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Libro (PDF): Silencios que gritan en la escuela. Dispositivos, espacio urbano y desigualdades

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Estos escritos son el esfuerzo por ordenar las ideas surgidas en el fragor del trabajo de investigación de años, de narrar ese estar y hacer con escuelas, vecinos/as, docentes, estudiantes. Un narrar colectivo que guarda afectos y efectos con quienes habitamos nuestras investigaciones que, luego de estar cerca de dos decenios en la escuela y en el barrio, lo que acontece allí se hace cuerpo y carne cotidianamente. Son esas múltiples aristas de una misma cotidianeidad aquella que nos atraviesa y transforma. En este libro relatamos esos diálogos, encuentros y afectos que nos atraviesan, con profundas esperanzas que las sensibilidades sigan disputando, las obstinaciones irrumpan, los acontecimientos sorprendan y sean la bienvenida a las palabras políticas de los sujetos, aquellos y aquellas son quienes hacemos investigación. Son esas esperanzas y esas luchas discretas e indiscretas del día a día en las escuelas, de los/as docentes y los/as estudiantes, que aquí nos mueven y conmueven.

Autoras(es): Silvia Grinberg [Directora]
Eduardo Langer. Julieta Armella. Gabriela Orlando. Cintia Schwamberger. Sofía Dafunchio. Marco Antonio Bonilla. Yanina Carpentieri. Luciano Martón Mantiñan. Eliana Bussi. Patricia Peuchot. Germán Rodríguez. Mercedes Machado. Manuel Ojeda. Alejandro Muñoz Cabrera. Miriam Abalsamo. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. UNSAM.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-165-8

Idioma: Español

Descarga: Silencios que gritan en la escuela. Dispositivos, espacio urbano y desigualdades

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2506&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1643

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Mundo: beneficiarse de la pandemia produce multimillonarios cada 30 horas

Por: Servindi

Cada 30 horas, la pandemia produce a un nuevo multimillonario, mientras que, por otro lado, la pobreza extrema amenaza a millones de personas.

Así lo revela el informe ‘Beneficiarse del sufrimiento’, donde se expone que la riqueza de los multimillonarios dedicados a la alimentación y la energía ha incrementado desmedidamente a la par que el precio de productos básicos aumenta.

Frente a la desmesurada concentración de la riqueza, el trabajo resalta que es urgente impulsar impuestos sobre las grandes fortunas y el capital, para financiar medidas de apoyo a personas vulnerables.

«Las personas más ricas han manipulado el sistema con total impunidad durante décadas, y ahora están recogiendo los frutos”, señaló Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional.

“Se han embolsado una asombrosa parte de la riqueza mundial gracias a la privatización y los monopolios, aprovechando la desregulación y vulnerando los derechos de las personas trabajadoras mientras ocultan su dinero en paraísos fiscales, todo ello con la complicidad de los Gobiernos», subrayó.

El informe de Oxfam se presentó durante la primera reunión presencial  del Foro Económico mundial de Davos, en Suiza, tras la pandemia, donde se reunieron multimillonarios y líderes mundiales.

Riqueza desorbitante

El informe, elaborado por Oxfam, revela que en el periodo de pandemia 573 personas se han vuelto multimillonarias. Esta situación es resultado, principalmente, de los beneficios hacia grandes empresas farmacéuticas, energéticas, tecnológicas y alimentarias.

Como se detalla, durante los dos primeros años de la pandemia los milmillonarios han visto su riqueza incrementarse mucho más que en periodos anteriores. La riqueza acumulada por estas personas se ha triplicado en las últimas dos décadas.

Si esta riqueza acumulada suponía el 4,4% del producto interno bruto (PIB) mundial en el año 2000, actualmente equivale al 13,9%.

Como destaca el trabajo, a pesar de los beneficios de las empresas energéticas, alimentarias y farmacéuticas, los salarios de trabajadores apenas han aumentado, en medio del mayor incremento de precios en décadas.

Mientras hay 62 nuevos multimillonarios en el sector alimentación, la pandemia ha creado 40 de estos en el sector farmacéutico.

“Para ellos, la pandemia, y ahora el astronómico aumento de los precios de los alimentos y de la energía, han supuesto, sencillamente, un periodo de bonanza”, apuntó la directora ejecutiva de Oxfam Internacional.

“Mientras, se ha producido un retroceso en los progresos logrados en las últimas décadas en la lucha contra la pobreza extrema”, agregó.

Niveles de pobreza

Como detalla el informe, la desigualdad ha alcanzado niveles sin precedentes y se espera que 263 millones de personas estén en condiciones de pobreza extrema para el 2022.

Y es que el aumento de los precios afecta a trabajadores y trabajadoras con bajos salarios, más vulnerables ante los impactos de la pandemia. La situación es más difícil cuando se trata de mujeres, personas racializadas y en situación de exclusión.

Oxfam puntualiza que la riqueza de los 20 multimillonarios más ricos supera el PIB de los países de África Subsahariana juntos.

Además, indica que una persona trabajadora de alguno de los países de la mitad más pobre del mundo, tendría que trabajar 112 años para obtener los ingresos anuales de alguien que trabaja en el 1% más rico del mundo.

“Estas obscenas desigualdades están quebrando los vínculos que unen a la humanidad. Son divisivas, corrosivas y peligrosas. Son desigualdades que literalmente matan», afirmó Gabriela Bucher.

Medidas necesarias

Ante esta situación, Oxfam plantea que los gobiernos deben de aplicar medidas fiscales progresivas a las grandes fortunas y, tras ello, implementar medidas efectivas destinadas a la reducción de estas brechas.

La introducción de un impuesto temporal del 90% a los beneficios excesivos y extraordinarios de las grandes corporaciones. De aplicarse este impuesto en 2020, se hubiera obtenido una recaudación adicional de 104 mil millones de dólares.

Finalmente, la organización propone la introducción de impuestos permanentes sobre la riqueza, de forma que pueda limitar la riqueza extrema y el poder de los monopolios, además de las emisiones de carbono generadas por los ricos.

Fuente de la información: Servindi

Imagen: Ben Richardson / Unsplash

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Alertan sobre inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe

l Programa Mundial de Alimentos alertó que el incremento de los precios globales, como consecuencia del conflicto en Ucrania, empeora la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, según refiere un despacho de Prensa Latina.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó que el incremento de los precios globales, como consecuencia del conflicto en Ucrania, empeora la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, según refiere un despacho de Prensa Latina.

En un comunicado en Ciudad de Panamá, donde radica su sede regional, la agencia agrega que la situación mundial motivada por la guerra entre Ucrania y Rusia -y las sanciones impuestas desde Occidente- agravan los problemas de la pandemia de COVID-19 y llevan a que se requiera de más recursos para ayudar a las personas vulnerables en la región.

Según el PMA, la inseguridad alimentaria afecta a 9,3 millones de personas en los países donde tiene presencia en la región, cifra que podría aumentar a 13,3 millones de persistir la guerra, una situación que se tornaría mucho más grave entre la población en inseguridad alimentaria severa.

En un contexto marcado por el aumento desmesurado de los precios de las materias primas y la energía, la inflación alimentaria supone riesgo inminente para los países dependientes de las importaciones de cereales que Ucrania lideraba, argumentó.

En cifras exactas, el PMA reseñó que los costos promedio por tonelada métrica del arroz, los frijoles negros, las lentejas y el aceite vegetal que compran para distribuir en la región, aumentaron en un 27 % entre enero y abril de 2022, y un 111 % entre enero de 2019 y abril de 2022.

La situación puede volverse aún más compleja, pues «la región se prepara para una tercera temporada de huracanes en el Atlántico más activa de lo normal a partir de junio, que tiene el potencial de empujar a más personas al hambre», destacó la agencia de Naciones Unidas.

Fuente: https://www.granma.cu/mundo/2022-05-25/alertan-sobre-inseguridad-alimentaria-en-america-latina-y-el-caribe-25-05-2022-16-05-08

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350.000 niños de África pueden morir este verano de desnutrición, según ONGs

Más de cinco millones y medio de niños se encuentran en riesgo de desnutrición aguda en la región del Cuerno de África, según denuncian las ONG Oxfam Intermón y Save the Children en su último informe, Dangerous Delay 2, en el que alertan además de que 350.000 niños pueden morir por esa causa este verano si la comunidad internacional no actúa.

«Hace 10 años se calculaba la muerte de 135.000 niños en una crisis similar”, explicó este miércoles en la presentación del informe Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón, quien recuerda que finalmente «murieron casi el doble, la mayoría menores de 5 años».

Entre las consecuencias físicas sobre la infancia de esta desnutrición aguda, Andrés Conde, director general de Save the Children, destacó en rueda de prensa los efectos en el sistema inmunológico: «el riesgo es dejar a una generación de niños en una situación de extremada vulnerabilidad a un montón de enfermedades».

La falta de nutrientes -explicó Conde-, también paraliza el desarrollo cognitivo de los menores, algo que es imposible recuperar en una edad posterior. «Estamos hablando de consecuencias gigantescas en la capacidad de estos niños y niñas de aprender», remarcó.

LAS SEQUÍAS Y LA GUERRA DE UCRANIA, CAUSAS DE LA CRISIS

El informe atribuye esta nueva crisis humanitaria a dos razones principales: el ‘shock’ climático, que ha originado importantes sequías en la región, y la guerra de Ucrania.

«Estamos enfrentando la peor sequía en los últimos 40 años, pero esto se ha visto añadido por algo completamente imprevisible: la guerra en dos países que resultan ser el granero del mundo,” afirmó Conde.

Según Cortada, «Rusia y Ucrania proporcionan el 90% del trigo que se consume en el Cuerno de África», países de los que también se importan productos como el aceite de girasol o los fertilizantes necesarios en las cosechas.

El conflicto bélico está generando un «aumento de precios sin precedentes» en la mayoría de los productos importados por la región africana, lo que da una «perspectiva de crisis completamente abrumadora», explicó Conde.

«No es insensato decir que muy probablemente la mayor parte de las muertes que genere esta guerra no van a ser en el conflicto armado, sino el hambre que van a provocar en muchos otros países», añadió.

SOLO UN 2% DE FONDOS RECAUDADOS

La ONU realizó un llamamiento de emergencia para el Cuerno de África y cuantificó que se necesitaban 4.400 millones de dólares para atender las necesidades de la población. Sin embargo, por el momento solo hay un 2% recaudado.

«El problema que tenemos ahora es la financiación», declaró Cortada, «las organizaciones sabemos lo que tenemos que hacer, pero sigue faltando más de un 70% de financiación».

El Informe propone una serie de medidas para paliar la crisis. Para los países occidentales, piden que se responda al llamado de la ONU de forma urgente así como la cancelación de la deuda que se mantiene con el Cuerno de África.

Respecto a los Estados afectados, sugieren implantar políticas de protección social y fortalecer los mecanismos de detección temprana.

Recalcan sobre todo la necesidad de pasar de un enfoque reactivo a uno proactivo, que permita prevenir futuras crisis.

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/%C3%A1frica-desnutrici%C3%B3n_350.000-ni%C3%B1os-de-%C3%A1frica-pueden-morir-este-verano-de-desnutrici%C3%B3n–seg%C3%BAn-ongs/47603832

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¿Qué proponen los principales candidatos de las elecciones en Colombia en materia de género?

Sistemas de cuidados, prioridad para las mujeres en planes de educación y empleo, iniciativas para hacer frente a la violencia: distintas políticas de género se han abierto camino en los programas de gobierno de varios de los candidatos presidenciales de Colombia. A continuación, un vistazo a algunas de las propuestas clave.

En el primer trimestre de 2022, el desempleo entre hombres se situó en el 10,4% en Colombia. Entre las mujeres, ese porcentaje escaló hasta 17,1%, según los datos del DANE. Las mujeres dedican, en promedio, 7:14 horas diarias a los trabajos de cuidado no remunerado y tareas domésticas. En los hombres la cifra cae a 3:25 horas, según las estadísticas oficiales. En un estudio de la ONU sobre la situación de las mujeres en pandemia, más de 60% de mujeres dijo que ellas o mujeres que conocían habían experimentado algún tipo de violencia.

Las cifras, en todos los ámbitos, muestran la situación de desventaja en la que se encuentran las mujeres con respecto a los hombres en Colombia. Esto es lo que proponen los principales candidatos a las elecciones que se celebrarán el 29 de mayo en el país.

Gustavo Petro

Gustavo Petro, candidato de Colombia Humana y de la coalición del Pacto Histórico, celebra su victoria en la consulta de izquierda del Pacto Histórico. (Crédito: Raúl Arboleda/AFP/Getty Images)

El capítulo sobre las políticas orientadas a las mujeres encabeza el programa de gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, la fórmula que lidera las encuestas. Petro plantea que mujeres ocupen «el 50% de todos los cargos públicos en todos los niveles y las ramas del poder».

De ganar, proponen la creación de un Ministerio de la Igualdad que será el encargado de «articular todas las políticas para el empoderamiento integral de las mujeres, las diversidades de género y orientación sexual, generacionales, étnicas y regionales en Colombia». El plan también incluye la realización de campañas a nivel nacional para transformar los estereotipos de género.

Una de las propuestas en las que coincide con otros candidatos es la creación de un Sistema Nacional de Cuidados que busca, según el programa, reconocer, recompensar, reducir y redistribuir las tareas de cuidado de las que históricamente se han hecho cargo las mujeres.

El tiempo dedicado al cuidado será reconocido como trabajo y recompensado. Al respecto, el plan afirma que las mujeres que durante toda su vida se han dedicado a los cuidados en el hogar serán integradas al sistema de pensiones. Además, a través de este sistema se buscará que el Estado y los privados brinden servicios de cuidado, para que se pueda reducir el tiempo que dedica la sociedad, especialmente las mujeres, a esas tareas. 

En términos de aumentar el poder económico, el programa plantea que las mujeres tengan acceso prioritario a la educación superior pública, el crédito y la distribución y formalización de la propiedad de la tierra.

Petro también propone que se garantice un ingreso mínimo básico por encima de la línea de pobreza «para proteger y empoderar a las mujeres cabeza de familia».

En cuando a la violencia, proponen implementar un «plan de choque» para su prevención y erradicación, con un mención especial a los feminicidios, que se atacarán «creando un sistema nacional de alertas tempranas e instancias especializadas y capacitando funcionarios públicos«.

En cuanto a derechos sexuales y reproductivos, el programa se compromete a acatar la decisión de la Corte Constitucional de despenalizar el aborto, y hace énfasis en los derechos sexuales y reproductivos, por ejemplo mediante el acceso efectivo a los métodos anticonceptivos y para una «higiene menstrual digna». También anuncia un plan nacional para prevenir los embarazados adolescentes.

En lo que refiere a la comunidad LGBTQ, Petro plantea avanzar en la inclusión laboral y en el acceso y la permanencia en el sistema educativo. El candidato propone avanzar en «eliminar trabas y estigmas para reconocer la unión de parejas del mismo sexo y sus derechos a la adopción y a la seguridad social», así como que el sistema de salud apoye y acompañe el tránsito de género, entre otras medidas.

«Fico» Gutiérrez

El programa de Fico Gutiérrez y Rodrigo Lara Sánchez también tiene un capítulo exclusivo dedicado a las políticas diferenciales para reducir las desigualdades, en el que se enmarcan algunas metas vinculadas a la inclusión de las mujeres.

Una de las metas principales en el marco de la lucha contra la violencia hacia la mujer es mejorar y ampliar la línea 155 como canal para atención a las víctimas. El programa propone simplificar «la ruta de atención con una única puerta de entrada a la justicia que facilite el acompañamiento y la atención integral».

Además, se proponen la realización de campañas de comunicación para la prevención del acoso y la explotación sexual.

El programa hace énfasis en la «salud integral» de las mujeres y se propone, entre otras medidas, fortalecer la educación sobre derechos sexuales y reproductivas, así como las acciones para prevenir el embarazo de menores y las uniones tempranas. Aquí el programa hace un una mención especial a las migrantes.

En la política y los programas de generación de empleo las mujeres tendrán preferencia, especialmente en áreas de mayor potencian como la digitalización, agro, etc. Aquí hay un énfasis en la mujer rural, para la que se propone fortalecer los programas para el acceso y tenencia de tierras así como la formación de capacidades, entre otras acciones.

También se propone reforzar la formación para que las madres cabeza de familia recuperen las capacidades laborales deterioradas por la pandemia e incentivos para las mujeres que sigan carreras STEM, es decir en ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas.

Las propuestas de Gutiérrez ponen también el foco en el emprendedurismo, comprometiéndose a aumentar la cantidad de emprendimientos de mujeres que reciben apoyo a través del Fondo Emprender del SENA, entre otros mecanismos.

«Fico» Gutiérrez también propone la creación de un Sistema de Cuidado y, en el marco del mismo, sostiene que se ampliarán los modelos de los programas Buen Comienzo y De Cero a Siempre, y que se implementará la Ley de licencia parental compartida.

En cuanto a la comunidad LGBTQ, una de sus principales metas es fortalecer los canales de denuncia y que los integrantes de la comunidad puedan tener un mejor acceso a la justicia. Además plantea levantar las «barreras de acceso al mercado laboral a través del Servicio Público de Empleo y alianzas con el sector privado», entre otras medidas.

Rodolfo Hernández

Rodolfo Hernández dice que sus rivales están "asustadísimos"

Rodolfo Hernández se compromete, según su programa de gobierno, a que por lo menos el 50% de los cargos en la función pública se asignen a mujeres y que también al menos la mitad de su gabinete lo ocupen mujeres, «con prioridad de la población joven, las madres cabezas de hogar y las personas con discapacidad».

Como parte de las medidas para favorecer la participación de las mujeres en el mercado laboral, Hernández plantea la construcción conjunta por parte del Gobierno y de empresas privadas de espacios donde se cuide a los hijos de las mujeres trabajadoras. También propone que se generen estrategias de flexibilización para que las mujeres que son cabeza de familia puedan trabajar.

El programa aspira a la cobertura universal de educación en todos los niveles y postula que, a partir de este hito, las mujeres podrían estar en una situación de más competitividad para ingresar en el mercado laboral.

Hernández menciona la necesidad de reforzar los programas que existen de educación integral para las mujeres rurales y crear nuevos. Estos cubrirían temas como la prevención de la violencia, el emprendimiento y las buenas prácticas agrícolas, entre otros.

Varias líneas de su programa refieren a la violencia contra las mujeres, e incluyen la capacitación de funcionarios, ampliar la cobertura de los centros de acogida de víctimas de violencia y articular la gestión de las distintas instituciones que están involucradas en la atención a las mujeres que sufren violencia.

En lo que respecta a la comunidad LGBT, Hernández plantea «hacer efectivas e impulsar las políticas vigentes en materia de inclusión» con acciones afirmativas y crear espacios de diálogo para que las distintas orientaciones se encuentren representadas en los planes de desarrollo.

Sergio Fajardo

Sergio Fajardo

Sergio Fajardo fue el ganador de la coalición Centro Esperanza, pero obtuvo menos votos que la candidata de izquierda Francia Márquez. (Crédito: Juan Pablo Pino/AFP/Getty Images)

El «Programa por la igualdad y derechos de las mujeres» de Sergio Fajardo tiene tres ejes de trabajo principales: la creación de un Ministerio de las Mujeres y Equidad de Género, la puesta en marcha de un Sistema Nacional de Cuidados e incluir el enfoque de género en todos los compromisos y propuestas hechas por el candidato.

En línea con propuestas mencionadas anteriormente, el Sistema Nacional de Cuidados que plantea Fajardo propone medir el aporte del trabajo de cuidados y doméstico no remunerado y promover la reducción y redistribución de las tareas. Para lograrlo menciona, entre otras acciones, lograr un alcance universal de los niños de 3 a 5 años en centros de desarrollo o educativo y ampliar las jornadas escolares extendidas, de manera que los adultos puedan utilizar esas horas para trabajar.

El Ministerio de las Mujeres, otro de los pilares de la propuesta de Fajardo, sería el encargado de promover y avanzar en el logro de la autonomía económica, física y para la participación de las mujeres, según el programa propuesto por el candidato.

Pero además Fajardo propone transversalizar el enfoque de género en los programas de otras áreas. Esto, por ejemplo, en el área del trabajo implica que de los 440.000 empleos nuevos que se plantea generar si gana, el 70% sea para mujeres, dado el impacto mayor en el desempleo.

En lo que respecta a la justicia, se plantea fortalecer el enfoque de género en el acceso, haciendo hincapié en herramientas como las Comisarías de Familia y las Unidades Móviles de Justicia.

Y, entre las acciones vinculadas a la salud, además de hacer énfasis en la promoción de la salud sexual y reproductiva y la prevención del embarazo adolescente, el programa también se refiere específicamente al aborto, afirmando que reglamentarán «de manera integral» la práctica del aborto en consonancia con la definición de la Corte Constitucional con el objetivo de que las mujeres puedan decidir «sin estigma social alguno».

Fajardo tiene un capítulo dedicado a la comunidad LGBTQ en el que propone, entre otras acciones, fomentar los entornos escolares seguros y la inclusión laboralmente, especialmente de las personas trans. También hace énfasis en la formación de los funcionarios públicos y especialmente del Ministerio de Salud, para que comprendan las necesidades que tienen las personas trans.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2022/05/19/elecciones-colombia-candidatos-propuestas-genero-orix/

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El Salvador: Familia que sobrevive con un dólar al día prioriza educación de sus hijos

América Central/El Salvador/19-05-2022/Autora: Lissette Lemus/Fuente: www.elsalvador.com

Los menores están entre 25 niños que son beneficiados con un aula integrada en una ermita en el caserío Pedro Díaz, en San Francisco Morazán.

La familia de María Antonia Mena no tiene ningún ingreso económico fijo mensual. Los seis integrantes sobreviven de la venta de algunas hortalizas, huevos o gallinas indias y las tareas agrícolas que el hijo mayor de 13 años realiza cuando hay oportunidad.

María relata que el estimado de lo que logran reunir de esas actividades ronda los 30 dólares al mes, lo que debe usar de la mejor manera para que sobreviva la familia de seis integrantes.

A pesar de la falta de recursos, María hace un esfuerzo para que sus cuatro hijos vayan a la escuela, incluyendo unas gemelas de cuatro años.

Las niñas se levantan a las cinco de la mañana, para asistir al kínder que está a una hora y media caminando por un cerro, en el caserío Pedro Díaz, del cantón Sumpul Chacones, en el municipio de San Francisco Morazán, departamento de Chalatenango.

Familia
Imagen del aula integrada donde reciben clase cerca de 25 alumnos, en San Franciso Morazán.
Foto EDH/Lissette Lemus

Esa rutina de su hijo mayor sólo es interrumpida cuando le sale la oportunidad para ayudar en algún trabajo agrícola, por lo que le pagan $4 por la mañana.

“A veces solo tengo para el refrigerio de las niñas, a los más grandes les toca aguantar”, dice María.

Mientras las niñas están en la escuela María aprovecha para trabajar en la siembra de hortalizas y otros cultivos, pues su compañero de vida padece una enfermedad crónica que no le permite hacer esfuerzo físico. Los dos niños mayores de 13 y 10 años le ayudan con las tareas agrícolas.

María y su esposo no saben leer ni escribir y por eso hacen un esfuerzo para que sus hijos se superen yendo a la escuela.

“Estoy luchando para que mis niños aprendan a leer y escribir porque yo no pude ir a la escuela por el tiempo de la guerra, quisiera que lograran su bachillerato”, dice.

A partir de febrero de este año la instalación de un aula integrada en la ermita la Divina Providencia, les ha beneficiado debido a que antes, los niños mayores debían caminar, por lo menos, una hora más para llegar al centro escolar más cercano.

Un momento de diversión en el piso de tierra del centro educativo. / Foto EDH/Lissette Lemus

La maestra del aula integrada instalada en la ermita atiende a 25 alumnos. En el turno de la mañana estudian 12 niños de parvularia hasta segundo grado y por la tarde 13 de tercero a sexto.

“Yo me siento muy feliz porque comparto la alegría de la comunidad, de poder cumplir su sueño”, dice la maestra Yesenia Martínez.

La profesora explica que tener niños y niñas de diversas edades es complicado pero se las ingenia para dedicarle un espacio a cada grado.

Los estudiantes que el año pasado iban a otras escuelas ya cuentan con la computadora donada por el programa del gobierno, sin embargo, tienen el inconveniente de que en la zona no hay cobertura de internet, lo que les dificulta hacer algún trabajo en línea.

Estudiar en esos lugares remotos de Chalatenango significa un sacrificio enorme. Los alumnos que están cursando sexto grado, si desean continuar sus estudios el próximo año, deben viajar por lo menos una hora más para llegar al centro escolar próximo donde imparten hasta noveno grado.

Que estos alumnos puedan llegar al bachillerato, depende que sus padres tengan la capacidad económica para que sus hijos se puedan mudar a los municipios cercanos.

Después de sexto grado se nos complica porque no hay un lugar cercano donde puedan sacar el bachillerato, se deben ir a San Fernando, Dulce Nombre de María o San Francisco Morazán, pero por lo económico se nos dificulta para estar pagando una “posada” o un hospedaje”, explica Ismael Cardoza, padre de cuatro estudiantes.

La meta de la comunidad es construir una escuela para que los alumnos del aula integrada de la ermita tengan un espacio adecuado.

Para ese proyecto ya cuentan con un terreno donado por un residente, por el momento la organización Comunidades de Fe Organizadas en Acción les está asesorando para realizar todos los trámites legales necesarios para lograr ese sueño.

Fuente: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/familia-bajos-recursos-prioriza-educacion-hijos/955608/2022/

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¿Qué es eso de la “prevención de la violencia juvenil”?

En el que ahora parece muy lejano 1972 –lejano no por lo cronológico sino por otro tipo de lejanía– decía el socialista presidente chileno, Salvador Allende: “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”.

Hoy, cinco décadas después, esa afirmación parece fuera de contexto. ¿Se equivocaba Allende en aquel momento? ¿Cambiaron mucho las cosas en general? ¿Cambió la juventud en particular?

Por lo pronto, hablar de “la” juventud es un imposible. De hecho, “juventud” es una construcción socio-cultural, por tanto, sujeta a los vaivenes de los juegos de fuerza de la historia, de los entrecruzamientos de poderes, cambiante, dinámica. Como mínimo, habría que hablar de distintos modelos de juventud, situándolos explícitamente: ¿juventud urbana, rural, de clase alta, pobre, marginalizada, varones, mujeres, estudiante, trabajadora, desocupada? El rompecabezas en cuestión es complejo. En Latinoamérica adquiere mayor complejidad aún si consideramos el tema étnico: ¿juventud indígena?, ¿juventud no-indígena?

Las sociedades latinoamericanas tienen un perfil especialmente joven. O “joven”, al menos, para los parámetros que imponen las visiones dominantes, que no son las nacidas en estas latitudes. Visión eurocéntrica, blancocéntrica, de los “dominadores”; a partir de esa cosmovisión hegemónica que concibe expectativas de vida superiores a, por lo menos, 60 años, puede decirse que las categorías niñez, adolescencia y juventud comprenden, sumadas, más de la mitad de la población total de la región latinoamericana. Es decir: son colectivos jóvenes, con tasas de natalidad muy altas. A diferencia de Europa –población envejecida sin recambio generacional– en Latinoamérica, con índices de crecimiento demográfico elevados, la población se viene duplicando a gran velocidad en estas últimas décadas. Es en el gran segmento joven, donde se dan problemas profundos sin recibir las respuestas adecuadas.

Las poblaciones jóvenes de las mega-ciudades de la región (con muchas urbes de entre 10 y 20 millones de habitantes), por complejas sumatorias de factores, en vez de verse como el “futuro” en cada país, constituyen un “problema”. ¿Por qué problema? Porque los modelos de desarrollo económico-social vigentes (capitalistas) no pueden dar salida a ese enorme colectivo, y lo que debería ser una promesa hacia el porvenir, en muy buena medida es una carga, un “trastorno” por no encontrar salida digna para ubicarse. En muchas circunstancias, la única salida es marchar en calidad de migrante irregular hacia el prometido “sueño americano” de Estados Unidos.

Por lo pronto vemos que no hay “una” juventud, sino situaciones diversas, con proyectos disímiles, antagónicos en muchos casos. Pero hay un común denominador: en ningún caso está presente esta figura que evocaba Salvador Allende. La vocación revolucionaria de la juventud parece haberse extinguido; o, al menos, está muy adormecida. ¿Qué pasó?

Según puede leerse en un análisis de situación sobre la realidad de los países latinoamericanos formulado por una de las tantas agencias de cooperación que trabajan las temáticas juveniles (en este caso, la estadounidense USAID), “la falta de oportunidades de educación, capacitación y empleo limita severamente las opciones de los jóvenes y la mayoría se ven obligados a ser trabajadores no calificados antes de los 15 años. Esto es particularmente grave entre los jóvenes del área rural. Desesperados, muchos de ellos emigran a las ciudades y otros países en busca de trabajo y un número cada vez mayor cae en el “dinero fácil” provisto por el crimen organizado y las pandillas juveniles”.

Para la visión dominante hoy día la juventud, o buena parte de ella al menos, ha pasado a ser un “problema”; de esa cuenta, rápidamente pude “caer en el dinero fácil”, en los circuitos de la criminalidad, en la marginalidad peligrosa. En ese sentido, es siempre un peligro potencial. Sin negar que estas conductas delincuenciales en verdad sucedan, desde esa óptica de cooperación a que nos referimos, “juventud” –al menos una parte de la juventud: la juventud pobre, la que marchó a la ciudad y habita los barrios pobres y “peligrosos” mal llamados “zonas rojas”– es intrínsecamente una bomba de tiempo. Por tanto, hay que prevenir que estalle. Y ahí están a la orden del día las campañas de prevención.

Pero ¿prevención de qué? ¿Qué se está previniendo con los tan mentados programas de prevención juvenil? ¿Qué supuestos implícitos hay ahí?

Es evidente que cierta juventud (la que no tiene oportunidades, la excluida en los grandes asentamientos urbanos pobres –que albergan a una cuarte parte de la población urbana de Latinoamérica–) constituye un “peligro” para la lógica de las élites dominantes. Para ese statu quo, hoy el peligro no es, como festejaba cinco décadas atrás Salvador Allende, ser “joven revolucionario”. Pareciera que la sociedad bienpensante ya se sacó de encima eso; el peligro de la revolución social y las expropiaciones salió de agenda (al menos por ahora). En estos momentos la preocupación dominante respecto a los jóvenes –a estos jóvenes de urbanizaciones pobres, claro– es que puedan “ser un marginal”, caer en las pandillas, buscar el “dinero fácil”.

La idea de prevención pareciera que apunta a prevenir que los jóvenes delincan, ¡pero no que no sean pobres! Este último punto pareciera no tocarse; lo que al sistema le preocupa es la incomodidad, la “fealdad” que va de la mano de lo marginal: ser un pandillero, ser un asocial, no entrar en los circuitos de la buena integración, no consumir. Lo que está en la base de este pensamiento es una sumatoria de valores discriminatorios: ser morenito, estar tatuado, utilizar determinada ropa o provenir de ciertas áreas de la ciudad ya tiene, por sí solo, un valor de estigma. Como dijo sarcásticamente alguien: “la peligrosidad de los jóvenes está en relación inversamente proporcional a la blancura de su piel”. ¿Por qué tanta policía de “gatillo fácil” ensañada con cierta juventud? ¿Qué es lo que se busca prevenir entonces cuando se hace “prevención” con los jóvenes?

Las causas por las que se dan determinadas conductas –las delincuenciales para el caso– no se tocan; la prevención, en esa lógica, es ese mecanismo aséptico que apunta a los síntomas, a lo visible, lo superficial. Se busca cosméticamente que no se vea la punta desagradable del iceberg; pero la masa principal se desconoce. ¡Y ahí está justamente lo más importante! ¿Por qué ahora hay un imaginario que liga en muy buena medida juventud con peligro? Porque ese sector, ese enorme colectivo, el que años atrás se movilizaba y, rebelde, emprendía la crítica al sistema –tomando las armas en más de un caso, con una mística de abnegación que en la actualidad parece haberse esfumado– hoy día está pasando cada vez más a ser un problema para el equilibrio sistémico en tanto el capitalismo se empantana cada vez más no pudiendo asimilar cantidades crecientes de población que buscan incorporarse al mercado laboral y a los beneficios de la modernidad. Ante ello, ante esa cerrazón estructural del sistema capitalista, la masa crítica de jóvenes en vez de verse como “promesa de futuro” termina siendo una carga. Al no saber qué hacer con ella, y siempre desde autoritarios criterios adultocéntricos, termina identificándola en gran medida con la violencia, con el consumo de droga, con el alcoholismo y la haraganería; en definitiva, con todo lo que pueda ser negativo, reprochable. Si años atrás la policía podía detener a un joven por “sospechoso de guerrillero subversivo”, hoy día puede hacerlo por sospechoso de ¿“violento”?, de ¿“pobre”?, simplemente de ¿“joven de barrio pobre”? A los jóvenes “pudientes” –en general “blanquitos”– no se les toca.

Ahora bien: el sistema también genera antídotos, prótesis que le permiten seguir funcionando. Si bien es cierto que la juventud dejó de ser ese fermento “biológicamente revolucionario” (y molesto para la dinámica dominante) de años atrás, y en buena medida hoy es sinónimo de “sospechosa”, paralelamente aparece otro modelo, nuevo sin dudas: el joven “comprometido”. Pero no con un compromiso como puede haber sido el de aquel modelo de juventud politizada de algunas décadas atrás, sino un compromiso mucho más “light”, para decirlo con términos que ya nos marcan el ámbito cultural dominante: globalización neoliberal triunfante, individualismo, ética del sálvese quien pueda, fin de las ideologías, pragmatismo y lengua inglesa como insignia del triunfo en juego: el “number one” como aspiración, para no ser un loser.

Cultura “light”, actitud “light”… ideología “light” por lo tanto. Eso pareciera que es lo que está en juego, y buena parte de la juventud, la que no es sospechosa de peligrosidad, la que no remeda la pandilla, ahora presenta este perfil. Hablamos de una juventud comprometida, pero no como lo era en otro momento histórico, lo cual la llevó en muchos países latinoamericanos a tomar actitudes radicales –que, no olvidar, se pagó con la propia vida–. Pareciera que esta juventud actual que se “compromete” con su entorno no pasa de participar en actividades de voluntariado social, ayudando a sus congéneres en servicios que, si bien no son llamadas “caritativos”, no están muy lejos de ello. ¿Qué son, si no, todos estos voluntariados que surgen cada vez más con más fuerza? El compromiso llega hasta ir a atender niños pobres en un orfelinato un fin de semana, o viejitos en un geriátrico. Loable, claro… pero ¿qué significa eso? ¿No es eso lo que siempre han hecho los Boys Scouts o las Damas de Caridad? ¿Eso es el “compromiso” social?

Aunque dicho demasiado esquemáticamente quizá, hoy pareciera que la juventud en América Latina básicamente discurre entre estos modelos: o se es sospechoso (por ser pobre, por estar excluido, por portar los emblemas de la disfuncionalidad –tatuajes, cierta ropa, provenir de una barriada pobre y marginal, el color de la piel, etc.–) o se es un joven “comprometido” desde estos nuevos esquemas de participación: compromiso light, despolitizado, en sintonía con la idea de responsabilidad social empresarial. O, por último, migrar en condiciones infrahumanas, como “mojados”, sin olvidar que, según el discurso oficial dominante, de todos los países empobrecidos, la juventud “migra”, mientras que de Cuba: “huye”. Aunque, claro está, la realidad es infinitamente más compleja que eso: la juventud, retomando lo dicho por Allende, no puede dejar de ser rebelde. Y eso, guste o no, es un eterno fermento de cambio, aunque se la disfrace de lo que se quiera.

Fuente: https://rebelion.org/que-es-eso-de-la-prevencion-de-la-violencia-juvenil/

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