CII-OVE: Por qué son necesarias las pedagogías feministas?

Luz Palomino/CII-OVE 

Las pedagogías feministas están en permanente construcción, huyendo de la rigidez de recetas cerradas y de la pretensión de neutralidad del discurso educativo oficial. Se trata de tomar conciencia de qué contexto habitamos y cómo lo vivimos, sentimos, reproducimos y transformamos.

Según Simone de Beauvoir, en El Segundo Sexo (1948), una mujer no nace sino se convierte en tal, por una serie de prácticas educativas que abarcan desde la familia hasta el estado, pasando por la religión, la cultura popular y las normas sociales y de etiqueta. Gabriela Mistral fue una maestra que abogó por la educación femenina, tanto en su Chile natal como en la Secretaría de Educación Pública fundada por Vasconcelos en el México pos-revolucionario.

De tal manera, creo que para abordar la relación entre la educación y los feminismos podemos plantearnos dos temas sobre los que dialogar. El primero es el nexo entre la educación formal e informal y diversas prácticas de inclusión o exclusión social. El segundo es el papel de la educación para la asimilación y repetición, o para la transformación de los roles sociales genéricamente asignados a las mujeres y los hombres.

Personalmente, considero que el nexo entre las prácticas sociales de inclusión y exclusión de grupos humanos específicos, mayoritarios o no, y las formas y contenidos de la educación, salta a la vista desde diferentes ángulos, siendo el primero, la elección y construcción de la validez de los conocimientos para sostener, posibilitar y reforzar los proyectos de los grupos que detentan el poder de gobierno, así como de los medios para transmitirlos, hasta imponerlos como los únicos subsistentes. Esto genera que siempre exista una tensión entre la educación formal y las corrientes políticas, sociales o culturales que disienten de las posturas hegemónicas en una determinada sociedad.

En este caminar, las pedagogías feministas proponen «entre – tejer» diversas experiencias desde lo educativo, entendido como un espacio de subversión de un sistema de poderes y privilegios sustentado en las desigualdades de género, clase, sexualidad, etnia, edad, etc. bell hooks (1994) nos recuerda:

 «The academy is not paradise. But learning is a place where paradise can be created. The classroom, with all it´s limitations, remains a location of possibility. In that field of possibility we have the opportunity to labor for freedom, to demand of ourselves and our comrades, an openness of mind and heart that allows us to face reality even as we collectively imagine ways to move beyond boundaries, to transgress. This is education as a practice of freedom».

 

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Podcast CII-OVE: Capítulo III Las pedagogías feministas como práctica de la libertad

Por: Selene Kareli

Buen día, espero que todas, todos, todes, se encuentren muy bien en cualquier parte de los muchos territorios que habiten. Les habla Selene Kareli, formo parte del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación, suscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. También formo parte del Grupo de Trabajo Capitalismo Digital, Políticas Educativas y Pedagogías Críticas. Hoy pasamos al tercer capítulo de las pedagogías feministas en este nuestro podcast OVE-educación, en el cual damos voz y nombre a las diversas maneras de hacer educaciones, donde el enfoque feminista es clave para tejer sociedades más justas y libres.

En este recorrido hemos hablado de manera general del patriarcado y las pedagogías de la crueldad, tomando como referencia a María Galindo y Rita Segato. Asimismo, hemos dicho que las pedagogías feministas se tejen desde la educación formal, no formal e informal, desde las educaciones populares y la cotidianidad, mismas que buscan hacer frente a la violencia patriarcal con propuestas de educaciones otras, destacando que las educaciones feministas dan cuenta de la pluralidad y diversidad que habitamos. De igual manera, y retomando a bell hooks, procuramos mirar con ojo crítico la historia de vida propia y la de las y los otros. Aceptar nuestra historia, mirar el dolor, teorizar el dolor y colectivizar nuevas formas de ser y estar, que apunten a la justicia, a la equidad, a la libertad desde la educación, y no solo desde el sistema jurídico, que, como dijimos anteriormente, es crucial y muy importante para los feminismos; sin embargo, hace falta transgredir desde los espacios educativos los prejuicios, las normas y la dominación patriarcal. Necesitamos teorizar y necesitamos hacerlo desde nuestras contradictorias experiencias. Es así, como hoy llegamos a hablar de las pedagogías feministas como práctica de la libertad, donde Catherine Walsh con el enfoque de interculturalidad crítica, Paulo Freire con la educación como práctica de la libertad y bell hooks con enseñar a transgredir nos van dando camino para trazar esas educaciones emancipatorias. Primero, quiero destacar que, Catherine Walsh radica desde hace varios años en Ecuador, sus aportaciones giran en torno al pensamiento crítico en América Latina, la geopolítica del conocimiento, las luchas políticas, la praxis social de los pueblos afrodescendientes e indígenas, así como los pensamientos feministas, las pedagogías decoloniales y la interculturalidad crítica. En esta ocasión me gustaría destacar que para hablar de perspectivas feministas en educación también hay que hablar de interculturalidad. Catherine Walsh nos dice que “al instaurar una jerarquía racial de identidades sociales ―blancos, mestizos, indios y negros― se han borrado las diferencias culturales de estas últimas, subsumiéndolas en identidades comunes y negativas de “indios” y “negros”, por lo que, “la colonialidad del poder contribuyó de manera clave a la configuración del capitalismo mundial como modelo de poder global, concentrando todas las formas de control de la subjetividad,  la cultura y la producción del conocimiento bajo su hegemonía occidental”. En este sentido, desde la educación, la lucha es contra la deshumanización y por la existencia y por la libertad, es decir para recuperar la dimensión subjetiva y diversa. Por tal, se vuelve fundamental la idea de que una pedagogía crítica podría contribuir a construir algo distinto, donde la diversidad de culturas, de mujeres, de hombres tienen posibilidad de existencia y diálogo. Pensar en un giro decolonial, nos dice Walsh, en torno al conocimiento y la educación requiere tomar con seriedad tanto las contribuciones como las implicaciones de las historias locales y de epistemologías negadas, marginalizadas y subalternizadas. Siendo las historias de las mujeres las que hay que mover de esas categorías. Ya lo dijo Paulo Freire, “no hay práctica social más política que la práctica educativa, la educación puede ocultar la realidad de dominación y la alienación, o puede, por el contrario, denunciarlas, anunciar otros caminos, convirtiéndose así en una herramienta emancipatoria”, por tal, habrá que nombrar aquellas pedagogías que visibilizan la operación de los patrones del poder, racializado, patriarcalizado, heterosexualizado, la geopolítica del saber y la topología del ser.

Sin duda la educación puede construir seres críticos y sociedades más justas, donde a las mujeres se nos vea y trate como sujetos y agentes activos de cambio, y no como meros objetos. Mujeres diversas.

Asimismo, bell hooks, apunta que, la educación como práctica de la libertad tiene como propósito crear comunidades de aprendizajes, donde se pueda reconocer la diferencia, sin confundir estas diferencias con querer sustituir una cultura encima de otra, sino darle valor al disenso, al cuestionamiento y al cambio. Por su parte, hooks apuntó que, todas las personas que participamos del mundo universitario y de la cultura en su conjunto estamos llamadas a renovar nuestro entendimiento si queremos transformar las instituciones educativas (y la sociedad) para que la manera en que vivimos, enseñamos y trabajamos pueda reflejar nuestro deleite por la diversidad cultural, nuestra pasión por la justicia y nuestro amor por la libertad.

De tal manera, la pedagogía debe de ser transformadora, donde la confrontación sea constructiva y la interrogación sea crítica. Esto nos recuerda que no es fácil para los individuos cambiar de paradigma y que debe haber espacio para que las personas expresemos nuestros miedos, para que se hable de lo que se está haciendo, cómo se está haciendo y por qué lidiar de manera provechosa con tanta «diferencia».

Es de reconocer que hay cierto nivel de dolor implícito al renunciar a las formas antiguas de pensar y conocer para aprender nuevos enfoques. El cambio de paradigma implica una ruptura de estructuras. No resulta fácil nombrar nuestro dolor, teorizar desde ese lugar, hacer teoría a partir de la experiencia vivida, pero sin lugar a duda, cuando damos paso a esta parte, ejercemos y tomamos esa porción de nuestra libertad para crear otras maneras de ser y estar con nosotras mismas y con las y los otros.

Es por ello por lo que les invitamos a pensar, sentir y actuar en clave feminista, intercultural, critica y antirracista, para crear esas otras educaciones.

Por hoy, vamos cerrando esta reflexión, recordando que la próxima semana finalizaremos esta miniserie de cuatro episodios de pedagogías feministas, con las experiencias de colectivas, grupos, educaciones populares, que han apostado a las pedagogías feministas para crear esos otros mundos posibles. Les agradecemos mucho nos sigan acompañando.

Finalmente les invitamos a seguirnos en nuestras distintas redes sociales: Twitter, Instagram, Facebook, YouTube, Tik Tok, en todas estamos como Otras Voces en Educación, y compartir sus opiniones y perspectivas, así como para estar pendientes de la siguiente emisión. Los enlaces para descargar los textos que hoy fueron compartidos serán de libre acceso en la parte descriptiva de este podcast para que puedan consultarlos a profundidad cuando ustedes así lo decidan.

También las, los, les invitamos a estar pendientes de las diversas actividades que se realizan desde el Grupo de Trabajo Capitalismo Digital, Políticas Educativas y Pedagogías Críticas que se promueve desde un compromiso en red y en colaboración con CLACSO. Actualmente se encuentran abiertas las inscripciones para el Diplomado en tecnologías e investigación educativa, dejamos el enlace donde encontraran más información.

https://otrasvoceseneducacion.org/archivos/406438

Muchas gracias por seguirnos y escucharnos. Nos encontramos en la próxima reunión en rebeldía, por una educación crítica y emancipatoria del patriarcado.

Hasta pronto.

Interculturalidad crítica y educación intercultural – Catherine Walsh

https://drive.google.com/file/d/1m03GpbQegjBV9-FCJ8YnqOAQbQMDDq0I/view?usp=sharing

Enseñar a transgredir. La educación como práctica de la libertad – bell hooks

https://drive.google.com/file/d/1Rs8FNCSFGKxnuqtpXoyYUy6tpJEOV5Sy/view?usp=sharing

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CIIOVE-Podcast. Pedagogías feministas II: Lo individual, lo escolar, lo comunitario

Por: Selene Kareli

Buen día, espero que todas, todos, todes, se encuentren muy bien en cualquier parte de los muchos territorios que habiten. Les habla Selene Kareli, formo parte del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación, suscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. También formo parte del Grupo de Trabajo Capitalismo Digital, Políticas Educativas y Pedagogías Críticas. Hoy damos continuidad con el segundo capítulo de las pedagogías feministas en este nuestro podcast OVE-educación, en el cual damos voz y nombre a esas otras maneras de hacer educaciones, donde el enfoque feminista es clave para tejer sociedades más justas y libres.

En el anterior episodio hablamos de manera general del patriarcado y las pedagogías de la crueldad. Tomando dos textos fundamentales como eje: ¡A despatriarcar! de María Galindo; y Contra-pedagogías de la crueldad de Rita Segato. Recapitulando parte de lo compartido, es de destacar que las pedagogías feministas, desde la educación formal, no formal e informal, buscan hacer frente a la violencia patriarcal con propuestas de educaciones otras, destacando, como ya lo refirió bell hooks, quien inspira el capítulo de hoy: que para enseñar en comunidades heterogéneas no solo se deben cambiar nuestros paradigmas, sino también la manera en que pensamos, escribimos, hablamos. La voz comprometida nunca debe ser fija y absoluta, sino que tiene que estar siempre en movimiento, evolucionando en diálogo con un mundo que más allá de una, uno mismo. Recordemos que el patriarcado ha buscado por siglos posicionarse como algo único y absoluto, dando normas establecidas de un deber ser, donde todo se traduce en algo dicotómico: bueno, malo. Una forma de ser hombre y una forma de ser mujer. Donde las identidades para ser mujeres varias y diversas no tienen cabida. En este sentido, las educaciones feministas dan cuenta de la pluralidad y diversidad que habitamos. Procurando mirar con ojo crítico la historia propia y la de las y los otros.

De tal manera, para hablar de Pedagogías feministas: Lo individual, lo escolar, lo comunitario, retomo a bell hooks y dos textos que escribió: enseñar a transgredir y enseñar pensamiento crítico, pero antes de continuar, me parece necesario enfatizar en la importancia del por qué hablar y hacer pedagogías feministas.

A lo largo de la historia de los feminismos se ha hablado de las luchas por los derechos políticos y legislativos para las mujeres, entre ellos el derecho a la educación, el derecho al voto, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, destacando que hay territorios donde estas luchas siguen pendientes, sin embrago, a la par de todos estos logros, urge la transformación de cómo estamos siendo educados. Poner en cuestión los valores y las normas que nos transmiten desde el Sistema Educativo y de aquellos espacios desde los cuales vamos haciendo apropiación cultural. De ahí la importancia de destacar y reconocer que todo el tiempo nos estamos educando, de que muchas veces hemos empleado estrategias de reeducación fuera de los espacios escolarizados, para aprender nuevas formas estar con nosotras mismas y con las y los otros. De ahí que resulte fundamental reconocernos en nuestras historias de vida, nombrarlas, y en las muchas habilidades que hemos desarrollado para surfear el sistema patriarcal. Igual de importante es transformar la educación dentro de las aulas, desde educación inicial hasta los más altos posgrados, enfatizando la urgencia de mirarnos como Seres Humanos plurales y diversos

Dando paso a las ideas de bell hooks, me gustaría destacar que fue una escritora y activista social feminista estadounidense. El enfoque de la escritura de hooks fue la interseccionalidad entre raza/etnia, clase y género, fue educada en escuelas públicas segregadas racialmente y escribió sobre las grandes adversidades al hacer la transición a una escuela integrada, donde los maestros y estudiantes eran predominantemente blancos. Aquí es de reconocer que bell hooks formó parte de la generación de personas negras que fueron brutalmente violentadas por el color de su piel, y que también formó parte de las educadoras para crear otras formas de enseñanzas y socialización, donde apuntaba a la erradicación de la violencia de clase, género y raza. De ahí la importancia de reconocer nuestras propias historias, la conciencia social y la conciencia de clase, así como reconocer la diversidad en la que habitamos. Ese transitar de hooks se vio atravesado por una serie de habilidades y cuestionarse constantemente el por qué la situación que vivía era como era, lo que sin lugar a duda la llevó a reeducarse; de ahí parte el feminismo en lo individual, cuestionar el lugar en el que estoy parada, aceptar mi historia, mirar el dolor, teorizar el dolor y colectivizar nuevas formas de ser y estar, que apunten a la justicia, a la equidad, a la libertad desde la educación, y no solo desde el sistema jurídico, que sin duda es crucial y muy importante para los feminismos, sin embargo, hace falta transgredir desde los espacios educativos los prejuicios, las normas y la dominación patriarcal.

Asimismo, hooks apunta que las aulas, pueden ser espacios de combate, por lo que todo centro escolar y espacio universitario es de responsabilidad, donde la maestra, el maestro comprometido con el antirracismo, con el feminismo, con la igualdad, debe tomar partido, mostrarse neutro u objetivo es minimizar el poder transformador y emancipador de la educación. Necesitamos teorizar y necesitamos hacerlo desde nuestras contradictorias experiencias. De igual manera, hooks nos narra la importancia de hacer que esas educaciones sean fáciles, digeribles, entendibles para todo sector de la sociedad y no únicamente dentro de la academia. Resaltar que el placer de enseñar es un acto de resistencia que contrarresta el aburrimiento, la falta de interés y la apatía apabullante que con tanta frecuencia caracterizan el modo en que profesores y estudiantes viven la enseñanza y el aprendizaje, así pues, se destaca nuevamente, como en el episodio pasado, que no se puede descolonizar sin despatriarcalizar. La narrativa y problematización de bell hooks apunta a mirar la educación constante que habitamos y que hacemos cotidianamente, y cómo esto va repercutiendo con las personas que convivimos. Asimismo, destacó la importancia de llevar todos estos saberes de pensamiento crítico al aula. Recordemos que los feminismos y las educaciones tiene una multiplicidad de voces, una complejidad de visiones y una historia, o historias, que están aún pendiente de escribirse, eso feminismos y esas educaciones comienzan a narrarse cuando le damos valor y reconocimiento a las historias propias, sobre todo a la de aquellos grupos que han sido brutalmente segregados, algunos minimizados por la historia del norte global, algunas incluso brutalmente borrados. Educarnos y reeducarnos desde los feminismos es un acto de rebeldía y resistencia, nos narramos a nosotras mismas desde nuestra propia pluma para reconocer que nuestras historias no solo valen, sino tienen mucho que enseñar para tejer esperanzas y utopías. Así es como vamos cerrando este segundo acercamiento a las pedagogías feministas. Destacando que en el siguiente capítulo nos adentraremos en las pedagogías feministas como practica de la libertad, recordando y retomando mucho del legado que Paulo Freire nos ha dejado.

Finalmente les invitamos a seguir nuestras distintas redes sociales: Twitter, Instagram, Facebook, YouTube, Tik Tok, en todas estamos como Otras Voces en Educación, y compartir sus opiniones y perspectivas, así como para estar pendientes de la siguiente emisión. Los enlaces para descargar los textos que hoy fueron compartidos serán de libre acceso en la parte descriptiva de este podcast para que puedan consultarlos a profundidad y cuando ustedes así lo decidan.

También las, los, les invitamos a estar pendientes de las diversas actividades que se realizan desde el Grupo de Trabajo Capitalismo Digital, Políticas Educativas y Pedagogías Críticas que se promueve desde un compromiso en red y en colaboración con CLACSO.

Muchas gracias por seguirnos y escucharnos. Nos encontramos en la próxima reunión en rebeldía, por una educación crítica y emancipatoria del patriarcado.

Hasta pronto.

Enseñar a transgredir – bell hooks:

https://drive.google.com/file/d/1Rs8FNCSFGKxnuqtpXoyYUy6tpJEOV5Sy/view?usp=sharing

Enseñar pensamiento crítico – bell hooks

https://drive.google.com/file/d/1g-7S8wo3UgCOe-Bcy4fWQDYfbJMOYgeX/view?usp=sharing

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Podcast CIIOVE: Pedagogías feministas. Patriarcado y pedagogías de la crueldad

Por: Selene Kareli

Buen día, espero que todas, todos, todes, se encuentren muy bien en cualquier parte de los muchos territorios que habitan. Les habla Selene Kareli, formo parte del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación suscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO, así como parte del Grupo de Trabajo Capitalismo Digital, Políticas Educativas y Pedagogías Críticas. En esta ocasión, damos apertura a una serie de cuatro episodios de este nuestro podcast OVE-educación, en el cual abordaremos un tema vigente y de urgencia como lo son las pedagogías feministas. Esperamos nos acompañen en esta serie de cuatro capítulos.

Hoy comenzamos hablando del patriarcado y las pedagogías de la crueldad. Tomando dos textos fundamentales como ejes: ¡A despatriarcar! de María Galindo, quien es una activista boliviana, militante del feminismo radical, escritora y comunicadora, cofundadora y líder del colectivo Mujeres Creando. Asimismo, Mujeres Creando es un movimiento feminista boliviano, nacido en 1992 que tiene la calle como escenario principal de sus actividades, utilizando sobre todo el grafiti y las performances como expresión. Por otra parte, el texto Contra-pedagogías de la crueldad de Rita Segato es clave en este episodio. Destacando que Rita Segato es una escritora, antropóloga y activista feminista argentina, quien reside en Brasilia y Tilcara. Es especialmente conocida por sus investigaciones que se han orientado a las cuestiones de género en los pueblos originarios y comunidades latinoamericanas, a la violencia de género y a las relaciones entre género, racismo y colonialidad.

Así pues, me gustaría comenzar apuntando una cita textual de María Galindo que se encuentra en ¡A despatriarcar! Quien nos dice: “El patriarcado fue intrínseco para la creación del mundo colonial: el sometimiento de la vida política no-occidental fue constituida, en parte, por el sometimiento de las mujeres. Y, como en los siglos pasados, el patriarcado está incrustado en los sometimientos de hoy. Mujeres Creando estuvo investigando este concepto crucial y devastador: si las relaciones coloniales (y las relaciones neo-coloniales) están construidas con el patriarcado como base –No se puede descolonizar sin despatriarcalizar-“. En este sentido, resulta crucial, que, aquellas investigaciones e intervenciones sociales y políticas que hablen de descolonizar tengan presente la perspectiva de género como eje transversal. De otra manera, se seguirá reproduciendo el patriarcado y esas violencias sistémicas que nos atraviesan.

De igual manera, un elemento fundamental que nos comparte María Galindo es la importancia de liberar al feminismo de la jaula a la que ha sido confinado por la demanda de ‘equidad’ e ‘inclusión’, apuntando a la exigencia del reconocimiento de identidades multidimensionales, portadoras de historias y problemáticas que se intersectan, abiertas al exterior y siempre en movimiento. En este sentido, la crítica de Galindo se centra en Bolivia, pero las lecciones a ser extraídas cruzan las fronteras, donde se hace presente el reclamo de un imaginario y de un nuevo lenguaje político creativo como no lo hacemos usualmente en nuestros tiempos, asfixiadas por la literatura feminista que está entre el frecuente lenguaje pretencioso de la academia y el seco y burocrático lenguaje de las ONG’s y dependencias gubernamentales que dictan los marcos. De igual modo, señala que el colonialismo le otorgó al hombre indígena ventajas sobre la mujer indígena, ventajas de control, usufructo de su trabajo y despojo de su condición de sujeto, violentando e imponiendo su mirada del mundo sobre sociedades a las que se llegó a colonizar. Atrapando e interviniendo subjetividades de manera cruel y violenta. Generando así despojo de múltiples identidades de lo que implica el ser mujer, mujeres y hombres. Arrebatando el derecho que tenemos sobre nuestros cuerpos y nuestras identidades.

Por su parte, en este cuestionar al feminismo, o feminismos que surgen desde el patriarcado, Galindo refiere que el feminismo se entiende como el conjunto de luchas y rebeldías de las mujeres tanto individuales como colectivas para enfrentar y desobedecer los mandatos patriarcales, luchas acontecidas en todas las culturas, sociedades, regiones y tiempos. Cuando hablamos de feminismo, hablamos, por eso, de un fenómeno planetario; no hay sociedad, cultura ni región donde no haya feminismos. El feminismo por tanto tiene una multiplicidad de voces, una complejidad de visiones y una historia, o historias, que están aún pendiente de escribirse.

De este modo, despatriarcar es cuestionar esos mandatos dados que silencian nuestras emociones, nuestros saberes, para crear y dar paso a esas formas de vida que no cumplen marcos sociales establecidos por el gran capital, mismos que, incluso nos ponen en disputa con nosotras mismas, y con otras compañeras.

Siguiendo estas ideas, me gustaría dar apertura a Rita Segato con pedagogías de la crueldad, pues es este sistema patriarcal que se mete de manera sutil y violenta a nuestro inconsciente, y para poder cuestionar y transformar hay que mirar esas pedagogías de la crueldad, asumiendo y dando dirección al dolor que indudablemente surge de ese sometimiento. Pero vayamos por partes ¿qué son las pedagogías de la crueldad? Rita Segato sostiene que  los hombres deben entrar en las luchas contra el patriarcado, pero no deben hacerlo por nosotras y para protegernos del sufrimiento que la violencia de género nos inflinge, sino por ellos mismos, para liberarse del mandato de masculinidad que los lleva a la muerte prematura en muchos casos y a una dolorosa secuencia de probaciones de por vida; en este sentido, desmontar el mandato de masculinidad que se origina desde el patriarcado y que potencializa la colonización, no es otra cosa que desmontar el mandato de dueñidad de cuerpos-territorios.

Por su parte, y siguiendo las ideas de Segato, el patriarcado es la primera pedagogía de poder y expropiación de valor; así, al hablar de la pedagogía de la crueldad no podemos olvidarnos de mencionar a los medios masivos de información con su lección de rapiña, escarnio y ataque a la dignidad ejercitadas sobre los cuerpos de las mujeres. De tal manera, los medios nos deben una explicación sobre por qué no es posible retirar a la mujer de ese lugar de victima sacrificial, expuesta a rapiña en su casa, en la calle, y en la sala de televisión de cada hogar.

Tenemos, desde las ideas compartidas, que el sistema patriarcal nos educa y violenta tanto a mujeres como a hombres, por lo que se vuelve urgente crear Otras formas de ser y estar con una misma para crear comunidad que apunte al buen vivir. Es así como miles de mujeres organizadas en diversas latitudes nos hemos juntado para crear y materializar esas otras formas. Lo cual nos encamina a las pedagogías feministas; no obstante, antes de ahondar en dichas educaciones, se vuelve necesario nombrar y reconocer esas pedagogías que nos oprimen y el dolor que han ocasionado, no para sumergirse en victimización, sino para reconocer e ir hilando esas formas creativas que nos han hecho permanecer en la resistencia para crear otros mundos posibles. No se trata de victimizar ni de romantizar, sino de reconocer nuestras luchas individuales y colectivas que nos llevan a emancipaciones. En este sentido, dejo las preguntas ¿ustedes reconocen las violencias que el patriarcado ha ejercido sobre su cuerpo y7o territorios? ¿De qué maneras se organizan y activan para crear otras maneras de ser y estar? Con estas preguntas al aire cierro, o abro dialogo, de este primero episodio de nuestro Ove podcast.

En el siguiente capítulo nos adentraremos más a estas pedagogías feministas que atraviesan lo individual, lo escolar y lo comunitario. Por lo que les invitamos a seguir nuestras distintas redes sociales: Twitter, Instagram, Facebook, YouTube, Tik Tok, en todas estamos como Otras Voces en Educación, y compartir sus opiniones y perspectivas, así como para estar pendientes de la siguiente emisión. Los enlaces para descargar los textos que hoy fueron compartidos serán de libre acceso en la parte descriptiva de este podcast para que puedan consultarlos a profundidad y cuando ustedes así lo decidan.

Muchas gracias por seguirnos y escucharnos. Nos escuchamos en la próxima.

Hasta pronto.

Contra-pedagogías de la crueldad – Rita Segato:

https://drive.google.com/file/d/1PM0Us9G8RQz085KccE9GYxmCN39isMcP/view?usp=sharing

¡A despatriarcar! – María Galindo:

https://drive.google.com/file/d/1-G3F_JOGSUHKc-poHE1_i-Ho_uwGafrZ/view?usp=sharing

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¿Por qué organizarse y vivir desde las pedagogías feministas?

Por Selene Kareli/CII-OVE

Creo firmemente que las pedagogías feministas son una forma de vida y no sólo algo que se aprende y comparte dentro de las aulas. Sin duda es necesario que las pedagogías feministas estén presentes en los centros escolares; sin embargo, estas no pueden ser reducidas a la escolarización, tienen que salir a las calles e impregnarse en todo espacio público y privado. Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de pedagogías feministas? En primera instancia, apunta a las diversas acciones para la reivindicación de los derechos laborales, políticos, sociales, educativos, económicos, reproductivos, de las mujeres. Es sabido que el sistema patriarcal oprime y segrega, por ello, la exigencia de todos estos derechos debe surgir desde lo cotidiano, propiciando el involucramiento activo y participativo de todAs nosotrAs en diversos sectores, tanto en la toma de decisiones dentro de las agendas públicas, así como en lo privado. En lo rural, lo urbano, lo indígena, lo campesino. El valor de la mujer por ser mujer debe ser reconocido como algo significativo y necesario en todos los procesos de socialización y emancipación.

De tal manera, es de destacar que las pedagogías feministas no son algo acabado y definido, todo lo contrario, están en constante construcción, siempre caminando hacia la reapropiación de nosotras mismas y abriendo múltiples posibilidades para crear comunidad, dejando un camino un tanto más arado para las futuras generaciones; sin olvidar la enseñanza de la conciencia social, la conciencia de clase y la conciencia histórica para la continuidad de esta lucha que reivindica a las mujeres. Caminos arados no significa que ya todo esté acabado, hay que cuidar de la tierra, regar lo andado e ir germinando nuevas ideas emancipatorias, pues en las sociedades capitalistas que nos ha tocado habitar el despojo está al acecho.

Por lo antes referido, las mujeres debemos recuperar el poder sobre nuestro cuerpo como primer territorio que habitamos para que los pasos que sigamos dando sean más firmes y fuertes. Los medios de comunicación mucho nos han empujado a alejarnos de nuestra esencia, buscando sueños y cuerpos que no son los nuestros; por tal, se vuelve urgente tomar el poder sobre nosotras y acuerparnos desde la digna rabia y la ternura. Es vital desaprender esas formas patriarcales, sexistas y capitalistas en las que nos han enseñado a sobrevivir, estamos en busca, creación y construcción del Buen Vivir.

Finalmente, destaco que grandes escritoras y activistas feministas como Angela Davis, bell hoks, Teresita Antazú, Aura Cumes, Berta Cáceres, Diana Maffia, Manuela D’Ávila, Yásnaya Aguilar, Clara Zetkin,  (solo por mencionar algunas); colectivas como lo son Pañuelos en Rebeldía, la Cátedra Libre Virginia Bolten, Mujeres Creando-Bolivia, Espacio de Mujeres del Frente Popular Darío Santillán, Colectivo Minervas (Uruguay), Red de feminismos descoloniales (México), Unión de Nacionalidades Ashaninkas y Yaneshas (Perú), así como muchas mujeres cuyo nombre ha sido silenciado pero que han puesto cuerpo, mente, corazón y vida, han creado formas muy otras de educación ―educación crítica y popular― que apuntan a establecer sociedades más justas, igualitarias y dignas, un espacio donde quepa la diversidad. Un mundo donde quepan muchos mundos. En eso trabajamos cada día desde las pedagogías feministas, reconociendo el compromiso que se adquiere cuando la conciencia nos habita.

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La urgencia de consolidar pedagogías feministas

Por: Selene Kareli Zepeda Pioquinto/CII-OVE

Es marzo y los días se pintan de violeta, esto, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, recordando aquel hecho histórico que suscitó el 08 de marzo de 1908, donde 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. Su lucha se enmarcó en exigir un trato digno, demandando un salario justo respecto a los hombres y una jornada laboral consiente. No obstante, el dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres desistieran y abandonaran el lugar, lamentablemente el incendio, y la osadía del dueño al negarse a escucharlas, acabó con sus vidas. Es así como a partir de aquel momento se comenzó a exigir con mayor fuerza y a nivel mundial la reivindicación de derechos laborales, políticos, sociales, educativos, económicos, reproductivos, de las mujeres.

De tal manera, desde entonces y hasta la fecha se han sumado voces de cada rincón del mundo que cuestionan el sistema político y cultural que es el patriarcado. Las mujeres hemos salido a tomar las calles para hacernos escuchar, generando presión social desde grandes avenidas, así como desde las serranías, para que los parlamentos atiendan nuestras reivindicaciones; demandas que van desde el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, salarios equitativos entre hombres y mujeres, acciones inmediatas contra la violencia por cuestión de género, de clase y de etnia ―misma que se acentúa más en mujeres que en hombres―, castigo a los feminicidas, educación sexual, aborto legal y gratuito; sin embargo, muchas de las veces nos seguimos encontrando con muros, balas o desapariciones que intentan silenciar, lo que ha dado pie a que las mujeres desde las diversas particularidades tomemos acción, un claro y contúndete ejemplo han sido La Rastreadoras, quienes son un grupo de mujeres en México, que ponen el cuerpo en un trabajo en el que tienen en contra incluso al Estado mexicano: salir todas las semanas a buscar a sus desaparecidos.

En este contexto y bajo esta conmemoración, es que hoy me permito apuntar hacia la urgencia de crear y consolidar pedagogías feministas que generen reflexión y nuevas prácticas tanto dentro como fuera de las aulas, que se inscriban en generar conciencia respecto a los procesos generales y particulares que atraviesan el aquí y ahora de las batallas contra la cultura patriarcal, que atraviesa a mujeres y hombres: a todes. Destacando que esas pedagogías feministas requieren tocar los espacios públicos y privados, los Sistemas Educativos y educaciones populares. Se vuelve necesario pensar la educación desde una perspectiva emancipadora, feminista, antipatriarcal, antiracista y anticapitalista, siendo una provocación para trasformar las prácticas reproductoras del patriarcado. La educación como campo de batalla y de trasformación, donde las mujeres somos personas con dignidad y derechos por justicia social.

 

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Así son las nuevas pedagogías feministas

Por: Ana torres Menarquez

Talleres que cuestionan el amor romántico o cursos que revisan la escasa presencia de mujeres en los libros de texto son algunas de las iniciativas

 

Hora del recreo en un colegio cualquiera. Desde fuera, un observador no ve nada especial en el patio. Un tumulto infantil, niños que juegan al fútbol, otros que corren y niñas sentadas en corros por la periferia del espacio. Parece que cada uno está a su aire, donde le apetece. ¿Hay sexismo en ese escenario? Este planteamiento inicial de la socióloga Marina Subirats en su libro Balones fuera (Octaedro) ha inspirado a algunas escuelas a transformar sus recreos para evitar que los roles de género se reproduzcan desde la infancia. «Antes, el patio estaba acaparado por el campo de fútbol. La mayoría de niños solo jugaban a la pelota y las niñas se organizaban en otro tipo de actividades. Ahora todo es diferente: hay muchos más juegos compartidos», cuenta Alicia Bernardos, madre de dos alumnos del colegio público La Paloma, en el barrio madrileño de La Latina, que el pasado noviembre se sumó a la ola de transformación de los patios.

«Desde que son pequeños les enseñamos a estar de una manera en el mundo. El hecho de que los chicos ocupen la mayor parte del espacio con una actividad más agresiva y las niñas se resignen a los alrededores es el comienzo de la desigualdad», explica Irene Martínez, profesora asociada de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense y autora del trabajo Construcción de una pedagogía feminista para una ciudadanía transformadora. Ella es una de las docentes preocupadas por introducir nuevas pedagogías feministas en los programas académicos de la escuela, una realidad todavía inexistente en España y reducida a talleres opcionales en algunos centros.

Martínez cree que el primer paso debe ser la formación del profesorado. «La educación no es neutral y es la responsable de reproducir sociedades desiguales, donde lo masculino está asociado con poder y superioridad intelectual o física, y lo femenino con sumisión y dependencia», explica. Desde hace un año imparte el taller Despatriarcalizar la educación, dirigido a docentes, en el que se revisan tanto las metodologías que se emplean en el aula como los contenidos desde la perspectiva de género.

LOS PATIOS ESCOLARES IMPORTAN
¿Qué ocurre si nos fijamos en los usos que hacen niñas y niños de un patio infantil? “Si aplicamos las herramientas de análisis que propone el urbanismo feminista y la coeducación, veremos que el espacio no es neutral al género. La configuración de los patios de recreo concede protagonismo a unos usos en detrimento de otros, e influye en los comportamientos que se producen en él”, explica Marta Monasterio, portavoz del colectivo Pandora Mirabilia, que junto con el estudio de arquitectura PEZ arquitectos, y las urbanistas feministas Col·lectiu Punt Sis de Barcelona, han impulsado el proyecto ‘Red de patios inclusivos y sostenibles’, gracias a una subvención de La Caixa obra Social.

Así, por ejemplo, en la mayoría de los patios la pista de fútbol (utilizada en mayor medida por niños) ocupa un espacio privilegiado y condiciona el resto de usos del espacio, que quedan relegados a los márgenes. En definitiva, que niños y niñas compartan espacios de juego no garantiza que ese juego se esté dando en igualdad de condiciones.

Dos colegios públicos de Madrid -el CEIP Nuestra Señora de la Paloma y el CEIP Santa María- han sido los pioneros en esta comunidad en transformar sus patios, un proceso que se inició hace un año y en el que han participado la dirección del centro, el profesorado, las familias, el alumnado y la Junta de distrito. “El objetivo ha sido mejorar los patios escolares y su accesibilidad, poniendo el acento en cuatro claves: participación, inclusión social, igualdad de género, y sostenibilidad ambiental”, señala Monasterio. Ahora la reducción de campo del fútbol ha dejado entrar, por ejemplo, un rocódromo donde niñas y niños juegan juntos.

Otro de los focos es analizar los mensajes de la televisión y la publicidad. Pone el ejemplo de Peppa Pig, la serie de dibujos de éxito infantil en la que la madre se pasa el día en casa preparando la comida y el padre sale cada mañana a trabajar con el maletín. Uno de los primeros pasos para los profesores debe ser, según Martínez, revisar su vida y empezar a aplicar la filosofía feminista en sus actos cotidianos. «Muchos de mis alumnos de primero de Magisterio tienen el discurso integrado, pero otros no despiertan hasta los 30. Actuar supone renunciar a cosas y enfrentarse a los otros, implica luchar», remarca.

La estrategia en la escuela debe ser, opina Martínez, ir más allá de la semana de la igualdad y hacer extensivos esos contenidos al currículum escolar. «No deberíamos tenerlo complicado teniendo en cuenta que la gran mayoría de docentes en las primeras etapas educativas son mujeres», añade. Durante el curso 2014-2015, el 66,2% del profesorado en España fueron mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística. En Educación Infantil el porcentaje fue del 97,6%, en Primaria del 81,1%, en Bachillerato del 57,2% y, en cambio, en la Universidad solo del 40,5%.

¿Qué se puede hacer en el aula? El colectivo Pedagogías Invisibles ofrece el curso online Yo, tú, él, ella… conciencia de género en el espacio educativo, 45 horas de formación (150 euros) en el que revisan las metodologías, las relaciones profesor-alumno y los contenidos. «Analizamos las pedagogías invisibles, lo que aprendemos sin darnos cuenta sobre género, raza… lo que llamamos el currículum oculto», señala Eva Morales, doctora en Educación Artística y miembro del colectivo. Ese currículum oculto adoctrina: lo masculino siempre está por encima. “Los programas académicos son androcentristas, el hombre ocupa una posición central en el mundo, las sociedades, la cultura y la historia”, critica.

«El lenguaje tiene mucha importancia. Todo lo masculino es neutro. Ahí se está ejerciencido una influencia», señala. Por eso, utilizan guías de lenguaje inclusivo como la publicada por la Diputación de Huelva. Morales no cree que la fórmula sea utilizar el femenino plural en todos los casos, ya que puede haber gente que no se sienta cómoda, pero sí, por ejemplo, sustituir ‘los alumnos’ por ‘el alumnado’. En su tesis doctoral, como acto reivindicativo, ella empleó el femenino plural en lugar del neutro a sabiendas de que iba contra el estándar académico.

Aplicar el feminismo y actuar supone renunciar a cosas y enfrentarse a los otros, implica luchar

Durante años, Morales ha trabajado como mediadora de museos en diferentes colegios y ha visitado decenas de aulas de Infantil y Primaria. Ha observado como el sexismo se da también en el reparto de tareas dentro de la clase. «Las y los docentes suelen escoger a los chicos para las tareas relacionadas con la fuerza, como mover una mesa, o con el control, como asegurarse de que nadie arme alboroto en ausencia del docente. En cambio, a las chicas se les encarga lo que está más vinculado con el orden o la limpieza, como reponer tizas o borrar la pizarra». Programaciones lúdicas como el carnaval también ejemplifican los estereotipos de género en las profesiones. «Ellos de médicos y ellas de bailarinas… es una ocasión perfecta para trabajar el tema con el alumnado». Otra idea: la revisión de los eventos culturales. «Proponer dibujar una dragona y no un dragón para la celebración del día de Sant Jordi».

La propuesta de María Acaso, presidenta del comité asesor en arte de la Fundación Daniel y Nina Carasso y autora de Art Thinking (Paidós), y de María Llopis, autora del libro Maternidades Subversivas (Txalaparta), va un paso más allá al incidir en la educación afectivo-sexual. Lo que ellas llaman las políticas de la vergüenza. «El patriarcado nos hace pensar que el placer en nosotras es malo y en la escuela los pocos talleres sobre sexualidad giran entorno a la contracepción y a la prevención de enfermedades, que es muy importante pero no tiene que dejar fuera el tema de la estimulación», apunta Acaso, que hace dos semanas impartía con Llopis una charla para docentes en la Fundación Miró Mallorca titulada ¿Qué puede aprender la educación artística del porno feminista?.

«La razón de muchas cuestiones políticas está en la sexualidad y el colegio no lo pone fácil: hay que enseñar a las niñas a no sentir culpa sobre su propio deseo», indica Llopis, que además es aluma del Máster en Investigación Aplicada en Estudios Feministas, de la Universitat Jaume I. Entre otros mensajes, su idea es hablar de la masturbación femenina sin tapujos.»Es incomprensible que todos los centros se estén volcando en la innovación pedagógica y ninguno hable de feminismos», añade. El próximo julio participará como formadora en la primera edición del curso Summerlab Pedagogías Feministas, dirigido a educadores y organizado por el colectivo Pedagogías Invisibles en Matadero, Madrid.

El colegio privado de educación autodirigida Quatre Camins, en Castellón, ha contactado con Llopis para impartir en sus aulas uno de sus talleres de género. Desde su apertura hace un año, sus 48 alumnos trabajan en aulas multigrado, donde se mezclan edades y hay más de un profesor dirigiendo la clase. Los espacios son abiertos y los alumnos se mueven libremente. El aprendizaje se basa en el interés del niño y las asignaturas se llaman talleres. «Nuestra filosofía es seguir el ritmo evolutivo de los alumnos, esperamos a ver cuáles son sus intereses para responder a sus dudas», cuenta Delfina Ferrer, directora del colegio. Recientemente, un grupo de niñas de entre ocho y diez años han solicitado un taller de sexualidad y, además de recomendarles libros como El tesoro de Lili o Cosquillas, que tratan la sexualidad, el placer femenino y la menstruación, en el centro ya están preparando una actividad.

En Educación Infantil el 97,6% del profesorado en España son mujeres y en Primaria el 81,1%

El trabajo desde las editorales por incluir nuevos contenidos es clave. Iria Marañón, autora del libro Educar en Feminismo (Plataforma Editorial) y editora de libros de texto en una multinacional, lleva varios años contribuyendo al cambio. «Estamos introduciendo la figura de la mujer en los libros de Ciencias, devolviéndole su protagonismo», asegura. Desde las imágenes hasta el enunciado de las actividades, considera que los libros están plagados de «opresión invisible». «El sistema patriarcal está tan embebido que ya no lo vemos, pero, por ejemplo, en los temas de anatomía el cuerpo femenino solo se emplea para el aparato reproductor». Ella solicita cuerpos femeninos para explicar el sistema digestivo, o fotos de partidos de fútbol mixtos.

Patricia Raijenstein es otra de las pedagogas feministas. Su principal apuesta es que se reconozca el protagonismo de las mujeres pioneras de la música electrónica, un taller que ha impartido en La Casa Encendida de la mano de la Escuela de Oficios Electrosonoros y por el que han pasado más de 600 estudiantes de Primaria y Secundaria de Madrid. Concienciar sobre los mitos del amor romántico es otra de sus líneas de investigación y su taller Sin ti no soy nada atrajo a alumnos de Secundaria y Bachillerato hace unos meses en Matadero Madrid. «A través de un juego de cartas intento deconstruir las narrativas heteronormativas». Les muestra la teoría de la media naranja versus racimo de uvas para explicarles que el poliamor -relación de más de dos personas al mismo tiempo- es una opción viable siempre que se cuente la verdad y se consensúe con la pareja. «Intento abrir posibilidades en la adolescencia y mostrarles que pueden elegir lo que quieren ser».

Fuente: https://elpais.com/economia/2018/02/25/actualidad/1519556511_175919.html?rel=mas

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