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Opinión: La desvalorización de los expertos en tiempos de COVID

Por: Sofía García-Bullé

El problema no es dudar del conocimiento experto, es descartarlo por completo en favor de la experiencia y perspectiva individual.

 

Cuando los primeros casos de COVID-19 comenzaron a presentarse al final del año pasado en Wuhan, China y las medidas de contingencia comenzaron a aplicarse, nadie imaginó que la situación de emergencia se extendería tanto. En artículos anteriores hemos hablado de diferentes impactos psicológicos y sociales que la pandemia está causando, como el estrés, la ansiedad, así como formas de sobrellevar diversos aspectos del aislamiento y navegar responsablemente para cuidar nuestra salud emocional.

Bajo este contexto, uno de los aspectos más críticos que ha disparado la pandemia es una creciente falta de confianza en la ciencia y los expertos. La democratización de contenidos puede ser algo positivo cuando se busca aprender o desarrollarse en alguna disciplina establecida, pero puede tener implicaciones peligrosas si el objetivo es informarse sobre una situación con alto nivel de incertidumbre, como lo sería el avance de esfuerzos para detener la pandemia.

La red contiene una enorme cantidad de información sobre la pandemia y las medidas para protegernos de esta, y en muchas ocasiones, esta es contradictoria, polarizada o proviene de fuentes poco confiables. Todo lo anterior ha provocado una tendencia de confusión y desconfianza tanto a la información sobre la pandemia, como hacia quienes producen los datos.

Este patrón ya existía desde el 2016, con la llegada al poder de varios líderes derechistas como Donald Trump, en Estados Unidos y Jair bolsonaro, en Brasil. La opinión pública estribó hacia el cuestionamiento y la depreciación de las élites sociales y políticas. Ambos mandatarios construyeron su campaña presentándose como los voceros de una minoría social engañada por los poderes sociales y políticos establecidos, hicieron su camino a la presidencia de sus respectivos países sembrando esta semilla de desconfianza que se extendió más allá de las clases políticas y sociales dominantes, alcanzando a la academia.

Tom Nichols, autor del libro “La Muerte de la experiencia”, explica porqué no solo la desconfianza, sino la desacreditación del conocimiento establecido y quienes lo comunican, es un retroceso social de alto riesgo en un mundo post COVID-19.

De acuerdo con Nichols, el problema real es más complejo que simplemente no confiar en un discurso científico; cuando eso sucede, simplemente se pueden buscar más fuentes que corroboren aquel discurso que no nos convence, de la misma forma que buscaríamos una segunda opinión cuando queremos confirmar un diagnóstico médico; pero lo que sucede no es esto. Para una porción importante del público en general no es una cuestión de que no estén del todo convencidos de la veracidad de la información que reciben, sino que piensan que la forma en que buscan, procesan y aprenden de la información obtenida los vuelve igual o más versados que los expertos reales.

“Escribí el libro porque el público general comenzó a aleccionar a expertos dentro del campo que dominan, es algo que vemos aún más ahora”.

El académico y autor, publicó su libro en 2017, mucho antes del caos de comunicación e información consecuente de la pandemia, y el ensayo en el que el libro está basado es aún más viejo, data del 2014. En su texto, Nichols menciona la idea de los gatekeepers (o porteros) en su forma más pura y desvinculada con las acepciones negativas con las que hoy los conocemos.

Rubros como la cultura popular y la arena de la justicia social, han usado el término para referirse a personas que regulan hostilmente el acceso a un grupo de afición o intereses comunes. Esa acepción ha tomado mucha tracción en la última década, pero antes de eso, en la academia, los gatekeepers eran quienes tenían un alto nivel de conocimiento en determinada disciplina de estudio. Este nivel de conocimiento les permitía ser moderadores en la conversación y validadores de cualquier información nueva que surgiera dentro de su campo epistemológico.

Nichols expresó, más de una vez, su fe en que una crisis ambiental como el cambio climático o de salud, como la pandemia, ayudará a quienes abogan por la democratización del conocimiento a hacer las paces con quienes lo producen. Pero no fue así.

“No contaba con que habría una infraestructura política y de medios completa con un serio interés en no ayudar al público a salir de un estado de desconocimiento”.

Nichols explicó que su suposición de que la sociedad se uniría para avanzar en una sola dirección, y que sistemas de poder gubernamental y mediático los ayudaran en este avance, resultó ser ingenua. “No contaba con que habría una infraestructura política y de medios completa con un serio interés en no ayudar al público a salir de un estado de desconocimiento”, mencionó el académico. El individualismo incentivado por estas estructuras se convirtió en algo más importante que los hechos.

¿Cómo resolvemos un problema de desinformación como este en tiempos de pandemia? El primer paso sería entender que no se trata de un problema de desinformación, sino más bien uno cognitivo. Si tenemos arraigada la idea de que nuestras investigaciones personales en la red tienen más peso que el trabajo de científicos y médicos expertos en su campo, no importará cuántas ni cuáles las fuente que usemos, dado que buscaríamos aquellas que confirmaran esta falacia.

El siguiente paso sería comprender que la ciencia no es un interruptor que acallará nuestras inquietudes y nos brindará una solución rápida. El trabajo de los científicos es estudiar la situación, generar hipótesis de cómo solucionarla y probar estas hipótesis hasta encontrar una que funcione. La incertidumbre, el ensayo, el error y el acierto, son parte de su día a día.

Es esta incertidumbre la que nos motiva a investigar por nuestra cuenta y llegar a nuestras propias conclusiones. Es crucial tener presente que si bien estas conclusiones nos pueden traer paz mental al pensar que tenemos entendimiento y quizás algo de control sobre determinada situación que nos angustia (como la pandemia), este conocimiento no se equipara al de personas que han dedicado años de carrera al estudio de disciplinas como la medicina, la virología y los protocolos de salud.

Distinguir la diferencia entre nuestra experiencia, la opinión que se genera de esta y los hechos comprobables que se producen a través de la investigación científica, no solamente podrían ayudarnos a tener una base más firme para procesar el panorama actual, sino a tomar decisiones informadas e inteligentes que juegen un papel importante en el combate a la pandemia.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/desvalorizacion-expertos

 

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Necropolítica: los dominios de lo simbólico (conceptos para el análisis de la pandemia mundial por Coronavirus)

Por: Fernando J. Gómez

Introducción

La necropolítica incumbe al poder. Al poder que se ocupa de gestionar, de movilizar, de administrar y eventualmente, de suprimir a ciertos grupos o a cierta categoría de población que podría considerarse excedentaria. Este tipo de población es también un producto del capitalismo y en su creación la forma neoliberalismo tiene la principal responsabilidad. Su institución rompe esos grandes cuerpos colectivos disciplinados (del modo anterior de producción) lo que implica quitarle poder a los sindicatos, porque disminuye la cantidad de población ocupada, y aumenta el sector servicios. Se construye así una enorme cantidad de población excedentaria que nunca más entrará al  mundo del trabajo y la población precarizada. Este es uno de los objetivos del neoliberalismo, para esto necesitaba condiciones materiales (tecnologías) y condiciones ideológicas. Estas masas excedentarias de población son lo que hoy se llaman marginalidad. Para Murillo (2008) la ideología tiene que ver con algo que el yo alude y elude (el cuerpo desgarrado) en la ideología hay una construcción imaginaria que elude la muerte pero que a la vez alude a la muerte. Si para el ingreso del sujeto en la cultura se necesita la introyección de la ley el neoliberalismo opera destituyendo la ley.

El extractivismo, el saqueo y la depredación se organizan en una dialéctica que profundiza los usos necropolíticos de los poderes que crea el capitalismo. La necropolítica podría considerarse un modo de relación entre los poderes, entre ellos destaca el del Estado que actúa sobre poblaciones e individuos que habitan no lugares; los campos de desplazados, los campos de refugiados, los lugares de retención de migrantes, pero también las calles, las plazas, las villas miseria. ¿Hasta dónde los centros clandestinos de detención, eslabón y vértice del genocidio en Argentina y en otros paises de Nuestra América, pueden considerarse en esta serie?

Sabemos que el genocidio va precedido desde el poder por una autodefinición de sí mismo y del otro, del mismo modo que la práctica del exterminio va acompañada por un discurso “modernizante”, por cuanto aquellos siempre ocurren en períodos de crisis y transición, donde se le propone a la sociedad una nueva imagen, para la cual la exclusión de los exterminables se justifica en su señalamiento como rémora y obstáculo para alcanzar esa “nueva sociedad”. (Duhalde, 2013, p. 92, comillas en el original)

Conglomerados de población

¿Cómo se gestiona una población de forma necropolítica? Para esta caracterización se tendrán en cuenta lo que se conoce como mínimos biológicos, ciertos umbrales entre los que existirían algunos individuos, a estos individuos (sobre los que actúan los poderes), se les permite seguir con vida a expensas del Estado pero esa sujeción será a costa de excluirlos y conformarlos como una masa excedentaria. La gestión necropolítica de las poblaciones aspira a la destrucción de todo vínculo, de toda historia, de referentes culturales y locales, de infraestructura y de proyectos. Con la experiencia pandémica el concepto de Necropolítica ha traspasado los límites del mundo académico (de la filosofía y las ciencias sociales) y ha tomado cierto espesor en los discursos massmediáticos. Se habla de necropolítica en Brasil, en Bolivia, en Argentina, en Estados Unidos.

El término necropolítica proviene del pensamiento del filósofo e intelectual africano Achille Mbembe que desarrolla sus principales tesis en dos textos que se convierten en lectura de rigor para la problemática: Necropolítica (2006) y Sobre el gobierno privado indirecto (1999). Ambos textos plantean los contornos oscuros de la relación entre el Estado y la ciudadanía. Ambos textos son atravesados por el pensamiento postcolonial y por la resignificación y reconfiguración que sufren los Estados del continente africano durante las décadas inmediatamente anteriores a la primera publicación. El poder o los poderes utilizan la necropolítica para lograr legitimidad y control. Sus grandes interlocutores son las transnacionales depredadoras de recursos y seres humanos. La necropolítica se relaciona con el control de territorio y se cristaliza en este control.

La sociedad debe responder a la exigencia de otorgar al sujeto puntos fijos respecto del sentido del mundo (el pasado, el futuro, los proyectos individuales y colectivos) se debe otorgar a los sujetos herramientas que les permitan significar su presente. En la actual irrupción de una catástrofe mundial, de pandemia primero, luego de aislamiento (físico, tangible, corporal) algunos de estos parámetros pueden verse sacudidos. Cuando no existe el espacio físico en el que se encuentran los cuerpos, los lugares comunes en los que se goza de la presencia del otro; parques, pasillos, aulas, bares, peatonales, o éstos se restan, todo el juego de la corporeidad desaparece. Así se pierde la posibilidad de empatizar con el otro ¿otro que se transmuta en una línea infinita y distante de ceros y unos que no precisan de la escucha o de la compañía? El ensimismamiento del sujeto comporta su propia identificación a una fantasmagoría virtual carente de sustancia.

Con la irrupción de toda una lógica de lucha contra la pandemia de Covid-19 (o realidad pandémica), se crea como imposición, una realidad que puede resultar de difícil apropiación para el sujeto (es una realidad mortífera). Indefectiblemente, en todo el mundo, ha ocurrido una drástica modificación del escenario de la vida, esto es lo que nos otorga como primera imagen la pandemia del Covid-19, aquel lugar por el que se transita y donde transcurre la vida ha cambiado, en general, se ha reducido y se ha visto invadido. El orden es aleatorio, así como los resultados concretos pueden definirse: contagios, muertes, recuperados. No introduce esto una reducción de ciertos aspectos desde el punto de vista de la información y las posibilidades de análisis. Debería poder considerarse cierto papel de los medios de comunicación en una estrategia de deprivación sensorial que introduce o reintroduce al sujeto como histórico y concreto.

Habitan los  humanos en las Polis, es decir territorios donde la institución de lo simbólico permite entretejer pulsiones de vida y pulsiones de muerte. Es en la concretud de un imaginario arraigado en memorias locales, tradiciones, historias, etc., donde sucede la institución de un Otro para cada sujeto. Sin embargo siempre resulta posible el malentendido. Explica Mbembe que la eliminación biofísica del Otro como reaseguro de la propia vida y seguridad compone uno de los tantos imaginarios de la soberanía de la (primera y última) modernidad (2011: 24). Puede componerse una serie de estos imaginarios ligados a la percepción del Otro como un atentado a la propia vida. En ambos textos destaca la precisión con que Mbembe recrea lo que produce este tipo de imaginario en cuanto a la alteridad. La percepción de la existencia del otro se prevé como “peligro absoluto cuya eliminación biofísica reforzaría mi potencial de vida y de seguridad” (2011: 24). Se puede otorgar cierta verosimilitud a las ideas que relacionan la necropolítica con lo que se ha intentado con las prácticas derivadas de las ideas de inmunidad del rebaño; ideas que hacen existir a los prescindibles. Invocando la excepción se actúa de facto, componiendo leyes, realidades, sistemas, agenciamientos, rechazos, expulsiones, desapariciones, invisibilidades.

Para la consideración de la necropolítica resulta necesario concentrar el análisis en relación al sistema mundo, como capitalismo mundial integrado (globalizado) y la contradicción (ruptura metabólica) con la supervivencia de la especie.

Capitalismo extractivista y ruptura metabólica con la naturaleza

Aquí permítase interponer las especificaciones que se concentran al considerar la fórmula capitalismo extractivista como depredador de un territorio, que incluye resistencias locales. Se afirma que una estrategia es un conjunto de tácticas que se enfrentan a un conjunto de resistencias. A su vez esto permite identificar modos locales de estas resistencias que se recortan como elementos rizomáticos de un mapa con múltiples entradas.

En relación con la nueva geografía de la extracción de recursos, asistimos al nacimiento de una forma inédita de gubernamentalidad que consiste en la gestión de multitudes. La extracción y el pillaje de recursos naturales por las máquinas de guerra van parejos a las tentativas brutales de inmovilizar y neutralizar espacialmente categorías completas de personas o, paradójicamente, liberarlas para forzarlas a diseminarse en amplias zonas que rebasan los límites de un Estado territorial. (Mbembe, 2011: 62)

Nuevamente la creación de esos mapas supone reterritorialización de esas configuraciones. Es en esta perspectiva que quizás deba considerarse con la mayor profundidad, la idea de estar viviendo en la experiencia de confinamiento global, dimensiones de lo real como variables que aún desconocemos por lo que desconocemos sus efectos. Pero sí pueden rastrearse posibles o supuestos. Ha sido trabajado (Murillo, 2008; Gómez, 2020) el hecho de que el neoliberalismo explota ciertas emociones primarias de los sujetos (otorgando central importancia al terror) y que a través de estas vías se permea o fragua la gubernamentalidad neoliberal. La gubernamentalidad neoliberal se propone gobernar a los sujetos desde sus emociones más primarias, para ello trabaja sobre la muerte y la finitud del sujeto (Murillo). El Otro tiene resonancias profundas para el psicoanálisis, una primera ponderación debe plantear que en la instancia subjetiva (psiqué) se introduce la problemática de la propia identidad en tanto el Otro procura un lugar para cada sujeto. Las formas históricas de la subjetividad se encarnan en los sujetos, en los cuerpos. La indeterminación y la incerteza sobre el futuro promueven funcionamientos paranoides en los sujetos, en los colectivos y en los Estados.

En varias oportunidades es el funcionamiento de los Estados el que promueve políticas de la muerte. ““Un día hablé con un entregador que dijo que hay muchachos que están con hambre adelante manejando la moto y huelen la comida que tienen atrás”, dijo el ex presidente durante una transmisión por Twitter con el gobernador de Maranhao, Flavio Dino, del Partido Comunista do Brasil (PCdoB) y considerado un presidenciable para 2022.” (Redacción Rosario, 29/06/20). Las formas que se instalan a través de la necropolítica, representan una simbiosis entre nuevas tecnologías (o Tecnologías de la información y la comunicación, TICs) y el mundo del trabajo, a la vez son concretas y también, como la pandemia, han producido notables modificaciones de lo cotidiano. El covid-19 se recupera como una imagen concreta en aquello que Daniel Libreros plantea como bioética utilitarista ligada a los sistemas de salud y los equipos en España e Italia que tenían que elegir sobre los cuidados (recursos) aplicados (destinados) a los pacientes de Covid- 19. En nuestro país (Argentina) aún no llegan las noticias sobre la desconexión de respiradores a pacientes internados en terapia intensiva.

Conclusión

Aceptar la propuesta de una necropolítica, supone aceptar que el concepto devela nuevas formas de dominación, sumisión y tributo (Archambault, 2011: 15). La extensión de la perspectiva que se constata en Mbembe, permite aplicar sus ideas a Nuestra América ya que la pandemia disparó una serie de problemáticas presentes en aquella población que vive en estado de precariedad absoluta habitando los no lugares, las calles, los aeropuertos, los edificios públicos, las villas miseria, cuyas vidas se encuentran en manos del necropoder. Así se ven alteradas variables sociales, económicas, sanitarias, de ingeniería social o subjetivas.  Se impone la gravedad de la geografía en tanto orbitan sobre las metáforas espaciales los cuerpos abyectos. Invisibilizados, reales, denegados, hambreados y moribundos.

Referencias bibliográficas

Archambault, Elizabeth (2011) Introducción. En Achille Mbembe Necropolítica seguido de Sobre el Gobierno privado indirecto, (pp. 9-15). Traducción y edición a cargo de Elisabeth Falomir Archambault. España: Editorial Melusina.

Gómez, Fernando (2020) Sobre la experiencia del Equipo de Salud Mental del Programa de Protección a Testigos y Querellantes en causas por delitos de lesa humanidad (Terrorismo de Estado) de la provincia de Santa Fe. Sus prácticas y desafíos. Universidad Nacional de Rosario – Facultad de Psicología. Secretaría de Estudios de Posgrado. Tesis de Doctorado en Psicología (en evaluación).

Mbembe, A. (2011 [2006]) Necropolítica. En Achille Mbembe Necropolítica seguido de Sobre el Gobierno privado indirecto, (pp. 17-76). Traducción y edición a cargo de Elisabeth Falomir Archambault. España: Editorial Melusina.

Murillo, Susana (2008) Colonizar el dolor. La interpelación ideológica del Banco Mundial. El caso argentino desde Blumberg a Cromañon. Buenos Aires. Clacso Libros.

Redacción Rosario 29 Junio, 2020. Previa del paro mundial de repartidores. Lula calificó a los cadetes de las app como «microesclavos». Ingreso 29/06/20 Recuperado de: https://redaccionrosario.com/2020/06/29/lula-a-los-cadetes-app-les-dicen-microemprendedores-pero-son-microesclavosok/

*Autor es investigador de CII-OVE

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Panamá: educación y desigualdad, agobios en pandemia

Por: Nubia Piqueras Grosso/Prensa Latina 

Panamá (Prensa Latina) En medio de la incertidumbre económica, sanitaria y social generada por la pandemia de Covid-19 en Panamá, estudiantes, padres y profesores suman una preocupación: ¿qué pasará con el curso escolar?

 

Tras la confirmación del primer caso de esa enfermedad contagiosa en el país el pasado 9 de marzo, la educación fue el primer sector en recibir el impacto de las medidas de aislamiento adoptadas por el Gobierno con el cierre de escuelas y universidades a nivel nacional.

Desde entonces la enseñanza, en particular la pública, vive un verdadero Vía Crucis para evitar la paralización del curso escolar, que el 2 de marzo inició con algunos pendientes de infraestructura, recursos materiales y calidad de la enseñanza, entre otros temas de vieja data.

Módulos docentes, plataformas digitales, materias radiales y televisivas, incluso las redes sociales, se pusieron en función de los estudiantes para evitar que pierdan entrenamiento y conocimiento ante una prolongada suspensión de las clases presenciales.

Sin embargo, todo indica que ese novedoso método de aprendizaje a distancia no acaba de convencer, en especial a muchos padres, quienes ponen en duda su validez y en otros casos aducen la falta de implementos como celulares, tabletas o laptops para que sus hijos asuman la educación a distancia.

Una realidad que a juicio de Julio Escobar, asesor presidencial en Educación, resulta diferente para las escuelas privadas, que agrupan cerca del 15 por ciento del total de los estudiantes del país.

En ese sentido, aseguró que poco más del 75 por ciento de los hogares de estos alumnos cuentan con computadoras y más del 90 por ciento con acceso a internet, según estadísticas de las asociaciones de padres de familia y las instituciones oficiales.

Cifras que contrastan con el sector público, donde el promedio de disponibilidad de computadoras es de apenas el 30 por ciento y en las áreas comarcales no llega al 10 por ciento en general, por lo que las carencias son mayores, precisó Escobar.

Recordó que parte de la estrategia educativa actual es lograr una plataforma virtual como Ester, capaz de mantener las clases a distancia por un largo tiempo, responder a la variedad de la enseñanza en el país e incorporar diferentes soportes técnicos para que los profesores interactúen con los estudiantes.

Una encuesta realizada por el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales a finales de marzo arrojó que el principal problema que enfrenta hoy el país no es el sanitario, sino la gran desigualdad.

‘Esto quiere decir que el Panamá prepandemia, desigual, individualista y fragmentado, no va amanecer de manera repentina, porque lo necesitamos, como una sociedad que crea comunidades y que está cohesionada’, dijo el politólogo Harry Brown.

Las herramientas que teníamos antes de que llegara el nuevo coronavirus son las mismas que tenemos para enfrentar la situación actual y nadie estaba preparado para esto, aseguró.

El experto se refirió a las diferencias entre las naciones desarrolladas, que cuentan con todas las condiciones para enfrentar los retos de la educación, y las llamadas subdesarrolladas como Panamá, ‘un país a dos velocidades’, donde las oportunidades educativas no son iguales.

‘Dentro de Panamá hay una diferencia de 95 puntos entre los niños ricos y pobres y solo el 11 por ciento de los hogares tiene banda ancha de internet’, acotó Brown, quien consideró que la telefonía celular (más del 90 por ciento) no es suficiente para acceder a la educación virtual.

Por ello consideró necesario cerrar la brecha digital con un enfoque de derecho humano, entregar textos en las zonas y hogares que no podrán conectarse a internet en corto plazo y aprovechar otros medios de comunicación como la radio y la televisión con una mayor penetración.

Al referirse a la calidad de la enseñanza pública señaló que el 41 por ciento de los encuestados la calificó de mala y curiosamente el 51 por ciento afirmó que en el sector privado varía en dependencia de la escuela, resultado que derriba el mito de que toda la educación particular es buena.

Lo cierto es que educar de forma remota a través de medios digitales requiere crear habilidades entre los 45 mil docentes y casi 900 mil estudiantes que integran el sistema educativo en Panamá, dijo Escobar.

Pero, el proceso de educación que queremos rescatar también debe tener en cuenta el acceso a otros servicios básicos como agua, alimentación y electricidad, sobre todo porque el 68 por ciento de la población asegura que no hay igualdad de oportunidades en el país, señaló Brown.

‘Lo más importante ahora es la solidaridad y la tolerancia, independientemente de los ingresos y la posición socioeconómica que tengamos, porque solo el esfuerzo colectivo evitará perder el año escolar’, sentenció Escobar.

EXCLUSIÓN Y MIGRACIÓN EDUCATIVA

Según una reciente encuesta realizada en 345 escuelas públicas, la exclusión educativa en la nación istmeña es más severa en zonas pobres de la capital, del interior y las comarcas indígenas.

A juicio de la Fundación Excelencia Educativa, esta realidad impacta en un tercio de los planteles de la central provincia de Herrera, las occidentales Bocas del Toro y Chiriquí, la caribeña Colón, las regiones capitalinas Panama Centro, Norte y el distrito de San Miguelito, en el 25 por ciento de los centros de Panamá Oeste y las centrales Veraguas y Coclé.

De acuerdo con el profesor gremialista Diógenes Sánchez el principal problema de las grandes poblaciones urbanas marginales, en su mayoría situadas en terrenos fuera de planificación, es que muchos niños, niñas y jóvenes no tienen acceso a la educación, porque la cantidad de escuelas no corresponde al número de su población.

Situación que por demás genera el desarrollo de barriadas sin acceso a agua potable ni luz, y mucho menos a un centro docente, aseveró.

Estadísticas oficiales indican que entre 2018 y 2019 abandonaron las aulas 26 mil 507 estudiantes, cifra que podría crecer en el actual año lectivo, pues el Ministerio de Educación (Meduca) informó que tres de cada 10 alumnos en Panamá, el 29,5 por ciento de la población estudiantil total, no tiene conexión para recibir las clases a distancia.

Por otro lado, al menos tres mil estudiantes de colegios privados emigraron a los públicos debido al impacto que genera la falta de empleos como consecuencia de la pandemia de Covid-19.

Según el Meduca, la falta de ingresos estables obligó a muchos padres de familia a tomar esta decisión a cuatro meses de la culminación del curso escolar, que desde el inicio en marzo adoptó el modo virtual a causa de las medidas restrictivas para evitar la propagación del nuevo coronavirus.

Esta situación provocó el cierre de seis escuelas particulares, las cuales generan empleos a más de 30 mil docentes en el país.

Al respecto, Katya Echeverría, representante de los Colegios Particulares de Panamá, aseguró que el Estado como garante de la educación debió crear una alternativa de ayuda colaborativa con los padres de familia y las escuelas para aliviar la carga económica y evitar el movimiento de los estudiantes.

Precisó que hay muchas instalaciones docentes privadas que ven con desespero la reactivación del año lectivo, con padres que no pagan las mensualidades o en su efecto solo el 10 por ciento puede asumir ese desembolso.

Ante esta realidad, el Meduca dio las ‘instrucciones a los directores regionales para que puedan aceptar y matricular a los estudiantes que han tenido que regresar al sistema público’, explicó la directora nacional de Educación Media, Isis Núñez.

Sin embargo, a juicio de algunos profesores, el sistema educativo público no tiene la infraestructura física ni curricular para absorber a tantos estudiantes, criterio con el cual coincide la funcionaria, quien destacó los esfuerzos para adaptarse a la situación y garantizar el acceso al estudio de todos los niños.

Cifras del Meduca revelaron que unos dos mil 236 alumnos ya fueron asimilados por las escuelas públicas, tras la reanudación de las clases el pasado julio en la modalidad virtual.

Aunque el número oficial de estudiantes emigrados representa menos del uno por ciento de los 800 mil existentes en el país, supone un reto para la educación pública, marcada por deficiencias materiales, estructurales y de calidad en la enseñanza acumuladas por años, expresaron expertos y docentes.

*Corresponsal jefa de Prensa Latina en Panamá

*Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=393302&SEO=panama-educacion-y-desigualdad-agobios-en-pandemia
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La FAO alerta por la sobrecarga laboral de las mujeres rurales por la covid-19

A lo largo de Latinoamérica, la crisis ha sacado a la luz las diferencias y brechas estructurales que hay entre los habitantes del campo y las zonas urbanas. A pesar de que producen los alimentos que se consumen en las grandes ciudades, siguen viviendo con falencias muy importantes en cuestiones básicas que van desde el acceso a la salud y los servicios públicos domiciliarios, hasta la educación y la conectividad.

En vista de esa situación, y reconociendo que las mujeres rurales se ven particularmente más afectadas, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se alió con 25 organizaciones para lanzar nuevamente su campaña #MujeresRurales, mujeres con derechos. Con esta buscan crear estrategias de apoyo a la mujer rural durante la crisis sanitaria, reconociendo el rol fundamental que juegan no solo en la pandemia, sino como las cabezas de muchos hogares rurales en el continente.

“Las mujeres rurales continúan trabajando para responder a la demanda de alimentos en las ciudades (…). No obstante, muchas de ellas enfrentan serias limitaciones para acceder a recursos productivos, como la tierra, el agua, insumos agrícolas, financiamiento, seguros y capacitación, además de diversas barreras para colocar sus productos en los mercados”, dice la agencia de comunicaciones de la FAO, que además asegura que estas barreras pueden ser incluso mayores para las mujeres indígenas y afrodescendientes.

En Colombia, según cifras de la última Encuesta de Calidad de Vida realizada por el Dane, en la que por primera vez se tomaron en cuenta a los campesinos como sujeto político, el 26,5 por ciento de las mujeres colombianas se autoreconocen como campesinas, y 6 de cada 10 de ellas se dedican a las labores del hogar sin remuneración económica alguna.

Teniendo en cuenta esas cifras, la FAO reconoce que un aspecto clave para la campaña es afrontar la sobrecarga de trabajo no remunerado al que se enfrentan las mujeres rurales y que se ha visto acrecentado durante la pandemia“Además de sus actividades productivas, las mujeres deben dedicar una mayor parte de su tiempo a cuidar de niñas y niños que dejaron de ir a la escuela, y a atender a personas enfermas y de la tercera edad”, alerta la agencia de Naciones Unidas sobre una situación que limita la vida productiva de la mujeres y, paralelamente, aumenta las violencias de género.

La campaña busca difundir información y propuestas de soluciones para la situación de las mujeres rurales, con un énfasis especial en temas como la seguridad alimentaria y nutricional, la reducción de la pobreza y la eliminación de la violencia de género. Adicionalmente, busca trabajar con los Gobiernos de la región para resolver estos problemas y disminuir la informalidad laboral en que permanecen las mujeres. Solo en Colombia, según la misma encuesta del Dane, el 86 por ciento de los campesinos tiene un trabajo informal.

Otro aspecto que destaca la FAO en relación a la mujer rural y la pandemia es que el coronavirus podría acrecentar la crisis alimentaria en América Latina y las campesinas serán actores clave para enfrentar la situación. Según el último informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (SOFI, por sus siglas en inglés), el hambre en la región alcanzó en el 2020 a 47,7 millones de personas y puede aumentar hasta afectar a 67 millones de personas en 2030, aún sin considerar la actual pandemia. La cifra es más preocupante si se tiene en cuenta una evaluación preliminar del estudio que sugiere que la pandemia por coronavirus puede añadir a nivel global a casi 132 millones de personas al número total de población subalimentada.

Ya el año pasado, la campaña había permitido conocer las historias de mujeres rurales en todo el continente para crear redes de apoyo entre estas. Para 2020 el foco estará en reconocer la necesidad urgente de enfrentar el aumento del trabajo no remunerado para las mujeres rurales y visibilizar cómo estas pueden contribuir a la seguridad alimentaria de los diferentes países.

Las instituciones que lideran la campaña son la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Banco Mundial, el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural – RIMISP, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), ONU Mujeres, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre otras.

Aún ningún ente gubernamental, ni organizaciones de Colombia se han anexado a la iniciativa.

Fuente: https://semanarural.com/web/articulo/la-fao-alerta-por-la-sobrecarga-laboral-de-las-mujeres-rurales-por-la-covid19/1538

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La OMS previene de un gran rebrote por la vuelta al cole y la gripe

Según la organización internacional, se va a incrementar la incidencia de la Covid-19 en los grupos de edad más jóvenes de Europa.

Varios países de Europa están registrando estas últimas semanas notables repuntes de infecciones diarias de coronavirus, incluso hasta niveles no conocidos desde abril y mayo. Son numerosos los países que contabilizan cifras máximas en los últimos días —como Croacia, Rumanía o Hungría—. Y todavía no ha empezado la vuelta el colegio en la mayoría de estados.

Precisamente, este es uno de los puntos que más preocupa a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa. El director regional de la entidad, Hans Kluge, ha advertido de un posible gran incremento de la pandemia de Covid-19 en los próximos meses de transición del verano al otoño por la vuelta a los colegios. A esto se suma la temporada de gripe y la mayor mortalidad de los ancianos durante el invierno.

“Es un momento difícil ahora cuando pasamos del verano al otoño con tres fenómenos que se juntan: uno es la reapertura de las escuelas y el año académico. El segundo es la temporada de gripe, por lo que pedimos a los grupos de riesgo que se vacunen contra la ésta lo antes posible. Y el tercer fenómeno es el exceso de mortalidad que vemos en los ancianos durante el invierno”, ha resaltado este jueves en rueda de prensa virtual.

La OMS ha expresado ya en varias ocasiones su preocupación por la convivencia del coronavirus con la gripe en los hospitales, lo que puede llegar a provocar que colapse el sistema sanitario si no se gestiona de manera eficaz. Ambas enfermedades, además, presentan síntomas similares por lo que su diagnóstico se complica. En la pasada temporada de gripe estacional hubo una «drástica» desatención de ésta a causa del coronavirus, según la OMS.

Kluge alerta también de “un aumento de la incidencia” de la Covid-19 en los grupos de edad más jóvenes por toda Europa. “Nuestro mensaje ha sido consistentemente que nadie es invencible. Puede ser que los más jóvenes no necesariamente vayan a morir por ello, pero es un tornado con una larga cola y es una enfermedad multiorgánica. El virus está atacando los pulmones, pero también el corazón y otros órganos y es una etapa en la que la gente más joven, particularmente con la llegada del invierno, estará en contacto más cercano con la población de edad avanzada”, ha añadido.

En 32 de los 55 estados europeos ha aumentado la tasa de incidencia en 14 días más del 10%. Por lo que, “definitivamente hay un aumento que está generalizado en Europa, sin embargo el escenario dista del que se vivió en febrero”.

Reunión global sobre la reapertura de las escuelas

El próximo 31 de agosto se celebrará una reunión virtual para todos los países miembros de OMS Europa que tratará la reapertura de las escuelas. “Presentaremos lo que sabemos: que no podemos abrir sociedades sin abrir primero la escuela. Éste ha sido el mayor trastorno en la educación de la historia, con 1.600 millones de alumnos afectados en más de 190 países, por lo que la cuestión clave aquí es que depende mucho del nivel de transmisión en la comunidad”, ha avanzado.

A pesar de que el entorno escolar no ha sido un contribuyente principal al Covid-19, hay cada vez más publicaciones que se suman al conjunto de pruebas de que los niños sí juegan un papel en la transmisión.

Fuente: https://www.economiadigital.es/politica-y-sociedad/alerta-de-la-oms-la-vuelta-al-cole-y-la-gripe-amenazan-con-un-rebrote_20092315_102.html

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El día que los maestros se hicieron padres y los padres se hicieron maestros

Fernando Flores Velázquez

La pandemia del COVID-19 trastocó las tareas tradicionales del Sistema Educativo en el Mundo, al menos de los últimos tres siglos, desde que en el Siglo XVII en Francia se sientan las bases para la fundación de la escolarización obligatoria.

Una tarea tradicional es la enseñanza, un proceso que antes lo asumía de manera vertical el docente hacia el estudiante con un lema básico, “la letra con sangre entra” propio de la escuela lancasteriana del siglo XIX, más tarde la escuela nueva en el siglo XX y los distintos movimientos pedagógicos han pugnado por una interacción más flexible entre docente y estudiantes, caracterizada por ideas constructivistas en que el educador tiene el siguiente rol: Orientador, facilitador, acogedor de aportes y sugerencias,   los alumnos son activos, es agente o sujeto del currículo que se está desarrollando, por tanto participa en todo momento de acuerdo con sus posibilidades, su interacción es horizontal, cercana, hay calidez.  (Domínguez, Martínez, 2014)

Se pueden agregar otros factores como ambiente estimulante, participativo, la planeación es flexible, creativa que atiende las necesidades del estudiante, la evaluación se da en función de todos los agentes y elementos del currículum, hay principios que focalizan al estudiante y al aprendizaje como centros de la clase.

Así se pudieran ir enumerando otra serie de características de la educación presencial.

Lo que se desea destacar en esta ocasión, es el giro que se generó durante los últimos meses hacia la educación a distancia, virtual, e-learning, denominaciones que ha recibido un tipo de educación cuyas características son la sincronía y asincronía, que se traducen a la simultaneidad o a simultaneidad de las clases mediadas por recursos tecnológicos.

Particularmente hacia la parte emocional de los sujetos de la comunidad escolar.

El avance natural de las actividades en la vida cotidiana hace que los sujetos estén tan acostumbrados a las rutinas, levantarse, asearse, trasladarse, llegar a los lugares de trabajo o de estudio, saludar sin sentir, ingresar a los espacios en ambientes de monotonía y aburrimiento. El filósofo Indú Hosho en uno de sus libros “Cuando el zapato es cómodo se olvida, cuando el cinturón es cómodo la cintura se olvida”…así ocurría en la vida del ser humano, una vida de comodidad en que muchas cosas se habían olvidado pasando desapercibidas.

Tal es el caso de los roles que cada uno de nosotros jugamos, refiriéndonos de manera singular a lo que ocurre en las interacciones de la vida cotidiana de una escuela:

  • El profesor atendiendo a los estudiantes.
  • Los alumnos conectados en sus clases.
  • Los padres como proveedores.
  • Todos concentrados en sus rutinas. Ocurría que ya no se valoraba en su justa dimensión el rol de cada uno de estos actores, en ocasiones descalificando o criticándose unos a otros.
  • Los maestros hacia los padres que ya no los valoraban como antes y hacia los alumnos que ya cumplían como en el pasado.
  • Los alumnos desconfiando hacia el docente de sus saberes y del dominio de las tecnologías.
  • Los padres de familia criticando a los maestros de pérdida de autoridad hacia los estudiantes.

En esta ocasión en que algunos meses la Secretaría de Educación Pública promovió el programa Aprende en casa, se generó una cosa curiosa, nunca vista antes en la historia de la humanidad.

Los maestros se hicieron padres y los padres se hicieron maestros, hago esta aseveración debido a que los maestros atendieron de manera virtual a sus alumnos, pero al mismo tiempo estuvieron pendientes de sus hijos, y los padres de familia, si bien con asesoría de los maestros debieron ser los profesores de sus hijos, regular en tiempo de sus hijos, vigilar las tareas, cuidar de su buen resultado en los ejercicios. Esta situación seguramente ha tenido que ver con el aumento de los indicadores de violencia doméstica en los hogares, 20.7% y más de 60 mil denuncias fueron registradas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública  (AP, 2020), el espacio que se supone mejor resguardado, la situación de confinamiento y al mismo tiempo la necesidad de que los estudiantes estén ocupados se ha traducido en tensiones familiares.

Deseo focalizar la parte de la emotividad cuando se está descentrado del rol principal que se asume comúnmente en la sociedad, ocurre que la afectividad aflora en las relaciones humanas.

Al respecto Luri (2016) expresa cuando su hijo va bien académicamente, muchos padres consideran que han hecho un buen trabajo familiar, mientras que si tienen problemas, tienden a sospechar que el centro no está tratándolo como cabría…cuando tenemos a nuestro hijo delante, es imposible no ver a nuestro hijo. Esto nos permite saber cosas de él que su profesor ignora. Pero hemos de ser perfectamente conscientes de que precisamente porque el profesor no ve en nuestro hijo a su hijo, sino a un alumno, sabe cosas de él que nosotros ignoramos. Esto significa que la comprensión de nuestro hijo no se puede captar desde una única perspectiva.

En esta ocasión, por la contingencia hubo necesidad de confinarnos, así ocurrió que los maestros fueron padres de sus hijos, y los padres fueron los maestros de sus hijos, teniendo la oportunidad de apreciar sus gustos hacia los contenidos escolares a lo largo de varias mañanas de trabajo.

Esto nos debe llevar a revalorar la importancia de unos y otros, muy valiosos son los maestros, como el apoyo de los padres, ya que los dos se enamoran de lo que pueden llegar a ser los hijos, por la dedicación y esfuerzo que aporten a sus estudios.

Bibliografía

AP (2020) Llamadas y denuncias por violencia familiar se disparan durante pandemia por COVID-19. Noticias. México.

Domínguez Pino, Marta y Martínez Mendoza, Franklin. (2014) Principales modelos de la educación preescolar. PE. Cuba.

Luri, Gregorio. (2016) Mejor educados. El arte de educar con sentido común. Ariel. España.

Fuente: https://profelandia.com/el-dia-que-los-maestros-se-hicieron-padres-y-los-padres-se-hicieron-maestros/

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Bolivia: El Senado aprueba una ley para garantizar la continuidad de clases y el Bono Juancito Pinto

Los senadores también aprobaron el uso de los recursos del desayuno escolar en la provisión de canastas alimenticias para paliar la necesidades de la población durante la cuarentena sanitaria.

Por dispensación de trámite, la Cámara de Senadores aprobó el proyecto de ley para garantizar la continuidad de la educación inicial, primera y secundaria en las unidades educativas fiscales, privadas y de convenio, además de las universidades.

Además, dispuso en la ley el pago del Bono Juancito Pinto y el uso de los recursos del desayuno escolares en la provisión de canastas alimenticias en los municipios del país. Esto último había generado conflictos entre padres de familia y alcaldías debido al sustento legal que eventualmente faltaba para cumplir con el beneficio en esta cuarentena nacional por la propagación del nuevo coronavirus en el país.

Las labores educativas están suspendidas desde el 11 de marzo debido a la propagación del COVID-19 en el país y el Gobierno intentó un plan alternativo a las clases presenciales a través del Decreto Supremo 4260, publicado el 6 de junio, que reguló la educación virtual.

Sin embargo, por desacuerdos con los magisterios rural y urbano del país, la norma no pudo ser aplicada y el Gobierno, a través del ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, anunció el 2 de agosto anunció la clausura del año escolar en todos los niveles de las unidades educativas, fiscales, privadas y de convenio.

La medida creó confusión y protestas en razón de la eventual vulneración del derecho a la educación, aunque el ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, aclaró que solo las labores administrativas fueron suspendidas y que la educación continuará.

El 19 de agosto, la Sala Constitucional del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, a requerimiento de una acción pública presentada por la diputa Lidia Patty, del Movimiento Al Socialismo (MAS), anuló la resolución de clausura del año exigió al Gobierno que en un plazo de 10 días presente un plan alternativo para la continuidad de las labores educativas en el país.

Cárdenas respondió con acusaciones de actuación política de parte del MAS y de la defensora del Pueblo, Nadia Cruz, a quien acusó de “disfrazada” y de prorrogarse en sus funciones. Al final, el Ministerio de Educación anunció con interponer una apelación a la decisión judicial, mientras las labores educativas se encuentran en la incertidumbre.

Fuente: https://www.la-razon.com/sociedad/2020/08/26/la-camara-de-senadores-considera-una-ley-para-garantizar-la-continuidad-de-clases/

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