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República Dominicana impulsa la equidad e inclusión en centros educativos

Centroamérica y El Caribe/ Rep. Dominicana/14.05.2018/ Fuente: same2017.campanaderechoeducacion.org.

Dentro de la conmemoración de la Semana de Acción Mundial por la Educación, el Foro Socioeducativo realizó la Mesa de Reflexión en la escuela Profesor Juan Bosch de Neiba con el proyecto «Impulsar relaciones equitativas e inclusivas en centros educativos de la Provincia de Bahoruco, para la mejora de la calidad educativa” junto con el Centro Cultural Poveda y el apoyo de InteRed y la financiación de la AECID.

En esta actividad participaron alrededor de 40 personas, entre las que se encontraban estudiantes de 6o a 8o, familias, docentes y equipo de gestión de la escuela.

Esta actividad se hace con el propósito de reflexionar conjuntamente sobre los retos y la situación de la educación en la República Dominicana, evaluar los objetivos conseguidos en el proyecto y soñar las metas a alcanzar en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por la ONU.

Durante la actividad, el Foro Socioeducativo distribuyó entre docentes, estudiantes y familias participantes los materiales creados para la campaña.

Fuente: http://same2017.campanaderechoeducacion.org/index.php/republicadom/172-republica-dominicana-organiza-mesa-para-impulsar-relaciones-equitativas-e-inclusivas-en-centros-educativos#
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Niños costarricenses: Una tragedia educativa

Centroamérica/ Costa Rica/ 14.05.2018/ Por: Eliécer Feinzaig. Fuente: www.nacion.com.

Cuando uno vive en el país de los eufemismos, cada vez que una autoridad gubernamental anuncia el cambio de nomenclatura de cualquier cosa —una institución, un programa o un indicador— provoca una enorme dosis de sospecha y escepticismo.

Por eso, cuando leí el reportaje de La Nación del pasado 19 de marzo (http://bit.ly/2ptlV5B) acerca de la disminución de la exclusión escolar observada en el 2017, se me pararon las antenitas de vinil. La ministra de Educación, Sonia Marta Mora, explicó que se dio un cambio de enfoque al hablar de exclusión y dejar atrás el concepto de deserción escolar.

Desde una perspectiva meramente cuantitativa, nuestro sistema educativo es un rotundo fracaso

Si bien el cambio fue meramente de nomenclatura —la medición es exactamente la misma— me alegró leerlo porque implica, como señala la ministra, dejar de ver el problema como una “decisión voluntaria y personal” de abandonar los estudios para entender que existen “factores personales, familiares y del propio sistema educativo que influyen en que el estudiantado permanezca o no en las aulas”. Es, en otras palabras, reconocer que el sistema educativo puede —por inadecuado— expulsar alumnos. Y lo hace.

El sexto informe Estado de la Educación (EE2017) revela que apenas “un 4,6 % de las 3.731 escuelas públicas que operaban en el 2016 ofrecían el plan de estudios completo para la enseñanza primaria”. Ahí tenemos un claro indicio de un sistema educativo que expulsa a sus alumnos. Que más del 95 % de las escuelas no ofrezcan el plan de estudios completo quiere decir que la enorme mayoría de los estudiantes nunca será expuesta a materias como artes, deportes o computación, que podrían despertar su interés o ayudarles a descubrir su pasión.

Quizás por esto la tasa neta de escolaridad —el porcentaje de niños entre 6 y 12 años que se encuentran enrolados en la educación primaria— ha venido cayendo desde más del 97 % en el período 2005-2011, al 93,1 % en el 2016. Peor aún, nos dice el EE2017, la matrícula de sexto grado en el 2016 representó un 83,4 % de la reportada en primer grado seis años antes. Casi 17 de cada 100 niños matriculados en primer grado en el 2011 se perdieron en el camino a sexto grado.

Medición generacional. Estos datos me hicieron recordar una conversación que tuve recientemente con el Dr. Luis Daniel González Aguiluz, director del Programa de Informatización para el Alto Desempeño (PIAD) de la Asociación para la Innovación Social. Sostiene Luis Daniel que el abandono de las aulas no se debe medir con respecto a la matrícula inicial de cada año, sino en referencia a la matrícula en primer grado de cada generación o cohorte.

Para explicar el concepto, analizaré lo sucedido con la cohorte del 2005. Dado que la educación formal tiene una duración teórica de 11 años en la modalidad académica y de 12 años en la técnica, intentaré responder la siguiente pregunta: ¿Cuántos de los niños que entraron a la escuela por vez primera en el 2005 concluyeron la secundaria en el 2015 (o el 2016 en el caso de la educación técnica)?

En el 2005 ingresaron 95.811 niños a primer grado del sistema de educación tradicional en horario diurno. En el 2015 se matricularon 42.783 jóvenes en undécimo año en educación académica y técnica en horario diurno. Aunque la comparación no es exacta, nos da un primer indicador de exclusión en la educación: tan solo el 44,7 % de los niños que iniciaron su educación primaria en el 2005 llegaron a undécimo año once años después.

La cifra no es exacta, entre otras razones, porque no todos los jóvenes que matriculan undécimo en un año cualquiera iniciaron sus estudios once años antes; algunos repitieron uno o más años. De igual manera, algunos de los estudiantes que inician la primaria en un año cualquiera, la concluirán en más de once años, ya sea en la educación tradicional (después de haber repetido uno o más años), o porque se decantaron por opciones de 12 años como el bachillerato internacional (BI) o la educación técnica, o porque concluirán sus estudios años más tarde en programas como educación nocturna o bachillerato por madurez.

Cifra alarmante. Aun así, la cifra es alarmante: menos de la mitad de los jóvenes en edad de estudiar concluye la educación formal en el tiempo prescrito. La estadística se torna aún más alarmante si hablamos de la proporción de estudiantes que realmente se gradúa.

En el 2015 se presentaron a bachillerato 37.775 estudiantes. De ellos, 5.681 provenían de la educación nocturna, donde el promedio de edad es mucho más alto (no son los jóvenes que empezaron sus estudios once años antes). Nos quedan entonces 32.094 estudiantes, o tres cuartas partes de los 42.783 jóvenes que se matricularon en undécimo en ese mismo año. Vamos viendo como la mazorca se desgrana en cada paso.

La historia se torna todavía más sombría. En el 2015 aprobaron bachillerato 26.709 estudiantes (del total de 37.775). Las autoridades hablan de una promoción del 70,7 %, pero la cifra es engañosa: esconde la enorme cantidad de jóvenes que no llegaron ni siquiera a presentarse a bachillerato.

Del total de bachilleres del 2015, tan solo 18.791 provenían de la educación académica diurna; el resto fueron estudiantes de la educación nocturna (mayor edad promedio) o de la educación técnica (duración teórica de 12 años). Si sumamos los 6.218 jóvenes que obtuvieron su bachillerato en educación técnica en el 2016, tenemos que son 25.009 los jóvenes que, habiendo empezado sus estudios en el 2005, obtuvieron su bachillerato en la educación diurna académica o técnica en el tiempo prescrito.

La cifra, como ya mencioné, no es exacta, y dada la gravedad de lo señalado, merece ser depurada. Lanzo el reto al programa Estado de la Nación, al Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la UCR, a la Academia de Centroamérica o al propio Departamento de Análisis Estadístico del MEP para que lo hagan.

En todo caso, y sin perjuicio de que algún día las autoridades hagan el ejercicio de afinar el dato, resulta muy reveladora la comparación de esos 25.009 bachilleres con los 95.811 niños que matricularon primer grado de primaria en el 2005: tan solo el 26,1 % de los muchachos se graduaron en el tiempo esperado. Visto de otra forma, 70.802 jóvenes que iniciaron su educación en el 2005 no se llegaron a graduar. Esa es la verdadera tragedia de la exclusión educativa.

Fracaso. Desde una perspectiva meramente cuantitativa, nuestro sistema educativo es un rotundo fracaso. Menciona el EE2017 que “en el 2016 solo el 50,4 % de los jóvenes de entre 18 y 22 años había finalizado la secundaria”. Finalizar la secundaria no es lo mismo que obtener el bachillerato.

Lamentablemente, desde una perspectiva cualitativa, la situación es también calamitosa, como lo reflejan los resultados de las pruebas del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), que promueve la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para evaluar las competencias y destrezas de los alumnos en tres áreas (matemáticas, comprensión de lectura y ciencias). Los estudiantes son clasificados en seis niveles, de acuerdo con su desempeño, siendo 1 el más bajo y 6 el más alto.

En el 2015, el 62,6 % de los estudiantes costarricenses evaluados en matemáticas quedaron en o por debajo del nivel 1, lo cual quiere decir que no pueden resolver más que los problemas matemáticos más elementales, y ello únicamente cuando cuentan de manera explícita (no inferencial) con instrucciones precisas y toda la información necesaria para hacerlo. En otras palabras, son alumnos que pasaron por el colegio, pero el colegio no dejó ninguna huella en ellos.

Otro 25,8 % de los alumnos evaluados quedaron en el nivel 2, y solamente el 11,7 % se distribuyó entre los cuatro niveles superiores de la escala de evaluación. Los resultados en lectura y ciencias, si bien algo mejores, tampoco son para alardear.

Hablar de exclusión versus deserción permite entender la magnitud de la tragedia de la educación en Costa Rica. El significativo esfuerzo que ha hecho nuestro país al pasar de invertir poco más del 4 % del PIB en educación hace 20 años a cerca del 8 % hoy no ha rendido los frutos esperados. Dinero hay; las estrategias deben ser revisadas.

Fuente: https://www.nacion.com/opinion/columnistas/la-tragedia-de-70000-ninos-costarricenses/YDVRZY2UGJE5PG5GYODW47U5IE/story

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México: Seguridad, economía y educación, retos de próximo gobierno

América del Norte/ México/ 14.05.2018/ Fuente: www.jornada.com.mx.

La seguridad, la economía y la educación son los principales temas que deberá atender el próximo Presidente de México, aseguró el director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Mario Alberto Rodríguez Casas.

Dijo que esa casa de estudios “no tiene capacidad” para aumentar su matrícula en educación superior, debido en gran parte a la insuficiencia de los recursos económicos. Y es que de las cien mil solicitudes de ingreso que recibió el IPN para el siguiente ciclo escolar, solo 22 mil de ellos serán aceptados.

“Si en este momento nosotros quisiéramos aceptar a los cien mil jóvenes que nos demandan un espacio, sencillamente no tenemos capacidad física. Sin duda, habrá que trabajar en eso, sería necesario contar con un proyecto a mediano plazo en lo que se pueden dar las condiciones de infraestructura para poder hacerlo”, dijo el director Rodríguez Casas, entrevistado en el marco del quinto foro regional “México 2018: los desafíos de la nación. Las plataformas electorales discutidas por universitarios”.

Convocado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) y el Instituto Nacional Electoral (INE), el foro, realizado en la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería (UPIIG) Campus Guanajuato, del IPN, analizó las propuestas electorales de las diferentes coaliciones partidistas y candidatos presidenciales –incluido los independientes-, en materia de innovación tecnológica y vinculación del conocimiento con el desarrollo nacional.

El objetivo del encuentro fue realizar un intercambio de ideas, conceptos y visiones institucionales sobre los planteamientos y diagnósticos que las coaliciones partidistas y los candidatos independientes han establecido en sus plataformas políticas, rumbo a las elecciones del próximo 1 de julio.

El análisis representaciones políticas, impulsar nuevas formas de trabajo entre las Universidades y los tomadores de decisiones a partir de políticas públicas.

Los análisis y diagnóstico en las plataformas tienen un sustento empíricio. Tamaño de la brecha que debemos y tenemos que cerrar.

Fuente: http://www.jornada.com.mx/ultimas/2018/04/27/seguridad-economia-y-educacion-retos-de-proximo-gobierno-ipn-4438.htm

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España: CCOO denuncia que las evaluaciones externas atentan contra la educación inclusiva

Europa/España/10 Mayo 2018/Fuente: El economista

La Federación de Enseñanza de CCOO alerta de que pruebas como PISA, evaluaciones de competencias o las llamadas reválidas, han acabado convirtiéndose en un fin en sí mismo, en lugar de estar orientadas a conseguir una educación inclusiva. Sus resultados no dan lugar a programas de mejora orientados a fortalecer políticas educativas y sociales para mejorar la calidad. Es más, las normas de desarrollo legislativo derivadas de la Lomce que facilitan la repetición en Primaria van en contra de las conclusiones de estas evaluaciones, que abogan por la reducción de las repeticiones.

En estos dos últimos meses del curso, en un instituto cualquiera de la Comunidad de Madrid con la certificación de bilingüe, como ya lo son el 50,7 % del total, se realizarán hasta cinco pruebas externas diferentes: las de competencia en inglés de 2º de ESO; la reválida o evaluación final de 4º de la ESO; las pruebas Cambridge para 4º de la ESO; las evaluaciones para PISA, mayoritariamente también en 4º de la ESO; y otras que tienen lugar en el centro o a las que se presentan el alumnado por su cuenta.

Todas se caracterizan porque, en general, el profesorado y resto de la comunidad educativa ni participan ni tienen conocimiento previo de las evaluaciones. Además, en no pocas ocasiones han presentado errores en su planteamiento o elaboración, y someten al alumnado a un estrés considerable en un mes del calendario escolar tan sensible como mayo, distrayendo al alumnado de lo importe: el aprendizaje y evaluación ordinarios, reforzando el sinsentido de estas pruebas.

CCOO denuncia la utilización de las evaluaciones –incluida la pretendida como diagnóstica– como un instrumento de dominio y control de los centros y de legitimación de determinadas políticas educativa, como queda patente en la proliferación de estas pruebas. Esta interpretación de la evaluación la aleja de sus verdaderos fines formativos y diagnósticos.

CCOO sigue exigiendo al Gobierno del PP la aplicación de medidas que resuelvan los problemas actuales y el desarrollo de un modelo de evaluación formativa continua, integral, diagnóstica, orientadora, que tenga como criterio la evolución de cada estudiante, y cualitativa.

Fuente: http://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/9125757/05/18/CCOO-denuncia-que-las-evaluaciones-externas-atentan-contra-la-educacion-inclusiva.html

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¿Para qué los movimientos de renovación pedagógica?

Por: Xavier Besalú

Hoy, cuando las innovaciones educativas están en el candelero mediático, con todas sus ambigüedades, necesitamos organizaciones que no sufran amnesia histórica.

Los Movimientos de Renovación Pedagógica, según sus propias palabras, son organizaciones formadas por educadores, docentes, pedagogos y otras personas interesadas por la educación. Vinculados y arraigados a un espacio territorial específico (una comarca, una ciudad, una provincia, una región…), se constituyen como un marco estable de intercambio, de cooperación, de información, de reflexión, de actualización, de formación, de intervención en el debate público… para la mejora de la educación. De una educación de calidad para todos, entendida como un servicio público, como un derecho universal, como una plataforma imprescindible para la reducción de las desigualdades socioeconómicas y culturales de origen y para la construcción de sujetos libres, independientes, humanos en definitiva.

Son unas organizaciones muy características de nuestro país, internamente plurales, en el sentido de que no se adscriben a una metodología didáctica determinada, ni se identifican con una línea pedagógica específica. Nacieron la mayoría de ellos en los años 60 y 70 del siglo pasado, en plena dictadura, cuando las formas tradicionales de asociación e intercambio (sindicatos, partidos, colegios profesionales, etc.) estaban prohibidas o bien tenían otras prioridades o sencillamente no satisfacían las aspiraciones y deseos de unos profesionales críticos con un estado de cosas lamentable en muchos aspectos, al corriente de lo que se cocía en el mundo democrático de aquellos años intensos y dispuestos a convertirse ellos mismos en protagonistas de los cambios que anhelaban.

La mayor parte de los que han estudiado este fenómeno coinciden en afirmar que los Movimientos de Renovación Pedagógica vivieron su momento álgido durante la transición democrática, es decir, en la década que iría aproximadamente de 1975 a 1985. Iniciarían después un declive atribuido, entre otras causas, al inevitable decaimiento de la efervescencia vivida esos años, a caballo de un momento histórico en que casi todo parecía posible, a la salida a la luz pública de partidos y sindicatos, y al empuje de la experimentación de la reforma educativa impulsada por el gobierno socialista, que fascinó y obnubiló al mismo tiempo a la mayor parte de los sectores progresistas del profesorado, que vieron en dicha reforma una ocasión única de hacer realidad, y hasta cierto punto protagonizar, aquellos sueños reformadores.

Pero a día de hoy son todavía muchos los Movimientos de Renovación Pedagógica que perviven en nuestro país. Es bastante evidente que, a pesar de los esfuerzos a veces invasivos de las administraciones educativas, son más necesarios que nunca espacios liberados, que actúen en los márgenes –que no es sinónimo de en contra– de lo oficial, que no dependan de las prioridades de los gobiernos de turno y que articulen las voces, las aspiraciones, los proyectos y los desafíos de los profesionales que están en el tajo, de unos centros abrumados por las exigencias burocráticas y fiscalizadoras de unas administraciones que lo fían casi todo a los números y a las estadísticas, a lo que exigen unas aplicaciones informáticas que encorsetan y simplifican realidades complejas. Además, este tipo de organizaciones sintonizan sin excesivas dificultades con estos tiempos de adhesiones débiles –por contraste con las militancias rotundas y ciegas del pasado–, de posibilidades tecnológicas impensables tiempo atrás para contactar, dialogar, construir y actuar, de liderazgos flexibles, cambiantes y hasta cierto punto colectivos, que contrastan con el anquilosamiento de las direcciones de las asociaciones clásicas, de debates y tomas de postura ágiles y críticas ante la fuerza apabullante de las grandes corporaciones y sus filantropías, y de las organizaciones internacionales que dictan las políticas educativas, a derecha e izquierda, en casi todo el mundo.

Hoy, cuando las innovaciones educativas están en el candelero mediático, con todas sus ambigüedades, necesitamos organizaciones que no sufran amnesia histórica, que guarden la memoria de la buena pedagogía, que no se dejen llevar por los cantos de sirena de los predicadores de la nada. Innovaciones que significan, por una parte, las ansias y los esfuerzos de los docentes para adaptar los procesos de enseñanza y aprendizaje a los nuevos instrumentos y tecnologías disponibles, y para responder a los retos de formar personas autónomas y capaces de asumir su vulnerabilidad antropológica y no sucumbir a las seducciones de la publicidad, a las imposiciones del pensamiento único y a las presiones contextuales y sistémicas. Innovaciones que significan también, por otra parte, el empuje de las nuevas modas, de la primacía de lo emocional por encima de lo racional, del fetiche de lo competencial que parece negar el conocimiento, de los peligros de naturalización de los dones y talentos de las personas utilizando para ello los avances de la neurociencia, de la entronización de la novedad por la novedad. Necesitamos más que nunca organizaciones que conecten con las prácticas, las intuiciones y las reflexiones de la tradición progresista en educación, que den la importancia que se merece a la formación cultural, más allá de lo estrictamente pedagógico, de los profesionales de la educación.

Necesitamos espacios propios, y hasta cierto punto preservados, para reflexionar juntos, para compartir, cooperar y aprender, para llevar a la práctica, contrastar y analizar críticamente propuestas seguro que bienintencionadas pero a menudo desconectadas de la realidad de las aulas. Necesitamos tiempos y espacios para publicar y someter a crítica nuestras propias prácticas y nuestros proyectos, sin pasar por las horcas caudinas de los controles, las exigencias y hasta las chorradas de las revistas científicas de referencia, esas que sirven para rellenar los currículos personales aunque no tengan incidencia alguna en el día a día de las escuelas, ni lectores más allá de los que no tienen más remedio.

Necesitamos, en palabras de Peter Moss, organizaciones que desarrollen, imaginen, inventen y promuevan, alternativas viables a la ortodoxia actual, aunque solo sea para que estén disponibles cuando se debilite esa marea neoliberal y conservadora que nos invade, y lo hoy política y prácticamente imposible se convierta en posible o inevitable. Como se ha escrito, esas políticas que han arrasado con todo han tardado cincuenta años en hacerse realidad desde que fueron diseñadas. Dicho de otro modo, todas las mayorías empezaron siendo minoritarias, de forma que no valen las excusas para que, cuando se abran nuevas oportunidades, nos encuentren con los deberes hechos y los deseos intactos para poder aprovecharlas.

Por cierto, ya están en la red los programas de las Escuelas de Verano de este año.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/09/para-que-los-movimientos-de-renovacion-pedagogica/

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Educación y cuidado

Por: Juana M. Sancho

El bienestar de niñas y niños es un elemento clave para los sistemas educativos en todo el mundo. Los problemas sociales o de salud impactan en la escuela y sus resultados.

El profesor y filósofo Emilio Lledó, motivó su renuncia a la medalla de la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, por el “desprecio” mostrado por sus dirigentes hacia la educación, en particular a la Universidad pública, (además de por lo que consideraba conductas inapropiadas e inaceptables por parte de algunos de ellos). En una entrevista al programa El Intermedio, de La Sexta, nos recordó que, como argumentaba Immanuel Kant – 1724-1804-, el hombre y la mujer “no es, sino lo que la educación le hace de ser”.

Esto me llevó a recuperar el texto “Sobre la Pedagogía/Educación” (¡gracias una vez más profesor!), para argumentar, de nuevo que, como he mantenido desde los muchos años que me dedico a la educación, que (él habla de hombre, pero yo lo haré de hombre y mujer, porque a muchos se les olvida) “el hombre/mujer es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por educación los cuidados(sustento, manutención), la disciplina y la instrucción, juntamente con la educación”. Únicamente por la educación el hombre/mujer puede llegar a ser hombre/mujer. No es, sino lo que la educación le hace ser”.

Y lo recupero aquí porque me dio el título para esta columna, en la que dialogo con algunas experiencias de sistemas educativos que, desde la política y la planificación educativa, no entienden que niños, niñas y jóvenes sean solo cerebros sin contexto, historia, condiciones de vida, experiencias culturales y afectos.

En el congreso anual de la American Educational Research Association, que tuvo lugar del 13 al 17 de abril en Nueva York, asistí a una sesión titulada “Reimaginando el bienestar en la era del rendimiento de cuentas”. Una intervención introductoria argumentaba que desde que la Organización Mundial de la Salud incluyera el bienestar físico, mental y social en 1948, la atención internacional no había estado tan dedicada como ahora al bienestar y su desarrollo entre los encargados de formular políticas y los reformadores de la educación.

Las amenazas internas y externas al bienestar de los estudiantes, incluyendo la pobreza y otros factores extraescolares, así como la prevalencia de problemas de salud mental en niños, niñas y jóvenes, son cuestiones fundamentales para la educación pública mundial. Como evidencia de sus argumentaciones presentaban el caso de tres sistemas educativos públicos que habían optado abiertamente por promover y mantener el bienestar como forma de mejorar no solo el aprendizaje de los estudiantes, sino la vida de toda la población. Se trataba de Ireland – Engaging Actively in Well-Being Promotion; The Ontario Well-Being Journey y Health and Well-Being in Scotland: The Responsibility of All.

Lo que buscan estos sistemas que piensan en la sociedad como un todo, ya que no ponen toda la responsabilidad en al escuela sino en toda la sociedad en general y en la política educativa en particular, no es una noción de bienestar individual y carente de conflictos, lo que suele resultar en individuos narcisista y con grandes dificultades para vivir en sociedad. Sino un ambiente de responsabilidad y empatía social y cultural que permita el desarrollo personal en entornos de confianza mutua.

En el caso de Escocia, por ejemplo, parten de tres principios: la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia; Hacerlo bien para cada niño, niña, joven; Currículo para la Excelencia. Principios que se van concretando en nociones como: Aprendizaje interdisciplinar, Currículo y áreas curriculares, Ambiente y vida de la escuela u Oportunidades de realización personal.

Desde estas dimensiones y teniendo al alumnado como principal foco de atención (en la implementación de esta política en los centros también se tiene en cuenta al profesorado) los conceptos clave que se proponen son: Cuidado: Tener un lugar acogedor para vivir, en un entorno familiar con ayuda adicional si es necesario o, cuando esto no sea posible, en un entorno de cuidado adecuado. Actividad: Tener la oportunidad de participar en actividades como el juego, la recreación y el deporte que contribuyen a un crecimiento y desarrollo saludables, tanto en el hogar como en la comunidad. Respeto: Tener la oportunidad, junto con los educadores, de ser escuchados y participar en las decisiones que les afectan. Responsabilidad. Tener oportunidades y estímulos para desempeñar un papel activo y responsable en sus centros y comunidades y, cuando sea necesario, contar con la orientación y la supervisión adecuadas y participar en las decisiones que les afecten. Inclusión: Tener ayuda para superar las desigualdades sociales, educativas, físicas y económicas y ser aceptado como parte de la comunidad en la cual viven y aprenden. Protección: A salvo del abuso, la negligencia o el daño en el hogar, la escuela y la comunidad. Salud: Tener acceso a los más altos niveles posibles de salud física y mental, una atención médica adecuada y apoyo para aprender a tomar decisiones saludables y seguras. Capacidad de logro: Ser apoyados y guiados en su aprendizaje y en su desarrollo de sus habilidades, confianza y autoestima en el hogar, la Escuela y en la comunidad.

Como se vislumbró en la sesión, el camino no resulta fácil, pero apunta a un horizonte de trabajo y compromiso en red entre las distintas administraciones y entes públicos y privados que todos los asistentes hubiésemos deseado para nuestros países.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/07/educacion-y-cuidado/

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Chile: Estudiantes marchan por educación no sexista

América del sur/Chile/10 Mayo 2018/Fuente: DiarioUChile

La Intendencia solo autorizó la movilización en un trazado por la comuna de Recoleta. Esto motivó que desde la Cones indicaran que se estaba ejerciendo una vulneración al derecho a la manifestación.

La Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, Cones, mantuvo su llamado a marchar este miércoles por la Alameda, en Santiago, pese a que la Corte de Apelaciones rechazó el recurso de protección que la organización estudiantil presentó en contra de la Intendencia de la Región Metropolitana.

 La acción judicial fue ingresada luego que la Intendencia rechazara la solicitud de los estudiantes de marchar por la principal avenida de la capital.

 Pese al rechazo, los estudiantes insisten en mantener ese recorrido para sus manifestaciones, y así lo hizo ver también la Confech, que ingresó otra solicitud para marchar el próximo jueves 16 de mayo.

 Todo esto en el contexto de las movilizaciones que estudiantes han iniciado para denunciar casos de acoso sexual al interior de las universidades, como lo explica Araceli Farías, vicepresidenta de la FEUC

“Son las mujeres las que han llevado procesos de paralización y de tomas, dado el contexto actual en que nos vemos vulneradas en lo cotidiano por un modelo educacional machista, y que sigue perpetuando las desigualdades de género”

Respecto de la convocatoria hecha para este miércoles por los estudiantes secundarios, la vocera de la Cones, Amanda Opazo, explicó que esperan relevar el tema de la educación no sexista en los establecimientos educacionales.

En tanto, el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, hizo un llamado a los estudiantes a considerar otras alternativas más allá de la Alameda.

“Las solicitudes de ellos tienen mucho asidero y va en la línea de lo que presentamos hoy. El llamado que se les hace es que no siempre se marche por la comuna de Santiago, porque los vecinos, los locatarios, los usuarios, sufren las consecuencias de las marchas cuando terminan en desmanes. Les pido que analicemos, junto a la Intendencia, otros recorridos en los que podrán marcar sus puntos con la misma fuerza y la misma convicción, pero sin generar las externalidades negativas a los vecinos de Santiago”.

Finalmente este martes, carabineros dispersó a un grupo de estudiantes pertenecientes a la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), que pretendían marchar por la Alameda en Santiago.

Los jóvenes llegaron hasta el sector de Plaza Los Héroes para realizar la manifestación, bloqueando posteriormente la calzada sur de la Alameda, lo que motivó el accionar de Fuerzas Especiales de la policía uniformada.

 La convocatoria tenía como motivo denunciar que el Estado ha carecido de una política no sexista en la educación, cuestionando la llegada al Gobierno de Tomás Henríquez, quien asumió como jefe de la División Jurídica del Ministerio de Educación.

Fuente: http://radio.uchile.cl/2018/05/08/estudiantes-marchan-por-educacion-no-sexista/

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