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La difícil tarea de educar a los padres para la evaluación del primer trimestre

 Abelardo Carro Nava

En estos días, en los que los profesores se dieron a la tardea de evaluar las actividades desarrolladas con sus alumnos durante el primer trimestre del ciclo escolar 2020-2021 para registrar una valoración o calificación en las boletas – según el grado y nivel que corresponda –, se han develado varias cuestiones que, desde mi perspectiva, son importantes recuperar con la intención de que podamos reflexionar, sobre las diversas circunstancias que giran alrededor de los aprendizajes y evaluaciones de los miles de alumnos que se encuentran inscritos en el Sistema Educativo Nacional (SEN). Y es que, si bien es cierto que la pandemia por el Covid-19 vino a modificar la forma en que se trabajan los contenidos contemplados en los planes de estudio de los diferentes niveles educativos, también es cierto que esta nueva dinámica de trabajo, ha exigido un enorme esfuerzo de los diferentes actores involucrados en el proceso de enseñanza y aprendizaje; me refiero pues, a los maestros, alumnos y padres de familia. Una triada que, sin lugar a dudas, es fundamental para el desarrollo de los educandos.

Obviamente, el rol que ha jugado el docente en este proceso, ha sido una pieza importante en este engranaje educativo durante el aislamiento; por esta razón, cobra singular importancia el conocimiento que éste tiene en cuanto al abordaje de los contenidos puesto que, con ello, puede detonar el cúmulo de habilidades de sus alumnos para que realicen las actividades en casa. Y bueno, de este quehacer docente ya he dado cuenta en diversas publicaciones a través de este espacio, y otros, que tan amablemente me abren las puertas cada semana; por lo tanto, no profundizaré al respecto.

Ahora bien, de las actividades que plantea el profesor a sus alumnos, ¿se desprende la evaluación propiamente dicha? Desde luego. Como sabemos, de éstas se desprenden las tareas y productos que “demuestran” el logro alcanzado por éstos. En este sentido no está por demás mencionar que, para que el chico conozca qué es lo que se quiere lograr con estas actividades, es indispensable que el maestro de a conocer, en primera instancia, la serie de indicadores de logro que habrán de tomarse en cuenta para su realización, mismos que le servirán de base al profesor, en un segundo momento, para elaborar un instrumento de evaluación con criterios que, desde luego, se desprenden de los indicadores de logro dados a conocer desde el principio. Indudablemente, este es un ejercicio que, de cierta forma, brinda claridad a ambos actores en cuanto el desarrollo y evaluación de las actividades.

¿Cuál es el papel de los padres de familia en este proceso?, ¿sería suficiente que el padre de familia conociera las actividades que le ha encomendado el profesor a su hijo? NO. Desde mi perspectiva, es necesario que el padre o madre del chico, también se entere de los indicadores de logro y criterios de evaluación que he referido. Esto con el propósito, de orientar y supervisar que su hijo vaya trabajando conforme ha sido especificado en éstos y por el profesor a cargo del grupo. ¿Puede el docente inventarse esos indicadores y criterios? NO porque éstos se ajustan, o deben ajustarse, a los contenidos establecidos en el plan de estudios.

Ahora bien, ¿el seguir puntualmente estos indicadores y criterios en el desarrollo de las actividades asegura que el alumno adquiera un aprendizaje? Esto depende de varios factores, pero en sentido estricto, podría decirse que asegura que el proceso como tal, cumpla con los requerimientos para que se logre y adquiera ese aprendizaje. Luego entonces es sumamente importante, que una vez que el alumno haya entregado o enviado sus evidencias de aprendizaje, el profesor las revise, retroalimente y las realimente, hecho que desde luego daría continuidad al proceso formativo de sus estudiantes.

¿Qué pasa si un padre de familia no ha estado al tanto de las actividades, no ha orientado a su hijo cuando realiza éstas o, de plano, no se ha interesado en este proceso desde que inicio el confinamiento? Digo, es necesario ubicarnos en una realidad que, valga la redundancia, es tan real como parece. Y es que, durante este periodo de tiempo, hemos visto a: a) padres que han estado en todo este proceso con sus hijos y que les han brindado todo su apoyo para realizar el trabajo en casa; b) padres que intermitentemente se han involucrado en este este proceso porque sus actividades, principalmente, laborales y económicas, les impiden estar de tiempo completo con ellos; c) padres que no han estado en todo este proceso porque no tienen las condiciones económicas y/o educativas para esto; d) padres que no han estado en este proceso, aunque tienen todos los medios para ello. En cualesquiera de los casos, resulta preocupante lo que en los dos últimos incisos señalo, porque indiscutiblemente, tales situaciones repercuten en el aprendizaje que deben adquirir los chicos.

Ciertamente, así como la planteó la Secretaría de Educación Pública (SEP), para la evaluación de los aprendizajes esperados de los alumnos durante este primer semestre, en el momento en que el maestro o maestra no cuente con información suficiente sobre la participación de un estudiante desde que inició el ciclo escolar, tendría que anotarse en la boleta de evaluación la leyenda: “información insuficiente” (cuando la participación del estudiante haya sido intermitente” o “sin información” (cuando no se haya tenido comunicación con el educando) (SEP, 2020). Esto, desde mi punto de vista, tiene dos aristas a considerar: 1. Que colocar esa leyenda no significa que el chico haya reprobado porque el documento de “Orientaciones pedagógicas para la evaluación del aprendizaje para la educación preescolar, primaria y secundaria en el periodo de contingencia sanitaria” en ningún momento lo señala; 2. Que esta situación, propicie que los padres de familia que tienen todos los medios para apoyar a sus hijos en su proceso formativo pero que obviamente no lo han hecho, sigan de la misma manera durante el siguiente trimestre; al fin de cuentas, éstos podrían pensar que en su momento el profesor y/o la escuela, tendrían que buscar la forma de “regularizar” a estos alumnos y, por lo tanto, de evaluarlos. ¿Menuda situación no cree?

Pienso que esto último, es un gran error, porque si bien es cierto que muchos padres de familia no cuentan con los recursos (materiales o intelectuales) para apoyar a sus hijos, también es cierto que hay quienes sí los tienen, pero no hacen lo necesario para participar con ellos. ¿Qué tendría que hacer la SEP al respecto? En primera instancia, emitir un protocolo con la intención de que los docentes y directivos, puedan dar un puntual seguimiento a cada uno de los casos que sean registrados con la leyenda “información suficiente” o “sin información”. En artículos anteriores, ya he señalado la diversidad de circunstancias por las que podría estar pasando el alumno y sus padres de familia y, en razón de ello, deben de valorarse y registrase cada uno de esos casos, pero siguiendo un protocolo. En un segundo momento asignarles a los directivos, la responsabilidad de comunicarse (vía telefónica y por escrito) con los padres de familia para que, mediante una entrevista, puedan conocer las razones de su falta de participación en las actividades con sus profesores, pero también, para invitarles a que participen con sus hijos. Claro, habrá quién por el momento no pueda hacerlo por algunas de las razones que ya he expuesto, pero seguro estoy, que habrá otros que no han participado porque no han querido. Finalmente, pienso que la Secretaría, a través de los canales y programas de radio en los que se trasmite la estrategia “Aprende en Casa II”, puede difundir cápsulas informativas con la intención de concientizar a dichos padres de familia.

¿Maestro le pudo mandar las evidencias de aprendizaje de todo el trimestre de mi hijo?, ¿qué tareas le falta por mandar a mi hija?, ¿qué puedo hacer para que mi hijo no repruebe?, ¿por qué va a reprobar mi hijo si yo le he mandado algunos productos de las actividades que ha hecho mi hija?, ¿con los trabajos que le he enviado de mi hijo, éste no alcanza un 6 de calificación? Son algunos de los cuestionamientos que, en los últimos días, varios docentes han escuchado de algunos padres de familia. Un asunto hasta cierto punto “normal” por la situación que estamos viviendo, pero, ¿no sería mejor que cada actor, en la medida de sus posibilidades, hiciera la parte que le corresponde para beneficiar a los miles de alumnos que cursan el preescolar, primaria y secundaria? Sé que este cuestionamiento contiene un planteamiento un tanto utópico, pero, ¿no acaso tenemos una responsabilidad con nuestros hijos?


Referencias:

Sep. (2020). Circular DGCD/DGAIR/001/2020. Orientaciones pedagógicas para la evaluación del aprendizaje para la educación preescolar, primaria y secundaria en el periodo de contingencia sanitaria generada por el virus SARS-CoV2 (Covid-19) para el ciclo escolar 2020-2021.

Fuente e imagen: https://profelandia.com/la-dificil-tarea-de-educar-a-los-padres-para-la-evaluacion-del-primer-trimestre/

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Cinco Pasos Para Disminuir La Ansiedad Infantil

Por: Sofía García-Bullé

La ansiedad es un problema creciente en los hogares que afecta a niños y adultos.

La salud mental se ha vuelto un tema de gran importancia ante las condiciones impuestas por un aislamiento prolongado. En el caso de los niños, la situación de incertidumbre y encierro provocado por la pandemia podría jugar un rol importante en el aumento de casos de ansiedad infantil.

Un reciente estudio realizado por la organización Save the Children ha encontrado que 1 de cada 4 niños sufren de ansiedad por el aislamiento derivado del coronavirus. En el estudio participaron más de 6000 niños de Alemania, Finlandia, España, Estados Unidos y Reino Unido.

En artículos anteriores hemos hablado sobre la ansiedad, por qué es diferente del estrés y cómo detectarla en niños, pero también es importante saber qué pasos podemos tomar  para aminorarla en casa y discernir cuándo y cómo podría ser necesario buscar la ayuda de un profesional.

Ayudar a los niños a mantener bajos sus niveles de estrés para no generar un caso de ansiedad, no es tan fácil como se lee. Especialmente con las escuelas cerradas debido a la pandemia, muchas actividades extracurriculares suspendidas y restricciones para salir de casa. Pero existen medidas que madres y padres pueden tomar para fomentar un diálogo abierto y ser constantes con un acompañamiento que aminore los síntomas de la ansiedad en cuarentena.

Cinco medidas para reducir la ansiedad infantil

1. Mantener la calma y asumir un rol de apoyo

El primer paso es revisar tus propios niveles de ansiedad y utilizar los mecanismos adecuados para mantenerte tranquilo. Los niños tienden a copiar el comportamiento de los padres o personas cercanas. También son muy perceptivos y podrían no solo notar el estrés en su entorno, sino replicarlo.

Es necesario ser conscientes de nuestros comportamientos y las emociones que proyectamos cuando estamos cerca de los niños que están bajo nuestro cuidado, además de establecer instancias de conversación en la que podamos comunicar nuestras emociones en forma empática y positiva, de forma que los hijos puedan seguir el ejemplo cuando hablen de cómo se sienten.

2. Diseñar una rutina (pero ser flexibles)

Ante una situación de incertidumbre como la pandemia, las rutinas pueden ser un refugio emocional que ayuda a generar un lugar seguro para los hijos. Tener una agenda y un conjunto de actividades mantiene sus mentes activas, les da estructura y un recurso para mantenerse positivos después de llevar a término las tareas asignadas.

Además de los deberes escolares, los de casa y el ejercicio, es recomendable permitir que el niño participe en la selección de actividades, de esta forma la rutina incluirá cosas de su agrado y se sentirá tomado en cuenta dentro de la vida familiar.

De la misma forma, es importante tomar en cuenta que el propósito de la rutina, tanto para padres como para niños, es la de crear un ambiente de estabilidad, un espacio seguro. Ninguna rutina ni agenda está escrita en piedra, si hay algo que no funcione es crucial contar con la apertura y flexibilidad para cambiarlo, ya sea solo por un día o permanentemente.

La rutina, en este caso, existiría para satisfacer las necesidades psicológicas y emocionales de la familia, no al revés.

3. Ayudarle a mantener sus conexiones sociales

Uno de los problemas más serios para el desarrollo psicosocial de los niños en cuarentena es la falta de instancias donde puedan socializar. Con las escuelas cerradas y las reuniones canceladas, es necesario hacer uso de recursos tecnológicos para ayudar a los niños a procurar contacto con compañeros de la escuela, maestros, familiares y amigos.

Utilizar Facetime, Zoom y otras plataformas de comunicación en tiempo real ayudan a los hijos a mantener instancias de socialización virtual, que si bien no supera a la presencial, sigue representando un recurso necesario para mantener su salud mental, habilidades de comunicación y convivencia.

4. Promover instancias de cuidado personal

En momentos como este, es importante enseñar a los niños sobre el valor del cuidado propio. Acciones simples como tomarse un momento para ellos, atender su higiene personal; jugar, ver o leer algo que les agrade, meditar en familia, conversar.

Tanto niños como adultos necesitan realizar actividades auxiliares para el cuidado de su salud mental y física. Es crucial guiar a los niños para que encuentren y adopten las actividades de cuidado propio que más les ayuden.

5. Entender la “nueva normalidad”

Una de las variables que hace más difícil a los niños (y a otros tantos adultos) ajustarse al periodo de aislamiento y medidas preventivas es la concepción de que se trata de un periodo extendido.

El problema de vislumbrarlo de esta forma, es que se asume la llegada una fecha límite a estas medidas, que nunca llega. Esta situación extiende no solo el periodo de encierro, sino nuestra resistencia al mismo, y  se vuelve aún más complicada en los niños, que no tienen las mismas herramientas para navegar y conocer su entorno de la misma forma que los adultos.

Los niños tampoco perciben el tiempo de la misma manera, por lo que decirles constantemente que nos encontramos en una situación finita, podría tener efectos más negativos en ellos que en un adulto al ver que este se aleja cada vez que parecemos llegar a la línea de meta.

En términos más simples, para darle a los niños las herramientas para sobrellevar emocionalmente la cuarentena, necesitamos dejar de decirles que la pandemia y el encierro acabarán pronto. Para ellos, la palabra pronto significa algo mucho más inmediato que para nosotros, especialmente si no tienen toda la información que tienen los adultos sobre cómo se ha desarrollado el virus y cómo ha afectado tanto estructuras económicas como dinámicas sociales.

Quizás, adaptarnos primero como adultos a esta “nueva normalidad” y comprender que el hecho de que es temporal no quiere decir que su finitud es inmediata o próxima, nos puede ayudar a encontrar la estabilidad que necesitamos para apoyar a los niños bajo nuestro cuidado a entender lo mismo, y llegar juntos a la admisión tanto del fin de la pandemia en un futuro, como de su permanencia en el presente.

Si después de aplicar estas medidas el niño continúa mostrando síntomas de ansiedad, es recomendable solicitar la ayuda de un profesional. Un psicólogo tiene las herramientas para apoyar a una niña o niño cuyo problema de ansiedad es más severo. Es crucial no saltarse esta medida, dado que un problema de ansiedad que no es atendido puede desarrollar trastornos más serios como la depresión o el estrés crónico.

¿Tienes niños en casa en situación de ansiedad? ¿Qué métodos has utilizado para disminuir sus síntomas? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/consejos-disminuir-ansiedad

 

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Vídeo: Consejos del pedagogo Francesco Tonucci para educadores y padres de familia en esta cuarentena

Por: EducacionBogota.

 

En este video, el pedagogo Francesco Tonucci envía un mensaje sobre qué hacer como educadores y padres de familia en esta cuarentena obligatoria. Los invitamos a escuchar sus valiosas recomendaciones, tan sencillas como profundas.

 

Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=WqthDDCfYr4

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¿Qué es el “pin parental” y por qué podría implicar un retroceso en la educación sexual neolonesa?

Por: Sofía García-Bullé

 

El “pin parental”, una polémica iniciativa de reforma a la Ley de Educación en Nuevo León, podría restringir el acceso a la educación sexual.

Este martes 26 de mayo de 2020 se votó en el Congreso estatal de Nuevo León, México, la iniciativa del pin parental, presentada desde enero del presente año por el diputado de Partido Encuentro Social, Juan Carlos Leal.

La iniciativa propone que las instituciones educativas informen previamente a las familias si sus hijos e hijas estarían recibiendo clases de educación sexual, reproductiva o de género, y que sean los padres quienes tomen la decisión de si sus hijos asistirán a estas clases.

La propuesta es controversial ya que estipula que los planteles educativos deben contar con aprobación previa de los padres de familia o tutores legales de los estudiantes para impartir clases que sean “ética y moralmente controvertidas”. El problema yace en la dificultad que implica  definir lo que es ética o moralmente controvertido. Más todavía cuando se propone la libertad de definir a título personal, sin consenso general, lo que significan estos términos.

Sin embargo, esta iniciativa no solo podría afectar a las clases o temas relacionados con educación sexual y reproductiva. “El texto del artículo 92.VI que se propone permite bloquear cualquier tipo de contenido de prácticamente cualquier actividad de las escuelas,” escribe Kalycho Escoffié para Animal Político. Escoffié, abogado y dirigente del Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey, plantea la seria preocupación de que una iniciativa como esta podría abrir la puerta para que se controlen más aspectos de la educación, al otorgarle un poder de veto a las familias.

Esto nos hace plantearnos la pregunta, ¿a quién debe pertenecer la responsabilidad de la educación y a quién debe beneficiar? Pero sobre todo, como lo plantea Escoffié, ¿a quién pertenece la niñez de Nuevo León? La educación de los niños empieza en casa, a través de  los padres de familia o tutores. La idea del pin parental, como la plantean sus promotores, es proteger a los menores de edad de información sensible para la cual quizás no estarían listos, de acuerdo al juicio de los padres. Sin embargo, negar el acceso a la información, en este  caso, a la educación sexual, o de cualquier otro rubro del conocimiento, ¿realmente servirá al propósito de proteger a los hijos?

Sin duda, este tipo de temas sensibles idealmente deberían aprenderse en casa, a través de la familia. Sin embargo, las estadísticas son difíciles de ignorar. En Nuevo León, alrededor de un tercio de los bebés nacidos en 2017 fueron de madres adolescentes, con madres primerizas tan jóvenes que no pasaban de los 10 años. Nuevo León también se posiciona como el cuarto estado con mayor número de embarazos en mujeres menores de 20 años, de acuerdo con datos del Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo Adolescente 2017. Además, México es el primer lugar en abuso infantil, con 4.5 millones de casos de abuso infantil al año.

La necesidad de una educación sexual integral que ayude a prevenir embarazos juveniles, abuso sexual infantil y otros severos problemas relacionados es apremiante. La educación sexual y reproductiva, sin duda,  debería incluir también la participación de madres y padres, pero también es crítico analizar si participación debería darse en la forma específica que esta iniciativa plantea.

Si problemáticas tan serias como embarazos juveniles e infantiles siguen sucediendo de una forma tan generalizada, quizás la respuesta no sea poner un pin para detener el acceso a la información, sino crear puentes de comunicación entre instituciones educativas y las familias para asegurar que las niñas y los niños reciban la información que necesitan oportunamente, no necesariamente cuando un currículum lo dicte, o cuando un padre o madre así lo desee.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/pin-parental

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¿Por Qué Los Padres Están Retirando A Sus Hijos De La Escuelas Online?

Por: Sofía García-Bullé

Para asegurar un aprendizaje efectivo, primero deben reunirse los criterios de salud mental y emocional de los niños.

La actual crisis de salud ha obligado al sistema educativo a apoyarse enteramente en la tecnología para la enseñanza remota de emergencia. Los recursos de tecnología educativa (EdTech),  han tenido un enorme crecimiento en los últimos meses debido a la necesidad de soluciones rápidas para asegurar la continuidad de la educación durante los tiempos de contingencia.

Este uso estratégico de recursos tecnológicos ha permitido establecer plataformas de educación en línea en todos los niveles. Escuelas y universidades alrededor del mundo ofrecen clases en línea de español, matemáticas, historia, química, filosofía, artes y educación física, entre otras.

Aún con las áreas de oportunidad que la educación en línea presenta, el esfuerzo conjunto para mantener abiertas las escuelas, en modo virtual, ha permitido a millones de estudiantes alrededor del mundo continuar su aprendizaje. Sin embargo, una cantidad importante de padres de familia está retirando a sus hijos de las escuelas online a medida que la cuarentena se alarga. ¿A qué se debe esto?

La salud emocional infantil en la cuarentena

El peso psicológico de vivir una agenda de aislamiento tan estricta a largo plazo, no solamente afecta a los adultos, los niños son especialmente vulnerables en una situación de cuarentena como la que vivimos ahora. En casa, los padres con opción a trabajar a distancia, deben equilibrar sus obligaciones laborales con el trabajo que es necesario hacer en casa, y ayudar a sus hijos con las asignaciones escolares. Lo anterior ha probado ser una carga muy pesada para los padres con niños en nivel de educación básica.

Sarah Parcak, madre de un niño de siete años, se volvió viral al publicar en Twitter la razón por la que retiraría a su hijo de la escuela en línea:

“Acabamos de escribir un correo serio. Le dije a la (encantadora, noble y dedicada) maestra de nuestro hijo que él no participará más en su “salón virtual”, y que el primer grado estaba terminado para él. No podemos con esta locura. Asegurar su salud emocional y su bienestar es lo primero”.

La también arqueóloga, agregó que la familia sigue realizando actividades para cultivar la inteligencia académica, emocional y motora de su hijo, pero a un ritmo que los padres pueden seguir sin sobrecargar a un niño ya de por sí abrumado por la situación extraordinaria de aislamiento mandatorio.

El breve pero contundente mensaje que recibió más de 36 mil likes y 3 mil quinientos retweets, la mayoría de padres identificados con la experiencia de Parcak ha sido sin duda catártico para muchos, pero genera preguntas importantes sobre el futuro académico de los niños cuyos padres los retiren de la escuela en línea.

¿Qué pasa con el avance académico de los niños?

Para los padres que toman la decisión de retirar a sus hijos de la escuela debido a la cuarentena, la mayor inquietud es que los niños puedan retrasarse en comparación con otros. Jon E. Pedersen, decano de la Escuela de Educación de la Universidad de Carolina del Sur, explicó que el retraso comparativo no sería mucho, dado que son muchos los niños que están en la misma situación, ya sea que sus padres los hayan retirado de la escuela en línea o que tengan problemas para adaptarse a este modelo. “[…] no van a estar solos, la mayoría de las escuelas en el año siguiente tendrán que lidiar con lo que se perdió durante la crisis. Los aspectos académicos se pueden recuperar. Podemos superar esto”, comentó el decano.

De la misma forma, maestros, personal educativo y expertos en educación se preparan para una contingencia educacional, cuando termine la crisis de salud y sea tiempo de volver a llenar las aulas. Ya se están discutiendo opciones y estrategias para que los alumnos puedan compensar el tiempo perdido sin tener que repetir año. De momento, la prioridad debe ser asegurar primero el bienestar emocional de niños y padres de familia, es así como se establece un espacio seguro para el aprendizaje en todos los niveles.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/padres-escuela-online

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México: La lucha por la hegemonía en el Plantel 16 del Colegio de Bachilleres

América del Norte/México/06-02-2020/Autor(a) y Fuente: Colaboradores de OVE

Un grupo de maestros liderados por el delegado sindical del Plantel 16 del Colegio de Bachilleres de la ciudad de Ocosingo, Chiapas, México, el docente Isidro Cruz Cifuentes, cerraron las instalaciones del plante el día de ayer 5 de Febrero mostrando una lona a las afueras del mismo, con el siguiente mensaje:

 “En razón que no existen las condiciones para iniciar el semestre 2020-A, el personal docente y administrativo con el conocimiento del comité de padres de familia acuerdan cerrar el plantel mientras no se resuelvan los planteamientos que a continuación se presentan:

  1. Violación a los derechos de los trabajadores por parte de la dirección general y SUICOBACH.
  2. No existe aún plantilla docente y administrativa definida.
  3. Reubicación de los 3 docentes que desestabilizan el plantel.
  • Héctor Saloma Ventura.
  • Pánfilo Anastacio Pérez Hernández.
  • Rafael Pech May.
  1. Revocación de asignaciones de horas realizadas arbitrariamente”.

Otro grupo de docentes que están en contra de estas acciones tomadas mencionan que “el pliego petitorio solo es un distractor de los objetivos principales”, añadiendo que “son intereses sobre el control de la plantilla del plantel, quieren hacer y deshacer a su antojo el manejo del personal interino violentando el contrato de trabajo, el derecho de varios interinos que ya cumplen más de 11 años cubriendo de manera ininterrumpida horas frente a grupo”.

Los mencionados en el pliego petitorio de la lona expuesta a las afueras del plantel “son delegados sindicales de la zona selva y que gracias a ellos se ha impedido que se sigan violentando los derechos de los y las trabajadoras, por lo que les han sacado un sin fin de calumnias sin poder sustentar nada de forma legal”, mencionan docentes que permanecen afuera del plantel esperando información e indicaciones de la problemática.

Padres de familias y docentes temen a que esta situación se agrave y se vuelva a repetir lo del 2014, en donde se mantuvo cerrada la escuela por varios meses y hubo enfrentamientos entre mismos docentes y estudiantes. Varios docentes mencionan que el delegado sindical y su grupo “ante la impotencia de no poder seguir con la hegemonía y seguir lucrando con las plazas en el plantel, se atrevan a perjudicar a los más de 1,600 jóvenes que estudian en este”.

Un grupo considerable de padres de familia comentan que no fueron solicitados en asamblea para poder decidir el cierre del plantel, por lo que la decisión quedó en unos cuantos, principalmente, en el presidente del Comité de Padres de Familia del Plantel 16 del Colegio de Bachilleres, mencionan.

“Esperemos que haya soluciones y dejen de seguir perjudicando a los y las jóvenes, las cuales son lo más importante para nosotros” claman los y las docentes y, las familias.

Fuente e Imagen: Colaboradores de OVE

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Libro: Perspectivas decoloniales sobre la educación (PDF)

Brasil – España / Coordinadores: Alessandro de Melo, Iván de Jesús Espinosa Torres, Leticia Pons Bonals y José Ignacio Rivas Flores / Fuente: Researchgate

Este libro tiene la intención de provocar el diálogo y debate acerca de los retos que enfrenta la educación hoy día, tomando en cuenta las miradas de un grupo de autores que, a pesar de la distancia, comparten un interés común por resarcir el papel activo y crítico de quienes fungen como formadores en las escuelas de nivel básico, las universidades, las familias y las comunidades. En este sentido, la educación se entiende como un proceso dialógico y humanizante que se aleja de currículos estandarizados y busca promover procesos incluyentes que contribuyan a la construcción de una pedagogía más justa y equitativa.

El libro inicia con el capítulo Re-instituyendo la investigación como transformadora. Descolonizar la investigación educativa escrito por José Ignacio Rivas Flores, investigador de la Universidad de Málaga, España, en el que propone la investigación educativa desde una posición ideológica, política, cultural y pedagógica opuesta al proyecto de desarrollo hegemónico neoliberal. Rivas invita a participar, en la reconstrucción de esta práctica social, a todos los involucrados en el proceso de indagación, todos los que estén dispuestos a comprometerse con la generación de “otros modos de construcción académica que rompan con la dinámica suicida a la que estamos abocados por la política de mercado”, entre los que se encuentran las redes de resistencia y oposición, la participación en foros públicos de discusión y debate crítico sobre los procesos socio-políticos y académicos, así como el establecimiento de vínculos de los académicos con grupos y comunidades.

En esta búsqueda por recuperar los espacios de toma de decisión que hemos perdido los docentes, investigadores y grupos sociales se propone el establecimiento de puentes de comunicación y la cimentación de nuevas trincheras que nos permitan luchar por la equidad, la libertad y la justicia. Es en este sentido que Iván de Jesús Espinosa Torres, investigador del Instituto de Estudios de Posgrado de Chiapas, México, escribe el capítulo El giro educativo epistemológico: pedagogía(s) decolonial(es) y dimensión intercultural-afectiva. Espinosa devela los límites que puede presentar el pensamiento crítico si obvia la presencia de los afectos y sentimientos como mediadores de la relación pedagógica que se veri ca en contextos marcados por la diversidad cultural. Para responder a la pregunta “¿cómo lograr que la pedagogía crítica cobre sentido crítico y transformador en espacios posmodernos y diversos?” propone centrar el análisis en las relaciones de dominación cuya impronta colonial se mantiene a través del control ejercido, a través de las escuelas, sobre grupos sociales estigmatizados, marginados y/o vulnerables.

La transformación de estas relaciones situadas en contextos escolares regionales encuentra en la dimensión intercultural-afectiva una posibilidad, en tanto detonante de una praxis pedagógica que atiende a las pautas culturales y a los intereses políticos, éticos y económicos que manifiestan estos grupos sociales. Continuando la reflexión sobre los límites de la pedagogía crítica para atender realidades que escapan del pensamiento eurocéntrico, Alessandro de Melo, Alysson Eduardo de Carvalho Aquino y Rafael Gomes Cavalcante, desde la Universidade Estadual do Centro-Oeste, en Brasil, discuten algunos fundamentos de la vertiente denominada Pedagogia-Histórico-Crítica (PHC), así como las repercusiones políticas y pedagógicas que ha tenido esta al reproducir una mirada acrítica, universal y “objetiva” de la teoría social. En el capítulo Descolonizar a pedagogía crítica: uma crítica à pedagogia histórico-crítica, los autores plantean que la construcción de una pedagogía crítica decolonial inicia con el reconocimiento de que no existe una única fórmula revolucionaria ni existen condiciones y sujetos de nidos a priori para encabezarla.

En este sentido, el cambio revolucionario es resultado de un proyecto abierto a la diversidad que no puede ser encasillado en una teoría preestablecida que además se aleja de la historia y cultura de los pueblos que quieren ser liberados. Un proyecto revolucionario de carácter decolonial parte del fundamento ontológico de la diversidad de formas de socialización, de vida y trabajo, así como de rutas por construir para alcanzar el pleno desarrollo de las potencialidades humanas. Los siguientes dos capítulos se centran en el desarrollo de algunas categorías que enriquecen el pensamiento decolonial. Desde la maestría en Estudios Culturales de la Universidad Autónoma de Chiapas, México, Leticia Pons Bonals aborda el campo de los estudios culturales latinoamericanos como lugar de encuentro del género con el pensamiento decolonial.

En el capítulo El “género” en el pensamiento decolonial. Una apuesta desde el campo de los estudios culturales latinoamericanos la autora hace referencia en particular a la academia que trabaja en torno a programas de posgrados relacionados con los estudios culturales, destacando el carácter inter y transdisciplinario que asumen y que hace posible resignificar el género a la luz de las relaciones que entreteje con otras variables culturales. En el trabajo se descubre el potencial transformador de la academia para incidir en la construcción de nuevos modos de generación de conocimientos que cuestionan el dominio del pensamiento eurocéntrico y la perspectiva androcéntrica. Por su parte, Pablo Cortés González, integrante del grupo de investigación Profesorado, Cultura e Institución Educativa (Procie), con sede en la Universidad de Málaga, España, profundiza en el significado que asume la resiliencia en la educación, entendida en tres vertientes: como praxis biológica, praxis bio-política y praxis educativa; a partir de las cuales se desencadena el pensamiento crítico y la configuración identitaria de grupos socialmente vulnerables.

Algunos avances de una investigación narrativa sobre Resiliencia y Creatividad (ReCREA) en la que colaboran mujeres resilientes que demandan ser reconocidas; lo que permite entender que la resiliencia educativa no se limita a la adaptación al medio, sino se expresa como cuestionamiento a ese medio en el que “se actúa y se reacciona ante y a través de la adversidad”. La escuela es concebida como un espacio privilegiado para reproducir relaciones de poder y formas de dominación, pero también como alternativa para inducir nuevas formas de organización y acción social. De manera especial tres capítulos del libro se centran en esta institución y ofrecen estas diversas miradas sobre ella. El primero de ellos, escrito por Carolina Yelicich, La dirección escolar colonizada: el mundo empresarial en la escuela, denuncia las formas en las que la dirección escolar se adecua a las ideas de mercado. Analiza “la presencia de lógicas administrativas burocráticas mixturadas con lógicas empresariales en las prácticas de los directivos de centros educativos” ubicándose en dos realidades sociales, la ciudad de Córdoba, Argentina y en la ciudad de Málaga, España. Sostiene que la denominada Nueva Gestión Pública (NGP) es una herramienta que ha facilitado la penetración de las lógicas de mercado en los sistemas administrativos tradicionales de las escuelas y cómo la mixtura de esas dos lógicas se traduce en prácticas mercantilistas y privatizantes de la educación. Siguiendo la línea decolonizadora en las escuelas, Analía E. Leite Méndez, en el capítulo que lleva por título Familia y escuela: estado de las relaciones y nuevas identidades, realiza una revisión crítica de diversos trabajos que abordan las relaciones entre escuela y familia, con la finalidad de construir “un diálogo fructífero e igualitario en términos freirianos”.

Frente a la existencia de un discurso hegemónico que aleja al profesorado, los equipos directivos y la administración escolar de la comunidad educativa, la autora propone pensar en otras miradas que recuperen la “diversidad de significados, vivencias y compromisos que los diferentes colectivos ponen en juego”. Y en el capítulo colectivo, Intervención socioeducativa en las escuelas con población gitana. Una perspectiva decolonial, escrito por María Jesús Márquez García, Daniela Padua Arcos, María Esther Prados Megías encontramos una experiencia en la que la que se propone un proceso socioeducativo mediador dialógico que lleve a pensar en una escuela para la comunidad. La propuesta de las autoras se sostiene en experiencias de trabajo implementadas en Andalucía, España, con la comunidad gitana a través de “mediadores/as en las fronteras entre los barrios y la institución educativa […] dando pasos que les lleva a colaborar en proyectos educativo decolonizadores para recuperar la acción y participación con la comunidad”. La parte final del libro incluye dos capítulos que despliegan la apuesta educativa decolonizadora fuera de las aulas escolares, hacia el trabajo comunitario y de activismo social. El primero de ellos se intitula Juegos de los pueblos inga y kamentsa putumayo Colombia, una lectura para la cultura ancestral y el buen vivir de la autoría de Pablo Andrés Tisoy Tandioy.

Uno de los propósitos de este trabajo es contribuir al diálogo entre conocimientos “científicos” y saberes comunitarios abordando la motricidad y los juegos como factores de representación y fortalecimiento de los rasgos culturales de los pueblos inga y kamentsa asentados en Colombia. Gente de Baladre escriben, desde el ámbito del trabajo social comprometido con la acción sociopolítica cotidiana, el texto Más de 30 años de luchas contra el empobrecimiento, la precariedad y la exclusión social: trayectoria y estrategias de la Coordinación Baladre. Esta organización social “representa un camino de búsquedas en el desarrollo de relaciones humanas, iniciativas y herramientas para la tarea vital de cuestionar la realidad que nos rodea, denunciarla públicamente, recomponer el tejido social en el territorio, sobrevivir, y todo ello para lograr que el derecho a una vida digna sea un derecho para todas las personas”.

Link para la descarga:

Perspectivas_decoloniales_sobre_la_educacion

Fuente de la Reseña:

https://www.researchgate.net/publication/333719034_Perspectivas_decoloniales_sobre_la_educacion

ove/mahv

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