS World University Rankings. THE es un ranking bibliométrico que trabaja la información que le suministra Thomson Reuters, una empresa de información que se cotiza en la bolsa de valores y forma parte del complejo industrial cultural del siglo XXI.

El Center for World-Class Universities desarrolló el World University Rankings[45] (CWUR), desarrolla desde 2012 las nociones de calidad educativa vinculadas a capacitación de les estudiantes y el prestigio de sus académicos dado por el impacto de sus investigaciones, fundamentalmente determinado por su incidencia en publicaciones arbitradas e indexadas.

Otros Rankings, como el Eduniversal[46], el Factor G centrado en el uso del motor de búsqueda de Google, el descontinuado HEEACT elaborado por el Consejo de Evaluación y Acreditación de Educación Superior de Taiwán que pasó a llamarse desde el 2012 Ranking de la Universidad Nacional de Taiwán, el HRLR (2007) que en español significa Revisión Laboral y de Recursos Humanos el cual trabaja la calidad educativa en aspectos asociados a los egresados, ejecutivos y la competitividad del capital humano formado por las universidades, el RPI (2010) o índice australiano de rendimiento de la investigación en las universidades de alto impacto, el Nature Index o Índice de la Naturaleza centrado en la investigación de las llamadas ciencias naturales y ciencias de la vida, el Mines Paris Tech, el RUR generado en Moscú, entre otros, pasaron a ser referentes de las actividades más recientes de publicación e investigación, pero no resolvieron el empalme de la actividad académica con la aceleración de la innovación.

Un elemento importante a ser tomado en cuenta, es que la mayoría de estas clasificaciones, se concentraban en mostrar trabajos ampliamente referenciados entre autores e instituciones renombradas, convirtiéndose en una especie de juego de “dar vueltas sobre sí mismo y morderse la cola”.  Estos rankings se mostraron ineficientes para romper con todas las dimensiones de la brecha epistémica, ya que muchos de las actividades “rankeadas” necesariamente no daban cuenta de las tendencias de la aceleración de la innovación tecnológica en cuanto a su impacto en el mundo del trabajo, la educación y la gobernabilidad.  Muchos de ellos terminaron reafirmando lo que denunciaba el Informe Fauré (1972), incapacidad para prever situaciones educativas y sociales como la que ocurrió en el COVID-19 y limitaciones para proveer prácticas emergentes de educación virtual y para generar contenidos digitales.

Los Ranking de Leiden[47] (2008), SCImago Institutions Rankings SIR (2009), SCImago Journal & Country Rank SJR (2009), Ranking Web de Universidades, Webometrics (2004), Performance Ranking of Scientific Papers for World Universities NTU (2007), International Colleges & Universities UNIRAK (2005), tampoco escaparon a la tendencia descrita anteriormente.

Los rankings estimularon la competencia universitaria y facilitaron el desembarque de la mercantilización educativa, pero no resolvieron la brecha epistémica existente entre la actividad académica y lo que se requería para empalmar con el ritmo de la aceleración de la innovación

Del LLECE a las pruebas PISA

Una vez que el neoliberalismo educativo aporta las categorías de la cultura evaluativa, el gobierno -neoliberal- de Salinas de Gortari en México auspicia el encuentro de Monterrey, Nuevo León México, donde se crea el Laboratorio de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE), adscrito a la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC), del cual forman parte autoridades educativas de los países de la región de ALC.

El LLECE institucionaliza en el multilateralismo la cultura evaluativa en educación y promueve su escalamiento en los sistemas escolares nacionales. Las primeras pruebas estandarizadas regionales que se diseñan son las del Primer Estudio Comparativo en Educación (PERCE), a las que seguirían años después el Segundo Estudio Comparativo Regional en Educación (SERCE), el Tercer Estudio Regional Comparativo en Educación (TERCE), el Estudio Regional Comparativo en Educación (ERCE) y actualmente se avanza en una nueva batería de pruebas estandarizadas.

Las pruebas estandarizadas del LLECE muestran las inconsistencias del término y se refieren, en primer término, a valoraciones de los niveles alcanzados de aprendizaje y, en segundo, a aprendizajes más factores asociados al aprendizaje.

El camino que abre UNESCO en Latinoamérica (sin mayores oposiciones de la izquierda pedagógica, los gremios y sindicatos docentes, las organizaciones sociales que luchan por la educación, entre otras) le sirve a la OCDE[48] como marco de referencia para impulsar a nivel mundial, prácticamente de manera impune, las pruebas estandarizadas conocidas por sus siglas PISA (Programme for International Student Assessment).

Los resultados de las pruebas estandarizadas, propias de la cultura evaluativa en educación, se convierten en elementos que justifican la operacionalización de los cambios que la agenda neoliberal de coyuntura se plantea, pero al igual que en el tema universitario, se produce una pérdida de perspectiva y largo aliento a los fines que el propio sistema se había propuesto: lograr que la educación anticipara la enseñanza que requería el sistema (Faure,1973).

Insistimos, nuestra perspectiva es que la cultura evaluativa implementada por el sistema capitalista en el sector educación, tanto en escuelas como universidades, no solo ha resultado ineficiente para propiciar la transformación del sector, sino que ha construido una camisa de fuerza que evita el cambio al moverse en círculos como si fuera un uróboro mordiéndose la cola. La cultura evaluativa ha sido abrazada con frenesí por las autoridades y académicos que quieren dar la sensación de actualización permanente en narrativas sin que esto signifique movilidad institucional alguna, por el contrario, la refuerza para la comodidad de sus defensores.

  1. 14. Del Apagón Pedagógico Global (APG) al estallido de la burbuja educativa

En el año 2015 un conjunto de 207 pedagogos, desde distintos lugares del planeta, lanzamos una alerta sobre la posibilidad de un giro abrupto a la virtualidad y las peligrosas consecuencias que ello generaría en materia de exclusión. Durante casi cinco años se hicieron los mayores esfuerzos por auspiciar políticas educativas que mitigaran el impacto de la digitalización, lamentablemente la mayoría de decisores consideraban que una situación así era altamente improbable en Latinoamérica y el caribe. Esta valoración la compartían numerosos dirigentes gremiales y sindicales del magisterio, así como buena parte de la izquierda pedagógica.

La alerta sobre el inminente Apagón Pedagógico Global (APG), como le denominamos, se fundamentaba en el análisis de las inversiones de las grandes corporaciones digitales y los anuncios que venían haciendo desde 2011 en la feria de tecnología de Alemania, ampliamente confirmado en el Foro Mundial de Educación (Incheon, UNESCO, 2015); lo que no podíamos prever era el mecanismo para esta masificación virtual y simultánea que se utilizaría.

La llegada de la pandemia del COVID-19 resolvió las interrogantes que se tenían y complementó el circulo del análisis. A partir de marzo del 2020 y en solo semanas, se instaló un nuevo modelo de privatización educativa, estratificación escolar y alfabetización tecnológica. La mayoría de Estados nacionales abandonaron la obligación de garantizar las condiciones mínimas de aprendizaje y fueron las familias, docentes y estudiantes quienes tuvieron que asumir los costos operacionales de la transición de lo presencial a lo virtual, generándose un modelo de neo privatización educativa que se extiende en la post pandemia con los modelos híbridos de enseñanza.

Ocurrió una estratificación escolar sin precedentes en el último siglo, conforme a las posibilidades de acceso y uso de dispositivos de conexión remota. Esta estratificación se expresó en a) estudiantes que no solo tuvieron acceso a la tecnología virtual-digital, sino que contaran con apoyo familiar para la transición de lo presencial a lo virtual, b) aquellos que sin apoyo alguno accedieron a equipos de conexión e internet, pero avanzaron hasta que la mecánica de ensayo y error se lo permitía, c)quienes no lograron acceder a la tecnología digital-virtual y tuvieron que conformarse con radio y televisión educativa analógica, o solo con guías impresas; este sector tiene el agravante de auto percepción de la tecnología por origen social de clase, d) quienes no tuvieron ningún vínculo pedagógico. Esta estratificación quebró los avances que se habían hecho en el último siglo por intentar lograr que la escuela cumpliera labores de mitigar las diferencias de los estudiantes resultantes de su situación socio económica.

Finalmente, más allá de los excluidos por esta situación de mercantilización disfrazada, se produjo una masiva alfabetización instrumental en el manejo de plataformas virtuales a escala planetaria que construyó la cultura del “operario ilustrado”, quien sabe encender y operar la tecnología, pero es incapaz de conocer la epistemología que subyace detrás de ella, esta inhabilitado para comprender su diseño estructural.

El APG se cumplió con su carga terrible para el futuro de la educación y renovó la voracidad de los sectores económicos sobre la educación. Solo en la pandemia las 11 corporaciones tecnológicas más importantes obtuvieron 3.2 billones de dólares de ganancias (OVE,2021), en su mayoría como resultado de la masificación mundial de las conexiones virtuales.

Estos modelos de neo privatización y estratificación escolar se prolongan en el tiempo con los llamados modelos híbridos de enseñanza y aprendizaje. Por ello vemos con preocupación que en muchas universidades se este dando un proceso de institucionalización de los porcentajes educativos a ser dados por medios remotos, lo cual es un ataque certero al derecho humano a la educación (ahora tendríamos que agregar: presencial).  No estamos diciendo que hay que excluir lo digital-virtual de las aulas, sino que debemos limitarlo a lo que es en realidad, un complemento a las labores de enseñanza que en ningún caso puede sustituir la presencialidad.

Solo al salir de la pandemia, instancias como el Foro Económico Mundial (FEM), Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), OCDE y hasta la propia UNESCO, comenzaron a hablar de nuevos escenarios educativos a partir del 2030, en lo que hemos denominado como intentos por construir un giro sin precedentes mediante el estallido de la Burbuja Educativa (EBE). Esta burbuja educativa se expresa en la demanda del capital que difícilmente podrían cumplir los sistemas escolares y las universidades, fundamentalmente porque no comprender de manera integral al capitalismo de la tercera década del siglo XXI, es decir son presa de la brecha epistémica.

Algunos elementos que configuran el EBE son las demandas de un máximo de 30 profesiones, la micro acreditación universitaria que intenta que cada vez más el aprendizaje profesional se realice en las empresas, con dineros extraídos de la educación pública, quedando la universidad para acreditar lo que los dueños del capital entienden como formación universitaria. Además, la lentitud con la cual los sistemas escolares y la universidad incorpora los elementos de la aceleración de la innovación está creando un desfase de estas instituciones sin precedentes, en buena medida por causa de la desinversión educativa que adelantan los gobiernos, pero también por resistencia a darle paso a un nuevo performance del conocimiento y la institucionalidad.

¿Qué eso es lo que quiere el capital y que no podemos hacerles el juego? Ese es el argumento más difundido para no propiciar el cambio, como si la escuela y universidades que tenemos se correspondieran a un diseño en favor del pueblo, cuando en realidad como hemos venido explicando su esencia en los últimos trescientos años ha sido el acomodarse a las exigencias del mercado y los capitales.

Descubrir el tejido de elementos del capital que asaltan la idea de lo público en educación y conforman la brecha epistémica no debe ser motivo de parálisis, por el contario nos dota de elementos para pensar alternativas situadas en el contexto de la ofensiva del capital en el presente.

  1. 15. ¿Es posible construir alternativas?

Absolutamente sí. Pero las alternativas tienen que superar la brecha epistémica para adentrarse en la complejidad de la actual situación de cambio educativo, en la cual el capital ha logrado avanzar por múltiples caminos en el asalto comercial de lo educativo. Esta superación de la brecha epistémica puede contribuir a tener una mirada mas integral, dinámica y situada de lo que hoy el capitalismo denomina como crisis educativa, para poder trazar estrategias de contención, reversión y apertura de lo nuevo desde una lógica del común, no del mercado.

En esta estrategia identifico cuatro sectores que es importante potenciar y articular. El primero, el movimiento sindical clasista docente, que aunque también sufra el impacto de la brecha epistémica ha conservado el reflejo básico para enfrentar al capitalismo en el terreno educativo. Segundo, los movimientos de las juventudes que tienen la capacidad de conectar con las resistencias emergentes como lo hemos visto en los últimos años con el movimiento feminista, ambientalista, anti racial y en apoyo a Palestina. Tercero, la academia crítica que sobrevive a la mercantilización, estandarización, bibliometría y rankización de las universidades y centros de investigación. Cuarto, el movimiento de familias trabajadoras cuyos hijos van a la escuela y que apuestan por una educación que dote a los estudiantes de herramientas para la vida concreta. Quinto, el movimiento social organizado, que por lo general tiene conexiones con los procesos educativos y que constituyen bolsones de resistencia anti sistémica.

Eso sí, se necesita mayor producción de teoría crítica respecto a los elementos de la brecha epistémica para entrar a la disputa contra hegemónica y, como esa teoría producto de la práctica permite construir otros modos y rostros para la necesaria transformación.

No se puede caer en la trampa del inmovilismo, que señala que como esta vez el cambio lo plantea el neoliberalismo y el capitalismo en general, tenemos que preservar todo como está, como si hasta hace poco no hubiésemos levantado las banderas de la transformación educativa.

Eventos como los Congresos Mundiales contra el Neoliberalismo Educativo son escenarios para pensar lo nuevo en clave de radicalidad.

  1. 16. Un proyecto de investigación permanente

El análisis de este artículo forma parte de un proyecto ambicioso de estudio, análisis, comunicación y organización alternativa que hemos decidido emprender para contribuir a la resolución de la brecha epistémica; en este trabajo nos limitaremos a estudiar elementos constitutivos del segundo de los elementos de la brecha epistémica, esperando contar con las energías necesarias para concluirlo y lograr los apoyos institucionales necesarios para poder culminar esta tarea.

En este trabajo nos guiamos por el paradigma INVEDECOR (Lanz,1994) que plantea que todo proyecto de transformación con perspectiva radical de teoría crítica debe contener por lo menos cuatro dinámicas simultáneas, convergentes y en permanente diálogo; estas son: investigación desde la práctica para ir al encuentro de la teoría, educación mediante la socialización de los resultados de investigación y reflexión participativa, comunicación desde abajo, en modelo de redes autónomas no jerárquicas que permita difundir las experiencias alternativas y, finalmente organización de quienes trabajan, investigan, socializan, enseñan y aprenden, para construir tejido social que posibilite no solo resistir sino construir alternativas raizales (Fals Borda,    )

  1. 17. Conclusión

El discurso de la crisis educativa no es neutro, por el contrario, es una construcción político ideológica para intentar movilizar los sistemas escolares y las universidades hacia el carril que demanda el sistema capitalista en la tercera y cuarta revolución industrial. Los elementos y componentes de esta operación aparecen difusos y fragmentados constituyendo una carencia teórica, conceptual y perspectiva de muchos análisis educativos.  A esta realidad es la que denominamos Brecha Epistémica.

En este trabajo procuramos inventariar sus rasgos constitutivos y plantear que es posible construir alternativas, las cuales tiene que ser el esfuerzo colectivo, no de individualidades. Por supuesto que tenemos un planteamiento al respecto, para el debate y la construcción compartida, pero eso es tema de otra publicación.

Cuando mencionamos la falacia de la denominación de crisis educativa que se ha difundido ampliamente en los sistemas escolares, no estamos negando que el sistema escolar y las universidades tienen problemas a resolver desde la lógica emancipadora y transformadora de la sociedad.  Por el contrario, abordarlos y resolverlos pasa por separar el grano de la paja respecto a la intencionalidad del sistema capitalista cuando habla de tal crisis para no cometer el error de terminar proponiendo salidas que le sean funcionales a la reproducción del sistema.

En este momento, consideramos que lo central es fortalecer y potenciar la articulación de redes de resistencia educativa anticapitalista como camino para la construcción de alternativas

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[1] La llamada sociedad de la información ha producido una intoxicación de información superflua e irrelevante que crea una tupida maleza que dificulta el acceso a información debidamente fundamentada. La sociedad de la información no ha significado una mayor democratización del conocimiento científico, crítico y transformador.

[2] Los discursos posmodernos, por ejemplo, son una narrativa que procura confundir los análisis de resistencia anticapitalista. Recomiendo leer a Jameson (1992) Posmodernismo: la lógica cultural del capitalismo avanzado.

[3] La superposición de paradigmas y el ocultamiento de la creación del mercado educativo como espacio de disputa inter capitalistas que va acompañado de caminos no siempre coincidentes para los sistemas escolares y universidades, eleva exponencialmente la falta de referentes perdurables y la confusión analítica de quienes actúan de manera desprevenida, en una sociedad de dominación cada vez más compleja.

[4] En la perspectiva de adaptación de la vida escolar y universitaria a las dinámicas de la producción fabril, el perfil de egreso se instaló como un concepto homologable al de producto final, al de mercancía de salida para el mercado. En ese sentido, en los últimos tiempos, con el discurso de las habilidades blandas, aprender a aprender (UNESCO, 1974), los cuatro pilares de la educación (Delors,2001) y otras narrativas complementarias, se ha instaurado que lo sustantivo no es conocer la epistemología del mundo maquinal, sino aprender a usarlo. En la vida universitaria se aprende a manejar software, no a saber que forma de pensar subyace detrás de estas tecnologías. Este estilo de aprendizaje está construyendo “mercancías escolares y universitarias” de operarios ilustrados.

[5] Mas adelante analizaremos la relación que ha existido entre los modelos de gestión empresarial con la conducción de los sistemas escolares y las universidades, pero fundamentalmente con los arquetipos de organización de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

[6] En este mismo artículo, más adelante desarrollamos este tema

[7] Por los límites de extensión de este artículo no puedo desarrollar mi perspectiva sobre una supuesta era post industrial, lo cual abordo en otros escritos.

[8] Capital Local versus capital transnacional

[9] Tendencia Reformadora Internacional

[10] Estandarización Mundial

[11] Transformación Digital de la Educación

[12] Ola Neo Conservadora

[13] Financiarización de la Educación

[14] Rentismo Educativo

[15] Subalternización de lo Alternativo

[16] Llaman a copiar el modelo educativo chileno, finlandés o japonés, pero nunca el cubano, a pesar que este último pueda obtener mejores resultados en sus estándares.

[17] Acrónimo en inglés de Ciencia (S), Tecnología (T), Ingenieras (E) y Matemáticas (M) como núcleo del aprendizaje.  Modelo que desvaloriza e incluso llega a descartar los aprendizajes históricos, geográficos, sociales y culturales.

[18] Previo a la iniciación de un Territorio STEM se espera que los actores que lo impulsan identifiquen necesidades y/o problemáticas territoriales, para las cuales esta estructura podría ofrecer soluciones basadas en innovación educativa, construcción de comunidades y territorios sostenibles. Definición disponible en el sitio web del proyecto https://educacion.stem.siemens-stiftung.org/territorio-stem-latinoamerica-version-2023/

[19] Originalmente en ingles como Buro Internacional of Education (BIE)

[20] En el caso del medio rural el proceso está limitado por la precariedad de las redes de electrificación, internet, viales y de servicios en general.

[21] Tomorrow Advancing Life (TAL) Education Group, es un consorcio chino especializado en el asesoramiento para pruebas estandarizadas y recuperación de aprendizajes en estudiantes con dificultades para aprobar.

[22] Empresa norteamericana especializada en el sector universitario, programas de educación en línea y soporte operativo para IES.

[23] Empresa norteamericana especializada en el aprendizaje en línea e híbrido, que se concentra en la educación de los 12 primeros grados.

[24] Empresa norteamericana centrada en la formación no conducente a título profesional.

[25] Empresa canadiense que trabaja en China, especialmente en inversión, adquisición, gestión y consultoría en educación.

[26] Empresa norteamericana especializada en la gestión de los procesos de enseñanza y aprendizaje en entornos presenciales, híbridos o exclusivamente virtuales, software, tecnología educativa y educación en línea.

[27] Empresa ubicada en China, especializada en facilitar asesoramiento educativo privado.

[28] La idea de lucha de clases se va diluyendo en la obra de Foucault, aunque se sostiene y desarrolla una particular visión de la opresión capitalista

[29] Hay autores que ubican la tercera revolución industrial en los cuarenta o cincuenta del siglo pasado, en mi caso prefiero ubicarla en 1961 cuando la robótica, a través del robot Unimate, se incorpora en el modo de producción capitalista

[30] En las escalas de evaluación del 1 al 20, en las cuales 10 es el mínimo aprobatorio. Esto tuvo un correlato en otras escalas numéricas de evaluación que pretendieron “evolucionar” a enfoques cualitativos

[31] Los ciclos de innovación científica, tecnológica y del conocimiento se han venido acortando entre revoluciones industriales, pasando de 35-40 años a 3-7 años. Las instituciones escolares y universitarias fueron diseñadas para ciclos largos y, ahora en ciclos cortos, muchos de los procesos de innovación deben ser externalizados, porque las dinámicas institucionales tienen una lógica y ritmo de funcionamiento de otro tiempo histórico.

[32] El sistema escolar está siendo conducido a una lógica de cumplo y miento. Cumplo con los aspectos formales y aparentes, pero hago otra cosa en el aula, lo que he aprendido en mi saber pedagógico producto de mi praxis. Esto que es real, porque el docente cuando cierra las puertas del aula y comienza su actividad cuenta con una enorme autonomía, está creando una falsa disputa entre tradición e innovación pedagógica, como resultado del impacto de las contradicciones inter capitalistas y los demás elementos de la brecha epistémica en el espacio concreto de las dinámicas de enseñanza y aprendizaje.

[33] Ver Bonilla-Molina, Luis (2022) la razón neocolonial de la Unesco en la ruta a la Conferencia Mundial de Educación Superior

[34] La incapacidad para construir sistemas escolares, universidades y modelos de enseñanza transdisciplinario, ha hecho que algunos “teóricos de la educación” quieran impulsar modelos interdisciplinarios que omiten que una perspectiva transdisciplinaria, interdisciplinaria o multidisciplinaria tiene como requisito previo una formación adecuada disciplinar y un manejo de los múltiples enfoques epistémicos para construir conocimiento de cada uno de estos campos.

[35] Entre ese año … 1870… y 1890 la Oficina de Educación publicó un reporte anual con datos estadísticos, clasificando a las instituciones. En 1910 la Asociación Americana de Universidades instó a la Oficina a reinstalar las clasificaciones. En1911 la Oficina de Educación publicó una clasificación de 344 instituciones. Entre 1910 y 1933 el psicólogo James Mc Keen Cattell, profesor de la Universidad de Pennsylvania, publicó “American Men of Science”, rankeando anualmente a las instituciones en base al número de científicos eminentes asociados a ellas como miembros o como estudiantes y el porcentaje sobre el total de profesores. En 1925, Raymond Hughes, presidente de la Universidad de Miami y luego director del American Council on Education publicó “A Study of the Graduate Schools of America”, que rankeaba a 26 disciplinas de 36 instituciones de acuerdo a su reputación. En 1957, Chesley Manly, del periódico Chicago Tribune, publicó seis diferentes rankings: las mejores universidades, los mejores colegios mixtos, los mejores colegios de hombres, los mejores colegios de mujeres, las mejores escuelas de leyes y las mejores de ingeniería. En 1959, Hayward Keniston, de la Universidad de Pennsylvania, publicó un ranking en base a las reputaciones de 15 universidades en una amplia gama de disciplinas. En 1966, Allan Carter, del American Council of Education, publicó “An Assesment of Quality in Graduate Education”, rankeando 106 instituciones. Peter M. Blau y Rebecca Z. Margulies rankearon entre 1973 y 1975 a las escuelas profesionales en base a las opiniones de los decanos de estas, para luego publicar en 1974 “The Reputations of American Professional Schools”. (Brasky, 2018) en la  parte  El origen de la clasificación de las universidades (epub sin página precisa).

[36] Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas resultado de la revolución bolchevique de 1917 y el inicio de una ola de revoluciones socialistas en Euroasia.

[37] Otros autores la ubican en fechas distintas. En mi caso prefiero ubicarla en el año en el cual el robot Unimate comienza a ser utilizada en la industria automotriz con un impacto imborrable en el conjunto del modo de producción capitalista.

[38] La crisis económica capitalista que estalló en los setenta del siglo XX significó un quiebre en la lógica de Breton Woods, mejor conocida como crisis de sobreproducción o caída del consumo, que impactó en los precios del petróleo y el conjunto del sistema mundo (Wallerstein,1984).

[39] Joseph Schumpeter (1942) acuña la idea de destrucción creativa para identificar los procesos en los cuales la irrupción de una tecnología hace obsoleta a la presente en términos de productividad y eficiencia en la ingeniería social del capitalismo. En ese sentido, a partir de los trabajos de Schumpeter identifico por lo menos siete olas en la historia del capitalismo (a] energía hidráulica, b] vapor y acero, uso masivo del cobre, c]electricidad, comunicación telefónica y aviación, d] robótica e informática, e] internet, web, correo electrónico y redes sociales, f] datos, bloques de datos, inteligencia artificial, genoma, programación cuántica, ciencia de datos] y g] ingeniería de la vida). Desde mi punto de vista los movimientos internos, al interior de estos ciclos podían ser de cuarenta años en las dos primeras revoluciones industriales, mientras que a partir de la tercera se comienzan a acortar hasta llegar hoy a ritmos de tres a siete años.

[40] Empatizar, definir, idear, prototipar y testear.

[41] La idea, el concepto, la solución y el mercado

[42] Si bien para el momento ya existen en algunos países entidades nacionales de evaluación y aplicación de pruebas estandarizadas, a partir de este momento la convergencia de esfuerzos en este sentido es mucho mayor

[43] https://www.qs.com/rankings/

[44] http://www.arwu.org

[45] https://cwur.org/

[46] https://www.eduniversal-ranking.com/

[47] https://www.leidenranking.com/

[48] Se podría pensar que fueron coordinados estos esfuerzos, pero solo hay indicios de ello, como el paso de condición de empleado de alto nivel en UNESCO de Andreas Schleicher a director mundial de las Pruebas PISA que organiza la OCDE.

La brecha epistémica: obstáculo para entender la “crisis educativa actual”

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Audio y texto de la intervención del Profesor Luis Bonilla-Molina en el foro sobre desigualdades digitales.

Por: Luis Bonilla-Molina/CII-OVE 

  1. Hernán Salina: Vamos a compartir una de las intervenciones que se realizó en un Foro Internacional Sobre Desigualdades en América Latina: tensiones, debates y propuestas, organizado por Clacso (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales) y la Universidad de la República (UdelaR), se hizo a mediados de abril con instancias de formación, mesas de diálogo y presentaciones de libros.

Y en una de esas mesas participó el investigador, docente venezolano Luis Bonilla Molina hablando precisamente en una de las actividades que tienen que ver con los desafíos del conocimiento o del desarrollo digital, el manejo de los datos no sólo a nivel de educación sino por parte de las plataformas que dominan internet, en fin.

Esto se hizo en la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra Universidad.

  1. Luis Bonilla Molina, Doctor en Ciencias de la Educación, magíster en Gerencia Educacional, especialista en formulación de políticas públicas en educación, forma parte del Centro Internacional de Investigación «Otras voces en educación» y es co-coordinador del grupo de trabajo Clacso, capitalismo digital, política educativa y pedagogía crítica.
  2. Luis Bonilla Molina:

Ante todo, agradecer a Clacso y a UdelaR por este espacio, muy especialmente a Karina Batthyány por la invitación que me formuló.

En mi caso les voy a hablar desde otro lugar de enunciación, desde las pedagogías críticas, desde la teoría crítica sobre el mundo digital.

El primer tema en ese sentido tiene que ver con el hecho de que es imposible abordar el tema digital, desde nuestro punto de vista, sin resolver la brecha epistémica. Se suele hablar de brecha tecnológica pero nadie o casi nadie quiere hablar de brecha epistémica.

Cuando hablamos de brecha epistémica, nos estamos refiriendo a tres dimensiones fundamentales, en el caso del sistema educativo.

  1. La primera, la relación de las revoluciones industriales con los sistemas escolares y la Universidad. La Universidad y los sistemas escolares que tenemos, al menos en América Latina, han sido moldeadas por las dos primeras revoluciones industriales.

Lo que llamamos crisis educativa se inicia con la tercera revolución industrial y se hace pública con la Cumbre sobre la Crisis mundial de la Educación, convocada por el presidente Johnson de Estados Unidos en el año 1967; es una crisis que tiene 60 años y que no se ha resuelto por ese problema de no entender la estrecha relación de las revoluciones industriales con los sistemas escolares y la universidad.

Estamos en el marco de la cuarta revolución industrial y esto trae unos cambios que cuesta mucho entender si no partimos de esta premisa, porque si bien las dos primeras revoluciones industriales impusieron un modelo de educación disciplinar, la tercera intentó que fuera la transdisciplinariedad el eje conductor de lo escolar, sin embargo, lo único que se hizo fue enunciarla en educación básica como un eje transversal, y en el caso de la Universidad, colocarla en la misión y visión de las Instituciones de Educación Superior. No logramos que surgieran en lugar alguno ni las escuelas ni las universidades transdisciplinarias y ahora se habla del paradigma de convergencia disciplinar, más allá de la transdisciplinariedad y, ese debate está muy lejos de tocar la cotidianidad académica y no se expresa todavía en el sector universitario y, mucho menos en el sistema escolar.

  1. El segundo componente de la brecha epistémica tiene que ver con el valorar, que lo que ocurre en educación tiene profunda relación con el sistema capitalista. Y, en consecuencia, tendríamos que identificar cuáles son las políticas del sistema capitalista para la educación, pero se suele hablar del proyecto capitalista para la educación como si fuera uno solo y consensuado.

Desde mi punto de vista son cuatro grandes proyectos del capital. El primero, la Tendencia Reformadora Internacional (TRI), liderada por los Estados Unidos y que, simplificando un poco, parte de copiar una buena experiencia escolar y universitaria de un país para replicarla en el resto de naciones e instituciones. Es un poco lo que se impuso con el modelo chileno, con el modelo de calidad de la educación, el cual se promovió para copiarlo en todos lados. Ahora, eso se expresa con el modelo finlandés, que entre otros modelos nacionales se intenta copiarlo en todos lados.

Detrás de esa tendencia hay toda una serie de capitales que apuntan para eso, para consolidar ese modelo.

El segundo proyecto, expresado en un conjunto de políticas educativas trasnacionales, es lo que denominamos la Tendencia de Estandarización Global, en la cual los grandes organismos multilaterales, Banco Mundial, OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), UNICEF (Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia) entre otros organismos, tienen un papel relevante, consistente en homogenizar o estandarizar las políticas educativas que desarrollan los estados nacionales. A diferencia del anterior, que procura que todos copiemos un modelo nacional “exitoso”, en este proyecto se intenta sincronizar todas las políticas nacionales haciendo que todos hagamos lo mismo al mismo tiempo.

Este proyecto de sectores del capital, tiene un capítulo especial en todo el tema de los Objetivos del Milenio y, ahora con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente con el ODS4 calidad de la educación, así como las puntuales políticas de transición digital progresiva que se impulsan desde los organismos multilaterales. En este proyecto, hay toda una serie de sectores del capital trasnacional que se articulan con los capitales nacionales y la financiarización que gira y gravita a su alrededor.

Un tercer proyecto del capital que se expresa en otras políticas educativas es la llamada «Transformación Digital de la Educación” (TDE), que desde mi punto de vista tiene su lugar de enunciación en el Foro Económico Mundial (FEM) o Foro de Davos y que tiene al señor Klaus Schwab como uno de sus grandes teóricos y para quien, hablando de desigualdades, según su libro «Cuarta revolución industrial» del año 2016, es inevitable que al surgir con toda su fuerza la cuarta revolución industrial quede fuera de las coberturas institucionales s conocidas el 50% de la población. Estaríamos hablando de una teleología que apunta a una masiva desigualdad de la población como una tercera política del capital para la educación y que tiene a las grandes corporaciones tecnológicas (Google, Microsoft, etc.) y el capital informático detrás de ellos como soporte.

Y hay un cuarto proyecto, que ahora surge con mucha fuerza en la dinámica social, que son las políticas de la ultraderecha que buscan generar un retorno neoconservador usando al aparato escolar y universitario para sus fines, sabiendo de su importancia en la construcción de hegemonía. Por otra parte, pretenden resolver la crisis acumulada de seis décadas construyendo una gobernabilidad conservadora que posibilite la inserción de los drásticos cambios que demanda el modo de producción capitalista en la actualidad. Este proyecto se expresa en el territorio de lo escolar, en la pretensión que el Estado tenga cada vez menor presencia, mientras la familia se convierte en el objetivo central para el dejavú de moral victoriana, pero también en la construcción de gobernabilidad para dar entrada a partes de los tres proyectos anteriores, en los cuales tienen intereses económicos concretos.  Los sindicatos, gremios docentes, sectores estudiantiles organizados, son considerados un problema a resolver e intentan una ofensiva que tiende a su disolución o debilitamiento; lo vemos en el discurso de Milei, de la ultraderecha Bolsonarista y de todos los gobiernos neo autoritarios.

Estos cuatro grandes proyectos conviven en un equilibrio inestable, propio de las contradicciones intercapitalistas en los sistemas escolares y las universidades. Por eso, resulta patético lo que ocurre en los Ministerios de Educación, que al no lograr identificar claramente las particularidades y puntos de encuentro de cada uno de estos proyectos, intentar coquetear con todos, generando una especie de Frankenstein de las políticas educativas que se implementan intentando complacer de manera simultánea a los centros capitalistas de estos cuatro proyectos, otorgándole concesiones a cada uno de ellos, lo cual se expresa en parches de políticas educativas que contienen  un poquito para complacer la tendencia reformadora, otro para la estandarización, otro tanto para el tema de la digitalización y finalmente otro poquito para las ideas neoconservadoras que promueve la derecha, especialmente en cuanto a la supremacía de la familia por encima del Estado.

Develar esta brecha epistémica es vital para poder entender el tema de las desigualdades digitales y sus cuellos de botella en políticas educativas.

Y finalmente, el tercer componente de la brecha epistémica, que nos toca mucho a la izquierda pedagógica y las teorías críticas, es la superación del régimen de biopolítica, porque todavía seguimos hablando de que la biopolítica es la que conduce la sociedad y el sistema obviando el cambio de régimen a finales de la tercera revolución industrial y en la actual etapa de la cuarta revolución industrial. Se omite el surgimiento de lo que Byung-Chul Han llama el régimen de datos y yo prefiero llamar el régimen predictivo de control y reproducción escolar.

Mi perspectiva es qué si no entendemos esos tres componentes, difícilmente podemos entrar al debate de lo tecnológico, porque terminamos instrumentalizando el debate y siendo funcionales enormemente a lo que quiere el sistema para reproducirse en todas sus complejidades.

Y por eso es que un grupo 210 pedagogos lanzamos en el 2015 la alerta mundial que llamamos el manifiesto contra el Apagón Pedagógico Global (APG), que no era otra cosa, hablando de desigualdades, que alertando que íbamos a un escenario de profunda virtualización que iba a dejar a una parte muy importante de los estudiantes en el mundo, y especialmente en América Latina, fuera de la cobertura o del vínculo pedagógico, que fue lo que ocurrió durante la pandemia del Covid-19. Todavía los Ministerios de Educación no terminan de publicar las cifras de exclusión brutal, de falta de vínculo pedagógico, ocurrido durante la pandemia del Covid-19.

Lo que sí queda claro son tres fenómenos que ocurrieron de manera simultánea y que sus secuelas persisten en el presente. Primero, un modelo de neo privatización educativa, porque la mayoría de Estados nacionales (el caso de Uruguay es un caso muy particular) se desentendieron de su obligación de garantizar las condiciones mínimas de aprendizaje. Fueron las familias, docentes y estudiantes quienes tuvieron que comprar computadoras o repotenciarlas, pagar el acceso a internet, planes de datos, plataformas. Ocurrió una enorme transferencia de recursos, del bolsillo de la clase trabajadora a las grandes corporaciones tecnológicas, fenómeno que ahora se quiere mantener con el llamado «régimen híbrido» o el 50% de materias o de carreras en el plano virtual que al abandonar el Estado su obligación de garantizar los componentes para ello, contienen un modelo de neo privatización educativa que ha sido precariamente denunciado por sindicatos, gremios y la Academia internacional.

Segundo, se propició un proceso de estratificación escolar sin precedentes, producto de la digitalización. Esta estratificación se expresó en cuatro grandes capas o segmentos al interior de las aulas. Una primera capa, mínima, constituida por aquellos estudiantes que contaban – y cuentan- con una familia que les pudo garantizar en sus casas acceso a internet y acompañamiento para la transición de lo presencial a lo digital; este sector es una minoría. Una segunda capa de estratificación, aquellos a quienes sus familias -no el Estado- les pudo garantizar internet y computadoras, pero que no pudieron acompañarlos en la transición, teniendo que ir resolviendo los muchachos el nuevo estilo de aprendizaje a “trancas y mochas”, cómo podían, el tema del aprendizaje en un modelo virtual-digital para el cual no habían sido preparados. Una tercera capa, muy sensible, aquellos que no tuvieron acceso a internet ni equipos de conexión remota y se tuvieron que adaptar a los modelos analógicos de televisión o radio no digital, que en consecuencia se comenzaron a autopercibir como excluidos de una educación digital. porque sus familias no les pudieron garantizar el acceso a una educación tecnológica. Y una cuarta capa, aquellos que no tuvieron ningún vínculo pedagógico, los abandonados de los sistemas escolares.

Estas cuatro capas, son el efecto perverso de estratificación generado por la digitalización forzada en el 2020 y que tiende a mantenerse con el modelo híbrido de enseñanza.

Lo peor es que ahora somos nosotros, incluso muchos profesores quienes pedimos 50% digital, desconociendo o dándole espaldas a esta pérdida de capacidad igualadora de la educación. Ya no son sólo los Estados quienes quieren forzar la transición digital, sino que el capital logró construir hegemonía, a tal punto, que en algunos casos somos los docentes los que pedimos 50, 60, 70 por ciento de virtualidad desconociendo este proceso.

Se quebró cualquier capacidad igualadora que habían construido la escuela y la Universidad durante más de un siglo y que ahora se rompe, porque el muchacho que llega al aula, por ejemplo, un muchacho de cuarto grado, al que se le pide tráigame una tarea sobre los movimientos del corazón, depende de cual segmento de estratificación pertenezca lo puede traer multimedia, del «rincón del vago», en papel bond o las diferencias de acceso tecnológico propician forman veladas de exclusión. La ruptura de la capacidad igualadora de la escuela y de las universidades producto de lo digital, es un signo de que nos debe preocupar terriblemente.

Por otra parte, el uso forzado de pantallas consolidó el modelo de enseñanza frontal en las aulas. Veníamos hasta el 2019 haciendo un esfuerzo enorme por romper con el modelo frontal de enseñanza a partir de propuestas como las de Paulo Freire y otros pedagogos, para que la educación no fuera, un docente al frente y los estudiantes en fila recibiendo información. ¿Qué pasó? Las plataformas que se usaron eran comunicacionales, no eran de carácter educativo, y su uso masivo profundizó el modelo frontal de enseñanza, a tal punto que hoy se da clase con todas las pantallitas apagadas. Ahora es peor, como un psiquiátrico de cumplimento (léase cumplo y miento), pues mientras un docente da clase la mayoría de ventanitas aparecen apagadas, como si estuviese hablando consigo mismo, reduciendo la posibilidad dialógica al no ver siquiera los rostros en tiempo real, es el colmo digital del modelo de enseñanza frontal.

Las nuevas plataformas de carácter educativo, Santillana, McGraw Hill, las he estudiado profundamente, están construidas bajo la idea de la taxonomía de Bloom. La taxonomía de Bloom, que se hegemonizó al menos en América Latina y hoy hasta un posgrado de pedagogías críticas tiene que estructurarse conforme a la taxonomía de Bloom. Estas taxonomías sicologistas, ideadas para la métrica, para la medición, para los rankings, para todo eso, es la que ha orientado la construcción de las plataformas educativas que tenemos ahora. Pero no estamos haciendo la discusión al respecto, en prácticamente ninguna Universidad, al menos que yo lo sepa y corríjanme.

Nos estamos preguntando en alguna Universidad del planeta sobre ¿qué tipo de taxonomía se requiere para hacer unas plataformas educativas que generen pensamiento crítico?

Es decir, nos están convirtiendo en consumidores de lo digital, no pensar la epistemología de lo digital y ahí estamos simplemente en la lógica de reproducción del sistema.

La Inteligencia Artificial, como se está mostrando ahora y, lo plantea muy bien Éric Sadin, el filósofo francés, quien dice que hay un salto, un cambio cualitativo entre las tecnologías antes de la Inteligencia Artificial y ahora. Porque las tecnologías antes de la aparición de la Inteligencia Artificial eran prótesis humanas, algo para hacer más efectivo el trabajo, a través de la computadora, la calculadora, pero ahora la Inteligencia Artificial se nos plantea como régimen de verdad, la que dice lo que es correcto y lo que es incorrecto. La UNESCO acaba de publicar la semana pasada, como una gran noticia, lo que se avanza en España y en Francia para que la selección de los futuros estudiantes de la Universidad, trabajo que ya será hecho por los docentes sino por modelos de Inteligencia Artificial generativa. La UNESCO, lo plantea como un gran logro, que sea la IA quien va a decir quién debe ir a la Universidad, y no ninguno de nosotros, desconociendo que esta tecnología ha sido programada según los intereses económicos, políticos y sociales de determinado sector. Y eso preocupa, porque es un cambio cualitativo en el modelo tecnológico global.

Existe otro problema en la Universidad con el tema de la aceleración de la innovación La Universidad se está convirtiendo en un consumidor de tecnología y en desarrollar la lógica del operario ilustrado, centrada en manejar la tecnología, en encender, accionar y apagar, pero no en los procesos que subyacen a la ¿creación de cada tecnología, en este caso la digital-virtual. De hecho, ni siquiera en lógica reproductora, durante la pandemia la Universidad no creó plataformas, lo que hicimos fue usar las plataformas de Google, de Microsoft y otras, vendiendo esta adaptación como un gran éxito, que además era una transferencia de recursos presupuestarios enorme, de las instituciones a estas transnacionales. Otro hecho que ilustra la lógica del operario ilustrado es que hoy el 70% de los correos electrónicos de las Universidades están en manos de la GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft). O sea, no somos capaces ni siquiera de desarrollar propuestas alternativas en materia del desarrollo de los correos electrónicos.

Lo que ocurrió en la Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES,2022) de Barcelona, España, fue terrible, porque ahí se planteó la necesidad de la micro acreditación, usar los bloques de datos para la micro acreditación. ¿Qué es la micro acreditación impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo en América Latina? Se trata de intentar imponer que ahora la formación esté, no en un convenio Universidad – empresa privada, sino directamente en la empresa y lo que hay que buscar es cómo ese aprendizaje que se hizo allá en la empresa, lo acredite la Universidad de manera confiable. Ese debate que se inició con fuerza en la Conferencia Mundial de Educación Superior, yo no he visto, corríjanme por favor, tengo la esperanza de que me corrijan, reacción de la Academia Latinoamericana ni internacional ante eso tan terrible que está en ciernes. Es decir, el que se le arrebate a la Universidad la capacidad de formar y que se reduzca simplemente a la acreditación de aprendizajes externalizados.

El mismo problema del metaverso, todo el mundo empieza a discutir si el metaverso es o no es. Mark Zuckerberg lo plantea en sus foros semanales y dice, el metaverso donde más a va a ser usado va a ser en educación. Pero en educación van a participar aquellos docentes que innoven permanentemente, el que no, no va a tener empleo. O sea, Luis Bonilla va a tener trabajo si habla de Inteligencia Artificial, reformas educativas, mientras no diga nada repetido. El día que no aporte nada nuevo Luis Bonilla se va, no tiene empleo, pero todo lo que dijo Luis Bonilla queda grabado en el metaverso con su avatar, puede ser traducido en 100 idiomas y la lógica digital de la educación en el mercado capitalista continuará. Eso es lo que plantea, es el futuro que nos están planteando. ¿Y dónde lo estamos discutiendo con seriedad?, es más, lo que estamos viendo es un estímulo a la adaptación acrítica de la Universidad Para que, entre el metaverso, en la lógica educativa encubierto de innovación, le ponemos la alfombra roja y no discutimos eso que está en ciernes hoy en materia educativa.

La formación docente está también montada sobre un modelo de operario ilustrado, es decir, cómo aprendemos a manejar las plataformas, las redes, cómo logramos la empleabilidad manejando todo eso, pero no pensando el diseño de las máquinas y la tecnología.

Yo considero que hay que entrarle a lo digital de manera seria y politizada. No estoy contra lo digital, sino contra la forma como se está imponiendo lo digital, con una Universidad que ha perdido su capacidad crítica en el tema de la innovación tecnológica.

Y, para ir finalizando el tema de la geología de los medios. Jussi Parikka, un finlandés y Katy Crawford una norteamericana, escribieron dos libros preciosos a comienzos de la década del 2020, donde plantean que se nos quiere vender la Inteligencia Artificial como algo dorado, plateado, exento de impacto en el medio ambiente. Pero la explotación de los minerales, los 23 minerales más el litio que se requiere para toda la transformación digital, implican un impacto en el medio ambiente igual o superior a lo que hoy está planteado en términos de la quema de combustibles fósiles, el uso del petróleo y esta tecnología. ¿Dónde estamos discutiendo eso? ¿En qué lugar lo estamos discutiendo cuando hablamos de transformación digital? Hablamos simplemente de la instrumentalización y no de ese impacto y lo que eso significa en el garantizar la vida en el planeta en un momento de crisis climática terrible.

Y esto lo vimos finalmente, tanto en la CRES (Conferencia Regional de Educación Superior) del 2018 donde no hay una línea dedicada a esto. Y en la CRES+5 fue todavía un debate por los márgenes, por las orillas y no está reflejado incluso en las conclusiones finales, porque cuesta que la Universidad todavía lo entienda con la fuerza de lo que esto significa como una crisis que está en ciernes.

Para finalizar, en la perspectiva de lo que venimos trabajando desde «Otras voces en educación», nos parece muy importante hacer un gran esfuerzo de alianza estratégica con los sindicatos docentes en esta materia. Con todos los defectos y los problemas que tengan los sindicatos, de básica, de superior y los sindicatos o federaciones estudiantiles, son los que pueden construir una correlación de fuerzas distinta para abrirle paso a un debate de este tipo, para hacer resistencia realmente y para construir otra forma de desarrollo tecnológico digital que sea humano, pensado para emancipar, para el pensamiento crítico, para la creatividad y no para la dominación y la lógica del mercado.

Muchas gracias.

-A Luis: ¿Cómo ves que, por ejemplo, la pedagogía histórico crítica (…) puede ser una forma de traer nuevamente el debate, no solamente sobre la soberanía sino como las entidades de clase, los movimientos sociales pueden apropiarse, no sé si es el término más adecuado pero rescatar un debate sobre la trayectoria de la digitalización en el capitalismo, lo que es la datificación en términos históricos y desde ahí plantear una transformación y un cambio educacional?

LBM: Bueno, rápidamente, yo le tengo pánico al debate de la soberanía de datos. Le tengo pánico porque si no hacemos una discusión previa, ¿quién al final controla los datos? Entonces, el problema es quién al final, puede tener todas las llaves, todos los candados, toda la seguridad, ¿pero ¿quién controla eso?

Si hacemos un debate despolitizado, como nos quieren llevar muchas veces, sobre soberanía de datos, vamos a terminar garantizando que alguien de poder tenga esos datos.

Y por eso que, no dio tiempo para desarrollarlo, pero la esencia del cambio del régimen biopolítico al régimen predictivo, es el manejo de datos por el sistema. Si no le entramos a eso y simplemente nos ponemos normativos en algunas cosas, vamos a permitir que una fracción del poder, un grupo determinado económico, sea el que nos domine. Entonces tienes que ser un debate muy, muy politizado, con mayúsculas y sin temor de decirlo.

Igual con el tema del software libre. Software libre sí, pero software libre no es neutro a la política, o sea, el que usa software libre cómo programa, cuál es la estructura, qué epistemología tiene. Hay gente de derecha, de ultraderecha, neonazis que usan el software libre. Entonces hay que hacer una discusión lo suficientemente politizada, no romanticemos los espacios ni los despoliticemos porque podemos entrar por la puerta más delicada al respecto.

Igual con el tema del control de las redes sociales. Yo sé que esto la mayoría quizás del panel no lo va a compartir, pero yo me opongo al control. Yo creo en una educación que sea crítica, que sea capaz de formar a un niño desde el primer grado, desde el preescolar, y mucho más en la Universidad para tomar posición ante cosas como esa. Que sepa detectar dónde hay un fake news, no que un elemento del poder me diga que esto es fake news, porque de pronto ese factor de poder puede terminar censurando algo que yo tenga que saber.

Yo quiero una educación crítica, creativa, capaz de decidir eso y no que ningún régimen del Estado me lo decida.

Yo donde sea voy a votar en contra de la regulación de las redes sociales, lo estoy haciendo en mi país, en Venezuela, pero lo haré en cualquier lugar donde diga que hay que controlar redes sociales. Porque yo creo que ahí se ha romantizado también ese tema.

Igual que con Milei o con Bolsonaro, está bien, usaron las redes sociales, pero ellos llegaron al poder porque hubo errores de la izquierda, porque hubo errores del progresismo. Entonces ahora se le quiere meter toda la culpa a las redes sociales, a lo tecnológico, a los algoritmos que pudieron ayudar; pero si no se hubiesen creado las condiciones materiales de vida que creamos y los errores, eso no hubiera ocurrido.

Entonces, es necesario hacer un balance de los errores que llevaron, y no sólo echarles la culpa a las redes sociales y al tema digital para poder salir adelante.

Y finalmente el tema de Peter McLaren que me preguntabas tú. Peter, igual que Henry Giroux, somos grandes amigos, pero yo debo decirlo con la honestidad que lo digo en mis textos, pueden entrar a mi blog, creo que la crisis de la educación en la Universidad también nos toca al campo de las pedagogías críticas. En las pedagogías críticas hay compañeros y compañeras que nos conformamos con una especie de vocabulario de unas 200 palabras que es suficiente, emancipación, teoría crítica, antisistema, imperialismo. Y si en el artículo escribimos las 200 palabras, ya somos de teoría crítica. Entonces eso lo puede hacer la Inteligencia Artificial, muchos en el campo de la pedagogía crítica tenemos estos problemas de brecha epistémica con la cual comencé mi conferencia. Tenemos problemas para identificar la relación de revoluciones industriales con sistema educativo. Tenemos dificultad para identificar los grandes campos hoy, en la tercera década del siglo XXI del capital sobre la educación. Tenemos dificultad para valorar la superación del régimen de biopolítica y el comienzo del régimen predictivo. O sea, la crisis también nos afecta a nosotros y estamos haciendo un esfuerzo enorme por abrir un debate dentro de nuestro campo para poder prestar una contribución más sensible a la transformación radical de la educación. Pero si no sería mentir decir que ahí hay un faro que ilumina, no, estamos con nuestra propia crisis, también de pensamiento y esperamos poderla superar para poder contribuir de manera mucho más sensible.

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Las taxonomías curriculares: Asunto estratégico para las resistencias en el marco de la llamada Transformación Digital de la Educación (TDE)

Las taxonomías curriculares:

Asunto estratégico para las resistencias en el marco de la llamada Transformación Digital de la Educación (TDE)[1]

Por: Luis Bonilla-Molina[2]

Artículo escrito de manera exclusiva para la Revista arbitrada Devir Educação,  vinculada al Programa de Posgrado en Educación de la Universidad Federal de Lavras (UFLA), que obtuvo QUALIS B1 por la evaluación CAPES (2017-2020), Brasil . No se puede reproducir ni difundir sin el permiso previo de la revista

Resumen:

Las taxonomías, especialmente la de Bloom y otros han construido hegemonía silenciosa para marcar la pauta en la secuencia, orden y jerarquía de los aprendizajes, estandarizando la labor pedagógica.  Este ha sido el signo de la despedagogización en los últimos cincuenta años, dinámica asociada al viejo régimen de reproducción y control biopolítico. Las taxonomías de objetivos educativos de Bloom y otros, Kendall y Manzano, Anderson y Krathwohl constituyen un encuadre ideológico que concibe a la mente como una máquina y al aprendizaje como programación. Lo paradójico es que estas taxonomías construyen hegemonía en el ocaso del régimen biopolítico y el emerger del nuevo régimen de reproducción de datos y contenidos que implanta el sistema mundo capitalista como resultado de la aceleración de la innovación científico-tecnológica y la transición hacia la cuarta revolución industrial-

En este artículo, revisaremos también los desarrollos taxonómicos recientes asociados a esta corriente de pensamiento, en razón de la importancia que vienen tomando para el diseño de las interfaces en plataformas educativas, no solo de la industria tecnológica sino en prototipos financiados por los estados nacionales.

Nuestra perspectiva es que estas taxonomías reproductoras resultaron útiles para el sistema mundo capitalista en el campo educativo durante las primeras revoluciones industriales, pero hoy constituyen no solo un problema para la educación emancipadora sino incluso para el nuevo modelo de reproducción del capitalismo de la cuarta revolución industrial.

Lejos de desaparecer el tema taxonómico, hay un resurgir de búsquedas en este sentido porque los programadores informáticos, en el actual estado de desarrollo de la inteligencia artificial y el análisis de metadatos con sus limitaciones para trabajar con lo difuso y aleatorio, requieren de una ruta secuencial para sus programaciones e interfaces, estando aún el campo de la informática muy lejos de una IA cuántica de procesos rizomáticos, que tenga una aproximación real a las formas caóticas del aprendizaje. En consecuencia, desde las educaciones populares y las pedagogías críticas no se puede seguir postergando y esquivando el debate respecto a cómo asociar lo educativo y lo computacional en una perspectiva liberadora. Este artículo, junto a otros esfuerzos complementarios, procura contribuir a desatar big bang epistémico en ese campo.

Palabras claves:                           

Taxonomías – Inteligencia Artificial – Plataformas educativas – Pedagogías críticas – régimen de reproducción biopolítico – régimen de reproducción de datos y contenidos-

  1. Introduciendo el marco problematizador

Durante el año 2020, en el marco de la pandemia del COVID-19, los sistemas escolares vivieron la moda de las plataformas comunicacionales, que le posibilitaron a las once corporaciones tecnológicas más importantes del mundo ganar ese año 3.2 billones de dólares (CII-OVE, 2021). Ese periodo permitió dar el salto que requería el capital en materia de masificación de lo virtual-digital en los sistemas escolares, a pesar de la terrible exclusión educativa que ocurrió y sobre cuya posibilidad habíamos advertido desde el 2015, como parte de un escenario de abrupta irrupción de lo tecnológico en las aulas.  Sin embargo, las autoridades educativas no escucharon las alertas que desde distintos lugares formulamos para denunciar el riesgo de que ocurriera a escala planetaria un Apagón Pedagógico Global (APG). Como hemos denunciado en otros trabajos, en 2020 se dio inició a un nuevo modelo de privatización educativa, estratificación escolar y pérdida de capacidad igualadora de la escuela pública (Bonilla, 2023).

Las plataformas que se usaron durante la pandemia con fines educativos, no eran plataformas pedagógicas sino comunicacionales, es decir diseñadas para desarrollar reuniones de trabajo, encuentros ejecutivos y asambleas de accionistas. En consecuencia, su performance escapaba de todos los protocolos pedagógicos, pero también de seguimiento, control, evaluación, planificación y gestión que se habían establecido en los sistemas escolares y las universidades, mostrando además que la falta de programas de actualización docente en áreas como las didácticas virtuales fue resuelto de manera contingente con ampliación del modelo frontal de enseñanza.

La “terapía de choque” propia del APG, hizo que la burocracia educacional en todos sus niveles, implementara ridículos modelos de control como tomar capturas de pantalla para verificar el cumplimiento de labores y asistencia, jornadas docentes redobladas que obligaban a trabajadores de la educación a permanecer hasta doce horas continuas frente a las pantallas y a los estudiantes entre seis y ocho horas, algo que no encuentra ninguna teoría pedagógica que lo sostenga. También las autoridades educativas tuvieron que entender, de manera compulsiva, que había que alcanzar desarrollos tecnológicos adaptados a la educación que permitieran cubrir las mínimas apariencias de un sistema de enseñanza y aprendizaje basado en fundamentos pedagógicos. Y ahí la mirada se dirigió hacia los prototipos de plataformas educativas y las iniciativas que al respecto estaban generando las grandes corporaciones tecnológicas.

Si bien países como Uruguay con la plataforma Eva[3] (que terminó cediendo paso a la Scholology[4]) y Panamá con Ester[5], habían iniciado antes de la pandemia el camino de pensar lo virtual en clave pedagógica nacional, la pandemia evidenció que estos esfuerzos no eran lo suficientemente robustos para soportar conectados de manera simultánea a toda la población escolar, además de comprobarse vacíos operacionales en estos prototipos.

Las universidades, que deberían estar a la vanguardia de la creación de lo nuevo, habían derivado en instituciones consumidoras de contenidos digitales, redes sociales y plataformas privativas. La cultura universitaria en materia digital virtual es la del operario ilustrado, como lo muestran los datos del Observatorio de Educación Vigilada[6]: de 448 Instituciones de Educación Superior (IES) de Latinoamérica y el Caribe encuestadas, el 63% ha dejado el manejo de sus correos electrónicos institucionales en manos de Google y el 16% de Microsoft, mostrando que las GAFAM[7] controlan el 78,79% de las comunicaciones universitarias, en muchos casos el 21,21% restante está asociado a otros grupos tecnológicos privados.  A ello ha contribuido la matriz del secretismo en materia de manejo de algoritmos de última generación por el acceso discrecional a la minería de datos y, el instalar la falsa idea que el tema digital-virtual es un asunto de informáticos y programadores para sacarlo de la agenda común cerrando paso a la alfabetización masiva en algoritmos como mecanismo alternativo que podría propiciar la diversidad de producciones en el sector.

Las primeras plataformas educativas, al estilo de la de Santillana[8], muestran los beneficios de usar reconocimiento biométrico facial, bloques de datos, análisis de metadatos, realidad aumentada, inteligencia artificial y pensamiento computacional para fines educativos, pero también evidencian la hegemonía del paradigma reproductor migrando de lo analógico presencial a lo virtual-digital.

Estas plataformas educativas han sido programadas siguiendo la taxonomía de Bloom y eliminando las dinámicas aleatorias y de contextos múltiples que acompañan la construcción de pensamiento, aprendizaje y capacidad de hacer. La orientación de estas plataformas es la de trasmisión de conocimiento y no la de construcción compartida de saberes y aprendizajes.

Por otra parte, el inusitado desarrollo de tecnologías virtuales-digitales y la generación masiva de datos usados para predecir, han posibilitado a naciones con desarrollos de punta en el área, como China, combinar estos avances tecnológicos con sistemas de control orwelianos que disipan la esperanza de la tecnología para el bien común. En el sistema escolar chino y universidades de ese país, la obsesión por el control y la eficacia ha llegado a niveles paranoicos que se muestran en el énfasis por precisar y alcanzar niveles óptimos de atención en las aulas, esquematizando los ritmos de aprendizaje y criterios evaluativos, alineándolos con las pruebas estandarizadas del paradigma STEM[9], con la pretensión de expandir su perspectiva a escala global. El uso de la tecnología para el control social educativo en China encuadra en los que han denunciado Shoshana Zuboff (2020) en la era del capitalismo de la vigilancia, Mark Fisher en realismo capitalista ¿No hay alternativa? (2016) y Evgeny Morozov (2018) en Big Tech el ascenso de los datos y la muerte de la política.

Como lo analicé en el trabajo anterior[10], en realidad lo que está en juego son las tensiones propias de la superación del régimen de biopolítica (Foucault, 2007) por el de conocimiento y datos (Byung, Chul-Han,2022), algo que viene ocurriendo por aproximaciones sucesivas de ensayo y error, debido a la brecha epistémica que impide a los decisores comprender las complejidades de la actual transición educativa.

Mientras en China se intenta combinar los dos regímenes de control (biopolítico y de datos/conocimiento) en Occidente el elemento orientador del ajuste es el consumismo de innovaciones tecnológicas que posibiliten la transición de lo presencial a los virtual como estrategia para la captura de las inversiones educativas nacionales por parte de las grandes corporaciones tecnológicas y el mercado de la financiarización educativa en el camino para mutar al nuevo régimen de control y reproducción (datos y conocimiento).

En todos estos procesos la discusión sobre el “alfa” pedagógico para la elaboración de plataformas educativas no termina de parecer. Cuando un programador, especialista en ciencia de datos, metaverso, inteligencia artificial e internet de las cosas, bosqueja una plataforma e inicia su construcción, lo primero que requiere es una taxonomía que oriente su trabajo, sin embargo, el campo pedagógico parece obviar el proceso y esperar el producto acabado. Como lo hegemónico en los sistemas escolares y universidades ha sido la taxonomía de Bloom y otros (1971) para los desarrollos curriculares, evaluativos, de planeación y gestión que sirven de corsé a las didácticas, los programadores terminan usando por fuerza de la costumbre, la taxonomía de Bloom y otros, e incluso algunos curricólogos informáticos han elaborado lo que llaman la taxonomía digital de Bloom (Andrew Churches,2009).

Lo cierto es que la taxonomía sicologista de Bloom y otros, se complementa con el pensamiento computacional[11], impulsado por Seymour Papert[12] y Jeannette Wing[13], que valora la mente y el cerebro como procesos maquinales (Kurzweil, R[14],2014[15]) cuya lógica creativa se pueda reproducir al captar las regularidades de los procesos del pensamiento.

Esta línea de pensamiento es seguida por las llamadas plataformas educativas y su lógica epistemológica se sustenta, entre otros elementos, en la Taxonomía de Bloom. Incluso cuando hablan de pensamiento crítico se refieren al proceso de cuestionar bajo un régimen de verdad prestablecido. Las plataformas educativas que están en el mercado actualmente, son reproductoras e impiden la creatividad, pensamiento crítico multisituado y la plasticidad de los procesos de construcción de saberes contextualizados.

Las teorías críticas, las educaciones populares y las izquierdas pedagógicas desestimaron el tema taxonómico y lo despacharon como simple mecanicismo pedagógico. No construyeron alternativas en este campo y, por el contrario, terminaron haciendo currículo, evaluación y diseños formativos con la taxonomía de Bloom como si fuera un asunto estrictamente técnico. El vació de alternativas fue llenado por las taxonomías reproductoras, que se enfocaban en los modelos disciplinares, propios del régimen de reproducción y control biopolítico.

La tercera revolución industrial demandaba una teoría, praxis y gestión del conocimiento transdisciplinaria, como hoy la cuarta revolución industrial exige la convergencia disciplinar. El desarrollo taxonómico que hegemoniza el campo educativo es disciplinar y frena cualquier evolución hacia lo transdisciplinario, mucho más hacia la convergencia disciplinar, evidenciando problemas prácticos concretos derivados de la brecha epistémica. Ese es un problema que abarca prácticamente todos los campos operativos del campo educativo.

Por ello, ahora en la era de la Transformación Digital de la Educación, la Inteligencia Artificial y la ruta a Era de la Singularidad, urge reabrir el debate sobre las taxonomías. Esta es la única pretensión de este trabajo, contribuir al desarrollo de ideas, propuestas y producciones que desde el campo del pensamiento crítico entren a la disputa de sentidos en el campo tecnológico. Como lo señala Berardi (2017) podemos cuestionar todos los elementos ontológicos, epistemológicos, paradigmáticos y operativos de la tecnología dominante en la cuarta revolución industrial, pero lo que no podemos negar es que está construyendo hegemonía y que la disputa en este sentido no es solo narrativa sino propositiva.

  • Taxonomías y la tardía obsesión por el control

Las taxonomías son sistemas simbólicos de organización, jerarquización y secuenciación de categorías y subcategorías que permiten normalizar y estandarizar una práctica institucional. Las taxonomías han permitido ordenar, agrupar y clasificar las especies animales, plantas y todo ser vivos; estas taxonomías se fundamentaron en las categorías: dominio, reino, filo o división, clase, orden, familia, género y especie. Así cada planta, animal, bacteria o virus es identificado en cada una de estas categorías lo que le permite ser agrupado en una determinada tipología, jerarquizado según su complejidad y ordenadas las formas de vida para el estudio científico.

Las taxonomías se han extendido a las llamadas ciencias humanas y sociales.  El diccionario de psicología de Umberto Galimberti (2002) define a las taxonomías como “la parte de la [clasificación] sistemática que se encarga del estudio de la clasificación, de sus bases, de sus principios, de sus reglas y de sus métodos” (pag. 189).

Esto es llevado por la psicología al campo del aprendizaje, procurando clasificar los procesos cognitivos, volitivos y motrices  implícitos en las dinámicas de enseñanza-aprendizaje, comportando iniciativas de normalización y estandarización, que en consecuencia ordenan la enseñanza a través del currículo.

El contexto histórico en el cual se popularizan estas iniciativas, es el ocaso de la segunda revolución industrial y el emerger de la tercera, que demandan un reordenamiento de los sistemas escolares. Como los informes Colleman (1966), Combs (1968) y Faure (1973) plantearon, el advenimiento de una crisis educativa sin precedentes, obligaba a desarrollar cultura evaluativa y reformas que permitieran a los sistemas escolares recuperar su capacidad de proveer el conocimiento y los profesionales que el momento histórico y el modo de producción demandaban, que implicaban el inicio de un ciclo de reformas educativas estructurales.

El problema nuevamente fue la brecha epistémica, pues al no entender el fondo del problema, las burocracias ministeriales instrumentalizaron las reformas para impulsar desinversión educativa, precarizar las condiciones de trabajo docente e instaurar la estandarización, creyendo que el problema era de ingreso y egresos, incentivos y eficiencia, cuando lo que demandaba el centro capitalista era el surgimiento de una nueva máquina educativa. La teoría crítica quedó también atascada en un cuestionamiento plano al capitalismo, que desestimaba el impacto de la aceleración tecnológica y los pliegues propios de las revoluciones industriales en la educación.

Las taxonomías en educación procuran establecer los parámetros de lo que se enseña bajo un enfoque productivista (insumos-procesos-producto), por ello toda dinámica formativa se asocia a perfiles de egreso (mercancía), asumiendo los principios de las teorías gerenciales post fordistas de desperdicio cero, justo a tiempo y gestión de la calidad total. Todos los estudiantes son materia prima que debe ser moldeada por el docente, transfigurado de pedagogo en “curricólogo” maquinal atado a los cánones taxonómicos.

Desde mi punto de vista las taxonomías educativas logran una hegemonía tardía, pues su lugar de enunciación era el régimen biopolítico de control y reproducción, el cual comienza a transfigurarse en régimen de conocimiento y datos, precisamente en el momento en el que el campo taxonómico se extiende como una hiedra por los sistemas escolares y las universidades.

En ese contexto la transdisciplinariedad, requisito del sistema mundo en la tercera revolución industrial, fue asumido de manera solo declarativa como si fuera un ejercicio técnico pedagógico, mediante taxonomías que se ajustaban más al paradigma disciplinar. La transdisciplinariedad era (y es) un mecanismo para liberar las aulas de la cosificación curricular-taxonómica que pretendía la repetición incesante para producir energías y domesticar cuerpos, propio del régimen de reproducción biopolítico que comenzaba a entrar en decadencia, pero como no había una mirada de conjunto sino fragmentada, la transdisciplinariedad terminó en el ridículo burocrático de la instrumentalización, mediante los llamados “ejes transversales” que no eran otra cosa que un “saludo a la bandera” a lo emergente, por parte de un modelo educativo que continuaba centrado en lo disciplinar.

El sistema escolar y las universidades estaban [y están] tan alienadas por el modelo disciplinar, que entendieron lo transdisciplinario como limitado al trabajo investigación y la redacción de Tesis de Grado y no a la vida y funcionamiento de las propias instituciones educativas.

El caos y desorden que se imponían desde arriba-abajo, derechas-izquierdas, resistencias-alienados, en realidad pretendía justificar la inmovilidad ante lo nuevo que no terminaba de nacer, a pesar que para el sistema mundo era indispensable producir el cambio. La derrota de la transdisciplariedad como epistemología de las máquinas educativas escolares y universitarias, era en realidad el resultado de la brecha epistémica.

Al no resolverse dicha brecha epistémica, los problemas se mantienen y elevan exponencialmente en la transición a la cuarta revolución industrial, la aceleración de la innovación y el desembarco de lo virtual-digital, porque a ello se le añade la superación-transformación del régimen de reproducción y control capitalista en educación.

Lo que planteamos, es que el modelo taxonómico de Blom y otros, así como los encuadres productivistas de este campo, están en el centro de un modelo de reproducción agotado y que su uso en la Transformación Digital de la Educación (TDE) se convierte en un elemento de profundización de la crisis educativa alineada con los intentos de desaparición de la escuela pública presencial, que intenta ser homologada por el complejo industrial cultural como parte del efecto Kodak[16] en educación.

Ciertamente los programadores informáticos requieren de una ruta para trabajar sus interfaces, pero las propuestas en este sentido deben superar el funcionalismo de las taxonomías que han hegemonizado el campo educativo. Contribuir a ese florecimiento de lo nuevo transformador es fundamental, pero para lograrlo, es necesario conocer en profundidad lo recorrido y superar la brecha epistémica, para que las taxonomías alternativas sean un elemento que contribuya al surgimiento de sistemas escolares emancipatorios, libertarios y humanamente solidarios. Pero, pese a toda la propaganda que circula en los últimos meses, el actual desarrollo tecnológico aún no está en capacidad de trabajar con lo caótico y rizomático del auténtico aprendizaje creativo y crítico mediante plataformas educativas de códigos abiertos que aprendan, pero no podemos esperar a que eso llegue para pensar en lo taxonómico alternativo.

  • Taxonomía de objetivos educativos

Culminada la segunda guerra mundial y puesta en marcha un conjunto de iniciativas para masificar la educación, promover la industrialización, aprovechamiento de la aceleración del conocimiento científico-tecnológico, consumo, modelo de democracia burguesa y el mercado como eje de la institucionalidad y lo público, desde 1948 en el campo de la educación se plantea la necesidad de estructurar taxonomías de los objetivos educativos que permitieran alcanzar esos propósitos, con dimensiones afectivas, psicomotoras y cognitivas. Esto generó un movimiento de casi tres décadas de definición de los parámetros de cada una de estas dimensiones para la estructuración taxonómica como práctica y paradigma escolar-universitario.

Para Wilsom Leslie-Owen (2001) lo afectivo se refiere a lo emocional, social y sentimientos, que son el resultado de percepciones, respuestas, valoraciones, estructuración y construcción de imaginarios y narrativas. Lo afectivo se considera como requisito de apertura para el logro de metas educacionales, actualizada y desarrollada a partir de los principios de Bloom por Krathwohl (2001).

Lo cognitivo se relaciona al pensamiento y sería desarrollado por Bloom y otros, entre 1956 y 1972 y que sería actualizada por Anderson y otros.

En el aspecto psicomotor existen tres variantes, muy influenciadas por la educación para el deporte. La primera de Dave (1970) que se concentra en “imitación[17], manipulación[18], precisión[19], coordinación o articulación[20], naturalización[21] y aplicación”); la segunda, de Harrow (1972) que identifica los siguientes niveles de dominio: “movimientos reflejos[22], movimientos naturales o fundamentales[23], habilidades perceptivas[24], aptitudes físicas[25], habilidades motrices[26] y comunicación no verbal[27]”); la tercera, de Simpson (1972) que se fundamenta en el dominio de la “percepción[28], disposición de acción[29], respuesta dirigida[30], automatización[31], respuesta amplia[32], adaptación[33] y creación[34]”.

Las tres dimensiones de las taxonomías de objetivos educativos (afectiva, cognitiva y psicomotora) tienen una perspectiva escalar, de lo simple a lo complejo, muy vinculadas al paradigma taylorista de gestión y a los enfoques de administración de Fayol, es decir, encuadrados dentro del paradigma productivista en educación.

En cada una de ellas, los verbos le dan cuerpo a la instrumentalización de las taxonomías. Por ejemplo, a la hora de diseñar un objetivo curricular, prueba, enfoque didáctico, planeación o gestión, se ubica la función que permite conocer el dominio mediante el verbo que lo expresa para evidenciar el conocimiento y habilidad alcanzada por el estudiante.

La combinación de las taxonomías sicologistas aplicadas a la educación con las teorías conductistas del aprendizaje, resulto ser una recombinación reproductora encuadrada en el régimen biopolítico, que creó un Frankenstein educativo, que en algunos países hace que los programas educativos de primaria, en un año escolar, contengan más de mil objetivos específicos, a ser ejecutados durante 200 días de clase, con un promedio (en el mejor de los casos) de por lo menos 5 objetivos conductuales diferenciados cada día, algo que no puede sustentar teorema conductista alguno.   Pero veamos que plantean las más conocidas.

  • La taxonomía de Bloom

A partir de 1956 un conjunto de investigadores norteamericanos, entre los cuales se encontraba Benjamín Bloom (1913-1999), trabajó la organización de una estructura jerárquica de los objetivos educacionales. La comisión, compuesta por profesionales de varias disciplinas se fundamentó en los avances de la psicología y la psicometría, en un momento histórico, de postguerras, en el cuál el sistema mundo propugnaba la estandarización de procesos (hibridando paradigmas del taylorismo y el fordismo).

La taxonomía de Bloom, considera que el aprendizaje se genera en tres dominios: cognitivo, afectivo y psicomotor.

Pertenecen al dominio cognitivo, a) el conocimiento, entendido como los procesos de memorización de conceptos, sub conceptos, normas, formulas, eventos relevantes, imágenes síntesis; b) la comprensión que posibilita dotar de significado a lo memorizado, desarrollando capacidades para interpretar, seguir instrucciones, traducir en hechos y extrapolar; c) aplicación que es la capacidad y habilidad de utilizar lo aprendido para resolver problemas o situaciones contingentes;  d) análisis que es la capacidad para establecer marcos relacionales, fundamentos organizativos y caracterizar elementos;  e) resumen como la capacidad de establecer parámetros, estándares; f) evaluación se refiere a la capacidad de generar juicios a partir de la evidencias empíricas y los criterios externos.

Al dominio afectivo pertenecen las categorías: a) recepción: que se refiere a la capacidad de percibir, aprendiendo a discriminar, alcanzando una atención selectiva solo posible mediante la voluntad de recibir mensajes, diálogos e ideas; b) respuesta: que se refiere al desarrollo de voluntad para responder, mediante una participación activa en los procesos de enseñanza y aprendizaje, que genere satisfacción. Se parte de la premisa positiva que solo se aprende lo que gusta, causa satisfacción y tiene utilidad; c) valoración: que es la aceptación comprometida con el proceso de aprendizaje, así como desarrollo de preferencias sobre temas a los que les asignas mayor valor; d) organización: que se refiere al desarrollo de las capacidades para conceptualizar un valor y organizar de forma coherente un sistema de valores; e) internacionalización de valores: alcanzar un comportamiento predecible, que sea consistente con el sistema de valores del individuo.

En el caso del dominio psicomotor, centrado en la manipulación de objetos, las categorías son: a) percepción: identifica los movimientos corporales principales; b) respuesta conducida: desarrollo de capacidad motora fina que mejora con prácticas y entrenamiento; c) automatismos: adquisición de movimientos reflejos corporales automáticos de respuesta; d) respuestas complejas: creatividad y coordinación a la hora de responder a estímulos específicos; e) adaptación: desarrollo de capacidades para improvisar movimientos ante situaciones contingentes, no conocidas o no esperadas; f) organización: se refiere a la organización espontánea de los movimientos corporales complejos ante estímulos diversos, regulares y contingentes.

La taxonomía de Bloom, surgida en los EEUU, el país que emerge triunfante de la segunda guerra mundial como nación imperialista predominante, forma parte del giro a la masificación educativa que se impulsa desde 1945, con la esperanza que la educación dinamizara el consumo, consolidara el ideal democrático burgués y permitiera contribuir a la aceleración de la innovación científico tecnológica vinculada al modo de producción capitalista.

La taxonomía de Bloom no solo procura contribuir a controlar al detalle lo que se enseña y como se enseña, sino a domesticar las mentes (dimensiones cognitivas), cosificar los cuerpos (dimensiones psicomotoras) y alienar las emociones (dimensiones afectivas), creando rangos, parámetros y cánones de lo que se espera, o como diría Foucault de la normalidad. Las taxonomías de Bloom están pensadas para el fracaso de los anormales, aquellos que aprendemos de manera caótica, que nos integramos desde el caos, de quienes hacemos la disidencia perpetua una forma de construir sociabilidad abierta a las diversidades. El carácter ideológico de las taxonomías de Bloom es innegable.

La aceptación de su lógica “educativa”, por parte de las derechas, centro e izquierda política, evidencia la hegemonía del capitalismo en educación bajo el régimen de reproducción biopolítico de las dos primeras revoluciones industriales y parte de la tercera. Incluso programas de postgrado de pedagogías críticas y educaciones populares han sido elaborados, redactados con este paradigma, por ello no pueden escapar del complemento de las taxonomías de Bloom, las Normas A.P.A.

Sin embargo, la pretensión de extender el dominio de los objetivos educativos descritos en la taxonomía de Bloom, de la educación analógica presencial a la llamada Transformación Digital de la Educación (TDE) y en especial las plataformas educativas y la nube educativa, evidencia un problema del centro capitalista para imponer rápidamente el nuevo régimen de control y reproducción de datos y conocimientos. Esta fisura, este no lugar, esta abertura debería ser aprovechado por las resistencias educativas para construir una nueva educación emancipadora en clave de la tercera década del siglo XXI.

Es imposible valorar la taxonomía de Bloom si no lo hacemos en un marco más amplio, político, económico y social, como parte de una dinámica de control y reproducción (simbólica y material) del sistema mundo capitalista. Además, vinculado su teleología a otros procesos como el marco lógico y más recientemente el pensamiento computacional.

Nuestro punto de vista es que operaciones aparentemente desconectadas como el Marco lógico, emprendida por la Agencia Norteamericana para el Desarrollo Internacional (USAID) en la década de los setenta del siglo XX y, que fuera adoptada por la Agencia Alemana de Cooperación (GTZ) solo con algunas adaptaciones menores, es un complemento de gestión que escala la taxonomía de Bloom y otros, pero eso lo trabajaremos en otro artículo.

Algo similar ocurre con el Pensamiento computacional (PC) que está siendo relanzado por la moda de la Inteligencia Artificial en educación. Países como Panamá están retomando el pensamiento computacional para la formación de docentes y estudiantes, por ello, este tema tiene especial actualidad, pero también demanda un trabajo separado.

  • La taxonomía de Anderson

En realidad, esta propuesta que procura ser una actualización de los objetivos cognitivos de Bloom y otros, es trabajada junto a David R. Krathwohl, Peter W. Airasian, Kathleen A. Cruikshank, Richard E. Mayer, Paul R. Pintrich, James Raths y Merlin C. Wittrock en el libro titulado “A Taxonomy for learning, teaching and assessing. A Revision of Bloom´s taxonomy of educational objetives”[35] (2001), pero para distinguir del trabajo de Krathwohl (dominio afectivo) a este trabajo se le conoce como la taxonomía de Anderson.

Esta taxonomía distingue cuatro dimensiones del conocimiento (factual[36], conceptual[37], procedimental[38] y meta-cognitivo[39]) y seis procesos cognitivos en cada una de estas dimensiones (recordar[40], comprender[41], aplicar[42], analizar[43], evaluar[44] y crear[45]).

Cada uno de estos procesos cognitivos tiene un conjunto de verbos a partir de los cuales el programador (didáctico, evaluativo, de planeación, gestión o curricular), por ejemplo recordar: conocer e identificar; comprender: interpretar (clarificar, parafrasear, representar, traducir) ejemplificar (ilustrar, representar), clasificar (categorizar, agrupar), resumir (generalizar), inferir (concluir, extrapolar, prever), comparar (contrastar, mapear, corresponder),  explicar (construir modelos); aplicar: ejecutar (hacer, llevar a término), implementar (usar); analizar: diferenciar (discriminar, distinguir, centrar, seleccionar) organizar(integrar, diseñar, estructurar, hallar, coherencia), atribuir (deconstruir); evaluar: verificar (coordinar, detectar, monitorear, probar), criticar (juzgar); crear:  generar (hipótesis), planear (diseño), producir (construcción).

Anderson y otros, recombinan las categorías y verbos de la taxonomía de Bloom y otros, para establecer una ruta de enseñanza y comprobación de aprendizajes, en la lógica del racionalismo que indica que las ideas preceden a la experiencia. No se trata de reivindicar el neo empirismo, debate ya superado en la teoría educativa que entiende las instituciones educativas como espacio de encuentro y resignificación entre experiencia, razón y aprendizaje significativo, sino de mostrar que un enfoque secuencial programado parte del principio de la mente humana como “disco rudo” cargado de ideas innatas (sistema operativo) al cual hay que cargarlo de ideas (programas y contenidos) para que pueda entender la realidad, en el cuál la experiencia y las necesidades del contexto se convierten en significantes vacíos.

Desde nuestro punto de vista, no existe una solo ruta para aprender y conocer, ese es uno de los grandes problemas del conductismo, como tampoco una resulta mejor que las otras. Por eso, la mirada unidimensional de la ruta del aprendizaje solo deriva de un pensamiento computacional y maquinal del cerebro y la mente, algo con lo cual tomamos distancia.

Sin embargo, esta secuencia resulta clara para el programador informático, quien lo convierte en módulos, elevando de manera exponencial la mecanización de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

La taxonomía de Krathwohl (2001) y otros, se centra en el dominio afectivo, sus categoría y subcategorías. Como discípulo de Bloom trata de construir una ruta de ejecución del aprendizaje afectivo. Para ello establece cinco categorías, con sus subcategorías que orientan la actividad de programación. Estas categorías son: recibir (conciencia[46], disposición a recibir[47], atención controlada y selectiva[48]), responder (consentimiento en responder[49], disposición a responder[50], satisfacción al responder[51]), valorizar (aceptación de un valor[52], preferencia por un valor[53], compromiso[54]), organización(conceptualización de un valor[55], organización de un sistema de valores[56]) y caracterización por un valor (conjunto generalizado[57], caracterización[58]).

La concepción de esta taxonomía pareciera desconocer la importancia de la contradicción, las disonancias y las diversidades en la conformación de las relaciones interpersonales de los y las estudiantes en las aulas.  Pareciera estar pensada en relación uno a uno, y no en las formas caóticas que se construye el ser social educativo.

El lugar de enunciación de esta taxonomía, continuidad de Bloom y compañía, es la de la mente como una cadena de sinapsis neuronales ordenadas que dan origen a las emociones y que siguen un patrón. Es el pensamiento computacional sobre las operaciones del cerebro y la afectividad, que niega la formas rizomáticas, múltiples, diversas, que son adaptativas y por lo tanto tienen ciclos de orden-desorden creativo. Parecieran negar el carácter disruptivo del pensamiento crítico.

Esto también está asociado a planteamientos de la neurociencia sobre la activación y entrenamiento de la zona ejecutora del cerebro, para controlar y reprimir las emociones que denominan negativas y activar para multiplicar aquellas que consideran positivas. Es decir, para apuntalar desde lo afectivo todo este proceso de represión de lo diverso, impulsan la inteligencia emocional. Si bien la inteligencia emocional como paradigma afectivo merece ser trabajado en un artículo aparte, es innegable su relación con el campo taxonómico y el psicologismo que suprime la pedagogía como campo científico.

Eso sí, encuadran el dominio afectivo en la lógica de funcionamiento de la Inteligencia Artificial y su pretensión de régimen de la verdad. El problema de esta taxonomía es que, en términos educativos, podía servir para el régimen de reproducción biopolítico, pero resulta nefastas para el régimen de datos y contenidos, que demanda la mayor libertad para multiplicar exponencialmente el conocimiento y diversificar las opresiones.

Con la taxonomía de dominio el programador de plataformas educativas y contenidos digitales encuentra las pistas para alinear sus interfases. En un esquema secuencial que considera logro la sumisión afectiva y “fracaso# las formas humanas caóticas con las que se construyen los sistemas de valores. Intentar alinear esquemáticamente y de forma estandarizada lo afectivo, es algo a lo que siempre han aspirado los gobiernos autoritarios y fascistas de diferentes signo ideológico, por ello, la lógica discursiva de esta taxonomía puede “enamorar” tanto a marxistas ortodoxos y estalinistas como a la llamada derecha post liberal.

  • La taxonomía de Kendall y Manzano

A partir del trabajo de Bloom y otros (1956-1972) Kendall. J.S.  y Manzano, R.J.  escriben The new taxonomy of educational objectives (2007) y Designing and assessing educational objectives: Applying the new taxonomy (2008), cuyos trabajos se concentran en incorporar los avances de la psicología y la neurociencia (computacional y maquinal) al trabajo de Bloom, es decir, es un desarrollo de la taxonomía madre en objetivos educacionales.  Además, hemos revisado los trabajos de interpretación de esta taxonomía realizados por Katherina Edith Gallardo Córdova (2009) y del sitio web educativo “orientación Andújar”[59].

En la taxonomía de Manzano y Kendall establecen tres dominios transversales y seis niveles de implantación. Los tres dominios son 1) información, b) procedimientos mentales y c) procedimientos psicomotores, mientras que los niveles son 1) recuperación (cognitivo), 2) comprensión (Cognitivo), 3) análisis (cognitivo), 4) utilización del conocimiento (cognitivo), metacognición (sistema metacognitivo) y 6) sistema interno (self).

En la recuperación se trata de provocar que el estudiante retome los aprendizajes precedentes al respecto; los verbos de programación (curricular, didáctica, evaluativa, planeación y gestión) son: repetir, registrar, memorizar, nombrar, relatar, subrayar, enumerar, enunciar, recordar, describir, reproducir, definir, listar, rotular, identificar, recoger, examinar, tabular y citar.

El nivel de comprensión está centrado en el conocimiento nuevo y la capacidad del estudiante para entender sus implicaciones teóricas y prácticas. Los verbos de programación son: interpretar, traducir, reafirmar, describir, reconocer, expresar, informar, revisar, identificar, ordenar, seriar, exponer, parafrasear, comparar, predecir, asociar, estimar, diferenciar, extender, resumir, discutir, contrastar, distinguir, explicar e ilustrar.

En los niveles de análisis (distinguir, analizar, diferenciar, destacar, experimentar, probar, comparar, contrastar, criticar, discutir, diagramar, inspeccionar, pedir, clasificar, separar, examinar, catalogar, inducir, inferir, discriminar, subdividir, desmenuzar, separar, ordenar, explicar, conectar, seleccionar, arreglar, categorizar) y utilización del conocimiento o aplicación  (aplicar, emplear, utilizar, demostrar, practicar, ilustrar, operar, programar, dibujar, esbozar, convertir, transformar, cambiar, experimentar, usar, producir, resolver, ejemplificar, comprobar, calcular, manipular, completar, mostrar, examinar, modificar, relatar, clasificar, descubrir, computar, construir), ambos pertenecientes a la cognición, el estudiante deberá estar en capacidad de realizar operaciones mentales relacionales.

En el nivel de metacognición, referido a los hábitos mentales productivos, los verbos que se usan en programación son: planear, proponer, diseñar, formular, reunir, construir, crear, establecer, organizar, dirigir, preparar, deducir, resumir, generalizar, integrar, sustituir, crear, inventar, plantear hipótesis, definir, combinar, reacomodar, compilar, componer, relacionar, elaborar, explicar, concluir, reconstruir, idear, reorganizar, reordenar, desarrollar, reescribir, generalizar, modificar, plantear. En este nivel el estudiante deberá desarrollar operaciones mentales complejas.

Finalmente, el nivel self, ser y autoregularse, los verbos son: juzgar, evaluar, clarificar, estimar, valorar, calificar, seleccionar, medir, descubrir, justificar, estructurar, pronosticar, predecir, apoyar, concluir, detectar, debatir, argumentar, cuestionar, decidir, probar, medir, recomendar, explicar, sumar, criticar, discriminar, convencer, establecer rangos. En este nivel se procura que el estudiante tenga capacidad de iniciativa para conocer y ampliar sus horizontes.

Como en las anteriores taxonomías, a cada nivel corresponde una esfera del trabajo docente, que debe ser secuencial, porque se parte que los procesos son lineales y uno detrás del otro, como si siempre aprendiéramos en esta sucesión de eventos. El diseñador curricular, pero también el evaluador, o los especialistas didácticos, de planeación y gestión del aula, deben adaptar sus procesos a esta secuencia; así cuando hacemos una prueba diagnóstica apelamos a la recuperación, mientras que cuando evaluamos los logros conforme al perfil intentamos precisar la capacidad de ser y autoregularse.

Cuando un programador de plataformas virtuales y de contenidos digitales educativos inicia el diseño de sus módulos e interfaces lo hace a partir de estas secuencias taxonómicas, así como las Inteligencias Artificiales hacen seguimiento en tiempo real de los procesos de aprendizaje. Lo que se salga de la secuencia es anormalidad en el aprendizaje, error y evaluación negativa. Imagínense esos niveles de locura maquinal en la era digital.

Incluso la psicología de las inteligencias múltiples ha revolucionado estos arquetipos, aunque los taxonomistas intentan construir una adaptación para cada tipo de inteligencia.

Por ello, el tema de las taxonomías alternativas es un tema central en la actual Transformación Digital de la Educación (TDE) y la hegemonía de la Inteligencia Artificial(IA). Seguramente dirán algunos especialistas informáticos que una taxonomía disipativa y aleatoria, como deberían ser las taxonomías plurales emancipadoras, creativas y de pensamiento crítico, no tiene un correlato aún en la informática. Pues bien, entonces vayamos más despacio y “bajémosle dos” a la desenfrenada carrera por construir mercancías tecnológicas que permitan extraer los presupuestos públicos en educación.

Lo que no puede negarse es la hegemonía del aceleracionismo capitalista (Land, 2011) que nos coloca ante la disyuntiva de como nos entendemos y vemos en ese marco. Como lo señalan Avanessian y Reis en (2017), al analizar el Manifiesto por una Política Aceleracionista” (MPA, 2013), existe una necesidad de entender la antropología transformativa (Negri, 2017), que en el caso de educación considero que conforma tres grandes campos en la izquierda pedagógica. El primero que considera que hay que resistir desde lo comunitario, la horizontalidad y el poder popular como si contáramos con un sujeto no alienado y el sistema mundo capitalista permitiera burbujas alternativas que no interactúan con el aceleracionismo. El segundo, quienes se sumergen en los productos de la aceleracionismo capitalista, para intentar “voltear” su propósito para colocarlos a favor de la perspectiva liberadora. Un tercero, que se debate entre la parálisis y la acción, que postula la necesidad de sumergirse en el aceleracionismo con mentalidad de resistencia y creativa, para usar sus avances (aprendiéndolos) para crear lo nuevo (construir alternativas) en favor de las mayorías, lo cual pasa por una recuperación del futuro.

  • La taxonomía de Bloom en la era digital

La adaptación de la taxonomía de Bloom a la era digital ha sido trabajada por varios autores. A los efectos de este trabajo seleccionaremos una de ellas, la de Andrew Churches (2009).  Esta taxonomía no modifica la secuencia ni las categorías originales de Bloom, que van de las habilidades de pensamiento de orden inferior a las habilidades de pensamiento de orden superior, sino que desarrolla las prácticas que las expresan.

En el caso del dominio cognitivo, para la categoría  recordar propone: utilizar viñetas, participar en las redes sociales, marcar sitios web favoritos, hacer búsquedas en google; para la categoría comprender:  hacer búsquedas avanzadas, hacer periodismo en blogs, etiquetar, suscribir ; para la categoría aplicar:  cargar, jugar, operar,  subir archivos, editar; para analizar: enlazar, validar, hacer ingeniería inversa; para evaluar:  comentar en un blog, revisar, publicar, participar en redes ; para crear: programar, remezclar, transmitir.

Evidentemente es una banalización de una taxonomía con la cual se tienen diferencias, pero se reconoce un trabajo serio detrás de ellas, así sea funcional al régimen de reproducción, Pero lo que observamos en materia de taxonomías digitales es una instrumentalización sin fundamentos teóricos serios.

  • Cultura evaluativa, cosificación curricular y curricularización de la pedagogía

Las taxonomías educativas se convirtieron en instrumentos técnicos alienantes, en sinónimos de orden válido, jerarquización del conocimiento, segmentación de conocimiento científico y saberes comunitarios, ruta para colocar primero la teoría que guiara la reproducción incesante de la práctica,  lo empírico aparece como sinónimo de materia prima, compulsión a la evaluación punitiva, estandarización de los aprendizajes mediante el logro de los perfiles de egreso,  castración de la planeación limitándola a los tiempos y formas de aplicar la receta curricular, pérdida de sentido de las didácticas subalternizándolas a la eficacia productivista, transfiguración del pedagogo en administrador curricular, obsesión familiar por las tareas y los apuntes, lógica estudiantil de aprender para el examen y olvidar luego.

A la burocracia obsesionada por las estadísticas y el número como significante pedagógico, las taxonomías le dieron sentido para justificar la labor docente como trabajo alienado, que se mide por el rendimiento académico por metas, el número de aprobados o reprobados, pero además para conocer que está haciendo el educador en cada momento. A ello se le adicionó la evaluación docente con sus indicadores de logro, compensaciones monetarias, rankings universitarios construidos a costa de la bibliometría vacía y la meritocracia alejada de la cotidianidad social.

Las taxonomías no fueron un elemento menor, sino un gran componente en la construcción de la cultura evaluativa, que posibilitó elevar los niveles de cosificación curricular conocidos hasta ese momento. Verbos que orientan objetivos generales y específicos, formulación de preguntas destinadas a la evaluación, la métrica didáctica, el quantum evaluativo, los fines de la planeación y las metas d la gestión. Su máxima expresión fue la arquitectura curricular colocada como epicentro de los pedagógico. A este proceso hemos denominado curricularización pedagógica.

Curricularización de las pedagogías podo el árbol de la creatividad pedagógica, convirtiendo al docente en operario simbólico de la máquina de construcción de aprendizajes, limitando el trabajo de enseñanza, con una lógica de reproducción biopolítuca. Este performance, en medio del advenimiento de la sociedad de la información y el cambio de régimen político de datos y conocimiento, convirtió de “golpe y porrazo” a los procesos educativos en tediosos, desprovistos de capacidad de generar curiosidad y en muchos casos en simples trámites para obtener titulaciones.

  1. La cuarta revolución industrial y la necesidad de descurricularizar las pedagogías

Las taxonomías fueron el último eslabón para terminar de curricularizar las pedagogías. La confluencia de dinámicas educativas que llamamos pedagogías, contenía balances precarios entre didácticas, currículo, evaluación, planeación y gestión. La interacción de estas dinámicas por parte de los y las trabajadoras de la educación posibilitaba la construcción de corpus experencial y corpus teórico en el hecho educativo. Cuando estas dinámicas se cruzaban con los elementos contextuales se daban aperturas transformadoras que trascendían los límites de la institucionalidad. Esto dió origen a frases como el maestro, por donde pasa, enciende la luz del conocimiento. Estas aperturas eran en realidad fugas del control biopolítico, mostraban contradicciones entre lo super estructural y lo concreto, dando origen a lo que Giroux (1992) denomina como resistencias. En consecuencia, esta anormalidad procuró ser suprimida o llevada a su mínima expresión mediante la cosificación curricular, convirtiendo al currículo en un centro sobre el cuál comenzaron a girar el resto de dinámicas de la pedagogía (didácticas, evaluación, planeación y gestión).

La curricularización de las pedagogías limitaba la labor docente a la ejecución incesante de objetivos pre-diseñados, en cargas horarias que se completaban entre 180 y 200 días, en rutinas de ejecución de contenidos petrificados en el tiempo, que alimentaban el régimen de reproducción biopolítico. Era tal el nivel de repetición de tareas que se le impuso a los sistemas escolares y las universidades, con criterios de eficiencia centrados en la ejecución, que el requerimiento del sistema mundo de cambio de régimen de control y reproducción no fue entendido por la alienación del trabajo, pero también porque ello implicaba detener y desarmar la máquina educativa montada con el anterior paradigma.

El problema actual es la que la cuarta revolución industrial con su régimen de reproducción de datos y conocimientos necesita superar el viejo régimen biopolítico y demoler la antigua máquina escolar y universitaria.  En ese camino, pareciera que la tensión del sistema mundo está dividido en tres grandes campos. El primero centrado en construir un nuevo sistema escolar presencial con apoyo del desarrollo tecnológico propio del régimen de datos y conocimiento; el segundo, la tentación de entrar a una fase educativa totalmente virtual-digital que se fusione con el nuevo régimen de reproducción y control; y el tercero, dejar que el caos propio de reformas educativas constantes, inconclusas y sin evaluación sistémica, vaya destruyendo socialmente el modelo escolar actual y abriendo paso de manera contingente a lo nuevo. Las tres iniciativas parecieran tener correlato en lo que hacen Singulartity University (Nuevas carreras, estilos de aprendizaje y arquitectura institucional), las GAFAM (Transformación Digital de la Educación, Inteligencia Artificial, Metaverso) y la UNESCO-Banco Mundial-OCDE-BID (pruebas estandarizadas, desfinanciamiento, Tendencia Reformadora Internacional, ODS4), respectivamente. El Foro Económico Mundial (FEM) o Foro de Davos como se le conoce, pareciera buscar puntos de encuentro entre estas tres tendencias.

Desde las alternativas y las resistencias también existen tres tendencias claras y matices-puentes entre ellas. La primera, que considera que hay que reformar-transformar la escuela-universidad dentro los límites de la vieja máquina escolar newtoniana-Comenio, en cuya estrategia tienen prioridad los enfoques didácticos (educaciones populares, formas participativas de aprender), curriculares (currículo alternativo, secuenciado por objetivos, pensando que el centro del cambio son los contenidos), evaluación (justicia evaluativa, cada quien aprende a su ritmo, aprendizaje socialmente significativo), planeación (colectivos pedagógicos, lógicas asamblearias de trabajo pedagógico) y de gestión (la escuela abierta, escuela inteligente, dirección colegiada); esta tendencia suele tener rasgos no declarativos de tecnofobía encubierto con el discurso comunitarista. La segunda, que postula una intersección entre lo presencial (central) y lo tecnológico virtual-digital (como recursos para el aprendizaje), pero que no termina de romper con la matriz de curicularización. La tercera, que entiende que hay que transformar radicalmente la escuela, pero atrapada en los límites del modelo escolar de Comenio y los modelos de funcionamiento de universidades en las tres primeras revoluciones industriales, no encuentra por dónde empezar. Las tres tienen en común que no han abierto el debate sobre la superación del régimen de reproducción biopolítico y las alternativas que en su momento se planteaban desde las pedagogías críticas y las izquierdas pedagógicas.

En ese contexto, de atasco teórico-conceptual-operacional, propio de la Brecha epistémica, comienzan a desarrollarse plataformas educativas, elaborados con taxonomía de Bloom, pensadas en el marco del régimen de reproducción biopolítico, que al ser presentadas como novedad sin reflexión profunda sobre la actual transición, le añaden más elementos al caos epistemológico. Por ello, la importancia de abrir un debate sobre las taxonomías, no limitado a su utilidad técnico-pragmática, sino abierto a la coyuntura de cambio de régimen de dominación y control del sistema mundo en el marco de la cuarta revolución industrial, pero ello es imposible impulsarlo sin atrevernos a cuestionar la curricularización de las pedagogías.

  1. Conclusión de apertura

El aprendizaje es mucho más caótico que cualquier clasificación y dependen del orden difuso rizomático de cada individuo, pueblo y comunidad. Nuestro trabajo en las aulas durante dieciocho años en primaria, veintiuno en universitario, trece con jóvenes con dificultades de inserción social y cuarenta y uno como padre de siete hijos me ha hecho tener esta certeza.  Incluso mi propia forma de aprender está muy lejos de esta secuencialidad maquinal.

De manera empírica y a tientas muchos sistemas escolares se están dando cuenta de esta realidad.  Por eso Suecia abandona las tablas y vuelve a los libros, Francia plantea la necesidad de volver a los libros de texto y otros países comienzan a devolver los pasos del primer frenesí informático. No se trata de desconocer las posibilidades de la TDE y las IA, sino de valorar las realidades posibilidades pedagógicas con su actual desarrollo.

El caso de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) es singular y pareciera iniciar un proceso de salto cualitativo en las reformas educativas, que no tiene un corpus teórico claro y que pareciera que está rompiendo con la cosificación curricular por la vía de aproximaciones sucesivas. Si la NEM no logra construir ese desarrollo teórico que la ubique rompiendo en todos sus planos (y no solo en el de los textos escolares) con el régimen de reproducción biopolítica, corre el riesgo que las rutinas del sistema en su conjunto devoren lo novedoso y revolucionario que inicia con las publicaciones.  Sin embargo, el caso mexicano en detalle, será tema de otro artículo por separado, pues desarrolarlo en toda su complejidad desenfocaría el actual artículo.

Referencias

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Zubof, Shoshana (2020) La era del capitalismo de la vigilancia. La lucha por un futuro humano frente a las nuevas fronteras dl poder. Ediciones Paidós. España


[1] Artículo escrito de manera exclusiva para la Revista de Educación de la UFS Brasil. No se puede reproducir ni difundir sin el permiso previo de la revista

[2] Profesor invitado de la Universidad Federal de Sergipe, Brasil, en el marco del programa Solidaridade que impulsa el CAPES. Miembro electo del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y Coordinador del GT CLACSO “Capitalismo digital, políticas educativas y pedagogías críticas” (2023-2025). Miembro del Secretariado del Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo (Río de Janeiro, Brasil, octubre 2024).  Integrante de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), la Fundación Kairos y la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS). Investigador del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación (CII-OVE). Investigador asociado al eje “trabajo docente” de la CRES+5 a realizarse en Brasilia, Brasil, abril 2024. Contacto: luisbonillamolina.62@gmail.comcontacto@luisbonillamolina.com

[3] https://eva.udelar.edu.uy/login-eva/login-ldap.html

[4] https://app.schoology.com/login

[5] https://ester.meduca.edu.pa/

[6] https://educacaovigiada.org.br/es/cartografia/americadelsur/

[7] Siglas que identifican a las grandes corporaciones tecnológicas Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft,

[8] https://www.santillanaconnect.com/Account/Login/?wtrealm=http%3A%2F%2Flms30.santillanacompartir.com%2Flogin%2Fcompartir%2F&wreply=https%3A%2F%2Festela.santillana.com%2Flogin%2Fsso%2Floginconnect

[9] Siglas que sintetizan el paradigma de concentrar la enseñanza en Ciencia (S), Tecnología (T), Ingenieras (E) y Matemáticas (M).

[10] Inteligencia Artificial, transformación digital de la educación y mercado de inversiones. Disponible en https://luisbonillamolina.com/2023/08/12/inteligencia-artificial-transformacion-digital-de-la-educacion-y-mercado-de-inversiones/

[11] Comprender el comportamiento humano a partir de establecer regularidades en las operaciones mentales. A través de las Ciencias de los Datos, descompone un problema a partir de los datos que se tienen, los analiza y establece continuidades y repitencias, que le permitan pronosticar comportamientos para los cuales se construyen algoritmos.

[12] 1928-2016, creó el lenguaje de programación Logo (1968). Trabajó con Piaget (1959-1963) a partir de lo cual desarrollo una propuesta de aprendizaje que llamó construccionismo, más allá del constructivismo. Luego trabajaría con Minsk con quien crearía el Instituto de Inteligencia Artificial.

[13] 1956 –  . Está al frente del Instituto de Ciencia de Datos de la Universidad de Columbia en EEUU, luego de ejercer el cargo de Vicepresidenta Ejecutiva del prestigiado Microsoft Research.

[14] Líder mundial del transhumanismo, canciller de la Universidad de la Singularidad, es el motor del proyecto La Era de la Singularidad que procura desarrollar un cerebro digital ordenando computacionalmente los procesos de aprendizaje y toma de decisiones de los seres humanos, para poder dar el salto en la creación de una nueva especie, los Singularty que estima se pueda hacer alrededor del año 2042.

[15] Como crear una mente

[16] En 2012 Kodak, empresa que había monopolizado el mercado de la fotografía, se declaró en quiebra. La causa no fue capaz de adaptarse y acompañar la transición de lo analógico a lo digital. El capital trasnacional tecnológico apuesta a un efecto kodak en el sector educativo, que justifique el cierre de la presencialidad y el paso a la virtualidad generalizada, como mecanismo para asaltar los dineros públicos destinados a la educación y transferirlos a las grandes corporaciones del sector y los mercados de inversiones, es decir al capital especulativo financiero trasnacional.

[17] Para Anwaar (2021) las palabras claves son: “intentar, copiar, imitar, imitar, seguir, repetir, duplicar, replicar, reproducir”

[18] Palabras claves: “Actuar, Construir, Ejecutar, Realizar, Completar, Lograr, Seguir, Jugar, Producir” Anwaar, 2021.

[19] Para Anwaar (2021) las palabras claves son: “lograr automáticamente, sobresalir de manera experta, realizar con maestría, demostrar con destreza, calibrar perfectamente”.

[20] Palabras claves: “Adaptar, Construir, Combinar, Crear, Personalizar, Modificar, Formular, Alterar, Originar”. Anwaar, 2021.

[21] Para Anwaar (2021) las palabras claves son: “crear, diseñar, desarrollar, inventar, administrar de forma natural o perfecta”.

[22] Palabras claves: “flexionar, estirar, enderezar, extender, inhibir, alargar, acortar, tensar, endurecer, relajar”. Anwaar (2021)

[23] Para Anwaar (2021) las palabras claves son: “gatear, arrastrarse, deslizarse, caminar, saltar, correr, agarrar, alcanzar, apretar, sostener, manejar”.

[24] Palabras claves: “atrapar, rebotar, comer, escribir, equilibrar, doblar, dibujar de memoria, distinguir al tocar, explorar”. Anwaar, 2021.

[25] Para Anwaar (2021) las palabras claves son: “soportar, mejorar, aumentar, detener, comenzar, moverse con precisión, tocar, doblar”.

[26] Palabras claves son: “bailar el vals, escribir a máquina, tocar el piano, cepillar, archivar, patinar, hacer juegos malabares, pintar, zambullirse, esgrimir, jugar al golf, cambiar”. Anwaar, 2021

[27] Para Anwaar (2021), las palabras claves son: “gesticular, ponerse de pie, sentarse, expresarse facialmente, bailar hábilmente, actuar hábilmente, pintar hábilmente, jugar hábilmente”.

[28] “Recibir, seleccionar y traducir estímulos”. Simpson, 1972

[29] “Mental, física y emocional”, Simpson, 1972

[30] “imitación, prueba y error-aprendizaje”. Simpson, 1972

[31] “Hábitos con soltura y confianza”. Simpson, 1972.

[32] “Movimientos unitarios y patrones de movimiento complejos”. Simpson, 1972.

[33] “Habilidad para modificar voluntariamente patrones de movimiento”. Simpson, 1972.

[34] “capacidad para producir nuevos patrones”. Simpson, 1972

[35] Disponible en https://www.uky.edu/~rsand1/china2018/texts/Anderson-Krathwohl%20-%20A%20taxonomy%20for%20learning%20teaching%20and%20assessing.pdf

[36] Conformado por pequeños fragmentos o partes de un conocimiento más amplio y específico, como terminologías, detalles o algunos elementos.

[37] Conocimiento detallado, complejo y organizado de las categorías, sub categorías, campos, principios y teorías que explican un fenómeno o acontecimiento.

[38] Conocer como se hace o construye un determinado evento, artefacto, formula o producción artística.

[39] Autoconocimiento sobre sus procesos de aprendizaje, pensamiento estratégico y aprender a pensar para actuar.

[40] Memoria de largo plazo sobre acontecimientos relevantes.

[41] Capacidad de construir significados, de dar sentido, a los elementos relevantes que surgen de una conversación, lectura o estudio de imágenes.

[42] Capacidad contingente de aplicar los procedimientos adecuados para cada situación.  Estos procedimientos implican un orden y secuencia instrumental.

[43] Capacidad para descomponer un tema, situación, problema u oportunidad en cada una de las partes que la componen, comprendiendo el funcionamiento de cada una de ellas y como se complementan.

[44] Capacidad de emitir juicio de valor a partir de estándares, parámetros, criterios y características.

[45] Capacidad de organizar y reorganizar los elementos que componen un proceso u objeto.

[46] Capacidad para distinguir y asumir la importancia de un tema o de un evento en situaciones planeadas o contingentes.

[47] Capacidad de tolerancia o aceptación de argumentos expresada en habilitación para la participación.

[48] Capacidad del estudiante de posicionarse adecuadamente ante las críticas, manejarse en marcos estéticos diferenciados y tolerancia a variantes lúdicas como el humor.

[49] Aceptar ser parte de un diálogo

[50] Voluntad para responder en tiempo y forma.

[51] Motivación y satisfacción por responder

[52] Capacidad de asociación de un valor con sus expresiones sociales concretas

[53] Disposición a construir sus propios valores dentro de parámetros socialmente definidos y aceptados

[54] Convencimiento sobre los parámetros e implicaciones de un valor

[55] Perspectiva relacionar entre los valores adquiridos y los que está en proceso de admitir,

[56] Aceptación de la hibridación de valores diferentes en un hecho social concreto..

[57] Habilidades y capacidad para articular valores con actitudes y comportamientos

[58] Aceptación y orientación conforme a su propia filosofía de vida, cosmovisón  e ideales.

[59] https://www.orientacionandujar.es/2016/11/06/taxonomia-robert-marzano-verbos-recomendados-indicadores-niveles-cognitivos/

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¿Una guerra nuclear como solución final?

Por: Luis Bonilla-Molina

  1. La guerra como política y prolongación de la disputa por los mercados

En los últimos años hay una pulsión de muchos factores políticos, de derechas e izquierdas, por ver el escenario de guerra mundial como inevitable. Es como una especie de derrota de la esperanza y futurabilidad de los proyectos que encarnan, una forma novedosa de emprender la retirada, ante un mundo que ya no les parece posible rearmar, en virtud de la crisis climática, la carrera armamentista, la exacerbación de la concentración de capitales.|

La idea de crisis capitalista emerge como un mantra que pretende resolver el desencuentro entre la voluntad y la razón. La rigidez cognitiva trata de explicar las causas de la desmovilización el proletariado industrial y resulta incapaz de valorar adecuadamente las movilizaciones de sectores como los trabajadores de la educación, quienes todas las semanas toman las calles en distintos lugares del orbe. Los cambios en el mundo el trabajo, producto el impacto de la aceleración inusitada de la innovación en el modo de producción, desafían al dogmatismo que intenta que la realidad cuadre en la teoría y no al revés.

Poco me interesan las expectativas de las derechas, pero si mucho las miradas de las izquierdas. Y como hemos aprendido en los desarrollos de la lucha de clases, salir de estos fosos epistemológicos solo es posible a partir de debates y la construcción compartida de horizontes. Ante un abandono silencioso del método de la economía política por muchas izquierdas, preferimos retomarlo para emprender el camino del análisis de los distintos escenarios geopolíticos, como un mecanismo para situarnos adecuadamente y construir política con sentido de clase.

Es decir, el eje de nuestro interés no es solo académico sino fundamentalmente político, procurando contribuir desde los márgenes a allanar el camino para un relanzamiento de la utopía, en un tiempo en el cual pareciéramos cansados para comprender todos los caminos posibles que impulsan o conjuran una guerra nuclear, como expresión de la disputa de mercados entre las naciones con capacidad nuclear. Porque al final lo militar es la continuidad de la política para definir la supremacía de lo mercados y en ese terreno la irracionalidad de las burguesías está condicionada por la ganancia.

  • Capacidades militares instaladas para iniciar una guerra nuclear

Una guerra se libra con desarrollos científicos, tecnológicos y armamentos concretos. Más allá de los conjuros militaristas que hablan de la inevitabilidad de una guerra nuclear, veamos cuales son las capacidades reales de las grandes potencias. La Federación of American Scientists (FAS) creada en 1945, actualizó este año el Inventario estimado de Cabezas Nucleares en el Mundo. En este trabajo se muestra que el mayor número es propiedad de Rusia (5.889), seguido muy de cerca por Estados Unidos (5.244) y muy de lejos por China (410). La suma de resto de países que disponen de este dispositivo, Reino Unido (225), Francia (290), Israel (90), Pakistán (170), India (164) y Corea del Norte (30) solo alcanzan 969, menos de una quinta parte de las que posee Estados Unidos.

Pero, para comprender las posibilidades de una guerra atómica no basta identificar el nombre del país que posee cabezas nucleares, porque visto en el mapa los números parecen más disuasivos que ofensivos. Se necesita analizar no solo las razones que tendría uno de estos países para apretar el primer botón que desate la ola radiactiva mundial, porque hasta el más iluso sabe que una devastación de esta magnitud no dejaría piedra alguna levantada del sistema mundo.

Si partimos del punto de vista ideológico (Comunistas versus demócratas liberales) podríamos decir que los países que se autodefinen como comunistas (China, Corea) acumulan 440 cabezas nucleares, contra 12.072 de los países autodefinidos capitalistas (Inglaterra, Francia, EEUU, Rusia, India, Pakistán, Israel). Difícilmente China, que viene saliendo de décadas de atraso material y está ahora a la vanguardia de las economías emergentes pensaría en una solución final en esta etapa.

El factor inestable es Corea del Norte, razón por la cual bajo la presidencia de Donald Trump se hizo un importante esfuerzo por disminuir las tensiones en las relaciones bilaterales e intentar replicar los efectos de la reunión Mao-Nixon (1972), que fue construyendo la arquitectura financiera y de infraestructura para que la combinación de inversiones por la vía de las Bancas Financieras), las licencias para el uso de patentes y las posibilidades locales de mano de obra en características de nueva esclavitud en la era industrial, abrieran paso al llamado milagro económico chino.  Aunque el encuentro Corea. EEUU aparece como un fracaso diplomático en la gran prensa, como en su momento terminó dibujándose en la prensa burguesa los efectos de la reunión chino-norteamericana de los setenta del siglo veinte, no hay manera de saber, por ahora, si es así o si la puerta restauradora se ha entreabierto nuevamente en Asia. Es decir, una guerra nuclear por razones ideológicas es altamente improbable y tiene como epicentro a Corea del Norte no a China, ya sea como víctima de un ataque occidental o que esta nación inicie el camino suicida del bombardeo atómico.

Es decir, en el corto plazo no vemos capacidad militar China para imponerse, por eso su aproximación a Rusia, para recompensar y equilibrar, pero los Estados Unidos no son mancos, y durante la administración Trump se construyeron puentes para una distensión de las relaciones más allá de la coyuntura de la guerra de Ucrania. Incluso, un acuerdo chino-ruso y un hipotético inicio de la confrontación nuclear entre este bloque y EEUU nunca sería por razones ideológicas, porque Rusia es abiertamente capitalista y China, aunque mantiene en algunos escenarios internos su narrativa socialista, cuando su presidente Xi va a escenarios como el Foro Económico Mundial se convierte en el mayor defensor de la Organización Mundial de Comercio, la globalización y la libertad de los mercados.

Pero, si pasamos de las auto definidas como socialistas o capitalistas, a las caracterizaciones de las potencias nucleares a partir de la economía, encontramos que China es hoy un país capitalista, dirigido por un partido único que se sigue definiendo como comunista, a pesar que en diferentes momentos de los últimos tiempos ha tenido burgueses en la dirección del partido, algo que diluye la idea Marxista sobre el instrumento político revolucionario. En consecuencia, la brecha real y objetiva, entre países capitalistas y regímenes de “comunismo burocrático hereditario” (Corea), es aún mayor, es decir 12.482 cabezas nucleares están en posesión de países capitalistas contra 30 de una nación que se auto define como comunista (Corea del norte), pero que la izquierda ha abandonado hace tiempo su interés por explicar lo que allí ocurre. Es decir, las razones de un conflicto nuclear por razones ideológicas, como acostumbra presentarlo el Pentágono norteamericano son mínimas.

Respecto al uso de otras naciones de la energía atómica, como Irán, no existe certeza alguna que hayan logrado desarrollar cabezas nucleares, aunque no es descartable que lo haga en el mediano plazo.

Si no es por razones ideológicas veamos las contradicciones económicas. Y allí si es importante la disputa de mercados entre EEUU, Rusia y China y la única forma de lograrlo es produciendo una negociación que reparta los mercados y asegure territorios de influencia para los tres. El peso económico de China le hace poder formar parte esta trinidad. Esta realidad es la que causa preocupación en las otras economías capitalistas consolidadas (especialmente Inglaterra, Alemania y Francia por separado y la Unión Europea en su conjunto), las economías emergentes (India, Brasil, Arabia Saudita, entre otras), los países con dispositivos nucleares aunque su economía no sea tan dinámica (Pakistán por ejemplo) y los países con características políticas excepcionales (como Irán), respecto a cómo pueden quedar sus economías en un reacomodo global de regiones y mercados.

Por ello, agrupamientos como los BRICs son encuadres capitalistas que entran en la lógica de disputa de mercados, como gritando “aquí estamos nosotros, no pueden hacer un acuerdo global desconociendo nuestra capacidad”. Economías de vieja tradición como Canadá y emergente como México prefieren “bailar pegados” a los Estados Unidos en este zarandeo. De hecho, no vemos ningún rasgo que indique que los BRICs tengan la intención (al menos por ahora) de llevar las contradicciones económicas al plano militar, mucho menos al nuclear en un escenario de solución final.

En consecuencia, un escenario no descartable es que las razones económicas lleven a acercar mucho más rápido de lo esperado a China y EEUU y esto termine reflejándose en el plano militar. Como lo advierte Pablo Gil[i] (2023) solo en 2022 el comercio bilateral entre estas dos super potencias alcanzó alrededor de 760 mil millones de dólares, además de 1,8 billones de dólares mediante inversiones en activos físicos y financieros. Y como lo señalaba el presidente chino XI Jinping, un mes antes de la conferencia de San Francisco[ii],  «hay miles de razones para mejorar las relaciones entre Estados Unidos y China, pero no hay ni una sola para empeorarlas».

En este acercamiento, que no es de corto plazo, sino un escenario de mediano plazo en el cuál las contradicciones construyen los acuerdos, China debería llegar con pies firmes y eso dependería de la posibilidad de llegar a un acuerdo de largo aliento con Rusia, que permitiría combinar capacidad económica (china) con militar (ruso-china) en un tablero de tres. Sin embargo, la propia nueva estrategia internacional norteamericana anunciada por Sullivan en marzo de este año (2023), contempla diálogos bilaterales para reconfigurar alianzas y no solo lo harán con China, sino también con Rusia, en procura de un acuerdo en los marcos el capitalismo. Lo que planteamos es que hay un triángulo de negociaciones bilaterales (EEUU-China, China-Rusia, EEUU-Rusia) que se convierte en el eje de un posible reacomodo capitalista planetario. Este hasta ahora hipotético escenario (no por ello descartable) abriría el escenario de converger en tareas y dominio global a las economías de los tres países (China, Rusia, EEUU) que de conjunto superarían el 46% del PIB global con el control directo del 92,2% de las cabezas nucleares y capacidad de mediación con los países que disponen del 7,57% de esta tecnología (India, Pakistán, Francia, Inglaterra, Israel), quedando solo el electrón libre de Corea del Norte con 0,23% de capacidad.

La única guerra nuclear que emerge como posibilidad desde lo económico, a partir de las actuales correlaciones de fuerzas, sería la destrucción total de Corea del Norte, evento que se presentaría como carta de presentación de un eventual super imperio tricéfalo.  Consciente de esta posibilidad es que Corea del Norte acepta los diálogos con Trump, por ahora interrumpidos en su fase pública, pero no descartable que se retomen en el mediano plazo, más aún ante un posible nuevo mandato del republicano Trump.

  • La relación economía y disposición de armas nucleares

La ecuación entre economías y disposición de cabezas nucleares pareciera ser determinante en la reingeniería del poder o como se suele decir comunicacionalmente, en el surgimiento del Nuevo Orden Mundial.  En el caso de las economías emergentes, algunas de las cuales disponen de cabezas nucleares como es el caso de la India, adquieren un liderazgo especial, como lo han mostrado junto a China en los BRICS, impulsando reagrupamientos para el tablero de negociación que suman a otras economías que no disponen de estas armas de destrucción masiva, como Brasil (el FMI estima que se perfila como la novena economía del mundo), Arabia Saudita, entre otros.

Las economías emergentes que no poseen cabezas nucleares, procuran que lo económico y no lo militar determine los realineamientos, jugando a estar en el anillo próximo al epicentro de lo que va a emerger.  Algo similar a lo que apuestan de manera individual Inglaterra, Francia y Alemania quienes intentan que la disminución de la importancia geopolítica de la Unión Europea no les arrastre.

Águas turbulentas: impactos da assinatura do Tratado Aukus - OPEUFinalmente, las alianzas regionales como las el Indo Pacífico, AUKUS y la trilateral del TLC procuran afinar los equilibrios con las ventajas derivadas de sus ubicaciones territoriales como son los casos de México, Australia y Japón.

Si partimos de ese equilibrio economía + armas de destrucción masiva + alianzas regionales y subregionales como hipótesis inicial de trabajo, esto nos permitiría ir construyendo escenarios de conformación del nuevo orden mundial que superen el empirismo ideologizante y la propaganda apocalíptica como cortina de humo que procura evitar la falta de estudio sistemático sobre el tema.

  • Naciones que reciben material nuclear

En esta etapa de la historia de la humanidad, compartir la energía nuclear es usado como instrumento de negociación geopolítica y para la construcción de alianzas. Todos los imperios lo han hecho a partir de sus ventajas en el terreno del conocimiento, equipos y rutas. Estados Unidos hizo lo propio cuando usó en la década de los setenta su enorme ventaja tecnológica y de patentes para alimentar la disputa Ruso-China y atraer, como en efecto se logró, a la segunda al campo el capitalismo.

El cuaderno “Nuclear Weapons Sharing, 2023[iii]” publicado por FAS en noviembre de este año 2023, plantea otro desafío vinculado a este asunto, el seguimiento al intercambio de material atómico militar entre países, que si bien no han desarrollado cabezas nucleares, si poseen la capacidad para almacenarla y eventualmente usar dispositivos de lanzamiento.

La guerra de Ucrania ha avivado esta tendencia, fundamentalmente de parte de Estados Unidos y Rusia. El Pentágono ha decidido acelerar el proceso de compartir con países europeos, bombas de gravedad B61-12 que pueden ser utilizadas con tecnología de los aviones norteamericanos, mientras Rusia a partir de 2022 está transfiriendo a Bielorrusia sistemas de vectores nucleares y entrenando a personal de ese país para su uso. Esto último como respuesta a la incorporación de Suecia y Finlandia al Grupo de Planificación Nuclear de la OTAN. El mapa a continuación muestra la distribución disuasiva que al respecto adelante la OTAN.

 Nuestra perspectiva es que estos “juegos de guerra”, mucho más efectistas que reales, procuran mover fichas en el tablero, dando la imagen mediática que se escala la confrontación, cuando en realidad son el preludio de acumular para negociar. Este es uno de los factores que está prolongando el conflicto en Ucrania, es decir, las correlaciones de fuerzas que emergerán en la post guerra.

Una cosa es servir de país almacén y operario para el manejo de cabezas nucleares y otra la transferencia efectiva de esta tecnología.  Es más importante para un país interesado en desarrollar su carrera armamentista nuclear, el adquirir la tecnología para enriquecer el Uranio que servir de garaje para ojivas nucleares. Hasta ahora, los países que abiertamente enriquecen uranio, ya sea con fines militares o de uso no militar son contados. Legamente lo pueden enriquecer con fines comerciales (EEUU, Rusia, China, Holanda, Reino Unido, Alemania, Francia, Brasil y Japón), países que procuran estar en el primer anillo que bordeará el centro del Nuevo Orden Mundial.

En este sentido, otra razón estratégica de Rusia es que es el país con mayores reservas de Uranio en el mundo, muy por encima de China y Estados Unidos. En el caso de Irán y Corea del Norte, sus programas de enriquecimiento de uranio no cuentan con la autorización del sistema de Naciones Unidas para comerciarlo, mucho menos de la Agencia Internacional de Energía Atómica.  Por ello, cuando se habla de la carrera nuclear vinculada a la arquitectura geopolítica debemos distinguir entre: a) posesión y capacidad de producir cabezas nucleares, b) tecnología para enriquecer el uranio y c) reservas disponibles de uranio.

  • Europa y los tormentos de la virtud

En 1787 el Marqués de Sade escribía su obra estelar Justine y los infortunios de la virtud. La actual situación de Europa, que había hecho méritos para ser la consentida del imperialismo norteamericano, me hace recordar este drama, porque hoy es la gran perdedora en la guerra de Ucrania, en un reordenamiento de la geopolítica capitalista en la cual se acelera la reconfiguración de su rol porque se había convertido en un fardo pesado para los equilibrios capitalistas emergentes. Europa y luego la Unión Europea habían heredado un papel geopolítico importante al culminar la segunda guerra mundial, una especie de guardián del sacro santo orden capitalista en su región, África, parte de Asia y oriente medio, territorios que hoy conforman el radio de acción económica, política, militar y cultural de rusos y chinos, pero también los Estados Unidos por su cuenta, Turquía e India.

Durante la guerra de Ucrania la Unión Europea y Los Estados Unidos han otorgado más e 77.000 millones de dólares de ayuda a Ucrania (38.300 millones de euros en ayuda económica,17.000 millones de euros en ayuda a refugiados en la UE, 21.160 millones de euros en ayuda militar, 670 millones de euros en el Mecanismo de Protección Civil de la Unión) algo que ha debilitado la ya resentida economía europea. Además, la UE se ha visto sacudida por la elevación de los precios de la energía y la seguridad de suministro, el impacto de las sanciones en el suministro de combustibles fósiles a la región, el suministro de gas que les ha obligado a rebajar en por lo menos un 15% las posibilidades de demandas para el consumo, reducción e la facturación de electricidad, seguridad alimentaria y la política agrícola común, la movilidad de personas y mercancías en cadenas de suministro que antes del conflicto parecían estables y confiables, además de su absoluta inutilidad para detener a Rusia.

En ese marco, ha quedado agrietado el papel de región geopolítica de contención lo cual tendrá efectos en el corto y mediano plazo. Pro es que esto es precisamente el comienzo del camino para la superación de un obstáculo que tenían los escenarios de acercamiento entre EEUU, Rusia y China; el papel geopolítico heredado por la Unión Europea al finalizar la segunda guerra mundial.

  • Las dos caras de la contradicción inter imperialista

En nuestro caso nos interesa estudiar los escenarios actuales de guerra y el desarrollo de la carrera militar nuclear en el marco de la actual fase de contradicciones Inter capitalistas que tiene en su centro a tres grandes vectores de disputa (EEUU, China y Rusia).

Como hemos aprendido en el marxismo, las contradicciones se resuelven por la vía de la exacerbación del enfrentamiento hasta que uno o varios de los factores involucrados se imponga o, por la vía de la integración y el cambio de intensidad de las contradicciones. En este caso, si la primera opción progresa no estaremos aquí para contarlo porque será la destrucción de la vida en el planeta, por ello, nos interesa estudiar las otras evoluciones lógicas dentro de la perspectiva el capital. La primera, mantener de manera infinita una guerra de posiciones en las cuales las caídas de una u otra fuente de poder sean abordadas con la racionalidad de repartos de mercado. Esta posibilidad nos parece altamente improbable porque demandaría un grado de centralidad planeadora que no tiene el capitalismo mundial. La segunda, procesos de fusión e integración parcial que apuntalen a la configuración de una nueva geopolítica global. Esta la vemos más probable y será el foco de trabajo de nuestra línea e investigación sobre geopolítica mundial.

No somos ingenuos respecto a que cada uno de estos desarrollos tiene implicaciones en la epistemología para la construcción de políticas en las izquierdas. Para la izquierda tradicional y el campismo, la narrativa de un enfrentamiento incesante les sirve de marco para justificar alianzas con “enemigos menores”, en la lógica de burguesías dependientes y neocolonialistas versus burguesías progresistas. Para la nueva izquierda radical, es problemático hablar de la posibilidad de un super imperio tricéfalo, sobre todo después de los debates con Negri y su particular enfoque del Imperio en el siglo XXI.

Por eso prefiero plantear, que más que ponernos a desojar la margarita, lo que corresponde es estudiar, con las herramientas el método marxista estos fenómenos:

  1. La globalización y las integraciones de capitales que ha impuesto la financiarización de la economía:
  2. El papel que vienen adquiriendo las grandes bancas y financieras globales en la construcción de una nueva arquitectura de alianzas burguesas, incluso entre los países que sostienen hoy importantes contradicciones de intereses estratégicos;
  3. Las capacidades reales, económicas, tecnológicas y militares para mantener de manera infinita la disputa inter imperialista en un marco de recesión económica:
  4. El papel de la innovación capitalista en el desarrollo del modo de producción capitalista, especialmente su impacto en el mundo el trabajo;
  5. La transformación del régimen biopolítico de reproducción sistémica en el régimen predictivo o como dice Chul Han, de datos.

Estos temas que no son los únicos, abren el horizonte y nos permiten salir del actual atolladero teórico.

  • Conclusión

Algo nuevo esta surgiendo, pero parece que estamos viendo lo nuevo con arquetipos del pasado. Las guerras son el último escalón cuando se agota la política como espacio de negociación económica y geopolítica. La hipótesis que trabajamos es que esas contradicciones tienden al encuentro más que al enfrentamiento.  Ahora bien, el encuentro no es amable ni carente de roces (incluso de guerras como la de Ucrania), por lo contrario, la aspereza será el signo que pueda construir un nuevo orden mundial sólido, sin una guerra de destrucción masiva.

¿Por qué es esto importante para la construcción de políticas de resistencia anticapitalistas e la clase trabajadora? Por varias razones, primero, contribuir a la superación del campismo como uno de los mayores problemas que tiene la izquierda revolucionaria hoy para desarrollar una política contra el capital en todos los territorios. Segundo, porque permite a las corrientes revolucionarias al interior de partidos amplios, explicar la verdadera naturaleza de una contradicción que se presentan como inevitablemente desencadenante de guerras mundiales. Tiene el riesgo de que el conocimiento de las nuevas dinámicas dispare vocaciones sectarias y vanguardistas, algo que no contribuye a relanzar una política revolucionaria en las calles. Pero caa cosa en su momento.

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[1] Profesor invitado de la Universidad Federal de Sergipe, Brasil. Miembro electo del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y Coordinador del GT CLACSO “Capitalismo digital, políticas educativas y pedagogías críticas” (2023-2025). Miembro del Secretariado del Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo (Río de Janeiro, Brasil, octubre 2024). Integrante de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), la Fundación Kairos y la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS). Investigador del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación (CII-OVE). Investigador asociado al eje “trabajo docente” de la CRES+5 a realizarse en Brasilia, Brasil, abril 2024. Contactos: luisbonillamolina.62@gmail.com

¿Una guerra nuclear como solución final?

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Las grandes tendencias de las políticas del capital en materia educativa

Por: Luis Bonilla-Molina[2]

Introducción

Hay mucha información disponible sobre los modelos de privatización, mercantilización, estandarización y desinversión educativa, aunque nunca tan suficiente como desearíamos. El lugar de enunciación de estas cuestiones suele ser lo nacional, en medio de un creciente auge de los estudios comparados internacionales al respecto, mientras los estructuralistas, neo marxistas y pedagogos críticos intentamos hallar la relación entre las políticas educativas que se implementan en los sistemas escolares-universidades y cada momento del desarrollo del capitalismo.

Cuatro grandes problemas teórico-conceptuales limitan el efecto y profundidad analítica de los estudios sistémicos y relacionales entre economía, política y educación. El primero, la precariedad con la que se aborda el impacto de las revoluciones industriales en este campo (Bonilla-M, Luis, 2019; 2023), asumiendo que basta con cuestionar la lógica del capital, mientras cada vez se evidencia mejor el papel de la innovación tecnológica en las mutaciones del metabolismo de reproducción y control del capitalismo.  Segundo, las dificultades para estudiar las similitudes y diferencias de las políticas del capital sobre los sistemas escolares-universidad, a partir de la identificación y seguimiento de los distintos lugares de enunciación que ha construido el sistema mundo (Wallerstein, 1998). Tercero, la inocencia epistemológica con la que se abordan las políticas educativas internacionales provenientes del multilateralismo, otorgándoles un estatus de verdad neutral que no poseen. Cuarto, la incapacidad para entender el cambio de régimen de control y reproducción post biopolítico.

En los últimos años nos hemos concentrado en contribuir a la resolución del primero, tercero y cuarto, lo cual nos ha llevado en los últimos meses a avanzar en el estudio del segundo; solo la comprensión de las relaciones dialécticas entre estos cuatro campos, puede permitir una comprensión holística y actualizada de los retos y desafíos de los sistemas escolares y las universidades de cara a la educación 2050. En este breve artículo, esbozaremos las distinciones que venimos haciendo, respecto a identificar los bloques hegemónicos de políticas educativas a nivel mundial que se expresan en las iniciativas locales de cambio.

Una precisión necesaria. Como nos enseñan los estudios de la lucha de clases, la contradicción entre capital y trabajo, no nos debe llevar a entender a las burguesías como un campo unificado, por el contrario, como las disputas inter burguesas son una realidad, resulta de especial relevancia hallar, conocer y explicar estas contradicciones y sus expresiones en el terreno de las políticas educativas. Por otra parte, prevenir contra el mecanicismo que puede llevar a invisibilizar las singulares expresiones de estas contradicciones en los territorios o escenario de reconfiguraciones de correlaciones de fuerza. Las singularidades las valoramos en el marco de confirmación, negación o convergencia de las tendencias generales.

En ese sentido, hemos identificado tres granes campos de políticas educativas a escala planetaria, la Tendencia Reformadora Internacional (TRI), el Objetivos de Desarrollo Sostenible Calidad de la Educación (ODS4) y la Transformación Digital de la Educación (TDE). Muchas veces, por interpretación de los gestores locales de la educación, estas tendencias se muestran caóticamente mezcladas, en otras como complementos y finalmente, una como la superación de la otra.  Veamos brevemente cada una de ellas.

  • Tendencia Reformadora Internacional

Los sistemas escolares y universidad que tenemos en el presente han sido creadas por el capitalismo industrial y se ha modelado en el marco de las tensiones entre hegemonía y resistencias contrahegemónicas. La estructura funcional de los sistemas escolares es un desarrollo y adaptación continuada de la perspectiva de Comenio en Didáctica Magna (1632), asumiendo la epistemología maquinal (secuencial, escalar, estratificada, binaria) que es inmanente al capital.

La TRI está determinada por el carácter global del capitalismo, el cosmopolitismo y la aceleración de la innovación. La imitación y la adaptación de los sistemas escolares al de los países industrializados ha sido un motor esencial al respecto, desde sus inicios, por ejemplo, con la pulsión republicana de generalizar en la región el modelo Lancasteriano como sinónimo de política educativa del centro capitalista en ese momento. El cosmopolitismo que se basa en el supuesto de la unidad cultural y, las sociedades de ingresos altos como modelo a imitar. El tercer rasgo de la TRI es la necesidad de sintonizar la educación con la innovación para propiciar la aceleración de la inventiva con su impacto en la acumulación de la ganancia.

La TRI es mucho más desconcentrada y evidencia las tensiones y correlaciones de fuerzas de cada sociedad, para impulsar en una dirección u otra la formación de la nación, lo cual implica diversas interpretaciones respecto a como acoplarse al horizonte común del sistema dominante. Por ello, muchas veces se muestra como acuerdos bilaterales o la intención de asumir como propio algo que hacen los sistemas escolares de otro país. En la última etapa la TRI ha sido muy influenciada por los resultados de las pruebas estandarizadas y la idea de buenas prácticas pedagógicas.

La TRI progresivamente ha necesitado de la despedagogización para impulsar sus olas y modas de reformas didácticas, evaluativas, curriculares, de planeación y gestión. En la última etapa se ha concentrado en reformas curriculares, mistificando las capacidades del currículo para producir un cambio y convirtiendo al pedagogo en un administrador curricular, algo en lo cual se complementa con las otras iniciativas el capital.

La TRI adquirió un especial vigor a partir del desembarco de la globalización neoliberal de los 70-80 el siglo XX, que instaló la idea de crisis del Estado Moderno y dentro de ello, crisis de la educación, lo cual desató la más importante ola de reformas y contrarreformas, muchas de las cuales no eran evaluadas en su eficacia y logros, para iniciar una nueva iniciativa.

Nuestra hipótesis de trabajo al respecto, es qué en esta dinámica, los sistemas escolares y la universidad han vivido periodos que se han correspondido al desarrollo desigual y combinado del capitalismo, entre el centro y la periferia, pero también como resultado de la construcción del capitalismo como sistema que tiende a no dejar un afuera de su lógica. Estos periodos no pueden ser visto como estancos, porque muchas veces continúan de manera paralela con otros, por ello nuestra estructuración se refiere más al auge que tuvieron.

La tendencia Reformadora Internacional (TRI) ha vivido periodos y ciclos a partir de los cuales es posible encontrar las similitudes que le dan identidad y las diferencias propias de las particularidades territoriales el desarrollo del capitalismo.

Estos periodos en Latinoamérica y el Caribe son: a) colonial (1492-1803), b) republicano (1804-1917), c) adaptación a las premisas de la Reforma de Córdoba (1918-1945), Multilateralismo (1945- ). En este último periodo, los gobiernos dictatoriales y la situación colonial sostenida en algunos países le imprimieron particularidades que es necesario estudiar en un marco de relaciones más amplias y complejas.

Los ciclos son: a) empirismo (1760 – 1910), b) Taylorismo – Fayolismo (1910-1930), c) Fordismo (1930-1970), d) Postfordismo: Gestión de la Calidad Total, Justo a Tiempo, Benchmarking, Quinta Disciplina, Modelos horizontales de las empresas tecnológicas (1971-     ).

La TRI es multicéntrica y multisituada, aunque tenga un horizonte y epistemología compartida. Este rasgo es muy importante destacarlo para establecer los ritmos y posibilidades reales de ensamblaje de los sistemas escolares a la lógica el capital.

La privatización y mercantilización educativa terminaron siendo los elementos más relevantes de la TRI. La exclusión como el “daño colateral” que había que resolver con medidas contingentes contextualizadas.

  • Tendencia ODS4: Calidad de la Educación

Con el surgimiento del multilateralismo de las post guerras mundiales, se inicia un ciclo muy importante de estandarización de las políticas educativas a nivel mundial, que desde mi punto de vista es posible periodizar de la siguiente manera: a) aceptación de la estandarización de políticas educativas (1945-1965). Este periodo es heredero de los trabajos de Piaget en su Oficina Internacional de Educación a partir de los años veinte del siglo XX y se va tejiendo con la creación de institucionalidad y equipos técnicos especializados. La forma en la cual va tomando cuerpo político este proceso son la rendición de los informes nacionales sobre el estado e la educación y la compilación de estadísticas nacionales que posibilitan los análisis comparados; b) la instalación de la noción de crisis educativa a partir de los informes Coleman (1966), Combs (1968), Faure (1973); c) La construcción de la cultura evaluativa como elemento orientador de las reformas educativas (1973-1980); d) la definición de las categorías para concretar la cultura evaluativa: calidad y pertinencia (primeros niveles el sistema educativo), impacto, eficacia e innovación (sector universitario); e) los acuerdos globales para estrategias convergentes de políticas educativas, dentro de las cuales los Acuerdos de Jomtein (1990), Dakar (2000) y, los Objetivos del Milenio (2000-2015) jugarían un papel central en la construcción de hegemonía para el paradigma de la estandarización hasta llegar al ODS4; f) la institucionalización de la cultura evaluativa con la creación del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE) y la puesta en marcha de las pruebas estandarizadas a nivel internacional; g) El ODS4: calidad de la educación (2015-2030)

En las últimas décadas la privatización y mercantilización educativa (váuchers, subsidios a la educación privada, crecimiento desproporcionada de la educación privada versus la pública, desfinanciamiento, precarización laboral de los trabajadores de la educación) se suelen vincular en los discursos oficiales como propios de la calidad educativa.

El Multilateralismo educativo, paso desde los noventa a ser un apéndice de los gobiernos del mundo en su mayoría neoliberales (Bonilla. 2023), haciendo de la Calidad Educativa el caballo de Troya para colocar en sintonía los sistemas escolares y la universidad, con los requerimientos del modo de producción capitalista en el periodo 2015-2030.

Las políticas del ODS4 expresan el mayor consenso posible de los gobiernos el mundo para acoplarse en ritmos y tiempos a los requerimientos del capital en materia educativa. Esto se convierte en su mayor problema, porque la brecha epistémica (Bonilla, 2021) de los decisores gubernamentales no les permite captar las dimensiones y urgencias el centro capitalista y su eficacia política resulta limitada. Por ello, las Bancas de Desarrollo vienen planteando que UNESCO abandone la agenda educativa y asumirla ellos directamente, el Banco Mundial la educación superior, la OCDE la educación primaria y secundaria y, las Bancas e Desarrollo Regional como el BID el preescolar o educación inicial.  Por otra parte, el Foro Económico Mundial viene asumiendo un creciente papel en la determinación de políticas educativas desde otro lugar de enunciación.

No obstante, consideramos que UNESCO es un espacio en disputa y que aún es posible plantear iniciativas a su interior que consigan abrir paso a una educación no necesariamente alineada con la lógica del capital. UNESCO tampoco es un campo cerrado, a su interior existe una capa muy importante de técnicos y funcionarios que apuestan por una educación inclusiva y alrededor del organismo gravitan organizaciones que luchan genuinamente por el derecho a la educación, Finalmente, la intelectualidad educativa y la academia, en su mayoría, considera que aún es posible intentar construir en el organismo multilateral otros consensos más vinculados a la lógica de los pueblos. El centro de nuestro análisis al respecto pretende superar la mirada ingenua que coloca al organismo como neutral y más allá de las disputas económicas, políticas y tecnológicas internacionales.

  • Tendencia: Transformación digital de la educación

Con la creación de la Organización Mundial de Comercio (OMC) se instala de manera abierta la noción de la educación como una mercancía. Las resistencias a escala global lograron bajarle el perfil educativo a la OMC, pero no las intenciones el capital en la materia. La OMC ha cedido protagonismo al FEM.

El Foro Económico Mundial (FEM) o Foro de Davos ha entrado en los últimos años como un actor internacional clave en la agenda educativa, fundamentalmente en lo que respecta a la llamada Transformación Digital de la Educación (TDE). Esto se debe a que este organismo se ha convertido en la instancia que lidera la transición capitalista y su modo de producción, de la tercera a la cuarta revolución industrial. Por ello, el tema educativo suele estar presente en cada reunión anual del Foro y está muy involucrado en las versiones educativas de las corporaciones tecnológicas, así como en el prototipo universitario que es Singularity University.

La TDE anunciada abiertamente el Foro de Educación de Incheon Corea (2015), impulsada en la alfabetización virtual ocurrida durante la cuarentena por la pandemia del COVID-19, ha venido tomando cuerpo en los modelos híbridos de enseñanza, el creciente desarrollo de la educación virtual y los discursos que postulan un futuro virtual de los sistemas escolares, proceso que tiene como vanguardia al equipo e Davos.

Esto no implica que el multilateralismo y la TRI no trabajen la agenda digital sino que Davos es el sector más dinámico al respecto.

  • Cuando se quiere quedar bien con Dios y con el Diablo

El mayor problema para estudiar estos énfasis, es que cada uno de los epicentros (TRI; ODS4 y TDE) asumen elementos de las otras iniciativas como propios, eso sí, con interpretaciones no siempre convergentes y subordinadas a sus estrategias centrales.

Las burocracias de los ministerios de educación, que quieren estar bien con todos los centros de poder, nacionales e internacionales, intentan construir una agenda mixta que termina siendo en muchos casos una criatura tricéfala que tiende a colapsar el sistema en su conjunto.

Las presiones nacionales por un sistema educativa que responda a los intereses locales, se convierte en otro elemento que tensiona la malograda coherencia de los intentos de reforma.

Lo que planteamos es que las reformas educativas nacionales deben ser valoradas en el marco de esas tensiones y las limitaciones que tienen las burocracias nacionales para comprender las particularidades de cada una de ellas.

  • Conclusión

Es urgente resolver los problemas teórico-conceptuales de la transformación educativa del presente, y en el caso de lo abordado en este artículo lo referido a las tendencias capitalistas del cambio, para poder comprender el caos educativo actual y las reales posibilidades de construir alternativas.

Lista de referencias

Bonilla-Molina, Luis (2020) Educación, escolaridad y revoluciones industriales.    Disponible en https://luisbonillamolina.com/2020/05/20/educacion-escolaridad-y-revoluciones-industriales/

Bonilla-Molina, Luis (2023) El Puente roto y los problemas para atravesar aguas turbulentas: las pedagogías críticas en la era digital. Disponible en https://luisbonillamolina.com/2023/04/14/el-puente-roto-y-los-problemas-para-atravesar-aguas-turbulentas-las-pedagogias-criticas-en-la-era-digital/

Bonilla-Molina, Luis (2023) ¿Qué hay detrás de la máscara altruista? La UNESCO en el callejón neoliberal. Viento Sur  España. Disponible en https://luisbonillamolina.com/2023/06/17/que-hay-detras-de-la-mascara-altruista-la-unesco-en-el-callejon-neoliberal/

Comenio (1632) Didáctica Magna. Edición mimeografiada.

Wallerstein, I (1974) El sistema mundo. Ediciones Grijalbo. España


[1] Artículo breve, de la serie educación que publico los miércoles

[2] Profesor invitado de la Universidad Federal de Sergipe, Brasil. Miembro electo del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y Coordinador del GT CLACSO “Capitalismo digital, políticas educativas y pedagogías críticas” (2023-2025). Miembro del Secretariado del Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo (Río de Janeiro, Brasil, octubre 2024). Integrante de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), la Fundación Kairos y la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS). Investigador del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación (CII-OVE). Investigador asociado al eje “trabajo docente” de la CRES+5 a realizarse en Brasilia, Brasil, abril 2024. Contactos: luisbonillamolina.62@gmail.com; contacto@luisbonillamolina.com

Las grandes tendencias de las políticas del capital en materia educativa

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Novela: Orquídeas en el jardín de las guacamayas (I, II, III y IV entregas)

La novela

Luis Bonilla-Molina

I Asesinato sin encargo

Era la primera vez que Marcos, vestido de civil, visitaba el sector El Valle, en Caracas.  Había patrullado estas calles en varias oportunidades, cuando formaba parte de los escuadrones anti motines y cumplía misiones de contra insurgencia. Designado por los gobiernos de Luis Herrera y Carlos Andrés Pérez, como contacto sectorial con la agencia anti drogas yanki, en dos oportunidades había hecho el periplo por el lugar, acompañado de un representante militar de la embajada norteamericana, que a todas luces era agente de la inteligencia política gringa.  Había hecho una gran amistad con el oficial norteamericano, a tal punto, que todos los meses de agosto viajaban juntos a Miami. Ahora volvía a este barrio intrigado por un asunto laboral.

Eran las 10 de la mañana y aunque la temperatura alcanzaba los veintiocho grados centígrados, comenzaba a caer una fuerte lluvia. En Caracas suele llover por un corto tiempo, eso sí, muy recio y siempre el agua se muestra coqueteándole a la brisa, como si el rocío y el viento protagonizaran un pasional encuentro.

El olor a tierra mojada despierta sensaciones, recuerdos, es como si algún gen campesino danzara en el ADN de cada habitante, invitándonos a salir a mojarnos, a chapotear el agua y reír. Hace mucho tiempo que no reímos colectivamente a carcajadas, despreocupados por el mañana y, esta mañana lluviosa pareciera recordarnos que la tristeza no puede ser eterna, mucho menos convertirse en resignación.

Hay sectores de la ciudad donde la modernidad llegó tarde y en muchos rincones la carencia de los servicios públicos ha sido sustituido por el despertar de lo común. El 23 de enero es pachanga, alegría, caminar zumbado, equipos de sonido a alto volumen, pero también solidaridades que desafían los cánones del sistema. Con razón se ha ganado la fama de lugar contestatario.

En el trayecto Marcos solo ve hombres y mujeres morenos, como si el urbanismo nos restregara su identidad, mostrando poco a poco el espíritu cimarrón, al que tanto le temen quienes viven del poder.

El viento movía de manera epiléptica la puerta metálica, hasta hacernos pensar en un personaje invisible quien estaba dudando entre entrar o marcharse. El metal trepidante   era la antesala al jardín del complejo habitacional, así que había que detenerla o sería víctima de un golpe en las piernas. Marcos, después de sujetar los postigos, corrió los veinte metros que había entre la verja y la entrada al edificio, tratando por reflejo de protegerse con sus brazos de las gruesas gotas que comenzaban a caer.

Por instinto volteó a mirar, para verificar si el carro había quedado estacionado en un buen lugar. Sonrió, como burlándose de sí mismo por el arranque de paranoia, mientras se detenía frente al edificio. Sacudida por el viento, una lámpara fluorescente titilaba, debido al óxido contenido en el mecanismo de soporte, haciendo que perdiera el contacto eléctrico cuando se mecía.

Se acercó al intercomunicador, mientras hacía memoria sobre el número del apartamento que le habían indicado. Desde que llegaron los celulares la memoria humana pareciera tener menos capacidad de almacenamiento, todo está guardado en el equipo, pero si olvidamos anotar digitalmente la información, estamos en serios problemas y precisamente era lo que ocurría.

-Ah 2B recordó

Su mano buscó automáticamente donde marcar, pero ninguno de los botones estaba identificado. Asumió que era la segunda fila y las columnas eran letras. Oprimió con fuerza, pero fue hasta la segunda vez que timbró cuando le respondieron. Una voz femenina pidió confirmación de identidad, para luego en broma solicitar santo y seña. El sonido de un pasador metálico liberado indicó que el acceso al edificio había sido destrancado.

El ascensor no servía, pero como era en el segundo piso decidió tomar las escaleras sin ninguna protesta.  Recordando sus días de oficial activo saltó los escalones de a tres en tres, hasta colocarse frente a la puerta del apartamento. Antes de accionar el timbre, producto de un reflejo subconsciente, los dedos de su mano derecha se dispusieron a rascar la cabellera, como quien está ante algo incierto y no sabe cómo actuar. Permaneció inmóvil, frente a la puerta, durante un par de minutos, hasta que suspirando accionó. La quinta vez que lo tocó, la puerta se abrió.

Marcos, ahora en el gobierno de Hugo Chávez, era un alto gerente de la más importante empresa nacionalizada de suministros vinculada a la industria eléctrica, con amplios vínculos comerciales con todas las esferas del gobierno. Un par de días antes, había despedido del empleo a Josefina, su asistente de relaciones públicas, porque había descubierto que en todos los eventos ella pagaba una habitación adicional para su amante, un destacado médico cirujano caraqueño, a quien el ex oficial identificaba como responsable en el país, de las operaciones encubiertas de un servicio secreto del medio oriente.

Al día siguiente de echarla del trabajo, apenas el gerente llegó a la oficina, la exempleada le llamó por teléfono y mencionó que contaba con información delicada que comprometía su permanencia en el cargo y, quería entregarle las pruebas a cambio de que dejara sin efecto la medida de despido. Acordaron verse a la mayor brevedad posible.

La misma Josefina abrió la puerta e invitó a Marcos a entrar. Lucía una falda ajustada, color vino tinto y una blusa semi trasparente blanca. Sus zapatos negros, de grandes tacones, la hacían ver más alta de lo que era en realidad. Tenía facciones refinadas, propias de ascendencia italiana y estaba cuidadosamente maquillada.

– Hola Marcos, pensé que no vendrías por la mañana, de hecho, acabo de llegar de la calle. Pero siéntate mientras conversamos.

El hombre le respondió:

  • Mejor vamos al grano de una vez por todas. ¿Cuáles son las pruebas de las cuales me hablaste?

Ella replicó:

  • Con calma, vamos a conversar primero.

El silencio sepulcral que sobrevino, evidenciaba la tensión existente en la atmosfera. Josefina rompió el hielo señalando:

  • Hace meses que a usted le están vigilando sus enemigos políticos, con la  intención de reunir elementos probatorios para sacarle del cargo. No se preocupe, puntualizó, una persona amiga ha logrado acceder al sitio donde guardaban las pruebas contra usted y me ha pedido que se las entregue.
  • ¿A cambio de qué?, preguntó el hombre.
  • De nada, mi estimado Marcos, señaló Josefina.

A lo cual añadió:

  • No sé si usted ordenó a sus perros guardianes que nos vigilaran desde otros de

los edificios y, como ve, este apartamento tiene ventanas sin cortinas que dan al norte y el oeste, así que le pido que vayamos a mi habitación donde tengo copia de las pruebas.

  • Marcos replico: ¿Copias? Creí que me entregarías las originales.

Ella respondió:

  • Por supuesto que te las entregaré luego. Las tengo guardadas en otro sitio, pero prefiero que veas previamente las copias y llegar a un acuerdo sobre mi situación laboral.

Sin intención de continuar escuchando alegatos, Josefina se dirigió hacia su habitación, sin voltear en momento alguno para asegurarse que Marcos la siguiera. El recinto donde dormía era pequeño, ocupado casi totalmente por una cama matrimonial tamaño presidencial “King Size”, en la cual destacaban cuatro almohadas gigantes, con las imágenes de Snoopy y Charlie Brown, los personajes creados por Schultz. Las cortinas amarillo ocre, combinaban con el edredón que cubría la cama y la fórmica de los guardarropas, dando un aire juvenil a la estancia. Las lámparas y mesitas de noche eran de metal cromado, resaltando su brillo al contrastar con la luz blanca que lo iluminaba todo. En una esquina reposaba una caja de cartón, que la chica tomó y colocó sobre la cama, a la par que miraba hacia la puerta esperando que en cualquier momento ingresara Marcos.

Se sentó a esperar y, no habían pasado dos minutos, cuando el burócrata entró. Josefina golpeó suavemente el colchón con la palma de la mano, pidiéndoles que tomara asiento a su lado, lo cual obedeció resignadamente.  Le dijo:

  • En esta caja están las copias de todas las pruebas que habían reunido contra ti.

Míralas con calma mientras yo me baño y, cuando vuelva, me dices si te parecen que tienen valor alguno o no.

Seguidamente tomo la toalla seca que reposaba encima del televisor apagado, incrustado en la pared mediante un soporte metálico, y se dirigió a la puerta interior que daba acceso al lavabo.

Marcos desencajado revisó uno a uno los papeles que extraía de la caja. Era como si sus cincuenta y cinco años le hubiesen caído de golpe. En solo minutos su apariencia había envejecido y sus manos trémulas sostenían las pruebas de sus fechorías administrativas. En toda su carrera militar había enfrentado con aplomo hasta la situación más comprometida, pero ahora se sentía desnudo y vulnerable, tal vez porque la ropa de civil no le construía la coraza de la militar, o porque en su paso por la oficialidad había sido intachable y ahora sentía que lo estaba ensuciando todo.

La imagen de Esther, su mujer, ahora minusválida, afectada por el mal de Parkinson, quien podía caer en el absoluto desamparo ante su inminente desgracia, le producía sentimientos ambiguos de rabia, impotencia y arrepentimiento. Esther, periodista de profesión, había ejercido solo en un corto periodo, porque se había dedicado íntegramente a diseñar las estrategias comunicacionales de su esposo, garantizándole una exitosa carrera. Ambos eran de origen humilde, hijos de obreros industriales y de campesinas, para quienes el ascenso social se convertía en una necesidad vital. Aunque Esther no había hecho carrera en su profesión, si había disfrutado de los beneficios económicos de las posiciones alcanzadas por su esposo. Conocía más de un centenar de países y su Vestier era testigo de los lugares visitados. Hacía tres años le habían detectado el padecimiento que evolucionó más rápido de lo esperado, el cual la había postrado en silla de ruedas.

La puerta del baño se abrió y apareció Josefina, descalza, con el pelo húmedo y despeinado, cubierta por una bata de paño blanca. Se quedó parada en el marco de la puerta e increpó al hombre:

  • ¿viste toda la información? ¿Consideras necesario hacerla desaparecer?

El hombre levantó la mirada hacia ella, mientras sus ojos despedían centellas, a

veces de rabia, otras de espanto. No lo dejó hablar y, antes que pronunciara palabra alguna, dejo caer a sus pies la bata que le cubría, develando con su mirada que ya no había vuelta atrás. Afirmó:

-Mejor que cómplices o socios, es ser amantes, así que no solo te ofrezco los documentos originales, sino este cuerpo para sellar nuestra alianza.

Marcos, con los ojos desorbitados y la boca abierta no terminaba de reaccionar, cuando Josefina se le acercó y arrodilló entre sus piernas, atrayendo hacia ella, con su mano, el rostro sorprendido del hombre. La timidez inicial abrió paso al desenfreno de los besos, que dejaban volar las manos de la chica hacia todo lo que fueran botones, cierres y cintos, en la humanidad de Marcos. En menos de tres minutos estaban desnudos, cubriéndose el uno al otro con sus pieles. Una mano de Marcos recorría los senos de Josefina, deteniéndose en sus pezones erizados, mientras la otra sobaba suavemente sus nalgas. La mujer acariciaba las partes íntimas del aprendiz de Apolo y, de pronto se arrodilló sobre el tendido, a la par que reposaba su rostro sobre el centro del colchón, mostrando los manjares del goce. Fueron solo instantes para que la pasión invadiera los sentidos de los noveles amantes y las sábanas se mojaran. Los cuerpos sudorosos quedaron entrelazados por un buen rato, comprometiéndose de manera silenciosa a nuevos encuentros.

Los amantes hicieron rodar por el piso la caja de cartón y cientos de hojas quedaron esparcidas por la habitación. Josefina se sentó en el borde izquierdo de la cama, reflejando en su rostro la satisfacción del guerrero, era como mirar al Joker después de asesinar en público al animador de televisión. No había expresión alguna de ternura en ese rostro, a tal punto que parecía desencajar con la tierna sinuosidad del cuerpo desnudo. Un ligero sonido de bocinas desvencijadas invadió el lugar, haciendo recordar que estaban en una de las zonas más populosas de la Gran Caracas, famosa por sus episodios de resistencia civil en los distintos gobiernos de la democracia venezolana. El 23 de enero, nombre de la comunidad, era la fecha en la cual cayó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y territorio que sirvió de cuna a colectivos como Los Tupamaros, La Piedrita y Alexis Vive.

Al ver caminar a Josefina desnuda por el aposento, cualquier podía entender las razones del mito urbano sobre la belleza de las venezolanas y resignificar la corporalidad sensual de la Diosa María Lionza, como síntesis de imaginarios y construcción colectiva, distante de la estética anoréxica eurocéntrica y norteamericana.

Con la magia del dominio del arte de la lujuria intelectual, Josefina extrajo de la mesita de noche, una pequeña caja de madera que tenía tallado su nombre. Al abrirla, un intenso aroma a tabaco invadió el olfato de los presentes. Con parsimonia extrajo un pequeño y delgado habano, el cual pasó delicadamente por su nariz, como si fuera una catadora profesional, cumpliendo el ritual de degustación sensorial previo al encendido. Volvió a abrir el depósito de caoba, esta vez para tomar el encendedor dorado. Se quedó mirando fijamente a Marcos, quien desnudo y aún en la cama, le miraba intrigado. Ella tomo el tabaco e introdujo uno de sus extremos suavemente entre sus labios, mordiendo la hoja seca que cubría la punta, escupió delicadamente, lanzando al piso el tapón vegetal y luego comenzó a deleitarse saboreando el extremo abierto, repitiendo mecánicamente el procedimiento cinco veces. Golpeó el otro extremo del puro contra la superficie de la mesita que le hacía compañía a la peinadora, como si quisiera decirle al habano que cumpliera con su misión. Giró 180 grados, para mirarse fijamente en el espejo del mueble que servía de peinadora, llevándose el tabaco a la boca con la mano izquierda, mientras con el pulgar de la mano derecha, oprimía el encendedor para hacer batir el centelleo del fuego, propiciando el encuentro entre la hierba envuelta y la llama que la consumiría. Aspiró la flama a través del cigarro, para que esta tocara por igual los bordes y el centro, mientras que al exhalar la flama crecía, a la par que se alejaba de sus labios. Volteó la cara del tabaco para mirar si realmente lo había encendido parejo y luego, lo tomó entre los dedos índice y medio, haciendo un giro sobre si misma, con un movimiento que la hacía ver como si partiera su cintura.

Después de inhalar tres bocanadas, caminó lentamente hacia Marcos y le invitó a fumar. Este lo hizo, pero al parecer no sabía la diferencia entre un cigarrillo comercial y un tabaco, aspirando de manera profunda el humo del habano, ocasionándole un severo ataque de tos. Josefina sonrió y le dijo:

– Tonto, ¿no sabes que el tabaco se fuma aspirándolo hasta la garganta? nunca hasta el pulmón.

Marcos aún con espasmos negó con la cabeza, mientras una mueca de sonrisa invadía sus labios. Soltaron a reír juntos como niños que sellan una complicidad. La tomó fuertemente por un brazo y sentenció;

  • No quiero que vuelvas a ver al espía ese que se disfraza de médico.
  • Eso se acabó –contestó- su esposa nos descubrió y lo puso entre la espada y la

pared. Acordamos terminar la relación. Marco la miró con desconfianza, pero aparentó estar satisfecho con la respuesta.

Josefina era hija de Timoteo, un acaudalado europeo, propietario de hatos y fincas, quien tenía varias familias y la de Josefina era solo una de sus distracciones. Había fallecido unos años antes, sin dejarles un céntimo de herencia. Lourdes su madre, una humilde mujer, analfabeta, ama de casa y amante de la lectura esotérica de barajas con hermosos y complicados dibujos, quien había sido abandonada por el patriarca con tres hijas y por lo tanto había tenido que dedicarse a trabajos domésticos en casas de familias ricas. Precisamente en uno de esos oficios, la señora de la casa se encariñó con Josefina, quien apenas tenía en ese entonces dos años y, era llevada al trabajo, porque Lourdes no tenían con quien dejarla a cuidado.

Débora, propietaria de la casa donde trabajaba Lourdes, era una exitosa odontóloga y su esposo un magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Tenían solo una hija de cuatro años, por lo que veían a Josefina como una compañía para su pequeña. Al cabo de unos meses de conocerla, Débora le propuso a Lourdes que les dejara a Josefina y ellos la terminarían de criar. Aunque no era una adopción plena, el dinero que le daban a cambio le alcanzaría para comprar una casa en algún sector popular y hacer mercado por unos cinco años, resolviéndole al cuarteto de mujeres abandonadas la ecuación matemática de sobrevivencia.

Una semana después, el 30 de marzo de 1970, Josefina llegaba a la casa, ubicada en comunidad de Altamira, para ese momento el lugar residencial favorito para los altos funcionarios devenidos en nuevos ricos producto del rentismo petrolero. La llegada de la chiquilla estuvo muy lejos de los ceremoniales de opulencia, sus compañeras de mudanza fueron dos bolsas de plástico amarillo, que contenían las pocas pertenencias de las cuales disponía, muchas de ellas obsequiadas por otras familias donde trabajaba la madre.

La ubicaron en un cuarto cercano al de Vanesa, la niña de la casa. Esa primera noche, lejos de la protección materna, las horas fueron transcurriendo como en un aquelarre, construido con fragmentos de todos los miedos acumulados, especialmente aquellos adquiridos mientras miraba a su madre sacrificar animales para honrar algún dios pagano, al que solo mucho después entendería el poder que se le atribuía, o cuando ella leía el tabaco e invocaba espíritus para que las cenizas fueran adivinatorias y, el peor de todos, cuando le escondía el niño a la estatua de María, la virgen cristiana, como chantaje para propiciar la intervención divina que hiciera regresar su amor de turno.

Al día siguiente pudo contemplar con calma, las comodidades del nuevo hogar. Habían vivido en la inopia desde que nació y ahora contaba con televisor, radio, aire acondicionado, ventilador, una cama muy cómoda con muchas almohadas, sábanas, mesitas de noche y hasta una extensión de teléfono para recibir noticias de su madre biológica. En un rincón había una caja de muñecas usadas, que seguro había desechado su nueva hermana, las cuales les parecían hermosas y se le antojaban candidatas, para que, de ahora en adelante, le acompañaran cuando la luna tiñera el cielo de luceros.

En el exterior, como si proviniera del fondo del pasillo, se escuchaban platos y cubiertos, armando el rompecabezas de la mesa del desayuno. El hambre le atormentaba, pero no salía de la habitación porque no sabía cómo llamar a la señora de la casa, pues era consciente que algo había cambiado en su estatus familiar, ¿mamá o señora Débora? Pensó, quizá la mejor idea sea llamarla mamá Débora, pero sus elucubraciones se disiparon cuando se abrió la puerta y la madrasta le dijo:

-Vamos hija, es hora de acercarse a la mesa.

Estaba resuelto -pensó-, si me llamó hija, lo lógico es decirle mamá, mamá Débora.

Después de desayunar, la madre invitó a las niñas a compartir en el jardín interno de la casa, donde había columpios y estructuras para escalar. Su primer día de juegos fue de escarceos, para encontrar intuitivamente un equilibrio social y saber cuál era su lugar y jerarquía respecto a la nena y sus amistades. La servidumbre ayudó a clarificar las cosas, pues se desvivían en mostrarle a Vanesa que seguía siendo la favorita. Esta historia se repetiría los siguientes días, semanas y años.

Continuará…

Segunda entrega

Marcos y Josefina se trasladaron a otro edificio ubicado en Las Mercedes, en pleno corazón de la capital del país, donde un hombre blanco, de nacionalidad turca, les entregó dos cajas, no sin antes indicarle al gerente que su jefa era ahora Josefina.

Colocaron lo recibido en el portamaletas del carro y se marcharon apresurados. Tomaron rumbo a la avenida Lecuna, hasta llegar al edificio de la empresa donde laboraban. Marcos hizo un par de llamadas telefónicas y dos obreros de mantenimiento bajaron con una máquina pica papeles, que se sumó a los peroles y evidencias arrumados en la parte trasera del vehículo.

Se dirigieron a Parque Central, estacionando el vehículo en un oscuro sótano que mostraba la desidia que se había apoderado de lo que fuera un conjunto urbanístico icónico de la sociedad caraqueña. El ascensor del estacionamiento al lobby tenía el aviso de “averiado”, por lo que tuvieron que subir lentamente por las escaleras laterales, ascenso forzado debido al peso de las cajas y el equipo de oficina.

Entre ambos trepaban las cargas hasta el descansadero, allí donde las gradillas cambian de dirección, tomando aliento para emprender el nuevo tramo de ascenso hasta cruzar la puerta que conducía a un destartalado despacho que otrora fungía de oficina para una prestigiosa empresa consultora. Repitieron una y otra vez la tarea, mientras en cada tramo aprovechaban para coquetear mutuamente o tocarse sensualmente. Subieron los últimos escalones hasta llegar a la planta baja del edificio, para desde allí tomar uno de los tres ascensores, ubicados al pie de la torre. Los elevadores contaban con un sistema informático de encriptación por lo que requerían una tarjeta magnética personalizada para poderlos activar, acceder y hacer que los trasladara hasta el piso diecinueve; Marcos buscó en su cartera hasta conseguir la llave electrónica.

Al salir del ascensor tuvieron que flanquear la puerta de vidrio que limitaba el ingreso al área de apartamentos, segundo obstáculo antes de llegar a la reja que antecedía a la puerta del apartamento dieciocho, o B18 como señalaba la etiqueta. Esta carrera de obstáculos no era parte de un reality show, sino evidencia de una sociedad que había decidido sobrevivir a la inseguridad, autoencerrándose en sus residencias.

Marcos comentó que este apartamento era propiedad de la empresa y era usado para alojar a funcionarios que venían del interior del país a reuniones o a realizar trabajos. Josefina sonrió y le miró fijamente diciéndole:

– ¡Que extraño!…  porque recuerda que soy yo quien realiza las reservas de hotel y elabora los pagos por concepto de habitaciones, para cubrir la logística de quienes vienen a Caracas. ¿No será más bien un lugar de citas?

Y culminó:

– Bueno, ese no es mi problema.

Marcos guardó silencio.

Después de tomar agua fresca, procedieron a sacar las hojas de las cajas e instalar la máquina pica papeles. Una a una, fueron destruyendo las evidencias originales entregadas por el marroquí, primero desgarrando el papel y luego quemando lentamente los fragmentos en una hoguera improvisada, montada sobre la poceta del baño, cuidando eso sí, que el humo no encendiera las alarmas o activara el corta fuegos del pasillo. Marcos quería evitar a toda costa que algún duende ocioso se dedicara a armar rompecabezas con los restos del delito.

Josefina volvió a tomar la iniciativa.

Marcos –dijo- no sólo quiero volver a ser tu asistente, sino que exijo me consigas el puesto de jefe de relaciones públicas de la oficina encargada del control cambiario y asignación de dólares preferenciales.

El hombre sonrió y comentó:

-Eres ambiciosa. Está bien, pero eso te va a costar mucho más de lo que hicimos en tu casa.

Ambos soltaron carcajadas y comenzaron a besarse frenéticamente, teniendo como testigo el cerro el Ávila, pulmón vegetal de Caracas, que como una pared natural modula los vientos del mar, haciendo del clima de la ciudad único, entre las capitales latinoamericanas. El Ávila también es objeto de disputa entre los terrófagos de la construcción y los guardianes de la vida, entre el cemento y la ecología, la muerte y la vida, lo oscuro y la alegría.  Usando el teleférico se llega a la cima del Waraira Repano, como le llamaban los pueblos ancestrales y, de allí es fácil acceder a Galipán, un pueblo típico, enclavado en una ventana entre los rascacielos de la capital y el azul del mar de La Guaira.

*****

Doce años después de haber llegado a la familia, las diferencias entre Vanesa y Josefina eran evidentes, sobre todo porque la segunda se había convertido en una hermosa adolescente, mientras la primera, a pesar de ser mayor, aún parecía niña pre adolescente, haciendo que las miradas y halagos de los chicos se volcaran sobre quien florecía como mujer caribeña.

La madre, con una carrera muy exitosa. solía estar ausente de casa y, el padre, ahora propietario de un importante bufete, era la figura de autoridad más presente en el hogar, pero también el eje de disputas entre las chicas, pues éste era el proveedor, no sólo de lo necesario, sino también de los caprichos de las jovencitas.

Vanesa no quiso fiesta de veintiún años, sino pidió una gira por Europa y Asia, rechazando ser acompañada por su hermanastra. Llegó el día del vuelo que salía a las 12:30 de la madrugada y las dos chicas junto a sus padres bajaron al aeropuerto de Maiquetía, ubicado en el Estado de La Guaira.  Salieron de casa a las seis de la tarde, para comer algo en Catia La Mar, porque Vanesa debería estar en el mostrador de la aerolínea a las nueve de la noche. Cenaron pescado y mariscos frescos, bebieron cervezas “vestidas de novia”, espumeantes y heladas, porque, aunque era de noche aún hacía mucho calor. Josefina le entregó a su hermana una carpeta amarilla que contenía las sugerencias de lugares a visitar en cada una de las ciudades donde estaría, así como de las precauciones que debería tener durante el periplo. Los padres agradecieron la iniciativa y Vanesa se puso a hojear la carpeta para luego extender su mano y colocarla sobre la de Josefina, agradeciéndole con la mirada el haberse dedicado a esta tarea.

Dejaron el vehículo en el estacionamiento del aeropuerto internacional y al llegar al piso tapizado por el arte de Cruz Diez, hicieron una sesión de fotos familiares. Le acompañaron hasta el lugar donde el empleado de la aerolínea chequea que los documentos estén en regla. Mientras Vanesa estaba en el mostrador, haciendo la verificación, consignando maleta y esperando el boarding pass, el trio familiar la observaba desde la frontera imaginaria, a donde podían llegar los acompañantes. Vanesa volvió con su tiquete dentro del pasaporte y una cara de felicidad enorme. Sería su primer viaje sola, y aunque ya conocía muchos de los lugares a donde iría, nunca lo había hecho sin sus padres y hermanastra. Había decidido iniciar su recorrido en las ciudades de brujas y Bruselas, en Bélgica, pasando a Rotterdam, Ámsterdam, regresando a Frankfurt, para ir a Paris, Barcelona, Roma y Venecia.

Abrazos y más fotos, mientras esperaban la llegada de Manuel un médico recién graduado y Selene, odontóloga y eterna amiga de Débora, con quienes la madre viajaría por tierra a una convención médica de dos días que tendría lugar en Caraballeda, muy cerca, en el propio estado de La Guaira. Eran ya las diez y media, Vanesa debió ingresar a la migración para verificar sus documentos y de ahí ir a la sala de espera del vuelo 898.

Débora y Josefina dejaron escapar lágrimas cuando la joven traspasó la entrada al sitio donde las autoridades migratorias aprueban la salida, mientras Vanesa sonreía tiernamente, como diciendo que no fueran exageradas y, el padre se burlaba de la cursilería femenina, no sin antes pedirle a la viajera que les llamara cuando llegara a Bélgica.

El aeropuerto internacional estaba muy solo, porque la mayoría de vuelos salían desde las seis de la mañana, así que decidieron ir a la cafetería del segundo piso, que aún estaba abierta, para esperar a los galenos colegas de Débora. Pidieron café capuchino y agua para los tres, mientras la madre le decía a Josefina que ya pronto le tocaría a ella viajar sola, porque en un abrir y cerrar de ojos sería mayor de edad.

Selene y Manuel llegaron con algarabía y aplausos, cantando Se les fue, se creció, la niña, ya es mujer!!!.

Todos sonrieron y los recién llegados tomaron asiento para acompañar a la familia. Débora presentó a Manuel a Josefina. Manuel agradeció comentando:

  • Qué hermosa su hija.

Las mejillas de la joven enrojecieron mientras agachaba la mirada. Selene ni

Manuel quisieron comer algo y una vez cancelada la cuenta, se dirigieron al estacionamiento. Débora, Selene y Manuel partieron en el carro de la segunda, mientras Rogelio –el padre de Vanesa- y Josefina emprendían el retorno a Caracas.

Al encender la radio del carro de la familia, se hacía evidente que los debates políticos giraban alrededor del intento de golpe de Estado de los militares, el 4 de febrero de 1992, al unísono condenado por la Casa Blanca y el mismo Fidel Castro presidente de Cuba. A pesar de los rechazos de la nación imperialista y la isla revolucionaria el alzamiento militar comenzaba a tener simpatías en los sectores populares.

Rogelio, militante de Acción Democrática, defendía a Carlos Andrés Pérez y condenaba a los insurrectos como respuesta a cada interrogante que al respecto le planteaba Josefina. Al final, decidieron sintonizar música y dejaron que, Baila esta cumbia, una melodía de la cantante Selena, les colocara en modo festivo.

Al llegar a la casa, cada uno tomó rumbo a su habitación, comentando entre sí lo cansados que estaban ambos. Sin encender ninguna de las luces de la sala principal, Josefina zapatos en mano, fue sorteando los muebles, mesas y adornos hasta llegar a su habitación. Por diez minutos se escuchó el ruido de las duchas en las habitaciones y luego un silencio sepulcral invadió el ambiente.

Media hora después, la figura de Josefina caminando por el pasillo, alteró la pasividad de la noche. Iba vestida con una bata transparente que dejaba entrever su cuerpo de adolescente en tránsito a mujer, sus senos bailaban al ritmo de su caminar y no se alcanzaba a distinguir si lo que se veía era su pubis o una corta pieza de ropa interior. Se detuvo frente a la puerta del dormitorio de sus padres adoptivos y tocó la puerta suavemente, anticipando que el hombre permanecía despierto. Volvió a tocar la puerta, esta vez un poco más fuerte y desde el interior la voz ronca de Rogelio resonó:

– ¿Eres tú Josefina? ¿Estás bien?

La mujer le respondió:

– Si. Estoy bien. ¿Puedo pasar?

– Adelante, afirmó Rogelio.

La puerta dejó escuchar un leve sonido, como evidencia que necesitaba mantenimiento. Con la puerta abierta de par en par y a contra luz, el cuerpo de la dama se mostraba en toda su plenitud, como si la bata que cargaba fuera solo una leve bruma.

  • ¿Puedo dormir contigo?, dijo Josefina. Tuve una pesadilla horrible y tengo miedo

Rogelio respondió:

– Claro que sí, adelante.

La puerta se cerró y en penumbras la mujer caminó hasta tomar un lugar en la cama, levantando la cobija y colocándose dentro de ella. Después de la quietud y silencio de los minutos siguientes, la chica se volteó a centímetros del hombre que dormía boca arriba, colocando su pierna entre las de él.

El bulto creciente en el entre piernas de Rogelio mostró que acusaba recibo del estímulo recibido, algo que le dio el valor a ella para colocar su mano sobre la ropa interior de un cuerpo que se mostraba solo cubierto por una pequeña pieza de tela. Los suaves movimientos de la mano femenina sobre el cobertor del miembro masculino avanzaron hasta penetrar la pieza íntima. La humedad invadió la mano que acariciaba, mostrando que se estaba ante una vorágine casi indetenible. El hombre giró su cuerpo, colocándose sobre la chica, tomando con su mano derecha su rostro y mirándola fijamente mientras le preguntaba.

– ¿Estás segura de querer hacerlo?

Ella respondió con un movimiento afirmativo de su cabeza.

El hombre replicó:

  • ¿Eres virgen aún?

Josefina, al negar con la cabeza, tomo al hombre por el cabello y lo atrajo hacia su boca abierta. Los frágiles botones de la bata femenina saltaron por los aires, completando la escena el cuerpo del hombre al desnudo.

Rogelio, volvió a preguntar:

– ¿Estás segura?

Esta vez, ella respondió abriendo las piernas, liberando el aroma que invadió todos los sentidos. El jadeo incesante de los cuerpos cedió paso al prolongado reposo y silencio cortante. Era como si tuvieran temor a conversar o mirarse.

Ante el ambiente tenso, la mujer se sentó en la cama, colocó la bata sin botones y le dijo:

-Mañana la cita es en mi cuarto. No me dejes esperando.

A continuación, se levantó y caminó hacia la puerta sin encontrar resistencia a su retiro. La puerta se cerró suavemente y se escucharon unos leves pasos alejándose.

*****

La empresa fue el escenario para una reunión donde la mitad de los asistentes eran políticos, tanto del gobierno como de la oposición y, la otra mitad los pocos empresarios que no se habían involucrado en el golpe de estado de abril de 2002. El objetivo de la reunión era determinar los sectores dedicados a la importación que serían objeto de exoneraciones arancelarias, se beneficiarían con el otorgamiento de divisas a precio preferencial y se les suministraría de manera expedita los permisos de importación. Se trataba de construir una nueva arquitectura para el sistema de importaciones, tan vital para el país, porque los anteriores señores del negocio habían participado activamente en los sucesos previos al 11 y 12 de abril de 2002.

Las proyecciones de inversiones y ganancias, desde 1917 hasta 2002, mostraban como la apropiación de la renta petrolera era el elemento constitutivo de las burguesías venezolanas. El cónclave procuraba redefinir los actores para la importación y con ello, el surgimiento de una nueva burguesía especulativa.

Si bien había resultado imposible reconstituir el campesinado como clase social que garantizara la soberanía alimentaria, parecía que iba a ser relativamente fácil recomponer a la burguesía.  Claro está, para la burguesía importadora, el agro productivo se convierte en un riesgo terrible, así que en la medida que se consolida, aumenta su influencia en el nivel político para restringir las cadenas de comercialización del campo, ahogando cualquier intento de ampliación del campesinado como clase social.

Saúl no sólo era un oficial de carrera, sino también fervoroso partidario del capitalismo humano, la burguesía nacionalista y, en consecuencia, propietario de una pequeña fábrica para el empacado de pasta alimenticia, que aspiraba escalar en el marco que se abría a partir del descalabro burgués, propio de la intentona golpista del 2002. Invitado por Jorge, había puesto en marcha una modesta constructora con la que aspiraba sustituir al zar adeco del ramo, teniendo como socio no público a un colega de quien había detentado la supremacía de la relación de las empresas de construcción con los gobiernos democráticos.

Empresarios noveles del sector de la publicidad, la intermediación financiera, el suministro de alimentos empacados, el sector textil y talabartero, farmacéutico, propietarios de cadenas de restaurantes, distribución de bebidas alcohólicas y cigarrillos, entre otros, compartían la sala con los grandes de la producción de harina, importación de carnes, suministros de equipos médicos y del sector bancario. Era como un festín alrededor del botín público, en el cual todos contaban con dagas afiladas y envenenadas, escondidas entre sus vestimentas, a pesar que jugaban a ser los mejores amigos. Estaban a la espera de los llamados cuatro fantásticos, las figuras políticas encargadas de hacer realidad la nueva arquitectura burguesa nacional.

Tobías, Antonio, Vicente y Orlando llegaron media hora después de lo esperado. Vestían informales, deportivos y casuales, con ropas importadas de marcas reconocidas y parecían tener obsesión por los relojes marca Rolex y los anillos de oro. Orlando no mostraba ninguna emoción en su rostro, mientras sus compañeros sonreían y saludaban efusivamente a los asistentes.  Como si estuvieran ejecutando un guion previamente estudiado, cada uno de los cuatro representantes del poder fue convocando a algunos de los invitados, conformándose círculos de diálogo. Todos los sueños de inversiones y proyectos se escuchaban, como si fueran candidatos a ganar el premio del más audaz. Como cada vez que alguno de los cuatro señores iba al baño, alguien le seguía para tratar de cerrar un trato directo, las idas y venidas al lavabo se hicieron frecuentes y se estableció un turno imaginario de quien correspondía acompañar cada viaje.

Antonio recibía al oído información de sus tres compañeros, la cual registraba en un dispositivo portátil que transmitía mediante bluetooth a una repetidora colocada debajo de la mesa central, conectada a una oficina cercana, a cargo de Moisés, nombre clave de un financista internacional que trabajaba para el lobby judío, ruso, chino y norteamericano, en la construcción de mapas de actores e intereses. Por años se había desempeñado como consultor de la más importante financiera global y ahora operaba como agente de campo en la intersección de intereses propios de la financiarización internacional.

La incubadora de nueva burguesía, a pesar de contar con una telaraña de manejos ilícitos en la administración pública, requería de un capital semilla que ni juntos podían reunir para garantizar una sola de las operaciones en el mercado internacional. Moisés era sólo el rostro de múltiples intereses que drenaban dineros en calidad de préstamo, a cambio de exclusividad en la compra de armas, municiones y tecnología militar, la industria petrolera, la explotación de oro, coltán y todas las llamadas tierras negras, vitales para la industria tecnológica, así como exclusividad en la designación de cargos claves en el Banco Central y los Ministerios de Finanzas y Planificación. Por ello, los porcentajes de ganancias en otros negocios, eran de cincuenta y cinco por ciento para los operadores locales, como un cebo para ratas de sembradío.

A las diez de la noche Tobías se acercó al DJ para pedirle que suspendiera la música y habilitara el micrófono. Todas las miradas se concentraron en el líder de los cuatro anfitriones. Había sido una velada mucho más productiva que las rondas de negocios que se organizan alrededor del mercado bursátil. No sé por qué, al mirar lo que ocurría, el cerebro intentaba asociar lo que ocurría con la escena de guerra de las galaxias, en la cual Luke visita un bar en el que cohabitan los marginados de la federación, pero donde se puede comprar cualquier cosa, por inverosímil que parezca.  Todos juegan al discurso de la lealtad con Darth Vader, incluso los asiduos visitantes del templo de Yoda.

-Señores -dijo Tobías- queremos agradecerles haber aceptado la invitación para este encuentro entre amigos, de abrazo entre los que queremos un país bonito, de independencia y progreso. Seguramente -continuó- en los próximos días estaremos haciendo encuentros bilaterales y nos juntaremos nuevamente en un par de meses para celebrar el cumpleaños de Vicente.

Un sonoro aplauso, acompañado del levantamiento de copas hacia donde estaba sentado Vicente, se entendió como una forma colectiva de sellar los compromisos conversados en la cita. Se estaba escribiendo la partida de nacimiento de una nueva burguesía.

*****

Manuel era hijo de una pareja judía liberal, en la cual los libros, la música y el arte se encontraban en cada esquina de la casa. Desde los diez años le enviaba de vacaciones a conocer el desarrollo de Israel, algo que le encaminó por el campo de la medicina. Sus tíos, quienes vivían en Jerusalén, eran médicos muy talentosos y prósperos, quienes tenían inversiones en Venezuela, especialmente en el sector farmacéutico y clínicas privadas.  No habían podido tener hijos y, le habían ofrecido a Manuel que si estudiaba medicina le heredarían las acciones que poseían en el sector salud.

Michelle, la tía política, era familiar de comerciantes prósperos, quienes se ufanaban de ser descendientes de los fundadores de la primera casa de café creada en Europa, en Livorno, Italia, alrededor de 1632. Manuel nunca supo si esta historia cafetera era cierta, pero estaba acostumbrado a que cada conversación en la familia fuera acompañada por una olorosa taza de café.

En uno de esos viajes al mundo hebreo se escapó a la franja de Gaza y pudo ver la situación en la cual se encontraba la población palestina. Al ver a sus tíos en Tel Aviv los increpó sobre el particular.  El tío Aarón, experto en textos sagrados, especialmente en el Talmud, trató de explicarle a Manuel los orígenes sagrados de la disputa judío-árabe, algo que no convenció, pero sí lo molesto. Michelle prefirió explicar el asunto desde una perspectiva más pragmática, la sobrevivencia del Estado de Israel y la nación judía. A este debate le siguieron otros tantos los días siguientes.  Ante la imposibilidad de convencer al chico, los tíos decidieron que éste debería conocer y hablar con Shanon, un oficial israelí, experto en la cultura árabe.

El militar, hombre de unos cuarenta y cinco años y, cómo lo averiguaría más tarde Manuel, temprano experto en guerra informática, vestía de manera sobria, espartana, con ropa perfectamente planchada, pliegues que resistían los movimientos del cuerpo y el roce de la piel. Los tíos presentaron al chico y el militar, en unas oficinas públicas que deberían ser gubernamentales, por la cantidad de escudos, banderas y retratos oficiales colgados en sus paredes. Decidieron dejarlos juntos para que conversaran y se marcharon, prometiendo pasar más tarde a buscar al joven.

El discurso castrense se fue apoyando en imágenes de los actos violentos cometidos por árabes, quienes decía Shanon, habían cegado la vida a ciudadanos israelíes. Fueron tres horas de vídeos y fotografías que impactaron la sensibilidad de un joven como él, ajeno a la guerra. Durante el resto de la temporada las visitas a Shanon se hicieron diarias y, en alguna ocasión, el oficial visitó al chico en casa de sus tíos.

El año siguiente, Manuel se graduó de bachiller en ciencias y preinscribió en la facultad de medicina de la universidad pública más importante de Caracas. Como faltaban ocho meses para iniciar las clases, aceptó la invitación para asistir a un curso de seis meses en Israel, sobre historia militar judía en Haifa. En realidad, fue enrolado como informante de uno de las más importantes agencias de inteligencia mundial, iniciando su carrera en la comunidad de agentes secretos, hasta alcanzar el grado de residente en jefe, labor que ocultaría con su trabajo de médico en la más prestigiosa clínica de Caracas. Tenía a su cargo la supervisión del personal local de inteligencia y se le había permitido enrolar a un par de mujeres para que cumplieran papeles de topos entre las familias de políticos cercanos al entorno presidencial. Aunque compartimentaban la información, fungía como oficial coordinador de operaciones financieras, periodísticas y en las minas de oro.

Adquirió especial notoriedad cuando detecto un pequeño cargamento radiactivo, en un carguero proveniente del viejo continente, que era parte de una operación contra figuras centrales de la política nacional. A pesar que el gobierno se había manifestado contra los intereses del país que lo había listado, las instrucciones para Manuel fueron, evitar a toda costa que la otra agencia de inteligencia pudiera ejecutar la acción. Manuel dirigió el operativo, para interceptar el dispositivo nuclear y colocarlo a resguardo. Desde ese momento, todos los servicios secretos internacionales le tenían en la mira y, la filtración cuidadosa del incidente a las autoridades nacionales hizo que la beligerancia anti hebrea disminuyera.

*****

Serían las dos de la madrugada cuando la puerta de la habitación de Josefina se abrió. Acostada boca abajo y desnuda parecía una mujer mucho más madura. El pelo hasta media espalda resaltaba sus posaderas y los estilizados muslos terminaban en posición de descanso, con un pie posado sobre el otro. La habitación olía a incienso de mandarina y rosas circulando de manera traviesa por todos los rincones debido a la brisa que entraba a través de la ventana entreabierta.

Rogelio permaneció anclado en la entrada, observando a la mujer y encontrando el valor para rasgar definitivamente a la sensatez. Caminó tímidamente un paso y cerró la puerta. Sin moverse, consciente de lo que estaba ocurriendo. Josefina dijo:

– Pensé que te habías acobardado y no vendrías.

Y dinamitando cualquier resistencia le invitó:

– Ven, bésame la espalda.

Como autómata Rogelio se fue acercando.  Posar los labios sobre la amplia espalda de la mujer, obligaba a oler el dulce perfume que le inundaba la piel, haciendo que los instintos asaltaran la razón. Con delicadeza, Josefina destapó su cuello, invitando a los labios del hombre a volar hasta allí.  Cada milímetro del cuerpo femenino recibió la visita de unos labios que gritaban deseo. Ella le pidió que se acostara y fue develando la humanidad del jurista, a la par de ir recorriendo con sus dedos el cuerpo erizado del amante. Con la experticia de quien sabe lo que quiere, se colocó sobre el hombre, permitiendo la fusión de espíritus, sentidos y cuerpos. Cada movimiento de la mujer hacía desaparecer todo alrededor, convirtiendo en éter la gravedad, haciendo parecer que los cuerpos flotaban. El ABC de la sexualidad fue repasado, cuidadosamente, hasta que la humedad de los volcanes de pasión, irrumpieron opacando el aroma de los inciensos.  Descansando sobre el regazo del hombre, Josefina agradeció la noche de pasión. Rogelio fustigó diciendo:

– Esto no puede volver a ocurrir. Si Débora llega siquiera a sospechar, nos echa a los dos de la casa.

Ella colocó su mano sobre los labios del hombre y sentenció:

-Nada de eso. Ahora soy tu consentida y tú has vuelto a sentir la pasión que ya se te escapaba. De ahora en adelante seremos cuidadosos amantes. Eso sí, quiero que cambies conmigo y estés más atenta a mis caprichos.

Precisando:

-Cada vez que Débora esté fuera tu dormirás conmigo.

El silencio invadió la habitación, hasta que los ronquidos del hombre indicaron que era hora de dormir.

Débora llegó a casa dos días después, a las nueve de la mañana. La habían esperado para desayunar juntos, arepas rellenas de huevo cocido, picado y revuelto con mayonesa, queso blanco, aguacate, ensalada de frutas, jugo de naranja, café marrón y agua. Mientras Josefina y Rogelio devoraron la comida, Débora apenas si comió las frutas y el jugo, indicando que estaba cansada y quería bañarse antes de ir al consultorio.

-Eso sí –dijo- almorzamos juntos, a las dos de la tarde, comida vietnamita. Yo invito.

Se levantó de la mesa y tomó rumbo hacia la habitación familiar. Josefina y Marcos se miraron como confirmando que no habían sido descubiertos. Quizá impulsado por algún resorte que había estado averiado, los sentimientos de culpa invadieron a Rogelio. quien se levantó y dirigió a la habitación matrimonial. Débora acostumbraba a bañarse con la puerta de la ducha abierta, lo que permitía observarla desde la cama matrimonial. Era una mujer esbelta, delgada, con una figura muy cuidada, que despertaba la atención de todos quienes la veían, pero desnuda se veía aún más bella. Se pasaba suavemente la esponja por sus brazos y cuello, mientras la mezcla del jabón y el agua de la regadera jugaban en su espalda. Al salir de la ducha, decidió colocarse fragancia caoba y ácida, vistiendo de sensualidad el cuerpo aún desnudo.  Rogelio se le acerco por la espalda, la tomó por la cintura y le besó el cuello. Ella, como presintiendo un avance sexual, se devolvió y con picardía le dijo:

– Esta noche amor, estoy retrasada.

Durante los siguientes días los juegos y las miradas en casa, entre Rogelio y Josefina, se hicieron cada vez más evidentes e imprudentes. Rogelio complacía cada uno de los caprichos de la joven.

Las postales llegaban desde todos los lugares donde estaba Vanesa en su gira europea. Josefina, comentaba cada foto preguntando detalles del sitio, clima, comida, costumbres. Débora y Rogelio eran menos efusivos, por lo general decían “qué bueno, lo está disfrutando”.

Los días pasaron rápidamente y esa tarde Vanesa regresó al hogar, dejando atrás la tranquilidad de los amantes, rompiendo el disfrute de la privacidad de la casa.  Regalos, relatos, risas y abrazos dieron la bienvenida a la viajera. Josefina durmió un par de noches con su hermanastra, para llenarla de preguntas y escuchar sus emocionadas respuestas.

Poco a poco la rutina se apoderó de la casa, donde lo novedoso eran las exploraciones que hacía Vanesa sobre posibles empleos. Trabajar implicaba enterarse de las escalas de salarios y despertar de la ficción de una vida ajena a las necesidades, sobre todo porque había estudiado de manera holgada, con una tarjeta de crédito, cuyos fondos siempre disponibles le permitían acceder a cualquier capricho. A la chica le resultaba más atractivo cursar estudios en otra carrera o tal vez hacer un postgrado, pero la madre insistía en la conveniencia de empezar su experiencia profesional. La idea de montar un emprendimiento comenzó a rondar la cabeza de la chica.

Al volver a casa Vanesa tenía la sensación de alguien había mudado todo de lugar, era una sensación extraña. Poco a poco había comenzado a inquietarse por la forma que ahora su padre trataba a Josefina. No solo le decía que si a todo, sino que varias veces lo había sorprendido, embelesado mirándola. Esa tarde los encontró divirtiéndose en la cocina y, los juegos de palabras se salían de los acostumbrados diálogos entre ellos. Vanesa se hartó y se lo comentó a la madre:

  • Madre, el viejo está muy raro con Josefina, pareciera enamorado.
  • Hija -respondió. Ten cuidado con lo que dices. Es tu hermana y si se entera tu

padre que estás diciendo esas cosas se va a enojar.

  • Mamá, no seas ingenua, presta atención a lo que te digo, replicó.
  • Hija …  ya está bien, cortó el diálogo la madre. Ve a hacer algo y deja de pensar

tonteras.

Débora atribuyó los comentarios a celos de la chica, pero comenzó a fijarse mucho más en los detalles. Los amantes se cuidaban, así que por semanas no se pusieron en evidencia. La esposa se había olvidado del asunto, hasta que un día, al asomarse a la ventana para confirmar que el sonido del carro estacionándose frente a la casa era el de Rogelio, le pareció ver que el hombre le acariciaba las nalgas a la chica. Volvió a mirar en detalle y no vio nada anormal, pero la semilla de la duda se instaló.

El fin de semana Débora y Vanesa marcharon a casa de la abuela, quien vivía en Maracay, ubicada a un par de horas de Caracas, viajando por carretera. Como de costumbre, los amantes desahogaron sus instintos y luego, desnudos y tomando vino tinto, se pusieron a ver una película en el televisor de la sala. De pronto advirtieron que una tercera persona estaba con ellos. Miraron y era Débora, con los brazos cruzados, quien se dirigió a Josefina y le dijo:

  • Empaca tus cosas y te vas, nunca más quiero volver a saber de ti.

Luego suspiro, miró a Rogelio y de manera enérgica le comunicó:

  • Báñate rápido que te vas conmigo a Maracay.

Mientras el hombre salía corriendo a cumplir la orden de la mujer, Josefina intentó

balbucear alguna palabra, siendo rápidamente interrumpida por Débora:

– No aclares que oscureces. Si en algo agradeces lo que hice por ti, vete en silencio y no te vuelvas a dirigir a mí de manera alguna.

Josefina estalló a llorar mientras caminaba a su habitación, buscando algo con que cubrir su humanidad desnuda. Rumbo al que había sido su aposento, se detuvo en la puerta del cuarto principal y entró hasta el baño donde se aseaba Rogelio.

  • Tú tienes que ayudarme –dijo- no sé cómo vivir afuera.

Rogelio, casi gritando le escupió:

  • Olvídate de mí, lo más importante en este momento es mi hogar y no lo voy a perder por ti. Vete y no me llames, ni me busques.
  • ¡¡¡Cobarde y poco hombre!!, es lo que eres, le gritó Josefina.

Salió corriendo sin mirar atrás, sintiendo que todas sus certezas desaparecían.

En los últimos años apenas si había visto a su madre biológica, pero sabía que vivía en Petare, el barrio más conocido y popular de Venezuela. Buscó en su mesita de noche, la dirección que alguna vez le habían dejado anotada en una hoja de papel. Por primera vez se percató que la dirección no era como como las que conocía, tenía indicaciones de veredas y callejones. Imaginó que era la precaria cultura de la madre la que le hacía escribir así, pero le preocupó cómo llegar hasta allí.

Escuchó encender un vehículo y se acercó a la ventana a mirar, desde donde observó partir a Débora y Rogelio. Siempre pensó que si eran descubiertos Rogelio se iría con ella, porque Débora lo echaría de casa y se divorciaría de él. No entendía esa reacción de la doña, ni el comportamiento pusilánime de Rogelio.

Eran las once de la noche, así que decidió dormir en la casa y partir al día siguiente, en cualquier caso, el matrimonio se había marchado. Hizo maletas, colocando en ellas las prendas de oro que encontró en la habitación principal y una colección de ropa interior de Débora, sin estrenar. A las siete de la mañana llamó un taxi, el conductor se negó a llevarla hasta la dirección indicada señalando que la podía trasladar hasta la entrada de Petare, para que, desde allí, tomara otro vehículo. Colgó el auricular y se comunicó con otra línea de taxis, pero la voz al otro lado de la línea telefónica le repitió la sentencia. Decidió aceptar, sin entender mucho la situación.

El carro de alquiler la llevó hasta el Mercado Municipal de Petare, indicándole que allí debería tomar un vehículo rústico, que la condujera hasta el sector del “morrito”, donde estaban ubicadas las veredas que la dirección en el papel indicaba.

No recordaba haberse montado nunca en un jeep, de esos que prestan servicio de transporte para lugares intrincados. Estaba acostumbrada a ver vehículos impecables y viajar en un destartalado medio de transporte la tenía en crisis cognitiva, pero ni en un solo momento el fantasma de la culpa abrazó su espíritu.

La maleta fue lanzada y amarrada en la parrilla del rústico, junto a sacos de comida y una bicicleta. El desafío era ahora subir a un auto con cauchos enormes y sin escaleras que facilitaran el acceso. Los puestos delanteros estaban ocupados y como la puerta de atrás permanecía abierta, asumió que allí había un puesto para ella. Con dificultad trepó, apoyándose en una mano que emergió del interior. Dos largos escaños laterales acogían a unas once personas, donde a lo sumo podrían sentarse cómodamente ocho- Parecía que no habían descubierto la palabra hacinamiento, así que Josefina se sentó en un pequeño espacio que le abrieron dos personas mayores. Miró a quien estaba cerca de la puerta y le dijo:

  • Señor, por favor cierre la puerta para que podamos partir

Todos la miraron y el hombre replicó:

  • Aún no se llena, hay que esperar.

Atónita prefirió guardar silencio. Cuatro pasajeros más entraron, unos se sentaron y otros se pusieron en cuclillas en medio de los asientos. Por fin la puerta se cerró y el carro partió.  Las caídas en huecos parecían la constante del viaje, convirtiendo el trayecto en una especie de acto equilibrista. Imposibilitada de ver por dónde iba, porque los cuerpos de los otros pasajeros lo impedían, Josefina comenzó a detallar las humanidades de sus compañeros de viaje, fijando la mirada en una chica, de unos quince años, quien parecía discoteca cerrada por los estragos de un tornado; pensó que así debería verse ella de haber permanecido con su madre biológica.

La humanidad de Josefina se bamboleaba incesantemente y de vez en cuando su cabellera rozaba el techo. Habían pasado diez minutos y el transporte hizo su primera parada, descendiendo dos pasajeros de su fila, pero el espacio que dejaron fue rápidamente ocupado por quienes estaban en el piso. Josefina le recordó al chofer:

  • Señor no se le olvide dejarme en el morrito, porque no conozco donde debo

Bajarme.

Una voz gruesa, en tono de evidente molestia, le respondió:

  • Señora, yo tengo memoria y se dónde debo dejarla.

Otro de los pasajeros sonrió, celebrando la ocurrente respuesta del conductor.

Quince minutos después el chofer gritó:

  • La pasajera que viene para el morrito, ya llegamos.

Empujando cuerpos, como sí el lugar no quisiera recibirla y les hubiese ordenado a sus anónimos acompañantes que se lo hicieran saber, Josefina logró salir del vehículo. La calle era de tierra, aunque en algunas partes se notaba que un día estuvo tapizada de asfalto. Aún no había recuperado el equilibrio del cuerpo, cuando escuchó al automotor acelerar, dejando detrás de sí una espesa estela de polvo.

La maleta había sido lanzada a un costado de la vía. Una lágrima gruesa salió de los desorbitados ojos de Josefina, esto era para ella como si estuviera entrando a uno de los bosques del Fauno. Estaba en medio de un paisaje que para ella era desconocido, paredes sin friso que dejaban al descubierto los ladrillos a veces rojos y otras grises, techos metálicos sobresalían en medio de telarañas de cables. Su mirada captó a una muchacha que vendía pasteles de yuca, papas rellenas y tinto.

Había que conseguir el rumbo hacia su destino desconocido. Miró alrededor y la única persona que le parecía amigable era la vendedora de café. En la medida que se acercaba al improvisado puesto, el rostro de la joven mercadera se fue tornando en una niña de unos diez años, con cuerpo de adolescente.

  • Disculpe ¿usted conoce esta dirección? –preguntó Josefina.
  • No, respondió la vendedora.
  • Es donde vive la señora Lourdes, usted la debe conocer, replicó.
  • Ah sí, mire es aquella casa verde, de allí arriba, ahí vive.

La casa señalada estaba ubicada unos ciento cincuenta metros, en la mitad de una empinada cuesta. Sacó la agarradera de la maleta y agradeció silenciosamente que la misma tuviera ruedas. Por el camino, piropos de todos los tonos y obscenidades, desconocidos para ella, se convirtieron en sus custodios.

Tocó tres veces la puerta metálica de la casa verde, con la fuerza propia de la desesperación por entrar a un refugio. Desde adentro se escuchó un grito:

-Voy … ya va.

Un par de minutos después se abrió la puerta, precedida por un chirrido que parecía incrementarse en la medida que la hojalata se desplegaba.  El verde que vestía la entrada, dio paso a la imagen envejecida de Lourdes, con un rostro invadido por arrugas y canas, que sin embargo, contrastaban con sus caderas prominentes, huellas de un tiempo mejor.

-Hola hija, dijo la mujer, con un tono de voz y expresión en la cara que presentía problemas. ¿Qué ha ocurrido? ¿Acaso te echaron?

– Si Lourdes, respondió Josefina, no quiero hablar de eso … vine a buscarte para que me ayudes a alquiler un apartamento. Este lugar es muy feo.

La madre miró el piso y la invitó a pasar. Preguntó:

– ¿has comido hija?, déjame servirte desayuno, complementó. Puedes descansar en el cuarto de tus hermanas. quienes están donde una amiga. Esta casa es pequeña, solo tiene dos cuartos y un baño, no es como tu casa en La Lagunita.

Josefina la interrumpió:

  • Yo no me quedaré en esta pocilga … dime si me vas a ayudar a alquilar un

apartamento.

  • Hija –respondió- apenas si tenemos para comer, yo quisiera ayudarte, pero no

puedo. Tómate este café.

La taza con la infusión voló por los aires, hasta estrellarse con una de las descoloridas paredes.

  • ¡Yo no quiero café! -gritó Josefina- lo que quiero es que me ayudes, para vivir en

un lugar decente.

El silencio fue la respuesta, mientras el rostro endurecido de la madre dejaba brotar de las comisuras de sus ojos, gruesas lágrimas.

– ¿Tienes teléfono? Necesito llamar -planteó Josefina- como si una idea hubiese iluminado su piel. ¿de dónde puedo hacer una llamada telefónica?

– MIja, vamos a ver si la vecina me lo presta, yo no he tenido dinero para colocar una línea telefónica, eso es muy moderno y caro para mí.

Abrió la desvencijada puerta, indicándole a Josefina que le siguiera. Caminaron unos pasos hasta llegar, dos casas arriba, a la ventana de una vivienda, cuya puerta principal parecía estar al fondo de un estrecho y húmedo callejón.

  • Mariela, gritó Lourdes, pegando su rostro a los barrotes metálicos que protegían

la ventana.

La amiga de Lourdes aparentaba ser una mujer mayor que ella, trigueña de ojos claros, quien al sonreír en forma de saludo dejo ver que había perdido la dentadura. Lourdes le comentó la razón de su vista, después de mencionarle que la joven que la acompañaba era su hija.   Un minuto después, la mujer le acercaba el teléfono de línea fija a Josefina. Era un aparato gris, con una rueda que tenía hendiduras para marcar de manera circular.  Josefina marcó el número de Manuel tres veces, hasta que éste respondió:

– Aló, ¿con quién tengo el gusto de hablar?

– Tengo un problema y necesito conversar conmigo, aclaró Josefina.

– Si lo sé – preciso Manuel- de algo me he enterado.

– Yo te puedo explicar todo, pero no tengo donde dormir ni dinero. Ayúdame por favor, suplicó Josefina.

Lourdes miraba fijamente a la chica, como si estuviera conociendo a una persona de la que le habían hablado.

  • Mi hermana vive en Nueva York desde hace unos cinco años, respondió Manuel.

Tiene un pequeño apartamento tipo estudio, que lo puedes usar un par de meses, por lo menos mientras resuelves tu situación personal. ¿Te parece? Sólo dime donde puedo pasar a buscarte para llevarte.

Los ojos de Josefina se desorbitaron de alegría y le respondió:

  • Gracias Manuelito.  Si quieres nos podemos ver al mediodía, en Plaza Venezuela,

frente al edificio de la previsora… allí estaré.

  • Ok, nos vemos allí, a esa hora, precisó Manuel. Chao nos vemos

Sin dar oportunidad de continuar el diálogo, despedirse o agradecer ampliamente, colgó el auricular.

Hacía mucho calor a esa hora, porque el sol estaba muy fuerte, así que decidió esperarlo bajo unos árboles, en la acera del frente al edificio que le daba la hora al centro caraqueño. Manuel llegó puntual en su Renault Yaris, color azul cielo, mostrando al bajar el vidrio de la ventana, la sonrisa propia del mestizaje cultural y genético en el que había crecido. Josefina le devolvió la sonrisa y se dirigió hacia él. El hombre descendió del carro, aún encendido, para abrir el portamaletas y ayudar a la chica con sus pertenencias. Le abrió la puerta del acompañante y esperó que se acomodara en el puesto para cerrársela. Rumbo al apartamento que sería el hogar temporal de Josefina, Manuel le comentó:

  • Esta mañana Débora habló conmigo y pidió que te apoyara en lo que fuera

necesario en tu transición. Estaba preocupada y no quiere que lo pases mal. Lamento que la relación de ustedes dos se haya echado a perder, pero ahora tienes que pensar claro en tu futuro. Cuenta conmigo en lo que te pueda ayudar.

Agrego:

  • Debes buscar un trabajo de medio tiempo que te permita hacer un postgrado o

cumplir tus planes de aprender francés. En la clínica tal vez pueda haber alguna oportunidad, pero no sé si a Débora eso le incomode. Déjame preguntarle al director de otra clínica, a ver qué posibilidad hay.

Como lo había anunciado Manuel, el apartamento era pequeño y sobrio, tenía todo lo que podía necesitar. Casi todas las paredes estaban cubiertas por estantes con libros. Quizá esta sea la oportunidad de convertirme en una buena lectora, pensó Josefina. Sobre la barra que comunicaba la cocina y el comedor había un sobre que decía: “Para Josefina”, el cual guardaba dinero, como para hacer un mercado. Se reconocía la letra de Débora, algo que Josefina no terminaba de entender.

Un par de días después, Manuel visitó a Josefina para comunicarle la buena noticia que le había conseguido el puesto de asistente de información, específicamente en atención al cliente de la Clínica Everest, con horario de seis de la mañana a una de la tarde, con la ventaja adicional, que contaría con transporte para devolverla a esa hora a su casa. Además, informó Manuel, con el argumento que las casas se deterioran muy rápido cuando están solas, había convencido a su hermana para que le alquilara el estudio por un año, a un precio simbólico.

Fueron años de cambio radical en el estilo de vida de Josefina, un descenso del olimpo al mundo de los mortales, que interpretaba como limitaciones que le producían amargura. Pasados tres años del incidente, cuando Débora la consiguió en cueros con Rogelio, ésta la visitó de manera sorpresiva. Fue un encuentro tenso, sin reclamos, en el cual, para sorpresa de la joven, la mujer se puso a la orden por si necesitaba alguna ayuda. Le dejó un número de teléfono a donde llamarla, agradeciéndole que no se hiciera presente en la casa pues había dispuesto órdenes precisas de no dejarla entrar. De manera serena le comentó que la pareja había superado el incidente y que ella había dejado en el pasado lo ocurrido.

Al graduarse con honores en la maestría en gestión empresarial y alcanzar nivel DELF B2 de idioma francés, Josefina se sintió con la energía para buscar un empleo que le garantizara mejor calidad de vida. Se presentó en varias empresas sin éxito. Por ello, optó por el plan B, llenando varios formatos que Manuel le había facilitado para la solicitud de becas en el exterior. Algunas solicitudes fueron negadas, otras no recibieron respuesta. Una tarde, al filo de las tres de la tarde, recibió por correo la notificación que se le había otorgado una beca para estudiar un doctorado en periodismo financiero y relaciones públicas en el medio oriente y, que debería buscar en la Embajada, al agregado cultural con quien se iniciaría todo el trámite.

Durante tres años cursó estudios en la Universidad del Cairo, una de las más importantes del mundo árabe. La diversidad religiosa y cultural de la ciudad, era causa de crisis epistémicas constantes en Josefina. Católica no militante, quien apenas si había visitado la iglesia dos veces en la última década, le sorprendía el fervor de las personas cuando se arrodillaban en las calles a orar. Nunca se había percatado de las particularidades de la religión musulmana y por alguna extraña razón pensaba que el culto de Roma era mayoritario en todos los países. Acostumbrada a vestir mini falda y pantalones ceñidos y tuvo que adaptarse a las costumbres locales, aunque nunca aceptó el fundamentalismo hacia las mujeres. Fue desarrollando un ecumenismo liberal que le permitía socializar con estudiantes y profesores de distintas creencias. Las pirámides nunca le llamaron la atención, le parecía que era culto a la esclavitud y la sumisión que posibilitaron su construcción. Prefería visitar el viejo Cairo, el casco histórico de la ciudad y el distrito de Hurghada.

En una oportunidad visitó el templo de Petra, pero no soportó el olor a rocas y quizá por sugestión estuvo varios días con una terrible rinitis, lo que le hizo jurarse a sí misma que no volvería a estos antiguos lugares. Los laberintos entre las calles del Cairo histórico le distraían y, de alguna manera, la conectaban emocionalmente con la otra Caracas que había tenido que conocer, al salir de la casa de Débora.

Acostumbraba ir una vez al mes al mercado de pescados de Hurghada. Allí fue contactada por Boris, un europeo que seguramente usaba este nombre como un seudónimo. Fue precisamente el quien la reclutó para el círculo de Róterdam, equipo élite de un poderoso servicio de inteligencia del viejo continente. Durante un año asistió a clases clandestinas en una casa de seguridad instalada en el céntrico barrio de Zamalek, donde aprendió la perspectiva de la inteligencia de Estado. El cierre del entrenamiento coincidiría con la culminación de sus estudios, por lo cual le fue asignada una pasantía de entrenamiento militar de ocho meses, bajo la figura de asesoría para una trasnacional tecnológica. Luego de ello regresaría a Caracas con una misión central definida, que la obligaba a cambiar drásticamente su percepción sobre Manuel, a quien había considerado un amigo sincero, y ahora pasaba a ser el oficial de mando, de otra central de inteligencia aliada.

*****

Siete años de idas y venidas, parecieran haber enfriado la relación furtiva. Como habían acordado, Marcos y Josefina se vieron en el Gran Café de Sabana grande, famoso en las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX, por ser un lugar de encuentro de la antigua subversión armada protagonizada por la izquierda venezolana. El Boulevard de Sabana Grande, desde el 2007, había recuperado parcialmente su brillo social, al ser reubicados en un mercado especialmente construido para ellos, los buhoneros que lo habían copado, volviendo a ser el espacio de recreo peatonal.

Frente al Gran Café, la malabarista, cubierta con un vestido azul de lentejuelas, lanzaba al aire sus esféricas, mostrando sus delicados pies descalzos cada vez que saltaba, mientras la sonrisa le invadía el rostro maquillado con escarcha. Más adelante un viejo saxofonista, sentado sobre un taco de madera, interpretaba Imagine de Jhon Lennon, mirando la pequeña sesta, donde uno que otro transeúnte le dejaba alguna moneda o pequeño billete. Una docena de jóvenes competían con sus patinetas, haciendo piruetas entre los bancos de cemento, sorteando a los desprevenidos caminantes. Josefina siempre tan elegante, en esta oportunidad vestía deportivamente, con licra negra, suéter blanco mangas largas, zapatillas deportivas y una bandana negra en la cabeza. Sobre la espalda colgaba un pequeño bolso negro. Luego de pedir un par de café a la americana, Josefina le comentó a Marcos que no le había podido ver mucho últimamente, porque había comenzado a apoyar al equipo de protocolo del Ministerio de Finanzas, dirigido por una antigua compañera del colegio. Como si no hubiese escuchado la explicación, Marcos, quien asumía que la relación de Manuel y Josefina era amorosa, la increpó:

– ¿Ya no quieres estar conmigo? Hace dos meses que no hacemos el amor y casi no respondes las llamadas. ¿Acaso tendrás a alguien nuevo en tu vida? ¿o volviste con el medicucho ese?

La mujer sonrió mientras le acariciaba el rostro.  Con mirada pícara le dijo:

– ¿Qué estás haciendo ahora? Vámonos a la Colonia Tovar y pasamos un par de días allí. Anda –insistió- no me digas que no.

– Está bien vamos –respondió- pero sólo será esta noche, no puedo perderme dos noches de casa sin dar explicaciones. Déjame hacer una llamada -complementó- para indicar que iré a Valencia a una reunión de trabajo.

Se alejó unos pasos e hizo la llamada. Al regresar dijo:

– Listo. Vámonos.

Se fueron en el viejo auto de marca japonesa de Marcos, porque Josefina había llegado caminando. Marcos tenía pasión por la restauración de carros antiguos y ese vehículo lo había desarmado y ensamblado varias veces. Llegaron hasta el sector del Paraíso y de allí doblaron en búsqueda de la ruta hacia el Junquito. En minutos estaban serpenteando, entre montañas, la ruta a la colonia alemana. Marco quería parar en el kilómetro 8 para comprar cochino frito con yuca, una de las comidas típicas del lugar, pero Josefina le convenció que mejor lo hicieran cuando bajaran de regreso a Caracas y que cenaran cocina germánica. Josefina se quedó mirando a su amante mientras este manejaba absorto, concentrado en esquivar los huecos en la vía y girar oportunamente en cada una de las cerradas circunvalaciones.

  • Marcos, vamos a cumplir una fantasía que he tenido por años –dijo- . Hagamos

el amor en medio de estos matorrales.

  • Cómo se te ocurre mujer –replicó- con este frío será para que mínimo nos dé una

pulmonía.

-No seas malo, compláceme, insistió.

-Tu si inventas, ratificó Marcos.

– Anda -volvió a la carga- estoy toda húmeda.

Él la miró de reojo y la interrogó:

– ¿Dónde se supone que lo hagamos?

– Un poco más adelante –le precisó- hay un quiosco de cemento, techado con palmas. Está medio escondido. Ahí puedes estacionar sin que se vea desde la carretera.

– Oka respondió, entre dientes.

Cinco minutos más tarde apareció el lugar indicado. Aparcaron el vehículo en un recodo imperceptible desde la vía que conduce a la Colonia Tovar. Al bajar del vehículo Marco la abrazó y alzó con las manos afincadas en sus glúteos.

Aquí no -le reclamó- vamos más adentro, detrás de esos bejucos.

Caminaron agarrados de la mano y sonriendo, mientras traspasaban la cerca natural de arbustos y se encontraron con un pequeño valle, arropado por un frondoso árbol de mango, en uno de sus laterales.

  • Allí –dijo Josefina- señalando hacia el frutal. Vamos Marcos, comienza a caminar

hacia allá, desnudándote poco a poco, sin voltear a mirar para atrás, es parte de mi fantasía.

  • Está bien, dijo resignado el hombre.

Primero cayeron al pasto las botas texanas, luego la camisa, el pantalón y por último el interior del gerente.  Ya desnudo y muy cerca de la planta preguntó:

  • ¿Ya me puedo voltear? ¿o tu fantasía es hacerme girar tu misma?
  • No Marcos –señaló Josefina- voltea ya.

La sonrisa del hombre se fue transfigurando en mueca en la misma medida que iba contorsionando en ciento ochenta grados su humanidad, para quedar cara a cara con su acompañante. A tres metros de distancia, Josefina le apuntaba con una pistola automática, nueve milímetros, modelo Sig SaureP226, de las mismas que usa la policía norteamericana. El decocker estaba desbloqueado y el arma mostraba en su parte frontal una larga prolongación que le servía de silenciador.

  • ¿Qué haces? –preguntó Marcos con voz nerviosa- Ten cuidado con eso, se te

puede escapar un tiro y hacerme daño.

A lo cual agregó:

– No me habías dicho que tu fantasía sexual era someterme estando armada, y eso –puntualizó- realmente me pone nervioso. No creo que me vaya a funcionar así.

  • Lo siento Marcos –le interrumpió- Manuel y yo coincidimos en que sabes

demasiado y eres un cabo suelto que nos puede perjudicar.

-Pero … – alcanzo a balbucear Marcos.

Sus palabras fueron silenciadas por la doble acción del arma. Seis proyectiles impactaron en su pecho, mientras se desvanecía entre chorros de sangre. Una leve convulsión sacudió el cuerpo, al chocar la cabeza con el piso. Josefina se acercó y apuntó nuevamente el arma, esta vez a la cabeza. Dos proyectiles impactaron el cráneo del desguarnecido hombre, uno de los cuales se eyectó acompañado de masa encefálica. Sin inmutarse, volteo el cuerpo con el pie y le descargó cuatro proyectiles en sus nalgas, quizá para hacerlo parecer como un asesinato por disputas homosexuales.

Miró a su alrededor, guardó el arma en el morral y se encaminó hacia la carretera. Al legar al asfalto, comenzó a correr, como una deportista más que trota por el lugar. Varios conductores hicieron sonar sus bocinas ante la hermosa silueta de la mujer corriendo de forma olímpica. Unos seis kilómetros más abajo del lugar del crimen, se internó nuevamente en la vegetación. Cavó dos huecos distantes, en uno colocó el arma y en el otro el silenciador, los cubrió con tierra, compactándola con las pisadas y colocó piedras sobre ellos. Bebió agua que traía en su mochila y retomó la rutina en la carretera.

Josefina había logrado compaginar de manera simultánea tres empleos. Era una directora en el ministerio encargado de las finanzas públicas, supervisora en la oficina de control cambiario y auxiliar de protocolo en el despacho de la presidencia del país. Mantenía perfil bajo y alta eficiencia en el desempeño de su trabajo. Además de mantener informado al Círculo de Roterdam sobre los aspectos estructurales de las finanzas públicas tenía la misión de coordinar con otras agencias de inteligencia el seguimiento de la agenda presidencial. Por ello, la relación con Manuel era ahora la propia de colegas, quienes tienen intereses compartidos, pero compartimentan información.

Esta vez se encontraron para cenar en un restaurante ubicado en el centro comercial El Tolón, en el este caraqueño. Josefina pidió un ceviche, mientras Manuel prefirió la cazuela de mariscos. Antes de comenzar a degustar los pucheros, el caballero fue directo al asunto:

-Marcos es un peligroso cabo suelto. Su formación militar lo puede hacer presumir lo que estás haciendo. Elimínalo, subrayó.

– En este punto de la operación consideramos –recalcó- que debes casarte con un político de nivel medio para que cubras todos los flancos. Tenemos tres candidatos, ninguno de ellos es de la comunidad de inteligencia, están solteros y sus carreras políticas van en ascenso. Ahí tienes los perfiles de cada uno, dijo alcanzándole una carpeta, con sus preferencias culturales, políticas, sexuales.  Necesitamos que comiences desde hoy mismo en ello.

– Los miraré e iniciaré la tarea, respondió Josefina.

Una llamada interrumpió la cena. Josefina debería partir a una reunión de último momento con un socio de alto nivel de una de las bancas más prestigiosas del país. Se había acordado una inyección de dólares al sistema bancario y el empresario quería saber algunos detalles. Desde que había acompañado a los llamados cuatro fantásticos a la conformación de la alianza de las burguesías revolucionarias, su participación en tareas administrativas del clan, habían aumentado. Había aprendido a tener bajo perfil, estando en el centro de la toma de decisiones, manejando información privilegiada sobre la arquitectura financiera y presupuestaria de la política venezolana.

Un beso en la mejilla cerró la reunión entre Josefina y Manuel.

Continuará ….

II Tenedor de ilusiones

La casa de Juan contrasta con todo el urbanismo a su alrededor, como si se resistiera a entregarse en brazos de los enormes edificios que la rodean. En el jardín destaca un inmenso árbol de guanábana, que pareciera competir con los rascacielos que cada día se multiplican a su alrededor. Bajo la sombra del frutal crece una hermosa colección de las más variadas calas, blancas, rosadas, amarillas. La columna que sostiene la puerta al jardín, a través de lo cual se accede a la casa desde la calle, es también albergue de un buzón de correos, que al verlo resulta imposible no preguntarse si acaso algún travieso transeúnte, no deja de vez en cuando correos electrónicos impresos, en los cuales se invita a los moradores de la vivienda, a usar wifi en vez de sellos postales.

Al traspasar la puerta principal y entrar a la sala nos invade un intenso olor a eucalipto, como si en vez de ladrillos la casa hubiese sido construida con bloques de madera aromática. Al parecer a la madre de Juan le encanta colgar por doquier ramas de la mirtácea. evitando el olor a humedad que solía inundar la casa. Todos los muebles interiores fueron hechos en madera, tal vez por ello el cerebro intenta buscar con la vista objetos de metal, con la esperanza inconsciente de conseguir algún vaso comunicante con los edificios que rodean la casa. La inmensa mesa de comedor, de doce puestos, disputa el espacio al resto del inmobiliario, mostrando que lo culinario es un eje de encuentro familiar. Cada silla, en su espaldar, tiene grabado el diminutivo de cada uno de los habitantes de la casa y, en las restantes los apodos son sustituidos por seis equis, cuidadosamente talladas.

Me recibió la señora encargada de la limpieza, quien indicó que Juan estaría conmigo dentro de poco, invitándome amablemente a tomar asiento en el recibo. El mueble acolchonado, con sus pasamanos de color vino tinto adornado con flores, mostraba un estilo decorativo pragmático, a ratos moderno, en otros casos añejo o casual, como si la estética no fuera la mayor preocupación de la familia.

Juan, científico de profesión, con un PhD en física cuántica, combinaba su tiempo entre dar conferencias sobre las teorías del cosmos producto de sus estancias en el laboratorio de física teórica y, sus labores de consultor en materia energética, especialmente sobre petróleo y carbón, con la polémica posición que se tenía que producir apertura al capital trasnacional.

Juan siempre contaba historias extrañas, como salidas de un cuento de Macondo. En una oportunidad siendo estudiantes, nos encontrábamos en una playa de la Guaira, divirtiéndonos con toda la patota de la universidad y, caída la noche nos reunimos en un balcón ubicado entre las habitaciones, cuya vista daba al mar, para tomar ron en las rocas, mientras conversábamos sobre amores frustrados y las posibilidades que creíamos tener con las más hermosas muchachas del curso. Juan miraba hacia la playa y los cocoteros, en lo que creíamos era una evocación a la presencia de su novia, cuando de pronto se volteó a donde estábamos charlando, para decirnos, que había vuelto a ver el animal transparente que volaba entre los árboles, que en una oportunidad nos había relatado. Dijo:

  • Ahí estaba. Es del tamaño de una persona, tiene forma como de murciélago o

una manta marina y, cuando vuela, se puede ver a través de él.

No había terminado de hablar, cuando escuchamos alborotarse a las aves que dormían entre las palmeras y las matas de coco. Pericos, guacamayas, gaviotas extraviadas y otros pajarracos, comenzaron a graznar de manera frenética, como si al escuchar el relato de Juan se hubiesen espantado. Guardamos silencio y luego soltamos carcajadas. Esta situación fue el inicio de un ritual escolar, consiste en mencionar a los graznidos de Juan, como sinónimos de lo irreal o ridículo.

Mientras esperaba recordé el momento, allá por el año 2002, cuando fui al pueblo donde vivía Juan para convencerle que me acompañara en una iniciativa política que estábamos iniciando en Caracas, luego de disolverse el grupo en el que habíamos militado. Nos conocíamos desde las revueltas estudiantiles de los ochenta, en la cual participamos activamente, denunciando la privatización educativa que implementaba el gobierno socialcristiano de Luis Herrera.  Habíamos vuelto a coincidir ocasionalmente en algunos eventos durante los años siguientes, saludándonos sin conversar, pero me mantenía informado sobre sus actividades, porque me parecía que tenía dotes de líder de masas, algo que solía escasear en las organizaciones sociales de resistencia.

Durante la segunda parte de la década de los ochenta del siglo XX se vivió en Venezuela una importante activación política y presencia en las calles del movimiento estudiantil, especialmente el universitario. Fue una época de utopías, en la cual influenciados por el consejismo revolucionario y el autonomismo obrero, un sector importante del que formábamos parte Juan y otros cuantos, dirigíamos importantes movilizaciones. En el año 1987 la mayoría de las universidades venezolanas vivieron una especie de parálisis constante, inaugurando un breve periodo en el cual las movilizaciones estudiantiles no concluían frente a alguna oficina gubernamental, desembocaban en los barrios más pobres, no solo en Petare, La Vega o el Valle en Caracas sino en todo el país. Recuerdo que muchas veces estas marchas se encontraban en sus recorridos con las protestas que realizaban los jubilados por el monto precario de sus pensiones, los maestros, el movimiento obrero textil y muchos otros sectores del proletariado industrial quienes peleaban por salarios dignos y mejores condiciones laborales. Aún las masacres de Cantaura en 1982 y de Yumare en 1986 causaban terror entre los militantes y manifestantes, pues mostraban que el Estado no tenía límites cuando se trataba de defender los intereses de las clases sociales en el poder. En las reuniones, para organizar tranques de calles, se escuchaba de manera cada vez más nítida, que había un ala militar que estaba inconforme con el régimen político imperante.

Juan apareció por un amplio pasillo que daba a las habitaciones, vistiendo jean, franela gris y zapatillas deportivas.  En esta ocasión había acudido a su encuentro por motivos ajenos a la política. La vivienda no era la residencia principal de Juan, convertido ahora en un hábil traficante de negocios del mundo político, sino el epicentro para hacer su lobby empresarial y político, pero también para farras clandestinas y seguramente para liberar sus ocultos amores bisexuales.

Llegué hasta allí, arrastrando mis pasos, porque él me lo había indicado así un par de días antes, cuando le manifesté a través de una llamada telefónica, que me urgía conversar con él por un asunto de estricto orden familiar.

Nuestras familias habían estado muy unidas entre 1985 y 1992, acordando protegernos mutuamente de la represión policial de esos días. En ese tiempo, los clanes familiares habían reunido el dinero necesario para alquilar una especie de casa de seguridad, que era ocupada por una pariente muy mayor de Juan y, donde íbamos a pernoctar por semanas amigos o nosotros mismos, cuando los arietes de la represión se colocaban sobre nuestras espaldas. Recuerdo que la “concha” era una vivienda ampliada, de esas que construía la sanidad pública para sectores pobres, ubicando a los sin techo en la periferia de las ciudades, en lugares aún catalogados como rurales.

En septiembre de 1987 habíamos recibido noticias que la policía política estaba preguntando por nuestros paraderos, así que nos enconchamos en la casa de hojalata, como le habíamos bautizado por sus ventanas de persiana fija de metal. Recuerdo que la luz entraba a través de estas rendijas como queriendo infructuosamente competir con las sombras internas. Imposible olvidar ese sentimiento de auto encierro, porque no podíamos ir ni al solar de la casa, mucho menos al jardín de la entrada, ya que podíamos ser identificados y hechos prisioneros, sin retorno garantizado, pasando a engrosar las listas de desapariciones forzadas o torturados.

La alegría también estaba presente en el refugio, desafiando a la nostalgia de la libertad de caminar libremente por las calles. Ese júbilo se hacía colectivo, cuando se elaboraba y consumía el delicioso sancocho de gallina, una comida propia de la cultura campesina venezolana, cuyo nombre causa risa en muchos citadinos. La sopa se preparaba poniendo a hervir durante más de una hora la gallina despresada, en una olla enorme, a la que se le van agregando las verduras, papa, plátano, apio, yuca, ñame, a la par que se verifica que el líquido esté adecuadamente sazonado, con sal y ajo. Cuando faltan veinte minutos para culminar la cocción, se le añadían papas pequeñas o burreras, como se les suele decir en el campo. Antes de apagar el fogón se le agrega cilantro para aromatizar y dar el toque especial a la sopa. En alguna oportunidad hicimos un cruzado, a partir del sancocho de gallina, agregando al hervido, costilla, rabo y patas picadas de res, así como un par de cabezas de pescado. En cualquier caso, no podían faltar las mazorcas de maíz tierno y en ocasiones las carnes eran sacadas de la sopa, asadas en parrillera y servidas por separado al sancocho. No sé si era la magia propia de pensar que podía ser la última comida antes de una ejecución sumaria, pero considero que no he vuelto a comer un sancocho tan delicioso como aquellos. Domingo, nuestro viejo maestro de formación política, solía decir que la alegría alrededor de la elaboración de la comida, es propia de las comunidades pobres, que se han visto sometidas a múltiples necesidades y convierten en júbilo la oportunidad de compartir un almuerzo o cena.

Con un frío ademan del brazo y mano extendida, Juan me invitó a sentarme en la mesa de comedor para charlar allí. Como caballeros templarios, nos dispusimos reunirnos, casi de manera ritual, en el mueble de caoba. Los pasos que fueron necesarios para cubrir la distancia entre el sillón donde había esperado y la mesa a la que nos dirigíamos dispararon cientos de recuerdos. El primer paso, evocó  la reunión que realizamos en una de las plazas internas de Parque Central, en enero de 1989, para coordinar actividades que se iniciarían de manera simultánea en todo el país, durante la última semana de febrero y la primera de marzo en ese año. Fue una reunión de espíritu desobediente, en la cual, de manera hasta casi infantil, jugábamos a tomar el poder, con la ingenuidad de quienes no han conseguido el equilibrio entre voluntad, conocimiento y coherencia. Allí estaba Llucta, una joven diminuta y hermosa militante revolucionaria, la cual moriría asesinada por un francotirador en los sucesos de febrero de 1989.

El segundo paso, me remontó a unos días antes del evento luctuoso, marcado por la segunda llegada al poder de Carlos Andrés Pérez, uno de los más importantes líderes de la socialdemocracia, quien junto a Salinas de Gortari se habían convertido en voceros políticos del neoliberalismo. Pasamos horas discutiendo para tratar de entender las razones por las cuales Fidel Castro Ruz, comandante de la revolución cubana, había sido el invitado de honor a la toma de posesión de un personaje tan oscuro, quién desde los sesenta del siglo XX, se había dedicado a perseguir a la izquierda revolucionaria. Allí se acuñó la definición de castrismo en dos aguas, una entelequia conceptual que pretendía dar cuenta de lo que estaba ocurriendo.

En el tercer paso, mi memoria me llevó a la elección de David Nieves como parlamentario de la izquierda radical, un militante de la Liga Socialista, quien cumplía cárcel por la acusación que pesaba sobre él, respecto a su supuesta participación en el secuestro del industrial norteamericano William Frank Niehous. Era la primera vez que un militante revolucionario salía de una cárcel venezolana producto de su elección como diputado al Congreso de la República y, desde la casa común coordinamos muchos esfuerzos para contribuir en su elección.

El cuarto paso, me colocó en la plaza de las Tres Gracias, en las inmediaciones de la Universidad Central de Venezuela, escenario de refriegas entre estudiantes y policías, corriendo a la parroquia universitaria donde un sacerdote católico fungía de retaguardia del enfrentamiento, escondiendo y cuidando a los heridos, y haciendo desaparecer las huellas que comprometían la participación en los choques con las fuerzas del orden. Nos gustaba asumir el papel de fuerzas del des-orden y la bendición del cura alimentaba la ilusión que estábamos a las puertas de un cambio radical.

El quinto paso me condujo al momento en el que conocí a Rosaura, la novia del año 1989 de Juan, una chica de origen social pobre, quien le miraba con profunda admiración y cuyo rostro agrietado con solo veintitrés años de edad, mostraba los estragos de una mala alimentación y peores cuidados. Años después supe que Rosaura murió cuando visitaba a un familiar al quedar en medio de un enfrentamiento de pandillas armadas, en la población del Sombrero ubicada en el llano venezolano. Rosaura se transformaba cuando tomaba un cuatro, el instrumento típico de los llanos venezolanos e interpretaba melodías de Gualberto Ibarreto, Simón Díaz o Alí Primera, era como si las letras de estas canciones las transportaran a “comer semerucos”, “caminar junto a la vaca mariposa” o vernos como “cuerpos cobardes que nos meneábamos” al ritmo de las olas políticas.

El sexto paso me transportó a un viejo bar de carretera, donde conocí al hermano menor de Juan, quien nos contaba como un hecho heroico la golpiza que le había propinado a su mujer porque no le tenía servida la cena a la hora pautada. Recordé como Juan lo tomó por la camisa, con los puños apretados sobre su pecho y colocó el rostro del pariente a la altura del suyo, indicándole que, si lo volvía a hacer, sería él quién le propinaría una paliza y lo denunciaría ante los tribunales por maltrato a la mujer. La risa apagada del macho cabrío mostraba un rostro en desconcierto, propio de quien no comprende lo que está ocurriendo. Ese incidente me hizo valorar mucho el criterio de justicia de Juan. Pocos meses después, el hermano moriría arrollado por un vehículo, cuando borracho intento cruzar de manera imprudente una calle.

El séptimo paso, ya muy cerca del mesón gigante, me llevó al encuentro con el padre de Juan, a finales de la década de los setenta del siglo XX, vendiendo zapatos, pañuelos y correas de cuero, en la plaza de mercado de un pueblo, atascado en medio de los Morros de San Juan, invitando a los compradores a adquirirle alguna mercancía, en un italiano hibridado con acento llanero. El viejo había levantado su hogar con un culto ateo al trabajo y la austeridad, propio de quienes han logrado todo con mucho sacrificio.

Al sentarme, la memoria me transportó a la figura de Juan al frente de uno de los ministerios más importantes del país. En los últimos diez años se había convertido en una especie de super funcionario, quien pasaba de una cartera ministerial a otra, como políglota que viaja en transatlántico. Su fotografía aparecía continuamente en la prensa y los programas de opinión en televisión lo tenían como asiduo invitado. Nuestra separación se había originado por su abandono de la perspectiva del movimiento social y su apuesta personal por una exitosa carrera de burócrata.

Juan traía en sus manos una libreta y un bolígrafo. Luego de estrecharnos las manos, con una formalidad que omitía las tragedias y victorias comunes, se sentó y comenzó a golpear suavemente la mesa con el dedo índice de su mano derecha. Daba la impresión que acudía a la cita porque consideraba que no tenía otra alternativa o simplemente por una volátil curiosidad.

  • Cuéntame Marcos, para que soy útil, dijo en el tono de burócrata entrenado a

restarle importancia a cualquier interlocutor. Rosa –gritó- tráenos café.

Mi cerebro, acostumbrado a situarse rápidamente en la realidad y formular ideas lógicas, en esta oportunidad parecía jugarme una pesada broma de dejavú incesante. La agenda color rojo me hizo recordar –y sonreír en mi interior- la época juvenil, cuando traíamos en el bolsillo trasero del jean Las cinco tesis filosóficas de Mao, y como si fuéramos testigos de jehová, sacábamos el texto para predicar la buena nueva del socialismo chino. Juan era diez años menor que yo, así que no vivió el auge del maoísmo en Venezuela, pero igual la lógica asociativa a veces nos hace trampas.

La mujer entró con una bandeja metálica, sobre la cual, dos pocillos de porcelana con sus respectivos platos acompañaban un envase transparente con la infusión negra. No la había detallado cuando llegué y, no sé porque la había apreciado mayor, pero Rosa era una mujer de piel muy blanca, veinticinco años de edad a lo sumo, quien ahora me lucia hermosa, con unos labios gruesos resaltados por la pintura labial carmesí, de amplias caderas, cuya lenta cadencia al caminar, hacía resaltar el escote propio de una blusa a medio abotonar, de la cual parecían luchar por mostrarse a plenitud sus voluptuosos senos. Aunque tenía el uniforme azul con encajes blancos, propio de la servidumbre en las familias burguesas, me atreví a pensar que seguramente tenía otros roles, en el sainete familiar en el cual vivía Juan. Por unos momentos mis instintos le ganaron la partida al cerebro y, cuando volví a centrarme en el objetivo de la visita, encontré la mirada fija del hombre sobre mí, quien sin decir una palabra me increpaba por la forma con la cual había mirado a Rosa. Carraspeé la garganta, como intentando recuperar el libreto y tono de voz que había planificado para este encuentro.

  • Juan – le interrogué- ¿sabes que Felipe está muy enfermo? Solo una costosa

operación en la columna puede salvarle de quedar postrado en una silla de ruedas de por vida o peor aún de una muerte por suicidio. Soy conocedor del distanciamiento de ustedes dos –subrayé- pero también del afecto que ambos sienten, el uno por el otro, y he querido venir a solicitarte apoyo económico para que Felipe pueda superar este trance.  El no está enterado de esta gestión, que hago a motu propio.

Una sonora carcajada de Juan fue su respuesta inicial. Felipe, líder social de una generación anterior a la de Juan, había sido su responsable político en los primeros escarceos políticos que hizo en la lucha revolucionaria anti imperialista, en la década de los ochenta del siglo pasado.

Felipe, después de participar en el aparato armado urbano de la guerrilla pro albanesa de Bandera Roja, había sido cautivado por Serrano, un viejo republicano español exiliado en Caracas, incursionando de manera solitaria en el anarquismo, lo que en realidad resultó ser una transición hacia su postura definitiva en favor del autonomismo radical, que partía de la consideración que el partido debería subordinarse al movimiento social, rompiendo con la tradición leninista que contemplaba que la vanguardia revolucionaria dirigía los frentes amplios de masas. Trabajó por años con el gordo Tirso, líder social de la comunidad de la Vega, en escuelas de formación social e intentaron por años montar una emisora que emulara a la icónica Radio Alice, del autonomismo italiano. En medio de la represión policial desatada después del Caracazo de febrero de 1989, Felipe fue detenido y torturado de una manera atroz, dejándole con una lesión en la columna que le obligo a usar bastón durante años. Consecuentemente con su posición política nunca apoyó a Chávez, algo que sí hizo Juan desde un primer momento. Esta diferencia de opiniones se hizo irreconciliable a partir de 1999 con la llegada del militar barinense al Palacio de Miraflores.

  • Tu piensas como mis opositores y detractores -avanzó Juan- quienes consideran

que me he hecho rico a la sombra del gobierno. Estas muy equivocado, apenas si gano dinero para mantener la familia, soy un asalariado. Lo que puedo hacer, si te parece -precisó- es tratar de conseguir que se le opere en la mejor clínica sin costo alguno para él.  Puedo mover un par de contactos.

Provocaba gritarle que era cínica su respuesta, pues bastaba ver el ritmo de vida que llevaba para corroborar que formaba parte de los nuevos ricos, pero preferí callar para lograr resolver el asunto de salud de Felipe.

  • No estoy diciendo que eres rico, precisé, sino que eres un hombre influyente,

quien puede lograr, como lo acabes de decir, que operen a nuestro amigo en un sitio seguro.  ¿Qué debo hacer para que puedas lograrlo?

Espera un momento, -respondió- haré un par de llamadas.

Primero llamó a un funcionario de una oficina pública y luego a una clínica. Escuché cuando comentaba al director del centro médico que un amigo suyo tenía que ser operado de emergencia y, que el gobierno podía cubrir hasta el sesenta por ciento de la misma, aclarando que necesitaba que la clínica le colaborara, exonerando el pago del cuarenta por ciento restante por la operación. Después de responder algunas interrogantes, al parecer había buenas noticias.

  • Resuelto, dijo, lo van a operar en la mejor clínica del país, especializada en temas

de columna. Tienes que ir a llevarle los exámenes al director de la clínica y mi asistente te llamará para coordinar los detalles de la solicitud de apoyo institucional, que ya está acordada.

-Gracias Juan, alcancé a decir

El alto funcionario interrumpió:

  • Primera y última vez que los saco de un apuro. Después ustedes mismos hablan

mal de lo que uno hace. La próxima vez que necesiten busquen por otro lado.

Se levantó y, sin despedirse se perdió en el interior de la vivienda. El objetivo estaba logrado, así que me marche feliz a contarle a mi amigo.

****

Josefina se había hecho el firme propósito de usar su atractivo físico para escalar en su carrera profesional.  Durante un año fue seduciendo a León, un joven arquitecto, quien aparecía en la lista que le había entregado Manuel y quien le pareció el mejor arfil para acceder a la reina y estar al costado del rey. Después de dos meses de seguimiento discreto, descubrió que León estaba obsesionado con la prostitución y usaba el mercado cambiario para obtener márgenes de ganancias que le permitiera sostener este gusto sin afectar sus finanzas. Josefina construyó un escenario de encuentro, para fingir que recién se estaban conociendo, en la oportunidad que éste pasara por la institución en la cual, ella era una alta directiva. Así fue, todo terminó pareciendo un hecho fortuito, en el cual dos personas se conocían, mientras una de ellas iniciaba un trámite cambiario y la otra trabajaba allí.

León era un hombre tímido, quien se le antojó a la mujer como un ser fácil de manipular, quien además de ser su coartada para moverse en las esferas de poder, podría ser el instrumento ideal para perfeccionar sus cualidades amatorias.  Sentía una morbosa curiosidad por el ambiente swinger, que veía como una escuela de erotismo, pero necesitaba contar con una pareja estable para incursionar en la experiencia.  León era la llave para alcanzar otro nivel en el dominio del arte de amar.

Una vez formalizada la relación con León, comenzaron a vivir en una urbanización privada, ubicada en La Tahona, vía El Hatillo, en Caracas. Josefina había investigado y allí vivían dos matrimonios muy estables, que practicaban el intercambio consentido de parejas. Roxana y Julio vivían al frente de su casa, eran un matrimonio de más de veinte años, cuyo hijo había emigrado a estudiar en los Estados Unidos y los tres últimos años había hecho de ese ambiente su estilo privado de vida. Habían limitado el numero de amigos verticales y aumentado las amistades horizontales, como se suele distinguir entre quienes forman parte o no del movimiento.  Mercedes y Gustavo, recién casados en segundas nupcias, a pesar de no superar los treinta años habían transformado sus experiencias de infidelidad con sus anteriores parejas y al casarse se habían comprometido a tener una relación menos restrictiva y más abierta. Con cualquier pretexto, ambas parejas pasaron a ser invitadas frecuentes a la casa de los recién mudados. La primera semana de vida en pareja, Josefina se había dado cuenta que León era bisexual, lo cual encajaba perfectamente en sus planes.

Después de tres meses de visitas, paseos conjuntos e intercambio de regalos, en una reunión en casa de Mercedes y Gustavo, Josefina propicio el intercambio de opiniones sobre los puntos de vista en materia de sexualidad, permitiéndole traer a colación, el tema de la comunidad swinger.  Mercedes, después de explicar la filosofía de esa comunidad, como si fuera un asunto ajeno, retó a Josefina:

  • Yo los veo a ustedes tan enamorados, no me imagino viendo que otra persona

bese y haga el amor con tu esposo.

Gustavo sonrió, mientras León separó de manera abrupta su vista del celular, mientras sus mejillas se tornaban rojas. Josefina pensó:

  • Hecho, esta gente se va a mostrar y nos va a incluir
  • Querida Josefina, dijo Mercedes, ¿tu dejarías que yo le de un beso y acaricie a tu

esposo delante tuyo?

León alcanzó a chistar:

  • Epa, yo estoy aquí, no decidan sobre mi cuerpo sin consultarme,

Todos rieron y Josefina replicó:

  • Tu te cayas y haces lo que yo diga.

El matrimonio swinger sonrió, por la forma ocurrente que Josefina trataba a León.

  • Por mi lo puedes hacer en este instante, replicó Josefina, propiciando escalar la

confianza.

Mercedes se fue acercando a León coquetamente, con el dedo índice de la mano derecha en la boca y el de la mano izquierda dibujando círculos en el aire. Se plantó frente al conmocionado hombre y procedió a besarlo apasionadamente, mientras le acariciaba el cabello y el pecho. La escena se prolongó por mas de un minuto, hasta que los aplausos, primero de Gustavo y luego de Josefina, se sincronizaron para celebrar la buena nueva.

Con dudas y resistencias iniciales de León, las reuniones entre las dos parejas se multiplicaron a tal punto que los cuatro tenían prendas y objetos personales en la casa de los otros. Josefina animó a León a vivir plenamente su sexualidad y aprovechar el ambiente swinger para liberar su bisexualidad. El silencio de León ante esta insinuación confirmó las sospechas de la mujer.

Un mes después, organizaron el debut en la comunidad, siendo invitados a una quinta escondida en la ruta a Oripoto, población semi rural de la gran Caracas, ubicada cerca de El Hatillo. Como modernos sibaritas, aportaron 400 dólares para disfrutar de un ambiente cuidadosamente decorado, donde decenas de parejas desnudas conversaban, se tocaban y jugaban discretamente. Ellos mismos habían tenido que despojarse de sus ropas antes de entrar al lugar. León tenía un cerebro comparativo y relacional, en consecuencia, intentaba comparar su físico con el de otros. Josefina en cambio, trataba de ubicar una pareja lo suficientemente desinhibida para vivir la experiencia a plenitud. Las luces opacas, rojas y amarillas, dificultaban el voyerismo e incitaban a la cercanía y el compromiso de los cuerpos. Letras fluorescentes daban identidad al lugar, con el americanismo colonial de “lifestyle”, en vez de colocarlo, por lo menos traducido, como “estilo de vida”.

Al fin Josefina encontró candidatos ideales para iniciar una amistad horizontal, como se le menciona a quienes se relacionan en este ambiente y suelen estar tumbados o acostados juntos. Esa noche resultó en una experiencia extrema sensorial de BDSM, siglas con las que en el ambiente se denomina a las prácticas extremas de bondage, disciplina, sumisión y masoquismo. Para Josefina fue una carga de erotismo brutal que le encantó y León confesó que había sido su despertar hacia la bisexualidad plena.

Los encuentros de las semanas siguientes en este lugar, llevaron a la pareja por el mundo del blizz, es decir un trio con otra mujer, el bondage radical mediante el uso de cuerdas, cadenas, telas, correas de cuero, para despertar las facetas de dominantes y dominados, bukkake o práctica de múltiples salpicones masculinos sobre una misma mujer. Los corneadores, o figuras masculinas de penetración, solían ser distintos para Josefina y León, quien ya había liberado sus instintos de placer.

León sentía que la liberación sexual privada, le permitía llevar mejor la sobrecarga de tareas y responsabilidades que tenía asignadas como alto funcionario de gobierno, siendo uno de los nombres que se barajaban para ocupar la cartera ministerial del área de producción e importación. Toda esta experiencia extrema había construido una relación de empatía y amistad profunda entre Josefina y León, que hacía del amor un accesorio prescindible.

*****

Josefina había logrado convertirse en la administradora de las firmas empresariales y mercantiles con las cuales se realizaban las operaciones financieras de Tobías, Antonio, Vicente y Orlando. Habían logrado trabajar de manera sincronizada, a tal extremo que Tobías acostumbraba decir que “en la baticueva somos cinco fantásticos” y Vicente la llamaba “nuestro Alfred femenino”, para evidenciar la alianza con la dama. Habían destinado para la mujer, el veinte por ciento de las ganancias en todos los negocios que llevaban, como una forma de garantizar la mayor vigilancia y eficacia en la contabilidad y cobros.

Por su parte, los financistas iniciales que posibilitaron el auge de este grupo político empresarial, habían designado a Manuel como el enlace permanente con ellos. Esto les permitía a los agentes internacionales contar con una posición privilegiada para sus intereses y tener acceso a información sensible que de otro modo habría sido imposible.

En la nueva fase del trabajo habían recibido la orden de alinearse con el trabajo que realizaban las agencias de Asia, Eurasia y norteamericana para identificar potenciales relevos en el mando presidencial, tanto en las filas de la oposición como del gobierno. Se trataba de contribuir a resolver las tensiones entre sectores burgueses y contribuir a su unificación, a cambio de contar con una posición privilegiada en los sectores del petróleo, gas, carbón, oro, coltán, agua y madera. En ese esquema, el vínculo con los cuatro fantásticos resultaba fundamental para identificar debilidades y oportunidades para avanzar en esa dirección, además de contar con un centro que pudiera reordenar el reparto de las abundantes migajas que quedarían de la aspiradora de materias primas.

Josefina había sido instruida para no tener ningún vínculo sentimental o sexual con los integrantes del clan de los cuatro, para evitar desgaste de la relación y rupturas inesperadas por asuntos amorosos. Su tarea era facilitar, sin ser identificada ni descubierta, la red de amantes de este pequeño agrupamiento, recabando de manera sutil pruebas de sus deslices para eventualmente poder establecer presiones y chantajes. La información financiera y contable que realizaba era copiada en tiempo real, mediante el programa espía Pegaso, invisible a los rastreadores y con prioridad de uso en las redes de conexión a internet. Este control les permitía, junto a otras operaciones similares, iniciar el trabajo de escenarios posibles de transición ordenada.

Manuel, además, tenía la tarea de aproximación discreta a los potenciales sucesores en el comando del poder y, la identificación de los líderes de los eventuales movimientos de resistencia a una transición ordenada. En este segundo aspecto, debería identificar las formas de neutralizarlos, cruzando información con una agente centroamericana con experiencia en el área y quien desde finales de los ochenta se había especializado en este asunto.

Josefina organizó en trastienda una agenda de modelaje y fotografía, vinculada a los certámenes de belleza, que en realidad le permitía identificar a potenciales amantes y celestinas para cumplir con la encomienda asignada. Al frente colocó a Roxana, comunicadora social, hermosa, esbelta, quien se había dedicado en los últimos tres años a rotar de amantes militares a la velocidad del giro del tambor, de una pistola calibre 38 Magnum recortada. De hecho, le puso el apodo de este modelo de arma a la chica, advirtiéndole que se debería seleccionar mejor sus objetivos o el arma se le podía engatillar por atasco de algún cartucho defectuoso. El escenario para esta operación era una casa alquilada en Cumbres de Curumo, en la zona clase media alta del este caraqueño, cuidadosamente decorada con estilo minimalista para posibilitar el montaje de variados fondos fotográficos. Mientras la publicidad circulaba por lugares de fiestas, compras y estudio, frecuentado por jóvenes de clase media, Roxana tenía la tarea de identificar y arrastrar hermosas chicas de los barrios populares, que tuvieran roce social y de ser posible vírgenes, para que Josefina las estudiara y seleccionara.

*****

Mientras daba una entrevista para un medio impreso, el teléfono de León repicó insistentemente. Cuando terminó su trabajo con la periodista, revisó el equipo y aunque era un número desconocido. devolvió la llamada.

  • Buenas tardes, tengo una llamada perdida desde este número, dijo.
  • ¿El señor León Sánchez? Respondió una voz femenina al otro lado del auricular-
  • Si, con el habla. Dígame en que le puedo ser útil, replicó León.
  •  Soy Graciela -inicio la chica- del despacho presidencial. El ministro me facilitó su

Número, indicándome que le llamara para coordinar con usted fecha y lugar de la entrevista para el cargo de viceministro consejero.  Lo primero que debo preguntar es ¿usted está interesado?

  • Agradecido – respondió sin inmutarse- dígame usted el lugar, día y hora, allí

estaré.  Por favor agradézcale de mi parte al ministro, la deferencia de haber pensado en mí.

Un par de semanas antes, Josefina le había comunicado a su esposo que Tobías lo postularía para ese cargo, pues el era muy amigo del ministro. Por la naturaleza de la responsabilidad que ocuparía, su forma de agradecerle a Tobías sería mantenerlo informado de las solicitudes de audiencia presidencial y el motivo de las mismas. Evidentemente el grupo de los cuatro fantásticos quería asegurarse de estar informado y de ser necesario intervenir, respecto a los movimientos del poder económico y político.

Dos días después se produjo la entrevista y la siguiente semana salió publicado en gaceta la designación de León como viceministro. El lugar no era lo que esperaba, porque las oficinas estaban ubicadas en instalaciones antiguas, en un edificio con más de cien años, cuyos requerimientos de mantenimiento y restauración eran muestra de la desidia con la que se ejecutaban los trabajos con fondos públicos.   Su despacho no contaba con ventanas, solo una puerta de vidrio con cortinas, único acceso al pasillo principal, arquitectura que hacía recordar la alegoría de Platón y la narrativa de Saramago en su obra La Caverna.

La primera llamada de bienvenida y felicitación que recibió León fue de parte de Juan Monasterios, alto funcionario de gobierno, conocido por sus opiniones a favor de la reprivatización de la industria petrolera y de quien había escuchado aprehensiones por sus vinculaciones en el pasado a la izquierda radical. Conversaron durante un largo tiempo, sobre el estatus de las solicitudes de las trasnacionales y los beneficios que eso traería al país. Evidentemente no parecía un radical, sino estar en sintonía con las posiciones que comenzaban a sostener los representantes de la nueva burguesía. Acordaron verse los siguientes días para continuar conversando del tema.

 

Continuará ,,,

El divorcio de Antonio implicó una increíble operación de cambio de titulación de propiedades, transferencias de cuantiosas sumas de dinero y creación de sociedades mercantiles, en cuyo proceso Josefina fue la pieza clave para evitar que la esposa del nuevo rico se quedara con la mayor tajada. Eso afianzó la relación de Josefina, no sólo con el marido en conflicto, sino también con el resto del clan. Esta situación le permitió presentarle como amigas recién conocidas, a un par de chicas que tenían meses laborando en la agencia de modelaje.

Josefina había estudiado a Antonio y construido un perfil detallado de sus gustos amorosos, sexuales y de esnobismo social con sus parejas.  Estaba obsesionado por las mujeres de tez blanca, pelo liso, prótesis en los pechos y nalgas, que supieran combinar vestidos elegantes cuando la situación lo demandara y, de manera cotidiana usaran piezas de ropa ajustadas al cuerpo. Lo complicado era que le gustaban jóvenes y con gusto por la literatura, especialmente las novelas ganadoras de premio nobel.

Por ello, durante ocho meses, había seleccionado a dos chicas con el perfil físico que le gustaba a Antonio y las había puesto a estudiar un curso acelerado de novelística con profesores de literatura. Era una apuesta arriesgada, pero de resultar efectiva le permitiría contar con una pieza manejable al interior del entorno familiar del clan. No desestimó recursos para realizar las cirugías necesarias y creó lazos de dependencia de las chicas con ella, fundamentalmente a partir de sus propios perfiles psicológicos.

Esa noche le presentaría Leidy a Antonio, quien encajaba un ochenta y nueve por ciento en el perfil estudiado. Era una chica vivaz, criada por su madre, porque su padre las había abandonado siendo apenas una niña, conocida entre sus amigos como un cerebrito porque siempre estaba en el cuadro de honor y sacaba las más altas calificaciones. Para ella, el estudio era el camino a recorrer para la superación personal y mejorar su condición de vida. Era disciplinada, tenaz, competitiva y ambiciosa, por lo cual Josefina solo esperaba que surgiera la química entre los tórtolos. Regaló a Leidy un costoso perfume, al que le había agregado feromonas con la intención de despertar instintos en el galán, convertido sin saberlo en blanco de las intrigas.

La reserva fue hecha para uno de los restaurantes más exclusivos de Las Mercedes, especializado en mariscos y pescado, que esa noche tendría música en vivo, boleros, blues y reggae.  Josefina se aseguró de acercarse al lugar, solo cuando Antonio le confirmó que había llegado. Eran las siete y veinte de una noche de luna llena, cuando la camioneta que traía a las damas se detuvo frente a la lujosa taberna. Leidy portaba un vestido de la casa Nanuhka, de tipo minimalista, en seda color ocre, que hacía resaltar su piel y la delicadez del rostro. Las gafas negras contrastaban con sus labios rojo intenso, dotándola de un aire atemporal, haciéndola ver como una joven madura.

Josefina luego de presentarlos, procedió a romper rápidamente el hielo, contando anécdotas graciosas de ambos personajes.  Evidentemente Antonio quedó impresionado por la belleza de Leydi, pues no le quitaba los ojos de su rostro y manos, a tal punto que la chica pensó que había algo malo en sus uñas. Discretamente reviso si se le había dañado la manicure, haciendo resplandecer el reloj Cartier que le había prestado Josefina. Antonio tomo la iniciativa en la conversación y rápidamente, entre chistes, sonrisas y preguntas, los tórtolos comenzaron a dialogar directamente, ignorando a la chaperona. Había pasado media hora cuando el teléfono de Josefina sonó, colocándolo desprevenidamente en altavoz.  La voz en el auricular advirtió:

  • Hola mi amor ¿Dónde estás? Se me disparó la presión arterial, por favor ven a

casa.

Era León, a quien Josefina le había solicitado que hiciera esa oportuna llamada, para posibilitar que la pareja quedara a solas. Después de disculparse, se retiró, asegurando por cortesía que apenas estuviera con su esposo les informaría como evolucionaba.

Pidieron una segunda botella de vino cabernet Sauvignon, cosecha argentina, mientras al fondo, comenzaba la velada de boleros. Los intérpretes deleitaron a la pareja con hermosas versiones de melodías de Francisco Céspedes como Señora Dónde está la vida, de Milanés con las notas poéticas de Si ella me faltara algún día o el Breve espacio en que no estás.

A través de la ventana, el cielo despejado y estrellado invitaba a caminar, situación que aprovechó Leidy para sorprender a Antonio, proponiéndole recorrer las calles de las Mercedes, invitación que el galán no pudo resistir. En el paseo, como si siguiera un guion previamente estudiado, la chica tomó la iniciativa:

  • Antonio, dijo, te parecerá cursi mi pregunta ¿Te gusta la novela como género

literario?

  • Claro, se apresuró a responder.
  • ¿Ah sí? Te leíste lanzas coloradas de Arturo Uslar Pietri ¿o prefieres autores

extranjeros como Allan Poe?

  • Si, en su momento leí a Pietri, Rómulo Gallegos, Otero Silva y otros. Pero en la

actualidad – precisó Antonio- me inclino por la novela como categoría de ciudadanía mundial, especialmente los premios Nóbel de Literatura.

  • Ok entonces dime ¿a quién prefieres entre Saramago, García Márquez, Bob

Dylan, Alice Munro, Louise Gloück o Mo Yan.

El burgués soltó una carcajada, antes de responder:

-Veo que eres toda una experta en los escritores ganadores del premio Nobel. Nos vamos a entender muy bien. El preferido mío es García Márquez con su realismo mágico, pero disfruto a todos por igual.

– Mis favoritos son Saramago y Dylan, porque han escrito dialogando con la protesta de su tiempo histórico. Me fascinan, reafirmó Leidy. Te pregunto ¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre, antes que le llamen hombre?

– Déjame recordar – dijo Antonio- La respuesta amigo mío, está flotando en el viento.

Rieron como niños saltando sobre charcos de agua, en medio de una tenue brisa, mientras debajo del árbol era posible imaginar sonriendo el compositor norteamericano de las frases que habían intercambiado, escupiendo notas de folk que animaban a pensar en contravía. La magia había surgido con la anarquía que convierte al guion en garabatos que se reordenan en un invisible tejido común. Ambos parecían descubrir que habían encontrado sus complementos, lo que ignoraban era que habían entrado al reino del amor por el laberinto tortuoso de la trampa y la oscuridad, teniendo ahora que encontrar la flama que los mantuviera a salvo.

Las citas se hicieron diarias, se multiplicaron los encuentros y Antonio parecía adolescente que no se atreve a buscar la manzana del edén por temor a que el árbol de la ternura se marchite. A los tres meses Leydi recibió el anillo de compromiso y la propuesta de fecha de matrimonio. El plan de Josefina echaba raíces.

*****

Juan decidió conformar un grupo de opinión que comenzara a trabajar la narrativa, imagen, identidad e imaginarios de un nuevo centro político. Tobías era el mecenas detrás de esta iniciativa y habían seleccionado unos veinte jóvenes recién graduados para hacer con ellos el boceto del instrumento político. La instrucción era clara, producir una integración de perspectivas sociales con las lógicas del mercado, hablar de subsidios y competencia, seguridad social y emprendimiento. Como proyecto a largo plazo, poco importaba el nombre que seleccionaran, eso sería relevante después del 2020, por ahora se trataba de impulsar argumentos y expresiones organizativas que precedieran el despliegue de la burguesía revolucionaria como alternativa de poder.

Tobías realizó un acuerdo con Facebook para conocer los intereses y las tendencias en gustos de los electores venezolanos, ahora y las predicciones por veinte años. La idea era cruzar la información proveniente de análisis de metadatos, con las reflexiones y conclusiones del grupo de jóvenes que estaban en la incubadora política.

Juan, en la lógica analógica y menos virtual, estaba haciendo un mapeo territorial, desde los municipios y comunidades de base, para identificar actores aliados, opuestos al proyecto, experiencias significativas con las cuales empalmar o relanzar, se trataba del primer boceto de organización nacional, regional y local. Siempre se habían planteado la construcción del instrumento político como sumatoria en ascenso, que dieran la sensación de permanente crecimiento. Lo cierto es que la operación Voltaire había comenzado: todo reordenamiento parte de un centro.

*****

Josefina tenía breves episodios depresivos, en los cuales el abandono familiar, la cultura del sobreviviente, la lucha permanente por pertenecer a algún lugar y afecto, le paralizaba y generaba increíbles pulsiones de fuga, como si dejar todo fuera la solución de sus problemas. Cuando tenía los primeros síntomas de ese estado anímico, corría a refugiarse en la vieja casa de Boca de Uchire, un pueblo perdido en la costa oriental.

Esta vez viajó acompañada de las melodías de Yoly Saa, una cantante que había descubierto en una melodía haciendo dúo con Ana Belén, otra de sus artistas preferidas. El hombre al piano le producía una extraña mezcla de tristeza y añoranza, un deseo increíble de ser amada, como amó ese viejo perdedor “vencido por una mujer”. Como la chica de la que escuchaba en la plataforma digital, Josefina siempre temió echar raíces en algún amor, porque ello la haría vulnerable.

Caminó hacia la playa y comenzó a juntar palos, hojas, ramas secas, para armar una hoguera. El viejo perro, cuidandero de la casa, le acompañaba en el trayecto, como si sintiera la fragilidad emocional de la mujer, lamiéndole la mano a cambio de una caricia.  No era aún tiempo de prender la hoguera, así que lanzo las sandalias sobre la arena y decidió que sus pies intentaran aplastar los granos de arena que se habían acumulado en la orilla.

Tenía la costumbre de caminar al filo de la tierra, donde al agua penetra la arena y besa los pies, una y otra vez, como si ese movimiento incesante recordara la necesidad de mantenerse de pie ante los vaivenes de la vida. La playa estaba sola como su espíritu, en ese miércoles atravesado de semana laboral. Su cuerpo, acostumbrado a la pose necesaria de cada circunstancia, aprovechó el respiro del retiro, para liberarse, alzando los brazos desordenadamente, haciendo palpitar las manos al cerrarlas y abrirlas, moviendo las caderas como si un invisible metrónomo marcara el ritmo.

Los atardeceres suelen ser una imagen romántica para las parejas enamoradas, pero para los espíritus vagabundos son como un nuevo abandono, otra partida sin despedirse, sin consultar si se quiere estar solo. Mirar el sol desvanecerse en el horizonte evocaba la ausencia del padre, el abandono de la madre, el amor traicionado, la necesidad de endurecer la piel y los sentimientos.

Era un atardecer juguetón, porque la luna se había atrevido a salir a destiempo, cuando no le correspondía, porque aún el abrigo del sol marcaba con su luz el sendero. La luna llena se veía transparente, como si el sol traspasara sus huesos y sin pudor desvistiera su físico. Una tenue brisa recordaba que la mujer estaba en el caribe vivo, sumada a la fiesta del arco iris, con sus colores salpicados de acuarelas. El agua fue pegando el vestido al cuerpo, como si los senos buscaran el abrigo del sol.

Destapó una botella de ron que había permanecido escondida en la alacena de la cocina, añejada por restos del salitre que lograban entrar por las hendijas de la madera. Tomó la garrafa de gasolina y regreso a la playa para encender la hoguera. El crujir de las ramas secas anunciaba que cientos de fragmentos, como luciérnagas encendidas, salían a bailar por los aires como si quisieran llevar a todas partes la buena nueva de la luz. Josefina se despojó de sus ropas y se sumergió en el mar, mostrándole a la luna que la belleza no era de su exclusividad. Con su humanidad húmeda bailó alrededor de la hoguera, pisando la arena, invocando la compañía de los elementos fundadores, como si sacara de un baúl la única herencia que le había dejado su madre.

La botella a medio consumir, varias colillas de cigarro y las diminutas pantaletas, ahora casi cubiertas por la arena, eran los únicos testigos de una noche de soledad, de la cual hasta las cenizas llevadas por el viento habían decidido partir, mientras el cuerpo cansado de la mujer dormía bajo el resguardo de la casa y con la compañía de Salvat, el perro guardián.

III El Bastón de hierro

El desabastecimiento era terrible, no se conseguía ni papel higiénico. Todo había que adquirirlo en el mercado negro a precios diez veces mayores que los regulados. En enero de 2017, el gobierno nacional anunció medidas para resolverlo, las cuales no despertaban esperanza alguna en el pueblo, eran como un anuncio de navidad en marzo. El presidente había accedido al poder después de la muerte de Chávez en 2013 y, el inicio de su mandato había coincidido con la caída de los precios del petróleo, la principal fuente de ingresos nacionales. El derrumbe del mercado petrolero había hecho saltar por los aires el control cambiario, las regulaciones de precios, la agenda social y con ello se había desatado una de las más altas hiperinflaciones conocidas a nivel mundial, haciendo que la cola del diablo merodeara las puertas del que fuera uno de los países más prósperos de la región.

En las calles campeaba la polarización política que había sido útil para sostener en el poder a Chávez, pero que ahora terminaba siendo una caricatura, mostrando hasta donde podían llegar las élites políticas que se auto asumían de derechas e izquierdas en la disputa por la renta petrolera, mientras el ciudadano común vivía el fenómeno de la desaparición de la clase media profesional, la ampliación de la brecha social y la pobreza extrema. La tragedia ciudadana pretendía ser ocultada con el sainete de dos parlamentos, uno la Asamblea Nacional en manos de la oposición y otro, la Constituyente controlada por el gobierno. Las movilizaciones en apoyo a uno y otro factor eran cada vez menos numerosas y con estilos decadentes, mostrando el emerger de una especie de lumpen política. Las voces intelectuales y éticas de referencia, por encima de la polarización, prácticamente habían desaparecido.

Los enfrentamientos armados comenzaban a ocurrir en las calles, de manera frecuente, llegando al bochornoso fenómeno de personas quemadas vivas por el combustible incendiario del odio a lo popular por parte de los sectores de la oposición y la masacre de más un centenar de jóvenes en las calles, de cuya responsabilidad se acusaban mutuamente el gobierno y oposición, aunque era innegable que la mayoría de cartuchos provenían de armas oficiales.

El elevado de Santa Fe, en el este caraqueño, zona residencial de la clase media, fue el escenario de barricadas, quemas de cauchos, lanzamientos de bombas molotov a las fuerzas policiales, disparos de perdigones y balas por parte de efectivos castrenses. La polarización fue cediendo paso a una percepción colectiva, que quienes se enfrentaban eran dos facciones burguesas, disputándose el control del poder para dilapidar la renta petrolera, usando ideologías para azuzar fanatismos que terminaban bajo lápidas.

Mientras tanto, el pueblo vivía los efectos macabros de la inflación estimada en un millar, salarios por debajo de los diez dólares mensuales, desabastecimiento de productos básicos y el deterioro de los servicios públicos. Vivir en Venezuela se convertía en un panorama nada atractivo para quienes solo eran carne de cañón en la diputa por el poder.

Natasha, joven estudiante de psicología en la Universidad Central, organizaba grupos de discusión respecto a si la salida era, migrar o quedarse. Como Natasha, miles de jóvenes comenzaron a plantearse en serio esa disyuntiva, optando muchos de ellos por dejar a un lado carrera, familias y puestos de trabajo. La pregunta más frecuente que se escuchaba en las reuniones de universitarios era ¿para dónde irnos?

Joaquín el novio de Natasha, había logrado que la familia le comprara el boleto para marcharse a Argentina. En medio de la situación de depresión del mercado inmobiliario, que disminuyó en más de la mitad el valor de las propiedades, sus padres habían vendido un apartamento que tenían en Los Chaguaramos, por tan solo un 10% de lo que les había costado. Además del boleto, cancelaron por adelantado el alquiler de unos meses de un pequeño estudio ubicado en Palermo, ciudad de Buenos Aires, donde habitaría el joven, sumándole al bolsillo dos mil dólares para que cubriera los primeros gastos mientras que los viejos se quedaban con lo que restaba, como reserva para atender emergencias de salud.

Una semana antes de partir, Joaquín llegó muy triste a la casa de Nathasa, planteándole que quería cancelar el viaje. La chica le dijo:

  • Eres un afortunado, tus padres te apoyan, vendieron el único activo que tenían.

No puedes defraudarlos.

  • Natasha no conozco a nadie allí, no sé cómo voy a conseguir empleo, replicó el

joven.

  • Como todos  – contraatacó- lo que tienes que hacer es dejar síntesis

curriculares tuyas en todos los sitios de trabajo que identifiques; llevas tus títulos legalizados y apostillados, notas certificadas, pasaporte vigente, tienes todo para ser exitoso.  Te falta confianza en ti mismo.

El joven asintió tímidamente con la cabeza. El resto de la tarde lo pasaron planeando el rencuentro, que sería –decían- en un concierto, qué para esa fecha seguro se estaría realizando en el teatro del Gran Rex o en el Luna Park.

Natasha era hija de maestra y un trabador con cargo de vigilante, quienes trabajaban en el sector privado. Sus padres siempre habían contado con pasaporte vigente, obtenido en otra situación país, pero iniciar una migración les excedía en voluntad, se consideraban viejos para ello. Para la joven, el pasaporte era en la actualidad, el documento que ostentaba la clase media alta, con capacidad económica para hacer turismo, algo que como hija de trabajadores escapaba a sus posibilidades materiales, por ello nunca se preocupó por actualizarlo, a pesar que hacía años se le había vencido. Todos los intentos para renovar sus documentos legales para salir del país, fueron infructuosos, el sistema de citas estaba colapsado y en otros casos en la institución migratoria no contaban con material de impresión. En el mercado negro se podían obtener las citas, con garantía de acceder al pasaporte vigente, pero se rumoraba que las mismas costaban entre mil quinientos y cinco mil dólares, una cifra irreal para trabajadores, cuyos salarios mensuales apenas si alcanzaban un dólar mensual. Por ello Natasha siquiera intentó confirmar los rumores.

Ella quería contribuir a la economía familiar y la idea de migrar para poder enviar remesas le lucía como una solución lógica, pero a diferencia de Joaquín, no tenía las condiciones ideales para partir. Por ello comenzó a planear una larga migración por tierra, desde la frontera con Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia hasta llegar a Argentina, trabajando en cada sitio para pagar alojamiento, comida y reunir para el pasaje hacia la nueva etapa del periplo. No le comentó sus planes a Joaquín, mintiéndole que insistiría con lo del pasaporte y trabajaría para obtener un boleto aéreo, para poderse reunir con él en la arena de un concierto.

Los jueves a las siete de la noche, el grupo de jóvenes se reunían en un aula de la universidad. Ese día el punto de agenda era revisar los procedimientos y recaudos necesarios para legalizar y apostillar las notas certificadas y títulos. La reunión fue interrumpida por Marta, asidua asistente a las reuniones dirigidas por Natasha, quien pidió silencio para escuchar la intervención de un alto dirigente del gobierno, quien en su programa semanal por la televisión estatal se estaba refiriendo a quienes emigraban:

Esos muchachos no tienen nada en la cabeza, les creen a quienes viven el sueño americano, son unos traidores quienes no valoran el sacrificio que ha hecho la patria para educarlosSe van a otros países a lavar pocetas mientras aquí tienen todo.

-¡¡¡Apaga eso!!, gritó Pedro, ese señor no tiene idea del hambre que estamos pasando en casa. Como él vive de la teta del Estado, se cree con la licencia para insultarnos a los pobres.

Un silencio cargado de melancolía invadió el aula por unos segundos. Alberto irrumpió:

-No dejemos que nos distraiga, concentrémonos en lo que nos interesa, resolver los trámites legales para partir en las mejores condiciones.

Los presentes asintieron con un breve aplauso. Ya habían elaborado una guía de las cosas que se podían y debían llevar si migraban por medio de transporte terrestre o aéreo. Habían decidido descartar la opción de irse a pie por los riesgos y deterioro físico que ello implicaba. Todos los días las redes sociales mostraban las penurias de miles de jóvenes, familias y niños recorriendo cientos de kilómetros diarios, durmiendo en improvisados campamentos, comiendo lo que lograban obtener de la solidaridad de quienes veían pasar estos ejércitos de parias, sobreponiéndose a enfermedades para no quedarse atrás del grupo y perder la protección de la manada.

Una de las cosas que les sorprendía a los jóvenes era la insensibilidad de los políticos latinoamericanos. Por un lado, una parte importante de la izquierda política regional, los veía pasar por sus países con sepulcral indiferencia, limpiando sus conciencias con el argumento que quienes huían buscando la forma de garantizar sustento a sus familias, eran enemigos del gobierno revolucionario. Por otro lado, la derecha política veía en la migración otra fuente de enriquecimiento, asumiéndose como sus voceros o salvadores, solo para conseguir dineros de la filantropía o del multilateralismo, que nunca llegaban a otro destino que no fuera el de sus cuentas bancarias.  Pero siempre había manos amigas que se abrían paso ante la creciente xenofobia y la propaganda neo fascista que mostraba a los migrantes como gente que venía a dejar sin empleo a los locales, mano de obra barata que amenazaba la estabilidad laboral.

Como en todas las sesiones de trabajo, al final el grupo cantaba, bailaba y reía, alrededor de Pedro y su guitarra. Habían decidido que escucharían la música en una perspectiva distinta a la polarización de derechas e izquierdas y, harían suyas las buenas melodías de canta autores, independientemente de su posición política. En realidad, no se daban cuenta que estaban comenzando a construir el país del mañana.

Comenzaron tarareando Sin remitente de Melendi, continuaron con La Feria de los Tontos de Carlos Varela, Gente Luminosa del Arrebato y concluyeron con A desalambrar de Viglietti.

*****

Todas las vacaciones de agosto, María Eugenia la madre de Natasha, trabaja como suplente ocasional, cubriendo a dos secretarias de la comisión de control cambiario. Por ello se animó a decirle a su hija que su jefa era muy amable y siempre se le veía rodeada de gente de poder.

  • Hija – dijo con voz suave- ¿por qué no te presentas a la oficina de ella?, le dices

que vas de parte mía y pides apoyo para lo de tu pasaporte. Inténtalo hija.

  • Mamá, me da pena, esa señora está muy ocupada, ni se acordará de ti
  • Mija, tú quieres viajar para reunir dinero, seguir estudiando y ayudarnos. Sin el

pasaporte es imposible hacerlo.  Que no te ciegues la pena.

Esa última opinión de la madre convenció a la chica, quien hizo una carta planteando su caso y, a los dos días, tomó un colectivo que la llevó hasta el Sector de La Hoyada, desde donde iría caminando hasta la oficina de la jefa de su madre. El antiguo mercado de La Hoyada es uno de los sectores más concurridos del centro caraqueño, con transeúntes apurados y conductores impacientes por los trancones que se arman a toda hora. El cambio de luces del semáforo es como la batuta de un director de orquesta, que al parpadear libera decenas de bocinas de los vehículos, como si con el ello se despejara la vía.

Muy cerca de ese sitio está ubicado el Ministerio Público, el despacho del Ministerio de Ciencia, la oficina de planificación del sector universitario, la Asamblea Nacional y hasta la casa natal de Simón Bolívar, quien lideró la causa republicana y fue el Libertador de Venezuela y otras naciones. La estación del metro de la Hoyada es una de las más concurridas de la capital, conectando al este y el oeste de la ciudad. Caminar por el mercado de La Hoyada puede ser una experiencia límite, pues, así como se consiguen productos hasta con un cincuenta por ciento de descuento, tu cartera o celular se puede evaporar como por arte de magia. Los comerciantes hacen su mejor esfuerzo por cuidar a los clientes, pero no siempre cuentan con respaldo policial. En las aceras de las calles que rodean el mercado popular, cientos de vendedores ambulantes ofrecen productos que van desde las comidas típicas hasta las correas de los pantalones, mientras un peluquero errabundo le hace un corte punk a un cliente joven. Los “daleros”, esa nueva profesión de cuidadores callejeros de carros, popularizada a raíz de los altos costos de los estacionamientos y en otros casos ante la ausencia de lugares oficiales de aparcamientos, dejan escuchar su canto, replicado cada diez metros, con el cual orientan a los conductores que deben dejar sus vehículos en las calles.

Natasha caminó hasta el edificio que albergaba la oficina de la directora general. Carpeta en mano y morral al hombro, se detuvo varias veces para conversar con abuelos haraposos que pedían limosna, como último recurso ante un Estado que ha olvidado su papel de garante de vida digna.

En el lobby del edificio de oficinas le preguntaron a dónde se dirigía y si tenía cita. Indicó que iba al piso doce y que no tenía cita, sino un recado de su madre, María Eugenia Ballesteros, quien trabajaba para la doctora Josefina. Le dieron la instrucción de esperar en el recibo central, mientras le confirmaban el momento en el que la recibirían. Al rato, uno de los encargados de atención al público, le preguntó si tenía algún asunto en particular para tratar. Natasha le extendió la carta que había preparado el día anterior. El hombre la tomó, informó que la haría llegar y que continuara esperando por si había respuesta inmediata. Pasados unos veinte minutos el hombre volvió y a todas luces apenado, le comento:

  • Lo siento señorita, la doctora Josefina dice que esta no es una oficina del servicio

de identificación, que pida una cita como todo ciudadano. De verdad lo siento, recalco el portador de las malas noticias.

  • No se preocupe usted, –le respondió- solo estaba tocando una puerta para

intentar resolver mi situación.  Muy agradecida por su amabilidad.

Salió lentamente, caminando sin rumbo durante una hora o más, hasta que la corneta de un vehículo rústico la sacó de su estado catatónico. No sabía cómo, pero estaba en Bellas Artes, en la plaza de la antigua cinemateca, un lugar al cual le gustaba ir cuando era niña. Se sentó en la entrada del museo de Ciencias y cuando iba a dejarse llevar nuevamente por el éter de los pensamientos difusos, una pequeña mano le templó dos veces la blusa.

  • Tengo mucha hambre señora, ¿me puede ayudar para comprar algo de comer?

Tengo dos días sin comer, jadeó la niña, quien no tendría más de seis años.

Como guiada por el instinto, Natasha abrió el bolso negro que llevaba, en el cuál su madre había colocado un par de arepas con queso y jamón, acompañadas de un termo pequeño lleno de café con leche. Mientras le preguntaba a la niña como se llamaba y con quien estaba, sus manos desnudaron el alimento, quitando el papel aluminio que lo recubría, acercándole una de las arepas a la niña.

  • Me llamo Elena y estoy sola, mi mamá vive en San Agustín, pero está enferma y

yo salgo a buscar algo de comer para ella y para mí, respondió.

La casa de la pequeña estaba en algún lado de la montaña de bloques y cemento que se expande en el flanco sur de Parque Central, al cual se puede acceder a través de cientos de escaleras serpenteantes o del metro cable.

–Come, le dijo la joven, también tengo aquí café con leche. Cómete una –insistió- y la otra se la llevas a tu mamita.

El agradecimiento de la niña sonó en un tono grave, porque las palabras fueron emitidas mientras se devoraba el alimento.

– ¿A qué hora llegas y, a qué hora te vas para tu casa? Interrogó Natasha.

–Llego a las siete de la mañana señora y, me voy a las cinco de la tarde, respondió, aunque a veces me voy al mediodía, cuando alguien me regala algo de carne o pollo que le hace falta a mi mamita.

Una lágrima se le escapó a la joven, quien hizo piruetas para evitar que la niña lo notara.

–Y ¿Cómo te llamas? Insistió intentando conocer sus apellidos.

–Clara Esperanza, respondió, en un tono que no permitía más preguntas

– Clara, no tengo dinero conmigo, pero el sábado por la mañana vendré y te traeré algunas cosas que puedan servir para tu casa, le comentó Natasha

– Esta bien señora, le respondió la niña a la joven.

Durante tres días la estudiante solicitó apoyo a sus compañeros de clase, logrando juntar harina, pasta, granos, enlatados, jabón de baño y dinero para comprar un kilo de pechuga de pollo y dos de carne de res.  Tres muñecas en buen estado, cuatro vestidos y otra ropa usada completaron el paquete. Natasha aportó, además, su antigua caja de música infantil, que al abrirse desplegaba una bailarina girando al ritmo de la melodía, colocando en sus pequeñas gavetas algunas prendas de fantasía para la niña.

Como lo había anunciado, el sábado Natasha llegó a la plaza Morelos acompañada de Sergio, otro joven estudiante de medicina quien formaba parte del club de potenciales migrantes.  Esperaron el cambio de semáforo para cruzar la avenida, rumbo a la plaza interior de Bellas Artes. Cuando caminaban a la altura de la Universidad de las Artes, vieron unas pequeñas manos agitarse, como diciendo aquí estoy.

-Hola señora, creí que ya no vendría, habló la chiquilla.

– Pero si apenas son las diez de la maña, replicó Natasha. Te presento a mi amigo, el junto a otros compañeros reunimos estas cosas que te traemos.

El joven extendió la mano:

-Mucho gusto, mi sombre es Sergio.

-Mucho gusto, respondió Clara en modo automático, mientras su mirada estaba centrada en las bolsas que traía Natasha.

-Esto es pesado, si quieres te ayudamos a cargar las cosas hasta tu casa, sugirió Sergio.

-Siiii … mi mamita se va a alegrar mucho con esas cosas que me están regalando. Vamos, yo les voy diciendo, indicó.

La cara de la niña transpiraba felicidad, mientras su pelo despeinado acentuaba la ternura de su humanidad. Sus rodillas llenas de cicatrices y las piernas pintadas con barro, mostraban los estragos de la vida en la calle.

Caminaron por los pasillos que separan las dos torres de Parque Central, donde un chatarrero anunciaba a través del altoparlante de una deslucida camioneta descapotada, que compraba restos de acero, aluminio y cobre. En el cruce de la avenida Lecuna, entre Parque Central y las escaleras de San Agustín, un vendedor de verduras y frutas disputaba el espacio acústico con el comerciante de partes metálicas, ofreciendo papa, cebolla, tomate, lulo, guamas y mangos.

La niña les precisó que era mejor tomar las escaleras, porque el metro cable los dejaría muchas cuadras delante de su casa. Subir trescientos ochenta escalones era algo más que un ejercicio cardiovascular, un desafío para piernas no acostumbradas a estos trotes. Después de detenerse varias veces a descansar, fue necesario tomar una estrecha vereda que los llevó a la casa de la madre de Clara. Las aguas servidas y la basura, convertían el paso en una carrera de obstáculos. Unos ciento cincuenta metros después de haber dejado atrás los escalones, la niña se detuvo en una descolorida casa, de la cual sobresalía el oxidado techo, empujando la puerta en la cual no se distinguía cerradura alguna. Invitó a los jóvenes a pasar. Dos sillas de madera y cuero eran los muebles de una sala lúgubre, que parecía no haber sido aseada en mucho tiempo. Una vieja cocina de kerosene y la mezcla de ollas y potes, indicaban que el cuarto lateral derecho había sido habilitado como cocina. Cortinas de tela estampadas, con flores de colores cumplían las veces de puertas para los dos dormitorios de la casa. La niña corrió la cortina sostenida por alambre, para permitir el paso a la habitación de su madre.

-Clara, ¿Quiénes son estos muchachos? ¿Por qué no me avisaste que vendrían?

– Mami ellos son Natasha la señora que te comenté que nos iba a ayudar y su amigo Servando.

-Sergio corrigió el chico.

– Ellos nos están regalando comida. Podremos comer estos días y te pondrás mejor, agregó la niña

  • Muchas gracias, Dios se lo pague, habló de manera entrecortada la mujer, quien

permanecía acostada con un semblante muy deteriorado. Gracias por tenerle paciencia a Clarita y apoyarla. No tenemos familia que nos apoye y estando yo enferma, ella tiene que ir a buscar lo necesario para sobrevivir, justificó la madre. El consejo comunal nos trae la bolsa de alimentos del gobierno, -agregó- pero eso solo alcanza para unos días y la traen cada mes.

-No se preocupe señora, cada vez que consigamos les apoyaremos, precisó Natasha.

– ¿Puedo revisarla señora? Yo soy estudiante de medicina. Aún no me graduó aún, pero ya estoy en pasantías, precisó Sergio.

– Claro, se le agradece, manifestó la mujer con voz trémula.

Después de revisarla por una media hora y hacerle una docena de preguntas, el chico pidió ir al baño y con una expresión en los ojos, le indico a su compañera que le siguiera.

  • Esta señora tiene una pérdida de peso increíble, – resumió Sergio- puede ser

desnutrición, pero el dolor abdominal, las náuseas y vómitos, así como la sensación de plenitud precoz, me hacen pensar que es algo más grave. Tengo un médico amigo, quien ha sido mi profesor en la universidad y maneja la agenda social de un centro hospitalario privado. Tal vez él podría conseguir que le hagan un diagnóstico completo allí. ¿Qué piensas tú?

-Hagámoslo de una vez, respondió Natasha. ¿Tienes su número de teléfono?

– Si claro, déjame buscarlo. Después de un breve instante, Sergio le marcó desde su celular.

Unos minutos de intercambio y el muchacho terminó la llamada con una cara de júbilo.

-Me dijo que de inmediato enviará una ambulancia, precisó Sergio. Necesita, agregó, que la señora tenga la cédula de identidad laminada, no importa que esté vencida, y me dijo que si tiene exámenes médicos los lleve. Los enfermeros subirán hasta acá y la bajarán en camilla.

-Señora, informó Sergio, la llevaremos a hacerle unos exámenes médicos a una clínica y luego la volveremos a traer. No le costará nada.

– Pero yo no me he bañado y estoy como una loca, expresó la enferma.

-No se preocupe yo la ayudo a peinarse y arreglarse, se apresuró en decir Natasha.

-Yo también te ayudo mamita, para que vayas al médico y te mejores, completó Clara. Me quedaré cuidando la casa, no te preocupes.

En la puerta de emergencias, Manuel, el mismo médico amigo de Débora y Josefina, esperaba la llegada de la ambulancia. Después de colocar a la mujer en la camilla le llevaron de inmediato al área de radiología y exámenes de sangre. Manuel les pidió a Natasha y Sergio que esperaran en el área de familiares. Los chicos compraron un café capuchino que compartieron mientras esperaban noticias.

-Natasha -dijo Sergio- me iré la próxima semana a Estados Unidos. Viajaré en avión hasta Cancún y de allí pasaré por la frontera con el apoyo de gente quien sabe de eso. Tendré que pagar tres mil quinientos dólares, pero ellos aseguran que lo pasan a uno.

– ¿De dónde sacaste ese dinero? Increpó la joven

– Son los ahorros de salud de mis hermanos. Tengo que devolvérselos lo más rápido posible. Ya mis primos en Estados Unidos me tienen dos trabajos, uno como jardinero y otro para cuidar a una señora mayor, … claro mientras consigo algo mejor.

– Sergio, los coyotes son bandidos, de los cuales no te puedes confiar. Hay muchos cuentos de gente desaparecida, se apresuró a señalar la chica.

– Es una decisión tomada. Apenas llegue y me instale te escribiré. Estaré bien, culminó Sergio.

Un silencio se instaló entre los muchachos, como advertencia sobre la inconveniencia de seguir tensionando. Muchas relaciones de amistad se habían roto por menos, por ello, la cultura de la prudencia en estos asuntos, se venía instalando entre amistades juveniles.  Ambos comenzaron a revisar sus teléfonos y responder mensajes recibidos a través de las redes sociales. Los ciclos del motor que alimentaba el dispositivo mecánico para vender refrescos y agua embotellada, era lo único que se escuchaba cada cinco minutos, llenando el ambiente con una especie de ronquido prolongado.  Cada vez que abrían las puertas del ascensor, los jóvenes levantan la mirada, buscando la figura del médico o la señora. Cuatro horas y media después, Manuel apareció por un acceso lateral, al que daban las escaleras y que le permitieron descender hasta donde se encontraban los estudiantes.

  • Lamento no traer buenas noticias, -inició- la señora está en fase terminal de un

cáncer estomacal muy agresivo. Le quedan días e incluso diría horas de vida. Lo que podemos hacer es ayudarla a que no sufra tanto, pero saben que los analgésicos son costosos y escasos.

Natasha Sollozando solo alcanzó a exclamar:

  • Clara, pobre Clara.
  • No te preocupes. Algo haremos, le comentó Sergio, mientras colocaba la palama

de su mano sobre la espalda de la chica.

– ¿Qué hacemos doctor? Preguntó Natasha

– Buscaré que una fundación cubra los costos de hospitalización y medicamentos,

precisó el galeno. Entiendo que la señora tiene una hija, considero que es conveniente que venga a acompañarla y esté cuando le comuniquemos los resultados de los exámenes.

Natasha fue por Clara, mientras Sergio permaneció en la clínica por si la enferma necesitaba algo. En un par de horas Natasha estuvo de regreso con Clara quién tenía expresión de terror en su rostro.

La estudiante le comunicó la mala noticia y pidió que estuviera muy pendiente de su madre, dándole ánimos y alegría. Los tres fueron en búsqueda de Manuel, para ir a donde la madre moribunda. Al llegar a la habitación, la mujer los miró y antes que le dijeran algo dijo:

  • Sé que me voy a morir. Eso no me da miedo, lo que me aterra es el futuro de mi

Hija. ¿A dónde irá? ¿Quién la cuidará? No quiero que vaya a parar a un albergue para menores. Mi pobre Clara, culminó.

La niña corrió a abrazar a su madre y le dio un beso en la frente.

-Mamita -dijo sin llorar- te vas a curar y yo estaré pendiente de ti.

Un silencio propio de los avernos inundó el lugar por unos segundos. Natasha dijo:

-Señora yo me haré cargo de su hija mientras usted puede volver a estar con ella. No se preocupe.

Una sonrisa de complicidad se mostró en el rostro de la mujer. Miró con ternura a Natasha mientras le decía:

– Eres muy joven, agradezco mucho su intención, pero debemos buscar a un adulto que trabaje y pueda hacerse cargo de la muchacha.

– Yo trabajaré … me iba a ir del país, pero ahora me quedaré a cuidar de ella, sentenció la estudiante.

Sergio la miró con estupor, mientras que Clara, volteando la cabeza lo hizo con alegría y ternura.

– ¿Ves mamita? Todo va a estar bien. Lo que tienes que hacer es que tomarte todos los medicamentos para que te cures pronto.

Manuel permanecía callado. Sin proponérselo se había colocado en una esquina de la habitación, como si estuviera de espectador no invitado a una comedia trágica. Su rostro era una mezcla de asombro y ternura. Sentía una atracción profunda por la solidaridad humana, algo que escaseaba cada vez más, en una sociedad en la cual el tejido social comunitario había venido cediendo paso a la competitividad, de todos contra todos. Con el sigilo propio de un espía, se escabullo de la habitación, para hacer las llamadas necesarias que garantizaran que la paciente estuviera debidamente atendida en sus días finales. Cinco minutos después volvió a la habitación, sin que nadie hubiese notado su breve ausencia.

  • Ánimo -irrumpió- ya me garantizaron que la señora cuenta con hospitalización y

Tratamiento, a costo cero para ustedes.

Natasha lo abrazó y Clara besó con ternura las delicadas manos del galeno, acostumbradas a salvar vidas en el quirófano y otras tantas veces a cegarla en su oficio paralelo.

Por las noches Clara se iba a dormir a casa de Natasha, mientras Sergio y otros compañeros de la universidad hacían guardia nocturna al lado de la paciente. Los padres de la estudiante habían accedido a adoptar la niña, a cambio que la joven no emprendiera la migración de manera ilegal.

Siete días después de hospitalizar a la mujer, a las tres de la tarde, sonaron varias alarmas médicas. Una de ellas reportaba problemas en la habitación 4C, donde estaba recluida la madre de Clara. Natasha había ido a comprar jugos en la cafetería para que la mujer consumiera en la noche, pero cuando llegó, estaban comenzando a limpiar el cuarto. Estaba a punto de preguntar por la paciente, cuando su teléfono repico. Era Sergio para comunicarle que Manuel le había informado que la señora había muerto.   Todo se le oscureció a la joven, quien sintió flaquear sus piernas. De repente había pasado a ser madre y solo en ese instante tomó pleno conciencia de la responsabilidad que había asumido.

Media hora después llegó Manuel, quien informó que la agencia de filantropía que había financiado el tratamiento se encargaría del sepelio. Minutos más tarde, sudoroso y con el rostro compungido, Sergio se hizo presente.

  • Amiga, en casa hemos decidido apoyarte en esta tarea tan difícil que has

asumido. Yo mismo te enviare mensualmente algún dinero cuando empiece a trabajar en el norte.

-Gracias Sergio, no te preocupes, fui yo quien decidió hacerse cargo, respondió.

Ambos se abrazaron con fuerza, como si intuyeran que el destino les separaría

por muchos años.

*****

Heriberto, un joven merideño esperaba en la terminal el autobús para San Cristóbal, donde tomaría otro transporte hasta Cúcuta. Un morral a la espalda era su único acompañante, porque pasar la frontera con una maleta implicaba llamar la atención y muchas veces verse obligado a pagar coimas a los grupos paramilitares que ejercen control de la región.  Faltaban dos horas para abordar, así que decidió ir a comer algo antes de partir.

Su tierra natal había sido bautizada como Chachopo, un pueblo agrícola enclavado en las montañas, ubicado a unas cuatro horas de camino por tierra de la capital del Estado Mérida.  Sus padres, hijos y mujer habían preferido no acompañarle hasta la terminal de la ciudad para despedirlo, ahorrando así lo que les costarían los pasajes para entregárselos al viajero, como tributo de cariño.

Chachopo es parte de la Venezuela campesina de antaño, allí donde la renta petrolera llega a cuenta gotas y donde se imponen las rutinas de la vida rural. Ubicado a 2.600 metros sobre el nivel del mar, la temperatura promedio es de unos trece grados centígrados, aunque en diciembre puede caer en las noches a cero grados. No han llegado las tiendas con candilejas y las bodeguitas son eje del comercio local, con sus vidrieras artesanales, hechas con marcos y bases de madera. Todos los lugares de comercio se integran de manera mágica con el paisaje, lleno de flores y cultivos de papa. La plaza Bolívar, epicentro de la actividad cultural, se convierte en cantina en las fiestas patronales, donde circula el aguardiente cachicamo, bebida predilecta de sus habitantes, elaborado clandestinamente en alambiques caseros. Muy pocos recuerdan que allí durmió Bolívar, cuando hizo su travesía por los Andes, pero todos los niños y niñas saben de memoria el poema a la loca Luz Caraballo, un personaje que refleja la cultura del lugar. La capilla de Santa Bárbara anuncia la aparición casi mágica de la laguna del mismo nombre, un lugar donde la neblina, el frailejón y las frías aguas disipan cualquier nivel de estrés. La laguna de los patos era el lugar de excursión preferido por Heriberto, por su calma y soledad. Salir de Cachopo es como entrar en una caída libre entre las montañas, con altibajos que juegan con las nubes y donde el señorío del sol se muestra con múltiples arcoíris.

Trucha con papa y tajadas de plátano frito, acompañados de un vaso de jugo de curuba batido con leche, fueron los alimentos escogidos por el muchacho para acortar el tiempo de espera y tomar fuerzas para lo que venía. No había necesitado reunir más que su partida de nacimiento y documento de identidad, porque había abandonado la escuela en el segundo grado, dedicándose al cultivo de la tierra. Nunca había tenido que atravesar alcabala policial alguna, por lo que ahora, todo uniformado lo percibía como amenaza. Su cédula se había extraviado, no recordaba en qué momento, y con una copia amarillenta por el tiempo que estuvo guardada, pudo sacar nuevamente el documento legal para poder viajar.  Ni por curiosidad intentó hacer los trámites para sacar un pasaporte, total … solía decir, … no iba a viajar en avión.

Llegó la hora de partir y el muchacho miraba el paisaje por la ventana del autobús, angustiado por la distancia que le separaría de su terruño. Su meta llegar a los Estados Unidos atravesando el Darién en la frontera entre Colombia y Panamá, pasar a Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, entrar a México por Tapachula, al sur de ese país y, atravesar todo el territorio de Emiliano Zapata, hasta entrar clandestinamente al norte, todo ello a pie, en una travesía de meses.

Media hora de giros a la derecha e izquierda del autobús, mientras la carretera parecía halar al vehículo mientras descendía en segundos metros de altitud, resultaron suficiente para descompensar al viajero, quien tuvo que abrir la ventana, ubicada al lado izquierdo de su asiento y, deshacerse en vómitos. Lejos de detenerse el transporte parecía acelerar su marcha, mientras los otros pasajeros cerraban sus ventanas para no recibir un salpicón de las arcadas del muchacho. Pálido, agotado y asustado sucumbió y durmió el resto del trayecto del viaje. Cuando despertó estaba entrando a San Cristóbal, por la avenida marginal del Torbes, debido a un desvió ocasionado por reparaciones en la calzada.

En la terminal corrió al baño para asearse y orinar. Recompuesto, al menos en su apariencia, comenzó a preguntar dónde se compraban los boletos para ir a Cúcuta. Una de las personas a quien interrogó era una joven, contemporánea suya, de unos veintiocho años de edad, de abundante cabello negro y labios tan gruesos y sensuales que hacían al chico desentenderse del resto de la cara de la muchacha.

  • ¿Vas a emigrar? Preguntó de manera directa la joven.

Quizá para no asustarlo y evitar una respuesta evasiva completo:

  • Yo también me iré. Pero no por San Antonio y Cúcuta, porque ahí colocan

muchas trabas. Es más fácil por la Fría y el Puerto de Santander.

  • ¿Y eso queda más lejos? Preguntó Heriberto, a quien en ese momento lo que

más le importaba era llegar lo más pronto posible a su primer destino.

– ¿Usted para dónde va? Completó.

-Es prácticamente la misma distancia y mucho más seguro, respondió la desconocida. Voy rumbo a Gringolandia a ganar muchos dólares y hacerme rica, completó y luego soltó una risa burlona.

– Yo también voy para allá. Si quieres vamos juntos, habló Heriberto quien se sentía desvalido viajando solo. La sugerencia sonó a súplica.

-Chévere, vamos juntos hasta donde sea posible.  Pero debemos apurarnos, el bus para la Fría saldrá pronto, contestó

Corrieron hasta llegar a donde el colectivo de turno estaba cargando pasajeros hacia el municipio García de Hevia, capital La Fría. El transporte estaba casi lleno, pero logaron cambiar de lugar con otro pasajero para ir juntos.

  • ¿Cómo te llamas? Preguntó Heriberto.

Ambos se miraron y se echaron a reír. Habían decidido emprender juntos una

aventura y no sabían siquiera sus nombres.

  • Mi nombre es Mónica, soy contadora pública de profesión. Nací, me críe y

trabajaba hasta hace poco en Táriba. ¿Conoces Táriba verdad?

  • No lo vas a creer, pero no conozco nada del Táchira, bueno en realidad de ningún

lado. Apenas si he salido un par de veces fuera de Chachopo, en Mérida. ¿Y tú si has ido a Chachopo? Perdón, -aclaró- mi nombre es Heriberto.

Volvieron a mirarse y sonreírse. El hielo estaba roto y todo indicaba que había nacido una pareja de socios viajeros.

Cuando llegaron a La Fría estaba oscureciendo, así que Mónica le dijo a Heriberto que llamaría a un amigo a ver si les daba posada a los dos esa noche, para continuar el recorrido al día siguiente. En una zona controlada por paramilitares, guerrilla y narcotraficantes, en incesantes disputas entre ellos, no era aconsejable atravesar la frontera teniendo como testigo a la luna.

Un Jeep descapotado, en perfectas condiciones de latonería y tapicería, con un motor que resonaba dejando escapar los ecos de su potencia, se detuvo frente a la pareja.

-Móntense que van a dormir esta noche en los aposentos de la mansión de Francisco, dijo el conductor del rústico.

Los viajeros se montaron en el vehículo, que aceleró rumbo al sector del polideportivo. Francisco, como había dicho llamarse el conductor, vivía en la urbanización 5 de marzo, un nuevo urbanismo, cuyas calles aún no están asfaltadas, pero sí cubiertas a medias por granzón de río. La casa había sido ampliada y mejorada en su interior, siendo la típica vivienda de la clase media profesional.  Dicharachero y amable, Francisco les mostró donde dormirían, una habitación con dos camas sencillas, la cual contaba con sala de baño anexa.

Heriberto con rostro de sorpresa y destellos de angustia preguntó:

– ¿Dormiremos los dos en el mismo cuarto?

Se imaginaba a su esposa y familia enterándose que pasaba la noche con una mujer y el color invadió sus mejillas.  Estaría metido en un grave problema si se enteraban, así que no sería él quien lo contara.

Francisco y Mónica sonrieron, mientras el primero con tono de broma le comentó:  -Entiendo que estés asustado. Es una devoradora de hombres.

Heriberto no sabía si tranquilizarse o espantarse más por el comentario. Los tres sonrieron, mientras Mónica tomaba la iniciativa, colocando su bolso sobre una de los catres. Heriberto entendió, por descarte, que la otra sería su cama y se dispuso a descolgar sobre ella el morral.

-Ahora a cenar – sentenció Francisco- por favor pasen a la mesa.

La cena reconfortó el ánimo y la charla evidenció que Mónica y Francisco eran amigos desde la universidad. Arepa con perico de huevo, queso, mermelada, chocolate y abundante agua, prepararon los cuerpos para el descanso.

Tenían que acostarse temprano, porque habían acordado salir a las cuatro de la madrugada, para llegar lo más temprano posible a Cúcuta, la primera ciudad de Colombia en su recorrido y emprender tránsito por territorio neo granadino hacia el Tapón del Darién.

-Mónica dijo: -me baño yo primero. Sin esperar respuesta, tomó una toalla y se introdujo en el baño.

Atrás quedaban los tiempos en los cuales la ropa se cambiaba cada vez que se bañaba, ahora la vestimenta debería servir para varios días como garantía de contar con trapos limpios cuando los necesitaran.  Heriberto, siguiendo el ejemplo de su acompañante, buscó en su morral interiores, medias y una toalla.

Un plástico grueso, medio transparente, hacía las veces de puerta de baño. Se podía ver la silueta borrosa de la mujer desnudándose, antes de colocar su cuerpo bajo la regadera. Al comenzar a mojarse gritó:

– Prepárate Heriberto, que aquí solo hay agua fría y te tendrás que bañar sin calentarla …  sonrió.

El sonido del grifo abierto, chocando contra los senos y espalda de la mujer, eran un detonador de desconocidos deseos en Heriberto. Miraba el plástico que impedía ver de manera nítida a la mujer, cuando de manera inesperada, su rostro se asomó por uno de los bordes, pidiéndole que buscara entre sus pertenencias un jabón de baño. Heriberto, invadió con sus manos y vista tímida el bolso de la chica, buscando a tientas la pasta de jabón de olor. Al conseguirla se la acercó, introduciendo su brazo a través del bode del cortinaje.  Minutos después, la puerta maleable cedió, para dar paso a la mujer, descalza y sacudiendo su pelo húmedo.

Hasta ese momento Heriberto no se había percatado que la falda ajustada, le recubría la piel a la chica, dejando ver los bordes de su ropa íntima, que eran solo hilos de tela, mientras sus pies descalzos, gruesos y fuertes, mostraban uñas cuidadas y delicadamente pintadas con detalles, haciendo juego con las de las manos. Ya no tenía puesta la chaqueta de cuero que portaba en la terminal de pasajeros y, la blusa corta y ligera, mostraba los hombros fuertes que terminaban en largos brazos. El brasier en las manos junto a la toalla húmeda, explicaban el inusitado vaivén de los senos de la mujer, que parecían intentar sostenerse de la blusa, asidos de sus firmes pezones. Como si estuviera sola en el dormitorio se sentó frente a la peinadora y comenzó a peinar su cabello con un grueso cepillo. Transcurridos un par de minutos de ese ejercicio se volteó y miró al absorto joven para preguntarle:

– ¿No te vas a bañar? Debemos acostarnos ya, si queremos levantarnos a tiempo.

– Voy, respondió, mientras se encaminaba raudo hacia la ducha.

– Te dejé el jabón en la jabonera, gritó Mónica

-Gracias le respondió Heriberto

Mientras se bañaba el hombre recordaba el armonioso cuerpo de la dama, cuando de pronto se le vino a la memoria la imagen de su esposa. Sintió vergüenza porque sabía la confianza que su compañera había depositado en él para emprender esta aventura, con la ilusión que significara una mejora para toda la familia. Terminó de asearse y salió molesto del lavabo, con la firme intención de abandonar las ideas libidinosas que le habían asaltado.

Ya Mónica se había acostado y la cobija le cubría hasta la cabeza, quizá para esquivar el impacto en sus ojos del bombillo amarillo que colgaba en el techo. Heriberto colgó la toalla en la silla que estaba en la esquina de la habitación y se acostó después de apagar la luz.

Sobre la puerta de madera del cuarto, la iluminación de la sala entraba por un émulo de la ventana de David. Heriberto se durmió pronto hasta que un par de horas después el ruido de la descarga de agua en la poceta le despertó. Mónica se había levantado a orinar, no prendió la luz ni cerró la cortina, porque vio al hombre dormido profundamente y seguramente pensó que no despertaría. Sin embargo, el sonido de la caída del agua lo despabiló, permitiéndole poder observar desde la cama a la chica mientras se secaba sus partes íntimas y subía la ropa interior. Cerró los ojos mientras escuchaba las suaves pisadas de la mujer retornando a la cama. Pasados unos minutos los abrió, notando a la mujer dormida y arropada, ahora dejando al descubierto su rostro y pies.

El cansancio lo volvió a vencer, durmiendo, hasta que sintió que una mano le jamaqueaba el hombro. Era Mónica quien le dijo:

– Levántate Heri. Es hora de partir

– Listo, respondió, mientras se sentaba en la cama.

Francisco los acompañó hasta la terminal donde tomaron una camioneta que los llevaría hasta Boca de Grita. Tuvieron que cambiar bolívares a pesos colombianos, porque a pesar de estar en territorio venezolano, el transporte cobraba en moneda del otro país. Esto se debía a la devaluación de la divisa nacional y la hiperinflación que hacía demasiado volátil el valor de la moneda venezolana.  En la terminal vendían artesanías de personajes típicos y viviendas de montaña, elaboradas con base de billetes de la República Bolivariana, usados como material de desecho. Siete mil pesos colombianos, pagaron cada uno de los viajeros.

En treinta y ocho minutos estaban arribando a su destino y buscaron el tramo que deberían cruzar caminando para llegar a Puerto Santander.  Mónica, quien ya había hecho el trayecto otras veces, le dijo a Heriberto que se harían pasar por una pareja, para tener que pagar una sola “vacuna”, el nombre utilizado en la frontera para identificar el pago de impuesto que deberían hacer los transeúntes a los paramilitares, a ambos lados de la frontera, algo que ocurría a solo metros del último puesto fronterizo de la guardia nacional venezolana. Después de entregarle disimuladamente cinco mil pesos a un joven, quien parecía estudiante universitario, los dos viajeros pudieron proseguir su camino a Puerto Santander.  A pesar que aún el sol no salía, ya eran numerosos los grupos de personas quienes, sobre sus hombros, en bicicletas o motocicletas, carretillas o garruchas, pasaban mercancías en ambas direcciones de la frontera. Era como ver un ejército de bachacos y hormigas, con cargas que lucían varias veces más voluminosas que sus propios cuerpos.

Al llegar a Puerto Santander, en Colombia, el olor a café recién colado en tela, significó un aire de familiaridad perdida.  Se acercaron a un improvisado quiosco donde se ofrecía café artesanal. Dentro de un cono de tela teñida de negro, se vertían cucharadas de café molido y luego se le vaciaba agua hirviendo, cuya mezcla comenzaba a emanar el aroma inconfundible del grano. La infusión se capturaba en una olla de barro, hecha por alfareros, como si fuera una fuente de agua para dioses.

Heriberto recordó el trabajo en el campo, limpiando el café variedad caturra que crecía a la sombra de árboles de naranja y guamos. El arte de cosechar, trillar, desbabar, extender, asolear, recoger, tostar y moler, era un oficio de orfebres de la tierra, que implicaba una dedicación singular para que lo que llegara a la taza tuviera la calidad del café andino. Por primera vez, la taza servida de café antioqueño, le demandaba ser catador y comprobar la calidad de la bebida en comparación a la de su tierra. Sopló sobre la taza de barro y sorbió lentamente la ardiente infusión, hasta que exclamó:

  • Este es café criollo, no está mezclado con arveja. No sabe cómo el de mi pueblo,

pero debo reconocer que está muy bueno. Que delicia.

La muchacha, citadina de origen, le miró como reclamándole tanta exageración por

un simple tinto.

Abordaron el autobús que los llevaría a Cúcuta, capital de norte de Santander.  Pagaron diez mil pesos cada uno, en un transporte atiborrado de pasajeros, muchos de los cuales llevaban maletas y pesados bolsos, la mitad de los cuales resultaba fácil identificarlos como migrantes venezolanos, quienes partían hacia distintos destinos. Nadie se saludaba, como si todos se asumieran prófugos, mostrando rudeza, mientras en su interior la angustia les consumía. Inmediatamente después de encender el vehículo, el conductor colocó música a todo volumen, como queriendo ocultar con ello la tensión que escondía el silencio reinante. El tono melodioso e inconfundible del joven cantante de Vallenato hizo que Mónica dijera:

  • Esa música me encanta. He ido a dos conciertos de él.  Es Felipe Peláez.

Las melodías del trovador de Río negro acompañaron la primera media hora de un trayecto que duraría hora y media. Los viajeros tararearon las letras de Vivo pensando en tiNo te creo, Tan Natural, conjurando los demonios de la incertidumbre.

Al llegar a la terminal de Cúcuta, por primera vez se sentaron a planear juntos lo que harían. Mónica propuso:

  • Trabajemos unos días aquí, en Cúcuta, hasta conseguir para los boletos y hotel

Cuando lleguemos a Carmen del Viboral, en Antioquia.  Ahí hacemos lo mismo, hasta saltar a Medellín y el Urabá Antioqueño y, desde allí, emprender la travesía por el Darién.  Podemos alquilar un hotel económico, ubicado por la vieja calle cero, ¿Te parece?

  •  Está bien ¿y por donde comenzamos a buscar trabajo?  Bueno -se respondió

Heriberto- vi que hay zona de descargo de mercancía cerca. Preguntaré a ver ¿Y tú?

  • Conozco unos comerciantes que me ofrecieron trabajar en su tienda unas

Semanas si me animaba a hacer el viaje. El horario es de siete de la mañana a cuatro de la tarde, lo que me da oportunidad de buscar otro empleo por las noches, tal vez en puestos de venta de comidas, respondió Mónica.

La pensión era en realidad una vieja casa, cuyas paredes y pisos olían a mezcla de polvo y desechos de comida. Se hicieron pasar por una pareja para pagar una sola habitación y les asignaron un cuarto, con una cama matrimonial, que parecía haber sido adquirida recientemente. Un par de toallas colocadas sobre la única silla disponible y tres pequeños jabones cuadrados, eran lo que les habían dejado, cerca de la puerta del baño interno.

  • Mi amado esposo ya tenemos donde dormir, dijo Mónica en tono de burla y para

darse ánimo. Ahora a salir a buscar plata para la comida. Nos vemos esta noche, completó, antes de partir.

El ruido de cierre de la puerta hizo que el joven se desplomara sobre la cama. Recordó que su mujer estaría preocupada por no saber noticias de él y decidió ir a buscar desde dónde llamar. En la terminal había observado puestos donde vendían llamadas internacionales y, ese lugar estaba en la ruta a la zona de descarga de camiones, así que le quedaba perfecto.

Un mar de emociones invadió a Heriberto cuando habló con su mujer y padres, al confirmar que todos esperaban mejorar su situación con las remesas que él algún día comenzaría a enviar. Le ocultó a la familia que viajaba acompañado de una mujer, diciéndole que se había hecho amigo de otro muchacho, con el que estaba alquilado. Las palabras de su mujer, alegre porque tenía compañía, martillaron su consciencia.

En el sitio de descarga de camiones le contrataron como caletero, gracias a que el caporal era nativo de Apartaderos, otra población de Mérida.

*****

Natasha acompañada de Clara, fueron con Sergio y su familia a despedirle en el aeropuerto de Maiquetía. Los padres de Sergio estaban extrañamente muy felices, a pesar que el chico viajaba con visa de turista y se quedaría allí sin regresar, más allá del tiempo legalmente autorizado, lo que lo convertiría muy pronto en ilegal, hasta que pudiera resolver su estatus migratorio.  Para los viejos vivir en el norte era el sueño dorado y estaban convencidos que más temprano que tarde, le otorgarían la nacionalidad y todos podrían estar juntos de nuevo.

  • Amiga – le dijo Sergio- cuando me den la nacionalidad nos casamos de mentiras,

para que tú y Clarita puedan ser norteamericanas y vivir mejor. Resuelve lo de la adopción pronto, ya le dije a mi primo quién es abogado, que te ayude en eso, búscalo.

  • Gracias amiguito, respondió Natasha. Lo importante ahora es que resuelvas lo

más pronto posible tu estadía legal en el norte.  Llámame, no me olvides

Los amigos se abrazaron fuerte, sumándose Clara, quien apenas les alcanzaba a la cintura.

  • Sergio – dijo la niña- te hice estos dibujos, para que cuando estes triste, los mires

y te alegres la vida, extendiéndole tres hojas blancas con figuras hechas a mano.

El muchacho la alzó y abrazó con ternura, diciéndole al oído:

  • Pórtate bien, yo te enviaré cositas desde Estados Unidos.

Un largo beso de la niña en la mejilla de Sergio selló la despedida.

Cinco meses después, a solo unos días de vencerse la visa de turista, el padre de Sergio murió fulminado por un infarto. El muchacho intentó comprar un boleto de regreso, pero lo detuvo una llamada de su madre, pidiéndole que no lo hiciera, que su padre siempre le había dicho que, si algo le pasaba a uno de los dos, eso era lo que tenían que hacer. Era mucho lo que habían invertido en ese viaje, para caer derrotados por una tragedia familiar.

El dolor de Sergio fue mayor, llorar a su padre sin poder abrazarlo ni acompañarlo al cementerio, conformándose con ver sus fotos en la soledad de una habitación, vistiendo luto por dentro mientras no podía explicarle a nadie las razones por las cuales no salía corriendo a cumplir con el deber de un hijo en esas circunstancias. Entonces, entendió que era un privilegiado, quien había viajado en avión, con apoyo familiar y empleo, mientras otros miles lo hacían como si fueran balines de una ruleta rusa, de la cual solo uno de cada mil logra llegar a la meta.

Recordó el rostro de Clara, aquella mañana en Bellas Artes, sucio y pálido, como si la vida se le escapara por el hambre, mientras en su casa, su padre siempre había puesto un plato de comida en la mesa. Sintió envidia de Clara, quien en su terrible pobreza pudo acariciar con ternura el rostro de su madre moribunda, privilegio que a él le era negado. Entendió que su situación era la de millones de seres humanos, quienes ante la falta de salario, empleo digno y en condiciones materiales de vida propias de la sobrevivencia, decidieron emprender la migración. Por primera vez captó que los pobres y hambrientos eran la mayoría, en medio de una desalmada disputa de ricos.

Al día siguiente, como lo haría cada fin de mes, le enviaría un regalito sencillo a Clara y algún libro a Natasha, para que sintieran lo importantes que eran para alguien a miles de kilómetros de su casa.

*****

Heriberto regresó a la pensión a las ocho de la noche.  No había rastros que Mónica hubiese retornado y así se lo confirmaron en la recepción. Aprovechó para afeitarse, ducharse y colocarse pantaloneta y franelilla.   Arrecostado en la cama. encendió el televisor y sintonizó por primera vez en su vida, un canal de Bogotá. La noticia central eran las múltiples denuncias, sobre fechorías cometidas en la capital por el llamado “tren de Aragua”, una banda criminal del centro de Venezuela, que había extendido sus tentáculos a varios países de la región. Estas notas venían acompañadas de comentarios de transeúntes, quienes veían como problema a la migración, expresándose con un lenguaje xenofóbico sobre los nacionales venezolanos, algo impensable una década atrás, cuando Venezuela era un mar de dinero producto de los elevados precios del petróleo.

Las tomas de cámara para la televisión, hechas sobre los lugares donde pernoctaban venezolanos. en su ruta hacia otros países del sur, eran deprimentes. La mayoría habían llegado hasta allí caminando y, se aprestaban a continuar su ruta en las mismas condiciones.  Seres humanos llevados al límite de la miseria, partiendo con efímeras esperanzas, intentando encontrar algo de que asirse, para llevar a sus familias a un lugar, donde comer y pagar los servicios básicos no sea algo sobrehumano.

Pasadas las once de la noche llegó Mónica. Abrió la puerta y se detuvo por un instante debajo del marco, exclamando:

  • Qué bueno que ya estás aquí. Cuéntame ¿Cómo te fue? … Pero antes vamos a

comer, traje unas papas rellenas y pollo asado.

Sin moverse de donde estaba parada, se soltó el cabello y sacudió levemente su cabeza, varias veces, en un intento por buscar que tomara forma su pelo. Caminó unos pasos, se sentó en la cama y desplego la bolsa de la comida. Mientras comían se contaron las anécdotas del día. Mónica había logrado comenzar a trabajar en los dos lugares previstos y Heriberto había hecho lo propio. Sonrieron alegres, meta lograda, acordando ahorrar semanalmente y compartir los gastos de alimentación y hospedaje.

Mientras el muchacho sacaba fuera los desechos de la comida, Mónica entró al baño a ducharse. El aroma a manzanilla del jabón para el pelo, invadió la habitación con fragancia femenina.

Decidieron ver una película mientras el cansancio les fue ganando la partida. El primero en dormirse fue Heriberto, quien asumió una extraña posición en la cama, casi descolgado de uno de los bordes, como si no quisiera rozar a la chica. No habían hablado respecto a cómo organizarse en el colchón, así que la chica, con una sonrisa, aceptó el trato y se acomodó al otro extremo, eso sí sin exagerar como su acompañante. El despertador del teléfono sonó a las cinco de la mañana y ambos se sentaron al mismo tiempo, como si no quisieran pasar por holgazanes. Ella dijo:

  • Me baño yo primero. Lo haré rápido.

Sin embargo, tardó unos veinte minutos que le parecieron una eternidad a Heriberto

quien debía estar en el sitio de trabajo a las seis y treinta. Al salir Mónica, bañada y vestida, el chico le comentó:

-Lo mío será un baño de recluta. Si quieres me esperas y te acompaño a la parada del colectivo.

Diez minutos después estaban saliendo rumbo a sus trabajos. Como todos los días se verían a las once de la noche.

*****

Josefina acostumbraba almorzar una vez por semana en la casa de Leidy. Era algo más que una reafirmación de la amistad, un ejercicio de control territorial y actualización sobre los planes del cuarteto de magnates políticos. El matrimonio había acordado no tener hijos, al menos por un buen tiempo, para poder disfrutar la compañía, el uno del otro, algo que facilitaba que Leidy siguiera estudiando en la universidad y acudiendo a las clases privadas de literatura.

Además, Antonio había puesto en marcha una agencia de espectáculos, al frente de la cual había colocado a su joven esposa, iniciativa empresarial que había logrado traer a los más famosos artistas del mundo, para conciertos con entradas a precios elevados, muy por encima de la media latinoamericana, que eran rápidamente adquiridas por quienes querían estar en el entorno del poder.  Con su parte de las ganancias, la chica había podido comprarle una lujosa vivienda a su madre y el hermoso Ferrari negro que lucía en el garaje de la casa.

Ese mediodía, decidieron organizar la fiesta de celebración del primer aniversario, de una relación sentimental que habían logrado construir gracias a la complicidad, que Josefina sutilmente no dejaba que Leidy olvidara.  Planearon un encuentro exclusivo, para unas doscientas personas, con un par de cantantes de merengue y la super empresa de luces y sonido que recién había adquirido León, para acompañar las actividades de algunos candidatos a diputados y gobernadores que formaban parte del círculo de relaciones tejido desde la sombra por Josefina.

La invitación indicaría que el regalo lo hicieran en efectivo, indicando el número de cuenta y dejando a criterio de los invitados si traían o no el respectivo recibo de depósito o transferencia, algo que sabían que todos harían para mostrar su fidelidad.

En realidad, Josefina diseñó esa fiesta para el encuentro de los lideres de nueva clase política que había rodeado el poder y, tenían la ambición de controlar Miraflores con la venia de Washington. Había inquietud en la comunidad de inteligencia por el creciente malestar social, producto de las condiciones salariales de la población y este encuentro era una forma de mostrar fuerza y pasar a la siguiente fase.

*****

Como a las cinco de la tarde llegaron al municipio de Turbo en el Urabá antioqueño, después de haber estado trabajando un par de semanas en Carmen del Viboral y Medellín. El chofer del autobús les había comentado la dirección exacta, donde se ubicaban los venezolanos que iban a cruzar el Darién. Un par de horas después, Mónica y Heriberto llegaron al sitio y conversaron con el grupo de migrantes, quienes les informaron que todos los días partían grupos, pero que ellos estaban esperando contar con un número grande, unas trescientas personas para iniciar, aproximadamente en tres días el recorrido. Se registraron en la lista y quedaron en volver al día siguiente.  Como tenían dinero ahorrado prefirieron quedarse en un motel, argumentando que se estaban hospedando en casa de un familiar.

En la “pensión Apartadó” dejaron sus cosas y decidieron dar un pequeño recorrido por la ciudad. Habían escuchado hablar del Parque Nacional de Los Katíos, pero lo que más les atraía era pasear por la arena de sus playas. Frente a la bahía decidieron darse un lujo, tomarse unas cervezas frías. Había sido más de un mes de convivencia, desde que se encontraron y parecía que se conocían toda la vida. Heriberto nunca había tenido una amiga y, en este tiempo, su presencia se había convertido en imprescindible.

El chico tomó su cuarta cerveza sin parar, como si estuviera atorado y necesitara desembuchar.  Miró a la chica quien estaba desprevenida viendo jugar a unos gatos, le tomó la mano y explotó:

  • Mónica te va a parecer una locura, pero creo que estoy enamorado de ti.  No

puedo dejar de pensar en ti un minuto. Yo sé que soy un campesino torpe, pero quería decírtelo.

La chica lo miró sorprendida y con los ojos desorbitados. Antes que pudiera pronunciar respuesta alguna, el hombre se levantó de la silla y emprendió caminata hacia la playa. A lo lejos iba quedando la mesita, donde hasta hace poco estaba sentado y en la cual, a duras penas se distinguía la chica quien permanecía allí.   Caminó durante media hora y cuando volvió sobre sus pasos no la halló donde la había dejado.

El retorno a la pensión fue una tormenta de temores y culpas por lo osada de su actitud. Daba por sentado que Mónica le pediría buscar una habitación aparte, lo cual implicaba disminuir sensiblemente la capacidad de ahorro, pero eso no era lo peor.  Decidió regresar a la posada cuando la noche hubiera impuesto su serenidad.

Sentía que el chirrido leve de las suelas de sus zapatos, rozando el piso encerado, era un ruido detestable, que lo delataría ante la mujer. Colocó la mano sobre la perilla de la cerradura y fue girando lentamente, de derecha a izquierda. La habitación estaba sola, Mónica no se encontraba, pero la cartera sobre la cama y las sandalias que cargaba puestas cuando la dejó, colocadas de manera desordenada en un rincón, mostraban que había estado allí. Heriberto pensó que le estaba dando espacio para que pudiera partir, así que comenzó a empacar sus cosas, cuando fue interrumpido. No se había percatado que la chica había ingresado al lugar y contrario a lo que pensaba, le dijo:

  • Chamo, en la esquina la rumba está prendida, con un grupo musical muy bueno,

imitador de Pastor López. Vamos, anda, acompáñame.

Como arrastrado por hilos invisibles, el joven se levantó y caminó hasta colocarse al lado de la mujer, quien le esquivaba la mirada. Lo tomo por la mano y emprendió el camino al pequeño bar.

¿Cómo quieres tú que te quiera cariñito … si de tu amor no me das ni un poquitico? Cuando te miro te haces la disimulada … de mi amor tu no quieres nada, era la melodía que resonaba a todo volumen.

Atraídos por el imán de un problema no resuelto, los jóvenes fueron directo a la pista de baile, para acompañar con el movimiento de sus cuerpos, las notas musicales. Todo era como antes de hablar en la playa, reían y se burlaban de todo.  Al ritmo de las melodías interpretadas por la Tropa Vallenata, los cuerpos se fueron acercando, hasta que los labios se correspondieron mutuamente, mientras al fondo se escuchaba Los caminos de la vida, no son como yo pensaba, como los imaginaba … no son como yo creía.

A las tres de la mañana, con la mesa repleta de envases vacíos de cerveza, la música dejó de sonar indicando el final de la velada. No se habían percatado que apenas si quedaba una docena de personas, la mayoría de ellas en tal estado de ebriedad que no podían ni con sus almas. Decidieron marcharse a la posada, caminando por la acera, con las zapatillas de Mónica en sus manos. Era la primera vez que se abrazaban y besaban, tal vez por ello, como si representaran a un tren a punto de descarrilarse, cada cinco o seis pasos bamboleantes, se detenían para juntar los labios y tocarse, de manera cada vez más atrevida. Debido al silencio reinante en la pensión a esa hora, cuando Mónica cerró la puerta, tuvieron la impresión que una parte de la casa había volado por los aires.

Una a una, las piezas de vestir de ambos, se despegaban de las manos de los nóveles amantes e intentaban volar, hasta que una fría pared, les impedía seguir su recorrido hacia los cielos. Las manos de Heriberto, con una sutileza desconocida para él, recorrían los pliegues de la piel que servían de frontera entre los muslos y las sentaderas de su amada. Las manos de la chica, recorrían la espalda de su Romeo, como intentando desencajar invisibles alas que solo ella parecía ver. La fogosidad iba aumentando y las dos manos del chico, separando las montañas en las que concluía el canal de la espalda, mostraban las puertas del deseo abiertas de par en par. En segundos, las piernas de la chica descansaron sobre los hombros del aldeano y los quejidos entrecortados, anunciaban que la paz que precede a la tormenta, había sido profanada.

Amanecer abrazando otro cuerpo era una sensación que ambos estaban olvidando. Los dos días siguientes, antes de emprender el camino de la selva, fueron de culto incesante a los juegos pícaros, las caricias y encuentro de pieles. Nada parecía más atravesado que este miércoles de partida.

Llegaron a las cinco de la mañana, a pesar que las habían indicado que partirían a las siete. Sin embargo, a esa hora ya una multitud levantaba el improvisado campamento de plásticos, cartones y retazos de tela. Amontonados, quedaban envases de lata que habían servido de ollas, de los cuales solo unos cuantos formarían parte del equipaje, que debería ser muy ligero, para poder llevarlo a través de la selva.

Alexander, un venezolano de Trujillo, les indicó que el primer día habían sido asignados a la vanguardia de la caravana, así que debían ubicarse entre los primeros. El mismo los acompañaría pues también formaba parte de la línea de frente. Al rato Alex estaba a su lado, morral en la espalda y una niña de unos cuatro años sobre sus hombros, hija del amigo que les esperaba en Houston Texas, quien le había pedido que ayudara a su esposa e hija en la travesía.

Heriberto, hombre de montaña, había adquirido el día anterior un bastón de hierro, construido artesanalmente, que aspiraba le ayudara en la tarea de escalar. Al rato, apareció la madre de la niña, una mujer rubia de ojos claros, quien parecía no estar en las mejores condiciones físicas para emprender la travesía, pues su sobrepeso era evidente y rengueaba de una pierna.

Mónica miró alrededor y era como estar en medio de un circo de extraños personajes, que jugaban a ser gladiadores y hechiceros, a pesar que la mayoría tenían caras de derrotados, pero eso sí, espíritu de triunfadores. Eran cientos de rostros que mostraban en su piel, las cicatrices de las sanciones imperialistas norteamericanas contra la economía venezolana, pero también del cinismo con el cual habían sido lanzados al desamparo por parte de la polarización política y la insensibilidad gubernamental. Muchos de los desarrapados de esta caravana, habían sido partidarios del presidente del país y otros tantos de algunos de los líderes de la oposición, pero ahora estaban unidos en la tragedia humana de sobrevivir.

Como si fuera un campamento de combatientes entrenados, los pasos se fueron sincronizando, emulando un enorme ciempiés humano.  La mayoría eran menores de cuarenta años, pero en la caravana había ancianos y niños. Un tercio de los caminantes eran mujeres, en su mayoría de piel curtida por el sol. Un muchacho de unos dieciocho años hizo las veces de general de campo, pidiendo silencio para advertir:

  • Estamos entrando en una zona peligrosa, donde se mueven narcotraficantes,

paramilitares y prófugos de la ley. Es muy importante que nos mantengamos unidos, que informemos si avistamos algo extraño, que ayudemos a quien se quede rezagado.  Solo juntos podremos alcanzar la frontera de los Estados Unidos. Ciento veinte de nosotros, quienes viajan solos, seguirán su marcha cuando hagamos el primer descanso.  Ellos saldrán de la selva en tres o cuatro días, los que vamos con niños, mujeres y ancianos vamos a ir más lento y tardaremos entre seis y ocho días. Cuando escuchen los silbatos debemos juntarnos. Adelante … Vamos a llegar sanos, concluyó.

  • Alexander -preguntó Heriberto- ¿en qué grupo estamos nosotros?
  • Yo los vi muy indecisos, respondió, así que los asigné adelante, pero en el grupo que irá más lento.

Pero si quieren cambiar pueden hacerlo.

Heriberto y Mónica se miraron y con un gesto expresaron que mejor irían en el segundo grupo. La idea de marchar con niños y mujeres les daba mayor confianza.

Un ensordecedor grito acompañó el cierre de las palabras del mozuelo y la caravana humana se puso en marcha. Un par de horas antes, Mónica había revisado el Twitter y había encontrado varios mensajes que se referían a su situación. Uno, de la cuenta de un político de derecha, moreno de piel, que ahora era un aliado incondicional del gobierno, quien señalaba que las cifras de emigración estaban infladas, sin embargo, este tránsfuga nunca había criticado las causas de la migración. Otro mensaje, de una figura clave del gobierno, con su ropa de burócrata triunfante, trataba de descerebrados a quienes se marchaban por el Darién. No le comentó estos mensajes a Heriberto, para evitarle que se molestara innecesariamente.

Mientras caminaba con la niña en sus hombros y la madre a un costado, Alexander le comentó a Heriberto y Mónica, que esta era su segunda incursión en el Darién y, que la anterior lo había llevado hasta Panamá, donde permaneció ocho meses, hasta que lo deportaron. Había trabajado en una pequeña venta de empanadas y arepas, ubicada en Perejil, justo cerca del aviso a colores de Caledonia.  Allí había conocido a una hermosa morena, relataba, se enamoraron y resultó que la mujer estaba casada y el esposo optó por denunciarlo como migrante ilegal.

  • No me importaba que estuviera casada, afirmó. Esa mujer me gustaba mucho,

Pero luego me enteré que ella volvió con el marido, concluyó.

El sol era fuerte y la humedad convertía al sudor en una especie de fluido grasiento y pegajoso. En la medida que se avanzaba, el suelo se hacía cada vez más pantanoso y escalar una pequeña montaña se convertía en una odisea. Heriberto le enseñó a Mónica a usar el bastón de hierro, como apoyo corporal para escalar las montañas y soporte para evitar caer. Después de seis horas de caminata, las piernas flaqueaban y era un suplicio dar cada paso. Sonidos de todo tipo se escuchaban para advertir a los precarios caminantes que estaban dejando atrás la civilización. La luna tempranera salió a recibirles, momentos antes que el sol se ocultara.

Una montaña de unos trescientos metros apareció frente a la desordenada columna, justo en el momento en el cual la torrencial lluvia comenzó a caer, de súbito, sobre la humanidad de todos.  Algunos alcanzaban a escalar veinte metros, mientras su acompañante rapaba la montaña, deslizándose sin control hacia el comienzo del terraplén. Había que esperar a los más frágiles, mientras quienes estaban solos decidieron dejar atrás a la mayoría. Heriberto pacientemente acompañó a Mónica, sosteniéndola cuando su cuerpo quería arrastrarla pendiente abajo. Una piedra saliente les sirvió de descansadero cuando solo les faltaban unos veinte metros para alcanzar la cima. Desde allí presenciaron la fragilidad de decenas de cuerpos que lucían inhabilitados para escalar en estas condiciones, mientras la lluvia parecía ser más fuerte a cada instante. Un tercio de los caminantes alcanzó la cima y decidió descender al valle. para montar campamento, al tiempo que le gritaban a los que no habían podido escalar, que lo hicieran el día siguiente.

Improvisadas lámparas de kerosene iluminaban el campamento y cada uno se fue acomodando donde podía y había menos humedad. La tormenta se disipó abriendo las puertas a una bandada de zancudos y humedad agobiante. Cuando Mónica se quitó las botas tomó conciencia del daño que a sus pies le había causado la extenuante caminata. La mayoría de sus dedos estaban inflamados y raspados, como si hubiese estado descalza, sus pies hinchados y el intenso dolor en la rodilla derecha, le recordaban que su cuerpo tenía límites.  Heriberto, acostumbrado a la vida en montaña, había soportado mejor el esfuerzo, aunque ojeras grises debajo de sus ojos, denotaban cansancio.

Los primeros integrantes del grupo de rezagados, comenzaron a llegar a las cinco de la mañana.  El temor a quedarse solos les había hecho moverse muy temprano. A las seis de la mañana, el grupo se había vuelto a unificar, con la ausencia de unas diez personas que habían decidido devolverse. En un solo día el aspecto del grupo había cambiado, era como ver a un grupo de obreros de la construcción, después de concluir un día de trabajo forzado, con la diferencia que estaba comenzando el segundo día.

El mismo joven del día anterior, volvió a dar otra arenga previo a que el conjunto se movilizara. Una hora después, dos esqueletos humanos arrecostados a un árbol parecían advertir que estaban entrando a un territorio inhóspito.

Alexander estaba más preocupado por garantizar que la madre e hija que le acompañaban permanecieran juntas, que por la seguridad de la columna. El agua escaseaba, en un grupo humano poco acostumbrado a racionar el vital líquido. Una cosa era pasar ocho días sin agua en el barrio, que se podía resolver con el tanque de almacenamiento o un camión cisterna y, otra muy diferente limitar el consumo en medio de la sed agobiante. Por suerte, se toparon con un riachuelo de aguas cristalinas que les permitió apertrecharse de agua.  La mayoría lavó sus ropas sin quitárselas, una modalidad que no habían experimentado previamente.

Ante sus ojos se presentó un terreno inclinado, de unos seiscientos metros, que deberían sortear para llegar a un amplio valle, antes de las próximas montañas.  Heriberto y los más experimentados, enseñaron a descender de lado, lentamente. De repente, tres personas comenzaron a bajar en caída libre, una de las cuales dirigió su cuerpo hacia un árbol, impactando de manera brutal con él. Murió en el acto, desnucado, mientras las otras dos personas, aporreadas, habían logrado detener la caída y terminaron de descender lentamente. Pasar al lado del cuerpo inerte del hombre era un acontecimiento deplorable. Su rostro estaba irreconocible, había perdido masa encefálica al fracturarse el cráneo. Al parecer nadie le conocía, porque no se reclamó que le enterraran. Estaban tan agotados, que nadie quería asumir la tarea de sepulturero.

El bastón de hierro le había resultado a Mónica más útil de lo imaginado. Doce horas de camino cerraron la actividad del segundo día. Apenas si conversaban unos con otros, debido al cansancio que los atosigaba.  Aún se conservaba aceite quemado y kerosene, por lo cual había más lámparas encendidas que la noche anterior. Heriberto y Mónica durmieron abrazados, protegiéndose el uno al otro.

Al despertar, notaron que un tercio había partido en la madrugada, cuando el resto dormía. Debieron percibir al conjunto como una carga insostenible. El grupo había quedado reducido a un centenar de personas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, solo unos veinte adultos varones fuertes habían quedado.

La marcha se hizo más lenta, en medio de un día lluvioso. No se trataba de un aguacero como el del segundo día, pero la llovizna había permanecido a lo largo del camino, como si el techo estuviera roto.  Subir los morros era un problema, porque la mitad del cuerpo podía hundirse en fango, por agua acumulada en la tierra, lo que demandaba apoyo del grupo. Se cortaron ramas largas y juntaron todos los lazos disponibles, para ayudar a sacar a quienes quedaran enterrados en el barro. Alexander, con fango hasta la cintura sostenía con sus brazos en alto a la niña, mientas metros antes, la madre suplicaba ayuda, pues no podía moverse. Fueron horas de lento avanzar y de múltiples rescates, en medio de condiciones muy difíciles. Al llegar al escarpado otro problema surgió.

Unos quince hombres, armados con sub ametralladoras y fusiles de combate, obstaculizaban el paso a la zona de descenso. Todo el grupo se fue compactando, como si se tratara de una manada de elefantes prestos a defenderse de la agresión de los leones.  Uno de los combatientes se acercó al grupo y les dijo:

  • No se preocupen, no les pasará nada.  Solo queremos que nos entreguen el

dinero que llevan consigo, cualquier prenda y la comida. No somos gente mala, se pueden quedar con los celulares, total aquí no tienen cobertura, sentenció.

Una mujer de unos cuarenta años estalló en llanto y reclamó:

  • Señor, el dinero que tenemos es para llegar a los Estados Unidos y poder ayudar

a la familia.  Mi madre se muere de cáncer y debo enviarle dinero para su tratamiento o morirá. No nos roben por favor.

  • Nadie los va a robar, ¿Cómo se le ocurre pensar eso a usted? Acérquese para

explicarle, concluyó.

La mujer comenzó a caminar en dirección al hombre armado, cuando se escucharon dos disparos. El primero penetró el muslo de la mujer y el segundo alcanzó a rozarle el antebrazo. Como en cámara lenta, la mujer cayó convulsionando al suelo.   Los narcotraficantes que controlaban este pasadizo, fungían de autoridad sumaria en la zona y habían mostrado con hechos, que no estaban jugando. Las armas apuntaron hacia el grupo de migrantes, nadie se movió mientras se escuchaban sollozos de niños y mujeres. Uno a uno, fueron pasando a la inspección de sus pertenecías y despojados de dinero, comida y objetos de valor. Una niña gritó:

  • ¿Nadie va a ayudar a la señora que está herida?

Los hombres en armas preguntaron si alguien sabía curar heridas de bala. Un joven, de unos treinta años, levantó la mano y fue invitado a que revisara a la mujer. La bala que había impactado en la pierna, no había tocado hueso ni arterias, dejando que saliera el proyectil. Procedió a curarla y desinfectar la herida, con un alcohol que le acercó uno de los maleantes. Entre tres personas, levantaron cuidadosamente a la mujer, quien no podía sostenerse en un solo pie. Sin pensarlo, Mónica le alcanzó el bastón que le había facilitado Heriberto. Pudo mantenerse de pie, pero el dolor era insoportable, alcanzando a caminar con expresiones de padecimiento. Los malhechores les ordenaron que siguieran y que advirtieron que, si alguien mencionaba lo ocurrido, tomarían represalias. El grupo comenzó a moverse lentamente, para evitar dejar atrás a la mujer herida, mientras dos hombres de unos cincuenta, años cada uno, se convertían en sus lazarillos.  Marcharon a ese ritmo durante una hora más, en una zona donde no se distinguía camino alguno y el suelo era muy irregular.

Como si hubiesen tomado una decisión colectiva, el grupo fue recobrando el ritmo, dejando atrás a la mujer y sus ayudantes. Desde el incidente Heriberto había tomado la mano de su compañera y entrelazado sus dedos, para que se sintiera protegida, pero cada vez más. el temblor del cuerpo de Mónica se hacía incontrolable. El hombre le susurraba palabras de aliento con la ilusión que la tranquilizaran. No era la única, varios viajeros estaban en estado catatónico, caminando, temblando y llorando.   Heriberto había logrado salvar el dinero, porque había tomado la precaución de adherirlo a los testículos, recubierto en tela.

Las circunstancias iban endureciendo el espíritu o dándole un toque de evasión a la conciencia, según cada caso. Para muchos de los migrantes, hasta ese momento la muerte tenía como escenario las funerarias, con sus ataúdes, muertos a los cuales por cortesía social se finge mirarlos a través del cristal de la macabra ventana, que parece hecha para contar con testigos del deceso, mientras candelabros, olor a flores que se marchitan, uniformes negros, coronas de duelo, plegarias, incienso y oraciones son parte de la decoración. Ninguno estaba preparado para sentir la hediondez de la sangre, el aroma de los moribundos, ni la inconsciencia de lo insepulto.

Pero no todos los funerales son así, Mónica recordaba el de Cecilia, una joven madre comunista, quien murió, víctima del cáncer. Era la primera atea que conoció y murió en su pueblo, siendo todo un escándalo el funeral tan diferente. Alrededor del féretro, no había candelabros, ni flores marchitándose, sino un par de bocinas, de las cuales salían melodías de Silvio Rodríguez, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Violeta Parra, Alí Primera, Los Guaraguaos, Serenata Guayanesa y el Grupo Madera. Su esposo no vestía de negro, ni lloraba desconsolado, sino leía poemas de Walt Whitman, Mario Benedetti, Pablo Neruda y pasajes de Eduardo Galeano o Pío Tamayo. Las voces se intercalaban, para contar anécdotas hermosas, que les había tocado compartir con Cecilia. Fue la primera muerta del pueblo, cuyo cadáver no entró a iglesia alguna antes de ir al cementerio, donde en vez de misa, hubo una especie de mitin. Que Cecilia fuera la primera en tener un entierro comunista en el pueblo de Mónica, recién en la década de los setenta del siglo veinte, mostraba lo conservador que era el lugar. Lo terrible del contraste entre el sepelio de Cecilia y lo que ocurría en el Darién, era que incluso los no creyentes acompañaban a sus muertos, hasta que la tierra los cubriera.

Ahora, eran cinco los cadáveres que habían quedado regados, en el perímetro de unos pocos kilómetros, unos carcomidos por animales, otros hinchados y morados como si tuvieran días aguantando la respiración y fueran a explotar, otro con una expresión corporal de hastío. Todos eran hombres, con historias anónimas, con sueños y miserias, que ya no podrían contar, quienes parecían advertir que estaban pasando por uno de los círculos del infierno de Dante. Nadie se detenía a su lado, como si temieran que la peste de la muerte los alcanzara. Eran cuerpos derrotados, como ya se sentían algunos de quienes marchaban hacia un fuego sagrado, que mostraba que no solo abrigaba, sino que también podía quemarlos.  Caminaron cada vez más rápido, como si quisieran conjurar la memoria y resetear lo ocurrido estos días.

El abismo, de unos trescientos metros, levantaba al frente una montaña del mismo tamaño, mientras las dos paredes parecían sostenidas por el delgado camino, de ciento cincuenta metros, con apenas unos setenta centímetros de ancho, que más que unirlas parecía atravesarlas. Al observar esta caída abrupta de la tierra, contrastando con un muro de esa magnitud, la imaginación hacia aparecer un letrero de “seguir o retroceder a casa”. La producción inusual de cortisol y adrenalina comenzaron a disipar dolores e inflamaciones en el cuerpo y tensionar las pulsiones de avance y fuga de retorno.

Como cabellos ensortijados de una invisible mente macabra, decenas de lianas descolgaban de la montaña, pero nadie podía estar seguro si los bejucos estaban sueltos o sujetos a algo capaz de sostener los cuerpos. Juntaron y amarraron todas las correas que tenían y las anudaron a la cintura del primero de los cuerpos que había decidido continuar el camino, mientras una docena de hombres sostenían el otro extremo del improvisado lazo.  Martín fue el pionero en comenzar el trayecto, caminando lentamente, mirando al frente y agarrándose de las hiedras. Estaba prohibido mirar hacia abajo, o dar un paso sin agarrarse de los cabellos de la montaña. Uno a uno, fueron atravesando el istmo y poniéndose a salvo, mientras el volumen de las manos que sostenían la cuerda, cambiaba de lugar.

Risas de alegría festejaron que todos pudieron culminar el trayecto. Decidieron descansar un rato y continuar. Después que les robaron los relojes el tiempo se había convertidos en momentos, noches y días, con abstracciones individuales y colectivas, respecto a las duraciones de esos instantes.  Comenzaron a reconocerse, a contarse de dónde venían, las razones por las cuales habían emprendido la migración, que esperaban. Roberto, trabajador social, había estado empleado en una universidad por varios años, pero el salario no le alcanzaba para alimentar a su hija y sostener la casa, a pesar que su mujer era también profesional, por eso, habían decidido que él se fuera a los Estados Unidos, les enviara remesas y preparara las condiciones para llevárselas. Marianela, periodista recién graduada, soltera, con padres profesionales cuyos salarios apenas les permitían comer; su madre había tenido varias crisis hipertensivas, porque no tenían dinero para comprar los medicamentos. A Rafael, taxista, el motor de su carro se le había fundido, quedando sin posibilidad de mantener a sus tres hijos y esposa, quien era diabética. Rubén, pintor y músico, viajaba con su novia que era titiritera, mostrando sus cuerpos signos de desnutrición severa.

Alguien comenzó a cantar el Himno Nacional y todos entendieron que era hora de continuar. Paúl, un joven camarógrafo desempleado, sugirió que marcharan a un mismo ritmo, enunciando números, como si estuvieran jugando, para evitar que alguien se quedara atrás.  Ricardo complementaba las enumeraciones, con el nombre de algún animal y todos sonreían. Fueron avanzando hasta que comenzó a oscurecer.

En la tercera noche de descanso los cuerpos parecían venir de una batalla de años. Las ropas comenzaban a descoserse y romperse, algunos habían perdido uno o ambos zapatos, el cabello mostraba los estragos de días de sudor, lluvia, barro y viento húmedo. La luna llena parecía querer cantar una canción esperanzadora, tal vez por ello, uno de los muchachos comenzó a tararear una melodía de El Arrebato: Me quedo con quien me cuida, me quedo con quien me valora, con quien me hace reír, y ríe conmigo, da igual la hora.

Una lágrima gruesa se desplomó por la mejilla de Mónica, mientras Heriberto la arruchaba fuerte contra su pecho. Como impulsada por un resorte invisible, la chica se levantó de donde descansaban y comenzó a caminar lentamente hacia las fronteras del campamento. mientras el hombre la seguía a menos de dos metros, esperando que se detuviera en algún momento para conversar. Se sentaron sobre una roca más allá de los límites del campamento, permaneciendo en silencio, como si las palabras fueran engañosas y maquillaran la realidad.

  • Me rindo, esto no es para mí, dijo la chica. Me voy a devolver.
  • Estás loca, le replicó Heriberto, estamos a mitad de camino, devolverse solos es

más peligroso que seguir adelante.

Mónica emprendió carrera entre los matorrales, como queriendo escapar del caos en el que se había metido.  Recorrió unos doscientos metros, mientras Heriberto la seguía a solo unos pasos. Atrás quedaba el campamento silencioso, iluminado de manera rudimentaria y con más sueños que pertenencias.

La silueta de un hombre con un machete en la mano detuvo la carrera de la muchacha. En solo segundos Heriberto la alcanzó y la impulsó de regreso, pero cuando voltearon observaron otras siluetas alrededor de ellos, cubriendo todos los flancos, como si los hubiesen estado observando. Los contornos comenzaron a acercarse dando rostro a los cuerpos, que la distancia hacía ver difusos. Eran entidades semi desnudas, mugrientas y mal encaradas.  Mónica empezó a temblar y se paralizó. Dos hombres separaron a los jóvenes advirtiéndoles que si gritaban los matarían. Heriberto intentó zafarse y recibió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo doblar las piernas. Tres de los hombres comenzaron a dar vueltas alrededor de Mónica, observándola detalladamente, mientras está, con miedo, miraba el suelo y colocaba sus manos en la entrepierna.

Como si fueran parte de las propias sombras, uno de los hombres se abalanzó por detrás de Mónica y le tapó la boca con su mano, mientras con la otra colocaba un afilado puñal en su cuello. Heriberto intento soltarse para ir en ayuda de su amante y recibió una puñalada en su estómago que le hizo gemir y caer de rodillas, mientras era sujetado por el cabello. La ropa de Mónica le fue arrancada junto a pedazos de su piel. Como hienas humanas, las sombras convertidas en bestias, saciaron sus peores instintos sexuales en la humanidad de la joven. Heriberto desesperado, intentó levantarse para ir en su ayuda y recibió tres puñaladas más en su espalda y pecho, quedando tendido en el pasto que se teñía de rojo. El jadeo de las bestias desapareció y la luna salió de su ropaje para iluminar el cuerpo del joven. Desnuda y sin fuerzas, Mónica se acercó a su amado, arrodillándose frente a su rostro y le acarició, soltando un llanto desgarrador.

  • Cuando regreses a Venezuela busca a mis padres, mi mujer y mi hijo y diles que

los amo y me disculpen por dejarlos solos. Perdóname Mónica por no protegerte, culminó Heriberto antes de expirar.

Como un fantasma que regresa del infierno, Mónica, desde los matorrales, apareció desnuda. El grito de Mónica había despertado a algunos de los migrantes quienes de brazos cruzados miraban con terror hacia el lugar de donde provenía el alarido. Corrieron a cubrirla y curarla mientras le preguntaban por su compañero. Veinte personas decidieron ir en auxilio de Heriberto, regresando con su cuerpo inerte, el que colocaron en el centro del campamento, en un improvisado oficio velatorio.  Algunos devotos rezaron, oraron y elevaron cánticos por el descanso de su alma. Solo Libio, un hombre mayor, increpó a la joven preguntándole que hacían allí, reclamo que no obtuvo respuesta.

Horas después, al salir el sol, procedieron a sepultar el cadáver, colocando una cruz hecha con ramas sobre el tumulto de arena y algunas flores silvestres.

Libio, antes de alejarse dijo:

– A pesar de pertenecer a Estados constituidos, en la selva del Darién no existe otra ley que la de la supervivencia.

La columna partió con temor y tristeza colectiva. Ana una de las migrantes se le acercó a Mónica y le devolvió el bastón que había quedado olvidado en algún rincón del campamento. La chica agradeció y lo abrazó como si fuera una parte del compañero que dejaba atrás.

Los dos días restantes. antes de salir de la selva, fueron pruebas de resistencia humana. A veces fallaban las piernas, otras era el cuerpo quien se doblaba, otras tantas el espíritu se ensombrecía o la mente se nublaba. La angustia había ocupado el lugar de las sonrisas y arrinconado las esperanzas.

Llegar a Metetí, en Panamá, fue como volver a nacer. Esta ciudad, de menos de ocho mil habitantes, es la puerta de entrada para quienes viajan por el Darién. Unos pocos, quienes viajan en lancha, llegan a la Palma, otra ciudad de la provincia. Habitantes de Metetí les recibieron con aplausos, mientras otros los miraban como si estuvieran en presencia de una invasión de zombis. Una unidad de defensa civil les esperaba con agua y alimentos en las afueras del estadio del pueblo.

Algunos decidieron bañarse en el riachuelo cercano, como intentando lavar angustias y sufrimientos, pero la verdad era que ya no serían nunca más, los soñadores que emprendieron la aventura de cruzar la selva.

Continuará …..

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