Costa Rica / 07 de junio de 2017 / Por: DANIEL SALAZAR M / Fuente: http://www.elfinancierocr.com/
Costa Rica reporta el primer lugar en un índice de ansiedad relacionado con el trabajo escolar, generado por la OCDE
Los estudiantes costarricenses de 15 años muestran niveles de ansiedad mucho más altos en comparación con la mayoría de jóvenes de otros países.
Esos jóvenes dicen preocuparse más por las pruebas en el colegio, estresarse más cuando estudian y ponerse más nerviosos de lo que responderían, en promedio, los estudiantes de otros cincuenta y seis países, entre los que se encuentran los más desarrollados del globo.
Así se desprende de un reciente estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) sobre bienestar estudiantil, elaborado a partir de una encuesta aplicada a estudiantes de 15 años en 57 países durante el 2015. Allí, Costa Rica obtiene un desfavorable primer lugar (con resultados casi idénticos a los de Brasil y Singapur) en un índice de ansiedad relacionada con el trabajo escolar.
El informe también sugiere una posible relación entre altos niveles de ansiedad y bajo desempeño académico en la mayoría de los países, lo que podría encender las alarmas sobre el problema de ansiedad en los jóvenes ticos.
¿Qué es ansiedad?
La encuesta, aplicada durante el desarrollo de las pruebas estandarizadas PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) preguntó a los estudiantes si suelen preocuparse con frecuencia sobre si un examen va a ser difícil, si se preocupan por salir mal en el colegio o si –incluso cuando están preparados– se sienten ansiosos al hacer una prueba, entre otras cuestiones.
En la mayoría de las preguntas, el promedio de jóvenes que responden afirmativamente en Costa Rica es mucho más alto que el del resto de los países.
¿Por qué tendría que preocupar un mayor nivel de estrés o de ansiedad, según lo afirman los estudiantes? Hay una primera respuesta. Altos niveles de ansiedad pueden estar relacionados con un peor desempeño educativo.
Aunque no hay una relación causal, la OCDE destaca que los estudiantes que obtienen mejores resultados en sus pruebas PISA suelen ser estudiantes con menores niveles de ansiedad.
En Costa Rica el fenómeno no es la excepción. Un 75% de los estudiantes costarricenses con mejores notas en las pruebas de ciencias de PISA dijo sentirse ansioso para los exámenes del colegio, incluso cuando están bien preparados (se trata del grupo del cuartil superior con mejores notas). La proporción sube a un 84% en el caso de los estudiantes con peores resultados (cuartil inferior a partir de resultados en ciencias).
Disminuir la ansiedad puede no provocar mejores notas entre los estudiantes, pues no hay una causalidad demostrada. Sin embargo, eso sí mejoraría la eficiencia con que se invierten los recursos en la educación, al mejorar los ambientes para el aprendizaje: motor al que Costa Rica apuesta como punta de lanza de su desarrollo socioeconómico y en el que invierte casi un 8% de su producción económica medida por el Producto Interno Bruto.
Ansiosos y satisfechos con la vida ¿por qué?
Hay una buena noticia entre toda esa tendencia. Aunque los jóvenes ticos muestran más ansiedad, también suelen indicar niveles mayores de satisfacción con la vida respecto a los manifestados en otros países.
Por ejemplo: un estudiante promedio de Hong Kong en China ubicará su nivel de satisfacción con la vida en un 7, si le piden categorizarlo de un 0 al 10 (siendo 0 una bajísima satisfacción y 10 una alta satisfacción). En Costa Rica, el estudiante promedio dirá «8,5», uno de los más altos del mundo.
La aparente contradicción entre estudiantes ansiosos pero «satisfechos con la vida» lanza una pregunta: ¿es el sistema educativo el que genera estos niveles de ansiedad?
«Siempre es normal un cierto nivel de estrés en cualquier actividad humana y una de las tareas del sistema es que prepare a los estudiantes para enfrentar el estrés» valora Leonardo Garnier, exministro de educación. «Pero cuando hablamos de niveles de ansiedad altos, eso debería de llamar a la preocupación» destaca.
A primera vista –considera– si los estudiantes muestran altos niveles de satisfacción con la vida, su ansiedad podría estar más relacionada con la evaluación que con ellos mismos.
«Uno tendría que ver en qué medida la lógica del sistema de evaluación y la actitud de los docentes está convirtiendo la evaluación en algo demasiado amenazante. Uno preferiría tener un sistema de evaluación muy variado. Algunas de las reformas que se hicieron combinan exámenes tradicionales con trabajos en grupo, con coevaluación. Eso tiende a bajar el estrés de cada una de las partes» valora.
La ansiedad puede tener muchas causas, agrega Ronald Soto, docente e investigador de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica. Para él hay que tomar en cuenta muchos factores socioculturales relacionados. Subraya uno de ellos: Costa Rica tiene un sistema que podría incentivar la memorización, en lugar de la comprensión de los conceptos y la «competitividad» en lugar de la «competencia».
«Lo que pasa es que tenemos una cultura de medición. No una cultura evaluativa» valora.
El docente alerta que los altos niveles de ansiedad usualmente están ligados a una mayor impulsividad de los estudiantes. Para Soto, la tendencia preocupa, pues revela que los colegiales podrían priorizar obtener buenas notas y responder bien, a incorporar sus conocimientos en la vida cotidiana.
Más allá de evaluar
Ileana Arce, jefa del Departamento de Orientación Educativa y Vocacional del Ministerio de Educación afirma que los nuevos programas que el Ministerio buscan, entre sus objetivos, dirigir los procesos educativos hacia un panorama que trascienda la evaluación, y –con ello– disminuir la ansiedad.
«Es muy importante que la población estudiantil pueda reconocer qué le está pasando, porqué lo siente y qué puede hacer (cuando siente ansiedad). (…) Hay muchas acciones que realizamos para poder favorecer eso. Por ejemplo, hay una extensión del Servicio de Orientación como el Programa Guía, para motivar el diálogo, el manejo y reconocimiento de emociones y la retroalimentación», señala.
Empero, Arce cree que este proceso es continuo y necesita trascender de las evaluaciones a los estudiantes.
«Tenemos un reto importantísimo: trascender de los contenidos y poder movernos hacia el desarrollo de habilidades y capacidades aprendidas. Es importante encontrarnos con los estudiantes y poder clarificar bien qué están sintiendo y qué podemos hacer», cerró.
Fuente noticia: http://www.elfinancierocr.com/economia-y-politica/jovenes-panico-examenes-deberia-preocuparnos_0_1189081093.html