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Políticas de privatización, espacio público y educación en América Latina

Autor/a; Rodríguez Gómez Guerra, Roberto A. – Autor/a; Ruiz-Caro, Ariela – Autor/a; Herrera, Diego – Autor/a; López Segrera, Francisco – Autor/a

Año: 2009

País/Ciudad: Argentina

Editorial: CLACSO

ISBN 978-950-808-587-0

Sinopsis: Este libro contribuye a desentrañar las dimensiones multifacéticas de los procesos de privatización que han marcado las políticas educativas en América Latina y el Caribe durante las últimas dos décadas. Los capítulos que lo componen presentan diversos abordajes y análisis, perspectivas e interpretaciones críticas que nos aproximan
a un balance riguroso y fundamentado de los procesos de reforma educativa promovidos por los gobiernos neoliberales en casi toda la región. También, nos alertan sobre el complejo e inestable proceso de resistencia a estas políticas protagonizado por movimientos y organizaciones populares, indígenas, estudiantiles, sindicales
y, particularmente en los últimos años, por un conjunto de nuevas administraciones gubernamentales que han surgido como fruto de los procesos de movilización social contra las iniciativas de privatización y ajuste. Políticas de privatización, espacio público y educación pretende aportar al necesario debate sobre el presente
y el futuro de nuestras realidades educativas, sumergiéndose en la trama de los procesos de dominación y resistencia que, con su implacable dialéctica, marcan las luchas por el derecho a la educación en toda América Latina.
Los capítulos de esta obra componen un conjunto de bloques temáticos articulados.

Descargar: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20100611010211/Gentili.pdf

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¿Por qué dicen que el Banco Mundial está detrás del Operativo Aprender?

Por: Hernan Cortiñas

El jueves 15 de septiembre el ministro Esteban Bullrich participó de una de las conferencias para inversionistas extranjeros realizada en el llamado “mini” Davos. Allí afirmó que “no importan cuánto se invierta sino en qué se invierte”, muy a tono con su rechazo, de hace un par de semanas, a reabrir paritarias.

Hablar de mejorar los resultados sin aumentar la inversión implica, pensando la educación desde su punto de vista empresarial, aumentar la “productividad” de docentes y estudiantes. Con este objetivo e ideología es que están planificando el Operativo Aprender 2016 a realizarse el 18 y 19 de octubre en todas las escuelas primarias y secundarias del país.

Este tipo de reformas basadas en evaluaciones censales, externas y estandarizadas vienen siendo impulsadas y aplicadas desde hace más de 10 años en gran parte de América Latina. El Banco Mundial es su principal impulsor e ideólogo. Esto se puede apreciar claramente en la publicación que hicieron hace dos años titulada “Profesores excelentes, cómo mejorar el aprendizaje en América Latina”. Allí el Banco Mundial analiza la implementación de reformas educativas durante la primera década de este siglo y saca conclusiones para imponerlas con la “menor resistencia posible”.

Un manual del Banco Mundial para reformas educativas neoliberales en Latinoamérica

Centrado en la experiencia de la región, la receta desarrollada en “Profesores Excelentes” se podría resumir en tres pasos. “El primer paso son las pruebas a los estudiantes, con una divulgación transparente de los resultados”; “el segundo paso ha sido la adopción del pago de bonificaciones a nivel de las escuelas, mediante el cual se establece el concepto de pago por desempeño y las escuelas se centran en el progreso del aprendizaje del alumno” y el tercero, la evaluación de los docentes “en forma individual y de manera voluntaria, con el atractivo de recompensas financieras para los profesores que asuman el riesgo de ser evaluados y demuestren un buen desempeño”. El trabajo no olvida a los sindicatos y la resistencia docentes: “Por lo general, los sindicatos se han opuesto a esto, pero con programas voluntarios se puede evitar la confrontación”.

Cabe señalar que es el propio Banco Mundial quien confirma que este tipo de evaluaciones censales a estudiantes, como la que se propone ahora para Argentina, fueron el primer paso de la reforma privatista chilena, “esta secuencia de reformas se implementó en Chile entre 1995 y 2004, más recientemente en el estado de São Paulo”.

Preocupados por la previsible resistencia, el documento recomienda una campaña mediática como la que viene desarrollando Clarín con su “periodismo de guerra contra la educación pública”: “los líderes políticos pueden establecer alianzas eficaces a favor de la reforma entre directivos de empresas y la sociedad civil mediante campañas de comunicación”.

Pero esto es sólo el principio. Una segunda tanda de campaña por una reforma neoliberal es recomendada con la publicación de los resultados de la primera evaluación censal, ya anunciada por el PRO para principios del 2017, ¡junto cuando se estén discutiendo las paritarias! En palabras del Banco Mundial, “contar con datos duros sobre los resultados del sistema educativo es una herramienta política clave. El uso de estos datos por parte de los líderes políticos para justificar las reformas ha sido un factor clave de todas las estrategias que han tenido éxito hasta la fecha”.

Premios y castigos según resultados

Bullrich intenta atenerse al libreto y negar el carácter punitivo de la evaluación, ya que lo recomendado por los organismos de crédito para esta etapa es crear una cultura de la evaluación y concientizar a la sociedad. En otras palabras, naturalizar que vienen operativos ajenos a las escuelas a evaluar a todos los estudiantes de un año y utilizar los datos para convencer a la sociedad de la necesidad de reformas neoliberales.

Sin embargo, el archivo lo delata a Bullrich. En mayo del 2013, en declaraciones para La Nación, afirmó: “si la escuela mejora un 10% con respecto al año anterior podemos darle una nueva biblioteca. Si mejora un 20%, los chicos del séptimo grado podrían viajar a Bariloche. Lo que queremos es que se comprometa toda la comunidad en la mejora de la calidad”. A confesión de parte, relevo de pruebas.

Ahora bien, ¿en qué consisten esto premios y castigos? Según el documento analizado el objetivo es “lograr que los docentes rindan cuentas por su desempeño”.

En este sentido señalan que “los aumentos salariales generales son ineficientes” y que “los buenos sistemas garantizan que los resultados de las evaluaciones tengan consecuencias —tanto positivas como negativas— para los profesores (…) en Chile y Ecuador, los profesores que obtienen puntajes sobresalientes en las evaluaciones pueden recibir una bonificación”. Por todo esto recomiendan “el indicador compuesto utilizado en Brasil, que es un producto de las calificaciones de las pruebas y los porcentajes de alumnos aprobados, es un modelo interesante para que consideren los países”. Esto es toda una provocación cuando los salarios docentes no están alcanzando para llegar a fin de mes y hace falta tomar más cargos u horas para pagar las cuentas del tarifazo.

La evaluación externa: más sobrecarga para la docencia y un adiestramiento para los estudiantes

Otro aspecto muy criticado en los países en donde ha avanzado este tipo de evaluaciones es la sobrecarga del trabajo de los docentes y desviación del estudio de los estudiantes. Incluso Diane Ravitch, una de las responsables de implementar las evaluaciones externas en EEUU durante las presidencias de Bush y Clinton, considera que el sistema de evaluaciones externas fracasó: “observando los efectos concretos de estas políticas, cambié de opinión: ahora considero que la calidad de la enseñanza que reciben los niños es más importante que los problemas de gestión, de organización o de evaluación”.

Diane Ravitch en “Multiple choice: Charter School performance in 16 states” describe el impacto de estas evaluaciones en Estados Unidos, “en muchas escuelas, la enseñanza común se interrumpe varios meses antes de la fecha de los exámenes para dar lugar a la preparación intensiva que se les dedica a estos últimos. Muchos especialistas han determinado que este trabajo no beneficia a los niños, quienes aprenden a dominar las pruebas más que las materias correspondientes”. Además, alerta sobre un vaciamiento de contenidos que implica este tipo de evaluaciones, “la lectura y el cálculo se volvieron prioritarios (para aprobar). Los docentes, conscientes de que estas dos materias deciden el futuro de su escuela y por lo tanto de su empleo, descuidan las otras. La historia, la literatura, la geografía, las ciencias, el arte, las lenguas extranjeras y la educación cívica son relegadas al rango de materias secundarias”.

Otro aspecto a tener en cuenta es la sobrecarga del trabajo docente, que a las obligaciones actuales se les suman las relacionadas con la evaluación. Por ejemplo, en Chile la evaluación integral combina la observación de las prácticas de los profesores en el aula, la producción de un portafolio con la planificación de clases, una autoevaluación, una entrevista con un colega, y una evaluación realizada por el director de la escuela y el supervisor pedagógico. Todo al módico precio de querer el bono para llegar a fin de mes.

Una puerta para los despidos masivos en educación

Sin ningún tipo de tapujos lo explican en “Profesores excelentes”, “las evaluaciones docentes generan datos que permiten a los sistemas escolares lidiar de manera directa y transparente con quienes muestran repetidamente un desempeño bajo. En Chile, Ecuador y Colombia, y en las nuevas iniciativas propuestas en Perú y México, los profesores que en las sucesivas evaluaciones obtienen puntajes en las categorías más bajas del desempeño son despedidos”.

En Chile incluso se fortaleció el proceso de selección, se incrementó la autonomía de los directores y se les exigió una mayor rendición de cuentas: pueden despedir por año hasta el 5% de los profesores de su escuela por mal desempeño.

Lamentablemente no se trata de elucubraciones. En marzo de este año en México, durante la presentación de los resultados de la evaluación 2015-2016, el secretario de educación Aurelio Nuño anunció el despido de 3360 docentes, que generó revueltas en el magisterio mexicano.

Una puerta a la privatización de la educación estatal

En este caso no se trata de la problemática del aumento de la matrícula privada, que también va a ser incentivada por este tipo de medidas, sino del ingreso directo del sector privado en la educación estatal.

Los ejemplos sobran. En 2008, la revista Time citó que Susan Neuman, subsecretaria de George W. Bush y promotora de la ley de evaluaciones norteamericana, señaló que algunos de sus colegas en el gobierno veían esa ley como un caballo de Troya para promover su agenda de privatización, demostrar el fracaso de la educación pública y así hacerla estallar un poco.

Por su parte Diane Ravitch señala que “la profesión magisterial está bajo ataque de aquellos que culpan a los maestros por condiciones más allá de su control”. También advirtió que “si logran quitar a los maestros el derecho de negociar el contrato colectivo, silencian sus voces, con ello eliminan la única fuerza que puede detenerlos. Eso deja el camino abierto para recortar fondos y para entregar más escuelas públicas a las cadenas de escuelas chárter. No permitan que lo hagan”. Asimismo, Ravitch, en un artículo en The Daily Beast, pronosticó que “en los próximos años, los alumnos estadunidenses serán sometidos a más y más exámenes, la industria de los exámenes engordará”. Un negocio redondo, a costa del derecho a la educación.
Que el rechazo a la evaluación se transforme en lucha por la educación pública
Este ataque a la educación pública por medio de evaluaciones censales, externas, estandarizadas y punitivas que se propone llevar adelante el gobierno de Macri plantea la posibilidad no solo de tener una posición de rechazo, sino de repensar los objetivos de la educación pública, los planes de estudio y la relación de sus contenidos con la sociedad. Es decir, tener una política ofensiva de pelear por una educación pública que esté realmente al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre.

En este sentido, se hace necesario fortalecer la lucha por una mejor educación pública, partiendo del reclamo de un aumento inmediato del presupuesto educativo al 10% del PBI, para implementar un plan de construcción de escuelas que garanticen el derecho a la educación desde los 45 días y reformar la jornada laboral docente a 6 horas, con un salario mínimo igual a la canasta familiar y un tope de 4hs frente al curso, destinando el resto del tiempo a tareas de corrección, preparación de clases y capacitación en servicio. Sólo así podremos garantizar las condiciones de enseñanza y de aprendizaje necesarias.

Por todo lo planteado, es imperioso rechazar el Operativo “Aprender 2016” parando masivamente y movilizando este 27 de septiembre, para fortalecer éste y el resto de los reclamos. Al mismo tiempo, es necesario tomar el plan de lucha en nuestras manos, desarrollando un fuerte y profundo debate y exigir desde cada asamblea de escuela, distrital o provincial a la conducción de Ctera un paro nacional de 48 hs. el próximo 18 y 19 de octubre para derrotar de una vez las reformas neoliberales de Macri y el Banco Mundial.

Fuente: http://laizquierdadiario.com/Por-que-dicen-que-el-Banco-Mundial-esta-detras-del-Operativo-Aprender

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Entrevista a Jorge Gantiva: “Necesitamos volver a retomar el sentido de la pedagogía”

Una Mirada Internacional sobre la Calidad de la Educación

En el marco de la convocatoria que a comienzos del año 2014 se formulara en Venezuela, en aras de iniciar un debate nacional sobre la Calidad de la Educación, Luis Bonilla-Molina (LB) conversa con Jorge Gantiva Silva (JG). Jorge, es filósofo egresado de la Universidad nacional de Colombia, profesor titular de la Universidad del Torima, en Ibague, Colombia. Se ha desempeñado como cooperante del Centro Internacional Miranda en distintas oportunidades. Es cofundador del movimiento pedagógico asociado a la federación colombiana de educadores FECODE, que tuvo su momento estelar en la década de los 90 del cual fue directo del cetro de estudio de investigadores docentes entre el año 2000 y el 2005.

LB: Bienvenido Jorge a este contacto internacional.

JG: Muy buenos días queridos compañeros Luis, muy grato compartir con ustedes esta entrevista.

LB: Jorge, te has dedicado en los últimos tiempos a estudiar filosofía política, el tema de la reformación o la redefinición del estado. ¿Qué tareas tiene el estado hoy para poder abordar la transformación del sistema educativo?

JG: Hoy hay una discusión de fondo y es acerca de la discusión y el replanteo entorno al lugar que ocupan las comunidades, la sociedad civil, los sujetos sociales, la subjetividad. Siempre opacado, siempre sobredeterminados por una obsesión de poder estatal, entre otras cosas, por un lado el liberalismo y por el otro el socialismo realmente existente, desde el que quisieron desvanecer las dimensiones de las subjetividades y el papel de las comunidades y por lo tanto de los sujetos sociales y el concreto de los maestros de las maestras, de las instituciones, de las escuelas, de los textos, de los saberes.

Y en ese sentido me ocupo de una reflexión que en América Latina adelantamos un grupo de pensadores en torno a la idea gramciana del estado ampliado para reconfigurar un nuevo papel, una nueva legitimidad, también un poco de lo que Boaventura de Sousa Santos, denomina la reinvención de esa universidad reconstruyendo hegemonía y legitimidad.

LB: Es decir, ¿que para pensar la transformación de nuestros sistemas educativos tendríamos que no dejarles la tarea solo a los gobiernos, sino hacer las políticas desde los maestros?

JG: Ni solo a los gobiernos, ni solo al estado. Tiene que ser un asunto mucho más allá de la obsesiva y sobredeterminante decisiones de la burocracia del estado como tal, y tenemos el gran problema de que hoy, por otro lado, se configura el papel de la neo-corporativización de las políticas públicas que es el dominio de las instituciones financieras internacionales. Entonces, tenemos por un lado ese estado, esos gobiernos, muchos de los cuales han perdido sus soberanías y la sobre determinación de las instituciónes financieras internacionales han opacado, han silenciado, han desvanecido valores fundamentales para la reconstrucción de la Universidad pública de la universidad en general de América Latina y en particular en los países andinos.

LB: Jorge, hagamos un poco de historia. Revisemos la historia del magisterio colombiano de la cual tu no solo fuiste testigo, sino protagonista activo. En la década de los 80, en el movimiento magisterial colombiano se avivó, recogió las banderas caídas y tomó un nuevo protagonismo, comenzaron a publicarse nuevas ediciones de la revista cultura y de educación. FECODE paso a ser no solo un instrumento sindical, sino un instrumento que pensó la labor magisterial. El propio surgimiento del Centro de Investigación Educativas que tú dirigiste es un HITO importante y quisiéramos hacer un balance de ese periodo de oro del magisterio colombiano. ¿Cuáles serían los grandes alcances obtenidos en esa etapa?

JG: El magisterio colombiano venia de una largo periodo de corporativización, por llamarlo así, dominado por una idea maximalista,segun la cual sino cambiaba la sociedad no cambiaba la educación. Eso en una lectura muy empobrecida en la teoría de la reproducción y un poco también bajo la dominación ideologica del determinísmo económico y todo ese fenómeno evolucionista que la versión oficial del marxismo en la Unión Soviética contribuyó a una parálisis de las alternativas y de las posibilidades en amplios movimiento sociales, en particular en la misión sobre la educación, la escuela y la cultura.

El movimiento pedagógico en ese sentido en 1982 marca una ruptura con esa lectura, según la cual sino cambia la sociedad no cambia educación. Hicimos una lectura muy juiciosa de la tercera tesis sobre Fogelman y que si bien las circunstancias sin las que determinan la educación nunca hay que olvidar que esa educación es profundamente social, humana, histórica y por tanto el educador debe ser educado como tal.

El movimiento pedagógico entonces irrumpe como una propuesta cultural, social, de movilización, de organización y quizá lo más precioso es la recuperación de la condición de los maestros y de las maestras como sujetos de saber, en una triple dimensión. Como trabajadores, como ciudadanos y como intelectuales. En ese sentido hubo aportes significativos de varias corrientes, de varias perspectivas, de varias experiencias. Este fue un movimiento plural, muy abierto y FECODE en ese momento, se sintonizó y comprendió el valor de un grupo de intelectuales, el papel de varias universidades sobre todo públicas e hizo un replanteo de esa visión corporativista que siempre ha presionado al sindicalismo y dijimos que a la escuela de la lucha había que unir a la escuela del saber. Por eso hubo un gran movimiento social y cultural por todo el país muy precioso que contó con la participación de maestros y maestras, intelectuales, profesionales, investigadores e instituciones y esa época de oro produjo un gran capital cultural por llamarlo así, de gran producción teórica, de gran producción de pensamiento, de revistas, pero me atrevo a decir de manera muy clara y nítida que eso también contó sobre la base, contó con una decisión, con una voluntad política o dicho de otra manera, el movimiento pedagógico fue posible gracias a un replanteo de la política y su opacamiento, su desvanecimiento posterior responde también a la neocorporativización del sindicato y a la pérdida de la estrategia digamos pedagógica, cultural y sindical que después acuso la dirección y el movimiento sindical magisterial en Colombia.

LB: Sin embargo, el impacto del movimiento pedagógico, en el propio proceso constituyente y la constitución colombiana fue muy importante, ¿Cuáles fueron las mayores conquistas magisteriales en esa constitución de los años 90?

JG: Bueno, entre otros logros y conquistas, la elaboración de la ley general 115 (ley general de la educación en 1994) producto de esa articulación entre movimiento social y saber, entre producción teórica cultural investigativa con el movimiento no social. Esa Ley con toda la limitación logró un importante avance en el sentido de la autonomía escolar, la definición de unos objetivos y criterios de la educación y consagró derechos fundamentales para los educadores y las educadoras. Solo que aún no se había secado la tinta y ya el modelo neoliberal, la apertura era educativa, el impacto de las Instituciones Financieras Internacional, permítame la expresión, perforaba, deshuesaba el logro y el avance de la ley 115 y en ese sentido necesitábamos hacer esa lectura, digamos histórica y política de los avances, de los choques, de las contradicciones, de esa dialéctica del movimiento educativo, pedagógico nacional.

Por el otro, los logros y avances en terrenos sociales, laboral, prestacional de los maestros, también género unos grandes reconocimientos, también en virtud de esa política neoliberal, de privatización, de mercantilización, de flexibilización, destruyó elementos fundamentales que fueron los actos legislativos sobre salud, sobre derechos fundamentales de los profesores y las profesoras.

En este momento precisamente la federación tengo entendido, pues ya llevo un buen tiempo que no estoy en contacto con ellos pero tengo mucho información en el sentido de que muchos de sus derechos que fueron en un momento reconocidos han sido vulnerados y el problema de salud, el problema de las condiciones laborales de los educados, el problema del estatuto. Por ejemplo, se tenía para el movimiento pedagógico un estatuto docente, único y después en virtud de ese proyecto, de esa política fue introducido, fue impuesto otro estatuto y hoy existen dos estatutos que de verdad genera una profunda tensión y en particular el último es que despedagogiza, es decir, le quita a maestro la posibilidad de constituirse en sujeto de saber y cualquier profesión, puede ser, entonces, en ese sentido un docente. Y en ese sentido ser maestro hoy es ser docente. Cumplir la afición y el oficio instruccional de una determinada profesión.

LB: A pesar de ese ciclo de conquistas de los 80, de la expresión de la constitución en los 90 se inicia como tú lo señalabas la ofensiva neoliberal en los 90 y en el año 2000, en los últimos 10 años en Colombia ha vivido un proceso de contra reforma educativas que han llevado incluso no solo a los maestros sino a los jóvenes a las calles a protestar por estas contra reformas. ¿Tu podías sintetizarnos cuales son los rasgos de esta contra reformas educativas de los últimos años?

JG: Si, muy importante esa pregunta Luis. Hoy yo diría que incluso estamos en una contra revolución cultural e incluso los logros neoliberales, progresistas, esas promesas demoliberales no han sido cumplidas de un lado y las pocas del estado social de derecho, plasmadas en la constitución y en otras leyes han sido sistemáticamente desconocidas. Y un hecho regresivo es la privatización de la educación, pero aun mas ese problema de la mercantilización de la educación.

Entonces resulta que para el caso de las universidades tenemos no solamente la empresarización, el emprendimiento, sino tenemos el punto, que los recursos de las universidades muchos de ellos son recursos propios adquiridos sobre la base de la ventas de los servicios, que en Colombia más o menos un 40, 45% de los recursos provienen de la nación y la mayoría son recursos propios. Por eso entonces, las universidades empiezan e internalizan la competencia, a disputarse los recursos y proyectos como tal. Entonces, tenemos una situación grave y es la destrucción del concepto de lo público, del patrimonio histórico democrático de la educación pública, y en ese sentido favorecieron a ese desvanecimiento publico, teorías y proyectos que atacaron la función del papel del estado en el sentido liberal de sus responsabilidades de financiación, universalidad y gratuidad. La propia constitución colombiana del 91 en el articulo 67, dice “si la EDUCACION ES GRATUITA sin menos cabo de aquellos que puedan pagarla”, es decir abre la gran posibilidad . Por eso hoy se paga de acuerdo a ingresos, a los estratos, de acuerdo a una serie de conciliaciones de carácter económico, en la universidad universitaria, por lo tanto no el gratuita.

Y junto con eso hay otro elemento grave y es la focalización. La focalización, es la atención de las mas podres, entonces, esa política asistencialista hace también desvanecer el sentido de los recursos públicos y de la financiacion. Entonces, hay viene la capitación, el sistema ese de focalización, a punto que la asimetría, la desigualdad es enorme y se puede ver con todos los méritos que tiene nuestra querida madre universidad Colombiana, la Universidad Nacional, la Alma Mater nuestra, Entonces, un estudiante mientras vale unos 11 millones, en una Universidad Regional no llega a valer de 800 a un millón de pesos. Todas esas asimetrías se profundizan, y agudizan esa desigualdad. Entonces tenemos, en primer lugar, la destrucción de lo público, del desvanecimiento, del sentido de lo que representa este valor significativo de lo público. Segundo, la perdida de la autonomía, no solamente de las autonomías institucionales, son fuertes, son bravas, se pierde soberanía del país. Es la sobre determinación de la OMC, es la sobredeterminacion de la OCDE. Ahora estamos en función de la organización mundial del comercio y de las decisiones internacionales de la OCDE.

Entonces, por un lado el país pierde soberanía y por el otro las instituciones escolares y las instituciones regionales se ven obligadas a cumplir las metas establecidas por estos organismos internacionales. Entonces, el termino de autonomía hay un resquebrajamiento muy serio.

Y por el otro lado muy lamentable y muy duro es lo que se ha venido llamando es la despedagogizacion, un término muy feo, pero es la perdida del sentido formativo, creativo y el lugar y el sentido los maestros, de las maestras y de la pedagogía.

La pedagogía se convirtió en algo oficioso y en ese sentido cualquiera puede ser profesor, puede ser docente. Esa despegagogizacion significa la pérdida de las dimensiónes, de las relaciónes, de la significación, para una sociedad con tantas precariedades, con tantas limitaciones en medio de la violencia y de esta guerra es un mal costo el hecho de que el estado haya apostado a menos escuelas y a menos maestros con menos recursos atender a mas niñas y niños, mas necesidades educativas y creer que con unas nuevas técnicas y tecnologías se puede sustituir o reemplazar la garantía del derecho fundamental a la educación.

Y aquí tienen un asunto terrible, cruel y es que no está garantizado el derecho fundamental a la educación y en parte se dice que la educación superior es un derecho pero no es un derecho fundamental. Siempre la población tiene que recurrir es a los recursos de tutela, interponer al recurso de tutela para garantizar su derecho, pero su derecho individual. Entonces, son diversas las regresiones, son distintas las situaciones negativas que les implicó esto, la perdida y no es un añoranza romántica y retorica del papel de los maestros, pero a su vez hay que denunciar que todas las políticas educativas, el informe PISA, los informes TIM, ahora la política del consejo nacional de la educación superior es todo “los maestros, lo maestros, los maestros”, entonces esa es un visión también de culpabilizar a los maestros de la gran crisis y por eso definitivamente no podemos aceptar que la magnitud de la crisis pueda ser solo un asunto de maestros, al contrario hay que la disminución, la desvalorización, la despedagogización, el ataque a la profesión, el sabe pedagógico contribuye ‘precisamente a la pérdida del valor histórico de la educación universitaria.

LB: Jorge, sin embargo, en la región, en las campañas electorales, hay un distintivo común que es que el tema de la educación y de la calidad educativa emerge como un tema de agenda política lo vimos en las elecciones en Chile, lo vimos en Centro América y en Colombia tres de lo candidatos más importantes en las recientes elecciones, Clara López, el doctor Uribe y el doctor Santos hablaban de la educación como parte de la agenda política. ¿Esto es para frenar las contrareformas o para seguir en la onda de las contra reformas en la región?

JG: Es para continuar con la contrareforma y por el otro lado para responder con una demanda del movimiento universitario pero por la vía de la coaptación y por la vía de lo que podríamos denominar un reformismo pasivo en el terreno de la educación superior. Y en ese sentido, la propuesta del “sesu” consiste básicamente en incorporar supuestamente, las reclamaciones del movimiento universitario. Tú puedes recordar el gran movimiento del 2011, donde un gran movimiento social universitario, estudiantil y profesoral tumbaron un proyecto de ley pero la contra reforma continuo. Y lo más lamentable es que fue incorporada la agenda oficial un contra reforma paralela que al día de hoy, es lamentable decirlo, el movimiento universitario como ha tenido 6serios inconvenientes no le ha podido dar una respuesta seria y coherente a esa contra reforma del gobierno.

En particular, las izquierdas se mueven todavía de manera muy reactiva y contestataria, e incluso, con ideas muy arcaicas e ingenuas, por ejemplo: Decir que hoy el terreno de la dirección de las instituciones es válido el co-gobierno, por ejemplo, es una idea que no responde a una nueva realidad cuando ya el movimiento universitario ha logrado que lo que necesitamos es un gobierno democrático autónomos elegidos por las comunidades universitarias, por eso hemos defendido en varias universidades el concepto de constituyente universitario. Venezuela, Bolivia y México tienen experiencias significativas sobre constituyentes universitarias.

Creo que necesitamos hacer una nueva valoración del papel de las comunidades universitarias para poder hacer un replanteo de las orientaciones en ese sentido de la institución universitaria. Creo, entonces, que necesitamos hacer también un gran debate nacional y no como dice el gobierno o como dice ya la izquierda en general, que es aumentar el presupuesto a un millón o hacer una reestructuración.

No, yo creo que la única respuesta posible es una crítica radical a esa política universitaria y concreta al concepto de calidad que es una palabra vacía. Es un cambo, es una trampa, es un engaño, y 50 años de la estrategia mundial de la estrategia continental de cualificación en la educación ha hecho más pobres a los pobres. Y ha hecho menos comillas competitivas a la educación latinoamericana y colombiana. Véase todo el conjunto de pruebas, todo eso, es decir, necesitamos reinventar otra perspectiva de la educación universitaria y estoy utilizando la expresión bolivariana de la educación universitaria que no se utiliza en los otros países y mucho menos en Colombia de que la universidad es la expresión jerárquica superior.

Entonces, estamos en un reto muy grande, porque si las instituciones tampoco quieren cambiar, si siguen repitiendo una retahíla de aumento de presupuesto que es importante, si no replantean la totalidad, si no hay un constructo de la universidad seguimos en cambiar para seguir uno mismo, simplemente es acomodarnos, seguir una lógica de adaptación y no hay un replanteamiento como tal. Seguimos en la lógica de las mediciones, de los resultados, de los factores asociables, seguimos con el cuento de las competencias y de la estandarización. Y, entonces, así no se puede cambiar si no hay una modificación sustancial. Por eso, tal vez la única solución posible lo plantea es negar la cuestión relacionada con la idea de la calidad de la educación como tal.

LB: Jorge, ¿pero no es posible pensar en otro enfoque de la calidad educativa, conociendo que más del 90% de la población en nuestros países exige o demanda calidad educativa también entendiendo el termino calidad como un término polisémico y que puede ser abordado desde una perspectiva emancipadora para empujar el movimiento de base y detener las contrarreformas?

JG: Si, pero es que precisamente allí estamos, necesitamos redefinir ese concepto que todos lo sabemos, que tú lo sabes muy bien, proviene del industrialismo, de todo el americanismo, de todo el taylorismo, etc., y no nos ha dado una solución. Es igual como las democracias liberales: nadie niega hoy que la democracia liberal fuera un relativo avance, pero la democracia devino en demofacismo, por ejemplo, y en democracias autoritarias, y en democracias vacías como la nuestra que no responde a la necesidad democrática de nuestros países y de nuestros pueblos.

Yo diría que hay que hacer un esfuerzo por reinventar. Yo pienso que necesitamos definir qué es lo que queremos con la educación universitaria, porque sería válido mantener la idea o el concepto de calidad si vamos a la competencia, pero sostengo ya que en 50 años jamás aquí les alcanzará la tortura, no va a ser posible porque se pueden probar estadísticas que salvo Brasil que medio araña, en una lógica distinta pudiese tener unos niveles de competencia.

Entonces nuestros pueblos, nuestras universidades, nuestras instituciones, nuestros movimientos sociales tienen que reinventar una nueva idea, un nuevo proyecto de educación universitaria y yo creo que las palabras viejas, maxime esta que es una palabra vaia, no nos ayudan para responder a los retos a los desafíos del presente, porque sigue siendo una trampa, y nosotros por ejemplo si seguimos en la lógica del currículo, de la curricularizacion, si seguimos en el tema de la profesionalización, en los tituladeros de las universidades, de qué calidad vamos hablar.

Mira el 87% del profesorado universitario es de cátedra, por flexibilización, por precarización, los salarios. No son ciudadanos de primera categoría y siguen con el cuento, no hay sino tres universidades que a los sumos tienen una revista indexada de primera categoría las A1, la producción es precaria en todo el conjunto de América Latina y eso, no quiero ser una lectura porque es negativa porque Argentina tiene elementos muy avanzados, Brasil, México, Chile; pero ¿en qué lógica?

Entonces yo digo, que a la luz de las consideraciones que hicimos en el movimiento pedagógico, necesitamos replantear el tema de la calidad y de la educación universitaria. Y por ejemplo, dijimos tres cosas, llamemos, si usted quiere, llamar calidades, digamos: ¿cuales son lo objetivos de la educación? Definamos un tema proyecto histórico de país. ¿Qué es lo que queremos?

Yo recuerdo lo de la revolución mexicana, Basconcelos. ¿El analfabetismo como se resuelve? Con organización social, con alimentación y con libros, con maestros.

Entonces, ¿Cuál es el proyecto del país?

Entonces, la desesperación del afán de este país, de este gobierno liberal, el Israel de América Latina, Colombia, quiere pelear y acceder a la OCDE, a ser reconocido en la OCDE hace la alianza del pacifico con una lógica contra revolucionaria al Alba. Entonces, hay que redefinir que es lo que está buscando cada país, cada proyecto político y social.

En el movimiento pedagógico ya está la revista, hicimos amplias discusiones, hicimos acuerdos, objetivo, ideas, autonomías, garantías y condiciones. Mira ¿Cómo vas resolver en America Latina el problema de calidad en Colombia en particular? Con pandillismo, con el matoneo.

En las universidades muchas veces van los estudiantes es a almorzar, a pelear u comidita, es decir, la universidad, la sociedad y los estados tienen que resolver unos asuntos de fondos estructurales, las condiciones de los maestros, la salud. Entonces, es un problema de salud mental, creciente de la salud mental de los profesores y profesoras de Colombia y en América Latina también tengo una información sobre sus salarios y sobre las condiciones. Entonces, la calidad no es todo por eso sostengo que es una palabra vacia, y hay que hacer un replanteo teórico, político y filosófico.

Necesitamos es convocarnos a hacer discusiones. El movimiento pedagógico puso unos puntos: Objetivos, autonomía, maestros sujetos de saberes, discutamos eso. Entonces con el 87% de profesores universitarios en condiciones de precarización de calidad. ¿Cuáles textos escolares? ¿Todavía Santillana y Mac-Graw Hill?

Allí hay un problema de fondo estructural que por eso sostengo la paradoja de Senond de Ner, pero también quiero cerrar este punto con la expresión de Alí Primera, es que aquí en Colombia también los que más saliva tienen mojan más harinas. O lo que dijo Alí Primera a propósito de la expresión bíblica que es más difícil que es “más difícil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico a los reino de los cielos” y dice Alí Primera: “lo que pasa es que se compraron las agujas y se compraron los camellos, o los elefantes”. Así pasa con la educación privada con la de educación de elites. Aquí el salario es una discusión de puntos salariales, donde solo el 5% de profesores está en el grupo de élites. ¿Qué calidad de la educación podemos hablar sobre eso?

. Calidad quiere decir abordar el tema de la personalidad histórica de la juventud, de la niñez, sus comidas, sus condiciones, sus derechos sexuales, su cultura, su mundo, su alimentación con carbohidratos no se forma nada, con azucares. Es decir, esto es un tema que me preocupa y que estoy viviendo en una región con altos índices de pobreza de desigualdad y de violencia, la vivimos con el 87% de profesores precarizados ocupando los últimos lugares, en los últimos, en las regiones apartadas de violencia y en medio de esta belleza natural tenemos las grandes empresas transnacionales disputando los recursos, esa es la otra; las patentes intelectuales.

Luis, la magnitud de esta crisis la necesita abordar el movimiento social, universitario de América Latina y necesitamos convocarlo para hacer un replanteo histórico de esta situación tan grave en las universidades.

LB: Jorge, para ir terminando este primer contacto internacional, nos gustaría que le dirigieras un mensaje a los maestros a las maestras, a los profesores y a las profesoras venezolanas y venezolanos que en sus centros educativos están aprovechando el debate de la calidad educativa para avanzar en ideas, propuestas, respecto a la transformación de nuestros sistemas educativos. ¿Cuál es tu mensaje para ellos, Jorge?

JG: Mi mensaje es mucha valentía, de coraje, de amor, de afecto y de solidaridad. Necesitamos volver a retomar del sentido de la pedagogía, pero del lugar de los maestros, el lugar de los saberes, en mucho mas allá los diálogos de saberes es la reconstrucción del mundo de la vida. Necesitamos hacer un proyecto, expresión de crear un mito para utilizar la expresión de Sorel o utilizada tambien por Gramchi: hay que volver a reconstruir el diario de los maestros y de las maestras, no puede ser de la adaptación, de la corporativización y la cooptación.

Necesitamos hacer un gran esfuerzo por lo que dijo Boaventura de Sousa, hay que discutir nuevamente la legitimidad de la universidad, hay que hacer un replanteo histórico de lo que se ha venido llamando universidad. Venezuela y Bolivia han dado unos pasos de mucha discusión, ¿usted sigue llamando currículo a un trayecto pedagógico’ ¿Cuáles son los textos? ¿El texto Santillana o el texto a los maestros elaborados, los lugares, la titulación?, por ejemplo.

Es decir, necesitamos quebrar también en el nuevo ciclo histórico de nuestra América unas nuevas ideas para asumir ese horizonte, por eso las ideas de Rodríguez, de Simón Rodríguez, las de Benjamin, porque Benjamin nos ayuda también a ponerle freno de mano a la idea de que hay que seguir en el progreso de la competencia, de la estandarización en la homogenización.

Y esa es una locura que nos lleva a la barbarie, porque son los grandes conglomerados internacionales. Tu publicaste en Caracas el libro de la Universidad Secuestrada, esto para los colegas, los camaradas, norteamericanos, revolucionarios mostrando cómo se convirtió Hamburger Univertsity en Magiston University, en Consalita de University, todas unas universidades de garaje y de empresa y muchas de ellas en el complejo militar, industrial militar.

Entonces, necesitamos hacernos un debate de nuestros gobiernos, de nuestros pueblos y por eso pienso, y ese es mi mensaje a los maestros y a las maestras a quienes reconozco como sujetos, como creadores, comportadores, como formadores de la personalidad histórica de los pueblos, convoquemos, unamos nuestras fuerzas, nuestras ideas a una renovación de lo que podíamos denominar movimiento pedagógico latinoamericano en calve emancipadora.

Plantearles debate a los estados, a los estados progresistas, a los gobiernos democráticos, a nuestras instituciones porque no podemos seguir firmando las metas del milenio, las metas de la OCDE, de la OMC, sin beneficios de inventarios.

Entonces, ahí hay un tema de fondo. El magisterio ha hecho propuestas y America Latina. Nosotros hemos hecho propuestas. No se no puede acusar de no haber formulado alternativas incluso en el terreno de la ley. Hemos planteado un horizonte de gobierno para las universidades. Una propuesta de financiación de las universidades. Hemos propuesto una seria de elementos alternativos en el terreno del conocimiento de los saberes y de la investigación, pero no son los dos monopolios del ranking mundial que define lo que nosotros hacemos, lo que nosotros construimos. Los pueblos necesitan inventarios, otra idea, otra propuesta, otros proyectos. Ese es creo lo que yo también aprendí en la experiencia de nuestros pueblos que adelantan experiencias importantes en medio del acoso de la agresión imperialista y de la reacción de la burguesía internacional.

Entonces si hay posibilidades, si hay esperanza, si hay lucha.

LB: Conversamos desde Ibagué, el Tolima Colombiano con Jorge Gantiva Silva, Filósofo y profesor en la Universidad en Tolima. Gracias Jorge por este contacto internacional en el marco de la consulta por la calidad educativa.

Ver la entrevista en:  https://www.youtube.com/watch?v=1MeQEHbbsUk&feature=youtu.be

Fuente de la entrevista: http://www.aporrea.org/educacion/n254912.html

Fuente de la imagen: http://www.aporrea.org/imagenes/2014/07/jorge_gantiva-_colombia.jpg

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De la Macro Política Educativa a las tramas de privatización y control impulsadas por la Reforma

Por Darío Balvidares

En los últimos días de junio, Jill Biden, esposa del vicepresidente de los Estados Unidos, terminó una gira por cuatro países de la región, Costa Rica, Perú, Argentina y Panamá.

La gira tuvo un objetivo claro vinculado con la educación y específicamente con la educación de las mujeres, en una aparente preocupación por el género. Pero, de lo que se trata, realmente, es de vender un producto, “Teach (Her)”.

Teach (Her) es un programa que surge de una alianza público-privada creada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la UNESCO “para cerrar las brechas de género para las jóvenes interesadas en educación y carreras en ciencia, tecnología, ingenierías, artes, diseño y matemática1. Hasta aquí lo que se expone como argumento, que no difiere del otro acuerdo que la entidad mundial para la cultura y la educación realizó con la empresa Gems Education para el desarrollo de programas de formación docente para promover la educación de las niñas y las mujeres, aunque el objetivo real sea intervenir en la Reforma Privatizadora para abarcar mayor espacio en el mercado educativo.

Gems Education pertenece a Sunny Varkey (con quién el presidente Mauricio Macri se reunió en el foro de Davos)2, la empresa es controlada Varkey Gems Foundation, el Ceo de la fundación, Vikas Pota afirmó: “Los negocios pueden y deben jugar un papel mucho mayor en el desarrollo de la capacidad del sector público de mejorar el acceso a la educación y la calidad del aprendizaje, tanto en el mundo en desarrollo, como en el mundo desarrollado. No sólo porque la educación es un bien público, sino porque si los negocios son incapaces de asegurar el talento futuro, esto perjudicará el crecimiento económico mundial3.

Queda claro que los negocios funcionan como motor de la Reforma Educativa. La fundación Varkey incide en el diseño de políticas públicas en materia educativa y es unas de las tantas corporaciones que pugnan por el control global de los sistemas educativos, promoviendo las escuelas privadas de bajo coste y de la implantación de su Global Teacher Status Index4, un sistema que explora (a través de encuestas) la situación docente en cuanto a salarios y el respeto que la sociedad tiene hacia ellos. Por supuesto que llega a conclusiones tales como que “un 75% de los encuestados de 21 países están de acuerdo con que los docentes deben ser pagados según el desempeño de los estudiantes”. El concepto de productividad en Educación, es decir, la aplicación de las reglas del mercado que funciona con los estándares de calidad rediseñados en función pedagógica para formatear y precarizar la función docente.

En los últimos años hay dos conceptos sobre las formas de privatización: la exoprivatización que se caracteriza por un proceso de sustitución de las escuelas privadas sobre las escuelas públicas del Estado. Y el otro concepto es el de la endoprivatización, cuyo modo de funcionamiento es la aplicación de la lógica del mercado al interior del sistema educativo, delegando el desarrollo del curriculum a la iniciativa privada o la contratación de servicios privados en escuelas públicas como la formación docente, la capacitación, las asesorías y los servicios de evaluación, entre otros, que ya los venimos experimentando desde que organizaciones privadas como la Universidad de San Andrés y la Universidad Di Tella tienen a su cargo las capacitaciones de directivos y docentes y la intervención directa en los centros educativos de la ong Enseña por Argentina.

El programa que impulsa Jill Biden, Teach (Her) se enmarca en el proyecto que lleva adelante Michelle Obama, Let Girls Learn, que “invita a niñas y adolescentes del mundo a revalorizar el grado de relación entre educación y mujeres5.

En el encuentro realizado en el Instituto Nacional de Educación Tecnológica, a cargo de Gabriel Sánchez Zinny, Ceo de la empresa Kuepa.com, el Ministro de Educación, Esteban Bullrich, esperaba a la segunda dama para el lanzamiento del Programa Becas para intercambios Educacionales entre Argentina y los Estados Unidos. Son las becas Fulbright para capacitar universitarios graduados. En la misma sintonía de intercambio está Formar Foundation, la offshore creada en Florida, Estados Unidos, que aparece en los Panamá Papers, cuyo director es el propio ministro, Esteban Bullrich y el vicedirector, Gabriel Sánchez Zinny.

Recordemos dos cuestiones, la Fundación Fulbright está financiada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, que recibe la partida ordenada por el Congreso. Esta es la injerencia del país del norte en cuanto a las definiciones sobre el proceso de reforma educativa. Y la segunda cuestión son los acuerdos con la UNESCO: el programa Teach (her), que está patrocinado por la Fundación Bill y Melinda Gates (la que más presiona e invierte por la privatización total del sistema norteamericano y en la industria de pruebas estandarizadas) y el proyecto Let Girls Learn, que impulsa la esposa del presidente Obama y que recibe financiación del Banco Mundial por 2500 millones de dólares.

En otro orden (o en el mismo), Jill Biden finalizó su gira en Panamá, donde asistió a la inauguración de la ampliación del Canal. Según la agencia EFE: “Biden se reunió con autoridades gubernamentales y representantes de la Sociedad Civil para abordar asuntos relacionados con el fortalecimiento económico y las oportunidades educativas para mujeres y niñas” es decir, para vender su producto, Teach (Her).

Pero, podríamos sospechar algo más, la ampliación del Canal debe responder al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), esto es al Tratado de Libre Comercio (TLC). No olvidemos que los procesos de privatización de la educación se aceleran en este tipo de tratados, es el caso que hoy se está viviendo en México, entre otros países de la región, gracias a la firma del tratado (NAFTA).

Veamos cómo influye el Tratado de Libre Comercio: “ La firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), entre Estados Unidos, Canadá y México, que entró en vigor el 1 de enero de 1994, dio inicio a un proceso de entrega y degradación de la sociedad mexicana como nunca antes se había verificado. No es intención de estas líneas analizar las nefastas consecuencias para el pueblo mexicano que ha traído la firma de ese tratado, pero sí cabe destacar, que junto a la devastación del campo, la proliferación de la delincuencia organizada y el narcotráfico, el festín de las trasnacionales y el remate del patrimonio nacional, están los avances en la escalada de privatizaciones que incluye, con todo descaro, el de la educación… ”.6

De la obscenidad reformista a la inversión especulativa: el control absoluto de los sistemas

El gran negocio de millones de dólares que promete la Reforma tiene múltiples perspectivas, la competencia entre las corporaciones, también acuerdos con organismos internacionales, grupos de inversión promocionados por el Banco Mundial y otras entidades financieras.

La estrategia de realizar acuerdos con los gobiernos y sus dependencias es que les permite a las corporaciones, vía fundaciones y ong’s, aumentar sus ganancias y que los gastos se solventen con dineros públicos; como ejemplo tenemos la ong “Enseña por Argentina” (subsidiaria de “Teach for América” e integrante de la red Teach for All) en la que a sus “reclutas” (docentes) se les paga con dineros públicos del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La Reforma incluye procesos de tercerización, es decir de transferencia de dineros públicos a las arcas privadas corporativas.

Según el informe del II Seminario Internacional: Privatización de la Educación en América Latina y el Caribe (ya citados) un fuerte conglomerado de corporaciones en acuerdo con entidades internacionales de crédito generan espacios de inversión con el objetivo de controlar los sistemas educativos.

Además de participar Departamentos de Estado de los países centrales, como ya hemos visto, la participación del Departamento de Estado de los Estados Unidos a través de la “becas Fulbright” y del Programa “Teach (Her)” promocionado por Jill Biden, también el Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) del Reino Unido tomó la iniciativa en la creación del Fondo Strategic Impact Evaluation Fund (SIEF).

El SIEF está gestionado por el Banco Mundial y destinado al desarrollo e implementación de proyectos de evaluación de la educación básica y de la educación de primera infancia. Financia proyectos relativos de la evaluación de desempeño docente, la medición de calidad educativa e incluso el análisis del impacto de las escuelas privadas de bajo coste.

En el mismo sentido, la Global Business Coalition for Education (GBC-Ed), una fuerte coalición empresarial, tiene por objetivo liderar la causa de la Educación junto con los gobiernos y otros aliados en el ámbito mundial. Dice en su propia página web: “Para las empresas, la inversión en la educación promueve el crecimiento económico, conduce a sociedades más estables, fomenta comunidades saludables y hace que sea más fácil hacer negocios. La educación estimula la innovación y aumenta las capacidades de los empleados, el potencial de ingresos de los consumidores y la prosperidad de las comunidades en las que opera negocios.7

La mirada corporativa de la educación es absolutamente sesgada, ven la educación como una capacitación de tipo empresarial, necesaria para la empleabilidad, el universo de los negocios y el consumo.

Lo interesante es, incluso, cómo se presentan esas empresas de orden meritocrático en relación con la inversión. Utilizan la clasificación que va de miembros de Platino, pasando por los de Oro, para finalizar con los de Plata. Como no es del interés de este trabajo mostrar la taxonomía empresarial, sólo presentaremos algunas de las que integran la Coalición: Chevrón, HP, Lego, Intel, Discovery Communications, Pearson, Nokia, Western Union, Exxon, Gems, Microsoft, Credit Suisse, entre otras.

Por este lado aparece, también, la Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Educación (REDUCA), una red impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que asocia organizaciones de 13 países latinoamericanos y caribeños, su objetivo es tener injerencia en las políticas educativas con sus programas. También es importante destacar que la mayoría de estas organizaciones son empresariales y construyen alianzas público-privadas con los gobiernos. En el caso de Argentina la organización Proyecto Educar 2050, de la que ya hemos hablado en artículos anteriores, es la que participa de REDUCA.

Pero la que merece un párrafo destacado es la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID por sus siglas en inglés). Alineada con la Reforma, sostiene la educación por competencias para el mercado laboral y de aprendizajes medibles, no es casual que esto se lleve a cabo en los países pobres. En el caso del acuerdo firmado entre la Agencia y el Ministerio de Educación de Guatemala se puso en marcha el proyecto Education Reform in the classroom (Reforma Educativa en el Aula)8 desde 2009, que por supuesto obedece al principio de “desempeño”, los docentes fueron capacitados por la Agencia para luego ser evaluados según su “desempeño”, es decir que se mide su desempeño de acuerdo con el desempeño de sus alumnos. Es el modelo de formateo y precarización del trabajo.

El objetivo es imponer políticas y reformas en los sistemas educativos. En el acuerdo firmado con Perú, en el mismo sentido que en Guatemala, se desarrolla un proyecto cuyo título es Quality Basic Education Reform Support, también es un proyecto de monitoreo del desempeño docente.

También en Perú, se desarrolla el proyecto SUMA, que define su objetivo de esta manera: “El proyecto SUMA es una iniciativa de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID/ PERU) que busca fortalecer la capacidad de gestión descentralizada de la educación en los tres niveles de gobierno y mejorar la calidad de la enseñanza en la educación básica en las áreas menos favorecidas del país”9. La gestión descentralizada lleva implícito el concepto de charterización, esto es, gestión privada de escuelas públicas.

Estos son claros ejemplos de la dirección que tiene la Reforma y sus vertientes. El control global de la educación se está materializando de la mano de estas políticas asumidas por los gobiernos como propias. Las políticas de control sobre los sistemas; afianzando la estandarización del conocimiento, esto es desarrollar aquél conocimiento de carácter instrumental que sea funcional al mundo corporativo. Y para este fin las alianzas público – privadas son esenciales para llegar al objetivo: la privatización global de la Educación.

Por eso es necesario el dinamismo de la Reforma, el continuo movimiento, porque, como ya hemos dicho, la Reforma es el proceso, el espacio de la lenta pero continua toma del control político de la situación educativa.

Breve paréntesis: Una de espías y modelos didácticos

¿Cuál es la intensión de la USAID en dar “ayuda” en Educación; una de las agencias estadounidenses más denunciada y cuestionada junto con la CIA y otras organizaciones del mismo origen?

Es de público conocimiento que gobiernos de distintos países la han acusado de injerencia en los asuntos internos de las naciones en las que presta “ayuda”.

La revista Foreign Policy recuerda en un artículo que durante las décadas de 1960 y 1970, la agencia se asoció con la ahora clausurada Oficina de Seguridad Pública de la CIA, un departamento señalado de formar a cuerpos de seguridad extranjeros en «técnicas de terrorismo y tortura». Aunque la Usaid siempre ha negado participación en este tipo de actividades, en 1973 el Congreso decidió eliminar el programa, debido a que tales acusaciones estaban dañando la imagen pública de EE.UU.

Cuando el programa fue cerrado, la Usaid ya había ayudado a capacitar a miles de militares y policías en Vietnam, Filipinas, Indonesia, Tailandia y otros países que ahora son tristemente célebres por su trato a los disidentes políticos. Señala el artículo.10

Y continúa: En épocas más recientes, las supuestas actividades de intromisión por parte de EE.UU han sido denunciadas no sólo por Cuba, sino también por países como Venezuela, Bolivia y Rusia. «Lo que ha hecho la Usaid, al igual que otras organizaciones como la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) y el Instituto Republicano Internacional (IRI), es proveer una especie de cubierta para que el Departamento de Estado financie directamente actividades de la oposición venezolana, incluso a organizaciones que estuvieron vinculadas con el golpe de Estado de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez», explicó a BBC Mundo George Ciccariello-Maher, profesor de la facultad de Historia y Política de la Drexel University de los Estados Unidos.

Como vemos la USAID, también posee modelos “pedagógicos” para intervenir en las políticas extranjeras, ahora en asociación con los Ministerios de Educación, “ayuda” a fortalecer el proceso de la Reforma Privatizadora.

El Modelo Argentino del Programa interesado en la Mujer, pero…

El mapa de las organizaciones no gubernamentales (en alianzas con las entidades financieras internacionales o el Departamento de Estado de los EEUU o subsidiarias de corporaciones internacionales o en alianza con organismos de cooperación) preocupadas por la Mujer, los Niños, la Pobreza, el Medio Ambiente, el Desarrollo Sustentable, la Educación y la Salud es tan complejo como el mapa de los Negocios que surgen de esas relaciones.

Uno de los modelos que continúan en la misma línea con la que abrimos este trabajo y que tiene que ver con la venta de productos sobre el tema “Inclusión de la Mujer”, que propone el programa Teach (Her) patrocinado por Jill Biden o el proyecto promocionado por Michelle Obama, Let Girls Learn, es el que propone la ong Voces Vitales Argentinas, subsidiaria de Vital Voices Global Partnership.

La co-fundadora de la filial argentina es la actual titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, que en ocasión de un encuentro internacional convocado por la central, Vital Voices Global Partnership en 2009, con referentes de distintos ámbitos, en La Pietra, Villa que la Universidad de Nueva York posee en Florencia, Italia, la cofundadora de la filial argentina decía: “ En La Pietra nos pusimos cuatro objetivos para 2020: igualdad ante la ley, igualdad en los negocios, igualdad en la educación e igualdad en el trabajo. El primer paso es que todo el mundo entienda que invertir en las mujeres es la estrategia más inteligente para potenciar el desarrollo en todos los niveles. Necesitamos que los líderes económicos mundiales pongan el tema en sus agendas. Por suerte, la evidencia de los logros de los últimos años es una prueba irrefutable.”11

No es tema de este trabajo hacer un análisis de discurso, pero “invertir en las mujeres” no parece estar pensado para las luchadoras que vienen dejando sus vidas por la igualdad, por la lucha contra la trata, contra la violencia de género, más bien se parece a la cosificación definitiva.

Necesitamos que los líderes económicos mundiales pongan el tema en sus agendas”, dice Laura Alonso. Lo que podemos interpretar como “tenemos una nueva mercancía, hay que promocionarla”.

¿Pero es sólo eso? Una cuestión de negocio utilizando el género como etiqueta. ¿O se oculta algo más?

Se oculta algo más: entre los principales financistas, con un aporte de 100.000 dólares, aparece la Fundación Paul Singer, del empresario titular del fondo buitre que representa a los bonistas que habían quedado fuera del canje pero que ya cobraron.

No solamente Singer aporta dinero a la ONG, sino que también lo hacen WalMart, Goldman Sachs, Bank of América, ExxonMobil, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y el Banco Mundial.

Vital Voices Global Partnership «es una organización no gubernamental creada en 1997 por iniciativa de la entonces Primera Dama, Hillary Clinton, y la ex Secretaria de Estado, Madeleine Albright, con el propósito de promover el progreso de la mujer como parte de la política exterior de los Estados Unidos«.12

Las esposas de los presidentes Clinton y el actual, Obama y la esposa del vicepresidente de los EEUU promocionan el producto “Mujer” siempre vinculado a las inversiones y a operaciones financieras que, en definitiva, también termina como objeto o producto del mercado.

Todos los temas de la Agenda Post 2015 o los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, no son más que etiquetas para el control global de las políticas y por supuesto, la Reforma Privatizadora de la Educación es uno de los objetivos centrales.

Hasta aquí hemos visto como se promueve la alianza público – privada donde el sector privado tiene injerencia decisiva sobre lo público. La paradoja aparece cuando lo público y lo privado se ponen en una relación de igualdad.

1 http://www.efe.com/efe/america/politica/jill-biden-inicia-una-gira-por-america-latina-hablando-de-educacion-mujeres-y-desarrollo/20000035-2961341

2 http://www.lanacion.com.ar/1863791-mauricio-macri-tuvo-sus-primeras-reuniones-en-davos

3 Anexo I: Mapeo de poder- Actores y espacios estratégicos para comprender el fenómeno de la privatización en el campo educativo. II Seminario Internacional Privatización de la educación en América Latina y el Caribe. (versión digital)

4 https://www.varkeyfoundation.org/teacherindex

5 http://www.infobae.com/tendencias/2016/06/25/la-huella-que-dejo-jill-biden-en-su-paso-por-argentina/

6 Bossi Fernando: Reforma Educativa a sangre y fuego. Resumen Latinoamericano 22-06-2016

7 http://gbc-education.org/

8 http://www.reaula.org/noticia.php?noticia=43

9 www.minedu.gob.pe

10 http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/04/140404_eeuu_agencia_usaid_en

11 http://www.vocesvitales.org.ar/2011/06/%E2%80%9Ccoalicion-la-pietra%E2%80%9D-una-iniciativa-para-el-gran-salto-hacia-delante-de-las-mujeres-en-todo-el-mundo/

12http://inforegion.com.ar/noticia/22825/fondos-buitres-financian-una-ong-vinculada-al-pro

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La educación que viene, ¿qué viene?

Por Miguel Andrés Brenner

“Un espacio para pensar la educación
como plataforma hacia el futuro.
Dirigido a todo aquél que esté interesado
en la educación y el futuro de nuestro país.”[1]

Educación 137: Nombre extraño tal para hablar de educación en el marco de un congreso que prepara el terreno hacia una reforma más, de las tantas, en épocas de globalización neoliberal capitalista.

Dentro del terreno señalado, ¿acaso los docentes tendremos que irnos acostumbrando a palabras como capital humano, clientes, competitividad, líderes (o liderazgo), talento[2] o bien emprendedores/emprendedurismo, cadena de valor, etc.?

En este breve texto, trabajamos los siguientes tópicos: significado y origen de educación 137, el perfil de los conferencistas, el sentido de las ponencias.

SIGNIFICADO Y ORIGEN DE EDUCACIÓN 137

El 30 de junio de 2016, en la Ciudad de Buenos Aires, acontece el II Congreso de Educación y Desarrollo Económico.
Sus principales tópicos son[3]:

  • Innovación y tecnología[4]
  • Educación continua de docentes
  • Metodologías actuales en educación
  • Ciencia y mano de obra[5]
  • Procesos de evaluación[6]

En función de proponer soluciones, quienes organizan el congreso, afirman la necesidad de…

  • esbozar agendas de trabajo concretas,
  • ambiciosas y multisectoriales, pero realizables,
  • medibles y auditables por la sociedad en su conjunto. [7]

O sea, lo que se afirma es…

  1. la tenacidad con la que las propuestas deben llevarse a cabo,
  2. que dichas agendas deben ser medibles y auditables, como si todo quehacer humano pudiera ser medible (además con medidas únicas estandarizadas) y ser pasible de auditoría externa (la observación es desde fuera, sin compromiso con el “estar” desde el humus o fertilidad propia del aula escolar), mientras que no vale aquello que no pudiera serlo, como por ejemplo, el espíritu crítico, los afectos comunitarios, la traducción intercultural, entre otros,
  3. la intervención de la sociedad en su conjunto, aludiendo implícitamente a las ONGs[8], organizaciones no gubernamentales que son sostenidas por la banca multilateral, por empresas transnacionales, por gobiernos de países imperialistas y por entidades afines a la economía de mercado; entonces, el Estado ya no es autor de sus propias políticas públicas, mientras que sí son autores de las políticas públicas dichas instituciones.

Las palabras de apertura estuvieron a cargo del Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta, mientras que la última conferencia a cargo del Ministro de Educación y Deportes de la República Argentina Esteban Bullrich.

¿Nombre extraño tal para hablar de educación? En la misma página Web, www.educacion137.com se explica el por qué.

Texto resumido:

“En 1871 Chicago era una ciudad pujante, fabril y activa que crecía en comercio y desarrollo urbano a la par que aumentaba su infraestructura y construcciones sobre la base de la madera: casas, ventanas, muebles, edificios públicos, veredas y calles, todo estaba hecho o recubierto de ese material noble, moderno, maleable, funcional y combustible.

Pocos minutos después de las 21 horas del 8 de octubre de 1871 comenzó a arder un establo ubicado en el 137 de la calle DeKoven. Hoteles, edificios federales, departamentos, el edificio de la Corte y muchísimas otras construcciones de todo tipo fueron literalmente devoradas por las llamas, y terminaron cayendo doblegadas. Con más de 17 mil edificios destruidos y daños totales estimados en 200 millones de dólares de la época, el panorama era desolador.

En la actualidad Chicago es una de las mejores ciudades para vivir de los Estados Unidos. Diseño urbano admirable, arquitectura sofisticada, rascacielos de avanzada, transporte público confortable y espacios públicos impecables. Arte, música, cine, educación, gastronomía y turismo alimentan la reputación de una ciudad que del incendio del 71 solo preserva en su bandera una de las 4 estrellas en su memoria.

Cuando hablamos del estado actual de la educación en el mundo, y de la necesidad de que se reinvente, revolucione sus prácticas y resignifique sus mandatos, en algún punto estamos afirmando que lenguas de fuego están pasando por escuelas, universidades y aulas de todo tipo, poniendo de rodillas al sistema. El fuego que atacó al sistema educativo, llamado internet, no quema ni mata, pero destruye el ordenamiento previo, sin permitir reconstruir sobre los mismos fundamentos. El viento de Chicago, aliado del fuego, en este caso toma la forma de la banda ancha, la conectividad satelital y los sistemas de redes inalámbricas. Cuanto más fuerte el viento y más potente la conectividad, más imparables, más inútil se hace combatirlos. Solo resta esperar que fuego y viento consuman la madera, y convocar a los jóvenes pedagogos para pensar un sistema nuevo.”

Los núcleos conceptuales relatados en “educación 137” son:

  1. a) Chicago ciudad devastada por el fuego,
  2. b) reconstruida por el ingenio humano,
  3. c) la internet que como lenguas de fuego arrasa contra un vetusto sistema escuela que se resiste a morir,
  4. d) y a partir del calor de ese fuego reinventar un nuevo sistema pedagógico, el viejo cae ipso facto por su total inadecuación a los tiempos modernos[9].

Re-veamos interpretando:

  1. a) para el sistema escuela de todo el mundo Chicago es paradigma, ciudad de los EE.UU., modo de colonización,
  2. b) el ingenio humano puede reconstruir creativamente, la ingeniería, la tecnología, es decir, la escuela tal como se halla no sería parte de un sistema económico político injusto, sino de una novedosa tecnología a la que no se adaptó,
  3. c) es la tecnología la que va a salvar a la escuela, no las ansias y luchas por mejores condiciones de vida para nuestras comunidades,
  4. d) desde aquí habría que reinventar un sistema pedagógico, aunque a partir de jóvenes pedagogos, todavía no contaminados por una vetustez inconducente, habría que “formatearlos” esperando la caída por sí sola de una escuela “que ya no da para más”.

Así, los valores predominantes tienen que ver con el individualismo, la meritocracia, la tecnocracia, el rendimiento práctico/operativo eficiente y eficaz[10] más allá de un sentido comunitario de justicia y solidaridad.

EL PERFIL DE LOS CONFERENCISTAS

La mayor parte de las ponencias se encuentran a cargo de CEOs /Chief Executive Officer: Director Ejecutivo o Gerente Operativo/. Así, por ejemplo:

  • Gerardo della Paolera, CEO de la Fundación Bunge y Born;
  • Sergio Alonso, CEO de Arcos Dorados (es el mayor operador de restaurantesMcDonald’s de América Latina y posee la mayor franquicia de la marca en el mundo);
  • Roberto Alexander, CEO de IBM.

¿Hay alguien que no sea CEO? Sí, por ejemplo, Andy Freire[11], actual ministro de modernización, innovación y tecnología de la Argentina.  Licenciado en Economía magna cum laude por la Universidad de San Andrés, Argentina, y OPM[12] de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard.

¿Hay algún expositor pedagogo? Sí, por ejemplo, Gustavo Iaies. Actual Director de Fundación Centro de Estudios en Políticas Públicas en Argentina (desde 2004). CEPP tiene alianzas, convenios de trabajo, entre otras, con las siguientes instituciones: Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Organización de Estados Iberoamericanos, Comisión Económica para América Latina y el Caribe /CEPAL/, etc., todas ellas con fuerte perfil neoliberal.[13]0000
EL SENTIDO DE LAS PONENCIAS

Los títulos de algunas de las ponencias son:

  • Reconstruyendo la cadena de valor[14] de la educación.

Explicación desde el sentido que le otorga la economía de mercado o neoliberal.

La cadena de valor es un modelo teórico que grafica y permite describir las actividades de una organización para generar valor al cliente final y a la misma empresa. En base a esta definición se dice que una empresa tiene una ventaja competitiva frente a otra cuando es capaz de aumentar el margen (ya sea bajando los costos o aumentando las ventas). Este margen se analiza por supuesto a través de la cadena de valor de Michael Porter, concepto que presentó al mundo en su libro de 1985, “Ventaja Competitiva “.

  • Emprender para el Siglo XXI.

      Explicación desde el sentido que le otorga la economía de mercado o neoliberal.

En este significado, el término “emprendedurismo” fue utilizado por el presidente Barack Obama cuando vino a la Argentina en el año 2016.

Qué quiere decir[15]

  • Definición económica: Realización de cambios de recursos de una zona de bajo rendimiento a una de alta productividad.
  • Definición pragmática: Creación de una nueva pequeña empresa.
  • Definición operativa: Aplicación del talento innovador para engrandecer una empresa ya existente.
  • Definición general: Hacer que las cosas sucedan.
  • Definición popular: Del dicho al hecho, hay una actitud emprendedora.
  • Definición política: Luchar por convertir los sueños en realidad.

Todas las definiciones tienen algo en común, llevan a quienes las realizan en su praxis a convertirse en un ser humano satisfecho de sí mismo y que conoce a sus clientes de forma sorprendente, porque qué mejor forma de saber lo que las personas quieren, cuando son las exigencias de uno mismo.

  • Competencias para el mundo del trabajo.

      Explicación desde el sentido que le otorga la economía de mercado o neoliberal.

La Comisión SCANS, del Departamento de Trabajo, recibió la solicitud del Gobierno de los Estados Unidos de América para que estableciera el perfil de los trabajadores del nuevo milenio por venir en función de programar el perfil de los egresados del sistema educativo. En el documento se afirma en relación a las competencias, homologando la de las empresas a la de la educación: “En el sentido más amplio, las competencias representan los atributos que el empresario de alto rendimiento de hoy busca en los empleados del mañana”[16]

Valga decir críticamente que tanto el término “cadena de valor”, como “emprendimiento” o “emprendedurismo”[17]  y  “competencias” o “competitividad”  tienen una connotación de base económica[18], obviamente, de base económica capitalista. ¿Tendremos que irnos acostumbrándonos a dichas categorías, a sus significados?

¿Son acaso estos nuevos tiempos los que se avecinan? ¿Qué dicen, al respecto, las grandes universidades y sindicatos docentes argentinos?

REFLEXIÓN FINAL

Una especie de “cansancio pedagógico” invade el espíritu docente, los presentes discursos educativos que circulan desde el ejercicio del poder de quienes los producen tienden actualmente a no ser significativos para el maestro de aula. Hay una negativa de maestros y profesores, salvo por obligación, a leer dichos discursos. La lucha docente, en última instancia, se reduce al salario[19]. Acontece, por ende, un terreno propicio a fin de intentar nuevas reformas neoliberales en educación. Solamente una resistencia creativa, no meramente pasiva, es capaz de torcer el brazo al economicismo en la formación de las nuevas generaciones.

[1] Del II Congreso de Educación & Desarrollo Económico. Salón auditorio: Usina del Arte. 30 de junio. Buenos Aires, República Argentina.
[2] file:///C:/Users/Andres/Downloads/CarpetaComercial.pdf  (consulta: 4 de julio de 2016)
[3] http://educacion137.com/acerca-nuestro  (consulta: 2/07/2016)
[4] Toda innovación se referencia a las actuales tecnologías de la información y la comunicación.
[5] Es interesante entrever aquí la importancia que se le asigna a la ciencia no en relación a las necesidades de nuestros pueblos, sino en relación a las necesidades de mano de obra de las empresas dentro del capitalismo vigente.
[6] En negrita, nuestro. Subrayé este término por la importancia que se le otorga a la evaluación dentro de las políticas educativas neoliberales. Cfr. https://labrecha.me/2016/06/10/la-evaluacion-como-practica-politica-opresora-y-colonizadora-o-de-la-evaluacion-del-desempeno-docente/  o  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210356[7] http://educacion137.com/#collapseTwo  (consulta: 2 de julio de 2016)
[8] Para no denominarlas por lo que no son, se ha inventado el término OSC, organizaciones de la sociedad civil.
[9] Aunque no sea este texto el lugar puntual a fin de una explicación, solamente señalo que la palabra “modernidad” y “modernización”, dentro de los modelos teóricos economicistas, excluyen la de “posmodernidad”.
[10] Eficiencia y eficacia son términos muy similares, pero con matices diferentes. Ambos aluden a la adecuación costo-tiempo-beneficio. Eficacia: el mejor resultado en el menor tiempo y con los menores costes. Eficiencia: el mejor proceso en el menor tiempo y con los menores costes. Así, v.gr., un producto puede ser eficaz pero no eficiente, o sea, mantiene una calidad total desde parámetros de mercado pre-establecidos, sin embargo, el proceso de su construcción puede haber tenido altos costos; en este caso, dicho producto es eficaz pero no eficiente.
[11] Junto a Santiago Bilinkis fundó y lideró Officenet, exitosa empresa que revolucionó la industria de distribución de artículos de oficina en Latinoamérica y ha sido caso de estudio en numerosas universidades de todo el mundo. Es creador y Chief Executive Officer de Axialent, empresa de consultoría que cuenta con oficinas en Norteamérica, Latinoamérica y Europa, y se dedica a mejorar el desempeño de las organizaciones a través del liderazgo, el trabajo en equipo y el desarrollo individual.
http://emprendedoresnews.com/emprendedores/andy-freire.html  (consulta: 1/07/2016)
[12] Owner/President Management  program Harvard Business School. Programa de la Escuela de Negocios de Harvard para CEOs de propias empresas.
[13] http://www.fundacioncepp.org.ar/seccion/4/alianzas  (consulta: 1/07/2016)
[14] http://www.webyempresas.com/la-cadena-de-valor-de-michael-porter/    (consulta: 1/07/2016)
[15] http://www.todomktblog.com/2014/01/emprendedurismo.html  Web, blog: Todo Marketing  (consulta: 1/07/2016)
[16] Departamento de Trabajo de los Estados Unidos de América (1992). Lo que el trabajo requiere de las escuelas. Informe de la Comisión Scans para América 2000. The Secretary’s Comission on Achieving Necessary Skills (SCANS). Junio de 1992. (subrayado nuestro). Citado en: Brenner, Miguel Andrés (2011). La escuela como práctica política. Paraná, Entre Ríos, AGMER Editorial. Cap. 2, pgs. 42/43.
[17] «Siento que comparto con usted una visión sobre el siglo XXI que nos desafía a la vez que  nos brinda oportunidades, que es el siglo de la sociedad del conocimiento, del desarrollo de la ciencia y la tecnología, de la innovación, del emprendedurismo”, sostuvo el presidente Mauricio Macri ante el presidente Barack Obama. http://www.canal-ar.com.ar/22869-Macri-y-Obama-hablaron-sobre-ciencia-tecnologia-innovacion-y-emprendedurismo.html (consulta: 1/07/2016) En tanto el presidente Obama sostuvo: “Hemos visto que muchos negocios y emprendedores están invirtiendo con muchos millones de dólares aquí en Argentina, lo cual podría ser parte del programa más amplio de inversiones que puede llevar a nuevos empleos y crecimiento en este país”. (subrayado nuestro)  http://www.telam.com.ar/notas/201603/140674-argentina-estados-unidos-barack-obama-mauricio-macri-comercio-bilateral-lucha-narcotrafico.html  (consulta: 1/07/2016) A su vez, Andy Freire, Ministro de Modernización, Innovación y Tecnología, afirma: “El emprendedurismo tiene que ser un tema de Estado” http://www.radionacional.com.ar/el-emprendedurismo-tiene-que-ser-un-tema-de-estado-sostuvo-andy-freire/  (consulta:1/07/2016)
[18] Al respecto, craso economicismo.
[19] Lucha a la que se acompaña el reclamo por la infraestructura escolar, la asistencia alimenticia de los alumnos, el régimen de licencias, etc.

Artículo enviado por su autor a la redacción de OVE

Fuente de la imagenn: http://www.las2orillas.co/wp-content/uploads/2014/05/neoliberalismo.jpg

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Estados Unidos: Is it time to eliminate tenure for professors?

América del Norte/Estado Unidos/julio de 2016/The Conversatión

Resumen: La Universidad Estatal de Florida descartó recientemente la tenencia para la entrada de nuevos profesores para la facultad. Los Nuevos profesores de esta universidad pública serán contratados sobre la base de contratos anuales que la escuela puede negarse a renovar en cualquier momento

The State College of Florida recently scrapped tenure for incoming faculty. New professors at this public university will be hired on the basis of annual contracts that the school can decline to renew at any time.
The decision has been highly controversial. But this is not the first time tenure has come under attack. In 2015, Wisconsin Governor Scott Walker called for a reevaluation of state laws on tenure and shared governance. As of March 2016, a new policy at the University of Wisconsin has made faculty vulnerable to lay offs.
The tenure system provides lifetime guarantees of employment for faculty members. The purpose is to protect academic freedom – a fundamental value in higher education that allows scholars to explore controversial topics in their research and teaching without fear of being fired.
It also ensures that faculty can voice their opinions with university administration and ensure that academic values are protected, particularly from the increasingly corporate ideals invading higher education institutions.
Our research on the changing profile of university faculty shows that while the university enterprise has transformed dramatically in the last hundred years, the tenure employment model remains largely unchanged. So, has the tenure model become outdated? And if so, is it time to eliminate it altogether?
Growth of adjunct faculty
The demographic of higher education faculty has changed a lot in recent years. To start with, there are very few tenured faculty members left within higher education.
Tenure-track refers to that class of professors who are hired specifically to pursue tenure, based largely on their potential for producing research. Only 30 percent of faculty are now on the tenure-track, while 70 percent of faculty are “contingent” . Contingent faculty are often referred to as “adjuncts” or “non-tenure track faculty.” They are usually hired with the understanding that tenure is not in their future at that particular university, and they teach either part-time or full-time on a semester-to-semester or yearly basis.
Most contingent faculty have short-term contracts which may or may not be renewed at the end of the contract term. As of 2010, 52 percent of contingent faculty had semester-to-semester part-time appointments and 18 percent had full-time yearly appointments.
Researchers suggest that the increase in contingent appointments is a result of the tenure model’s failure to adapt with the significant and rapid changes that have occurred in colleges and universities over the last 50 years.
The most significant of these changes is the rise of teaching-focused institutions, the largest growth being in the community college, technical college and urban institutions that have a primary mission to educate students with little or no research mission. Between 1952 and 1972 the number of community colleges in the United States nearly doubled, from 594 to 1141, to accommodate a large increase in student enrollments, leaving four-year institutions to focus on research and development.
Campuses changed, not tenure system
Most commentators have described the growth of contingent faculty as a response to financial pressures in the 1990s.
But our research shows that this growth actually began in the 1970s when market fluctuations caused unexpected growths in college enrollment. Between 1945 and 1975, college enrollment increased in the United States by 500 percent. However, rising costs and a recession in the late 1970’s forced administrators to seek out part-time faculty to work for lower wages in order to accommodate these students. The practice increased dramatically thereafter.
In addition to enrollment changes, government funding for higher education decreased in the late 1980s and ‘90s. The demand for new courses and programs was uncertain, and so campuses needed more flexibility in faculty hiring.
Further, over the last 20 years new technologies have created new learning environments and opportunities to teach online.
Tenure-track faculty incentivized to conduct research were typically not interested in investing time to learn about new teaching technologies. Consequently, a strong demand for online teaching pushed institutions into hiring contingent faculty to fill these roles.
As a result, what we have today is a disparity between the existing incentive structures that reward research-oriented, tenure-track faculty and the increased demand for good teaching.
Why the contingent faculty model hurts
Critics of tenure argue that the tenure model, with its research-based incentives, does little to improve student outcomes. But the same can be said of the new teaching model that relies so heavily on contingent faculty – it is not necessarily designed to support student learning.
Research on contingent faculty employment models illustrates that they are poorly designed and lack many of the support systems needed to foster positive faculty performance.
For example, unlike tenure-track faculty, contingent faculty have little or no involvement in curriculum planning or university governance, little or no access to professional development, mentoring, orientations, evaluation, campus resources or administrative support; and they are often unaware of institutional goals and outcomes.
Furthermore, students have limited access to or interaction with these faculty members, which research suggests is one of the most significant factors impacting student outcomes such as learning, retention and graduation.
Studies have shown that student-faculty interaction provides students with access to resources, mentoring and encouragement, and allows them to better engage with subject material.
Recent research on contingent faculty has also identified some consistent and disturbing trends related to student outcomes that illustrate problems related to new faculty workforce models. These include poor performance and lower graduation rates for students who take more courses with contingent faculty, and lower transfer rates from two-year to four-year institutions.
Using transcripts, faculty employment and institutional data from California’s 107 community colleges, researchers Audrey Jaeger and Kevin Eagan found that for every 10 percent increase in students’ exposure to part-time faculty instruction, they became 2 percent less likely to transfer from two-year to four-year institutions, and 1 percent less likely to graduate.
Additionally, studies of contingent faculties’ instructional practices suggest that they tend to use fewer active learning, student-centered teaching approaches. They are also less engaged with new and culturally-sensitive teaching approaches (strategies encouraging acknowledgment of student differences in a way that promotes equity and respect).
Consequently today, when the pool of Ph.D. students is growing, the number of tenure-track positions available for graduates is shrinking. As a result, a disconnect has evolved between the types and number of Ph.D.s on the job market in search of tenure, and the needs of, and jobs available within, colleges and universities.
Some estimates show that recent graduates have less than a 50 percent chance of obtaining a tenure-track position. Furthermore, it is graduates from the top-ranked quarter of graduate schools who make up more than three quarters of tenure-track faculty in the United States and Canada, specifically in the fields of computer science, business and history.
A new tenure system?
We appear to be at a crossroads. The higher education enterprise has changed, but the traditional tenure model has stayed the same. The truth is that universities need faculty who are dedicated to teaching, but the most persuasive argument in support of tenure – its role in protecting academic freedom– has come to be too narrowly associated with research.
Academic freedom was always meant to extend to the classroom – to allow faculty to teach freely, in line with the search for truth, no matter how controversial the subject matter. Eliminating tenure completely will do little to protect academic values or improve student performance.
Instead, the most promising proposal that has emerged many times over the last 30 years is to rethink the traditional tenure system in a way that would incentivize excellent teaching, and create teaching-intensive tenure-track positions.
Under an incentive system, when considering whether to grant tenure, committees can take into account excellence in teaching, by way of student evaluations, peer review, or teaching awards. For faculty on a teaching-intensive track, tenure decisions would be made based primarily on their teaching, with little or no weight given to research.
Though not every contingent faculty member would be eligible for such positions, these alternative models can change the incentive structures inherent in the academic profession. They may be able to remove the negative stigmas surrounding teaching in the academy and may eliminate the class-based distinctions between research and teaching faculty that have resulted from the traditional tenure model.

Foto: There are fewer tenured faculty in the higher education system. St. Ambrose University, CC BY-NC
Studies show lower graduation rates as a result of the faculty workforce model. Sakeeb Sabakka, CC BY

Fuente:
https://theconversation.com/is-it-time-to-eliminate-tenure-for-professors-59959?utm_medium=email&utm_campaign=Latest%20from%20The%20Conversation%20for%20June%2028%202016%20-%205130&utm_content=Latest%20from%20The%20Conversation%20for%20June%2028%202016%20-%205130+CID_6225528da3143d2bcbf2ce92bc2cc92c&utm_source=campaign_monitor_us&utm_term=Is%20it%20time%20to%20eliminate%20tenure%20for%20professors

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Otra escuela es posible: Samuel Johsua, Une autre école est possible! Manifeste pour une éducation émancipatrice, París, Textuel, 2003

 

Por: SALUSTIANO MARTÍN

[Reseña de: Samuel Johsua, Une autre école est possible! Manifeste pour une éducation émancipatrice, París, Textuel, 2003]

1.

El año 2003 ha contemplado en Francia la rebelión de los profesores contra la política del Ministerio de Educación. Las huelgas y las manifestaciones se han sucedido y, en cierta medida, han hecho retroceder una política pensada para destruir la enseñanza pública en beneficio de la mercantilización de la educación: en beneficio de la enseñanza elitista, y de la reproducción y ahondamiento de las diferencias sociales. La política neoliberal del gobierno Raffarin se hace eco de las políticas educativas de los otros países europeos, de la política educativa estadounidense. Como sucede con la sanidad o los demás servicios sociales, la educación está en venta. Esa es la música de la globalización neoliberal.

Samuel Johsua, profesor de ciencias de la educación en la Universidad de Provenza y miembro del comité de educación de ATTAC-Francia, se suma aquí a la lucha contra la globalización destructiva y añade, al “otro mundo es posible” de los altermundialistas, un “otra escuela es posible”. La destrucción debe ser parada, pero, para ello, junto a las luchas cotidianas contra los desafueros legislativos de la banda privatizadora, debe ponerse en pie una alternativa: aquí y ahora es posible una “educación emancipadora”. No conservar la vieja escuela pública desigual; impedir la “postmoderna” escuela privada al servicio de los mercaderes (disgregadora del tejido social, destructiva de la fuerza cultural de los grupos sociales desheredados): conseguir una educación (verdaderamente) popular en la perspectiva de una sociedad liberada del despotismo de los mercados.

Johsua divide su libro en tres partes, lógicamente relacionadas. Primero, establece la clase de enemigo que tiene la escuela pública emancipadora, y la profundidad y alcance de los ataques que está sufriendo. Luego, enuncia algunas cuestiones teóricas que extraen de la historia las respuestas que los movimientos obreros y la izquierda política han dado a las necesidades educativas de los expropiados. Por fin, propone sucesivamente los diversos niveles de una alternativa construida hacia adelante (la utopía como acicate), pero que no pierde de vista la deriva destructiva presente ni la actual correlación de fuerzas.

Para señalar el espacio de la lucha por una escuela emancipada, Johsua comienza identificando, en las reformas educativas de los gobiernos socialistas de la era Jospin, una cabeza de puente de la ofensiva neoliberal en el terreno educativo: en Francia (como en Italia o España) la política educativa de los gobiernos llamados de izquierdas (Olivo, PSOE) ha sido funcional al desarrollo de la ofensiva neoliberal. Las políticas neoliberales en la educación, además, forman parte de una política desreguladora en todos los terrenos del tejido social y económico, que ha producido paro, precariedad laboral, contratos basura, superexplotación, insolidaridad, anomia social, pérdida de raíces culturales. La desregulación educativa en Francia tiene como objetivo central la destrucción del sistema escolar republicano, de la escuela pública a cargo del Estado. El método seguido es suprimir el aspecto “nacional” de la educación; lograr la autonomía de los centros, clave de las demás reformas, y, para ello, la descentralización de los poderes educativos (como ya se está haciendo en los países anglosajones): la delegación de las responsabilidades estatales en los niveles micro de la representación política. Aquí también, como en España, se trata de desmembrar el cuerpo de profesores (con la creación de nuevos cuerpos de personal no titular, como los ayudantes educativos), someterlo a distintas normativas, hacerlo depender de diferentes autoridades. Así, la mercantilización de la educación encontrará el terreno abonado para sus propias maniobras de destrucción.

En el 2003, el gobierno derechista de Raffarin prosigue el camino abierto por la llamada izquierda plural: la descentralización se ha convertido en la política educativa. Los discursos “oficiales” ocultan que la escuela no puede estar a salvo de las fracturas sociales que se producen, cada vez más hondas, en una sociedad capitalista que no ve más allá del beneficio económico. Mientras tanto, las medidas de reforma escolar se hacen eco de esas fracturas sociales: tienden a reproducir esas fracturas en el terreno del conocimiento, de las expectativas culturales. La cuestión escolar y la cuestión social no sólo están relacionadas sino que, en el terreno de la política europea, tocan la misma música, ferozmente mercantilista, de la teoría neoliberal.

En esta situación, dice Johsua, la izquierda real ha de plantearse su posición ante la escuela. No está de acuerdo con la escuela tal como existe, pero debe defenderla de los ataques destructivos de quienes están dispuestos a ponerlo todo en venta; se trata, en vez, de defender la escuela como instrumento que consiga el acceso de las clases expropiadas culturalmente a los saberes socialmente validados, a los conocimientos que podrían impedir su manipulación política y con los cuales podría enriquecer su propia capacidad de lucha. Esta posibilidad es lo que tratan de destruir las reformas del sistema educativo que están en curso.

2.

“La ofensiva educativa del capital globalizado”, primera parte del libro, (d)enuncia el calado económico, político e ideológico de esas reformas (23-52). De entrada, Johsua observa “la puesta en cuestión de la ‘masificación’ de los efectivos escolares”, de la educación común para todos. Se trataría de que la escuela cumpliera un papel de estratificador social que ahora, según parece, no cumple: de que hubiera una escuela para los que deben saber para dirigir; otra para los que deben saber para trabajar en las profesiones y oficios más cualificados, y aun otra para los que es preciso que no sepan y se dejen hacer (los que deben obedecer y sufrir los contratos basura). Así, concluye el consenso acerca de los contenidos enseñados en la escuela común: los saberes culturalmente valorados en la sociedad deben reservarse sólo para una parte de la población, la que debería utilizarlos en sus profesiones; otra parte debe obtener sólo un “salario mínimo cultural”, un barniz que cueste poco y facilite la (super)explotación de su trabajo.

La desgana de los políticos ha impedido la profundización de los avances reales que se han conseguido en las escuelas. Con unos medios financieros insuficientes, sólo se consigue que continúen las desigualdades. En la práctica, esto significa la disolución del alcance formativo de los contenidos enseñados. Los pensadores neoliberales piensan que se está pretendiendo enseñar demasiada cultura: los saberes son cada vez menos útiles “para la vida”, ¿para qué quieren saber esos saberes los que no van a tener que utilizarlos nunca? Esto es más que un planteamiento económico: es una conclusión política. ¿Dónde queda, dentro de este discurso que fomenta la ignorancia, el desempeño de la democracia?

La ofensiva de la derecha tiene este eje de enflaquecimiento de los conocimientos para la mayoría, pero tiene, también, de modo coherente con sus intereses de clase, un eje miserable de mercantilización de los conocimientos: el que tenga dinero que los pague. Esa es la función del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) que se quiere aprobar: los servicios públicos deben dejar de serlo para convertirse en negocio privado. La educación debe ser cosa de un empresario que proporciona un producto y de unos clientes que lo compran. Por ese camino, el capital globalizado va a tratar de llegar lo más lejos posible; eso significará la destrucción final de una educación de calidad para todos, la desaparición de la educación como servicio público. En esa dirección opera, dice Johsua, el aumento de la selectividad dentro del sector público, la gestión de las escuelas (incluida la de las evaluaciones) confiada a los empresarios privados, la financiación con fondos públicos de las escuelas privadas: así, se acentuará la segregación entre poblaciones distintas, entre fracciones socioeconómicas de la población.

Un problema fundamental es “la voluntad de los liberales de ‘despolitizar’ al máximo las relaciones sociales (aquí, la cuestión de la naturaleza de los valores y de los saberes transmitidos por una sociedad a las nuevas generaciones) en provecho de los meros mecanismos de mercado” (41). Los empresarios ofrecerán lo que los clientes pidan: ninguna discusión, en el espacio político, acerca de qué saberes son los socialmente más útiles o humanamente más enriquecedores. Jugada maestra: escuelas privadas (con propietarios privados y gestión privada, y sin rendición de cuentas ante los poderes públicos) financiadas con el dinero de los impuestos pagados por una población que, en su mayoría, nunca asistirá a ellos.

La despolitización de las decisiones educativas se consigue con la descentralización, la fragmentación institucional y la diferenciación de los centros escolares. “El efecto buscado es disolver todos los intermediarios políticos susceptibles de interferir con las leyes del mercado globalizado” (44). Eso pone de manifiesto la “hostilidad profunda” que mantiene el discurso neoliberal contra la pretensión de que “la escuela contribuya a crear un espacio político común”, un “espacio público” (45). Por eso, los sistemas nacionales de educación tienden a organizarse según este mismo modelo de fragmentación. Así, “la mercantilización generalizada de las relaciones sociales” desplazará a “la política como espacio en que las decisiones educativas comunes podrían ser tomadas en la duda, el debate y la contradicción” (52). Eso habrá de significar el acto final del proceso de destrucción de la democracia.

Pero la autonomía es sólo aparente, instrumento útil para la penetración financiera de la burguesía; en realidad, el Estado se asegura (y aun refuerza) el control de los resultados obtenidos por los alumnos: la “evaluación condiciona […] lo que se enseña, limitando drásticamente la […] ‘autonomía’ presuntamente acordada al nivel local” (47). La burocracia central se refuerza, ya no en nombre de una autoridad política que debe rendir cuentas, sino en nombre de “instituciones que se sustraen al espacio público”, al “debate político”. Las “evaluaciones realizadas a los alumnos” aseguran que no se les enseñará lo que no se les deba enseñar, presionados los profesores por las exigencias de la evaluación. Así, se puede hacer imposible el aprendizaje sistematizado, el logro de una cultura general basada en saberes disponibles para su aplicación en circunstancias, y a propósito de necesidades, diferentes. De ese modo, “el paso por el estudio sistemático, que constituye la fuerza de la escolarización, es […] considerado como improductivo, incluso nocivo” (51). En relación con esto, se ponen en cuestión las cualificaciones ligadas a los diplomas estatales: no hay saberes generales, sistematizados; hay briznas de conocimientos, que se pueden adquirir privadamente para uso privado.

3.

En la segunda parte de su libro, Johsua describe la educación escolar como “un campo de lucha entre las clases” (53-68). Según él, la educación tiene cuatro funciones: socializar a los jóvenes en una (o más) forma(s) de vida colectiva; transmitir los conocimientos necesarios acerca del mundo natural y social; inculcar un sistema jerárquico de normas y valores; formar la fuerza de trabajo. La educación, en síntesis, trata de construir la futura cohesión de la sociedad, asegurando su reproducción y la comprensión de sus reglas de cambio. Tal función se realiza siempre dentro de una formación social históricamente determinada, y formando parte, por tanto, de unas relaciones sociales en las que una clase es la dominante. Diversas contradicciones atraviesan ese espacio social y afectan al desempeño funcional del sistema educativo, produciendo una “diversidad de educaciones” (56). En una sociedad desigual, la clase dominante trata de imponer una estructura educativa que perpetúe su dominación, que reproduzca el dominio de su propia “cultura”.

Johsua afirma que “el reforzamiento de las instituciones escolares” y “la generalización de la escuela” es un producto del crecimiento del modo de producción capitalista (57). Diversas teorías quieren explicar este hecho: se trataría de 1) controlar las almas y los cuerpos mediante la práctica del encerramiento escolar; 2) imponer, de una manera “profundamente perniciosa”, “la socialización burguesa al conjunto de clases de la sociedad capitalista […] bajo el poder del Estado”. Estas dos teorías confluyen en un punto: se trataría de “arrancar a los niños de sus familias para mejor ofrecerlos al capital” (57). Ésta, dice Johsua, es la posición en Francia de los “guesdistas”, y también Marx estaba en contra de hacer al “Estado el educador del pueblo” (58). Posición contraria es la de Engels y, en Francia, la de Jaurès: ambos quieren “utilizar contra la burguesía los medios culturales dados por la escuela” (59). Según ellos, los aprendizajes escolares (saber leer, escribir, contar) son fundamentales para la lucha contra el sistema capitalista; lo cual, nos dice Johsua, “explica el combate constante de las clases dominadas por el acceso a la educación escolar” (59). La escuela, en realidad, mezcla los aprendizajes técnicos y los aspectos ideológicos. Así, sin el aprendizaje de la escritura “la mayor parte de los puestos de trabajo explotados por el capital no podrían ser ocupados con éxito”. Pero, si se suprimiera esta necesidad “técnica”, “la necesidad del estudio bajo una forma escolar desaparecería, desde el punto de vista de la burguesía”. Por eso, Johsua señala que “en toda posición anticapitalista sobre la educación, es preciso tener en cuenta” (61) que la escuela es un aparato ideológico de Estado y, asimismo, “un terreno de combate para el reconocimiento y desarrollo de los intereses de los dominados” (62). Es más: es la escuela la que mejor favorece el dominio de los saberes en que el “pueblo” debe estar interesado (63).

Así, pues, “¿hay que defender la escuela pública de Estado?”. Johsua afirma que sí, si “puede atestiguarse que la escuela transmite saberes de alcance universal” (64). Los conocimientos fundamentales, en este sentido, serán aquéllos que permitan a cada cual “‘poner orden’ en su comprensión del medio ambiente natural y social”; sobre todo, “el aprendizaje de las técnicas básicas ligadas a la escritura, que condicionan universalmente un número considerable de otros aprendizajes potenciales” (64), haciendo posible formar el propio pensamiento “en el orden de las razones” (65). Así, se puede llegar a conocer el mundo, a orientarse en él y a cambiarlo. Por eso, son necesarias también una “formación del juicio” y una “formación del gusto” (65).

En fin, según Johsua, tres son las cuestiones fundamentales en “el campo de batalla político en materia de educación escolarizada”: 1) “¿Quién es escolarizado?”: “¿educabilidad universal?”, “¿las enseñanzas están abiertas y garantizadas a todos, o están […] reservadas a algunos?”, “si son comunes, ¿hasta qué nivel lo son?”; 2) “¿qué se enseña?”: “¿cómo se define lo que entra en la enseñanza común?”, “lo que se define […] en cuanto a enseñanzas, ¿se corresponde […] con los aprendizajes correspondientes?”; 3) “¿cómo se enseña?”: “¿se enseña en el orden de la autoridad […] o en el orden de las razones?”, “¿en el desarrollo de la competencia entre alumnos o favoreciendo las colaboraciones colectivas?” (67). Estas preguntas abren la puerta del modelo de escuela que Johsua va a ofrecer en la tercera parte de su libro: “Educación y emancipación social” (69-117).

4.

Johsua señala que es vital no ponerse límites en la defensa de la enseñanza pública. Se trataría de “abrir los espacios de lo posible” (es decir, dar a la utopía su papel de horizonte hacia el que caminar) y “ligar las perspectivas de futuro con los combates de hoy” (es decir, saber ver en las necesarias luchas, aquí y ahora, las promesas de una escuela por venir) (71-73). Así, empieza por identificar “cuatro principios directivos”:

1º) “Las funciones de la educación deben ser multidimensionales”, no circunscritas a ninguna finalidad en exclusiva, y, en ellas, la formación de la mano de obra debe representar una función mínima; las necesidades sociales, y no la demanda patronal, deben ser las que centren esas finalidades; no hay que atribuir ninguna legitimidad social a lo que los mercaderes decidan acerca de la formación de los oficios (74-75).

2º) Hay que “reescolarizar la escuela” y “socializar la educación”. Contra la “escuela total” es preciso (re)centrar la escuela en los saberes que sólo ella puede comunicar, en el núcleo de estudio y aprendizaje que sólo ella puede llevar a cabo: hay que rechazar los objetivos que la sobrepasan; los saberes elegidos han de ser universales, al tiempo que no desdeñosos de las diversas pertenencias culturales de la población: el rechazo de los dogmas hace posible la universalidad de los conocimientos; por lo demás, la sociedad entera debe ocuparse de la educación como totalidad, tratando de impedir la desvalorización de los aprendizajes no escolares (76-78).

3º) La escuela que hay que construir debe ser “una escuela abierta al mundo” y “cerrada al capital”. Debe abrirse al pueblo y a la participación de éste en su desarrollo, pero cerrarse al “mercado”; la sociedad a la que sirve la escuela debe participar en su organización, pero hay que impedir las desigualdades que se pudieran producir. En cuanto a los saberes estudiados, su identificación general debe realizarse mediante una decisión colectiva discutida colectivamente, y su gestión profesional debe atribuirse al enseñante como conocedor de las diferentes materias a enseñar. Los derechos democráticos de los jóvenes deben ser asegurados, si no en el aula (donde, en todo caso, el respeto mutuo debe ser la norma), sí en las demás zonas colectivas (pasillos, patio, comedor, …), y ello, también, para desarrollar su responsabilidad pública (78-82).

4º) El “deber social de educación” concierne al conjunto de la sociedad; sin ese apoyo cultural masivo no se puede sostener el “derecho a la educación”. Así, hay que estar en contra de la violencia destructiva de los “gamberros antiescolares”, que, cuando atentan contra la institución escolar, están atentando contra sus propios derechos e intereses. Los “niños de las clases populares” deben pagar el precio del deber de educación con su implicación seria en el estudio; si no lo hacen, “será en el solo beneficio de sus explotadores” (83-84).

Según Johsua, tres son las “cuestiones decisivas de una política educativa” (85-86): ¿Quiénes serán escolarizados según los niveles de enseñanza? ¿Cuál es el contenido de las enseñanzas propuestas? ¿Cómo enfocar su enseñanza? Los “principios de la escolarización común” (87-89) señalan lo básico en toda escuela diseñada “para todos”. 1) La escolarización común significa escuelas comunes sin distinción de poblaciones; sin embargo, se sigue produciendo una separación escolar entre grupos sociales: las desigualdades sociales no están siendo atajadas sino, incluso, naturalizadas. 2) Pueden unificarse los programas, pero la diferenciación de centros hará imposible la unificación real. Deben ser los mismos los centros escolares, los medios puestos a disposición y los programas en su parte común: hay que rechazar el establecimiento de escuelas diferenciadas según la riqueza, el sexo, la religión, el territorio. El principio de educabilidad universal común supone el fin de las escuelas privadas financiadas por el Estado, ya que éstas sitúan la desigualdad en el centro mismo de su existencia. 3) Ha de acabarse con la indiferencia hacia las diferencias sociales reales, en relación con las condiciones materiales ligadas a la participación en las actividades escolares; en este sentido, Johsua exige la gratuidad efectiva y total de la escuela en todos sus pormenores (incluidos, p. ej., los gastos de comedor). 4) No basta con hablar de programas comunes: hay que hacer que los resultados avancen hacia la igualdad, consiguiendo la mejora media en el nivel de los conocimientos y el acercamiento educativo de los extremos.

La escuela “para todos” obliga a plantearse “lo que debe ser abordado en común en la escuela común”, y “el nivel escolar en que comienza y en que cesa la escolarización común”. En este sentido, debe asegurarse “desde los dos años”, dice Johsua, “la escolarización gratuita y precoz en la escuela maternal”. Al otro extremo, por ahora, bastaría con fijar el nivel de llegada de la escuela común en el final de la secundaria (el final del colegio actual, en Francia). Así, se evitarán las diferencias cada vez más profundas entre la mayoría, que alcanza esos estudios, y la minoría (15%), que no va más allá de la primaria. Con todo, el colegio único sigue siendo una meta difícil de alcanzar en términos reales, es decir, como nivel educativo en que es obligatoria la consecución de “resultados comunes” (90). Entre tanto, cumplen una buena función los liceos profesionales, que hay que utilizar como una auténtica segunda oportunidad legítima. Es razonable fijar el límite común en el momento en que empiezan a manifestarse con fuerza “las inclinaciones individuales”, sabiendo que esas “inclinaciones”, propiciadas por los “procedimientos de orientación”, no deben reproducir las diferencias socioculturales de clase, y que esas “inclinaciones”, a menudo, han sido socialmente determinadas. Es necesario vigilar que la elección individual (heredada o construida) no haga peligrar la finalidad igualitaria del colegio común (91).

En el terreno de la formación profesional, Johsua afirma el derecho a una formación cualificadora, que facilite el paso entre diversas orientaciones posibles y que ofrezca medios intelectuales generales para afrontar los diversos trabajos. Aquí, el dominio público del reconocimiento de los diplomas es el obstáculo mayor para la privatización de la educación. En todo caso, debe ser reconocido “un derecho individual incondicional” a la formación continua de por vida, que debe ser cubierto por la oferta educativa pública y que debe alcanzar, no sólo a nuevos aprendizajes profesionales, sino también al acceso al conocimiento especializado, a la cultura general y a la posibilidad de retomar los estudios reglados (92-94).

La segunda “cuestión decisiva” es “el contenido de las enseñanzas”. ¿Qué “cultura común” (95-102) es la que se aprenderá en la escuela común? Hay que estar atentos a la posible introducción de visiones social o sexualmente sesgadas, y procurar no caer ni en el universalismo abstracto ni en el relativismo cultural: un universalismo anclado firmemente en la sociedad real, que no menosprecie de antemano ninguna “cultura”, pero que evite poner a todas al mismo nivel de “verdad”. Para identificar la “común”, debe realizarse un diálogo público que dé lugar a una elección política que implique a toda la ciudadanía y a los poderes públicos. Esta “cultura” debe hacer al alumno capaz de conocer el mundo, de interrogarlo y de actuar sobre él. Debe, así, aprender que existen problemas, instrumentos para abordarlos y “obras” humanas que pueden constituir referencias para la comprensión y la acción; y debe ser capaz de dominar esos instrumentos y esas referencias.

Por lo demás, asegura Johsua, “las religiones y las instituciones religiosas no deben participar en el espacio público en que se produce el debate” que ha de decidir esa cultura común: “la laicidad del espacio escolar debe ser garantizada” (97). La enseñanza no puede depender de las visiones particulares de las diversas religiones. Sin embargo, añade, los poderes públicos deben “hacer efectiva la posibilidad de prácticas diversas, religiosas o no, de manera privada o colectiva”, excepto que sean contradictorias con principios políticos irrenunciables de carácter general (“la igual dignidad de hombres y mujeres, p. ej.”).

En el currículo escolar deberían entrar aquellas obras que hicieran posible la apertura posterior a muchas otras que, de entrada, acaso no fueran objeto de esa “cultura común”. Sólo la elección democrática puede decidir en este terreno, pero el criterio debiera ser “determinar las ‘necesidades en saberes’ de la sociedad, sobre todo las que permitirían a las clases populares luchar por su emancipación” (98): aquellos conocimientos “que pudieran efectivamente ‘sostener al pueblo en los combates de la vida’” (99). Por ello, habría que dar una importancia mayor “a las ciencias de las relaciones sociales”, capaces de dar “una formación crítica y emancipadora” (99). Las ciencias políticas, el derecho, la sociología, y otras áreas del conocimiento social, hasta ahora ausentes del currículo, deberían ponerse en el centro de la escena educativa, modo de superar el “dominio de los prejuicios y del ‘pensamiento único’”, o la variable influencia de los medios de comunicación (100).

“¿Cómo tener en cuenta las diversidades culturales?”. Johsua aboga por “evitar el aplastamiento de las culturas minoritarias/oprimidas”; por diversificar las vías de acceso a la cultura común, siempre teniendo mucho cuidado de no llegar a fines diferentes; por tratar la diversidad en términos de contenidos efectivos dentro de la cultura común; por diversificar el espacio de las actividades escolares (abiertas sobre el mundo), en cada nivel escolar, una vez garantizada la cultura común (100-102).

La tercera “cuestión decisiva” es “¿Cómo enseñar?” (103-107). Para Johsua, “la cuestión pedagógica es también una cuestión política”. Su posición en este terreno está en contra de la vieja escuela republicana y del nuevo modelo neoliberal. Entre la “lógica de la restitución” y la “lógica de la comprensión”, Johsua reafirma su apoyo a la segunda. En este sentido, dice, sería vital hacer trabajar las técnicas de estudio, para aprender y dominar los saberes socialmente validados. Asimismo, añade, sería necesario evitar el encerramiento puramente escolar, dado que el interés real del estudio son sus relaciones con la realidad en que vive el alumno. Otra idea-fuerza de Johsua se refiere al nuevo impulso que debería favorecer los aspectos colectivos del estudio, frente a los puramente individuales. Por fin, afirma que la escuela para todos es incompatible con las orientaciones liberales, que parecen centrarse en el “éxito” como el solo hecho de quedar “delante de los otros”.

Expuestas sus propuestas sobre las “cuestiones decisivas”, Johsua se pregunta si “la ‘escuela de base’ es posible”. Sí, dice, si se trata de “una escuela vuelta a centrar sobre sus [propias] tareas”, si no se trata ahí de la formación de la fuerza de trabajo, sino del dominio por los alumnos de una “cultura común” fundada , no sobre “competencias” vagas, sino sobre saberes socialmente validados. Sí, si se trata de una escuela unificada, sin la división primaria/ secundaria, común, considerada como un “sistema de ayuda al estudio”: “estudio que se desarrolla en clase y fuera de ella”; “estudio de saberes socialmente pertinentes”, pertenecientes a “disciplinas socialmente reconocidas”. Sí, si se ubica dentro de “un marco colectivo coherente” con su finalidad, en que una actividad de estudio colectivo sea posible: tranquilidad de los centros, personal no enseñante en número suficiente, ayudas suplementarias para ciertos alumnos. Sí, si se consigue que sea el “dominio de las prácticas escritas” desde muy temprano, para impedir los desastres posteriores: los fracasos deben solucionarse en los primeros años, antes de que se solidifiquen. Sí, si se produce “una sectorialización rigurosa”, evitando “que las dificultades se concentren en ciertos centros escolares”; lo cual sólo puede hacerse si “el sector privado deja de existir” y consiguiendo que la diferenciación entre estratos sociales no sea infranqueable (108-111).

Para Johsua, el derecho universal a la educación pasa necesariamente por la defensa de los trabajadores de la enseñanza. Vistos como conservadores, es decir, opuestos a las reformas neoliberales, los profesores están siendo sitiados como trabajadores; en este sentido, la precarización masiva socava la mera posibilidad de un servicio público realmente al servicio del público. Johsua defiende la autogestión del conocimiento por parte de los trabajadores de la enseñanza: su derecho a la experimentación y a la puesta en común de las experiencias, y su derecho a la formación profesional: difusión y adquisición de los saberes educativos especializados.

Por fin, Johsua concluye atribuyendo a una cuestión de elección política lo que se haga en el terreno de la financiación de la enseñanza: sin medios económicos nada se puede hacer y es en el espacio público donde ha de discutirse la política presupuestaria y las necesidades de la educación. Se trata de la vieja “cuestión social”: impedir las diferencias abismales entre los extremos, que se ahondan cada vez más en lugar de reducirse en la escuela actual (especialmente en algunas zonas urbanas), y que se ahondarán aún más en la que viene. La “cuestión social” desafía a la escuela y a la voluntad política de los gobiernos.

[Crisis, 5 (2004), 26-31]

Esta entrada fue publicada en Cuestiones sobre la hegemonía social y cultural: los fines de la educación: https://colectivogramsci.wordpress.com/2013/03/10/otra-escuela-es-posible/

Foto: http://www.preavis.org/breche-numerique/auteur4.html

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