Un informe de seguimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Colombia analiza la cobertura, el nivel educativo de los docentes, los resultados de las pruebas Saber y las tasas de deserción en el sector rural. Revela, por ejemplo, que el 34 % de los jóvenes que dejan el colegio lo hacen por problemas económicos.
La educación de calidad es el cuarto de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que buscan conciliar el progreso económico, el bienestar social y la sostenibilidad del planeta para 2030. Este objetivo particular, firmado en 2015 por Colombia y 173 países más, tiene como propósito “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos los ciudadanos”. Entre las metas concretas están el acceso a la educación primaria y secundaria, el acceso a servicios de atención y desarrollo en primera infancia y el acceso igualitario de hombres y mujeres a la educación superior.
En Colombia, uno de los principales desafíos para alcanzar una educación de calidad en 2030 es ampliar el número de jóvenes con formación técnica, tecnológica y universitaria. En 2009, la cobertura en educación superior era de 35,7 %, en 2018 llegó a 57 % y en 2030 se espera alcanzar 80 %.
Aunque es fundamental aumentar los recursos y los cupos universitarios, el Gobierno y los expertos en educación coinciden en que el primer paso para cumplir esta meta es fortalecer la educación media, que en la mayoría de colegios de Colombia incluye los grados décimo y once. Es ahí, en ese tiempo de toma de decisiones, cuando los estudiantes tienen entre 14 y 17 años, que muchos definen su futuro.
Por eso el Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (CEDE), de la Universidad de los Andes, y el curso Datos, Diseño y Comunicación, del Departamento de Diseño de la misma universidad, presentaron una investigación que recopiló información detallada sobre cómo va Colombia en el cumplimiento del objetivo de educación de calidad. Este informe muestra la participación del PIB de Colombia en educación con respecto a otros países de Latinoamérica y revela cómo está la educación media en cobertura, nivel educativo docente, calidad promedio de pruebas Saber y deserción.
De acuerdo con los investigadores, la importancia de este análisis radica en que “estos factores influencian el ingreso de los estudiantes a la educación superior y reconocen que la buena calidad en la educación media se puede reflejar en el crecimiento económico del país”.
¿Cuánto invierte Colombia en educación respecto a otros países?
Una gráfica muestra que la inversión promedio del PIB entre los años 2010-2014 en Colombia fue del 4,64 %, una de las más bajas de la región. Bolivia, Argentina y Brasil destinaron para educación 6,89, 5,29 y 5,80 % del PIB, respectivamente. En 2019 Colombia invirtió $41,3 billones, es decir, 4,3 % del PIB, cifra que muestra que, aunque este es el presupuesto más alto que ha asignado para la educación, en la práctica se reduce la participación de este sector en el PIB en comparación con años anteriores. Dinamarca es el país del mundo que más invierte en educación: 8 % del PIB.
Cobertura en educación media
Según el Ministerio de Educación, la cobertura neta describe la relación entre los estudiantes matriculados en un nivel educativo y los que tienen la edad apropiada para cursarlo. De acuerdo con datos del DANE, las tasas más altas de cobertura de educación media están en Bogotá, Cundinamarca, Boyacá, Atlántico y Santander. En estos departamentos, entre 50 y 60 % de los jóvenes de 15, 16 y 17 años están cursando décimo y once en el colegio.
La tasa de cobertura más baja para esta misma población está en Guainía: en algunos municipios de este departamento la cobertura es del 1 % y en otros del 10 %. En Vaupés y Vichada la cobertura está entre 10 y 20 %. La Guajira, Guaviare, Chocó, Caquetá, Amazonas y Nariño tienen una cobertura que oscila entre 20 y 30 %. En Arauca, Putumayo, Cauca, Magdalena, Norte de Santander y San Andrés y Providencia la cobertura está entre el 30 y el 40 %. Huila, Valle del Cauca, Córdoba, Bolívar, Cesar, Antioquia, Caldas, Meta, Tolima, Sucre, Risaralda, Casanare y Quindío están entre 40 y 50 %.
Educación de los profesores
El estudio confirma que los profesores son el componente escolar con mayor influencia en los procesos de aprendizaje de los estudiantes, más que la infraestructura o la tecnología. Para llegar a esta conclusión, los investigadores compararon la cantidad de docentes con nivel educativo de posgrado que dictan clases en educación media y el promedio de los resultados de las pruebas Saber presentadas en grado 11 por los estudiantes.
“Mejorar la calidad de los maestros eleva también los estándares del proceso educativo. Se estima que por cada punto porcentual que aumente el número de docentes con posgrado en un colegio, el desempeño académico de los alumnos aumentaría en promedio entre 0,08 y 0,31”. Un ejemplo que muestra esta relación es que Chocó, con 88 profesores con posgrado, obtuvo en promedio 209 puntos de 500 en las pruebas Saber. En cambio, Bogotá, con 3.825 profesores con posgrado, obtuvo en promedio 275 puntos, un incremento del 32 %.
Deserción en educación media
En entrevista con El Espectador, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, reconoció que la deserción en educación media es muy alta y se agudiza en zonas rurales. Angulo hizo énfasis en la necesidad de garantizar las condiciones mínimas para que los adolescentes que llegan a noveno no dejen el colegio. “Vamos a lanzar un programa de reducción de deserción que integre los programas de alimentación, transporte e infraestructura a la educación rural”.
El informe de los Andes revela las causas de deserción en el sector rural durante estos años y afirma que el 34 % de los jóvenes que dejan el colegio lo hacen por problemas económicos; el 28 % por la distancia entre el colegio y la casa, y el 27 % por problemas académicos.