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Libro: Sopa de Menudencias. Pensamiento crítico pedagógico en tiempos de pandemia

Por: La Roja, Red de maestras y maestros clasistas.

 

Reseña: Sopa de Menudencias: pensamiento crítico pedagógico en tiempos de pandemia.

La pandemia actual ha tenido un impacto profundo en las maneras de relacionarnos, ha creado nuevas formas de observar el presente y de imaginar posibilidades de futuro. Aunque en el contexto del coronavirus todos los campos del mundo social entraron en un estado de incertidumbre permanente, tal vez sea el ámbito educativo uno de los que mayor turbulencia e incertidumbre ha manifestado en la actual coyuntura global. La educación es un elemento relevante para canalizar y dirigir la voluntad y el comportamiento de los ciudadanos, por lo que adquiere un papel central en la producción y reproducción de todo proyecto histórico. El sistema histórico vigente está configurado por la matriz capitalista y el ethos neoliberal, donde instituciones transnacionales y Estados nacionales cumplen la función instrumental de reproducción del sistema. Su punto de partida es la producción de riqueza y la concentración de la misma, y por ello mismo, controlar el sub-sistema educativo es fundamental y estratégico.

En primer lugar, para los organismos internacionales es un lugar de intervención privilegiado, ya que permite reproducir el capitalismo, su sistema mercantil de relaciones sociales y su visión privatizadora y corporativa del mundo. Igualmente, los Estados nacionales aliados del capital comprenden su importancia a la hora de sofisticar los mecanismos de control social, el disciplinamiento de los cuerpos y la sedimentación de una narrativa que inspire confianza en sus gobiernos. Aquí se encuentra el gobierno de Colombia, que con Iván Duque ha actuado durante la pandemia con una obediencia ritual y enceguecida a los preceptos neoliberales, lo que ha producido formas de vida cada vez más degradadas y precarias para amplias capas de la población del país.

Desde otra perspectiva se asume un compromiso contrahegemónico que tiene como punto de partida la garantía de la vida, es decir, el despliegue de las posibilidades de la corporalidad viviente y el pleno desarrollo de las capacidades humanas. Este locus de enunciación postula que la educación es un mecanismo de liberación frente a la naturalización de un sistema mundial selectivo a la hora de garantizar condiciones de vida dignas. Aquí encontramos la praxis crítica de aquellos Estados que, etiquetados como “progresistas”, “reformistas” o “revolucionarios”, intentan escapar a la lógica mercantil y logran tensionar las contradicciones causadas por el capital, en un intento por generar otras maneras de gestionar la vida social. También encontramos movimientos sociales, intelectuales orgánicos y sectores contrahegemónicos que resisten en distintos países a la permanencia de la razón thanática del capitalismo como destino inevitable.

Ubicados en esta posición, simultáneamente adversa y esperanzadora, los docentes colombianos, y en particular los de Bogotá, han expuesto desde el preludio de la pandemia los efectos violentos y excluyentes de las medidas gubernamentales que, entre otras cosas, ha privilegiado la militarización de los territorios, impuesto una narrativa de responsabilidad individual ante el riesgo del contagio, y defendido la circulación del capital frente a la garantía de la vida, dando lugar, por ejemplo, al símbolo del trapo rojo[i]; una metáfora del desespero de aquellos que viven la fragilidad del abandono estatal. Esta situación impulsó a la Red de Maestras y Maestros clasistas La Roja a realizar un ejercicio de catarsis colectiva para que los docentes se manifestaran sobre la situación actual, a través de la escritura. Manifestarse en su concepción filosófica y crítica significa dar cuenta de la existencia.

La realidad misma estaba solicitando ser pensada y reflexionada, ya que las situaciones cotidianas alteraban día tras día el mundo conocido de la “normalidad”. Entre ellas, se encuentra la desigual distribución de la vulnerabilidad que convirtió al confinamiento en un privilegio, afectando principalmente a las familias cuyos hijos estudian en colegio públicos de la ciudad. Las noticias sobre estudiantes que debían salir a trabajar para comprar el alimento o que quedaban solos en sus casas porque sus padres iban a trabajar diariamente fueron convirtiéndose en excepciones cada vez más recurrentes. De ahí se desprenden realidades como la falta de conectividad y de recursos tecnológicos, que para muchas familias son lujos inaccesibles y hacen casi imposible que haya una democratización de materiales, relaciones y aprendizajes en tiempos de pandemia. La catarsis colectiva tenía como objetivo conocer las opiniones y reflexiones sobre estos y otros temas que se quisieran exponer, por lo que se hizo una convocatoria abierta con una respuesta desbordante.

Pareció que la incertidumbre del confinamiento hubiera activado el deseo por desprenderse de lo habitual y cotidiano, no para dejarlo atrás, sino para observarlo con cautela en el despliegue interpretativo y siempre crítico de la escritura. El resultado fue una compilación de textos firmados por veinte autores que son docentes del sector público de Bogotá y que reflexionan alrededor del confinamiento, a la luz del saber pedagógico. La publicación se tituló Sopa de Menudencias[ii], adaptando dos hechos relevantes.  Por un lado, la aparición de la polémica compilación Sopa de Wuhan en el mes de marzo. Por otra parte, los crecientes efectos sociales de la cuarentena, cuyo mensaje era claro: es más mortífera la dificultad para acceder a los alimentos y la falta de recursos para mantener el confinamiento, que el virus mismo. Ante esta carencia de alimentos, la “sopa de menudencias” representa una sopa popular, un alimento con grandes propiedades nutritivas, reconocida por la totalidad de los colombianos y, además, de bajo costo.

En tanto compilación que emerge de la coyuntura, su discurso no tiene una línea crítica uniforme ni una línea política determinada. En la nota aclaratoria del inicio del texto, que se presenta como “nota virulenta”, se puede leer: “Aunque algunos de los autores conforman la Red, no significa que haya un corpus unificado ni un pensamiento homogéneo que defina el sentido de la compilación”. Pero los puntos de encuentro tienen fuertes bases, ya que “los textos comparten el deseo de cambio y la necesidad de transformación de la matriz de sociabilidad que se ha impuesto en la escuela”. Puede afirmarse que su discurso político aterriza en la reflexión de la práctica pedagógica como acto comunicativo con potencia de transformación social. Su narrativa es polifónica y transita por distintos lugares del logos para encontrarnos con reflexiones de carácter político, económico y filosófico; pero también con ficciones encarnadas en cuentos, en narraciones de crónicas im-posibles, y en metáforas que nos llevan a la dimensión poética del lenguaje.

Esta compilación se distancia de la perspectiva academicista que realiza profundas disertaciones conceptuales para ir directamente a los hechos sociales y a las nuevas dinámicas cotidianas. En este sentido, las fronteras entre “lo político” y lo “intelectual” se diluyen en una morfología discursiva que, a pesar de sus distinciones, se dirige siempre a las comunidades, sean ellas educativas, barriales, gremiales o ciudadanas. El texto tiene las huellas del barro de quienes han recorrido los territorios, los cuestionamientos didácticos y curriculares que han interpelado a los docentes y los afectos y creaciones simbólicas que han modificado la manera de relacionarnos y comunicarnos en la cuarentena. Vale decir que esta compilación es solo un pequeño elemento en el amplio conjunto de proyectos e innovaciones que maestras maestros han venido realizado de forma quijotesca y comprometida en medio de la incertidumbre pandémica.

El propósito de la Sopa de Menudencias es generar significados colectivos y articular nuevos sentidos sobre la actualidad. Se espera que a través del diálogo y el debate se posibilite modificar los imaginarios y las representaciones sociales hegemónicas, a favor de otros que privilegien la vida y que ofrezcan horizontes de futuro incluyentes y emancipadores. Es un texto abierto y de acceso libre dirigido a todo tipo de público, principalmente a las comunidades educativas que hoy se encuentran aisladas y separadas por la necesidad del cuidado ante el contagio.

Notas

[i] Como mecanismo de denuncia e impotencia, los hogares sin alimento y sin fuentes de trabajo debido a la cuarentena fueron haciendo recurrente la práctica de poner un trapo rojo en puertas o ventanas para mostrar a la comunidad la difícil situación. Aunque los actos de solidaridad no se hicieron esperar, esta práctica es una simbología de la desesperación que ha develado la inmensa desigualdad y precarización de la vida que existe en Colombia.

 

[ii] Puede accederse a ella a través de:

sopademenudencias (1)

 

 

Fuente de la reseña: Equipo de Ove

 

 

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Venezuela: Este 30 de junio culmina el año escolar 2019-2020

América del Sur/ Venezuela/ 09.06.2020/ Fuente: www.vtv.gob.ve.

El ministro del Poder Popular para la Educación, Aristóbulo Istúriz, presentó el cronograma de actividades para la culminación del año escolar 2019-2020 en todos los niveles educativos, donde anunció la fecha de culminación para el 30 de junio; la evaluación se está haciendo semanal y quincenal a través de la entrega del portafolio, donde se archivan los trabajos.

En su intervención en el Foro Online MaduroGuerraLive, conducido por el constituyente Nicolás Maduro Guerra, el vicepresidente sectorial de Desarrollo Social y Territorial, informó  que el 07 de junio, Día de la Instrucción Pública se debe estar cerrando el Congreso Pedagógico, donde el tema fundamental es la educación a distancia.

Asimismo, agregó que el cierre de procesos de evaluación de la Educación Inicial, será del 01 al 10 de junio, mientras que en la Educación General y Media Técnica, fue del 01 al 05 de junio.

Aseguró, que el cierre de actividades Sociolaborales (Pasantías) debe culminar el 30 de junio; el cierre de actividades Sociocomunitarias (Trabajo comunitario) debe culminar el 30 de junio.

En cuanto al proceso de reparación, indicó que se llevará a cabo del 01 al 10 de julio, la entrega de boletines será del 13 al 24 julio, la entrega de Títulos de Bachiller el 31 de julio y el Registro Nacional de ingreso se debe cerrar el 30 de julio.

Por otra parte, Aristóbulo Istúriz recalcó que en la educación, el Estado juega un papel fundamental como órgano rector, que la orienta y supervisa como la doctrina del estado docente.

Explicó que el estado docente es el elemento fundamental de confrontación ideológica en materia educativa. “Nosotros hablamos de una educación democrática, popular, obligatoria, científica, laica, es un derecho social. Cuando hablamos de una educación democrática, estamos hablando no solo del derecho de acceder a la educación,  también tenemos derecho a participar en la toma de decisiones de la educación”, dijo.

De igual manera, detalló que cuando se decidió implementar la educación a distancia, se le consultó al pueblo a través del Sistema Patria.

Recordó que el comandante Hugo Chávez rescató la etapa completa de la Educación Inicial que va de 0 a 6 años, la cual se estructura en dos fases: maternal y preescolar, es decir, el Simoncito como introducción, luego la Escuela Básica Bolivariana, el Liceo Bolivariano, la Universidad Bolivariana y luego el Sistema de Misiones educativas, lo  que viene a conformar la estructura del Sistema Educativo Bolivariano.

Hizo hincapié en que la Revolución Bolivariana logró en dos años, alfabetizar a millón y medio de personas y declarar a Venezuela territorio libre de analfabetismo, “esto se logra a través de las Misiones Sociales”, añadió.

Ante la pandemia de la Covid-19 que azota al país y al mundo entero, puntualizó que Venezuela tiene la obligación de mantener la educación a distancia, es decir, “seguir fortaleciendo el sistema público, porque quien tiene sistema público, tiene ventaja para enfrentar una pandemia”.

En otro orden de ideas, el Ministro para la Educación, señaló que Venezuela está siendo víctima de una ofensiva imperialista implacable, caracterizada por una guerra económica brutal y por un bloqueo criminal, que trata de impedir los alimentos y medicamentos de manera que el pueblo se rinda ante el imperialismo.

Ante esto, resaltó que el pueblo venezolano ha venido resistiendo con el presidente Nicolás Maduro al frente, dando un ejemplo al mundo de dignidad.

Fuente de la noticia: https://www.vtv.gob.ve/este-30-junio-culmina-ano-escolar-2019-2020/

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Bolivia: Magisterio no ve condiciones para la educación virtual y pide reunión con el Ministro de Educación

América del Sur/ Bolivia/ 09.06.2020/ Fuente: correodelsur.com.

 

La implementación de la educación virtual es la disyuntiva del magisterio boliviano en tiempos de confinamiento por el nuevo coronavirus. Hoy, 6 de junio, recuerdan su día en la incertidumbre, lejos de las aulas y de sus estudiantes a falta de un plan de contingencia que permita continuar con la gestión escolar.

A través de sus representantes, maestros rurales y urbanos de Chuquisaca, manifestaron su rechazo a la imposición de la educación virtual por parte del Ministerio de Educación que no se acomoda a la realidad económica y social de los padres de familia y los estudiantes; plantean una reunión con la autoridad de Educación para trabajar en el currículo de contingencia para continuar con el trabajo de enseñanza y aprendizaje.

«Creemos que retornar a clases en este momento es muy mentiroso, solo estaríamos creando focos de infección para que la pandemia se siga expandiendo, pero tampoco estamos de acuerdo con que se imponga las clases virtuales de forma vertical como está haciendo el Ministerio, porque eso lo único que va a hacer es alentar una educación discriminadora y elitista, porque las condiciones materiales en Bolivia no dan para aplicar esa educación virtual», señaló el dirigente de los maestros urbanos, Rodrigo Echalar.

En esa misma línea, el representante del magisterio rural, William Mendoza, argumentó que la posición del Gobierno es «salida de la realidad».

«Nuestros estudiantes no cuentan con un celular, una computadora y los padres de familia de las provincias son de recursos económicos bastante bajos, eso imposibilita llegar a plenitud a los estudiantes. Por esa razón, nosotros, haciendo un análisis, estamos rechazando las clases virtuales», dijo.

A decir de sus dirigentes, los profesores no se quedaron de manos cruzadas durante la cuarentena, por lo que exigen una reunión con la autoridad de educación para plantear sus propuestas. Por ejemplo, Echalar detalla una malla curricular de contingencia, seleccionando contenidos de importancia, desterrando temas que no son útiles para el educando y priorizando temas científicos.

«Esta propuesta no está pensada para desarrollarse en mucho tiempo, si no se puede adecuar tranquilamente a la posibilidad y el tiempo que nos permita la pandemia; esto para continuar con los principios básicos de la educación única, es decir que todos los bolivianos reciban la misma educación de forma simultánea y no como ahora, que algunos colegios avanzan y otros no», explicó.

A su turno, Mendoza también plantea una propuesta para llegar a los alumnos del área descentralizada. La misma se haría efectiva con el apoyo de autoridades municipales y el compromiso de los directores distritales. «La propuesta es una educación modular con la realización de cartillas. El maestro elabora el material, lo va a dejar y hace un seguimiento de un tiempo determinado, de tal forma que se puede avanzar algo», detalló.

Echalar y Mendoza lamentan que desde el Ministerio de Educación no haya una convocatoria para sostener reuniones de coordinación con el magisterio y ambos coinciden en que la educación virtual nunca podrá sustituir a la presencial, ni tampoco le permitirá a la comunidad estudiantil desarrollar sus capacidades como lo hace en aula, por lo que señalan que la opción a distancia sea un complemento que deba implementarse cumpliendo ciertos requisitos y capacitando a los maestros, padres de familia y al alumnado.

Con ese panorama, el magisterio boliviano afirma que no tiene mucho que celebrar este 6 de Junio y desafía a las autoridades a sentarse y debatir en la mesa una baraja de propuestas por el bien de la educación de los bolivianos.

Fuente de la noticia: https://correodelsur.com/local/20200606_magisterio-no-ve-condiciones-para-la-educacion-virtual-y-pide-reunion-con-el-ministro-de-educacion.html

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Educación, pandemia, más inequidad

Por: Rafael Orduz. 

El cierre de escuelas y colegios abre signos de interrogación: ¿se ahondarán las inequidades en la educación en Colombia? ¿Hay terreno abonado para achicarlas?

Las “preexistencias”, expresión tan rutinaria en ésta época de pandemia, son conocidas.

Aunque Colombia ha avanzado en materia de cobertura en todos los tramos educativos, subsisten desigualdades en el acceso y en la calidad, que condenan a millones de niños de hoy a estar del lado de los pobres en el mercado laboral de mañana. Sí, es cierto, el promedio de años de escolaridad ha aumentado: para los mayores de 25 años está hoy por encima de diez años en las siete ciudades de más población en Colombia, cuando en 1984 era de siete años (La República, 18/3/20). Sin embargo, se trata de un promedio: en los niveles de menor ingreso, los años de asistencia a la escuela no pasan de seis…

Cobertura insuficiente en la educación inicial, la de la primera infancia, aquel tramo en el que según el nobel Heckman, de la Universidad de Chicago, se presentan las mayores tasas de rentabilidad social.

La calidad, no solo por lo que marcan las pruebas PISA, deja mucho que desear. Los bajos salarios de los docentes, los sistemas de evaluación, la disparidad existente entre las facultades de educación, factores que convergen en las deficiencias.

Desarticulación entre la educción básica, media y secundaria, por un lado, y la superior, por otro. Sistema curricular desactualizado, relacionado con otro dato aterrador: el desempleo de quienes cuentan con “kilometraje” en años de escolaridad.

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El DANE (diciembre 2019) informa de las tasas de desempleo por niveles de escolaridad pre-pandemia: los hombres con educación universitaria culminada registraban un 9% de desempleo y las mujeres del 11.2%, sin contar el agobiante subempleo… En este país que, antes de la pandemia, se jactaba de tasas de crecimiento de la economía superiores al promedio latinoamericano, necesitado de técnicos y tecnólogos, las mujeres graduadas en tales ámbitos sufrían un desempleo cercano al 16% y los hombres de más del 9%. Algo, definitivamente, anda mal.

Desigualdades regionales dramáticas en desfavor del campo, de las zonas PDET.

Y llega el confinamiento, necesario pero que no puede ser permanente, añadiendo una vertiente a la inequidad: el nivel de conectividad, por una parte, y la disponibilidad de dispositivos, por otro. El DANE ya nos ha dicho que el 50% de los hogares carece de posibilidades de acceso a internet, con el impacto descomunal que ello tiene sobre la educación de, quizás, cinco millones de niños y jóvenes de la educación básica y media.

Más allá de si se accede o no a internet, la pérdida de contacto presencial entre los docentes y los alumnos complica las cosas, particularmente en las zonas más vulnerables, tanto urbanas como rurales. En las primeras, problemáticas como el embarazo adolescente o del maltrato en familia, que no aparecen en las estadísticas de cobertura, son enfrentadas, muchas veces, por los maestros. Son ellos quienes han jugado un papel de primera línea en las relaciones con la comunidad, muchos en contextos de conflicto armado, situaciones que persisten en zonas que sirven de corredores al narcotráfico.

Aun en contextos de hogares que cuentan con dosis de conectividad que permiten el telestudio, aflora otro problema: la falta de preparación de los profes para enseñar en los contextos virtuales.

La inequidad en el acceso a la educación de calidad se agrava con el coronavirus. Dadas las “preexistencias” mencionadas, quizás sea ésta la oportunidad para pensar en un sistema educativo que permita altos retornos para la sociedad y sus ciudadanos, así como de articular y aprovechar experiencias valiosas de aula de docentes que se han desempeñado en contextos adversos a bajos costos.

Fuente del artículo: https://www.elespectador.com/opinion/educacion-pandemia-mas-inequidad/

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Haití destina unos 10 millones de dólares para docentes privados

Centro América/ Haití/ 09.06.2020/ Fuente: www.prensa-latina.cu.

Tras detectarse los primeros casos de Covid-19 en Haití, se dispuso un estado de emergencia sanitaria, cierre de escuelas, universidades, aeropuertos, fábricas y fronteras

El gobierno haitiano destinó mil millones de gourdes (unos 10 millones de dólares) para apoyar a docentes y personal de las escuelas privadas que se mantienen en pausa debido a la pandemia de Covid-19 que azota hoy al país.
Los fondos se transferirán a las cuentas de los centros privados, profesionales y universidades, y representan un subsidio gubernamental para maestros y personal de estos establecimientos con el fin de hacer frente al nuevo coronavirus SARS-CoV-2, confirmó Garry Lapierre, presidente del sindicato del ministerio de Educación. El funcionario aseguró a la plataforma digital Van Bef Info que la cartera ya cuenta con el presupuesto, aunque señaló dificultades en algunas instituciones para acceder al subsidio.

Tras detectarse los primeros casos de Covid-19 en Haití, se dispuso un estado de emergencia sanitaria, cierre de escuelas, universidades, aeropuertos, fábricas y fronteras.

El gobierno anunció en ese momento que otorgaría fondos a esas entidades, sin embargo, en las últimas semanas recibió numerosas críticas por incumplir dicha promesa.

Más del 80 por ciento de la educación en Haití está en manos de privados, y muchos acudieron a la red de redes para continuar el año educativo, que en 2019 también se detuvo por las masivas protestas antigubernamentales.

Sin embargo, para muchos educandos de la nación caribeña, puede dificultarse el acceso a estos programas, en un país donde solo el 30 por ciento de la población cuenta con servicios de electricidad, mientras otros son incapaces de solventar los costos de la conectividad.

La cartera de Educación, reconoció que la brecha digital de Haití puede limitar el impacto de esta iniciativa, aunque insistió que el entorno digital es una fuente de oportunidades, y las clases virtuales pueden suplir la falta de recursos de países en vías de desarrollo.

Fuente de la noticia: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=371713&SEO=haiti-destina-unos-10-millones-de-dolares-para-docentes-privados
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Halconazo en Guadalajara

Por: Luis Hernández Navarro.

El día de ayer –escribió Francisco Jiménez– fue uno de los más terroríficos de mi vida. La rabia, el coraje, la incertidumbre, la impotencia y el miedo fueron el común denominador de decenas de jóvenes.

Francisco, su novia Camila, sus amigos Eloy, Braulio y Regina transitaban el pasado 5 de junio a las 6 pm por la avenida Ocho de Julio, en Guadalajara, cuando elementos de la fiscalía del estado, sin identificarse, los detuvieron y subieron a bordo de un vehículo. Los golpearon y les quitaron sus mochilas y celulares. ¡Súbanse, cabrones, cabezas agachadas!, les gritaron y se los llevaron a la fiscalía.

Nadie sabe que están aquí. Los vamos a desaparecer, los amenazaron. Separaron a los hombres de las mujeres y los subieron a una camioneta. “Los vamos a entregar al cártel”, les advirtieron. Después de un recorrido de unos 20 minutos, en Los Olivos los hicieron descender del vehículo. ¡Bájense, hijos de su puta madre! ¡Tienen 10 segundos para correr por su vida, putos! ¡Quien voltee hacia atrás lo matamos!, les gritaron (https://bit.ly/3dRzPWQ).

Lo que Francisco Jiménez y sus compañeros vivieron, al ser detenidos al margen de cualquier protocolo legal por querer participar en una movilización pacífica para exigir justicia para Giovanni López, lo sufrieron también al menos 60 jóvenes más en Guadalajara. La Comisión de Derechos Humanos de la entidad calificó sus arrestos de desapariciones forzadas.

Giovanni fue un albañil de 30 años detenido el 4 de mayo en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, en el área metropolitana de Guadalajara, por no llevar mascarilla. Los patrulleros lo ejecutaron extrajudicialmente. Su crimen precipitó en la capital de Jalisco una ola de inconformidad entre la juventud que trató de ser sofocada mediante la fuerza bruta por el gobernador Enrique Alfaro.

Debido a la importancia y el peso económico de su estado, Alfaro desempeña un papel clave en la promoción y el liderazgo de una coalición de ocho gobernadores opositores a Andrés Manuel López Obrador. De hecho, podría perfilarse como candidato presidencial de una hipotética alianza partidaria de PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano en los comicios de 2024.

Por lo pronto, el mandatario estatal arrancó 2020 chocando con el gobierno federal en torno a temas claves: el conteo de desaparecidos, la sustitución del Seguro Popular por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y el manejo de la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19.

Enrique Alfaro ha navegado en las aguas de la política a bordo de distintos barcos. En 1994 se incorporó a las juventudes del PRI, donde militó hasta 2005. De allí saltó al PRD, controlado por el ex rector de la UdeG Raúl Padilla, con quien más adelante rompería. En 2012 se incorporó a Movimiento Ciudadano, partido que ganaría 24 presidencias municipales, 14 diputados locales y 10 federales.

Estridente, dotado de vocación y talante autoritarios, con un discurso de cero tolerancia en un estado que es cuna de uno de los grupos criminales más poderosos en el país (el CJNG), ante la crisis del coronavirus, Alfaro recurrió a la mano dura para obligar a la población a quedarse en casa y usar cubrebocas en la calle. Desde el pasado 20 de abril, cuando la medida entró en vigor, la policía se dedicó a arrestar a quienes no lo portaban. Decenas de ciudadanos fueron encarcelados. Giovanni López fue ejecutado extrajudicialmente en ese contexto.

Esta violencia policial no es inusual en Jalisco. Los niveles de tortura por parte de policías y ministeriales en la entidad están, como ha explicado Daniela Rea, por arriba de la media nacional (lo que ya es mucho decir). Entre 1997 y 2019, mil 530 víctimas de tortura presentaron quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero sólo 4.7 logró recomendación (https://bit.ly/30gklbe).

Los días 4, 5 y 6 de junio, Guadalajara vivió días aterradores. Especialmente el 5, sufrió un tipo de represión desconocida hasta ese entonces, emparentada con el halconazo del 10 de junio de 1971 en la Ciudad de México. Y eso que hay una larga lista de violencia policiaca en contra de movimientos en la entidad. Dos ejemplos. La ejercida durante las protestas altermundistas en el marco de la Tercera Cumbre América Latina y el Caribe- Unión Europea del 28 de mayo de 2004. Y la perpetrada el 1º de diciembre de 2012, durante las movilizaciones de rechazo a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto convocadas por #YoSoy132, en la que los uniformados golpearon a muchas personas que pasaban por allí.

En esta ocasión la violencia policial, absolutamente irregular, fuera de cualquier protocolo y causa legal –utilizando vehículos particulares con placas ocultas, con agentes vestidos de civil realizando detenciones–, deja en el aire la pregunta: ¿quién dio la orden de actuar así? ¿Quién diseñó el operativo?

La ofensiva gubernamental fue acompañada de una campaña en redes, que apeló al racismo local, diciendo que los manifestantes no podían ser de allí porque eran muy morenos y no hay gente de piel tan oscura en Jalisco.

Aunque quiera zafarse del asunto, el halconazo tapatío es responsabilidad directa de Enrique Alfaro. Por más que quiera desvirtuar la inconformidad juvenil presentándola como producto de los pleitos del poder de arriba, en realidad es resultado legítimo del hartazgo ante su despotismo.

Fuente del artículo: https://www.jornada.com.mx/2020/06/09/opinion/015a1pol

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Calificar durante la pandemia: encrucijada a los maestros.

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz.

Desde el inicio del cierre de escuelas se advertía que no todos los estudiantes podrían cumplir con las actividades educativas a distancia. Países como España, Italia, Argentina o Dinamarca optaron por no dar peso en las calificaciones del alumnado a las actividades realizadas desde casa: en algunos casos se decidió por el aprobado general mientras que en otros se desestimaron las valoraciones numéricas o bien se continuaron las clases tomando estos ejercicios como meros repasos sin trascendencia en la acreditación. En el caso de México, el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, explicó que para la valoración del último tramo del ciclo escolar se tomarán en cuenta criterios como los promedios de los periodos ya evaluados, así como la presentación de carpetas de experiencias de las actividades escolares a distancia, haciendo énfasis en que este elemento sólo se empleará para favorecer a los estudiantes pero no para perjudicarlos en caso de fallas o no haberlas presentado.

El riesgo de inequidad que tanto se advirtió al iniciar las actividades escolares a distancia finalmente se concretó no sólo en el acceso a los medios educativos, sino ahora en la asignación de calificaciones considerando las carpetas de experiencias. De acuerdo con lo expresado por Moctezuma Barragán, quienes presenten la carpeta de experiencias derivada de la realización de las actividades escolares remotas podrán ser beneficiados en las calificaciones que emitan los profesores y quienes no lo hagan simplemente no serán afectados. Dicho de manera simple: no se afectará a nadie, pero sí se favorecerá a algunos. ¿No representa esto una medida igualmente inequitativa? ¿Cuál es la proporción de los “no afectados” y los “beneficiados”? Es difícil saber en un país como el nuestro con contextos tan heterogéneos. Parece que tratando de conciliar las imposibilidades de algunos, con el esfuerzo de otros, se llegó a esta determinación. Tal conciliación, desde un inicio, se apreciaba complicada si no es que imposible.

No se intenta disimular o excusar a aquellos jefes de hogar que aun teniendo las posibilidades económicas y culturales para acceder a las actividades escolares remotas decidieron, por voluntad propia, no hacerlo, aunque seguramente la proporción de éstos es muy inferior a quienes, por dificultades de esa misma naturaleza, no pudieron contribuir al aprendizaje de sus hijos. Al dar luz verde a las carpetas de experiencia, la encrucijada era pues ya inevitable: considerarlas en la calificación sería una desventaja para quienes no accedieron a la educación a distancia, pero ignorarlas sería una falta de respeto al esfuerzo de quienes incluso con muchos sacrificios pudieron presentarlas. La autoridad educativa se decidió por la primera opción.

Es entonces que los docentes enfrentarán dilemas al asignar calificaciones: ¿será justo darle beneficios a los alumnos que presentaron evidencias de trabajo y no a quienes, por posibles dificultades, estuvieron inactivos? ¿es correcto negarle la oportunidad de mejorar sus promedios a algunos estudiantes de los cuales no puede asegurar una simple falta de disposición por el trabajo? ¿deben pagar los alumnos posibles imposibilidades o irresponsabilidades de los padres de familia o, peor aún, deben costarle las carencias de sus hogares? ¿qué tanto puede reflejar el número que asignarán lo realmente aprendido por los estudiantes en un momento tan particular como el que se está viviendo? Serán pues los profesores quienes resuelvan estos cuestionamientos que la autoridad educativa les transfirió.

Si bien se dice que el “hubiera” no existe, es inevitable mirar al pasado: tal dilema –tomar o no en consideración las evidencias del trabajo a distancia con sus respectivos riesgos de inequidad– pudo haber sido evitado por la autoridad educativa quizá parando (o pausando) el curso del ciclo escolar o bien planteando otro tipo de actividades educativas desde casa. Las múltiples voces de especialistas que clamaban por lo anterior fueron ignoradas, ante el avance de una estrategia que, de acuerdo a las cifras oficiales, ha tenido un éxito rotundo y su cobertura es prácticamente universal. Aunque se trató de disfrazar la inequidad dándole sólo valor positivo en las calificaciones a las actividades a distancia, lo anterior resulta simétrico a haber sancionado a quienes no realizaron éstas. Con esta acción, el gobierno federal coronó las críticas que desde un principio se dirigieron a los posibles riesgos de inequidad y exclusión de la estrategia educativa durante la pandemia.

Fuente del artículo: http://proferogelio.blogspot.com/2020/05/calificar-durante-la-pandemia.html

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