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Racismo, desigualdad y exclusión en la educación superior en América Latina

Daniel Mato
Director Cátedra UNESCO
Educación Superior y Pueblos Indígenas
y Afrodescendientes en América Latina
Universidad Nacional de Tres de Febrero.

El racismo es una ideología según la cual los seres humanos seríamos clasificables en “razas”, algunas de las cuales serían superiores a otras. Esta poderosa ideología continúa vigente y de manera frecuentemente inconsciente aún impregna las maneras del ver el mundo de buena parte de los seres humanos.

En América Latina, donde muchas personas piensan que el racismo solo es un problema en Europa y Estados Unidos, esta ideología continúa afectando a diversos grupos humanos, pero muy especialmente a las personas y comunidades de pueblos indígenas y afrodescendientes. En esta región del mundo, la ideología racista data del período colonial, pero la construcción de las repúblicas poscoloniales la incorporó de manera protagónica. Esto se
expresó y, según los casos, aún se expresa en los discursos y prácticas de los Estados, incluyendo prácticas genocidas, políticas de “blanqueamiento” de la población y en diversas políticas económicas, sociales, lingüísticas y de educación, entre otros recursos.

Si bien en algunos países “latino-americanos” (expresión que cuanto menos silencia la existencia de pueblos indígenas y afrodescendientes), los comportamientos abiertamente discriminatorios hacia personas y comunidades de estos pueblos son menos habituales que tiempo atrás, estos aún persisten. Pero las expresiones y consecuencias del racismo no se limitan a comportamientos “visibles”, sino que incluyen la existencia de desventajas históricamente acumuladas, mecanismos y prácticas institucionales, creencias y prejuicios que multiplican inequidades y reproducen formas de desigualdad y exclusión. El racismo aún es una ideología dominante en estas tierras, solo que muchas veces se presenta de formas no explícitas. Las instituciones y políticas de educación superior no escapan a estos problemas. Al contrario, en este ámbito, ellos se expresan no solo en prejuicios y descalificaciones, sino también en la exclusión de las historias, lenguas y conocimientos de esos pueblos en los planes de estudio. Además, también se manifiestan en la escasa participación de personas indígenas y afrodescendientes entre el estudiantado, docentes, autoridades y funcionarios de estas instituciones.

Lo alarmante respecto de este tipo de problemas no es solo que ellos existan, sino que excepto iniciativas puntuales de unos pocos gobiernos, ellos no parecen ser causa de mayor preocupación para los Estados. Esta última afirmación puede constatarse al observar que la mayoría de los Estados no sostienen políticas eficaces ni destinan presupuestos significativos para acabar con ellos. Complementariamente, cabe observar que si bien algunas universidades de varios países de la región sostienen algunas iniciativas valiosas en la materia, estas no exigen de manera categórica a los gobiernos los presupuestos necesarios para sostenerlas. Unas y otros parecen omitir que ofrecer oportunidades educativas a estas personas y comunidades, a todos los niveles, al menos en condiciones de igualdad respecto de otros grupos de población y que resulten apropiadas a sus contextos e intereses, constituyen derechos establecidos en múltiples convenios internacionales y en las constituciones nacionales y leyes de la mayoría de los países de la región, cuya aplicación efectiva es deber de los Estados asegurar.1

De no ser por la existencia de formas inconscientes de racismo, debería resultar no solo alarmante sino también sorprendente que, exceptuando algunas meritorias excepciones, no solo gobiernos y universidades, sino tampoco actores sociales y políticos con agendas democratizadoras, hasta la fecha no hayan adoptado posiciones fuertes en la
materia. Las expresiones “racismo institucional oculto” y “racismo estructural” o “racismo sistémico” resultan útiles para dar cuenta de las sus sutiles y variadas formas en que el racismo afecta a nuestras sociedades y con ellas a sus sistemas educativos, incluyendo los de Educación Superior, así como a la calidad de las funciones de producción de
conocimientos y de formación profesional, ciudadana y de opinión pública que estos deben cumplir.

En México, estimaciones realizadas por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2014, muestran que el 12,7% de la población total mayor de 15 años exhibe educación superior completa, pero que únicamente el 4,9% de la población indígena alcanza este nivel de
escolaridad 2.  En tanto, en Argentina, país en el que debido al desinterés por el tema ni siquiera se dispone de estadísticas que permitan hacer estimaciones semejantes, a pocos sorprende que, aunque según el Censo del 2010 la población indígena represente casi el 2,5% del total nacional, haya un número indeterminado pero notablemente muy escaso de estudiantes indígenas y que el número de docentes y directivos de estos pueblos en las instituciones de Educación Superior (IES) sea aun menor. O que en Brasil, donde la  población afrodescendiente supera el 50%, su proporción entre estudiantes, docentes y directivos de IES resulte visiblemente tan baja.

Por otro lado, a nadie parece sorprender que en las carreras de Farmacia de la inmensa mayoría de las universidades latinoamericanas no se estudien los conocimientos de pueblos indígenas acerca de aplicaciones terapéuticas de especies vegetales, pero que los laboratorios farmacéuticos se ocupen de obtenerlos y patentarlos en su propio
beneficio. El desinterés por estudiar las formas de administración de justicia y resolución de conflictos de estos pueblos en las carreras de Derecho y Ciencias Políticas resulta igualmente llamativo. Existen ejemplos de desinterés semejante para todos los campos del saber.

El racismo no solo afecta las posibilidades de que personas indígenas y afrodescendientes accedan a la Educación Superior y logren graduarse en los lapsos esperables. También afecta la calidad de la formación que las IES ofrecen, la investigación que realizan y su papel en la formación de ciudadanos y de opinión pública. Además, el racismo también impregna la formación de docentes y así se irradia hacia todo el sistema educativo. Todo esto perjudica no solo a las personas y comunidades de esos pueblos, sino a cada sociedad en su conjunto, que se priva de sus conocimientos, lenguas y contribuciones a la solución de importantes desafíos ambientales y sociales.

En vista de estos problemas y de lo establecido en varios convenios internacionales la 3ra. Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018), realizada en Córdoba en junio de 2018, entre otras recomendaciones enfatizó que las políticas e instituciones de Educación Superior (IES) deben contribuir proactivamente a desmontar todos los
mecanismos generadores de racismo. Como una manera de asegurar esto, la Declaración Final de la CRES 2018 destacó la necesidad de promover la diversidad cultural y la interculturalidad en condiciones equitativas y mutuamente respetuosas y planteó que el reto no es solo incluir en las IES a miembros de pueblos indígenas y afrodescendientes e individuos de grupos sociales históricamente discriminados, sino transformar a estas
instituciones para que sean social y culturalmente pertinentes. De este modo, podrán capacitar profesionales y técnicos con conocimientos más apropiados a sus contextos, realizar investigación de mejor calidad y contribuir a construir sociedades más democráticas y equitativas. Además, la Declaración enfatizó la necesidad de promover el
aprendizaje de las lenguas de pueblos indígenas y afrodescendientes y su uso efectivo en las prácticas de docencia, investigación y extensión, así como la formación de docentes interculturales bilingües para todos los niveles de los sistemas educativos. Complementariamente, destacó que es ineludible reconocer y valorar las epistemologías,
modos de aprendizaje y diseños institucionales propios de pueblos indígenas y afrodescendientes, comunidades campesinas y otras socioculturalmente diferenciadas. 3

Se trata entonces de poner estas recomendaciones en práctica. Para lograrlo es necesario el compromiso efectivo de las IES, sus autoridades, docentes, investigadores, estudiantes y funcionarios, pero también se necesitan políticas públicas y dotaciones presupuestarias apropiadas. Para contribuir a avanzar en estos fines, la Cátedra UNESCO
Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina) ha impulsado la creación de la Iniciativa para la Erradicación del Racismo en Educación Superior en América Latina, que ya cuenta con la participación de más de treinta universidades de ocho países latinoamericanos y continúa creciendo. 4

1 Ver especialmente:
 Organización de las Naciones Unidas (1967)  Convención Internacional sobre Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación Racial
https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CERD.aspx
 Organización Internacional del Trabajo (1989) Convenio sobre pueblos indígenas y tribales
(Convenio Nro. 169)
https://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C169

2 Salmerón Castro, Fernando (2019) “Algunos retos de la Educación Superior Intercultural en México para
combatir el racismo”. Colección Apuntes. Nro. 11. Iniciativa para la Erradicación del Racismo en Educación
Superior, Cátedra UNESCO Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina.
Buenos Aires, Argentina.

3 http://espacioenlaces.org/wp-content/uploads/2018/07/declaracion_cres2018.pdf

4 Ver: http://unesco.untref.edu.ar/

Fuente: http://revistas.ibero.mx/ibero/articulo_detalle.php?pageNum_paginas=1&totalRows_paginas=4&id_volumen=50&id_articulo=894&id_seccion=815&active=814&pagina=23&pagina=24

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Afganistán: Abusos en el parto

Redacción: Noticias ONU

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud evidencia el abuso que sufren algunas mujeres durante el parto, al menos 60 civiles fueron asesinados en bombardeos estadounidenses a supuestos laboratorios de droga en Afganistán, y Costa Rica y España reciben premio de la UNESCO por dos proyectos que apoyan la educación de las niñas.

Mujeres abusadas durante el parto

Un estudio dirigido por la Organización Mundial de la Salud en cuatro países dejó en evidencia que más de un tercio de las mujeres sufren maltrato en los centros de salud durante el parto.

Esto puede incluir abuso físico y verbal, estigmatización y discriminación, procedimientos médicos sin su consentimiento, uso de la fuerza y abandono o negligencia por parte de los trabajadores de salud.

El estudio, realizado en Ghana, Guinea, Myanmar y Nigeria, encontró que el 42% de las mujeres experimentaron abuso físico o verbal, estigma o discriminación. El 14% sufrió abuso físico, generalmente bofetadas y golpes. También hubo altas tasas de cesáreas y exámenes vaginales no consensuados.

La investigación también evidenció que el abuso trasciende más allá del parto con altos niveles de abuso verbal, la mayoría de las veces con gritos, regaños y burlas. Algunas mujeres reportaron estigma o discriminación, típicamente con respecto a su raza u origen étnico.

La OMS recomienda a los Estados apoyo y capacitación a los proveedores de atención médica para garantizar que las mujeres sean tratadas con compasión y dignidad.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2019/10/1463561

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El racismo, un instrumento del poder en América Latina y el Caribe

Por: Javier Tolcachier

Mientras en una Europa arrasada por la pobreza, la enfermedad, las guerras intestinas,  contra el Islam y la inquisición medieval despuntaba no sin esfuerzo la luz del Humanismo renacentista, la Iglesia imponía su credo a sangre y fuego en los nuevos territorios.

El racismo, un instrumento del poder en América Latina y el Caribe

América, la llamaron tiempo después, en honor a un comerciante-navegante florentino allegado a la familia Médici. En adelante, la Corona española, la portuguesa y los violentos recién llegados se repartieron territorio y fortuna, compartiendo la triste gloria de sus delitos de lesa humanidad.

A compartir el triste destino de los menguados autóctonos – llamados “indígenas” en honor al mismo error fundacional de los colonizadores – émulos de Colón -, fueron traídos en cadenas africanos esclavizados. Para gloria y fortuna de los dueños de las plantaciones, pertenecientes a la aristocracia criolla.

Al abominable saqueo se sumaron ingleses y franceses hasta que una de las antiguas colonias –replicando las antiguas enseñanzas de su madre patria británica- barrió a los demás piratas y reclamó potestad -ya entrado el siglo XX- sobre un conglomerado de repúblicas dominadas por una oligarquía criolla surgida de la misma prosapia colonial.

Oligarquía  a la que se sumaron inmigrantes de Medio Oriente o expulsados de Europa del Este, cuya cultura de avezados comerciantes los hizo colocarse rápidamente en situación económica ventajosa.

Para los esclavos y los autóctonos, sus hijos y los descendientes de una cruza mayoritariamente forzada, quedó tan sólo la servidumbre y la aceptación de una cultura extraña como superior, a fuerza de látigo, hambre y plomo. Esa es la breve historia de la “civilización” de América y de la crucifixión de sus culturas originarias.

Una herida en llaga

La matriz económica fundada en la exportación de productos primarios, la imposición de deudas, el subdesarrollo tecnológico, la enorme desigualdad, la extranjerización de sus principales activos y la instalación de una minoría acaudalada al comando de los asuntos públicos son herencia directa del mundo colonial.

El sistema republicano, importado de la democracia burguesa del norte, es venerado como único posible a pesar de que hace agua a manos de la falta de real participación ciudadana, la manipulación mediática, la conspiración geoestratégica, la persecución política y la violencia estatal.

De un calado histórico determinante ha sido la extirpación y negación de la subjetividad cultural de los conquistados, condición de perdurabilidad que habitualmente intentan implantar los imperios, aunque siempre de manera imperfecta. En la época colonial, las clases dominantes miraban al “refinamiento” europeo como la cúspide de las buenas costumbres y el buen gusto. Igual a lo que sucede hoy, cuando los sectores medios y altos de las sociedades latinoamericano caribeñas miran al Norte con admiración, despreciando por completo la riqueza cultural del suelo que habitan.

Indio o negro continúan siendo términos despectivos y los indios y los negros continúan siendo los últimos de la tierra. Ser indio o negro es considerado hasta hoy sinónimo de atraso y aún exhibiendo en el propio rostro la historia y la cultura mestizada de indios o negros, muchos prefieren distanciarse de su memoria. Esta negación cultural fue exigida pero también utilizada por el poder blanco para impedir que indios y negros y sus descendientes tuvieran acceso a formación profesional y con ello a ascenso social y por supuesto a toda posibilidad de obtener incidencia política.

Por eso mismo, aquél que quería “escalar” socialmente debía abjurar de toda condición indígena o negra. Para ser aceptado y pertenecer, aunque de modo subalterno, el mestizo debía demostrar su desprecio por sí mismo, debía dividirse y combatir internamente su ligazón histórica con los sometidos, colaborando así con el sistema de opresión.

A esta porción de la población se agregó una nueva inmigración de europeos. Algunos trajeron su modelo de ideación técnico y conocimiento industrial. Otros tantos, su arraigada tendencia a la comercialización, lo que les permitió forjarse rápidamente una posición social intermedia. Su historia, hábitos e inserción generaron una nueva grieta, a distancia de los segregados parias americanos. Hubo también entre ellos muchos luchadores por sociedades equitativas, pero la empatía profunda llegó sólo a una minoría que se atrevió a reconocer la plena humanidad en el otro.

Sobre esta estructura psicosocial de oligarquías extranjerizadas, de sectores medios compuestos por inmigrantes diferenciadores y mestizos complacientes y de una casta segregada de negros, indígenas y mestizos pobres, se pretendió erigir la ficción de una república de iguales derechos.

La geolocalización social de América Latina y el Caribe

La pobreza es visible y fácilmente geolocalizable. No así la riqueza que se esconde detrás de gruesos muros electrificados, de exilios voluntarios u obligados, que se oculta en múltiples paraísos fiscales, que se fuga a casas matrices de corporaciones o a la órbita especulativa y de inversión internacional.

En las ciudades, donde hoy vive más del 80% de la población latinoamericana, debido al alto costo del suelo (producto de la especulación inmobiliaria) la pobreza se encuentra en los altos cerros y morros, pero también en las ciénagas y las periferias urbanas sin servicios públicos. Es habitual también que los marginados se asienten en zonas cercanas a donde las urbes desaguan sus desechos y olvidan sus derechos. En las zonas rurales la mayoría es indígena o proviene de su mestizaje.

La segregación tiene rasgos y color. Los marginados portan su origen en la piel, en sus ojos y cabello. Llevan la historia tallada en sus facciones.

La orografía humana de América Latina y el Caribe muestra además que las zonas más abandonadas, empobrecidas, subdesarrolladas o alejadas son habitadas mayoritariamente por indígenas y negros. El Nordeste brasileño, el Chocó colombiano, Haití y la mayor parte del Caribe, la Sierra y Amazonía ecuatorianas, el Ande peruano y boliviano, el Norte argentino, la selva paraguaya, el Sur mexicano, la ruralidad guatemalteca y salvadoreña, el Darién panameño, la costa del Pacífico en Nicaragua, Honduras y Costa Rica son ejemplos vívidos.

Huyendo a zonas liberadas de esclavitud, permaneciendo forzadamente en zonas portuarias y periurbanas o resistiendo a la termita devoradora del capitalismo en entornos difíciles y poco accesibles, más de un cuarto de la población latinoamericana continúa siendo discriminada y explotada.

La rebelión de los discriminados y la contrarrevolución racista

Las revueltas negras e indígenas fueron numerosas y han sido el germen inequívoco de posteriores gestas libertarias republicanas. Rebeliones que tuvieron en ocasiones relativo éxito aunque fueron invariablemente respondidas con represión, tormento y asesinato por parte del poder establecido.

En la mayor parte de los países de Latinoamérica y el Caribe, la abolición de la esclavitud se decretó en la primera mitad del siglo XIX, a excepción del Brasil, en la que hacendados y el Imperio se resistieron hasta 1888. En relación a la población indígena, los sistemas de mita y encomienda a favor de conquistadores fueron recién prohibidos hacia fines del siglo XVIII. En la práctica, indígenas y negros siguieron sirviendo con escasa remuneración y generalizado desprecio.

En tiempos más recientes, los pueblos indígenas y afrodescendientes optaron por distintos caminos. Uno de ellos fue adscribir a procesos nacionales de emancipación popular como en Cuba, Venezuela o Brasil, siendo masacrados en Guatemala y el Salvador por el terrorismo de Estado, lo mismo que en Perú, tanto por la dictadura fujimorista como por la insurgencia maoísta.

Una variante distinta y muy significativa ha sido la emergencia del EZLN en México, con la denuncia del Estado como mecanismo de sojuzgamiento y la afirmación del autogobierno local.

Casos sobresalientes lo constituyen Ecuador o Bolivia, donde el movimiento indígena adoptó la estrategia de la plurinacionalidad en defensa de sus reivindicaciones colectivas y derecho a la autonomía. En la nación andina, los movimientos indígenas y sociales llevaron a Evo Morales a ser el primer presidente de origen indígena. En Ecuador, como en Bolivia, las organizaciones indígenas emergen como sujetos políticos fundamentales en razón de su poder de movilización, pero cuya incidencia electoral disminuye debido a su concentración territorial y su menor peso demográfico.

A esta legítima rebelión de negros e indígenas, tal como en épocas pretéritas, los sectores dominantes oponen un racismo despiadado. En ocasiones sin cortapisas, como es el caso de la ultraderecha blanca en Bolivia, Brasil, Ecuador, Chile o Uruguay, por sólo citar algunas, en asociación con los nuevos fundamentalistas evangélicos y sectores del ejército. En otros casos con engaños mediatizados, clavando la cuchilla en el segregacionismo latente en parte de los sectores medios. Único modo de dividir a las mayorías poblacionales, que de otro modo, en unidad, no podrían dominar.

Reparación y reconstitución social

Los llamados a una conciliación social voluntarista, como muestran las estadísticas y un proceso que lleva ya varios siglos son ingenuas y poco eficientes. La recomposición del tejido social exige la nivelación de condiciones de vida y la diversidad de posibilidades vitales para todos.

Una efectiva nivelación de oportunidades afecta sin duda la estructura general de un sistema de lucro exorbitante para pocos y una geoeconomía cuyas posiciones dominantes están enclavadas – al menos hasta la reciente emergencia de China – en el Norte global.

La Comisión de Reparación del Caribe, organismo surgido del CARICOM en su Plan de 10 Puntos, señala que es imprescindible que las naciones europeas acepten su responsabilidad histórica por los crímenes cometidos. Dicho plan incluye como ejes fundamentales la repatriación y reinserción de aquellos descendientes de africanos que así lo quieran, ofrecer desarrollo con participación a las comunidades indígenas, erradicar el analfabetismo, ampliar el sistema de salud y el acceso a la educación y posibilitar un conocimiento más profundo de su propia y dolorosa historia.

Al mismo tiempo, se indica que el subdesarrollo tecnológico y la condena de la exportación de productos primarios generada por el sistema colonial deben ser reparadas, al menos parcialmente, con una abundante transferencia de capacidades tecnológicas y científicas y del mismo modo, ser canceladas las deudas impuestas por la usura anterior y actual.

Para que proclamas, declaraciones y planificaciones bienintencionadas se conviertan en hechos, es preciso remover las estructuras a través de fuertes movimientos emancipadores que promuevan la redistribución y el acceso al conocimiento al interior de sus países y conformen un poderoso eje de integración y unidad para equilibrar la relación de fuerzas existente.

A fin de proceder a una verdadera reconciliación, sin embargo, habrá de realizarse en simultáneo un ejercicio doblemente difícil. Será procedente comprender las corrientes subjetivas que fluyen en el interior de conjuntos e individuos, cuyos profundos significados culturales, generacionales y biográficos son condicionantes de su accionar. De allí surgen comprensiones transformadoras que constituyen el piso firme del mañana.

América Latina y el Caribe es sometida hoy a una intensa presión del poder del Norte, constituyendo una pieza clave en el sostenimiento del viejo mundo o en la apertura a uno nuevo, multilateral, libre, compartido, humanista. Un error en la elección de los pueblos no podrá detener la historia, pero sí retrasarla.

Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/El-racismo-un-instrumento-del-poder-en-America-Latina-y-el-Caribe-20191014-0002.html

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Ecuador: del centro al fin del mundo

Ecuador: del centro al fin del mundo

Boaventura de Sousa Santos

Traducción de Antoni Aguiló

Como su propio nombre indica, Ecuador está situado geográficamente en el centro del mundo. Todo lleva a creer que el neoliberalismo ha decidido llevar a cabo su agenda de fin del mundo en este país. Como es sabido, el neoliberalismo es la versión más antisocial del capitalismo global porque está estrictamente vinculada a los intereses del capital financiero. No reconoce otra libertad que la libertad económica, por lo que le resulta fácil sacrificar todas las demás. Por cierto, es bueno que los portugueses sepan esto con respecto al partido Iniciativa Liberal, la versión más tardía del liberalismo en forma de bancarrota. La especificidad de la libertad económica es que se ejerce en la medida exacta del poder económico que uno tiene para ejercerla y, por tanto, su ejercicio siempre implica una forma de imposición asimétrica sobre los grupos sociales que tienen menos poder y una forma de violencia brutal sobre los que no tienen poder, la gran mayoría de la población empobrecida del mundo. Tal imposición y violencia siempre se traduce en la transferencia de riqueza de los pobres (traducida en las magras políticas de protección social del Estado) a los ricos y en el saqueo de los recursos naturales, así como de los activos económicos, cuando los hay. El Fondo Monetario Internacional es el agente encargado de legalizar el robo en el que se traducen las políticas de austeridad impuestas por el capitalismo financiero.

El robo es tan evidente hasta el punto de que el montante de los préstamos casi siempre equivale a los beneficios públicamente contabilizados que se ofrecen a los acreedores internacionales y a las grandes corporaciones multinacionales que se articulan con ellos. Los casos más recientes de este proceso van desde Grecia hasta Portugal (2011-2015), desde Argentina hasta Brasil y muchos países africanos. Lo que está sucediendo en Ecuador representa el paroxismo, el momento de máxima intensidad de la voluntad destructiva del neoliberalismo. Con el fin de salvaguardar el derecho al robo legal por parte de los acreedores y las empresas multinacionales, el país se incendia socialmente, se declara un estado de excepción rápidamente legitimado por una Corte Constitucional cómplice, se movilizan las Fuerzas Armadas entrenadas por la infame Escuela de las Américas (hoy con un nombre diferente que borra la historia para mantener los propósitos) a fin de ejercitarse en la lucha contra los enemigos internos, es decir, las grandes mayorías empobrecidas, se asesina y hiere a los manifestantes y se provoca la desaparición de cientos de niños. Es una estrategia maximalista y de fin del mundo dispuesta a arrasar el país para hacer cumplir la voluntad imperial y de las élites locales a su servicio.

Lo más trágico de todo es que Ecuador fue el país de la esperanza en la primera década de este siglo. Tuve el placer de ser consultor en la elaboración de una de las constituciones más progresistas del mundo, la Constitución de 2008, la primera que en su articulado consagró los derechos de la naturaleza y ofreció una alternativa al desarrollo capitalista. Una alternativa que se basaba en los principios de armonía con la naturaleza y de reciprocidad que los pueblos indígenas siempre han practicado, un modelo de vida que, por resultar tan extraño a la lógica occidental, tuvo que consagrase en su versión original, en lengua quechua, el suma kawsay, traducido imperfectamente por buen vivir. Los años siguientes fueron años de experimentación innovadora y grandes expectativas, de manera especial para los pueblos indígenas que, sobre todo desde 1990, venían luchando por el reconocimiento de sus derechos, el respeto de sus formas de vida y la dignidad de su existencia como supervivientes del gran genocidio colonial moderno, perpetuado hoy por el nuevo colonialismo y el racismo que durante décadas caracterizó tanto a los partidos políticos de derecha como de izquierda.

La presidencia de la República la ocupaba Rafael Correa, un gran comunicador, sin gran arraigo en los movimientos sociales, con un discurso antimperialista, siempre polémico en sus posiciones y poco tolerante con las divergencias en su propio campo político. A pesar de ello, realizó un trabajo notable de renegociación de la deuda externa y de redistribución social, aunque erróneo y tal vez insostenible por dos razones principales. Por un lado, tenía dificultades para reconocer en los pueblos indígenas algo más que gente pobre; sus derechos colectivos, su cultura y su historia apenas contaban; la redistribución social implicaba centralismo de Estado y la liquidación de las autonomías territoriales del autogobierno indígena, garantizadas al menos desde la Constitución de 1998; pronto trabajó duro por demonizar a los líderes indígenas. Por otro lado, en contra de la Constitución e invocando dificultades financieras, adoptó el modelo de desarrollo capitalista neoextractivista (centrado en la extracción de recursos naturales, especialmente petróleo), aunque dando preferencia a los inversores chinos en detrimento de los inversores norteamericanos tradicionalmente presentes. En los últimos años, Correa fue abandonado por una buena parte de la izquierda ecuatoriana, no solo por su desarrollismo, sino por su virulencia contra los líderes indígenas. Yo mismo fui crítico con Correa, pero nunca compartí los excesos de cierta izquierda, ungida por la izquierda ecologista europea, que llegó a considerar a Correa como un líder autoritario de extrema derecha. Hoy deben estar experimentando un baño de realidad sobre lo que verdaderamente es la extrema derecha en Ecuador y en todo el subcontinente.

Rafael Correa estuvo en el poder entre 2007 y 2017 y fue relevado por su vicepresidente durante varios años, ahora presidente, Lenín Moreno. Inicialmente, dio la idea de que lo que cambiaría solo sería el estilo de gobierno, no la sustancia. Sin embargo, quien conocía los antecedentes de Moreno debería haber estado estar más atento. Nadie se dio cuenta de que la persecución judicial contra Correa por presunta corrupción, que Moreno patrocinó, no era más que otra versión de la nueva estrategia estadounidense para neutralizar a los gobernantes que pusieran en peligro los intereses de las empresas estadounidenses, especialmente en el sector petrolero: la supuesta lucha contra la corrupción. Fue así contra Lula da Silva y Cristina Kirchner, entre muchos otros. Poco a poco, Moreno fue mostrando su verdadero propósito: realinear Ecuador con los intereses de Estados Unidos. El acuerdo con el FMI culminó la celebración de esta alianza. El llamado «paquetazo» decretado el 1 de octubre, el paquete de medidas de austeridad, es de una violencia extrema para las familias de bajos ingresos, la gran mayoría de la población ecuatoriana.

La trágica trayectoria de las recetas del FMI es de sobra conocida. Nunca dan nada más que buenos negocios para sus inversores. Siempre resultan en el empobrecimiento de las grandes mayorías. A pesar de ello, o tal vez por ello, siguen aplicándose y, cada vez que se aplican, se anuncian como la única alternativa para salvar el país. Que el FMI sea indiferente a las desastrosas consecuencias sociales de sus recetas no resulta sorprendente, porque no se puede exigir que el capitalismo haga otra filantropía que la que redunda en su propio interés (y por tanto no es verdadera filantropía). Lo sorprendente es que Lenín Moreno parece no recordar que la resistencia de los pueblos indígenas, una resistencia aprendida a lo largo de los siglos, ya ha derribado a tres presidentes desde 1990, y es muy probable que él sea el próximo. Lo más trágico para el pueblo ecuatoriano es que los anteriores derrocamientos presidenciales (1997, 2000, 2005) fueron mucho menos violentos de lo que se anuncia para el siguiente. La tímida declaración de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, cuya incapacidad para defender con autonomía los derechos humanos es bien conocida, es una señal de los tiempos autoritarios en los que nos encontramos. La esperanza de Ecuador reside en la dignidad de su pueblo. Para estar a la altura de esta dignidad, la solidaridad de los demócratas del mundo con el noble pueblo ecuatoriano debe ser inequívoca y activa.

 

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Protesta masiva contra el antisemitismo en Alemania

Europa/Alemania/13-10-2016/Autor y Fuente: www.telesurtv.net

Bajo el lema «Ni un milímetro. Acabar con el antisemitismo y el racismo», la manifestación fue convocada por la plataforma Unteilbar y otros grupos de activistas.

Miles de personas se congregaron este domingo en el centro de Berlín, Alemania, en repudio al ataque antisemita en la localidad de Halle donde murieron dos personas.

El acto de protesta comenzó frente a la Universidad Humboldt en la plaza Bebelplatz, escenario donde en 1933 los nazis  protagonizaron una quema masiva de libros.

Bajo el lema «Ni un milímetro. Acabar con el antisemitismo y el racismo», la manifestación fue convocada por la plataforma Unteilbar y otros grupos de activistas.

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Los organizadores expresaron que en los momentos difíciles se debe ser solidarios y unidos, “el atentado ultraderechista de Halle nos deja estupefactos y enojados, no nos dejamos dividir”, agregan.

Unteilbar dijo que en la concentración asistieron 13 mil  personas, aproximadamente, mientras la policía cifró la asistencia en al menos 8 mil participantes.

unteilbar – Solidarität statt Ausgrenzung@Unteilbar_

13.000 Menschen zeigen heute gemeinsam und in Berlin ihre Trauer und Wut nach dem rechtsterroristischen Anschlag in . dem Faschismus, Antisemitismus und Rassismus!

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El ataque atisemita en Halle fue perpetrado el pasado miércoles nueve de octubre por un ultraderechista alemán fuertemente armado, quien intentó entrar a una sinagoga donde 50 personas celebraban la principal fiesta judía, el Yom Kipur.

El hombre, al no poder acceder al templo, asesinó a una mujer de 40 años que pasaba delante de la sinagoga y un joven de 20 años en un establecimiento de comida, además, hirió a otras dos personas.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/alemania-protesta-masiva-contra-antisemitismo-20191013-0022.html

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Argentina: Investigadores de América Latina debaten sobre racismo y discriminación en Educación Superior

América del Sur/Argentina/13-10-2019/Autor y Fuente: www.nodal.am

La Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), a través de la Cátedra UNESCO Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina, en el marco de su Iniciativa para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior, y el Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA), presentan el 6° Coloquio Internacional “Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina. Las múltiples formas del racismo y la discriminación racial”, que se realizará el 6 y 7 de noviembre, de 10:00 a 20:00 horas, en el Auditorio de la Sede Rectorado Centro de la UNTREF, ubicado en Juncal 1319, CABA. La actividad es gratuita. Por consultas: redesial@untref.edu.ar

Diversas formas de racismo y discriminación racial persisten en los sistemas de Educación Superior en pleno siglo XXI, tanto abiertamente “visibles” en los comportamientos de las personas, como de carácter sistémico o estructural que están naturalizadas y frecuentemente resultan “invisibles”. Esta edición del Coloquio estará dedicada a dar a conocer e intercambiar reflexiones sobre las diversas formas en que el racismo y la discriminación racial se manifiestan hoy en la Educación Superior.

La conferencia inaugural estará a cargo de Marcia Mandepora Chundary, ex rectora de la Universidad Indígena Boliviana Guaraní y de Pueblos de Tierras Bajas “Apiaguaiki Tüpa” y directora ejecutiva de la Fundación para la Educación en Contextos de Multilingüismo y Pluriculturalidad (FUNPROEIB).

Participarán también Aníbal Jozami, rector de la UNTREF; Jaime Perczyk, rector de la Universidad Nacional de Hurlingham y Presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Alta Hooker Blandford, rectora de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense y Coordinadora de la Red de Universidades Indígenas Interculturales y Comunitarias Abya Yala (RUIICAY); Jorge Calzoni, rector de la Universidad Nacional de Avellaneda y vicepresidente de Organismos de Cooperación y Estudio y Redes de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL); Francisco Tamarit, coordinador general de la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018) y Daniel Mato, director de la Cátedra UNESCO Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latna, director adjunto del Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados – UNTREF, Investigador Principal CONICET); entre otros.

Durante las dos jornadas se realizarán 31 presentaciones, que se desarrollarán en siete paneles. Diecinueve de ellas estarán a cargo de algunas de las más de sesenta universidades que forman parte de la Red Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina (Red ESIAL). Otras doce serán ponencias que fueron seleccionadas entre las enviadas en respuesta a la convocatoria pública de ponencias.

También se presentará el libro Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina. Colaboración intercultural servicio, investigación, y aprendizajes. EDUNTREF, 2019; a cargo de Pablo Jacovkis, secretario de Investigación y Desarrollo (SID-UNTREF) con la participación de los autores.

Además, habrá una mesa sobre los avances de la Iniciativa para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior en la que se compartirán contenidos y experiencias (Colección de Apuntes, microvideos, talleres, etc.) realizadas a lo largo de este proyecto.

La actividad cuenta con el apoyo del Programa de Participación UNESCO; el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (UNESCO – IESALC), la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.

El programa completo se puede consultar aquí.

Para más información de prensa comunicarse con tres l Consultores: 011-4780-4195/6
Agustina Veronesi averonesi@tresconsultores.com.ar prensa@untref.edu.ar

Fuente e Imagen: https://www.nodal.am/2019/10/investigadores-de-america-latina-debaten-sobre-racismo-y-discriminacion-en-educacion-superior/

 

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Uno de cada tres niños en Brasil vive en la extrema pobreza

América del Sur/Brasil/Autor y Fuente: www.prensa-latina.cu

Uno de cada tres niños en Brasil vive en la extrema pobreza, según datos presentados en el VIII Simposio Internacional de Desarrollo de la Primera Infancia, que cierra hoy sus cortinas en Sao Paulo.

La desigualdad se acentúa respecto al género o la raza. Alrededor del 49,4 por ciento de la población de niñas negras o mestizas vive en lugares sin saneamiento básico, mientras que este porcentaje cae al 32,2 por ciento para los infantes blancos.

También la diferencia se percibe con otras restricciones, como la protección social que afecta a aproximadamente un 16,2 por ciento de los chicos negros o mestizos y la falta de vivienda, que es mayor para este segmento llegando a alrededor del 28,5 por ciento en todo el país.

Las estadísticas que revelaron las discordancias sociales indican además que en el noreste de Brasil un 28,4 por ciento de las familias con menores de cero a seis años viven en la pobreza.

Esto representa un millón 500 mil niños que viven en hogares, en los cuales los ingresos no superan al mes los 150 reales (unos 37 dólares).

Desde la víspera expertos de las áreas de educación, economía y salud discuten en el foro, con base en el conocimiento científico, la creación de prácticas que promuevan el desarrollo integral de los niños en los primeros años de vida.

Además de la pobreza, otros problemas como el racismo y la falta de servicios básicos de salud, educación y atención social hacen del escenario del desarrollo infantil uno de los principales desafíos que deben abordarse a través de políticas públicas a nivel estatal, municipal y federal.

Según el economista Naercio Menezes Filho, coordinador del Centro de Políticas Públicas del Instituto de Enseñanza e Investigación, resulta posible lograr mejores números de capital con una mayor cobertura de atención primaria.

‘Necesitamos medir el desarrollo infantil. Esto puede hacerse por medio del propio libro del niño, por ejemplo. Es necesario saber cuáles son los problemas para desarrollar políticas apropiadas. Algunas soluciones son más simples, como expandir el servicio de visitas familiares’, consideró Menezes Filho.

Un estudio publicado en 2018 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que del 61 por ciento de niños brasileños que viven en la pobreza, al 49,7 de ellos se les niega uno o más derechos. Muchos sufren más de una privación simultáneamente.

En promedio, sufren 1,7 privaciones. Asimismo, hay 14,7 millones de niños y niñas afectados por una sola privación, 7,3 millones por dos y 4,5 millones por tres o más privaciones.

Unicef clasifica las privaciones como moderada, cuando hay acceso, pero limitado o de baja calidad a cada uno de los derechos; y extrema, cuando no hay paso alguno.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=310298&SEO=uno-de-cada-tres-ninos-en-brasil-vive-en-la-extrema-pobreza
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