Una familia que gana un salario mínimo hoy tiene muchísimas dificultades para fortalecer una educación de “calidad integral” que el Ministerio de Educación Nacional (MEN) pretende sea de mayores y mejores resultados. Olvida el MEN las prioridades humanas, primero alimentación que educación.
Es ineficaz por tanto la famosa gratuidad escolar y las campañas “todos a estudiar” o “ni uno menos por fuera de la escuela” si no se logra ser incluyente con la población más necesitada, pobre y vulnerable.
Hay en Colombia, más 320.000 jóvenes en edad escolar por fuera del sistema educativo y un 5,7 % de tasa de analfabetismo. Una remesa escolar de solo útiles cuesta en promedio por lo menos $300.000, que es lo que muchas familias de estratos altos invierten mensualmente en apropiación de capital cultural (ir a cine, a teatro, o comprar literatura). La ausencia de estos componentes en los niños influye directamente en los desempeños y competencias sociales que, por cierto, cada vez son más preocupantes; por ejemplo, leer y no comprender tiene relación estrecha con la convivencia ciudadana. Una persona que no comprende está más dispuesta al conflicto y difícilmente acepta el dialogo como herramienta para solucionar contrariedades.
En tal sentido, la reforma tributaria estructural es directamente antípoda a la política de incentivos educativos promovidos por Mincultura y Mineducación. A menor ingreso económico familiar, disminuye la posibilidad de éxito escolar porque se dificulta cumplir con las exigencias de material escolar, o a mayor incremento en impuestos a la canasta familiar, aumenta el fracaso escolar (deserción y/o débil apropiación de conocimientos/saberes) ya que los estudiantes abandonan la escuela buscando aportar recursos económicos para la sobrevivencia familiar. Por ello, gravar los libros atenta contra el mejoramiento social y diluye las metas del gobierno nacional de elevar los índices de lectura o alcanzar en el 2025 Colombia la mejor educada.
Es una pena que las ministras de Educación y de Cultura, Yaneth Giha y Mariana Garcés, no digan nada, estén calladas, no se pronuncien frente a esta violencia estructural arremetida por el Senado y que claramente afecta transformar el país en un país más lector, educado y pacífico. Solo al analizar los datos de cobertura educativa, de inclusión escolar y de competencias lectoras de interpretación y comprensión de textos, Colombia se raja. Según MEN 2016, seis de cada diez estudiantes de primaria tienen dificultad para entender e interpretar textos complejos, leemos 1,9 libros por año y existe una biblioteca por cada 34.259 habitantes. Todo esto evidencia un fracaso social rotundo, que de seguro se va a agudizar en este año escolar por el apretón tributario.
Pareciera que al Ejecutivo, al Legislativo y a los ministerios sociales se les olvidara que Colombia es uno de los países de América más desigual e inequitativo, al que le exigen las agendas internacionales priorizar la disminución de pobrezas y el mejoramiento de indicadores de necesidades básicas satisfechas. Urge presentar una contrapolítica o contrareforma educativa que en verdad ayude a incluir al sistema cultural y educativo a los más desposeídos, ofreciéndole mayores oportunidades de converger en una sociedad menos discriminadora, más digna y justa.
El uso de condón es porcentualmente menor entre los individuos que tienen un bajo poder adquisitivo.
Se detectó que el bajo nivel educativo y socioeconómico incrementa el riesgo de transmisión del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), de acuerdo con las estadísticas actualizadas de los resultados de pruebas de detección al cierre de 2016 en Playa del Carmen.
Rudolf Geers, director general de la asociación civil “Vida Positiva”, dijo que el comportamiento sexual peligroso, alcoholismo, uso de drogas, desintegración familiar y la falta de seguro médico que las personas de bajos recursos viven se convierten en factores recurrentes que multiplican el porcentaje de riesgo.
Subrayó que el uso de condón es porcentualmente menor entre los individuos que tienen un menor poder adquisitivo, incluso en ocasiones en que se contratan servicios sexuales.
«El 80% de las personas usa condón ‘siempre’ o ‘a veces’ y menos de 30% de los hombres declararon haber pagado servicios sexuales»
“Mientras que en la población medio y de alto nivel educativo y económico, el 80% de las personas usa condón ‘siempre’ o ‘a veces’ y menos de 30% de los hombres declararon haber pagado servicios sexuales, casi el 100% usaron preservativo. Caso contrario en el que 60% de los hombres y casi 90% de las mujeres reconocieron no usar condón en sus relaciones sexuales”, informó.
Dijo que más de 50% de los sujetos masculinos admitieron haber pagado o cobrado por tener sexo y sólo 30% aceptaron haber usado condón en sus relaciones sexuales, por lo que se clasificó la situación como una “epidemia” en dos formas sobre el VIH a nivel local.
Los problemas que afronta la mujer en todo el mundo -precariedad, violencia, desempleo, sexismo, ablación…- se condensan en una sola palabra: desigualdad. En el Global Gender Gap 2016 del Foro Económico Mundial (FEM) destaca un dato positivo: la brecha de género en educación podría cerrarse en 10 años. Y, como afirma Nana Taona Kuo, directora del programa de la ONU Every Woman Every Child, «la medida más efectiva para la igualdad es la educación. Completar el ciclo formativo supone un cambio radical para las mujeres. Les abre una puerta de futuro y les permite reclamar sus derechos».
1. Ablación / World Vision
Entre cien y 140 millones de mujeres han sufrido la mutilación genital. Aunque cada vez más países la prohíben -Nigeria y Gambia han sido los últimos- y en algunos como Liberia ha disminuido un 41%, «se sigue practicando de forma clandestina, lo que agrava los riesgos para la salud», señala Susanna Oliver, de World Vision. En los proyectos de esta ONG en Kenia y Mali la han reducido hasta en un 76%: «Nuestras mejores abanderadas son madres que no quieren que sus hijas pasen por lo mismo que ellas. Es imprescindible empoderarlas. Cuando ganan el sustento por sí mismas, les es mucho más fácil luchar contra la presión de su comunidad».
2. Brecha salarial e igualdad económica / ONU
Las mujeres ganan de media la mitad que los hombres. Esta diferencia es una de las más difíciles de atajar. Incluso donde la participación laboral femenina es alta, las cifras se han estancado. EEUU y Canadá tienen el porcentaje más alto de mujeres profesionales, un 39%, seguidos por Europa (37%) y América Latina (36%), frente al 14% en Asia. Pero para 2025 se prevé que América Latina lidere la lista con un 49%, mientras que Asia duplicará su cifra actual. «Se cree que en los países occidentales no habrá progreso», advierte Nana Taona Kuo, directora de ‘Every Woman Every Child’: «Debemos reclamar nuestros derechos sin descanso en todos los países».
3. Matrimonio infantil / Plan Internacional
Cada dos segundos una niña es obligada a casarse, 14 millones cada año. «Esta práctica hunde sus raíces en la pobreza, la desigualdad de género y la falta de protección de los derechos de la infancia», explica Concha López, directora de Plan International en España. Gracias al trabajo de esta ONG en Guatemala y Malawi se han prohibido los matrimonios con menores de 18 años, pero pese a que se han reducido en un 20% en Etiopía o Nepal, las cifras globales siguen constantes los últimos 10 años. López alerta de la falta de indicadores sobre la situación real de la vida de las niñas, lo que las pone en riesgo.
4. Educación / Save The Children
En 10 años, la brecha de género en educación podría cerrarse en el mundo. Pero Nadia Criado, portavoz de Cooperación Internacional de Save the Children, señala que hoy 61 millones de niños en edad escolar no tienen acceso a las aulas. Más de la mitad son niñas. «Esto les supone un lastre. No podrán leer una receta médica, ayudar con los deberes a sus hijos o conseguir un buen trabajo», afirma, «es importante que los gobiernos inviertan en educación, como hace por ejemplo Etiopía, un país muy pobre que apuesta por el futuro». Además, destaca que hay que luchar por una enseñanza de calidad y eliminar los impedimentos para las chicas, porque la inversión en su educación garantiza un retorno en el terreno político y económico, los otros pilares de la igualdad.
5. Pobreza y malnutrición / Acción contra el hambre
Este binomio tiene rostro femenino. Siete de cada 10 pobres en el mundo son mujeres y, según la FAO, más del 60% de quienes pasan hambre en el mundo son féminas. Clara Ituero Herrero, asesora de género de Acción contra el Hambre, lo tiene claro. «Es evitable. Todos podemos contribuir a liberarles de esa amenaza», afirma, e indica que lo grave es que las desigualdades de género no solo afectan a las mujeres sino que «están en el origen y en las consecuencias de la pobreza«. Solo con que las agricultoras tuvieran el mismo acceso a los recursos productivos que los hombres se reduciría en 150 millones el número de personas hambrientas en el mundo.
6. Participación en la política, el poder y la toma de decisiones / ONU
Islandia es el único Estado que ha cerrado más del 70% su brecha de género en política. En 39 países se mantiene en torno a un 10%. En Omán, Líbano y Qatar apenas la han reducido un 3%. En el lado opuesto se sitúa Ruanda, la nación con mayor representación parlamentaria femenina. «Tener mujeres en las áreas de decisión garantiza una mejora de las condiciones para todas. Es crucial conseguir líderes políticas», afirma Nana Taona Kuo, «y hombres que trabajen por la igualdad, como Ban Ki-Moon o Justin Trudeau».
7. Refugiadas / ACNUR
Se ha alcanzado un triste récord: más de 65 millones de desplazados. De ellos, un 85% son mujeres y niños. María Jesús Vega, de ACNUR España, explica que ellas, además, nunca terminan de estar a salvo: «Los riesgos continúan incluso cuando alcanzan países seguros. La violencia de género es constante en los conflictos». Para prevenirla, esta organización visibiliza a las refugiadas con documentación individual y fomentando su liderazgo. Aun así, ante la situación de emergencia global, Vega pide que «la comunidad internacional vea que es intolerable que cada minuto 24 personas tengan que huir de sus hogares para ponerse a salvo. Resulta inaceptable que un 86% de los refugiados esté acogido en los países más pobres del planeta y que no se haga todo lo que se debería para atajar las causas de raíz».
8. Salud y maternidad / Unicef
Desde 1990, la tasa global de mortalidad materna ha disminuido un 44% y el número de muertes infantiles en más de la mitad. Pese a ello, Nazareth Mateos, de Unicef, advierte que queda mucho por mejorar: «La atención materna y neonatal es insuficiente». Cada día más de 800 mujeres fallecen por complicaciones en el embarazo y el parto y cada año 36 millones de bebés nacen sin atención de personal cualificado. Las tres causas más frecuentes de defunción en menores de cinco años son neumonía, diarrea y malaria, todas evitables. «Unicef se esfuerza en la vacunación de menores, que salva la vi da de entre dos y tres millones de niños cada año», afirma Mateos.
9. Seguridad alimentaria y derecho a la tierra / Oxfam Intermón
A veces, las mejores soluciones son las más sencillas. José Touriño, de Oxfam Intermón en Burundi, el país más pobre del mundo, explica que una de las cosas que mejor funciona allí para luchar contra la inseguridad económica y alimentaria de las mujeres es legalizar sus matrimonios: «Ellas dejan su hogar familiar al casarse, pero no se firma papel alguno. De su familia no va a heredar y si el marido la deja, se queda sin nada». Legalizar su situación, aun siendo algo muy básico, supone una diferencia enorme y «las parejas entienden que ellas también tienen derechos». El 70% de las personas pobres en el mundo son mujeres y solo el 1% de la tierra es de su propiedad, pese a que las campesinas generan un 60%-80% de la producción de alimentos en los países en desarrollo.
10. Violencia contra las mujeres / Amnistía Internacional
Una de cada tres experimenta agresiones físicas o sexuales en su vida. Pero solo dos tercios de los países tienen leyes contra la violencia, mientras que en 31 estados no se juzga a los violadores si están casados o se casan con la agredida. «Acabar con esto es un requisito previo indispensable para el desarrollo», explica Lola Liceras, portavoz de derechos humanos de las mujeres en Amnistía Internacional España, quien reconoce que «ha habido avances que, aunque puedan parecer puntuales, suponen un enorme paso adelante para las mujeres y niñas». En Marruecos la ley ya no permite librarse de la cárcel al violador de una chica si se casa con ella, ni en Pakistán que los asesinos puedan ser perdonados por los familiares de la víctima en los ‘crímenes de honor’, ahora se enfrentan a 25 años de cárcel. «Es necesario que las naciones aprueben leyes contra la violencia de género, garantizar que quienes la ejercen rindan cuentas y lograr la gran asignatura pendiente: que las supervivientes obtengan una reparación completa para rehacer sus vidas».
Y en España…
Por Beatriz García Manso
Racionalización de horarios. Pasar del dicho al hecho es imprescindible para resolver el asunto de la conciliación que dificulta el acceso de las mujeres al mercado laboral, coarta sus oportunidades profesionales, las aboca a contratos a tiempo parcial y perpetúa la brecha salarial. La ministra de Trabajo acaba de anunciar a bombo y platillo su intención de que la jornada laboral acabe a las 18 horas. Pero queda por ver cómo va a lograrse. José Luis Casero, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, señala algunos de los pasos que convendría dar en esa dirección: creación de bancos de tiempo donde acumular horas de trabajo, adelantar el horario de entrada antes de las 8 de la mañana, mejorar los servicios públicos de guardería y escolares, medidas del tipo ‘Bono Canguro’, horarios flexibles, equiparación de permisos de paternidad y maternidad, rebaja del impuesto de sociedades e IRPF a las empresas que favorezcan la conciliación, finalización del ‘prime time’ de las televisiones a las 11 de la noche… ¡Será por ideas!
Acabar con la violencia de género
En España la vida de 53.000 mujeres maltratadas está en riesgo y 43 han sido asesinadas en 2016 (hasta el envío a imprenta de estas páginas). «Partiendo de la base del objetivo de cero asesinatos por violencia de género que siempre ha marcado nuestro quehacer diario, en el año 2017 tenemos tarea por delante», asegura Ángeles Carmona, directora del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género. Ayudará un pacto de Estado que «incluya en los presupuestos recursos para la asistencia a víctimas y menores, la atención a mujeres que no presentan denuncias o las retiran, la creación de un plan personalizado de acompañamiento durante el proceso judicial y formación en los colegios en igualdad y prevención de la violencia de género, incluyendo enseñanza especializada para los profesionales de la educación», dice Carmona. También se creará una subcomisión que analizará los problemas que impiden avanzar para después concretar las reformas legislativas necesarias.
Protección para todas
Es necesario adaptar la legislación a las líneas que dicta el Convenio de Estambul, que obliga a los países firmantes (entre ellos España) a considerar violencia de género cualquier otra manifestación delictiva contra la mujer por el hecho de serlo, como el acoso o las agresiones sexuales, el matrimonio forzado, la trata con fines de explotación sexual, la mutilación genital, el aborto y esterilización forzosos… Todos son delitos contemplados en el Código Penal pero sus víctimas deberían poder ser beneficiarias de medidas de protección integral.
El miedo en la calle
En 2014 (últimos datos disponibles) se registraron en España 1.239 violaciones, es decir, más de tres al día, y 9.468 delitos contra la libertad sexual. Aproximadamente la mitad de mujeres mayores de 15 años han sufrido en algún momento acoso callejero y alrededor de un 80% ha sentido miedo al volver sola a casa. Un 27% de los ciudadanos de la UE justifica el abuso sexual en determinadas circunstancias (si la mujer ha bebido o tomado drogas, si ha invitado a su acompañante a casa, va vestida con ropa sugerente o no ha opuesto resistencia física), según el Eurobarómetro. Conclusión: es necesario un plan para acabar con el acoso callejero y la violencia sexual, creando un observatorio y lanzando campañas de sensibilización y concienciación sobre la cultura del consentimiento que ofrezca ejemplos de actitudes que suponen acoso machista.
La brecha salarial
Los datos recientes de Eurostat la sitúan en España en un 15% (según otros estudios, se acerca al 20%). ¿Ideas para cambiar de rumbo? «Debería aprobarse una ley específica que la erradique, ya que se produce en todas las categorías laborales. Por otra parte, el Gobierno tendría que dar un paso más en la aplicación de la Ley para una igualdad efectiva entre mujeres y hombres que se aprobó en 2007 e implantar un sistema de cuotas, igual que se ha hecho en países como Alemania, Noruega o Francia», señala Sara Berbel, doctora en Psicología Social y autora de ‘Directivas y empresarias. Mujeres rompiendo el techo de cristal’. Los expertos de FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) proponen el modelo italiano de cuotas, gradual, flexible y temporal, con el que han logrando que la presencia de consejeras pasara del 6% a casi el 30% en cinco años.
Argentina/29 diciembre 2016/Autor: Mariana Iglesias/Fuente: Clarín
La educación es fundamental para reducir las brechas de desigualdad y pobreza que afectan al 30% de los chicos y las chicas pobres en Argentina.
Unicef presenta hoy su «Posicionamiento sobre Primera Infancia», una suerte de estado de situación de la infancia y la adolescencia en el país, y de las inequidades entre regiones. El documento, además, contiene una serie de recomendaciones políticas para mejorar la vida de los chicos, chicas y adolescentes. Los datos abruman: el 30% de los chicos son pobres en todos los sentidos posibles. Pero, encima, la probabilidad de un niño que reside en una provincia del Noroeste de sufrir privaciones es 6,5 veces mayor que la de un niño de la Ciudad de Buenos Aires.
Para Unicef, una de las claves para comenzar a cambiar esta situación es la educación. “El acceso desde la primera infancia a una escolaridad que garantice espacios de juego y lectura desde los primeros años de vida es una de las claves para reducir las brechas de desigualdad y pobreza que afectan al 30% de los chicos y las chicas multidimensionalmente pobres en Argentina”, dice el informe.
El 79% de los chicos de entre 0 y 3 años no accede a servicios educativos y de cuidado, un porcentaje que varía según la región del país. Mientras que en la región pampeana no accede el 73%, en el Nordeste y Noroeste del país no accede el 94% y el 90% respectivamente. La oferta de educación inicial está destinada a los niños de 45 días a 5 años, y las salas de 4 y 5 años son obligatorias. En la actualidad, el 96% de los niños de 5 años, el 81% de los niños de 4 años y el 54% de los niños de 3 años asisten a nivel inicial, mientras que el nivel de cobertura de las salas de 2 y salas maternales es inferior al 10%. Sólo un 36% de los niños y niñas de 3 y 4 años en zonas rurales asisten a salas de nivel inicial.
Según el documento de UNICEF, asistir al Nivel Inicial les da a los niños y niñas un acercamiento sostenido al lenguaje escrito, a la estimulación del lenguaje oral y a una iniciación a la literatura. Los chicos que reciben estímulos de lectoescritura durante sus primeros años de vida, a través del juego y de la lectura de cuentos por parte de sus padres o maestros, llegan mejor preparados a la escuela primaria y tienen más posibilidades de tener un mejor desempeño en la secundaria.
Las experiencias de alfabetización en la primera infancia tienen una fuerte influencia del entorno del hogar: en un clima educativo favorable, los niños a los 6 años pueden tener una disponibilidad de vocabulario de entre 6.000 y 14.000 palabras. Sin embargo, la lectura y la propuesta de juego de diversos tipos no están disponibles en todas las casas y en muchos casos, los chicos que no cuentan con estas oportunidades en el hogar acceden a estas experiencias en la escuela.
Es por eso que los especialistas señalan que la educación inicial es igualadora y acorta las brechas de la exclusión: el jardín de infantes garantiza que todos los niños dispongan de un tiempo y un espacio para jugar y tengan la oportunidad de escuchar la voz de un adulto que les lea cotidianamente distintos tipos de textos y proponga intercambios orales diversos y significativos.
“El pleno desarrollo de un individuo no debería depender del hogar en el que nace. Para combatir inequidades y desigualdades sociales desde el inicio de la vida, necesitamos intervenciones tempranas de calidad. Buscamos asegurar que desde la primera infancia se cumplan los derechos de cada niño”, dice Florence Bauer, Representante de Unicef en la Argentina.
Ampliar la oferta de servicios sin resignar calidad y garantizar el acceso de las familias más vulnerables es todavía una tarea pendiente. El Posicionamiento de Unicef en Primera Infancia también señala que si bien hubo mejoras en los indicadores de mortalidad infantil, aún hay brechas de inequidad por regiones y la mayoría de las muertes todavía ocurren en recién nacidos con menos de una semana de vida. La violencia es otra de las problemáticas que afecta a los chicos y las chicas en sus primeros años y se manifiesta en diversas formas: golpes, castigos físicos o psicológicos y abuso sexual. El abuso sexual en la primera infancia suele ser cometido por una persona conocida, en la mayoría de los casos.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) calificó hoy de inaceptable que 70 millones de niños -4 de cada 10- vivan en situación de pobreza en América Latina y el Caribe, y de ellos 28,3 millones estén bajo pobreza extrema.
Con motivo de su aniversario número 70, que se conmemora este domingo, Unicef recordó que estos niños se encuentran principalmente en poblaciones indígenas y afrodescendientes, zonas rurales y entornos periurbanos, y consideró que “ahora más que nunca” su labor es vital para romper este ciclo de pobreza.
“Estas cifras no solo son inaceptables éticamente, sino que dan cuenta de una contundente violación de los derechos humanos de miles y miles de niños y niñas, derechos que están plasmados en la Convención de los Derechos de los Niños, la cual han ratificado todos los Estados de la región”, afirmó la directora de Unicef para América Latina y el Caribe, María Cristina Perceval.
La pobreza en la infancia deja huellas profundas que comprometen severamente el futuro de las personas a lo largo del ciclo de vida y en el desarrollo de su comunidad, advirtió el organismo.
Unicef reconoció que en las últimas dos décadas América Latina y el Caribe han logrado avances significativos en términos de crecimiento económico e inclusión social, y ello ha impactado directa y beneficiosamente sobre el bienestar de los niños.
En ese tiempo la región ha logrado disminuir en un 67 por ciento la mortalidad de niños y niñas menores de 5 años, y a día de hoy 8 de cada 10 niños tienen acceso a educación preescolar, apuntó.
Además, en todos los países se ha incrementado de manera sustancial la matrícula de acceso a la escuela primaria.
“No obstante”, indicó Perceval en una declaración pública, “si bien existen diferencias dentro y entre los países, la pobreza infantil en la región constituye un escándalo de discriminación, humillación y exclusión para mucho más de la mitad de los niños que la habitan”.
En la conmemoración de su 70° aniversario, Unicef hizo un llamado a todos los gobiernos, al sector privado y a las comunidades “a unirse en un movimiento transformador a favor de la infancia en América Latina y el Caribe, capaz de erradicar la pobreza infantil e impedir que los progresos alcanzados en las últimas décadas se conviertan en frustraciones e injusticias en el futuro por venir”.
El organismo abogó por una inversión en la infancia a través de políticas “realmente universales, integrales, consistentes y efectivas y programas incluyentes de protección social”.
En este sentido, llamó a los gobiernos de la región a aumentar el presupuesto destinado a los niños y adolescentes, y a la sociedad a cuidar de que esto suceda.
“Podemos y debemos transformar este insostenible modelo de desarrollo y sus inéditos procesos de concentración de la riqueza, para avanzar responsable y solidariamente hacia un desarrollo sostenible, (…) en el que el interés superior de los niños sea brújula y horizonte de sociedades más justas, libres e igualitarias”, añadió Unicef, que tiene su sede regional en Panamá.
Por su aniversario, el organismo lanzó un vídeo en su cuenta de Youtube con un llamamiento a la acción para dar pasos concretos hacia el logro del Objetivo 1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Agenda 2030: erradicar la pobreza.
«La actual escuela tiene un papel reproductor de la pobreza y la exclusión». Con esta contundente afirmación inició Enrique Javier Díez, profesor de la Universidad de León y coordinador del Área Federal de Educación de IU, su conferencia en el Ateneo Obrero de Gijón, dentro del ciclo del grupo Eleuterio Quintanilla para abordar la relación entre pobreza, exclusión social y educación.
Díez planteó una serie de vías que seguir para tratar de acabar con esa situación. Entre otras, «blindar» la inversión educativa. «Debemos reocupar las calles con una marea verde tal que obligue a nuestros gobernantes a revertir los recortes educativos», sostuvo al tiempo que señaló a la LOMCE como elemento «consolidador» de un modelo escolar que «perpetúa» la pobreza y la exclusión social.
Un sistema integral de becas y ayudas al estudio que se concedan sin criterios competitivos sino solo porque se justifica la necesidad, gratuidad de los servicios de comedor y transporte escolar, bancos de libros libres y la apertura de cada centro a su entorno fuera del horario lectivo son otras de las iniciativas que planteó Díez, quien abogó por adoptar medidas que promuevan e incentiven la «colaboración efectiva entre la familia y la escuela». «Ocho de cada diez personas cuyos padres no alcanzaron la Primaria no han conseguido completar los estudios de Secundaria», detalló.
También defendió la necesidad de que la educación inclusiva esté garantizada en todos y cada uno de los centros educativos. Para prevenir el fracaso escolar, remarcó, «no es suficiente la escolarización completa en la etapa obligatoria». Ampliar la cobertura del primer tramo de Educación Infantil y avanzar hacia la gratuitad en la oferta universitaria son, desde su punto de vista, dos elementos clave. «¿Cómo podemos cambiar nuestra forma de entender la pobreza y la exclusión en nuestro centro educativo?», se preguntó el coordinador del Área Federal de Educación de Izquierda Unida. Y acto seguido enumeró las que considera pueden ser unas pautas a seguir: desinvisibilizar la pobreza, analizar sus causa en el trabajo que se hace día a día en el aula abordando «cómo se convierte a las víctimas en culpables», cambiar las prácticas educativas que lo alientan favoreciendo, por ejemplo, el trabajo cooperativo y romper los guetos. Y es que, remarcó, la pobreza y la exclusión se vive de «manera especial» entre los niños y adolescentes afectados por ella por la «propia dificultad de entender su situación de empobrecidos y expulsados de los bienes que los demás disfrutan».
Estrategias integrales
Así, Díez insistió en que la multidimensionalidad de los problemas relacionados con la pobreza infantil hace que haya que construir respuestas que incluyan estrategias integrales, sistémicas y articuladas, implicando a las políticas educativas, de salud y sociales, con la meta de «romper el círculo vicioso de la reproducción intergeneracional de la pobreza».
Este domingo 20 de noviembre se celebró el Día Universal del Niño, una fecha que además de recordar la puesta en marcha de una declaración que garantiza sus derechos, busca concienzar a la población de que millones de niños en varios países del mundo carecen de los mismos y se encuentran en medio de conflictos, pobreza y falta de recursos.
Afganistán. Además del prolongado conflicto armado, el país ha sido víctima de desastres naturales que han deteriorado la prestación de servicios de salud y educación, afectando a más de un millón de menores.
Birmania. La crisis política que atraviesa el país y los conflictos armados entre musulmanes y budistas en el estado de Rakáin, han convertido a los niños en las mayores víctimas.
Burundi. Considerado uno de los países más pobres del mundo, se enfrenta una grave crisis alimenticia que ha obligado a más de 84.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, a desplazarse a países como Tanzania o Ruanda.
Irak. La crisis ha provocado que muchos niños abandonen sus estudios para buscar trabajo o alistarse en la guerra. Según la Unicef, más de 2,8 millones de infantes han abandonado sus hogares.
Nigeria. Se calcula que desde 2014 cerca de 250.000 niños sufren de desnutrición y gran parte de las escuelas y centros de salud han sido destruidos por el incremento de la violencia del grupo terrorista Boko Haram.
República Centroafricana. Miles de niños han sido víctimas de la explotación infantil y la violencia en medio del conflicto. Se calcula que más de 39.000 menores sufrirán de desnutrición aguda grave.
Siria. Más de dos millones de niños han abandonado la escuela y requieren de ayuda humanitaria a causa de la guerra. Se estima que la mitad de los refugiados que viven en condiciones de pobreza en países aledaños son menores de edad.
Sudán del Sur. A consecuencia de la guerra, aproximadamente 16.000 niños han sido reclutados por grupos armados desde el 2013. La Unicef calcula que otros 900.000 ahora son refugiados y 13.000 se encuentran desaparecidos.
Ucrania. El conflicto civil que sufre el país ha afectado a unos 580.000 niños, que han tenido que vivir entre bombardeos y combates. Muchos de ellos se han visto obligados a dejar la escuela.
Yemen. 9,9 millones de niños requieren de ayuda humanitaria tras agudizarse el conflicto en el en el último año. Más de dos millones de menores han abandonado las escuelas tras su destrucción o reconversión en refugios para los desplazados.
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