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“En Uruguay solo el 22% de los alumnos de 18 años termina secundaria, eso es escandaloso”

América del Sur/ Uruguay/ 19.02.2019/ Fuente: www.diarioelpueblo.com.uy.

En oportunidad de informar sobre la asunción de la dirección del Campus Salto de la Universidad Católica del Uruguay (UCU) por parte de la Lic. Jimena Silva, el Rector de la UCU, P. Dr. Julio Fernández Techera, acompañado por el vicerrector Administrativo Mag. Santiago Mercant, se refirió al estado de educación en la que llegan los estudiantes de secundaria a la educación terciaria, calificándolo de “escandaloso”.

PROCESO DE CAMBIOS
“Estamos hoy en Salto”, comenzó diciendo el P. Fernández Techera, “para darle posesión de esta nueva dirección a Jimena Silva, pero también para empezar una nueva etapa. Hemos tenido ocho años de consolidación, de fortalecimiento del Campus en Salto, pero nunca hay que quedarse con lo que hemos hecho, la idea es ir a más para toda la región del norte del país”.
“Ir a más significa que los Campus del interior del país (Punta del Este y Salto) participen del movimiento de renovación, de innovación, de excelencia que está viviendo toda la universidad. Entonces, conocerlo mejor, estar más presentes, pero también ver que estamos comenzando el 2019 pensando en el 2020 sobre qué es lo que vamos a ofrecer a partir del año que viene”.
“La universidad está viviendo un proceso de cambios fuertes, que tienen que ver con hacer una oferta universitaria para el siglo 21. Esto quiere decir formar profesionales que están en un mundo cambiante, donde la tecnología modifica la opción profesional permanentemente y donde estamos formando jóvenes que van a tener que cambiar dentro de su profesión cada poco tiempo”.
“Hoy –agregó-, los contadores, los directores de empresas, los licenciados en informática, los psicopedagogos, los enfermeros, los psicólogos y todas las demás carreras que estamos formando, en 5, en 10, en 15, en 20 años, van a tener que ser profesionales distintos. No es como cuando nos formábamos nosotros, que básicamente uno recibía la formación que iba a necesitar por muchos años”, pero “la tecnología nos llegó y nos hemos tenido que adaptar todos a un mundo cambiante. Esto significa una formación de excelencia no solo en contenidos sino, y sobre todo, en competencias del siglo 21. Pensamiento crítico, solución de problemas, creatividad, algo que es fundamental, capacidad de trabajo en equipo, aprender de otras profesiones de otras áreas, tener la cabeza abierta a lo último que está pasando. Esto es lo que queremos para Salto, eso es lo que queremos para la región norte del país, y eso es lo que le estamos pidiendo hoy a Jimena Silva”.
MEJORES SERVICIOS ACADÉMICOS
“Para mí es una gran responsabilidad estar en la dirección de este Campus –comenzó diciendo Silva-, que forma profesionales para toda la región. Queremos que el Campus sea de excelencia, que los estudiantes tengan una vida académica plena con un nivel muy bueno que tienda a la innovación y a todos estos cambios, porque hoy estamos en una era de la inteligencia artificial, de la robótica. Entonces, estos profesionales van a tener que tener una transversalidad con las distintas inteligencias artificiales, y todo eso implica una cabeza más abierta. Por eso también estamos pensando en innovación no solamente desde el punto de vista con el “Centro IthaKa”, sino también con el Centro de formación que tenemos dentro de UCU para los docentes. Estamos pensando en traer a los estudiantes todos los meses un profesional de las distintas áreas que puedan enriquecer a los estudiantes más allá de las materias de la carrera. Tenemos que crecer y vamos a hacerlo teniendo servicios académicos mejores”, subrayó.
ESCANDALOSO
Ante la consulta sobre el tipo de preparación con la que llegan los estudiantes desde los liceos a la educación terciaria, el Rector de la UCU no dudo en destacar los problemas que hoy posee la enseñanza. “Uruguay tiene temas educativos bastantes serios. No solo es la baja en el egreso, en Uruguay solo el 22% de los alumnos de 18 años termina la secundaria, lo cual, para el PBI que tenemos, tendríamos que estar en el 85%. O sea, no es que estamos un poquito por debajo, estamos escandalosamente por debajo. A los 24 años ha logrado egresar el 40%. O sea que estamos muy mal en eso. Pero Uruguay no tiene el peor nivel educativo de América, claramente hay países que están mucho peor, pero sí tenemos el índice de inequidad educativa más alto de América, entre los que están mejor formados y los que están peor formados. En una sociedad que ha tenido una vocación igualitaria tan fuerte, esto termina siendo escandaloso”.
“Esto tiene que ver con un país que le ha costado muchísimo asumir los cambios educativos, porque no es que tenemos baja inversión en educación, es altísima y además ha crecido enormemente. Estamos haciendo las cosas mal, es así de claro”, concluyó.

Fuente de la noticia: http://www.diarioelpueblo.com.uy/generales/en-uruguay-solo-el-22-de-los-alumnos-de-18-anos-termina-secundaria-eso-es-escandaloso.html

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La transformación educativa en Bolivia

Bolivia / 17 de febrero de 2019 / Autor: Jeanneth Gutiérrez Fernández / Fuente: Cambio

Para reflexionar acerca de los procesos educativos desarrollados hasta el momento en nuestro país, es preciso preguntarnos ¿Cómo ha sido la experiencia educativa que hemos vivido en las escuelas? Frente a este pregunta, es muy probable que nos encontremos con recuerdos de una escuela donde la disciplina fue confundida con la obediencia acrítica y el silencio, clases y momentos en el aula donde el mejor estudiante era el que se encontraba callado y “no molestaba”, situaciones que nos llevaron a afrontar la  vida de la misma manera, junto a la incapacidad de expresar nuestras ideas y menos luchar por ellas, limitaciones que pueden explicar las múltiples dificultades por las que tuvimos que ir atravesando después de nuestra formación en el nivel secundario.

Pero además, quién de nosotros no ha pasado por la experiencia del copiado, repetición, memorización y el cumplimiento de deberes realizados solo por formalidad, pensando que el cumplimiento de esa rutina era suficiente para “educarnos”. ¿Cuánto de lo realizado en la escuela nos ha permitido pensar, producir, resolver y crear por nosotros mismos? Al parecer hay varias potencialidades nuestras que no se han llegado a desarrollar, esto lo pude notar al momento de realizar “investigaciones” para la elaboración de una tesis en la universidad, donde de alguna manera el fenómeno se repitió, ya que muchas de estas “investigaciones” se remitieron a partir de hipótesis alejadas de la realidad que se pretendía investigar, un marco teórico donde la exigencia se redujo a seleccionar textos y copiarlos para luego realizar un pequeño comentario de ellos, pero nuevamente alejados de la experiencia y vivencia, toda esta situación nos había convertido en repetidores de conocimientos.

Frente a toda la realidad mencionada hasta el momento, surge paulatinamente la necesidad de realizar procesos pedagógicos que recuperen la importancia de un aprendizaje significativo, los mismos que se plantean en la ley 070 “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”, tomando en cuenta la experiencia de la escuela Ayllu de Warisata, donde la práctica entendida como la realidad, las vivencias, la experimentación y las experiencias adquieren relevancia para iniciar los procesos de aprendizaje, situaciones que no estaban siendo tomadas en cuenta en la educación que hemos tenido. Es en ese sentido que maestras y maestros hoy, están haciendo esfuerzos desde las aulas y las comunidades educativas, por desarrollar procesos de aprendizaje centrados en la experiencia, esto significa partir de la realidad de los estudiantes, donde los aprendizajes se encuentran ligados a situaciones de la vida cotidiana, permitiéndoles utilizar sus conocimientos y a través de ellos poder responder a las distintas realidades que debe afrontar.

Esta forma de trabajo se va haciendo parte de la cotidianidad de muchos maestros bolivianos, quienes desde la implementación de un nuevo Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo (MESCP), han ido aportando y a la vez transformando la realidad educativa desde las aulas, donde sin duda todavía existe mucho por hacer para llegar a un momento en el que se vaya generalizando un aprendizaje en la vida y para la vida, donde la escuela se incorpore a la comunidad y aporte para su transformación.

Pero estos procesos de cambios en nuestras prácticas, no se dan de forma espontánea, a lo largo de los últimos años se han venido desarrollando un conjunto de políticas, sobre todo que han priorizado el fortalecimiento de la formación de maestras y maestros, lo que nos ha permitido a toda una generación de maestros en ejercicio ampliar nuestras posibilidades de profesionalización y de ampliar nuestra mirada sobre la educación y nuestra realidad.

Y son precisamente estas necesidades las que han impulsado la creación del Programa de Formación Complementaria para maestras y maestros en ejercicio (PROFOCOM), un programa que depende del Ministerio de Educación y que se lleva adelante a nivel nacional, con un trabajo de hace ya siete años. Este programa ha permitido otorgar el grado académico de licenciatura a más de cien mil maestros y maestras, y más de veinte mil maestros con formación post gradual. Es así, como el PROFOCOM se ha convertido en un espacio y oportunidad de formación para el magisterio a nivel nacional, brindando las posibilidades para que maestras y maestros puedan acceder a una formación continua y permanente.

En el contexto ya descrito, considero importante resaltar la estrategia formativa del PROFOCOM, para esto me remito a las diferentes experiencias en la Escuela de Formación de Maestros “Simón Bolívar” de la que formo parte. En todos los procesos formativos del programa, la estrategia metodológica tiene base en la práctica, es decir, en la concreción que maestras y maestros realizan de los diferentes aprendizajes desarrollados en su etapa formativa, este proceso de concreción se da siempre desde el acompañamiento por parte de los facilitadores, lo que permite el fortalecimiento de la práctica educativa.

El desafío está entonces en seguir avanzando a pesar de las dificultades, que debo admitir aún son varias, pero que también están siendo superadas en la medida que la escuela cuente o no con el apoyo de madres – padres de familia, autoridades y la comunidad misma, estas son las posibilidades que tenemos para avanzar como país. Nótese que hoy tenemos la oportunidad de transformar nuestra realidad educativa boliviana, pero necesitamos también que sea un propósito de todos.

Fuente del Artículo:

http://cambio.bo/?q=node/60551

Fuente de la Imagen:

Bolivia segundo lugar en educación en Sudamérica

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 17 de febrero de 2019: hora tras hora (24×24)

17 de febrero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 17 de febrero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

 

00:00:00 – Los profesores de Zimbabue suspenden la huelga indefinida

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300964

 

01:00:00 – La “trampa” de la excelencia educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300881

02:00:00 – Niños haitianos cruzan hacia la frontera de República Dominicana para estudiar (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300967

03:00:00 – La transformación educativa en Bolivia

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301151

 

04:00:00 – Cuba lanzará una versión digital de su reconocido método de alfabetización

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301155

 

05:00:00 – Educación neoliberal: Jurjo Torres en conferencia (Vídeo)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300878

 

06:00:00 – Libro: La integración de las tecnologías digitales en las escuelas de América Latina y el Caribe: una mirada multidimensional (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301332

 

07:00:00 – Bienvenida la abrogación de la reforma educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301206

 

08:00:00 – Podcast: Radio OVE – Tercer Aniversario del Portal Otras Voces en Educación (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301430

 

09:00:00 – Colombia: 42° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa IV)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301196

 

10:00:00 – Libro: Universidad y sociedad en América Latina: un esquema de interpretación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301439

 

11:00:00 – Aprende a crear mapas geográficos interactivos para tus clases

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301305

 

12:00:00 – Los salarios de los maestros argentinos, entre los más bajos del mundo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301203

 

13:00:00 – Profe Ramón : “El mayor tesoro que tiene nuestra educación son los docentes”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301200

 

14:00:00 – Claves: Educación de Calidad ¿Objetivo del milenio o negocio del siglo? | Claves (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301326

 

15:00:00 – Los profesores son la clave

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301312

 

16:00:00 – Libro: Una pedagogía alternativa en defensa de la escuela pública (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301443

 

17:00:00 – El día que Piaget y Vigotsky se perdieron en las escuelas mexicanas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301319

 

18:00:00 – Ecuador: Manual reflexiona sobre cómo educar para la inclusión

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301446

 

19:00:00 – Corazón y razón en la educación actual

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301193

 

20:00:00 – Podcast: Radio OVE – Reporte Educativo – Enero 2019 (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301434

 

21:00:00 – Educación no formal: lo que debemos saber sobre esta variante educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301298

 

22:00:00 – Uruguay: Qué se está haciendo en Primaria y Secundaria para revertir déficit de docentes

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301449

 

23:00:00 – Nota PISA #15 Honduras: ¿Es posible mejorar el sistema educativo del país? (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301210

 

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

 

ove/mahv

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Frei Betto destaca en Pedagogía 2019 la importancia de la conciencia crítica

Caribe Insular/La Habana, 6 feb (ACN)

Sobre la importancia de llegar a las masas, no con consignas, sino con verdadera formación política, habló hoy el teólogo brasileño Frei Betto en la conferencia Educación y conciencia crítica, celebrada en el contexto del XVI Congreso Internacional Pedagogía 2019.
Betto señaló que hay un avance de la derecha en América Latina y que muchas veces eso no se puede atribuir solamente a la agresión imperialista y a las fuerzas extremistas.
De acuerdo con el experto, se trata de desarrollar un pensamiento crítico que pregunte por los errores que han sido cometidos en los distintos gobiernos progresistas de la región que permitieron el ascenso al poder de esa derecha.
Si la Revolución cubana ha durado 60 años es porque siempre tuvo la capacidad de desarrollar la crítica y la autocrítica, y de rectificar los errores, afirmó.
Betto explicó que hay una educación enfocada en el mercado que capacita a la gente para que el sistema siga profundizando la desigualdad social y poner las ganancias al servicio del capital, pero que existe otro sistema de enseñanza fundado en valores éticos, humanistas y solidarios.
El fraile dominico entiende que es fundamental que se haga un análisis sobre el significado que tiene la educación, la intención que se tiene cuando se emprende un proyecto pedagógico, si es formar mano de obra calificada para el mercado, o formar gente feliz con protagonismo político y social.
Aseguró que la educación no puede ser neutral, pues de esta forma se naturaliza la desigualdad.
En su opinión la educación tiene que ser crítica, con el fin de que despierte el protagonismo que se necesita para cambiar la sociedad y hacer que esta se centre en los valores éticos.
Al compartir algunos datos de interés que evidencian la necesidad de un mundo justo, dijo que la diferencia entre los salarios de los ejecutivos de empresas y los trabajadores ha subido, pues, anteriormente, un directivo ganaba 30 veces más que el obrero, y ahora, 321.
Otra información alarmante fue que el 10 por ciento de los más ricos del mundo gana en solo una hora 174 millones de dólares, mientras que en ese mismo lapso la mitad de la humanidad pierde 20 millones de dólares.
En su conferencia se refirió también al principal problema filosófico del neoliberalismo, el cual, según Betto, es la deshistorización del tiempo.
Solo se forma conciencia crítica si la gente tiene la percepción del tiempo como historia, sentenció, y recordó la premisa marxista que afirma que la historia empieza con la actuación del ser humano sobre la naturaleza.
Como parte de su ponencia llamó a profundizar en la educación digital, teniendo la conciencia de que las denominadas redes sociales lo que hacen es acentuar los individualismos.
Invitó a despertar en la gente una postura crítica que no acepte de inmediato los mensajes y las informaciones que recibe, y a mantener una estrecha relación entre la escuela y la comunidad, contextualizada en su momento histórico y lugar geográfico.
Exhortó, además, a recontar la historia desde la lógica de los oprimidos, fundamentalmente las mujeres, los negros, indígenas, y todos aquellos que se han visto marginalizados, y a no hacer divergencia de la diferencia.
Queremos una sociedad digna, honesta, trabajadora, solidaria, que tiene en Cuba un ejemplo de solidaridad que proviene de Martí, Fidel y el Che, concluyó.

Fuente: http://www.acn.cu/cuba/41710-frei-betto-destaca-en-pedagogia-2019-la-importancia-de-la-conciencia-critica

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Piensa más… y acertarás

Por: Pedro Uruñuela

El desarrollo y aprendizaje del pensamiento crítico es posible en las aulas, en cualquiera de las materias. Con él, el alumnado será capaz de una mayor creatividad en la búsqueda de soluciones a problemas o en la detección de información falsa.

La preocupación por las “fake news”, las noticias falsas ha aumentado considerablemente. Hace poco leíamos que el presidente Trump, en sus dos años de mandato, había lanzado casi 8.000 noticias, difundiendo situaciones, afirmaciones o problemas que eran totalmente falsas. Ante el auge de este tipo de hechos, algunos periódicos digitales han incluido en sus páginas una sección dedicada a desmontar bulos y otras noticias falsas.

Las consecuencias para la convivencia son claras. Una manera de reforzar el discurso del odio es lanzar una noticia falsa, que señala a un colectivo concreto (emigrante, refugiado, gitano, etc.) como responsable de algo que ha pasado y que no es cierto: desde un grupo robando en un supermercado a otro agrediendo al personal sanitario en un hospital, pasando por otras situaciones que sirven al desprestigio de un determinado colectivo. Son mucho quienes, sin ningún tipo de reflexión previa, se creen lo que leen a pies juntillas, reforzando actitudes que llevan al desprecio e, incluso, al odio hacia estas personas y grupos.

¡Cuántas noticias falsas, rumores y acusaciones se propagan de esta manera! Son muy pocas las personas que se preguntan por su veracidad, por su origen, por la validez de sus fuentes. Rumores infundados, acusaciones falsas, atribuciones de hechos que no son ciertos, como el uso indiscriminado y abusivo de determinados servicios o la mayor facilidad para el acceso a las ayudas sociales. Se aceptan tal y como se escuchan, reforzando prejuicios hacia personas y colectivos que en nada contribuyen a una buena convivencia.

De esta forma se plantean también algunos conflictos en los que pueden estar implicadas personas de determinados colectivos no mayoritarios. Así, es posible escuchar cómo hay más maltratadores de mujeres entre el colectivo inmigrante que entre los del país; o cómo se dan más problemas de convivencia en barrios donde hay un porcentaje alto de personas ‘distintas’, sin aportar ni un solo dato que justifique y demuestre estas afirmaciones.

La falta de sentido crítico subyace a estas actitudes. No se analizan las fuentes de las que proceden, no se miden sus consecuencias, no se busca contrastar los datos que se manejan. Solo se recuerdan los datos que favorecen esa idea concreta, dejando de lado aquellos que la contradicen. Un único caso, que al parecer han conocido, se convierte en categoría y se generaliza a todos los miembros de ese colectivo. Y así podrían ir describiéndose el desarrollo de muchas situaciones, prejuicios o estereotipos, o la narración de un conflicto en concreto. Por eso es imprescindible trabajar el pensamiento crítico, el pensamiento que se pregunta por el origen y evidencia de estas noticias, por la base en la que sustentan, por su fiabilidad y credibilidad.

Desarrollar el pensamiento crítico es fundamental para la consolidación de la convivencia positiva. Hemos insistido en numerosas ocasiones que, para el crecimiento de ésta, era importante trabajar las capacidades que la hacen posible, señalando en primer lugar el desarrollo de los diversos tipos de pensamiento y del pensamiento crítico. Como se suele decir, si una persona tiene hambre y le proporcionas un pez, calmará su hambre ese día. Pero si le enseñas a pescar, habrá solucionado el problema para toda su vida. En la convivencia sucede lo mismo: enséñale a pensar junto con otras capacidades, no te limites a acciones puntuales, y le habrás facilitado el desarrollo de la convivencia positiva en cualquier escenario y para toda la vida.

El pensamiento crítico parte de no dar nada por cierto, por preguntarse cuáles son las bases en las que se apoyan determinadas afirmaciones, cuáles son las evidencias, el origen de las noticias, cuáles son los argumentos que dan consistencia y sirven de base a las opiniones o proposiciones que se escuchan en la calle y en los medios de comunicación.

El pensamiento crítico no trata de establecer cuál es la verdad e imponerla a todas las personas. Por el contrario, busca “enseñar a pensar”, a cuestionarse las afirmaciones que nos llegan, a indagar en las razones en las que se apoyan. Implica una forma de trabajo, una manera de abordar los temas, una actitud ante los hechos y sucesos. Supone un planteamiento contrario al dogmatismo, a la verdad absoluta que no se discute, que se impone de forma acrítica y, en muchas ocasiones, a través de la fuerza. Es el polo opuesto al adoctrinamiento, que busca introducir en la otra persona una determinada visión de las cosas, sin dejar hueco para su cuestionamiento y análisis.

En nuestros tiempos, el trabajo y desarrollo del pensamiento crítico se ha convertido en una necesidad de primer orden, teniendo en cuenta la globalización y difusión que tienen las ideas y noticias en nuestra sociedad. Enseñar a pensar es una de las tareas fundamentales de la educación de nuestros días, si verdaderamente buscamos hacer personas autónomas e independientes. Necesitamos superar el viejo planteamiento de nuestro Antonio Machado (Proverbios y Cantares, 85) de que “en España, de diez cabezas nueve embisten y una piensa”.

¿Cómo se puede trabajar el pensamiento crítico? ¿Cómo se puede capacitar de esta forma a los alumnos y alumnas para una buena convivencia? Trabajando y desarrollando los diversos tipos de pensamiento, aprendiendo su uso y práctica en todos los niveles, tanto escolares como de la vida fuera del centro. Siguiendo a Spivack y Shure, son cinco los tipos de pensamiento que hay que trabajar.

En primer lugar, el pensamiento causal, el pensamiento que describe los hechos sin mezclarlos con valoraciones ni evaluaciones, que se pregunta por las causas que los han provocado, que busca y sabe encontrar la información y sabe interpretarla. Se trata de un pensamiento diagnóstico que sabe definir bien el problema y atribuirlo a sus causas verdaderas.

Muchas de las falsas noticias, de los bulos y prejuicios que recorren las redes, no resistirían un análisis desde este tipo de pensamiento causal: se mostraría su base emocional y no racional, la falta de bases fiables, la debilidad de sus apoyos, etc.

En segundo lugar: el pensamiento alternativo, la capacidad de imaginar el mayor número de soluciones posibles ante un problema o conflicto, superando el pesimismo de que no se puede hacer nada y la actitud de querer solucionarlo todo por las malas. Se trata de buscar el mayor número posible de salidas, algo que nos suele costar mucho a las personas y, en especial, a los docentes. Es el pensamiento de la creatividad, imprescindible para una relación humana justa, eficaz y asertiva. Se trata de un tipo de pensamiento imprescindible a la hora de abordar los conflictos buscando salidas pacíficas y positivas.

El pensamiento consecuencial es el tercer tipo de pensamiento. Frente a la impulsividad o improvisación, plantea analizar las consecuencias de nuestros actos, ya que estas van a determinar cuál de las propuestas es la mejor. En cuarto lugar, el pensamiento de perspectiva nos lleva a ver las cosas desde el punto de vista del otro, sintonizando afectivamente con él, algo fundamental para una buena convivencia. Es un pensamiento clave para la no violencia y no agresividad, el pensamiento de la sintonía y la comprensión.

Por último, en quinto lugar, el pensamiento medios-fin, que concreta y precisa los objetivos propios, los ordena según la prioridad y sabe planificar los medios necesarios para alcanzarlos en el tiempo propuesto.

El desarrollo de estos tipos de pensamiento es posible a lo largo de la acción docente habitual del profesorado, buscando la aplicación en el aula de cada uno de ellos, planteando a los alumnos y alumnas preguntas adecuadas acerca de qué es lo que hay que hacer, cuáles son las formas posibles de hacerlo, cuál es la mejor y qué necesitamos para conseguirlo, algo que se puede hacer desde todas las áreas del currículo. También pueden trabajarse de manera específica para el análisis de conflictos o situaciones de mejora de la convivencia. El dominio de los cinco tipos de pensamiento es fundamental para el trabajo del alumnado mediador o ayudante, y así se trabaja en su formación.

Sobre la base de los cinco tipos de pensamiento se hace posible el pensamiento crítico. Se aprende a distinguir la base de las afirmaciones falsas acerca de determinados colectivos, o de la propaganda que nos quiere hacer ver lo que a determinados negocios les interesa. Suele decirse lo de “piensa mal y acertarás”. Es mucho mejor decir que “piensa MÁS y acertarás”.

Imagen y fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2019/02/12/piensa-mas-y-acertaras/

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Angélica Sátiro: “Filosofar ayuda a que los niños pongan voz a sus ideas”

Por: educaciontrespuntocero.com/entrevista/06-02-20169

La pedagoga y educadora Angélica Sátiro opina que es necesario introducir la asignatura de Filosofía en el currículo desde la etapa de Infantil. Gracias a esta materia, es posible estimular a los alumnos para que piensen no sólo de forma crítica, también creativamente.

Defensora de las metodologías dialógicas, dinámicas, innovadoras y participativas, el currículo de Angélica Sátiro parece interminable: acumula más de 400 publicaciones, es colaboradora en diversos centros de formación del profesorado e imparte cursos y conferencias. Además, dirige la asociación Crearmundos y La Casa Creativa, donde realiza actividades relacionadas con la Filosofía Lúdica y la ciudadanía creativa (creatividad social). También está al frente del proyecto educativo y editorial Proyecto Noria con un claro propósito: que los niños aprendan a pensar creativamente.

El pensamiento crítico y la creatividad son conceptos clave en su trayectoria como educadora, ¿qué significado tienen para ti?

Aunque pensamos desde muy pequeños, es posible aprender a pensar mejor. Todo depende de cómo se estimula y se desarrolla el pensamiento en los procesos de enseñanza y aprendizaje. ¿Qué sería aprender sin creatividad? Sería no saber transferir el aprendizaje a otros contextos educativos y de la vida, no generar ideas nuevas a partir de lo aprendido. Las acciones sin pensamiento crítico y creativo son ciegas, y las emociones sin pensamiento crítico y creativo pueden ser vividas de manera obtusa.

Entrevista a Angélica Sátiro

Por otro lado, cuando me pregunto para qué y por qué aprendemos, o de qué nos sirve ser personas educadas, percibo la importancia crucial del pensamiento crítico y creativo. Como estas preguntas son de carácter ético, compruebo lo fundamental que resulta incluir esta dimensión también. El siglo XXI -y su complejidad- son muy retadores porque pide personas críticas, creativas y éticas. Por lo tanto, nuestro trabajo como educadores no puede olvidarse de ello. ¡Más bien debe priorizarse!

Voy a contestar en plural porque existen muchas personas que trabajan a partir de las propuestas de mis libros y de las múltiples iniciativas del movimiento Filosofía Lúdica. Los estimulamos de diversas maneras y para ello hace falta preguntarse ¿cómo?, ¿con qué?, ¿por qué? y ¿para qué? Buscamos trabajar desde la perspectiva de las comunidades de diálogo, que es un método para desarrollar el pensamiento autónomo a la vez que la inteligencia colectiva o cerebro social. La mente es formada socialmente, y el diálogo es un recurso y un método para ello. Así ya empezamos a contestar a la pregunta sobre el ¿con qué?

Lo más importante no es transmitir lo que los grandes personajes de la historia de las ideas han filosofado, sino aprender cómo pensaron para llegar a estas ideas

En la Filosofía Lúdica empleamos recursos para jugar a pensar a través del arte o la narrativa, impactando en la mente y el cuerpo en sus distintas posibilidades comunicativas y lingüísticas. Aunque su uso estimula la creatividad no es suficiente para desarrollar este pensamiento: hace falta un trabajo relacionado con las habilidades de pensamiento (nivel procedimental) y las temáticas retadoras (contenidos estimulantes). Por ello, la filosofía es un ámbito del conocimiento humano que aporta elementos importantes a nivel procedimental temático. En esta línea, lo más importante no es transmitir lo que los grandes personajes de la historia de las ideas han filosofado, sino aprender cómo pensaron para llegar a estas ideas.

Este ‘cómo piensan’ configura la acción de pensar crítica, ética y creativamente. Hace falta poner en marcha muchos procedimientos mentales: observar, escuchar atentamente, averiguar, imaginar, comparar, contrastar, dar ejemplos y contraejemplos, inferir, razonar analógicamente, relacionar  interpretar, dar y pedir buenas razones, establecer criterios… Estas y otras habilidades de pensamiento son las que buscamos estimular para que los estudiantes piensen crítica y creativamente. ¡Cuando piensan mejor aprenden mejor!

En tu opinión, ¿cuántas formas existen de enseñar filosofía?

Tantas como las formas de pensar y de ser una persona. Estoy de acuerdo con la propuesta del filósofo Hadot, que entiende la filosofía como una manera de vivir. Empecé a ser profesora de Filosofía en la década de los 80 y desde entonces he experimentado diferentes maneras de intermediar en la relación pedagógica con la filosofía, la infancia y la juventud. Asimismo, y a lo largo del tiempo, más que enseñar Filosofía lo que me ha interesado ha sido aprender a filosofar como un ejercicio de pensamiento y aprendizaje. Estar más centrada en el aprendizaje que en la enseñanza cambia la mirada del papel central del profesor que se traslada al protagonismo del estudiante.

¿Ocupa esta asignatura el lugar que se merece en la escuela?

A lo largo de la historia de las reformas educativas de varios países, incluido España, la Filosofía entró y salió de los currículos según criterios muy variados, aunque ahora vuelve a ocupar un lugar importante y de valor en algunos niveles educativos. Desde mi perspectiva, debería estar presente desde la Educación Infantil hasta la Enseñanza Superior. ¡Pensar nunca pasará de moda! Cuánto más complejo es el mundo, más necesitamos del pensamiento para ayudar a entenderlo, significarlo, elaborarlo, cuestionarlo….

Desde mi perspectiva, debería estar presente desde la Educación Infantil hasta la Enseñanza Superior. ¡Pensar nunca pasará de moda!

¿Qué aporta la filosofía al desarrollo personal de los alumnos para su vida adulta?

En los años 80, cuando me inicié en el proyecto Filosofía para Niños, propuesto por Matthew Lipman y su colaboradora Ann Margaret Sharp, mi mirada contenía la pregunta que me haces y esta otra: ¿Qué aporta la filosofía a la educación de la infancia como momento legítimo de la vida y no solamente como preparación para la vida adulta? Durante años busqué diferentes respuestas a ambas cuestiones.

Desde muy pequeños los niños están intrigados consigo mismos, con el mundo y con los demás, ¡quieren saber! Además, se asombran con todo aquello que no entienden o les sorprende. Esta curiosidad y este asombro configuran una predisposición para filosofar. ¡También quieren jugar a pensar! Y como no son dependientes de los esquemas de interpretación prefijados, pueden explorar el mundo (natural y cultural), los conceptos y a sí mismos de manera filosófica. Esta exploración reflexiva es fundamental para el desarrollo personal.

Entrevista a Angélica Sátiro

Mientras, ya a finales de los 90, iniciamos la investigación práctica y teórica que da soporte a la Filosofía Lúdica, buscando ampliar y profundizar en dos elementos: las habilidades de pensamiento y los recursos más adecuados para desarrollarlas en la temprana infancia. Desde entonces mantenemos una continua actitud de observación sobre cómo piensan. Es importante desarrollar esta sensibilidad hacia la infancia y sus maneras de pensar para – a partir de aquí- ayudarles a pensar mejor por sí mismos de manera autónoma, crítica, creativa y ética. Filosofar ayuda a que pongan voz a sus ideas.

Háblenos de tu ‘Proyecto Noria’. ¿Cómo surge esta iniciativa y qué destacarías de los cuentos filosóficos que forman parte de él?

¿Cómo filosofar con criaturas con poco vocabulario? ¿Cómo acceder a los distintos lenguajes y filosofar a partir de ellos? En los años 90 realicé junto a Irene de Puig (escritora, filósofa, filóloga y educadora) varias investigaciones prácticas y teóricas que dan sustento al Proyecto Noria, que siempre mantendrá vivo el mensaje sobre la dignidad de la infancia y la importancia de filosofar a partir de ella. La primera publicación resultante de esta investigación surgió hace 18 años y desde entonces no paramos de investigar y de publicar.

Por otro lado, y como autora de las series de la colección de cuentos para pensar que se incluyen en este proyecto, diré que escribo cuentos filosóficos sobre temas que pueden ser considerados difíciles: la muerte, los miedos, la guerra, lo que pasa dentro de uno, las prisas de este mundo contemporáneo, el dinero… Lo que quiero es que los niños tengan la oportunidad de poner voz en sus dudas, sus dolores, sus ideas, sus anhelos o sus esperanzas. Si mis cuentos les ayudan en esto, estoy más que contenta.

Angélica Sátiro y el Proyecto Noria

¿Qué recursos y herramientas se ofrecen en estos cuentos para ayudar a los niños a desarrollar esa capacidad crítica?

Todo es recurso y es herramienta. El cuento filosófico está construido para desarrollar la capacidad de pensar. En su estructura están los interrogantes que estimulan el pensamiento crítico y creativo. Sus títulos y finales suelen ser retadores. Sus personajes viven situaciones que generan reflexiones. Además, al final de cada libro hay una orientación para los adultos que quieran jugar a pensar con los niños sobre las temáticas de los cuentos.

Por último, un pequeño test. ¿Qué te sugieren las siguientes palabras?

Como el razonamiento analógico es una habilidad fundamental para el desarrollo del pensamiento (crítico, creativo y ético), voy a contestar vuestro test pensando en una cosa como si fuera la otra. Por ello, voy a utilizar la fórmula ‘es como…’.

  • Creativo – es como… un licuado de frutas y de verduras. Rico, variado, sabroso, energético, sano y nos hace mejores en pensamiento, sentimiento y acción.
  • Filosofar – es como… incursionar y ‘excursionar’ por la vida con una mochila llena de preguntas imprescindibles.
  • Razonar – es como… un tipo de arte marcial del pensamiento: es arte, es lucha, hace falta concentración/entrenamiento/disciplina. Puede ser ejercitado individualmente o en grupo; se basa en el respeto al contrincante; en el honor; y en la dignidad de unos y de otros, porque es indeseable razonar humillando a los demás.
  • Infancia – es como… un arcoíris, que es un acontecimiento natural, que depende de variados elementos para configurarse con fuerza y presencia ante nuestra percepción y que, además, nos saca brillo a los ojos y nos genera sonrisas.

*Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/angelica-satiro-filosofia/98527.html

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¿Hacia donde se mueve la clase obrera?

Por: Luis Bonilla-Molina.

Ensayos sobre las izquierdas desde América Latina y el Caribe

  1. El portentoso trabajo de Marx

Cuando vemos con más de 150 años de distancia la obra de Carlos Marx (1818-1883) reconocemos el trabajo de un portento de las ciencias sociales, quien realizó uno de los más importantes esfuerzos por conocer y comunicar la dominación, la explotación del hombre por el hombre, la constitución del capitalismo y la conformación de las clases sociales en el nuevo periodo histórico en el que le correspondió vivir. Marx es un gigante de su tiempo cuya producción intelectual continúa contribuyendo al estudio de la lucha de clases.

Marx insistió siempre en la necesidad de vincular todo pensamiento a las relaciones de producción existentes en una sociedad, en un tiempo histórico. La mayor potencia de su trabajo está en la construcción de un método, un camino para comprender la dialéctica relación entre opresores y oprimidos. Acercarnos a la producción teórica de Marx como textos cerrados e inamovibles sería un insulto a su trabajo. Es urgente una aproximación al pensamiento de Marx como trabajo vivo, en permanente actualización.

Un aspecto central del trabajo de Marx es su definición de clase obrera y el rol protagónico de ésta en la transformación estructural de la sociedad capitalista de la primera y segunda revolución industrial. Marx trabajó y redimensionó el trabajo de Hegel (1770-1831) heredando de este su esperanza en el mañana. Marx valoró la voluntad para el cambio e insistió hasta la saciedad en la necesidad de vincular la voluntad con la conciencia y el pensamiento crítico.

Precisamente desde el pensamiento crítico es necesario y urgente, volver a estudiar no solo la estructura de clases existente en el capitalismo del siglo XXI, sino la fisonomía y características que ha adquirido la clase obrera en la actualidad, en el marco de la tercera revolución industrial y los prolegómenos del cuarto giro tecnológico en el modo de producción capitalista. Este no puede ser un esfuerzo ocioso, ni meramente académico, sino profundamente asociado al proyecto histórico de construcción de otro mundo posible.

  1. El concepto de clase. Clase en sí, Clase para sí

El primer dilema es ¿a cuál clase obrera se refería Marx?, si a la fabril e industrial o a todos los trabajadores que convierten su fuerza de trabajo en mercancía. Desde de mi punto de vista, Marx se refería a la clase obrera fabril, industrial, cuando hablaba del sujeto histórico de la revolución proletaria. La condición de asalariado o de trabajador (tipo individual, de servicios, empleados públicos, ocasionales) en el mejor de los casos logra hacer posible, desde el enfoque marxista, una toma de conciencia sobre su condición en sí, pero difícilmente lograrían tomar conciencia de “clase” para sí. El proceso de toma de conciencia para sí, no es un acto que se pueda simplificar con el estar juntos, sino todo un proceso de aprendizaje reflexivo que se genera alrededor de la organización en el mundo del trabajo en la fábrica, la industria. Los empleados de Microsoft, en las oficinas del Banco Mundial, la cadena de comida rápida o los supermercados, un Ministerio e incluso de la universidad, que realizan juntos su labor y se encuentran en el sitio de trabajo, no por ello adquieren una conciencia en sí de clase obrera que vende como mercancía su fuerza de trabajo. Marx elaboró su concepto de trabajo asalariado no solo en la producción, sino también en la distribución y venta de mercancías, pero considero que su noción de clase obrera como sujeto revolucionario central, era mucho más restringida al proceso productivo. El agruparse como masa, no es sinónimo de toma de conciencia. Respecto a la clase obrera Marx señalaba: “esta masa es ya una clase respecto al capital, pero aún no es una clase para sí”[i] debido a que “los diferentes individuos sólo forman una clase en cuanto se ven obligados a sostener una lucha común contra otra clase”[ii], “en la lucha […] esta masa se une, se constituye como clase para sí”[iii]. (p.34, )

Los procesos de conformación y constitución de las clases sociales son aplicables no solo a la clase obrera. Las incomprensiones al respecto llevaron por ejemplo en Venezuela, a generar reiterados y fallidos intentos por conformar a gran escala el campesinado como clase social, disminuida como había ocurrió en el último siglo producto del rentismo petrolero. Para ello se pensó que, con incentivos crediticios, dotación de tierras y conformación de asociaciones cooperativas sería suficiente para construir desde afuera a una renovada clase campesina. Ello se hizo obviando factores culturales de carácter histórico inherentes a un Estado que había anidado a la burguesía alrededor de la importancia de mercancías producidas ya y listas para el consumo. En esta realidad la mayoría de los ciudadanos a quienes se le pretendía inducir a convertirse en campesinos, valoraban mucho más las facilidades que giraban alrededor del consumo de lo importado que de lo sembrado. La relación de los hombres y mujeres que trabajan la tierra y se constituyen en campesinado demanda unas condiciones de trabajo material sustantivamente distintas a las citadinas. El campesinado que persiste y garantiza su aporte en volúmenes de comida al resto de la población, tiene un conjunto de comportamientos y prácticas asociadas a su relación productiva con la tierra, propios de una clase que no se adquirieron de la noche a la mañana. Estos campesinos cuando han ido tomando conciencia de clase, se han movilizado contra los agro tóxicos o contra la industrialización del agro que los haría desaparecer.

Algo parecido ocurrió con intentos por conformar una clase obrera para sí, de manera simplificada o fast track. Las empresas autogestionadas que fueron puestas en marcha y funcionaron fueron aquellas que venían de relación pre existente entre capital y trabajo que les había permitido a sus integrantes ser una clase en sí. Fue a partir de la toma de conciencia de su condición de clase para sí, en intentos por romper con la dominación contra la especulación y explotación del capital cuando se plantearon tomar el control de la producción. Es cuando inician enlazamientos con cadenas productivas y de circulación de mercancías que le permitieran apropiarse de todo el circuito de producción. Y entonces entendieron la necesidad de redistribuir socialmente el plusvalor de estas mercancías. No bastaba con dar la fábrica para que fuera conducida por hombres y mujeres trabajadoras que no se habían constituido aún como clase en sí. Esto viene a ser significativo para comprender dialécticamente los avances y retrocesos en la conformación de la cultura proletaria. La propia organización autogestionaria de los trabajadores en el marco de una sociedad capitalista les permitió entender a los trabajadores la relación entre Estado y supremacía de la ideología burguesa y saber que la contradicción también escala y hay que prepararse para ello.

Marx insistía que una clase social no está determinada mecánicamente por su lugar en la estructura social. Una clase social no es el resultado de una reingeniería social realizada desde un centro de poder por simple deseo, al mejor estilo de las ciencias sociales positivistas, sino la consecuencia de cómo se estructura el modo de producción dominante y las tensiones entre capital y trabajo. Las clases sociales desarrollan una cultura, un performance, unos rituales e imaginarios que demandan una temporalidad, es decir, no se hacen de la noche a la mañana. Esa incomprensión ontológica sobre el ser colectivo obrero, llevó incluso a organizaciones revolucionarias a considerar que si un profesional militante hacía unas “pasantías” en la fábrica se proletarizaba y se convertía en militante obrero mientras estuviera laborando junto a la clase. Esto generaría serias limitaciones epistemológicas para entender luego las transformaciones del sujeto revolucionario en el marco de la tercera revolución industrial.

En el tiempo de Marx era precario el desarrollo tecnológico, en comparación con la aceleración que ha adquirido la innovación en este campo en los últimos setenta años. La escala de innovaciones tecnológicas de la primera y segunda revolución industrial construyeron un imaginario de futuro en el cual era previsible la multiplicación de fábricas por doquier para poder cubrir las necesidades fundamentales y el consumo alienado que generaba el capitalismo. Este crecimiento exponencial de las fábricas e industrias situaría a la clase obrera en todos los lugares y territorios haciendo posible la revolución proletaria y la sociedad comunista. Pero ello no ocurrió así.

  1. La clase obrera

Al lograr constituirse el capitalismo avanzado a escala planetaria, el mundo se estructuró en a) lugares orientados a la extracción de materias primas; b) centros de transformación de las materias primas en insumos; c) sitios y cordones fabriles donde se producían las mercancías; d) un universo en expansión de servicios alrededor de la producción y el consumo. La clase obrera se convirtió en la fuerza de trabajo que producía las mercancías, generándose plusvalía y la espiral de expansión capitalista.

Como lo pensó Marx la clase obrera por un largo periodo, construiría una cultura propia que posibilitaba su toma de conciencia para auto convertirse en sujeto revolucionario. El partido revolucionario como lo haría la I y II Internacional y un periodo significativo de la III antes de su burocratización y liquidación cumpliría el papel de síntesis histórica para garantizar la transición revolucionaria entre períodos de repliegue de la lucha proletaria a situaciones revolucionarias. En muchos casos la “vanguardia” sería incapaz de acompañar el emerger de la propia revolución, pero ello no desmerita la importancia de su rol transicional. La cuarta internacional fundada por León Trotsky (1879-1940), solo dos años antes de su asesinato, aunque representa hoy el acumulado histórico de las luchas proletarias del siglo XX, no ha podido cumplir su rol de Internacional con influencia de masas.

La organización de las rutinas de la fábrica y la industria iban generó el agenciamiento del nuevo estrato, desterritorializando a los hombres y mujeres de la fábrica respecto a sus orígenes y creando un nuevo territorio donde se ejercía el trabajo. El trabajo material concreto requería la conformación de una máquina ideológica abstracta. Pero ese proceso construía como lo señaló Marx, una dinámica rizomática en el cual se constituía la clase obrera en sí. Cada cierto tiempo se quebraban los dispositivos de control cuando la clase adquiría conciencia para sí y, se daba inicio a formas diversas de acción revolucionaria.

¿Cuales eran estas rutinas que cohesionaban a la clase hasta hacerla tomar conciencia de sí? Cronos, el tiempo como organizador del espacio, del lugar. Para que el sistema funcionara había un tiempo para todo, para llegar a la fábrica, para saludarse y reconocerse desde la última presencia. Quien escapaba al rigor del tiempo ponía en peligro la eficacia, el cumplimiento de la tarea, la seguridad y hasta el salario del otro, de los otros. La precisión en la rutina, el adecuado manejo del fragmento que a cada uno le correspondía fusionaba al individuo con lo colectivo. El uso racional de los grados de libertad que cada uno conservaba como espejismo de libertad, los cuales se asumían sin que ello afectara a los demás. La anticipación del error posible, del fallo catastrófico que afectara el universo de cada uno. La normalización de los intervalos de trabajo, descanso, alimentación, higiene, diálogo, para disipar los privilegios entre iguales. La capacidad de actuar en dinámicas estandarizadas como un mecanismo sincronizado, que a su vez convertía a toda la clase en una maquinaria abstracta que trabajaba lo concreto. En ese sentido, el barrio obrero se convertía en una extensión de la fábrica con tiempos y rutinas cada vez más homologadas. Los problemas comunes abrían el espacio para compartir las soluciones. Los lazos de familia extendida se concretaban entre compañeros de trabajo. La vuelta a la fábrica cada día se convertía más en un nosotros que en un yo. Lo nuevo en la fábrica, en la industria demandaba la inteligencia colectiva, el aprender juntos para evitar que alguien quedara fuera del nuevo territorio. La hora de la comida, el encuentro en los baños, las conversas breves entre intervalos, se convertían en espacios para compartir angustias, para hablar de los problemas individuales que de alguna manera se asumían comunes. La opresión del trabajo alienante comienza a ser concienciado y expresado; la plusvalía se convierte en un detonador de aspiraciones para mejorar las precarias condiciones de vida. Resulta evidente que mientras los unos (ellos y ellas) trabajan, los otros viven del excedente de venta de las mercancías. Esto último posibilitó, la toma de conciencia sobre el poder de la acción colectiva. El sindicato surge como expresión organizativa, en el campo defensivo, pero también ofensivo. El estallido rizomático de la rebeldía, la huelga, el conflicto por mejores condiciones de vida a partir del trabajo que se realiza, permite lograr victorias que habrían resultado esquivas por otra vía; es el momento del inicio del movimiento de los engranajes de la conciencia en si en la conciencia para sí. El conflicto permite descubrir, producto de la solidaridad que generó, que hay quienes están inconformes con la situación en la que se trabaja y vive: otros trabajadores, estudiantes, profesoras, mujeres, sexo diversos, indígenas, afrodescendientes. El partido, los partidos revolucionarios se visibilizan y se tornan de carne y hueso cuando se encuentra que uno de los suyos es parte de esa organización. El acumulado, la experiencia históricaconfigura una cultura proletaria de importancia histórica singular. El proceso se repite una y otra vez, pero no termina de producirse la situación subjetiva revolucionaria que empalme con las condiciones objetivas para el cambio estructural; pero el pensamiento marxista seguía apostando y trabajando para ese momento de la revuelta proletaria. Para el marxismo la constitución de la clase como el sujeto revolucionario no deriva de un deseo, de ser un pueblo elegido, sino de las condiciones histórico materiales que crean las condiciones de posibilidad para que ello ocurra.

Una dosis de evolucionismo histórico se apoderó de una parte importante del pensamiento marxista. Esta dinámica se vigorizó con el triunfo de la revolución bolchevique y el ciclo de revoluciones en los países atrasados. Marx no previó, ni tenía por qué hacerlo, el surgimiento del estalinismo y con ello el inicio de procesos de restauración capitalista que durarían décadas en eclosionar, aunque aún sus variantes China, Coreana y Vietnamita mutan sin diluirse. El estalinismo quebró la noción lineal y la visión de la historia como un proceso de evolución irreversible; mostró que había “retrocesos” y evidenció a infalibilidad de lo cualitativo como superación de lo cuantitativo. Muchos marxistas consideran que la precaria comprensión de la relación entre medios de producción y tecnología aceleró la caída del socialismo real.

Katz, C (1997) a partir de los estudios de Aronowitz (1988) considera que las interpretaciones de Bernstein (1850-1932), Kaustky (1854-1938), Hilferding (1877-1941), Plejanov (1856-1918), Bauer (s/f) son mecanicistas respecto a papel dinamizador de lo tecnológico en el avance ininterrumpido del progreso. Considero que el marxismo de esa época era en gran medida determinista e histórico evolucionista por lo que era natural las derivaciones mecanicistas de algunas formulaciones. Sin embargo, ello no nos puede llevar a desestimar el trabajo de conjunto de estos revolucionarios. En el caso de Plejanov, es necesario retomar sus elaboraciones respecto a la concepción marxista de las fuerzas productivas como tecnología, porque las nuevas generaciones de marxistas lo han desestimado y ello resulta fundamental para entender la situación de la clase obrera en el siglo XXI.

La visión economicista que se hace respecto al trabajo de Marx desestima la importancia que este le otorgó en su pensamiento a la cultura, mucho más allá del campo de lo ideológico. Pero Marx fue un hombre de su tiempo histórico por lo tanto hay desarrollos tecno culturales que no conoció y por ende no incorporó en sus reflexiones. Marx fue un hombre del mundo de la prensa. El periódico y el libro impreso constituían el imaginario de última generación tecnológica en el campo de la reproducción cultural. Sus trabajos sobre la prensa obrera subrayaban la importancia de este medio para la difusión de las ideas y las experiencias proletarias. Marx no presenció el impacto en la cognición humana y de la clase obrera de la comunicación de masas centrada en lo visual-auditivo, la radio. Marx no conoció ni presenció el impacto ideológico de una innovación como la televisión que reproducía la ideología dominante las veinticuatro horas del día, mucho menos la revolución digital, la web y la virtualidad. Pero fundamentalmente como científico social no tenía posibilidades concretas de prever el impacto de estas innovaciones en el mundo del trabajo, en los medios de producción y la organización social. Lamentablemente buena parte de las nuevas generaciones de marxistas posteriores a su muerte, tuvieron una aproximación dogmática y cuasi teológica a su pensamiento, concentrada en la comprobación de sus hipótesisde trabajo más que en su actualización permanente.

  1. La noción de proletariado

Los orígenes italianos y reproducidos en el Derecho Romano del concepto de proletariado, para referirse a aquellos individuos que no poseen más propiedad que su fuerza de trabajo, es un término que ha generado discusiones e interpretaciones diversas en el campo del marxismo. Pareciera que en Marx la noción de proletariado es más totalizante y referida a todos los explotados por el capital en el mundo laboral quienes toman conciencia de su situación y deciden movilizarse en colectivo para cambiar la situación de injusticia y explotación.

La clase obrera industrial y fabril estaría en el corazón del proletariado y sería su motor para abrirle paso a la revolución socialista, al comunismo. De allí la frase del Manifiesto Comunista (1848) ¡¡Proletarios de todos los países uníos!! En este sentido, la condición proletaria se convierte en un referente estratégico en la labor del partido revolucionario, de la vanguardia, de los comunistas.

  1. El concepto abarcante de trabajador

El desarrollo científico y tecnológico comienza a vivir una aceleración históricamente inusual en el siglo XX, con redobladas expresiones en el periodo post guerras mundiales. Aunque es justo decirlo, la aceleración no disminuyó en los periodos de confrontación bélica, sino que su uso en la producción y el surgimiento de la cultura de masas fue limitado. La aceleración de la innovación científico tecnológica fue impactando de manera precisa al modo de producción y a la estructuración del trabajo fabril e industrial. La incorporación de las innovaciones científicos tecnológicas en la producción fabril e industrial aumentó la capacidad productiva de las mismas, eso sí, requiriendo menos mano de obra y quebrando la idea inicial de fábricas por doquier.

La nueva realidad del mundo productivo comienza la tendencia a acoplar al y la trabajadora mucho más a las tecnologías que al trabajo del otro y la otra. Este es un proceso gradual y casi imperceptible que genera nuevas resistencias fundamentadas en la memoria histórico-cultural acumulada por la clase obrera. Pero la rueda comienza a girar en la estructura del modo de producción y ello comienza a expresarse en el conjunto de la sociedad.

La organización del creciente número y formas de mercancías hace necesaria la creación del ciudadano consumidor para poder concretar el ciclo de apropiación del plusvalor. Mientras la clase obrera ve estancado y muchas veces disminuido su tamaño porcentual en la población, se multiplica la creación de nuevos empleos y puestos de trabajo en áreas de los servicios, la administración y el desarrollo de mercancías inmateriales.

El empleo y el trabajo que se expande contiene unas condiciones histórico materiales que promueven mucho más la competencia que la solidaridad, a pesar de ser parte estos trabajadores de quienes no tienen otra propiedad para vender que su fuerza de trabajo. La expansión de la cobertura educativa por parte de los sistemas escolares conforma un nuevo trabajador titulado que solo puede vender lo que sabe hacer para obtener capacidad de compra de alimentos, vivienda, transporte y ser el soporte económico de los más chicos.

El estancamiento y disminución numérica de la clase obrera respecto al universo del mundo del trabajo es nuevamente problematizado por el campo marxista. Pero además la clase obrera inicia un periodo de baja presencia política, en contraste con un creciente protagonismo de los estudiantes trabajadores, los maestros, enfermeras, médicos, pilotos, etc.

Esto se resuelve teóricamente de diversas maneras en el campo marxista. Mientras la mayoría de marxistas continúan desestimando el impacto de la innovación científico-tecnológica en la conformación de la clase obrera como clase en si y para sí, Daniel Bensaid (1946-2010), lo resuelve asumiendo el concepto de trabajador como abarcante a todas las formas de explotación y venta de la fuerza de trabajo como mercancía a los capitalistas y, Guy Standing (1948-   ) intenta explorar y actualizar el horizonte del marxismo hablando de precariado. Más recientemente ese debate se ha planteado en términos de posibilidad de disolución de la clase obrera o negación de este enunciado ante el avance de la robótica en el modo de producción capitalista, para lo cual marxistas como Harvey (1935-   ) han expresado su oposición a esta posibilidad.

En la década de los sesenta del siglo XX se inicia la tercera revolución industrial, con ciclos internos que se identifican a nivel de público con determinados productos, pero que tienen múltiples expresiones en el modo de producción. Hasta ahora las generaciones de la tercera revolución industrial se conocen a nivel del público como a) era de la super computadora; b) computadora en casa; c) computadora portátil; d) video juegos, internet, la web y el mundo digital en casa; e) redes sociales y capitalismo cognitivo y; e) realidad virtual, inteligencia artificial, nanotecnología y conexión 4G. Estas innovaciones están reconfigurando el mundo del trabajo como lo analizaremos en otro artículo con datos cruzados.

Lo cierto es que la mutación y multiplicación de las formas y expresiones de venta de la fuerza de trabajo como mercancía al capital, ha generado una expansión sin precedentes de la mentalidad, de la cultura de la clase media. El problema es que el marxismo ha construido una narrativa pequeño burguesa de la clase media que limita la comprensión de su desarrollo en el siglo XXI. Sobre ello volveremos de manera exclusiva en otro artículo.

Buena parte de la evidencia empírica muestra una intención de hegemonía de la lógica del consumo y bienestar de la clase media entre los trabajadores, no de condición proletaria. Los trabajadores comienzan a ver el estilo de vida de la clase media, el performance cultural de ésta como su ideal, muy alejado de las previsiones de un mundo altamente planificado y en asamblea permanente de reorganización social. El ocio creativo y la diversión ideológicamente pragmática se han instalado en los imaginarios de buena parte de la clase trabajadora (…. Continuará)

En los próximos artículos de esta serie trabajaremos: problemas y situaciones novedosas presentes en la fábrica de la tercera revolución industrial. La pérdida de protagonismo social de la clase obrera. Mutaciones en las narrativas de las izquierdas. La odiada clase media y el capitalismo cognitivo del siglo XXI. Los chalecos amarillos ¿un nuevo despertar de la clase para sí? ¿Qué es esa vaina de la Cuarta revolución industrial en el mundo del trabajo? Y que pasa si se cumplen los pronósticos sobre la curta revolución industrial. ¿Desaparece la idea socialista? Volver al método de Marx. ¿Es suficiente con rescatar el idealismo Hegeliano?

Lista de referencias

Barronco, Oriol (2006). ¿Todavía la clase obrera y la condición proletaria? En Revista Viento Sur, Nª 86, pag. 42-49

Claudio Katz: Discusiones Marxistas sobre tecnología, Teoría, en Razón y Revolución nro. 3, invierno de 1997, reedición electrónica. Disponible en http://www.razonyrevolucion.org/textos/revryr/prodetrab/ryr3Katztecnolo.pdf

Deleuze, Gilles y Guattari, Felix (1997). Mil Mesetas: capitalismo y Esquizofrenia. Ediciones Pre-Textos. Valencia. España.

Marx, Karl Miseria de la Filosofía, Buenos Aires, Siglo XXI, 1975, p. 158.

Marx, Karl El Capital, Libro 1, Cap. IV.

Fuente del artículo: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/02/03/hacia-donde-se-mueve-la-clase-obrera/

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