Centroamérica/Panamá/12 diciembre 2019/Prensa Latina
Al profundizar sobre los exámenes hechos en 2018 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el medio reflejó que en los exámenes de lectura, ciencia y matemática, el Istmo ocupó el lugar 71 entre los 79 evaluados, consecuencia de la desigualdad.
Sobre ello el analista de PISA, Daniel Salinas, expuso que la única manera de revertir ‘este esquema perverso’ es atajarlo desde la escuela.
‘Panamá debería invertir no solo dinero, sino también en profesores de calidad en todas las escuelas por igual, sin importar el nivel socio-económico de los alumnos’, afirmó y advirtió que menos del uno por ciento de los evaluados diferenció una opinión de un dato.
El periódico recordó que desde la anterior prueba en 2009 Panamá no mejoró su sistema educativo, por lo que ‘la enseñanza está estancada’, concluyó al comparar casi idénticos resultados, que en esta ocasión demostró que solo cuatro de cada 10 estudiantes completaron lecturas básicas y dos de cada 10 resolvieron un cálculo sencillo.
Salinas fue tajante al hablar de soluciones, al afirmar que ‘en la OCDE consideramos un buen sistema educativo aquel que combina alto rendimiento y equidad en la educación. Pero no existe una receta única para construir un esquema exitoso. Cada país es distinto y requiere de políticas pertinentes en su propio contexto’.
La nación centroamericana invierte apenas el 3,3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en educación, uno de los más bajos del continente, y para revertir esa situación, gremios magisteriales escenificaron masivas protestas durante el anterior gobierno (2014-2019), donde exigían al menos el seis por ciento plasmado en la Constitución.
El Estudio Multidimensional de Panamá elaborado por la OCDE en 2017, insistió en que el país necesita más recursos para financiar inversión en áreas sociales clave, incluyendo educación, y al analizar las principales barreras al desarrollo sostenible a largo plazo pronosticó que serán limitados los resultados.
Al argumentar tal afirmación, la fuente amplió que si bien el crecimiento económico permitió reducir la pobreza y mejorar el ingreso medio de la población, el modelo se basó principalmente en inversiones físicas y en un grupo limitado de actividades, como la construcción y el sector financiero.