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Rectoría del Estado en Educación

México / 2 de diciembre de 2017 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

En estos tiempos en que se definen las candidaturas a la presidencia de la República y junto con ello se afinan las propuestas de programas de gobierno, en el contexto electoral nacional del 2018, conviene retomar algunas reflexiones críticas en torno a las complejas relaciones entre la política y la educación.

¿Qué significa “recuperar la rectoría del Estado” en materia de Educación? ¿Cuáles son los argumentos que ofrecen las autoridades educativas, algunos miembros de la comunidad académica y los tomadores de decisión que han promovido tan sui generis“reivindicación”?

Desde que se diseñó la estructura jurídica y una vez aprobadas las modificaciones constitucionales, de la actual “Reforma Educativa” (2012-2013), al iniciar el presente sexenio se dijo que: “La reforma educativa permitió al Estado mexicano recuperar su rectoría en la materia, indispensable para dirigir y lograr los cambios necesarios a favor de la niñez y la juventud, pese a que existen intereses de todo género e inercias de todo origen, sostuvo el titular de la SEP, Emilio Chuayffet.” (Excélsior, 29 enero, 2014, con base en información de Notimex)  Ese mismo discurso oficial se ha mantenido hasta la fecha y ha sido reiteradamente esgrimido por el secretario de Educación Pública en funciones, Aurelio Nuño, durante sus comparecencias y entrevistas ante los medios entre 2015 y 2017. ¿Por qué?

Como se puede notar, desde el principio y en su momento tanto Emilio Chuayffet como Enrique Peña Nieto, y ahora Aurelio Nuño, han incluido en el núcleo de sus discursos la necesidad política de “recuperar” la rectoría del Estado en materia educativa. Pero ¿acaso la Constitución Política y la Ley General de Educación no establecían u otorgaban al Estado, antes de 2013, las facultades jurídicas para ejercer dicha rectoría? ¿Qué había de recuperarse, aparte, si las facultades del Estado en la conducción y dirección de la educación nacional ya estaban conferidas?

Al respecto, la Maestra Lucrecia Santibáñez ofrece un interesante análisis: “Se habla mucho en los medios de que esta iniciativa de reforma es una estocada al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) como si esto fuera su principal objetivo. Aquí habría que recordar, que muchos países con buen desempeño educativo (Canadá, Singapur e incluso Finlandia), tienen sindicatos docentes fuertes. Sin argumentar ningún tipo de causalidad, tener un sindicato fuerte, por sí mismo, no excluye el tener buenos resultados. Hay de sindicatos a sindicatos, por supuesto. En el caso de México el SNTE tiene injerencia en todos los principales programas educativos y goza de poder monopólico sobre las relaciones laborales entre autoridad y maestros. Si le añadimos que juega directamente en la cancha gremial y en la cancha electoral la cosa se complica. Por lo tanto, si cambiar las formas significa ampliar el rango de acción de la autoridad educativa y su posibilidad de mejorar la educación en México, el enfoque estaría justificado.” (Nexos, blog de la redacción, 13 dic., 2012)

Por su parte, Gilberto Guevara Niebla, consejero de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), ha expuesto sus ideas y argumentos sobre este tema: “El objetivo de la reforma educativa es devolver el valor a la enseñanza. Lo que ocurrió con la educación en los últimos 70 años fue que se generó una relación perversa entre el Estado y el SNTE, de  tal manera que el primero hizo concesiones desmesuradas en dinero, plazas, direcciones de escuelas… Entonces, señala, el sindicato comenzó a colonizar, como dice Carlos Ornelas, la esfera directiva del Sistema Educativo Nacional hasta llegar  al punto extremo del 2008, cuando se firma la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), y el sindicato participa directamente en la dirección nacional. “El 50% de la comisión mixta nacional estaba formada por miembros del sindicato”.

“Por esto, con la reforma se busca desterrar, como lo dijeron el gobierno y las tres fuerzas políticas de México, el PAN, PRD y PRI, los antiguos poderes que se generaron en el país durante esas siete décadas, además de que el Estado recupere la rectoría de la educación…”, (Guevara Niebla, en entrevista con Adrián Figueroa, Crónica, 5 ago., 2016).

¿Qué es lo lleva a los políticos y funcionarios del sector educativo a hablar de la supuesta “recuperación” de la rectoría del Estado en materia de Educación en México? Para algunos observadores independientes, como es mi caso, queda claro que el discurso oficial sobre la “recuperación” de la rectoría del Estado en la Educación, ha sido “sobre dimensionado” o de plano “exagerado”, puesto que dichas facultades ya se encontraban establecidas en la Constitución y en las leyes secundarias en la materia: Tres elementos, por mencionar sólo algunos, dan cuenta del aseguramiento de la llamada rectoría del Estado en este ámbito: 1) El control de la nómina y de las plazas de trabajo federales del Sistema Educativo Nacional (que desde 2015 se volvió a centralizar en la CDMX por parte de la SEP); 2) La decisión y facultades absolutas sobre los cambios a los Planes y los Programas de la Educación Básica (que impacta e involucra a la mayoría de los mexicanos) y, desde 2013, de la Educación Media Superior; y 3)  La conducción (con financiamiento incluido) de la formación inicial y continua de las maestras y los maestros del país.

Pienso que la supuesta “pérdida” de rectoría del Estado en materia Educativa, tiene otro sentido más específico: Se refiere, más bien, al conjunto de prácticas corporativas y clientelares que impusieron los gobiernos federales, encabezados por priístas y panistas durante los últimos 40 años, con el beneplácito de las cúpulas sindicales dominantes o hegemónicas, de origen priísta, sobre todo desde el periodo 1989-1992, tiempo en el cual Carlos Salinas pactó esa relación con la maestra Elba Esther Gordillo, mediante el llamado “Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica” (firmado por cierto por Ernesto Zedillo, como titular de la SEP y por todos los gobernadores de la entidades federativas).

Entonces no fue “pérdida” de rectoría, sino más bien “cooptación”, “negociación”, “alianza” o “pacto” político que convenía a ambas partes, sobre todo con fines de control y manejo corporativo de los miles de miembros del SNTE. Así era (¿o es?) la ecuación para ejercer el poder político sobre el magisterio.

Justo sobre este controversial núcleo discursivo (“la necesidad política de recuperar la rectoría del Estado en Educación”), la Mtra. Tatiana Coll, de la Universidad Pedagógica Nacional, se refiere a este asunto como: “El fetiche de la rectoría del Estado y la calidad educativa”.

“Los argumentos más visibilizados que sustentan esta reforma son: la recuperación de la rectoría del Estado en materia educativa y la tan llevada y traída calidad de la educación. La llamada “rectoría del Estado” parece haberse convertido en los nuevos tiempos priístas en la palabra clave que permite explicar, justificar, alabar y llevar a cabo un conjunto de políticas reformadoras. Se “recupera la rectoría del Estado” en educación al encarcelar a la señora Gordillo a pesar de que los charros sigan controlando el sindicato; sin embargo, “no se pierde la rectoría del Estado” al abrir el petróleo a la inversión privada nacional y extranjera cuando sólo se podrán cobrar menguados impuestos; y se “consolida la rectoría del Estado” en telecomunicaciones al aceptar el ingreso del monopolio Slim en televisión y, viceversa, del monopolio Azcárraga en telefonía. Una rectoría del Estado cuyos principios se acomodan fácilmente a los intereses dominantes.”

Así continúa su análisis la Mtra. Coll: “La pregunta evidente sería: ¿qué entienden por Estado y por rectoría del Estado cuando se utilizan para caracterizar procesos tan aparentemente disimiles? Seguramente el meollo radica en que “la injerencia dañina” del SNTE vulnera al Estado, mientras que la “benéfica injerencia” del capital privado lo fortalece. En realidad me parece que es exactamente al revés: en el caso de la educación nunca se perdió la famosa rectoría, es un pretexto para controlar a los maestros, mientras que con relación al petróleo y su apertura al capital privado el Estado está muy dispuesto a cederla; así,  aunque se trasnacionalice, como los bancos, “seguirá siendo de la nación”, maniobras verbales en las que se especializa el priísmo.” (Coll Lebedeff, Tatiana. La reforma educativa, el poder del Estado y la evaluaciónEl Cotidiano, núm. 179, 2013, pp. 43-54. UAM, Unidad Azcapotzalco. México)

La guerra sobre la idea de “colonización” en el vínculo política-educación

El debate sobre la llamada “Colonización” derivada de la difícil relación entre el SNTE y el Estado mexicano, a la que se ha referido Carlos Ornelas, de la Universidad Autónoma Metropolitana, ha generado un explosivo debate, específicamente con Manuel Gil Antón, del Colegio de México, quien ha señalado, palabras más palabras menos, que “no se puede colonizar a alguien con quien se ha sido cómplice o sujeto de una invitación.” Aquí algunos fragmentos del debate conceptual:

“De vez en cuando, Manuel Gil Antón me critica por cosas que él dice que digo, no por lo que escribo… Hoy repite la dosis, reitera lo que ha argumentado en ponencias y otros artículos. En su pieza del 4 de noviembre, en El Universal, Manuel apunta: “Javier Tello, al coordinar una sesión del seminario que organizó el INEE en torno a la reforma educativa, escuchó a Ornelas y al subsecretario (Otto) Granados hablar de la colonización y, con inteligencia, preguntó: ‘¿No habrá sido una colonización por invitación?’. Ornelas respondió que sí, que la colonización ha sido a petición de parte, o bien por contrato o convenio”.

“Una parte de esa cita es correcta, pero corta. En mi respuesta a la pregunta de Javier expresé de manera sintética lo que he expuesto con fundamento en bibliografía y documentado con investigación empírica en varios textos. Recurro a la taxonomía que estructuró Martin Carnoy (“La educación como imperialismo cultural”. México, Siglo XXI, 1977). Los casos típicos de colonización son: 1) por invitación (que fue como comenzó la cosa entre la Secretaría de Educación Pública y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación desde 1946), 2) por convenio (que es como ha sido la mayor parte de los arreglos entre la SEP y el SNTE) y, 3) por conquista, que fue lo que hicieron Carlos Jonguitud Barrios —contra Fernando Solana y Jesús Reyes Heroles— y Elba Esther Gordillo, cuando algún secretario —o secretaria— de Educación Pública no quería ceder.”

“Además, señalo que la colonización que ejerce el SNTE sobre el gobierno de la educación básica siempre estuvo sujeta a los intereses institucionales del Estado. Cuando Jesús Robles Martínez, Carlos Jonguitud Barrios o Elba Esther Gordillo rebasaron los límites, el jefe del Estado en turno los defenestró.” (Carlos Ornelas Navarro, Educación Futura, 8 nov., 2017. Ornelas Navarro es autor del libro: “Educación colonización y rebeldía: la herencia del pacto Calderón-Gordillo. Siglo XXI Editores, 2012).

La respuesta de Manuel Gil Antón:

“En mi texto, critico un concepto que ha empleado con frecuencia (para caracterizar la relación entre la SEP y el SNTE) pues me parece equívoco. No hago, como creo que debe ser, ningún juicio a su persona. Más allá de los desacuerdos, vale la pena, siempre, debatir. Le agradezco la lectura de mi artículo y, con base en las dos contribuciones, los lectores podrán reflexionar sobre el tema.  Lo saluda con aprecio, Manuel Gil Antón.”

Como podemos observar, el debate sobre la necesidad política, estratégica y operativa de “recuperar la rectoría del Estado sobre la Educación, así como sobre la llamada “colonización”, está y estará vivo durante las campañas políticas que se avecinan. Por ello, considero conveniente identificar los hilos finos del tejido que forman parte de esta tela, de la cual por cierto hay mucho qué tejer y destejer desde diversos puntos de vista. ¿Por dónde le quisieran entrar: por lo ideológico, lo político o lo conceptual?

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2017/11/30/rectoria-del-estado-en-educacion

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La Suprema Corte, de nuevo

México / 3 de diciembre de 2017 / Autor: Carlos Ornelas / Fuente: Educación Futura

Ya no es histórico, es parte de la costumbre. La Suprema Corte de Justicia ratificó la tesis de que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación debe ser autónomo de toda influencia política para garantizar su imparcialidad.

Aunque el INEE es un órgano del Estado mexicano, hay la tendencia a pensar que es independiente. No lo es; surge del orden jurídico nacional. Otros observan que la relación de autonomía y dependencia es con respecto a las autoridades. No obstante, el INEE también debe mantener autonomía de organizaciones de la sociedad civil —mas no de la sociedad en su conjunto— y, lo más importante para esta nota, de los sindicatos.

Quizá con ánimo de tantear las posibilidades de entrar por la puerta falsa y debilitar al órgano evaluador antes de que se consolide por completo, la Federación Nacional de Sindicatos de Educación Media Superior impugnó varios artículos de la Ley General del Servicio Profesional Docente y de la ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. La Suprema Corte les cerró esa posibilidad.

El 22 de noviembre, la Corte dejó firme tres preceptos que se derivan de la enmienda constitucional de 2013: 1) excluye a los sindicatos de formar parte de la Junta de Gobierno del INEE; 2) descarta que se autoricen comisiones con goce de sueldo para desarrollar actividades sindicales; y 3) ratifica que la Constitución y la Ley del SPD no violan la libertad sindical ni el principio de negociación colectiva (Reforma, 23/11/2017).

No obstante, deja en claro que exdirigentes de cualquier organización sindical pueden ser miembros de la Junta, pero sólo después de tres años de haber concluido su encargo. Además, tendría que ser por los métodos normales, es decir, que lo proponga el Ejecutivo y lo apruebe el Senado.

Más trascendente, me parece, es que la Corte dejó en claro que usos y costumbres no deben estar por encima de la ley. Es impresionante la cantidad de recursos que los comisionados, aviadores y hasta difuntos (que continuaban en la nómina) le mermaban al gasto en educación. Sobreviven esas formas perversas en algunas secciones estatales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, pero cada vez en menor cuantía. La Corte fue contundente: “No existe disposición alguna que otorgue el derecho a una persona a percibir, de ordinario, un salario por una actividad no desempeñada”.

El otro argumento falaz que desmontó la Corte a los demandantes es que si los sindicatos no participan en los procesos de ingreso, promoción y permanencia del personal se violaba el principio de negociación colectiva. Hoy es el mérito de las personas lo que determina su relación con su puesto de trabajo.

Innegable, la Suprema Corte apuntala ciertos atributos del Estado evaluador, pero también corrobora que el derecho a la educación, tal y como se configuró en el andamiaje constitucional, tiene prioridad por sobre las reglas informales con las que se gobernaba el ingreso y la trayectoria profesional de los maestros.

Los diferentes veredictos de la Corte, unos a favor de Mexicanos Primero, otros en contra de las facciones sindicales, implican que las relaciones de autonomía y dependencia del INEE se perfilan con mayor claridad. Sin embargo, no implica que disfrute de independencia total ni que esté por encima de otros órganos del Estado. Por ejemplo, la Junta de Gobierno debe rendir cuentas al Congreso y participar con la Secretaría de Educación Pública y otras autoridades en diferentes aspectos de la evaluación de la educación.

Con este veredicto, la Suprema Corte contribuye a fortalecer las aristas de la Reforma Educativa; no la blinda por completo, pero afianza elementos para que superviva más allá del sexenio que se encamina a su final.

Fuente del Artículo:

La Suprema Corte, de nuevo

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Firman ley de nuevo sistema de educación pública en Chile

América del sur/Chile/02 Diciembre 2017/Fuente: Prensa Latina

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, firmó hoy una ley que marca el hito inicial de la puesta en marcha del nuevo Sistema de Educación Pública, pilar de las reformas prometidas por su Gobierno.
Casi cuatro décadas tuvieron que pasar para poder levantar la educación pública sobre nuevos pilares, porque sus bases históricas fueron socavadas por quienes no creían en el papel del Estado en una sociedad más justa y más equitativa, destacó Bachelet.

‘Y hoy podemos vislumbrar un nuevo presente y, sobre todo, un nuevo futuro para la educación en Chile’, subrayó la mandataria.

El Sistema de Educación Pública estará integrado por los más de cinco 200 liceos, escuelas y jardines municipales y cerca de mil 500 jardines y salas cuna administrados hoy por los municipios y que pasarán a estar a cargo del Estado.

Según la Presidencia de la República, el proceso de implementación del sistema es progresivo y está previsto que durante este año comiencen a funcionar los dos primeros Servicios Locales, el Puerto Cordillera en Coquimbo y Barrancas en Santiago.

Durante el 2018 los Servicios de Huasco y Costa Araucanía, para posteriormente y de manera gradual, en un plazo de ocho años, vaya instalándose el total de 70 servicios a lo largo del país.

En la ceremonia efectuada en el Salón Montt Varas del Palacio de La Moneda, se firmaron tres decretos con Fuerza de Ley en un complejo entramado que de forma paulatina pasa la responsabilidad de la educación pública al Estado.

‘Hoy no sólo estamos dando curso a una formalidad legal o técnica; estamos marcando un nuevo horizonte de equidad y de calidad para la educación en Chile. La arquitectura de esta nueva educación pública ya está definida’, argumentó Bachelet.

Se sostiene sobre los pilares de la Ley de Inclusión, la nueva Carrera Docente y la ley que crea el Sistema de Educación Pública (…) es un camino en el que hemos perseverado en todo momento (…), concluyó.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=135493&SEO=firman-ley-de-nuevo-sistema-de-educacion-publica-en-chile
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Picasso y la reforma educativa

Por: Manuel Gil Antón

Doy fe que las palabras que siguen son textuales: “Alguien me decía: este, oye, pues es que ustedes nunca son autocríticos. Y yo le contesté: pues como decía Pablo Picasso, nunca hay que hablar mal de sí mismo, que para eso están los demás: dejémosles el placer de hacerlo. Gracias”. A continuación, el auditorio festejó, con risas y aplausos, las palabras con las que concluyó el subsecretario de Planeación y Evaluación de la SEP, Otto Granados Roldán, su participación en la primera mesa, organizada por el INEE, del seminario sobre los avances y desafíos de la reforma educativa. Era el 13 de septiembre del año en curso.

El tema fue el de la evaluación docente. Luego de una exposición por parte del funcionario en la que todo estaba bien y había salido a pedir de boca, el profesor Rodolfo Ramírez, comentarista en turno, realizó una crítica bien fundada, con argumentos y evidencias, a varios aspectos de ese proceso. El eje de su intervención fue que usar la evaluación como mecanismo de control laboral, pervierte su sentido. La evaluación, expuso, si se hace bien, tiene como orientar la mejoría en los procesos de aprendizaje en las aulas y escuelas mexicanas, pues da a conocer al maestro los aspectos en que tiene deficiencias, aquéllos que ha de fortalecer y los que realiza de manera adecuada. Con base en los resultados, se siguen estrategias de formación, estudio y participación con otros colegas para hacer, de manera renovada, lo cotidiano. No ha sido así: mostró a la concurrencia el comunicado de la evaluación a un profesor, lleno de frases huecas, burocráticas en el peyorativo sentido de la palabra, carentes de la más elemental recomendación académica. Así, señaló, no se avanza.

Hizo, además, una distinción fundamental: no es lo mismo evaluar lo que se aprende, que aprender lo que se va a evaluar: lo primero es parte de un proceso de formación que se valora, y lo segundo es, nada más, instruir para “pasar” la prueba. La formación inicial —cuando se estudia para ser docente, especialidad compleja como pocas— y la formación continua (la que acompaña el ejercicio del ocio a los profesores y maestras ya en labores) no deben estar al servicio de la evaluación: es al revés, la evaluación, confiable y válida, ha de ofrecer elementos para que cada vez tengamos mejores profesores. En balde. Palabras al vacío. Ruido frente a la incapacidad de escucha del poder: la propuesta de reformar la reforma, de revisar a fondo todo lo que sea preciso, no suscitó en el subsecretario la menor apertura: todo está atado, y bien atado.

Cual Picasso Pedagógico, con sarcasmo, no acusó recibo de lo dicho por los otros si no le era favorable a su imaginación. Al poder le basta el eco del elogio en boca propia, o apropiada. ¿La crítica? Que la hagan otros. No hurtemos el placer que significa señalar defectos al quehacer de las autoridades. Total, no hay más ruta que la nuestra. Hoy vivimos malos tiempos: si se objeta el modo de cumplir su tarea a los gobernantes, enfadados por la incomprensión de sus denodados esfuerzos, acusan a quien lo expresa de maltrato a las instituciones. La autocrítica es inviable, dado que el gobierno no quiere, benevolente, quitar el placer a otros de cuestionar sus acciones.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/picasso-y-la-reforma-educativa/?platform=hootsuite

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Andalucía pide a sus 2.000 colegios públicos su opinión para reformar la etapa de primaria

Por: El Diario de la Educación

A pesar de que se valora, entre el profesorado, que se pida su perticipación, existen reticencias en cuanto a qué pasará con la información recogida, además de la falta de financiación para asumir ciertos cambios.

“Cuántas veces habéis pronunciado la pregunta ¿Y si nos preguntaran a nosotros? Eso es lo que vamos a hacer. Estamos para preguntaros, para que las personas que mejor conocéis la realidad de nuestros centros educativos, de infantil y primaria, toméis primero la palabra, para que podáis aportar, para que lideréis un proceso de cambio hacia la mejora de la educación”.

Estas son las palabras con las que Sonia Gaya, consejera andaluza de Educación se dirige en un vídeo a la comunidad educativa de la comunidad para explicar, someramente, cuál es la intención de su Departamento de enviar cuestionarios a los colegios desde esta semana.

Unos 2.000 centros educativos de infantil y primaria están llamados a la participación con un cuestionario de 42 preguntas, según informa la Junta de Andalucía, organizadas en varios bloques. El objetivo es que en un mes los claustros de todos los colegios hayan tenido reuniones para discutir sobre el cuestionario. Una vez hecha esta discusión, las direcciones rellenarán el cuestionario recogiendo el sentir mayoritario de los claustros.

Antes de final de año se recogerían todos estos cuestionarios con la intención de introducir los cambios necesarios para que, al menos, algunas modificaciones pudieran estar en marcha a inicios del próximo curso.

El objetivo es, según la misma consejera explica en el vídeo, que los claustros docentes desarrollen una discusión pedagógica en cada centro, para luego poder elevar sus propuestas a la Consejería. “Os pido que hagáis ese debate aquí, en vuestro claustro, que planteéis vuestras propuestas, que nos las hagáis llegar”.

Una discusión y una participación que genera ilusión y desconfianza al mismo tiempo. “Todo lo que sea preguntar al profesorado está bien”, dice Eusebio Córdoba, director del CEIP San Sebastián de Archidona (Málaga). Pero “algunos ya hemos repensado la primaria y la hemos cambiado”, asegura, “y algunos nos miran como bichos raros”. Para este director, una de las dudas importantes es qué ocurrirá con toda esa información que se recoja.

Una compañera, directora en Sevilla y que prefiere no dar su nombre, se muestra reticente: “Ya hemos opinado otras veces y no sirvió de nada”; entre otras cosas, afirma, porque aunque “parece una oportunidad, sin recursos” no se podrán realizar ciertos cambios.

Algo en lo que coincide Córdoba, quien cita el programa de gratuidad de libros de texto como ejemplo. Un programa en el que la Junta de Andalucía invierte millones de euros al año que, dice este director, podría invertirse en otras necesidades, dando mayor autonomía a los centros para actuar.

Entre las cuestiones que la Consejería pregunta a sus centros las hay relacionadas con el currículo (qué asignaturas son más importantes a lo largo de la etapa), las metodologías (áreas de conocimiento vs. competencias), organización escolar, evaluación, convivencia, atención a la diversidad, dirección u orientación.

La iniciativa, que todavía no es del todo conocida en muchos claustros andaluces, sí ha generado movimiento en las redes sociales. En Twitter un buen grupo de maestras y maestros animan a la participación y se alegran de una iniciativa que puede promover la participación. 

Las maestras y maestros no podemos perder esta oportunidad para que se nos escuche. Recuperemos Primaria, no a su Secundarización.

Sobre todo, destaca, la importancia que le conceden al hecho de que la Consejería de Educación escuche lo que tienen que decir quienes trabajan en el aula.

Es una oportunidad en la que el profesorado va a tener voz (y de forma destacada). Me ha sorprendido mucho y bien @EducaAnd para que se cuente con los/as docentes a pie de aula. es expandir la educación. ¡Es hora de hacer una escuela diferente! 👏👏👏https://twitter.com/EducaAnd/status/935113280468680705 

Es muy necesario el cambio en Primaria e Infantil.
Aunque parezca mentira, es tan poco habitual que nos pregunten que hasta nervios tenemos.
¡Imagináis que nos hicieran caso? ¡A docentes!
Deseando participar, aportar y mejorar nuestra labor educativa. https://twitter.com/JuntaInforma/status/935156762952466435 

 

Además de los problemas que puedan surgir por la falta de financiación para asumir ciertas transformaciones, Eusebio Córdoba pone sobre la mesa otro inconveniente. Desde su punto de vista, existe un 20% de profesorado de primaria en Andalucía que esté trabajando de maneras diferentes en sus aulas, ilusionado con el proyecto. ¿Qué ocurrirá si el sentir mayoritario que salga de los claustros no coincide con lo que hace y desea este 20%?

“El momento del cambio ha llegado, el momento de repensar la primaria es aquí y ahora, cuento con todos vosotros”, finaliza la consejera en su vídeo.

 Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/29/andalucia-pide-sus-2-000-colegios-publicos-su-opinion-para-reformar-la-etapa-de-primaria/
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Argentina: Alto acatamiento al paro docente, 90% de adhesión

Argentina/30 noviembre 2017/Fuente: CTERA

El Paro Nacional Docente convocado por CTERA tiene un 90 % de acatamiento en todo el país.

La medida resuelta por el Congreso de nuestra entidad es contra la reforma laboral, previsional e impositiva que impulsa el Gobierno Nacional, reformas que significan un ajuste y pérdida de derechos para los trabajadores de la educación.
CTERA participará de la multitudinaria movilización al Congreso de la Nación junto a centrales de trabajadores y organizaciones sociales.

Desde CTERA rechazamos los nuevos agravios del Ministro de Educación Alejandro Finocchiaro, volvemos a exigir que cumpla la Ley y convoque a la Paritaria Nacional Docente.

Buenos Aires, miércoles 29 de noviembre de 2017

Sonia Alesso
Secretaria General
Guillermo Parodi
Secretario de Prensa

Fuente: http://www.ctera.org.ar/index.php/prensa/comunicados-prensa/item/2913-alto-acatamiento-al-paro-docente-90-de-adhesion

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