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Prisiones de Honduras: el reino de precariedad al que llegó la pandemia

Redacción: Otra Mirada

Dos cárceles, incluida la de mayor hacinamiento, han sido cerradas temporalmente de manera que no se permitirán nuevos ingresos a las mismas

A través de un cuestionario, se realizó una evaluación médica a 70 privados de libertad que compartían módulo con Rafael Herrera, quien tenía 52 años y fue el primer fallecido por COVID-19 dentro de la cárcel de máxima seguridad El Pozo. La información sobre cómo se contagió y lo que pasa en todo el sistema penitenciario es incierta y está vedada. El Instituto Nacional Penitenciario pone en duda el diagnóstico, ya que la prueba confirmatoria de coronavirus se realizó tres días después de que él había muerto, el 23 de abril pasado.

Un mes después, en la Penitenciaría Nacional ubicada en Támara, a 19 kilómetros de Tegucigalpa, se identificó otro caso positivo. Las autoridades aducen que fue una persona que ingresó el 30 de abril al recinto, quien fue puesta en cuarentena. Se ha oficializado un cierre temporal de esta prisión y no se admitirán nuevos reclusos, tal como ocurrió con las instalaciones donde falleció Herrera.

Honduras tiene una población penitenciaria de 22 007 personas, distribuida en 25 centros penales y tres anexos en sedes militares, con fallas de infraestructura y en condiciones de hacinamiento. Este es uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de 43,6 homicidios por cada 100 000 habitantes y con alta incidencia del delito de asociación ilícita, narcotráfico y extorsión. El Pozo, está destinado a recluir a los condenados por esos delitos.

El 17 de diciembre de 2019, el Ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, anunció que debido a la crisis que atravesaba el sistema penitenciario, este pasaría a ser administrado por las Fuerzas Armadas en coordinación con la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina). Esta medida fue tomada después del asesinato del exdirector de El Pozo, Pedro Idelfonso Armas, quien había sido suspendido de su cargo luego de que el recluso Magdaleno Meza fuera asesinado dentro de ese penal.

Las junta interventora está a cargo del INP y del Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores. El coronel de infantería José A. González Maradiaga, es el nuevo director del INP, según el Decreto Ejecutivo PCM-068-2019.

Familiares de los presos políticos de la comunidad de Guapinol en el Valle del Aguán reali-zan una manifestación y recolección de firmas frente al Ministerio Público, Tegucigalpa, 27 de agosto de 2019. Foto\Martín Cálix.

El Pozo está ubicada en Ilama, en el departamento de Santa Bárbara, a 241 kilómetros de Tegucigalpa, la capital de Honduras y tiene capacidad para 1550 privados de libertad. En los últimos dos años, en esta cárcel se han registrado seis asesinatos de privados de libertad. En octubre de 2018 hubo un enfrentamiento en el módulo de mínima seguridad donde murieron dos reclusos. Y en junio de 2019, durante una protesta dentro de la cárcel, fueron ultimados dos miembros de la mara Salvatrucha. Ese mismo año, en octubre, un recluso fue encontrado asfixiado y el reconocido narcotraficante Magdaleno Funez fue asesinado. El video de este hecho se filtró a medios de comunicación.

Tres cosas destacan de la situación de la población penitenciaria hondureña: las condiciones de hacinamiento en la que viven, el poder que llegan a ejercer los grupos criminales desde su interior y el intento del Estado por recuperar el control.

La muerte de Herrera por COVID-19 en El Pozo debió poner en alerta a todo el sistema penitenciario, pero la información sobre lo que allí pasa es imprecisa. La Ministra de Salud, Alba Consuelo Soto, dijo a este medio que no sabía cuántas pruebas se hicieron, pero confirmó que sí se habían realizado PCR y que todas habían dado negativo hasta el momento.

Realizamos una solicitud de información en el sistema del Instituto de Acceso a la Información Pública para que la Secretaría de Salud respondiera con los datos exactos sobre las pruebas realizadas en las cárceles en alerta por COVID-19. La institución dijo que en Ilama se realizaron 9 pruebas PCR más la realizada al fallecido y que en la Penitenciaría Nacional de Támara han realizado 13. En el primer caso, 70 privados de libertad más compartían módulo con el fallecido por COVID-19 y, en el segundo caso, Támara cuenta con 7000 privados de libertad.

La vocera del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Digna Aguilar, informó que los médicos del Sistema Nacional de Riesgo (Sinager) fueron a Ilama y que ellos diseñaron el protocolo de bioseguridad para el sistema penitenciario que se ha implementado en todos los centros. «Los privados de libertad no están teniendo contacto con personas externas, no están recibiendo visitas ni de familiares ni abogados, no se les está sacando a hospitales ni a juzgados, el personal de seguridad ha estado confinado allí, el personal administrativo no tiene contacto con ellos, por eso estamos pidiendo una investigación», afirma Aguilar.

En contraste con esa posición oficial, la directora del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (Conaprev), Glenda Ayala, asegura que la Secretaría aplicó un cuestionario y que las pruebas realizadas en Ilama fueron a cuatro privados de libertad que compartían celda con el fallecido, a un policía militar, al médico, a la enfermera y a una persona de aseo de la clínica del centro penal, todas con resultado negativo.

A pesar de la emergencia sanitaria, y el muerto por coronavirus, la Junta Interventora militar no acata las disposiciones judiciales. El 30 de abril, el Poder Judicial publicó un comunicado en el que denunció que el INP no había acatado una resolución que ordenó la realización de pruebas a todos los privados de libertad para identificar casos de COVID-19.

Después de la muerte de Herrera, el Conaprev visitó El Pozo. Los funcionarios de este organismo estatal constataron con los privados de libertad que compartían módulo con el fallecido, que el personal de seguridad, los policías militares que vigilan los accesos, fueron cambiados 15 días antes. Según Ayala, esto pudo haber sido un factor de riesgo para que el virus llegara al recinto y aseguró que, diez días antes de morir, Herrera fue atendido por un médico que le dio tratamiento para una enfermedad respiratoria, pero éste no le dio mayor seguimiento.

El riesgo de contagio en las cárceles es un tema de preocupación para los expertos en América Latina. En las últimas semanas se han registrado incidentes en Brasil, Colombia, Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay. Según un estudio de Pedro Rodríguez y Patricia Domínguez, publicado el 22 de abril pasado, por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), hay al menos 1,2 millones de personas que cumplen penas de prisión en la región: «la mayoría en cárceles sobrepobladas, donde las malas condiciones aumentan los riesgos de infección».

Lo anterior describe muy bien la situación de Honduras. En 2019, un informe de Conaprev, el Poder Judicial y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos (Oacnudh), difundido por el Centro de estudios para la democracia (Cespad), reveló que en El Pozo habían 1804 privados de libertad y para resguardarlos se contaba con 140 miembros de la Policía Militar, 52 agentes penitenciarios y 20 de la Fuerza de Control Penitenciario. Solo el 37 % de la población carcelaria en este recinto tiene condenas y no hay una separación en las celdas que distinga a los procesados de los sentenciados y entre los que cometen delitos graves y los que ingresan por leves.

Glenda Ayala, abogada directora del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, revisa resoluciones judiciales, informes de visitas a los centros penales y cuestionarios apli-cados a los recluidos para confirmar su estado de salud. Tegucigalpa, cuatro de mayo 2020. Foto\Jennifer Ávila

El Juzgado de Ejecución Penal informó que la población penal en este presidio es de 1400 personas, 150 menos que su capacidad física. A pesar de no estar sobrepasado en su capacidad, las condiciones carcelarias de este centro han causado reclamos de los familiares de los detenidos. En 2017 y 2018, algunos de ellos realizaron manifestaciones demandando una mejora en el trato a sus familiares y que los privados de libertad tuvieran acceso a la salud, ya que muchos padecían de tuberculosis y otras enfermedades.

En la última comunicación a inicios de mayo, la vocera del INP insistió, sobre el caso de El Pozo, que hasta el momento nadie ha presentado síntomas de gripe, tos o fiebre, que hagan suponer que se trata del coronavirus.

***

Honduras lleva ya dos meses de estado de sitio por la emergencia sanitaria. Desde entonces hubo 300 nuevos ingresos a las cárceles en este país. A eso se suman los 2000 detenidos por violar el toque de queda que han sido recluidos durante 24 horas en postas policiales y centros temporales de detención, sin las condiciones ni controles adecuados.

El viernes 15 de mayo, se anunció el primer caso de coronavirus en la cárcel en Támara, razón por la cual la Junta Interventora del INP anunció el cierre temporal del centro para evitar la propagación del COVID-19.

Mediante comunicado en medios de comunicación, las autoridades penitenciarias reportaron que un privado de libertad con COVID-19 fue ingresado el 30 de abril al centro con medidas de cuarentena. Sin embargo, Conaprev, ha insistido en los últimos dos meses que las medidas de aislamiento para los nuevos ingresos son inútiles en centros con hacinamiento y sin las medidas de bioseguridad para prevenir el contagio. La Penitenciaría Nacional es la prisión con mayor hacinamiento, con 7000 personas recluidas, a las cuales ahora se suman 190 personas que fueron recluidas durante la cuarentena.

Antes de que este caso fuera conocido, la Asociación de Familiares de Privados de Libertad publicó un comunicado expresando su preocupación por la amenaza que representa la pandemia en los centros penales.

«En Támara están sin agua, las personas que atienden son médicos generales, cuando van a consultas no hay medicamentos, ni siquiera acetaminofén, no se pueden tomar las medidas de higiene. Además, están proporcionando la cantidad de comida como si hubiera 6000 reos y son 7072. Y aunque se suspendieron las visitas, el riesgo está porque el personal que trabaja entra y sale de los centros penales y no sabemos qué tipo de control se está llevando con estas personas», explica Delma Carolina Rubí, presidenta de la asociación de familiares.

El 31 de marzo, siguiendo las recomendaciones del Subcomité Internacional para la Prevención de la Tortura de las Naciones Unidas, el Conaprev presentó un recurso de habeas corpus humanitario para pedir la liberación de 6243 personas vulnerables ante el coronavirus. La Sala de lo Constitucional no ha respondido, pero el organismo supo extraoficialmente que se ha declarado sin lugar. Según el organismo de derechos humanos para la investigación de este recurso, el Poder Judicial nombró a jueces ejecutores y defensores públicos, quienes en sus informes expusieron que las personas se encontraban en perfectas condiciones en las prisiones y que no ameritaban su egreso.

Hasta el cinco de mayo, el Poder Judicial había emitido resoluciones de preliberación para 1087 personas, 593 que ya gozaban de ese beneficio, 212 con libertad condicional, 185 conmutaciones, 64 que ya habían cumplido su pena, 32 menores con revisión de medida y una persona con enfermedad terminal. Si bien las órdenes fueron dadas al INP, eso no significa que las personas fueron liberadas.

En general, la situación de salud de la población penitenciaria es otro foco de preocupación. Durante una inspección que realizó Conaprev a nivel nacional, se determinó que 2424 presos tienen padecimientos o enfermedades crónicas y 756 son ancianos. Para estas personas, la privación de libertad ya quedó sin efecto y podrían ser liberadas para descongestionar los centros penales, sobre todo el de Támara, explica Ayala. Conaprev solicitó también que las personas que ya cumplan con los requisitos para gozar del beneficio de preliberación o libertad condicional, que ya suman 797, sean evaluadas por consejos técnicos para dar trámite a esos beneficios. También identificaron 696 personas condenadas a penas menores de cinco años, quienes podrían sustituir la prisión con trabajo comunitario o pago de multa, según el mismo organismo de defensa de derechos humanos.

Retén militar en la entrada a la aldea de Támara donde se encuentran la Penitenciaría Nacional, la Penitenciaría Nacional Femenina y el Centro para menores infractores Rena-ciendo. Las visitas están canceladas y no hay paso para nadie después de este retén.Te-gucigalpa, 5 de mayo de 2020. Foto\Jennifer Ávila

La vocera del INP asegura que «las excarcelaciones no dependen del Instituto, es el Poder Judicial el que debe emitir una resolución ya sea cambio de medidas, sobreseimientos o arrestos domiciliarios. El Poder Judicial hace una resolución, la envía al centro penitencial y se libera la persona. El INP no puede liberar a nadie».

La abogada Glenda Ayala, de Conaprev, explica que en su inspección por los centros penales, los directores desconocían la resolución judicial: «Todavía el miércoles 29 de abril que estuve en Ilama, no se habían ido los de preliberación porque el director se había negado a cumplir esto. Prácticamente se le coaccionó y se le dijo que si no lo hacía lo denunciaríamos por violación de los deberes de los funcionarios por desobedecer una orden judicial ¿cuál sería la actitud correcta de una comisión interventora? Si hay una orden de un juez, acatarla, si no lo hace no podemos avanzar».

Mientras esa resolución no fue acatada, el Poder Judicial ha trabajado durante la cuarentena, realizando audiencias a puerta cerrada o por videoconferencia para avanzar en el proceso de sentencia y preliberación y reducir la mora judicial. Ha identificado a 1240 personas con prisiones preventivas vencidas, que superan los dos años y seis meses de estar recluidas y que no han ido a juicio o que ya fueron pero que no se ha dictado su sentencia.

Uno de los casos más destacados en ese sentido es el del ambientalista Jeremías Martínez, judicializado por tentativa de usurpación de espacios públicos y daños en perjuicio de Inversiones Los Pinares, una empresa instalada en un área protegida en el norte.

Por ese conflicto, 31 defensores han sido procesados, 8 de ellos actualmente encarcelados. El caso de Martínez constituye una pena anticipada por haber cumplido su tiempo de prisión preventiva sin sentencia. En las condiciones actuales, diversos organismos internacionales han pedido su liberación.En los últimos 10 años, en Honduras se registraron 424 casos de acoso judicial contra defensores en medio de conflictos medioambientales.

Con la pandemia, el Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Honduras, una organización de sociedad civil que promueve y defiende los derechos humanos localmente, presentó un habeas corpus correctivo con la finalidad de lograr la excarcelación de personas consideradas presos políticos, entre ellas aquellas por conflictos ambientales, pero no hubo respuesta por parte de las instancias jurisdiccionales.

Juana Zúniga, familiar de uno de los defensores recluidos y miembro de la resistencia a la minera, asegura que, aunque no se han dado cuenta de que alguno de sus compañeros esté enfermo en la cárcel, están preocupados por lo que les pueda pasar. Después de dos meses sin visitas es poco lo que saben de las condiciones en las que están. «La situación es cada vez más difícil: siete meses con los compañeros presos, tenemos hijos pequeños y no tenemos una respuesta para saber cómo va el caso. Ellos estaban acostumbrados a que cada domingo los visitáramos, solo les queda ahora adaptarse a la comida que les proporcionan allí en la cárcel. Solo hemos sabido que les visitó un doctor y ha estado pendiente de ellos», cuenta Zúniga.

Tito Livio Moreno, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras en conferencia de prensa en las oficinas del Instituto Nacional Penitenciario, Tegucigalpa, 17 de diciembre de 2019. Foto\Martín Cálix.

El poder de los militares

A pesar de estar demostrado que es erróneo medir la seguridad a través del número de personas encarceladas, se siguen llenando las prisiones de personas para demostrar el éxito de una política de seguridad. Los gobiernos han sabido justificar sus políticas de «mano dura» y de encarcelación masiva, aunque el sistema de justicia sea ineficaz. En plena pandemia, los arrestos han continuado.

La Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (FNAMP), creada en 2013 dentro de la Fuerza Interinstitucional Nacional (Fusina), es una estructura con la que se le dio potestad a las Fuerzas Armadas para combatir el delito, investigarlo y juzgarlo, con jueces especiales dentro del recinto militar. Esta es una de las acciones más agresivas de militarización que el gobierno del nacionalista Juan Orlando Hernández impulsó al inicio de su primer mandato en 2013. Ellos son los responsables de que las cárceles de máxima seguridad estén llenas.

El jefe de la FNAMP es el teniente coronel Amílcar Hernández, quien en comparecencia de prensa junto al gobernante, detalló las operaciones que han realizado durante la emergencia por coronavirus en el país, en las cuales uno de los resultados son las capturas. El alto oficial dijo que «hubo 144 detenidos, de los cuales el 100 % son personas que han quedado presas porque han sido judicializados de manera correcta cada una».

Las consecuencias de la militarización, además del incumplimiento de las resoluciones judiciales, pueden verse en que la Junta Interventora del INP no ha presentado informes mensuales sobre el proceso de reestructuración del sistema penitenciario. Esta época de pandemia y el caso específico de las cárceles muestran a la sociedad que no hay nada encima del poderío militar.

Ayala tiene cuatro años en la dirección del Conaprev que, desde su creación en 2008, ha visto cuesta arriba la defensa de los derechos de los privados de libertad y la lucha por la no militarización del sistema penitenciario. «Hoy recibí un audio de una doctora de medicina forense donde dice que fue al centro penal a evaluar a la persona para emitir el dictamen, pero resulta que la doctora del centro no le dio acceso a la información que hay en el expediente clínico del centro. Para cumplir esto necesitamos una voluntad desde arriba. No hay voluntad ni de cumplir la resolución judicial. Las Fuerzas Armadas son un organismo jerarquizado. Al ser él (el director de la junta interventora) notificado sobre esto, inmediatamente debía enviar una circular a toda su gente para cumplirlo, pero no lo hizo. Desde allí partimos de la voluntad que denota para cumplir la ley y los reglamentos en el ámbito penitenciario», explica Ayala.

Las Fuerzas Armadas, tras la transición de la época de golpes de Estado militares en la década de los 80, volvieron a sus cuarteles. Durante el gobierno de Carlos Roberto Reina, en 1994, se abolió el servicio militar obligatorio pero fue en 2002 cuando salieron de nuevo a las calles.

Las políticas de «mano dura» han marcado la agenda de los gobiernos del Partido Nacional, el mismo que ahora está en el poder. En 2003, el presidente Ricardo Maduro aprobó una reforma al Código Penal que aumentaba las penas por el delito de asociación ilícita, además que incluía descripciones de los miembros de maras y pandillas. La portación de tatuajes era una de ellas. A esto se le llamó Ley Antimaras y fue en esa época en la que los militares comenzaron a hacer labores policiales en el cuidado de los buses de transporte público. En 2010, el gobernante era Porfirio Lobo Sosa quien llegó al poder con una campaña que se titulaba «Puño firme», por estar dirigida a tener «cero tolerancia» a delitos como el de asociación ilícita. En 2013 Hernández asumió la presidencia del país y entregó la seguridad pública al Ejército.

A lo largo de su mandato, el actual mandatario ha impulsado un creciente involucramiento de los militares en su proyecto político, lo que contribuyó a su reelección en 2017, a pesar de existir una prohibición constitucional. Él mismo estudió en el Liceo Militar, y sus hermanos, legal o ilegalmente, han estado vinculados a las fuerzas armadas. Su hermano José Amílcar Hernández, actual asesor de seguridad, es un coronel retirado que participó activamente en el golpe de Estado que derribó a Manuel Zelaya en 2009. Su otro hermano, «Tony» Hernández, fue sentenciado por una corte en Nueva York por traficar drogas a los EE. UU., usando, entre otras entidades públicas, a la institución militar.

Hernández intentó, en su primer mandato, elevar la Policía Militar del Orden Público a rango constitucional, violando los artículos constitucionales que hablan sobre las funciones de las Fuerzas Armadas, entre las cuales no está incluida la de policía. La reforma no pasó, pero la Policía Militar y otras fuerzas especiales militarizadas tienen el control de la seguridad pública y de algunas áreas del sistema de justicia como las prisiones.

«El que le demos potestades al Ejército para que detenga, investigue y cuide, eso es definitivamente catastrófico y contrario a la convención contra la tortura y protocolos facultativos. Una de las cuestiones que hemos visto con preocupación es el tema de la criminalización inclusive como institución defensora de derechos humanos porque el personal que está dirigiendo lo mira a uno como el enemigo (…) En las últimas intervenciones que he tenido con el señor responsable de la Fuerza Antimaras y Pandillas le digo: prácticamente usted me está diciendo que soy parte de la organización delictiva por preguntar qué trato le está dando al detenido», explica Ayala, directora del Conaprev.

Los abusos de derechos humanos están entre los principales cuestionamientos. «¿Hay tortura en Honduras? Sí hay. Legitimamos a fuerzas militares como la Fuerza Antimaras y Pandillas a que se lleven a los detenidos a oficinas clandestinas que no son postas, no tienen ni rótulos y que allí se llevan a las personas para interrogar y después se presentan ante un juez. La detención se vuelve arbitraria cuando una persona es conducida o llevada a un lugar no autorizado en la ley. Pero ¿qué dice el comisionado por los derechos humanos o la Fiscalía de derechos humanos? brillan por su ausencia», concluyó la defensora.

Tragedias y políticas de seguridad

La tragedia carcelaria más grande de América Latina ocurrió en Honduras. En 2012, un incendio en la granja penal de Comayagua cobró la vida de 361 privados de libertad y una mujer que estaba en visita conyugal. Pero esta no fue la primera vez que una cárcel se quemó y cobró cientos de vidas. En 2003 y 2004 ocurrieron incendios en cárceles del norte de Honduras. En La Ceiba murieron 68 y en el centro penal de San Pedro Sula 107 privados de libertad. Por este último caso, Honduras fue condenado en la CIDH en abril de 2012 en la sentencia del caso Pacheco Teruel y otros vs. Honduras. Otros motines en ese mismo período dejaron más muertos.

El 29 de marzo de 2012 fue decapitado en un motín el jefe de presos Mario Henríquez. Don Mario y los doce presos de su círculo más cercano fueron asesinados. Fue un cambio de liderazgo que terminó de manera violenta. Luego, un grupo de 18 expandilleros que estuvo en ese motín fue trasladado a Támara, donde fueron asesinados. Don Mario representaba el poder que tenían los presos en los centros penales. En 2017, la cárcel de San Pedro Sula fue cerrada. Según el presidente Hernández, entre 2016 y 2017 cada vez que se trasladaron reos de alta peligrosidad a cárceles de máxima seguridad, los índices de muertes diarias se redujeron hasta en cinco puntos.

El abogado Carlos Paz, de la organización Cáritas Honduras ―una de las partes demandantes en el caso Pacheco Teruel ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH)―, asegura que no hubo un cambio sustancial en las históricas violaciones a los derechos humanos en los penitenciarios desde el incendio en el Centro Penal de San Pedro Sula. Según el jurista, hay 8761 reos por encima de la máxima capacidad de los penales. «Algunos establecimientos como los de Puerto Cortés o Támara, el hacinamiento supera el 200 por ciento. Esto nos da una idea de lo que puede significar si el COVID-19 llega a uno de los centros penitenciarios. El 9 de abril, la propia Corte IDH emitió una declaración en la cual urge a los Estados a manejar esta crisis desde la óptica de los derechos humanos. Desgraciadamente, en nuestro país, la óptica desde donde se acentúan las acciones es desde la corrupción e impunidad», explica Paz.

Cáritas de Honduras, el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) y la Pastoral Penitenciaria demandaron al Estado por las violaciones de derechos humanos en el incendio de la cárcel de San Pedro Sula. La sentencia de abril de 2012 establece medidas de reparación a las víctimas. En su Informe de Fondo, la Corte IDH señaló como presuntas víctimas a 107 reclusos, 22 de los cuales estarían detenidos preventivamente con base únicamente en el delito de asociación ilícita. Se identificó como víctimas por su propio derecho a 83 familiares de 18 reclusos fallecidos.

Un manifestante sostiene un cartel en una protesta frente al Ministerio Público por la libe-ración de los presos políticos, Tegucigalpa, 8 de agosto de 2019. Foto\Martín Cálix.

La garantía de no repetición es una de las partes esenciales del fallo, así como el compromiso del Estado de tomar medidas para hacer efectivo el ejercicio de los derechos de los reclusos. Antes de que la pandemia paralizara el país, varias organizaciones de sociedad civil iban a reunirse para solicitar una audiencia, en vista de la falta de cumplimiento de Honduras. La Corte IDH comenzó el procedimiento interno pidiendo la anuencia del Estado, pero luego vino la emergencia. Según Paz, tampoco se ha cumplido el compromiso ante el Comité contra la Tortura de que un proceso de desmilitarización se iniciaría en 2016, tanto del sistema penitenciario como la sociedad en general.

El año pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitó cinco instalaciones penitenciarias y advirtió en un informe que «el hacinamiento, la falta de higiene e inadecuada ventilación, constituyen una seria amenaza para la salud de las personas detenidas. Lo anterior, debido al incremento del riesgo de contagio de enfermedades de tipo infeccioso, tales como la tuberculosis».

Ahora en plena emergencia, algunas mujeres recluidas en la Penitenciaría Nacional Femenil de Adaptación Social (PNFAS) lograron enviarnos mensajes pidiendo ayuda en que contaban sobre la escasez de agua y el trato a sus compañeras enfermas con diabetes y tuberculosis, además de las carencias tras la cancelación de visitas. «Antes nosotras sobrevivimos porque venían nuestros familiares. Ahora no vienen a dejarnos nada porque está con esa cosa de que no pueden salir a ningún lado, viven largo. No hay medicamentos, no hay papel higiénico, sobrevivimos porque nos ayudamos unas a otras. Aquí hay un montón de enfermas, diabéticas, hipertensas, gente que padece del pecho, tuberculosis. El agua nos la tiran solo una hora al día, a veces nos bañamos con eso. Aquí no ha venido nadie de la secretaría de salud, es la misma doctora y la misma enfermera de aquí, pero sigue sin haber medicina», dicen los mensajes.

Para Paz, en Honduras ya hubo intentos de amotinamientos durante este tiempo de pandemia y la respuesta ha sido represión. El abogado estima que si el COVID-19 llega a las cárceles, «sería catastrófico».

El INP rechaza los cuestionamientos. La versión oficial es que en Ilama hay diez médicos asignados que han estado trabajando por turnos durante la emergencia y que ahora, por esta situación, están permanentes.

«En todos los centros penitenciarios hay personal médico para cubrir las 24 horas del día. También se ha contratado personal de enfermería. Es falso que no hay agua en Támara, en PNFAS hay agua potable todos los días. Si no hubiera, esas mujeres no tendrían llenos los tendederos de ropa. Los privados de libertad están conscientes de que las medidas que se han implementado son para su bien y el de sus familiares», expresó la vocera del sistema carcelario.

Tocar la puerta del INP para hablar con el director de la junta interventora, puede llegar a ser humillante. Aunque tenían mascarillas, pude notar la risa de los policías en la entrada del Instituto Penitenciario cuando pedí ver al jefe militar después de haber intentado programar una entrevista por medio de la vocera . «El coronel no tiene tiempo», me dijo un oficial. Me prometieron que la vocera respondería a mis preguntas sobre el funcionamiento de la junta interventora y el manejo del Sistema Penitenciario. Eso no pasó.

Fuente: https://confidencial.com.ni/prisiones-de-honduras-el-reino-de-precariedad-violencia-y-militarismo-al-que-llego-la-pandemia/

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España: Educadores y alumnos tendrán que ir descalzos cuando abran las guarderías

Redacción: El Día

Las escuelas infantiles recibirán hasta 30 alumnos divididos en grupos por edades y durante un máximo de seis horas | Las mochilas serán sustituidas por bolsas de tela.

Los educadores y alumnos de las escuelas infantiles no podrán acceder a los centros con zapatos de calle y tendrán que utilizar calcetines antideslizantes. Esta es una de las medidas que se tendrán que cumplir a partir del lunes, cuando está previsto que reabran seis de las 13 escuelas infantiles dependientes del Gobierno de Canarias, con un máximo de 30 alumnos por centro. La Consejería de Derechos Sociales ha establecido un protocolo ante la reapertura escalonada de las guarderías que tiene como objetivo «facilitar la toma de decisiones sobre las medidas preventivas a implementar en este importante ciclo educativo».

De este modo, el documento establecido para las escuelas que reabrirán el lunes -cuatro de ellas se encuentran en Tenerife- indica que «los zapatos se dejarán en un lugar habilitado fuera de las instalaciones del centro o serán las familias quienes deberán hacerse cargo de los mismos». El protocolo indica que «esta medida es especialmente importante en este nivel educativo de 0 a 3 años, cuando -los niños- todavía se desplazan mucho por el suelo».

La Asociación Española de Pediatría considera que la escuela hoy en día cuenta con un «potente efecto conciliador» y añade que los menores «no son una población particularmente vulnerable a los efectos graves de la infección por Covid-19«. No obstante, reconoce que estos «son contagiosos y posibles fuentes de reintroducción de la transmisión a otras poblaciones vulnerables» por lo que destaca «la importancia de minimizar este riesgo en los centros educativos donde habitualmente se concentra una alta densidad de personas» para garantizar así el derecho a la educación y facilitar la conciliación familiar y laboral de los progenitores. Por todo ello, la Consejería de Derechos Sociales ha elaborado un programa de apertura de un pequeño porcentaje de los centros de Educación Infantil a partir del lunes. A todos ellos se les realizará un seguimiento estricto con el fin de validar este proyecto piloto que finalizará el 9 de julio.

Los menores volverán a las escuelas en grupos de cinco para los pequeños de hasta un año; en grupos de diez para niños de entre 1 y 2 años; y de hasta 15 alumnos para los niños de 2 a 3 años. Solo habrá un turno de menores por grupo y las jornadas serán de un máximo de seis horas al día. Además, se establecerán turnos de entrada y salida por diferentes accesos para evitar aglomeraciones.

La recogida de los alumnos no podrá realizarse por parte de los abuelos y, aunque cada centro valorará cómo se realiza la recogida y entrega de los menores, lo habitual será que solo los educadores accedan a las escuelas para crear así grupos estancos ya que el documento indica que «se debe evitar el tránsito de personas ajenas a la actividad docente por el centro y en el patio».

Los niños tendrán que ir a la escuela después de haberse tomado la temperatura en casa, y las familias deberán llevar una bolsa desechable o lavable con mudas de ropa, zapatos deportivos, pañales e instrumentos para el consumo de líquidos. Y es que la entrada con mochilas no estará permitida en esta primera fase.

El protocolo para la reapertura escalonada de estos espacios contempla que los menores deberán mantener una distancia de dos metros entre ellos y las escuelas tendrán que fomentar las actividades al aire libre. Así, el protocolo indica que es recomendable establecer «turnos con el fin de que el patio exterior esté ocupado por algún grupo durante las seis horas que dura la jornada».

Limpieza de los centros

En cuanto a la limpieza de los centros, este documento de la Consejería de Derechos Sociales establece que los aseos deberán limpiarse «en función de la intensidad de uso y, al menos, tres veces al día». Además, los juguetes que pertenezcan a la escuela se tendrán que limpiar dos veces al día y no se podrán compartir. Los menores no podrán traer otros muñecos desde sus casas y los equipos de las escuelas tendrán que evitar el uso de parques infantiles. Por todo ello, el documento busca que se fomenten alternativas de juego libre y deporte que posibiliten las medidas de distanciamiento y que necesiten los mínimos elementos compartidos.

Las escuelas infantiles dependientes del Gobierno de Canarias cuentan con una capacidad para 978 niños de entre 0 y 3 años. En la primera fase de reapertura que comenzará el lunes y se prolongará hasta el 18 de junio se pondrán en marcha el EI Añaza, EI Anaga, EI Aguamansa y EI Niño Jesús, en Tenerife; y el EI La Fuente y EI Aridamán, en Gran Canaria.

Fuente: https://www.eldia.es/sociedad/2020/06/06/educadores-alumnos-tendran-descalzos-abran/1084489.html

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¿Por qué tanta tarea? La enseñanza centrada en las asignaturas y los contenidos.

La pandemia provocada por el coronavirus sacó a relucir problemas de diversos sectores de la vida pública. En educación, la calidad de los edificios escolares ha quedado exhibida, pero también muchos de las prácticas que tienen lugar en ellos. Han causado polémica, por ejemplo, las tareas escolares domiciliarias, centrándose la discusión sobre todo en su cantidad y pertinencia. Se ha dicho que en algunos casos la tarea ha sido excesiva, al grado de provocar estrés en los alumnos o hacerla incompatible con otras actividades en el hogar. ¿A qué se debe esta situación, que si bien no se puede generalizar en todos los ambientes escolares, sí se puede asumir como muy frecuente? ¿Se motiva por la simple voluntad de los maestros o hay algo más, de fondo, que propicia que esta práctica haya sido considerada, en algunos casos, como asfixiante?

Sin lugar a dudas una de las razones tiene que ver con las expectativas que se marcaron sobre el periodo de trabajo a distancia: continuar con la actividad escolar desde casa tratando de cumplir los mismos aprendizajes que se desarrollan en las aulas. Sin embargo, otro motivo puede encontrarse más allá de la mera voluntad de los maestros o el planteamiento de este periodo de trabajo. El asunto quizá sea más de fondo: la configuración de los programas de estudio que privilegian asignaturas y contenidos con delimitaciones muy marcadas.  Se puede hablar pues de un currículum fragmentado que desdeña los grandes temas, la interdisciplinariedad y las actividades de aprendizaje a profundidad y, en cambio, se centra en los contenidos escolares como un fin en sí mismos y, por tanto, llega a ellos mediante actividades abundantes y muchas veces superficiales e inconexas entre sí. El problema entonces no es exclusivo de la educación a distancia, pero ésta ha hecho más visibles sus efectos.

Basta observar los tableros de la programación televisiva “Aprende en casa” para ver reflejada la fragmentación del conocimiento escolar: cápsulas de 20 a 40 minutos, una tras otra, con contenidos que resultan difíciles de relacionar. Por ejemplo, la programación del 27 de abril para alumnos de quinto y sexto de primaria aborda, en dos horas, cuatro asignaturas con igual cantidad de temas diferentes: la comida, la colaboración, los cuerpos geométricos y las formas de vida en otros continentes. Para cada tema hay preguntas y actividades propias. La dinámica escolar cotidiana, no sólo en la educación a distancia, es más o menos similar. ¿Puede ser esto uno de múltiples factores que motivan la existencia de tareas de aprendizaje abundantes y distantes entre sí?

La situación anterior corresponde a lo que Jurjo Torres (2006) ha llamado modelo lineal disciplinar, la forma más común de organización del contenido, mediante la yuxtaposición arbitraria de asignaturas (p. 104). Aludiendo al pensamiento pedagógico freiriano y la concepción bancaria del aprendizaje, en este modelo se asumen “los contenidos escolares como un elemento más a consumir” (Torres, 2006, p.106), por lo que su acumulación y posterior agotamiento se convierte en una meta importante para maestros y alumnos.  La existencia de asignaturas rígidas impide el planteamiento del conocimiento desde una visión holística, además de dificultar la optimización del trabajo escolar bajo esquemas de interrelación entre áreas de conocimiento más generales y amigables entre sí. Sobre este modelo curricular, Torres asevera que “es la primera barrera que el propio sistema establece, para propiciar el aprendizaje profundo” (2006, p. 46). Desafortunadamente, esta situación escapa de las manos de los docentes, quienes “no disponen de un margen de opciones posibles entre las que decidir qué contenidos seleccionar para impartir, ni su forma de organización” (Torres, 2006, p. 105).

La SEP (2017), al menos en sus documentos oficiales, tiene claro que “un programa de estudio debe considerar el número de temas que se pueden abarcar correctamente, sin prisa y dedicando el tiempo necesario a su comprensión” (p. 107). Si bien en el título del plan de estudios más reciente de educación básica aparece el término “aprendizajes clave”, lo cierto es que, a comparación de ediciones anteriores, sigue estando estructurado en asignaturas más o menos rígidas y la cantidad de contenidos no disminuyó considerablemente con respecto a planes anteriores. Basta echar un vistazo al artículo 30 de la nueva Ley General de Educación, para comprobar el amplio listado de contenidos generales que recaen sobre la escuela mexicana. No es casualidad que Manuel Gil Antón (2019) hable de una “escuela exhausta”.  Así pues, uno de los orígenes de la saturación de tareas puede ser la configuración de los programas de estudio: su predilección por las asignaturas y el exceso de contenidos.

Sobre la educación a distancia, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), además de aconsejar que “se debe evitar la tentación de reproducir los tiempos y las cargas de trabajo escolares en el hogar” (2020, p. 6), reconoce la importancia de una selección pertinente de contenidos escolares, recomendando “un esfuerzo de focalización para privilegiar los contenidos curriculares centrales: aquellos que son relevantes para enfrentar la emergencia actual y los aprendizajes más importantes de cada grado, etapa o nivel educativo” (2020, P. 7). La postura es clara: el hogar no es un espacio escolar y, por tanto, no es pertinente intentar transferirle la dinámica del aula pues se puede interferir en otro tipo de actividades igualmente importantes como las recreativas, lúdicas o familiares.

La polémica en torno a las tareas escolares no es exclusiva de nuestro país ni de esta época de contingencia sanitaria, pero el trabajo escolar remoto ha hecho más evidentes sus posibles errores y efectos. Sin dejar de considerar posibles necesidades en cuanto a la metodología de los docentes, no se pretende asumir que la fragmentación del currículum sea el único elemento que influye en la abundancia de tareas escolares, pero parece que su impacto es considerable. Hacer programas de estudio más sencillos, eliminando información innecesaria para los estudiantes, podría hacer viable, en aras de profundizar en los aprendizajes, aminorar la cantidad de actividades escolares. No es propósito de este escrito discutir la conservación o la extinción de esta práctica, pero está claro que “la nueva normalidad” educativa –haciendo uso de la jerga de nuestras autoridades– debe implicar un debate sobre los propósitos y características de esta actividad y de muchas otras facetas de la cultura escolar.

REFERENCIAS

GIL ANTÓN, MANUEL (2019). La escuela exhausta. Disponible en: http://www.educacionfutura.org/la-escuela-exhausta/ (Consultado el 01 de junio de 2020).

MEJOREDU (2020). 10 sugerencias para la educación durante la emergencia por COVID-19. México: autor.

SEP (2017). Aprendizajes clave para la educación integral. Plan y programas de estudio para la educación básica. México: autor.

TORRES, JURJO (2006). Globalización e interdisciplinariedad: el currículum integrado. Madrid: Morata.

Fuente: https://profelandia.com/por-que-tanta-tarea-la-ensenanza-centrada-en-las-asignaturas-y-los-contenidos/

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Desescalada escolar incierta en todo el mundo

Redacción: La Vanguardia

Incertidumbre. Los grandes países europeos y Estados Unidos se debaten en cómo rematar el actual curso, si hacerlo por vía telemática o abriéndolas unas semanas. En Rusia los alumnos ya recibieron las notas y están de vacaciones. En Italia habrá aprobado general. En un segundo horizonte los distintos gobiernos ya piensan en el siguiente curso: cuándo empezará y, sobre todo, en qué circunstancias.

Alemania: el examen de selectividad se ha realizado con cierta normalidad

En Alemania, la desescalada escolar está en manos de los 16 länder (estados federados), titulares de las competencias educativas, si bien la labor de coordinación ejercida por la canciller Angela Merkel condujo a un pacto para un reinicio común el 4 de mayo. Aunque algunos länder incluso retomaron algunas clases antes, la mayoría arrancó ese día con alumnos de determinados cursos y en grupos reducidos. Los exámenes del Abitur (selectividad) se han realizado con relativa normalidad. El regreso escalonado aún no ha concluido; de hecho, hoy vuelven a las aulas en Schleswig-Holstein los alumnos de 1.º a 3.º de Primaria y los de 8.º, 9.º y 10.º de Secundaria. Pero todo indica que de aquí a fin de curso –que termina entre finales de junio y finales de julio, según el calendario de cada land– se alcanzará la voluntad de las autoridades de que cada menor vaya un día a la semana a la escuela.

Son, con todo, clases presenciales anómalas: un solo día a la semana, unas tres horas, solo asignaturas troncales (alemán, matemáticas e inglés), en grupos reducidos, y con estrictas reglas de higiene y distancia interpersonal (1,5 metros). De esta forma, los alumnos no pueden moverse de su pupitre ni salir del aula salvo para ir al baño. No hay deporte ni canto ni, claro, tareas en grupo.

Aunque en Alemania la mascarilla es obligatoria en el transporte público y dentro de las tiendas, no lo es para los escolares en clase. Algunos länder sí obligan a que la lleven en los pasillos y en el baño, y la mayoría de profesores se la ponen y la recomiendan.

Durante las siete semanas de cierre total por el coronavirus, imperó la enseñanza por vía digital, con resultados desiguales, pues Alemania tiene aún graves carencias en digitalización. También hubo quejas de las familias por la sobrecarga de deberes, mientras madres y padres estaban también teletrabajando.

A estas alturas, parece claro que en el próximo curso no habrá normalidad escolar. Todo apunta a que seguirán los grupos reducidos y solo las asignaturas clave, el resto se hará vía internet. Pero el curso comenzará, dependiendo del calendario de cada land, entre primeros de agosto y primeros de septiembre.

Francia: volver a clase, un medida para preservar la cohesión social

Francia decidió reabrir sus escuelas de manera gradual y voluntaria a partir del 11 de mayo, con un estricto protocolo higiénico y de distancia social. Los departamentos catalogados como verdes , los menos afectados por la pandemia, han podido ir más rápido que los rojos , la región parisina incluida. Los padres han tenido libertad para mantener a sus hijos en casa si lo preferían. Las clases de primaria y de la escuela intermedia han sido las primeras en reanudar la actividad. Los últimos serán los institutos. La capacidad de las aulas se ha limitado a 15 alumnos (10 para los más pequeños), lo que ha obligado a la rotación y a proseguir, en paralelo, las clases por internet. La casuística ha sido muy variada según el municipio. Los alcaldes han retrasado la reapertura de centros en virtud de las circunstancias. El retorno a la escuela ha provocado mucho debate, sin unanimidad, entre las ampas y los sindicatos de los docentes. El Gobierno ha creído necesario dar el paso para reinstaurar una cierta normalidad. Una de las prioridades era que volvieran a la escuela los alumnos de estratos sociales más humildes, pues para ellos era más complicado seguir el curso por vía telemática durante el confinamiento. No tenían ni la vivienda adecuada ni los mejores medios para hacerlo. Según el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, siempre es importante ir a la escuela, pero más en un periodo de crisis.

Italia: los estudiantes pasarán de curso automáticamente

Las escuelas y universidades no abrirán hasta septiembre. Así lo decidió el Gobierno, a finales de abril después de que todos los escenarios previstos por el comité de técnicos y científicos que lo asesoraba dibujaran “riesgos muy elevados de contagio” en el caso de una eventual reapertura. Todas las aulas están cerradas desde el 4 de marzo, y los estudiantes tienen que seguir clases desde sus domicilios, ayudados por internet. El Ejecutivo ya tenía previsto que, de no volver a abrir las aulas todos los estudiantes pasarán de curso automáticamente con el fin de terminar con éxito el año escolar . La recuperación del programa perdido se hará desde septiembre. Para ayudar a los padres a volver a sus trabajos presenciales el Gobierno ha dispuesto permisos extraordinarios y ayudas.

Reino Unido: reabrir las aulas el 1 de junio, un plan cogido con alfileres

Un 43% de los padres de niños de primaria, y un 54% de los de secundaria, tienen miedo al regreso a las aulas y consideran que es prematuro, según las encuestas, y la reticencia es aún mayor entre los profesores, los sindicatos que los representan, y las autoridades municipales. Pero aun así el primer ministro Boris Johnson sigue adelante con sus planes de una reanudación parcial de las clases el próximo dia 1 de junio.

El plan del Gobierno está cogido con alfileres. Solo parte de los alumnos de primaria reanudarán las clases in situ, y ello si sus padres quieren enviarlos al colegio, los profesores aceptan correr el riesgo de ir en transporte público a las escuelas y estar en contacto con decenas o centenares de niños, y los municipios dan el visto bueno. Más de mil quinientos centros educativos han advertido que no piensan atenerse por el momento a las instrucciones oficiales, y que van a seguir cerrados. Downing Street no les impondrá sanciones.

El Gobierno está ansioso de que los niños vayan a clase para que sus padres puedan volver a ir trabajar y la economía repunte, y usa el argumento del enorme daño educativo que sufren los alumnos más vulnerables. Las familias acomodadas, que se pueden permitir pagar tutores, son más reticentes a mandar a sus hijos al colegio. Las de clase trabajadora se muestran más favorables a la idea. En Escocia no habrá clases hasta el nuevo curso escolar que comienza a mediados de agosto.

Estados Unidos: en los territorios con menos pandemia, clases en agosto

La educación es una cosa de estados. Los gobernadores son los que tienen la llave en Estados Unidos para el regreso de universidades y escuelas a la actividad.

Todo depende de la relajación de las medidas de distancia social, que más o menos han iniciado los 50 estados que componen el país. En los territorios donde la pandemia ha tenido menos impacto, la vuelta de los colegiales se producirá a partir de agosto. Pero el sistema escolar estadounidense más grande, el de la ciudad de Nueva York, con más de 1.100.000 niños y adolescentes, todavía no ha concretado si realmente las puertas se abrirán a partir de septiembre.

La Gran Manzana ilustra a la perfección quién tiene las competencias. El alcalde Bill de Blasio se resistió en marzo a cerrar. Pero el jefe superior, el gobernador Andrew Cuomo, tomó la decisión. Los estudiantes no pisan las aulas desde el 16 de marzo. A las semanas, De Blasio anunció que el curso presencial se daba por acabado. Al momento salió Cuomo y, en un ataque de celos, dijo que esa decisión la debía tomar él y que aún no había decidido. A los quince día, Cuomo informó que no habría más clases físicas este curso.

La vuelta a la nueva normalidad ha llevado a anuncios concretos. En Indiana, la Universidad
de Notre Dame
, institución privada dependiente de la iglesia, ha comunicado que reabrirá el campus el próximo 10 de agosto, dos semanas antes de lo previsto.

La idea generalizada es que las aulas universitarias volverán en otoño, pero no queda claro en que condiciones.

Rusia: curso acabado, notas puestas y regreso en septiembre

Con la excusa del buen tiempo y las dachas, el curso escolar de primaria y secundaria suele terminar a finales de mayo. El coronavirus ha adelantado un poco más el final, y el pasado 15 de mayo ya estaban puestas las notas. Ahora el Gobierno confía en recuperar el ritmo normal el próximo curso. Se prevé comenzar, como es habitual, el 1 de septiembre y de forma presencial, abandonando el sistema online del último trimestre, que quedará recomendado para casos especiales. La decisión final queda en manos de los gobiernos regionales en función de la situación epidemiológica local, aunque la agencia de la salud pública estatal, Rospotrebnadzor, cree que habrá escuelas que retrasen el regreso.

Uno de los motivos de ese posible retraso es que, por exigencias de la pandemia, las nuevas medidas no estén listas en todos los centros. Además de las normas sanitarias y de desinfección, Rospotrebnadzor quiere llevar a la enseñanza el distanciamiento social. Uno de los momentos más esperados por los alumnos, el recreo, ya no será lo que era. La agencia recomienda elaborar horarios individuales para cada grupo de alumnos, de forma que no coincidan en los pasillos ni en el patio con los de otras clases, y que tampoco tengan contacto ni a la entrada ni a la salida del centro. Además, cada clase tendrá que reducir el número de alumnos y recibir sus lecciones siempre en una misma aula, algo habitual en primaria, pero no así en secundaria. La pandemia ha retrasado también la selectividad, de finales de mayo hasta finales de junio.

Suecia: la escuela primaria y secundaria no ha cerrado

El contrapunto lo aporta Suecia, que ha mantenido las aulas abiertas durante toda la crisis del coronavirus, excepto las de los dos últimos cursos de secundaria y las universidades, que a mediados de marzo iniciaron la enseñanza a distancia y la mantendrán al menos hasta final de curso. Ante algunas voces críticas que reclamaban al Gobierno sueco medidas más restrictivas, la Agencia de Salud Pública, organización independiente que ha liderado la gestión de la epidemia, ha argumentado desde el principio que cerrar las escuelas no habría tenido ningún efecto, o un efecto muy limitado, en la propagación de la infección, a la vez que habría obligado a muchos trabajadores esenciales a quedarse en casa para cuidar de sus hijos o a poner en riesgo a los abuelos. Las autoridades recomiendan, eso sí, que alumnos y empleados no vayan al colegio si tienen síntomas de la Covid-19, por leves que sean. Suecia se ha desmarcado de sus vecinos: tanto Dinamarca, como Noruega Finlandia cerraron las aulas a mediados de marzo, aunque los tres ya han empezado a reabrirlas de forma gradual.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/internacional/20200525/481374399795/ensenanza-educacion-curso-alemania-francia-estados-unidos-italia-suecia-reino-unido-desescalada-coronavirus-covidc.html

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El PIB de Brasil se contrae un 1,5% en el primer trimestre como consecuencia de la pandemia

Redacción: Notimérica

El Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil se contrajo un 1,5% en los tres primeros meses del año con respecto al último trimestre del año anterior, como consecuencia de los efectos de la pandemia en la economía del país, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Esta caída en la economía brasileña interrumpe la tendencia de cuatro trimestres consecutivos de crecimiento y supone el peor registro en el PIB brasileño desde el segundo trimestre de 2015 (-2,1%). Con respecto al trimestre anterior, el PIB brasileño cayó un 0,3% .

Las actividades que más descendieron fueron el sector Servicios, que representa el 74% del PIB del país, con un descenso del 1,6%. También se notificaron descensos en la Industria (-1,4%), mientras que el sector agropecuario creció un 0,6%.

«Lo acontecido en Brasil es lo mismo que ha ocurrido en otros países afectados por la pandemia, que ha sido el retroceso en los servicios, debido al cierre de los establecimientos. Bienes duraderos, vehículos, ropa, salones de belleza, academias, alojamientos y alimentación sufrieron bastante con las medidas de aislamiento social», detalla el IBGE.

En el sector servicios, destaca los resultados negativos en Otros Servicios (-4,6%), Transporte, Almacenamiento y Correo (-2,4%), información y comunicación (-1,9%), Comercio (-0,8%), Administración, Salud y Educación Pública (-0,5%), Intermediación financiera y Seguros (-0,1%). La única variación positiva se registró en las Actividades Inmobiliarias (0,4%).
Dentro de las actividades industriales, hubo caídas en el sector de extracción de petróleo (-3,2%), además de la Construcción (-2,4%), Industria de Transformación (-1,4%) y Actividades gas, agua, alcantarillado y actividades de gestión de residuos (-0,1%).

Los efectos de la pandemia, indica el informe, también han supuesto un impacto negativo del 2% en el consumo de las familias. «Fue el mayor retroceso desde la crisis de energía eléctrica en 2001», señala la coordinadora de las Cuentas Nacionales del IBGE, Rebeca Palis.

En cuanto a la balanza comercial brasileña, las exportaciones de bienes y servicios descendieron ligeramente hasta el 0,9%, mientras que las importaciones crecieron un 2,8%.

«Las exportaciones fueron bastante perjudicadas por la demanda internacional. Uno de los países más importantes para nuestras exportaciones es Argentina. China también, la cual fue el primer país durante el primer trimestre en cerrar sus fronteras. De este modo, nuestras exportaciones se vieron bastante afectadas», concluye Palis.
Fuente: https://www.notimerica.com/economia/noticia-brasil-pib-brasil-contrae-15-primer-trimestre-consecuencia-pandemia-20200529143636.html

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Convocatoria de Paro de Maestros en cuarentena: motivos, fechas y actos programados en Colombia

Redacción: Tikitakas

Fecode convocó a movilización es a los profesores del país para mostrar su inconformidad con las decisiones del Gobierno con la educación.

En medio de la cuarentena nacional por el coronavirus, los docentes de Colombia convocaron a dos jornadas de protestas en las principales ciudades del país, para pedirle al Gobierno nacional el dialogo de varios puntos sobre el desarrollo de las clases, los derechos laborales y de salud.

«Se convoca a la realización de plantones para exigir: recursos para la salud, renta básica para la comida, alimentación y subsistencia de los colombianos. Respeto a la estabilidad, a los puestos de trabajo, derechos de los trabajadores, acuerdos convencionales. Pago pleno y cumplido de la prima semestral«, informó Fecode (Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación) en un comunicado.

¿Cuándo y cómo serán las protestas de los maestros?

La Federación convocó a los profesores del país a dos plantones, el primero se realizará el próximo jueves 4 de junio y el segundo el 11, una semana después. Ambos se llevarán a cabo en las principales ciudades del país, con menos de 50 personas, cumpliendo las normas de bioseguridad y distanciamiento social y los asistentes deberán inscribirse con anterioridad.

En Bogotá, las manifestaciones tendrán dos puntos de concentración. Uno será frente al Ministerio de Educación y el otro en la Fiduprevisora, entidad encargada del sistema de salud de los profesores de instituciones públicas y que según los docentes tiene problemas en la atención y en algunos casos los operadores niegan la prestación de los servicios.

Motivos de las movilizaciones

Además de los puntos antes mencionados, Fecode le pide al presidente Iván Duque y a la Ministra de Educación, que más sectores se han involucrados en la organización del regreso de las clases presenciales. «Se debe flexibilizar el calendario escolar, (pero) no como lo ha decretado el Gobierno nacional con las entidades departamentales. Deben hablar con toda la comunidad educativa, no puede ser unilateral», afirmó Nelsón Alarcón, presidente de la Federación, en entrevista con Canal Capital.

También, los maestros aseguran que no se han girado los recursos para la adecuación de los colegios de acuerdo a los protocolos de salud para el regreso de los estudiantesque está programado para el mes de agosto con una método de alternancia con clases virtuales.

Finalmente, Fecode se movilizará también porque considera que durante la cuarentena el Gobierno ha decretado medidas que vulneran los derechos laborales de los profesores. «Arrecian las orientaciones del Ministerio, desconociendo la autonomía escolar, la libertad de cátedra, las decisiones de los gobiernos escolares, impone orientaciones y normas que tensionan y desarmonizan los ambientes escolares», informó la entidad.

 Fuente: https://colombia.as.com/colombia/2020/06/03/tikitakas/1591203081_048226.html

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Argentina: Sin discusión salarial gremios docentes y autoridades provinciales definen cómo será la vuelta a clases

Redacción: Aire de Santa Fe

Este jueves las autoridades provinciales se reunieron con los gremios docentes con el objetivo de diagramar los aspectos centrales de la vuelta a clases. Desde el gobierno adelantaron que la discusión salarial no tiene fecha pero se abordaría luego del pago del aguinaldo.

Este jueves los gremios docentes de Amsafe, Uda y Amet mantuvieron una reunión técnica en la sede del Ministerio de Trabajo con integrantes del gobierno provincial para abordar temas vinculados con las formas de trabajo en el contexto de la pandemia además plantearon la necesidad de habilitar la discusión paritaria salarial.

Tras la finalización del encuentro la secretaria general de la Asociación de Magisterio de Santa Fe, Sonia Alesso adelantó que la vuelta a clases será muy diferente tal como se conocía antes de la cuarentena de coronavirus.

«Hemos planteado la necesidad de que haya una paritaria salarial en función de la situación que viven los docentes. No hemos tenido aumento en lo que va del año, para nosotros es un tema fundamental», recalcó Alesso. Otros de los aspectos que abordaron en el encuentro están vinculados con los docentes reemplazantes, las condiciones de trabajo, y la sobrecarga laboral que tienen hoy los docentes en el contexto de la pandemia.

«Hemos planteado la necesidad de convocar a una comisión específica que redacte un protocolo de condiciones de trabajo de los docentes»,destacó Alesso.

En relación a la discusión salarial la secretaria general de Amsafe confirmó que el Ministerio de Educación dispondrá de una fecha tras el cobro del aguinaldo.

En relación a los encuentros que se desarrollaron este jueves el Secretario de Trabajo, Juan Manuel Pusieneri puso el acento en la necesidad de realizar a diagramar la vuelta a clases.

«La idea general por parte del Ministerio de Educación es planificar con los gremios el regreso a las escuelas, si bien es cierto que no hay una fecha precisa para regresar a las clases presenciales. Si es necesario como se está haciendo en otros países empezar a pensar como eso se va a poder hacer cuando este habilitado el funcionamiento», sostuvo el funcionario provincial.

En relación a la vuelta a clases desestimó brindar una fecha exacta, sin embargo aseguró que retomar las actividades escolares dependerá de las condiciones sanitarias.»Quizás más adelante podemos estar hablando, lo que está claro es que para eso tenemos que estar preparados», agregó el secretario de trabajo.

Junto a Amsafé se buscará una salida para aliviar la situación de los docentes reemplazantes que desde el inicio de la pandemia no pudieron ejercer la actividad. «El Ministerio de Educación está trabajando un conjunto de baterias, no se está pensando una IFE como es a nivel nacional, sino en poder otorgar tareas efectivas»,adelantó Pusineri. En tanto con los gremios privados se trabajará en la conformación de comités de higiene y seguridad.

«Nuestra prioridad es pagar sueldos y aguinaldos, es una erogación importante para la provincia son más de 20 mil millones de pesos que representan sueldo y aguinaldo en toda la provincia»,manifestó Pusineri.

Por la tarde fue el turno de Sadop, el gremio que nuclea a los docentes privados protagonizó una nueva reunión en el Ministerio de Educación. En esta oportunidad el gremio acordó con la provincia la creación de comités mixtos de higiene y seguridad en los establecimientos escolares. Una herramienta que ya se implementa en Rosario y ahora se replicará en las distintas instituciones privadas de la provincia.

«Celebramos este ámbito de diálogo de los ministerios,las entidades propietarias y sindicatos— señaló Pedro Bayugar,secretario general de Sadop— La realidad educativa va a cambiar y es bueno que estemos de acuerdo y dialoguemos«.

Consultado en torno a la vuelta clases el representante respaldó las posturas que su par de Amsafe y el secretario de Trabajo adelantaban. Por otro lado,ratificó que la discusión de las paritarias se retomará después del cobro del medio aguinaldo.

Fuente: https://www.airedesantafe.com.ar/santa-fe/sin-discusion-salarial-gremios-docentes-y-autoridades-provinciales-definen-como-sera-la-vuelta-clases-n157938

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