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Encuentro Internacional de Maestros por la Paz de Colombia

Amarice del Sur/ Colombia/FECODE

El próximo 5 de septiembre, de 9 a.m. a 1 p.m. en el Salón Rojo del Hotel Tequendama, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación realizará el Encuentro Internacional de Maestros por la Paz de Colombia como un gesto de los educadores del mundo en respaldo al magisterio colombiano en su lucha por la paz en Colombia, en tanto es el sector más victimizado en esta horrenda guerra.

Contará con la participación de delegaciones de maestros de distintos sindicatos del mundo afiliados a la Internacional de la Educación, encabezados por el Secretario General de dicha organización, Fred Vaan Leewuen.

Además, asistirán más de 500 maestros, entre ellos, 50 delegados especiales que vienen de diferentes países alrededor del mundo. Estados Unidos, Argentina, Bélgica, Holanda, Alemania, Portugal, España, Uruguay, Chile, Paraguay, Finlandia, Suecia, México, Noruega, entre muchos otros, han confirmado su presencia.

En horas de la tarde, se desarrollará la audiencia de los delegados Internacionales con el Presidente de la República, Juan Manuel Santos; en la cual se ratificará el respaldo de los docentes del mundo y la I.E a los educadores y la paz en Colombia.

Fecode manifiesta su satisfacción por cuanto el pasado 24 de agosto del presente año se firmaron los acuerdos que darán cierre definitivo a más de 50 años de enfrentamientos, guerra y zozobra que enlutaron a cientos de hogares y familias. Ello significa que el país está ad portas de ponerle fin a un cruento capítulo de la historia. Ahora, corresponde a los ciudadanos de bien -que son la inmensa mayoría- continuar la senda abierta para que con convicción y responsabilidad, refrenden con sus votos el Sí al plebiscito. “Esta es ruta de la paz, porque Colombia y los colombianos nos merecemos otra oportunidad”.

Fuente: http://www.fecode.edu.co/index.php/noticias-principales-4

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Matar a un profesor: la Sinautoría y su implicación en la educación contemporánea

María Acaso

Entramos por la puerta y nos sentamos. Dependiendo de muchas cosas, nos sentamos delante o nos sentamos atrás. Buscamos refugio o nos sentamos solos. Pero nos sentamos. Y buscamos con la mirada al profesor. Una figura que nos dobla la edad, de la que sabemos su nombre porque lo hemos visto en la lista y de la que hemos leído varios comentarios en Facebook. Una persona que NO hemos elegido. Nos toca porque alguien lo puso allí, en el plan de estudios. Y esperamos, y esperamos. Y esperamos. Pasan ya quince minutos de las nueve de la mañana. A la media hora, cuando estamos ya todos cansados y un poco nerviosos ante lo inesperado, aparece un bedel y nos dice:

– “Vuestro profesor ha muerto, ahora tenéis que ocuparos de vuestro propio proceso de aprendizaje” –

Cine sin autor (http://www.cinesinautor.es) fue invitado a participar en la quinta sesión de la Escuela de Educación Disruptiva 2016, denominada “Del libro de texto a Youtube: el lenguaje audiovisual como herramienta de trabajo en el aula”, cuyo objetivo consistió en abordar la contradicción de que el lenguaje escrito y oral continúen siendo los principales sistemas de comunicación en los contextos educativos, cuando en la realidad social el lenguaje visual es el que manda.

Cine sin autor  es un colectivo que desarrolla una teoría cultural que alienta una práctica artística (la cual lleva concretizando en procesos cinematográficos desde hace casi una década) que, acompañada de una permanente revisión crítica, configura un nuevo modelo de producción social de cine. En este modelo de producción, el concepto que sostiene todo es la Sinautoría (que se materializa a través del suicidio autoral), donde la idea central de “Autor” (individuo generalmente masculino, blanco, heterosexual y de clase alta) deja paso a un proceso de creación de colectividades productoras (sin centro, sin ego, sin dominación) mediante un proceso de creación horizontal en el que las decisiones se toman asambleariamente, en una progresiva colectivización de la obra y el proceso productivo.

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Gerardo Tudurí nos explicó cómo la idea de la Sinautoría ha sido posible en el cine, dadas las condiciones de desarrollo tecnológico-sociales, que han permitido la democratización masiva de los dispositivos de producción, de manera que cualquiera de nosotros puede hacer un film con su teléfono móvil. La grabación audiovisual hoy en día se ha descomplejizado tanto que se hace automáticamente, mientras que la postproducción y la distribución las organizamos desde Youtube, impregnando todo el proceso de la noción de inmediatez. Vivimos, pues, una situación inédita, en la quela sociedad produce ella misma y la figura del experto se ha visto drásticamente modificada, por lo que es pertinente que nos preguntemos si no resulta ridículo seguir operando de la misma manera.

Pero la Sinautoría no implica lo participativo y lo colaborativo de por sí, sino que se convierte en una pregunta constante sobre la organización del poder para producir. La colectividad productiva se organiza de una manera democrática para decidir y producir, pero la pregunta sinautoral siempre vuelve, una vez acabada la producción que se ha decidido: ¿es esta la mejor organización, la más justa y eficaz, que podemos darnos para la siguiente etapa de producción?En esta constante RE-organización está la clave de la descentralización y de la democracia. Por lo tanto, podemos decir que en lo que realmente ahonda Cine sin autor no es en los procesos cinematográficos, sino en los procesos de articulación del poder y en cómo llevar a cabo la democracia a través de los procesos de producción cultural que se han aplicado hasta ahora en el cine.

Recogiendo la idea de la Sinautoría y desplazándola a la educación,Cine sin autor propuso aquel día conformar una Pedagogía del vacío, una pedagogía donde el vértigo sea la antesala del aprendizaje, no del profesor ni de los estudiantes, sino de la comunidad que establece que “estudiantes somos todos”. Una pedagogía que se sustenta en dos metáforas: la imagen de la Muerte del profesor y la imagen delProfesor suicida, profundamente conectadas con la rEDUvolution y el cambio de paradigma en educación.

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Ambas metáforas, y en líneas generales las propuestas de Cine sin autor, quiero entenderlas como una metodología para catalizar el cambio de paradigma en educación. Quiero entender “nuestra muerte” como el gesto que detona la emancipación intelectual mediante el ejercicio de la democracia real en el aula y como lugar desde donde partir y abordar la emancipación por la vía de la producción. Una metodología que entiende las escuelas como espacios de producción, y el conocimiento que generan las comunidades de aprendizaje formadas por estudiantes y profesores, como producciones culturales. Una metodología que, al desprenderse del concepto de Autoría tradicional, multiplica la idea de producción y la posiciona en todos los miembros de la colectividad que la ejerce, ya sea haciendo una película, escribiendo un texto o “estando en clase”.

Como profesores disruptivos, innovadores o como queramos llamarnos, debemos suicidarnos o dejar que alguien nos mate.Debemos callarnos a nosotros mismos, evidenciar de forma explícita la renuncia a los privilegios de mando. Debemos organizar turnos incómodos de sostenimiento del poder y aceptar puntos de vista que no son los nuestros. Debemos rechazarnos como autores porque la construcción del conocimiento en el aula es siempre un proceso colectivo. Debemos repensar que vivimos en un mundo que aborta los intentos de producción del 99% de la población; quizá sean los contextos educativos los únicos lugares que nos quedan para trabajar los “poderes rotantes”, la generación de conocimiento rizomático, los turnos y la aceptación de lo que no nos gusta. Y es ahí donde cobra sentido la Sinautoría y el Profesor suicida, ese profesor que nunca llegó a clase, y fue entonces cuando los estudiantes lograron, por fin, aprender algo.

* El título de este post es un apropiacionismo del título de la película “Matar a un ruiseñor” de Robert Mulligan basada en la novela homónima de Harper Lee. Ha de entenderse como una metáfora sobre la posibilidad de la aplicación práctica de la Sinautoría en el aula.

Fuente: http://www.mariaacaso.es/matar-a-un-profesor-la-sinautoria-y-su-implicacion-en-la-educacion-contemporanea/

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Diálogo de Saberes en la construcción del conocimiento: aportes de la praxis educativo-política de los movimientos sociales en América Latina

Por: Lia Pinheiro Barbosa

Revista Hemisferio Izquierdo / Nro 4

Para iniciar la reflexión:

 “Vale recordar que tanto el despojo como la enajenación de nuestro saber, inició una resistencia y una lucha por el reconocimiento, es decir del ich’el ta muk”.Xuno López (1)

El año del calendario es el 2015, la geografía es la Universidad de la Tierra – CIDECI, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, sureste mexicano (2). Las palabras de Xuno López (3) inician este escrito por dos razones: la primera, para enfatizar la importancia histórica del Seminario El Pensamiento Crítico Frente a la Hidra Capitalista, en la perspectiva de la confluencia de un legítimo diálogo de saberes para pensar claves interpretativas del capitalismo en nuestro tiempo histórico y las alternativas para su enfrentamiento desde abajo y a la izquierda, el lugar dónde late el corazón. En segundo lugar, por demarcar una de las marcas profundas desde la colonización hasta nuestros días – la enajenación de nuestro saber – y por lanzarnos una semilla-palabra (4) fundamental, el ich’el ta muk’ que, en palabras de Xuno López puede significar, en maya tseltal, justicia, democracia, libertad, condición imprescindible para la dignidad humana.

El reconocimiento del ich’el ta muk recorre el tiempo histórico de lo que fue la larga noche de los 500 años (5), en la resistencia histórica indígena y campesina de América Latina, la cual es poseedora de otras semillas-palabras para reivindicar su dignidad y lanzarse en el enfrentamiento del Estado y de un modelo de desarrollo económico que prima por despojar sus territorios, su lengua, su cultura y, por ende, extirpar sus identidades como pueblos originarios y pueblos del campo. Sin embargo, conforme enfatiza la palabra zapatista, la rebeldía es parte de una memoria histórica y se hace historia. Más precisamente (EZLN: 1996):

“[…] la rebeldía que hoy tiene rostro moreno y lengua verdadera, no se nació ahora. Antes habló con otras lenguas y en otras tierras, muchas montañas y muchas historias, ha caminado la rebeldía contra la injusticia. […] La rebeldía no es cosa de lengua, es cosa de dignidad y de ser humanos”.

Desde la conquista, América Latina posee un calendario y una geografía histórica que expresa múltiples experiencias de rebeldía y resistencia, inspiradas en la insumisión e insurgencia de los pueblos originarios, afrodescendientes y campesinos, en su búsqueda incesante por la dignidad, la justicia, la paz…el ich’el ta muk, que seguramente encontrará su correlato en otras semillas-palabras.

En ese contexto, emerge la denuncia histórica del carácter deshumanizador de la educación, en tanto pilar en los procesos de colonialidad del poder (Quijano: 1999), del saber (Lander: 2000) y en el antagonismo de clases, en la perspectiva subrayada por Paulo Freire (1987). De ahí la necesidad histórica de concebir otra educación, otra(s) pedagogía(s), otra(s) escuela(s), camino fundamental para la conformación del sujeto histórico-político y en la consolidación de la emancipación humana como principio y proyecto político.

En nuestra historia reciente, observamos como los movimientos sociales han avanzado en ese debate y en elaboración de otra concepción de educación y de pedagogías alternativas genuinas, que demarcan la centralidad de un proyecto educativo-político e histórico de conocimiento (6). Para fines de la presente reflexión, quisiera subrayar dos experiencias que considero emblemáticas en la historia reciente de nuestra región y que mucho han aportado en el tejer de un proyecto educativo-político: el Sistema Educativo Rebelde Autónomo Zapatista de Liberación Nacional (SERAZ-LN) y la Educación del Campo, síntesis del proyecto educativo-político del Movimiento Zapatista y del Movimiento de los Sin Tierra, respectivamente (7).

Para dialogar con el extracto del habla de Xuno López al inicio de ese escrito, me parece pertinente, más que adentrar en la estructura de ambos proyectos educativo-políticos, detenerme más bien en algunos ejes que articulan el proyecto histórico de conocimiento llevado a cabo por ellos, lo que implica una concepción de educación, de pedagogía y de elaboración del conocimiento propia, corazón del proceso educativo-formativo de ambos movimientos. En esa dirección, la intención es la de demarcar la centralidad del Diálogo de Saberes en la conformación del sujeto histórico-político Zapatista y Sin Tierra y de una teoría corazonada, que nace desde/con/para la praxis política de los movimientos.

De la educación como proyecto político

Herederos de la resistencia histórica de sus respectivos países y en perspectiva latinoamericana, las y los Zapatistas, las y los Sin Tierra han comprendido la siguiente cuestión: históricamente la educación (con una pedagogía y una escuela propia) fue la responsable por consolidar los signos en el campo simbólico-ideológico de una subordinación cultural y dominación política. Conforme el EZLN (1996: p. 123):

“Uno de los pilares fundamentales de la reproducción del sistema político es la educación, la cual se ha utilizado como instrumento para legitimar la gobernabilidad a través de una dinámica que busca formar una masa de población productiva, pero no reflexiva o crítica; que impulsa la homogeneización y anula las diferencias culturales y de género, ignorando absolutamente la idiosincrasia de los medios rurales y las lenguas autóctonas; que fomenta el individualismo y la competencia reforzando el sistema de mercado, la desigualdad y la discriminación; que no respeta, ni considera las necesidades vitales ni el derecho de elección del tipo de vida”.

Enfrentarse al papel histórico de la educación significa elaborar otra concepción de educación y de pedagogía, primer paso para conformar el sujeto político revolucionario responsable de su proceso de liberación y emancipación humana. En esa perspectiva, son más de tres décadas de maturación del papel histórico-político de la educación, de la necesaria apropiación de su concepción, de su praxis y de su intencionalidad en la trayectoria política de ambos movimientos. El debate educativo representa, para el MST (2005, p. 05-06):

“[…] una relación de origen: la historia del MST es la historia de una gran obra educativa. Y, de hecho, frente a una ocupación de tierra, de un campamento, de un asentamiento, de una Marcha, de una escuela conquistada por el Movimiento, es cada vez más pertinente preguntar: ¿cómo cada una de estas acciones educa a las personas? ¿Cómo se forma una determinada forma de ser humano? ¿Qué aprendizajes personales y colectivos juegan en cada una de ellas?”

De esa manera, estos dos movimientos sociales han logrado consolidar un proyecto educativo-político, responsable por insertarse en el campo de disputa de proyectos educativos en sus respectivos países y demostrando al mundo que no sólo es posible concebir otra educación, otra pedagogía y otra escuela, sino también construir un conocimiento que demarca / recupera otro paradigma para pensarse a sí mismos, en sus calendarios y geografías.

En esa labor, cobra particular importancia la dimensión epistémica de la educación, es decir, el saber o conocimiento de la realidad de las cosas, que deriva de un conocimiento situado en un tiempo y espacio. La dimensión epistémica presupone un posicionar preteórico ante la realidad, que permita establecer una relación dialéctica y dialógica entre realidad y conocimiento, que posibilite al sujeto histórico-político no sólo interpretarla, sino también teorizar acerca de ella (Barbosa; Gómez-Sollano: 2014). Esta dimensión puede ser considerada el corazón del proyecto educativo-político del Zapatismo y del MST, en la consolidación del SERAZ-LN (EZLN: 1996) (8) y en la concepción de la Educación del Campo (Arroyo; Caldar; Molina: 2004) (9) y de la Pedagogía del Movimiento (Caldart: 2004).

Es menester destacar que en los contextos histórico-políticos de Brasil y México, los procesos de colonización y, ulteriormente, de legitimación de un proyecto de modernidad se dieron bajo la destrucción de una matriz multilingüe e instauración de una matriz monolingüe, con la sustitución forzosa de las lenguas originarias por las lenguas del colonizador – el español y el portugués – con la incorporación del conjunto de signos lingüísticos y referentes de orden epistémico. En el ámbito educativo, la mediación pedagógica existente en el espacio escolar viabilizó la constitución de un lenguaje que solventa la racionalidad dominante, cristalizadora de las relaciones de poder y dominación. Un lenguaje que regula y legitima un discurso histórico de negación del “otro” representado por los pueblos originarios y campesinos, que culminó en un olvido, explotación y expropiación históricos, ampliamente denunciados por el EZLN y el MST, en el conjunto de documentos y comunicados producidos por ambos (10).

Otro elemento a considerar es aquel, predominante en Brasil, de la contradicción histórica entre ‘campo-ciudad’, igualmente debatida y combatida por el MST. Una racionalidad que acentúa un menosprecio por el campo, considerado el espacio del retraso político-económico y cultural; también de la campesina y del campesino como individuos culturalmente inferiores. Una racionalidad que reforzó, cabalmente, el éxodo rural en Brasil (Caldart: 2004; Barbosa: 2014, 2015a) y que encuentra su correlato en México.

En el proyecto educativo-político de los Sin Tierra y de los Zapatistas, el Diálogo de Saberes expresa la apropiación de los referentes epistémicos, y representa un verdadero telar en que son entretejidos los hilos que compondrán las matrices constitutivas del sentir-pensar-saber-ser que dan cuenta del pensamiento y de praxis educativo-pedagógica-política del sujeto colectivo Sin Tierra y Zapatista.

El Diálogo de Saberes en la praxis educativo-política del Zapatismo y del MST

El MST y el Movimiento Zapatista han recuperado la memoria histórica de la resistencia para constituirse en tanto sujeto histórico-político, es decir, nutrirse de los aprendizajes legados a lo largo de la travesía de la larga noche, nutrirse de las semillas-palabras, de los métodos para avanzar en la consolidación de un proyecto histórico de conocimiento. En esa perspectiva, parto de afirmar que el Diálogo de Saberes constituye el gran semillero en el cruce de estos aprendizajes históricos, una vez que constituye (Martínez-Torres; Rosset, 2014):

«La construcción colectiva de significación emergente, basada en el diálogo establecido entre personas o pueblos cuyas experiencias, cosmovisiones y maneras de conocer son específicas e históricamente diferentes, particularmente cuando se enfrentan a los nuevos desafíos colectivos de un mundo cambiante. Dicho diálogo se apoya en el intercambio entre las diferencias y en la reflexión colectiva. A menudo, ello propicia la re-contextualización y la re-significación, lo cual da lugar a saberes y significados emergentes, que se relacionan con historias, tradiciones, territorialidades, experiencias, procesos y acciones de los distintos pueblos. Las nuevas y colectivas comprensiones, significancias y saberes, pueden llegar a constituir la base para acciones de resistencia colectivas y para la construcción de procesos nuevos.»

El Diálogo de Saberes incide directamente en tres planes: en la formación del sujeto histórico-político, aquí representado por el yo-colectivo Zapatista y el yo-orgánico Sin Tierra; en el proyecto histórico de conocimiento que deriva del proyecto educativo-político, al demarcar las raíces teórico-epistémicas que darán forma y contenido al proceso de teorización desde-con-para los movimientos sociales y, por ende, en la propia praxis político-pedagógica articulada por los movimientos (11).

Veamos algunos referentes epistémicos centrales para la génesis del yo-colectivo Zapatista: el Popol Wuj – libro sagrado de los pueblos k’iche’ maya de Guatemala, conocido como Libro de los Consejos o Libro de la Comunidad – constituye uno de sus principales referentes identitarios. La historia oral ha sido la forma de transmisión de los saberes, de las experiencias y de todo el conocimiento acerca de la vida y de sí mismos como comunidades. De acuerdo a Recinos (2012, p. 09) los pueblos originarios de México y Guatemala “lograron conservar sus historias y otros escritos por medio de pinturas en lienzos. Había cronistas e historiadores que conocían las historias acerca de los orígenes […] y que la transmitían por medio de la historia oral o por medio del arte pictográfico”. Igualmente había el cómputo del tiempo, la forma de nombrar a los niños, además del papel social de los sueños (12), agüeros y supersticiones. La manera como ha sido apropiado y difundido el legado cultural, lingüístico y político del Popol Wuj expresa la conjugación de diferentes elementos en la recuperación y fortalecimiento de la identidad sociocultural y en la conformación de un sujeto histórico-político. El Popol Wuj constituye un referente epistémico, pedagógico y político fundamental en el pluralismo de las comunidades mayas, y dialoga dialécticamente con otras culturas y resistencias políticas de América Latina (13).

En el campo discursivo y literario, el corazón místico del Zapatismo está representado por el Viejo Antonio y sus cuentos, relatados por el Subcomandante Insurgente Marcos. La figura metafórica del Viejo Antonio remite a dos referencias directas del Popol Wuj: en la primera, de raíz maya-quiché, el “viejo” hace referencia a “abuela y abuelo”, el Ixpiyacoc e Ixmucané (que en lengua maya significa viejo o vieja – ixnuc.), los amparadores y protectores, narradores de todo lo que es el principio de la vida y el principio de la historia. La segunda, de raíz tolteca-mexicana, reporta a sus equivalentes, los dioses mexicanos Cipactonal y Oxomoco, responsables por inventar la astrología judiciaria y el calendario, con su propio contaje del tiempo. El referente epistémico del Viejo Antonio nos permite adentrar a la polisemia de la cultura y simbología maya y conocer las interfaces del encuentro de dos mundos: el indígena y el mestizo o, en las palabras de Fernanda Navarro (2011), del mexicano con su memoria.

Un segundo referente en el proceso de recuperación del yo-colectivo Zapatista se vincula a la cosmovisión, la cultura y a la matriz lingüística maya, y que sitúan el lugar del yo y del nosotros en la racionalidad indígena. Un ejemplo es la palabra maya tseltal p’ij yo’tan – es único tu corazón – que presupone una autonomía personal, del ser como único en su singularidad, pero también es interpretada como un proceso de integración colectiva, de carácter comunal y de capacidad de lograr consensos (Paoli, 2003). Un segundo ejemplo, lo constituye la desinencia de la lengua maya tojolabal tik – nosotros – que expresa una identidad colectiva y no individual, es decir, una intersubjetividad comunitaria (Lenkersdorf: 2005).

Un tercer ejemplo de recuperación del yo-colectivo, en tanto sujeto colectivo en el proceso de construcción del conocimiento, lo articulan tres concepciones claves de la lengua maya tseltal: el  o’tan – corazón, el stalel y el ch’ulel – alma-espíritu-conciencia. López-Inztín (2013) afirma que “en la cultura maya-tseltal no sólo surge y pasan por la mente las reflexiones, los pensamientos y saberes, también emanan del corazón y éste se vuelve el centro más importante en la cosmovisión y pensamiento nuestros. Por lo que todo se corazona”. El o’tan constituye un concepto central en la cultura y en el pensamiento de los pueblos mayas tseltales, en tanto núcleo de su cosmovisión. De él se derivan las percepciones acerca de la vida y del sernos en el mundo que se orienta desde una lógica enraizada en el Ya’yel-snopel ya’yel-sna’el: sentir-pensar – sentir-saber (López-Intzín, 2013).

Por su parte, el MST recupera sus referentes epistémicos del legado histórico de la resistencia negra y de las insurgencias campesinas en Brasil en el periodo colonial, momento de una expropiación de tierras sin precedentes y de consolidación del gran latifundio en ese país (Fernandes; Stédile: 2004). También de aquellas previas al periodo de la dictadura militar, como las Ligas Campesinas, todas ellas en defensa del territorio, de la tierra, de la reforma agraria y del ethos identitário con el campo. Una semilla-palabra central para el MST lo constituye el concepto de organicidad, “una palabra que creamos para designar la relación que debe tener una parte de nuestra organización con las demás partes. Sin embargo, no puede ser una relación teórica, sino que también física, práctica y mística”. (MST: 2001, p. 30-31).

El sentido epistémico del concepto de organicidad está presente en la narrativa política del MST, en el conjunto de los documentos y materiales didácticos utilizados en la formación educativo-política de sus cuadros. En uno de los documentos utilizados en los cursos de formación política, el MST plantea la centralidad de la organicidad en el proceso de organización política de su yo-orgánico como Movimiento (MST: 2009, p. 22):

“La organicidad tiene, al mismo tiempo, la función de transformar el movimiento de masa, disminuyendo su espontaneidad y, por otro lado, garantizar su permanencia histórica. Por tal razón, la organicidad tiene el poder de, en cualquier momento, colocar a la masa en movimiento, como también mantenerla agrupada por medio de los núcleos”.

Por otro lado, el MST y el Zapatismo son inspirados por los principios de la Teología de la Liberación, de la Teología Indígena, además de los aportes teórico-políticos de revoluciones latinoamericanas, como la Revolución Mexicana, la Cubana y la Sandinista, las dos últimas inspiradas por el marxismo-leninismo y el maoísmo, matrices teóricas igualmente presentes en la identidad política en los orígenes del MST y del EZLN (Leyva-Sollano: 1994; Le Bot: 1997; Fernandes; Stédile: 2004). La consigna la tierra es de quien en ella trabaja, de Emiliano Zapata, sintetiza el horizonte político común a ambos movimientos: tierra, libertad y justicia.

Ahora bien, con base en la síntesis de los hilos que tejen el Diálogo de Saberes en la conformación del yo-colectivo Zapatista y del yo-orgánico Sin Tierra, podemos inferir que el proceso de construcción del conocimiento en su praxis educativo-política prescinde de los mismos elementos epistémicos que les da identidad cultural y política. En las escuelas autónomas zapatistas, por ejemplo, se suele utilizar como material didáctico los Cuentos del Viejo Antonio, además de otros cuentos conocidos en las comunidades y que están traspasados por los referentes epistémicos del Popol Wuj y de la cosmogonía y cosmovisión maya. Los relatos del Viejo Antonio entretejen la sabiduría maya presente en sus mitos y leyendas con una racionalidad propia y que da el tono del ser-estar-sentirse en el mundo. Uno de los libros utilizados, Arte en Rebeldía trae la historia de los hombres y mujeres verdaderos, en alusión al mito fundacional del Popol Wuj, los hombres de maíz (14).

Igualmente utiliza de las imágenes pictográficas precolombinas, como las pirámides mayas, para abordar contenidos de la etnomatemática, de la historia de sus ancestros, de geografía, de las lenguas mayas, de política. De igual manera, las escuelas autónomas y en otros espacios de las comunidades Zapatistas están repletos de murales que evidencian el Diálogo de Saberes. Para las y los Promotores de Educación responsables por la elaboración colectiva del libro, “los murales explican nuestra lucha, nuestro trabajo y nuestra historia. Ellos nos recuerdan nuestra dignidad y son nuestra memoria. Ellos expresan nuestro arte” (EZLN, s/f, p. 10). Para ellos, los murales son considerados zapatistas porque “explican y dibujan la lucha, la historia y los símbolos zapatistas” (EZLN, s/f, p. 23).

El libro Arte en Rebeldía aborda la dimensión política del arte, y logra interpelar la histórica separación entre el trabajo manual, el trabajo intelectual y la dimensión creativa del ser humano, reflexión presente en el proceso educativo llevado a cabo en las escuelas autónomas zapatistas. En esa dirección, expresa un lenguaje traspasado por la dimensión intersubjetiva de las lenguas mayas y que “atañe a la relación entre pensamiento-lenguaje-mundo y acción” (Navarro: 2011, p. 05). Para el Comandante Zebedeo (2007):

“Los objetivos de la educación zapatista es que fortalezca nuestra cultura, lengua, la educación en nuestra propia familia, el colectivismo, la unidad, la disciplina, el compañerismo, aprender a resolver la necesidad de nuestros pueblos, el respeto a nuestras culturas, a defendernos con dignidad, nos enseñe a trabajar, que una el trabajo a la vida, a nuestra madre naturaleza […] El objetivo de nuestra educación es que todos entiendan la situación en que vivimos”.

Por su vez, el Diálogo de Saberes igualmente se hace presente en toda la praxis educativo-política del MST. Una primera expresión es la llamada mística que se realiza al inicio de cada día de jornada educativa y de lucha política, comprendida como momento de la ritualización de los valores del MST (González Castells: 2002), entre ellos, el de la dignidad y de la memoria; remite a una dimensión interpretativa de la lucha política por medio de la sensibilidad y de una polisemia simbólica para expresar un conjunto de temas y sentimientos que tienen una relación directa o indirecta con la histórica resistencia campesina y la centralidad de la lucha por la tierra y por la reforma agraria popular. Otras dos nociones están presentes en ese proceso de interiorización de los valores y principios del MST: la conciencia social y política propia del marxismo, del latinoamericanismo, del internacionalismo y la dimensión de la humanidad y comunión de la historia vivida por el hombre y la mujer del campo, tradición política de la Teología de la Liberación (González Castells: 2002; Barbosa: 2015b).

El MST se ha dedicado a la producción de documentos y materiales didácticos propios para embazar teórica y pedagógicamente sus experiencias educativas. Por ejemplo, los Boletines de Educación presentan la concepción de educación, de pedagogía y de escuela para el MST, además de una sistematización de sus experiencias educativas. Con respecto a la praxis pedagógica, el MST recupera los fundamentos de la Pedagogía Socialista y de la Educación Popular, sobre todo aquellas elaboradas por Makarenko, Pistrak, Guevara y Paulo Freire.

Una de las grandes colaboraciones del MST y del conjunto de movimientos campesinos de la Vía Campesina – Brasil fue la elaboración del Diccionario de la Educación del Campo (15). El diccionario reúne un conjunto de 113 conceptos provenientes de un Diálogo de Saberes entre los aportes de la teoría crítica y del conjunto de experiencias y saberes socialmente construidos en el ámbito de la resistencia campesina en Brasil. Los conceptos están organizados bajo cuatro ejes que dan cuenta de la dimensión política de elaboración del diccionario: campo, educación, políticas públicas y derechos humanos. Un aspecto fundamental del Diccionario de la Educación del Campo consiste en que los conceptos son una elaboración teórica de los propios movimientos sociales. Expresan una mirada teórico-epistémica y política acerca del fenómeno de la Educación del Campo, de sus principios filosóficos y pedagógicos, además de una serie de conceptos y categorías de análisis directamente relacionadas con la lucha por la tierra, por la reforma agraria y por el derecho a la educación para los pueblos del campo en Brasil.

Es vasta la producción teórica de los militantes del MST que ocupan el latifundio del saber de la universidad, en los cursos de licenciatura y posgrado (16). En esa dirección, avanza la elaboración teórica relacionada a la concepción de Educación del Campo, Pedagogía del Movimiento, Agroecología, Diversidad Sexual, Género y Comunidad LGBT Sin Tierra, Infancia y Juventud Sin Tierra, Reforma Agraria, para citar algunas temáticas debatidas a profundidad.

Por lo dicho, el MST considera que la educación “no es sinónimo de escuela. Ella es mucho más amplia porque se refiere a la complejidad del proceso de formación humana, que tiene en las prácticas sociales el principal ambiente de aprendizajes del ser humano”. (MST 2005: 233). Para el MST, la construcción de un proyecto de Reforma Agraria Popular no se consubstanciaría sin la ruptura con el “latifundio del analfabetismo y de la educación burguesa, haciendo la Reforma Agraria también del saber y de la cultura”. (MST 2005: 31).

Seguir el caminar… preguntando, escuchando, teorizando…

Afirma el Subcomandante Insurgente Marcos (2007: p. 322-3):

“Entender lo que decimos, hacemos y haremos, es imposible se no se siente nuestra palabra. Yo sé que los sentimientos no tienen cabida en la teoría, cuando menos en la que ahora anda a los tropiezos. Que es muy difícil sentir con la cabeza y pensar con el corazón. […] para nosotros, nosotras las zapatistas, el problema teórico es un problema práctico. No se trata de promover el pragmatismo o de volver a los orígenes del empirismo, sino de señalar claramente que las teorías no sólo no deben aislarse de la realidad, sino deben buscar en ellas los mazos que a veces son necesarios cuando se encuentra un callejón sin salida conceptual”.

La crítica realizada en la cita pone de relieve las ausencias de una teoría que, todavía, se aleja de pensar la construcción del conocimiento en estrecho vínculo con una realidad dinámica, en movimiento permanente y que, por tal razón, innova sus marcos reflexivos, el posicionamiento del sujeto histórico-político y su propuesta ante las contradicciones de orden cultural y político-económica. No obstante, el MST y el Zapatismo son ejemplos concretos de la emergencia de una teoría propia de los movimientos sociales (Barbosa: 2013) (17), una teoría corazonada, que siembra semillas-palabras en tanto conceptuación propia, refrendada por un mirar epistémico que revela un proceso de escucha permanente de la palabra del yo-colectivo Zapatista, del yo-orgánico Sin Tierra, sujetos colectivos constructores de conocimiento.

En el proyecto histórico de conocimiento que se anhela desde la Educación Autónoma Zapatista y la Educación del Campo, los sujetos educativos son la comunidad, las y los niños Zapatistas y los Sin Tierrita, la juventud, las y los ancianos. Cada uno de ellos es parte del proceso educativo-político; desde su palabra se amplía el sentido epistémico-político de la teoría corazonada. En términos pedagógicos, se abre camino para la emergencia de saberes que se transforman en conceptos políticos incorporados a la identidad política y a su agenda de lucha.

Quisiera destacar que el proceso de construcción del conocimiento desde/con/para los movimientos sociales toma dos elementos importantes: una resistencia lingüística, es decir, de fortalecimiento de la dimensión epistémica de la lengua materna y su racionalidad intersubjetiva (para el caso del Zapatismo) y de recuperación de la cultura, de los valores y del ethos identitario con la tierra y el territorio. En segundo lugar, una geopedagogía del conocimiento (Barbosa: 2014, 2015a), relación que se establece entre la praxis pedagógica y los elementos de orden sociocultural y del territorio que conforman el conjunto de saberes y la multiplicidad de elementos constitutivos de la praxis política, los cuales incidirán en la construcción del conocimiento en el marco de la resistencia.

Por ende, considero que la Pedagogía de la Milpa (18) pone en movimiento dialéctico las semillas-palabras que brotan del Diálogo de Saberes. Expresa el sentido epistémico del acto educativo, por articular diferentes elementos en la formación educativa y política del sujeto histórico-político, propios de una cosmovisión, de la lengua, de una cultura, de otra racionalidad derivada de otras epistemes en la elaboración teórica. En la Pedagogía de la Milpa, el proceso educativo está traspasado por los saberes ancestrales, por la identidad cultural, pelas consignas políticas, pero también por la poesía hecha canción, la pintura, el arte escénico e iconográfico, entre otras manifestaciones del arte insurgente, rebelde y subversivo, que también son semillero en la construcción y práctica del conocimiento.

Un proceso de re-apropiación cultural que termina por fortalecer la organización colectiva y política y su capacidad de forjar un proyecto histórico de conocimiento hecho semillas-palabras, siempre articulado a un Ser-Estar, un Sentir-Pensar, es decir, un posicionarse de forma corazonada. Y volviendo al inicio de este escrito, el Seminario El Pensamiento Crítico Frente a la Hidra Capitalista, así como el Festival CompArte por la Humanidad y el I Festival de Arte y Cultura de la Reforma Agraria (19)19 constituyen espacios de expresión del Diálogo de Saberes en la expresión del pensamiento y teoría corazonada.

* Socióloga brasileña, doctora en Estudios Latinoamericanos (UNAM). Docente en el Programa de Pós-Graduação em Sociologia, de la Universidade Estadual do Ceará (UECE). Investigadora del Programa Alternativas Pedagógicas y Prospectiva Educativa en América Latina (APPeAL-UNAM). Es autora de numerosos trabajos sobre educación y movimientos sociales, entre otros, el libro «Educación, resistencia y movimientos sociales: la praxis educativo-política de los Sin Tierra y de los Zapatistas» (Ciudad de México: LIBRUNAM, 2015). Correo electrónico: lia.pbarbosa@gmail.com


 Notas:

 1) “Yo’taninel bajtik, re-ch’ulel-izarnos y revivir lo sagrado desde nuestra propia humanidad como matriz del del fin de la Jow-hidra capitalista, participación de Xuno López el día 08 de mayo del 2015 en el Seminario El Pensamiento Crítico Frente a la Hidra Capitalista.

 2) Hago referencia a la expresión “calendarios y geografías” en alusión al análisis del Subcomandante Insurgente Marcos (2007) acerca de los tiempos y calendarios de las resistencias en todo el mundo, los cuales dialécticamente interpelan los calendarios, la geografía y la teoría hegemónica, y demarcan un posicionamiento histórico-político de los subalternizados, los de abajo.

 3) Maya-tzeltal, antropólogo, cofundador del Colectivo Yip Sch’ulel Ko’tantik y de la Red de Comunicadores Comunitarios, Artistas y Antropólogos de Chiapas (RACCACH).

 4) Escuché por primera vez la expresión semilla-palabra en el 2010, en un diálogo colectivo con los Promotores de Agroecología del Caracol Oventik. Igualmente es usada por Xuno López, en su exposición en el Seminario El Pensamiento Crítico Frente a la Hidra Capitalista. Claramente representa a los conceptos y categorías de análisis que emergen desde el pensamiento y la praxis de los movimientos y organizaciones en resistencia.

 5) Metáfora utilizada por las y los Zapatistas, en alusión a los procesos de colonización.

 6) Para citar algunos ejemplos de experiencias educativo-pedagógicas alternativas: los Bachilleratos Populares (Argentina), los Institutos Agroecológicos Latinoamericanos (LVC-CLOC), la Universidad Popular Madres de la Plaza de Mayo, además de las experiencias de Universidades Autónomas Indígenas, en Colombia, México, Ecuador, Bolivia.

 7) En Barbosa (2015a) desarrollo un análisis más profundizado acerca del proyecto educativo-político del MST y del Zapatismo.

 8) El SERAZ-LN comprende la Educación Primaria Rebelde Autónoma Zapatista y la Educación Secundaria Rebelde Autónoma Zapatista. Como parte del proyecto autonómico Zapatista, las escuelas autónomas no reciben ningún presupuesto por parte del Estado, tampoco son reconocidas por la Secretaría de Educación (SEP) de México. Las Promotoras y Promotores de Educación no reciben un sueldo por su labor educativa y la mediación pedagógica es de carácter comunal, es decir, toda la comunidad se hace responsable por el proceso educativo-formativo de la niñez y la juventud Zapatista. En ese sentido, la comunidad, en asamblea, decide el contenido abordado en las escuelas autónomas y garantiza la alimentación de los jóvenes y de las y los Promotores de Educación durante el periodo escolar.

 9) El MST posee sus escuelas de formación política de carácter autónomo, como la Escola Nacional Florestan Fernandes (ENFF), el Instituto de Educação Josué de Castro (IEJC), el Centro de Formação Frei Humberto, además de los IALAS, articulados por la Vía Campesina. Sin embargo, también ha avanzado en el campo de disputa de proyectos educativos, con las Escuelas Itinerantes (MST: 2008) y la Educación del Campo, proyecto educativo-político que reivindica el derecho constitucional a la educación para los pueblos del campo. En esa perspectiva, se reivindica la implementación de una política pública, la Política Nacional de Educación del Campo, que reglamente y financie los proyectos educativos articulados por los movimientos sociales del campo, desde la Educación Básica hasta la Educación Superior. Además de los autores mencionados, hay otros estudios que profundizan dicho debate: (Kolling; Ceriolli; Caldart: 2004); Barbosa (2015a; 2016).

 10) Es muy amplia la producción documental y teórica de ambos Movimientos, mucha de ella disponible en sus páginas web, respectivamente:http://www.mst.org.br/ y http://www.ezln.org.mx/.

11) Para este escrito seleccioné aquellos referentes epistémicos que considero más emblemáticos para los casos del Zapatismo y del MST, a la vez que permiten puentes dialógicos con otras experiencias educativo-pedagógicas alternativas de nuestra región. En otros escritos desarrollo con más detenimiento la dimensión epistémica de sus proyectos educativo-políticos (Barbosa: 2014, 2014a).

12) Sin bien los cargos son decididos en las asambleas, es menester mencionar que es común que algunos jóvenes expresen su deseo para asumir un cargo en razón de haberlo soñado, es decir, que el sueño le reveló la responsabilidad a asumir en su comunidad.

13) Existe una serie de documentos elaborados por el movimiento de resistencia cultural en Guatemala, los cuales plantean principios étnico-filosóficos anclados en el Popol Wuj. Para un mayor análisis, sugiero la tesis doctoral de Almaguer (2015).

14) Los hombres de maíz consiste en el mito fundacional del Popol Wuj. En el libro Arte en Rebeldía está en el “Tema 5 – Historia del Arte”, seguido del nombre maíz en tzeltal – ixim – y de la cita extraída del Libro de los Consejos.

15) Participaron un número expresivo de militantes de movimientos sociales y de investigadores de diferentes universidades brasileñas, en un total de 107 autores.

16) En Barbosa (2015a) presento la trayectoria del MST en la demanda por la democratización del acceso a la educación superior a los pueblos del campo en Brasil.

17) Me parece pertinente mencionar a Gunderson (2013) y su análisis acerca de los orígenes intelectuales del Zapatismo y el proceso de consolidación de una teoría revolucionaria.

18) Hago alusión a la milpa, del náhuatl: milli (parecela sembrada) y pan (en cima), agroecosistema mesoamericano destinado a la siembra del frijol, de la calabaza, del maíz y del chile. En las comunidades indígenas siempre hay una milpa. En el SERAZ la milpa es uno de los espacios educativos de los niños y jóvenes.

19) Éstos dos últimos festivales se llevaron a cabo en julio, el primero organizado por el EZLN, y el segundo por el MST.

Referencias Bibliográficas

Almaguer, R. X. R. (2015). El Popol Wuj y sus traducciones por mayahablantes. Memoria histórica y resistencia cultural en Guatemala, 1970-2014. Tese de Doutorado. Programa de Posgrado en Historiografía. Universidad Autónoma Metropolitana – UAM: 2015.

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__________ (2015). “El principio de la autonomía y la praxis de la libertad en la Educación Rebelde Autónoma Zapatista”. Revista del Centro Telúrico de Investigaciones Teóricas – CISMA. No. 6. 2015. Disponível em www.cisma.ctit.cl/6/pinheiro-principio.pdf.

__________ (2015a) “Educação do Campo, movimentos sociais e a luta pela democratização da Educação Superior: os desafios da universidade pública no Brasil”, en A. Acosta et. al. Los desafíos de la universidad pública en América Latina y el Caribe. Buenos Aires: CLACSO.

__________ (2015b). Educación, resistencia y movimientos sociales: la praxis educativo-política de los Sin Tierra y de los Zapatistas. Ciudad de México: LIBRUNAM, 2015.

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Barbosa, L. P. ; Gómez-Sollano, M. (2014). La Educación Autónoma Zapatista en la formación de los sujetos de la educación: otras epistemes, otros horizontes. Revista Intersticios de la Política y de la Cultura. Intervenciones latinoamericanas. Universidad Nacional de Córdoba, Vol. 03, Nº 6.

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Colombia: ‘La educación será la clave para el postconflicto en el Huila’

Colombia/29 de julio de 2016/www.lanacion.com.co/Por:Redacción Web

Ese fue uno de los mensajes del gran foro educativo departamental ‘Pedagogías alternativas para Transformar la Educación y Ambientes de Aprendizaje y VII Encuentro Departamental de Experiencias Pedagógicas Significativas’, que se adelanta en el centro de convenciones José Eustasio Rivera de la capital opita hasta este viernes 29 de junio.

Durante las intervenciones de cada uno de los ponentes y participantes se destacó el papel preponderante que jugará la educación de cara a la paz, luego que se firme la paz en La Habana, Cuba, con las Farc, más en un departamento como el Huila que ha sufrido tanto por el conflicto armado en décadas.

A su turno la secretaria de Educación del Huila, María del Carmen Jiménez explicó que este importante evento dirigido a todos los actores sociales interesados en conocer experiencias de modelos pedagógicos exitosos y las iniciativas significativas que han merecido reconocimiento en el departamento.

Para ello está invitado Guillermo Carvajal Corzo quien disertará sobre el cambio en la Escuela Ponencia; Eduardo Villar Concha por su parte reflexionará sobre la educación desde una perspectiva constructiva, creadora, colaborativa y respetuosa, y Gloria Ayala Oramas sobre los aportes de las TIC a la calidad e inclusión educativa, serán entre otros los invitados a las conferencias.

“El acto de apertura estuvo a cargo del gobernador Carlos Julio González Villa, y como delegado del Ministerio de Educación Nacional oficiará Carlos Arturo Sánchez. Hacemos la invitación extensiva al foro que tendrá también espacio para la presentación de Plan Nacional de Lectura y Escritura y el taller ‘Se aprende a escribir escribiendo’, con el escritor huilense Gerardo Meneses Claros”, indicó Jiménez

En el marco del Foro hubo un recital artístico música para educar, que pretende ser un escenario para el disfrute del arte como herramienta pedagógica.

En este concierto, el joven talento huilense Gerardo Sánchez Pastrana, presentará ante el público un selecto repertorio de temas interpretando el violonchelo, con el acompañamiento del pianista Juan Andrés Acosta.

“Será un espacio de fortalecimiento al arte como alternativa de aprendizaje integral, siendo la música, el lenguaje universal que permite leer al mundo”, comentó la Secretaria de Educación. El concierto ‘Música para educar’, tendrá lugar en el recinto de la Asamblea Departamental, mañana viernes 29 de julio a las 7:00 p.m.

Gerardo Sánchez Pastrana músico violonchelista de la Universidad Nacional de Colombia, fue ganador del Segundo Premio Nicolás Finoli en el VI Festival Latinoamericano de Violonchelo en la ciudad de Buenos Aires, Argentina 2016. Además, en el 2012 fue ganador de la serie de Jóvenes Intérpretes. Entre otras distinciones a nivel nacional e internacional, ha formado parte de prestigiosas orquestas sinfónicas y filarmónicas.

A los 12 años de edad, inició su formación en el Conservatorio Departamental del Huila, desde donde inició una gran carrera que hoy en día se proyecta de manera internacional con gran éxito. En este recital el maestro Gerardo presenta un homenaje al Huila, antes de su viaje al Artist Diplomat en Indiana, Estados Unidos, donde fue becado.

Tomado de: http://www.lanacion.com.co/index.php/actualidad-lanacion/item/274053-la-educacion-sera-la-clave-para-el-postconflicto-en-el-huila

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Documental: Enséñame pero bonito.

Enséñame pero bonito, es un documental que muestra diferentes experiencias educativas alternativas al modelo tradicional de aprendizaje. Pretende visibilizar y abrir un debate sobre los principales métodos de enseñanza actuales en nuestro país. Es nuestra aportación para trabajar por una renovación pedagógica y un futuro mejor.

El documental “Enséñame pero bonito”, realizado bajo la dirección de Sara Moreno, cuenta con la colaboración de varias personas: Bárbara Serrano, Celine Hameury, Javier Herrero, Laura Mascaró, Marcel Bosch, Miguel Angel Martín, Pablo López, Pero Joan Duque  y Tamara Chubarovsky, como representantes de las diversas pedagogías que confluyen en la terminología general de enseñanza libre.

Recoge una juxtaposición de varias entrevistas realizadas a personas que conocen, viven y trabajan en escuelas alternativas, educan en casa, y en general recoge el pensar de profesionales que desarrollan su esfuerzo en espacios alternativos a la educación tradicional. El documental desde las manifestaciones de un número determinado de personas, va desarrollnado diferentes temas. Se trata sólo de profesionales de la educación,  no aparecen familias.

No es que haya nada nuevo que no haya oído nunca, pero siempre resulta reconfortante saber que cada sabemos más sobre estas materias. Obviamente, recalcan que el problema es la economía, y el hecho de que sean iniciativas privadas que no tienen ningún tipo de ayuda pública y viven, por tanto, sólo de la cuota de los padres. La mayoría de las personas entrevistadas involucradas en los proyectos educativos que gestionan, afirman que su privacidad es el talón de Aquiles que les lleva a pesnar que quizas se trata de proyectos para la élite y luchan por conseguir la accesibilidad al público, e incluso, eventualmente, su incorporación a la red pública.

El documental, finalmente incide sobre el tema legal, bajo el tema “La legalidad”, que es de prioritario interés para este blog. Laura Mascaró, que representa la alternativa que supone el educar en casa, incide en la dificultad que supone la inseguridad jurídica que supone la situación, tanto las escuelas alternativas como la educación en casa dentro del ordenamiento jurídico vigente.

Finalmente, sólo me queda constatr que deja un sensación de autocomplacencia derivada de que, en realidad, presenta una visión muy positiva sobre estas alternativas, desde el momento en que son expresadas siempre bajo el prisma de los propios involucrados en los diversos proyectos, y que en ningún caso busca polemizar ni confrontar visiones antagónicas de la materia que se trata. Por ello, el resultado resulta privado de elementos de crítica o la constatación de algún aspecto destacable negativo a estos tipo de procesos, y si los hubiera, como pueden ser la falta de recursos económicos o la ausencia de un marco legal adecuado, son dificultades impuestas por el exterior, pero en ningún caso intrínsecas a los propios proyectos o alternativas.

Fuente: https://youtu.be/bYZJD-aUN0A

Imagen: https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRubbjEZL3JqkYT0cTCOV0Pj6ts4pqgXY9srVfkoyAgkmjvY46G

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La Universidad se ha convertido en una fábrica de certificación

Sobre María Acaso

El acceso a la facultad de Bellas Artes de la Complutense desconcierta. Tras rebasar una puerta metálica de color negro llena de grafitis, se ven varios bloques de taquillas cerradas con candados y cubiertas con todo tipo de mensajes. La atmósfera es anárquica y en nada se parece a otras estancias universitarias. La expresión artística e ideológica de los alumnos salpica también las paredes del centro. Parece que el espacio está tomado por los estudiantes. En cambio, dentro de las aulas, en las clases teóricas, los chicos atienden en silencio y sentados en sus pupitres las típicas clases magistrales habituales en otras facultades.

Muy pocos lo saben, pero en la primera planta, en el aula 116B, está teniendo lugar una microrevolución. En esta clase, la jerarquía profesor-alumno no existe. Las mesas están colocadas con las patas hacia arriba, cada uno busca su hueco y en uno de los extremos varios chavales se sirven café recién hecho o preparan un té. Aquí la evaluación no está en el centro del proceso educativo; el conocimiento no es unidireccional y los temarios se amplían con la suma del conocimiento de todos los presentes. La responsable de este cambio es María Acaso, profesora titular de Bases didácticas para la educación artística, una asignatura obligatoria para los alumnos de tercero que les adentra en el universo de la docencia.

Su método no es improvisado. Acaso, que lleva más de 20 años trabajando en la Complutense, acaba de publicar Esto no es una clase, una investigación que le ha llevado dos años y en la que propone una metodología disruptiva que se inspira en la de universidades como la School of the Arts Instute of Chicago o la noruega National Bergen Academy of the Arts, donde realizó varias estancias. El estudio de Acaso y sus colaboradores se basa en los resultados de las clases impartidas durante un cuatrimestre a dos grupos de estudiantes -61 en total- en el curso 2011-2012.

El objetivo de la docente es dar voz a los alumnos y motivarles hacia la búsqueda del conocimiento. “La Universidad se ha convertido en una fábrica de certificación donde el aprendizaje no sucede y todo conduce a sacar una nota”, critica Acaso, que además es coordinadora de la Escuela de Educación Disruptiva de la Fundación Telefónica. Considera que la Universidad está desconectada del mundo real y que se basa en el academicismo del siglo XIX. “Ahora el conocimiento no solo se produce en la Academia, sino en la Wikipedia, en las redes sociales y en las plataformas online”, defiende.

Alumnos de tercero de Bellas Artes trabajan en grupo. / SANTI BURGOS
Pone un ejemplo: toca hablar del rojo en el arte y en lugar de “aburrir” a los estudiantes con un Power Point, teclea en Google Drácula de Bram Stoker. El debate gira en torno al uso del rojo en esa película, pero a otra alumna le interesa contar su visión en la trilogía Tres colores: azul, blanco y rojo de Kieslowski.

Acaso apela a la libertad de cátedra como vehículo para la puesta en marcha de su propia metodología. Durante su investigación, las paredes del aula se cubrieron con obras creadas por los alumnos. Este curso, sin embargo, la profesora se ha topado con un obstáculo; la Complutense le ha prohibido que las paredes estén decoradas. Después de cada clase, el espacio debe quedar limpio y en orden, sin rastro de creatividad. “Es un despropósito, estamos en Bellas Artes”, denuncia Acaso.

Son las cuatro de la tarde y nadie mira por la ventana o apoya su cabeza sobre las manos deseando que sean las seis para cargar su mochila y abandonar el aula. Al contrario, debaten concienzudamente sobre el sistema educativo, sobre el tipo de docencia que les gustaría impartir si finalmente deciden convertirse en profesores, un trabajo al que, según Acaso, se acaban dedicando el 90% de los licenciados en Bellas Artes.

“No quiero reproducir un sistema que siempre he odiado”, dice uno de los estudiantes. La mayoría coincide en que la comunicación unidireccional de profesor a alumno no es efectiva, que escuchar, tomar apuntes y después vomitar la información en forma de examen no les prepara para el mundo real ni les permite desarrollar su capacidad crítica. “Está claro que la educación en este país no ha avanzado al ritmo de la sociedad, todo se va modernizando y esto sigue igual”, opina otro.

“La clave de la educación del futuro es el índice de participación. Hay que buscar experiencias que les transformen, que les empujen a emprender proyectos reales fuera de clase y no a memorizar información y aprobar un examen”, explica Acaso. Su investigación prueba que una enseñanza “horizontal”, en la que la voz del profesor no es más válida que la de los alumnos, funciona. Su principal logro es que el 50% de los alumnos aseguró haber tenido una experiencia transformadora.

Parte de su revolución también pasa por el mobiliario. “La disposición actual de las aulas y el color verde ministerio de los muebles está creada para el inmovilismo, para escuchar y no actuar. Los chicos desconectan en cinco minutos cuando lo que tienen que hacer es trabajar en grupos”. Acaso apuesta por la ruptura de la estructura clásica del aula, con todas las mesas ordenadas en fila orientadas hacia la pizarra, para crear espacios propicios para el diálogo donde los estudiantes se mueven a sus anchas y se encuentran cómodos.

A las seis de la tarde la clase ha terminado. “Esta asignatura es una bocada de aire fresco”, dice Carmen De la Paz, estudiante de 20 años. “Aquí la disciplina te sale sola, te apetece llegar a casa y leer más sobre los temas que hemos tratado o mirar algunos vídeos”. Los alumnos vuelven a colocar las mesas y las sillas como estaban. María Acaso recoge el termo, la cafetera y las tazas. Lo coloca todo en un antiguo carro y lo arrastra hacia su departamento, donde un hombre le lanza una dura mirada que parece de desaprobación. Nadie dijo que fuese fácil liderar una microrevolución en la enseñanza pública.

* Artículo publicado en El País el 26/10/2015 y realizado por Ana Tores Menarguez

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Colegios sin deberes

La ‘educación activa’ reivindica un modelo de escuela en el que el aprendizaje se basa en la motivación y el crecimiento personal, donde no son necesarios pupitres, deberes para casa ni exámenes

Un profesor entra en clase, habla y escribe en la pizarra mientras los alumnos, bajo un silencio disciplinario, escuchan y toman notas. Periódicamente son sometidos a exámenes para ver si han sido capaces de memorizar lo hablado por su maestro y para fomentar esa memorización se mandan deberes, tareas que deben realizar los alumnos fuera del horario escolar. Esa podría ser la imagen de cualquier colegio o instituto convencional. Ya hay voces de expertos que critican este sistema educativo que dicen «sigue invariable desde hace siglos», como apunta uno de los principales investigadores mundiales sobre la inteligencia artificial y la teoría del aprendizaje, Roger Schank.

Disciplina férrea, el papel incuestionable –casi dictatorial– del maestro en el aula y como objetivo aprender habilidades y memorizar conocimientos. No parece que se ajuste a una educación basada en los actuales valores democráticos. Eso se debe, según los expertos críticos con la educación convencional a que el modelo educativo actual se basa en principios del siglo XVIII, cuando el reto de la educación era crear una ingente mano de obra para la producción industrial.

Sin embargo, empiezan a ganar peso en la sociedad otras pedagogías que ponen el foco en la creatividad y en valores democráticos. «Trabajamos bajo las premisas de la pedagogía activa, en la que el alumno realiza su propio aprendizaje a partir de materiales vivenciales y experiencias de aprendizaje, que le permiten el desarrollo del pensamiento crítico, la resolución de problemas, la búsqueda de estrategias múltiples de aprendizaje, manteniéndole conectado con su creatividad, inventiva y alta capacidad de pensamiento divergente», explica Cynthia Ramos, directora de la Escuela Myland, ubicada en la sevillana localidad de Palomares del Río.

En Myland llama la atención que no hay pupitres. Los niños eligen qué hacer según sus necesidades o intereses, aunque monitorizados por un profesorado que ejerce de «acompañante educativo». Aprender en base a la experiencia y no teniendo como patrón educativo la repetición y la memorización. «Entendemos que los niños y niñas poseen un interés innato por el aprendizaje y el descubrimiento, como explica su directora». En este sistema pedagógico el profesor adquiere el papel de guía y se comunica con el niño de manera bidireccional. El silencio en clase no sólo no es obligatorio, sino que puede ser preocupante si un niño no adquiere esa capacidad de preguntar y comunicarse, explican.

Si ya resulta extraño no ver pupitres en las aulas, más extraño es ver al alumnado entrar y salir a su antojo de aulas que siempre mantienen las puertas abiertas o, simplemente, no tienen puertas. En contra de lo que podrían imaginar los defensores de la educación basada en una férrea disciplina, al ojear en el interior de alguna de estas aulas los niños están trabajando dentro sin que nadie les obligue a ello. «Basamos nuestro proyecto en la idea de que el aprendizaje surge por una motivación interna y esta es la que determina el currículum individual que seguirá cada niño o niña», explica la directora de Myland. Es fundamental, apuntan los promotores de este tipo de educación activa, respetar al niño y sobre todo sus necesidades e inquietudes. «Se educa para el fomento de sus habilidades, autonomía y desarrollo personal, tanto intelectual como emocional», aclara.

En Myland se han decantado por un sistema propio de enseñanza que tiene sus bases en la Teoría de Inteligencias Múltiples (de Gardner) y en el método Montessori entre otros. El método Montessori, elaborado por la doctora italiana María Montessori, se basa en tres elementos clave: ofrecer un ambiente preparado para que los alumnos puedan expresarse en todos los ámbitos posibles, la monitorización del profesorado hacia cada alumno ya que es «mediante la observación atenta que hacen los profesores se realizan propuestas de trabajo que respondan a las necesidades auténticas de aprendizaje que va mostrando cada alumno», aclara Cynthia Ramos. En este sentido el método Montessori potencia las singularidades de cada alumno y no ofrece una educación uniforme para grupos, como es habitual en la educación convencional. El otro elemento fundamental es conocer y aportar experiencias a los niños acordes a cada etapa evolutiva.

En este sentido, la otra gran tendencia alternativa a la educación convencional en la llamada educación activa es el método Waldorf. En estas escuelas el vínculo entre el maestro y el alumno es muy fuerte y se considera esencial, pero su metodología se basa en respetar los ritmos educativos de cada niño. Estas escuelas libres han logrado el reconocimiento como corriente pedagógica de la Unesco y cuentan con más de 800 escuelas y mil centros infantiles en todo el mundo. En las escuelas Waldorf los libros de texto los elaboran los propios alumnos, de manera que se sientan protagonistas de su propia educación, con una clara orientación humanística.

Sea Waldorf o Montessori, el objetivo es el desarrollo integral del individuo a través de la educación. Para ello se pone también la lupa en las emociones y los sentimientos de los alumnos. «Es esencial que la educación ofrezca un apoyo afectivo continuado, un acompañamiento emocional que le permita al niño sentirse libre y seguro para desarrollar todas sus capacidades». Y en ese planteamiento la participación de los miembros de la familia es imprescindible: «Las familias forman parte del proceso educativo, colaboran tanto en actividades como en el seguimiento y bienestar de la escuela», explica la directora de Myland.

Una de esas madres que ha optado por salirse de la línea educativa convencional es Mireia Illescas, que además trabaja como formadora de maestros: «En estas escuelas yo encontré la teoría hecha realidad –explica–; el entorno, las personas y la manera de acompañar a los niños responde a las recomendaciones que los expertos en ámbitos como la neurobiología, la psicología y la pedagogía, aportan a la educación».

Patricia Linares, madre de Diego, de tres años, llegó a uno de estos centros casi de manera natural: «No puedo decir que nosotros hayamos escogido un colegio de pedagogía activa de forma consciente, fue más bien el resultado de aprender a ser padres lo que nos llevó allí», aclara. «Con nuestro primer hijo descubrimos con tristeza en su entrada al cole, con tres años, que no había un verdadero proceso de adaptación sino un paso abrupto más cercano al sálvese quien pueda». Para esta madre el hecho de que los padres puedan estar acompañando a sus hijos en estos centros todo el tiempo que sea necesario hasta que se sienta seguro en ese nuevo espacio es esencial.

La motivación de los alumnos es sin embargo lo que más destacan los padres y madres que optan por esta educación alternativa. Patricia Linares, que ha vivido la educación convencional con su primer hijo, relata lo que para ella fue traumático en la escolarización convencional: «Asistimos con estupor al hecho de que mientras más tiempo pasaba en el centro escolar, más se iba apagando su afán innato por aprender».

Así que cuando nació nuestro segundo hijo, nos preguntamos: «¿No habría un colegio donde los padres podamos estar presentes en su adaptación? ¿No habría un colegio donde se aprendiera de forma más intuitiva y activa aprovechando sus intereses? ¿No habría un colegio donde se respetara sus necesidades afectivas?».

En estos centros no hay fichas, no hay deberes, no hay exámenes. Es una ruptura total con la forma que han tenido de educarse las generaciones de españoles hasta ahora. Los principales temores que le surgen a los padres y madres para dar el salto a la educación activa están principalmente en torno a la homologación. Hasta ahora, en España, estas iniciativas surgen amparadas por el hecho de que la educación no es obligatoria para los niños menores de 6 años, pero se hace necesaria la autorización administrativa una vez que los niños entran en edad de escolarización obligatoria (Educación Primaria). Es en ese momento en el que muchas escuelas no encuentran el respaldo legal necesario como alternativa educativa y los proyectos acaban cerrando o ubicándose en un limbo alegal. «Para nosotros normalizar esta forma de enseñanza es primordial y hemos luchado mucho para reconocer el reconocimiento de las autoridades competentes», explican desde Myland.

«Una educación donde lo importante es desarrollo global del niño mas allá de la adquisición de contenidos académicos», es el resumen que hace la directora de Myland de esta educación alternativa a lo tradicional. La escuela pública está también evolucionando y adquiriendo muchos de estos planteamientos, pero la estructura física incluso les impide llevar a cabo estos cambios. Aunque el planteamiento se comparta: convertir al alumnado en el centro del conocimiento y no como un receptor pasivo, las estructuras físicas suponen un obstáculo. Mientras la educación tradicional mantiene aulas únicas con pupitres, en estos centros alternativos se desarrollan actividades en espacios abiertos, adaptables y gran parte de ellos al aire libre en entornos naturales. De hecho, aunque este concepto de educar en un entorno exterior, con vegetación y huerto y sin mobiliario que restrinja los movimientos pueda parecer muy novedoso, es el mismo que desarrolló Aristóteles en su Liceo, un jardín provisto de una galería para pasear al aire libre, salas de clase y habitaciones. El resultado es una educación atractiva, interesante y desde luego no aburrida y monótona. Tal vez esa sea una fórmula capaz de romper la espiral del fracaso escolar.

Fuente: http://elcorreoweb.es/cincocolumnas/colegios-sin-deberes-LH1867159

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