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Continuar respondiendo ante la crisis alimentaria

Por: Roberto Patiño

La crisis alimentaria sigue siendo una de las principales emergencias que vivimos los venezolanos, ahora profundizada en la coyuntura inédita de la pandemia del covid-19.

Todos los vectores del problema del acceso a alimentos se han agravado. La crisis hiperinflacionaria, la escasez de combustible, el colapso de servicios, además del decrecimiento en la producción agrícola, convergen para continuar poniendo a un número cada vez mayor de venezolanos en situaciones de riesgo y emergencia alimentaria. Se afectan de manera significativa poblaciones tan vulnerables como la infantil y la de la tercera edad.

El Banco Central de Venezuela reconoce variación de precios acumulada en 7 meses (enero-julio) de 505,74% y en un año 2.239%, mientras que Fedeagro señala que esta es la peor situación de la agroindustria en 50 años. Esto significa que en medio de una brutal crisis económica (ahora global a causa de la pandemia) los venezolanos tienen menos dinero con el que comprar alimentos en una oferta aún más limitada.

Esta situación es más extrema en el interior del país, como reportan líderes de Alimenta la Solidaridad en estados como Falcón y Zulia, en los que el acceso a alimentos se ha restringido sustancialmente en mercados y cadenas de distribución. De igual forma, la crisis de combustible y servicios básicos dificultan el transporte, preparación y preservación de la comida. En las comunidades del país se está cocinando con leña ante la falta de gas y los constantes cortes y fallos del sistema eléctrico afectan el uso de refrigeradores y neveras.

En el movimiento Caracas Mi Convive hemos estado enfocados en enfrentar la crisis alimentaria desde sus primeros momentos, a través de iniciativas como Alimenta la Solidaridad, en la que los más afectados tiene un rol protagónico en el funcionamiento y sostenibilidad de las soluciones a la emergencia.

Estos emprendimientos cobran una nueva dimensión ante el contexto de imposición de un régimen dictatorial que estamos viviendo. El Estado no genera soluciones para la crisis, sino que por el contrario la instrumentaliza para fortalecer sistemas de control y represión, o la manipula con fines propagandísticos. Sin el apoyo de instituciones, y muchas veces bajo hostigamiento oficial, los ciudadanos buscan formas de vinculación y encuentro que les permitan dar respuesta a la emergencia diaria.

En el contexto del agravamiento de la crisis alimentaria que estamos viviendo en el país, el fortalecimiento y la ampliación de las redes de apoyo y de iniciativas autogestionadas desde la sociedad civil es de una importancia vital. En muchos casos, representan la única opción de acceso a comida para grupos familiares, así como la posibilidad de vinculación a agrupaciones y organizaciones de apoyo.

Nuestros comedores de Alimenta la Solidaridad Petare, por ejemplo, se han mantenido en funcionamiento no solo bajo las difíciles condiciones de la pandemia y la cuarentena general, sino también lidiando con la grave situación de violencia desbordada que vive la comunidad petareña desde hace varios meses.

Hace pocos días, Alimenta la Solidaridad Petare celebró 3 años de funcionamiento. Esta es solo una muestra de las difíciles condiciones que estamos viviendo, pero, también, de los logros y esfuerzos que las personas están realizando para continuar respondiendo a la crisis nacional desde el encuentro y la convivencia.

robertopatino.com

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/continuar-respondiendo-ante-la-crisis-alimentaria/

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El Salvador: Alumnos rezagados cursarán dos grados en el 2021, según Educación

América Central/El Salvador/20-09-2020/Autor(a) y Fuente: www.elsalvador.com

Las autoridades del ramo planean echar mano de la modalidad educación acelerada para nivelar alumnos. Docentes aún no reciben lineamientos hacia el próximo año.

La ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, afirmó que en 2021 aplicarán un proceso de recuperación con los niños que se queden rezagados académicamente este año y aplicarán la modalidad de enseñanza acelerada para nivelar a los que no lograron estudiar.

“Vamos a tener que trabajar dos años en uno para aquellos alumnos que se han quedado atrás y que no han estado conectados (a internet); tampoco los vamos a dejar abandonados y para ellos estamos diseñando una estrategia de educación acelerada especial”, dijo Hananía de Varela el pasado jueves.

La educación acelerada es la misma que bajo la sombrilla del Programa Modalidades Flexibles, ha sido servida desde 2005 para lograr reinsertar al sistema educativo a aquellos jóvenes que por diversas razones habían abandonado sus estudios.

“Hay que hacer adecuaciones curriculares para llevar al niño a que tenga el máximo conocimiento, eso se tiene que hacer, porque de lo contrario, no eso de dos años en uno no es posible”

Paz Zetino Gutiérrez, Secretario general Bases Magisteriales

“El Ministerio de Educación tiene esas metodologías, cuenta con ellas, están probadas y son exitosas”, reconoció la funcionaria.

Paz Zetino Gutiérrez, presidente de la gremial de docentes Bases Magisteriales, sostuvo que el próximo año todos los países tendrán que hacer adecuaciones curriculares para reforzar a los niños que llevan vacíos de conocimientos hacia el siguiente grado, de lo contrario los escolares se frustrarán, sobre todo de los primeros grados.

Zetino Gutiérrez señaló que la titular de Educación reconoce que se tendrá que hacer un gran esfuerzo titánico para que los alumnos se nivelen, sin embargo cuestiona que se esté hablando de que los alumnos harán dos grados en uno.

“Esa frase de dos años en uno no es lo más correcto, eso es imposible, pero usted debe saber que los programas están diseñados de manera gradual, al grado tal que el conocimiento de contenido de tercer grado, con el de cuarto grado difieren en muy poco, pero hay un nivel de adelanto en el cuarto grado”, advirtió.

El dirigente gremial reiteró su preocupación sobre el rezago que se pueda dar en los niños de primero, segundo y tercer grado en donde se aprenden códigos de lectura, escritura y cálculos básicos; por tanto considera que “ahí es donde tendremos que hacer quizás jornadas mucho más complementarias”.

Según lo externado por Zetino Gutiérrez sí hay preocupación ante el hecho de que a estas alturas los funcionarios no tengan una planificación definida de qué es lo que se va a hacer con los niños rezagados al fin de este año lectivo, dado de que la ministra habla de que no habrá promoción automática; sobre la evaluación de los bachilleres y el proceso de recuperación a inicios del 2021.

“Ese plan (de recuperación académica del próximo año) no se puede estandarizar a todos, porque no todos los alumnos han estado atendidos de igual manera; unos han sido mejor atendidos porque se han conectado, tienen más recursos y hay otra cantidad que tiene mucho más problema”, agregó.

Para el secretario general de Bases Magisteriales a la larga el plan de recuperación lo va a tener que hacer cada escuela, cada maestro, dependiendo del diagnóstico que se tenga a partir de febrero: “Es el profesor el que va a tener que diseñar todo ese paquete”.

El profesor Daniel Rodríguez, secretario general del Simeduco, externó que están de acuerdo con la ministra en que se debe ayudar a los niños y adolescentes a salir del rezago en que han caído, ya sea por falta de acceso a tecnología u otras razones, puesto que es cuestión de solidaridad que no pierdan el año escolar.

A raíz de la pandemia, las clases presenciales quedaron suspendidas durante el resto del año. Foto EDH

Rodríguez manifestó que hasta el lunes 7 de septiembre, Educación no había presentado ningún plan a las gremiales del sector y que están a la espera de ello, pero reiteró que “si el plan es viable y no recarga de trabajo a los docentes creo que no habría problemas”.

Por su parte Óscar Martínez, secretario general de SEDESA, coincidió con Rodríguez en que la iniciativa ministerial es aceptable dado que hay muchos niños que han perdido la continuidad educativa.

“Implementar eso de la educación acelerada ya se ha hecho con las administraciones anteriores y resulta un poco”, comentó.

Martínez, quien es director del Complejo Educativo Anselma Sánchez de Mancía, dijo que ellos tuvieron el programa de educación acelerada tiempo atrás y dio buenos resultados, pero fue claro en señalar que eso depende de que el proceso esté bien orientado, que los maestros estén bien capacitados y que haya un seguimiento técnico del Ministerio de Educación (MINED).

El dirigente de SEDESA, al igual que su colega de Bases Magisteriales, sostuvo que el maestro será quien al final haga el diagnóstico de cada uno de sus estudiantes y tendrá que determinar las acciones a tomar en cada caso porque no todos llegan con el mismo nivel.

Enfatizó que los padres van a tener que seguir ayudando definitivamente en este proceso de recuperación porque ya anunciaron que el próximo año el proceso educativo será semipresencial para evitar contagios.

Martínez explicó que por el momento esperan más detalles de parte de educación sobre cómo se aplicará el proceso de recuperación al final del año con los niños que no alcancen las competencias.

“Hasta ahorita está esa debilidad que no hay una definición a esta altura cómo se va a evaluar educación básica para el cierre del año, no hay línea todavía”, indicó.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/alumnos-rezagados-cursaran-dos-grados-2021-educacion/753821/2020/

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Consejos para hacer un buen uso de la mascarilla en el aula

Por: Educación 3.0

Debe cubrir la boca y la nariz, si se manipula deberá ser desde las gomas laterales y, si se guarda, tendrá que ser en un lugar seco y ventilado. Estas son algunas de las indicaciones sobre cómo deberían usar las mascarillas en la vuelta al cole para evitar la propagación del virus entre los más pequeños que ofrece el virólogo Estanislao Nistal.

Junto con el material escolar tradicional, este año los niños mayores de 6 años deben llevar además una mascarilla durante toda la jornada escolar. En muchos colegios solo se admiten las mascarillas quirúrgicas, una decisión muy meditada que busca la seguridad y comodidad de los más pequeños durante el día.

El virólogo y profesor de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, Estanislao Nistal, señala que “el uso de mascarillas quirúrgicas es el más recomendado en los niños que acuden a los colegios porque el tamaño del poro permite respirar con facilidad y al mismo tiempo retener una gran cantidad de partículas que posiblemente contengan el virus y que este no salga al ambiente”.

En este sentido añade que “el no recomendar otro tipo de mascarillas, por ejemplo, las sanitarias o higiénicas, tiene que ver con que esas mascarillas tienen una menor capacidad de retener el virus o las gotas que salgan de nuestra boca. Tienen un tamaño de poro mucho mayor y eso permite que respiremos mejor, pero al mismo tiempo que estemos con la posibilidad de propagar el virus de una manera mucho más fácil”.

Por el contrario, “el no recomendar mascarillas FFP2 o N95 se debe a que estas mascarillas tienen un tamaño de poro mucho más pequeño y son mascarillas que dificultan la respiración de los niños y esto hace que cualquier actividad física o que suponga un esfuerzo se vea dificultada”.

Cómo usar la mascarilla en el aula

Padre e hijo con la mascarilla puesta

El virólogo insiste en la importancia de usar correctamente la mascarilla para mantener la higiene y contener la propagación del virus y, para ello, señala las claves para hacerlo:

  1. Debe cubrir tanto la boca como la nariz, pero también los posibles espacios laterales por donde pueda salir el aire, es decir, que esté totalmente cerrada alrededor de boca y nariz. En este sentido, recomienda usar el alambre de la parte superior que permite asegurar, fijar y cerrar los espacios que pueda haber entre la nariz y la mascarilla.
  2. En el caso de manipularlas, siempre hay que hacerlo desde las gomas de los laterales.
  3. A la hora de guardar las mascarillas o mantenerlas en un lugar durante un tiempo, deben estar en unas condiciones que permitan que estén aireadas y limpias, preferentemente en un lugar seco. Así, se podrán reutilizar. Se recomienda guardar las mascarillas en sobres de papel o materiales desecantes, en un espacio en el que se pueda colgar la mascarilla, siempre que podamos identificar cuál es la de cada uno, ya que su uso es personal.
  4. Se recomienda usar una mascarilla quirúrgica al día; se trata de un uso que permite mantener las condiciones de higiene y prevenir complicaciones que puedan tener los niños a la hora de concentrar bacterias y suciedad que puedan afectar a su salud.

Otras medidas de higiene

En cuanto al lavado de manos, “es una de las medidas higiénicas más eficaces a la hora de contener las infecciones causadas por virus respiratorios o por virus que causan enfermedades gastrointestinales”. Añade que es especialmente importante en niños ya que, en las clases, los pequeños pueden compartir juguetes y desarrollan actividades que suponen contacto físico. A su vez, el uso de algo que desinfecte las manos va a contener la posible transmisión de esos virus a otros compañeros en clase.

Por eso, para él “las tres medidas principales que van a contribuir a la contención de un virus: el uso de mascarillas, el lavado de manos reiterado y la distancia interpersonal”. En ese sentido recuerda que “si todos somos capaces de mantener estas tres premisas en mente, vamos a ser capaces juntos de combatir y de contener la epidemia”.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/consejos-para-hacer-un-buen-uso-de-la-mascarilla-en-el-aula/

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Cinco consejos para desenganchar a los niños de las pantallas

Por: ABC

Aunque se haya podido acentuar en estos últimos meses, el abuso de las pantallas viene de atrás.

Los interminables meses de confinamiento se convirtieron en una «tormenta perfecta» para que los niños se engancharan a las pantallas. Mientras muchas familias se vieron obligadas a teletrabajar, los más pequeños quedaron bajo el amparo de los móviles, las tabletas y la televisión. Estas mismas herramientas también se convirtieron en el principal recurso educativo con el que conectarse a las clases en línea y seguir aprendiendo. Y, al acabar la jornada lectiva, los momentos de ocio (individual y en familia) se vieron reflejados en los mismos dispositivos. «¿Se abusó de las pantallas? Sí, pero no creo que debamos buscar culpables. Todos lo hicimos lo mejor que pudimos. Ahora solo podemos mirar hacia atrás e intentar aprender algo de aquella etapa», reflexiona Manuel Armayones, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador del eHealth Center.

Aunque se haya podido acentuar en estos últimos meses, el abuso de las pantallas viene de atrás. «Se trata de un abuso, no de una adicción. Entendemos que es un problema cuando distorsiona otras esferas de la vida personal», puntualiza Armayones. En el caso de los niños, una exposición abusiva a estas tecnologías puede generar un excesivo malestar, irritabilidad y aislamiento. A largo plazo, la actividad sedentaria puede alterar las horas de sueño y puede provocar problemas de sobrepeso u obesidad. Algunos estudios, publicados en revistas científicas como The Lancet, también sugieren que el uso excesivo de las pantallas en menores podría lastrar su desarrollo cognitivo. De ahí la necesidad de romper el vínculo de dependencia con la tecnología, es decir, de una «desconexión digital».

Los expertos recomiendan limitar el tiempo dedicado a las pantallas en función de la edad. Por norma general, se recomienda que los menores de dos años no hagan un uso rutinario de las pantallas. De tres a cinco años, se recomienda un uso máximo de 30 minutos diarios. De seis a doce años, se aconseja usarlas una hora al día como mucho. Y de trece a dieciséis años, el límite es de dos horas diarias. Hasta ahora, se estimaba que los niños españoles pasaban unas tres horas diarias enganchados a todo tipo de pantallas. Pero durante el confinamiento, los pequeños aumentaron su consumo de televisión hasta un 70 %, y el uso de móviles, tabletas y consolas subió un 80 %, tal y como recoge el último Boletín de información sobre el audiovisual en Cataluña (BIAC), de Kantar Media.

Armayones, experto en el impacto de estas nuevas tecnologías y autor del libro El efecto smartphone: conectarse con sentido, apunta cinco consejos para hacer que los niños desconecten de las pantallas.

1. Establece unas normas claras

El primer paso para regular el uso de las pantallas en menores es establecer normas claras. «Hay que mantener una conversación sincera para que entiendan por qué no pueden estar todo el día «enganchados» y «por qué deben seguir algunas normas», explica Armayones. En este sentido, hay que explicarles qué se puede (y qué no se puede) hacer con el móvil, cuánto tiempo se le puede dedicar y en qué momentos hay que reducir su uso.

«Todos sabemos que los venenos son veneno en función de la dosis. Con las nuevas tecnologías pasa lo mismo», explica el experto. «Cuánto es mucho o cuánto es poco depende del efecto que tenga en la vida personal. En el caso de los niños, hay que prestar atención a si el uso de estos dispositivos cambia su comportamiento o si las actividades que realizan, como es el caso de los videojuegos, les crean una cierta adicción», añade.

2. Negocia sin miedo

Más allá de las recomendaciones generales, Armayones recuerda que «no hay normas de oro para el uso de los móviles» y que, por lo tanto, «como cada niño es diferente, las condiciones se pueden pactar». De ahí la importancia de negociar el tiempo de uso. «Si un niño se porta bien y tiene buen rendimiento escolar, a veces podemos dejarle el móvil un ratito más. En otros casos, cuando vemos que el uso de estas herramientas genera un problema, es importante restringir su uso», explica el experto. Asimismo, hay que aclarar que el tiempo pactado también puede variar en función de las circunstancias. En periodos de exámenes, por ejemplo, habrá casos en los que será necesario reducir el uso de estas herramientas.

«Hay que recordar que abordamos esta conversación como padres; ni como amigos, ni como colegas. Hay veces que, nos guste más o menos, tenemos que imponer ciertas normas», comenta. Por eso mismo, la última palabra siempre debe recaer en los progenitores.

3. Antes que prohibir, es mejor ofrecer alternativas

Los límites sobre el uso del móvil pueden resultar más llevaderos si, a cambio, se ofrece una alternativa. Las actividades al aire libre, por ejemplo, resultan claves para el desarrollo de los más pequeños. Y en ellas no hace falta depender de ningún elemento tecnológico. «Los niños nunca piden el móvil cuando están en la playa o en un parque acuático, porque se lo están pasando bien y andan entretenidos. Sí lo piden, por ejemplo, cuando vamos a comer y se aburren con las conversaciones de los adultos. Esto nos debería hacer pensar», comenta.

Las alternativas al móvil pasan por actividades recreativas de todo tipo: desde jugar al aire libre hasta hacer deporte, pintar, hacer manualidades, leer un cuento o pasar un rato en familia. «Es lo que se ha hecho toda la vida. No tiene más secretos», explica Armayones.

4. No prediques, también da ejemplo

De nada sirven los consejos sobre el buen uso del móvil si los niños ven que sus padres hacen justamente lo contrario. Antes de predicar, pues, es mejor intentar dar ejemplo. «Enseñamos muchas más cosas a los niños cuando no les intentamos enseñar nada que cuando sí intentamos hacerlo», comenta Armayones. «Si queremos enseñar a los niños que no deben depender de una pantalla, es imprescindible que los mayores les demostremos lo mismo con nuestras acciones», señala el investigador, quien también recuerda que el uso excesivo de las pantallas también perjudica (y mucho) a los adultos. De hecho, se estima que los adultos miran el móvil cada diez minutos. Y los menores de 25 años, cada siete.

5. Con seguridad y sin contraseñas

Los móviles que utilizan los niños deben estar siempre bajo supervisión, de modo que nada de contraseñas en estos dispositivos. Y es mejor no utilizarlos a puerta cerrada. «Es más importante la seguridad de los niños que su privacidad. Por eso es fundamental que estemos pendientes de cómo utilizan el móvil y de qué hacen con él», comenta. Para ello, el experto también recomienda aplicaciones diseñadas para el control parental de estos dispositivos.

Y un consejo extra: paciencia en tiempos de rebrotes

La incierta expansión de la pandemia de la COVID-19 hace temer que haya nuevos confinamientos. «No hay que culpabilizar ni a los padres ni a los niños. Ambos lo han pasado mal y ambos lo han llevado lo mejor que han podido», reflexiona el profesor de la UOC. Ahora, pues, toca aprovechar los periodos de calma para desconectar del móvil y pasar más tiempo en familia alejados de las pantallas. Estos momentos servirán para «cargar las pilas» de cara a un futuro incierto. Y, cuando llegue otro (posible) encierro, tocará adaptarse de nuevo a las circunstancias, siempre con cabeza y empatía.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-cinco-consejos-para-desenganchar-ninos-pantallas-202009130126_noticia.html

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Primeros casos de coronavirus en colegios: ¿cómo manejar el miedo de los niños y los padres?

Por: ABC

Ser honestos con los niños, aceptar sus miedos y enfrentarlos día a día son algunos de los consejos de los expertos para manejar el estrés que genera esta situación.

Desde el inicio del año escolar más de 200 colegios han enfrentado diversas situaciones por casos de coronavirus. Mientras continúan reintegrándose más alumnos a las aulas, los temores y las preocupaciones de padres y estudiantes por el riesgo de contagio se agudizan. Además de las emociones típicas que caracterizan estos primeros días en los pupitres, también hay incertidumbre y miedo por la «nueva normalidad» que se vive ahora en el entorno escolar, marcada especialmente por medidas como el uso obligatorio de las mascarillas y las reglas de distanciamiento social.

ProntoPro.es ha consultado con psicólogos de la plataforma sobre cómo afrontar las dudas y el estado de ánimo que caracterizarán estas primeras semanas de clases. Estos son sus cinco consejos.

1. Bajo nivel de previsibilidad

El coronavirus no ha desaparecido, la evolución que pueden tener los contagios con la llegada del frío está envuelta en una fuerte sensación de incertidumbre. Se trata de una inestabilidad, una sensación que es aún más intensa en los niños más pequeños, que viven una edad en la que la rutina y la previsibilidad son la base para construir su sensación de seguridad, explican los expertos. Hacerles saber a los niños esta realidad, puede ser una forma de ayudarles a entender lo que está pasando y lo que pueden esperar.

2. Capacidad de adaptación

«Un hombre que camina nunca está en equilibrio, sino que corrige continuamente su desequilibrio», dijo Gregory Bateson, un destacado psicólogo británico. De acuerdo con profesionales inscritos en la plataforma, esto es lo que tenemos que hacer para afrontar estos tiempos particularmente inciertos: formar y entrenar en nuestros hijos la capacidad de adaptación . Acompañarlos, sobre todo, en la búsqueda de sus herramientas, sus recursos, sus posibilidades para afrontar las adversidades que la vida, de manera más o menos inevitable y más o menos intensa, nos pone delante.

3. Autenticidad

No tenemos que verter nuestras ansiedades y preocupaciones sobre los niños; pero, por otro lado, tampoco podemos dorar demasiado la píldora. El reto para todos los padres es encontrar palabras auténticas que puedan ayudar a sus hijos a hacerse una idea de lo que está sucediendo, explicando claramente las nuevas reglas a seguir y las posibles consecuencias si un profesor o un compañero de clase contrae el virus, por ejemplo.

4. Aceptar los miedos

Entender lo que siente el niño o la niña es un elemento fundamental. No se deben minimizar sus temores. Como adultos, por ejemplo, el miedo a la oscuridad nos parece tonto, pero de niños no era así. Si no se acepta este miedo, sino que se minimiza y se ridiculiza, ¿qué pasa? Ciertamente no desaparece, pero se queda ahí, sin cambios. Aceptar los momentos difíciles de los niños e intentar superarlos juntos es definitivamente el camino a seguir, explican los expertos.

5. Un día a la vez

La mejor manera de tratar un problema es descomponerlo en partes pequeñas y más fáciles de resolver. Vivir un día a la vez puede parecer ciertamente trivial, pero en este concepto se basa la eficacia de muchos grupos de autoayuda. Por eso será de mucha utilidad afrontar estos problemas a medida que surgen, y resolverlos paso a paso.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-primeros-casos-coronavirus-colegios-como-manejar-miedo-ninos-y-padres-202009170123_noticia.html

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Entrevista a Vicky Fumadó: «No hay ninguna evidencia de que la escuela sea foco de transmisión; es un ambiente que se puede controlar bien»

Entrevista/17 septiembre 2020/Autora: Èlia Pons/eldiariolaeducacion.com

  • La pediatra Vicky Fumadó, del Hospital de Sant Joan de Déu, señala que si se siguen correctamente las medidas de seguridad, las escuelas no tienen porqué ser una fuente de contagio de la Covidien-19, ya que es un ambiente «fácilmente controlable».

Vicky Fumadó, pediatra del Hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona, especializada en enfermedades infecciosas, considera primordial incidir en la educación sanitaria en las escuelas. «Explicar a los niños para qué sirve lavarse las manos y hacerles entender que es importante seguir todas estas medidas de seguridad, ayudará a evitar el contagio». La pediatra valora positivamente la poca incidencia que ha tenido el coronavirus en las colonias y escuelas de verano, pero señala que faltan muchos más estudios y que no está totalmente demostrado que los niños sean menos transmisores que los adultos. «La experiencia en las escuelas será un gran termómetro de la situación», indica.

¿Cómo afecta el coronavirus a los niños? ¿Tienen la misma sintomatología que los adultos?

Los niños se infectan al igual que los adultos, esto lo podemos confirmar con estudios que hemos hecho, como la Plataforma Kids Corona del Hospital Sant Joan de Déu, pero la inmensa mayoría son asintomáticos o poco sintomáticos. Sin embargo, sí hemos tenido algunos casos de niños en el Hospital que han pasado la enfermedad de forma grave, con una inflamación multisistémica, pero la inmensa mayoría no tienen una afectación grave.

Los resultados del estudio Kids Corona muestran que los niños que participaba en las colonias de verano infectaba seis veces menos de lo que lo hacía el global de la población. ¿Parece que los niños no contagian tanto?

De estos resultados se debe hacer una lectura profunda. Sí que es verdad que con el estudio que hicimos nos encontramos que la tasa de transmisión era más baja que en el resto de la comunidad, pero debemos tener en cuenta que estos niños estaban en un ambiente muy controlado. Eran grupos pequeños, que estaban haciendo un seguimiento semanal, y eso permitía hacer un aislamiento rápido. Probablemente es verdad que puede haber menos transmisión entre los niños, pero no podemos extrapolarlo del todo. Es una primera indicación, pero faltan más estudios.

¿Podríamos decir que son datos esperanzadores para las escuelas?

Sí, por las escuelas sí. Hicimos seguimiento a 1.700 niños y monitores y, de estos, encontramos 39 casos de coronavirus, de los cuales 30 eran niños. Se hizo seguimiento de 253 contactos y sólo había un 4% de contagiados. Esto significa que la tasa de transmisión era de 0,3, cuando en ese momento en la comunidad era del 1,7%. Esto ¿qué quiere decir? Que en este ambiente controlado la situación se puede llevar con éxito. Es un poco lo que se intentará hacer en las escuelas, tener grupos estables, que permiten hacer mucho mejor el seguimiento y aislamiento de los casos. Es muy importante esforzarse en mantener las medidas de seguridad, haciendo entradas en las escuelas de forma escalonada, haciendo que no se mezclen grupos… si todo se hace correctamente, la escuela no tiene por qué ser un foco de contagio de los virus. La transmisión que se ha encontrado en los grupos de centros ocio y colonias es baja y esto muestra que, o bien los niños transmiten menos, o bien que las cosas realmente se hicieron muy bien. Yo creo que el punto clave en las escuelas es éste, que se sigan las medidas de seguridad en todo momento.

En estos centros de ocio y en las colonias la gran mayoría de actividades se hacían al aire libre.

Sí, por eso se insiste mucho que una de las medidas en las escuelas es también la ventilación de las clases. Pero aún no podemos afirmar que los niños sean mejores o peores transmisores, faltan más estudios. El seguimiento del curso escolar será un gran termómetro de lo que está pasando y por eso es importante que haya un ambiente muy controlado y que todas las actividades que puedan se hagan al aire libre o en espacios muy ventilados.

¿Cuáles son las medidas primordiales a tener en cuenta con el inicio del curso escolar?

Primero de todo, tener grupos si pueden ser pequeños, mejor, pero, como mínimo, estables, y no mezclar los niños, de manera que se permita hacer el seguimiento y el aislamiento más rápidamente. Lavarse las manos, la distancia física, la ventilación de las aulas y el uso de la mascarilla son primordiales.

¿Cómo ve la situación? ¿Es esperable que en las primeras semanas de curso se detecten muchos casos de coronavirus en el contexto escolar?

Yo creo que es una situación que no es fácil. Casos tendremos, eso seguro. Por eso tenemos que trabajar todos muy coordinados y, en este sentido, la atención primaria tiene un rol muy importante.

Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer para reducir los contagios en las escuelas es reducirlos fuera de las escuelas.

Exacto. Si aumenta la transmisión comunitaria, también puede aumentar la transmisión en las escuelas, esto está relacionado. Hay estudios hechos en Europa que muestran que en los casos encontrados en las escuelas, la transmisión no había sido en ellas, sino que se habían contagiado en la comunidad. Quizás es donde se relajan más las medidas. En las escuelas, si se hace todo bien, es difícil que haya transmisión. Lo importante es una coordinación entre maestros, familias y atención primaria. Cualquier niño que tenga un síntoma compatible con coronavirus, se deberá testar.

¿Qué se espera con el inicio de la temporada de invierno y, por tanto, de las enfermedades respiratorias habituales?

Esperamos y creemos que probablemente la transmisión de otras enfermedades respiratorias puede ser menor. Como se harán medidas para cortar la infección respiratoria, puede que nos encontramos que haya menos transmisión de otros virus respiratorios, y eso sería una gran suerte. El hecho de utilizar la mascarilla y mantener la distancia física puede hacer que haya menos transmisión de virus respiratorios. Es decir, si cortamos la transmisión de las enfermedades respiratorias, la cortamos para todas. De hecho, en algunos países donde ahora ha sido el invierno, parece que ha habido menos transmisión de enfermedades respiratorias.

Varios sindicatos catalanes firmaron hace una semana un comunicado para exigir a la Generalitat que reduzca las ratios de alumnado por profesorado a 10 alumnos en los ciclos de infantil y 15 en el resto de cursos. ¿Qué opina? ¿Son unas ratios adecuadas las que tenemos ahora?

Lo ideal sería que los grupos fueran de 10-12 alumnos, pero esto es inviable si pensamos en el número de alumnos, profesores y espacios. Si se puede, es ideal, pero lo que es más importante es que el grupo sea estable. Muchas veces, se mezclaban grupos para algunas asignaturas o actividades y eso ahora no se podrá hacer. Porque aunque sean 20 alumnos, si son siempre los mismos 20, puedes controlar mucho más la situación y aislar mucho más rápidamente los contactos.

¿Las extraescolares pueden generar contactos fuera del grupo burbuja?

Sí, y esto puede ser un problema. Si empezamos a mezclar grupos será un problema. Sobre todo será complicado en las actividades que se realicen fuera de la escuela.

Y si los niños juegan en el parque juntos…

De momento, tenemos que intentar que esto no se produzca. Deben jugar entre grupos conocidos.

En las escuelas quizás puede haber un control más estricto por parte de los profesores, pero en el caso de los institutos, ¿cómo se controlará a los adolescentes durante los ratos de recreo?

En los institutos, el control es mucho más complicado. Se tratará sobre todo de fortalecer otra pieza clave, que es la educación sanitaria. Aquí las escuelas e institutos deben jugar esta carta y la Administración debe apoyar para que se pueda hacer una buena educación sanitaria y concienciar a todos los estudiantes jóvenes. En las escuelas e institutos será muy importante explicar por qué se hace todo esto y que los niños y los jóvenes lo entiendan. Todas las medidas deben ir acompañadas de educación sanitaria. De hecho, lavarse las manos, que es una de las medidas que más corta la transmisión, no sólo para esta infección sino para las otras, es algo que teníamos bastante olvidado. Explicar para qué sirve lavarse las manos y la cantidad de microorganismos que podemos llevar en ellas, ayudará también a evitar transmisiones. El principal problema es que la salud pública y la educación sanitaria en nuestro entorno habían pasado a una segunda línea.

Por otro lado, un aspecto muy importante que también habíamos perdido de vista en nuestra sociedad es la conciencia de grupo. Hasta ahora hacíamos una medicina muy individual y debemos pensar que tenemos que estar por nosotros y por el grupo. Se debe potenciar esta carta de la responsabilidad colectiva.

Si la situación empeora mucho y llegamos a los niveles de casos de marzo y abril, ¿cerrar las escuelas debería ser una opción?

Esto dependería algo si volvemos a un estado de alarma, pero no creo que sea una primera medida. No hay ninguna evidencia de que la escuela haya sido un foco de brote y de enfermedad en la comunidad. En la escuela se puede garantizar un ambiente muy controlado y, en cambio, hay otros espacios de la comunidad donde esto es mucho más difícil.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/09/17/no-hay-ninguna-evidencia-de-que-la-escuela-sea-foco-de-transmision-es-un-ambiente-que-se-puede-controlar-bien/

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Juan Onieva: “El aburrimiento propicia la creatividad y la búsqueda de recursos para dejar de sentirla”

Por: Jennifer Tejada

Los niños empiezan a sentir y reconocer emociones básicas como la alegría, el asco y la tristeza a partir de los 3 años. Hablamos con Juan Onieva, coautor del libro ‘Cuentos con emoción’, sobre el aprendizaje, el desarrollo y la gestión de las emociones a lo largo de la infancia y la adolescencia, así como del rol que desempeñan la familia y los docentes durante el proceso; más importante si cabe ante la posibilidad de continuar con la formación a distancia.

“A los niños hay que permitirles que se aburran para que busquen y encuentren aquello que les calme esta emoción, y no recurran a los padres continuamente para no sentirse así”, asegura Juan Onieva, doctor en Educación y máster en Políticas y Prácticas de Innovación Educativa. Junto a Eugenio Maqueda Cuenca, filólogo y especialista en Teoría de la Literatura y en Didáctica de la Literatura, ha escrito ‘Cuentos con emoción’, un recopilatorio de 29 cuentos con trasfondo educativo cuyo objetivo es que los niños y jóvenes puedan aprender a reconocer, expresar y gestionar sus emociones.

Pregunta: ¿A qué edad empiezan los niños a gestionar sus emociones? ¿Cómo podemos ayudarles?

Respuesta: Desde los 3 años ya son conscientes de ellas, de si están enfadados, contentos o tristes. Es una edad en la que empiezan a identificar las emociones, por lo que es importante acompañarles para hacerlas visibles y ponerlas nombre, por ejemplo, ofreciéndoles fotos de caras o gestos, así como imágenes de situaciones y preguntarles qué emociones les provocan.

El segundo paso es hablar de ellas con detalle, con juegos, así como de forma oral o escrita. Otra fase sería la de expresar qué sentimientos les provocan ciertas composiciones musicales, canciones, o diferentes representaciones artísticas (fotos, cuadros, esculturas, imágenes publicitarias, noticias). Una cuarta fase consistiría en crear para cada emoción canciones, collages, ilustraciones, escritos, cuentos, etc. Dependiendo de la edad, que se le permita escribir con total libertad un diario personal y emocional, sería un excelente medio de expresión de sus emociones para reflexionar e identificarse consigo mismo.

A medida que van creciendo es esencial la comunicación entre padres e hijos, o docentes y alumnos, de manera que es importante que se creen espacios en los que conversar con ellos sobre sus estados de ánimo y las consecuencias de estos. Ejemplos de actividades para estos momentos serían la lectura de cuentos (para identificar las emociones), dibujar con total libertad o emplear las manualidades como reto artístico y expresivo.

“Un diario personal y emocional, sería un excelente medio de expresión de sus emociones para reflexionar e identificarse consigo mismo”

Ilustración de Alegría en 'Cuentos con emoción'. Juan Onieva. El aburrimiento propicia la creatividad.

P: En su libro se hace referencia a un estudio reciente que eleva a 27 el número de emociones. ¿Cuáles son las que los niños reconocen con mayor dificultad y por qué?

R: Las emociones básicas (asco, alegría, sorpresa, miedo, ira o tristeza) suelen reconocerlas fácilmente porque son un lenguaje universal. En cambio, las emociones secundarias (aburrimiento, frustración o culpa) son más complejas, podrían describirlas, pero quizás no ponerles nombre.

P: ¿Cuál es el trasfondo educativo que tienen los cuentos de su libro?

R: Los cuentos son un excelente medio con el que no solo podemos captar la atención de los niños, sino que a través de ellos se producen diferentes aprendizajes de tipo cultural y social, entre otros. Los cuentos que aparecen relatan historias cotidianas en las que los niños viven experiencias curiosas y reales, y donde la intriga y la sorpresa juegan un papel protagonista. Además, cada uno va acompañado por preguntas, ejercicios y actividades con las que potenciar la identificación y la reflexión de las emociones.

P: ¿Qué papel juega la sorpresa y la intriga en el aprendizaje?

R: Comencemos por hacernos la pregunta contraria. ¿Se potencia el aprendizaje a través de la monotonía y lo previsible? Según diferentes estudios, desde una temprana edad los niños aprenden más y mejor a través del juego, y si le introducimos la sorpresa y la intriga habremos provocado su interés y un alto grado de motivación.

P: El libro dedica dos cuentos diferentes a la compasión. ¿Por qué hacer hincapié en esta emoción más que en otras?

R: La compasión es un sentimiento de consideración y lástima hacia quienes sufren penalidades o desgracias, pero esa emoción va acompañada por el deseo de ayudar y aliviar a quienes las padecen. Este momento de la historia que estamos viviendo necesita de personas compasivas, capaces de dejar de pensar en sí mismas, de querer tenerlo todo o más que los demás, o dejar de lado el destacar sobre quienes les rodean. La envidia, la violencia, la falta de humildad y el egoísmo suelen ser factores que dificultan el ser compasivos. Por ello, hemos escrito dos cuentos, relacionados entre sí, y que abarcan esta emoción con el objetivo de concienciar a jóvenes y adultos de los beneficios de esta emoción. Cuando sentimos compasión y actuamos, no solo ayudamos al que recibe nuestra ayuda (con acciones, bienes o palabras de ánimo o consuelo), sino que estas acciones nos hacen sentir felices, satisfechos y realizados.

“La envidia, la violencia, la falta de humildad y el egoísmo suelen ser factores que dificultan el ser compasivos. Por ello, hemos escrito dos cuentos, relacionados entre sí, y que abarcan esta emoción con el objetivo de concienciar a jóvenes y adultos de los beneficios de esta emoción”

Niño aburrido - el aburrimiento propicia la creatividad

P: Cómo evitar el aburrimiento de los hijos puede ser un reto para las familias. Aparte de entretenerlos con actividades, manualidades o juegos, ¿qué deberían tener en cuenta los padres?

R: Los niños, indiferentemente de su edad, desean por encima de todo la atención de sus padres. Los adultos también tenemos este deseo a diario, pero lo reclamamos de manera diferente. Y es esa compañía, junto a conversaciones o juegos con los diferentes miembros de la familia, la que ayudan a niños y jóvenes a no aburrirse tanto. Dicho esto, no hay que olvidar que el aburrimiento propicia la creatividad y la búsqueda de recursos para dejar de sentirla. Por ello, las familias no debemos preocuparnos porque los hijos se aburran en diferentes momentos del día, ni tratar de ocupar todo su tiempo con diferentes medios de entretenimiento.

Hay que permitirles que se aburran para que busquen y encuentren aquello que les calme esta emoción, y no recurran a los padres continuamente para no sentirse así. No hay que olvidar que lo que más valoran los jóvenes de sus familiares es que estos les escuchen y atiendan, y el tiempo que estén con ellos sea de calidad (sin ver el móvil constantemente, ni hacer llamadas o realizar actividades que nos alejen de ellos).

“Hay que permitirles que se aburran para que busquen y encuentren aquello que les calme esta emoción, y no recurran a los padres continuamente para no sentirse así”

P: ¿De qué forma pueden acompañar o ayudar los profesores a los niños en la gestión de sus emociones durante la educación a distancia?

R: La buena comunicación suele ser la fórmula y, sobre todo, escuchándolos. Hay que buscar un tiempo para preguntarles cómo se sienten, cómo viven su día a día, y de qué manera gestionan su tiempo. Ofrecerse para ayudarlos, más allá de lo académico, y emplear las tutorías como medio para conversar con ellos de cuestiones personales, solos o en compañía de un familiar, pueden ser un buen medio para ayudarles a gestionar sus emociones.

Es importante que el docente proponga a su alumnado actividades (ya sea de forma individual o grupal) que les sirva para expresar sus emociones

¿Cómo te sentirías si tu jefe te llamara de vez en cuando para saber cómo te va con el teletrabajo, cómo te encuentras, qué problemas han surgido y cómo puede ayudarte? ¿Y si te pregunta por tu familia, por cómo lo están llevando tu pareja e hijos o tus padres? Seguro que trabajarías con más ánimo e interés. Pues de forma similar se sentirán si como docentes les realizamos preguntas de este tipo. Es importante que el docente proponga a su alumnado actividades (ya sea de forma individual o grupal) que les sirva para expresar sus emociones. Tutorías grupales junto a otros compañeros pueden ser un buen medio, o la elaboración de escritos (cuentos, diarios personales, o creaciones artísticas o manuales) son algunos ejemplos de tareas que propicien futuras conversaciones sobre emociones, no solo para identificarlas, sino también para expresarlas y comenzar a gestionarlas.

Fuente en Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/juan-onieva/

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