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Venezuela: Al menos 19 venezolanas han sido asesinadas en el primer mes de cuarentena, según Cepaz

América del Sur/Venezuela/24-05-2020/Autor(a):Basyl Macías/Fuente: www.el-carabobeno.com 

El informe analiza los asesinatos de mujeres registrados por medios de comunicación digitales, en el período comprendido entre el primero de enero y el 13 de abril de 2020, tiempo en el que se recolectó la evidencia de los femicidios.

Según un estudio realizado por el Centro de Justicia y Paz (Cepaz), correspondiente al primer trimestre de 2020, al menos 19 mujeres asesinadas en Venezuela, durante el primer mes de la cuarentena decretada por el Ejecutivo Nacional.

El informe analiza los asesinatos de mujeres registrados por medios de comunicación digitales, en el período comprendido entre el primero de enero y el 13 de abril de 2020, tiempo en el que se recolectó la evidencia de los femicidios.

El análisis inidica que durante el primer mes de cuarentena, ocurrieron 19 femicidios. “Esto es, cada 36 horas una mujer fue asesinada en Venezuela. De estas 19 mujeres, dos eran niñas y dos adolescentes”.

Al evaluar las cifras se puede observar que en 31,5% de los casos seis de 19 de estos casos el móvil fue la venganza; en 10,5% de los casos el móvil del crimen fue por violencia sexual.

Uno de estos ataques sexuales fue contra una niña menor de 10 años.De los 19 femicidios, el 42%, o sea ocho casos sufrieron múltiples lesiones, acuchillamiento, golpes y asfixias.

En 26,1% de los femicidios el crimen fue perpetrado con armas de fuego mientras que en dos casos arrojaron el cuerpo en la vía pública y Uno de los agresores se suicidó.

En el 64% de los casos los culpables no han sido capturados por las autoridades.Un dato importante es que cinco niños quedaron huérfanos durante el primer mes de la cuarentena al ser asesinadas sus madres y dos de estos pequeños presenciaron el asesinato de sus madres y el suicidio de sus padre.

En el 42% de los casos, ocho de 19 asesinatos hubo arma de fuego. Uno de los casos fue el de un funcionario activo de las FAES quien asesinó a su pareja y luego se suicidó. Al investigar el lugar donde ocurrieron los crímenes el 42% de estos casos ocurrieron en la casa de la mujer mientras que en 26,3% ocurrió en la vía pública.

Vale destacar que el Monitor de Femicidios registró 167 asesinatos de mujeres durante el año 2019, el año pasado el estado más proclive a la violencia contra las mujeres fue Zulia con 25 casos, seguido por Miranda con 22 asesinatos.

Ese año 52 de las 167 víctimas fueron abandonadas en la vía pública, 18 casos de violación, en 12 casos las mujeres fueron quemadas y en seis casos fueron mutiladas.

En el año 2018 en América Latina se produjeron 3 mil 287 femicidios, según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe.

La punta del iceberg

Magdimar León, coordinadora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), señala que la impunidad es uno de los graves problemas en la lucha contra la violencia sexista.

“En el informe Violencia sin Límites correspondiente al año 2017, en el que manejamos las últimas cifras del Ministerio Público que salieron a la luz pública, se pudo observar que apenas el 1% de los casos de denuncias de violencia contra mujeres llegaban a juicio”, subrayó.

Encerradas con sus agresores

A ese problema hay que agregar el contexto de crisis que vive Venezuela que sumada a la del COVID-19, deja a las mujeres en condición de vulnerabilidad.“La crisis humanitaria aumenta la brecha de género en cuanto al acceso a alimentos, mejoras y seguridad y a eso debe sumarse que la cuarentena impuesta ante el COVID-19 que implica encerrar a muchas mujeres con sus agresores”.

“Si estamos obligados a permanecer en un solo espacio en el que debemos convivir, no podemos salir a drenar, entonces cualquier diferencia puede generar violencia.

”Dictar medidas de confinamiento genera más presión en los hogares, facilitan episodios de violencia y la no haber lugares a dónde acudir, las mujeres quedan atrapadas con sus agresores y si el contexto no la ayuda muchos de esos casos terminan en homicidios.

Prevenir la violencia

León asegura que es necesario identificar la situación de violencia, luego de identificado el riesgo debe informar a personas del entorno sobre lo que está viviendo, debe pedir ayuda y buscar información sobre instituciones que brindan apoyo, hay líneas de atención telefónica que pueden brindar asesoría ante casos de violencia contra la mujer.

La víctima debe tratar de permanecer en otro lugar, uno que sea más seguro, o estar en contacto con otras personas que sepan lo que ocurre y puedan brindarle protección y seguridad, tener el teléfono con saldo, así como números de teléfonos de ayuda, llamar a personas cercanas cuando se presenten situaciones de violencia.

“La comunidad familiares y amigos pueden hacer cosas, cuando las víctimas no pueden poner límites, otros deben intervenir, se debe reconocer la violencia y actuar la violencia de género es delito, no un problema privado”, señaló finalmente la activista por los derechos de la mujer.

Fuente e Imagen: https://www.el-carabobeno.com/al-menos-19-venezolanas-han-sido-asesinadas-en-el-primer-mes-de-cuarentena-segun-cepaz/

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Libro(PDF): «Feminismos y sindicatos en Iberoamérica»

Reseña: CLACSO

A través de esta publicación se pretende contribuir al estudio de los diálogos que se establecen entre retóricas y praxis feministas y el universo sindical en sentido amplio, en el contexto actual de ascenso de las movilizaciones de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries. En los artículos que siguen se abren preguntas sobre el lugar que encuentra la participación de las mujeres y disidencias en los espacios sindicales y cómo ella se vincula con las reivindicaciones feministas que denuncian las discriminaciones y exclusiones que experimentan en los ámbitos públicos/políticos. Se recorren algunas de las problemáticas centrales que hacen a las desigualdades laborales de género y se revisitan categorías caras al análisis feminista de la economía, dando lugar a reconceptualiza-ciones enriquecedoras que potencian una praxis de transforma-ción. Se interrogan las demandas generadas en torno a la democratización de las dinámicas y estructuras organizativas, las prácticas y los discursos de los sindicatos como producto de la masi cación del movimiento feminista en la región.

De la Introducción de Nora Goren y Vanesa Lorena Prieto

Autores (as):

Nora Goren. Vanesa Lorena Prieto. [Editoras]

Karina Batthyány. Darío Kusinsky. [Presentación]

Nora Goren. Vanesa Lorena Prieto. Didice Godinho Delgado. Pilar Carrasquer Oto. Estela Díaz. Yamile Socolovsky. Victoria Estermann. Jazmin Jareth Goicochea Medina. Alejandra del Carmen Rivera Alvarado. Humberto Merritt. Kelly Taiz Coleman Quiñonez. María Belén Villegas Plá. Marcelo Daniel Castillo Fernández. Louisa Acciari. Tatiane de Oliveira Pinto. Juan David Almeyda Sarmiento. Blanca María Díaz Villa. José Rubio Martínez. Martina Paillacar Mutizábal. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO. UNPAZ.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina.

Idioma: Español.

ISBN: 978-987-722-594-5

Descarga: Feminismos y sindicatos en Iberoamérica

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2058&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1395

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La pandemia como catalizador de una nueva cultura laboral

Por: Paola Estrada Villafuerte

El trabajo remoto está forzando un cambio en la rutina laboral y muchas personas se están planteando si desean regresar a la oficina cuando el confinamiento termine.

Millones de trabajadores y trabajadoras están participando en un experimento sin precedentes que ha transformado la manera en vemos la oficina. Según una encuesta realizada por Gallup, el 62 % de los americanos empleados dicen que han trabajado desde casa durante la crisis sanitaria, un número que se ha duplicado desde mediados de marzo. Incluso, empresas como Nationwide Insurance ya adoptaron estas medidas y han decidido hacer de los turnos de trabajo remoto una modalidad permanente.

Muchas personas se preguntan si estos cambios establecerán un precedente para el nuevo futuro del trabajo de oficina tal y como lo conocemos. Business Insider prevé que el concepto mismo se transformará de un lugar al que vas todos los días a un centro más bien pensado para reuniones y trabajo colaborativo. Bajo este nuevo concepto, el resto de tu semana laboral probablemente será llevada a cabo en tu propio hogar, siendo que diversas firmas de arquitectos ya se encuentran diseñando los planos de oficina del futuro cercano y las compañías están discutiendo cuánto espacio de oficina realmente necesitan. “El regreso a la oficina probablemente estará marcado por dos olas: antes de una vacuna y después de una vacuna. A corto plazo, las oficinas se sentirán más vacías que antes a medida que las personas regresen por turnos a lugares de trabajo con más espacios privados, cubículos separados por pantallas de plástico y pasillos señalizados para el tráfico de una sola dirección. A largo plazo, la oficina podría convertirse en la columna vertebral social de una empresa, mientras que el trabajo individual centrado se llevará a cabo de forma remota», plantea Alex Nicoll.

“A medida que se intensifica el impulso para reabrir la economía del país, también lo hacen los sentimientos de temor ante la idea de regresar a la oficina”.

Desde que las personas se están adaptando a sus rutinas dentro del hogar, las playlists de lo-fi hiphop en Spotify para acompañar el home office se vuelven cada vez más populares y muchas personas desean que este cambio sea un estilo de trabajo que se mantenga después de la cuarentena. Encuestas revelan que tres de cada cinco trabajadores estadounidenses que han realizado su trabajo desde casa durante la pandemia preferirían continuar trabajando de forma remota tanto como sea posible.

¿Cuáles son los beneficios del home office?

Varias personas han encontrado que sus niveles de productividad y eficiencia han mejorado durante su acercamiento al teletrabajo. “A medida que se intensifica el impulso para reabrir la economía del país, también lo hacen los sentimientos de temor ante la idea de regresar a la oficina”, dijo el profesor y antropólogo, Jeff Anderson para The New York Times. Los que mejor se han desarrollado trabajando vía online, temen que los beneficios encontrados desaparezcan una vez termine el confinamiento.

Un estudio realizado por IBM el pasado mes de abril, donde se encuestó a más de 25,000 estadounidenses, explica los cambios en el comportamiento personal resultantes de la crisis. Se demostró que tres de cada cuatro trabajadores indican que les gustaría continuar trabajando remotamente al menos ocasionalmente, mientras que más de la mitad, el 54 por ciento, quisiera que esta sea su forma principal de trabajo.

Esta modalidad online, además de ser preferida por muchos, también ha sido señalada por varios expertos como una vía alternativa más saludable a la oficina habitual. Estudios revelan que los trabajadores remotos a tiempo completo son un 22 % más felices que aquellos en oficinas presenciales. También reportan una mejor concentración, menos estrés y un 43 % de mayor productividad. Además, el trabajo desde casa no sólo ofrece aspectos positivos a los trabajadores, siendo que las empresas pueden ahorrar en la renta de menores espacios para las oficinas de reuniones ocasionales.

Algunos de los beneficios que The New York Times atribuye al home office son:

  • Ahorro en vivienda y transporte, dado que al laborar en línea se les permite vivir fuera de la ciudad.

  • Menos tiempo en el tráfico, constantemente relacionado a mayores índices de estrés y contaminación.

  • Mayor productividad.

  • Por supuesto, menor riesgo de contagio.

El teletrabajo y la interacción social

Por otro lado, mientras que el trabajo remoto representa una gran opción para familias primerizas, personas con discapacidades y para quienes viven en zonas retiradas, algunos no están totalmente convencidos con este nuevo sistema. A pesar de las ventajas que ofrece, también hay estudios que demuestran que la productividad extra que provee el teletrabajo, también trae consigo bajas en la creatividad y el pensamiento innovador, ya que trabajar aisladamente puede llegar a ser solitario. Muchas de las personas que no se encuentran maravilladas con el home office, reportan una mayor dificultad a la hora de separar el hogar del trabajo. “Falta un elemento de interacción social que es realmente importante”, dijo Laszlo Bock, director ejecutivo de Humu, una nueva empresa de recursos humanos de Silicon Valley.

Desafortunadamente, la normativa sexista dentro de la oficina también se hace presente en el trabajo remoto. En reuniones por videollamada, muchas mujeres se ven constantemente interrumpidas e ignoradas. «Me interrumpen como tres veces y luego trato de hablar de nuevo y otras dos personas están hablando al mismo tiempo interrumpiéndose mutuamente», dijo Mallick, jefa de diversidad e inclusión de la empresa de bienes de consumo, Unilever.

Trabajo remoto y homeschooling

A esto podemos agregar la muy distinta experiencia que están teniendo las familias con hijos con el trabajo remoto, quienes están haciendo frente al reto de la educación desde casa mientras que al mismo tiempo deben cumplir con las obligaciones de la oficina y del trabajo doméstico. En un panorama donde las mujeres son quienes llevan a cabo la mayoría de las labores domésticas, las madres del hogar están experimentando estas dificultades de manera más aguda. Ann Vegdahl, quien trabaja en la academia en la ciudad de Nueva York, y su esposo, ingeniero de software, tienen un hijo de dos años y ella está embarazada de siete meses. Antes de la pandemia, su hijo generalmente estaba en la guardería durante las ocho horas laborales, pero ahora los tres están en casa juntos. Ahora, Vegdahl estima que solo está logrando entre el 40 y el 50 por ciento de su carga de trabajo habitual, así lo plantea para Vox.

Algunas madres trabajadoras se ven envueltas en la forzosa priorización de empleos. «¿Qué reunión es más importante a las 10 a.m.? Es como pelear sobre qué película vas a ver, pero con tu trabajo y tu ego y tu bienestar mental en juego», mencionó Nan Krafft. Según la doctora Alina Salganicoff, directora de política de salud de la mujer en Kaiser, las mujeres algunas veces suelen ganar menos dinero debido a las responsabilidades laborales domésticas, lo que significa que cuando las parejas deben decidir qué trabajo será afectado, es más probable que sea el de ella.

“Para que el trabajo remoto sea exitoso, los empleadores deben proporcionar el equipo adecuado y soporte extra”.

Los retos para las familias que cuentan con el privilegio de trabajar desde casa se han vuelto una nueva realidad y estos se disparan aún más en familias monoparentales, niños con necesidades especiales, aquellas que no tienen hogar y personas  para quienes el teletrabajo no es una opción. Si agregamos factores como la crisis financiera actual y la falta de equipo necesario para trabajar online, la brecha equitativa se abre aún más.

Se debe señalar que el home office ha sido un escenario inalcanzable para todos los trabajadores de salud, personal de emergencias y supermercados, considerados personal esencial. También, para los más de 30 millones de americanos que han perdido su trabajo y los 346 mil empleos reportados por la STPS en México que se han visto recortados y desafiliados del ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado).

El trabajo remoto requiere equipo y soporte adecuados

Definitivamente, la empleabilidad remota es un modelo que no muchos pueden darse el lujo de experimentar. Y para algunas empresas que se han visto presionadas en la transición online, esta se presenta como un reto que no están seguros de poder cumplir. En una encuesta realizada por IBM, se observa que más de la mitad de los CEOs en Estados Unidos no se sienten capacitados en materia de habilidades y recursos humanos necesarios para ejecutar sus estrategias comerciales a través del home office. Igualmente, un estudio demuestra que 6 de cada 10 trabajadores mexicanos creen que las compañías no están preparadas para adaptarse a esta modalidad de trabajo. Su preocupación es válida, puesto que, como Forbes plantea, el trabajo remoto, como cualquier tipo de trabajo, requiere de unas condiciones especiales para hacerlo funcionar. “Para que este sea exitoso, los empleadores deben proporcionar el equipo adecuado y soporte extra”, dijo Laurel Farrer, directora ejecutiva de Distribute Consulting, una firma de consultoría de negocios. “Y los empleados deben poder realizar el trabajo sin supervisión”.

Algunos expertos plantean que mientras la transición completa al trabajo desde casa no es el objetivo, establecer ciertos turnos ocasionales de trabajo remoto, idealmente de uno a dos días, podría traer muchos beneficios a la cultura laboral. Los empleados mencionan también que esta experiencia ha invitado a los directivos a un panorama más comprensivo y flexible. A muchas personas les gustaría que este ambiente se mantenga post-pandemia. «Hay una versión más suave, sin filtro y más honesta de nosotros mismos que estoy disfrutando de conocer», dijo Benetua-Rolens. “Hay espacio para ser indulgentes y comprensivos entre nosotros y con nosotros mismos. Y es porque todos hemos tenido que ajustarnos”. Rico Sisney, quien trabaja para Greenpeace USA, dice que le gustaría seguir viendo los tipos de correos electrónicos que su organización ha estado enviando últimamente para alentar a los empleados a tomar caminatas y pequeños descansos.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/trabajo-remoto-postcovid19

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El corto trecho entre coronavirus y mutilación genital

Reseñas/21 Mayo 2020/elpais.com

Las medidas de confinamiento son una trampa para mujeres y niñas. Un estudio sobre el aumento de la ablación a causa de la nueva pandemia confirma que el cierre de escuelas y programas en zonas vulnerables provocarán dos millones más de casos en la próxima década

Algunas veces, las coincidencias pueden ser realmente extrañas. El 28 de abril, el Gobierno de Sudán anunció una ley que por fin convertirá en delito la mutilación genital femenina, en uno de los países africanos con mayor número de víctimas de esta cruel tradición patriarcal (Unicef considera que el 87% de las mujeres del país la ha sufrido). Sudán era, hasta ahora, uno de los más reacios a considerar delito lo que para muchos grupos étnicos sigue siendo un sello de pureza indispensable para cualquier chica que aspire a un buen matrimonio.

En las mismas horas en que activistas de todo el mundo celebraban esta victoria histórica por los derechos de las mujeres, el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), inició un estudio sobre la posibilidad de que la mutilación genital femenina se propague en todo el mundo a causa de la pandemia en curso. Es uno de los numerosos efectos secundarios de la covid-19: las medidas de confinamiento, el toque de queda y el cierre de las actividades económicas y de las escuelas, decretado en toda en África para detener el virus pueden ser una trampa para muchas mujeres y niñas, que serán aún más vulnerables frente a la violación de sus derechos.

Según los expertos del UNFPA, que han publicado el análisis en colaboración con la ONG Avenir Health, la universidad estadounidense Johns Hopkins y la universidad australiana Victoria, la prolongación del confinamiento podría provocar en la próxima década dos millones más de casos de mutilación genital femenina respecto a las cifras previstas, además de 13 millones de matrimonios forzosos para niñas menores de 10 años.

¿Las razones? En primer lugar, el retraso en la aplicación de los programas contra la mutilación genital femenina, que se basan en encuentros con las comunidades, la sensibilización de los jefes de las aldeas, las reuniones y el intercambio continuo de informaciones. Todo ello ha quedado en suspenso debido a los cierres causados por la covid-19 y la restricción de movimientos.

La mutilación genital femenina afecta a 200 millones de mujeres en el mundo y tiene consecuencias psicológicas y sanitarias devastadoras, según el último informe de Unicef. La mayor concentración se produce en África, donde 27 Estados siguen registrando distintos porcentajes de esta violencia de género, incluidos aquellos que la declararon ilegal mucho antes que Sudán. Estos porcentajes varían del 95% de mujeres que han sufrido la mutilación en Guinea al 76% de Burkina Faso; del 65% de Etiopía al 24% de Senegal; hasta países donde la práctica es marginal, pero aún no se ha erradicado, como Benín (9%) y Togo (3%).

“Los nuevos datos muestran el impacto catastrófico que la covid-19 podría tener pronto en las mujeres y las niñas de todo el mundo”, afirma la directora del UNFPA, Natalia Kanem. Aunque son solo cálculos: “Las proyecciones ofrecen una visión alarmante sobre el futuro de las mujeres y las niñas, a menos que se hagan urgentemente esfuerzos para garantizar su bienestar y sus derechos”.

Cuatro mujeres sudanesas caminan juntas por un barrio de la capital del país, Jartum, el pasado 5 de mayo de 2020, pocos días después de que Sudán prohibiese por ley la práctica de la mutilación genital femenina.
Cuatro mujeres sudanesas caminan juntas por un barrio de la capital del país, Jartum, el pasado 5 de mayo de 2020, pocos días después de que Sudán prohibiese por ley la práctica de la mutilación genital femenina. ASHRAF SHAZLY AFP

Es probable que las mutilaciones genitales femeninas aumenten también debido a la crisis económica y la consiguiente pobreza, que es el principal motor de los matrimonios infantiles que, en países en los que se sigue esta tradición, van precedidos del “corte” de la niña para que llegue pura a la boda. “Las familias pobres tienen más probabilidades de casar a sus hijas en tiempos de estrés económico, para aliviar la carga que supone cuidarlas”, subraya Natalia Kanem.

Judy Gitayu, coordinadora regional en África de la campaña Equality Now, ha observado que también el cierre de las colegios durante la pandemia puede ser perjudicial, y no solo desde el punto de vista educativo. “Las escuelas, en general, son lugares seguros para las niñas”, asegura, “y aquellas que no asisten a clase son más vulnerables a la violación de los derechos humanos, incluida la explotación sexual y laboral, la mutilación genital, el embarazo precoz y el matrimonio infantil. Además, las escuelas suponen un canal para denunciar violaciones o amenazas y tomar medidas; la pandemia ha bloqueado esta importante fuente de salvaguardia, lo que seguramente se traducirá en una menor protección para las niñas y una menor responsabilidad para los autores del delito”.

También hay quienes aprovechan el encierro para retomar de nuevo campañas a favor de la mutilación genital femenina, que se presenta como una tradición cultural típicamente africana que debe mantenerse para preservar su identidad étnica. Lo denuncia, en Nairobi, en Kenia, Everlyne Komba de la red EndFGM: “En las comunidades donde la mutilación genital femenina está profundamente arraigada, la niña no tiene otra opción, no puede negarse sin pagar un precio social, físico o cultural muy alto. En situaciones de emergencia como la que estamos experimentando debido al virus, esas consecuencias degeneran en intolerancia extrema o en etnoterrorismo, o incluso en sanciones sociales como la marginación dentro de la comunidad, el abuso psicológico, o la maldición, la excomunión y las amenazas de muerte”.

Tomemos el ejemplo de Kenia, considerado el país más avanzado del África subsahariana en la lucha contra la mutilación genital femenina, con un porcentaje de víctimas en constante disminución (actualmente, el 21%). El Gobierno de Uhuru Kenyatta se ha comprometido a suprimirla por completo de aquí a 2022, es decir, ocho años antes que el quinto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU. “Una meta muy ambiciosa”, comenta Komba, que ahora se enfrenta a un movimiento pequeño pero decidido que se opone a la criminalización de esta práctica.

«La pandemia ha creado las condiciones ideales para que estas personas persigan sus motivaciones perversas, aprovechando que las instituciones están completamente enfocadas en responder a la covid-19 y, por lo tanto, prestan menos atención a otros asuntos». La activista africana comunica que ha recibido noticias directas de niñas a las que mutilaron clandestinamente (en Kenia se considera un crimen desde 2001), y lo mismo cuenta la psicoterapeuta y feminista de origen somalí Leyla Hussein, que ha fundado en Reino Unido, donde vive, varias asociaciones que brindan apoyo psicológico a las víctimas de la mutilación genital: “En este período, estoy dando apoyo a través de Internet a muchas activistas de África”, explica. “Una de ellas me dijo que en su aldea mutilaron a 45 niñas en una mañana. Por supuesto, la pandemia está matando a muchas personas, pero creemos que, en el mundo, cada 11 segundos se le corta el clítoris a una niña. ¿Por qué no podemos preocuparnos también por esto? Sin embargo, el aumento de esta violencia contra las mujeres tendrá un gran impacto en comunidades enteras”.

De hecho, en toda África se alzan voces que invitan, en este período de covid-19, a no bajar la guardia en lo relativo a los derechos de las niñas. En Ghana, la actriz Yvonne Ossei, protagonista de una serie de televisión que habla precisamente de la mutilación genital femenina, no pierde ninguna ocasión de recordar públicamente a sus compatriotas que no se escuden en la pandemia para no denunciar los abusos contra las mujeres. En Kenia, en el condado septentrional de Samburu, Bernadette Loloju, del organismo gubernamental Anti-FGM, declaró a la agencia Reuters que el cierre de escuelas desde el 16 de marzo ha provocado un aumento de la mutilación genital. “Se ha detenido incluso a una madre que hizo que mutilaran a su hija de 12 años”, refiere, “y las autoridades nos pidieron a los técnicos y a los jefes de la aldea que visitáramos las comunidades rurales del condado para vigilar”.

En el sureste de Nigeria, Kenneth Ehouzou, del UNFPA, ha observado que durante el confinamiento es casi imposible vigilar a las comunidades, y que el alto riesgo de mutilación genital también se debe a la falta de apoyo social a las niñas, obligadas a recluirse en su entorno familiar. En otras palabras, si los padres deciden mutilar a su hija, ella no puede pedir ayuda a nadie.

En Tanzania, la ONG Hope reunió a expertos internacionales (todos a través de Internet) para buscar la mejor manera de lidiar con el posible aumento de las mutilaciones clandestinas debido al nuevo coronavirus: “En la región de Mara”, señalan desde Hope, “el 32% de las mujeres han sufrido la mutilación genital. Hope ha abierto dos casas refugio para niñas que huyen de esta práctica: llegan por la noche, con lo puesto, y les ofrecemos seguridad, educación y esperanza. Ahora nos preguntamos cómo equiparnos para un posible aumento de casos”.

En Nigeria, donde más de 40 millones de mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sufren la herida de una mutilación genital, durante un foro organizado en Lagos por la fundación Think Right, varias asociaciones han pedido al Gobierno federal que, durante esta pandemia, redoble sus esfuerzos contra esta forma de violencia. “Nunca quise circuncidar a mi hija de 10 años, a pesar de la presión de la familia de mi marido”, contaba la activista Foluke Olowoyo durante el foro, “pero cuando fuimos a visitarlos con ocasión de un funeral en el estado de Ekiti, al suroeste del país, los parientes cogieron a la niña y la mutilaron a la fuerza, y luego trataron de aplacar nuestra ira diciendo que el clítoris es un tabú y que una niña no circuncidada sufrirá graves consecuencias en la vida. Mi hija desarrolló una infección y poco después murió. Esta es la realidad de la mutilación genital femenina”.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/11/planeta_futuro/1589200091_762767.html

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‘Filósofas en la Historia’: el proyecto audiovisual que las hace ‘visibles’

Por: Laura Román

‘Filósofas en la Historia’ es un proyecto audiovisual llevado a cabo por tres docentes del IES Aramo (Oviedo) en el que se destaca el papel de las mujeres filósofas a lo largo de la historia. Dirigido a los estudiantes de Secundaria y Bachillerato, el objetivo es reconocer el papel de la mujer en esta disciplina a través del análisis, entrevistas a filósofas actuales y extractos de películas.

¿Quiénes son las filósofas españolas más relevantes? ¿Cuáles fueron las mujeres filósofas que destacaron en la Edad Antigua, la Edad Media y el Renacimiento, la Edad Moderna y la Contemporánea? Estas preguntas encuentran sus respuestas en ‘Filósofas en la Historia’, un proyecto audiovisual que a modo de documental cuenta la vida y obra de diferentes mujeres filósofas destacadas en la historia, pero a las que no se les da reconocimiento en los libros de filosofía ni en Secundaria ni en Bachillerato. Orquestado por tres docentes de la materia del IES Aramo en Oviedo (Asturias) también han contado con la colaboración de profesores de la Universidad de esta ciudad.

Objetivo: hacerlas visibles

Paz Pérez Encinas, Salvador Centeno Prieto y Manuel Gereduz Riera son los tres profesores de filosofía que han llevado a cabo el proyecto para sacar de la ‘invisibilidad’ a un gran número de mujeres filósofas a lo largo de la historia. El objetivo ha sido introducirlas en la tarea docente y darlas a conocer entre los estudiantes de Bachillerato, primero, y entre los de Secundaria después.

Una cuestión que rondaba en sus cabezas desde hace dos cursos. “La idea de introducir a las filósofas en nuestra práctica docente diaria surgió por ‘pura necesidad’. Las preguntas sobre la existencia de las filósofas y sobre su pensamiento se planteaban en clase, cada vez con mayor frecuencia. No fue fruto de un planteamiento teórico, sino de la propia ‘praxis’ educativa”, comentan los docentes.

El proyecto, en formato audiovisual, está dividido en diferentes vídeos según la época histórica: Edad Antigua, Edad Media y el Renacimiento, la Edad Moderna y la Contemporánea, y en ellos tanto los profesores del instituto como el profesorado universitario van explicando las labores y logros académicos de mujeres como Hipatia, Sor Juana Inés de la Cruz u Olympe de Gouges, entre muchas otras, que se combinan con extractos de películas y entrevistas a filósofas actuales.

Paz, Salvador y Manuel comentan que la nula aparición de estas mujeres en las programaciones de la asignatura de Historia de la Filosofía, en Bachillerato, les llevó a comenzar la investigación educativa. Aunque no fue tarea fácil: “La obra filosófica de las mujeres, enmarcada en un relato histórico, es poco conocida. Existen pocos estudios completos sobre ellas y, menos aún, con un hilo conductor que las vincule con su época y con la historia”.

Por ello, se dieron cuenta enseguida de la envergadura de dicho trabajo y ampliaron su red de colaboradores. “Han colaborado profesores de Filosofía de la Universidad de Oviedo como José Antonio Méndez Sanz y Noelia Bueno junto con la profesora de la Facultad de Derecho, también de la misma Universidad, Isabel Núñez Paz. Además, hemos contado con la posibilidad de realizar entrevistas significativas a los investigadores Paula Garay y Pedro Riesco”.

guía docente Filósofas en la historia

Por supuesto también contaron con ayuda para la parte técnica: “Mouayad Nasser Zahra, refugiado internacional sirio en Asturias, que salió de Damasco por la situación en guerra de su país se ofreció, de forma voluntaria y altruista, a realizar todo el soporte técnico, y Asunción López Reguera, trabajadora sanitaria, que por interés intelectual quiso contribuir y ofrecer su apoyo para la realización del vídeo”, destacan.

Repercusión dentro y fuera del aula

El proyecto se ha trabajado fundamentalmente en las aulas de 1º de Bachillerato y 4º de la ESO. E incluso se pudo traspasar a otras fechas importantes, como el 8 de marzo. “El resultado ha sido claramente positivo. Desde este material docente, los alumnos han elaborado distintos ‘carteles’ y presentaciones para celebrar el 8 de marzo con la figura de las filósofas”, explican los docentes organizadores.

Mientras que en 2º de Bachillerato, les ha servido para estudiar la Ilustración y otras cuestiones históricas desde la perspectiva de estas mujeres filósofas. “Justamente en este nivel es donde reivindicamos un ‘espacio legal’ para la presencia de las ‘Filósofas en la Historia’. No es simplemente dar a conocer a las autoras, no sólo ‘anunciar’ su obra, sino también ‘denunciar’ su situación en las programaciones docentes”.
Filósofas en la Historia

Fuera del centro educativo, el proyecto también se ha dado a conocer en diferentes espacios, como el Club de Prensa Nueva España, en Asturias, o en Madrid a través de una mesa redonda. Por último, el Centro del Profesorado y Recursos de Oviedo cuenta con el material para su divulgación y para realizar cursos de Formación al Profesorado. “También disponen de una guía docente para poder trabajar el documental en el aula”, concluyen los docentes.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/filosofas-en-la-historia/

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La igualdad sigue sin llegar a la ciencia ni a la tecnología

Europa/España/14 Mayo 2020/elpais.com

A pesar de ser mayoría entre la población universitaria, la presencia de la mujer en las disciplinas de estudio científicas y tecnológicas sigue siendo muy inferior a la del hombre

Si juzgáramos por los números, hace años que pensaríamos que las mujeres mandan en la universidad española: del aproximadamente millón y medio de estudiantes, ellas representan el 55,2 % de los matriculados, 10 puntos más que los hombres. Pero se trata de una presencia muy poco homogénea que resulta especialmente evidente en las llamadas disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), donde apenas un 18 % de los alumnos son mujeres; mientras que la representatividad se invierte en las disciplinas de carácter más artístico y social: las universitarias son el 70 % de las matrículas en Ciencias de la Salud, el 61,6 % de Artes y Humanidades y el 59,8 % de Ciencias Sociales y Jurídicas.

Esta es una foto que ha cambiado muy poco a lo largo de los años, y que debería invitar a cuestionarse seriamente el porqué: aunque el porcentaje fluctúa desde el 12,93 % de las estudiantes de Informática al 25 % de Ingenierías o el 41,87 % de Ciencias, está siempre muy por debajo de su presencia en la universidad. “Es un tema complejo porque influyen muchos factores, desde estereotipos culturales a mensajes en los medios de comunicación y dentro de las propias familias, que llegan a las niñas desde que son pequeñas”, cuenta Isabel Tajahuerce, delegada para Igualdad del rector de la Universidad Complutense de Madrid y profesora de Comunicación y Género. “Además, el profesorado no tiene formación de género (ni el de los colegios, ni el de los institutos, ni el de la universidad), y esto es muy importante a la hora de formar a quien luego, a su vez, debería a educar a otros con una perspectiva de género que explique el porqué de la desigualdad en la sociedad”.

Eliminar los estereotipos

Las imágenes que persisten en el imaginario colectivo del ingeniero, normalmente un hombre, o del informático como alguien friqui con dificultades para relacionarse con los demás son solo algunos de los prejuicios y estereotipos arraigados en la sociedad. Ideas preconcebidas que, a juicio de los expertos, vienen reforzadas desde la infancia a través de los medios, de la educación e incluso de las familias: “Normalmente das al niño juegos de construcciones, grúas, coches y aviones, y a las niñas, muñecas. Ahí estás ya diferenciando y fomentando una serie de condiciones. A ellas también hay que darlas todo eso, para favorecer su curiosidad y su interés por saber de qué están hechas y cómo funcionan las cosas”, afirma Tajahuerce.

Los estereotipos llegan también a través del entretenimiento: “Por muchas campañas de promoción de las mujeres STEM que hagas en los medios de comunicación o en las escuelas, si luego el alumno pone YouTube o la televisión y se encuentra con que el personaje asociado a la ciencia es un chico friqui, la socialización expulsa a las chicas. Si se quiere reducir el diferencial de género, hay que trabajar en los medios y en la ficción; estamos vendidos al contexto mediático general”, sostiene Rafael Conde, director del grado de Artes Digitales de la Universidad Camilo José Cela. Este académico lleva más de una década de profesor en grados como el de Diseño de Videojuegos, con aulas casi exclusivamente ocupadas por chicos, principalmente en las especialidades de diseño y programación.

La existencia de desigualdades de género en el acceso y participación de las chicas en los ámbitos TIC genera un alto grado de injusticia social, asegura Milagros Sáinz, investigadora líder del grupo de Género y TIC de la Universitat Oberta de Catalunya: “No es de justicia social creer que las niñas no tienen talento suficiente para la ciencia y la tecnología cuando sacan notas equiparables o incluso superiores a sus compañeros. Tampoco lo es invisibilizar de manera sistemática las contribuciones de las mujeres a la ciencia y la tecnología en los libros de texto y materiales didácticos de todas las materias (no solo STEM), desde la infancia hasta la edad adulta. Como tampoco lo es discriminarlas a nivel salarial, teniendo tantas competencias como sus compañeros, o impedir su avance y promoción académica y profesional”.

Iniciativas para fomentar las vocaciones

Los esfuerzos desarrollados en muchos países para desterrar estos estereotipos de género, fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas entre las chicas y facilitar referentes femeninos a las niñas de Primaria y Secundaria han sido numerosas. Espacios públicos como ChicaStem o el Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación, creado en 2019 para “combatir cualquier discriminación por razón de sexo, garantizar la igualdad de oportunidades y aumentar la presencia de mujeres en todos los ámbitos de la vida científica y universitaria”.

Por su parte, el proyecto Por qué tan pocas, presentado en junio de 2019 por la Universidad Complutense, consta de un largometraje y 20 píldoras audiovisuales con las que se pretende visibilizar el papel de las mujeres españolas en los campos de la tecnología y la ciencia, con referentes como Margarita Salas (bioquímica), María Blasco (bióloga), Elena García (ingeniera robótica) o Clara Grima (matemática). Todo con el objetivo de alejarse también de los estereotipos respecto a lo que son en realidad estos campos del saber, acercándolos a la ciudadanía y explicando lo que se está haciendo. “Hay como una idea establecida en la sociedad de que es algo muy complicado y difícil de entender. Tenemos que romper con eso, porque si lo acercamos habrá mucho más interés”, argumenta Tajahuerce.

“A consecuencia de los estereotipos, hay menos mujeres en estas disciplinas, lo que a su vez lleva a que haya menos modelos y provoque que los estereotipos se refuercen”, explica Carmen Fenoll, presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT). Desde la asociación, trabajan con las administraciones para reducir la brecha de género, y en cada territorio desarrollan actividades para fomentar esas vocaciones entre las niñas a través de programas de mentoría, charlas y otras jornadas. “Para despertar las vocaciones, hay que ir a las escuelas, para que vean que no eres ninguna rata de laboratorio. A todo el mundo le gusta leer sobre ciencia y entender el mundo que les rodea, y sentir que ellas pueden ser protagonistas de esos avances científicos. Un buen divulgador debe ser capaz de contagiar su amor por la ciencia”.

La paradoja de la igualdad de género

Aunque pueda parecer contradictorio, los países con un mayor índice de igualdad presentan una proporción menor de mujeres cursando disciplinas STEM que otros donde se considera que no hay igualdad de género. Así lo afirma un estudio de la Universidad de Leeds (Reino Unido) y la Universidad de Missouri (Estados Unidos), publicado en 2018 en Psychological Science. Es la conocida como “paradoja de la igualdad de género”, que reveló que, en países como Albania y Argelia, el porcentaje de mujeres graduadas en STEM era superior al de otros como Finlandia, Noruega o Suecia.

Para los investigadores, esto podría deberse a que los países con menor igualdad a menudo presentan una asistencia social más reducida y condiciones de vida más difíciles y menos seguras, lo que hace más atractiva la elección de una carrera en el ámbito STEM, por lo general mejor remunerada. Por el contrario, las naciones con una mayor igualdad de género suelen ser estados de bienestar más desarrollados que garantizan un alto nivel de seguridad social a sus ciudadanos, y ello permite a las mujeres realizar elecciones menos basadas en factores económicos.

Desigualdad salarial

La brecha de género no se deja ver tan solo en las elecciones académicas de los estudiantes universitarios. De acuerdo con el reciente estudio de la consultora especializada en employer branding Universum, las expectativas salariales de los universitarios y universitarias varían considerablemente, y siguen en aumento: de media, los hombres esperan recibir un salario anual de 24.536 euros, mientras que las mujeres lo cifran en 19.247, más de 5.000 euros menos; una diferencia que también se observa de forma general entre los alumnos de las universidades públicas (21.232 euros) y las privadas (24.454).

Las diferencias de género se dejan ver también en cuanto a las áreas donde unos y otras prefieren desarrollar su carrera profesional: las que más les interesan a ellos son la industria aeroespacial, el sector bancario y la consultoría estratégica; a ellas, los sectores de publicidad, marketing y relaciones públicas, las artes y el entretenimiento, y la moda, los accesorios y los artículos de lujo.

Escasa representatividad universitaria

Pero la brecha de género no se limita solo al alumnado de las universidades, como señalan los expertos. “De todos los catedráticos de las universidades españolas, solo el 20 % son mujeres; y lo mismo ocurre en la escala superior de los centros de investigación, a pesar de que ya hace años que hay más mujeres graduadas que hombres”, recuerda Fenoll.

La diferencia es a su vez notoria entre el personal investigador de las universidades públicas y organismos públicos de investigación (OPIs), y denota el mismo sesgo de género observado ya entre los estudiantes de las diferentes áreas del conocimiento, según se observa en el informe Científicas en cifras 2017, del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Así, los ámbitos donde se detecta una mayor presencia femenina son los de humanidades (47 % en 2016), ciencias sociales (46 %) y ciencias médicas y de la salud (44 %), mientras que el porcentaje disminuye según van adquiriendo un carácter más científico o tecnológico: 42 % en ciencias agrícolas, 34 % en ciencias naturales y solo un 28 % en Ingeniería y Tecnología. De media, el personal investigador femenino se mantuvo estable entre 2013 y 2016, en un 39 %.

La conciliación de la vida personal, laboral y familiar, y la eliminación de barreras de género en el acceso y promoción de la carrera investigadora es, según dicho informe, una prioridad para la mayoría de universidades públicas y privadas (72 %) y OPIs (83 %), si bien no sucede lo mismo cuando se trata de la promoción de las vocaciones STEM en niñas y jóvenes a través de acciones específicas como los programas de mentoría (en un 80 % de las universidades públicas, pero solo un 44 % de las privadas y un 63 % de los OPIs).

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/economia/2020/05/13/actualidad/1589374255_577845.html

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La pandemia golpea a las mujeres mexicanas desde varios frentes

América/México/13/05/2020/Autor: Sally Palomino/ Fuente: elpais.com/

ONU Mujeres señala un aumento en los casos de violencia, sobrecarga en las tareas domésticas y precarización laboral.

Las tres horas que Cristina Gallegos está metida en el transporte público para ir y volver de su casa al trabajo es el único tiempo libre que tiene en el día. Vive en Valle de Chalco, un municipio del Estado de México, y trabaja en el Paseo de la Reforma en la capital del país. Durante su jornada laboral, de ocho horas, limpia entre seis y ocho apartamentos en un edificio que renta a viajeros. Al regresar a su vivienda continúa limpiando. Sin pago y sin descanso. No se queja, dice que a las mujeres que son madres les toca cuidar de su familia, pero reconoce, a manera de desahogo, que está cansada. Ahora más. Desde que la pandemia por el coronavirus obligó a suspender las clases presenciales en las escuelas, además de limpiar, lavar, planchar y cocinar, debe hacer de profesora de su hijo de seis años. Llega del trabajo, se quita los zapatos y empieza otra jornada. “Apenas me doy un respiro antes de hacer de comer, ver qué tareas tiene el niño, revisar si lo hizo bien, explicarle y responder el whatsapp a la maestra, que hasta en la noche escribe. Las mamás no tenemos descanso”, repite Gallegos, de 42 años, en un tono de resignación.

El cuidado de personas y de hogares en México recae principalmente en las mujeres. En promedio invierten 39 horas semanales en este trabajo no remunerado. Es el triple de horas en comparación a los hombres, según cifras del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres). “Estamos observando que las desigualdades de género que preexisten a una crisis sanitaria como esta se profundizan en el momento de una emergencia”, apunta Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México. No solo es que ahora tengan más carga en sus casas, también es que al cerrar la puerta la violencia las acecha. Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador niega que las agresiones hayan aumentado en los días de confinamiento, la realidad demuestra lo contrario. La Red Nacional de Refugios señala que las peticiones de asilo para estos hogares que ofrecen protección aumentaron en las primeras semanas de aislamiento en un 30%, y solo en marzo, los ingresos a estos lugares crecieron un 12%. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reporta que, entre enero y marzo, la línea de emergencias recibió 67.000 denuncias relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer, 57.900 por violencia de pareja y 170.000 por violencia familiar. El hogar no siempre es un lugar seguro. Durante estos primeros meses además se registraron 244 feminicidios.

“La manera en que la crisis sanitaria afecta a las niñas y a las mujeres es distinta con respecto a cómo afecta a los hombres. La violencia se está exacerbando, el impacto económico es peor. Están enfrentando mayor vulnerabilidad. En México, casi un 60% de mujeres trabaja en el mercado informal. Eso hace que millones hoy puedan estar en la pobreza y sin acceso a servicios de salud”, dice Sanz Luque. No solo es la sobrecarga de trabajo dentro de las casas y la violencia, también es la precarización laboral.

“Hemos conocido casos de mujeres que valientemente habían tomado la decisión de separarse de sus parejas porque eran víctimas de violencia y habían logrado buscar alojamiento, pero producto de las medidas que se han tomado y de no tener estabilidad ni sustento económico han tenido que regresar. La violencia no se rompe solo con salir de un lugar, también necesita garantías económicas”, reflexiona la vocera de ONU Mujeres en México, desde donde también llaman la atención sobre la urgencia de proteger a quienes están en la atención primaria de la crisis desde el ámbito sanitario. Las mujeres ocupan el 79% del personal de enfermería y ejercer su profesión les ha costado intimidaciones y agresiones. A final de abril, la Secretaría de Gobierno de México registraba 47 acciones violentas hacia el personal médico, el 70% tuvo como blanco a las mujeres.

“Tenemos que reconocer el impacto específico de esta crisis en las mujeres y a la hora de poner en marcha un plan de recuperación deben estar en el centro. La manera en que la pandemia ha sacudido a nuestras sociedades y ha puesto al desnudo lo que se necesita cambiar es justo una oportunidad hacia la igualdad de género, el cambio que más necesitamos”, dice Sanz Luque. Aunque el coronavirus es más letal en los hombres, las mujeres sufren más durante el confinamiento y en México son golpeadas desde varios frentes.

La Red Nacional de Refugios pide atención

La primera semana de mayo, algunos de los 69 espacios de atención y protección que hacen parte de la Red Nacional de Refugios (RNR) estaban hasta al 100% de su capacidad. Los que todavía tenían lugar rozaban el 80%. La alerta de que puedan aumentar en los próximos días las solicitudes para entrar en estos lugares, obligó a la RNR a enviar una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador exigiendo atención y exponiendo las preocupaciones frente a la dificultad para garantizar la protección a las mujeres violentadas.

“No se cuenta con recursos extraordinarios para que los Refugios hagan frente a la contingencia sanitaria, como lo son las Casas de Emergencia, que permitirían mitigar la propagación del coronavirus dentro de los Refugios, así como las Casas de Transición para aquellas mujeres que al finalizar su proceso no cuentan con opciones de vivienda, y ahora menos ante el impacto económico que la covid-19 representa para las mujeres”, señalan en la carta. Aseguran que las medidas de austeridad publicadas el 23 de abril podrían tener implicaciones en los programas orientados a garantizar los derechos humanos de las mujeres, sobre todo los destinados a la atención y prevención de las violencias.

Desde la ONU se unen al llamado de la RNR y piden reforzar el financiamiento de refugios de acogida para mujeres que enfrentan alto riesgo de violencia. Además de que se facilite el acceso a la justicia a través de mecanismos virtuales y alternativos.

Fuente e imagen: https://elpais.com/internacional/2020-05-11/la-pandemia-golpea-a-las-mujeres-mexicanas-desde-varios-frentes.html

 

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