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México: Nueva represión contra las normales rurales.

El gobierno del PRI en Oaxaca, encabezado por Alejandro Murat, reprimió fuertemente a normalistas de Ayotzinapa y de la Normal Rural de Vanguardia, Oaxaca.

América del Norte/México/07.11.2017/autor y Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/

El día de hoy, al rededor de las 11 y media de la mañana el gobierno del PRI en Oaxaca, encabezado por Alejandro Murat, reprimió fuertemente a normalistas de Ayotzinapa y de la Normal Rural de Vanguardia, Oaxaca que se encontraban boteando para financiar su movimiento, fueron amenazados y apuntalados con armas por parte de la policía estatal, ministerial y federal, quienes los encapsularon y apresaron, eran al rededor de 40 compañeras y compañeros.

El día de ayer fueron igualmente reprimidos y encarcelados más de 20 compañeras y compañeros normalistas en Chiapas que se movilizaban en el marco de una marcha por el derecho de libertad de expresión.

No queremos que se repita de nuevo, aún nos faltan 43 compañeros normalistas y el gobierno intensifica la represión cada vez más, en un país que se dice “democrático”, policías desaparecen, secuestran, violan y matan a luchadores sociales.

Desde la Agrupación Magisterial Nuestra Clase responsabilizamos a los gobiernos de Chiapas y Oaxaca, así como al gobierno federal de los daños causados por la represión en contra de nuestros compañeros. Denunciamos la brutalidad con la que fueron atacados y exigimos la liberación inmediata de los 4 compañeros normalistas de Chiapas (Jesús, Pablo, Jovanna y Dafne) a quienes se les acusa de cometer atentados contra la paz y la integridad corporal y patrimonial de la colectividad y del estado, motín, daños dolosos y secuestro exprés; exigimos el cese de la criminalización de la protesta y de la represión contra estudiantes normalistas en todo el país.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/nueva-represion-contra-las-normales-rurales/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2017/11/laizquierdadiario.jpg

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De la ocupación pacífica de las escuelas a la violencia desmesurada

Por: Jaume Carbonell

Padres y madres, docentes, alumnos y vecinos de diversas edades y condiciones social se movilizaron para dar una gran lección de paz y civismo.

Las imágenes impresionantes del domingo las ha visto todo el mundo. También los niños y adolescentes que ayer entraban en las aulas. Hablan por sí mismas pero no sobran los calificativos para denunciarlas con más precisión y contundencia: vergüenza, indignación, asco, dolor, tristeza, brutalidad, impotencia, violencia desmedida…

Me han recordado mis tiempos de estudiante, durante el franquismo, cuando la policía entraba en la universidad, mientras estábamos reunidos tranquilamente en asambleas ilegales, para desalojarnos a porrazos. Ante nuestras reivindicaciones de derechos democráticos siempre encontrábamos la misma respuesta: la represión. Nada de diálogo ni negociación: sólo se conocía, como canta Raimon, el lenguaje de las pistolas. Hechos que, obviamente eran silenciados en los medios de comunicación.

Ahora, cincuenta años después, la policía nacional entra en las escuelas e institutos, ocupados pacíficamente por la ciudadanía, para confiscar las urnas de una consulta ilegal, rompiendo puertas, provocando numerosos destrozos y causando más de ochocientos heridos en toda Cataluña, sin respetar ni a los niños ni a las personas mayores. Numerosas voces pedían previamente diálogo y soluciones políticas, y también esta vez la única respuesta ha sido la represión. Y a pesar del poder y la amplia difusión de numerosas imágenes aterradoras, los portavoces del PP, instalados en la miopía y la mentira más burda, lo niegan. Que esto ocurra el siglo XXI, en plena democracia, dice muy poco a favor de la estima por los “palacios de los niños”, tal como se llamaban las escuelas públicas construidas en la II República, como el Ramon Llull, uno de los centros más afectados. Y es una muestra de que el franquismo se vive todavía en un Estado cada vez más contestado por sus formas autoritarias y por la defensa de una legalidad inamovible que hace aguas por todos lados.

El 2 de octubre es el Día Internacional de la No Violencia, en que se conmemora el nacimiento de Mahatma Gandhi, pionero de la filosofía de la no violencia para defender los derechos civiles y varias causas relacionadas con la justicia social. En Cataluña, en cierto modo, se empezó a celebrar un día antes, de forma festiva y pacífica, con concentraciones y ocupaciones para defender la causa legítima del derecho a decidir que, en una democracia real, también debería ser legal. Padres y madres, docentes, alumnos y vecinos de diversas edades y condiciones social se movilizaron para dar una gran lección de paz y civismo, en consonancia con la convivencia, la libertad, el respeto, la tolerancia y otros valores educativos que se cultivan en la institución escolar. En esta jornada histórica todos y todas eran Gandhi.

Ayer la celebración continuó en muchos centros. Algunos, desde buena mañana, aparecieron embellecidos con flores para facilitar una acogida amorosa a los alumnos más afectados. Y, en el transcurso de la jornada, se acompañó a los niños y adolescentes para responder a preguntas que, por complejas y dolorosas que sean, no pueden nunca dejar de responder. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué? ¿Cómo es que la policía ha golpeado a la gente y ha destrozado nuestra escuela? Han hablado, han gestionado cuidadosamente la conversación en torno a la paz y la violencia, aclarando las dudas hasta donde sea posible, respetando los silencios, insistiendo en la necesidad del diálogo y la mediación para la resolución de los conflictos, dejándolos expresarse de diferentes maneras para que liberen el llanto y saquen la rabia, pero siempre evitando el odio y otras manifestaciones ajenas a la cultura de la paz.

Se dice a menudo que la escuela no es una isla y que debe adaptarse a la sociedad que la rodea. Pero, al mismo tiempo, cuando el espejo del entorno le devuelve imágenes oscuras, desdibujadas y miserables -como es el caso, por ejemplo, de toda violencia verbal y físicamente-, hay que nadar a contracorriente para construir un relato alternativo más digno, humanizado y democrático. Para que estas semillas fructifiquen en una ciudadanía del futuro más libre, crítica y responsable. La huelga general de hoy va de eso: de la defensa de la libertad y la dignidad democrática.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/10/03/de-la-ocupacion-pacifica-de-las-escuelas-la-violencia-desmesurada/
Imagen: http://www.elintransigente.com/u/fotografias/m/2017/10/1/f768x512-425068_481259_0.jpg
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Argentina: Caso Maldonado y el rol de la escuela,el acceso a la verdad es un derecho irrenunciable.

América del Sur/Argentina/12.09.2017/Autor y Fuente: https://mst.org.ar/

Hace un mes que no se sabe nada de Santiago Maldonado. La última vez que se lo vio, fue en el marco de una violenta represión de gendarmería a integrantes de la comunidad mapuche. A partir de ahí, comenzaron los cruces políticos entre sectores que están a un lado y al otro de la famosa “grieta”. Y se escuchan y se leen comentarios que generan mucho dolor, impotencia e incluso incredulidad ante la justificación de lo aberrante, después de haber derrotado a la dictadura.

Es perverso que se le exija a los que buscan a Santiago, que antes de preguntar por él pidan por todos los desaparecidos. Sobre todo cuando los que lo plantean son personas o medios que justifican la desaparición de Santiago y que nada hicieron en el pasado por esas otras personas. Se niega la gravedad de esta desaparición intentando licuarla en un mar de casos. El razonamiento no es ingenuo, pretende que naturalicemos el hecho de que en democracia también pueda haber desaparecidos; enarbolan a Julio López para demostrar su tesis de que estamos ante algo habitual que no merece tanta repercusión.

Por otra parte, es falso que nadie se preocupe por Marita Verón, Julio López o Luciano Arruga. Cientos de organizaciones políticas y sociales y decenas de miles en todo el país, nos movilizamos y seguimos haciéndolo cada año exigiendo justicia.

El oportunismo de algunos sectores no invalida la legitimidad del reclamo

Es cierto que hay organizaciones políticas y sindicales que hoy hablan de Santiago y que callaron ante la desaparición de López, que hoy defienden a los mapuches y que mantuvieron silencio ante los atropellos al pueblo Qom durante el gobierno anterior. También hay quienes se movilizaron ante la muerte del fiscal Nisman y no hicieron lo mismo ante la desaparición de López, testigo clave en un juicio de lesa humanidad.

Existen hipocresías y oportunismos de varios colores. También existe coherencia en muchas personas y organizaciones que hemos defendido los derechos humanos siempre, sin importar a qué sector político favorezca o afecte coyunturalmente. Porque hoy vuelve a faltar una persona y eso trasciende -o debería-, cualquier cálculo político o electoral. Es objetivo, como también lo es la responsabilidad política del gobierno nacional que ha intensificado la represión como respuesta a los reclamos populares.

Mejor hablar de ciertas cosas

Los ataques gubernamentales a la docencia y los intentos por responsabilizarla de la profunda crisis que atraviesa la escuela pública, es el caldo de cultivo que dio origen a la campaña “con mis hijos no”, que no sólo ataca la libertad de cátedra, sino que se riñe con preceptos pedagógicos y democráticos básicos de nuestra sociedad, consagrados en la Ley de Educación Nacional.

Se aduce que la educación debe ser apolítica; algo que además de equivocado, es imposible. El acto educativo es un acto esencialmente político. Es político hablar en clase de Santiago, como también lo es decidir no hacerlo. La educación es política porque es una instancia indispensable para el ejercicio pleno de la ciudadanía, en la cual se ponen en juego y reproducen valores, ideas y normas. Lo que se prohíbe hacer en las escuelas, es proselitismo o política partidaria.

La ley de educación nacional Nº 26.206 es clara en relación al tratamiento de los derechos humanos. En sus artículos Nº 3, 8, 11, 30, 54 y 92 -por nombrar sólo algunos-, se habla de profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos, la diversidad, la justicia y otras libertades fundamentales. También se plantean como ejes necesarios “contenidos curriculares comunes que promuevan el respeto por la multiculturalidad y el conocimiento de las culturas originarias en todas las escuelas del país, permitiendo a los/as alumnos/as valorar y comprender la diversidad cultural como atributo positivo de nuestra sociedad”.  Lo cual es pertinente abordar ahora, dado que el contexto en el que ocurre la desaparición de Santiago, es el reclamo legítimo del pueblo originario mapuche en contra del gobierno que defiende el interés de una empresa extranjera en detrimento de sus derechos sociales.

Ya dijimos nunca más

La desaparición de Santiago Maldonado ha interpelado a toda la sociedad, las calles, las redes sociales y también a las escuelas. Sólo alguien que no convive en un aula con adolescentes, puede creer que un tema de esta magnitud puede esquivarse o que los estudiantes son presa fácil del adoctrinamiento. Este tema se discute en las aulas, galerías, salas de profesores. Y es un auspicioso síntoma que así sea, ya que la escuela tiene entre sus principales objetivos, formar ciudadanos críticos y comprometidos con la realidad de la sociedad en la que están insertos.

No podemos justificar ni naturalizar las violaciones, las injusticias y los atropellos a los derechos humanos. No puede haber espacio para un nuevo “algo habrá hecho”, no podemos mirar para otro lado.

Fuente: https://mst.org.ar/2017/09/03/caso-maldonado-rol-de-escuela-acceso-verdad-es-derecho-irrenunciable/

Imagen: https://mst.org.ar/wp-content/uploads/2017/09/f620x350-20439_51457_79-400×280.jpg

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El circo de la crueldad de Joe Arpaio y el declive de la democracia en EEUU

Por: Paul Mason

El indulto de Trump al ultraderechista exsheriff de Arizona no solo legitima sus métodos sino que deja ver un sistema democrático en decadencia

La cárcel era un campamento: llena de lonas de color verde militar de la época de la Guerra de Corea. Los hombres reclusos (las mujeres estaban en un edificio aparte) vestían monos de trabajo de rayas blancas y negras y, como ya sabe todo el mundo, ropa interior rosa chillón. El mismísimo Arpaio nos firmó un póster en el que se veía a un recluso de aspecto tosco usando ropa interior rosa diseñada, como todo en aquel lugar, para humillar y acrecentar la tortura mental.

El malestar físico era evidente. El termómetro de nuestro coche indicaba 45 grados centígrados. Los reclusos yacían desplomados y apáticos bajo el sofocante calor. “Todo se hace lo más barato posible. Los reclusos tienen dos comidas al día: salsa boloñesa con pan blanco barato. Nosotros, los guardias, tomamos solamente Gatorade caducado para hidratarnos”, nos dijo el guardia que nos escoltaba. Para demostrarlo, mostró con orgullo la fecha de caducidad en la botella de la que bebía. Al menor movimiento no autorizado, como taparse la cabeza con una toalla rosa para protegerse del sol camino al baño, el guardia lanzaba un grito insultante al infractor que le dejaba petrificado en el lugar.

No vimos las celdas de aislamiento ni al grupo de trabajo de mujeres encadenadas, aunque Arpaio nos lo habría mostrado si hubiera tenido tiempo. El objetivo del pequeño infierno construido por Arpaio en claro desafío a las leyes y normas federales era desalentar la migración.

La cárcel, las implacables redadas y la detención de personas de aspecto hispano (además de las diatribas que salieron de la boca de Arpaio durante la entrevista, llenas de desprecio y estereotipos raciales) formaban parte de un plan diseñado para hacerle la vida tan difícil como fuera posible a las comunidades migrantes de Arizona.

Pero ese circo de la crueldad era sólo un pretexto para un mensaje aún mayor: las acciones de Arpaio, sheriff del condado de Maricopa (Arizona) durante más de 20 años, servían para probar que la extrema derecha de EEUU podía desafiar impunemente a la Constitución y al Gobierno federal. Eso es lo que realmente ha aprobado el presidente Trump concediendo el perdón a Arpaio: la posibilidad de desafiar abiertamente a la ley.

Trump indulta al polémico exsheriff Joe Arpaio

Roger Stone, un asesor de Trump que fue clave en la exoneración de Arpaio, está ahora trabajando en un indulto para el preso Cliven Bundy, cuya milicia de extrema derecha se enfrentó en 2014 a las fuerzas gubernamentales. Además de pensar en la importancia que tiene que un hombre de confianza del presidente se confabule con el líder de una milicia armada que cree justificada la violencia contra el Gobierno, debemos detenernos a reflexionar sobre la predicción de Stone, que habló de un “arrebato de violencia en este país, un levantamiento como jamás se ha visto” si llega a haber un intento de moción de censura contra Trump.

El reportaje que hice desde la cárcel de Arpaio no cambió nada. Ni siquiera cambió nada la investigación ganadora del premio Pulitzer sobre los altos costos en que se incurrieron debido al fracaso de Arpaio para combatir el crimen de verdad. Arpaio fue encasillado (del mismo modo que Trump) con la etiqueta “cosas extrañas en los márgenes del estilo de vida estadounidense”.

Hoy, igual que ocurrió con el ejército de zombis en Juego de tronos, todos los raros y trastornados personajes de la derecha estadounidense han cruzado el muro. Stone, Trump, Arpaio y Steve Bannon se pasean impunemente entre la sociedad civil estadounidense dando un guiño de complicidad a los fascistas, los miembros del Ku Klux Klan, los grupos de misóginos violentos y las milicias armadas; y señalando a los medios de comunicación como los enemigos del pueblo.

Sería aterrador que estos fueran nuestros enemigos, pero se supone que EEUU es nuestro aliado: la autoproclamada tierra de la libertad, los luchadores de la democracia y demás autobombos que ahora no significan nada.

La semana pasada fue posible percibir cómo el republicanismo tradicional perdía su tradicional confianza cuando el secretario de Defensa de Trump, James Mattis, dijo a sus soldados en Jordania que debían “resistir” hasta que EEUU recupere su capacidad de inspirar al mundo. Trump está ahora tan en desacuerdo con un gran sector de la élite empresarial que, en cualquier democracia progresista normal, la primera oportunidad de destituirlo sería bien recibida.

Pero (y debemos obligarnos a enfrentar esto) EEUU se está convirtiendo en una democracia anormal. Las viejas y férreas instituciones del país parecen iguales, pero el Estado de derecho y la imparcialidad de la justicia se están esfumando. Las fuerzas que defienden la democracia estadounidense (el periodismo serio, las fundaciones y ONG respaldadas por multimillonarios, los sindicatos, los grupos de protesta y, sobre todo, los demócratas) jamás se habían enfrentado a una amenaza como la actual. Hay un fuerte clima de negación y autocomplacencia.

La advertencia de Stone fue una señal para los senadores republicanos que podrían sentir la tentación de apoyar una destitución ( impeachment). “El político que vote a favor de la destitución estaría poniendo en riesgo su vida”, dijo Stone. También fue una advertencia indirecta para los líderes empresariales que dimitieron de los consejos creados por Trump tras Charlottesville. Muy pronto, ellos también pasarán a formar parte de la lista de enemigos a ser vilipendiados y amenazados.

No han pasado ni siquiera 20 años desde que la derecha estadounidense proclamara la unipolaridad del mundo: EEUU era amo y señor y podía moldear el sistema, imponiendo la democracia y el orden en los mercados emergentes. Qué gracioso suena eso ahora.

Estados Unidos ni siquiera puede autoimponerse la democracia. Toda persona que entienda de geopolítica debe temer las consecuencias. Las normas de comportamiento establecidas en Arizona (amenazas a opositores políticos, redadas contra agencias rivales encargadas del orden público, hostigamiento de la prensa) se están convirtiendo en moneda corriente en Washington. Que Trump recurra a decisiones arbitrarias también es un mensaje para todos los cleptócratas y estados policiales del mundo: todo está bien, sigan adelante.

Lo único que podemos hacer es reformular los principios del derecho y la libertad. Y confiar en que, si tenemos que pelear por esas cosas en Europa, lo hagamos mucho antes y de manera más eficiente que los maltrechos progresistas de EEUU.

Traducido por Francisco de Zárate

Fuente: http://www.eldiario.es/theguardian/Joe-Arpaio-crueldad-Trump_0_681382186.html

 

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¡Fuerza Escuelas Normales, fuerza!

Por:

El día 21 de junio, de nueva cuenta estudiantes normalistas fueron agredidos por las fuerzas de “seguridad pública”. No, no se trató del conflicto que hace días le compartía en este mismo espacio y que se suscitó en Cañada Honda, en el hermoso estado de Aguascalientes; no, tampoco se trató del lamentable y trágico suceso de Ayotzinapa, en la bella entidad de Guerrero; tampoco se trató de estudiantes provenientes de alguna de las normales del singular estado de Oaxaca. Se trató pues, de normalistas de Tiripetío en Michoacán.

Hasta el momento en que cierro estas líneas. Las versiones, que corren a raudales en los medios de comunicación, mencionan que ante una manifestación estudiantil, los elementos que integran la “flamante” policía michoacana, dispararon sus armas para “disuadir” al grupo de “rijosos” que se concentraron en torno a unas vías del tren para impedir el tránsito del mismo, con el objetivo de que sus demandas fueran escuchadas y atendidas por el gobierno perredista.

De hecho, existen videos – grabados por los mismos estudiantes y pobladores de esa entidad – que dan cuenta de las agresiones de las que fueron objeto los alumnos de la escuela normal Vasco de Quiroga. Ante tales circunstancias, por la mañana del 22 de junio, se informó que fue destituido el Subdirector de Seguridad Pública, Antonio Paniagua Arce, por los “errores” cometidos en el operativo, mientras que el director de la dependencia, Fidel Ortiz Barragán, estaba siendo investigado por las autoridades correspondientes.

Estos hechos violentos, como los cientos que a diario ocurren en mi querida República Mexicana, podrían no ser trascendentales, de no ser porque en días pasados – cuando el conflicto entre las estudiantes de la Escuela Normal Justo Sierra Méndez y autoridades del estado de Aguascalientes llegó a su clímax – el gobernador Silvano Aureoles declaró ante los medios de comunicación – dada la agresión que sufrieron los alumnos de la normal de Tiriperío que apoyaban el movimiento de Cañada Honda –, que era justa la “garrotiza” que recibieron los normalistas y que de ésta, esperaba hubieran aprendido.

Nada más lamentable que este tipo de declaraciones, pero lo es aún más, el que este funcionario, falto de sensibilidad política y humana, se haya atrevido a mandar ese mensaje a la ciudadanía. ¿Acaso no se ha aprendido nada en temas de seguridad pública y atención a los conflictos sociales en los últimos años?, ¿acaso el tema de Ayotzinapa y Nochixtlán no dejó un aprendizaje en los mandos únicos policiales?, ¿acaso merecemos este tipo de gobernantes?

Hace días, reflexionaba sobre el planteamiento que he venido escuchando de varios colegas, analistas, intelectuales, académicos, medios de comunicación, en fin; de aquellos que piensan, razonan, reflexionan, comprenden y entienden los grandes problemas que enfrenta México, y hoy más que nunca, lo confirmo: el país se le ha ido de las manos a Enrique Peña Nieto. Y se le ha ido por la falta de capacidad que ha mostrado desde el inicio de su gobierno para enfrentar los conflictos que él mismo ha generado con su pésima forma de gobernar el territorio mexicano.

Tal parece que los gobernadores, cual virreyes en una pequeña isla, hacen y deshacen lo que se les venga en gana, y no hay nada ni nadie que pueda obligarlos a actuar con mesura, prudencia, paciencia, diálogo y acuerdos.

Del “flamante” Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, puede decirse mucho al respecto, dado que las normales son también, ámbito de su competencia; sin embargo, como hemos visto, sabido y comprobado, está más preocupado por posicionarse ante sus posibles electores con miras al 2018, que en atender los problemas educativos que, como en esta entidad michoacana y en las diversas que integran el país, existen. Y existen porque son reales, nada ficticias, nada utópicas.

Tales argumentos mi apreciable lector, me constan. Y me constan porque en mis veinte años de servicio, he tenido la maravillosa oportunidad de visitar varias escuelas normales del país. De ahí que pueda afirmar, sin ningún miramiento, que las normales han sido, son y serán, instituciones que por años han formado a maestros destacados en cada uno de los niveles educativos a los que se han insertado.

Duele, efectivamente, que se den estos lamentables hechos, pero duele aún más, ver y darse cuenta de las agresiones que otros seres humanos cometen en contra de sus iguales, por una estúpida – sin que sea peyorativo el uso de la palabra – orden “ejecutiva” que alguien desde su escritorio otorga a quienes tienen la responsabilidad de salvaguardar la vida humana.

En estos días, se habla de 2,186 homicidios dolosos cometidos en mi amado México. ¿Qué está pasando?, ¿quién está fallando? Cuestionamientos que, si usted analiza, buscan un culpable y un responsable; sin embargo, ¿por qué no le apostamos al fortalecimiento de este tipo de instituciones formadoras de docentes para mejorar el entorno que nos rodea? Programas contra de la violencia son necesarios, no lo niego, pero ojo, son programas que buscan remediar un mal, y no una probable prevención mediante la cual, se eduque al pueblo.

Ciertamente, y comparto las ideas que mi querido amigo Alberto Arnaut escribió en días pasados en su muro (Facebook, Junio 20, 2017) sobre una columna que tan amablemente publicaron Educación Futura y Profelandia (Hasta la victoria siempre: las normales viven); no basta con una reforma curricular a las escuelas normales para solucionar los problemas que enfrenta el normalismo mexicano. Las problemáticas van más allá de ello y del actuar de algún funcionario como lo es el Director de la DGESPE. Eso se sabe, no se desconoce; lo importante y verdaderamente trascendental, es trabajar de manera conjunta y coordinada para lograr una mejora sustantiva en el subsistema normalista.

Las normales viven, y seguirán viviendo, porque muchos, al menos así lo considero, creemos en ellas.

Sí, basta de injusticias. Sí, basta de represión. Sí, basta de todo. El diálogo debe ser el medio a través del cual se diriman los conflictos. Las normales, seguro estoy, pueden y podrán con los grandes retos que se les asignen. No obstante, no pueden navegar solas, requieren de acompañamiento y eso, dudo mucho que don Aurelio Nuño quiera hacerlo.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/fuerza-escuelas-normales-fuerza/

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South Africa: Police Fire Teargas At Nehawu Protesters Outside University of Pretoria

South Africa/22 de Mayo de 2017/Allafrica

Resumen: La policía usó gases lacrimógenos contra los miembros de Nehawu quienes protestaban fuera de la Universidad de Pretoria el viernes por la mañana.  Los trabajadores exigían un 13º cheque, una mejor asistencia médica y un aumento del 8%.

Police used teargas against protesting Nehawu members outside the University of Pretoria on Friday morning.

The workers were demanding a 13th cheque, better medical aid, and an 8% increase.

Protesters tried to get onto the university grounds at an open gate on Lynnwood Road after the main gate was closed.

Police fired two canisters of teargas at the protesters, who responded by throwing stones and bricks at the police, before being calmed down by Nehawu leadership.

Regional branch chairperson for Nehawu Joseph Makhasa said other universities not only paid their employees more, but that they also provided a 13th cheque.

Makhasa said if their demands were not met, they intended on disrupting the university’s open day, to be held this Saturday.

Nehawu members continued singing and dancing outside the university’s main gate in Lynnwood Road.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201705190904.html

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El repudio por la fuerte represión a los docentes argentinos.

América del Sur/Argentina/11.04.2017/Autor y Fuente:http://www.prensa-latina.cu/
El repudio por la fuerte represión de la fuerza pública contra los docentes argentinos que intentaban levantar una escuela itinerante frente al Congreso se siente hoy aquí.

En una noche tensa y lluviosa, los docentes, que habían comenzado a levantar una estructura metálica en horas de la tarde frente a la Plaza de los dos Congresos de forma pacífica, fueron agredidos con gas pimienta y a la fuerza por parte de la policía federal.

Las imágenes quedaron registradas por el canal C5N y videos de los propios docentes que se encontraban en el lugar en el momento en el que la gendarmería arremetió contra ellos.

Las acciones, calificadas de desmedidas por muchos de los maestros, fueron repudiadas por bloques partidistas y organizaciones sociales que se preguntan hoy donde queda el derecho a manifestarse.

Los docentes que llevan cinco semanas con un fuerte conflicto para que el Gobierno convoque a una paritaria nacional (negociaciones sociales), decidieron abandonar el paro y encontrar otra modalidad de resistencia y lucha.

Según el plan, la idea era instalar una estructura metálica y hacer una especie de escuela itinerante en varias plazas del país para visibilizar su lucha.

El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad informó en un comunicado que se evitó el armado de una estructura en la Plaza ‘cuando un grupo de gremialistas docentes comenzó a instalar la misma sin ningún tipo de permiso’.

Por consiguiente, añadió la nota, ‘se labraron actas de infracción por el uso indebido del espacio público. También se hizo presente personal policial y ‘se les sugirió el desarme’ (de la estructura).

Según había declarado a la televisora C5N Eduardo López, de la UTE (Unión de Trabajadores de la Educación), habían avisado antes a la Comisaría que instalarían la estructura metálica. Asimismo remarcó que si tenían el permiso, porque de hecho esa estructura no se puede hacer sin la autorización.

Tenemos cuatro compañeros detenidos, con que motivo tienen presos a los docentes, afirmó exaltada ante las cámaras la secretaria general de la CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación), Sonia Alesso, quien responsabilizó al Ejecutivo por estos hechos.

El bloque de Diputados del partido Frente para la Victoria, que preside Héctor Recalde, expresó en un comunicado la víspera ‘su más enérgico repudio a la represión a los docentes’.

‘En el país de (Mauricio) Macri los trabajadores no tienen derecho a huelga y tampoco a pedir frente a las autoridades, como establece la Constitución Nacional’, apuntaron.

‘La actitud del Gobierno es una verdadera vergüenza, y por ese motivo nuestro bloque se reunirá mañana (hoy) con el resto de los bloques legislativos de la oposición para asumir una posición de firmeza y única frente a este atropello a los docentes’.

Los organismos defensores de los derechos humanos nucleados en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia exigieron la inmediata liberación de los cuatro docentes detenidos y denunciaron ‘esta nueva avanzada represiva del Gobierno, que se suma a la represión en un comedor en Lanús, a la represión en la avenida panamericana durante el paro general, y al envío de un brutal operativo con armas de fuego para desalojar a los trabajadores de AGR-Clarín’.

Los mensajes en twitter también se suceden con varias etiquetas donde los argentinos expresan su rechazo a este incidente. Con los maestros, no!, escribió un usuario en tanto otro apuntó: si tocan a los educadores nos tocan a todos.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=77410&SEO=el-repudio-por-la-fuerte-represion-a-los-docentes-argentinos
Imagen: http://www.prensa-latina.cu/images/2017/abril/10/docentes-congreso.jpg
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