Nuevos desafíos para la educación superior en el siglo XXI

América del Sur/Colombia/05.06.18/Por: Diego Arias Serna/ Fuente: www.cronicadelquindio.com.

La educación es fundamental para apoyar la creación de una fuerte base de capital humano y contribuir a un eficaz sistema nacional de innovación.

Mirando con vehemencia al auditorio, Jamil Samil explicó que sin innovación, tanto en ciencia como en tecnología y educación, la locomotora del avance científico nos dejará relegados. / Archivo particular

La universidad del Quindío teniendo en cuenta su reciente acreditación como institución superior de alta calidad por el ministerio de Educación Nacional, tuvo a bien invitar a un experto en educación, el economista marroquí Jamil Salmi. Quienes tuvimos la oportunidad de escucharlo, en el Centro Cultural Metropolitano de Convenciones el 30 de mayo, quedamos satisfechos por todas las enseñanzas que impartió y el estilo de su presentación nos mantuvo cautivos durante su disertación.

Su conferencia la tituló: “Los nuevos desafíos para la educación superior en el siglo XXI” y así titulé este artículo. En esta ocasión gravitaré sobre algunos de los elementos que Salmi trató, pero primero presento una breve semblanza académica de él, quien se jubiló a inicios de 2012 después de trabajar 25 años en el Banco Mundial -BM-, donde fue subdirector del departamento de Educación y coordinador de los programas de Educación Superior, ES.

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Es el autor principal de la estrategia para la ES del BM: “Construcción de Sociedades del Conocimiento: Nuevos Desafíos para la Educación Superior”. Ha sido consejero en la reforma de la ES en más de 60 países en Europa, Asia, África y Suramérica. Uno de sus libros lo tituló: “El Desafío del Establecimiento de Universidades de Primer Nivel”.

Además, es miembro del Consejo de Administración del Instituto Internacional para Planeamiento Educacional, del Grupo Internacional de Expertos en Rankings, la Red Internacional de Asesores de la Fundación del Reino Unido para el Liderazgo en Educación Superior y del Comité Editorial del Periódico de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico para las Políticas y el Manejo de la Educación Superior.

Así que el conferencista tiene los suficientes quilates para que su presentación fuera convincente y que consistió en el desarrollo de dos temas: El conocimiento para la innovación y la innovación para mejorar la enseñanza.

El conocimiento es clave para el futuro

Como el conocimiento es clave para un futuro después del petróleo, porque este debe ser reemplazado debido al daño ecológico y porque al final se agota, una de las primeras imágenes que mostró fue la de un extractor de petróleo tradicional, conocido con el nombre de machín, que consiste de un balancín mediante el cual a través de un balanceo permanente y usando una bomba se succiona el petróleo del fondo del pozo hasta la superficie.

A continuación se refirió a Noruega, país próspero por varios factores: Su riqueza petrolera, su inversión en educación e investigación científica y tecnológica, además, porque han evitado que se presente tanta desigualdad social, como en Colombia que es perversa.

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Después de la imagen del machín, Samil presentó a la primera ministra de Noruega, Erna Solberg y lo que ella ha pensado sobre el futuro inmediato de su país: “No podemos mantener el estado de bienestar sin invertir en conocimiento, y creo que una población bien educada es la clave para prepararse para el futuro. Los empleos en Noruega exigirán conocimiento y experiencia si vamos a poder mantener nuestro estado de bienestar”.

En Noruega, una nación donde la educación no es la mejor del mundo pero sí muy superior a la de cualquier país de América Latina, excluyendo a Cuba —así le duela a más de una persona—, se piensa que deben mejorar en la formación de las nuevas generaciones. Sobre ello se refirió Samil, divulgando lo que expresó Solberg: “Es una preocupación que los estudiantes noruegos obtengan puntajes promedio en exámenes internacionales en matemáticas, lectura y ciencias”.

Agregó: “La prueba Pisa muestra que somos medios y estamos en el medio. Eso no es aceptable para una nación cuyas vidas dependen del conocimiento. Tenemos que llegar a la cima. No en todo, pero necesitamos algunas comunidades universitarias líderes en el mundo y una puntuación más alta para el nivel general de educación”.

La educación es fundamental para la productividad

Hablando recientemente ante la conferencia anual de la Confederación de la Empresa de Noruega, hizo hincapié en la importancia de la educación para aumentar la productividad en el futuro, pero dejó claro que eso no significa que todo el mundo necesite el doctorado. Allí, Solberg también expresó: “El petróleo le ha dado prosperidad a Noruega, pero el futuro de Noruega es el conocimiento. Si podemos crear una sociedad basada en el conocimiento, nos hemos trasladado y preparado exitosamente durante un tiempo después de la era del petróleo”.

En Colombia, desde que se inició la extracción del petróleo en el siglo pasado, poco ha aportado en el desarrollo de la educación, la ciencia y la tecnología, más bien ha generado contaminación, violencia y por supuesto, lo que no podía faltar: Corrupción. En Noruega, por haber contado con excelentes gobernantes, el petróleo ha favorecido al estado de bienestar de su población.

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También presentó el caso de Singapur, país que en pocas décadas, después de ser un país atrasado en ciencia y tecnología y pobre hasta antes de inicio de la década de los 60, hace justamente unos 60 años, en pocas décadas se convirtió en una potencia tecnológica y con un crecimiento económico superior al del Brasil, país que es muy superior en población, extensión territorial y recursos naturales al tigre asiático, igual pasó con Corea del Sur.

Asimismo, se refirió a Finlandia, resaltando la población de Oulu y la empresa Nokia, que fue ejemplo de innovación tecnológica, pero le faltó capacidad de innovación, siendo superada por otras empresas. Sin embargo, el país nórdico, a pesar de la crisis económica y política de 2008 y los efectos sobre la empresa Nokia, no perdió el norte y decidió que el sector tecnológico sería la embarcación para cruzar ese “mar embravecido” de la economía.

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En 2015 ya contaba con 330 compañías tecnológicas medianas que solo en la capital finlandesa facturaron en conjunto 2.400 millones de dólares, y Supercellse convirtió en la empresa de videojuegos insignia a nivel mundial. Paradójicamente, la sede de este nuevo gigante tecnológico está ubicada en el antiguo centro de investigación de Nokia.

Resaltó la importancia de la energía solar

Samil comparó a Chile con Finlandia, teniendo en cuenta su población y doctores vinculados a la industria: Chile 17,6 millones y 185 Ph.D. trabajando en las empresas. Finlandia, 5,4 millones de habitantes y 23 mil Ph.D vinculados con las empresas. Esa diferencia es lo que les ha permitido a los finlandeses estar superando la crisis, lo que ha sido posible por la calidad de la educación, tanto en la educación básica como la superior.

Como dice el ministro de Comercio Kai Mykkänen: “Si no hubiéramos creado el mercado del móvil competitivo, nunca habríamos visto Nokia. Y sin Nokia no estaríamos aquí”. Es decir, como lo resaltó Samil, sin errores no se puede salir adelante. Y estos se cometen en la escuela y en la industria, lo importante es detectarlos y superarlos.

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Igualmente, resaltó el impulso que recibió la energía solar en Finlandia, destacando al Instituto de investigación en Energía Solar y citó cifras económicas: Instituto de Energía Solar ha aportado 3,5 millones de dólares en el sector; por su parte, el Instituto Logístico de Asia  genera 166 mil millones. Todo ello, producto de la innovación que surge de la convivencia entre  instituciones de ES y las empresas. Sin embargo, acá nos alarmamos si alguien plantea impulsar la energía solar y no extraer petróleo.

La abogacía, la profesión con más corruptos

Sobre la innovación para mejorar la enseñanza, Samil planteó varias ideas. Para el futuro expresó: “La mayoría de los cursos serán virtuales. No habrá necesidad de laboratorios y bibliotecas físicos. Las universidades reembolsarán el costo de sus estudios si los profesionales no encuentran trabajo. No les estoy contando una historia de ciencia ficción. Cada una de estas situaciones está empezando a ser real en los países que he visitado”. (Vea también: “Docentes deben capacitarse para la educación virtual”)

Sobre la educación superior y las metas del desarrollo sostenible, manifestó la importancia de los siguientes ítems. “Preparación de profesionales competentes, -aclarando que en la competencia está implícita la cooperación-. Generación de conocimientos, adaptación y difusión del mismo. Fortalecimiento institucional. Valores y habilidades ciudadanas.

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Tal vez, señalando el problema de la corrupción del país, mostró una tabla relacionado las universidades colombianas y las profesiones, indicando que los egresados de las universidades privadas son los más implicados en la corrupción. De las profesiones, la de abogacía o derecho, presenta el porcentaje más alto de corrupción, siendo la de ciencias básicas —física, química, biología y matemáticas—  la que menos tiene, el 1%.

Recomendó que los estudiantes inventen, tomen riesgos, rompan normas, cometan errores. Resaltó la importancia de la selección de los profesores más cualificados, con alta formación: con doctorado y posdoctorado y que estén constantemente cualificándose. Fue una charla muy amena e interesante que, infortunadamente, no llenó el auditorio como debió haber sido.

Fuente del artículo: https://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-nuevos-desafios-para-la-educacion-superior-en-el-siglo-xxi-cronica-del-quindio-nota-120825

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Perú: Familia Punto Com llega a Chiclayo con Taller de Tecnología y Educación

América del Sur/Perú/21 Mayo 2017/Fuente y Autor: rpp.pe

El evento será el miércoles 24 de mayo en el Hotel Casa Andina Select de Chiclayo, a las 6:30 de la noche.

Este mes, Familia Punto Com reinicia en Chiclayo los Talleres de Tecnología y Educación dirigidos a padres de familia y docentes. El evento tendrá como expositor a Jesús Veliz, reconocido periodista tecnológico y conductor del programa Familia Punto Com.

La cita es el miércoles 24 de mayo a las 6:30 p.m. en el Hotel Casa Andina Select de Chiclayo. Para asistir, los interesados deben registrarse en el siguiente link: http://rpp.pe/concursos.php?c=taller-de-tecnologia-y-educacion-chiclayo_368 y recibir el correo de confirmación.

Recuerda que el evento es gratuito pero la capacidad es limitada o hasta completar el aforo. Los inscritos tendrán preferencia de ingreso hasta las 6:45 p.m. A partir de ese momento se permitirá el acceso al público en general hasta completar la capacidad del auditorio.

No dejes de escuchar Familia Punto Com todos los sábados a las 10:30 a.m. por RPP Noticias, gracias a Fundación Telefónica.

Fuente de la noticia: http://rpp.pe/campanas/responsabilidad-social/familia-punto-com-llega-a-chiclayo-con-taller-de-tecnologia-y-educacion-noticia-1051946

Fuente de la imagen:http://e.rpp-noticias.io/normal/2017/05/19/252725_409739.jpg

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Del lápiz al stylus: cómo la tecnología está transformando la educación

El futuro está aquí. Así es como las mentes del mañana ya están siendo incubadas bajo un paradigma completamente diferente. Antes de la revolución digital, la enseñanza se basaba en el uso del lápiz, el papel y decenas de libros repletos de información, opacos en forma y, sobre todo, estáticos en contenido. Unos elementos que fijaban un camino muy definido para los alumnos.

A lo largo del siglo XXI, con la expansión de la revolución digital a todos los ámbitos de la vida cotidiana, la educación está sufriendo una progresiva transformación. Un proceso en el que se abandona el papel y el lápiz en favor de la pantalla táctil, el stylus y el teclado; y con ello, la estática metodología tradicional cede paso al dinamismo, la creatividad y la modularidad.

En este reportaje analizamos la gran influencia que la revolución tecnológica está teniendo en las escuelas, donde las necesidades de los alumnos son cubiertas con una mayor eficacia, los conocimientos son impartidos de una forma más dinámica y, sobre todo, donde las mentes del mañana ya están siendo incubadas bajo un paradigma completamente diferente.

El sistema educativo tradicional y su incompatibilidad con el siglo XXI

La educación y la transmisión de conocimientos ha sido una de las premisas básicas de la sociedad desde hace más de 2.000 años. Basándose en modelos muy arcaicos —pero válidos para las necesidades de la época—, los egipcios, los griegos y los romanos ya contaban con sistemas de transmisión de conocimientos y, por consiguiente, de educación.

En aquella época se distinguían dos grandes grupos: las enseñanzas teóricas y las enseñanzas prácticas. Las prácticas eran las más comunes: los maestros artesanos enseñaban las labores y los oficios a sus descendientes y aprendices, los cuales acabarían mejorando las técnicas de forma progresiva en el tiempo. Las teóricas eran las menos comunes, pero las más próximas al modelo actual: grandes personalidades como Sócrates, Pitágoras o Platón dedicaban gran parte de su tiempo a la investigación, la reflexión y la enseñanza de sus conocimientos a grupos selectos del pueblo, asegurando así que su legado permanecería inmóvil con el progreso histórico de la sociedad humana.

Siglos más tarde, los métodos educativos ya habían avanzado a un nivel superior. Se fundaron las primeras universidades en zonas como Marruecos, Inglaterra, Italia o España, epicentros de movimientos socioculturales de la época. Hacían un gran énfasis en temáticas como el arte, la ciencia o la historia, áreas fundamentales para el progreso de la época. Poco a poco, el sistema educativo comenzaba a tomar forma.

No obstante, la educación estandarizada, básica y universal como la conocemos hoy en día no comenzó a hacerse realidad hasta el siglo XIX. Los diferentes movimientos éticos y sociales ocurridos durante los siglos anteriores impulsaban al ser humano a abrir la puerta del conocimiento para progresar —la llegada de la clase burguesa y sus ideales progresistas jugó un papel fundamental aquí—. En España, reinas como Isabel II impulsaron la desaparición del analfabetismo entre la población mediante leyes como la Ley Moyano, la cual se consolidaría como una de las más importantes en el ámbito educativo español.

El sistema educativo actual es el resultado de varios siglos de transición progresiva y exponencial. En la actualidad es necesario un cambio en las metodologías y en los contenidos impartidos para poder afrontar con garantías el complejo y diverso futuro que nos aguarda.

Con el paso de los años, las leyes educativas continuarían sufriendo reformas y adaptaciones acordes a los cambios de la época. Unas modificaciones que también trajeron consigo un cambio en la metodología que nos lleva hasta la situación actual.

Antes de entrar en detalle y en conocer cómo la tecnología está alterando y alterará las escuelas del futuro, es necesario comprender y analizar la metodología empleada por el profesor en la actualidad. Esta se resume en dos puntos principales:

  • Enseñanza. Los conocimientos son impartidos en clase mediante la transmisión oral de conocimientos, el uso de libros de texto y, en determinadas ocasiones, de Internet. Se muestran los conocimientos al alumno, se explican más detalladamente los aspectos conflictivos del temario y se fijan una serie de ejercicios y trabajos para tratar de afianzar esos conocimientos en la mente del alumno.
  • Evaluación. En la mayoría de casos, la adquisición de los conocimientos es verificada mediante tests periódicos en los que el alumno se enfrenta a diferentes cuestiones teóricas y prácticas asociadas a la materia. Tras ello, se asigna una calificación (generalmente entre 0 y 10) que refleja el nivel de conocimiento que el alumno tiene de la materia.

Esta metodología clásica, aunque ha resultado efectiva en muchos casos, refleja numerosas carencias que llevan al alumno a la desmotivación, el desinterés y, sobre todo, a una adquisición de conocimientos muy superficial. Unas carencias que, con la llegada de la tecnología a las escuelas y, sobre todo, con la transformación digital que está sufriendo la sociedad, están acentuándose más que nunca.

Cuando se concibe la inclusión e integración de la tecnología en las escuelas, se hace, con frecuencia, de una forma muy superficial. La gran mayoría de las instituciones académicas españolas, de los docentes y, por supuesto, de los alumnos, asumen que la integración de la tecnología en las escuelas consiste únicamente en reemplazar elementos como el lápiz o el papel por herramientas más avanzadas como la tablet, la pizarra electrónica y las plataformas virtuales.

Pero eso es únicamente la cúspide del iceberg. La llegada de estas nuevas herramientas a las escuelas debe ser acompañada imperiosamente por un cambio en el plano metodológico. Y es que el mundo en el que actualmente vivimos y, sobre todo, el inminente futuro que nos aguarda, plantea retos completamente diferentes a los que nos hemos enfrentado en el pasado. El paradigma está en plena metamorfosis, y la educación debe acompañarla.

En un mundo cada vez más conectado, el desarrollo de aptitudes como la memoria comienza a perder valor. Los docentes deben fomentar otras aptitudes como la flexibilidad, el trabajo en equipo, la comprensión o la creatividad. Todas ellas tendrán un mayor valor en el futuro que nos aguarda.

Un ejemplo de esta requerida metamorfosis lo podemos observar en asignaturas como Historia. La metodología tradicional se basa en la memorización masiva de conceptos, sucesos y fechas que, semanas más tarde, se deben exponer en un examen escrito u oral. Días más tarde, el trabajo realizado por el alumno obtiene una calificación concreta que certifica la correcta adquisición de los conocimientos asociados a la asignatura.

El problema de esta metodología es que la comprensión y el asentamiento de dichos conocimientos queda por completo en segundo plano. El objetivo del alumno es superar la prueba establecida por el profesor, y los docentes, en la mayoría de los casos, contribuyen con sus metodologías a ese objetivo común. No importa que el alumno olvide días más tarde lo estudiado. Tampoco importa que el alumno no extraiga nada de valor de dichas enseñanzas —más allá de fechas, nombres y sucesos concretos—. Lo único que importa es que el alumno alcance la calificación deseada, y eso se traduce en un conocimiento vacío y de escasa utilidad.

Este complejo problema se agrava aún más si observamos la facilidad con la que podemos consultar información en internet. En 2016, basta con tener un reloj inteligente o un smartphone cerca para consultar cualquier suceso en cuestión de segundos. En el futuro, será aún más radical: nuestro propio cuerpo vivirá conectado a Internet, y toda la información existente en la red estará a nuestra disposición en cuestión de milésimas de segundos. Memorizar, en ese momento, carecerá de sentido. Lo importante será comprender, analizar y asentar los conocimientos de una forma más profunda y reflexiva, de una forma que realmente enriquezca al alumno y contribuya a su futuro como profesional y como parte de la sociedad.

Esta metodología clásica, asimismo, fomenta la desmotivación del alumno y, por consiguiente, los malos resultados académicos. En España, compañías como BQ, Lenovo y Microsoft han podido comprobar cómo, mediante el empleo de metodologías más innovadoras —las cuales detallaremos posteriormente—, el alumnado aumentaba el interés por las asignaturas y, sobre todo, los resultados académicos. De hecho, apreciaron casos particulares en los que alumnos con dificultades y malos resultados invertían por completo su papel en el aula gracias a estas metodologías más inclusivas, participativas e innovadoras. Un completo éxito.

Del lápiz y el papel al tablet con stylus

La llegada de los primeros productos tecnológicos a las escuelas data, aproximadamente, de la segunda mitad del siglo XX. Las principales universidades estadounidenses comenzaron a ofrecer en sus aulas —y de forma muy provisional— ordenadores como el Apple I, dando así breves tomas de contacto a sus estudiantes. Unas tomas de contacto que, obviamente, eran más frecuentes en instituciones dedicadas a la enseñanza tecnológica como el M.I.T.

No obstante, no fue hasta la década de los noventa cuando la tecnología comenzó a tomar una mayor relevancia en las escuelas. El progresivo abaratamiento de los ordenadores, la llegada de nuevos formatos multimedia como Microsoft PowerPoint y la expansión de Internet como un método de comunicación universal abrieron por completo las puertas a la tecnología en las escuelas.

La tecnología ha estado presente en las instituciones académicas casi desde sus comienzos. No obstante, no fue hasta la década de los 90 y principios del siglo XXI cuando comenzó a incorporarse de una forma más consistente y homogénea.

Ante esta vorágine, en 2009 comenzaron programas como “Escuela 2.0”, impulsado por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en España. Este programa sitúo un ordenador portátil en las manos de más 600.000 alumnos, conllevando un desembolso de unos 600 millones de euros por parte de las instituciones oficiales. No obstante, la propuesta iniciada por el gobierno del Partido Socialista Obrero Español acabó fracasando. Las razones fueron diversas, pero destacan tres:

  • Falta de formación y aprovechamiento. La llegada de la tecnología a las escuelas debe estar acompañada de forma imperiosa por la formación del profesorado y, sobre todo, por el uso responsable por parte de los propios alumnos. Con el programa “Escuela 2.0” impulsado por el gobierno, este tipo de formación era mínima o nula, provocando un uso inadecuado de las herramientas y, por consiguiente, unos resultados muy deficientes.

  • La difícil situación económica. El programa de José Luís Rodríguez Zapatero tomó impulso justo durante los primeros años de la crisis económica. Continuó durante varios años, hasta que la llegada de los recortes económicos forzó al gobierno centrar a redistribuir los ingresos y eliminar la financiación de este tipo de equipos.
  • La existencia de retos educativos más tangibles y urgentes. Tal y como varios expertos señalaron en su momento, en aquel entonces era necesario priorizar necesidades —considerando los reducidos recursos económicos que quedaban disponibles tras los primeros recortes—, y entre esas necesidades prioritarias se encontraba la lucha contra el abandono escolar y la baja empleabilidad de los jóvenes españoles.

¿Qué soluciones tecnológicas podemos encontrar en la actualidad?

En la actualidad, las compañías tecnológicas y las instituciones académicas continúan impulsando esta carrera tecnológica dentro del aula. Hablamos de empresas como Microsoft, Lenovo, Samsung, Apple o Google; y de instituciones como el Ministerio de Educación, Consejerías de Educación, universidades como la Europea de Madrid, etc.

El gigante tecnológico Microsoft, por ejemplo, centra gran parte de sus esfuerzos educativos en el desarrollo de software y servicios que se adapten a las necesidades específicas del aula. La compañía estadounidense hace un gran énfasis en la integración de servicios como Office, OneDrive o Skype —todos basados en la nube—, los cuales permiten al alumnado y al profesorado impartir y recibir los contenidos de una forma más versátil y acorde a los tiempos actuales.

La compañía de Redmond también está experimentando durante los últimos meses con la inclusión de videojuegos como Minecraft en el ámbito educativo. La idea es fomentar la creatividad de los alumnos, la exploración y, sobre todo, el desarrollo de contenidos tradicionales de formas más innovadoras, atractivas y cercanas para el alumno. Los resultados han sido muy satisfactorios, logrando una gran motivación e interés por parte de los alumnos.

Microsoft también está haciendo grandes esfuerzos con Hololens, las gafas de realidad virtual que la compañía estadounidense introdujo en BUILD 2015. Las aplicaciones educativas de este producto son ilimitadas, y Microsoft cree que podría llegar a convertirse en uno de los pilares de la educación del mañana.

La realidad virtual y aumentada tiene un gran potencial en el entorno educativo, pero continúa siendo una propuesta futurista y con mucho camino por recorrer.

Por su parte, Samsung también está haciendo algunas incursiones con la realidad virtual —mediante las Samsung Gear VR— en el ámbito educativo. La compañía asiática trabaja junto a varios desarrolladores en la creación de entornos VR orientados a la educación, como visitas virtuales a lugares históricos, atlas anatómicos, etc. Actualmente se trata de proyectos aislados, a bajo nivel y muy experimentales, pero los representantes de la compañía con los que Hipertextual ha podido contactar no dudan del gran valor en el entorno educativo.

Paralelamente a sus desarrollos con realidad virtual, la compañía surcoreana promueve su plataforma Samsung School, la cual se define como una solución única para escuelas de primaria que busquen modernizar sus metodologías y sus contenidos. La plataforma se basa principalmente en un conjunto de tablets constylus —destinadas tanto para el alumno como para el profesor— y un set de aplicaciones preinstaladas diseñadas y sostenidas por el fabricante.

Además de ofrecer una plataforma integral para las escuelas, el gigante asiático —al igual que Microsoft— trabaja muy de cerca con editoriales y empresas educativas para el desarrollo de contenidos adaptados a la nueva era tecnológica. Se trata de contenidos audiovisuales, más interactivos, amenos y diseñados para ser multiplataforma. Y es que, tal y como señalan los docentes, es inútil abrazar la tecnología en las escuelas manteniendo los formatos y contenidos que nos han acompañado durante los últimos veinte años.

Un ejemplo sencillo lo encontramos en el abusivo uso de PDFs. Un elevado porcentaje de las instituciones académicas ha abrazado la llegada de la tecnología, pero la adaptación de sus contenidos se limita, en múltiples ocasiones, a la generación de documentos PDF o a la comunicación vía e-mail. En estos casos, la metodología de enseñanza y los contenidos siguen siendo los mismos que en el pasado. Tan solo ha cambiado la plataforma de distribución. Y eso, por desgracia, no es lo que se debe perseguir con la progresiva llegada de la tecnología a las aulas.

La llegada de la tecnología a las escuelas no es un simple cambio en la plataforma de distribución. Debe ser acompañado de cambios profundos en los métodos docentes, abarcando desde los contenidos impartidos hasta las formas de evaluarlos.

Google es otra de las compañías que más está apostando por la tecnología en los entornos educativos. Además de ofrecer una suite de servicios completa para instituciones académicas, la compañía de Mountain View ha impulsado varias tendencias durante los últimos años, entre las cuales destacan:

  • Chromebooks. Estos ordenadores sencillos y baratos se están convirtiendo en una de las grandes tendencias en los entornos educativos de los Estados Unidos. Su sencillez de uso y su reducido precio hacen que estos dispositivos se conviertan en la solución perfecta para llevar la tecnología a las escuelas. De hecho, según Gartner, más del 70% de los Chromebooks vendidos están destinados a fines educativos.

  • Training Center. Para maximizar el uso de las tecnologías de Google en el aula, la propia compañía estadounidense ofrece métodos de formación a los propios docentes. En ellos se muestra cómo hacer clases más interactivas, cómo migrar los contenidos tradicionales a la nueva era tecnológica y cómo maximizar el uso de las herramientas de Google.
  • Google Apps, también para la educación. La suite de servicios de Google (Drive, Docs, Gmail, etc.) es usada por personas de todo el mundo a diario. El entorno educativo no es una excepción.

  • La solución Classroom. La plataforma Classroom permite gestionar de forma digital todos los aspectos de un aula actual. Los profesores pueden hacer un seguimiento del trabajo de sus alumnos, ofrecerle contenidos mediante Internet, actualizar calificaciones… Todas las tareas que se realizan a diario en el aula, se pueden trasladar a la plataforma Classroom. Además, la solución se encuentra perfectamente integrada al resto de servicios de la compañía, pudiendo así interactuar con documentos de Drive, correos electrónicos de Gmail, etc.

  • GENIOS y Actívate. A un nivel más local, Google España ha impulsado dos programas conocidos como GENIOS y Actívate. En ellos se fomenta la enseñanza de la programación —esencial en el futuro que nos espera—, el emprendimiento, la formación online en nuevas tendencias, etc.

Los Chromebooks son uno de los pilares de la propuesta tecnológica y educativa de Google. Más del 70% de los Chromebooks vendidos durante los últimos años estaban destinados precisamente a estos fines.

Por otra parte, Apple también está impulsando esta transición tecnológica en la educación. Además de los clásicos descuentos educativos y de determinadas colaboraciones con centros especializados, la compañía californiana ha trabajado en el desarrollo de plataformas como iTunes U y otras soluciones de software que permitan incorporar todos sus productos en los entornos educativos de la forma más sencilla e invisible posible.

No obstante, el verdadero valor de Apple en el ámbito educativo se encuentra en dos aspectos muy concretos: el impulso de la App Store y la accesibilidad de sus productos. La compañía estadounidense apoya de diferentes formas a los desarrolladores para que generen software de valor para los entornos educativos. Así, surgen soluciones como iStudiez Pro o Human Anatomy Atlas, dos soluciones de un gran valor en el entorno educativo.

En España, compañías como BQ también han apostado por la integración de la tecnología en las escuelas. Gracias a su placa reprogramable, productos comoZowi acercan la programación a los más pequeños de la casa, al mismo tiempo que fomentan la propia investigación y la creatividad.

BQ también está haciendo un gran énfasis en la impresión 3D y la robótica dentro de las escuelas. Y es que, al igual que la programación, se trata de conocimientos esenciales para abordar el futuro que nos espera durante los próximos cincuenta años.

La programación, la robótica y la impresión 3D son tres de las enseñanzas más impulsadas por las compañías tecnológicas. Y es que el futuro que nos aguarda se basará, en mayor o menor medida, en estos tres pilares.

Por último, el mayor fabricante de ordenadores portátiles del mundo, Lenovo, también es uno de los mayores impulsores de la tecnología en la educación. Además de patrocinar e impulsar eventos que sirvan como confluencia de ideas educativas, Lenovo también ofrece diferentes programas como el Lenovo Scholar Networks, el cual fomenta el desarrollo de aplicaciones y el aprendizaje de una materia tan importante como es la programación.

En España, Lenovo también colabora con múltiples organismos oficiales para la dotación de equipos en entornos educativos. Un ejemplo relativamente reciente es el acuerdo cerrado con la Universidad de Castilla-La Mancha, por el cual se han suministrado 2.100 ultrabooks a sus estudiantes de grado y posgrado.

Por otra parte, Lenovo ofrece su solución LanSchool, diseñada para el manejo de aulas virtuales. Todos los equipos que Lenovo incorpora en entornos educativos cuentan con este software en su interior, facilitando así el seguimiento de los estudiantes, mejorando la comunicación y el soporte y eliminando barreras y distracciones ante el alumno.

Además de esto, Lenovo mantiene un contacto directo y permanente con las escuelas y las instituciones oficiales (comunidades autónomas, principalmente). El objetivo no es otro que el desarrollo de nuevos proyectos en común que permitan integrar, cada vez más, la tecnología en las aulas.

Por último, Lenovo también hace un gran énfasis en el desarrollo de equipos peparados para satisfacer las demandas de los estudiantes y los docentes. Es el caso de sus equipos portátiles rugerizados —preparados para los alumnos más pequeños—, los 2 en 1 y los múltiples dispositivos táctiles que ofrecen en sus catálogos.

Los tres puntos en común de todas las soluciones tecnológicas diseñadas para el ámbito educativo

La mayoría de las propuestas citadas anteriormente comparten una serie de puntos en común que reflejan perfectamente cómo es la tecnología que está llegando a las escuelas. Estos son los tres aspectos principales:

  • Modularidad. Hasta ahora, todos los alumnos han seguido un mismo ritmo en el aula: el dictado por el docente. No obstante, esta metodología puede llegar a generar diferentes dificultades en alumnos con necesidades y/o capacidades especiales (véase la frustración, la indiferencia, el desinterés, etc.). En cambio, con la llegada de la tecnología a las escuelas y su cambio metodológico, el ritmo pasa a ser marcado por el propio alumno —dentro de unos márgenes—, eliminando así parte de esa posible frustración y aumentando el porcentaje de contenidos y aptitudes desarrolladas. De esta forma, determinados alumnos pueden trabajar en una serie de contenidos mientras que otros invierten su tiempo en desarrollar o trabajar otro tipo de aptitudes.
  • Control total. La seguridad y la monitorización del alumno es uno de los aspectos clave en la incorporación de la tecnología en las escuelas. Por ello, todas las compañías involucradas ofrecen diferentes soluciones para monitorizar el uso que el alumno hace de estas herramientas.

  • Simplicidad. A pesar de la formación impartida a los profesores, la sencillez de uso es una característica esencial para el triunfo de la tecnología en las escuelas. Un software complejo limita y dificulta la penetración de la tecnología en las escuelas, provocando rechazo a las nuevas metodologías y fracasando en esta progresiva transición.

La llegada de la tecnología a la educación no se limita a reemplazar el lápiz por un stylus, va mucho más allá. Las metodologías empleadas, los contenidos impartidos y la forma de evaluarlos cambian por completo. Una reestructuración desde la base.

Los retos que plantea la llegada de tecnología a las escuelas

Todas estas iniciativas y programas desarrollados por las compañías tecnológicas y las instituciones oficiales se comportan como el eje central del cambio educativo que nos aguarda, abriendo así un nuevo mundo de posibilidades, beneficios y, por supuesto, barreras que solventar.

La formación del profesorado y, en algunos casos, la oposición al cambio, es una de las principales dificultades de esta transición. Tanto las compañías tecnológicas como los centros educativos con los que hemos contactado han insistido en lanecesidad de formar a los docentes para poder afrontar este cambio de paradigma de una forma satisfactoria (son más del 50% los docentes que reclaman formación, según un informe realizado por Ipsos). Por una parte, se reclama una formación a nivel técnico que permita a los profesores extraer el máximo rendimiento de las herramientas tecnológicas. Por otra parte, se reclama una formación a nivel metodológico.

Es este último tipo de formación el que más dificultades plantea, pues va mucho más allá de distribuir e impartir los contenidos mediante nuevas herramientas. Se trata de transformar el papel del profesor en el aula, el cual debe abandonar su rol de líder y fuente de conocimiento para convertirse simplemente en un acompañante que fomente la autonomía, la creatividad y el interés de los alumnos en la materia. El profesor debe dejar de ser el centro del aula para convertir al alumno en el epicentro del método educativo.

También se reclama un cambio profundo en los contenidos impartidos en el aula. El clásico libro de texto con su correspondiente boletín de ejercicios está obsoleto en todos los niveles. Las presentaciones en diapositivas, los experimentos, los contenidos audiovisuales y los trabajos de investigación son algunos de los modelos a seguir. Los contenidos deben ser más prácticos, dinámicos y, sobre todo, atractivos.

La realización de más proyectos de investigación o de trabajos cooperativos en el aula son algunos de los ejemplos de los métodos que los profesores deben fomentar en este nuevo paradigma educativo. Y es que se tratan de retos más próximos a los que el alumno tendrá que afrontar a lo largo de su vida personal y profesional.

La memoria debe dejar de ser el eje central del sistema educativo. Con la llegada de la tecnología a las aulas, se debe dar más valor a competencias más útiles como el trabajo en equipo, la flexibilidad, la síntesis o la comprensión profunda de los contenidos. El modelo educativo debe abrazar este cambio desde sus cimientos.

No obstante, este cambio metodológico resulta irrelevante sin una evolución paralela de los sistemas de evaluación. El sistema clásico (calificación numérica basada en una prueba oral, práctica u escrita) es incompatible con este nuevo paradigma porque excluye otros parámetros como la participación del alumno, su autonomía en el aula, la velocidad con la que resuelve los retos planteados por el profesor, el interés en la materia, su actitud en los grupos de trabajo, el progreso con el paso del tiempo… Aptitudes de gran valor en el mercado profesional, que antes no se trabajaban, pero que resultan de vital importancia para juzgar el nivel de conocimientos de un alumno.

Para ello, empresas como Microsoft, Samsung y Lenovo ofrecen servicios tecnológicos que permiten monitorizar de forma individualizada parámetros como la velocidad de respuesta de los alumnos, su autonomía o el progreso que ha registrado durante el transcurso del periodo escolar en las diferentes materias. De esta forma, los docentes pueden tener una perspectiva más rica de sus alumnos que les permita juzgar cómo se comportan estos.

No obstante, los profesores no son los únicos que se enfrentan a grandes retos en esta transición educativa. Portavoces de Microsoft y la Universidad Europea de Madrid, en conversaciones con Hipertextual, insisten en la necesidad de educar y formar a los alumnos para hacer el mejor uso posible de estas nuevas herramientas tecnológicas.

La conocida como “generación digital” no muestra dificultades en el uso de las nuevas tecnologías, pero sí en la producción de contenido mediante el uso de las mismas. Los jóvenes recurren a la tecnología para consumir contenido, pero muy pocos lo hacen para generarlo. Y es ahí donde los docentes y las instituciones deben trabajar con sus alumnos, mostrando cómo se debe utilizar la tecnología para crear contenidos de calidad.

Esta es también una de las mayores preocupaciones reflejadas por los padres de los alumnos. La tecnología es un arma de doble filo para los alumnos —especialmente en edades más bajas—. Los beneficios de una educación tecnológica son infinitos, pero siempre que se eduque a usar la tecnología de una forma responsable y sostenible.

No solo hay que formar a los profesores para adaptar la tecnología: los alumnos también requieren una serie de nociones básicas que les conviertan en productores de contenido y en usuarios responsables de las herramientas tecnológicas.

También se debe hacer énfasis en el uso sostenible y responsable de la tecnología. Según un informe de la OECD, los alumnos que viven ajenos a la tecnología obtienen peores resultados en las pruebas Pisa; pero ocurre exactamente lo mismo con el polo opuesto: los alumnos que hacen un uso intensivo y constante de la tecnología también alcanzan peores resultados finales en las pruebas Pisa. En cambio, aquellos alumnos cuyo uso de la tecnología se sitúa en un punto intermedio, obtenían los resultados más altos en estos tests, demostrando así la necesidad de inculcar y enseñar a los propios alumnos a utilizar la tecnología de una forma responsable y moderada.

Por otra parte, los padres plantean numerosos retos en esta transición. Además del desembolso económico que supone dotar a sus hijos del material tecnológico necesario, los padres muestran un cierto escepticismo ante esta transición. Están a favor de la incorporación de la tecnología en las escuelas, pero se muestran reticentes ante el necesario cambio en las metodologías.

Paralelamente, el reducido apoyo por parte de instituciones oficiales —cuyas dotaciones para iniciativas tecnológicas continúan siendo muy reducidas en relación al público educativo del país— es un agente determinante en la transición hacia este nuevo paradigma. Sobre todo considerando el elevado porcentaje de escuelas públicas y concertadas que se encuentran en España.

El reto económico es el mayor de todos. La inclusión de la tecnología en las aulas conlleva una serie de retos y adversidades (tanto a nivel económico como temporal) que no todas las instituciones académicas pueden abordar de forma satisfactoria.

No obstante, el mayor de los retos que plantea la llegada de la tecnología a las escuelas se encuentra en el plano económico y temporal. Formar a los profesores, adaptar la metodología de una forma satisfactoria, generar nuevos contenidos y encajar todas las piezas conlleva un alto desembolso económico y, sobre todo, tiempo. Este sacrificio, unido a la negativa de muchos docentes e instituciones de alterar sus métodos, es, sin lugar a dudas, el obstáculo más difícil de sortear.

Desde la Universidad Europea de Madrid sostienen que el desembolso económico y el esfuerzo realizado en adoptar todas las metodologías innovadoras que la tecnología está aportando sobre la mesa está absolutamente justificado. La posibilidad de formar alumnos de la mejor forma posible y generar profesionales capacitados, no solo para desarrollar su profesión, sino también para pivotar y adaptarse al volátil futuro que nos aguarda, justifica todas las inversiones realizadas.

Una postura similar adquieren las compañías tecnológicas con las que Hipertextual ha podido contactar. Todas sostienen que la mejor forma de influir en la sociedad es mediante la educación, y la tecnología debe jugar un papel fundamental en ella. Por lo tanto, toda la inversión temporal y económica realizada en este tipo de programas está indudablemente justificada.

Los beneficios de la tecnología en la educación

Una vez superados todos los retos, los estudios y las investigaciones realizadas por diversas entidades reflejan un gran positivismo respecto a la incorporación de la tecnología en las escuelas y, sobre todo, al cambio metodológico asociado a la misma.

Según un estudio realizado por Ipsos para Samsung España, los profesores españoles que hacen un uso regular de la tecnología en sus aulas detectan efectos positivos tanto en la creatividad como en la capacidad de razonamiento de sus alumnos. La inclusión de la tecnología les permite mejorar la competencia en habilidades transversales, conectar aprendizajes de distintas materias y, por consiguiente, incrementar la autonomía del alumno en su propio aprendizaje.

De la misma forma, los docentes detectan un mayor interés por parte de los alumnos en las clases, las cuales se hacen más divertidas, dinámicas e interesantes. Además, también se observa una mayor colaboración entre los estudiantes, un mayor esfuerzo por aprender, un mejor ambiente en el aula y, sobre todo, una mayor sencillez para adquirir los conocimientos establecidos por el profesor.

La llegada de la tecnología al aula, realizada de una forma correcta, contribuye a un mayor interés y mejores resultados académicos por parte de los alumnos. Las ventajas que aportan son incuestionables.

La diferencia entre estudiar una serie de contenidos mediante el método tradicional y hacerlo mediante el uso de la tecnología y todo el paradigma que la acompaña es el nivel de implicación del alumno. Cuando este abandona la memorización sistemática de conceptos y comienza a ser él el que descubre, por necesidad natural e interés propio, todos esos conocimientos, los resultados comienzan a mejorar de forma increíble.

Un ejemplo sencillo podemos encontrarlo en asignaturas como Física. Si en lugar de mostrar al alumno el fundamento teórico y las decenas de fórmulas que lo sostienen, el docente se centra en guiarle por el mismo camino que llevó a los grandes físicos de la historia a realizar sus descubrimientos, se obtiene un mejor contexto y se comprende mejor el fundamento teórico.

Si además se apoya con proyectos y experimentos que permitan al alumno observar y comprobar sus propias teorías, el resultado final es muy superior al que se obtiene en la actualidad. No solo adquiere mejor los fundamentos teóricos, también se proporciona la suficiente tracción al alumno como para pensar por sí mismo, experimentar y descubrir nuevas formas de alcanzar un mismo objetivo.

Una de las grandes razones por las que la comunidad educativa está tratando con tanto interés la tecnología en las aulas es la creciente necesidad de este tipo de enseñanzas y metodologías para afrontar la revolución digital que ya está transformando nuestra sociedad. Según el estudio realizado por Samsung España, el 82% de los profesores consideran la inclusión de la tecnología como un aspecto esencial para preparar de la mejor forma posible a los alumnos del futuro.

Otro de los beneficios más destacados —especialmente por parte de los padres— es la inminente “mochila digital”. El abandono de los libros de texto tradicionales y su progresivo reemplazo por elementos electrónicos como el ordenador portátil o la tablet es un aspecto muy apoyado por los padres y los alumnos. Sus principales razones son el peso de las mochilas y, sobre todo, el aspecto económico. Asimismo, a nivel ecológico supone un gran paso hacia delante gracias a la menor tala de árboles para la impresión de libros de textos.

En el caso de los colectivos con capacidades y necesidades especiales, los profesores se muestran muy optimistas al respecto. Las soluciones tecnológicas propuestas por las principales compañías del sector permiten individualizar más el aprendizaje y hacer un seguimiento más cercano a este tipo de alumnos, pudiendo adaptar los contenidos al ritmo de los mismos.

Esta tendencia conocida como “modularidad” o “aprendizaje personalizado” es una de las piezas clave de esta transformación digital que está sufriendo la educación. Hasta ahora, todos los alumnos debían seguir el mismo ritmo de aprendizaje, causando dificultades tanto a los alumnos con necesidades especiales como a los alumnos con capacidades especiales. Gracias a la modularidad, los alumnos podrán mantener un ritmo completamente individualizado —dentro de unos márgenes—.

Tener acceso a información global permite al alumno tener una visión más completa de un suceso concreto. De la misma forma, dejar que sea el propio alumno el que investigue de forma independiente fomenta el desarrollo de aptitudes que hasta ahora eran esquivadas en las aulas tradicionales mediante el uso de la metodología estándar.

Por otra parte, la penetración de la tecnología en el ámbito educativo contribuye a una mayor versatilidad y globalización. Los alumnos pueden acceder e interactuar con información personas de cualquier parte del mundo, obteniendo perspectivas más ricas de los contenidos que se están impartiendo en el aula. De la misma forma, se fomenta la investigación por parte de los propios alumnos, los cuales pueden ir más allá de los conocimientos mínimos impartidos en el aula.

Paralelamente, el uso de la tecnología en la educación permite una mayor flexibilidad horaria a aquellos alumnos que la requieran. En enseñanzas universitarias, contar con materiales audiovisuales en las diferentes plataformas virtuales permite que los alumnos puedan realizar actividades paralelas a sus estudios universitarios independientemente de los horarios de los mismos. Una virtud que contribuye, indirectamente, al desarrollo de la autonomía de los alumnos y del autoaprendizaje, una aptitud muy importante en el mercado profesional.

Al igual que la tecnología permite una mayor flexibilidad horaria, también permite una mayor flexibilidad geográfica. Gracias a la universalización de Internet y a la progresiva migración de los contenidos educativos a plataformas virtuales públicas y/o privadas, es posible continuar la enseñanza independientemente del lugar en el que se encuentre el alumno.

Los alumnos con necesidades y capacidades especiales son los más beneficiados por la tecnología. Las barreras que han dificultado el camino de estos colectivos están siendo derribadas por fin, fomentando la integración y aumentando las posibilidades en el futuro.

Los alumnos con discapacidades es uno de los colectivos más beneficiados por la llegada de la tecnología a las escuelas. Las múltiples opciones de accesibilidad que ofrecen los dispositivos electrónicos del presente, permiten a los alumnos con discapacidades motrices, auditivas o visuales seguir las mismas metodologías y contenidos que el resto de sus compañeros de clase, eliminando así barreras que han estado presentes durante décadas.

Los alumnos con sobredotación, síndrome de Down, ASPERGER o autismo también son algunos de los colectivos más beneficiados. La ya citada modularidad permite atender mejor sus necesidades particulares y hacer un seguimiento más profundo y continuo de su progreso. No obstante, tal y como la Confederación española de Asperger y AESAC nos citaban, este uso de la tecnología debe estar acompañado de unas prácticas diferentes por parte de los docentes y, sobre todo, de programas que faciliten la inclusión y el desarrollo de estos alumnos dentro del aula.

Gary Hecht (Inspector, District 75, Nueva York): “Ha dado alas a la mayoría de nuestros alumnos. Muchos han mejorado su conducta social, emocional y académica. Es algo que observamos todos los días.”

Desde Apple, por ejemplo, hacen mucho énfasis en los beneficios que la tecnología tiene en este tipo de colectivos. Centros como la escuela de educación especial Poděbrady de la República Checa hacen uso de sus tecnologías para favorecer el desarrollo de sus alumnos, logrando, entre otros beneficios, mayores niveles de interés y atención que con otras metodologías.

Para ello, los docentes escogen aplicaciones determinadas que fomenten aptitudes concretas en sus alumnos. Es el caso de My Play Home, una sencilla aplicación que permite a los niños con discapacidades a habituarse y desenvolverse mejor en situaciones cotidianas como cocinar, lavarse las manos antes de comer o apagar el fuego cuando el agua empieza a hervir —costumbres que les preparan para la vida adulta y en sociedad—. Además, todo ello se realiza mediante el juego y el dinamismo, lo que permite llegar a un nivel más profundo y atraer una mayor atención.

Otra aplicación con un gran valor para los alumnos con necesidades especiales esProloquo2Go, disponible para iPad. Esta sencilla aplicación fomenta la comunicación verbal en aquellos alumnos con dificultades expresivas, emocionales y comunicativas.

La tecnología está transformando la educación más allá de la escuela

Más allá del sistema educativo tradicional, la tecnología está posibilitando la llegada de nuevas formas de educación. Son tendencias conocidas como e-learning, las cuales permiten adquirir conocimientos y evaluarlos mediante plataformas virtuales o aplicaciones para smartphones y tablets.

Uno de los casos más populares es el de Duolingo, un servicio online que permite aprender nuevos idiomas directamente desde un smartphone o un ordenador convencional. El éxito de la aplicación es incuestionable: en Google Play cuenta con más de 50 millones de descargas, y sus usuarios activos superan los 10 millones cada mes.

La fórmula del éxito es sencilla: contenido accesible y gratuito mezclado con una metodología dinámica y divertida. Y es que en Duolingo abundan los ejercicios prácticos, los juegos y las metas personales, fomentando así el uso continuo de la aplicación y, por consiguiente, la adquisición de nuevos conocimientos.

El progresivo avance de la educación más allá de las escuelas —impulsado por el progreso tecnológico— tiene un efecto social doble: la educación es más universal que nunca y el número oportunidades aumenta exponencialmente independientemente de nuestras condiciones sociales, geográficas o económicas.

A un nivel más avanzado también encontramos propuestas como edX, unaplataforma de cursos online masivos y abiertos (MOOC) fundada por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Harvard en 2012. En la plataforma podemos encontrar cursos online sobre administración de empresas, emprendimiento, electrónica, programación, mecánica de fluidos… Casi cualquier disciplina cuenta con cursos en esta plataforma.

Lo maravilloso de este servicio es la posibilidad de adquirir conocimientos de instituciones tan prestigiosas como el Masachusetts Institute of Technologysin levantarse del sofá. Un sueño casi impensable hace una década. Además, una vez superados los conocimientos, podremos obtener un título por la institución correspondiente que certifique la finalización y superación de nuestros conocimientos.

En España también contamos con MiríadaX, una plataforma similar a edX en la que colaboran empresas como Telefónica Educación Digital, Universia o el Banco Santander. En ella podemos cursar estudios de universidades nacionales como la Universidad Europea de Madrid, la Universidad Carlos III o la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Todo ello con total libertad y flexibilidad.

El e-learning se está convirtiendo en una vía de aprendizaje válida, aceptada y, sobre todo, versátil. No obstante, los expertos señalan que el futuro del aprendizaje no pasará solo y exclusivamente por este. El modelo hacia el que migramos se aproxima más a una fusión de lo tradicional y el aprendizaje no presencial.

Ante esta tendencia de ofrecer conocimiento mediante Internet y de una forma no presencial, una de las cuestiones más recurrentes es: ¿pasa el futuro de la educación por el e-learning? Al plantear esta cuestión a varios docentes de centros como la Universidad Politécnica de Madrid o la Universidad Europea de Madrid, las respuestas eran muy contundentes: la educación no presencial continuará avanzando y se posicionará como un pilar esencial del sistema educativo, pero el modelo hacia el que migramos se aproxima más a un modelo híbrido que combine tanto la educación presencial como la no presencial.

Y es que los docentes sostienen que la relación personal entre el profesor y el alumno, al igual que la enseñanza y explicación de contenidos, no podrán ser reemplazadas en su totalidad, especialmente en los niveles más bajos (como la educación primaria, secundaria e incluso bachillerato). Eso sí, a nivel universitario o post-obligatorio, la oferta de contenidos e-learning crecerá y se asentará como una vía de conocimiento y aprendizaje equivalente a otras modalidades tradicionales.

El largo camino hacia el nuevo paradigma

La llegada de la tecnología a las escuelas es una revolución. Una revolución que docentes, alumnos y padres tienen que abrazar. Los beneficios son múltiples, y los hemos detallado a lo largo de este reportaje. Los retos, por desgracia, también son numerosos, y dificultan el camino hacia ese nuevo y esperanzador paradigma.

No obstante, con el paso del tiempo, el mayor impulso de las instituciones oficiales y, sobre todo, la creciente necesidad de este cambio que experimentará la sociedad, acabará evaporando todas las barreras que, a día de hoy, continúan dificultando el camino.

La transición no será rápida. Docentes de la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Europea de Madrid señalan que dentro de veinte años ya podremos observar cambios sustanciales en las metodologías, los contenidos y las herramientas utilizadas en la educación. Pero, ¿será tal y como lo estamos diseñando ahora mismo?

Fuente: https://hipertextual.com/especiales/tecnologia-en-educacion

Imagen: https://i0.wp.com/hipertextual.com/files/2016/07/Lenovo-lifestyle-900×600.jpg?resize=900%2C600&ssl=1

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Juan José Vergara: “Los docentes deben mirarse al espejo y no buscar recetas”

Entrevista/19 de julio de 2016/ Fuente: educacion 3.0

Formador, docente y especialista en metodologías activas, Juan José Vergara cuenta con una dilatada trayectoria en el ámbito de la enseñanza que le ha permitido participar en diferentes proyectos educativos. Educación 3.0 ha tenido la oportunidad de charlar con él acerca del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), temática escogida para su última obra: ‘Aprendo porque quiero. El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), paso a paso’.

El ABP parece estar de moda, e incluso a veces se presenta como la panacea y la respuesta a todos los problemas del sistema educativo. ¿Cuál es tu opinión?

Juan José VergaraPor supuesto que ni el ABP, ni cualquier otro enfoque, tienen respuesta a todos los problemas del sistema educativo. Lo que creo es que tiene algo muy valioso para encontrar soluciones a muchos de los problemas actuales porque permite entender el aprendizaje y la enseñanza desde un punto de vista radicalmente distinto al desarrollado hasta ahora. El ABP obliga a los docentes a redefinir su función en el aula, a los alumnos a sentirse protagonistas de su propio aprendizaje y a la comunidad en su conjunto a intervenir directamente en el proceso educativo. Además, busca que lo que el alumno aprenda tenga un impacto directo tanto en el plano personal como en su entorno. De alguna manera el enfoque del ABP hace posible llevar a la práctica aquel viejo dicho africano: ‘para educar un niño hace falta toda una aldea’.

¿Qué diferencia a esta metodología de otros métodos de enseñanza-aprendizaje? ¿Qué resultados ofrece y qué aporta al alumno?

Me gusta decir que el ABP no es una metodología, sino un marco para entender el aprendizaje desde una óptica distinta a la enseñanza tradicional; un marco en el que caben muchas de las herramientas que se están demostrando eficaces como el trabajo cooperativo, las inteligencias múltiples, técnicas de gestión creativa de la participación, pensamiento visual o uso normalizado de las tecnologías. Sobre el tema de la tecnología en el aula creo que hay un gran malentendido. Muchos docentes se sienten abrumados porque creen que trabajar desde el ABP les obliga a convertirse en verdaderos ‘frikis’de la tecnología. Nada más alejado de la realidad, porque lo que hace el ABP es demostrar que la tecnología puede integrarse de forma normalizada en las tareas del aula y convertirse en algo totalmente transparente que permita la comunicación, la creación y difusión de ideas, la organización de contenidos o la evaluación.

En la actualidad, el ABP permite llevar a la práctica un modelo de enseñanza que parte de los intereses concretos de los alumnos y donde los contenidos curriculares son las herramientas que sirven a sus necesidades de conocimiento. Asimismo, es un modelo que pretende que los estudiantes comprendan el mundo que les rodea y sepan actuar en él, desarrollando capacidades intelectuales de orden superior y trabajando con la realidad.

El ABP es un modelo que pretende que los estudiantes comprendan el mundo que les rodea y sepan actuar en él

¿Cómo se consigue ‘encender’ la emoción en los estudiantes?

A esto lo llamo crear ‘La intención’ y es uno de los momentos que más importancia doy en todo el proceso de un proyecto. La idea fundamental es entender que crear la Intención no es motivar. De lo que se trata es de interrogar al alumno sobre su relación directa con el objeto del proyecto y llevar a la primera persona el tema tratado. Creo que el aprendizaje es un acto fundamentalmente intencional. Sólo conseguiremos aprendizajes relevantes si el alumno expresa su intención de emprenderlo como un proyecto vital, y este  es el motivo del título de mi libro ‘Aprendo porque quiero’.

¿Qué les diría a los docentes que quieren poner en práctica el Aprendizaje Basado el Proyectos?, ¿qué es lo que necesitan y  deben saber para iniciarse?

A lo largo de los más de veinte años que llevo trabajando en educación me he dado cuenta que un modelo educativo que aleja lo que los estudiantes aprenden de su realidad diaria es un camino sin sentido. No provoca la emoción, la curiosidad o la necesidad de conocer cosas nuevas que pueden utilizar en su día a día. Y aunque pronto comencé a trabajar desde el marco del ABP ha sido un camino de ensayo y error. Hoy conocemos muchas herramientas que lo hacen posible y que permiten confeccionar un menú al alcance del docente que quiere cambiar sus clases para convertirlas en algo que responda acertadamente a las necesidades de aprendizaje de su alumnado.

Me gustaría transmitir que lo más importante para trabajar en el marco del ABP es desarrollar una actitud basada en la escucha a los alumnos, sus intereses y necesidades, aquello que sabes les será útil para entender mejor el mundo y ponerlo a su disposición para invitarles a que se comprometan con él. Creo que para trabajar desde el ABP sólo hace falta asumir una actitud de cambio y compromiso con las necesidades reales de aprendizaje. El resto, las herramientas, vendrán de forma sencilla en el día a día.

Lo más importante para trabajar en el marco del ABP es desarrollar una actitud basada en la escucha a los alumnos, sus intereses y necesidades

Su experiencia y trayectoria profesional es muy completa, dedicándose también a la formación de docentes. ¿En qué consiste esta formación y qué conocimientos les transmite?

Cuando me invitan a que hable de educación normalmente esperan que les ofrezca una receta, una ‘metodología’ nueva y que asegure el éxito. Se equivocan. Creo que mi función en el trabajo con docentes es hacer que se olviden de buscar recetas y ponerles delante de un espejo: un espejo que les invite a reflexionar sobre sus prácticas y sus deseos: ¿Cuáles son tus sueños como docente comprometido con tu profesión? Una vez que nos miramos en este espejo puedo describir decenas de experiencias que han funcionado, momentos clave en el desarrollo del ABP, ofreciendo herramientas que lo facilitan, discutiendo sobre cómo programar, evaluar, organizar los grupos, gestionar los centros o la relación con las familias y el entorno.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/juan-jose-vergara-los-docentes-deben-mirarse-al-espejo-y-no-buscar-recetas/30959.html

Imagen: http://www.aulaplaneta.com/wp-content/uploads/2014/12/recurso291.jpg

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El acrítico uso informacional de internet en la Educación Primaria (Parte II)

Jorge Díaz Piña

Con base en la necesidad de caracterizar la cibercultura discursiva que envuelve a Internet, en tanto red de redes por la que circulan los flujos informacionales, es plausible sustentar que la envuelve una simbología y una significación ideológica de naturaleza reificadora y fetichista   por vía de la interconectividad tecnológica de las TICs que la vehicula como se puede desprender de los documentos analizados. Reificación entendida como manifestación de materialidades tecnológicas producidas socialmente por hombres y mujeres, que se han autonomizado de esa naturaleza social y se muestran o presentan como creaciones ajenas y por encima de quienes las han producido; y fetichización, por cuanto sus servicios o funciones tecnológicos se han revestido imaginariamente de supremacías o poderes de la ciencia-ficción a los que hay que rendir tributo o servidumbre ideológico-cultural, por ejemplo, como fuerza determinante del desarrollo en todos los ámbitos.

Esa reificación, junto con la fetichización de las TICS, relega en consecuencia, a los individuos que se perciben subjetivamente a sí mismos de manera preponderante como subordinados usuarios o consumidores informacionales de Internet bajo la ficción de una interactividad libre que es controlada por las opciones algoritmicamente preestablecidas o programadas tecnológicamente. Esta configuración de una prevaleciente subjetividad inactiva por dependiente de los controles y pautas reguladores de Internet, establece en los sujetos a través de discursos explícitos e implícitos en prácticas que transmiten representaciones cognitivas, valorativas, estéticas, etcétera, que inducen comportamientos ante las TICs. Además, el consumo acrítico de la información circulante y de la interactividad comunicativa de tipo tecno-transmisiva, refuerzan ese tipo de subjetividad heterónoma, o sujetante por fuerzas externas, por cuanto hacen de esos tipos informacionales, los sucedáneos de la verdad. De aquí que el tipo de subjetividad que se induce de ese modo sea alienada.

En el proceso de subjetivación interviene la escuela por ser una institución de poder socializador de los niños y niñas. En el discurso analizado con anterioridad, aparte de lo ya expuesto pero teniéndolo en cuenta, se puede inferir que no hay una sistematización teórica que favorezca una comprensión crítica de los procesos de mediación o apropiación informacional no alienantes de las TICs, y particularmente de Internet, desde una perspectiva didáctico-pedagógica auténticamente liberadora que oriente reflexivamente sobre el uso de las computadoras portátiles Canaima, por ejemplo, otorgadas gratuitamente a los estudiantes por el gobierno nacional.

Lo que prevalece son orientaciones de carácter instrumental-pragmático en torno a su empleo fundamentalmente técnico-operativo, sin problematizar el uso informacional de Internet más allá de la prevención que se debe tener en cuanto a cierto tipo de informaciones perjudiciales para la integridad de los estudiantes de la educación primaria venezolana. Incluso, profundizando y ampliando un poco más lo expresado y para ejemplificar la desproblematización con respecto al uso educativo de Internet y de las TICs en la Educación Básica de Venezuela, en los discursos que se difunden al personal docente desde instituciones adscritas al MPPED como la Fundación Bolivariana de Informática y Telemática (FUNDABIT), creada y encargada oficialmente desde el año 2001 de coordinar la formación y preparación escolar en el uso de educativo de las TICs, como es el caso de un artículo cuasioficial, entre otros, que suscribe su directora docente para el momento, en la revista de la fundación, Infobit, y titulado “Las nuevas tecnologías y la reformulación de la educación en la sociedad de la información”, Cardona (2004), se promueve una concepción que suscribe acríticamente la subordinación de la educación escolar a una supuesta globalización educativa de carácter universal mediada por la TICs en una era que es resaltada su cualificación como de la información:

“En el diseño de una nueva educación debieran ser contempladas las condiciones sociales que la enmarquen en la era de la información dirigiéndola a comunidades abiertas (globalización de la educación), concibiendo las telecomunicaciones como el medio más común de intercambio y considerando el espacio suministrado por satélites y otros vínculos para la educación universal” (p. 6).

Dentro de la asistematicidad teórica crítica que se percibe como faltante en los documentos oficiales analizados para considerar el uso informacional de las TICs en la educación primaria venezolana, se hace notoria la ausencia del enfoque de la relación tecnología-educación, abordado desde el plano epistemológico hasta el de su tratamiento metodológico. Lo que no quiere decir que no existan de manera tácita en el discurso paradigmas o matrices que se suscriban implícitamente alrededor de la relación tecnología-educación. Igualmente se obvia el abordaje de esa relación a partir de la revisión histórica de la intervención de la tecnología en el ámbito de la educación primaria. Perspectiva esta que pudiera brindar aportes para hacer una revisión de la pertinencia educativa del empleo de la tecnología en la educación y formación de los niños y niñas en la etapa escolar que se está estudiando, y sobre la cual se hará algunos señalamientos al respecto con la intención de contribuir a establecer la adecuación pedagógica crítica de esa relación.

Para enfocar someramente la historicidad en el pasado contemporáneo más inmediato de la relación tecnología-educación en la educación primaria venezolana, hay que hacer previamente un deslinde a partir de lo que se asume en esta investigación por tecnología en el terreno educativo. Desde una perspectiva muy generalista o reduccionista se ha considerado como tecnología educativa a cualquier proceder técnico-metódico que atienda a la adecuación medios-fines/objetivos, bien sea en el ámbito de la práctica didáctico-pedagógica o de la planificación administrativa de la enseñanza para indicar tan solo dos ejemplos. En beneficio del propósito de la presente indagación, sin desconocer la función que la técnica en tanto saber-hacer, no necesariamente instrumental por cuanto no se reduce a una simple aplicación de otros campos como el de la ciencia ya que hoy día es un campo autónomo de pensamiento y acción que expresa concepciones opuestas al tecnocratismo pragmático, ha prestado en los distintos espacios educativos, se reivindica como tecnología educativa el ámbito de despliegue de la racionalidad técnica o tecnológica desde diversas concepciones y concreciones en el devenir del tiempo histórico de la educación. Racionalidad tecnológica que es manifestación intrínseca de la voluntad de poder que es constitutiva de la tecnología actual, como lo expresa un reconocido defensor de la pragmática globalidad tecnológica, Queraltó (2003):

“La racionalidad tecnológica denota siempre voluntad de poder. Pero observese que esto no es una consecuencia de las tareas técnicas concretas como tales, sino que es algo que constituye desde su interior a la racionalidad tecnológica. Porque, no es solo el caso el caso de que ella procure un poder sobre la realidad a causa de sus resultados, sino que más bien busca el poder sobre lo real para fundarse como tal forma racional.” (p. 99)

Tecnología educativa que retrospectivamente fue vinculada inicialmente a la programación instruccional inducida por el paradigma positivista de la psicología conductista en relación con el proceso de enseñanza-aprendizaje y su evaluación, y basada en la asociación de ideas, el condicionamiento operante y los refuerzos a la conducta objetivada desde la década de los años sesenta del siglo pasado que utilizó también medios o recursos audiovisuales, por ejemplo el conocido como CAI, por sus siglas en inglés, Computer Assisted Instruction, o EAO en español (Enseñanza Asistida por Ordenador) que no tuvo una presencia significativa porque se circunscribió a muy pocos planteles educativos principalmente privados, designados algunos como máquinas de aprendizaje, pero diferentes a las actuales TICs aunque ambas se sustenten en los soportes de la programación de la enseñanza y del aprendizaje.

La educación conductista practicada a través de la tecnología educativa fue objeto de señalamientos cuestionadores por los efectos alienantes que producía en los estudiantes venezolanos:

“Estos modelos y procedimientos educacionales al estar basados en el condicionamiento operante y el refuerzo, expresión y fundamentación del conductismo, persiguen la automatización del hombre –dado que parten de una psicología que niega la existencia de la conciencia como forma superior de la organización de la materia– eliminan totalmente el aprendizaje crítico y creador y sustituyen la ´praxis´ vital, humana que puede realizar un individuo en su aprendizaje no mecanizado, por la única ´práctica´ que conviene al planificador (programador): una experiencia mecanizada, planificada en todos sus aspectos –sin posibilidades de inventiva, creación y rupturas con lo ya establecido— represiva e individualista al extremo” (Quintero y otros, 1978, p. 21).

Luego en los años ochenta, van a aparecer en el escenario venezolano con el enfoque cognitivista del procesamiento de la información nuevas conceptualizaciones en torno a la consideración educativa de la tecnología educativa, sustentándose en la caracterización de los procesos cognitivos de los estudiantes y su interacción con los sistemas simbólicos de los medios. Formulando críticas a la concepción de quienes postulaban que los medios o recursos tecnológicos solamente eran neutrales transmisores de información. Por el contrario, postulaban que eran sistemas simbólicos de representación de la realidad que al interactuar con las estructuras cognitivas, incidían en estas, y que por ello, había que estudiar el tipo de interactividad a efectos de la formación escolar.

Después, a partir de la década de los noventa, y en confluencia con la llamada Teoría Crítica de la cultura, cuyo origen se atribuye a la Escuela de Fráncfort, aparecerán de modo muy influyente como tendencias el enfoque psicopedagógico constructivista y el sociocrítico, que van converger en lo que se puede denominar una teoría crítico-constructivista de la tecnología educativa o tecnología educativa crítica. Centrándose en la reflexión hermenéutico-semiótica sobre la construcción del pensamiento en los escolares en torno a las valoraciones culturales alienantes que reflejan o median las TICs tanto en las interfaces de usuario-máquina como en sus contenidos-formatos, y las que deberían promover con base en el contexto de crisis estructural mundial y local para propiciar un pensamiento autónomo, crítico y comprometido con los cambios socioculturales en aquellos. Sin embargo, y a pesar de esto último expresado, se puede compartir al respecto, lo concluido por Rueda (2007):

“Los modelos de uso de las tecnologías en las instituciones escolares se han quedado en un discurso tecnocrático, en una concepción técnico-racional y un uso instrumental y con un enfoque entre conductista y cognitivista bastante lejos incluso de los supuestos de estas teorías y más aún de las teorías constructivistas, hermenéutico-interpretativas, sociocríticas y de la complejidad propias de las últimas décadas.”(p. 102).

Desde el punto de vista educativo que se asume en esta reflexión sobre la mediación de las TICs y del uso informacional de Internet más particularmente, y teniendo presente la complejidad de la sociedad mundial en que está inserta la local, junto a la multiplicidad de informaciones que circulan sobre ella que tienden a saturar alienadamente la atención de los receptores con las significaciones semióticas de los discursos que portan, se impone la necesidad de fundamentar críticamente los juicios analítico-interpretativos sobre aquella. Hay que formar en consecuencia, a los estudiantes en la relatividad de los enfoques informativos, en la incertidumbre de las presuntas verdades informadas y, a la vez, por paradójico y ambivalente que parezca, en fundamentar sus opiniones y acciones en criterios consistentes y relevantes al respecto. Por ello se suscribe aquí la aseveración formulada por Mauri y Onrubia (2008), “en una sociedad de la información, lo que los estudiantes necesitan de la educación no es fundamentalmente información sino, sobre todo, que se les capacite para organizarla y atribuirle significado y sentido.” (p. 132).

En esa tarea el rol mediador del docente es decisivo ya que debe actuar como orientador e interlocutor no-significante, sino como interlocutor para una significación-otra por parte de los estudiantes, quienes deberán transformar para ello la información obtenida de la búsqueda en Internet, en conocimiento construido de manera autónoma e interactiva comunicacionalmente de modo dialógico con sus compañeros. Aquí, las TICs e Internet se conciben como elementos de apoyo de la actividad mental cooperativa y constructiva de los estudiantes   en un contexto de interacción intersubjetiva entre ellos animado y moderado por el docente. La transformación de la información en conocimiento, implica un deslinde entre ambos, además de epistemológico, sociocultural primordialmente por cuanto el conocimiento se producirá diferenciadamente en la interacción social contextualizada de saberes de los individuos al interpretar la información en tanto conjunto de datos estructurados, según García (2011), ya que:

“Para la epistemología actual la generación de datos sin estructura no es sinónimo de información, así como la información no puede considerarse conocimiento si no es procesada racionalmente dentro de un sistema de saber. No se trata tan solo de una cuestión epistemológica, sino también socioantropológica: la información adquiere sentido en contextos específicos, distintos según las relaciones sociales en las que están insertos quienes la interpretan y utilizan.” (p. 4)

Esta perspectiva supone pasar de una concepción individualista del aprendizaje y del conocimiento a otra que los concibe como procesos sociales de actividad conjunta entre los integrantes del grupo escolar o comunidad educativa: docentes y alumnos. Supone además, que se debe saber diferenciar la conectividad o interactividad tecnológica de la interacción sociopedagógica ya que esta última, supera la mera recepción informacional y la comunicación instrumental teletransmisiva, al regular la adecuación de los intereses y características de los estudiantes en su interacción reconstructiva o resignificadora a los contenidos de aprendizaje propuestos. Aquí se debe reiterar que la diferencia fundamental entre la comunicación instrumental teletransmisiva y la comunicación dialógica, radica en que la primera se considera un intercambio informacional de mensajes y señales entre usuarios de la red de Internet sin que medien los procesos de reconstrucción y resignificación, mientras que en la segunda por ser un proceso semiótico, en el que se intercambian intersubjetivamente signos, si intervienen la reconstrucción y la resignificación para atribuir sentido.

De aquí que la calidad educativa en este caso, dependa del tipo de interacción sociopedagógica que se promueva sobre el uso de las TICs. Hay que enfatizar, por consiguiente, la diferencia entre interactividad e interacción. La interactividad consiste en el relacionamiento operacional de los individuos con los medios o recursos técnicos, o entre éstos, contemplando las acciones de los sujetos con las interfaces de las TICs, para producir entre otras actividades, la obtención de información en Internet y la comunicación instrumental teletransmisiva; mientras que la interacción, es la mediación de la intersubjetividad que aunque pueda ser mediada o mediatizada por las TICs, puede propiciar la reconstrucción resignificadora de la información de Internet a través de la acción reguladora de la conversación y reflexión crítica, o comunicación dialógica entre los participantes. Todo esto, en el marco de la necesidad de una pedagogía crítica que integre un enfoque desalienante del uso de las TICs, que se contraponga a la significación y connotación instrumental de lo que ha prevalecido como tecnología educativa.

De estas consideraciones se desprenden algunas capacidades y destrezas que los docentes deben poseer para favorecer el tipo de uso informacional de Internet en la actividad reconstructiva y resignificadora de los estudiantes. uso-adecuado-del-internet-1-1-728

Entre estas podemos indicar las siguientes:

-Valoración crítica del uso informacional de Internet en el aprendizaje

-Utilización de la tecnología para buscar y seleccionar información adecuada

-Diferenciación entre lo banal y lo esencial de la información obtenida

-Saber leer los diferentes lenguajes multimedia para informarse y comunicar

-Uso adecuado de diversas bases y fuentes de información

-Presentación organizada de la información de acuerdo a distintas finalidades

-Favorecer la revisión y análisis interpretativo de la información recabada

Finalmente, y compartiendo sobre las TICS, el juicio de Gimeno (2001),   “hemos de reconocer las posibilidades que se abren si es el sujeto el que controla el acceso a las mismas y éste es un receptor crítico.” (p. 70), esta reflexión sobre el discurso oficial en torno al uso informacional de Internet en la Educación Primaria de Venezuela, cree pertinente recomendar su empleo pedagógico con base en las prevenciones críticas que se han producido indagativamente por ella. Principalmente, la regulación comunicativo-dialógica reconstructiva y resignificadora de modo intersubjetivo y bajo la moderación del docente que la anima, de la información que buscan o reciben los estudiantes por medio de la red de Internet para producir conocimiento. Orientada dicha interacción dialógica fundamentalmente hacia la formación emancipadora de la autonomía de los niños y niñas de este nivel, que contrarrestaría de esa forma al modo de información que produce la alienación de los individuos al normalizarlos o disciplinarlos corporalmente como sujetos informacionales, sujetos dependientes de la información que circula y se consume a través de Internet.

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Fuentes Imágenes:

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2.http://image.slidesharecdn.com/andrescamilo-111107150836-phpapp02/95/uso-adecuado-del-internet-1-1-728.jpg?cb=1320678580:

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