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#IamMySong: Las mujeres afganas se niegan a dejar de cantar

Mujeres afganas asisten a un acto para celebrar el Día de los Derechos de la Mujer en Kabul, el domingo 7 de marzo de 2021.

En Afganistán, una nota del Ministerio de Educación del 10 de marzo ha levantado una ola de ira en las redes sociales, ya que prohíbe a las niñas de 12 años o más cantar en la escuela. El movimiento «#IamMySong» se lanzó en Twitter con una petición en línea que reunió más de 100.000 firmas. Desde entonces, el ministerio ha retirado su nota, modificándola, torpemente. Pero el daño está hecho y la movilización continúa.

Ahmad Sarmast fue quien empezó el movimiento. Es el fundador del Instituto Nacional Afgano de Música (ANIM), el único centro de aprendizaje musical del país, amenazado por los talibanes, entre otros, desde su creación en 2010.

El 10 de marzo, Ahmad Sarmast tuiteó, con el hashtag #IamMySong: «El acceso a la música y al canto es uno de los derechos humanos y ciudadanos más básicos, ni la discriminación ni el sectarismo deben impedir que las mujeres accedan o enseñen este sublime arte». El tuit terminaba con esta invitación: «Únase a la campaña cantando una canción en apoyo del derecho a la música y a la libertad de las mujeres afganas».

 

 

Hace unos días, el hashtag tenía más de 600.000 publicaciones en su haber, y vídeos de mujeres públicas en Afganistán comenzaron a proliferar en la red, como la de Shaharzad Akbar, directora de la comisión independiente de derechos humanos, mirando a la cámara con un velo carmesí en la cabeza.

 

 

Numerosos activistas de derechos humanos se manifestaron para exigir la retirada de estas notas enviadas a las escuelas. Y funcionó. El ministerio habló de un error en la redacción, de un malentendido explicando que la nota se refería a niñas y niños, y que se trataba más bien de evitar cualquier reunión por la pandemia de Covid-19. Pero nadie cree estas explicaciones, y la campaña sigue su curso.

Para muchos, la nota del ministerio es una prueba de que dentro del propio gobierno afgano, el conservadurismo religioso es la norma. Es una reminiscencia de los oscuros días del régimen talibán entre 1992 y 1996, que prohibía a las mujeres salir de casa sin burka y sin estar acompañadas por un hombre, un régimen que prohibía la educación de las niñas.

Este paso en falso se produce en un momento en que el gobierno está negociando con los talibanes un acuerdo de paz en Doha. Y según una parte de la población, Kabul debería defender los derechos de las mujeres en estas negociaciones, y ¿cómo podría hacerlo si no lo hace dentro de su gobierno y en los territorios que controla? Los defensores de los derechos humanos y de la educación en Afganistán exigen una investigación sobre lo ocurrido.

Fuente: https://www.rfi.fr/es/oriente-medio/20210315-iammysong-las-mujeres-afganas-se-niegan-a-dejar-de-cantar

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Ron Davis Álvarez, el maestro que hacer soñar a niños refugiados. África

El violinista, director artístico de El Sistema Suecia y fundador de la Dream Orchestra, recibió el Premio de Pedagogía Göran Lagervalls que otorga la Real Academia Sueca de Música. Su labor como profesor en el país escandinavo la realiza con niños de Medio Oriente y África que huyen del horror de la guerra. Considera que la docencia es una labor hermosa y cree en el poder transformador de la música.

Desde que era niño Ron Davis Álvarez soñaba con recorrer el mundo. La vida y su esfuerzo de hormiguita, como él lo llama, le han permitido visitar más de 20 países, siempre con una misión: el director de orquesta y violinista quiere enseñar y empoderar a niños y jóvenes refugiados a través de la música. Desde 2015 trabaja en Suecia para brindarle esperanza a los pequeños que huyen de la crisis y del terror que vivían en sus países. A finales del año pasado su trabajo como docente en el país escandinavo fue reconocido. El 30 de noviembre la Real Academia Sueca de Música le concedió el Premio de Pedagogía Göran Lagervalls.

“Ese premio que me gané tiene sello sueco, pero también venezolano. Que digan que el venezolano Ron Davis Álvarez hace soñar a otros niños que están en Mamporal o en Tucupita diciendo ‘yo también puedo hacer eso’. Se trata de ese niño que está tocando con tres cuerdas porque no hay recursos para comprar la cuarta cuerda del violín y está interpretando a Tchaikovsky porque su nivel musical es increíble gracias a la labor de El Sistema. Y mira lo que está haciendo este venezolano que es de Guarenas y Guatire, eso puedo alcanzarlo yo también. Estoy comprometido a ayudar a los niños en Suecia, pero también a todos aquellos que necesiten de mi vocación y de lo que amo”, afirma.

Álvarez recuerda que el maestro José Antonio Abreu hablaba sobre cómo los miembros de El Sistema, en especial los profesores, son apóstoles en su labor como maestros. El director de 34 años de edad cumple con esa premisa al pie de la letra, pues actualmente es director artístico de El Sistema en Suecia, fundador de la Dream Orchestra en Gothenburg y la orquesta del Uummannaq Children’s Home en Groenlandia. También es embajador de la Varkey Foundation, trabaja de manera remota con profesores en formación a través de la Pendo Amani Youth Organization en Kenia y da clases virtuales en el proyecto Side by Side.

Cómo funcionan las postulaciones para el premio Göran Lagervalls es un misterio para el galardonado, pero sí sabe que debe venir, en parte, de varias instituciones culturales. Cuando recibió la noticia, dice haberse sentido como Harry Potter cuando finalmente recibió la carta para ir Hogwarts. “Fue una sorpresa, pensé que este premio se lo daban solo a suecos. La carta era muy formal, con sello y firma, como de una película de Harry Potter. Por supuesto, estaba en sueco y yo lo entiendo, pero no a la perfección. Una colega lo tradujo y decía que había recibido el reconocimiento. Estaba muy emocionando y nervioso porque, entonces, uno se convierte en vocero de todo lo que está haciendo”, comenta.

“Este premio es para los maestros, pero uno inmediatamente piensa en sus alumnos. Ver los cambios positivos, verlos felices es el mejor reconocimiento que puedes tener. Todo lo que se hace en este ámbito tiene una repercusión en la sociedad y esto inspira mucho a mis muchachos y a mí. Es ver el trabajo del docente como uno tan importante como el de un profesional que toca o el director de orquesta. Yo pienso que los maestros tienen la labor más hermosa del mundo a pesar de lo difícil que es su reconocimiento. Los profesores deben tener voz”, sugiere Álvarez, quien en 2017 fue reconocido como uno de los mejores 50 maestros del mundo en el Global Teacher Prize de la Fundación Varkey.

Además del premio y la gala virtual del Göran Lagervall, Álvarez recibió buenas noticias la primera semana de diciembre. Firmó un contrato con la Gothenburg Symphony Orchestra para dirigirla a partir del primer trimestre de 2021, y también se encargará del proyecto Side by Side, con el que trabaja desde hace cinco años. “Yo creo que los sueños que tienes desde niño sí se hacen realidad. Quizá tardan en llegar, pero son posibles. Claro, debes trabajar muy duro por ellos, no caen de repente, pero creo en esas cosas. El trabajo de hormiguita es el que te permite cumplir las metas”, asegura.

El docente ha trabajado en los 40 núcleos de El Sistema en Suecia y para ello se inspira en el modelo que el maestro José Antonio Abreu concibió hace 45 años. También lo motiva la experiencia que acumula de sus tres años en Groenlandia, así como su paso por Dinamarca y Suecia, donde ha tenido la oportunidad de entender que no posee la verdad absoluta y que se puede aprender a diario. También sabe que cada cultura tiene algo que enseñarle y que él, como venezolano, puede enseñar de la suya.

“Un maestro necesita muchos elementos. Los 16 hábitos de la mente, ser apasionado, tener vocación, tomar riesgos con seguridad, tener disciplina y ser planificado.Tiene mucho que ver la metodología con la que adaptas el programa para enseñar y, sobre todo, creo que el mejor docente es aquel que sabe escuchar. Cuando aprendes a escuchar, aprendes a enseñar. Siento que una de las cosas que he aprendido dando clases es a ser un poco más paciente; soy una persona muy eléctrica y eso me faltaba. También he aprendido sobre mí, porque si uno no está bien, o no se quiere a uno mismo, es difícil ayudar a los otros. Ahora no veo mi vida haciendo otra cosa que no sea dar clases”, destaca.

En Suecia, así como en otros países europeos, la música clásica es elitista. Algo que Davis pretende cambiar. Quiere que a las konserthus (sala de conciertos) no vaya solo la gente que aprendió a ir, sino todos aquellos que se sientan motivados a escuchar una orquesta tocar alguna sinfonía. En el país escandinavo ya son más de diez mil niños los que forman parte de El Sistema, y los núcleos son extensiones del esfuerzo y cariño que promueven sus docentes. Él se considera una persona enérgica y cree que por ello ha logrado inspirar a otros educadores y alumnos en un país al que, cree el músico, le faltan sol y sonrisas.

A pesar de que no sabía que era su vocación, desde los 14 años de edad el violinista daba  clases a sus compañeros de El Sistema. “Yo me quitaba el uniforme para que los muchachos no supieran que su profesor estaba en el liceo”, confiesa. Las lecciones comenzaron en los núcleos de Guarenas y Guatire, pero luego pasó a otras ciudades y, años más tarde, impartió clases magistrales fuera de Venezuela. Compartió con niños y jóvenes en Alemania, Bélgica, Chile, Chipre, Colombia, Corea del Sur, Dinamarca, Ecuador, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Groenlandia, Italia, Jordania, Kenia, México, el Reino Unido, Suecia y Turquía.

Ron Davis Álvarez se concentra en el trabajo con niños vulnerables. Ellos vienen de lugares donde la vida consiste en sobrevivir para escapar del horror. En sus maletas cargan el peso de traumas y experiencias difíciles. “Muchos de ellos no hablan, no sonríen”, dice. Los refugiados llegan de países del Medio Oriente y África, y con el tiempo consigue que se adapten a la sociedad donde esperan rehacer sus vidas. El tema migratorio en Suecia no es fácil, el venezolano ha visto a varios de sus alumnos deportados y eso, comenta, es de las cosas más difíciles de su oficio. “Es muy doloroso. Tú trabajas por el mejor futuro de los estudiantes, no quieres que los devuelvan al lugar donde están privados de hacer su vida”.

Pero estas experiencias no le impiden reconocer lo satisfactorio que resulta su trabajo. “Ver cuando mis niños y mi orquesta comienzan a soñar y sus metas se hacen realidad, te dice que debes seguir trabajando duro. La sonrisa es ese momento clave para el muchacho que viene escapando de un mundo trágico. Ser tú el que lo ayude a sonreír te hace preguntarte por qué no construir más sonrisas en el mundo”, añade Álvarez.

“Mi sueño siempre ha sido viajar por todo el mundo. También, darle acceso a la música a personas de diferentes lugares. En especial donde no hay teatros ni salas de conciertos. A mí me emociona mucho viajar y dar clases en sitios donde la gente no está pensando en eso. Ahorita mi sueño es el entrenamiento de docentes que estoy haciendo a través de la Dream Orchestra en todo el mundo. No hay nada mejor que multiplicar lo que uno hace y, además, aprender de otros”, afirma.

La creación de la Dream Orchestra era una necesidad cuyo origen se remonta al año 2015, cuando el músico venezolano recién llegaba a Suecia. En una estación de tren vio que desembarcaban muchos asilados de Siria y Afganistán, de diferentes edades, y pensó que, si trabajaría con inmigrantes y niños en El Sistema, también era oportuno darle espacio a jóvenes.

“Más allá del resultado técnico, la música es capaz de sanar y empoderar a los chicos: ayuda al desarrollo de habilidades socioemocionales, aprenden a escuchar y comunicar lo que sienten a través de sus instrumentos y dejan de sentirse solos porque la música, así como el fútbol, es una práctica colectiva que emociona. Es una oportunidad para mostrar sus debilidades y transformarlas, la vulnerabilidad nos hace más fuertes”, recalca Álvarez.

La crisis migratoria no solo ocurre en países en guerra, Venezuela es actualmente el segundo país en el mundo con mayor número de refugiados. Y este tema sensibiliza a Ron Davis Álvarez: “Hablar de esto me quiebra la voz porque mi familia padece lo mismo que miles de venezolanos. Pienso que todos estamos haciendo país desde la trinchera en que estemos y tratamos de darle aliento a los que están allá, a nosotros y a nuestros amigos que viven situaciones difíciles”, explica y además recalca la importancia de aplaudir el valioso esfuerzo que hacen los migrantes venezolanos que, pese a las circunstancias, están cambiando y aportando conocimiento al mundo.

Su formación comenzó cuando entró a El Sistema con 10 años de edad. Estaba determinado a tocar el violín. “Era eso o nada”, señala. Luego de estudiar cuatro años en los núcleos de Guarenas y Guatire comenzó a dar clases, y a los 16 ya dirigía orquestas. Al terminar bachillerato estudió en el Instituto Universitario de Estudios Musicales, actual Unearte, y participó en un programa de formación docente creado por la maestra Franka Verhagen, actual directora ejecutiva de la Dream Orchestra. Fuera de Venezuela realizó una serie de diplomados, entre ellos uno sobre cultura de Medio Oriente y otro de Didáctica y Comunicación.

“Vengo de un hogar que ha trabajado muy duro. Mi familia es de la parroquia San Juan, El Guásimo, Guarataro, pero nos mudamos a Guatire y Guarenas para alejarnos de la delincuencia. Mi abuela montó una bodeguita y yo la ayudaba en las tardes vendiendo chupi. Esa fue la primera vez que escuché sobre Beethoven y Mozart porque justamente vendiendo chupi vi a los muchachos salir de la orquesta, con su camisa blanca y el estuche. Se veían cool. Entonces, siempre quería estar involucrado con eso. Creo que de las adversidades nace la empatía y la curiosidad de ayudar a las personas a quienes les cuesta un poco más salir adelante”, cuenta Álvarez.

Entre sus referentes musicales destacan el maestro José Antonio Abreu, con quien aprendió los fundamentos de El Sistema y toda su metodología. También el violinista y conductor Simón Gollo, las maestras Franka Venhagen y Tupac Amaru Rivas, la compositora y profesora Violeta Lárez, y los maestros Gustavo Dudamel, Igor Lanz y Simon Rattle. Sin embargo, Álvarez reconoce y admira a todos los artistas venezolanos que triunfan en el exterior. De todos ellos, Álvarez quiere seguir sus pasos.

Álvarez

Al músico una anécdota le viene a la mente cuando piensa en su época de estudiante. “En Caracas fui alumno de Víctor Vivas. Llegué allí luego de que en la universidad no me fuera muy bien. Fui a audicionar con él porque un amigo me lo sugirió. Desde entonces ha sido un gran apoyo para mí. Vivas me dio un libro de Reiner María Rilke, Cartas a un poeta, que cambió mi forma de ver las cosas. Años más tarde, me escriben para decirme que la casa donde voy a vivir en Suecia es la misma donde vivió Rilke hace 100 años. Y no solo eso, tomé el libro y una de las cartas decía: ‘Mi estimado amigo, lamento que llevamos tanto tiempo sin hablar y que ahora nos volvamos a reencontrar’. Una locura”.

Particularmente, sobre el maestro José Antonio Abreu, quien para Álvarez es una fuente inagotable de inspiración, piensa que es una de las personas que siempre supo escuchar sin importar qué tan ocupado pudiera estar. “Para mí su visión es de las cosas más poderosas en el mundo. Su filosofía me la tomé muy en serio. Él es parte de la realidad de lo que somos como venezolanos, es una oportunidad de mostrarle a los otros que todo se puede lograr”.

El año pandémico no modificó demasiado la agenda de Álvarez: continuó con las clases presenciales (siguiendo todos los protocolos de bioseguridad) y las virtuales. Sin embargo, rechaza la decisión de cerrar los teatros y salas de conciertos cuando, por ejemplo, hay bares abiertos. “La pandemia ha afectado al sector musical. En muchos países se han cortado los recursos y cancelado grandes programas. Esto afecta a los artistas y músicos porque ellos viven también de lo que la gente ve y aplaude. Más que nunca se debe apoyar a todos aquellos que trabajan con herramientas blandas. Ellos son los que construyen las habilidades y valores que necesita el mundo”.

La última vez que el violinista estuvo en Venezuela fue en febrero de 2019. Dio clases por un mes junto con una profesora sueca en Mamporal, Los Teques y San Juan de los Morros. Cuando sea posible, desea volver porque sabe que la energía de los niños de El Sistema es positiva y quieren aprender a pesar de que no cuentan con todos los recursos para ello. Quiere apoyarlos y recordarles que en los momentos más difíciles siempre pueden enfocarse, trabajar duro y seguir adelante.

 

Cuando Ron Davis Álvarez tiene tiempo libre no para de aprender, pasa horas leyendo e investigando sobre temas que nada tienen que ver con la música. Además, se confiesa cinéfilo y disfruta ver películas de cualquier género: es una de sus actividades favoritas. Cada vez que puede escucha salsa y la baila también. Álvarez disfruta su tiempo en casa, y el hogar, dice, no es un lugar físico, sino donde sea que esté su esposa.

Desea que la instituciones musicales sean ejemplo de integración cultural y consigan sensibilizar a las personas con respecto a los inmigrantes. De esa manera podrían detener las injusticias que algunos gobiernos cometen. Su intención es multiplicar la idea de que estas personas que llegan a países buscando refugio pueden aportar mucho a la sociedad y no causar daño, como algunos piensas. Espera que los maestros sean apasionados porque son los promotores de que sí se pueden cumplir los sueños.

Fuente: https://www.elnacional.com/entretenimiento/ron-davis-alvarez-el-maestro-que-hacer-sonar-a-ninos-refugiados/

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Libro (PDF) ¿Qué está pasando? : cómo la música le da forma a lo social

Reseña:  CLACSO

¿Qué está pasando?: Cómo la música le da forma a lo social argumenta de manera efectiva que la música sirve como lenguaje central de la cultura negra y la experiencia moderna. Wilfried Raussert nos lleva por un viaje maravillosamente investigado a través de los mundos musicales de Brasil, Jamaica y el Sur de Estados Unidos, entre otros, mientras explora el impacto de la música negra en la política, la cultura, la literatura y los museos. William R. Ferris, Profesor emérito de Historia. Cátedra Joel R. Williamson: University of North Carolina at Chapel Hil

 

Autor/a:                               Kaltmeier, Olaf –  Raussert, Wilfried –  Raussert, Wilfried

 

Editorial/Editor: Center for InterAmerican Studies – CIAS
Año de publicación:  2020
País (es): Alemania
Idioma: Español
ISBN : 978-3-946507-44-4
Descarga:   Libro (PDF) ¿Qué está pasando? : cómo la música le da forma a lo social
Fuente e imagen:

 

http://biblioteca.clacso.edu.ar/
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La música, elemento imprescindible en el desarrollo de los niños

Por: ABC

La maestra Pilu Hernández Dopico recuerda que la música, además de ayudar a ejercitar la mente, ayuda a los más pequeños a memorizar y a entender mejor las lecciones.

Con motivo del día de Santa Cecilia, patrona de los músicos este 22 de noviembre, y con el reciente debate de la aprobación de la LOMLOE, en la que todavía no ha habido ninguna mención a la asignatura de música, desde El Pupitre de Pilu quieren recordar su importancia. «La música es un elemento imprescindible en el desarrollo de los niños. A través de ella los pequeños se pueden expresar de diferentes maneras, les lleva a aprender diferentes estados de ánimo y gracias a ella pueden interpretar cómo se encuentran», explica Pilu Hernández Dopico, maestra y CEO de El Pupitre de Pilu.

La música, además de ayudar a ejercitar la mente, ayuda a los más pequeños a memorizar y a entender mejor las lecciones. Por ello, la experta en educación destaca: «La música nos gusta a todos y hace los contenidos mucho más amenos e interesantes. Para los alumnos sería más fácil aprender los contenidos, de historia por ejemplo, con una canción».

La experta lamenta que la educación en música para muchos niños no vaya más allá de tocar la flauta dulce en las aulas de Primaria, aunque ahora con la pandemia se ha dejado de hacer: «Puede ser que haya un problema de base. Si se les enseñara a los alumnos a leer partituras, ellos mismos podrían seguir perfeccionando en casa. Pero la realidad es que muchos niños no saben diferenciar una figura musical negra de una blanca. Considero interesante que en Primaria se introdujeran a los alumnos diferentes instrumentos, para que ellos eligieran entre ellos y pudieran profundizar su aprendizaje en los siguientes cursos».

La música representa una parte fundamental en el desarrollo y aprendizaje de los más pequeños, pero sus alcances y beneficios todavía son grandes desconocidos para muchos. «Es una pena que no se le dé la importancia que tiene, hay que dejar de verla como una ‘maría’. La música es esencial para el crecimiento de los niños, ya no solo por su riqueza propia, sino porque ayuda a mejorar muchos aspectos primordiales, como el aumento de la capacidad cognitiva», concluye la maestra.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/estas-son-las-claves-para-involucrar-a-las-familias-en-el-aula/

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La práctica pedagógica y la enseñanza de la música

 El avance de la sociedad tiene un fundamento indispensable cuando se trata de consolidar el desarrollo del ser humano, así se trata de la educación como una disciplina de gran relevancia a lo largo del tiempo, ya que ha requerido de atención prioritaria por ser pilar en la evolución de la vida, incluso en la actualidad, demanda modificaciones profundas que le permitan al contexto educativo, presidido por los docentes y estudiantes responder al entorno externo y ser protagonistas de las transformaciones pertinentes y éticas, para posibilitarlo de herramientas requeridas, en la construcción de conocimientos con autonomía y pensamiento crítico, así se podrá procurar aprendizaje permanente y sobre todo, compromisos para fortalecer una sociedad más ecuánime y responsable,

En torno de esta idea Gómez, Guerrero y Buesaquillo (2012) definen la práctica pedagógica como “un espacio privilegiado donde se encuentran saberes sobre educación y acciones de enseñanza y aprendizaje, reuniendo docentes y estudiantes para estructurar relaciones de diversa naturaleza” (p.170). Son múltiples y de gran utilidad los elementos implicados en dichas relaciones para el beneficio del proceso formativo, al respecto Duque, Rodríguez y Vallejo (2013), manifiestan que estas prácticas pedagógicas requieren la utilización de la didáctica, el saber ser y hacer disciplinar, transferido igualmente para poder generar el abordaje del estudiante, como un proceso de pensamiento y desarrollo (p.17).

Una de las prácticas de mayor impacto en los estudiantes, se logra con la educación musical en función de un práctica pedagógica centrada en esta ciencia y arte, de allí que la música indiscutiblemente por su concepción simple, es la combinación de sonidos perceptibles al oído, con la intención de que sean disfrutados de manera efectiva y que cambien el comportamiento de los que la orienten en su ejercicio. Lewis Rowell (1999), amplía la definición de música hasta límites inesperados, dice: “la palabra música, como se suele usar, se puede referir a sonidos, a una hoja de papel, a un concepto formal abstracto, a una conducta social colectiva o a un modelo coordinado simple de impulsos neuroquímicos en el cerebro” (P.13). Profundizando en la concepción del tema, la música fortalece y evidencia el desarrollo cognoscitivo de cualquier educando, Según Campbell (2005), “el sonido y la música, son fundamentales para mantener la buena salud y desarrollar habilidades de comunicación.” (p. 163).

En lo que compete al área del saber musical, específicamente con relación a los programas e instituciones dirigidas a la formación académica musical en Latinoamérica, se considera tomar las ideas más innovadoras de cada nación y contrastarlas con lo que sucede en el resto del mundo, incluso se puede tomar material que apoye, complemente y oriente al estudiante, a través de las experiencias extraídas de lo que sucede en los países más avanzados de acuerdo con sus sistemas educativos en el área y así de esta forma, propiciar un avance significativo en lo que atañe a la práctica educativa en el campo musical.

Es por ello que al realizar estudios pertinentes en la rama de la pedagogía musical y en particular referidas a las practicas pedagógicas, es necesario acudir como punto de referencia a estos métodos activos que han incursionado desde mediados del siglo XX y que permiten definitivamente lograr que sean más efectivas y exitosas para el proceso de enseñanza de la música, se reitera que esta disciplina en los niños y jóvenes, establece un vínculo directo con la sensibilidad del ser humano y una dirección hacia el pensamiento creativo, sin embargo la práctica pedagógica requiere de un importante y profundo desarrollo de la educación musical en los docentes de educación primaria y fomentar esta disciplina, como una asignatura formal dentro de los programas de educación primaria y secundaria, para que adquiera estatus a nivel de las  principales materias como es el caso de las ciencias puras, ya que en la actualidad se percibe como un área complementaria o de recreación, sin darle el sentido o nivel real que tiene esta disciplina como ciencia.

En definitiva la actual enseñanza de la música, representa un desafío para el modelo educativo de Latinoamérica, pues se propone que las artes ocupen lugares principales en la formación como sucede en países que tienen a la música como materia obligatoria desde el nivel inicial hasta el bachillerato, no como un componente satelital. Son necesarias estrategias y políticas internacionales que permitirán concebir una práctica pedagógica real y asertiva para la enseñanza de la música y la ejecución de un proceso verdadero de educación, partiendo de que existen los métodos y solo falta poner en práctica, políticas de inclusión educativa, para asignaturas artísticas y creativas como la música.

Fuente: https://www.elnacional.com/opinion/la-practica-pedagogica-y-la-ensenanza-de-la-musica/

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Los muchos mundos de la música del mundo

Por: Mary Farquharson Y Eduardo Llerenas

Los muchos mundos de la música del mundo

Era muy joven cuando Eduardo empezó a escuchar y buscar el son mexicano y los soneros de diferentes regiones del país. Al mismo tiempo, escuchaba percusiones africanas en los discos de Ocora /Radio France, igual que la música clásica del sur de la India. Las diferentes sensibilidades cupieron dentro de él. También fue el caso mío y el de mis papás ingleses que bailaban ‘rumba de salón’, y el de mis abuelos que escuchaban en secreto a los primeros dioses del jazz de ‘Nueva Orleans. En los 80, una combinación de factores permitió que los gustos de mucha más gente se abrieran a los fandangos, a la exaltación de los sufís, a los cassettes con versos improvisados de una topada en Xichú. En los 80 conocimos el genio musical de los gitanos de Rumanía, a los del sur de Francia y de Hungría; la magia de los coros de mujeres campesinas de Bulgaria. Nos contagió el soukous, o rumba africana, medio siglo después de crearse y empezar a contagiar a gran parte de África. Nos dimos cuenta de que los barrios africanos de París producían músicas exquisitas con un pie todavía en la tierra natal y el otro en Europa. Escuchamos el blues del desierto de Mali y Mauritania y nos preguntamos si Ali Farka Toure había inspirado a John Lee Hooker o viceversa. Escuchamos la salsa de Nueva York, décadas después de que Johnny Pacheco había invadido África con su guaguancó de salón y Guillermo Portabales con sus deliciosos guajiros. Es una impertinencia unir tanta tradición, tanta cultura y tanta creación nueva bajo una sola etiqueta simple. Lo intentamos en Londres en 1987 y nos criticaron, correctamente, desde aquel momento. El término ‘world music’ era inapropiado, pero ayudó en aquel momento a difundir muchas músicas que merecían un lugar en el escenario mundial. Así que el vocho blanco se detiene un momento, para poder compartir algo de lo que hemos aprendido de estos grandes maestros que hemos grabado y presentado en vivo. Si quieren saber más de esto, les invitamos a participar en cuatro talleres que ofreceremos sobre el tema, en una plataforma de la UNAM en diciembre próximo. Mas detalles al final de este texto.

Una hora después de haber cautivado al público que llenó la Sala Nezahualcoyotl de la UNAM, Salif Keita se hincó en el pasto de nuestro pequeño jardín en la Colonia Portales, frente a nueve mariachis que le cantaban ‘Bésame mucho.’ La música encuentra su casa, nos dijo el mismo Salif. Algunas músicas viajan fácilmente, otras con más trabajo y la creación del término ‘world music’ ayudó a que artistas como Salif lograran que su enorme talento se reconociese, aún parcialmente, en gran parte del mundo. Sin entender la letra, públicos nuevos sentimos la fuerza y la belleza de su arte ancestral, de la gloriosa voz de Salif Keita. Sentimos una sensibilidad diferente y esto nos dio placer.

Hay músicos brillantes que no quieren sonar fuera de la comunidad que es su inspiración y su referencia. Pero Salif no se cuenta entre ellos. Cuando niño, se enseñó a gritar en los llanos que se extendían desde su casa hasta el río y más tarde este grito se convirtió en el canto que la gente de diferentes países identifica como ‘la voz de oro’. (Escribir estas frases me hace pensar en la voz de Raquel Palacios Vega que proviene de los llanos de Veracruz, así como en los cantantes de los llanos de Venezuela y Colombia y en Chogo Prudente, que cantaba de niño a gritos en los llanos de la costa de Oaxaca para ayudarse a olvidar que era huérfano).

La música cautivó a Salif Keita desde joven. Cuando pudo tocar la guitarra, no la soltó nunca. A los 18 años, su papá le echó de casa, porque la tradición de su cultura enseña que los Keita no cantan, sino que son los griots o djelis que les cantan a ellos. Estos trovadores hereditarios alaban la historia de familias que son descendientes directos del gran emperador Sunjiata Keita quien, en el siglo 13, fundó el enorme imperio mandinga.

El reino de los Keita lo acabó la colonización europea, pero su cultura sigue viva en su canto épico, en sus danzas, en sus máscaras y en otras tradiciones que podrán ser también estrictas y restrictivas. La familia de Salif vivía modestamente en su casa de lodo en el pueblo de Djoliba, pero su padre era el jefe de todos los cazadores y esto son palabras mayores. Su mamá también tenía el apellido Keita, lo que le brinda una importancia doble en la comunidad. Con más razón los djeli’s llegaban a cantarles de su noble historia familiar.

Salif cree en la tradición, pero también considera que cada generación debe de mirarse en la realidad de su propio momento. Su realidad es que, además de nacer noble, nació albino, y así enfrentó una infancia y juventud de rechazo y de superstición. Cuando aceptó abandonar su guitarra, como exigía la tradición, fue echado de su casa. En Bámako, la capital, se refugió entre la gente del mercado. De noche cantaba en los bares y cuando regresó con algunos billetes dentro de su guitarra, un hombre supuestamente ‘loco’ le tendía su cama en una bodega y lo cuidó. Nunca hablaron entre ellos, pero Salif dice que lo salvó.

A los 20 años, Salif empezó a cantar con el Rail Band de Mali, un grupo que mezclaba ritmos, melodías y cuentos del pueblo, con guitarra eléctrica, percusiones africanas y un sabor muy cubano, con algo de reggae y de funk. El Rail Band fue la cuna artística no solo de Salif, sino de otro grande de la música africana: Mory Kante.

Después de tres años en el Rail Band, Salif fue invitado a cantar en la legendaria orquesta maliense, Les Ambassadeurs del Motel de Bamako, y con esto había llegado a la cima de la música popular de su propio país. La voz de Salif entretejía el ritmo y la melodía de su pueblo con lo ‘universal,’ que es la palabra que usa él para referirse al reggae, a la música afrocubana y al funk y el rock. Como dice Salif, toda esta música proviene de alguna manera originalmente de África.

Salif acompañó a Los Ambassadeurs a Abidjan, capital de la Costa de Marfil, de donde se lanzaron en toda África Occidental. En 1984 se mudó al barrio africano de París y ahí, al lado de Mory Kante, Manu Dibango, Papa Wemba y otros, se creó una música que combinaba diferentes raíces del Occidente y Centro de África, con lo que sonaba de la música de los Estados Unidos y Europa. Esta música que alimentaba la nostalgia de los emigrados dio fama a Salif Keita. Tres años después, en 1987, grabó su propio disco, el legendario ‘Soro’, que llegó a los oídos de un grupo de melómanos londinenses. Harto del post punk y los boy bands, escuchamos a Cheb Khaled de Argelia, a las Estrellas de Dakar, al llanto glorioso de los qwalli de Pakistán y al guajiro son del centro de Cuba.

Este grupo de melómanos, al cual tuve la fortuna de pertenecer – incluía al editor de Folkroots, a Charlie Gillett, un maravilloso productor de radio, a la académica fuera de serie, Lucy Durán, a Nick Gold, flamante productor de World Circuit que después crearía el concepto de Buena Vista Social Club, y a gente de Womad, entre otros productores de uno que otro disco delicioso. El único músico entre nosotros, si me acuerdo bien, fue Ben Mandleson, y fue él quien nos convocó con la idea de juntarnos para defender nuestros pequeños proyectos contra la llegada de las disqueras transnacionales después del éxito de ‘Gracelands’, disco de Paul Simon con los sudafricanos Ladysmith Black Mambazo.

Para este grupo tan dispar, la voz de Salif fue la gloria y el punto de lanza para convencer a un público más grande de lo mismo. No fue difícil y el público por el ‘world music’ creció rápidamente. Dos años antes, el equipo de Peter Gabriel había lanzado el primer festival WOMAD, pero fue hasta 1987 que lograron cubrir sus costos y no tener que pedirle a Gabriel que ofreciera varios conciertos de rock para saldar las deudas.

Esto no es mito, es la verdad. La idea de que hubo grandes productores ingleses atrás de la creación de la World Music es falso. Escogimos el término ‘world music’ en petit comité, en un cuarto arriba del pub, ´La emperadora de Rusia´, en el Noreste de Londres. Siendo ingleses, uno de nosotros tomó apuntes y ahí está, todo documentado, igual que el enorme crecimiento de público que resultó.

Contemos esta historia en más detalle, no tanto para defender nuestra utopía musical en contra de la mercadotecnia globalizadora, sino porque será la oportunidad de hablar de otros grandes artistas similares a Salif Keita. Todavía falta reconocer el enorme valor artístico de muchos artistas africanos, árabes, asiáticos y latinos. Escucharlos a ellos es como descubrir la narrativa de Kawabata o ver la película ‘Underground’ de Emir Kusturica, o saborear la mezcla de clavo, canela, pimienta, mejorana, ajo, tomillo y bastante chile guajillo.

En cuatro talleres virtuales, contaremos con grandes artistas como Nusrat Fateh Ali Khan, los tremendos gitanos de Rumanía, Taraf de Haidouks, los viejos soneros de Santiago de Cuba, Los Jubilados y los niños estrellas del internet, Isaac et Nora, que están reviviendo el viejo repertorio romántico de Latinoamérica. Para más información : mary@corason.com

Fuente: https://desinformemonos.org/los-muchos-mundos-de-la-musica-del-mundo/

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En pandemia, el teatro hasta tu ventana

Texto: Keren Elizabeth Rodríguez / ZonaDocs
Fotos: A la deriva teatro

A la deriva teatro lleva sus funciones hasta las ventanas o puertas de las viviendas de niñas y niños. “Kamishibai en tu ventana, serenata para niñas y niños” suma 12 presentaciones durante la pandemia

En tiempos de pandemia, cuando las casas estaban cerradas y los niños y niñas encerradas, el teatro llegó a ellas y ellos. Se trata de “Kamishibai en tu ventana, serenata para niñas y niños”, un proyecto hormiga en palabras de la directora Susana.

Gracias al apoyo de Cultura UDG y el Programa Institucional Alas y Raíces, se pudo llevar a 12 familias serenatas los días 4, 10 y 11 de Octubre en las siguientes colonias: Los Tulipanes, Ferrocaril, El Rosario, Santa Paula, Jardines de la Cruz, Colinas de Atemajac, Chapalita, Auditorio, Colonia Independencia, Jardines del bosque, Providencia y  Misión del Bosque, esto en los municipios de Tonalá, Zapopan y Guadalajara.

Su objetivo fue atender la regulación emocional de los miembros de familia con una experiencia llena de juegos, canciones, bailes y una función llamada: “Asia, el zorrito y el largo invierno”, la cual habla sobre los cambios emocionales en el “invierno”, metáfora que se emplea para  hacer referencia a la pandemia que hoy todo mundo padecemos.

El creativo nombre del proyecto hace referencia al teatro japonés Kamishibai, donde cuentan una historia a través de imágenes.

Susana Romo mencionó que para ella es importante que cada individuo tenga un acercamiento único con las artes ya sea teatro, danza, escritura, entre otras.

Para poder participar en el proyecto se llevó a cabo una convocatoria en el cual niñas y niños enviaron  un correo electrónico a la derivateatro@hotmail.com en el debían de adjuntar un dibujo de la ventana de su casa; los primeros cuatro correos en cumplir los requisitos fueron los elegidos; las restantes funciones se realizaron a través de organizaciones que realizan proyectos de incidencia social.

La directora de “Kamishibai en tu ventana, serenata para niñas y niños” está muy feliz por los resultados, las sonrisas inolvidables y los testimonios de corazón que recibieron al llevar el teatro  a lugares donde los eventos culturales no siempre llegan.

Su mensaje para todas las niñas y niños es que encuentren su espacio en el mundo: “un espacio donde puedan jugar, hacer lo que aman y donde puedan aprovechar su presente y vivir al máximo”.

Este proyecto se realizó gracias a la música especial de Cristina Martínez y Sergio Arreola; el texto original de Osvaldo Jimenez; así como por el apoyo para su producción de Cultura UDG, el Programa Institucional Alas y Raíces.

Para A La Deriva Teatro llevar a las ventanas y corazón de niñas y niños su propio Kamishibai significó ofrecer una pausa emocional para las familias que se han visto más afectadas por la pandemia causada por el coronavirus.

Teatro para las y los más pequeños

El Festival Internacional de Teatro para los Primeros Años (FITPA) es un evento también realizado por A La Deriva Teatro que se enfoca en llevar el arte a niños y niñas de 0 a 6 años en Jalisco; en su quinta edición ha tenido que evolucionar y adaptar sus talleres, espectáculos, danzas y actividades a la llamada nueva normalidad.

Por ello, del 21 al 25 de octubre realizarán este festival de manera digital y contarán con la compañía de artistas y colectivos de teatro para bebés de Italia, Brasil, Chile, Argentina, entre otros países.

Su propósito será promocionar las artes, música, teatro, danza, pero sobre las crianzas respetuosas.

Para disfrutar de los 16 talleres y los cuatro espectáculos se contará con  la sala digital del Conjunto Santander de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara.

La directora de FITPA, Susana Romo, tiene como testimonio que cuando se quiere, se puede; por ello, anticipa que este evento será muy significativo para las familias jaliscienses, aún en el marco de la actual pandemia.

Es importante mencionar que este Festival tiene el objetivo de mejorar el desarrollo y calidad de vida de los niñas y niños a través de su acercamiento al teatro.

Para mayor información sobre este festival puedes checar su cartelera en su página en Facebook: https://www.facebook.com/Festival.FITPA/

Y para conocer el trabajo de A La Deriva Teatro, aquí te dejamos su perfil: https://www.facebook.com/A-LA-DERIVA-TEATRO-218894735088/

Este trabajo fue publicado originalmente en ZONA DOCS que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.

Fuente: https://piedepagina.mx/en-pandemia-el-teatro-hasta-tu-ventana/

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