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Alertan sobre inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe

l Programa Mundial de Alimentos alertó que el incremento de los precios globales, como consecuencia del conflicto en Ucrania, empeora la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, según refiere un despacho de Prensa Latina.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó que el incremento de los precios globales, como consecuencia del conflicto en Ucrania, empeora la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, según refiere un despacho de Prensa Latina.

En un comunicado en Ciudad de Panamá, donde radica su sede regional, la agencia agrega que la situación mundial motivada por la guerra entre Ucrania y Rusia -y las sanciones impuestas desde Occidente- agravan los problemas de la pandemia de COVID-19 y llevan a que se requiera de más recursos para ayudar a las personas vulnerables en la región.

Según el PMA, la inseguridad alimentaria afecta a 9,3 millones de personas en los países donde tiene presencia en la región, cifra que podría aumentar a 13,3 millones de persistir la guerra, una situación que se tornaría mucho más grave entre la población en inseguridad alimentaria severa.

En un contexto marcado por el aumento desmesurado de los precios de las materias primas y la energía, la inflación alimentaria supone riesgo inminente para los países dependientes de las importaciones de cereales que Ucrania lideraba, argumentó.

En cifras exactas, el PMA reseñó que los costos promedio por tonelada métrica del arroz, los frijoles negros, las lentejas y el aceite vegetal que compran para distribuir en la región, aumentaron en un 27 % entre enero y abril de 2022, y un 111 % entre enero de 2019 y abril de 2022.

La situación puede volverse aún más compleja, pues «la región se prepara para una tercera temporada de huracanes en el Atlántico más activa de lo normal a partir de junio, que tiene el potencial de empujar a más personas al hambre», destacó la agencia de Naciones Unidas.

Fuente: https://www.granma.cu/mundo/2022-05-25/alertan-sobre-inseguridad-alimentaria-en-america-latina-y-el-caribe-25-05-2022-16-05-08

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350.000 niños de África pueden morir este verano de desnutrición, según ONGs

Más de cinco millones y medio de niños se encuentran en riesgo de desnutrición aguda en la región del Cuerno de África, según denuncian las ONG Oxfam Intermón y Save the Children en su último informe, Dangerous Delay 2, en el que alertan además de que 350.000 niños pueden morir por esa causa este verano si la comunidad internacional no actúa.

«Hace 10 años se calculaba la muerte de 135.000 niños en una crisis similar”, explicó este miércoles en la presentación del informe Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón, quien recuerda que finalmente «murieron casi el doble, la mayoría menores de 5 años».

Entre las consecuencias físicas sobre la infancia de esta desnutrición aguda, Andrés Conde, director general de Save the Children, destacó en rueda de prensa los efectos en el sistema inmunológico: «el riesgo es dejar a una generación de niños en una situación de extremada vulnerabilidad a un montón de enfermedades».

La falta de nutrientes -explicó Conde-, también paraliza el desarrollo cognitivo de los menores, algo que es imposible recuperar en una edad posterior. «Estamos hablando de consecuencias gigantescas en la capacidad de estos niños y niñas de aprender», remarcó.

LAS SEQUÍAS Y LA GUERRA DE UCRANIA, CAUSAS DE LA CRISIS

El informe atribuye esta nueva crisis humanitaria a dos razones principales: el ‘shock’ climático, que ha originado importantes sequías en la región, y la guerra de Ucrania.

«Estamos enfrentando la peor sequía en los últimos 40 años, pero esto se ha visto añadido por algo completamente imprevisible: la guerra en dos países que resultan ser el granero del mundo,” afirmó Conde.

Según Cortada, «Rusia y Ucrania proporcionan el 90% del trigo que se consume en el Cuerno de África», países de los que también se importan productos como el aceite de girasol o los fertilizantes necesarios en las cosechas.

El conflicto bélico está generando un «aumento de precios sin precedentes» en la mayoría de los productos importados por la región africana, lo que da una «perspectiva de crisis completamente abrumadora», explicó Conde.

«No es insensato decir que muy probablemente la mayor parte de las muertes que genere esta guerra no van a ser en el conflicto armado, sino el hambre que van a provocar en muchos otros países», añadió.

SOLO UN 2% DE FONDOS RECAUDADOS

La ONU realizó un llamamiento de emergencia para el Cuerno de África y cuantificó que se necesitaban 4.400 millones de dólares para atender las necesidades de la población. Sin embargo, por el momento solo hay un 2% recaudado.

«El problema que tenemos ahora es la financiación», declaró Cortada, «las organizaciones sabemos lo que tenemos que hacer, pero sigue faltando más de un 70% de financiación».

El Informe propone una serie de medidas para paliar la crisis. Para los países occidentales, piden que se responda al llamado de la ONU de forma urgente así como la cancelación de la deuda que se mantiene con el Cuerno de África.

Respecto a los Estados afectados, sugieren implantar políticas de protección social y fortalecer los mecanismos de detección temprana.

Recalcan sobre todo la necesidad de pasar de un enfoque reactivo a uno proactivo, que permita prevenir futuras crisis.

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/%C3%A1frica-desnutrici%C3%B3n_350.000-ni%C3%B1os-de-%C3%A1frica-pueden-morir-este-verano-de-desnutrici%C3%B3n–seg%C3%BAn-ongs/47603832

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¿Qué proponen los principales candidatos de las elecciones en Colombia en materia de género?

Sistemas de cuidados, prioridad para las mujeres en planes de educación y empleo, iniciativas para hacer frente a la violencia: distintas políticas de género se han abierto camino en los programas de gobierno de varios de los candidatos presidenciales de Colombia. A continuación, un vistazo a algunas de las propuestas clave.

En el primer trimestre de 2022, el desempleo entre hombres se situó en el 10,4% en Colombia. Entre las mujeres, ese porcentaje escaló hasta 17,1%, según los datos del DANE. Las mujeres dedican, en promedio, 7:14 horas diarias a los trabajos de cuidado no remunerado y tareas domésticas. En los hombres la cifra cae a 3:25 horas, según las estadísticas oficiales. En un estudio de la ONU sobre la situación de las mujeres en pandemia, más de 60% de mujeres dijo que ellas o mujeres que conocían habían experimentado algún tipo de violencia.

Las cifras, en todos los ámbitos, muestran la situación de desventaja en la que se encuentran las mujeres con respecto a los hombres en Colombia. Esto es lo que proponen los principales candidatos a las elecciones que se celebrarán el 29 de mayo en el país.

Gustavo Petro

Gustavo Petro, candidato de Colombia Humana y de la coalición del Pacto Histórico, celebra su victoria en la consulta de izquierda del Pacto Histórico. (Crédito: Raúl Arboleda/AFP/Getty Images)

El capítulo sobre las políticas orientadas a las mujeres encabeza el programa de gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, la fórmula que lidera las encuestas. Petro plantea que mujeres ocupen «el 50% de todos los cargos públicos en todos los niveles y las ramas del poder».

De ganar, proponen la creación de un Ministerio de la Igualdad que será el encargado de «articular todas las políticas para el empoderamiento integral de las mujeres, las diversidades de género y orientación sexual, generacionales, étnicas y regionales en Colombia». El plan también incluye la realización de campañas a nivel nacional para transformar los estereotipos de género.

Una de las propuestas en las que coincide con otros candidatos es la creación de un Sistema Nacional de Cuidados que busca, según el programa, reconocer, recompensar, reducir y redistribuir las tareas de cuidado de las que históricamente se han hecho cargo las mujeres.

El tiempo dedicado al cuidado será reconocido como trabajo y recompensado. Al respecto, el plan afirma que las mujeres que durante toda su vida se han dedicado a los cuidados en el hogar serán integradas al sistema de pensiones. Además, a través de este sistema se buscará que el Estado y los privados brinden servicios de cuidado, para que se pueda reducir el tiempo que dedica la sociedad, especialmente las mujeres, a esas tareas. 

En términos de aumentar el poder económico, el programa plantea que las mujeres tengan acceso prioritario a la educación superior pública, el crédito y la distribución y formalización de la propiedad de la tierra.

Petro también propone que se garantice un ingreso mínimo básico por encima de la línea de pobreza «para proteger y empoderar a las mujeres cabeza de familia».

En cuando a la violencia, proponen implementar un «plan de choque» para su prevención y erradicación, con un mención especial a los feminicidios, que se atacarán «creando un sistema nacional de alertas tempranas e instancias especializadas y capacitando funcionarios públicos«.

En cuanto a derechos sexuales y reproductivos, el programa se compromete a acatar la decisión de la Corte Constitucional de despenalizar el aborto, y hace énfasis en los derechos sexuales y reproductivos, por ejemplo mediante el acceso efectivo a los métodos anticonceptivos y para una «higiene menstrual digna». También anuncia un plan nacional para prevenir los embarazados adolescentes.

En lo que refiere a la comunidad LGBTQ, Petro plantea avanzar en la inclusión laboral y en el acceso y la permanencia en el sistema educativo. El candidato propone avanzar en «eliminar trabas y estigmas para reconocer la unión de parejas del mismo sexo y sus derechos a la adopción y a la seguridad social», así como que el sistema de salud apoye y acompañe el tránsito de género, entre otras medidas.

«Fico» Gutiérrez

El programa de Fico Gutiérrez y Rodrigo Lara Sánchez también tiene un capítulo exclusivo dedicado a las políticas diferenciales para reducir las desigualdades, en el que se enmarcan algunas metas vinculadas a la inclusión de las mujeres.

Una de las metas principales en el marco de la lucha contra la violencia hacia la mujer es mejorar y ampliar la línea 155 como canal para atención a las víctimas. El programa propone simplificar «la ruta de atención con una única puerta de entrada a la justicia que facilite el acompañamiento y la atención integral».

Además, se proponen la realización de campañas de comunicación para la prevención del acoso y la explotación sexual.

El programa hace énfasis en la «salud integral» de las mujeres y se propone, entre otras medidas, fortalecer la educación sobre derechos sexuales y reproductivas, así como las acciones para prevenir el embarazo de menores y las uniones tempranas. Aquí el programa hace un una mención especial a las migrantes.

En la política y los programas de generación de empleo las mujeres tendrán preferencia, especialmente en áreas de mayor potencian como la digitalización, agro, etc. Aquí hay un énfasis en la mujer rural, para la que se propone fortalecer los programas para el acceso y tenencia de tierras así como la formación de capacidades, entre otras acciones.

También se propone reforzar la formación para que las madres cabeza de familia recuperen las capacidades laborales deterioradas por la pandemia e incentivos para las mujeres que sigan carreras STEM, es decir en ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas.

Las propuestas de Gutiérrez ponen también el foco en el emprendedurismo, comprometiéndose a aumentar la cantidad de emprendimientos de mujeres que reciben apoyo a través del Fondo Emprender del SENA, entre otros mecanismos.

«Fico» Gutiérrez también propone la creación de un Sistema de Cuidado y, en el marco del mismo, sostiene que se ampliarán los modelos de los programas Buen Comienzo y De Cero a Siempre, y que se implementará la Ley de licencia parental compartida.

En cuanto a la comunidad LGBTQ, una de sus principales metas es fortalecer los canales de denuncia y que los integrantes de la comunidad puedan tener un mejor acceso a la justicia. Además plantea levantar las «barreras de acceso al mercado laboral a través del Servicio Público de Empleo y alianzas con el sector privado», entre otras medidas.

Rodolfo Hernández

Rodolfo Hernández dice que sus rivales están "asustadísimos"

Rodolfo Hernández se compromete, según su programa de gobierno, a que por lo menos el 50% de los cargos en la función pública se asignen a mujeres y que también al menos la mitad de su gabinete lo ocupen mujeres, «con prioridad de la población joven, las madres cabezas de hogar y las personas con discapacidad».

Como parte de las medidas para favorecer la participación de las mujeres en el mercado laboral, Hernández plantea la construcción conjunta por parte del Gobierno y de empresas privadas de espacios donde se cuide a los hijos de las mujeres trabajadoras. También propone que se generen estrategias de flexibilización para que las mujeres que son cabeza de familia puedan trabajar.

El programa aspira a la cobertura universal de educación en todos los niveles y postula que, a partir de este hito, las mujeres podrían estar en una situación de más competitividad para ingresar en el mercado laboral.

Hernández menciona la necesidad de reforzar los programas que existen de educación integral para las mujeres rurales y crear nuevos. Estos cubrirían temas como la prevención de la violencia, el emprendimiento y las buenas prácticas agrícolas, entre otros.

Varias líneas de su programa refieren a la violencia contra las mujeres, e incluyen la capacitación de funcionarios, ampliar la cobertura de los centros de acogida de víctimas de violencia y articular la gestión de las distintas instituciones que están involucradas en la atención a las mujeres que sufren violencia.

En lo que respecta a la comunidad LGBT, Hernández plantea «hacer efectivas e impulsar las políticas vigentes en materia de inclusión» con acciones afirmativas y crear espacios de diálogo para que las distintas orientaciones se encuentren representadas en los planes de desarrollo.

Sergio Fajardo

Sergio Fajardo

Sergio Fajardo fue el ganador de la coalición Centro Esperanza, pero obtuvo menos votos que la candidata de izquierda Francia Márquez. (Crédito: Juan Pablo Pino/AFP/Getty Images)

El «Programa por la igualdad y derechos de las mujeres» de Sergio Fajardo tiene tres ejes de trabajo principales: la creación de un Ministerio de las Mujeres y Equidad de Género, la puesta en marcha de un Sistema Nacional de Cuidados e incluir el enfoque de género en todos los compromisos y propuestas hechas por el candidato.

En línea con propuestas mencionadas anteriormente, el Sistema Nacional de Cuidados que plantea Fajardo propone medir el aporte del trabajo de cuidados y doméstico no remunerado y promover la reducción y redistribución de las tareas. Para lograrlo menciona, entre otras acciones, lograr un alcance universal de los niños de 3 a 5 años en centros de desarrollo o educativo y ampliar las jornadas escolares extendidas, de manera que los adultos puedan utilizar esas horas para trabajar.

El Ministerio de las Mujeres, otro de los pilares de la propuesta de Fajardo, sería el encargado de promover y avanzar en el logro de la autonomía económica, física y para la participación de las mujeres, según el programa propuesto por el candidato.

Pero además Fajardo propone transversalizar el enfoque de género en los programas de otras áreas. Esto, por ejemplo, en el área del trabajo implica que de los 440.000 empleos nuevos que se plantea generar si gana, el 70% sea para mujeres, dado el impacto mayor en el desempleo.

En lo que respecta a la justicia, se plantea fortalecer el enfoque de género en el acceso, haciendo hincapié en herramientas como las Comisarías de Familia y las Unidades Móviles de Justicia.

Y, entre las acciones vinculadas a la salud, además de hacer énfasis en la promoción de la salud sexual y reproductiva y la prevención del embarazo adolescente, el programa también se refiere específicamente al aborto, afirmando que reglamentarán «de manera integral» la práctica del aborto en consonancia con la definición de la Corte Constitucional con el objetivo de que las mujeres puedan decidir «sin estigma social alguno».

Fajardo tiene un capítulo dedicado a la comunidad LGBTQ en el que propone, entre otras acciones, fomentar los entornos escolares seguros y la inclusión laboralmente, especialmente de las personas trans. También hace énfasis en la formación de los funcionarios públicos y especialmente del Ministerio de Salud, para que comprendan las necesidades que tienen las personas trans.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2022/05/19/elecciones-colombia-candidatos-propuestas-genero-orix/

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El Salvador: Familia que sobrevive con un dólar al día prioriza educación de sus hijos

América Central/El Salvador/19-05-2022/Autora: Lissette Lemus/Fuente: www.elsalvador.com

Los menores están entre 25 niños que son beneficiados con un aula integrada en una ermita en el caserío Pedro Díaz, en San Francisco Morazán.

La familia de María Antonia Mena no tiene ningún ingreso económico fijo mensual. Los seis integrantes sobreviven de la venta de algunas hortalizas, huevos o gallinas indias y las tareas agrícolas que el hijo mayor de 13 años realiza cuando hay oportunidad.

María relata que el estimado de lo que logran reunir de esas actividades ronda los 30 dólares al mes, lo que debe usar de la mejor manera para que sobreviva la familia de seis integrantes.

A pesar de la falta de recursos, María hace un esfuerzo para que sus cuatro hijos vayan a la escuela, incluyendo unas gemelas de cuatro años.

Las niñas se levantan a las cinco de la mañana, para asistir al kínder que está a una hora y media caminando por un cerro, en el caserío Pedro Díaz, del cantón Sumpul Chacones, en el municipio de San Francisco Morazán, departamento de Chalatenango.

Familia
Imagen del aula integrada donde reciben clase cerca de 25 alumnos, en San Franciso Morazán.
Foto EDH/Lissette Lemus

Esa rutina de su hijo mayor sólo es interrumpida cuando le sale la oportunidad para ayudar en algún trabajo agrícola, por lo que le pagan $4 por la mañana.

“A veces solo tengo para el refrigerio de las niñas, a los más grandes les toca aguantar”, dice María.

Mientras las niñas están en la escuela María aprovecha para trabajar en la siembra de hortalizas y otros cultivos, pues su compañero de vida padece una enfermedad crónica que no le permite hacer esfuerzo físico. Los dos niños mayores de 13 y 10 años le ayudan con las tareas agrícolas.

María y su esposo no saben leer ni escribir y por eso hacen un esfuerzo para que sus hijos se superen yendo a la escuela.

“Estoy luchando para que mis niños aprendan a leer y escribir porque yo no pude ir a la escuela por el tiempo de la guerra, quisiera que lograran su bachillerato”, dice.

A partir de febrero de este año la instalación de un aula integrada en la ermita la Divina Providencia, les ha beneficiado debido a que antes, los niños mayores debían caminar, por lo menos, una hora más para llegar al centro escolar más cercano.

Un momento de diversión en el piso de tierra del centro educativo. / Foto EDH/Lissette Lemus

La maestra del aula integrada instalada en la ermita atiende a 25 alumnos. En el turno de la mañana estudian 12 niños de parvularia hasta segundo grado y por la tarde 13 de tercero a sexto.

“Yo me siento muy feliz porque comparto la alegría de la comunidad, de poder cumplir su sueño”, dice la maestra Yesenia Martínez.

La profesora explica que tener niños y niñas de diversas edades es complicado pero se las ingenia para dedicarle un espacio a cada grado.

Los estudiantes que el año pasado iban a otras escuelas ya cuentan con la computadora donada por el programa del gobierno, sin embargo, tienen el inconveniente de que en la zona no hay cobertura de internet, lo que les dificulta hacer algún trabajo en línea.

Estudiar en esos lugares remotos de Chalatenango significa un sacrificio enorme. Los alumnos que están cursando sexto grado, si desean continuar sus estudios el próximo año, deben viajar por lo menos una hora más para llegar al centro escolar próximo donde imparten hasta noveno grado.

Que estos alumnos puedan llegar al bachillerato, depende que sus padres tengan la capacidad económica para que sus hijos se puedan mudar a los municipios cercanos.

Después de sexto grado se nos complica porque no hay un lugar cercano donde puedan sacar el bachillerato, se deben ir a San Fernando, Dulce Nombre de María o San Francisco Morazán, pero por lo económico se nos dificulta para estar pagando una “posada” o un hospedaje”, explica Ismael Cardoza, padre de cuatro estudiantes.

La meta de la comunidad es construir una escuela para que los alumnos del aula integrada de la ermita tengan un espacio adecuado.

Para ese proyecto ya cuentan con un terreno donado por un residente, por el momento la organización Comunidades de Fe Organizadas en Acción les está asesorando para realizar todos los trámites legales necesarios para lograr ese sueño.

Fuente: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/familia-bajos-recursos-prioriza-educacion-hijos/955608/2022/

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¿Qué es eso de la “prevención de la violencia juvenil”?

En el que ahora parece muy lejano 1972 –lejano no por lo cronológico sino por otro tipo de lejanía– decía el socialista presidente chileno, Salvador Allende: “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”.

Hoy, cinco décadas después, esa afirmación parece fuera de contexto. ¿Se equivocaba Allende en aquel momento? ¿Cambiaron mucho las cosas en general? ¿Cambió la juventud en particular?

Por lo pronto, hablar de “la” juventud es un imposible. De hecho, “juventud” es una construcción socio-cultural, por tanto, sujeta a los vaivenes de los juegos de fuerza de la historia, de los entrecruzamientos de poderes, cambiante, dinámica. Como mínimo, habría que hablar de distintos modelos de juventud, situándolos explícitamente: ¿juventud urbana, rural, de clase alta, pobre, marginalizada, varones, mujeres, estudiante, trabajadora, desocupada? El rompecabezas en cuestión es complejo. En Latinoamérica adquiere mayor complejidad aún si consideramos el tema étnico: ¿juventud indígena?, ¿juventud no-indígena?

Las sociedades latinoamericanas tienen un perfil especialmente joven. O “joven”, al menos, para los parámetros que imponen las visiones dominantes, que no son las nacidas en estas latitudes. Visión eurocéntrica, blancocéntrica, de los “dominadores”; a partir de esa cosmovisión hegemónica que concibe expectativas de vida superiores a, por lo menos, 60 años, puede decirse que las categorías niñez, adolescencia y juventud comprenden, sumadas, más de la mitad de la población total de la región latinoamericana. Es decir: son colectivos jóvenes, con tasas de natalidad muy altas. A diferencia de Europa –población envejecida sin recambio generacional– en Latinoamérica, con índices de crecimiento demográfico elevados, la población se viene duplicando a gran velocidad en estas últimas décadas. Es en el gran segmento joven, donde se dan problemas profundos sin recibir las respuestas adecuadas.

Las poblaciones jóvenes de las mega-ciudades de la región (con muchas urbes de entre 10 y 20 millones de habitantes), por complejas sumatorias de factores, en vez de verse como el “futuro” en cada país, constituyen un “problema”. ¿Por qué problema? Porque los modelos de desarrollo económico-social vigentes (capitalistas) no pueden dar salida a ese enorme colectivo, y lo que debería ser una promesa hacia el porvenir, en muy buena medida es una carga, un “trastorno” por no encontrar salida digna para ubicarse. En muchas circunstancias, la única salida es marchar en calidad de migrante irregular hacia el prometido “sueño americano” de Estados Unidos.

Por lo pronto vemos que no hay “una” juventud, sino situaciones diversas, con proyectos disímiles, antagónicos en muchos casos. Pero hay un común denominador: en ningún caso está presente esta figura que evocaba Salvador Allende. La vocación revolucionaria de la juventud parece haberse extinguido; o, al menos, está muy adormecida. ¿Qué pasó?

Según puede leerse en un análisis de situación sobre la realidad de los países latinoamericanos formulado por una de las tantas agencias de cooperación que trabajan las temáticas juveniles (en este caso, la estadounidense USAID), “la falta de oportunidades de educación, capacitación y empleo limita severamente las opciones de los jóvenes y la mayoría se ven obligados a ser trabajadores no calificados antes de los 15 años. Esto es particularmente grave entre los jóvenes del área rural. Desesperados, muchos de ellos emigran a las ciudades y otros países en busca de trabajo y un número cada vez mayor cae en el “dinero fácil” provisto por el crimen organizado y las pandillas juveniles”.

Para la visión dominante hoy día la juventud, o buena parte de ella al menos, ha pasado a ser un “problema”; de esa cuenta, rápidamente pude “caer en el dinero fácil”, en los circuitos de la criminalidad, en la marginalidad peligrosa. En ese sentido, es siempre un peligro potencial. Sin negar que estas conductas delincuenciales en verdad sucedan, desde esa óptica de cooperación a que nos referimos, “juventud” –al menos una parte de la juventud: la juventud pobre, la que marchó a la ciudad y habita los barrios pobres y “peligrosos” mal llamados “zonas rojas”– es intrínsecamente una bomba de tiempo. Por tanto, hay que prevenir que estalle. Y ahí están a la orden del día las campañas de prevención.

Pero ¿prevención de qué? ¿Qué se está previniendo con los tan mentados programas de prevención juvenil? ¿Qué supuestos implícitos hay ahí?

Es evidente que cierta juventud (la que no tiene oportunidades, la excluida en los grandes asentamientos urbanos pobres –que albergan a una cuarte parte de la población urbana de Latinoamérica–) constituye un “peligro” para la lógica de las élites dominantes. Para ese statu quo, hoy el peligro no es, como festejaba cinco décadas atrás Salvador Allende, ser “joven revolucionario”. Pareciera que la sociedad bienpensante ya se sacó de encima eso; el peligro de la revolución social y las expropiaciones salió de agenda (al menos por ahora). En estos momentos la preocupación dominante respecto a los jóvenes –a estos jóvenes de urbanizaciones pobres, claro– es que puedan “ser un marginal”, caer en las pandillas, buscar el “dinero fácil”.

La idea de prevención pareciera que apunta a prevenir que los jóvenes delincan, ¡pero no que no sean pobres! Este último punto pareciera no tocarse; lo que al sistema le preocupa es la incomodidad, la “fealdad” que va de la mano de lo marginal: ser un pandillero, ser un asocial, no entrar en los circuitos de la buena integración, no consumir. Lo que está en la base de este pensamiento es una sumatoria de valores discriminatorios: ser morenito, estar tatuado, utilizar determinada ropa o provenir de ciertas áreas de la ciudad ya tiene, por sí solo, un valor de estigma. Como dijo sarcásticamente alguien: “la peligrosidad de los jóvenes está en relación inversamente proporcional a la blancura de su piel”. ¿Por qué tanta policía de “gatillo fácil” ensañada con cierta juventud? ¿Qué es lo que se busca prevenir entonces cuando se hace “prevención” con los jóvenes?

Las causas por las que se dan determinadas conductas –las delincuenciales para el caso– no se tocan; la prevención, en esa lógica, es ese mecanismo aséptico que apunta a los síntomas, a lo visible, lo superficial. Se busca cosméticamente que no se vea la punta desagradable del iceberg; pero la masa principal se desconoce. ¡Y ahí está justamente lo más importante! ¿Por qué ahora hay un imaginario que liga en muy buena medida juventud con peligro? Porque ese sector, ese enorme colectivo, el que años atrás se movilizaba y, rebelde, emprendía la crítica al sistema –tomando las armas en más de un caso, con una mística de abnegación que en la actualidad parece haberse esfumado– hoy día está pasando cada vez más a ser un problema para el equilibrio sistémico en tanto el capitalismo se empantana cada vez más no pudiendo asimilar cantidades crecientes de población que buscan incorporarse al mercado laboral y a los beneficios de la modernidad. Ante ello, ante esa cerrazón estructural del sistema capitalista, la masa crítica de jóvenes en vez de verse como “promesa de futuro” termina siendo una carga. Al no saber qué hacer con ella, y siempre desde autoritarios criterios adultocéntricos, termina identificándola en gran medida con la violencia, con el consumo de droga, con el alcoholismo y la haraganería; en definitiva, con todo lo que pueda ser negativo, reprochable. Si años atrás la policía podía detener a un joven por “sospechoso de guerrillero subversivo”, hoy día puede hacerlo por sospechoso de ¿“violento”?, de ¿“pobre”?, simplemente de ¿“joven de barrio pobre”? A los jóvenes “pudientes” –en general “blanquitos”– no se les toca.

Ahora bien: el sistema también genera antídotos, prótesis que le permiten seguir funcionando. Si bien es cierto que la juventud dejó de ser ese fermento “biológicamente revolucionario” (y molesto para la dinámica dominante) de años atrás, y en buena medida hoy es sinónimo de “sospechosa”, paralelamente aparece otro modelo, nuevo sin dudas: el joven “comprometido”. Pero no con un compromiso como puede haber sido el de aquel modelo de juventud politizada de algunas décadas atrás, sino un compromiso mucho más “light”, para decirlo con términos que ya nos marcan el ámbito cultural dominante: globalización neoliberal triunfante, individualismo, ética del sálvese quien pueda, fin de las ideologías, pragmatismo y lengua inglesa como insignia del triunfo en juego: el “number one” como aspiración, para no ser un loser.

Cultura “light”, actitud “light”… ideología “light” por lo tanto. Eso pareciera que es lo que está en juego, y buena parte de la juventud, la que no es sospechosa de peligrosidad, la que no remeda la pandilla, ahora presenta este perfil. Hablamos de una juventud comprometida, pero no como lo era en otro momento histórico, lo cual la llevó en muchos países latinoamericanos a tomar actitudes radicales –que, no olvidar, se pagó con la propia vida–. Pareciera que esta juventud actual que se “compromete” con su entorno no pasa de participar en actividades de voluntariado social, ayudando a sus congéneres en servicios que, si bien no son llamadas “caritativos”, no están muy lejos de ello. ¿Qué son, si no, todos estos voluntariados que surgen cada vez más con más fuerza? El compromiso llega hasta ir a atender niños pobres en un orfelinato un fin de semana, o viejitos en un geriátrico. Loable, claro… pero ¿qué significa eso? ¿No es eso lo que siempre han hecho los Boys Scouts o las Damas de Caridad? ¿Eso es el “compromiso” social?

Aunque dicho demasiado esquemáticamente quizá, hoy pareciera que la juventud en América Latina básicamente discurre entre estos modelos: o se es sospechoso (por ser pobre, por estar excluido, por portar los emblemas de la disfuncionalidad –tatuajes, cierta ropa, provenir de una barriada pobre y marginal, el color de la piel, etc.–) o se es un joven “comprometido” desde estos nuevos esquemas de participación: compromiso light, despolitizado, en sintonía con la idea de responsabilidad social empresarial. O, por último, migrar en condiciones infrahumanas, como “mojados”, sin olvidar que, según el discurso oficial dominante, de todos los países empobrecidos, la juventud “migra”, mientras que de Cuba: “huye”. Aunque, claro está, la realidad es infinitamente más compleja que eso: la juventud, retomando lo dicho por Allende, no puede dejar de ser rebelde. Y eso, guste o no, es un eterno fermento de cambio, aunque se la disfrace de lo que se quiera.

Fuente: https://rebelion.org/que-es-eso-de-la-prevencion-de-la-violencia-juvenil/

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CaixaProinfancia: soporte y educación para romper el círculo de la pobreza heredada

Un informe concluye que la pandemia ha agravado las condiciones de vida de los niños y jóvenes en riesgo de exclusión

Lleva quince años promoviendo el desarrollo social y educativo de los niños y jóvenes en riesgo de exclusión. Trabajando en red con las administraciones y más de 700 entidades sociales de toda España, el programa de Fundación “la Caixa” actúa en el contexto familiar, escolar y comunitario de los menores con el objetivo de romper el círculo de la pobreza hereditaria, favoreciendo su bienestar personal y material y garantizando su acceso a una educación de calidad en igualdad de condiciones.

La última publicación impulsada desde el programa se ha realizado conjuntamente entre la Universidad Ramon Llull y la Universidad de Deusto, por un equipo liderado por Jordi Longás, Jordi Riera, Rosa Santibáñez y Josu Solabarrieta. El informe desarrolla un estudio exhaustivo sobre La infancia en situación de pobreza ante la pandemia COVID-19. Casi 6.000 niños, jóvenes y padres y más de 2.500 profesionales de las entidades que trabajan con CaixaProinfancia han participado en el estudio.

Más vulnerables en pandemia

Sus conclusiones confirman que la pandemia ha supuesto un agravamiento de las condiciones de vida de los hogares en situación de pobreza relativa. También ponen en evidencia una serie de brechas que pueden incrementar la vulnerabilidad y frenar el progreso educativo de niños y jóvenes.

La mitad de las familias participantes en el programa CaixaProinfancia han tenido apuros para disponer de productos para la prevención, como mascarillas o desinfectantes, durante la crisis sanitaria. Además, una de cada tres tiene o ha tenido dificultades en la alimentación y ha percibido un deterioro en el bienestar emocional de sus miembros. Vinculado a la precariedad económica, un 30% de familias muestra angustia o desesperación ante la situación y el futuro, y un porcentaje similar registra situaciones de violencia intrafamiliar.

El acceso a las herramientas necesarias para una educación de calidad también se ha deteriorado. El 30% de las familias encuestadas no dispone de ningún ordenador o tablet que permita a los hijos hacer las tareas escolares, algo más del 15% de los menores tiene problemas de conexión frecuentes o habituales, y más del 33% de los hogares no cuenta con un lugar adecuado donde poder hacerlo en condiciones que favorezcan la concentración.

Respaldo humano y educativo

Con frecuencia, en los hogares en riesgo de exclusión, los padres no son capaces de ayudar a sus hijos en el desarrollo de las tareas escolares, debido fundamentalmente a su bajo nivel de formación. Una carencia que afecta a la mitad de las familias encuestadas y que resulta especialmente negativa cuando los alumnos alcanzan la educación secundaria. Es ahí cuando el papel de los educadores que trabajan en las entidades colaboradoras de CaixaProinfancia se revela fundamental.

A ellos, según el informe, acuden mayoritaria y preferentemente –más del 50%– los menores en busca de ayuda, por delante de sus padres u otros familiares. Además, el 97,2% de los alumnos valoran positivamente el trabajo de acompañamiento de estos profesionales. Este dato corrobora la eficacia del trabajo que realizan las entidades y el valor que niños y jóvenes dan al vínculo que establecen con ellos.

Un vínculo que durante la pandemia fue más importante que nunca. Lo explica Mayte Celeiro, educadora social de referencia de CaixaProinfancia en Vigo y coordinadora para Galicia, Asturias y Cantabria. «Siempre digo que las familias del programa han sido unas privilegiadas, porque todos los días, por teléfono o videollamada, o a domicilio cuando ha sido necesario, en situaciones de violencia intrafamiliar o violencia de género, han tenido a un profesional de referencia a su disposición, además de ayudas extraordinarias en aspectos como la alimentación. El apoyo de Fundación “la Caixa” fue muy importante y lo sigue siendo».

La importancia de los referentes

Mayte es una de las voces que participan en Oportunidades, episodio del podcast Voces del progreso de Fundación “la Caixa”. En él conversa con Laia Cortés, asesora pedagógica y coordinadora del programa Tienes Talento, una innovadora iniciativa educativa para identificar el talento en niños entre seis y doce años; y Ángel Quesada, estudiante de Comunicación y beneficiario de CaixaProinfancia.

Aunque CaixaProinfancia lleva solo seis años implantado en Galicia, «ya se observa el impacto», subraya Celeiro. «Chicos y chicas a los que acompañamos desde pequeños, que tenían conflictos y dificultades de integración en el barrio, el entorno o el aula, están en bachillerato y van a acceder al ciclo superior gracias a tener unos referentes y una interacción diaria con el programa. Esto genera un vínculo, un modelaje y un aprendizaje social muy importantes».

Y los números lo avalan: tres cuartas partes de los participantes en CaixaProinfancia mejora su rendimiento escolar y un 85% se gradúa al acabar la ESO, una tasa muy parecida a la media nacional. Además, menos de un 1% de los estudiantes de bachillerato que han recibido apoyo escolar abandonan los estudios. Y el 78 por ciento de las familias aumenta su implicación y participación en la vida escolar y académica. «Somos importantes también para las familias», señala Mayte. «Siempre que sea posible, los primeros referentes deben ser los padres» y familiares. «Ellos mismos se dan cuenta», confirma Laia Cortés. «Nos dicen: ‘ayúdame a ayudar a mi hijo’. Involucrar a las familias es vital».

Acompañamiento y confianza

«A todos nos condiciona dónde hemos nacido, el barrio, el entorno, las amistades, la familia», prosigue Cortés, «pero la educación tiene un papel muy importante, y ahí está el reto de los educadores y las personas que acompañamos a los jóvenes: en ser capaces de darles otra mirada más allá de lo que han conocido, de ofrecerles la oportunidad de ver las cosas de manera diferente. Es un cambio de mentalidad que no es fácil; pero cuando a un niño le muestras que hay otras opciones, se consigue ese clic que les permite salir del círculo» de la pobreza heredada.

Fue el caso de Ángel Quesada. Este joven procedente de una familia desestructurada logró sobreponerse a la muerte de su hermana y de su madre a base de voluntad y esfuerzo personales, y gracias al trabajo realizado en la Ludoteca Margarida Bedós de Sabadell. Este centro pionero en Cataluña lleva más de 40 años ayudando a niños y jóvenes a desarrollar valores y habilidades a través del juego. Para Quesada fue fundamental tener el referente de los educadores del centro, establecer un vínculo con ellos y recibir su apoyo y acompañamiento. «Son clave para el desarrollo personal», asegura.

Desde 2007, más de 330.000 niños y 191.000 familias –cerca de la mitad monoparentales– se han beneficiado de los servicios y prestaciones de CaixaProinfancia, a través de las líneas ProEducación y ProSalud. En estos años, Fundación “la Caixa” ha destinado más de 624 millones de euros al programa, lo que supone una aportación media por niño de 1.800 euros. «Invertir en la infancia debería ser una prioridad», defiende Ángel, «porque la infancia determina lo que vas a ser en el futuro».

CaixaProinfancia: soporte y educación para romper el círculo de la pobreza heredada

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Mundo: Unos 132 millones de niños varones en edad colegial no asisten a la escuela primaria y secundaria

Pese a que las niñas enfrentan desventajas y desigualdades, en muchos países son los niños los que corren un mayor riesgo de no completar su educación, revela un nuevo informe de la agencia especializada en ese campo. La pobreza y el trabajo infantil son dos de las principales causas de que los niños abandonen los estudios. En 57 naciones estudiadas, los niños y adolescentes tienen un peor rendimiento que las niñas y presentan un rezago en su capacidad de lectura.

La pobreza y la necesidad de trabajar, al igual que las normas tradicionales y las expectativas de género llevan a millones de niños a abandonar sus estudios, advirtió este jueves la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Según datos de esa agencia, al menos 132 millones de niños en edad de recibir educación primaria o secundaria no asisten a la escuela actualmente en el mundo.

En un nuevo informe, la UNESCO señala que en muchos países los niños corren un mayor riesgo que las niñas de repetir grados, no completar los diferentes niveles educativos y tener peores resultados de aprendizaje, a pesar de que ellas enfrentan más desventajas y desigualdades en la esfera de la educación.

Los cierres de escuelas y la pérdida de aprendizaje debidos a la pandemia de COVID-19, así como los desafíos económicos que causó, exacerbaron las disparidades de género existentes y continuarán agudizándolas a menos que se tomen medidas para abordar las necesidades de aprendizaje de todos, advierte el documento.

La disciplina severa, el castigo corporal y otras formas de violencia en la escuela son algunos de los factores negativos identificados en el documento que afectan en el rendimiento académico de los niños y aumentan el ausentismo y la deserción escolar.

Los números

Las estadísticas muestran que por cada cien mujeres inscritas en la educación terciaria hay 88 hombres a nivel global, y que en 73 países hay menos niños que niñas matriculadas en educación secundaria superior.

De acuerdo con la UNESCO, con excepción de África subsahariana, en todas las regiones hay menos hombres recibiendo educación superior. En América Latina y el Caribe hay 81 hombres inscritos en educación terciaria por cada 100 mujeres. Lo mismo ocurre en Europa Occidental y Norteamérica. En Asia Oriental y el Pacífico, la proporción es de 87, mientras que en los Estados Árabes y Europa Central y Oriental es de 91.

Las señales de que los niños se rezagan en la educación surgen desde el primer nivel. En 57 de los países que han reportado sus números, los niños de diez años se desempeñaron peor que las niñas en el dominio de la lectura y los adolescentes varones continuaron rezagados en ese campo en el nivel secundario.

Este tipo de atraso se observa particularmente en América Latina, Asia Oriental y los Estados Árabes, tres regiones con alto riesgo de deserción escolar masculina.

Un niño en una clase en la localidad afgana de Herat.

UNOCHA/Sayed Habib Bidel
Un niño en una clase en la localidad afgana de Herat.

Lejos de las metas de desarrollo

La UNESCO destaca el importante avance en la matriculación logrado en los últimos 15 años; sin embargo reporta que 259 millones de niños y jóvenes no asistían a la escuela en 2020, 132 millones de ellos varones. Esto significa que millones de menores no completan los doce años de escolaridad marcados entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

Los autores del informe consideraron que para abordar este desafío, es necesario comprender las dimensiones de género del ingreso y la progresión de los niños en la educación. “Para los niños, se necesitan estrategias para prevenir la desvinculación y el abandono escolar. En países de América Latina y Europa, los niños, especialmente los de entornos desfavorecidos, tienen menos probabilidades de ingresar y completar la educación secundaria”, apuntaron.

Explicaron que la paridad de las niñas se ha logrado en muchos lugares en gran medida debido a una tendencia al alza en las tasas de matriculación de las niñas en el primer ciclo de secundaria. En América Latina y el Caribe, donde los niños estaban rezagados con respecto a las niñas en el primer ciclo de secundaria a principios de siglo, ahora se ha logrado la paridad de género en la matriculación.

Aclararon, no obstante, que esta observación promedio oculta la desventaja que encaran los niños en ciertos contextos, especialmente en los países de bajos ingresos.

América Latina

El informe detalla que en varios países latinoamericanos y caribeños, los niños tuvieron desventajas al matricularse en la educación secundaria inferior en el año 2000, y que muchos de estos países habían logrado la paridad de género o estaban cerca de lograrla para 2019.

Especifica que en la República Dominicana, 87 niños por cada cien niñas estaban matriculados en el nivel secundario inferior en 2000; para 2019 se había logrado la paridad de género. Por su parte, desde el año 2000, Honduras y Venezuela han logrado avances para cerrar la brecha en la desventaja de los niños en la inscripción en el primer ciclo de secundaria y ambos países están cerca de lograr la paridad de género.

En Honduras, por cada cien niñas registradas en el primer ciclo de secundaria había 88 niños en 2000 y 95 en 2018.

En Venezuela, por cada cien niñas en el primer ciclo de secundaria, el número de niños subió de 87 en 2000 a 95 en 2019.

Niños en una escuela.

UNICEF/Fouad Choufany
Niños en una escuela.

Recomendaciones

La UNESCO argumentó que si bien existen patrones claros de género en la educación en ciertos contextos, son muy pocos los programas e iniciativas que abordan la desvinculación y la desventaja de los niños en la educación.

En cuanto a las políticas específicas de género que se dirigen a los niños, son todavía más escasas. En general, se ha prestado muy poca atención al tema y las políticas que se aplican ocurren principalmente en países de ingresos altos.

Sólo unos pocos países de renta mediana y baja cuentan con políticas específicas para mejorar la matriculación y finalización de la educación básica de los niños, incluso en naciones donde las disparidades son graves.

Para revertir la situación se debe aumentar la inscripción de los niños en la escuela y lograr una paridad de género en la educación, la UNESCO recomienda, entre otras cosas, destinar recursos a apoyar el regreso de los niños a la educación, prohibir los castigos corporales y abordar la violencia en la escuela.

Además, se pronuncia por planes de estudio de género y actividades en las escuelas desde una edad temprana que fomenten una visión crítica de las normas sociales dañinas, las desigualdades de género y las ideas erróneas de masculinidad, así como el fortalecimiento de las habilidades sociales y emocionales de los niños.

Asimismo, aboga por la colaboración entre los actores nacionales y locales de los departamentos de educación, trabajo, juventud y justicia para abordar el abandono escolar temprano y actuar respondiendo a las necesidades tanto de los niños como de las niñas, mejorando las oportunidades educativas de ambos.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2022/04/1506872

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