Page 9 of 49
1 7 8 9 10 11 49

Estados Unidos: la huella del racismo

Por: Daniel Seixo

«Estoy a favor de la verdad, no importa quién lo dice. Estoy a favor de la justicia, no importa quién está a favor o en contra. Soy un ser humano, en primer lugar, y como tal estoy para quien sea y lo que sea beneficio para la humanidad en su conjunto.» Malcolm X

Como si la rabia, la violencia y las intenciones políticas que siguieron al asesinato de George Floyd nunca hubiesen tenido lugar, Estados Unidos ha vivido de nuevo en las últimas semanas una serie de asesinatos extrajudiciales racistas llevados a cabo por sus fuerzas policiales que de nuevo ponen el foco en el racismo sistémico que ha forjado el carácter del mayor Imperio del mundo. A lo largo de las páginas de Nueva Revolución, han sido varias las ocasiones en la que con ustedes he compartido mis reflexiones acerca de este tristemente recurrente foco periodístico, pero hoy quiero trasladarlos bajo mi pluma al 3 de noviembre de 1979 en la ciudad de Greensboro, Carolina del Norte. Quiero hacerlo para convertirlos en testigos del asesinato de cinco manifestantes antirracistas a manos de miembros del Ku Klux Klan y el Partido Nazi Americano durante una protesta de la organización Comunista de Trabajadores (WVO)

Pongámonos en contexto. La WVO había llegado a la ciudad Greensboro poco antes para estructurar a los sindicatos textiles, las plantillas estaban conformadas mayoritariamente por empleados afroamericanos y la WVO quiso organizarlos para poder reclamar sus derechos y de ese modo poder dotar de un punto de fuerza a las reivindicaciones obreras y a la organización comunista. Enseguida esto supuso un importante punto de fricción con el Ku Klux Klan, los supremacistas blancos pretendían paralelamente aumentar su influencia entre los trabajadores blancos de las fábricas textiles con soflamas contra el trabajador negro y obviamente no vieron con buenos ojos que una organización comunista pretendiese no solo defender los derechos de los trabajadores negros, sino también actuar contra la patronal como una única clase revolucionaria. Pronto las declaraciones subidas de tono entre una y otra organización se hicieron habituales, hasta que en julio de 1979 las tensiones estallaron cuando en el pueblo de China Groce, a apenas 60 millas al suroeste de Greensboro, diferentes miembros de la WVO decidieron organizar a la numerosa comunidad negra y marchar decididamente para interrumpir la exhibición de la película “The Birth of a Nation” que los miembros del Klan habían organizado como claro acto de propaganda para su organización en la zona. Acorralados por la presencia de comunistas y trabajadores negros, el KKK no tuvo más remedio que atrincherarse y ver como los manifestantes en el exterior ridiculizaban su simbología, dejando claro que no eran bienvenidos en aquellas calles.
 
George Floyd, Ahmaud Arbery, Philando Castile, Alton Sterling, Freddy Gray, Walter Scott, Anthony Hills, Tony Robison, Tamir Rice, Eric Garner, Miles Jackson… El conteo de crímenes racistas jamás podrá detenerse sin actuar directamente contra un sistema que perpetúa el racismo
 
La venganza del odio blanco no tardaría en llegar. El 3 de noviembre de ese mismo año, los comunistas organizarían una gran marcha de trabajadores industriales llamada “Muerte a la marcha del KKK” como protesta por la presencia de los supremacistas blancos en Greensboro. La movilización obrera partiría de Morningside, una zona con predominante presencia de población negra, aunque ante las sospechas de una posible emboscada, los organizadores anunciarían un lugar diferente de inicio de la marcha con la intención de despistar al Klan. Por desgracia, no estaban equivocados, Eddie Dawson, miembro del KKK e informante policial pagado, había conseguido el mapa del recorrido de la marcha en la propia oficina de policía e informó a los supremacistas blancos de la ubicación correcta del inicio de la misma. Más tarde, Dawson reconocería que había transmitido a sus supervisores policiales la intención del Ku Klux Klan de atacar a los manifestantes antirracistas y esas mismas fuentes policiales conocían que previamente, el 20 de octubre, su informante había sido invitado por Virgil Griffin, líder del KKK, a un mitin del Klan en Lincolnton en el que pronunció un discurso de algo más de media hora para intentar reclutar a supremacistas blancos de cara a lograr enfrentar la protesta del 3 de noviembre. Pese a ello o a los volantes del KKK que aparecieron en días anteriores para confrontar el desfile, el día de la manifestación no existía vigilancia policial de ningún tipo. Enseguida esto levantó las sospechas acerca de la complicidad policial en la masacre de Greensboro.
 
El 3 de noviembre comenzó con cánticos, lemas antirracistas y la quema de una efigie encapuchada del KKK que quería simbolizar la oposición de la clase trabajadora y la comunidad negra de la ciudad a la presencia del Klan en la misma, pero pronto vehículos con miembros del Ku Klux Klan y del Partido Nazi Americano comenzaron a moverse por las inmediaciones de la manifestación, hasta que varios miembros de estas organizaciones racistas bajaron de los mismos para confrontar a los manifestantes. Tras unos breves momentos de confrontación verbal entre antifascistas y supremacistas blancos, miembros del KKK y el Partido Nazi Americano sacaron de sus maleteros varios rifles y pistolas con las que empezaron a disparar contra los participantes en la manifestación. Varios miembros de la WVO devolvieron los disparos con armas cortas, pero no pudieron evitar que cuatro activistas fueran asesinados en ese mismo momento y otro más perdiese la vida en el hospital. Diez personas más resultaron heridas.
 
Los manifestantes asesinados fueron: Sandi Smith, Dr. James Waller, Bill Sampson, Cesar Cause y el Dr. Michael Nathan, todos ellos activistas antirracistas y miembros valiosos de su comunidad
 
Pese a producirse a plena luz del día, con numerosos testigos que llegaron a gravar parte de la agresión y a que cerca de cuarenta nazis y miembros del KKK estuvieron envueltos en el tiroteo, tan solo una persona fue arrestada inmediatamente después del tiroteo que acabó con la vida de varios manifestantes. Finalmente, pese a las indagaciones posteriores y a lo brutal y premeditado de la agresión, solo cinco miembros del Klan serían acusados. En 1980 la fiscalía del estado aprobó la absolución de los cinco miembros del Klan con un jurado plenamente compuesto por personas blancas. El mismo resultado que en 1983 arrojaría la reapertura del caso por el gobierno federal, en esta ocasión con 9 hombres acusados. Tan solo un juicio civil posterior encontraría que el GPD “responsables conjuntamente con supremacistas blancos de una muerte por negligencia”. La ciudad de Greensboro pagaría $400,000 a cambio de que los demandantes no pudieran presentar demandas en el futuro. Compraría su silencio.
 
En 2004 residentes de Greensboro iniciaron el Proyecto de la Verdad y Reconciliación Comunitaria de Greensboro (GTCRP) y se crearía con estas bases la Comisión de Verdad y Reconciliación de Greensboro (GTRC) para lograr dar testimonio público y examinar las causas y las consecuencias de la masacre. Basado en la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Sudáfrica, la Comisión determinaría que los miembros del KKK acudieron a la manifestación para intentar desencadenar una confrontación violenta y que el Departamento de Policía y el FBI tenían conocimiento de sus planes. Quedaría así demostrada la complicidad absoluta entre las fuerzas policiales de la ciudad y los supremacistas blancas. La “Masacre de Greensboro” se suma a otras masacres como Orangeburg, Tulsa, Rosewood y a otros tantos puntos a lo largo de Estados Unidos en los que la violencia racista ha terminado con la vida de diversas personas negras y activistas antifascistas.
 
Como si la rabia, la violencia y las intenciones políticas que siguieron al asesinato de George Floyd nunca hubiesen tenido lugar, Estados Unidos ha vivido de nuevo en las últimas semanas una serie de asesinatos extrajudiciales racistas llevados a cabo por sus fuerzas policiales
 
Millones de esclavos negros sustentaron la industria del algodón en EE. UU. haciendo del país el Imperio actual que parece maravillas al mundo capitalista, pero pese a la Guerra de Secesión, la abolición de la esclavitud o la lucha por los derechos civiles, Estados Unidos sigue sufriendo a día de hoy un claro racismo sistémico sustentado en una profunda brecha material que en todos los campos sigue abandonando a gran parte de la población negra del país a una condición de sumisión absoluta. El período de esclavitud, las leyes Jim Crow, la segregación racial “soterrada” o una guerra contra las drogas que camufla en su conciencia una auténtica guerra racial, han servido para mantener a la población negra subyugada y oprimida a lo largo de los siglos. Ni tan siquiera Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, pudo hacer nada para cambiar de una forma real las cosas atajando la raíz del problema. Por cada dólar que entraba durante su mandato a una familia media blanca, una familia media negra ganaba apenas 59 centavos. Una persona negra en Estados Unidos tiene todavía a día de hoy el doble de probabilidades de vivir en la pobreza, el doble de tasa de mortalidad infantil, seis veces más posibilidades de terminar encarcelado o el doble de probabilidades de morir en enfrentamientos con la policía
 
George Floyd, Ahmaud Arbery, Philando Castile, Alton Sterling, Freddy Gray, Walter Scott, Anthony Hills, Tony Robison, Tamir Rice, Eric Garner, Miles Jackson… El conteo de crímenes racistas jamás podrá detenerse sin actuar directamente contra un sistema que perpetúa el racismo. El racismo no podrá atajarse sin incidir de forma directa contra los pilares del sistema capitalista estadounidense. Greensboro supone el vivo ejemplo de la convivencia de las instituciones con el racismo y la capacidad de odio del supremacismo blanco. En pleno 2021 las formas han cambiado, pero la semilla de odio, la complicidad institucional y la necesidad de rebelión siguen siendo las mismas. Tenemos que superar las protestas de Black Lives Matter, no para dejarlas atrás o ridiculizarlas sin sentido, tal y como muchos sectores de la izquierda desnortada parecen querer insinuar. Muy al contrario, tenemos la obligación de superar las performances políticas relativas a este movimiento, para llevarlo más allá, canalizar la justa rabia de la comunidad negra estadounidense a una condena y un desafío global a las estructuras racistas que todavía hoy lastran la implementación de democracias reales en nuestros estados. Ningún demócrata, ningún antirracista puede permanecer ajeno a esto. Debemos escuchar las voces de aquellos oprimidos entre los oprimidos, debemos dejar claro que todas las vidas importan.
Fuente e imagen:  https://nuevarevolucion.es/estados-unidos-la-huella-del-racismo/

Comparte este contenido:

Destruyamos el capitalismo racista que discrimina y mata a mujeres, negros, pobres, rebeldes

1. Podrán castigar a 10 mil policías por salvajes asesinatos, pero los nuevos policías o gendarmes contratados seguirán libres para matar. Los policías sólo cumplen con su trabajo y las instrucciones dadas por sus gobiernos. Los policías no están contra el negro Floyd o la mujer miserable asesinada en Quintana Roo; la orden se da siempre contra la raza negra, contra todas las mujeres, contra los miserables y contra los rebeldes de clase que no se someten. El capitalismo racista se ha anclado en nuestra mente, en nuestra conciencia. Nos lo han metido desde nuestro hogar, en la escuela, la iglesia, la sociedad. No es asunto personal, aunque duela, todos cargamos el racismo, la discriminación, el desprecio capitalista.

2. En esta nefastísima sociedad de la competencia, la acumulación, el consumismo, el dinero, todos buscan tener mucha propiedad y mucho poder porque de allí se puede tener más y más. ¿Por qué sólo castigar a policías sin hacerlo mejor contra quienes gobiernan? ¿Por qué castigar a quienes asesinan a uno, si se bombardean masacrando a miles? ¿Por qué castigar a quien roba algo, unos pesos para comer, si la práctica de políticos y empresarios a robar 100, 1000, miles de millones? De plano, el mundo está de cabeza y habría que hacer lo contrario para ponerlo de pie. Para ello habría que hacer una revolución profunda, radical económica, política, cultural, buscando la igualdad total en el trabajo, los ingresos, la vida.

3. Las mujeres, que son la mitad de los pobladores del mundo, saben que su enemigo no es el hombre sino la discriminación y el racismo que aplasta a todos: a los negros, a los pobres, a los rebeldes; tienen que luchar en parejo con los hombres contra el capitalismo que las esclaviza y las discrimina. ¿No es acaso ridículo, tonto, sectario, no permitir que los hombres conscientes, luchadores sociales, hagan más grandes y combativas sus luchas contra el capitalismo? El capitalismo incluso se ha aprovechado del mucho atraso de las mujeres para imponerles un concepto de belleza/objeto sexual que propaga en los medios. Ahora los gobiernos otorgan cargos para confundirlas, cuando tienen que luchar en las calles junto a los hombres.

4. En México, como en todos los países, el racismo y la discriminación es contra los pobres y miserables; pero también contra los indígenas por pobres; en tanto que en EEUU la supremacía blanca es contra los negros, los portorriqueños, los latinoamericanos y también contra los africanos, asiáticos, sobre todo musulmanes. Si extirpáramos el capitalismo y toda la putrefacción de nuestra mente: el consumismo, la competencia, el ventajismo, desaparecería el racismo y la discriminación que tantas muertes han provocado. El capitalismo, que jamás se acabará con elecciones y respetando los derechos de personajes de cuello blanco que se han enriquecido despojando al 80 por ciento de la población, sólo será enterrado por mujeres y hombres luchando juntos.

Fuente: https://www.aporrea.org/internacionales/a301202.html

Comparte este contenido:

Entrevista a: Basha Changuerra (Cup) Y Jess González (En Comú Podem): “El racismo es como el agua, toma la forma de allí por donde te mueves”

Por: Meritxell Rigol 

Basha Changuerra, hija de migrante ecuatoguineano, y Jess González, migrada colombiana, son las primeras afrodescendientes que entrarán como diputadas en el Parlament de Catalunya. Allí nos encontramos, a pocos días de tomar posesión de sus escaños por la CUP y En Comú Podem, respectivamente. Desde partidos distintos, y en numerosos aspectos distantes, comparten el propósito de visibilizar el racismo que afecta a todos los ámbitos: de la atención sanitaria a la educación, pasando por las políticas de seguridad y los servicios sociales. Su elección ha despertado felicitaciones y expectativas entre organizaciones del movimiento antiracista y ambas afirman recogerlas con fuerza y responsabilidad. El salto a la política catalana es un paso más en un camino que tienen claro que va más allá de sí mismas.

Que resulte algo excepcional y novedoso que dos mujeres afrodescendientes entren en el Parlament habla de la grandísima infrarrepresentación de personas migrantes y racializadas en las instituciones. ¿Vuestra presencia, per se, transforma ya algo? 

J.G: No, igual que el hecho de que haya mujeres haciendo política no implica que se feminice la política. Las instituciones, que están en este mundo racista, perpetúan el racismo. En los titulares hemos visto estos días “El Parlament con más escaños independentistas”, “El Parlament más escaños de izquierdas” e incluso “El Parlament con más escaños de mujeres”, pero nada sobre la diversidad cultural infrarepresentada. ¡No ha habido ninguna diputada ni diputado gitano tras 600 años aquí! Continuamos sin hacernos la pregunta de quiénes faltan en las instituciones. Nosotras somos hijas de luchas que vienen de hace muchos años. La presencia es un paso. Pero la mera presencia de representantes racializadas no supone una apuesta firme antirracista.

B.C: No, claro que no. La única representación de personas racializadas que ha habido en anteriores legislaturas no ha implicado apostar por el eje antirracista. Hemos visto a Najat [Driouech] de ERC, pero no se ha traducido en una ERC tirando adelante políticas en clave antirracista. Y esta legislatura tenemos a Ignacio Garriga [de Vox], que no es una anomalía.

¿No es una anomalía que una persona afrodescendiente, hijo de migrada, encabece una formación de ultraderecha? 

B.C: Se tiene que entender muy bien el contexto colonial. Cuando me dicen: ¡Es que Ignacio Garriga también es de origen guineano! Yo les digo que no conocen nada de Guinea. No conocen los estragos que hizo el franquismo en Guinea Ecuatorial, la inoculación del pensamiento de derechas y españolista que se hizo en toda una generación de guineanos y guineanas. Y, además, España contribuyó a aniquilar a todas aquellas pensadoras e intelectuales que podían romper con esto. Las mataron, directamente. Y ha quedado lo que ha quedado. Ignacio Garriga es parte de una realidad que existe. Ser una persona no blanca no significa ser antirracista, ni hablar en clave comunitaria ni velar por los intereses de nuestra comunidad, del mismo modo que ser una mujer no implica ser feminista.

J.G: Visibiliza la heterogeneïdad frente a la homogeneidad con la que se nos ve a las migradas y a las marrones, como si todas tuviéramos la misma clase, la misma orientación sexual y el mismo objetivo en la vida. Ignacio Garriga es un hijo sano del sistema y también forma parte de la foto de nuestras comunidades.

Vox superó los 200.000 votos el 14-F, que son más de los que lograsteis tanto en el caso de la CUP como en el de En Comú Podem. La misma noche electoral lanzaron a redes sociales el mensaje “Ya hemos pasado”, burlándose de la consigna antifascista “No pasarán”. Efectivamente, ya han pasado, en unos días estarán dentro de un parlamento más. ¿Y ahora qué? ¿Qué parte de responsabilidad a la hora de articular una respuesta antifascista tienen las instituciones? 

B.C: Mucha. Primero, la responsabilidad de la autocrítica del trabajo no hecho. Ellos han pasado porque no estábamos preparados institucionalmente. Se ha ignorado culturalmente y educacionalmente el franquismo y lo que hemos pasado en tierras catalanas. Y esto ha generado ignorancia durante generaciones, en lugar de mantener la consciencia antifascista arraigada en la población. Esto ha permitido que partidos como Vox, Plataforma per Catalunya o Front Nacional Català puedan ser legales. Este es el primer problema. Han entrado porque no hay un marco legal que suponga un cordón sanitario frente al fascismo. La memoria histórica ha fallado. ¿A partir de aquí? Pues mucho trabajo

J.G: A partir de aquí no hay una única respuesta sobre cómo combatir a la extrema derecha porque no es una cuestión ni de barrios obreros ni de barrios de renta alta, es una cuestión transversal. Hace falta mucho diálogo. Hay casos en los que se les tiene que ignorar pero hay casos en los que hace falta un ataque frontal. No hay una fórmula única pero va en la línea de revisar lo que no hemos hecho, escuchar también a quienes han votado a Vox y hacer un cordón sanitario desde muchos lados.

¿Es el antifascismo la única vía amplia que no dudáis encontrar esta próxima legislatura en Catalunya? 

B.C: Espero que sea una vía amplia, pero espero y deseo que no sea la única. Esta es imprescindible pero la anti-represión tiene que ser también un punto de encuentro importante. ¿Qué estamos viendo estos días? Por cómo están respondiendo los cuerpos policiales, una constatación de que hay un sistema que se protege a sí mismo cuando pones en duda que la actuación policial haya sido proporcionada y correcta. Hay que atacarlo, porque no son unos errores. Llega un punto en el que tienes que poner el cuerpo políticamente para traspasar el límite, claramente insuficiente, en la responsabilidad de gestionar los Mossos d’Esquadra. La directriz política tiene que partir del Govern y llevarse adelante hasta las últimas consecuencias. No hay excusa para no haberlo hecho antes.

J.G: Esto tiene que ver con una reforma del modelo policial de arriba a abajo. Hay que asumirlo con mecanismos de control y que los abusos policiales no sean tratados como casos aislados.

Las identificaciones por perfil étnico son una de las formas de racismo institucional más denunciadas públicamente en los últimos años. ¿Os preocupan? 

Ser una persona no blanca no significa ser antirracista, ni hablar en clave comunitaria ni velar por los intereses de nuestra comunidad

B.C: Tratar con los cuerpos de policía las identificaciones por perfil étnico para mí es una prioridad. Es muy habitual la criminalización. Yo, que soy madre y tía, tengo ganas de poder dejar de decir a mis niños: cuidado con ponerte la capucha, cuando te pare la poli tienes que actuar así… ¡Ya no si te para la poli, cuando te pare la poli! Porque tienen que ser conscientes de que esto les pasará. Hay programas cómo fue el PIPE [Protocolo de Identificación Policial Eficaz], que fue una prueba piloto y allí se quedó. La persona parada tenía que recibir un papel que justificara esa parada y esto ya te da una tranquilidad, porque no queda en el aire.

J.G: También la protección de menores es urgente. Es impresionante que en debates electorales sobre infancia o juventud no salieran los menores extranjeros no acompañados. ¿Entonces dónde salen? ¿Solo salen si delinquen?

Más allá de las actuaciones policiales, ¿consideráis que la perspectiva antirracista está ausente en otros ámbitos de la acción pública? 

J.G: En un momento en el que tenemos que reconstruir a nivel económico y social, se habla de no dejar a nadie atrás, pero a la gente migrada sin papeles siempre se la ha dejado atrás. Pondremos esta perspectiva encima de la mesa. Tocará picar mucha piedra y juntar fuerzas porque esta perspectiva no es central en la agenda política. Algo tan sencillo como garantizar el empadronamiento, como puerta de acceso a derechos básicos, no se ha hecho. Además, a veces vemos que se inmigracionalizan problemas, como el incendio de la nave en Badalona, que lo que fue es un problema de acceso a la vivienda.

B.C: Cuando hubo el incendio de la nave de Badalona, la Generalitat decretó tres días de duelo. De acuerdo. ¿Pero tu contrato de pesca con Senegal cómo va? España es uno de los principales extractores y Catalunya está participando en la negociación de este contrato y de ello se beneficia. Las políticas antirracistas van más allá de la urgencia de cómo acogemos. Cuando hablamos de políticas antirracistas también hablamos de relaciones internacionales con los países del Sur global, de las relaciones de la Generalitat con los países de origen de los flujos migratorios, territorios a los que se desprovee de sus recursos y se propicia que su gente se tenga que ir.

¿Qué otras prioridades os fijáis como diputadas en relación al racismo institucional?

J.G: El antirracismo en la educación. El PRODERAI (Protocolo de prevención, detección e intervención de procesos de radicalización islamista)  pone al profesorado a hacer de policía. Es un protocolo que no ha contado con las comunidades, que son las primeras interesadas en prevenir la radicalización. La obligación de empadronar: no lo podemos dejar al libre albedrío de los municipios. La contratación de gente no blanca: tiene que aumentar porque si no la gente que está educando, que atiende en la sanidad o en servicios sociales y toma decisiones sobre nuestras vidas no tiene otras perspectivas. También está la Dirección General de Infancia y Adolescencia…

B.C: Esta dirección tiene que ser fiscalizada hasta la última fotocopia. Es una institución criminalizadora de la pobreza y de la migración, gestionada de manera opaca y corrupta. Las madres migradas están perseguidas por esta institución y sus tentáculos en los servicios sociales. En cuanto a la educación, los currículos escolares no incorporan la visión para que las criaturas puedan ver el lugar de sus comunidades en la historia de Catalunya y de España. Cuando en las aulas de primaria ves una diversidad que no ves en aulas universitarias, algo pasa. En algún momento nuestros niños se caen del sistema. Es imprescindible un censo racial porque no puedes legislar si no tienes una base de datos. Necesitamos contarnos para saber las afectaciones en ámbitos como sanidad y educación.

J.G: El racismo es como el agua, que va tomando la forma de allí por donde te mueves. De aquí a unos meses podremos explicar cómo funciona el racismo en el hemiciclo o en las comisiones parlamentarias o cosas que nos encontremos en los pasillos. Pero ya lo estamos viviendo.

B.C: Lo que ya nos encontramos son las consecuencias del racismo aplicadas a nuestro ejercicio político. Tú sabes que estás ocupando un espacio que se supone que no te corresponde. Esto te genera inseguridad, sensación del síndrome del impostor, que a las mujeres tanto nos pasa. Pues siendo no blancas ocupando espacios nos pasa aún más. Convertirte en un muermo antirracista genera dinámicas de rechazo, porque saltan fragilidades y privilegios, porque es otro marco mental que te interpela, que te dice que a eso o lo otro le tienes que dar una vuelta. Es una confrontación constante y como dice Jéssica, cuando empecemos a participar en las comisiones todavía lo veremos más.

JG: Además, que a mí no me hayan pegado en un ataque racista en la RENFE no significa que no me afecte. Es un yo colectivo. Yo no he trabajado como empleada del hogar pero es una lucha de mi comunidad.

B.C: La identidad colectiva es la base de nuestra identidad. Y el individualismo occidental juega muy fuerte en contra.

Fuente e imagen: https://ctxt.es/es/20210301/Politica/35243/Meritxell-Rigol-entrevista-Basha-Changuerra-CUP-Jess-Gonzalez-En-Comu-Podem-diputadas-Parlament-Catalunya-racismo.htm

Comparte este contenido:

Racismo en la educación superior: un análisis desde la perspectiva de los pueblos indígenas y afrodescendientes en Colombia

Anny Ocoró Loango, Docente/Investigadora UNTREF-FLACSO
Milena Margoth Mazabel,  Indígena del Pueblo Kokonuko. Asesora jurídica del Consejo Regional Indígena del
Cauca. Consultora en la organización Earth Rights International (ERI)

Resumen

Este artículo analiza cómo se manifiesta el racismo en la educación superior, desde la perspectiva de los alumnos y alumnas indígenas y afrodescendientes, para pensar el modo en que el racismo se reproduce y afecta las experiencias de vida y las trayectorias educativas de estos grupos. Poniendo el foco de análisis en la manera en que el Estado asumió la educación de estas poblaciones, desde el siglo xix hasta la Constitución de 1991, se argumentará que, si bien en los últimos años la discusión sobre la participación de los pueblos indígenas y afrodescendientes en la educación superior ha venido ganando notoriedad, su presencia en las Instituciones de Educación Superior es aún minoritaria y se ve fuertemente condicionada y afectada por el racismo presente tanto en estas instituciones como en la sociedad. Finalmente, se plantean algunos desafíos y conclusiones.

Descarga completo el articulo aquí: Racismo en la Educcaion Superior

*Fuente: https://www.nodal.am/2021/03/racismo-en-la-educacion-superior-un-analisis-desde-la-perspectiva-de-los-pueblos-indigenas-y-afrodescendientes-en-colombia/

Comparte este contenido:

Covid veio para mostrar o pior da humanidade e arranhar as bolhas em que vivemos

De: Ilka Oliva Corado

Tradução do Beatriz Cannabrava, Revista Diálogos do Sul

Muitos definiram este 2020 como o ano maldito, por causa do vírus. Mas esse vírus é apenas um dos milhares que existem, não é o único que mata: por exemplo, a insensibilidade mata mais pessoas. Dar as costas e fingir ignorar o que nos confronta: o racismo, o classismo e o esquecimento. Meter-nos em nossas bolhas e fechá-las com sete chaves porque tudo o que aconteça lá fora, o que vivam outros, não nos interessa. Por isso é que vemos tantas crianças morando na rua e morrer aí mesmo e não nos causa espanto nem pena, nem muito menos a indignação que nos faça agir.

De repente este vírus veio arranhar um pouco as portas de nossas bolhas, por aí levou embora algum ser querido, talvez pessoas que como nós viraram as costas quando deviam agir para ajudar os outros; morrer ou morrer por causa do vírus não as faz mais nobres depois de mortos. Mas nós as santificamos porque esse vírus maldito as levou. Mas, e a fome que sentem os que fazem do lixão seu lar? Por que não reagimos quando famílias inteiras falecem por causa de um talude entre os vulcões de lixo? Em que momento permitimos que isso acontecesse? Que os lixões sejam lares de tantas famílias, cidades completas…

A pandemia, uma de tantas, Porque não nos doeu, como doeu 2020, a tráfico de crianças, adolescentes e mulheres para exploração sexual? Isso é palpável, visível, estão em cada esquina, não podemos ignorar. Ou será que como vírus, até que toque a um de nós? Então e só então faremos visível o que desprezamos porque não era nosso assunto e perceberemos que estamos sozinhos, porque os outros fingirão não ver porque tal como fazemos hoje, não será assunto deles. É o germe do patriarcado e da mesquinharia.

Este vírus veio para mostrar o pior de nós, foi apenas uma oportunidade para mostrarmos como somos na realidade. Por exemplo, pessoas que foram parar a um hospital tomam fotos de outros pacientes que estão na UTI, as publicam nas redes sociais expondo a gravidade da doença. Por que não tiram fotos de si próprios? Expor assim os outros… E o fazem enfermeiras, médicos, pacientes, o que indica que não porque têm maior escolaridade têm respeito pela privacidade dos outros.

E o que dizer dos que tiram fotos aos idosos em suas famílias que estão em suas camas, gravemente doentes e as publicam nas redes sociais. Por que chegar tão baixo? E pior ainda, os que têm o vírus de forma branda, mas por preguiça tiram fotos despenteados, com a barba de uma semana, sujeiras de oito dias, e as publicam nas redes sociais dizendo que são sobreviventes da Covid. Quando na verdade uma pessoa que está gravemente doente não pode nem mexer um dedo. Isso é faltar ao respeito a todas as pessoas que morreram e que estão gravemente doentes pelo vírus. Mas assim é a consistência humana: rala e rachada.

Foi lindo ver os povos originários doando suas colheitas, chegando nos povoados com caminhões cheios de verduras e frutas para alimentar famílias inteiras. Enquanto em outros lugares as pessoas saiam com bandeiras brancas pedindo ajuda e o que faziam os que podiam ajudar era fechar-se a sete chaves em suas casas cômodas, publicando fotos nas redes sociais de sua abundante comida, seus vinhos caros e suas chaminés soltando fumaça enquanto recordavam nostálgicos seus viagens pelo mundo. Muitos deles hoje choram a morte de um ser querido, mas ainda com essa dar não dignificam a estender a mão àqueles que o necessitam, porque o dinheiro, a avareza e o egoísmo regem suas vidas. Em compensação onde a colheita foi abundante e foi doada, a dor de um é a dor de todos.

Não foi um ano maldito, nem o vírus é maldito, os inconsistentes somos nós; teve que vir um vírus para cuspir-nos na cara as pessoas que somos e pôr em evidência nossa miséria humana que carece de valores, de palavras e de ação. Porque milhares no mundo sentem fome, perto de nós há povos inteiros passando fome e não é um vírus do momento, a fome pode ser curada, pode ser eliminada, e também a desnutrição infantil crônica; não se necessita um milagre nem uma vacina, o que se necessita é dignidade, indignação, solidariedade.

Os famosos desastres naturais não são naturais, podem ser evitados porque são causados por todo o dano que fizemos ao planeta; os líderes políticos têm sim que agir, mas nós como sociedade também. Porque o mínimo que façamos ou se ficamos passivos tudo isso afeta o planeta. Para não ir tão longe, este ano sobraram milhares de máscaras no mar. Nem o ano nem o vírus são malditos.

2020 deveria ser um ano em que a humanidade começou a se regenerar, que começou a tomar consciência do dano que fazia a si mesma, ao planeta e a outros seres vivos. Mas não foi assim e não o será e poderão vir mil vírus mais, levar embora famílias completas que não aprenderemos, porque o egoísmo, a altivez, a insensibilidade e a mediocridade estão no nosso DNA.

De outro planeta, claro está, parecem os que dão a mão, mantém o ombro, compartilham a pouca comida, doam suas colheitas e sentem como própria a tragédia alheia. E não têm grandes mansões, nem chaminés soltando fumaça, vinhos caros, viagens pelo mundo, nem mestrados ou doutorados. São as pessoas comuns, em muitos casos também as mais excluídas e empobrecidas. É o povo. Com o que nos continuam dando a lição de que não se trata de ter, mas sim de vontade. Por eles a esperança de um mundo melhor ainda não foi arrancada de raiz. E as almas que se negam a deixar de sonhar continuarão acreditando em uma primavera de brotos abundantes.

Fuente: https://cronicasdeunainquilina.com

Comparte este contenido:

Asco proyectivo y política de la exclusión

Por: Leonardo Díaz

La historia nos muestra ejemplos de ese asco proyectivo en la actitud del supremacismo blanco. No olvidemos que uno de los argumentos clásicos del racismo ha sido describir a las personas de color como “subhumanas”.

Hace muchos años, un colega confesó que sentía angustia al dialogar con un paciente VIH positivo, a pesar de saber que el virus no se transmitía por una conversación.

Esa declaración fue un acto de gran honestidad. No todos, especialmente si somos ciudadanos de quienes se esperan determinadas sensibilidades y discursos, acordes con la educación que se nos atribuye, estamos dispuestos a confesar que determinadas personas nos provocan un rechazo por poseer una determinada condición de salud. Ese reconocimiento es el primer momento en el proceso de superar la situación.

Muchas veces, no somos conscientes de lo que genera la angustia. Llegamos incluso a sentir “asco” por determinados individuos, una emoción provocada por una asociación inconsciente entre nuestros semejantes y la presencia amenazante de la muerte.

Desde una perspectiva evolucionista, el asco ha jugado un papel estelar en nuestra sobrevivencia como especie permitiéndonos sobrevivir muchos siglos antes de poseer el conocimiento de la existencia de gérmenes como las bacterias o los virus.

Basándose en los estudios experimentales del psicólogo de la Universidad de Pensilvania, Paul Rozin, la filósofa Martha Nussbaum subraya el carácter cognitivo del asco. (La monarquía del miedo, cap. 4).

Según dichos estudios, el asco está condicionado no solo por el objeto sensorial, sino también, por la interpretación previa de lo que significa dicho objeto. Experimentamos el asco ante personas y grupos que asociamos simbólicamente con la contaminación, la degeneración o la muerte, aunque desde un punto intelectual, no representen objetivamente nuestra destrucción.

Nussbaum relaciona este fenómeno con una actitud humana denominada por el antropólogo Frans de Waal como “antroponegación”. Se trata de una tendencia humana a rechazar la condición animal de nuestra especie, a un permanente intento de trascender simbólicamente el vínculo que nos une con el resto de los animales.

Nussbaum piensa que el esfuerzo por escapar simbólicamente de la animalidad y de la muerte se va transmutando en un “asco proyectivo”.  Todas nuestras características asociadas con la animalidad, la descomposición o la muerte las proyectamos hacia otros, usualmente grupos humanos socialmente excluidos que alimentan nuestra falsa autopercepción de superioridad.

La historia nos muestra ejemplos de ese asco proyectivo en la actitud del supremacismo blanco. No olvidemos que uno de los argumentos clásicos del racismo ha sido describir a las personas de color como “subhumanas”, con mayor semejanza a los simios que a los integrantes de la etnia caucásica.

Pero también, podemos apreciarlo en la suciedad que la mirada homofóbica atribuye a las relaciones homosexuales, especialmente las masculinas. En dicho imaginario, estas interacciones se relacionan con posturas animales donde el sexo no reproductivo se reduce a una mera circulación de sucios fluidos.

Y como ocurre con el miedo, el asco proyectivo puede ser explotado políticamente, no solo por líderes que sienten dicha emoción de un modo sincero; sino también, por cínicos y demagogos que, sin experimentar la emoción, conforman su liderazgo intentando ganarse la adhesión de quienes la experimentan.

De este modo, alimentan una política de la exclusión. Un error común para combatirla consiste en proporcionar una lectura intelectualista del fenómeno y esperar que los ciudadanos se persuadan racionalmente de que el “Otro” no significa animalidad, suciedad, o descomposición.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/asco-proyectivo-y-politica-de-la-exclusion-8911749.html

Comparte este contenido:

Conferencia de Lino Morán: Pensamiento descolonial. Mundo

Mundo/América Latina/11/02/2021/Autor: Ferando Gómez/Fuente: OVE


El pensamiento descolonial es una tradición que surge en los orígenes mismos del pensamiento latinoamericano, y  surge de las luchas de nuestros pueblos de América Latina y el Caribe.


Este Martes 09 de febrero, la Alianza Pedagógica Social Internacional conformada por la CEIP-Histórica de Argentina, MAEEC-CLACSO de México, KAVILANDO de Colombia, MASA CRÍTICA de Panamá, RED GLOBAL GLOCAL por la Calidad Educativa de América Latina, SAVIA de Paraguay, Universidad de Panamá, CIPCAL de América Latina, KAICHUK MAT DHA de México, EMANCIPACIÓN de Chile, Mujer Pueblo Magisterio-CNTE-Durango de México, el Centro Martin Luther King de Uruguay y CII-OVE de Venezuela, dio por iniciado el Ciclo de Pensamiento descolonial con una conferencia del Dr. Lino Morán.

En la  moderación de la jornada estuvieron: María del Carmen López  Vásquez y Jorge Orozco León.

Las primeras palabras del conferencista fueron para “hacer un llamado continental a sumar esfuerzos para que aparezca con vida Carlos Lanz”, quien se encuentra desaparecido hace ya seis meses. “Lo necesitamos (con nosotros) y lo necesitamos vivo”, dijo.

Asumiendo que le tocaba introducir este tema, el Dr. Morán recordó que el pensamiento descolonial es una tradición que surge en los orígenes mismos del pensamiento latinoamericano, y que surge de las luchas de nuestros pueblos de América Latina y el Caribe

Enfocando en un debate germinal, respecto de la colonialidad, que tuvo como protagonista a Bartolomé de las Casas, avanzó la disertación recordando a Simón Rodriguez y a “el más universal de los cubanos” José Martí. Asimismo, fueron abordados en la disertación, aspectos del legado histórico de Juan Carlos Mariateguí y Franz Fanon.

Algunas ideas fuerza: descolonización y emancipación

 

El Dr. Morán consignó que aún en nuestra época en la que está en boga el pensamiento decolonial en nuestras universidades se  nos impone ser especialistas en el pensamiento europeo, esto en detrimento del pensamiento filosófico latinoamericano: “Absolutamente nada de contenidos contextualizados con la realidad latinoamericana”. “Es fuera de la universidad que se da el encuentro de nuestra inquietud desde el contexto cultural al que pertenecemos, (para poder) reflexionar sobre nuestra realidad”.

El Dr. Morán abordó con fuerza crítica las aristas del concepto y la problemática del racismo en su lugar fundante y rector de una imagen del mundo. El racismo está en el epicentro del surgimiento de la modernidad y de su racionalidad. El racismo sigue viviendo como un tributo a la racionalidad, una humanidad inferior que debe ser tutelada. Recordó que Simón Rodriguez plantea: “somos independientes pero no libres, para liberarnos debemos utilizar los argumentos de la razón”.

Respecto a José Martí recordó que: formula (en) su proclama argumentos que identifican cada uno de los puntos fundamentales que hoy recogen los intelectuales del movimiento descolonial. “Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras”.

La exposición fue crítica, cruda y contundente: “desde nuestras universidades salen jóvenes que aspiran a gobernar un pueblo que no conocen”, aseveró.

Planteó el Dr. Morán que, en nuestras universidades el racismo y la negación de la alteridad, implican un programa político. Trajo a cuenta a J. C. Mariategui, reconociendo en su obra un marxismo no eurocéntrico; lo ubicó claramente en el camino de un pensamiento emancipador, libertario, descolonial, “el socialismo en América debe ser una creación heroica no (una) copia”. La educación tiene un espíritu colonial y colonizador que, podemos conjurar de los dichos de Morán: “(imponen) una racionalidad eurocéntrica (que manda) copiar la moda que se impone en Europa y Estados Unidos, como los métodos válidos para resolver los problemas actuales.

Sobre Franz Fanon y su invisibilización por la academia universitaria en Nuestra América

 

El Dr. Morán reconoció a Franz Fanon como uno de los intelectuales que la academia universitaria latinoamericana invisibiliza, o es referenciado muy tímidamente “No somos nada sobre esta tierra a menos que seamos en primer lugar esclavos de una causa, la causa de los pueblos, la causa de la justicia, la causa de la libertad”. Agregó el Dr Morán:  “estas son propuestas políticas, no son meras reflexiones ontológicas, sociológicas. Imponen una praxis política liberadora”.

Paulo Freire: el imposible olvido

 

No dejó pasar el Dr. Morán, la oportunidad de articular algunas ideas sobre Paulo Freire, pensador insignia de las luchas descoloniales de América Latina. Arriesgando tesis propias sobre el devenir del encuentro entre Freire y el descolonialismo. Los últimos minutos de la brillante exposición del Dr. Morán se convierten en material indispensable para orientarse en los debates más actuales de nuestro sur y del pensamiento descolonial, en lo que hace a su faz educativa (y liberadora) entre lo que está siendo negado y lo que necesita ser visibilizado.

“Soy de la tesis de que debemos alimentar el discurso decolonial con esa praxis política que nos lleva sin duda alguna al campo de batalla, ojalá sólo sea al campo de la batalla de las ideas, pero también al ejercicio cotidiano acompañando a los movimientos sociales, a los indígenas, a las organizaciones políticas, a los docentes organizados, en pro de emanciparnos,  que era el sueño y el anhelo que estaba presente desde Simón Rodríguez hasta nuestro querido maestro Paulo Freire”.

Luego de tan interesante recorrido el Dr. Lino Morán respondió, a pesar de algunos problemas de conectividad, preguntas que fueron formuladas por Mireya Zarate Velazco y Elpidio González Salazar.

La exposición, muy comprometida con el presente latinoamericano y en particular con el presente venezolano, tuvo la fuerza de la lucha y la denuncia contra los poderes opresores de nuestros pueblos.

A continuación, el video:

Fuente del Video: https://youtu.be/RskXScS0Oe0

Imagen: Alianza Pedagógica Social Internacional

Comparte este contenido:
Page 9 of 49
1 7 8 9 10 11 49