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La calidad de nuestra educación, un mito muy costoso

La calidad de nuestra educación, un mito muy costoso

Miguel Ángel Rodríguez

Es generalizado el mito de que tenemos una extraordinaria educación. Ese es tal vez el mayor obstáculo para entrarle de lleno a la incapacidad de nuestro sistema docente para dotar a los jóvenes de las habilidades intelectuales, emocionales y sociales necesarias para afrontar con éxito las condiciones del siglo XXI. Este es, en mi opinión, el mayor desafío que debemos enfrentar para resolver nuestras deudas con la justicia y el progreso.

Hace pocos días, se dio a conocer el resultado de la prueba PISA, el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, que efectúa cada 3 años la OCDE desde el 2000, y que califica las habilidades de jóvenes alumnos de 15 años en lectura, matemáticas y ciencia. Costa Rica participa desde 2009.

De nuevo, los resultados son decepcionantes. A finales del siglo XIX nuestro alfabetismo era muy elevado comparado con los niveles prevalecientes en el mundo. La expansión de la educación secundaria fue muy exitosa en la segunda mitad del siglo XX hasta la crisis de la deuda externa. Pero con esa crisis sufrimos un grave deterioro en la escolaridad de secundaria y la calidad de nuestra enseñanza no ha mejorado al ritmo que han exigido los tiempos.

PISA señala que lectura tenemos un rendimiento de 426 puntos, 61 por debajo del promedio de la OCDE. En matemáticas de 402 con una diferencia en contra de 87 puntos, y en ciencia con 416 puntos Costa Rica está atrás por 73 puntos. Es como si los alumnos en Costa Rica tuvieran dos años de atraso.

La falta de capacidad de nuestro sistema educativo para crear las habilidades que el siglo XXI demanda se refleja en lectura con un 42%, en matemáticas con un 60% y en ciencia con un 48% de los estudiantes que no alcanzan el nivel mínimo aceptable para tener alguna capacidad de ejercer esas habilidades.

Entre los mejores estudiantes, en los países de OCDE un 16% de los quinceañeros que estudian alcanzan los niveles más altos de habilidad en al menos una de las tres materias. Entre nosotros apenas un 1% lo logra. Nuestros pobres resultados no se dan solo porque muchos alumnos no alcanzan los niveles mínimos.

Lo más grave es que no solo estamos mal, sino que además hemos empeorado.

En los tres campos de 2009 a 2018 ha descendido el nivel alcanzado.

En lectura y en ciencia la disminución ha sido continuada desde 443 y 430 puntos respectivamente en nuestra primera participación, hasta 426 y 416 en esta última prueba. En estos dos casos la disminución es estadísticamente significativa y aunque se puede señalar que se da al mismo tiempo que aumenta la escolaridad para jóvenes de 15 años, también se debe tomar en cuenta que esa escolaridad sigue siendo baja en relación con los países más desarrollados. Matemáticas es la materia en la cual desde 2009 hemos obtenido la más baja calificación con 409 puntos, y también en esta materia se ha venido disminuyendo la calificación hasta 402 en 2018.

Ese mal resultado y su deterioro se dan al tiempo que hemos aumentado inmensamente la inversión en educación. Hemos alcanzado la inversión acumulada por alumno de 6 a 15 años que PISA señala es el límite después del cual no hay relación entre mayor gasto y mejores rendimientos. De 2008 a 2018 el gasto en el Ministerio de Educación Pública respecto al PIB pasó de 5 a 7,6%, un incremento de 52%. El gasto por estudiante en términos reales de 2008 a 2016 (última cifra disponible) aumentó en un 110%. El aumento es inmenso en cada uno de los tres niveles de preescolar, primaria y secundaria. Pero no es simplemente gastar más, ni tener más horas sentados a los alumnos en los pupitres, ni nuevos programas.

No se puede lograr el mejor fruto de la educación si se sigue contratando docentes sin examinar sus conocimientos, enviándoles a enseñar sin apoyo inicial en el ejercicio de su arte (imagine a un médico sin pasar por el internado) y luego sin ninguna evaluación para recapacitarlos.

Tenemos una enorme y urgente tarea por delante a la que nos convocan la justicia, la obligación de generar igualdad de oportunidades, la necesidad de crecer aceleradamente y los retos del siglo XXI.

Autor: Miguel Ángel Rodríguez

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Ministro de Educación de Brasil tildó de «tragedia» resultado del país en prueba PISA

América del sur/Brasil/12 Diciembre 2019/El país

«Integralmente (es) culpa del PT, integralmente culpa de este adoctrinamiento ‘izquierdófilo’ sin compromiso con la enseñanza», dijo el ministro de Educación de Brasil.

El ministro de Educación de BrasilAbraham Weintraub, calificó como «una tragedia» el desempeño de los estudiantes de su país en la prueba PISA 2018 de la OCDE, una situación que atribuyó al «adoctrinamiento» educativo durante los Gobiernos del progresista Partido de los Trabajadores (2003-2016).

«Integralmente (es) culpa del PT, integralmente culpa de este adoctrinamiento ‘izquierdófilo’ sin compromiso con la enseñanza. Quiere discutir sexualidad y no quiere enseñar a leer y escribir», expresó el titular de Educación en una rueda de prensa en Brasilia.

Los resultados de la prueba PISA 2018 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) apuntaron que Brasil registró una ligera mejora con respecto al año anterior.

Sin embargo, cuatro de cada diez estudiantes brasileños no son capaces de comprender la idea principal de un texto o realizar cálculos básicos de matemáticas.

Para Weintraub, el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, en el poder desde el 1 de enero, «no tiene nada que ver con el PISA», aunque reconoció que la educación en Brasil «está estancada desde 2009».

Pero «cuando ustedes miren en términos históricos, 2019 será el punto de inflexión», aseguró.

La solución para mejorar la enseñanza básica en el país suramericano, según Weintraub, es la inversión en tecnología en las escuelas y la sustitución de los materiales didácticos.

Asimismo, el ministro defendió la expansión del modelo de escuelas cívico-militares, cuya implementación es una de las principales banderas de Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército.

«Cuando miramos hacia las escuelas militares y cívico-militares ya existentes, Brasil está por encima del promedio de la OCDE», recalcó el ministro.

En la misma línea, el presidente del estatal Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educacionales (Inep), Alexandre Lopes, manifestó que las políticas que fueron adoptadas por Brasil en materia educativa en los últimos años fueron ineficaces.

«No estamos evolucionando. Es difícil empeorar, porque nosotros ya estamos en la parte más baja de la tabla», destacó Lopes.

A través de la prueba PISA, la OCDE evalúa los conocimientos básicos de estudiantes de 15 años en 79 países y en tres áreas claves: lectura, matemáticas y ciencias.

En 2018, los estudiantes brasileños estuvieron por debajo del promedio de la OCDE en las tres categorías analizadas.

Del total de 79 países que participan en la evaluación, Brasil se ubicó en el puesto 57 de la clasificación en el área de lectura (con 413 puntos frente al promedio de 487 de la OCDE); en el 66 en materia científica (404 puntos frente al promedio de 489), y en el 70 en lo que se refiere a matemáticas (384 puntos ante el promedio de 489).

Fuente e imagen: https://www.elpais.com.uy/mundo/brasil-ministro-educacion-tilda-tragedia-resultado-pais-prueba-pisa.html

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Panamá lejos de la inclusión social, según prueba PISA

Centroamérica/Panamá/12 diciembre 2019/Prensa Latina

Este país está a la cola de la inclusión social, es la conclusión que reflejan hoy los resultados de la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por su sigla en inglés).
Así lo reconoció el conservador diario La Prensa, uno de los de mayor circulación en el país, al señalar que el sistema educativo panameño marca una diferencia de 95 puntos entre los alumnos con más y menos recursos, lo que no solo perpetúa la segregación social, sino que ahoga las expectativas de un futuro mejor.

Al profundizar sobre los exámenes hechos en 2018 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el medio reflejó que en los exámenes de lectura, ciencia y matemática, el Istmo ocupó el lugar 71 entre los 79 evaluados, consecuencia de la desigualdad.

Sobre ello el analista de PISA, Daniel Salinas, expuso que la única manera de revertir ‘este esquema perverso’ es atajarlo desde la escuela.

‘Panamá debería invertir no solo dinero, sino también en profesores de calidad en todas las escuelas por igual, sin importar el nivel socio-económico de los alumnos’, afirmó y advirtió que menos del uno por ciento de los evaluados diferenció una opinión de un dato.

El periódico recordó que desde la anterior prueba en 2009 Panamá no mejoró su sistema educativo, por lo que ‘la enseñanza está estancada’, concluyó al comparar casi idénticos resultados, que en esta ocasión demostró que solo cuatro de cada 10 estudiantes completaron lecturas básicas y dos de cada 10 resolvieron un cálculo sencillo.

Salinas fue tajante al hablar de soluciones, al afirmar que ‘en la OCDE consideramos un buen sistema educativo aquel que combina alto rendimiento y equidad en la educación. Pero no existe una receta única para construir un esquema exitoso. Cada país es distinto y requiere de políticas pertinentes en su propio contexto’.

La nación centroamericana invierte apenas el 3,3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en educación, uno de los más bajos del continente, y para revertir esa situación, gremios magisteriales escenificaron masivas protestas durante el anterior gobierno (2014-2019), donde exigían al menos el seis por ciento plasmado en la Constitución.

El Estudio Multidimensional de Panamá elaborado por la OCDE en 2017, insistió en que el país necesita más recursos para financiar inversión en áreas sociales clave, incluyendo educación, y al analizar las principales barreras al desarrollo sostenible a largo plazo pronosticó que serán limitados los resultados.

Al argumentar tal afirmación, la fuente amplió que si bien el crecimiento económico permitió reducir la pobreza y mejorar el ingreso medio de la población, el modelo se basó principalmente en inversiones físicas y en un grupo limitado de actividades, como la construcción y el sector financiero.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=326561&SEO=panama-lejos-de-la-inclusion-social-segun-prueba-pisa
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Lo que PISA no cuenta: 4 deficiencias de las influyentes pruebas educativas que se realizan cada año a nivel mundial

Por: Norberto Corral Blanco, Carlos Carleos Artime y Sara Álvarez Morán/BBC

PISA son las iniciales del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el examen mundial de las habilidades de los estudiantes de 15 años en Lectura, Matemáticas y Ciencias cada tres años y establece un ranking de países según el rendimiento en cada competencia.

En las primeras ediciones, Finlandia ocupó el puesto número uno, pero en las últimas dio paso a Shanghái, Singapur y Hong-Kong, con sistemas educativos muy diferentes.

Y eso muestra que «copiar» los métodos de educación sin tener en cuenta las características culturales de cada país no garantiza una mejora.

A pesar de la enorme influencia de PISA en la educación, existen críticas muy fundadas sobre su funcionamiento.

Estos son algunos puntos débiles de PISA con ejemplos referidos a temas que la propia evaluación considera muy importantes y cuya detección resulta bastante obvia:

Para medir la oportunidad de aprender, PISA plantea preguntas sobre conceptos matemáticos como «ecuación lineal» o «vectores», y el alumno debe elegir su respuesta entre las opciones:

  1. No lo he visto nunca.
  2. Lo he visto una o dos veces.
  3. Lo he visto varias veces.
  4. Lo he visto a menudo.
  5. Lo conozco bien, entiendo el concepto.

¿A qué opción debe responder un alumno al que le hayan explicado el concepto varias veces y que lo entienda bien? En consecuencia, las conclusiones de analizar las respuestas a este ítem, ¿se refieren a lo que los alumnos creen que saben o a su exposición/conocimiento de los conceptos?

2. Sesgo cultural

Un objetivo básico de la evaluación PISA es que sus instrumentos de medida sean aplicables y válidos en contextos culturales diferentes. En 2012, para evaluar la familiaridad con conceptos matemáticos incluyó trece reales y tres falsos: «número genuino», «fracción declarativa» y «escala subjuntiva». Esto posibilitó usar la técnica de preguntas trampa y elaborar el índice corregido FAMCONC (familiaridad con los conceptos matemáticos).

En contra de lo esperado, la relación de FAMCONC con las Matemáticas es muy distinta al agrupar los países por zonas geográfico-culturales. En la gráfica 1 se muestran por un lado el conjunto de países europeos o anglosajones y, por otro, el resto de países.

Gráfica 1. Relación entre FAMCONC y Matemáticas según la zona geográfica y cultural de los países.Derechos de autor de la imagen THE CONVERSATION
Image caption Gráfica 1. Relación entre FAMCONC y Matemáticas según la zona geográfica y cultural de los países.

Si el sesgo cultural se hubiese eliminado las dos gráficas serían similares, pero en Europa y los países con cultura anglosajona FAMCONC y Matemáticas son independientes, mientras que en el resto la relación es creciente y muy fuerte.

Curiosamente, PISA no hace referencia alguna a estos problemas, ni empleó en 2015 estas técnicas de corrección.

3. Cambios en los cuestionarios y seguimiento de resultados

PISA señala la importancia de analizar la evolución temporal de sus indicadores. Sin embargo, son frecuentes los cambios en los enunciados y las definiciones de los índices, sin que se explique la causa.

Un ejemplo de esta situación se produjo al estudiar la relación de la Enseñanza Dirigida por el Docente (EDD) con el rendimiento (en este estilo docente priman las clases magistrales, frente a la Enseñanza Basada en la Investigación, caracterizada por trabajo por proyectos, por ejemplo). En 2012, se empleó un cuestionario para Matemáticas y otro muy diferente en 2015 para Ciencias. Ambos eran generales y sin preguntas específicas ni de Ciencias ni de Matemáticas.

Por otro lado, en 2012 la relación de EDD en Matemáticas con el rendimiento en esta materia es casi idéntica a la que tiene con Ciencias y Lectura; en 2015 ocurre lo mismo con la EDD de Ciencias (ver la gráfica 2 para Ciencias y Matemáticas). Este resultado es sorprendente porque las tres materias se imparten de manera independiente, lo que plantea dudas sobre qué mide el índice que PISA define para cuantificar la EDD.

Gráfica 2. Relación entre Ciencias y Matemáticas en 2012 y 2015.Derechos de autor de la imagenTHE CONVERSATION
Image captionGráfica 2. Relación entre Ciencias y Matemáticas en 2012 y 2015.
Gráfica 3. Cambio en la relación de Matemáticas y EDD de 2012 a 2015.Derechos de autor de la imagen THE CONVERSATION
Image caption Gráfica 3. Cambio en la relación de Matemáticas y EDD de 2012 a 2015.

En la gráfica 3 se observan los cambios de signo de 2015 respecto a 2012, que afectan a la gran mayoría de los países (puntos rojos), de la correlación de EDD con las Matemáticas y Ciencias.

Dados la modificación de los cuestionarios, el cambio de signo en las correlaciones y la ausencia de especificidad de EDD, ¿qué fiabilidad puede darse a las conclusiones de PISA sobre este tema?

4. Cómo aborda PISA los resultados inesperados

Un aspecto fundamental en una investigación es detectar los resultados inesperados y dar una explicación coherente y bien fundamentada. Sin embargo, es muy frecuente que ante este tipo de situaciones PISA recurra a generalidades o explicaciones sin base en los datos del estudio.

Por ejemplo, en la edición del año 2015, PISA compara la relación de las Matemáticas con las metodologías de enseñanza: la dirigida por el docente (EDD) y la basada en la investigación (EBI). En sus resultados obtiene una correlación de +0,31; cabría esperar, no obstante, que fuera negativa pues tales metodologías son casi contrapuestas: si un 70 % del tiempo de trabajo en el aula lo hacen los estudiantes, las explicaciones magistrales del docente se reducen a un 30% y viceversa.

PISA explica este hecho señalando que hay una correlación débil entre ellas y se pregunta a qué dedican las horas de clase los estudiantes con valores bajos en las dos metodologías. Ambas afirmaciones son vagas e insuficientes.

En cualquier caso, PISA detecta el problema pero no estudia el origen ni las implicaciones de este resultado.

Estudiantes finlandesesDerechos de autor de la imagenEPA
Image caption En los primeros informes PISA, Finlandia ocupaba las primeras posiciones.

Otro resultado inesperado es la relación negativa de la EBI con el rendimiento. Según PISA, esta metodología es muy importante ya que los estudios previos indican que puede mejorar el aprendizaje y la adquisición de destrezas como el razonamiento crítico. Sin embargo, sus resultados van en otra dirección pues la EBI tiene relación negativa con Matemáticas en 56 países.

Los comentarios de PISA para explicar este hecho son:

  • El laboratorio solo mejora el aprendizaje si los estudiantes realizan actividades manuales y manejan conceptos.
  • El tiempo dedicado a los laboratorios se emplea de manera ineficiente.
  • En ocasiones las actividades manuales se utilizan para hacer más atractiva la ciencia a los estudiantes con problemas.
  • Los estudiantes solo trabajan realmente cuando hay buen material y el profesor está bien formado.

Estas explicaciones carecen de validez por varias razones:

  • Los resultados son idénticos para Lectura y Matemáticas, que nada tienen que ver con los laboratorios de ciencias.
  • La buena formación del profesorado y la calidad del material son aplicables a cualquier método de enseñanza.
  • Claramente PISA evita un análisis profundo para detectar las causas de este resultado, como comprobar la representatividad del indicador que usa para cuantificar la EBI.

En resumen, la fiabilidad de las conclusiones de PISA ha de ponerse en entredicho por:

  • Los errores en la elaboración de los cuestionarios.
  • El sesgo cultural que no han sido capaces de eliminar.
  • Resultados contradictorios y dificultades para el seguimiento longitudinal.
  • Explicaciones superficiales ante resultados inesperados.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50630244

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Colombia, el país de la Ocde con los resultados más bajos en las pruebas Pisa 2018

América del sur/Colombia/05 Diciembre 2019/Semana

El país desmejoró en ciencia y lectura, mientras que en matemáticas hubo un avance apenas mínimo. Los resultados empeoraron comparados con el examen de 2015.

Entre el 25 de abril y el 18 de mayo de 2018, más de 8.500 alumnos de 250 colegios, públicos y privados de todo el país, que en ese momento tenían 15 años, presentaron las pruebas Pisa. El examen mide el rendimiento académico de los alumnos de cada país en matemáticas, ciencia y lectura.

Por quinta ocasión, Colombia participó de la prueba que adelanta cada tres años la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). Como el país ya hace parte de ese privilegiado escenario, había mucha expectativa por los resultados de la prueba aplicada el año pasado. Una de las razones es que en la pasada edición, de 2015, el país registró una mejora importante en cada una de las competencias evaluadas, aunque se mantenía alejado del promedio de resultados de los otros países miembros.

Sin embargo, los resultados de la prueba Pisa 2018, que publicó la Ocde este martes, evidencian un preocupante panorama en todo sentido. Se mantiene la brecha entre Colombia y el promedio de los países que pertenecen a la organización, y además se desmejoró en los resultados de ciencia y lectura, mientras que en matemáticas hubo un avance apenas mínimo.

Para este año participaron de la prueba 79 países, 37 que son miembros de la Ocde (incluido Colombia), y el resto son países colaboradores de la organización. Colombia obtuvo los resultados más bajos de los países que pertenecen a la Ocde, y según el informe Pisa sus resultados se equiparan a los obtenidos por países no miembros como Albania, Macedonia del Norte y Qatar.

Colombia solo supera a España en comprensión lectora, pues la Ocde aplazó la entrega de los resultados de ese país por encontrar un “comportamiento de respuesta inverosímil” en los colegios.

Retroceso en comprensión lectora

Para 2015 Colombia obtuvo 425 puntos en la prueba de lectura, sin embargo para la más reciente edición se evidenció un retroceso importante al obtener 412 puntos, mientras que el promedio Ocde es de 487 puntos. Es decir, el país desmejoró en 13 puntos en esta competencia.

De acuerdo con el análisis de la Ocde, en Colombia el 50 % de los estudiantes alcanzaron al menos el nivel 2 de competencia en lectura (de 408 a 480 puntos). Los estudiantes que quedaron en este nivel como mínimo están en capacidad de identificar la idea principal en un texto de extensión moderada, encontrar información basada en criterios explícitos.

Sin embargo solo un 1 por ciento de los estudiantes de Colombia se ubicaron como los de mejor rendimiento en lectura, es decir, alcanzaron el Nivel 5 o 6 en la prueba Pisa de lectura (más de 620 puntos), mientras que el promedio Ocde es de 9 por ciento. En estos niveles, los estudiantes pueden comprender textos largos, manejar conceptos abstractos o contradictorios y establecer distinciones entre hechos y opiniones.

¿Qué pasó en la ciencia?

En la prueba de 2015 Colombia tuvo una mejora sustancial en esta competencia, al pasar de una calificación de 399 en 2012 a 416 las pruebas pasadas. Los recientes resultados muestran que el país no pudo mantener ese ritmo de mejora, y por el contrario bajó su calificación a 413 puntos, lejos del promedio Ocde, que es de 489 puntos.

Según el análisis que presentó la organización, poco menos del 50 por ciento de los estudiantes colombianos alcanzaron el nivel 2 en ciencias (la media de la Ocde es de 78 por ciento). Como mínimo, estos estudiantes pueden reconocer la explicación correcta de fenómenos científicos familiares.

Leve mejora en matemáticas

En matemáticas los estudiantes colombianos obtuvieron un puntaje promedio de 391, una leve mejora frente a los 390 puntos de media obtenidos en 2015, pero aún alejados del promedio de los países pertenecientes a la Ocde que es de 489 puntos.

De los 8.500 estudiantes colombianos que presentaron la prueba, cerca de 35 por ciento alcanzaron el nivel 2 o superior en matemáticas (el promedio Ocde es de 76 por ciento). Como mínimo, dichos estudiantes son capaces de interpretar y reconocer, sin instrucciones directas, cómo representar matemáticamente una situación simple, por ejemplo, comparar la distancia total entre dos rutas alternativas o convertir precios a una moneda diferente.

En cuanto a los estudiantes que quedaron en el nivel 5 y 6, los de mejor resultado, solo un 1 por ciento de los colombianos alcanzaron este puntaje en matemáticas, mientras la media de la Ocde es del 11 por ciento.

¿En qué se destacan hombres y mujeres?

En todos los países y economías que participaron en Pisa 2018, las mujeres superaron significativamente a los hombres en lectura, por 30 puntos de media en todos los países de la Ocde. En Colombia, la brecha de género en lectura (10 puntos) fue menor que la brecha media.

En cuanto a las matemáticas, en Colombia los hombres superaron a las mujeres por 20 puntos, brecha mayor que la brecha de género promedio en matemáticas en todos los países de la Ocde (5 puntos).

Para el caso de la ciencia, en el promedio Ocde las mujeres aventajan ligeramente a los hombres por dos puntos, pero en Colombia el comportamiento es opuesto, pues los hombres superaron a las mujeres en ciencias por 12 puntos.

¿Cómo es el ambiente escolar en el país?

Adicionalmente, en las pruebas Pisa se preguntó a los estudiantes de cada país diferentes aspectos sobre su vida y entorno escolar, con el fin de tener un panorama completo de la educación.

Los resultados entregados por la Ocde indican que en Colombia, 32 por ciento de los estudiantes reportaron haber sido víctimas de bullying o acoso escolar por lo menos alguna vez al mes, en comparación con 23 por ciento de media en todos los países miembros.

Al mismo tiempo, 84 por ciento de los estudiantes colombianos (y 88 por ciento de los estudiantes en promedio en todos los países de la Ocde) estuvieron de acuerdo o en fuerte acuerdo con que es bueno ayudar a los estudiantes que no pueden defenderse por sí mismos.

Por otra parte, 20 por ciento de colombianos (media de la Ocde: 26 por ciento) informaron que, en todas o casi todas las clases su profesor tiene que esperar mucho tiempo para que los estudiantes se calmen.

Finalmente, en Colombia, 73 por ciento de los estudiantes (media de la Ocde: 67 por ciento) informaron que están satisfechos con su vida (estudiantes que reportaron estar entre 7 y 10 en la escala de 10 puntos de satisfacción con la vida). 

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-le-fue-a-colombia-en-las-ultimas-pruebas-pisa/642984

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Alianza del Pacífico: mejoras educativas sostenidas

Redacción: Portafolio

Colombia, México y Perú, tienen en general, los mismos niveles educacionales de Chile hace 20 años.

La incorporación de los componentes de salud y educación supuso una superación en la medición del desarrollo humano en los países, más allá de la estrecha concepción económica que había prevalecido hasta finales de los años ochenta. A partir de ello se tiene una visión más integradora de las condiciones que prevalecen en las sociedades en función de la apertura de oportunidades y de la ampliación de las capacidades para la sociedad.

El componente de la educación del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas –IDH- se asocia al índice educativo, el cual involucra tanto la cobertura como la calidad de este importante componente social.

Existen por supuesto otros indicadores que pueden complementar la caracterización de las condiciones educativas –tal el caso de las pruebas PISA (Program for International Student Assessment)- pero para efectos de esta nota nos limitaremos al índice educativo que maneja Naciones Unidas (ONU).

Con base en el último reporte sobre educación de la ONU, en relación con un comparativo entre los países de la Alianza del Pacífico (AP) entre los años 1990 a 2018, es posible advertir que desde un inicio de esta serie de tiempo, Chile tenía el mejor indicador, con un 0.62. Perú era el segundo lugar para 1990 con 0.55, mientras que Colombia reportaba un 0.43, y México un 0.48.

Ya con base en los datos para 2018, es posible advertir las mejoras en el índice educativo de estos países. De esa cuenta se tiene que para este último año, Chile se hace con un valor de 0.81; Perú con 0.69; México con 0.68; y completa el cuadro Colombia con 0.67.

Es evidente cómo Chile no sólo conservó su primera posición del grupo, sino que sostenidamente la ha mejorado en los pasados 30 años, en particular en el ámbito primario y segundario. Los otros tres países mantienen posiciones que son matemáticamente diferentes entre sí, pero que no manifiestan diferencias estadísticamente significativas.

Es de resaltar que con base en el último reporte de índice educativo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) los países de la Alianza del Pacífico: Colombia, México y Perú, tienen en general, los mismos niveles educacionales de Chile hace 20 años. He aquí un reto vital, que se debe enfrentar. Se trata de que la educación amplíe las capacidades de los sectores especialmente más vulnerables de los países. El rezago educativo, lo que sí hace, es garantizar la ausencia de un desarrollo sostenible y sustentable.

Fuente: https://www.portafolio.co/economia/alianza-del-pacifico-mejoras-educativas-sostenidas-532105

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Por qué priorizar la educación preescolar

Por: Carolina Freire. 

Pocos momentos en la vida son tan críticos como los primeros cinco años. La evidencia científica demuestra de manera irrefutable que esta etapa es una auténtica ventana de oportunidad en la que se cimentan el lenguaje y otras habilidades cognitivas, y se establecen las bases del desarrollo social y emocional.

La evidencia también es clara al señalar que la educación preescolar de calidad genera un círculo virtuoso de desarrollo, aprendizaje y productividad que perdura a lo largo de la vida.

Unicef, en su informe Un mundo listo para aprender, publicado el pasado mes de abril, señala que los niños que cursan al menos un año completo de educación preescolar entre 1 y 5 años de edad tienen mayores competencias en lectura y matemáticas y aumentan su permanencia en la primaria. El BID, en su publicación Los primeros años, sustenta con evidencia regional mejoras en las habilidades de participación, disciplina y colaboración entre los niños como resultado de completar un año de preescolar. Los efectos positivos perduran a lo largo del ciclo escolar: en prácticamente todos los países de la OCDE, los niños de 15 años que tuvieron acceso a la educación temprana mostraron un mejor desempeño en la prueba PISA 2015 que sus pares sin educación temprana.

En Panamá, sin embargo, 3 de cada 10 niños en edad preescolar están actualmente fuera del sistema educativo y en riesgo de entrar en el ciclo nocivo de bajo rendimiento y deserción escolar. Entre los niños que sí asisten, un cuarto cursa el preescolar en la modalidad no formal y que no siempre cumple con estándares mínimos de habilitación y calidad pedagógica. Además, la modalidad preescolar no formal tampoco cuenta con recursos del Fondo de Calidad Educativa (FECE) para alimentación y material pedagógico.

Los efectos de esta brecha se evidencian en los bajos niveles de aprendizaje que tienen los niños en primaria. Según la prueba CRECER 2017-18, divulgada hace escasas semanas por el Ministerio de Educación y apoyada por el BID, un tercio de los estudiantes de tercer y sexto grado no tiene los conocimientos básicos en español y matemáticas, una situación que prácticamente no ha variado desde 2015. Aún más preocupante es el hecho de que el 80% de los niños de poblaciones indígenas carecen de las competencias básicas en lenguaje, lo que evidencia la escasa adecuación intercultural de los contenidos curriculares.

Mejorar la calidad de la educación como base del desarrollo sostenible de Panamá requiere poner primero lo primero y redoblar esfuerzos hacia el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible #4 de la ONU, cuya meta es universalizar la educación preescolar de calidad. Llegar a todos los niños con esta oferta educativa generaría varios beneficios: permitiría mejorar su rendimiento escolar, contribuiría a mejorar la eficiencia del sistema educativo al ahorrar esfuerzos y recursos en programas remediales, y elevaría a la competitividad del país, ampliando la base productiva y a la vez brindando la oportunidad a los cuidadores de los niños de integrarse al mercado laboral.

La pregunta es, ¿cómo podemos lograr este objetivo? Alcanzar esta meta en el próximo quinquenio implica una inversión aproximada de 50 millones de dólares en infraestructura para habilitar los más de 45 mil cupos requeridos, más unos 20 millones de dólares anuales adicionales para cubrir los gastos de funcionamiento. Para expandir los servicios con calidad, Panamá puede mirar el ejemplo de Finlandia, Suecia, Noruega, Reino Unido y Bélgica que, según un ranking de la fundación Lien de Singapur, son los líderes en calidad, acceso y disponibilidad de la educación preescolar entre 45 naciones de la OCDE y del mundo, así como a nuestros vecinos en Chile y Uruguay que impulsan políticas de atención integral.

Más allá de proveer infraestructuras seguras, estos países han establecido un marco legal sólido para garantizar la provisión de los servicios universales, priorizando el desarrollo de sistemas de entrenamiento y cualificación docente, el diseño y monitoreo de estándares de calidad, prácticas pedagógicas que fomentan las interacciones frecuentes, positivas y significativas entre niños y adultos, y la participación activa de la familia en el desarrollo infantil.

Lograr que todos los niños y niñas asistan a preescolar de calidad y desarrollen las bases para el aprendizaje que los posicione para el éxito en la escuela y en la vida está a nuestro alcance.

Es, sin duda, la mejor inversión no solo para el futuro de todos los niños panameños, sino para el futuro de Panamá.

Fuente del artículo: https://www.prensa.com/opinion/priorizar-educacion-preescolar_0_5349215064.html

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