Page 5 of 8
1 3 4 5 6 7 8

Guatemala: Organizaciones demandan fin de violencia contra las niñas

Centro América/ Guatemala/ 15.10.2018/ Fuente: www.tn8.tv.

Organizaciones sociales demandaron hoy al Estado que garanticeel fin de todo tipo de violencia y el derecho a la vida a las niñas de Guatemala, donde más de 2.000 de entre 10 y 14 años resultaron embarazadas de enero a junio pasado producto de agresiones sexuales.

Durante una actividad celebrada en la Plaza de la Constitución como parte del Día Internacional de la Niña, Meylin Mejía, de la organización Mujeres Transformando el Mundo, dijo a Efe que Guatemala «no tiene nada que celebrar«.

«Miles de niñas sufren de violencia sexual y en lugar de estar estudiando o participando en la recreación, están cuidando niños», lamentó.

Explicó que entre enero y julio pasado, de acuerdo con estadísticas del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (Osar), 61.686 niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años resultaron embarazadas en Guatemala.

De ellas, 2.002 tienen entre 10 y 14 años, «que fueron abusadas por sus padres, tíos, primos, abuelos o padrastros», lo que es «preocupante», dijo.

Te recomendamos: Denuncian altos niveles de violencia contra niñas salvadoreñas

Bajo el lema «las niñas tiene derecho a un proyecto de vida«, las organizaciones realizan en la Plaza de la Constitución, en el centro histórico de la capital, varias actividades recreativas en las que hacen participar a las niñas y también a los hombres.

Además, recordaron a las 41 niñas que el 8 de marzo del año pasado murieron durante un incendio en el Hogar Virgen de la Asunción bajo la tutela del Estado.

«Los niñas tienen derecho a construir un proyecto de vida, a la justiciarecreación, vivienda digna, alimentaciónprotecciónsalud y educación«, se leía en cárteles instalados en la plaza.

También se colocaron fotografías de niñas-madres para «reflejar la realidad en Guatemala«, dijo Mejía.

«Necesitamos que las niñas tengan derecho a la educación sexual reproductiva porque hay cientos de embarazos producto de la violencia», enfatizó.

En declaraciones a periodistas tras inaugurar una feria de empleo, el presidente en funciones de Guatemala, Jafeth Cabrera, manifestó que el Gobierno está luchando por la erradicación de la violencia contra las niñas.

El procurador guatemalteco de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, aseguró hoy en un pronunciamiento que Guatemala sigue vulnerando los derechos humanos de las niñas y adolescentes, que son víctimas de maltratosabuso sexual explotación comercial.

«Estas violaciones a sus derechos fundamentales se expresan en discriminación y desigualdad hacia las niñas», sostuvo el Ombudsman

Fuente de la noticia: https://www.tn8.tv/america-latina/459347-guatemala-organizaciones-demandan-fin-violencia-ninas/

Comparte este contenido:

Lengua de Señas y Formación Docente

Por Juan Kujawa

Las personas con discapacidad auditiva utilizan la lengua de señas, como su medio de expresión, comunicación y aprendizaje. Su modo de vida. Interactúan a través de ella.

Las personas sordas acceden a los distintos subsistemas educativos, incluyendo a la educación universitaria. No obstante no se conoce con precisión cuantos estudiantes con discapacidad auditiva han ingresado a las universidades en el país, por edad, sexo, en cuales carreras, tiempo de permanencia y egreso, entre otros datos.
El Ministerio de Educación Universitaria, MEU, recientemente propuso conjuntamente con el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad, el Conapdis, un Censo de estudiantes con Discapacidad, reconociendo ambas organizaciones que desconocen la realidad en este sentido, a pesar del Sistema Nacional de Ingreso, S.N.I. (OPSU) que le solicita al estudiante indicar, al inscribirse en el mismo, que tipo de discapacidad tiene. Por cierto El S.N.I. debe ofrecer los procedimientos de inscripción Online, de acuerdo a criterios de accesibilidad que no ofrece. (Audio para estudiantes con discapacidad visual).
Y se reconoce igualmente que las universidades no llevan a cabo ningún registro al respecto, aun cuando la inscripción es por mecanismos internos. Ni les solicitan la calificación y la certificación de la discapacidad por los organismos competentes, salvo mejor opinión.
Los planes de estudio de las universidades venezolanas no incluyen unidades curriculares acerca de la discapacidad. El Ministerio de Educación universitaria ofrece un solo 4 cursos (Los mismos desde hace años), de forma virtual, en el Sistema Nacional de Formación Permanente del Docente Universitario. No incluye particularmente el de Lengua de Señas Venezolana, en el caso que nos ocupa, muy importante.
Por otro lado la incorporación del intérprete de lengua de señas en las universidades para facilitar la inclusión y el aprendizaje de las personas sordas, (Lo cual es su derecho, y al no hacerlo se violan los mismos), no es política permanente de las universidades. Son considerados personal administrativo y contratados por períodos académicos.
El Consejo Nacional de Universidades, C.N.U., no ha considerado en su agenda este aspecto. La designación del 23 de septiembre como Día Internacional de la Lengua de Señas, es un paso significativo en la universalización de todas las comunidades para reconocer los objetivos establecidos en el artículo 21 (Libertad de expresión y de opinión y acceso a la información) de la Convención Internacional sobre los Derechos de las PcD; que Venezuela suscribió en 2013; para cumplir con el objetivo universal de inclusión.
Pudiera (Debería) también el C.N.U. deliberar previamente acerca de la incorporación en la formación docente de un curso sobre Lengua de Señas Venezolano, para nuevos ingresos y ascensos de categoría de los docentes y el establecer una política pública que defina el rol de los interpretes de lengua de señas que trabajan actualmente en las universidades.
También es importante que el mismo estudiante con discapacidad auditiva exija ante las autoridades universitarias su derecho a disponer de un intérprete de lengua de señas. Su confianza en sus propias capacidades y acciones, es el impulso adicional y quizá el más importante y necesario, para su inclusión. Desde su propia condición – mismos derechos, incluyendo el acudir a la Fiscalía General de la República y la Defensoría del Pueblo, si no son reconocidos sus derechos en este sentido y agotadas las posibilidades en un tiempo prudencial, y antes de comenzar las actividades académicas, ya que en contrario estaría en desventaja más si el docente no maneja la lengua de señas al menos en forma básica.
Establecer políticas públicas de forma permanente, para promover la inclusión de los estudiantes con discapacidad auditiva y desde los organismos pertinentes, son necesarias para lograr tres (3) aspectos:
1. Que el estudiante con discapacidad auditiva logre su derecho a una educación inclusiva.
2. Que el intérprete de lengua de señas que presta sus servicios en las universidades obtenga un estatus y estabilidad acorde con su función
3. Y la incorporación de la Lengua de Señas Venezolana en los diseños curriculares de la formación docente de las universidades sea una realidad, para que el docente universitario sea igualmente copartícipe de la inclusión.

Son tres asuntos pendientes por falta de coordinación interinstitucional.

juankujawa@gmail.com
@juankujawa
Fuente: http://www.eluniversal.com/el-universal/10287/lengua-de-senas-y-formacion-docente
Imagen tomada de http://porelpais.com.ar/wp-content/uploads/2017/09/lenguaje-se%C3%B1as-760×460.jpg
Comparte este contenido:

Las Organizaciones en A.L. y Discapacidad

Por JUAN KUJAWA HAIMOVICI

En América Latina, como lo señaláramos en el artículo anterior, existen organizaciones creadas por los Estados – países –gobiernos, con el objeto de garantizarles a las personas con discapacidad, sus derechos. Continuaremos con los siguientes países:

Costa Rica: Conapdis. Consejo Nacional de Personas con Discapacidad. Adscrito al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Cuba: Conaped. Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad.  Adscrito al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

El Salvador: Conaipd. Consejo Nacional de Atención Integral a las Personas con Discapacidad. Adscrito al Pleno del Consejo Presidencial.

Guatemala: Conadi. Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad. Entidad Autónoma.

Honduras: (SDHJGD). Secretaría de Derechos Humanos, Gobernación y Descentralización.

Haití: Secretaría de Estado para la Integración de Personas con Discapacidad (SEIPH)

México: Conadis. Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad. Adscrito a la Secretaría de Desarrollo Social.

Nicaragua: Consejo Nacional de Prevención, Rehabilitación y Equiparación de Oportunidades para las Personas con Discapacidad. Adscrito al Ministerio de Salud.

Panamá: Senadis. Secretaría Nacional de Discapacidad. Adscrito a la Presidencia de la República.

República Dominicana: Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS). Adscrito a la Presidencia de la República.

Estas estructuras, tienen características comunes, en su Organización, Misión y Visión, Valores, Principios, Metas, Programas, Proyectos, etc.

Se basan para el cumplimiento de sus actividades, en la propia legislación para Personas con Discapacidad y en la Convención Internacional sobre los Derechos de las PcD,

Están adscritos a otros organismos nacionales, lo cual denota, en nuestra opinión, carencia de autonomía funcional y decisoria.

Sus presupuestos no reflejan necesariamente las necesidades de atención de las Pcd.

En mayor o menor grado promueven a las ONG de personas con discapacidad en sus planes, proyectos y programas, pero no en la toma de decisiones.

Denotan una mayor política asistencialista que de derechos y participación, por el alto componente político – partidista de sus gestiones.

Existen problemas comunes como la asistencia e inclusión laboral, educativa, social, asistencial, y recreativa, entre otras.

No hay políticas organizacionales coordinadas entre ellas, a pesar del Alba, Mercosur ó del Caricom.

No hay estadísticas actualizadas sobre cuantas personas con discapacidad hay en esos países, que permitan una adecuada planificación de políticas públicas en general.

Se confunde (Enfatiza) más la visibilización que la inclusión de las Pcd, en donde la segunda de ellas aun no alcanza un grado considerable en las sociedades de estos países.

Es poca la atención de las PcD en condición de pobreza, mendicidad, género, raza, discapacidad múltiple, tercera edad, etc.

No se observa la participación de personas con discapacidad dirigiendo dichos organismos y menos en los cuerpos ejecutivos y legislativos de estos países, salvo mejor opinión.

No se encontraron en los documentos y páginas Web consultadas, planes estratégicos a corto – mediano y largo plazo para la atención de las personas con discapacidad, incluyendo al Conapdis de Venezuela.

En este último y como caso excepcional, mucha propaganda e información política no vinculada a la problemática de la discapacidad. La filiación política como vinculo de sus actividades.

juankujawa@gmail.com

Fuente: http://www.eluniversal.com/el-universal/3913/organizaciones-al-discapacidad

Imagen de archivo OVE

Comparte este contenido:

Panamá suspende en educación sexual

Panamá/03 de Marzo de 2018/Autor: Redacción/PanamáOn

Al cierre de 2016, el Ministerio de Educación (Meduca) reportó mil 380 estudiantes embarazadas, un fenómeno que continúa su ascenso en Panamá pese a las alertas de las autoridades y las organizaciones sociales.

Según un reporte de la Dirección de Planificación del Meduca, la región de Panamá es la que más casos registró de adolescentes encintas, con 458, seguidos de Colón (236) y las comarcas indígenas (202).

Cifras del Ministerio de Salud (Minsa) refieren, por su parte, que durante el 2017 atendieron nueve mil 912 menores en estado de gestación entre 10 y 19 años.

Para algunos especialistas de sociología ‘es complicado que una niña de primaria tenga que afrontar un embarazo, cuando debería estar jugando con muñecas u otros juegos’.

De igual forma, cuestionaron la educación que se inicia por casa, porque ‘si allí no hay buenos ejemplos, qué futuro puede tener aquella niña que está en proceso de desarrollo y con mucha curiosidad’.

A estos se suman, los criterios emitidos por pediatras, entre ellos el de Roberto Grimaldo, quien recordó que los embarazos en niñas y adolescentes no son deseados en su mayoría, y representan posibles problemas de salud para la futura madre y para el bebé.

‘Los niños vienen bajo de peso, por estadística tienen partos prematuros y riesgo de presentar cualquier tipo de complicación’, acotó.

Mientras este problema social y de salud crece, sectores vinculados a iglesias bloquearon una iniciativa legal y docente que pretendía establecer la obligatoriedad de la educación sexual, por considerar tales enseñanzas lesivas a la moral de la familia.

Pese al rechazo de esta iniciativa por un minoritario grupo de extremistas, el 85 por ciento de la población coincide en la importancia de la misma, liderada por el Meduca, para revertir el embarazo precoz, en ascenso en los últimos años, dijo en diciembre pasado el ministro del Minsa, Miguel Mayo.

Hasta el momento, Panamá no cuenta con políticas públicas claras y a largo plazo para encarar el problema, en tanto prosigue detenido en la Asamblea Nacional el debate sobre una ley que busca la adopción de estrategias encaminadas a lograr una educación sexual integral, atención y promoción de salud.

Un estudio reciente del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia sobre equidad en salud, refiere que Panamá, Ecuador y Guatemala ocupan la sexta posición entre los 32 países de la región con mayor número de adolescentes embarazadas entre 15 y 19 años.

Fuente: http://www.panamaon.com/noticias/salud/40266-panama-suspende-en-educacion-sexual.html

Comparte este contenido:

El derecho a la educación en el corazón del pueblo

Por: Alberto Croce

El tema que vamos a abordar en los próximos párrafos no es nuevo. Más bien, ha sido recurrente en los años que siguieron a la recuperación democrática en nuestro país (1983). Nos ha tocado ser a veces actores, a veces observadores, a veces protagonistas, de diferentes intentos de organizar, reunir, fortalecer, acompañar… a muchas organizaciones sociales, comunitarias, populares comprometidas con el derecho a la educación de nuestro pueblo.

           Los contextos fueron variando mucho, incluso, desde antes de la fecha que arbitrariamente señaláramos más arriba. La dictadura golpeó con fuerza al campo popular educativo que aportó también sus mártires, tanto desde el campo de la educación formal como en el de la educación popular, alternativa o no formal.

          Literalmente miles de organizaciones -algunas pequeñas otras más grandes- han llevado adelante diferente tipo de proyectos educativos con una mirada emancipadora en la búsqueda de lograr garantizar el derecho a la educación en las diferentes comunidades. Entre estos proyectos educativos hay que destacar como referente histórico más emblemático el de los “círculos de alfabetización” freirianos o los espacios de formación de las ligas y comunidades agrarias. Pero cómo no reconocer aquí la atención a los niños más pequeños en centros de cuidado infantil, jardines maternales o similares y los centros o grupos de apoyo escolar o educación complementaria. En tiempos más cercanos, la aparición de los bachilleratos populares, o el plan “Fines” de terminalidad secundaria. Y debemos sumar a este gran bagaje de experiencias a los centros de formación profesional, como también diferentes experiencias de educación de adultos, formación en las cárceles, atención a personas con discapacidad. O la educación/formación en temas ambientales, sindicales, de géneros, de comunicación y  organización popular. La lista, felizmente, se hace casi interminable.

          La mayoría de estas experiencias está invisibilizada para buena parte de la sociedad. Y en el debate educativo, ha sido muy difícil hacer que la misma -y sus autoridades- vislumbraran el enorme trabajo realizado por estas organizaciones en favor de la educación de nuestro pueblo y su organización. Incluso, no pocas veces todo este inmenso mundo educativo ha sido puesto en una absurda contraposición y hasta enfrentamiento con todo el mundo de la educación formal, como si la defensa del derecho del pueblo a una educación formal de calidad pudiera confrontarse con el derecho del mismo pueblo a seguir las estrategias necesarias para sostener una amplia franja de propuestas educativas que enriquecen la sociedad y le han permitido muchos de sus avances más relevantes en materia de derechos, organización y hasta de contenidos y  metodologías dentro de la misma educación formal. O incluso, garantizando la permanencia misma y la continuidad de nuestro pueblo más pobre en la educación formal.

         A estas organizaciones que se identifican con propuestas educativas, hay que sumar las que trabajan en el mundo “de la infancia”. No son pocas las que han surgido bajo la necesidad barrial de responder al cuidado de la niñez y la adolescencia. Desde Casas del Niño, hogares infantiles o de adolescentes, hasta Centros de protección o cuidado… Organizaciones que han tenido siempre una relación más fuerte con las áreas gubernamentales de los ministerios de acción o desarrollo social que con las áreas educativas, pero cuya población final y sus metodologías de trabajo cotidiano, no difieren demasiado de las que anteriormente caracterizamos.

          Los recorridos de encuentro y articulación de todas estas experiencias han sido diferentes. Con momentos en que estos caminos se podían encontrar con cierta facilidad y otros en los que se separaban y hasta enfrentaban bruscamente. A veces por cuestiones políticas que eran vividas como irreconciliables, otras por cuestiones de protagonismos personales que no han sido menos virulentos. La educación popular reivindica para sí un compromiso con perspectivas políticas que, como no podría ser de otra manera, no siempre es coincidente entre organizaciones que realizan tareas que, para quienes las observan desde fuera, no parecieran ser muy diferentes.

          Los que hemos transitado hace años por estos intrincados caminos hemos sido testigos de estos recorridos sinuosos, por momentos apasionantes, por momentos frustrantes, que nos ha tocado recorrer.

          Los tiempos actuales nos llevan a escenarios nuevos. Muchos insisten en quejarse por no estar suficientemente preparados para actuar en los mismos. Pero la historia no nos pide permiso para hacerse presente. Sencillamente nos llama a habitarla, vivirla y construirla como protagonistas o quedarnos al costado como público observador.

          La educación siempre está conminada a dialogar con los modelos y proyectos de sociedad que se proponen. No existe la burbuja educativa. Los grandes debates sociales -económicos, políticos, culturales- aparecen con crudeza en el debate educativo. No es posible evitar la inmersión en el debate educativo desde un lugar tecnicista ascéptico. Menos en nuestro tiempo en el que ese “tecnicismo” se acerca mucho a decidir tomar una postura en el propio debate.

          Por otra parte, el contexto internacional ha variado mucho para los países de la región de América Latina y el Caribe. Los procesos de integración regional que marcaron la última década, han rotado hacia la búsqueda de negociar la “incorporación al mundo más neoliberal” con tratados de libre comercio y propuestas de sumisión a las fórmulas de los organismos internacionales más comprometidos con el modelo capitalista. Las posturas de mayor defensa de la soberanía regional, por ejemplo,  mutaron hacia un gigantesco y creciente endeudamiento.

          En este marco, quienes trabajan directamente en los territorios están enfrentándose con situaciones cada vez más difíciles y críticas. Las familias de los barrios periféricos y marginales viven en situaciones de precarización creciente y las consecuencias empiezan a sentirse con crudeza en muchas comunidades. A esto hay que agregar las condiciones de fragilidad que genera el narcotráfico y una constante y creciente  amenaza de violencia.

          Para todas estas organizaciones el acceso al financiamiento se ha vuelto una dificultad cada vez más acuciante que está comprometiendo la existencia de muchas de ellas. El abanico de oportunidades al que en décadas pasadas era posible recurrir para gestionar recursos, se ha acotado drásticamente. Y, en muchos casos, los recursos del Estado que permitían llevar adelante distintos proyectos, estàn siendo recortados dìa a dìa por motivo de las tendencias del ajuste del gasto social, como por cuestiones político-ideológicas.

          En nuestro país, los movimientos sociales llegan a obtener algunos recursos a partir de la movilización y de la toma del espacio público, presionando a las autoridades con manifestaciones y acciones directas, pero esto les genera un desgaste cada vez más fuerte, acompañado no pocas veces por la  represión o persecusión de la militancia social, en el marco de una creciente y muchas veces descontrolada violencia institucional.

          Otras organizaciones más pequeñas, con menor capacidad de movilización o militancia, están en los límites de sus posibilidades de existencia y se debaten en encontrar caminos para sostenerse, no sólo por motivos económicos, sino también por no poder posicionarse en este nuevo contexto al que experimentan como una amenaza creciente.

          Por otra parte, este conjunto de experiencias y prácticas socio-educativas ha sido un espacio en donde históricamente ha sido posible el desarrollo de una militancia social muy activa, en donde miles de jóvenes han encontrado espacios para desarrollar un gran compromiso transformador. Jóvenes de los mismos territorios y barrios, como así también de otros sectores sociales que, por diferentes motivos, optan por comprometerse con los ambientes populares más pobres.  En los distintos momentos históricos, algunos de estos jóvenes asumieron lugares más fuertes en estructuras político-partidarias, sindicales, vinculados a espacios de diferentes iglesias o a movimientos sociales de distinto tipo. En los años kirchneristas, no pocos de ellos tuvieron responsabilidades institucionales en diferentes espacios del Estado.

Desafíos del presente y señales para caminar

          El contexto actual está haciendo sentir a muchos militantes de estas organizaciones que es necesario volver a articularse para lograr algunos objetivos que se sienten impostergables. Uno de ellos es el de un reconocimiento social y colectivo de todo este “movimiento social y educativo popular”. En este sentido, nuevamente se hace necesario reivindicar estas diferentes manifestaciones de organización popular como un derecho ciudadano y sacarla del lugar de cierto individualismo voluntarista en el que algún sector quiere depositarla. Cuando este derecho ciudadano se logra reconocer necesariamente se expresa en el acceso a recursos que posibilitan que estos proyectos educativos puedan llevarse adelante con la calidad que requieren. En tiempos de escasez y ajuste, el reclamo de recursos es visto por otros sectores populares como una amenaza que puede llevar al recorte de los ya conseguidos. Esta es una dificultad objetiva que debemos considerar. Así como la oportunidad de los reclamos y reivindicaciones que se hacen, para evitar que los enfrentamientos se produzcan al interior de los movimientos y organizaciones del campo popular.

          El reconocimiento exige visibilidad. La visibilidad de las prácticas debe construirse y eso conlleva organización y articulación. Por tanto, es un tiempo en donde los diferentes espacios deben encontrarse y acordar puntos de acuerdo por sobre eventuales diferencias que, con seguridad, permanecen y permanecerán porque la uniformidad es enemiga del espíritu democrático con el que debemos construir desde el campo popular.

          De acuerdo con nuestra mirada, este espacio de construcción social debe reflexionar y profundizar alrededor de algunos puntos claves.

  1. El derecho social a la educación popular, que es derecho a organizarse para poder enseñar y aprender desde una perspectiva emancipadora a lo largo de toda la vida.
  2. Algunos elementos para conceptualizar el espacio de educación popular, alternativa, cooperativa:
    1. ¿Qué formatos organizacionales llevan adelante hoy estas iniciativas? Cooperativas, Org. comunitarias, Movimientos Sociales, Grupos de hecho…
    2. ¿Quiénes son los educadores populares en las mismas y en qué condiciones realizan su trabajo? Militantes, voluntarios, contratados, registrados, bajo programas sociales…
    3. ¿Cuáles son los proyectos educativos que están implementando? ¿Qué “hacen”? Atención a primera infancia, terminalidad educativa, alfabetización…

          Por otra parte, parece fundamental establecer un diálogo amplio, profundo y abierto con los compañeros y compañeras de mundo sindical. En tantos años hemos visto que muchos de estos intentos de organización terminaban enfrentándose con las organizaciones de los trabajadores de la educación por incomprensiones mutuas y poca capacidad de encontrar las necesarias articulaciones entre los espacios y derechos que todos proponemos defender y promover. Las luchas de los sindicatos docentes por garantizar la educación pública, gratuita y de calidad  y enfrentarse a las tendencias de privatización o precarizaciòn del derecho a la educación, llevan a cuestionar los proyectos que algunas de las organizaciones impulsan o llevan adelante. En algunos momentos de la historia que contamos y vivimos, resultaba casi imposible encontrar caminos de diálogo y reflexión al respecto. Quizás la coyuntura actual permita ir un poco más lejos de lo que fue posible en épocas anteriores, al tener en claro que lo que estamos enfrentando requiere de la mayor grandeza y generosidad.

La construcción de un espacio colectivo

           La construcción de espacios de articulación siempre ha sido un desafío complejo. Nada indica que estos nuevos intentos no lo sean. Sin embargo, estamos ante una nueva oportunidad que puede permitir la construcción de un actor colectivo que tenga posibilidades de incidencia, negociación y transformación.

          Para que sea posible lograrlo, es importante tener en claro que existen ya redes y espacios de articulación diferentes. El desafío es poder reunir a varios de estos espacios, con el propósito de construir algunos logros, sin desconocer que las agendas de cada uno individualmente van a ir más allá de las que se puedan acordar colectivamente, porque hay necesidades específicas que no pueden desconocerse pero que no serán propuestas como reivindicaciones para todos.

          La valoración de las historias y luchas previas es un punto de partida básico que es a la vez un activo fundamental de esta iniciativa, como una brújula orientadora en el camino que nos proponemos realizar. No se empieza de cero. Hay historia y camino en el haber popular. Pero la historia debe funcionar de trampolín que impulsa y no como un lastre que detiene.

          A los que venimos caminando hace más tiempo, nos toca acompañar con la mayor humildad y discreción a los nuevos liderazgos -sobre todo entre los jóvenes- que están surgiendo con mucho compromiso, valentía y generosidad. Y recordar y levantar a nuestros queridos, eternos y gigantes compañeros, como Mónica Mignone, el Pocho Lepratti, Alberto Morlachetti, Carlos Cajade, Norma Colombatto, Rodolfo Bustamante, David “Cañito” Salomone, Fito Molodevsky, Feli Mastropaolo, el Teki Rivero, Micaela García… y tantos y tantas, que han dado su vida con alegría y generosidad porque creyeron en que esta era una causa por la que valía la pena jugarse. Y viven y vivirán en la memoria de todos los que nos comprometemos por el derecho a la educación de nuestro pueblo y nos acompañarán a sostener las banderas que siguen flameando en nuestras luchas y corazones.

Fuente: https://albertocesarcroce.wordpress.com/2018/01/27/el-derecho-a-la-educacion-en-el-corazon-del-pueblo/

Comparte este contenido:

Libro: Las TICs en las Organizaciones Sociales

Las TICs en las Organizaciones Sociales

  • Año: 2011
  • Editor: CRAC
  • Páginas: 28 páginas
  • Idioma: español
  • Desde: 03/04/2012
  • Tamaño: 788 KB
  • Licencia: Pendiente de revisión

Sinopsis:

Este material es fruto de la reflexión colectiva que hemos podido compartir con un centenar de personas procedentes de diferentes organizaciones sociales, colectivos, asociaciones, ONG, técnicos de la administración o cooperativas de iniciativa social, a las que nos une -entre otras cosas- la ilusión y preocupación por los proceso de incorporación, uso y apropiación social de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

En particular entre finales de 2010 y principios de 2011 hemos podido encontrarnos en diferentes espacios donde se han forjado estas ideas que queremos compartir con vosotras y vosotros, fruto de la reflexión colectiva, el análisis compartido y el diálogo.

Han sido tres los espacios de encuentro. En primer lugar Madrid en octubre de 2010 donde arrancó el “Encuentro Presencial y Virtual: Las TIC en las organizaciones sociales” que impulsamos desde la organización extremeña ACUDEX y el Colectivo de Educación para la Participación – CRAC. El segundo momento fue en Cádiz en Noviembre de 2010, que nos sirvió para cerrar el proceso de Madrid, y para celebrar el “II Encuentro de Movimientos en la Red” que por segundo año consecutivo organizaba el CRAC convocando a las asociaciones y colectivos de Andalucía. Ya en 2011 a mediados de febrero se celebró la primera sesión presencial de un proceso formativo llamado “Tercer sector 2.0” organizado por la red Elkartekintza.

Para descargar:https://openlibra.com/es/book/download/las-tics-en-las-organizaciones-sociales

Fuente de la reseña: https://openlibra.com/es/book/las-tics-en-las-organizaciones-sociales

Fuente de la imagen:https://olcovers2.blob.core.windows.net/coverswp/2012/04/Las-TICs-en-las-Organizaciones-Sociales-OpenLibra-300×424.jp

 

Comparte este contenido:

Extrañas parejas: Ciencia y Teología / Escuela y Religión

Por: Luis Bonilla-Molina 

Conozco a miles de hermosos/as y comprometidos/as hombres y mujeres de fe, quienes han abrazado y hecho suya la causa de los pobres, los explotados y los marginados. Ellos necesitan comprender y compartir las ideas de las jerarquías religiosas para poder impulsarlas; si no las comparten incluso las desafían.  Por otro lado, las estructuras de poder religioso  -salvo honrosas excepciones-   se han comprendido como parte de los sistemas de gobernabilidad y han hecho suyas las causas de los instalados en el poder. Con los primeros recorro los caminos de las luchas y las resistencias anticapitalistas.  Con ellos, construimos otro mundo posible en el cual la fe y la ciencia puedan transitar juntos el camino de sociedades y hombres liberados.  Para enfrentar a los segundos escribí a este breve artículo, para esos que realizan su labor como una cuestión de poder, manipulando a sus feligreses para que las sociedades, aún en el siglo XXI, permanezcan en las tinieblas del conocimiento, con el propósito que hombres y mujeres recorran el mundo como zombis políticos.  El tema de la relación entre teología y ciencia, en el marco del surgimiento de fuertes tendencias autoritarias y oscurantistas en el mundo del siglo XXI,  adquiere una relevancia especial. No se trata de etiquetar y crear falsas lineas divisorias sino de construir encuentros diversos, plurales pero plenamente conscientes de la otredad.  Estoy profundamente convencido, que si existe un mañana para la humanidad, será expresión de una armónica fusión entre la espiritualidad atea y la religiosa, en un horizonte de hombres y mujeres liberados de las cadenas cognitivas del poder.

Lo General

Para muchos sectores de fe el modelo ideal de organización colectiva es un Estado Teológico. Gobiernos del mundo árabe, el Estado Islámico, la plutocracia protestante norteamericana, la Iglesia Católica, entre otros, cada cierto tiempo así nos lo recuerdan.  Augusto Comte hablaba de los tres estados en el tránsito de construcción de las sociedades: el teológico, el metafísico y el científico. Varios cambios en el modo de producción hicieron que el paradigma del Estado Teológico perdiera influencia, pero no por ello desapareciera, ni alcanzara el status comteano de científico.  Lo que ocurrió fue que las sociedades se abrieron a modelos de gobernabilidad, con divisiones de poderes, métodos de elección propios del sistema político de democracia burguesa -con paréntesis autoritarios para estabilizar el sistema-  que hicieron que las religiones fueran “relegadas” al plano de la fundamentación ideológica del status quo.

Tres de las causas de estas mutaciones fueron: (a) la aceleración del pensamiento y la racionalidad científico-tecnológica en la edad media y su vigorización con la llamada revolución industrial, (b) la multiplicación y fortalecimiento de los sistemas escolares fundamentados en la divulgación del saber científico y (c) el asumir una mentalidad laica en los asuntos de gobierno. Por supuesto que estos cambios eran el resultado de las necesidades de adaptación social, política y económica que requería el modelo de producción capitalista, tanto en su centro como en la periferia, para la construcción del sistema-mundo de dominación del capital sobre el trabajo.

Muchas escuelas tuvieron sus orígenes en agrupaciones clericales que las usaban para catequizar y contar con mano de obra barata; en las cuales la alfabetización y la lógica matemática eran vistas como iniciaciones a la fe. El auge medieval de la ciencia, la expansión colonial de los centros de poder que requerían construir hegemonía cultura y, el drástico cambio en el modo de producción con sus implicaciones en la relación capital-trabajo, favorecieron el impulso de la noción de sistemas escolares.

Las escuelas, los sistemas escolares y los maestros -junto a los medios, los partidos políticos modernos y las sociedades científicas-  fueron algunos de los encargados de abrirle paso a este paradigma, que expresaba una ingeniera social para la dominación. Muy a pesar de los deseos de los diseñadores y promotores de este modelo, al ser implementado por maestros y personal que coadyuva al hecho educativo, siendo estos trabajadores, una clase explotada y dominada por los ricos,  hizo que los sistemas escolares desde su génesis tuvieran en su interior el germen de las resistencias anti sistema. La escuela se convirtió en escenario de profunda tensiones entre mentalidad laica, lógica religiosa y pensamiento social revolucionario.

En la segunda mitad del siglo XX, se produce un creciente fortalecimiento de los sistemas escolares, expresado en el acuerdo mundial por la masificación de la educación. La creación de la UNESCO y la masificación educativa son la expresión (a) de la imposibilidad de ocultar los logros soviéticos en materia de enseñanza-aprendizaje; (b) pero también de la esperanza de los ciudadanos del mundo, respecto a una educación que evitara futuras guerras y; (c) del consenso del capitalismo mundial expresado en el Tratado de Bretton Woods que creaba necesidades educativas concretas.

El capitalismo mundial necesitaba multiplicar la lógica del consumo, creando ciudadanos-consumidores a gran escala que quisieran y pudieran comprar sus mercancías  y, la creación de nuevas necesidades asociadas a novedosos productos del complejo industrial-militar-cultural; para ello los sistemas escolares en procesos de masificación educativa, les resultaban de especial utilidad.

La unificación del modelo de gobernabilidad del capitalismo post guerras mundiales, que se impulsa a través de las democracias burguesas representativas, solo era posible desarrollarla con la elaboración y socialización de una narrativa homogénea a través del múltiples estructuras de Estado, en cuyo epicentro aparecen los sistemas escolares.  Pero  ello no eliminó, ni limitó el surgimiento de múltiples resistencias desde la propia escuela.

Por el contrario, las escuelas se convirtieron en campo de batalla (a) entre los intentos de las religiones -especialmente la católica y protestantes existentes en ALC- por formalizar y hacer permanente, las materias de religión, que habían logrado introducir como formación opcional en los sistemas escolares, eso sí, atacando abiertamente la perspectiva científica, (b) un laicismo que solo se preocupaba por la construcción de mentalidad científica, desconectado de la lucha de clases y las resistencias desde el aula.  Un laicismo que se encerraba en lo local, perdiendo la vinculación con los contextos; (c) unas resistencias pedagógicas que no lograban vincularse a otras dinámicas internacionalista de luchas y al anticapitalismo. Por ello, las resistencias tienen dificultad para captar las líneas finas ni las tendencias impulsadas por el capitalismo desde los cincuenta del siglo XX, para generar un apagón pedagógico global.

En los setenta del siglo XX, buena parte de las resistencias pedagógicas migraron hacia el sindicalismo magisterial, presionadas, entre otras, por el impacto causado por las definiciones Althuserianas sobre los aparatos ideológicos, entre los cuales la escuela aparecía como reproductora del orden, invisibilizando las oposiciones que desde el aula se hacían contra las epistemologías del dinero.

En esta diatriba -al parecer-  la iniciativas de fe, coordinadas desde un mando central extraterritorial, cuya influencia abarcó toda la región, lograron los mejores resultados para su propio beneficio. Los sistemas escolares comenzaron a transitar el odioso camino de definiciones sin definición, es decir de anti ciencia. Así se comenzó a hablar de saberes, como opuesto a conocimiento científico, pedagogías de la ternura o el amor que no eran ni lo uno ni lo otro, sino una banalización de la actividad pedagógica.  Se comenzó a popularizar el discurso anti  disciplinas, para destruir la mentalidad científica en la interpretación de la realidad y la lucha de clases.

Lo particular

Las agrupaciones religiosas procuraron coaptar a los trabajadores de la educación para que “quedaran bien con Dios y con el diablo“, e intentaron convertirlos en una especie de caballos de Troya en la escuela y los sistemas escolares. Muchos/as maestras/os que se habían acercado al campo laboral de la educación, no por su mentalidad científica y laica, sino por sus necesidades de empleo, resultaron ser los más proclives a caer en la telaraña de destrucción de la mentalidad científica en los sistemas escolares.

Muchos/as prisioneros de un supuesto respeto por la diversidad de opiniones, como si la mentalidad científica no fuera respetuosa de otras formas de pensar; pero respetar no implica que cada cosa deje de llamarse por su nombre, lo cual sí molesta a los dogmáticos, quienes ven amenazadas sus supuestas certezas que no soportan el más mínimo contraste con la realidad histórica.  La escuela es por naturaleza un espacio anti dogmas, incluso para dudar de la invariabilidad de un conocimiento científico; pero la duda se argumenta y demuestra con datos empíricos, referentes teóricos y praxis replicable sobre cada tema.

La memorización y la repetición de verdades inamovibles, están en la epísteme de toda educación dogmática.  El dogma es el paradigma de la fe, pues no puede ser cuestionado por lo seres humanos como verdad “más allá del juicio divino”. Ahí surge el conflicto entre escuela laica y dogmas de fe.  Y desde diversos ángulos surgen narrativas, que con una seudo concreción científica, allanan el camino de la destrucción de la mentalidad científica en las escuelas.

El discurso posmoderno con su proclamado fin de la ciencia y de la escuela, su crítica a los métodos científicos y su promoción de la dictadura absoluta de la subjetividad sobre cualquier objetividad, abren el camino para una discursiva anti ciencia que desdibuja al conocimiento en general y al escolar en particular. Como lo señala Fredric Jameson, el discurso posmoderno es una expresión de la lógica cultural del capitalismo tardío, que angustiado ante la brecha creciente entre naciones altamente industrializadas y las dependientes, construye una perspectiva que implica la renuncia abierta a la igualdad social. El discurso posmoderno procura destruir la noción de lucha de clases, desconociendo que la ciencia destructiva y la objetivación de la vida, son en realidad resultantes del modo de producción capitalista. Es decir, el problema no es la ciencia, sino la perspectiva capitalista de la ciencia y su expresión en el modo de producción.  En el fondo y centro de la disputa entre ciencia y anti ciencia está la justificación de la permanencia de la división de clases versus la posibilidad de su superación mediante otro modo de producción y de relacionamiento de los seres humanos, el resto de la vida, el planeta y el universo.

Una caricatura de esta mentalidad metafísica, llevada hasta sus últimas consecuencias, lo constituye la llamada “transmodernidad” como superación de la modernidad, la posmodernidad y el pensamiento crítico de la escuela de Frankfurt, cuya dinámica, debemos esperar para comprenderla a que la termine de elaborar su mesías teológico. Pero sobre ello volveremos cuando trabajemos las narrativas poscoloniales y el proyecto de otro mundo posible.

Los sistemas escolares al introducir pedagogías científicas y activas, comienzan a trabajar el conocimiento como “proceso” y no como “producto inamovible”.  La realidad social deja de ser el resultado del destino o un poder supremo, para ser entendida y valorada como expresión de la correlación de fuerzas en una sociedad de clases, según cada momento histórico. Las diferencias entre ricos y pobres dejan de ser un designio divino o un karma metafísico, para ser entendidas como el resultado de un sistema de explotación económica, de estratificación social, de hegemonía ideológica y de dominación política. La tecnología emerge en las escuelas como posibilidad para generar equidad y justicia social. La escuela a pesar de todas las mediaciones ideológicas de dominación, no ha perdido del todo su teleología justiciera. Por ello, potenciar su mentalidad científica no es un tema academicista sino profundamente político, eso sí, de orientación anticapitalista.

La escuela científica  -o moderna como la definía a comienzos del siglo XX Ferrer i Guardia-  cumple un papel esclarecedor al respecto. Temas como bienestar social, libertad, solidaridad, desarrollo humano, justicia, revolución, adquieren desde la perspectiva socialista de la escuela una dimensión liberadora. Esa escuela que encuentra su especificidad en lecturas como las de Simón Rodríguez, Mariátegui, Fals Borda, entre otros, tiene en el conocimiento, una posibilidad cierta de abrir camino a revoluciones paradigmáticas, pero también sociales.

Los sistemas escolares al incluir las ciencias y los métodos científicos como referentes, están convocados a considerar a todo conocimiento como sujeto a cambio, al ser impactados por los nuevos descubrimientos y avances científicos-tecnológicos de cada momento histórico. En esa “nueva lógica” epistémica que masifican los sistemas escolares,  el mundo es una realidad que vamos descubriendo, más allá de la “semana de creación”.  La verdad del púlpito, del templo, se ve asediada por la verdad científica de la escuela[i].  Por ello, el ataque a la escuela es disimulado por sectores confesionales, con argumentaciones contra las ciencias, los métodos científicos y la comprobación empírica de toda verdad. La masificación de la catequesis seglar es una respuesta a la ampliación de la escolarización secular, que siembra dudas sobre la eficacia de la escuela laica como bien social.

Por décadas, el dogma intenta perforar la concepción laica de la escuela, introduciendo la catequesis en los espacios educativos.  Para ello, van logrando y legitimando, horas de “enseñanza de la fe” en las escuelas públicas, o introducen un peso curricular –oculto o especifico-  de formación para la fe –no científica- en las instituciones escolares regentadas por las fe religiosas.  Por ejemplo, hace algunos años al visitar una escuela pública, dirigida por un feligrés perteneciente a la religión más importante en la región, encontré que el Himno Nacional solo era entonado los lunes y viernes, mientras dos oraciones eran repetidas por todos los alumnos y profesores, como ritual inicial a la primera hora de cada día de esa escuela. En esa misma escuela, el comedor escolar estaba repleto de carteles que daban gracias “al Señor” por la comida que recibían, la cuál era financiada en un 100% por el Estado, negando con estos carteles el deber de educar sobre derechos ciudadanos. Pero estos carteles son también, un ataque vedado al principio constitucional de laicismo escolar. En este caso particular, la política de los carteles que colocan en manos de la fe la posibilidad de comer, lejos de enseñar ejercicio de la ciudadanía,  mediante el pleno control social del derecho a la alimentación, terminan enseñando una especie de “Dios proveerá”, que no contribuye a la creación de ciudadanía critica, a partir de la actividad en los centros educativos.

Lo concreto

En mi experiencia como docente de primaria, respetuoso como he sido de las religiones y los valores de los otros, cada vez que se me acercaba un religioso a demandar una hora semanal de enseñanza de la Fe, amablemente le proponía intercambiar una hora de enseñanza religiosa en el aula, por una hora de enseñanza sobre ciencia en el púlpito de su iglesia, por parte de maestros.  Por supuesto la respuesta era de asombro y negativa.

Un debate similar ocurría con docentes pertenecientes a religiones, quienes argumentaban que dar religión en el aula era una decisión potestativa de las familias o los padres, como si un grupo de ciudadanos pudieran legalmente reunirse para violentar preceptos constitucionales como la educación laica, sin que ello no solo implicara un delito sino la ruptura de un pacto social que hace de la escuela un lugar laico.

Algunos de los protocolos de destrucción de la escuela laica y científica se expresan en acciones aparentemente ingenuas y supuestamente desconectadas como las oraciones implementadas cual rutinas escolares, los oficios religiosos en efemérides de fe (confirmaciones, primeras comuniones), sermones teológicos en la celebración de conquistas sociales como los programas escolares alimentarios, las dotaciones de tecnología y de textos escolares a los estudiantes; y, hasta en el otorgamiento de los títulos doctorales o de  Magister Scienceratum.  En cada uno de estos casos se presenta la tensión entre la comunicación de logros como conquistas sociales o como el resultado de una bendición divina.

Cuando las organizaciones religiosas logran penetrar el laicismo escolar,  proceden a potenciar el uso de los rituales de fe para anteponerlos a la ciencia.  Y todo ello, termina en ataques al supuesto monismo metodológico, los métodos científicos, la comprobación empírica, el carácter científico de las pedagogías. Cuando este ataque a los docentes laicos se realiza de manera indirecta, se hace cuestionando la objetividad científica o la carencia de bases “espirituales” de las/os maestras/os. Cuestión que es falsa, pues la espiritualidad científica en fundamental para el desarrollo de la ética científica. Al atacar a las pedagogías, la formación docente y promover el ejercicio de la docencia por parte de cualquier profesional con lógica teológica o catequizadores, las corporaciones de fe hacen su aporte al Apagón Pedagógico Global (APG).

Las educaciones populares

En Tipologías de las Educaciones Populares  (https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/05/18/hacia-una-tipologia-de-las-educaciones-populares/) caractericé una variante regresiva de éstas educaciones populares, que se atrinchera en los saberes, para atacar los sistemas escolares, las escuelas, los métodos científicos.  Esta variante, muy influenciada por sectores teológicos, se aprovecha de las educaciones populares para destruir a su oponente histórico en términos de influencia de masas: la escuela. Pero esta caracterización, de una variante en específico, en ningún momento le resta potencia y posibilidades a la educación popular como otro camino complementario al de los sistemas escolares.

Por ello, reivindicamos la perspectiva de Fals Borda que armoniza educación popular con investigación militante, ciencia y tecnologías (tradicionales y alternativas) en un horizonte de transformación radical de la sociedad.  En ese sentido, los saberes emergen como expresión de esa otra ciencia posible, alcanzada por la articulación entre memoria histórica, sabiduría popular, experimentación y réplica para la sobrevivencia y el buen vivir, abiertos al encuentro de los otros conocimientos derivados de otros métodos científicos.

Qué hermoso resulta el encuentro entre hombres y mujeres de fe con sus pares científicos en un recorrer juntos, caminos de encuentro que no se dejen controlar ni dominar, ni por los intereses de las jerarquías religiosas ni por los amos del capital. Las educaciones populares están llamadas a allanar caminos de hibridación entre saberes y conocimientos generados por los diversos método científicos.  Las educaciones populares no pueden convertirse en una tecnología de enseñanza para el control de los grupos religiosos, las sectas dogmáticas o los neo bufones del conocimiento, ni en un tanque móvil contra la apropiación, por parte de los más humildes, de los otros conocimientos científicos.

[i] Como siempre, salvo que aclare lo contrario, cuando me refiero a escuela lo estoy haciendo a su expresión institucional desde el maternal hasta los postdoctorados.

*Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/05/23/extranas-parejas-ciencia-y-teologia-escuela-y-religion/

Comparte este contenido:
Page 5 of 8
1 3 4 5 6 7 8