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Libro: La movilización social Experiencias de participación territorial

América del Sur/ Chile/Marzo 2017/http://www.clacso.org.ar/

Cesar Leal Soto. Pablo Canelo Bridshaw. [Compiladores]

Miguel Lawner Steiman. Felip Gascón i Martín. Patricia Muñoz Salazar. Tania de Armas Pedraza. Suana Medeiros Silva. Claudio Utiratan Gonçalves. Boris González López. Pablo Saravia Ramos. Tomás Koch Ewerts. Pablo Canelo Bridshaw. Gustavo De la Barra Riquelme. Claudia Aranda Andrades. Katherine Fernández Olivares. Birgit Hoinle. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………
Secretaría Ejecutiva. Secretaría Ejecutiva.
ISBN 978-956-7074-17-4
ICAL. CLACSO.
Santiago de Chile.
Diciembre de 2016

 

Resulta más difícil manipular procesos de planificación y del uso del suelo si existe una participación ciudadana sólida, sea a nivel de la planificación territorial o hasta de un voto democrático directo decidiendo sobre un cierto proyecto. Sin embargo, la participación ciudadana constituye un reto importante en una sociedad. Esta tiene que debatir a profundidad para determinar sus reglas y limitaciones. Es una larga marcha hasta que lleguemos a sistemas realizables y equilibrados de planificación participativa. La presente obra nos puede servir como orientación en este importante camino.
Fuente:
Fuente Imagen:
https://lh3.googleusercontent.com/vxTrvkXuOtdXWepd7Vuz3uwxJrlVGvd_8GfmBJkF4D8ADOMvA96H3s7VlBxaeZZUJ_wYpw=s85
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El reto de construir una ciudad educadora

Por: Julio Rogero

Es fundamental recuperar la participación ciudadana, colectiva, en los municipios, así como tener presente las potencialidades educativas del territorio.

Aunque sé que estos procesos ocurren en muchas localidades del país, hoy quiero hablarles de mi ciudad, Getafe, para trascenderla y reflexionar sobre la relación crucial entre las instituciones locales y educativas. Hace poco tiempo tuvimos un debate en el resucitado Consejo Escolar Municipal de Getafe en torno al reto de construir un proyecto educativo de ciudad. Lo convoca la Concejalía de Educación y está formado por miembros de los centros educativos, las asociaciones de familias, de renovación pedagógica, los sindicatos y partidos políticos. Es un órgano consultivo de la administración educativa local.

En ese encuentro se trataron tres problemáticas de gran interés en la perspectiva de construir colectivamente un proyecto educativo de ciudad. La primera partió de una realidad constatada con frecuencia: el alejamiento en los últimos años de la institución municipal de la participación asociativa y colectiva en los asuntos locales. Su prioridad fue la atención a lo individual y el desprecio a lo colectivo. Lo sufrimos en las asociaciones de todo tipo, también en las educativas. Por ello se manifestó la necesidad de promover ahora, desde las políticas locales, prácticas ciudadanas proactivas y de compromiso individual y colectivo con su entorno.

Se apunta la importancia de que la acción política municipal camine en una doble dirección. Por una parte, fomentar su labor de servicio y lucha contra las realidades sociales injustas y problemáticas (paro, pobreza, marginación, fracaso escolar, discriminación…) y a favor de la implicación en esas problemáticas de las tramas asociativas de los ciudadanos; por otra, promover el apoyo a estas asociaciones respetando sus dinámicas horizontales, más allá de la rentabilidad política de los gestores municipales. Es el momento de crear marcos de confianza mutua en los que se restablezca un diálogo abierto y sincero entre las redes de proximidad (familiares, barriales, escolares…) y la administración local.

La siguiente cuestión en aquel foro se centró en las condiciones necesarias para una toma de conciencia colectiva de las potencialidades educativas del territorio y, en particular, de la ciudad. Es claro que no partimos de cero y que se ha de aprovechar lo positivo que ya se tiene, pero se precisa la voluntad política explícita de que la educación esté en los primeros lugares de interés en las políticas municipales. Esto implica una nueva mirada a la realidad educativa haciéndose necesario primero, una nueva visión de los tiempos y espacios educativos más allá del espacio y del tiempo escolar y, después, una nueva perspectiva de los contenidos curriculares ligados a los contextos vitales y experienciales en la ciudad.

Los tiempos, espacios y contextos de proximidad también deberían ser incorporados y tenidos en cuenta en los Proyectos Educativos de los centros escolares a través de diversas actuaciones del tipo de aprendizaje-servicio, de participación en las distintas redes sociales y actos culturales del barrio y la ciudad, entre otra muchas. En las políticas educativas de proximidad la educación ha de ser un eje transversal a las actuaciones del ayuntamiento, en el sentido de que cualquier acción cultural, ecológica, económica, urbanística, tecnológica, etc., tiene que considerar la dimensión educadora y las necesidades de formación ciudadana que conllevan. El propio proyecto de ciudad ha de concebirse también teniendo en cuenta esta perspectiva ineludible para la calidad de la vida de los ciudadanos. Por ello la coordinación de las diferentes áreas de gestión municipal tienen que tener en cuenta siempre la incidencia educativa de sus actuaciones.

El último tema giró en torno a las posibilidades que ofrece un Proyecto Educativo de Ciudad para mejorar la educación en el municipio. Es necesario que este se integre en un proyecto global de ciudad habitable y sostenible. La propuesta está en ciernes y se manifestó por parte del ayuntamiento la voluntad política de poner los medios para sacar adelante el Proyecto Educativo de Ciudad a medio plazo, sabiendo que son muchas las cuestiones que dialogar y decidir. Quienes participaron en el debate explicitaron que este proyecto ha de ser un elemento dinamizador de lo común a todos los actores en el espacio y tiempo de aprendizaje de la comunidad local; ha de establecer los acuerdos de actuación común, tanto de las instituciones como de las organizaciones y asociaciones de los diferentes agentes respetando la autonomía e interdependencia de cada uno; ha de dar coherencia a las iniciativas y realidades educativas que ya están en vigor; deberá poner en marcha las actuaciones de coordinación necesarias entre las diferentes áreas de coordinación municipales implicadas y los demás actores educativos de la ciudad, y ha de significar la puesta en práctica de la perspectiva educadora de todo el quehacer municipal.

El Proyecto Educativo de Ciudad deberá servir para dinamizar la participación tanto en su proceso de elaboración como en su desarrollo, para que el protagonismo de la vida local se sitúe en la ciudadanía y lo institucional no ahogue el dinamismo y la autonomía de las propias organizaciones. Así pues, si el propósito de realizar un Proyecto Educativo de Ciudad se hace firme habremos de abrir un diálogo sincero en torno al proceso a seguir.

Tras la reflexión en el Consejo Escolar Municipal me surgen múltiples interrogantes: ¿Qué educación queremos para nuestra comunidad local? ¿Cómo sumar los centros, con sus proyectos educativos específicos, al proceso de elaboración y ejecución a este proyecto global de ciudad educadora? ¿Cuáles han de ser los componentes de este proyecto? ¿Conseguiremos que los intereses colectivos primen sobre los privados y los políticos, urgidos con frecuencia por la exigencia de resultados a corto plazo? ¿Cómo generar conciencia en toda la red asociativa de la dimensión educadora de cada una de ellas? ¿Cómo incorporar a este diálogo a las asociaciones culturales, de vecinos, de jubilados, de infancia y juventud, ecologistas, deportivas, de salud, de economía social, empresariales, de defensa de los derechos humanos, feministas, de solidaridad, de cooperación y recreativas? ¿Es posible encajar lo que ya existe disperso en un proyecto coordinador de esas realidades con otras nuevas? ¿Seremos capaces de hacer un Consejo de la Educación Municipal que sea realmente participativo y democrático? ¿Sabremos dar coherencia en el interior del proyecto a iniciativas como la Casa de la Educación? ¿Daremos respuesta a problemáticas que tenemos hoy, entre otras, a la jornada escolar, la escolarización, la defensa y provisión de recursos en centros con mucho alumnado con dificultades? ¿Cómo haremos para introducir la perspectiva educadora en planes urbanísticos, por ejemplo, y contar con los niños y colegios para planificar la ciudad y poner a su servicio parques, espacios de ocio, etc?

Parece clara la intención de impulsar todo este sueño desde abajo, desde las asociaciones de la educación no formal, desde los centros educativos, desde la trama asociativa de la comunidad local en coordinación con una corporación municipal comprometida con la transformación de nuestra ciudad para mejorar la vida y la educación de la ciudadanía.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/20/el-reto-de-construir-un-la-ciudad-educadora/

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Argentina: Balagué quiere terminar el 2017 con la ley de educación provincial

Argentina/06 de Enero de 2017/unosantafe

La ministra de Educación reconoció la demora en el debate para elaborar la norma y lo atribuyó, en parte, a los paros docentes. La consulta en la web para la ciudadanía sigue abierta.

El año pasado, la ministra de Educación, Claudia Balagué, anunció que se llevaría adelante una consulta a distintos actores de la sociedad para la elaboración de un proyecto de ley de educación provincial. El mismo iba a presentarse en la Legislatura a fines de 2016 pero no se llegó. «Se atrasó un poco», reconoció la funcionaria pero confió en que este año se logre la sanción.

En julio del año pasado el Ministerio de Educación dio a conocer un cronograma de foros y consultas a estudiantes, docentes, sindicatos, legisladores, autoridades de municipios y comunas y a la ciudadanía en general. Y marcó, como objetivo, llegar a noviembre con un documento síntesis con los aportes de toda la ciudadanía santafesina para ser presentado en las cámaras de Diputados y Senadores.
Sin embargo, los plazos no se cumplieron. En las escuelas no se pudo trabajar sobre los ejes previstos y la consulta con los gremios recién se inició en diciembre.
«Se atrasó un poco», señaló Balagué y apuntó a los conflictos que se dieron en el segundo semestre como una de las causas. De todas maneras, sostuvo que este año se dará forma al proyecto y que espera que antes de que termine el 2017 se apruebe.
«Nosotros teníamos prevista una jornada de Escuela Abierta para trabajar en todas las escuelas la propuesta de los derechos y el análisis de la ley. Eso, lamentablemente, no se pudo hacer porque hubo una jornada de paro por esos días. Así que se pospuso para abril», recordó.
Y siguió: «O sea que esperamos, a mediados de año, tener consolidado un documento que vamos a ir trabajando con todos los legisladores. En la última reunión, en la que se conformó esa comisión bicameral, ya acercamos los primeros datos. Llevamos la síntesis de los foros de participación ciudadana, la síntesis del trabajo con los centros de estudiantes y del trabajo que venimos desarrollando con intendentes, presidentes comunales, asociaciones civiles, padres y con los especialistas de Argentina, Uruguay y Brasil que participaron de un foro muy exitoso».
Una de las características que tiene el proceso de consulta es que todavía la ciudadanía puede participar ingresando a www.santafe.gob.ar/leyeducacion. Allí se encuentra el listado de derechos que se incorporarán en la normativa y los artículos correspondientes. Quien ingrese puede valorar cada punto como «muy importante», «importante» o «poco importante».
La ministra de Educación señaló: «Nuestra idea es que se apruebe antes de que termine 2017». Y añadió que, para eso, tiene previsto desarrollar más instancias de discusión que incluyan a toda la comunidad. «Vamos a ir acercando insumos para que esto termine en la mejor ley de educación, que es lo que todos queremos», cerró Balagué.
Fuente: http://www.unosantafe.com.ar/balague-quiere-terminar-el-2017-la-ley-educacion-provincial-n1315381.html
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Desigualdad y lucha emancipadora latinoamericana participación política de la mujer y luto en nuestra América

Por: Gerson Gómez

En el marco de la Publicación  de CLACSO “Desigualdad y Clases Sociales Estudios Sobre las Clases  Paraguayas”, La obra coordinada por Luis Ortíz, combina una serie de Ensayos donde se realiza un análisis Crítico de la evolución histórica de la estructura social  de esta nación,  que parece tener elementos en común como el resto de la geografía de América, que cimentada, en la propiedad de la tierra, la explotación agrícola y pecuaria, sustenta una herencia colonial con un grado muy alto de Desigualdades Sociales, donde el Latifundio como fenómeno Sociológico, demarca, la distribución de la riqueza y por ende Los Estratos Sociales que emergen de un proceso Histórico Complejo que orienta, desde la perspectiva Económico-social, que estimulo el desarrollo comercial con las grandes  metrópolis del mundo, a través de una dinámica mercantilista portuaria dependiente, en donde las actividades predominantes del Sector primario divisan la realidad Económica Latinoamericana y la interdependencia con los centros hegemónicos de poder. Publicación que a grandes rasgos y con un sustento teórico, bastante amplio, trata de explicar la realidad, caracterizándola, con un grado de determinación Geo-Histórica, a los 50 años, de la fundación  de esta importante organización, cabe destacar que las nuevas luchas  reivindicativas, de américa latina se enrumban hacia la Democracia participativa y protagónica, donde entran en juego la lucha de contrarios (representatividad versus participación); (desigualdad versus Igualdad); (hegemonía versus contra hegemonía);(neocolonialismo versus descolonización), categorías que son objeto de discusión en las grandes Universidades  Latinoamericanas, en donde entra en juego el pensamiento Nuestro Americano y los paradigmas Emergentes en la sociedad contemporánea, tratando de establecer una producción critica, desdibujando la producción hortodoxa y dando pie; a las visiones heterodoxas.

La herencia colonial nos dibuja una realidad realmente compleja, el mestizaje que caracteriza a nuestra región, nos inserta en una lucha constante, por la reivindicación de nuestros pueblos, en donde las mujeres también han tenido un papel preponderante, de esta manera, la participación política e intelectual de la mujer,  se ha ido incrementando, producto de la modernización, y de la incorporación de estas en las distintas actividades , por ejemplo antes de la década de los años ochenta del siglo pasado la producción intelectual , de la mujer era invisibilizada

A tal fin, es necesario mencionar que la perdida física de dos de los grandes líderes con su partida  de Latinoamericana. Han red-dimensionado las fuerzas contra revolucionarias en América latina Hugo Chávez el 5/3/2013 teniendo en cuenta, que como presidente de Venezuela con la proclama de la democracia participativa y protagónica le abrió paso, a las mujeres en la actividad política y económica del país. De esta manera, por ejemplo, la producción literaria venezolana en el siglo XX vio, dos Escritoras de renombre internacional, Teresa de la Parra y Antonia Palacios por mencionar algunas, el General, Isaías Medina Angarita les dio participación política a través del voto, entender el largo proceso y las batallas que aun quedan por encarar, las que se dieron en la revolución cubana, las que se gestan en Venezuela, son parte de un todo complejo, que a la larga otorga a nuestras mujeres y al ciudadano común de nuestros pueblos mas y mejores oportunidades.

Y el día  25/11/2016 quien represento el Bastión de la Dignidad latinoamericana, Fidel Castro quien desde enero de 1959, lucho por lo reivindicativo del pueblo Cubano ante el Mundo, tarea poco sencilla en una nación, donde el ingreso per cápita es irrisorio, que fundamento su desarrollo en la formación de recurso humano para exportar, con uno de los bloqueos más inhumanos de la historia. Debemos tener en cuenta, que la revolución Cubana dignifica el concepto de Patria como mencionara en algún momento mencionara el Poeta y canta autor del pueblo Alí Primera “La patria es una mujer, que regreso para amarla, contra los que se desvelan, tan solo; por disfrutarla y en vez de darle caricias lo que hacen es manosearla;  vámonos pa, allá pa gozá su encuentro”.

De la misma manera, es importante mencionar que el mismo día 25 de noviembre se conmemora desde el 17 de Diciembre de 1999 el día de no más violencia contra las mujeres en homenaje a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, que valientemente se enfrentarían a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo con solo 36,33 y 25 años respectivamente por Declaración de La Asamblea general de las Naciones Unidas.” Día de la no más violencia contra las mujeres.

La muerte de Fidel enluta e la Patria Toda, “La Nuestra Americana de Martí”; la patria de Bolívar La Patria Grande,  La patria Querida  Del Himno De Bravos De Apure que cantara Hugo El 8 de Diciembre en su última elocución publica ante el pueblo Venezolano.  UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA.

Hasta la victoria siempre Comandante Fidel Castro.

Hay hombres que nacen, cuyo propósito

Y su papel en la historia solo lo conoce Dios

El ideal de patria nace de la fortaleza

Que con entereza y armonía, con ideal policromía

Redimen el futuro y transforman su nación,

Hugo Chávez y Fidel Castro, lideran

Dos revoluciones, que aunque extemporáneas

Se unen, en el tiempo finito del hombre

Pero que resuena, en el tiempo infinito

De dios y de las nuevas generaciones

Redimen, el futuro y la transformación de sus pueblos

Marcados por un día, Asalto al Cuartel Moncada

Y 4tro de febrero, el progreso ideal,

Por la  Dignidad de sus pueblos

Se incrusta en sus sueños de Solidaridad

Igualdad, integración, que con gran emoción

Tras la cruda realidad de América dividida

Vieron tal vez la caída de muchos de sus compatriotas

Hoy  los pueblos de la América lloran a Hugo y a Fidel

Vencidos por la naturaleza

Quien en las dos últimas décadas, con la integración

Como meta, ALBA UNASUR SELAC

Esperanza de los pueblos, de Martí

Es” Nuestra América”, Bolívar y el Chimborazo

Un sueño de libertad

Fuente de la imagen: http://www.lanacion.cl/noticias/site/artic/20130321/pags/20130321143543.html

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Argentina: Manual para docentes y estudiantes solidarios

América del Sur/Argentina/07 de octubre de 2016/www.reddolac.org

“APRENDER SIRVE, SERVIR ENSEÑA”

CLAYSS nació para acompañar y servir a los estudiantes, educadores y organizaciones comunitarias que desarrollan o quieren implementar proyectos educativos solidarios o de aprendizaje-servicio.

El aprendizaje-servicio, una propuesta pedagógica innovadora, permite simultáneamente contribuir con la mejora de la calidad de vida de muchas comunidades, y a mejorar la calidad de la oferta educativa formal y no formal.

Los proyectos de aprendizaje-servicio son estrategias educativas planificadas para permitir a niños, adolescentes y jóvenes aplicar lo aprendido al servicio de las necesidades de su comunidad.

A la vez, la acción solidaria realizada en contextos reales les permite a los participantes aprender nuevos conocimientos y desarrollar competencias para la vida, el trabajo y la participación ciudadana.

Descarguelo aquí: http://www.clayss.org.ar/04_publicaciones/manual_docentes_LATAM.pdf

Tomado de: http://www.reddolac.org/profiles/blog/show?id=2709308%3ABlogPost%3A564494&xgs=1&xg_source=msg_share_post

 

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Venezuela: Expocircuitos Educativos del Día Mundial de la Alimentación y del Día Nacional de la Alimentación

Queremos ratificar nuestra invitación a co-participar de manera protagónica con nosotros en dos (2) de nuestros EcoEventos para el venidero 19 de octubre, al igual que el 18 de noviembre de 2016, fechas en que tendremos conjuntamente con el Museo de Ciencias nuestros tradicionales expocircuitos educativos (ferias escolares) en materia de DERECHO A LA ALIMENTACIÓN Y EL AMBIENTE SANO, que desde hace años venimos llevando a cabo conjuntamente, esperando en este año 2016, seguir contando con la presencia de ustedes en los mismos (los afiches se le enviarán en su momento una vez confirmen todos los coparticipantes, adjunto al presente les remitimos el flyer convocatoria para coparticipar), que estarán referidos a:

  • El 19 de octubre de 2016, celebraremos en el expocircuito educativo el DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN, DÍA MUNDIAL DE LA AGROBIODIVERSIDAD, DE LA F.A.O Y DEL PAN. Dedicado el tema 2016 de la FAO/ONU “El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también” y el del “2016 Año Internacional de las Legumbres”
  • El 18 de noviembre de 2016, idénticamente, haremos lo propio con el DÍA NACIONAL DE LA ALIMENTACIÓN, DEL INN Y DE LA VIRGEN DE LA CHIQUINQUIRÁ (INICIO DE LA TEMPORADA DE PARRANDAS NAVIDEÑAS). Dedicado este año 2016 al tema “Soberanía, Seguridad Alimentaria y Agroecología Urbana”.

Estos eventos son abiertos y GRATUITOS para todo público, a partir de las 8:30 a.m. hasta las 11:30 a.m., tendrán como locación los jardines y espacios abiertos del Museo de Ciencias / Eje del Buen Vivir, así como el Edificio Expositivo de ese Museo, que se encuentra ubicado entre el ala izquierda de la UNEARTES y el lado derecho de la Plaza de Los Museos, sector Bellas Artes, al lado derecho antes de la entrada principal del Parque Los Caobos, entre parroquias San Agustín, La Candelaria y El Recreo, municipio Libertador, Caracas.

Allí se ofrecerán un conjunto de actividades cognitivas, demostrativas, físicas (deportivas), culturales, degustativas, experimentativas, así como recreativas, por parte de instituciones públicas y otras agrupaciones humanas del Poder Popular para compartir y participar, en honra de las efemérides, a los fines de trabajar en gestión ambiental, ecoturística y agroalimentaria compartida y en igualdad de condiciones.

Profa. Xiomara Cuevas M.
Educación Ambiental y Participación EcoCiudadana
Dirección de Defensa Integral del Ambiente y Delito Ambiental del Ministerio Público
0212-5098569

 

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Ciencia y público

Por Elsa Beatríz Acevedo

«La ciencia y la tecnología no han podido salir de sus dominios virtualmente aislados, donde pequeñas elites de intelectuales se comunican entre iguales y permanecen separados del resto de la sociedad por la barrera de lenguajes herméticos y conceptos fríos».
Colciencias

En los estudios de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación (CTS+I) la relación entre ciencia y público ofrece un excelente campo tanto de investigación como de acción interdisciplinaria. En este sentido, la divulgación científica representa un canal dinamizador favorable a la comprensión pública de la ciencia.

Su importancia radica en la posibilidad de convertir los resultados de la investigación en agregados sociales tendientes a la aprehensión social de la tecnociencia y su acertada valoración.

De la misma manera, en las circunstancias actuales frente al desarrollo ilimitado del conocimiento, la divulgación de la ciencia se convierte en parte sustancial de la necesaria democratización del conocimiento en las sociedades modernas.

Los cambios en la atmósfera de las comunicaciones científicas y tecnológicas obedecen a las crecientes demandas sociales sobre las mismas. Y no obstante persista un alto nivel de analfabetismo científico en países como Colombia, es imposible desconocer que la tecnociencia invade todos los espacios de nuestra vida, acelerando tanto el interés como las demandas sociales sobre la misma.

En tales circunstancias, la divulgación científica representa un importante agente informador-formador que nutre y a su vez se nutre del proceso de popularización del conocimiento. Ambos responden a dinámicas diferenciadas; la información puede ser en determinados casos, más ágil depositando en el receptor una serie de mensajes sin entrar a profundizar en cada uno de ellos.

Por su parte, la formación además de un proceso interactivo entre el científico y el público a través del «aprendizaje no formal», implica la valoración de contenidos tecnocientíficos a través de su apropiación social, demostrando con ello la importancia de la participación pública en materia de ciencia y tecnología en la sociedad actual.

En otras palabras, una cosa es un público informado y otra diferente uno formado, en este último caso, es posible hablar de alfabetización científica sostenida. Porque, un público formado en materia científica, es aquel que maneja, comprende y puede traducir códigos culturales diferentes, que le permiten asumir actitudes valorativas con relación a la evolución del conocimiento. La elevación de la cultura científica permite a su vez la participación pública en materia de ciencia y tecnología.

Mientras que la información contiene un margen de especulación, la formación exige un nivel de conocimiento acertado, que permite argumentar, sustentar, discutir, disentir basado en presupuestos sólidos, acerca de aspectos tecnocientíficos. Una persona puede estar informada sobre la clonación de manera general, pero el proceso científico implícito en la misma, sólo puede ser comprendido y asimilado por un tipo de público específico: el público formado, dentro de una cultura y una educación científica.

La educación científica es presupuesto fundamental para la divulgación de la ciencia, actuando como puente entre el laboratorio o centro de innovación tecnológica y la sociedad. En ese sentido, los juicios valorativos son extremadamente delicados debiendo ser emitidos por personal idóneo. Cualquier improvisación puede poner en entredicho el prestigio de un científico o de un centro de investigación.

Recordando una vieja polémica científica relativa a la vacuna contra la malaria del doctor Manuel Elkin Patarroyo, los doctores Eduardo Posada Flórez y Nohora Elizabeth Hoyos T. afirman que «El deber de los medios es mantener a la opinión correctamente informada de los avances que tienen lugar, desde una posición objetiva y serena, sin caer en la actitud que en el pasado los llevó a ensalzar y hoy los conduce, tan a la ligera, a condenar».(2)

Es importante además que la divulgación científica sirva de estímulo a la ciencia nacional, exaltando la producción de conocimientos, de beneficio generalizado así como el desarrollo de un pensamiento tecnocientífico endógeno. En este sentido, debe reconocer en el capital científico un agente social de cambio en la superación de los problemas que acompañan a la sociedades emergentes. De ahí la urgencia de una ciencia comprometida con el desarrollo democrático de la sociedad colombiana.

En el desarrollo y consolidación de una divulgación científica, capaz de cambiar la visión aislada que tradicionalmente se ha tenido sobre la ciencia, influyen numerosos factores; en el caso concreto de Colombia, la guerra y sus secuelas económicas, sociales, culturales, ambientales, políticas, obligan a una reflexión contextualizada de la misma. Esto implica un ejercicio de pertinencia y pertenencia, además de calidad, ética y profesionalismo.

A su vez el conocimiento ejerce sobre el periodista una exigencia concreta, que le obliga a documentarse constantemente sobre su evolución. En estas condiciones el proceso de información termina necesariamente en una fase formadora sobre la tecnociencia, por parte de los mismos divulgadores.

Sobre ciencia y público sería prácticamente ilimitado hablar, puesto que implica tanto espacios como actores diferentes. Es posible hacerlo desde el ámbito de los científicos del público, o desde el mismo divulgador de la ciencia pero, lo más conveniente es involucrarlos a todos, dependiendo de la comprensión social que se tenga por parte de los mismos sobre el valor social, económico, cultural y político de la ciencia contemporánea.

De todas formas, la sociedad debe conocer, comprender y ver en la ciencia y en las innovaciones tecnológicas procesos sociales que pueden mejorar sostenidamente sus condiciones de vida. De ahí la importancia de su apropiación, mediante una divulgación, seria, sencilla, veraz y objetiva. En tal sentido, las publicaciones y todo el mecanismo implícito en las actividades vinculadas con esta actividad, representan canales tan informativos como formativos muy importantes en el proceso de democratización y popularización del conocimiento.

La divulgación debe propiciar la formación de una mentalidad nueva, de apertura hacia horizontes científicos de vanguardia. Para lograrlo, según la periodista argentina, Amalia Dellamea, es indispensable realizar una revisión de nuestros modelos mentales.

Por su parte, las preguntas y respuestas que se manejen desde el campo divulgativo, deben estar necesariamente acompañadas por la visión y explicación del científico en términos sencillos. El empleo y más que ello la apropiación de un lenguaje de fácil comprensión es fundamental para el divulgador, no sea que por utilizar una terminología para él mismo incomprensible termine confundiendo a la opinión pública. Por esta razón la corrección del texto definitivo de un trabajo de divulgación científica, necesariamente debe ser realizada por el científico.

De esta manera la ciencia dejará de generar resistencia en el público, transformando la misma en parte sustancial de la vida cotidiana, sólo así podemos hablar de popularización de la ciencia, no como un concepto de moda sino como el efecto educador de una actividad en la cual se comprometen científicos y divulgadores. Abriendo de esta forma espacios propicios para la participación pública en ciencia y tecnología.

Es prácticamente imposible hablar de participación pública, procesos de popularización, democratización de la tecnociencia, sin tener en cuenta la divulgación científica, como agente dinamizador – transmisor de conocimientos «socialmente útiles».

En consecuencia, en momentos en que la sociedad aprecia y valora lo que le proporciona bienestar la divulgación científica representa un mecanismo tanto de socialización como de aprendizaje.

Posiblemente sea esta la razón por la cual, tengan gran aceptación los temas de salud, motivando la participación pública. Mientras sucede todo lo contrario en el caso de las armas tecnológicamente avanzadas, no obstante que de su aplicación dependa mucho más que un buen estado de salud; como lo es el de la vida misma y la del entorno natural de nuestra civilización.

Por su parte, la cobertura de la divulgación científica, merece ser dimensionada en su contexto social, variando sustancialmente de una sociedad a otra, en correspondencia con el nivel de información-formación de su población. No es lo mismo en Colombia, un país que ocupa uno de los últimos lugares en la producción de conocimientos del planeta. Situación que contrasta con el desarrollo científico de un país como Cuba, el cual ha venido construyendo una interesante versión de «sociedad del conocimiento» con una visión endógena de la misma, que vale la pena estudiar.

De todos es sabido que este pequeño país, que ha tenido que sobrevivir a más de 40 años de bloqueo, se perfila como una potencia científica en América Latina, representado a través de un alto número de grupos, centros de investigación y desarrollo, programas de posgrado y un ambiente cultural muy favorable al desarrollo tecnocientífico.

Cuba tiene establecidas y consolidadas numerosas redes de conocimiento y muy arraigado en su población el valor de los mismos en el proceso de desarrollo de su mayor potencial endógeno: el capital humano altamente calificado. Es suficiente visitar el portal de la ciencia cubana (www.cubaciencia.cu) para darse cuenta que en ese país, el desarrollo de la tecnociencia es política del Estado y por lo tanto estrategia social de desarrollo prospectivo.

El alto nivel científico de su educación, coloca a Cuba como un interesante paradigma educativo para otras sociedades en desarrollo y subdesarrolladas.

En cuanto a la divulgación científica se refiere, su prensa tanto hablada como escrita, publica continuamente los últimos avances de la ciencia nacional, exaltando la endogenización de la misma, así como de los diferentes procesos tecnológicos. Además Cuba supera a muchos países en materia de eventos de carácter científico, con una programación planificada a varios años.

La comprensión y participación pública en ciencia y tecnología, obedece a un cambio de mentalidad de la población de la isla reflejada, en una actitud favorable y abierta hacia las fronteras del conocimiento. «Los signos distintivos del funcionamiento de la ciencia y la tecnología en Cuba están la integración, la colaboración y la participación pública en esas actividades. Esos rasgos transparentan las particulares interrelaciones entre la ciencia, la política y los valores que caracterizan el contexto cubano»(3)

Volviendo nuevamente al caso colombiano, la visión del nuevo periodismo científico en condiciones tan difíciles como las que enfrenta nuestra sociedad, amerita una reflexión interdisciplinaria, comprometiendo a los sectores involucrados en la producción de conocimientos, en las diferentes regiones del país.

Ahora bien, tanto se ha hablado del divorcio entre las dos culturas: la humanista y la técnica, que es factible aplicar el mismo concepto de ruptura entre la cultura periodística y la científica. Situación que enfrenta al periodista con el ambiente de presión, implícito en la atmósfera noticiosa. Todo ello agravado por el peso «de lo que es » y «no es» prioridad noticiosa implícita en los criterios de comercialización que prevalecen en el medio periodístico.

En tales circunstancias nos preguntamos; cómo hacer de la ciencia una meganoticia de impacto generalizado? Cuál debe ser su contenido? Debe retratar necesariamente los efectos perversos de la tecnociencia o por el contrario su solución a graves problemas de la humanidad?

Indudablemente se trata de un debate complejo, que induce a caer en la crítica del mercado informativo. Tomemos como ejemplo el caso colombiano, cuyo frente noticioso necesariamente se identifica con el de guerra, las masacres, el narcotráfico, las voladuras a las torres eléctricas y los efectos sobre la población civil del terrorismo. En tales circunstancias, es interesante analizar el impacto que puede tener en la opinión pública una información relativa a los resultados investigativos sobre la caña de azúcar, o los avances en materia de cirugía cardiovascular.

De la misma manera, es preocupante observar el impacto e interés que despiertan en el público algunas noticias sensacionalistas, como en el caso de la información sobre el nacimiento de un ternero con dos cabezas, fenómeno presentado como si se tratara de un castigo divino, y no como una malformación genética. En este sentido la noticia es de primera plana, preferiblemente acompañada de fotos impactantes que atraen inmediatamente la atención de los desprevenidos transeúntes, que terminan llevando a sus hogares un material noticioso que causará efectos negativos.

De la misma manera, sobre la astronomía un campo que se presta tanto para la popularización científica, en algunas oportunidades se prefiere acudir a especulaciones sobre el posible choque de un asteroide contra la Tierra, obviando la belleza ilimitada del universo y sus posibilidades futuras para la humanidad.

La realidad es que existen noticias que «se venden» por sí solas, mientras otras difícilmente se pueden publicar en las páginas interiores de los diarios. De otra parte, el público no se encuentra lo suficientemente educado para recibir la información científica, sencillamente porque sus prioridades son otras como la guerra, la política, la corrupción o las noticias de farándula.

Por esta razón se dejan escapar noticias verdaderamente importantes que ocurren diariamente en los laboratorios y centros de investigación, muchas veces, por desconocimiento, ausencia de claridad conceptual e imposibilidad de abordar al científico con el fin de obtener lo que en otras realidades sociales podría catalogarse como una excelente información noticiosa.

En algunas oportunidades, para el comunicador resulta más fácil exaltar a un personaje de la vida pública, que a un científico cuya nota periodística exige un referente de gran madurez, conceptualización, formación y sobre todo de alfabetización científica de parte del reportero. Por esta razón nuestro desarrollo científico se encuentra lleno de hombres de ciencia desconocidos, esperando el reconocimiento social e institucional que su labor amerita. En tales condiciones la política de estímulos a la ciencia compromete seriamente su divulgación.

El perfil de un científico, manejado adecuadamente, indudablemente produce un efecto favorable en la sociedad. Una crónica de laboratorio combinada con una imagen de la trayectoria del científico, logra excelente impacto en la opinión, lo cual resulta especialmente benéfico para la juventud despertando futuras vocaciones investigativas. Fomentado así un «efecto demostración» favorable al desarrollo de la ciencia.

En medio de un ambiente sostenido de alfabetización científica el divulgador debe actuar además, como el traductor del lenguaje de la ciencia y la tecnología para toda la sociedad, y como es imposible traducir de un idioma desconocido, es por ello que aún tenemos serias fallas en el acercamiento entre ciencia y público.

Además, debemos reconocer que aún existe cierta resistencia entre científicos y periodistas; el científico desconfía del periodista o mejor aún de la forma y el contenido de su nota periodística. En el periodista, por su parte, hay cierto temor y reverencia hacia los científicos, ellos también han sido formados en un medio en que el científico es visto como un personaje excéntrico, alejado del mundo y con un manejo incomprensible del lenguaje. Esto hace imprescindible el acercamiento entre ambos.

Ahora bien, quién debe dar el primer paso? El científico debe buscar literalmente al divulgador para contarle sobre sus investigaciones o a la inversa? La verdad es que debe haber un acercamiento en ambos sentidos, traducido en un conversatorio y contacto humano previos a la redacción de la nota científica. Más que un simple encuentro, lo que debe existir es una aproximación humana de beneficio mutuo, a través de la sensibilización que produce tanto entregar como recibir información, con todo el conocimiento y la responsabilidad implícita en la misma.

Además es imposible negar que mediante el ejercicio de reportería, el divulgador se está educando, se va formando, adquiriendo una valoración social diferente de la ciencia, que antes no tenía, esto implica una apreciación muy valiosa para la acumulación y reproducción de conocimientos.

En esta dinámica de aproximación se rompen códigos, se aprende a conceptualizar de una manera diferente, elevando la calidad de la información, se socializa y se educa; el periodista por parte del científico y el público a través de la traducción del divulgador científico.

La ciencia no admite tergiversaciones, tampoco es inmune a las mismas. Desafortunadamente el lenguaje científico sigue siendo muy complicado para la mayoría de la sociedad, de ahí la necesidad de una lectura «popular» a los códigos distintivos del quehacer científico.

Es entonces, cuando la alfabetización científica y tecnológica debe entrar como parte sustancial de la formación integral en las facultades de periodismo y de comunicación social, a través de la institucionalización de la cátedra de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación, (CTS+I) ofreciendo un punto de equilibrio entre el mundo social y el mundo del conocimiento.

La divulgación científica como parte importante de los estudios de CTS+I representa hoy un valioso campo de trabajo interdisciplinar. Máxime en el momento actual cuando el impacto de la ciencia y la tecnología invade la vida cotidiana de todos nosotros. Por tal razón, el divulgador no deber generar falsas expectativas y menos sembrar temores infundados sobre ambas. Es aquí donde aflora un tema de especial relevancia; la ética periodística.

Divulgar la ciencia sin acudir al mínimo de la complejidad de sus códigos, lenguaje y categorías, sólo logra el efecto contrario a su popularización y por ende a la participación y democratización de la misma. Esto significa que para entender la ciencia, es necesario realizar un ejercicio de «reconversión lingüística» basado en la apropiación conceptual de los contenidos de la tecnociencia. Lo cual a su vez implica un proceso de educación y familiarización con su nomenclatura específica y sus beneficios sociales, acompañado de una reflexión crítica sobre sus efectos y un sentido de alerta sobre su impacto negativo.

El temor hacia la tecnociencia debe dar paso al interés por la misma. Sólo así es posible valorar su impacto sobre la sociedad y la naturaleza. Es mejor fomentar una curiosidad sana, acompañada por el afán de investigar, conocer y aprender, que una visión apocalíptica de la misma.

Se trata de ampliar su cobertura social y en este sentido el divulgador tiene una enorme responsabilidad. Porque hacer que un artículo de biología molecular interese además de los biólogos, a los abogados, artistas, historiadores, así como al público en general, no es tarea nada fácil. Por lo cual es necesario presentar claramente sus niveles de impacto, tanto positivo como negativo, retratando objetivamente sus diferentes campos de acción.

En tales condiciones, además de la función informativa, formativa, educativa e ideológica, a la divulgación científica le es inherente, una profunda dimensión cultural y valorativa. Por lo demás, calificar qué es y qué no es una nota científica, es trabajo de divulgadores y científicos sobre quienes recae la enorme responsabilidad de ser formadores de una escuela de pensamiento científico que nutre y se nutre de los diferentes espacios del mismo quehacer, a través de una dinámica interactiva permanente.

El periodismo científico nos ayuda a capturar y a familiarizarnos con la ciencia, exigiendo del divulgador una gran diversificación, que lo capacita para hablar hoy de biotecnología vegetal, mañana de transgénicos, SIDA, clonación, ingeniería espacial, investigaciones sobre violencia, paz y convivencia, entre otras.

Además debe ser generador de nuevas noticias, eso implica una vocación investigativa permanente, para no decir lo que otros han dicho sino por el contrario, ser innovativo y creativo, despertando conciencia crítica y una evaluación social estratégica de los resultados de la tecnociencia.

La divulgación tecnocientífica tiene además el deber de informar equilibradamente sobre los logros de la ciencia nacional a la par con los desarrollos de la misma a nivel mundial. De su trabajo depende en gran medida el reconocimiento social de nuestras comunidades científicas.

Así como hablamos de investigación competitiva también es posible hablar de un periodismo científico competitivo, en un momento en que la divulgación de la ciencia gana importantes espacios en otros países. Y para el caso colombiano ayudaría a cambiar la mala imagen que tenemos y la onerosa estigmatización a la cual se nos somete en el exterior.

Es hora de repensar y más que eso, reconstruir nuestra imagen basada en un prototipo de sociedad muy diferente a la real; la de un país con un valioso capital humano disperso por toda su geografía nacional, sobreviviendo en la mayoría de los casos, a un ambiente adverso al desarrollo del conocimiento.

Existe un semillero de investigadores anónimos y otro de divulgadores que con una debida formación en periodismo científico, y en los contenidos de CTS+I, es mucho lo que podrían hacer en el proceso de democratización de la ciencia en nuestro país. Porque ciencia y público, son partes de un todo y en modo alguno representan mundos diferentes, la tarea de la divulgación en tal sentido, es acercar ambos espacios para fortalecer la cultura científica nacional, a través de la formación de una opinión pública favorable al desarrollo de la tecnociencia.

Cuando nuestra sociedad aprenda a pensar científicamente, con seguridad seremos un país con mejor futuro. Aún es mucho el camino por recorrer, en el mismo la educación debe desempeñar una gran labor, tal y como lo están haciendo los estudios de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTS+I que con el apoyo de Colciencias y de la Organización de Estados Iberoamericanos OEI, se empiezan a desarrollar en el ambiente académico nacional.

La ciencia como institución social, requiere además de una serie de fortalezas científico tecnológicas, de un cuerpo de divulgadores capaz de traducir, popularizar y transmitir los resultados de la misma a la sociedad. Este es el resultado de un largo proceso educativo sobre el valor estratégico del conocimiento en una sociedad emergente, en donde el uso y el abuso de la tecnociencia sean debidamente dimensionados.

Por lo demás es posible afirmar que la ciencia puede tener diferentes lecturas, en correspondencia con la formación del público receptor; para los científicos una, para el periodista y la sociedad otra. No obstante una nota científica no puede estar sujeta al juego de la espontaneidad y mucho menos al de la emotividad. Los elementos de juicio subjetivo deben ser eliminados, pues su efecto nocivo puede contaminar la visión de la ciencia así como la misión de los recursos humanos dedicados a la misma.

La divulgación de la ciencia, ofrece un espacio de reflexión y aprendizaje especialmente valioso para la sociedad y al aproximarse la misma al conocimiento se acerca al desarrollo humano integral. De ahí la importancia de dotar al divulgador de una visión humanista de la tecnociencia, pues de nada le vale conocer una serie de tecnicismos si desconoce el sustrato social bajo el cual se hace la ciencia.

Más allá de la publicación debe existir un agregado valorativo implícito en la formación del divulgador. Por tal razón, enfatizamos en la importancia de la formación humana integral, tan contextualizada como comprometida por parte de los periodistas.

De la misma manera es necesario evitar caer en extremos llegando a considerar al periodista como un “experto” en determinada área investigativa. La celeridad con que transcurre el conocimiento en el mundo contemporáneo es tal, que ni siquiera el mismo científico se considera a sí mismo un experto. La terminología y las categorizaciones son extremadamente delicadas y hay que ser muy cuidadosos con respecto a las mismas.

Sabemos que el divulgador reproduce una realidad, para nuestro caso representada en el panorama de la ciencia y la tecnología, en un contexto crítico de subdesarrollo. De otra parte, el mundo no se encierra en un laboratorio, existe toda una representación contextual, bajo la cual debe ser retratada la imagen de la ciencia y para el caso nuestro, es menester que el divulgador además de manejar los principios éticos y profesionales, conozca la realidad económica, política, social y cultural bajo la cual se “produce” nuestro aporte a la ciencia contemporánea.

Resumiendo, entre la ciencia y la sociedad existe un gran vacío, un espacio que debe ser necesariamente llenado por la educación científica y la apropiación de la misma por parte de nuestra sociedad. Un espacio comunicativo, cuyo discurso aún debemos construir, en el cual la divulgación científica debe entrar a convocar a la sociedad en general alrededor de la urgente necesidad de convertir la ciencia y la tecnología en grandes propósitos nacionales con alto grado de contenido social. De no hacerlo, sobrevendrá un vacío comunicativo que aislará peligrosamente a la ciencia de las fronteras sociales.

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Notas

(1) Profesora Titulad del Departamento de Humanidades e Idiomas de la Universidad Tecnológica de Pereira. Prereira, Risaralda, Colombia. Miembro de la Cátedra Colombia de CTS+I de la OEI.

(2) Posada Flórez y Nohora Elizabeth Hoyos T. Comentarios inmediatistas? Revista Innovación y Ciencia. Volumen V No. 4. 1996 P. 7. Bogotá, Colombia.

(3) Núñez Jover, Jorge. Filosofía y Estudios Sociales de la Ciencia. En Cuba. Amanecer del tercer milenio. Editorial debate. Madrid 2002. P. 180.

Fuente: http://www.oei.es/historico/salactsi/elsa5.htm

Imagen tomada de: http://www.condistintosacentos.com/wp-content/uploads/2014/07/ciencia-polc3adtica.jpg

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