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Andreas Schleicher, representante de la OCDE, afirma que las habilidades laborales deben cambiar

Por: heraldodemexico.

La OCDE sugiere un modelo educativo que impulse la economía del conocimiento

Ante la amenaza que representa la automatización laboral en México, se debe privilegiar un nuevo modelo educativo que impulse la economía del conocimiento y forje trabajadores con las capacidades que demanda la evolución tecnológica, consideró la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Actualmente, 70 por ciento de los empleos en el país es susceptible a ser reemplazado por una máquina.

Andreas Schleicher, director de Habilidades y Educación de la OCDE, destacó que, en el pasado, las personas podían ser exitosas con pocas habilidades. Sin embargo, ante el desarrollo tecnológico las condiciones cambiron y ya se demandan nuevos conocimientos.

México tiene que invertir ahora para que esas personas no queden atrás, exhortó.

En entrevista con El Heraldo de México, consideró que la solución pasa por un cambio en el modelo educativo, en el que se involucre más a los centros de estudio con las empresas, para que se enseñen habilidades que realmente necesitan los mexicanos. Más importante aún, dijo, es que haya un cambio en la conciencia de las personas de que el aprendizaje constante es imperativo para ser exitoso en el futuro.

Schleicher destacó que la población adulta en México se ubica en los últimos lugares, dentro de la OCDE, en competencias matemáticas, de comprensión de lectura y hasta en habilidades informáticas.

Ello, dijo, se refleja en una sociedad poco productiva y y con baja preparación para la revolución tecnológica, con un claro riesgo de una mayor fragmentación social.

Hay muy pocos países donde la economía es tan vulnerable a la automatización como pasa en México, comentó.

Por ello, hay que hacer ver a las personas que el aprendizaje es el trabajo de hoy. Creo que es algo que se puede lograr, pero no es algo que se consigue con plazas adicionales en las universidades, ese no es el problema.

Fuente de la entrevista: https://heraldodemexico.com.mx/mer-k-2/andreas-schleicher-representante-de-la-ocde-afirma-que-las-habilidades-laborales-deben-cambiar/

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Lo esencial y lo urgente. Pongamos fin al experimento neoliberal en educación

Por: Observatorio Chileno de Políticas Educativas.

El actual contexto de movilización social, inédito en nuestro país, abre un escenario propicio para hacer los cambios estructurales que el sistema educativo requiere: los mismos cambios que la clase política señaló que eran inviables o “inadmisibles”, hoy son impostergables, tal como lo han señalado las organizaciones de actores educativos desde hace décadas. Estas organizaciones han planteado múltiples propuestas a lo largo de estos años de lucha por la educación, que son una base importante para considerar en este momento de movilizaciones.[1]

¿Cuál es el origen de los problemas de la educación chilena?

El modelo educativo chileno es considerado en el mundo como un experimento único de mercado, competencia y privatización. Es el momento de que terminemos con él. Este modelo tuvo dos momentos de implementación, y es fundamental comprenderlos para ir a la raíz de los problemas educativos que hoy sufrimos. El primer momento ocurrió a comienzos de los años ’80 cuando la dictadura cívico-militar encabezada por Pinochet transformó radicalmente los principales pilares del sistema educativo. Estas transformaciones fueron tres: 1) Una nueva definición de los derechos educativos y del rol de estado en la Constitución de 1980: aquí se establece que el rol del estado no será garantizar el derecho a la educación, sino limitarse a dar subsidios a entidades educativas públicas y privadas (lo que se conoce como estado subsidiario e igualdad de trato para las instituciones del estado y privadas). Asimismo, se establece que el derecho educativo más importante jurídicamente en Chile (por estar garantizado constitucionalmente) es el llamado derecho a la “libertad de enseñanza”, que se define como el “derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales” (artículo 19, numeral 11). 2) Se crea una nueva figura jurídica para administrar las escuelas: los “sostenedores”. Las escuelas chilenas ya no dependen del estado, sino que son administradas por estos sostenedores que pueden ser públicos (municipios o servicios locales de educación) o privados (particulares subvencionados) que concentran atribuciones centrales del proceso educativo: los sostenedores manejan los recursos económicos entregados por el estado, administran la contratación del personal docente y no docente, sancionan los reglamentos para los estudiantes, definen posibles ajustes en el currículum. Incluso pueden cerrar los años académicos de los colegios sin consultarle a las comunidades, como ha hecho el alcalde de Santiago con el Instituto Nacional y el INBA. 3) Un sistema de financiamiento denominado subvención a la demanda o vouchers: este sistema define que el estado no financia directamente a las escuelas públicas para que cubran sus necesidades mínimas (financiamiento basal), sino que entrega a los sostenedores (no a las comunidades educativas) una subvención en función a la cantidad de matrícula y al promedio de asistencia de estudiantes durante los últimos meses. Este modelo de financiamiento instala la competencia entre escuelas públicas y particulares por la subvención, y ha permitido el cierre de cerca de mil escuelas públicas por tener menos estudiantes.

El segundo momento de instalación del modelo educativo de mercado se realizó durante los gobiernos civiles de pos dictadura. Este segundo momento se caracteriza por el perfeccionamiento del modelo de mercado, la incorporación masiva de militantes de los partidos de la Concertación y la Derecha al negocio educativo, a través de las universidades privadas y como sostenedores de colegio particulares subvencionados, y la implementación de procesos de privatización encubierta o endo privatización. Esta última no solo busca traspasar la propiedad de las escuelas a dueños privados, sino que consiste básicamente en obligar a que las instituciones públicas funcionen como empresas privadas. Para que todo el sistema educativo funcione con la lógica de empresa privada una de las herramientas principales que se utilizó fue la estandarización educativa: básicamente a través de la intensificación de la aplicación de pruebas SIMCE, del aumento de sus consecuencias para las escuelas y de la aplicación de la evaluación docente individual para las y los profesoras/es de Chile. [2]

Medidas esenciales y urgentes para desarmar el modelo educativo de mercado

En este momento histórico de movilizaciones populares en Chile no podemos repetir los mismos errores cometidos durante los últimos 30 años, en que se han implementado reformas que terminan fortaleciendo el modelo de mercado, competencia y privatización. En las propuestas que han construido las organizaciones educativas durante estos años están las claves para construir un nuevo modelo educativo que no se base en el mercado, el lucro y la competencia, sino en el bien de las mayorías populares. Para contribuir a los múltiples debates que se están dando en el país, queremos plantear medidas esenciales y urgentes para desarmar el modelo educativo de mercado, basándonos en estas propuestas:

1. Construcción de un sistema de educación pública, articulado, democrático, no sexista, inclusivo, con infraestructura de calidad y con control comunitario desde la educación parvularia a la educación superior. Hoy la Educación Pública está completamente reducida, solo un 32% de estudiantes escolares (los/as más vulnerados/as) asisten a establecimientos públicos y menos de un 15% de los/as estudiantes de educación superior asisten a establecimientos públicos. Por otra parte, su infraestructura está muy por debajo de la dignidad que requieren las y los niñes y jóvenes que más lo necesitan, algo inaceptable, en el entendido que la educación pública es la responsable de que construyamos una sociedad más humana, igualitaria y respetuosa de los derechos de todas y todos.

El sistema educativo público debe ser el mejor y estar garantizado por el Estado. Debe ser diverso y con una gestión democrática, con consejos escolares resolutivos y vinculantes, con mecanismos que promuevan la participación de la comunidad organizada, quien velará por la pertinencia del currículum y el uso transparente de los recursos. El currículum de la educación pública debe como mínimo promover una sociedad democrática, inclusiva y no sexista.[3]

En lo inmediato es urgente detener el cierre de las escuelas públicas. Es imperioso terminar con los sostenedores educativos tanto a través de municipios, como de servicios locales de educación. Es necesario corregir las serias deficiencias y tendencias privatizadoras de los servicios locales de educación. Asimismo, es urgente establecer un fondo de reparación de la educación pública para reconstruir los daños ya hechos por el terremoto neoliberal.

2. Construir un nuevo sistema de financiamiento para la educación pública. Este debe ser preferencial, de carácter basal[1], y su monto debe ser establecido por las necesidades de las comunidades [4]. Asimismo, se debe financiar en forma preferencial las Universidades del Estado, las cuales deben garantizar el acceso masivo de sectores populares, ser gratuitas y estar al servicio de las necesidades nacionales y locales contribuyendo al desarrollo cultural, económico y social de los territorios[5]

En lo inmediato es urgente terminar con los negocios de los privados en educación. Es necesario terminar con las múltiples formas de lucro encubierto que permite la llamada “ley de inclusión”. Es necesario congelar y comenzar a disminuir la entrega de recursos a instituciones privadas de educación. Es necesario detener el sistema de concesiones en los distintos servicios públicos educativos (JUNAEB, MINEDUC, ATEs, etc.). Por último, es fundamental condonar todas las deudas educativas incluido el CAE, estudiar no puede ser una condena.

3. Terminar con el SIMCE y todo tipo de estandarización. El SIMCE no es un instrumento educativo, sino un instrumento de promoción del mercado y la competencia entre escuelas. Los resultados que obtienen las/os estudiantes en el SIMCE dependen mayoritariamente de sus condiciones de origen (condiciones básicas de vida, cuidados médicos y alimentación en la primera infancia, etc.) y muy poco de lo que hace la escuela. Por esa razón, en el mundo, este tipo de pruebas no se utilizan para medir calidad de escuelas en ningún caso. Muchos países reconocidos por tener buena educación no aplican este tipo de pruebas, y aquellos que las aplican lo hacen solo a una muestra representativa, no a todas/os las/os estudiantes.

En lo inmediato, es urgente eliminar la aplicación universal (censal) de las 6 pruebas SIMCE (lo que es un gran negocio para las instituciones privadas que la gestionan). Es necesario que cualquier prueba estandarizada que se aplique sea muestral, de tal forma que den información general, pero que eliminen la competencia entre escuelas. Asimismo, es necesario eliminar la evaluación docente individualizante. Hoy se sabe que no existe ninguna relación clara entre ser buena profesora y obtener buenos puntajes en la evaluación docente. Los trabajos como la docencia no pueden medirse a través de una prueba estandarizada. El único objetivo real de esta evaluación es destruir las comunidades educativas, fomentar la competencia y el individualismo entre profesoras/es.

4. Generar condiciones de trabajo adecuadas para las/os trabajadoras/es de la educación. Las/os docentes y asistentes de la educación saben que sus condiciones de trabajo se han deteriorado progresivamente durante los últimos años. Se trata de un deterioro en las condiciones salariales y materiales (son muchísimos los casos de educadoras/es que pagan de su bolsillo los materiales mínimos para trabajar en aula, como hojas, plumones, papeles, fotocopias, etc.). Pero también se trata de un deterioro de las condiciones psicosociales del trabajo: sobrecarga, falta de apoyo, presión y control, tareas sin sentido, falta de autonomía, etc.

En lo inmediato, es necesario terminar con los despidos arbitrarios a trabajadoras/es de la educación cada fin de año. Es fundamental eliminar la evaluación docente individualizada y construir una carrera docente que fomente el trabajo colaborativo y no la competencia entre docentes y que asegure suficientes tiempos no lectivos de trabajo. Asimismo, es fundamental mejorar las condiciones salariales de las/os asistentes de la educación.

5. Frenar la criminalización del movimiento estudiantil. Es obvio que la participación de las y los jóvenes debe promoverse en las escuelas, no debe perseguirse, debe facilitarse siendo esta el motor de transformación de nuestra sociedad (como ha quedado claro estas últimas semanas).

En lo inmediato, se debe Derogar la Ley Aula Segura, la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil y revisar la ley de Violencia Escolar, en tanto, instrumentos de penalización de la vida escolar y de la participación de los y las jóvenes. Se debe repensar el uso que se hace de los reglamentos internos o manuales de convivencia los cuales deben ser construidos desde un enfoque ciudadano, pedagógico, y nunca más uno punitivo.

6. Frenar los proyectos de ley privatizadores de la educación inicial que están actualmente en el parlamento y que el gobierno de Piñera pretende aprobar. Actualmente, el gobierno promueve dos iniciativas legales en el parlamento, en un claro intento de extender la mercantilización de la Educación hacia la Educación Parvularia. El primero de ellos es la subvención escolar a los niveles medios, el cual significa el ingreso de nuevos actores privados a la Educación Parvularia, mediante un pago por asistencia, esquema análogo al que masificó la privatización en educación escolar y que tanto daño ha hecho, promoviendo la mercantilización y la competencia. El segundo, al que el Ejecutivo le ha dado urgencia en su aprobación, es el proyecto de sala cuna universal, que busca hacer que las/os trabajadoras/es financien, a través del Fondo de Cesantía, la asistencia de sus hijos/as al jardín infantil. Este proyecto deja fuera a los hijas e hijas de trabajadoras/es independientes y de trabajadoras/es del sector público. Además, precariza el cuidado y estimulación de las/os bebés, pues las salas podrán tener 42 lactantes, con tres adultos a cargo. Los únicos que ganan con estos proyectos son la empresas, que ya no tendrán que financiar los jardines de las/os hijas/os de sus trabajadoras y los empresarios de la educación que nuevamente lucraran con recursos públicos.

Una nueva Constitución para una nueva educación pública

Para que estos cambios al modelo educativo de mercado sean viables y se proyecten en el tiempo es necesario cambiar la Constitución política que actualmente establece que el derecho educativo más importante en Chile es el derecho a  la mal llamada “libertad de enseñanza” (Artículo 19, numeral 11).

Es urgente construir una nueva Constitución que establezca un estado garante de los derechos educativos y sociales en general, que defina la educación a lo largo de la vida como un derecho garantizado, sin ningún tipo de discriminación. El derecho a la educación habilita para el ejercicio de otros derechos, en consecuencia no debe ser limitado por ningún tipo de libertad individual, corporativa o empresarial.

Como han señalado las organizaciones sociales y, en general, el pueblo movilizado, esta constitución debe ser construida a través de un proceso nacional de Asamblea Popular Constituyente Plurinacional, con amplia participación a nivel vecinal, local, provincial, regional y nacional. El pueblo ya está debatiendo a través de cabildos y asambleas territoriales, hay que darle peso y validez a su voz.

OBSERVATORIO CHILENO DE POLÍTICAS EDUCATIVAS

UNIVERSIDAD DE CHILE


[1] Ver publicación Foro por el Derecho a la Educación Pública “Una década de luchas y propuesta por el derecho a la educación”. Un resumen de las propuestas de actores educativos desde el año 2005 al 2015

[2] Ver más sobre esto en Juan González y Diego Parra (2016): Mercantilización de la Educación. Comentarios sobre la Reforma Educativa en Chile 2015. Revista Enfoques Educacionales 13(1), 71-89.

[3] ACES (2011): “Propuesta para la Educación que Queremos”.

[4] Ver Foro por Derecho a la Educación Pública (2014): ¿Cuánto cuesta la escuela que queremos?; ANDIME (2015): Propuesta de retorno de escuelas y liceos a la administración del Ministerio de Educación; Fundación Sol (2019): Endeudar para gobernar y mercantilizar. El caso del CAE (actualización 2019). Fundación Sol y Movimiento Deuda Educativa (2017): Carta por la abolición de la deuda educativa. Estas propuestas tienen en común la presencia de un sistema de financiamiento preferente para la educación pública, con un monto variable  según las necesidades de las comunidades.

[5] Ver propuesta de CONFECH (2017): Principios fundamentales para una Nueva Educación Pública.


[1] Es bueno recordar que cuando se discutió el proyecto de Nueva Educación Pública (2016), la Cámara de Diputados estuvo de acuerdo en que la educación pública no se financiara por el mecanismo de la competencia por las subvenciones, sino que contara con un financiamiento basal. Lamentablemente, como tantas veces en el senado, la derecha y los sectores mercantilistas de la nueva mayoría “cocinaron” otra cosa.

Fuente del artículo: https://www.opech.cl/lo-esencial-y-lo-urgente-pongamos-fin-al-experimento-neoliberal-en-educacion-2/
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Salman Khan: “La tecnología nunca sustituirá la enseñanza tradicional”

Redacción: El Cultural

El ganador del Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, que acaba de publicar en España ‘La escuela del mundo’ (Ariel), desgrana las claves de su revolucionario modelo educativo.

La historia es conocida, aunque no deje de ser sorprendente. En 2004 un analista de fondos de riesgo llamado Salman Khan (Nueva Orleans, 1976) comenzó a ayudar a su prima Nadia, desde Boston y por Skype, con las Matemáticas, que se le atragantaban. La fórmula fue todo un éxito, y provocó que, en poco tiempo, Khan se encontrase supervisando los deberes de una quincena de hijos de familiares y amigos. “El proyecto me sirvió para ir aislando ese montón de lagunas que hay en el sistema educativo tradicional. Un amigo me sugirió hacer las clases en vídeo, a lo que respondí que Youtube era algo para gatitos tocando el piano, no para aprender Matemáticas, pero comencé con ello”, explica el que hoy es fundador de la Academia Khan, una plataforma sin ánimo de lucro con más de 70 millones de alumnos que cuenta con más de 200 trabajadores, algunos, los mejores educadores e ingenieros informáticos del mundo.

Este titánico logro es lo que premia este viernes la Fundación Princesa de Asturias, que le ha otorgado su premio de Cooperación Internacional. Un reconocimiento ante el que está “plenamente honrado y orgulloso” y que espera que sirva “para atraer la atención a nuestra misión, para que mucha más gente se fije en este problema y decida apoyarnos o tomar iniciativas similares para ayudar a millones de niños y jóvenes”. Para empezar, Khan desgrana su experiencia y reflexiones en La escuela del mundo (Ariel), una guía para comprender la educación en esta era tecnológica.

Pregunta. Comienza su libro diciendo que estamos en un “punto de inflexión en nuestra manera de enseñar y aprender que solo se da una vez cada mil años”. ¿Cuál sería este punto de inflexión, dónde está la revolución?

Respuesta. El punto de inflexión es lo que está ocurriendo en la sociedad. Tras la agricultura, la escritura y la imprenta, la revolución de la tecnología es el gran hito de la humanidad. Estamos entrando en una sociedad postindudstrial marcada por una economía tecnológica en la que es todavía más importante la educación de lo que ya lo era en cualquier etapa previa de la civilización. Pero el futuro apunta hacia una educación regida por la tecnología y la Inteligencia Artificial y tenemos la gran oportunidad de que por primera vez en milenios podemos hacer llegar el conocimiento  y los materiales educativos que queramos a cualquier lugar del planeta.

P. ¿Por qué se ha quedado obsoleto el modelo tradicional de educación? ¿Cómo es posible mejorarlo?

R. No es exactamente que sea obsoleto, sino que no da servicio a una gran parte de la población. Los problemas centrales del modelo tradicional de educación consisten en que los estudiantes son agrupados por edades y van avanzando juntos, lo que en muchos alumnos supone un aprendizaje deficiente basado en muchas lagunas, que se siguen acumulando año a año. No es que la clase sea difícil o no entiendan el contenido, es que se va aprendiendo todo de forma deficiente, por lo que con el paso del tiempo, la falta de base se hace evidente.

«La capacidad de autoeducarse, aporta al estudiante un sentido de propiedad que le lleva a exprimir su potencial y lo dota de dignidad»

“La oportunidad que tenemos hoy”, insiste Khan, “es la de arreglar y corregir este modelo de educación fabril convirtiéndolo en un modelo en el que cada estudiante sea ​​capaz de aprender a su propio ritmo. Podemos tener a profesores trabajando con alumnos de diferentes niveles y necesidades con herramientas individuales que se adapten a cada uno y convertir un sistema educativo basado en el tiempo, en algo basado en el propio aprendizaje”, defiende. Como ejemplo, el matemático apunta que “hay que destruir conceptos como el de que la educación debe producirse entre los 5 y los 22 años. La gente es cada vez más consciente de que debe educarse toda la vida”.

P. ¿Qué papel juega la tecnología, no sólo en el aprendizaje en sí, sino a la hora de posibilitar el propio aprendizaje en sí mismo?

R. Algo como la Academia Khan era imposible 13 años atrás. El coste de transmitir conocimiento es cada vez menor, y en eso la tecnología, no sólo los vídeos o los textos, sino el software interactivo es fundamental. La tecnología  permite a cada individuo poder acceder a un aprendizaje personal, a un profesor individual y nos permite experimentar qué es lo que funciona y qué no con los estudiantes. Además, les aporta a ellos un sentido de propiedad con su propio aprendizaje, pues pueden desarrollar la habilidad de aprender a aprender, lo que les lleva a exprimir su potencial y los dota de dignidad.

P. A pesar de las ventajas, ¿qué puede suponer esta pérdida de contacto con un profesor o con los compañeros en un mundo cada vez más individualista y tecnologizado?

R. Irónicamente, creo que la tecnología humaniza más las clases. En realidad, la tecnología nunca reemplazará a la enseñanza tradicional, al colegio, pero, si vives en un pueblo rural de la India donde no hay escuela es tu única opción. Pero si vives en España o Estados Unidos, ni nosotros nos planteamos una sustitución de una cosa por otra. Simplemente pensamos que se complementan y mejoran. Si los estudiantes pueden realizar prácticas extra y recibir un feedback, o apuntalar las cosas que no saben hasta alcanzar el nivel que se les exige, esto es bueno para la clase y evita que haya el pasotismo y la frustración muy presente hoy en día. Por eso digo que la tecnología puede, irónicamente, hacer que mejore la interactuación humana, pues si el nivel general de un aula de 30 alumnos es homogéneo, el profesor podrá tomar las decisiones más adecuadas, dedicarse más a cada alumno o a pequeños grupos, o hacer ciertas actividades en clase.

«Una ciudadanía educada es la base principal de la democracia. Si ésta no existe, la democracia se torna un populismo ramplón como el que sufrimos hoy en día»

P. La educación es un caballo de batalla político en todos los lugares, pero ¿cree que realmente se toma en serio o es más palabras que hechos?

R. Esta pregunta apunta en la dirección correcta, porque todo el mundo se preocupa de las generaciones futuras y la educación. Las políticas históricas ya hablaban de esto, pero estaban constreñidas por los límites de lo que era realmente posible hacer. Muchas veces, el sector político piensa a corto plazo y se ocupa de preocupaciones más acuciantes, pero es cierto que hoy cada niño puede acceder a este sistema, por lo que esperemos también que el premio incite a los ministros de Educación y los responsables de los países a decidir adoptar algunas de nuestras ideas. Estamos abiertos y encantados de negociar con los actores políticos, que están acogiendo este tipo de iniciativas de manera entusiasta.

P. Su oferta educativa es ecuménica, ¿realmente existen los recursos y la tecnología para ofrecer una educación a todo el mundo? Si es así, ¿por qué los gobiernos no lo hacen?

R. Creo que la tecnología existe, ciertamente, en el mundo, porque sabemos que en los países pobres de África y Asia todo el mundo tiene un teléfono móvil, que es cada día más accesible y más barato. Esto está pasando. Ahora bien, llevarlo a la educación no es fácil. En el mundo se gastan trillones de dólares en educación, y aún así estamos como estamos, por lo que creo que lo más importante no es el papel de los gobiernos. De hecho, la innovación históricamente no es algo que salga de las cúpulas de los Estados, sino que creo que el mercado privado debe meterse de lleno en mejorar todo esto.

P. Habla también de la relación entre educación y política, entre educación y democracia… ¿Una educación más deficiente genera una democracia más débil, sistemas corruptos o ineficientes?

R. Una ciudadanía educada es la base principal de la democracia. Si ésta no existe, la democracia se torna un populismo ramplón como el que sufrimos hoy en día, un sistema donde la minoría se aprovecha de una mayoría. La educación también es la herramienta central que puede ayudar a combatir los problemas más graves que enfrenta el mundo, como el cambio climático, la crisis financiera y de los mercados global, la regulación de internet y de la Inteligencia Artificial… Son retos y conceptos increíblemente sofisticados que necesitan gente muy educada y con pensamiento crítico, capaz de elegir y mantener en el poder gobiernos que tomen buenas decisiones.

Fuente: https://elcultural.com/salman-khan-la-tecnologia-nunca-sustituira-la-ensenanza-tradicional

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Bolivia: Campaña realiza formación sobre Modelo Educativo Socio Productivo

América del Sur/ Bolivia/ 08.10.2019/ Fuente: redclade.org.

Fortalecer organizaciones estudiantiles para mejorar el acceso y la calidad educativa en municipalidades bolivianas. Este fue el objetivo de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) al realizar, con el apoyo de UNICEF, una formación sobre el modelo educativo socio productivo para técnicas y técnicos regionales del país. 

La formación, realizada los días 5 y 6 de septiembre, fue gestionada con la participación de distintas instituciones del país, como el Órgano Electoral Plurinacional y la Coordinadora Nacional Comunitaria de los Consejos Educativos de Pueblos Originarios de Bolivia (CNC-CEPOs), entre otras.

En los días de formación, se hizo la presentación, el análisis y la puesta en práctica del Manual de Liderazgo, guía elaborada por la CBDE que contiene un conjunto de herramientas y técnicas para el abordaje de talleres prácticos con adolescentes y jóvenes, respecto a temas, como autogobierno, liderazgo, sexualidad y prevención del embarazo no planificado.

“Hemos dado mucha fuerza al tema de prevención de embarazo no planificado, pero tomando en cuenta la voz de los y las adolescentes. Ellas y ellos reciben información de métodos anticonceptivos, pero falta profundizar la información sobre el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos y la soberanía sobre sus cuerpos, desde una pedagogía participativa y dinámica que supere el trabajo cognitivo y pueda trabajar también sentires y toma de decisiones responsables; esto es lo que se propone el Manual”, afirmó Jully Calle, de la CBDE, que presentó la publicación.

Durante la formación, se trabajó también la prevención contra violencias en el ámbito educativo, desde el análisis de las distintas políticas existentes.

“Se tiene que apoyar para que todos los niños y niñas vayan a la escuela, y tengan acceso a una educación de calidad. Para eso, conformamos, ayudamos y coadyuvamos a que se conformen los consejos educativos, que es nuestro propósito principal. Obviamente, detrás de una educación de calidad está la prevención de las violencias”, afirmó Adán Pari, especialista en Educación de Unicef Bolivia.

También se pudo contar con la presentación de las guías de procedimientos electorales en formato de cartillas, las cuales serán distribuidas por el Órgano Electoral Plurinacional en distintos municipios, para promover distintas formas de democracia. Así mismo, junto a representantes de los CNC-CEPOs, se pudo reflexionar sobre la participación de adolescentes en la conformación de los Consejos Educativos Sociocomunitarios Productivos, para que los mismos tengan mayor protagonismo y puedan ejercer un rol activo en la toma de decisiones en la comunidad educativa.

Modelo Educativo Socio Comunitario Productivo

Desde la promulgación de la Ley de Educación Nº 070 “Avelino Siñani- Elizardo Pérez”, se viene promoviendo en Bolivia la implementación del Modelo Educativo Socio Productivo. Una de las características de este modelo es el permanente diálogo y construcción conjunta de propuestas entre gobierno e instituciones y organizaciones de la sociedad civil.

El modelo educativo socio comunitario productivo surge de la realidad de la vida, así como de experiencias y propuestas educativas basadas en tres aspectos fundamentales:
  • Los conocimientos y saberes culturales de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos.
  • Las propuestas teóricas basadas en una pedagogía socio crítica, una educación con un enfoque histórico y cultural.
  • La experiencia pedagógica de la escuela Ayllu de Warisata, basada en la trilogía de estudio, trabajo y producción.

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/bolivia-campana-realiza-formacion-sobre-modelo-educativo-socio-productivo/

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Entrevista a Andreu Navarra: “Estamos creando una nueva Edad Media en las aulas”

Entrevista/19 Septiembre 2019/Autora: Berna González/El país

Andreu Navarra, profesor de Secundaria, denuncia el “ciberproletariado” extendido en una generación sin léxico y con escasa capacidad de atención

El mundo educativo debate sobre las horas de clase, la evaluación del profesor y los malos resultados de España en las pruebas de PISA, pero todo eso es bastante secundario en el universo de Andreu Navarra, un profesor de Lengua y Literatura de Secundaria que retrata desde las tripas de la enseñanza, a pie de aula, una realidad de urgencias más acuciantes: desde la desnutrición de un buen porcentaje de alumnos a la incapacidad de concentrarse de la nueva generación de “ciberproletariado” o la ausencia de debate sobre el futuro al que esta sociedad quiere conducir a sus jóvenes. Navarra no es un teórico, pero sí un torrente de verdades que acaba de publicar Devaluación continua (Tusquets), un latigazo contra la ceguera, una llamada de emergencia ante la degradación del modelo educativo.

“Los profesores queremos crear ciudadanos autónomos y críticos, y en su lugar estamos creando ciberproletariado, una generación sin datos, sin conocimiento, sin léxico. Estamos viendo el triunfo de una religión tecnocrática que evoluciona hacia menos contenidos y alumnos más idiotas. Estamos sirviendo a la tecnología y no la tecnología a nosotros”, afirma Navarra. “El profesor está exhausto, devorado por una burocracia para generar estadísticas que le quita energía mental para dar clase”.

El testimonio de Andreu Navarra (Barcelona, 1981), historiador, tiene el valor de quien ha impartido clase durante seis años en colegios concertados y públicos, en zonas ricas y castigadas, donde encuentra por igual “profesores heroicos” en un sistema educativo estresado por la propia sociedad de la que es espejo: hay padres ausentes porque trabajan demasiado; hay violencia; hay chicos sin comer o desayunar; hay muchos problemas mentales; y hay una generación ausente por su concentración en las redes y su identidad virtual.

“Lo audiovisual está creando una nueva Edad Media de personas dependientes de satisfacer el placer aquí y ahora, cuando la vida es muy diferente. En la vida hay que saber leer contratos, alquilar pisos, cuidar a tus mayores, criar hijos. Pero el ciberproletariado se viene abajo ante cualquier problema. Son personas que no serán capaces de trabajar porque tienen la concentración secuestrada por las redes”, dice. No es que todos los jóvenes encajen en su mirada crítica, pero sí ve el riesgo de exclusión de una cuarta parte de los alumnos en una tormenta perfecta de precariedad y vida virtual.

Describe Navarra, por ejemplo, una clase de desdoblamiento de 20 alumnos con dificultades en la que, tras preguntar, descubrió que ninguno había desayunado. “Están pálidos y se marean. Hay alumnos que no comen por trastornos alimentarios, otros por desidia de sus familias, otros por pura miseria”. Pero, a falta de profesores de apoyo y de especialistas, las patologías (ha tenido clases con un 30% con algún diagnóstico) concentran la atención de los profesores en las reuniones de evaluación e impiden pensar en los contenidos. Se ha confundido al pedagogo con el terapeuta, asegura. Y en el debate de la inclusión se ha olvidado, dice, que “lo que de verdad falta incluir es la academia”. Navarra narra cómo él o sus compañeros se alegran cuando encuentran algún libro de texto de segunda mano de los noventa y lo compran “como si fuera oro”. “En los libros de Lázaro Carreter hay explicaciones, ahora tenemos retales, flipped classroom [un método participativo que considera inaplicable con exceso de alumnos]. ¡Explica Quevedo con una flipped classroom! Lo que no puede haber es una pedagogía indecente. Tenemos a personas inteligentes, queremos una sociedad inteligente, no la rebajemos. Debemos distinguir el tiempo de la academia del tiempo de fuera, no rebajarlo. Ser alumno es importante. Ser profesor es importante. ¡Expliquemos quién es Quevedo! Quitamos la literatura del currículum y luego nos preguntamos por qué la nación es débil. ¡Es que la nación es eso! Hay que darles la oportunidad de un debate crítico”.

No todo es negativo, por supuesto. Su libro tiene tantos sumideros de problemas como signos de esperanza en experiencias posibles, dice, cuando la autonomía del profesor es respetada: talleres de poesía, microrrelatos, el recreo dedicado a tiempo de lectura como en su instituto actual, en Collbató, donde los alumnos leen y luego cuentan lo que han leído con éxito. “La clave es la autonomía del centro frente al pensamiento único, frente a las teorías panacea. En cuanto Portugal ha dado el 25% de autonomía a los centros, ha mejorado”.

El libro de Navarra recurre a Ortega y Gasset para apelar a un debate necesario antes de todo lo demás: a dónde vamos. “Si sabes a dónde vas, si abrimos un debate sobre el modelo de futuro al que queremos avanzar, después regularás la tecnología, los horarios o lo que sea, pero antes de aumentar o disminuir las horas tienes que pensar qué quieres hacer con ellas”, sostiene. Y el modelo de sociedad que convierte en héroes carismáticos a Pablo Escobar o Jesús Gil en las series; la falta de ejemplaridad de unos políticos “pillos, de ahora no te hablo, de quién la tiene más larga”; la mentalidad Fraga de “turismo y populismo que prosigue en Salou, en Magaluf, en que destrocen Barcelona” no ayuda. “Falta reflexión sobre la sociedad que queremos, por qué no apostamos por un MIT español, por exportar literatura, ingeniería patentada aquí y no exportar ingenieros”.

Pero “el papel de ascensor social de la educación está fracasando y estamos creando bolsas de guetos, de personas sin futuro”. Menciona también el maquillaje de la ignorancia que practican los colegios para mejorar la estadística. E insiste una y otra vez en la incapacidad de fijar la atención, gran carencia de una nueva generación con fotos en las redes, pero sin memoria. “Hemos conocido varios capitalismos y ahora mismo estamos en el capitalismo de la atención, en una economía de plataformas que mercantilizan tu atención. Si estás viendo unos mensajes, alguien gana dinero y si ves otros, lo gana otro alguien. No podemos repensar la educación si no pensamos cómo devolver la atención a las aulas, el regreso del mundo virtual. Ahora no podemos ensimismarnos, como defendía Ortega, porque todo es ruido, la política es gritos, eslóganes, nadie piensa, nadie escribe, todo es tontería y eslogan y eso ha llegado a las aulas: lo simplista, lo binario, el bien y el mal”. Los Steve Jobs o Zuckerberg, recuerda, recibieron educación analógica. Y los gurúes tecnológicos mandan a sus hijos a colegios analógicos. Es por ello por lo que, concluye, “hasta que arreglemos la sociedad, no podremos arreglar el sistema educativo”.

Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2019/09/13/actualidad/1568391777_889106.html

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El instituto que acabó con la segregación

Por: Ivanna Vallespín

El INS Pau Claris deja de ser un gueto, cambiando su método educativo y atrayendo un grupo de familias autóctonas

El instituto Pau Claris de Barcelona, ubicado frente al Arc de Triomf en el distrito de Ciutat Vella, se convirtió a finales de los años 90 en un gueto. Al mismo tiempo que recibía multitud alumnos recién llegados, los autóctonos desaparecían. «Las familias veían la inmigración como un riesgo y muchos optaban por otros centros», admite la directora Mercè Miralles. Cada vez tenían menos estudiantes, así que las vacantes se usaba para la llamada «matrícula viva», esto es, acoger los alumnos que llegaban a medio curso, principalmente inmigrantes, cosa que agudizaba el problema. Tenían hasta 27 nacionalidades diferentes, con predominio de marroquíes, dominicanos y chinos. Desde el año 2000 y hasta hace cuatro cursos, en la mayoría de las clases el 100% era inmigrante, explica el centro.

Otro contratiempo era la movilidad del alumnado. Aseguran que cada curso entre el 30 y el 40% de alumnos era nuevo. «Teníamos mucha movilidad, tanto por los que se iban debido a un cambio de domicilio, como por los que llegaban. Esto hacía que las clases no estuvieran cohesionadas», admite la directora. Y ello se notó en las aulas. «Para los profesores la situación era muy tensionada y había frustración. Veían que su trabajo caía en un saco roto y sentían que lo que habían hecho no servía de nada porque al año siguiente los alumnos eran nuevos y no podían consolidar nada», añade.

Hasta que llegó un momento que dijeron basta. Los primeros cambios se aplicaron en 2005 -pero hasta una década después no se notaron los efectos-, que se basaron en una atención personalizada de los alumnos, el trabajo por proyectos y una redistribución de las clases para permitir el trabajo colaborativo. También apostaron por la digitalización de las aulas. «Nos planteamos los ordenadores como un elemento de equidad, que compensara las diferencias por razón de origen». Aparcados los libros, los profesores empezaron a elaborar los materiales con una visión más interdisciplinar y pensando en la educación por competencias.

Pero hubo un factor clave que propició el cambio y que fue ajeno al centro. Familias de escuelas de la zona, como Pau Vila y Fort Pienc, decidieron darle una oportunidad al instituto y se acercaron para conocer cómo trabajaban. En 2013 familias de cinco escuelas de la zona, también interesadas en luchar contra la segregación, se reunieron en un bar y crearon Amics del Pau Claris. «Teníamos un club de fans», bromea la directora. Y algo importante: estas familias combatieron los rumores negativos que estigmatizaban el centro.

«Acordamos que conocer el instituto estaba bien, pero decidimos que debíamos dar un paso más», explica Oriol Pérez de Tudela, entonces miembro del AMPA del Fort Pienc. Consiguieron la complicidad del Consorcio de Educación, adscribiendo dos escuelas del Eixample al Pau Claris para diversificar el perfil de alumnos. Y un grupo de familias se comprometieron a matricularse en bloque en el instituto. En 2016 lo hicieron 38 alumnos. Ese año el Consorcio no permitió la matrícula viva. Esta oleada dio un giro total a la situación y el porcentaje de alumnado inmigrante cayó al 30% (el barrio tiene un 40% de población extranjera). «El problema de fondo no era tanto la inmigración como la movilidad y la matrícula viva. No puedes asegurar la calidad de la educación si cada semana o cada mes vienen y se van niños», defiende Pérez de Tudela.

Desde entonces el instituto sufre una sobredemanda y han notado una reducción del absentismo, del abandono y de la movilidad. Ahora esperan a que la primera promoción de esta nueva etapa se someta el próximo año a las pruebas diagnósticas de la Generalitat. «Lo que no podremos saber es si la mejora, que ya hemos ido notando, se debe al cambio de método o al nuevo perfil de alumnado», admite la directora. También perciben una mayor interrelación entre los alumnos. «Se juntan según sus afinidades, no según su procedencia», apunta la directora. Oriol Pérez admite que las familias acostumbran a tener prejuicios en cuanto a la inmigración, «pero son fruto del desconocimiento», destaca. Y añade, como beneficio de la mezcla de alumnos, la «educación subliminal» de los niños en el respecto y el reconocimiento del otro, en la igualdad y la convivencia.

Hace años que las familias se movilizan reclamando un reparto más equitativo del alumnado de origen extranjero. Los padres del colegio Fort Pienc que han luchado por reflotar el Pau Claris, también se levantaron contra la decisión de colocar un bolet -un grupo adicional en P3 de forma extraordinaria- en su escuela en 2007. Se quejaban de la falta de espacio en su colegio para acogerlo, mientras otros centros cercanos tenían vacantes. Las familias de las escuelas afectadas se unieron en la lucha y crearon unos vínculos que se reproducirían años más tarde con el Pau Claris.

«Creemos en la escuela como garante de la igualdad de oportunidades y esto se consigue con la mezcla de alumnos. No luchamos porque la escuela de nuestros hijos sea de calidad, sino que miramos todo el sistema y buscamos una mejora global», defiende Roger Martínez, entonces miembro del AMPA de Fort Pienc y uno de los impulsores de la lucha contra la segregación.

Las familias aseguran que «no hay una única solución mágica» para acabar con esta problemática, pero aseguran que lo primero es tomárselo en serio. «El problema es que se ha normalizado la segregación», lamenta Martínez. Mezclar los alumnos de centros cercanos, pero de perfil antagónico, cambiar las zonas escolares para hacerlas más heterogéneas o poner cuotas para igualar la proporción de familias según su nivel formativo son algunas de las propuestas de los padres. Algunas de estas se incluyen en el paquete de 189 medidas del Pacto contra la Segregación Escolar que la Generalitat firmó el pasado marzo.

Fuente: https://elpais.com/ccaa/2019/08/24/catalunya/1566659366_104848.html

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España: La primera universidad pública que forma maestros rebeldes para romper con la escuela tradicional

Europa/ España/Por: Ana Torres Menárguez/ Fuente: elpais.com.

La pedagogía es anacrónica, siempre llega tarde, decía Ortega y Gasset. En la Universidad Complutense lo admiten: las escuelas se han adelantado y la Academia llega a marchas forzadas al cambio pedagógico. Pero llega. Desde el próximo curso, la Complutense de Madrid será la primera universidad pública que dé un vuelco a la forma de enseñar a los futuros maestros con un aula que rompe con la pedagogía tradicional. Se llama Hiperaula y es un espacio en el que no hay jerarquías; profesores y alumnos están al mismo nivel. Allí no existe un estrado para el docente. Tampoco una pizarra. Y se acaba con las clases a puerta cerrada con la introducción de la codocencia: los profesores darán clases conjuntamente.

“Está demostrado que un grupo heterogéneo de estudiantes mejora los resultados académicos; los más avanzados tiran de los otros. Pero para un solo profesor es muy difícil trabajar con diferentes capacidades y velocidades de aprendizaje”, explica Gonzalo Jover, decano de la Facultad de Educación de la Complutense. En su opinión, uno de los dramas del modelo tradicional es que no consigue retener a los alumnos —la tasa de abandono escolar española es del 17,9%, por encima del 10% de media europea—. Por eso, la Hiperaula busca promover la codocencia, que es la presencia de más de un profesor en el aula.

“El 20% de la efectividad de un profesor depende de la que tuvieron sus compañeros en años anteriores. Es lo que se llama efecto contagio entre pares, o lo que es lo mismo, todo lo que absorbe un docente al colaborar con otro”, explica Eva Flavia Martínez, investigadora en la Facultad de Educación de la Universidad de Harvard. Ese dato se desprende de un estudio realizado en más de mil escuelas en Carolina del Norte publicado en 2016.

En España, inmersa en una parálisis del modelo educativo con reformas que no ponen el foco en la formación docente, solo el 19% de los profesores se forma en programas de observación entre iguales, frente al 40% de media de los países de la OCDE. La colaboración entre docentes requiere estructuras planificadas, no sale de la improvisación. “Esos procesos implican un cambio cultural, hay que poner en marcha la tutorización entre iguales y equipos dedicados a supervisar y evaluar esa colaboración”, explica la investigadora en relación al modelo educativo de Canadá, uno de los 10 países del mundo mejor posicionados en el informe PISA, el estudio elaborado por la OCDE que mide el rendimiento académico de los estudiantes en matemáticas, ciencia y comprensión lectora.

En la Complutense reconocen que se han adelantado al cambio legislativo, y que en la escuela pública es muy complejo implantar la codocencia porque necesita inversión. Más profesores por centro. De momento, es la concertada la que va por delante y en ciudades como Madrid el colegio Padre Piquer, con un perfil de alumnado con bajos ingresos, ya está practicando esas fórmulas con hasta tres docentes por clase. “Viajamos por Europa para conocer la realidad de las aulas y en un colegio público de un pueblo de Gales encontramos tres profesores para 20 niños. No podíamos esperar más para traerlo a España”, señala Jover. De los 400 docentes de la Facultad de Educación de la Complutense, ya se han formado 115 para poder hacer uso de las tecnologías que incluye la Hiperaula.

Aulas desmontables

La idea de dar un vuelco a la forma de enseñar a los maestros surgió de la indignación. La Facultad estaba anticuada, y las salas hablaban por sí mismas. En el aula de informática, los ordenadores estaban encadenados a las mesas, que a su vez estaban atornilladas al suelo junto a las sillas. Ahora en ese espacio las sillas (que son ergonómicas) tienen ruedas, hay pantallas gigantes colgando de las paredes que los estudiantes pueden usar como ordenador, mesas desmontables y hasta medidores de ruido para impedir que los debates se suban de tono. No hay un orden establecido, cada clase tiene su propia estructura.

Ese modelo pedagógico no es un invento del siglo XXI. El método Montessori, desarrollado a principios del siglo XX por la doctora italiana Maria Montessori basado en la idea de que los más pequeños aprenden de forma natural si se les permite seguir sus instintos, ya contemplaba la libertad de movimiento como clave del aprendizaje. “Montessori decía que el mobiliario clavado al suelo es un tipo de servidumbre. Hay que romper con los manuales escolares del siglo XIX, que todavía hoy seguimos usando, en los que se mostraba la forma correcta de sentarse. Hay que traer a la universidad los cambios que se están dando fuera”, explica Mariano Fernández Enguita, profesor de Educación en la Complutense e impulsor del proyecto, que le ha costado unos 100.000 euros a la universidad.

Un grupo de profesores aprende a usar las instalaciones tecnológicas de la Hiperaula de la Complutense.

Un grupo de profesores aprende a usar las instalaciones tecnológicas de la Hiperaula de la Complutense.KIKE PARA

“Los profesores fuimos buenos alumnos, aceptamos un modelo de enseñanza sin cuestionarlo y luego lo reprodujimos, pero no hay ninguna investigación que explique por qué los estudiantes están alineados frente al profesor ni por qué hay que guardar silencio durante 45 minutos”, añade Fernández Enguita. “Hay que recuperar todas las fuentes de dónde se puede extraer información, el maestro ya no es el que alimenta de contenidos. En el pasado se desterró todo lo que estaba fuera de la escuela y ahora es eso lo que hay que recuperar”.

En la web de Hiperaula, por la que el próximo curso pasarán unos 500 alumnos de Magisterio y del máster en Formación del Profesorado para Secundaria, se explica el motivo de la ruptura con el modelo tradicional de enseñanza. Desde la biblioteca de Alejandría las aulas universitarias han tenido una estructura parecida: un gran auditorio en el que uno se dirige a muchos. La transformación del aula lleva años siendo promovida por instituciones como la OCDE, en su informe Innovative Learning Environments (de 2015), la red europea de escuelas European Schoolnet, en su proyecto Future Classroom, o incluso por el Ministerio de Educación en su laboratorio Aula del Futuro. Pero los cambios metodológicos y de materiales (relacionados en gran parte con el uso de tecnología) no han llegado todavía a las fábricas de maestros.

EL MODELO INNOVADOR NO SE PUEDE QUEDAR EN INFANTIL

“Hay resistencia al cambio. En Infantil el camino está hecho, sí se entienden las ventajas del modelo. Pero, ¿qué pasa con Primaria y Secundaria?”, lanza Mariano Fernández Enguita, profesor de Educación de la Universidad Complutense. Uno de los colegios que les ha servido de inspiración es el concertado Padre Piquer, en la Ventilla, un barrio humilde en el norte de Madrid. Allí acuden alumnos a partir de 12 años que no tienen asignaturas ni libros de texto. Desde 2003, trabajan con materiales digitales en grupos de unos 60 alumnos y con tres o cuatro profesores en el aula. La función del docente es guiar al estudiante para que lidere su propio proyecto de aprendizaje. Su metodología funciona: tienen un 85% de alumnos graduados y un absentismo del 0,7%. De sus 1.100 alumnos, el 77% perciben alguna beca, lo que quiere decir que la mayoría procede de familias con bajos ingresos y eso incrementa el riesgo de abandono escolar.

Los centros de la Fundación Trilema, con seis colegios concertados en diferentes autonomías, son otro ejemplo de codocencia. “Nuestro mayor problema han sido las familias, nos costó mucho que comprendieran el modelo; ven 60 niños en un aula grande y no se fijan en que hay varios profesores”, explica Carmen Pellicer, presidenta de la fundación. Cuenta que el primer año es complicado, los profesores son reacios a tener otros adultos en el aula juzgando su trabajo. Permitir que los alumnos sean autónomos es el otro gran freno. En su colegio de Soria los resultados hablan: en un solo año el fracaso escolar pasó del 60% al 10% en un centro con un 70% de alumnos inmigrantes. “La mayor ventaja de la atención personalizada es que permite aplicar diferentes metodologías según las necesidades del niño, es un gran avance”, dice Pellicer.

Fuente de la noticia: https://elpais.com/sociedad/2019/07/09/actualidad/1562693144_635772.html

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