Es una de las afirmaciones que se extraen del último estudio sobre obesidad de la OECD. Se prevé que el sobrepeso siga aumentando en los próximos años.
El Obesity Update 2017 que ha publicado recientemente la OECD no trae buenos datos en lo referente a la epidemia de obesidad que sufre actualmente casi todo el planeta. Para frenarla, los expertos piden una mayor relevancia a través de los medios de comunicación, un etiquetado correcto de los alimentos, intervenciones en las escuelas para que los más pequeños tomen conciencia o la regulación del marketing de los productos considerados insanos.
1 de cada 5 adultos es obeso en los países de la OECD
El 19,5 % de los adultos de los países de la OECD es obeso. Esta tasa varía desde el 6% de Corea del Sur o Japón al más del 30% que se registra en Hungría, Nueva Zelanda, México o Estados Unidos. Más de uno de cada cuatro adultos es obeso en Australia, Canadá, Chile o Gran Bretaña. Los ratios de sobrepeso y obesidad han aumentado muy rápidamente en Estados Unidos, Inglaterra y México desde 1990, aunque en otros países se han mantenido más estables. Sin embargo, no hay señal alguna de que la epidemia vaya a frenarse.
Casi 1 de cada 6 niños es obeso
La proporción de niños con sobrepeso u obesidad a los 15 años se sitúa desde un 10% en países como Dinamarca a la friolera de un 31% en Estados Unidos, donde casi uno de cada tres niños tiene obesidad. A pesar de las políticas públicas sobre salud, el número de niños de 15 años o menos con sobrepeso u obesidad ha crecido de forma exponencial en casi todos los países desde el año 2.000
Se espera que la obesidad siga en aumento
Las proyecciones de la OCDE muestran un aumento constante en las tasas de obesidad hasta al menos 2030. Los niveles de sobrepeso serán particularmente altos en Estados Unidos (47%), México (39%) e Inglaterra (35%). Por el contrario, se estima un aumento muy ligero en países como Italia (13%) y Corea del Sur (9%). En Francia y España, los niveles de obesidad alcanzarán alrededor de un 21%. En Suiza, donde la estadística de sobrepeso suele ser baja, aumentará drásticamente.
Desigualdades entre educación y obesidad
En la mayoría de los países, las mujeres suelen tener un mayor porcentaje de obesidad o sobrepeso que los hombres, pero según los datos de la OCDE, la obesidad masculina está creciendo más rápidamente.
Las mujeres con menor educación tienen un riesgo entre dos y tres veces mayor de padecer sobrepeso u obesidad. Las disparidades son menores entre los hombres, aunque los datos siguen en aumento. Los desequilibrios educacionales referentes a la obesidad se han mantenido uniformes entre 2010 y 2014 en países como España, Corea del Sur, Italia o Inglaterra, tanto para hombres como para mujeres.
Los factores socioeconómicos y el nivel de educación influyen decisivamente en la obesidad y el sobrepeso. Dado que las personas con mayores problemas de peso son menos aceptadas en puestos de trabajo, éstos a su vez tienen mayores dificultades económicas porque permanecen durante más tiempo desempleadas. Asimismo, las personas que sufren de obesidad son menos productivas en el trabajo debido a que tienen más días de baja por enfermedad, y ganan alrededor de un 10% menos.
El dato suena paradójico: en los últimos 4 años el gobierno mexicano ha gastado más de 47.500 millones de pesos, unos US$2.400 millones, para mejorar los edificios de sus escuelas.
Es la mayor inversión de la historia para el mantenimiento de los planteles que se consiguió con la cotización de bonos de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Pero el dinero no es suficiente para mejorar la evaluación del sistema educativo del país.
De entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México tiene el peor desempeño en el aprendizaje de ciencias, lectura y matemáticas.
Son deficiencias que pretenden erradicarse con la Reforma Educativa promulgada en 2013.
Sin embargo, cuatro años y miles de millones de pesos después, el país sigue en el último lugar en la evaluación educativa de la OCDE.
Y es que el dinero, por sí solo, ha sido insuficiente coinciden especialistas y autoridades.
De hecho, según organizaciones civiles existen por lo menos cuatro temas que mantienen el rezago en el sistema educativo del país:
Malas condiciones de las escuelas, problemas en la capacitación de los maestros, control de la disidencia sindical en los instituciones educativas en cuatro estados y la exclusión que padecen miles de alumnos que no pueden concluir sus estudios.
Sin mantenimiento
Hasta ahora, la inversión histórica en el presupuesto se concentra en dar el mantenimiento que por varios años dejó de aplicarse a los planteles.
Un tema urgente de atender pero es sólo un paso, le dice a BBC Mundo David Calderón, presidente ejecutivo de la organización Mexicanos Primero, una de las más activas en el tema educativo del país.
«El rubro de infraestructura es el que tiene avances más visibles, hay una diferencia importante con respecto a lo que se hacía», explica.
«El cambio sí se nota, de un abandono y ausencia histórico bestial ahora hay un mínimo de infraestructura que no es la adecuada, tardará en llegar al resto del sistema».
Algo en lo que no coinciden por completo las autoridades.
«Establecimos un nuevo modelo de infraestructura ligado al nuevo modelo educativo, no puedes separar los temas», explica a BBC Mundo Héctor González de la Garza, director del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED).
Es el área de la Secretaría de Educación Pública (SEP) encargada de aplicar la inversión histórica en el mantenimiento de las escuelas.
«Mejores maestros con todo el proceso de capacitación y de evaluaciones que se realizan junto con el concepto de mejores escuelas ya está dando resultados tangibles en este momento».
Dinero insuficiente
La calidad de los planteles es una parte del rezago en el sistema educativo mexicano.
En 2012, cuando inició el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, no estaba claro el número de escuelas –ni sus condiciones de operación- que existían en el país.
Un censo realizado durante más de un año en casi todo el país reveló que casi la mitad de los 150.000 planteles no tenían drenaje.
Además, una quinta parte carecía de agua potable y en más de 40.000 no había baños o electricidad.
En esto se concentran los recursos. «Componer sanitarios es muy evidente, pero hay que arreglar la instalación hidrosanitaria y eléctrica que no necesariamente se ve pero que es indispensable», explica el funcionario.
«Debe tener agua para acceder al programa de bebederos, arreglar muros, pisos, techos, paredes, barandales, todo lo que implique seguridad para alumnos y maestros».
Sin embargo, a pesar de la cuantiosa inversión no será posible resolver los problemas en todos los planteles, advierte David Calderón.
Un estudio de Mexicanos Primero revela que el 59% de las escuelas del país operan en malas condiciones. Remediar los problemas de todas no será posible en este gobierno.
«Se necesitarían otros seis años para que las escuelas salgan de una situación precaria a una aceptable«, insiste.
El director del INIFED reconoce que la histórica inversión no alcanza para todo.
El programa Escuelas al 100, el mecanismo para aplicar los recursos, está dirigido a unos 33.000 planteles, los que se consideran “con mayores necesidades”.
El resto de las escuelas serán atendidas en la medida que se apliquen recursos oficiales de cada gobierno estatal.
Disidencia sindical
Otro de los temas que explican los problemas del sistema educativo mexicano es la capacitación de los maestros.
En el país existen 440 escuelas normales pero según datos de Mexicanos Primero sólo 17 de ellas tienen un nivel superior de educación.
El resto no cumple con los estándares internacionales, y en muchas de ellas existe un profundo activismo político que sustituye a las clases, afirma Calderón.
Parte de la responsabilidad es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el ala disidente del sindicato de maestros.
El grupo se opone a la Reforma Educativa y desde su promulgación, en 2013, impide que se aplique en los estados donde la disidencia tiene mayor presencia: Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
Uno de los temas donde más hay resistencia es en la evaluación de los maestros, que forma parte central de la Reforma.
La CNTE bloquea la aplicación de exámenes y también suspende con frecuencia las clases en miles de planteles.
El resultado es, afirma Mexicanos Primero, un bajo desempeño escolar de los alumnos en las entidades con dominio de la disidencia.
«La formación de maestros sigue estando casi en el mismo estado que cuando empezó la reforma, se va a crear un desajuste», advierte Calderón.
Y en esto poco ayuda el dinero. «Mucho del efecto positivo de tener mejores escuelas no va a fructificar hasta que no haya mejor formación de los maestros».
«Si no cambias la lógica de las relaciones de aprendizaje tendrás un mejor escenario para el mismo fracaso, el logro de aprendizaje depende sustancialmente de las relaciones de aprendizaje entre alumnos y maestros».
Indígenas, los más vulnerables
Uno de los problemas de fondo es la forma como durante décadas se impartieron las clases en México, con base en un modelo de memorización y no de entender lo que se estudia.
Es una de las razones de la evaluación negativa del país ante la OCDE.
Pero también de la exclusión de miles de niños en las escuelas. De hecho de cada 100 estudiantes de educación básica sólo 57 logran ingresar al bachillerato.
El caso más grave ocurre en las comunidades indígenas. Según Mexicanos Primero sólo 2 de cada 10 estudiantes de esos alumnos aprenden lo que se espera en los programas escolares.
Una de las razones es el abandono histórico que padecen. Las escuelas con peores condiciones en el país, por ejemplo, se encuentran en comunidades indígenas.
Los maestros en esos planteles reciben menos apoyo que sus compañeros de otros lugares, y el presupuesto para mantener las escuelas ha sido mínimo.
Esto empieza a remediarse ahora pero «el dinero no va a bastar, nos vamos a engañar si pensamos que mucho cemento produce mejor aprendizaje«, advierte David Calderón.
«Apenas se crean las condiciones mínimas de convivencia, seguridad y resguardo de los niños. Es una deuda de justicia».
Costa Rica / 07 de junio de 2017 / Por: DANIEL SALAZAR M / Fuente: http://www.elfinancierocr.com/
Costa Rica reporta el primer lugar en un índice de ansiedad relacionado con el trabajo escolar, generado por la OCDE
Los estudiantes costarricenses de 15 años muestran niveles de ansiedad mucho más altos en comparación con la mayoría de jóvenes de otros países.
Esos jóvenes dicen preocuparse más por las pruebas en el colegio, estresarse más cuando estudian y ponerse más nerviosos de lo que responderían, en promedio, los estudiantes de otros cincuenta y seis países, entre los que se encuentran los más desarrollados del globo.
Así se desprende de un reciente estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) sobre bienestar estudiantil, elaborado a partir de una encuesta aplicada a estudiantes de 15 años en 57 países durante el 2015. Allí, Costa Rica obtiene un desfavorable primer lugar (con resultados casi idénticos a los de Brasil y Singapur) en un índice de ansiedad relacionada con el trabajo escolar.
El informe también sugiere una posible relación entre altos niveles de ansiedad y bajo desempeño académico en la mayoría de los países, lo que podría encender las alarmas sobre el problema de ansiedad en los jóvenes ticos.
¿Qué es ansiedad?
La encuesta, aplicada durante el desarrollo de las pruebas estandarizadas PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) preguntó a los estudiantes si suelen preocuparse con frecuencia sobre si un examen va a ser difícil, si se preocupan por salir mal en el colegio o si –incluso cuando están preparados– se sienten ansiosos al hacer una prueba, entre otras cuestiones.
En la mayoría de las preguntas, el promedio de jóvenes que responden afirmativamente en Costa Rica es mucho más alto que el del resto de los países.
¿Por qué tendría que preocupar un mayor nivel de estrés o de ansiedad, según lo afirman los estudiantes? Hay una primera respuesta. Altos niveles de ansiedad pueden estar relacionados con un peor desempeño educativo.
Aunque no hay una relación causal, la OCDE destaca que los estudiantes que obtienen mejores resultados en sus pruebas PISA suelen ser estudiantes con menores niveles de ansiedad.
En Costa Rica el fenómeno no es la excepción. Un 75% de los estudiantes costarricenses con mejores notas en las pruebas de ciencias de PISA dijo sentirse ansioso para los exámenes del colegio, incluso cuando están bien preparados (se trata del grupo del cuartil superior con mejores notas). La proporción sube a un 84% en el caso de los estudiantes con peores resultados (cuartil inferior a partir de resultados en ciencias).
Disminuir la ansiedad puede no provocar mejores notas entre los estudiantes, pues no hay una causalidad demostrada. Sin embargo, eso sí mejoraría la eficiencia con que se invierten los recursos en la educación, al mejorar los ambientes para el aprendizaje: motor al que Costa Rica apuesta como punta de lanza de su desarrollo socioeconómico y en el que invierte casi un 8% de su producción económica medida por el Producto Interno Bruto.
Ansiosos y satisfechos con la vida ¿por qué?
Hay una buena noticia entre toda esa tendencia. Aunque los jóvenes ticos muestran más ansiedad, también suelen indicar niveles mayores de satisfacción con la vida respecto a los manifestados en otros países.
Por ejemplo: un estudiante promedio de Hong Kong en China ubicará su nivel de satisfacción con la vida en un 7, si le piden categorizarlo de un 0 al 10 (siendo 0 una bajísima satisfacción y 10 una alta satisfacción). En Costa Rica, el estudiante promedio dirá «8,5», uno de los más altos del mundo.
La aparente contradicción entre estudiantes ansiosos pero «satisfechos con la vida» lanza una pregunta: ¿es el sistema educativo el que genera estos niveles de ansiedad?
«Siempre es normal un cierto nivel de estrés en cualquier actividad humana y una de las tareas del sistema es que prepare a los estudiantes para enfrentar el estrés» valora Leonardo Garnier, exministro de educación. «Pero cuando hablamos de niveles de ansiedad altos, eso debería de llamar a la preocupación» destaca.
A primera vista –considera– si los estudiantes muestran altos niveles de satisfacción con la vida, su ansiedad podría estar más relacionada con la evaluación que con ellos mismos.
«Uno tendría que ver en qué medida la lógica del sistema de evaluación y la actitud de los docentes está convirtiendo la evaluación en algo demasiado amenazante. Uno preferiría tener un sistema de evaluación muy variado. Algunas de las reformas que se hicieron combinan exámenes tradicionales con trabajos en grupo, con coevaluación. Eso tiende a bajar el estrés de cada una de las partes» valora.
La ansiedad puede tener muchas causas, agrega Ronald Soto, docente e investigador de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica. Para él hay que tomar en cuenta muchos factores socioculturales relacionados. Subraya uno de ellos: Costa Rica tiene un sistema que podría incentivar la memorización, en lugar de la comprensión de los conceptos y la «competitividad» en lugar de la «competencia».
«Lo que pasa es que tenemos una cultura de medición. No una cultura evaluativa» valora.
El docente alerta que los altos niveles de ansiedad usualmente están ligados a una mayor impulsividad de los estudiantes. Para Soto, la tendencia preocupa, pues revela que los colegiales podrían priorizar obtener buenas notas y responder bien, a incorporar sus conocimientos en la vida cotidiana.
Más allá de evaluar
Ileana Arce, jefa del Departamento de Orientación Educativa y Vocacional del Ministerio de Educación afirma que los nuevos programas que el Ministerio buscan, entre sus objetivos, dirigir los procesos educativos hacia un panorama que trascienda la evaluación, y –con ello– disminuir la ansiedad.
«Es muy importante que la población estudiantil pueda reconocer qué le está pasando, porqué lo siente y qué puede hacer (cuando siente ansiedad). (…) Hay muchas acciones que realizamos para poder favorecer eso. Por ejemplo, hay una extensión del Servicio de Orientación como el Programa Guía, para motivar el diálogo, el manejo y reconocimiento de emociones y la retroalimentación», señala.
Empero, Arce cree que este proceso es continuo y necesita trascender de las evaluaciones a los estudiantes.
«Tenemos un reto importantísimo: trascender de los contenidos y poder movernos hacia el desarrollo de habilidades y capacidades aprendidas. Es importante encontrarnos con los estudiantes y poder clarificar bien qué están sintiendo y qué podemos hacer», cerró.
Colombia / www.elcolombiano.com / 7 de Junio de 2017
En el proceso que adelanta Colombia para ser admitida en la Ocde, y que está muy avanzado, dicha Organización presentó un estudio en el que plantea la necesidad de que se concreten las reformas pendientes.
Desde el primer período de gobierno del presidente Juan Manuel Santos, se fijó la meta de conseguir que Colombia haga parte de la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Para tal efecto, se han venido surtiendo una serie de instancias y procedimientos establecidos por la Organización.
En este sentido, el Gobierno ha adoptado, en diversos campos, algunas reformas y concretado una serie de ajustes (en políticas, reglamentaciones, procesos y programas) para así responder a las recomendaciones y las sugerencias de los diferentes comités (23 en total) que tiene establecidos la Ocde.
El hacer parte de esta Organización, a la que pertenecen principalmente países de alto nivel de desarrollo e ingreso, le ofrece a una nación en desarrollo como Colombia la oportunidad no solo de aprender de otros países cómo hacer mejor las cosas sino de recibir retroalimentación sobre los avances y las dificultades que enfrenta el país en diversos campos del desarrollo y de la política pública.
Adicionalmente, se puede acceder a información privilegiada de gran ayuda para la formulación, la implementación y la evaluación de las políticas.
Según el Gobierno, otros beneficios que trae el ingreso a la Ocde son la posibilidad de acudir a fuentes de financiamiento de menor costo y asegurar un mayor flujo de inversión extranjera, pues la confianza de los potenciales inversionistas aumenta.
En desarrollo del proceso de ingreso a la Ocde, en días pasados la Organización presentó el “Estudio Económico de Colombia 2017”.
En este informe se plantean dos mensajes centrales. El primero tiene que ver con el hecho de que la economía colombiana “ha sido más resiliente al shock de los precios de las materias primas que otros países de América Latina”.
El segundo pone en perspectiva los retos del desarrollo y el progreso que se tienen por delante para brindarles a sus ciudadanos mayores niveles de ingreso y bienestar. Estos se resumen en la necesidad de avanzar “hacia un crecimiento más inclusivo” y asegurar “un aumento de la productividad”.
Para tal propósito, la Ocde recomienda una serie de medidas y reformas entre las que destacan la necesidad, en el mediano plazo, de recaudar más ingresos para financiar los gastos crecientes que se requieren en las áreas de infraestructura, educación y previsión social. En otras palabras, el próximo gobierno deberá llevar a cabo una nueva reforma tributaria.
De igual manera, será necesario enfrentar una reforma laboral que consiga reducir la informalidad en el mercado del trabajo, pues este fenómeno hace difícil reducir las desigualdades sociales, ya que limita el acceso de las personas a los beneficios públicos.
Para ello se propone, entre otras cosas, continuar con la reducción de los impuestos y las contribuciones sobre los salarios (los denominados costos laborales no salariales); simplificar los procedimientos para el registro de las empresas y la afiliación de los trabajadores a la seguridad social; e implementar la diferenciación del salario mínimo según la edad y la región.
De otra parte, la Ocde plantea la urgente necesidad de concretar “una reforma en profundidad del sistema pensional”, asunto que sigue pendiente y que ha venido siendo discutido en diversos foros, como el reciente congreso de Asofondos.
De concretarse la entrada de Colombia a la Ocde, es claro que, si se quieren alcanzar mayores niveles de crecimiento y equidad, el país tiene por delante la concreción de una serie de reformas económicas de gran calado.
Los ministros de la OCDE discutirán la semana próxima en su reunión anual el eventual proceso de adhesión de los países que han manifestado su deseo de integrarse en la organización, entre ellos Brasil, pero no se tomarán decisiones al respecto.
Este es el mensaje dado hoy por el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano ngel Gurría, que presentó los grandes temas que se van a debatir y, en particular, la forma de integrar más la cuestión de la redistribución con el crecimiento económico.
En un encuentro con la prensa, Gurría avanzó que podría ser en julio cuando se tomen decisiones sobre alguno de los seis países con los que se baraja su entrada en el conocido como el «Club de los países desarrollados».
Se trata de tres europeos -Rumanía, Bulgaria y Croacia- y de tres latinoamericanos -Perú, Argentina y Brasil-. Esa lista no tiene en cuenta a Colombia, que está ya en una fase muy avanzada en el proceso de adhesión.
Brasil formalizó su solicitud de entrada esta misma semana y, aunque no ha recibido una respuesta de la OCDE, la semana próxima está previsto que sus ministros de Finanzas y de Asuntos Exteriores acudan a París para firmar un acuerdo con Gurría.
Se trata, esencialmente, del reconocimiento de la inmunidad de los funcionarios de la organización que vayan a Brasil para realizar estudios.
El secretario general dijo que se trata de «una decisión política» de los actuales países miembros y puso el acento en que Brasil ya está integrado en unos 35 instrumentos de la OCDE, como convenciones.
«Es el país más activo (con la OCDE) sin ser miembro» tras una colaboración que se prolonga desde hace una veintena de años, comentó.
Preguntado sobre si la actual crisis política que atraviesa Brasil podría afectar a su aceptación o al proceso, el político mexicano afirmó que «todos los países tienen momentos en que sus instituciones están sometidas a pruebas y la cuestión es si saben salir».
«Hasta ahora -añadió- hemos visto que en el caso de Brasil las instituciones han funcionado».
Según un nuevo capítulo del informe PISA 2015 que se publicó el pasado 24 de mayo, existe una estrecha vinculación entre las competencias en materia de educación financiera y las desventajas sociales.
El estudio de PISA de la OCDE, que examina el rendimiento de estudiantes de 15 años de edad en diferentes asignaturas, incluye un análisis específico de sus competencias en materia de educación financiera. Este último capítulo que se ha publicado hoy refleja los resultados obtenidos en diez países de la OCDE (Bélgica (región flamenca), Canadá, los Países Bajos, Australia, Estados Unidos, Polonia, Italia, España, la República Eslovaca y Chile) y cinco países no pertenecientes a esta (China, Rusia, Lituania, Perú y Brasil).
Teniendo en cuenta que un 56% de los estudiantes evaluados tienen una cuenta bancaria y que el 64% de los chicos y chicas de 15 años tienen ingresos provenientes de un trabajo formal o informal, uno de los mensajes clave de este informe es que la competencia financiera, firmemente correlacionada con las competencias en matemáticas y en lectura, es fundamental para la protección de los consumidores. El estudio concluye que el 22% de los estudiantes no alcanza lo que se considera el nivel básico de rendimiento en competencia financiera.
Más conclusiones clave
– El estudio concluye que existe una relación directa entre los niveles altos de desventaja social y los niveles bajos de competencia financiera. Por ejemplo, los estudiantes de origen inmigrante tienen un nivel de competencia financiera considerablemente bajo.
– Existe una clara división entre el 12% de los estudiantes que se considera alcanzan el nivel máximo de competencia financiera y el 22% que están al nivel mínimo
– Con algunas variaciones entre países, existe una correlación entre los niveles altos de competencia financiera y los niveles altos de rendimiento en matemáticas y en lectura.
– Los padres son las personas que mayor influencia ejercen en el aprendizaje de los jóvenes en materia de competencia financiera.
– De media, el nivel de competencia financiera de las chicas es mayor que el de los chicos.
Más allá de la contabilidad
La Internacional de la Educación (IE) ha publicado su propia evaluación de este capítulo del informe PISA 2015, reconociendo la importancia de la competencia financiera a la hora de gestionar las financias y planificar su utilización. La declaración pone de relieve que, si bien la OCDE tiene razón al hacer hincapié en la importancia de que los jóvenes tengan competencias financieras, esto es algo que tiene que formar necesariamente parte del rompecabezas que supone abordar la explotación, la discriminación y las desventajas.
“La competencia financiera no es una cuestión éticamente neutra. Cómo se utiliza el dinero, y la relación que este mantiene con cuestiones como la economía, la fiscalidad, la contabilidad, el bienestar y las oportunidades en la vida, son aspectos fundamentales para la creación de unas sociedades buenas”, ha declarado Fred van Leeuwen, Secretario General de la IE.
Desde la oficina en París, entrevista al director de la División Anticorrupción de la OCDE para conocer su visión sobre la Argentina.
-¿Qué tiene que hacer la Argentina en materia de corrupción para formar parte de la OCDE?
– Debe ajustarse a los criterios antisoborno de la OCDE. Algunos son: ajustarse a la convención anticorrupción, donde se establecen procedimientos para criminalizar el soborno a funcionarios públicos; un marco legal para que las empresas sean responsables por el soborno a funcionarios públicos en el extranjero; un marco legal satisfactorio para combatir la corrupción a nivel doméstico; investigar y perseguir casos de soborno.
Si se aprueba la ley antisoborno y otras reglamentaciones sugeridas por la OCDE, ¿cuáles son los pasos a seguir?
-Depende de los tiempos del consejo de la OCDE y de la Argentina, una vez que se comience la etapa de discusiones de acceso. Cuando se inicia, el país tendrá que sobrellevar revisiones en profundidad por los comités técnicos de la OCDE.
-¿Cómo ve la OCDE los avances de la Argentina?
-Es notable que la Argentina estuvo entre los primeros países en América latina en adherir a la convención antisoborno de la OCDE, en 2001. Pero aunque se han hecho esfuerzos para implementar los requerimientos de la convención a partir de diciembre de 2015, todavía no puede penalizar a las empresas por soborno transnacional o acusar oficialmente a sus ciudadanos que cometen este crimen en el extranjero. Por eso debe asegurarse de que se apruebe la Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas que se presentó al Congreso en 2016.
-¿Qué otras recomendaciones tienen para este país?
– Tomar medidas de manera urgente para mejorar la independencia judicial y de los fiscales. También, reducir el delay que existe en la investigación de delitos económicos complejos y investigar proactivamente los delitos relacionados con el soborno en el extranjero; reducir el altísimo nivel de vacantes en los juzgados y el uso de jueces subrogantes, y proveer los recursos necesarios para jueces y fiscales, entre otras medidas.
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