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El molde de la reforma educativa

Por: Rosa María Torres

Para El Conejo, en su cumpleaños

El Ministro de Educación de este pequeño país caribeño se acerca a su escritorio y, con gran satisfacción, me alcanza tres volúmenes, Diagnóstico, Recomendaciones y Plan, respectivamente, para la educación de su país en los próximos cinco años. Primeros ejemplares. Acaban de ser concluidos por un equipo de expertos, cuyos nombres e instituciones constan en la tapa de los informes: dos instituciones internacionales y una nacional.

Con sólo hojear el primer volumen, confirmo lo que me temía: se trata del diagnóstico estándar en torno a la educación y sus problemas, el que se repite con asombrosa uniformidad, a lo sumo con las inevitables diferencias de cifras y siglas domésticas, en los países del llamado «Tercer Mundo» y en los de América Latina y el Caribe, en particular. No es necesario siquiera ver los tomos 2 y 3 – las recomendaciones, la propuesta, la estrategia, el plan – porque no es difícil anticipar su contenido: diagnósticos estándares en torno a los problemas suelen traer aparejadas recomendaciones estándares en torno a las soluciones. Al leer los tres volúmenes, ese mismo día, en el hotel, la sospecha queda confirmada: se trata del molde para la reforma educativa que ha venido instalándose en toda América Latina en los últimos años y a la que este pequeño país, además, ingresa tarde, sin siquiera beneficiarse de las lecciones ya aprendidas por los demás.

El Volumen 1, El Diagnóstico, identifica y detalla el listado conocido de “problemas de la educación” – inequidad, repetición, deserción, ineficiencia interna y externa, maja calidad, bajos rendimientos escolares, falta de materiales educativos, deficiente capacitación docente, falta de responsabilidad por los resultados, centralismo en la gestión, etc. – con ayuda de cuadros y gráficos esmerados, de una exuberancia estadística y una precisión cuantitativa que podría hacer suponer que en estos números, en estas cantidades y porcentajes, está la clave del problema y de la solución. Bien sabemos, no obstante, que las estadísticas son sumamente endebles en el campo de la educación y que, a menudo, terminan siendo irrelevantes, incluso inútiles, para orientar la acción superadora.

Los problemas de la educación más que la educación como problema. Los problemas del sistema escolar más que los problemas de la educación. Los problemas del aparato escolar más que los de los alumnos, las familias, las comunidades, los ciudadanos, el país. Diagnóstico (y, por tanto, soluciones) eminentemente sectoriales. Más aún: intra-escolares. Problemas organizados en los rubros clásicos de administración, financiamiento, currículum, gestión, supervisión, evaluación, capacitación, materiales, etc. Análisis por niveles del sistema – preescolar, primaria, media, técnica, profesional – mezclados, como es lo usual, con esos otros ámbitos – educación no-formal, educación de adultos – que nunca se sabe dónde ubicar. La educación superior ausente, desmembrada del sistema escolar, como si no fuera educación, anunciada como objeto específico de informes por venir.

El Volumen 2, Las Recomendaciones, también está lleno de familiaridades: descentralizar y fomentar la autonomía de las instituciones escolares; estimular la participación y los recursos privados; mejorar la calidad; fortalecer la capacidad institucional para el análisis de políticas y la planificación estratégica; diversificar los mecanismos y fuentes de financiamiento de la educación; reforzar la comunicación y la concertación; articular los distintos niveles de enseñanza; revisar los contenidos curriculares para adecuarlos a las condiciones del medio y al mercado laboral; fortalecer y racionalizar la capacitación de los agentes educativos a todos los niveles; revalorizar la función docente, proveer capacitación en servicio, etc. En estos o en términos parecidos, éste es el listado de recomendaciones que viene haciéndose tanto a los países grandes como a los pequeños, los con Indice de Desarrollo Humano alto, mediano y bajo, los con regímenes dictatoriales y los más democráticos, los con población indígena mayoritaria y minoritaria, los con fuerte y débil tradición educativa, los con hiperministerios y los que nunca llegaron siquiera a tener una burocracia estable, los que exportan y los que importan intelectuales y profesionales: todos.

El Volumen 3, El Plan, es como si lo hubieran plagiado: reforma administrativa del Ministerio de Educación, descentralización, concertación y consensos nacionales, focalización en la pobreza, prioridad sobre la educación básica, programas compensatorios, incremento del tiempo de instrucción, mejoramiento de la calidad, provisión de textos y manuales escolares, ajustes al currículo, reciclaje y perfeccionamiento docente, nuevo estatuto docente (ni una palabra sobre los salarios docentes), capacitación de directores, evaluación de desempeño, incentivos, rendición de cuentas, educación a distancia, dobles turnos, gastos compartidos con la familia, mejoramiento de la eficacia externa del sistema, autonomía escolar, articulación del pre-escolar y la escuela, educación inclusiva, consejos de participación y gestión escolar,énfasis sobre el aprendizaje, proyectos educativos institucionales, pruebas estandarizadas,puesta en marcha de un sistema nacional de evaluación y difusión de resultados.

No es Chile ni México ni Argentina ni Brasil ni Costa Rica ni Uruguay ni Colombia. Estamos en un país especial, indescifrable para el visitante externo e incluso para los estudiosos locales, que desafía continuamente a sociólogos y politólogos, que destaca por su Indice de Desarrollo Humano ubicado entre los más bajos del mundo, con una enorme complejidad lingüística, una identidad cultural muy fuerte y creencias religiosas muy arraigadas, en el que florecen el arte, la artesanía y la poesía, donde la luz eléctrica prácticamente no se conoce en las zonas rurales, cerca de la mitad de los niños y niñas continúan quedando al margen de la escuela y en el que – para colmo de males – predomina la educación privada, tanto a nivel primario como secundario.

El propio trayecto al Ministerio me ha mostrado un pedazo importante, fascinante, de esta sociedad: una hora para recorrer una distancia relativamente corta, dentro de la ciudad; el vehículo abriéndose paso, a pura bocina, entre ríos de gente que caminan en plena calle; autos en ambos sentidos, esquivándose unos a otros, con la bocina apretada a fondo para informar y hacerse sentir, con total prescindencia de semáforos o policías que ordenen el tráfico; gente a borbotones, por todos lados, en atuendos y colores vistosos, comprando y vendiendo, meneándose al son de alguna música callejera, o bien sentada afuera, frente a sus casas, en hamacas o en pequeños bancos, hamacándose, aliviándose del calor, durmiendo la siesta, jugando a las cartas, o simplemente espectando el movimiento y el barullo de los demás.

El Ministro de este pequeño país caribeño me pide opinión y yo, con toda franqueza, se la doy. Por más que he hurgado, tratando de leer entre líneas y entre cuadros, no he encontrado a su país en estos informes. Es decir, de no ser por los índices particularmente pronunciados de analfabetismo adulto y falta de acceso a la escuela, que delatan a este país como uno de los más pobres y atrasados de la región, el Diagnóstico, las Recomendaciones y el Plan podrían referirse a prácticamente cualquier país del planeta. Detrás del frío lenguaje tecnocrático y la impersonalidad de las cifras no hay historia, no se percibe una pizca de cultura, algo que permita entender qué clase de país es éste, por qué y cómo llegó a donde está, cómo es su gente, su juventud, sus maestros, cómo son por dentro sus instituciones, qué ha sido y es capaz de hacer como país, qué piensa la gente sobre la educación que tiene, qué clase de educación querría tener. Siendo la educación un campo particularmente sensible a la cultura y a la especificidad de cada contexto, su omisión no es asunto menor: las mismas cifras, en contextos, condiciones y momentos diferentes, significan y dan para hacer cosas muy distintas.

No, no creo que en estos tres volúmenes estén las claves de lo que sucede y de lo que hay que hacer con la educación de este país ni en los próximos cinco años ni en la próxima década. No, no es de esperar que «la reforma» consista ahora simplemente en trasvasar dicha información a quienes deben aplicarla, a través de eso que suele llamarse “capacitación docente”, en traducir las recomendaciones en decretos y en programas, en tratar, en fin, de que la realidad se ajuste a los documentos. Es de esperar, más bien, que la gente de carne y hueso rebote todo esto, no por ignorancia, incapacidad o mala fe sino sencillamente porque la distancia entre estos dos mundos es, de partida, infranqueable.

* Reportaje de una misión de trabajo a Haití en abril 1998. Incluido en: Rosa María Torres, Itinerarios por la educación latinoamericana: Cuaderno de viajes, Paidós, Buenos Aires-Barcelona-México, 2000.

Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/2011/04/el-molde-de-la-reforma-educativa.html

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Nueva Zelanda: Los sindicatos se unen contra la propuesta de financiación global

Por: Internacional de la Educación/14-09-2016 

Se están celebrando más de 50 reuniones conjuntas sin precedentes de 60 000 miembros de la Post Primary Teachers’ Association y el New Zealand Educational Institute Te Riu Roa en oposición a la propuesta del gobierno de una financiación global.

El gobierno también ha rechazado explorar cualquier aumento de fondos destinados a la educación, afirman los sindicatos.
Además, los sindicatos advierten de que la idea propuesta por el gobierno de un presupuesto global provocará “cambios perjudiciales” en las escuelas. La fusión de la asignación de recursos y la gestión de docentes en las escuelas provocaría que los/las directores/as y los consejos directivos escolares decidirían el destino del dinero, con una cantidad obligatoria de gasto en trabajos sobre el terreno y mantenimiento de las instalaciones.
NZEI: “No hay que robar a Peter para pagar a Paul”
La portavoz de educación en la primera infancia del New Zealand Educational Institute (NZEI) Te Riu Roa, Sandie Burn, explicó que una congelación de la financiación de la educación en la primera infancia en 2011 arrojó unos resultados similares a los que cabe esperar de la propuesta de un presupuesto global.
“Nuestra realidad es que la financiación colectiva se ha convertido en un mecanismo para no dotar de fondos suficientes a la educación en la primera infancia y que sea de calidad”, señaló. Otro recorte —y ya han habido muchos recortes en la educación en la primera infancia— es la eliminación de la financiación de la docencia de calidad con recortes en servicios de más del 80 % de docentes cualificados/as y certificados/as, añadió.
La presidenta del NZEI, Louise Green, afirmó: “No observamos beneficios para los niños y niñas en esta política, solo la posibilidad de que los presupuestos escolares se contraigan y se tenga que elegir entre los costes del personal docente y los gastos de funcionamiento de las escuelas”. Pidió que se descartara el mecanismo de financiación global.
El ministro ha pedido su opinión al sector de la educación y la respuesta es clara, afirmó, al tiempo que destacó que los y las docentes piden ahora que esta propuesta no se imponga en un sector que lo ha rechazado rotundamente.
Green continuó diciendo que los sindicatos de la educación no pueden respaldar un sistema de financiación “que conduzca a compensar los costes del personal docente con otros gastos de funcionamiento, o que aumente la competencia en las matriculaciones”, y que son “enormemente escépticos sobre la denominada propuesta de financiación por cada niño/a y han realizado advertencias contundentes del avance de esto hacia un mayor desarrollo”.
Finalmente, enfatizó que, para mejorar los resultados de nuestros niños y niñas, debe haber una mejor financiación de las escuelas y de la educación en la primera infancia, “no hay que robar a Peter para pagar a Paul simplemente cambiando el destino de los fondos”.
PPTA: Una oportunidad excepcional para dotar de recursos a la educación
La ejecutiva de la Post Primary Teachers’ Association (PPTA) de Nelson/Costa Oeste, Ellen Curnow, también afirmó que los cambios propuestos en la financiación escolar eran “radicales” y suponían un “gran peligro” para la seguridad laboral de los y las docentes y la calidad de la educación.
Su sindicato lleva mucho tiempo pidiendo cambios en la financiación de la educación, resaltó, diciendo que “padres, madres y educadores coinciden en la necesidad de aumentar la inversión en la enseñanza y el aprendizaje”.
El examen de la financiación de la educación es “una oportunidad única para dotar de recursos a la educación” de modo que todos los niños y niñas y la gente joven reciban la mejor enseñanza y aprendizaje posibles, apuntó.
Curnow dijo que era importante tomar nota de la reivindicación del gobierno de que no habría disminución en la cantidad total de fondos destinados a la educación, y que esos cambios serán producto de la redistribución de los fondos existentes.
Expresó su preocupación en que el aumento del número de estudiantes, sumado a un presupuesto global, se traduciría en que las escuelas “no tendrían ninguna garantía de un número mínimo de docentes a los que pagar”.
Fuente:https://www.ei-ie.org/spa/news/news_details/4095
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La batalla por la escuela en África Oriental.

Por: Carlos Sotz.

Estas últimas semanas en Uganda me permitieron visitar varias escuelas. La primera impresión es muy grata. Cada escuela, pública o privada, tiene su propio uniforme, que siempre es muy colorido e incluye faldas para las chicas y pantalón corto y camisa para los chicos, muchas veces con corbata a pesar del calor. En las escuelas rurales alrededor del lago Victoria, que está por encima de los 1.000 metros de altura, siempre hay grandes árboles, mucho espacio, toda la luz propia de una latitud ecuatorial y césped muy verde. Por contraste, los edificios son generalmente rudimentarios, paredes sin revocar, pisos de tierra o cemento alisado y letrinas.

Antes de sumergirse en una guerra fratricida que duró unos veinte años, Uganda era conocida como la Perla de África. No significa que los cien años anteriores a la guerra civil fueran pacíficos. La evangelización anglicana y católica avanzó rápidamente pero costó la sangre de muchos mártires de ambas denominaciones. Uganda era una Perla porque varias de sus más de cincuenta tribus ya funcionaban como reinos cuando llegó el hombre blanco, cosa que nunca sucedió en Kenia. No hay duda de que Idi Amín fue un dictador brutal que llegó al poder con un golpe de Estado, pero Milton Obote, el primer ministro derrocado, pensó que uno de los reyes amenazaba su poder y revocó a todos los reinos del país. La ruptura de la forma tradicional de gobierno creó caos y oportunidades para aventureros como Amín. La guerra civil terminó en 1986 y desde entonces gobierna el ganador, Yoweri Museveni, que reinstauró los reinos aunque de vez en cuando tiene roces con grupos rebeldes.

Además de la obligada visita a Namugongo, el santuario de los mártires, y de la excursión al nacimiento del río Nilo en el lago Victoria donde comienza el trayecto de 6.400 kilómetros hasta el mar Mediterráneo, también tuve tiempo de observar algunas escuelas primarias privadas para personas de menos recursos, un fenómeno social que se va extendiendo rápidamente por muchos países en vías de desarrollo.

Por ejemplo, en 2005 había un centenar de escuelas públicas en Mombasa, la segunda ciudad más populosa de Kenia, y un número equivalente de escuelas privadas. Diez años más tarde, como el Estado no da abasto con la demanda, el número de escuelas privadas se ha triplicado. En Nairobi, la capital de Kenia, ya hay cuatro escuelas primarias privadas por cada escuela pública. En el ranking de resultados del examen final que todos los alumnos rinden antes de comenzar la educación secundaria, la mejor escuela pública de Mombasa se ubicó 23 en 2005 pero el año pasado había descendido al puesto 94. Aunque no tengo datos todavía, parece que lo mismo está sucediendo en Uganda.

Es difícil hacer comparaciones porque el costo de vida en la Argentina es muy diferente al de estos países. Pero tomando la moneda norteamericana como punto de referencia, muchas escuelas privadas modestas en Kenia cobran entre 7 y 14 dólares por mes, mientras que el Estado gasta unos 35 dólares por alumno por mes en una escuela pública.

Las marcadas diferencias en el costo y efectividad tienen varias explicaciones: el equipamiento edilicio y educativo de muchas de estas escuelas privadas es deficiente, los sueldos mucho más bajos y la preparación técnica de los maestros rudimentaria. Estas cifras aparentemente explican la diferencia entre lo que pagan los padres en estas escuelas privadas modestas y lo que gasta el Estado en las escuelas públicas. Pero el verdadero problema es que no explican por qué las escuelas privadas para pobres obtienen mejores resultados en los exámenes nacionales que organiza y corrige el Estado.

Aparentemente lo que crea esa diferencia abismal es la motivación de los maestros, padres y alumnos. En las instituciones estatales a los padres les resulta difícil colaborar con los maestros porque éstos no están disponibles y a menudo no están dispuestos a sacrificarse. Por otra parte, en las escuelas privadas los alumnos tienden a ser más responsables, porque conocen los sacrificios que hacen sus padres para que reciban esa educación privada.

Otra característica que desafía muchos libros de texto y políticas educativas es la falta de correlación entre la calidad edilicia y el nivel de aprendizaje. Parece que la falta de instalaciones deportivas se compensa con espacio para que los chicos jueguen. Aulas incómodas con muebles inadecuados no parecen ser obstáculo para el aprendizaje. A juzgar por los resultados, incluso la preparación académica y técnica de los maestros parece compensarse con el interés y la dedicación a sus alumnos: un maestro generoso y exigente puede conseguir más que otros con muchos estudios y poco interés.

Tanto en Uganda como en Kenia los gremios de maestros de escuelas públicas se han convertido en grandes críticos de estas escuelas privadas de bajo costo: las acusan de estafar a sus clientes por la baja calidad de sus servicios. Estas exigencias obligan a algunas escuelas a trabajar ilegalmente o a hacerles obsequios a los inspectores para que pasen por alto sus carencias. La gente modesta, como de costumbre, reacciona con mucha paciencia y sentido común: siguen llevando a sus hijos a estos supuestos engendros educativos y los anotan en una escuela pública para rendir el examen final.

Me olvidaba, hace un par de años los gremios de maestros de escuelas públicas en Kenia se vieron favorecidos por la prohibición de publicar el ranking de escuelas. Mientras Uganda avanza en la misma dirección, el presidente de Kenia acaba de restablecer la publicación del ranking de escuelas: hay muchos en el gobierno que piensan que la exigencia y la competitividad estigmatizan, pero no a los pobres sino a los que no quieren esforzarse y trabajar.

Fuente: http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2016/09/09/opinion/OPIN-04.html

Imagen: http://us.123rf.com/450wm/imagex/imagex1207/imagex120701133/14612070-local-de-la-escuela-en-uganda-en-frica-oriental.jpg?ver=6

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La alfabetización, una puerta al desarrollo pleno de cada chico.

Por: Alejandra Perinetti.

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Alfabetización, una fecha instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para recordar a la comunidad mundial que la alfabetización es un derecho humano que constituye la base de todo aprendizaje.

Nadie desconoce la importancia que tiene la educación en el desarrollo de cada niño, niña y adolescente. La escuela es el lugar por excelencia donde se desarrollan los procesos de alfabetización y es también un espacio que se asocia directamente a la niñez.

Sin embargo, en nuestro país más de un millón de niños, niñas y adolescentes no asisten a la escuela o lo hacen con serias dificultades, lo que vulnera su derecho y trae importantes consecuencias para su futuro y el de todos como sociedad.

La deserción escolar tiene graves consecuencias en el presente y el futuro de los niños porque es uno de los factores de mayor incidencia en la reproducción de la pobreza.

El derecho a la educación constituye un eje central para el desarrollo económico, social y cultural de nuestra sociedad. Los adultos que asumen el cuidado y protección de los niños y niñas, tienen la misión de motivarlos y transmitirles la importancia y beneficios de la educación.

Como ciudadanos, debemos exigir al Estado políticas educativas de calidad que no sólo garanticen el ingreso al sistema educativo sino que además brinde una educación lo suficientemente atractiva y contenedora para que motive la permanencia y culminación de cada ciclo lectivo según las edades de los niños, niñas y adolescentes.Contar con una educación de calidad posibilitará en cada niño el acceso y la apropiación de distintas herramientas que realmente los pongan en pie de igualdad y en posición de ejercer completamente sus derechos como niños y adultos.

La asistencia a la escuela rompe con el aislamiento social y posibilita el desarrollo integral de los niños. La no escolarización repercute en el desarrollo psico-social de cada niño, y retarda la adquisición de logros evolutivos, tales como la comprensión y expresión a través del lenguaje, la falta de entusiasmo, la expresión de frustración y enojo ante situaciones de resolución de conflictos. Cada uno de estos aspectos impacta en su presente y futuro.

Ante estas situaciones, las organizaciones que albergamos a niños, trabajamos en corresponsabilidad con las instituciones que integran el sistema de protección de derechos, desde una disciplina afectiva, con el soporte y acompañamiento interdisciplinario para la inclusión en el sistema educativo.

Cuanto más tarde se detecta la vulneración de derechos, más graves son las consecuencias, lo cual dificulta el pronóstico. En muchas ocasiones, la negligencia en relación a la escolaridad esconde otras formas de maltrato hacia los niños. Por esto, hacemos hincapié en la necesidad de la detección precoz para la recuperación y restitución de derechos.

La educación como derecho fundamental es una responsabilidad de todos los adultos y una obligación indelegable del Estado. Inspirados en ello, nos sumamos a la convocatoria de Naciones Unidas, desde el firme convencimiento de que una educación inclusiva nos llevará a alcanzar una sociedad con mayor igualdad de oportunidades.

Fuente:

 http://www.lanacion.com.ar/1935569-la-alfabetizacion-una-puerta-al-desarrollo-pleno-de-cada-chico

Imagen:  

https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSoCfwpXxWLQpDosS7QLTw5mv3nj4UjWwNjByQjt8D4M8Cyb2kn

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Teorías de la reproduccion y la resistencia en la nueva sociologia de la educacion: un analisis critico

América del Norte/ EEUU/ Septiembre 2016/http://www.pedagogica.edu.co

Teorías de la reproduccion y la resistencia en la nueva sociologia de la educacion: un analisis critico  parte III. por Henry A. Giroux

Hacia una teoría de la resistencia “Resistencia” es un valioso constructo (concepto) teórico e ideológico que provee un foco importante para analizar la relación entre la escuela y la sociedad más amplia y más importante aun, provee un nuevo medio para comprender las complejas maneras en que los grupos subordinados experimentan el fracaso escolar, señalando nuevas maneras de pensar y reestructurar modos (posturas) de pedagogía crítica. Como he notado, el uso corriente del concepto de resistencia por parte de los educadores radicales sugiere una falta de rigor intelectual y una sobredosis de “sloppines” teórica.

Es imperativo que los educadores sean más precisos sobre lo que “resistencia” realmente es y lo que no es, y sean más específicos sobre cómo el concepto puede usarse para desarrollar una pedagogía crítica. También es claro que es necesario considerar más extensamente la racionalidad del empleo del concepto. Discutiré ahora estas ideas y delinearé brevemente algunos conceptos teóricos básicos para desarrollar un fundamento más riguroso intelectualmente y útil políticamente para realizar tal tarea. En el sentido más general, la resistencia debe ubicarse en una racionalidad teórica que provee un nuevo contexto para examinar las escuelas como sitios sociales que estructuran la experiencia de los grupos subordinados.

El concepto de resistencia, en otras palabras, representa más que un nuevo hallazgo (catchword) heurístico en el lenguaje de la pedagogía radical, describe un modo de discurso que rechaza las explicaciones tradicionales del fracaso escolar y las conductas de oposición y lleva el 84 Jean Cohen, review of Theory and Need in Marx, by Agnes Heller, Telos, 33 (1977), 170-184. 85 Para un excelente análisis de las relaciones entre marxismo y psicoanálisis, véase las diferentes Interpretaciones de Richard Lichtman, The production of Desire (New York: Free Press, 1982; and Russell Jacoby, Social Amnesia (Boston: Beacon Press. 1973). análisis de la conducta de oposición del terreno teórico del funcionalismo y las principales corrientes en psicología educacional, al terreno de la ciencia política y sociología. “Resistencia” en este caso, redefine las causas y significado de la conducta de oposición sosteniendo que tiene poco que ver con la desviación y la “Helplessness” aprendida pero que tiene mucho que ver con la indignación política y moral.

Además de cambiar la base teórica para analizar la conducta de oposición, el concepto de resistencia señala un número de supuestos (assumtions) y expresiones (ideasconcerns) sobre la escolarización que son generalmente descuidadas en las visiones tradicionales de la escuela y las teorías radicales de la reproducción. Primero, celebra una noción dialéctica del agenciamiento humano que describe correctamente a la dominación como un proceso ni estático ni completo. Concomitantemente, no se ve a los oprimidos como simplemente pasivos frente a la dominación.

La noción de resistencia señaló la necesidad de comprender más profundamente las complejas maneras en que la gente mediatiza y responde a la conexión entre sus propias experiencias y las estructuras de dominación y limitaciones (constraint). Las categorías centrales que emergen en una teoría de la resistencia son intencionalidad, conciencia, el significado del sentido común y la naturaleza y valor de la conducta no discursiva.

Segundo, la resistencia agrega nueva profundidad a la noción de que el poder es ejercido sobre y por la gente dentro de diferentes contextos que estructuran las relaciones interactuantes de dominación y autonomía. Entonces, el poder no es nunca unidimensional, es ejercido no sólo como un modo de dominación sino también como un acto de resistencia.

Por último, es inherente a una noción radical de resistencia, un deseo manifiesto de una transformación radical, un elemento de trascendencia que parece estar faltando en las teorías radicales de la educación, que parecen estar atrapadas en el cementerio teórico del pesimismo Orwelliano. En adición al desarrollo de una racionalidad para la noción de resistencia, hay una necesidad de formular criterios contra los cuales el término pueda ser definido como una categoría central de análisis en las teorías de escolarización.

En el sentido más general, pienso que la resistencia debe situarse en una perspectiva que tome a la noción de emancipación como un interés-guía. Esto es, la naturaleza y significado de un acto de resistencia deben ser definidos por el grado en el cual contiene posibilidades de desarrollar lo que Herbert Marcuse denomino “un contenido de emancipación de la sensibilidad, imaginación y razón en todas las esferas de la subjetividad y objetividad”86.

Entonces, el elemento central para analizar cualquier acto de resistencia debe concernir con el descubrimiento del grado en que este ilumina, implícita y explícitamente, la necesidad de luchar contra la dominación y la sumisión. En otras palabras, el concepto de resistencia debe tener una función reveladora que contenga una crítica de la dominación y provea oportunidades teóricas para la auto-reflexión (self-reflection) y lucha en el interés de la emancipación propia y social con el grado en que la conducta de oposición suprima las contradicciones sociales mientras simultáneamente “emergíng with”, en lugar de criticar, la lógica de la dominación ideológica, no cae en la categoría de resistencia sino en su opuesto: acomodación y conformismo.

El valor del concepto de resistencia reside en su función crítica y en su potencial para utilizar las posibilidades radicales incluidas en su propia lógica y los intereses contenidos en el objeto de su expresión.

En otras palabras, el concepto de resistencia representa un elemento de diferencia, de 86 Marcuse, The Aesthetic Dimension (Boston: Beacon Press, 1977). contra lógica que debe ser analizado para revelar su interés subyacente en la libertad y su rechazo de esas formas de dominación inherentes en las relaciones sociales contra los que reacciona.

Por supuesto, este es un conjunto más bien general de stándares sobre los cuales apoyar la noción de resistencia, pero provee una noción de interés y un “scaffold” teórico sobre el cual hacer una distinción entre formas de conducta de oposición que pueden ser usadas o bien para el mejoramiento de la vida humana o para la destrucción y la denigración de valores humanos básicos. Algunos actos de resistencia revelan bastante visiblemente su potencial radical, mientras otros son más bien ambiguos, otros aún pueden revelar nada más que una afinidad por la lógica de la dominación y destrucción.

Es el área ambigua que yo quiero analizar brevemente ya que las otras dos se explican por sí mismas. Recientemente, oía un educador radical sostener que los maestros que corren a casa temprano después de la escuela están, efectivamente, cometiendo actos de resistencia. Ella también sostenía que los maestros que no se preparan adecuadamente para sus lecciones de clase participan en una forma de resistencia también.

Por supuesto, es igualmente sostenible (debatible) que los maestros en cuestión son simplemente holgazanes, que se preocupan muy poco por enseñar y que lo que en efecto se muestra no es resistencia sino conducta no profesional y no ética. En estos casos, no hay una respuesta lógica y convincente a ningún argumento. Las conductas descritas no hablan por sí mismas.

Llamarlas resistencia es transformar el concepto en un término que no tiene precisión analítica. En casos como estos, uno debe ligar la conducta bajo análisis con una interpretación provista por los sujetos mismos o hurgar profundamente las condiciones históricas y relacionadas desde la cual se desarrollan las conductas. Sólo entonces se revelará el interés incluido en tales conductas. Se sigue de mi argumento que los intereses subyacentes de una forma específica de conducta pueden hacerse claros una vez que la naturaleza de tal conducta es interpretada por la persona que lo exhibe.

Pero no quiero decir que tales intereses serán revelados automáticamente. Los individuos pueden no ser capaces de explicar las nociones de sus conductas, o la interpretación puede estar distorsionada. En este caso, el interés subyacente en tal conducta puede ser iluminado contrastando con el fondo de prácticas y valores sociales del cual emerge esa conducta.

Tal referencia debe encontrarse en las condiciones históricas que promovieron la conducta, los valores colectivos del grupo de pares, o las prácticas incluidas en otros sitios sociales tales como la familia, el lugar de trabajo o la iglesia. Quiero acentuar que el concepto de resistencia no debe transformarse en una categoría colgada indiscriminadamente sobre cada expresión de conducta de oposición”. Por el contrario, debe devenir un constructo analítico y un modo de averiguar (inquiry) que es autocrítico (self-critical) y sensible a sus propios intereses, conciencia radical en aumento y una acción colectiva crítica.

Volvamos a la cuestión de cómo definimos resistencia y cómo vemos las conductas de oposición, y a las implicaciones para hacer tales distinciones. En un nivel, es importante ser preciso teóricamente sobre cuáles formas de conducta de oposición constituyen la resistencia y cuáles no. En otro nivel, es igualmente importante sostener que todas las formas de conducta de oposición representan un punto focal para el análisis crítico y deben ser analizadas para ver si representan una forma de resistencia, descubriendo sus intereses emancipatorios.

Es una cuestión de precisión y definición teórica y por otro lado, como una cuestión de estrategia radical, todas las formas de conductas de oposición, realmente de resistencia o no, deben ser examinadas para su posible uso como base para un análisis crítico. Entonces, la conducta de oposición deviene el objeto de clarificación teórica y el sujeto de consideraciones pedagógicas.

En un nivel más filosófico, quiero acentuar que el constructo teórico de la resistencia rechaza la noción positivista de que el significado de conducta es sinónimo de una lectura literal basada en la acción inmediata. En cambio, se debe ver a la resistencia desde un punto de partida teórico que liga la manifestación de la conducta con el interés que ella encierra, yendo más allá de la inmediatez de la conducta al interés que subyace a su lógica frecuentemente oculta, una lógica que también debe ser interpretada a través de las mediaciones histórica y culturales que la conforman. Finalmente, quiero enfatizar que el valor último de la noción de resistencia debe ser medido no sólo por el grado en que promueve pensamiento crítico y acción reflexiva sino, más importante aún, por el grado en que contiene la posibilidad de galvanizar la lucha política colectiva entre padres, maestros y estudiantes alrededor de las ideas de poder y determinación social.

Discutiré ahora brevemente el valor de una noción dialéctica de resistencia para una teoría crítica de escolarización. El valor pedagógico de la resistencia se apoya, en parte, en las conexiones que hace entre estructura y agenciamiento humano por un lado y la cultura y el proceso de autoformación por el otro. La teoría de la resistencia rechaza la idea de que las escuelas son sitios simplemente instruccionales, no sólo politizando la noción de cultura sino analizando también las culturas escolares dentro del convulsionado terreno de la lucha y la protesta.

En efecto, esto representa un nuevo contexto teórico para comprender el proceso de escolarización que ubica el conocimiento, valores y relaciones sociales educativas dentro del contexto de relaciones antagónicas y las examina dentro del interjuego de las culturas escolares dominante y subordinado. Cuando se incorpora una teoría de la resistencia a la pedagogía radical, los elementos de la conducta de oposición en las escuelas devienen el punto focal para analizar relaciones sociales y experiencias diferentes, frecuentemente antagónicas, entre los estudiantes de la cultura dominante y subordinado.

Dentro de este modelo de análisis crítico se vuelve posible iluminar cómo los estudiantes pueden con los limitados recursos a su disposición reafirmar las dimensiones positivas de sus propias culturas e historias. La teoría de la resistencia ilumina la complejidad de respuestas de los estudiantes a la lógica de la escolarización.

En consecuencia, ilumina la necesidad de los educadores radicales de develar cómo la conducta de oposición frecuentemente emerge dentro de formas de conciencia contradictorias que no están nunca libres de la racionalidad reproductiva incluida en las relaciones sociales del capitalismo.

Una pedagogía radical, entonces debe reconocer que la resistencia estudiantil en todas sus formas representa en sus manifestaciones de lucha y solidaridad que en su incompletitud (incompleteness), a la vez critican (challenge) y confirman la hegemonía capitalista. Lo que es más importante es la voluntad de los educadores radicales de buscar los intereses emancipatorios que subyacen a tal resistencia y hacerlos visibles a los estudiantes y a otros como para que puedan ser objeto de debate y análisis político.

Una teoría de la resistencia es central para el desarrollo de una pedagogía radical por otras razones también. Ayuda a traer al foco aquellas prácticas sociales en las escuelas cuyo objetivo final es el control del proceso de aprendizaje y la capacidad para el pensamiento crítico y la acción. Por ejemplo, señala a la ideología subyacente del currículum hegemónico, a sus cuerpos de conocimiento jerárquicamente organizados, y particularmente a la manera en que este curriculum margina o descalifica el conocimiento de la clase trabajadora tanto como el conocimiento sobre la mujer y las minorías.

Más aún, la teoría de la resistencia revela la ideología que subyace en tal curriculum, con sus énfasis en la apropiación del conocimiento individual más que grupal (colectivo) y cómo este énfasis conduce a un “wedge” entre los estudiantes de las diferentes clases sociales. Esto es particularmente evidente en las diferentes aproximaciones al conocimiento llevadas a cabo en muchas familias de clase trabajadora y clase media.

El conocimiento en la cultura de la clase trabajadora es frecuentemente construido sobre los principios de la solidaridad y el compartir, mientras que dentro de la cultura de clase media, el conocimiento se forja en competencia individual y visto como una barrera de separación. En resumen, la teoría de la resistencia llama la atención sobre la necesidad que tienen los educadores radicales de descubrir (develar) los intereses ideológicos incluidos en los variados sistemas de mensajes de la escuela, particularmente aquellos encerrados en el curriculum, sistema de instrucción y modos de evaluación.

Lo que es más importante es que la teoría de la resistencia refuerza la necesidad de los educadores radicales de descifrar cómo las formas de producción cultural mostradas por los grupos subordinados, pueden ser analizados para revelar sus limitaciones y sus posibilidades para permitir un pensamiento crítico, discurso analítico y aprendizaje a través de la práctica colectiva, Finalmente, la teoría de la resistencia sugiere que los educadores radicales deben desarrollar una relación crítica más que pragmática con los estudiantes.

Esto significa que cualquier forma viable de pedagogía radical debe analizar cómo las relaciones de dominación en las escuelas se originan, cómo se sostienen y cómo los estudiantes, en particular se relacionan con ellos. Esto implica mirar más allá de las escuelas. Esto sugiere tomar seriamente la contra-lógica que empuja a los estudiantes fuera de las escuelas, hacia las calles, los bares y la cultura subterránea (shopfloor)87. Para muchos estudiantes de clase trabajadora, estos campos (realms) son “tiempo real” como opuesto al “tiempo muerto” que frecuentemente experimentan en las escuelas.

Las esferas sociales que forman esta contra-lógica pueden representar unos pocos terrenos restantes que proveen a los oprimidos la posibilidad de agenciarniento humano y autonomía. Todavrn estos terrenos parecen representar menos una forma de resistencia que una expresión de solidaridad y autoafirmación. El empuje de esta contra-lógica debe ser críticamente tornado (engaged) y construido dentro del contexto de una pedagogía radical.

Esto no sugiere que debe ser absorbido dentro de una teoría de la escolarización. Por el contrario, debe ser apoyado por educadores radicales y otros desde adentro y fuera de las escuelas. Pero como objeto de análisis pedagógico, esta contra-lógica debe ser visto corno un terreno teórico importante en el cual uno encuentra imágenes de libertad que señalan fundamentalmente nuevas estructuras en la organización pública de la experiencia, inherentes a las esferas públicas de oposición, que constituyen la contralógica, son las condiciones alrededor de las cuales los oprimidos organizan importantes necesidades y relaciones.

Entonces, representa un terreno importante en la batalla ideológica por la apropiación de significado y experiencia. Por esta razón provee a los educadores una oportunidad para ligar lo político con lo personal para comprender cómo el poder es mediado, resistido, y reproducido en la vida cotidiana. Más aún, sitúa la relación entre las escuelas y la sociedad más amplia dentro de un contexto teórico informado fundamentalmente por una pregunta política: ¿cómo desarrollamos una pedagógica radical que haga significativas a Las escuelas para hacerlas críticas, y cómo las hacemos críticas para hacerlas emancipatorias? 87

Debo a una conversación con Stanley Aronowitz el llamarme la atención sobre la idea de contrasentido. Para una mayor elaboración al respecto véase su Crisis in Historial Metarialism (New York: Preager. 1981). En resumen, las bases para una nueva pedagogía radical deben ser extraídas de una comprensión teóricamente sofisticada de cómo el poder, la resistencia y el agenciarniento humano pueden devenir elementos centrales en la lucha por el pensamiento y aprendizaje críticos. Las escuelas no cambiarán la sociedad, pero podemos crear en ellas bolsas de resistencia que provean módulos pedagógicos para nuevas formas de aprendizaje y relaciones sociales, formas que pueden ser usadas en otras esferas más directamente involucradas en la lucha por una nueva moralidad y visión de la justicia social. Para aquellos que sostienen que este es un objetivo político, replicaría que tienen razón, ya que es un objetivo que apunta a lo que debería ser la base de todo aprendizaje, la lucha por una vida cualitativamente mejor para todos.

 

Fuente:

http://www.pedagogica.edu.co/storage/rce/articulos/17_07pole.pdf

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/mf0vJAejynDPjne6nbIKBy0FqVBmQvLOKf07KxW1Ks9EIRcrl1Hei3TxAU5UfoK1xt0ctQ=s152

 

https://lh3.googleusercontent.com/lyOsAdPjjMuLSc0Sx_CmVdWu42K8G3LFB3WJjvJ7iGQYOvyqTL-h75__RCyLw4uU1vt5xQ=s85

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Ghana: Minister for Education Presents Learning Materials to Basic Schools for the 2016/2017 Academic Year

África/Ghana/11 de Septiembre de 2016/Fuente: All Africa

RESUMEN: El Ministro de Educación, Prof. Jane Naana Opoku Agyemang-, ha hecho una presentación de los suministros de rutina de aprendizaje y material didáctico a las escuelas de base para el año académico, a partir del martes, 13 de de septiembre de 2016. En una breve discusión con los medios de comunicación en Accra el martes, dijo que todas las escuelas públicas de todo el país fueron dotadas con suministros tales como tizas, registros, cuadernos de clase de los profesores y libros de ejercicios para que todos los estudiantes tengan un año académico exitoso y de calidad. Dando la descomposición, dijo el profesor Opoku Agyemang-, para el año académico 2016/2017,  el gobierno habían comprado un total de 350.000 registros de asistencia, 230.000 libros para maestros   y 2.400.000 cajas de tiza blanca. Además, dijo, el gobierno también ha puesto a disposición de 209,415 uniformes escolares y 40.000 sandalias escolares, así como diccionarios 2,549,647 para las escuelas básicas de todo el país.

Minister for Education, Prof. Jane Naana Opoku-Agyemang, has made a presentation of routine supplies of learning and teaching material to Basic Schools for the academic year, beginning Tuesday, September 13, 2016.

In a brief discussion with the media in Accra on Tuesday, the Minister said with the presentation, all public schools across the country were to be furnished, upon re-opening, with supplies such as chalks, registers, teachers’ lesson notebooks and exercise books to enable all students have a successful and quality academic year.

Giving the break down, Prof. Opoku-Agyemang said, for the 2016/2017 academic year, her office and government had purchased a total of 350,000 attendance registers, 230,000 teachers note books and 2,400,000 boxes of white chalk.

In addition, she said, government had also made available of 209,415 school uniforms and 40,000 school sandals as well as 2,549,647 dictionaries for basic schools across the country.

She disclosed that the Ministry of Education, in a joint partnership with the Publishers and Printers Association of Ghana, had completed the procurement process for the supply of Core Text Books to Senior High Schools (SHSs).

Prof. Opoku-Agyemang stated that in the 2016/2017 academic year, contracts were awarded for the supply of 52, 773 pieces of assorted furniture to both basic and SHSs.

Touching on school fees, the Education Minister said the Ministry, in collaboration with the Ghana Education Service (GES) Council, had developed standardized approved fees for SHSs in respect of 2016/2017 academic year.

According to Prof. Opoku-Agyaman, Day SHS students were expected to pay an amount of Four Hundred and Sixty Ghana Cedis (GH¢ 460.00), while the boarders would pay a fee of Nine Hundred and Twenty Two Cedis, Twenty Pesewas (GH¢ 922.20), for the first term only.

She said the first term fees included one-off payment of uniforms, house dresses, P.E Kits, school cloth, medical exams and school supplies.

She disclosed that as part of the progressively free education mandate of government in the Constitution, government would absorb 12 fee items on the bill, namely examination, entertainment, national science and maths quiz, science development, utilities, library, Information and Communications Technology (ICT), sports, culture co-curricular activities and Student Representative Council (SRC) dues, adding that the charges only applied to government schools.

She noted that parents still had a huge responsibility towards their wards in school and appealed to all stakeholders to work with GES Council in approving any fees to be charged within their jurisdiction.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201609091033.html

Fuente de la imagen: http://www.networkjungle.com/education-in-ghana/

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México: Alumnos demandan servicios

América del Norte/México/11 de Septiembre de 2016/Autor:Miguel A. Moo Góngora/Fuente: Diario de Yucatán

Alumnos de la Universidad Pedagógica Nacional de la Unidad 31-A subsede Peto, realizaron ayer viernes por la mañana una protesta frente al Palacio de Gobierno para exigir que el gobernador Rolando Zapata Bello atienda las necesidades de la institución educativa.

Los estudiantes señalaron que el próximo mes se cumplirán 11 años de haber llegado a la comunidad esta universidad, primera en el sur del Estado en ofrecer licenciaturas y una de las mejores opciones para los estudiantes de la región, sin embargo no ha podido crecer más porque carece de infraestructura y servicios.

Alrededor de 60 los alumnos de la licenciatura en Intervención Educativa participaron en la protesta, salieron de Peto en cuatro vagonetas como a las 9 de la mañana para dirigirse a la capital del Estado.

Los estudiantes se concentraron frente al Palacio de Gobierno, donde instalaron un equipo de sonido, dieron a conocer las necesidades que tiene el plantel y recordaron que desde diciembre del 2015 no reciben recursos para los servicios básicos de la universidad.

Comentaron que la universidad subsiste con las cuotas de $100 que pagan los estudiantes cada semestre.

Les cortaron la luz

Resaltaron que la “gota que rebasó el vaso” fue el hecho de que les hayan cortado el suministro de corriente la semana pasada, motivo por el cual se suspendieron las clases tres días, pues la Secretaría de Investigación, Innovación y Educación Superior (SIIES) no pagó el recibo.

Los alumnos exigían igualdad de condiciones y mejores servicios en alusión a que en otras universidades del Estado el gobierno “ha invertido millones de pesos”, tanto para infraestructura como en servicios, mientras que “a nosotros no nos dan nada”.

Justo González Zetina, profesor de la Universidad, dijo que los alumnos exigen sus derechos y explicó que desde junio la Secretaría de Educación del Estado les informó que dejaría de pagar el servicio de electricidad porque esa responsabilidad caería en la Secretaría de Investigación, Innovación y Educación Superior, sin tener la garantía de que así sería.

—Los alumnos realizaron una protesta pacífica y sus demandas son justas, la universidad carece de infraestructura básica y servicios. —dijo

Por su parte, los estudiantes pidieron una audiencia para entregar un pliego petitorio, incluso hicieron una invitación al gobernador para que visite la universidad y confirme que es verdad que tienen carencias.

Los universitarios señalaron que “todos pensaron que nois quedaríamos callados porque somos pocos”, sin embargo, están demostrando que no es así y aseguraron que si no hay una respuesta favorable a sus demandas, regresarán.

Recalcaron que a pesar de que son una universidad pequeña, porque así lo han querido las autoridades educativas, no están dispuestos a seguir callando.

Señalaron que las instalaciones son limitadas y por eso no puede aumentar la matrícula estudiantil. A pesar de la demanda que tiene la Licenciatura en Intervención Educativa, cada ciclo escolar sólo se pueden recibir 30 alumnos en promedio.

Durante la manifestación se cerró la calle 61 porque los estudiantes caminaron sobre la arteria.

Después de varios minutos les pidieron que integren una comisión porque serían recibidos para que planteen cuáles sus demandas.

La comitiva fue integrada por los alumnos Jimi Castillo Canto, Melina Nah Ucán, Magnolia María Pantí, Rudy Poot Ortegón, Celmy Hernández Carrillo y Adriana González Góngora.

Fueron recibidos por el director de Gobierno, Carlos Sobrino Castrejón, a quien le expusieron el motivo de la protesta y las exigencias y necesidades que tienen.

Los estudiantes aseguraron que el funcionario se comprometió a atender el caso y se comunicaría con la SIIES para ver la manera de apoyar al plantel.

Confían en su palabra

A pesar de que no se firmó algún documento, los alumnos indicaron que hubo el compromiso verbal y confían en la palabra del funcionario, aunque si no hay respuesta regresarán “las veces que sea necesario”.

Comentaron que el funcionario se comprometió a comunicarse con ellos hoy sábado para informarles en qué se les puede apoyar.

Los alumnos aprovecharon la ocasión para entregarle fotografías del plantel y del camino de acceso, que queda intransitable cada vez que cae una lluvia fuerte.

También plantearon la cuestión de las becas de Manutención del Ibecey, pues habría una reducción de beneficiarios y eso los afectaría, por lo que fueron enviados a esa dependencia para hablar con la directora.

Expusieron que carecen de sala de cómputo, auditorio, cafetería, espacio para el desarrollo de actividades cívicas, recreativas y deportivas, y estacionamiento. También requieren mantenimiento básico del edificio.

Fuente: http://yucatan.com.mx/yucatan/alumnos-demandan-servicios

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