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El poder de los sentimientos

Por: Luis Carlos Muñoz Sarmiento

Balance, contexto histórico y perspectivas a partir de un filme iraní

El 21/oct/2019, en medio de la feroz represión contra el pueblo de Chile, por cuenta del diktat gringo acatado por el “Care/rata” Piñera, como ahora le dice el pueblo; en medio de la crisis humanística/democrática/capitalista que sufre EEUU; en medio de los levantamientos populares en muchas partes del planeta, especialmente en América Latina, se hace imperativo un balance de la situación; también, una mirada al contexto histórico de ayer y de hoy; y, por último, esbozar las perspectivas a mediano futuro, con base en la re-visión que aquel lunes hice del filme iraní Baran, del mismo director de Los niños del cielo: Majid Majidi.

Afganistán, catástrofe humanitaria

Una aclaración: aunque Baran, voz para lluvia y nombre del personaje/eje, sea un filme iraní, de Majidi (Teherán, 1959), la historia se remite en lo fundamental al país, hasta ese momento de la historia, con el mayor número de refugiados del mundo: Afganistán (1). Hacia 2018 alcanzó los 4.2 millones de desplazados con urgencia de ayuda humanitaria. Vergonzoso título que luego le arrebató Colombia, al alcanzar el espanto, según datos de jun/2019: 7.8 millones de desplazados forzados, superando al Congo, Etiopía, Somalia, Nigeria y Yemen (2). Según la ONU, por vía del periodista pakistaní Ahmed Rashid en su libro Los Talibán (= estudiosos del Islam o buscadores del conocimiento), al momento de rodar el filme, 3.6 millones de afganos vivían fuera del país, de ellos 2.2 millones en Pakistán y 1.2 en Irán. En sept/2001 había 1.100.000 nuevas víctimas: 800 mil desplazados más dentro del país, 200 mil en Pakistán y otros 100 mil en Irán. La sequía permanente obligó a millones de personas a huir del campo y a emigrar a la ciudad, donde organizaciones de ayuda fueron impotentes ante la falta de recursos y el acoso talibán, azuzado por no se sabe qué potencia/imperio, já.

En enero, cien afganos, en su mayoría niños, murieron a causa del frío intenso en seis campos de refugiados en Herat, donde se concentraban 80 mil personas. Al norte, donde había casi 200 mil afganos desplazados, la gente había vuelto a comer hierba, animales y roedores: menos mal que no hurgado en la basura como les toca a niños e indígenas en Puerto Carreño, Vichada, COL, mientras el subpresidente y Martuchis siguen preocupados por Venezuela (3). Además, los padres/madres afganos, vendían a sus hijas por cuatro rupias para poder comprar alimentos. Detrás de esto estaba, y está, EEUU, aliado de los talibanes en su perverso plan de quitarle “el agua al pez”, es decir, la comida al afgano, como ya le había quitado “el búfalo al indio”, “el alimento a la guerrilla”, “los derechos al negro”. Por eso, no es extraño que la ONU, hipócritamente, pusiera el grito en el cielo ante la crisis agropecuaria.

El estudio del Programa mundial de Alimentos (PMA) de 24 provincias realizado en abril, denunció que en 2001 se cultivaría un 50% menos de tierra a causa de la sequía y de la escasez de semillas, mientras que el 70% del ganado del país había muerto como resultado del fuerte racionamiento de agua y la disminución de pastos. Igual a lo que pasa hoy en Colombia, donde ya se importa carne y, el colmo, papa congelada, pero, eso sí, a la vez se transmite la cuña institucional según la cual Nairo Quintana muestra los benéficos resultados del TLC con EEUU, que ha dejado el campo libre para el monocultivo destinado al mercado de biocombustibles, y entonces aparece todo tipo de frutas y alimentos que solo existen en la mente de los publicistas al servicio del régimen: se habla de este cuando no hay democracia. Todo esto, es imprescindible decirlo en momentos en que la ONU advierte sobre el futuro del planeta: “Montañas sin hielo, ríos sin agua y océanos sin vida.” (4)

En jun/2001, la ONU advirtió sobre el hambre y las muertes que seguirían a la falta de alimentos, a no ser que la comunidad internacional reaccionara rápidamente aportando mucha más ayuda. Sin embargo, el acoso de los talibanes a las organizaciones humanitarias hizo que muchos países occidentales (EEUU, Francia e Inglaterra) se mostraran reacios a seguir enviando auxilios. El PMA dijo que necesitaría alimentar a 5.5 millones de indigentes en el invierno de 2000/2001, en comparación con los 3.8 millones de 2000. Piénsese aquí si no tiene razón Evo Morales, quien ahora ha dicho que “el capitalismo es el culpable de la pobreza mundial”. (5) Lo que ahora le ha costado que miembros de la embajada de EEUU en La Paz declaren, con la mayor desfachatez, la inminencia de un golpe de estado en Bolivia, como ya hicieron en Brasil con Lula y Dilma Rousseff, así como hacen con todo aquel que no les regale los recursos del país o no se arrodille a sus intereses imperialistas. ¿La prueba de ello?, EEUU hoy ni mira hacia Haití, pueblo sumido en una dura crisis humanitaria (6)

Y, qué curioso, la crisis en Afganistán se agravó, por irónico que pueda parecer, por el único caso de aceptación de las exigencias internacionales, entiéndase, de EEUU: la prohibición del cultivo de plantas adormideras. Básicamente, la amapola o adormidera real (Papaver somniferum), cuya fama está ligada a su alto contenido de alcaloides y que, a su vez, es la base de la producción del opio, la heroína y sus derivados. La amapola, convertida en opio y heroína, ha representado y sigue representando una importantísima fuente de ingresos para todas las facciones de Afganistán en guerra. Pero, el conflicto más serio de los talibanes con las organizaciones de ayuda fue su negativa a permitir al PMA comprobar quién se llevaba realmente el pan de las panaderías del PMA en Kabul: no propiamente el pueblo afgano. Después de varios meses de negociaciones fallidas amenazó con clausurar el 15/ju/2001 sus 157 panaderías de Kabul, lo que a la postre ocurrió con la complacencia del gobierno gringo. Hoy, el Talibán controla más territorio afgano que en cualquier momento desde 2001 y ahora EEUU parece decidido a abandonar Afganistán tras la guerra más larga de su historia. (7)

El 13/jul de ese año, los talibanes prohibieron el uso de Internet dentro del país y una semana después promulgaron un decreto por el que se prohibía la importación de 30 artículos, entre ellos el video, casetes de música, labiales; e incluso la práctica del ajedrez, del fútbol y de las cometas. En otras palabras, cuando EEUU habla de su preocupación por el progreso de un país (como ahora con respecto a Chile, Uruguay, Bolivia), debe entenderse exactamente lo contrario: lo que lo ocupa es su atraso y su ignorancia para poder someterlo a sus caprichos.

Ahora, ¿por qué la ONU había puesto, hipócritamente, el grito en el cielo? Porque es la misma entidad que va a tener que ver con el recorte de presupuesto, año tras año, para la ayuda en Afganistán, que (siempre hay que repetir lo obvio: Emerson), depende de EEUU. Y, se sabe, ONU es apéndice político/militar (Cascos Azules), de EEUU. Algunos datos consignados por Rashid: “En 1996, la ONU había solicitado 124 millones de dólares para su programa de ayuda anual destinado a Afganistán, pero a fines de ese año el país solo había recibido 65 millones. En 1997, pidió 133 millones y solo recibió 56, es decir, el 42%, y al año siguiente pidió 157 millones y solo recibió 53, el 34%. En 1999, la ONU redujo de modo drástico su solicitud: solo 113 millones de dólares. Según Barnet Rubin, “si hoy la situación de Afganistán tiene un feo aspecto, no se debe a que el pueblo afgano sea feo. Afganistán no es solo el espejo de los afganos, sino del mundo. Como dice un viejo proverbio persa: ‘Si no te gusta la imagen reflejada en el espejo, no rompas el espejo, rómpete la cara’.” (8) Para terminar, el Talibán considera al gobierno de Ashraf Ghani como “una marioneta de EEUU”.

Majid Majidi, entre la política y el amor

Majidi pertenece al Segundo Nuevo Cine iraní, que tomó auge a comienzos de 1990 y dio al de su país resonancia internacional. El primer largo que le dio renombre fue El padre (1994), al que siguieron otros dos, considerados obras maestras: el ya citado Los niños del cielo (1997) y El color del paraíso (1999). El primero, fuertemente evocador de la niñez sin derechos y la pobreza extrema (como en cualquier Colombia), la educación rígida y el acto de competir (igual que acá, en Argentina, Chile y otros lares), aunque también, por contraste, la voluntad de poder y la complicidad fraternal, así como el sentido de cooperación en contra del prurito de acumulación capitalista. El segundo, la historia de Mohammad, un niño ciego sensible y amante de la Naturaleza que estudia en un instituto especial en Teherán. Su padre se avergüenza de él y quiere alejarlo de la familia, colocándolo aprendiz de carpintero pues así es más fácil conseguir acercar a una mujer, piensa el primero. La pregunta fundamental del filme tiene que ver con el improbable acercamiento padre/hijo, un doloroso leitmotiv.

En ambos filmes, subyace la preocupación por el destino difícil a que se enfrentan sus casi siempre infantes personajes, en un medio áspero bombardeado a diario por carencias, adversidades y dependencia económica/política de las grandes potencias que por tradición han oprimido y oprimen a su pueblo. El cine de Majidi, en síntesis, recurre a temáticas, pese a la dureza externa e interna, con conflictos reducidos al mínimo (algo que Occidente olvida creyendo que la gran historia puede divorciarse del hecho pequeño) que potencian valores/sentimientos universales: amor, tristeza, alegría, entrega a una causa, lucha por salir avante en los conflictos de todo tipo. Filmes desarrollados con un equilibrio plástico más cercano a la austeridad oriental y a la mirada profunda, así sea a partir de lo sencillo, elemental, que a la parafernalia hiperconsumista de Occidente y a sus aparatosas y/o espectaculares puestas en escena. Para demostrar esto, bastaría citar al propio Panahi, quien sostiene que su estilo podría concebirse como “acontecimientos humanitarios interpretados de una forma poética y artística”. Y añade: “En un mundo donde se hacen filmes con millones de dólares, hicimos una película sobre una niña que quiere comprar un pez por menos de un dólar (en El globo blanco). Esto es lo que estamos tratando de mostrar”. (9)

En 2001, Majidi rueda Baran y la ubica en la capital iraní, Teherán, como usualmente hace también su ilustre colega Jafar Panahi (Mianeh, 1960), el siemprevivo realizador de El globo blanco (1995), El círculo (2000), Offside (2006), Esto no es un filme (2011), Taxi (2015), entre otros trabajos y a quien se hace necesario dedicarle un paréntesis, por cuanto representa, en sí mismo, la lucha por las libertades civiles, los DDHH y contra la censura. Cabe recordar que en su ópera prima y ganadora de la Cámara de Oro en Cannes/95, El globo blanco, con guion de Abbas Kiarostami, los niños Razié y Alí pierden un dinero, ya no los zapatos, que un joven vendedor de globos afgano, tras arduos percances, les ayuda a recuperar; en El círculo, su filme más conocido, Panahi lanza al gobierno islámico de Irán sus dardos sobre los vejámenes a las mujeres, sobre su falta de libertad de movimiento y de expresión; en Fuera de lugar, describe la ida al estadio de una joven, hecho prohibido, que disfrazada de hombre encuentra a otras chicas, para reiterar la falta de libertades de las mujeres, la obediencia (in)debida de jóvenes policías tan machos que rayan en el porno, jeje, y, ante todo, la lucha de ellas por alcanzar igual trato que los hombres. Lo que hoy empieza a arrojar sus frutos si se sabe que las iraníes tienen mejores salarios, más empleo y mayor figuración dentro del manejo del Estado: jajaja, esto no es cierto, apenas lo que, en su obligado mutismo sueña Rahmat. Ah, lo que sí es cierto es que ellas siguen anhelando poder entrar al estadio, así sea, como hasta hoy, disfrazadas de hombres. (10) Es innegable el vínculo de Offside con la realidad inmediata pues se rodó mientras se producían los hechos dramatizados: el partido Irán/Baréin final por la clasificación al Mundial 2006. El que dejaría por fuera, entre otros, a Zinedine Zidane en plena liza, como lo muestra esta crónica de Santiago Muñoz Calvo, ante la cual me quito el sombrero, como me pasa siempre que vuelvo a Un vuelo sin retorno. (11)

En Esto no es un filme, y, claro, no lo es pues muestra pormenores de su arresto domiciliario a seis años, sin autorización para filmar por 20 más, ni dar entrevistas a medios ni poder salir del país, todo debido a su “propaganda contra el régimen”, y, claro, lo es, no lo de la propaganda, sino lo del régimen, porque cuando hay una dictadura eso no es más que un…: como el de Uribe/Duque, el de Macri, Moreno, Pi/nochet/ñera, por lo cual recibe la ayuda de Mochtabá Mirtahmasp, para hacer un documental que registre su mayúscula desazón frente a los desafueros del Poder. El procurador general de Teherán confirmó la detención, pero no especificó los cargos en su contra y se limitó a decir que el arresto no fue por tratarse de “un artista o por razones políticas”, sino porque Panahi “cometió un delito”: el que, a propósito, su esposa, Tahereh Saeedi, desmintió, diciendo: “El filme fue hecho dentro de la casa y no tuvo nada que ver con el régimen”. (12) En todo caso Panahi es, como Lula, un preso político. Finalmente, en Taxi Teherán, como se titula en realidad, Oso de Oro en Berlín/2015, Panahi ejecuta una partitura en imágenes similar a la de Travis Bickle, en el filme ya clásico de Scorsese, pero para describir desde la clandestinidad uno de los casos más perversos del nexo entre política y cine, a la vez que se difuminan los límites entre ficción y documental. Protagonizado por su sobrina, Hanna Saeedi, y por él mismo, travestido de taxista, el filme muestra el ejercicio escolar de una niña que graba con una pequeña cámara, lo cual nota aquél al recogerla a la salida del colegio, y a quien le han prohibido exhibir una “realidad sórdida”. Cuando le pregunta al tío Jafar, el taxi driver, cómo se hace eso y por qué todo es tan injusto, él se encarga enseguida de enumerarle las prohibiciones que debe enfrentar el cine iraní. De ahí resulta un filme a medio camino entre cine político, comedia de situaciones, denuncia social y ensayo fílmico: en este, se considera el padre a Roberto Rossellini. Pese a las prohibiciones del régimen, Taxi Teherán llegó a Cannes en una USB camuflada en una torta.

Taxi, en suma, es un potente alegato contra la censura en clave de divertimento/tributo: basta revisar las letras amarillas del anuncio, como las de Taxi Driver; el pasajero que lo descubre como cineasta; el reclamo de la niña (su sobrina) por buscarla en “este cacharro” pues ella ha contado en el colegio que es “director de cine”: “Si no piensas en tu reputación, por lo menos piensa en la mía”; el episodio de las dos viejitas con la pecera; el moribundo, con la cara ensangrentada que quiere dejar un testamento y que piensa dejarle a su mujer “todo lo que tengo” (como yo… que no es nada, frente a lo que ella me ha dado); en fin, el que pide que ahorquen a algunos, para que los demás aprendan, un pequeño e inofensivo guiño, jejeje, al verdugo reelegido en 2010, Ahmadinejad, justo cuando el 30/jul/2009 Panahi va a la cárcel.

Cómo no incluir aquí, para terminar, los fragmentos del mensaje que Panahi envió desde la cárcel, el 18/may/2010 y que apareció en periódicos de todo el mundo:

Por la presente declaro que he sido objeto de malos tratos en la prisión de Evin.

El sábado 15/may/2010, los guardias de la prisión entraron de repente en nuestra celda, la N° 56, y nos sacaron a mí y a mis compañeros, nos hicieron desnudar y nos tuvieron en el frío durante una hora y media. El domingo por la mañana me llevaron a la sala de interrogatorios y me acusaron de haber filmado el interior de mi celda, lo que es completamente falso. Entonces me amenazaron con encarcelar a toda mi familia en Evin y maltratar a mi hija en una prisión poco segura de la ciudad de Rejayi Shahr. No he comido ni bebido nada desde el domingo por la mañana, y declaro que si mis deseos no son respetados voy a seguir absteniéndome de beber y comer. No quiero ser una rata en un laboratorio. Víctima de sus enfermizos juegos, amenazado y torturado psicológicamente. Mis exigencias son:

-Tener la posibilidad de contactar y ver a mi familia, así como tener la completa seguridad de que están a salvo.

– El derecho a tener y comunicarme con un abogado pues ya he pasado 77 días en prisión.

– La libertad condicional hasta mi juicio y el veredicto final.

Por último, juro por lo que creo que es el cine, que no voy a dejar mi huelga de hambre hasta que mis deseos sean satisfechos.

Mi último deseo es que mis restos sean devueltos a mi familia, para que puedan enterrarme en el lugar que elijan.” (13)

Esto no es una película (o un filme) y Taxi Teherán, junto a Telón cerrado, conforman la “Trilogía Clandestina”, de Jafar Panahi, que, aun hecha en el encierro, lleva, por contraste, la impronta de la libertad. En ella, la puesta en escena va del espacio privado al público, es decir, a las calles de la urbe. En ella, el cineasta, mediante lo “políticamente incorrecto” para el statu quo halla la manera de poner en práctica, a la Thoreau/Gandhi, la desobediencia civil. Actitud que se asume, de forma natural, dada la ridiculez de la acusación oficial pues el delito que se le imputa a Panahi es “actuar contra la seguridad nacional y hacer propaganda contra el régimen”. (14) La farsa, la mentira/paranoia, de los políticos, no permiten comparaciones.

Volviendo sobre Baran, el filme, del género drama, aunque recurre a la comedia negra, en colores, dura 94’. Tiempo suficiente para describir el problema de los refugiados; de los desplazados forzados en su propio país; la crisis de las panaderías del PMA que terminó en el cierre de las 157 que supuestamente controlaba la ONU; el problema de los obreros ilegales y, antes que nada, la explotación laboral de niños y niñas e incluso el maltrato a los adultos: recuérdese el caso de Najaf y su dificultad para conseguir unas muletas y para recuperar su dinero, el que le retiene su jefe Memar: como le pasa a Léon (Jean Reno) con Tony (Danny Aiello), protagonista y prestamista, en su orden, de The Cleaner El limpiador, filme de Besson que fue retitulado, mal, en español como El perfecto asesino, cuando en realidad se trata del personaje que limpia en la sociedad la basura que ella misma produce/recicla, sin hacer jamás, eso sí, la tan vituperada como escondida, por el capitalismo, limpieza social. Y, claro, la pérdida de los derechos fundamentales de todos ellos y, en especial, de niños/niñas: v. gr., poder vivir en paz y dedicados por voluntad al estudio y no por obligación al trabajo.

Los protagonistas son Lateef, muchacho encargado de preparar el té y los alimentos a los obreros de una construcción en Teherán; y Baran (= lluvia), un misterioso joven que ingresa a la obra a suplir a Najaf, su padre, quien se ha roto una pierna y que por su carácter de ilegal no puede reclamar atención especial, ni poner en evidencia al resto de compañeros afganos. Con su enfoque/tratamiento, Majidi permite al espectador hacer varias lecturas. Tres de ellas: los trabajadores son afganos ilegales laborando en un país que los rechaza/humilla; en un régimen como el talibán, la mujer es ignorada como persona, careciendo así de los mínimos derechos; el amor termina por convertirse en barniz del áspero muro socio/político, dándoles a los protagonistas y al espectador la ilusión de poder avanzar en la consolidación de los sueños. Aun así, el cineasta evita/evade la ruta fácil del melodrama, la historia cursi de tanta telenovela, al no descuidar el trasfondo político/social que enmarca esta historia en lo esencial remitida al poder de los sentimientos; que reenvía al espectador la idea según la cual los sentimientos creen en un desenlace feliz y de modo tácito en la vida eterna, sin importar que la realidad se encargue de abortar tan noble abstracción, de echar a perder tamaña osadía.

El conflicto, por demás laboral, surge entre Rahmat y Lateef, cuando el primero le quita el puesto al segundo. Tras el posterior y esencial descubrimiento de quien de hombre de confianza ha pasado a cotero, surge el amor. Una especie de embriaguez sobria se apodera de él. De pícaro y pendenciero, Lateef, por gracias del amor, pasa a ser un hombre cuya generosidad y entrega, si bien no generan envidia ni son proverbiales sí producen admiración. Con ello se hace del filme una obra poética de alto vuelo. Viene la caída de la nieve que sugiere la vía/metáfora más fácil para aplacar la llama juvenil. Por primera vez, Lateef se acicala frente al espejo. Se pone una camisa de tono rojo, el color del erotismo que, a la vez, no se olvide, encarna/aviva la pasión. Más tarde, Rahmat alimenta las palomas. Lateef observa. Surgen el fuego y el agua, símbolos constantes en el filme, y en los de Tarkovski, claro, igual que la nieve. Los trabajadores cantan y se divierten. Lateef sueña… Duras condiciones atmosféricas se dan. No faltan los guiños cinematográficos. Entonces, cuando Lateef reclama a su jefe Memar parte de su dinero, éste leonino le responde: “Tu dinero está más seguro conmigo”, con lo cual remite al mafioso que le cuida el dinero a Léon en El limpiador El perfecto asesino. Tras el grito: “¡Afganos, corran a esconderse!”, “¡han llegado los inspectores!” que Memar profiere, Rahmat huye. Lateef interviene en su favor y termina en la comisaría. Memar le dice: “¿Desde cuándo eres un héroe? Me multaron y ahora debo despedir a todos los afganos”. De aquí y de todas las demás situaciones, salpicadas por la truculencia, el horror y la avaricia, es posible inferir lo que decía el Che: “El capitalismo es el genocida más respetado del mundo”. Y, por eso, el capitalismo/colonialismo gringo/francés, lo asesinó: Diendèré, Charles Taylor, quien “huyó” de una cárcel federal gringa y patrocinado por la CIA fue dictador de Liberia, según relata el documentalista italiano Silvestro Montanaro, y la siniestra/diestra dupla Mitterrand-Chirac, vía Blaise Compaoré y el presidente del Chad, ordenaron la masacre del Che africano Th. Sankara, junto a 11/12 de sus más cercanos camaradas, con lo cual se liquidó de un tajo una de las más bellas revoluciones que país africano alguno haya tenido: ex Alto Volta, hoy Burkina Faso.

Lateef descubre un gancho para el pelo y en él un cabello de Rahmat. Aquél camina por la nieve del ensueño y por el bochorno del ensimismamiento. Su amor es helado. Viene el fuego. Fundido a negro. El amor, se reitera, transforma a Lateef: el hombre violento se vuelve apacible, tolerante, preocupado por la suerte del Otro. Pregunta por Soltán; un zapatero, suerte de sabio y poeta, le responde: “Todos los afganos son Soltán y trabajadores de la construcción”. Segundo posible guiño: esta vez a Miedo devorar alma, de Fassbinder, cuyo subtítulo es Todos los turcos se llaman Alí, aunque se trate de un marroquí, con lo cual la invisibilización, por negreada, de los africanos, se convierte en una luz cegadora. “Del fuego de estar separado / sale la llama que quema el corazón”, agrega el zapatero/poeta, con lo cual, de paso, pareciera adivinar las penas que habitan el cuore de Lateef en relación con Rahmat.

“Todo lo que se hace por amor, está bien hecho”, es una frase que se puede aplicar a Baran, filme en el que el amor es un barniz que, sin embargo, no alcanza a tapar la pared del dolor. Al bajarse la burkha, para no ceder a la tentación mundana que castigan los talibanes, Baran, ya ex Rahmat, confiesa del todo su amor por Lateef: el que ya se había insinuado con aquella taza de té puesta en la escalera. Amor que se refleja en la huella del zapato (objeto/emblema para los iraníes) consumida por la lluvia. Hermosa metáfora que confirma el poder de los sentimientos, aquellos proletarios, poderosos proletarios, que se mueven dentro de nosotros y los únicos que, prescindiendo del dinero, nos llevan de la mendicidad a la aristocracia. Pero, no la propia de esas vulgares monarquías, sino la de aquellos nobles/aristócratas del espíritu que jamás ceden a la tentación de la soberbia ni de la avaricia, sino que son adeptos a la sobriedad, lo mismo que a la justicia y a la igualdad, virtudes en “la tierra de los hombres íntegros”, como se narra en el documental Thomas Sankara – La revolución asesinada (15), que es lo que significa Burkina Faso, en la designación que el Che Thomas Sankara le supo dar a su país. La que sin duda Lateef podría extrapolar a Irán, gracias a sus tan elevados/desnudos sentimientos proletarios, como también son los de la muda/turbadora verdad lluviamor de Baran: ambos, conjugan la llama doble de la vida, el amor y el erotismo.

FICHA TÉCNICA: Título original: Baran. G/D: Majid Majidi. País: Irán. Año: 2001. Formato: 35 mm; color, 94 min. Fot.: Mohammad Davudi. Mús.: Ahmad Pezham. Mon.: Hassan Hassandoost. Int.: Hossein Abedini (Lateef); Zahra Bahrami (Baran); Mohammad Amir Naji (Memar); Abbas Rahimi (Soltán); Hossein Mahjoub. Género: Drama / Romance / Comedia negra. Prod.: Majid Majidi y Fouad Nahas. Dist.: Civite Baran. Premios: Mejor Director y Mejor Guion en el Festival de Cine de Gijón, España; Mejor Película en el Festival de Cine de Montreal. Candidata al Premio del Cine Europeo a la Mejor Película Internacional. https://www.ok.ru/video/1661145909776 

Notas:

(1) https://www.acnur.org/noticias/noticia/2018/9/5b929a0a4/en-afganistan-el-alto-comisionado-de-la-onu-para-los-refugiados-y-coordinador.html

(2) https://www.elespectador.com/colombia2020/pais/colombia-el-pais-con-mas-desplazados-del-mundo-articulo-866644

(3) https://www.lafm.com.co/colombia/los-indigenas-en-el-vichada-que-escarban-en-las-basuras

(4) https://intriper.com/montanas-sin-hielo-rios-sin-agua-y-oceanos-sin-vida-la-advertencia-de-la-onu-sobre-el-futuro-del-planeta/?fbclid=IwAR1P81jKxJCB-JXQMeGN3XsqjMv3nL_Xl82-pwmrjxidgYzSpV_SS1GGLT8

(5) https://maslibertad.com.co/evo-morales-culpa-al-capitalismo-asamblea-general-onu/?fbclid=IwAR2x6I9vij5i6PFRkaoQTe-6Q8hKHEdkUuPySZuro2ERCCJ4QgKriiFZD6M

(6) https://zonafrank.wordpress.com/2019/10/22/en-marcha-golpe-de-estado-contra-evo-morales-en-bolivia-declaracion-de-la-embajada-de-eeuu-en-la-paz/?fbclid=IwAR2xodWtHZ-gfdv4Exjk8IQgsUk6KvKQptt67LhW8IoV2aCQnKBsCVw5V-0

(7) https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-48986359

(8) Rashid, Ahmed. Los Talibán – El Islam, el petróleo y el nuevo “Gran Juego” en Asia Central. Ediciones Península, Barcelona, 460 pp.: 211.

(9)https://web.archive.org/web/20101225110207/http://archive.sensesofcinema.com/contents/01/15/panahi_interview.html

(10) https://www.eltiempo.com/deportes/futbol-internacional/mujeres-iranies-pueden-ingresar-a-un-estadio-de-futbol-por-primera-vez-417332

(11) https://blogs.elespectador.com/cultura/el-magazin/el-mago-aureo

https://blogs.elespectador.com/cultura/el-magazin/un-vuelo-sin-retorno

(12) https://archive.is/20120703032934/http://www.france24.com/en/20100414-panahi-arrested-making-anti-regime-film-minister

(13)https://www.youtube.com/watch?v=dixnDxiiwQU&fbclid=IwAR2Fkt8ivSFTEEVAiZSw6gB00_h0MTiXB3FUXbzRCL2Tje3qOkiJ34cRVlw

(14) https://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/la-voluntad-del-cielo-322856.html?desktop=true

(15) https://www.youtube.com/watch?v=OzHYwQdLg4M&t=9s 

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=261930

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Angela Saini, autora de ‘Superior’: “Los racistas intentan presentar sus argumentos con ciencia para que su retórica funcione”

Redacción: SINC

La periodista de ciencia Angela Saini analiza en su nuevo libro Superior el resurgimiento de la ciencia racial y del racismo científico. Teme que esta ‘resurrección’ sea debida al auge de la ultraderecha y el nacionalismo, y considera que la raza es, ante todo, una cuestión de poder.

En 2017 la periodista de ciencia Angela Saini (Londres, 1980) publicó Inferioruna crítica al sexismo que ha afectado a la ciencia desde Darwin. Dos años más tarde la británica completa la serie con Superior, en el que analiza la ciencia (y pseudociencia) que ha estudiado las diferencias humanas y el racismo que las rodea.

Superior muestra el yin y el yang del estudio de las razas humanas. Por un lado, Saini habla con prestigiosos investigadores de la talla de Svante Pääbo, David Reich, Robert Plomin y Jonathan Marks. Por otro, se adentra en el lado oscuro de la academia, donde un círculo endogámico publica ideas del siglo anterior en revistas sin impacto y de sospechosa financiación.

Quedamos con Saini en una cafetería del centro de Londres, a escasos metros del Museo Británico con el que comienza Superior. La periodista teme que la ciencia racial esté aprovechando el resurgimiento de los nacionalismos y la ultraderecha para regresar de los rincones más tenebrosos del siglo XX. No es para menos: dos días antes de la entrevista la escritora había borrado sus perfiles en redes sociales, frustrada ante el acoso racista sufrido en Twitter. Precisamente esta semana volvía a tuitear desde su cuenta, agradecida por las denuncias de acoso de miles de usuarios.

“Páginas racistas y neonazis hablaron de mi libro. Reporté los insultos más atroces a Twitter, pero en la mayoría de casos no hicieron nada”

¿Ha sufrido más acoso que cuando publicó Inferior?

Sí, en parte porque era menos conocida entonces. Además, en Superior llamo por su nombre a neonazis, que se comunican entre ellos y estaban listos para atacar. Tienen una visión política muy fuerte. El sexismo aparece en todas las sociedades, pero el racismo tiene otro tinte político.

¿Por qué dejó Twitter?

En las últimas semanas páginas racistas y neonazis hablaron de mi libro. Reporté los insultos más atroces a Twitter, pero en la mayoría de casos no hicieron nada. También había comentarios sexistas, está siempre conectado. Me fui porque hay que darles el mensaje a estas empresas de que si se van a quedar sentadas permitiendo el acoso, entonces nos iremos.

¿Se refiere a Quillette? Lo digo porque además de hablar de su libro, han recibido críticas recientes por señalar a periodistas.

Me refiero a webs más oscuras, aunque hoy está todo mezclado. Es muy difícil saber dónde están las fronteras, mira quiénes comentan. ¡Son los mismos! La gente que habla de mí en 4chan es la misma que habla de mí en Quillette.

Final UK cover

Usted habla del “retorno de la ciencia racial”, en la misma línea que un artículo de The Guardian que advertía de su “resurrección”. ¿De verdad se había ido?

Su popularidad va y viene, según la política del momento. Ahora, con el ascenso de la ultraderecha y los nacionalismos, esta gente se ha vuelto poderosa e intenta proteger su visión del mundo. Algunos están muy bien educados e intentan encajar su racismo con lo que saben. Eso implica retorcer y manipular los hechos.

Su arrogancia intelectual les hace pensar que entienden cosas que a la ciencia mayoritaria se le escapan. Intentan presentar sus argumentos con ciencia para reforzar la idea de que somos diferentes y que su retórica funcione. Por eso ahora tiene una popularidad que quizá no tenía antes, aunque es verdad que nunca se fue.

Hubo gente que malinterpretó Inferior asegurando que usted negaba las diferencias entre hombres y mujeres. ¿Teme que pase algo parecido con Superior?

Se asume que soy algún tipo de negacionista de la raza, que digo que no hay variación entre humanos. ¡Por supuesto que la hay! No digo eso en absoluto, es una malinterpretación deliberada. Lo que planteo es que la variabilidad humana no casa bien con nuestra visión de las categorías raciales. Esto no es algo controvertido, lo afirman los científicos todos los días. Hay variaciones estadísticas entre las poblaciones; no profundas, sino sutiles y no muy significativas.

Entonces, ¿sí existen las razas?

La raza es un constructo social, lo que quiere decir que existe. Que algo sea cultural no implica que no exista. De hecho, tiene repercusiones biológicas, como las tiene el género, por la desigualdad. La esperanza de vida de los afroamericanos es inferior a la media; no es por genética, es porque la raza tiene poder en nuestra sociedad. Por eso se investiga como una entidad cultural. Como entidad biológica tiene mucho menos significado que las diferencias socioeconómicas y la dieta.

Me sorprendió el capítulo sobre la medicina racial. ¿No funciona?

“Decir que la ciencia está libre de ideología es cada vez menos sostenible, el estudio del comportamiento humano fue político desde el principio”

A mí también me sorprendió. En India hay una alta tasa de diabetes. Puede ser en parte por la genética, pero sobre todo se debe a que los ricos abusan de la mantequilla, la sal y el azúcar, y asocian vivir bien con el sedentarismo. ¡Así por supuesto que va a haber diabetes! Es fatalista pensar en estas cosas en términos raciales, pero lo hacemos porque resulta fácil.

Ya existen casos de personas a las que la ciencia ha dicho que no pertenecen a la raza con la que se han identificado toda la vida. ¿Veremos más casos conforme los test genéticos se popularicen aún más?

Sí, y conforme las sociedades se hagan más mixtas. Ya tenemos problemas para colocarnos en estas categorías ‘duras’, lo que muestra su arbitrariedad. En América ser negro significa algo muy diferente que en Sudáfrica, Australia, Reino Unido o India. Tienen un significado diferente según el lugar, siempre lo han tenido y siempre lo tendrán. Tenemos que aceptar que la raza es un constructo social.

En Superior conecta el racismo científico con Trump y el Brexit. ¿Se puede separar ciencia e ideología?

Decir que la ciencia está completamente libre de ideología es cada vez menos sostenible. Algunas disciplinas como la física teórica quizá [ríe], pero el estudio de los seres humanos y su comportamiento fue político desde el principio. Sugerir lo contrario es negar que tenemos sesgos. Cualquiera que estudie las diferencias humanas y diga “estoy libre de sesgos, soy completamente objetivo” se engaña a sí mismo. De hecho, hacen más daño, porque a menos que sean conscientes de sus prejuicios serán incapaces de controlarlos.

“Quien estudie las diferencias humanas y crea que está libre de sesgos se engaña a sí mismo”

¿Qué responsabilidad ha tenido la ciencia en la supervivencia del racismo científico?

Tu visión del mundo depende de las lentes con las que lo mires. Los humanos vivimos de formas muy diferentes y cambiantes. Al observar quiénes somos solo capturas una instantánea de ese momento y lugar, de ese grupo de gente y de su cultura. El estudio de la naturaleza humana intenta ver quiénes somos si quitamos todas las capas. Lo que yo argumento es que es imposible quitarlas todas, porque la cultura nos da forma desde el segundo en el que nacemos. No se pueden separar unas cosas de las otras.

Dice al final del libro que, en lo que respecta a las razas, “la historia tiene las respuestas, la ciencia no puede ayudar”. ¿No puede?

No podemos asumir que la raza tenga un significado biológico porque sabemos que no es verdad. No hay dudas sobre eso, la ciencia es clara. Uno de los argumentos que expongo en Superior es que los científicos necesitan conectar con las ciencias sociales para conseguir una imagen más completa de quiénes somos. No podemos estudiar a los seres humanos en el vacío. Podemos [investigar sobre las razas] si somos humildes, reconocemos nuestros sesgos y leemos las investigaciones en ciencias sociales.

Es imposible tratar este tema sin hablar de genes e inteligencia. Si hay diferencias poblacionales en cuestiones como la tolerancia a la lactosa, ¿por qué la inteligencia debería ser diferente?

Las diferencias entre grupos son estadísticas, no existen ‘genes de raza’. Además, si hablamos de tolerancia a la altitud, no significa que el resto de características de ese grupo sea también diferente. Por último, estas variaciones tienen que ver con la supervivencia, como la capacidad de aguantar la respiración. La inteligencia depende de miles de genes ¿Por qué estarían más concentrados en ciertos grupos? No hay evidencia genética ni evolutiva que lo sugiera. Da igual la sociedad en la que vivas: ser inteligente es beneficioso.

“Ya sea por razones de género, raza o clase, cuando se esgrimen ciertos argumentos genéticos siempre es para defender el poder”

Pero todavía hay gente que insiste en que los resultados de cociente intelectual (CI) difieren entre razas y culturas por motivos genéticos.

En primer lugar [los tests de CI] no son muy de fiar para medir la inteligencia. En segundo lugar, ¡tienen una carga cultural tan grande! No puedes coger a un grupo de gente que no ha crecido en la misma cultura ni tenido el mismo nivel de educación y luego compararlos con niños cuyas circunstancias son diferentes. Robert Plomin me lo dijo. Él, que defiende el hereditarianismo, no ve valor en esto ni sabe cómo hacerlo.

Existe un submundo bastante oscuro al margen de la academia que defiende, por ejemplo, que el ser humano está perdiendo inteligencia por culpa de los pobres y los inmigrantes. ¿Está todo conectado?

Durante cientos de años han defendido que en lo más profundo de nuestro interior somos diferentes. Lo interesante es que este debate no siempre ha sido con razas, sino con clases. Al comienzo de la historia de la eugenesia, se temía que los pobres fueran congénitamente incapaces y mentalmente débiles. Si no mejoraban a lo largo de las generaciones era porque pasaban su debilidad a sus hijos. Esto se aplica a los debates raciales, con la idea de que hay grupos que no cumplen los estándares genéticos del resto y que no deberían entrar en el país y reproducirse.

Por eso al final del libro llego a la conclusión de que todo esto trata sobre poder. Va de un grupo de gente que tiene poder diciéndole a otros que ellos no merecen tenerlo, que deberían ser controlados, que tienen menos derecho a vivir. Ya sea por razones de género, raza o clase, cuando se esgrimen estos argumentos genéticos siempre es para defender el poder.

Poder y también la necesidad de crear el mito de una nación. Usted relaciona el colonialismo con el origen del concepto moderno de raza. ¿Tenemos todavía esta mentalidad en países como Reino Unido y España?

La retórica paternalista de la civilización benevolente que cuida de otra más débil todavía se ve aquí con el Brexit, como resultado de lo mal que se ha enseñado la historia del imperio británico. ¿Asumimos que el final de la historia ya está escrito y no habrá otros ganadores en el futuro? Claro que los habrá, ya lo estamos viendo con países como China e India.

“Ser imparcial con el racismo es lo mismo que serlo con los negacionistas del cambio climático y los terraplanistas. ¿Por qué alimentar esa idea de que hay dos bandos opuestos y equivalentes?”

El orden mundial está cambiando y eso provoca inseguridad por perder un control que sentimos que se nos debe de forma natural. Y suponemos esto porque las ideas de superioridad e inferioridad han calado en el subconsciente. Puede que algún día haya museos en Singapur con artefactos europeos, como sucede con el Museo Británico. La arrogancia hace pensar a los constructores de imperios que el suyo durará para siempre.

En ese sentido, también critica los test de ancestros. ¿Aumentarán los nacionalismos su popularidad?

Ya hay gente que se los hace para reforzar su idea de quiénes son. En Israel los están usando para determinar si alguien es judío o no, imagina que esa tecnología hubiera existido en la década de 1930. Me parece muy oscuro que todos, no solo la extrema derecha, hayamos comprado esta idea que biologiza la raza de forma inapropiada y refuerza en nuestras mentes que debe haber genes raciales. En realidad, los test muestran con quién puedes estar relacionado vagamente, pero no encuentran ‘genes europeos’ o ‘genes asiáticos’ porque no existen.

En Superior señala la Ilustración, un periodo que muchos reivindican hoy, como origen del problema del racismo científico. ¿Por qué?

La Ilustración reforzó ideas políticas que ya estaban ahí y las endureció con ciencia. Pasó lo mismo con el colonialismo y los genocidios que vimos en el siglo XIX. ¿Habrían ocurrido sin la ciencia occidental? Probablemente, pero la ciencia dio fuerza a estas ideas y legitimidad a estos constructos raciales, que hizo parecer más rígidos de lo que eran antes.

“No hay una conspiración: si la ciencia racial tiene problemas para publicar su trabajo, se debe a que no es muy bueno”

Me divirtió leer que, hace 70 años, ya se hablaba de cómo la censura y la corrección política estaban dañando la ciencia por culpa de “irracionales negacionistas de la ciencia”. Quienes repiten eso hoy, ¿son tan novedosos como piensan?

Les gusta presentarse así. Lo que me fascinó fue ver qué inteligentes habían sido al manipular el discurso usando eufemismos, hablando de libertad de expresión, libertad académica y diversidad de opiniones, para acomodarse en el discurso mayoritario. Hoy universidades y medios los apoyan sin darse cuenta de que son los herederos intelectuales directos de la eugenesia nazi. Han cambiado su forma de hablar, pero dicen lo mismo. Los hemos dejado entrar y ahora hay políticos que usan la misma retórica de hace 70 años.

Me recuerda a los ‘debates’ entre evolucionistas y creacionistas, o entre médicos y homeópatas. ¡No hay punto intermedio entre ser racista y no serlo!

Acabo de hacer una entrevista en la BBC y, tras contar el racismo que he vivido online, el entrevistador me dijo “voy a poner mi imparcialidad a un lado y decir que eso es terrible”. Yo pensaba: “¿Cómo puedes ser imparcial con el racismo?”. Es lo mismo que con los negacionistas del cambio climático y los terraplanistas. ¿Por qué seguimos alimentando esta idea de que hay dos bandos opuestos y equivalentes? Nunca los hubo. Solo hay hechos que están bajo escrutinio y siempre deberían estarlo. El poder contra el que luchamos aquí es la ideología de extrema derecha, no la ciencia. Si no podemos reconocerlo, entonces les estamos facilitando el trabajo.

¿Es tan preocupante? Me da la impresión de que es un círculo endogámico, que publica en sus revistas sin impacto y carecen del respecto del resto del mundo académico.

Es un círculo rígido, pero en sus bordes hay profesores de universidad y políticos. El velo se está levantando sobre ellos, mucha gente ha investigado y les está resultando más difícil mantener las apariencias. Es estremecedor que haya revistas serias que permitan a esas gentes estar en sus comités editoriales. Por ejemplo, Gerhard Meisenberg y Richard Lynn estaban en el comité editorial de Intelligence y contacté con el editor de la revista, que lo defendió por motivos de libertad académica. Después de escribir un artículo en The Guardian, a finales de 2018 habían quitado a Meisenberg. Pero el problema no se ha solucionado, otros no han hecho nada.

“Los estereotipos culturales han dado un significado a las etiquetas y una vez le hemos puesto una a alguien, sentimos que ya sabemos algo sobre esa persona”

Hoy, como dice uno de los investigadores en Superior, ¿“miramos a la ciencia como una racionalización de las ideas políticas”?

La ciencia tiene un poder en la sociedad que nada más tiene. Se considera objetiva, racional y legítima. Si parece un hecho científico, entonces no puede ser racista. Es lo que los racistas dicen en internet: “a los hechos no les importan tus sentimientos”, ignorando que los hechos no están de su lado. Lo venden como si estuvieran reprimidos por una conspiración que intenta silenciarles, mientras que ellos defienden la buena ciencia y son como Galileo o Copérnico.

Es extraño que alguien compre este argumento y lo que me impresiona es que mucha gente lo hace. No tengo problemas con los hombres blancos, lo tengo con quienes aseguren que la ciencia está de su parte, cuando no lo está. No hay una conspiración: si la ciencia racial tiene problemas para publicar su trabajo, se debe a que no es muy bueno.

Al final, como ellos dicen, “a los hechos no les importan tus sentimientos”.

No, pero no podemos usar eso con ellos, ¿verdad? [ríe].

Parece que el ser humano que necesita pensar en categorías como razas o naciones. ¿Qué podemos hacer?

Yo intento tratar a cada persona como un individuo, porque más del 95 % de las diferencias entre personas son individuales. Es algo difícil, yo también tengo muchos sesgos y estereotipos, pero no se me ocurre otra forma de actuar. Los estereotipos culturales han dado un significado a las etiquetas: una vez le hemos puesto una a alguien, sentimos que ya sabemos algo sobre ese alguien. En lugar de ver a cada persona como crees que es, hay que darle la oportunidad de que muestre quién es de verdad.

Fuente: https://www.agenciasinc.es/Entrevistas/Los-racistas-intentan-presentar-sus-argumentos-con-ciencia-para-que-su-retorica-funcione

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Pensamiento complejo para la expansión de la conciencia socioambiental

Por: Rodrigo Arce Rojas

El universo está compuesto finalmente de materia/masa, energía, información y sentido y estas manifestaciones son intercambiables. Ello da sentido a la gran trama universal de que todo está interconectado y nosotros somos parte de esa gran red. Así cobra sentido cuando se reconoce las interacciones entre individuo-sociedad-especie humana; cuerpo-mente-fisiología-palabra-acción; cuerpo-sistema nervioso-ambiente; objeto-sujeto-alter ego; paradigmas-pensamientos-sentimientos-acciones, entre otras tantas manifestaciones de concurrencia, conectividad y acoplamiento. Ello nos lleva a reconocer la complejidad humana como un ente (tecno) biopsicosocial (ambiental). Implica entonces superar la visión reductivamente racionalista que hasta ahora nos ha dominado que no da cuenta de la compleja naturaleza del ser humano. Racionalista es mucho decir cuando tenemos grandes problemas que hemos creado y no sabemos o no queremos resolver. Sapiens es un apellido irónico si es que no reconocemos los demons que conviven en nosotros. El gran reto entonces es cómo hacer que las concurrencias de integración produzcan emergencias de paz y de sostenibilidad, es cómo hacer para que en el juego de bondad y de pulsiones triunfe la fraternidad universal ser humano-naturaleza-cosmos recuperando el gran sentido de totalidad y de unidad.

Todos somos integrantes de sistemas y como tal somos parte de interacciones tengamos o no conciencia de ello. Tenemos interacciones entre personas, e interacciones entre personas y la naturaleza y el cosmos; interacciones con el pasado (porque nuestra historia siempre está presente) e interacciones con el futuro (porque lo que hagamos o dejemos de hacer hoy repercutirá para las futuras generaciones). Somos parte la trama universal tanto a nivel micro o a nivel macro.

Por tanto, es importante reconocer que no estamos solos y que todos nuestros paradigmas, pensamientos, sentimientos y manifestaciones (acciones, discursos, narrativas, actitudes y comportamientos), querámoslo o no, siempre se interrelacionan. Depende de nosotros para que no dejemos que la flecha del tiempo disipe la energía y reine la desorganización, la desintegración o el desgaste. Pongamos información, sentido, imágenes y emociones para que la flecha del tiempo conduzca a la integración, a la construcción de una auténtica diseminación de sonrisas y de legítimo orgullo de contribución a un mundo mejor. Es en este contexto que podemos entender la importancia del pensamiento complejo para la expansión de la conciencia socioambiental.

El pensamiento complejo

Pensar de manera compleja en buena cuenta quiere decir predisposición y capacidad para pensar y mirar más allá de lo evidente y de manera articulada. Pensamiento complejo es aquel pensamiento que tiene la capacidad de percibir, interpretar y explicar la realidad de una manera totalizadora, sistémica, integradora, crítica y estratégica de tal manera que se pueda cubrir todo el espectro de posibilidades. Por lo tanto, el pensamiento complejo no se queda en lo conocido, en lo legitimado, lo positivizado, lo regulado, lo estandarizado; tampoco se queda en los promedios, las regularidades, las continuidades sino que tiene la capacidad de percibir, valorar e incorporar lo raro, lo extraño, lo imprevisto, lo súbito, las irregularidades, las discontinuidades, los quiebres, las fracturas, las bifurcaciones, las irrupciones, lo súbito, las emergencias, lo popular, lo local, lo emocional, lo intuitivo.

El pensamiento complejo es aquel que es capaz de pensar sobre su propio pensamiento, en tal sentido está abierto a la autocrítica y predispuesto a que aflore la fecunda actitud creativa e innovadora.

A diferencia del pensamiento que separa, fragmenta, atomiza, aísla el pensamiento complejo tiene en la articulación uno de sus atributos centrales. Es, por tanto, imbricado, entrelazado, entretejido, ecologizado. Su enfoque totalizador que valora la diversidad, pluralidad, heterogeneidad considera que todas las fuentes de conocimiento tienen su propia energía e información que es necesario gestionar. Así se articula diversidad formas de pensamiento, conocimientos y teorías. Pero no es una articulación cualquiera si no una que es crítica, reflexiva, ponderada y pertinente. Por ello el pensamiento complejo tiene la capacidad de unir a través de la asociación e implicación.

Así articula la materia/masa con la energía, la información y el sentido; las múltiples dimensiones, escalas y temporalidades; los diferentes planos, niveles, jerarquías; los diversos enfoques, aproximaciones, lenguajes y métodos; los diversos significados, sentidos y sentires; la mente con el cuerpo, el cuerpo con el espíritu; la razón con la emoción; la razón con la intuición; la sociedad y la naturaleza, la naturaleza y la cultura; la ciencia con la filosofía, con la ética, la estética, el arte, la literatura; la ciencia con la tecnología y con la técnica, la ciencia con la práctica; la ciencia con los saberes; la ingeniería con la poesía; las matemáticas con la poesía; valores con hechos, entre otras tantas dualidades que occidente ha generado. Atendiendo a principios de diálogo y recursividad el pensamiento complejo también debería articularse mejor con las ciencias de la complejidad.

El pensamiento complejo es una forma especial de interpretar la realidad que es multidimensional, multiescalar, multitemporal y profundamente entrelazado. El pensamiento complejo no alude sólo al cerebro sino a todo el cuerpo (sistema nervioso + cuerpo) y su relación con el ambiente, se puede decir también que abarca la acción como extensión de la palabra. El pensamiento complejo no es un proceso exclusivamente individual porque también es producto de la interacción con el otro. Ello no desconoce nuestro propio diálogo interno pero cuyos significados siempre son construidos en la interacción experiencia propia y entorno.

El atributo complejo del pensamiento complejo no quiere decir complicado. Simplemente quiere decir abrir la perspectiva, la mente, los sentidos y todo el cuerpo a nuevas formas de interpretar la realidad no quedándose en el mundo de lo conocido.

El pensamiento complejo es ubicuo, lo que no quiere decir que toda la realidad sea compleja. Lo podemos encontrar en el ámbito académico como estrategia de reflexión, investigación, conocimiento y propuesta. En el ámbito laboral como una actitud para buscar formas creativas e innovadoras de actuación. En el ámbito de la cotidianeidad cuando se convierte en una forma y estilo de vida de preguntar todo, reflexionarlo todo, cuestionarlo todo en busca de nuevas e infinitas posibilidades. También lo podemos encontrar en el ámbito metodológico cuando desarrollas una estrategia para interpretar la realidad compleja.

El pensamiento complejo como actitud ética-política es tremendamente transformador. Busca indeterminar la realidad e indisciplinar el conocimiento, las instituciones y los estatutos establecidos es una manera de romper los modelos hechos, los conceptos acabados, las formas institucionalizadas de poder. El cambio puede empezar a partir de la energía nuclear de una poderosa pregunta provocadora.

La articulación, el diálogo y las sinergias como fundamentos del pensamiento complejo

No hay ninguna duda que las estrategias cognitivas y operativas de división, fragmentación, y atomización han dado grandes contribuciones a la humanidad. Pero hay que reconocer honestamente que dada la complejidad del mundo actual esas estrategias son absolutamente insuficientes e incluso hasta se vuelven inefectivas. Seguir pensando y actuando que desde tu sector, desde tus funciones y competencias acotadas, desde tu disciplina, desde tus marcos epistémicos, teóricos, conceptuales, herramientas y procedimientos vas a resolver los problemas de tu campo y del mundo está desfasado. Parte de la realidad se puede abordar desde el marco de la teoría de sistemas y desde esta perspectiva todo sistema está dentro de otro sistema y por lo tanto no hay sistemas cerrados. Todo está interconectado y pensar que desde un fragmento o segmento de un sistema vas a generar respuestas pertinentes es iluso. De ello estamos llenos de ejemplos y lo más evidente es que muchos de los grandes problemas, como por ejemplo el de la corrupción, siguen vivitos y prosperando. Recuperar el sentido de sistemas, de interconexiones y dinámicas no lineales significa reconocer que se requiere romper fronteras de todo tipo y atreverse hacer las cosas más allá de los feudos de poder o de comodidad a los que nos habíamos acostumbrado. Para que surjan respuestas creativas e innovadoras es imperativo tener la vocación de indeterminar e indisciplinar la realidad. Se requiere capacidad de desafiar, retar, transgredir y alterar para recuperar el sentido del entramado y entrelazamiento del cual formamos parte. Esto vale para la gestión, para la educación, para la vida misma. De ahí el sentido profundo de la articulación y religancia como actos genuinos de metamorfosis, trasformación o revolución. La articulación es fundamental para la construcción de sociedades sustentables. De ahí la pertinencia de enfoques socioambientales que vayan más allá de enfoques sectoriales y parciales.

La naturaleza del pensamiento complejo

El pensamiento complejo no es solo un proceso cognitivo sino que moviliza todo el ser, por lo tanto requiere otros marcos epistemológicos, otras formas de concebir, pensar, sentir y manifestarse para valorar las diversidades y pluralidades. Implica la plasticidad y flexibilidad para moverse ente el orden y el desorden, entre lo tangible e intangible, entre las certezas y las incertidumbres. Todo ello para contribuir en la transformación de la realidad de manera creativa e innovadora y ser capaz de afrontar los problemas de frontera, que son aquellos que no pueden asumirse desde perspectivas disciplinarias reduccionistas, disyuntivas, mutilantes, lineales, deterministas y estáticas.

Actitudes para el pensamiento complejo

Una de las aristas del pensamiento complejo tiene que ver con la actitud. Para desarrollar pensamiento complejo se requiere las siguientes actitudes: observación y escucha activa; apertura mental; capacidad para enfrentar lo desconocido, lo no conocido, lo raro, lo extraño, lo singular, lo borroso, la incertidumbre; flexibilidad, tolerancia, respeto; capacidad para problematizar, indagar, investigar, sospechar; capacidad para preguntar, cuestionar; capacidad crítica; capacidad para provocar, indeterminar, desequilibrar, indisciplinar; capacidad para argumentar; capacidad para dialogar, discutir, debatir; capacidad para articular, religar y sinergizar; capacidad para soñar futuros posibles y deseables.

En la medida que desarrollemos pensamiento complejo seremos capaces de salir de la trampa de las ideologías acabadas que nos han vendido y que seguimos disciplinadamente y “felices” porque nos hacen pensar que eso es lo mejor. Mejor para los grupos dominantes y conservadores pero no necesariamente mejor para nosotros. En este sentido, el pensamiento complejo se convierte en una opción transformadora y liberadora.

Por un pensamiento complejo alternativo a un pensar domesticado

Es muy cómodo pensar que ya todo está pensado o simplemente ser pensado por otros como ser hablado por otros. Pensar que ya todo está pensado te da comodidad, seguridad y equilibrio psicológico. Pensar que ya no hay nada más que pensar porque ya lo hicieron los grandes pensadores te aleja de la incómoda incertidumbre, de las irregularidades, de las incomprensiones. Es más fácil pertenecer al grupo que piensa en común.

Pensar que hay mucho que (re)pensar te vuelve incómodo, perturbador, desestabilizante, desestructurador, hereje iconoclasta. Es cuanto el acto de pensar se vuelve genuina resistencia y abriga un espíritu transformador, creativo e innovador.

Somos el límite de nuestros pensamientos, si expandimos nuestra conciencia, sentimientos y emociones, entonces tendremos otras perspectivas y podremos ver nuevas posibilidades que ya están agotadas en pensamientos supuestamente acabados, por más que se vistan de jerarquía del poder y la arrogancia de la ciencia, de la política o la economía. En ese contexto pensar lo que no ha sido pensado, mirar lo que no ha sido mirado y sentir lo que no ha sido sentido expande nuestro mundo más allá de la media, de lo establecido, de lo normalizado, estandarizado o instituido. Hay hermanos y hermanas, mucho que (re)pensar.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=255209

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Chile: Sexualidad. Una palabra complicada

Redacción: Pousta

Queremos invitarte a la feria sobre sexualidad “Sexpo”, que se realizará este 15 de diciembre en el Cine Arte Alameda.

Hablar de sexualidad siempre ha sido un tema complicado

La política y la religión cada vez nos han alejado más del significado de la palabra entintándola de oscuridad y llenándola de tabú. ¿Por qué un tema tan inherente a nuestra existencia ha sido un tema tan complicado para una sociedad, irónicamente hipersexualizada?

Primero que todo, nuestro mayor error es creer que algo tan complejo como el concepto de sexualidad se basa exclusivamente en algo tan básico como el acto sexual. Para los Taoistas, la fuerza sexual es la base de la creatividad, de la salud, de la vitalidad e incluso de la espiritualidad.

Para los toltecas, la sexualidad va más allá de lo reproductivo y fue vista como una manera de asegurar la marcha del mundo, ya que como humanos manejamos dos grandes fuerzas: una masculina o de penetración que es el amor y una femenina o de atracción llamada sexualidad. Al darle temimos de masculino y femenino no se refiere a hombre o mujer, sino al juego de energías contrarias que poseemos como individuos. Es nuestro propio Ying Yang. Mediante el amor podemos penetrar a las personas con sentimientos y acciones, llegando a generar cambios en ellxs.

Por amor logramos conectarnos con las personas.

Y la sexualidad es la energía mágica que atrae lo que queremos en este plano. Es la capacidad de seducción que tenemos con el universo. Es la energía que sirve para pedir las cosas, ya sean situaciones concretas, oportunidades laborales, o personas a nuestra vida.

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la sexualidad como: “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales”

Tomando en cuenta la definición de la sexualidad por la OMS y por culturas ancestrales, como las mencionadas anteriormente, podemos apreciar que la sexualidad forma parte importante de nuestra personalidad. Aquí hay un punto muy interesante del cual debemos reflexionar.

Cuando exigimos educación en sexualidad, no solo exigimos información sexual para protegernos de los riesgos que el sexo supone, es decir, prevención de embarazo precoz y de infecciones de transmisión sexual (ITS), exigimos educación sexual para constituirnos y formarnos en quién realmente somos, así de importante. Si solo nos enfocamos en una educación biologista de la sexualidad obtendremos como resultado escuelas que intentan dominar y controlar la misma, no dejarla ser, pues no toman en consideración el goce, el placer, la afectividad, el amor, la identidad de género, las orientaciones, etcétera. La idea es que con una educación sexual la gente se forme y se constituya en quien realmente es.

Dentro de este contexto surge Sexpo: un evento que habla de sexualidad en 360 grados y que pretende a través de charlas, workshops, talleres y performance educar a las personas para que puedan ser ellx mismxs, de ahí su slongan: “Por el derecho a ser tu mismx”.

Sexpo entiende que la sexualidad forma parte de cada unx, es personal, por ende su objetivo es entregar herramientas para que las personas la desarrollen como ellxs quieran. Es un evento con harta carga crítica necesaria para que la gente comience a cuestionar cuáles son las creencias y las normativas que la sociedad tiene y cuáles son las propias. Tiene como objetivo que las personas comiencen un proceso de decontrucción de lo socialmente impuesto y comiencen a construir lo que ellxs consideran como correcto, dentro de su propia moralidad, no dentro de la moralidad de una sociedad poco laica.

Buscamos una educación sexual que acompañe y respete, no una educación punitiva y castigadora.

Sexpo es un llamado urgente a que las personas comiencen a tomar conciencia de la importancia que tiene la educación sexual entendida desde el autoconocimiento, autenticidad, afectividad y habilidades sociales. Somos uno de los países de la OCDE, después de Corea del Sur, en donde la tasa de suicidios aumenta en vez de disminuir. Este es un claro reflejo de que la educación actual que reciben niños niñas y adolescentes no está supliendo todas las necesidades que éstxs tienen.

No podemos seguir haciendo vista gorda y naturalizando estas cifras. Si no encontramos la educación que queremos en espacios académicos tendremos que buscarla en otros espacios como el que entrega Sexpo.

Fuente: https://pousta.com/sexualidad-sexpo/

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El significado de los nombres de los países

Por: Revista Semana

Canadá, Francia, Irán… conocemos sus nombres y los de todos los demás países, pero, ¿qué significan? ¿Cuál es «La tierra de los arios» y cuál es «La tierra de los feroces»?

Algunos son descriptivos, otros no dejan lugar a dudas y varios tienen distintas versiones. En cualquier caso, todos dicen algo del sitio al que denominan, y descubrirlo es interesante y divertido.

Son los nombres de los países, esos que decimos sin pensar, que aunque no sepamos qué significan evocan imágenes, sentimientos, aromas y sabores.

Pero, ¿sabe de dónde viene el nombre de España y por qué la llamaron así? ¿Puede ubicar en un mapa la Tierra de los arios y la Tierra de los hombres honestos?

Encuéntrelos en este mapamundi en el que están los nombres de todos los países traducidos al español.

Démosle la vuelta al mundo empezando por la región donde nacen los días.

Mapa Oceanía con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

Oceanía puede ser el continente más pequeño, pero sus diversos paisajes, desde selvas tropicales hasta volcanes y pastizales, han fascinado a la gente durante siglos.

Fueron los griegos a quienes se les ocurrió llamarle Terra Australis Incognita, que significa ‘Tierra desconocida del sur‘, cuando soñaban con tierras desconocidas en el hemisferio sur.

Samoa se traduce como ‘Centro sagrado‘, y la leyenda dice que fue allá donde el dios samoano Tagaloalagi del Cielo creó el mundo.

Nueva Zelandia tiene dos historias: el explorador holandés Abel Tasman la nombró en 1642 Staten Landt o la «Tierra del Estado», pues creyó que estaba conectada con la «Isla de los Estados» en el sur de Argentina.

Cuando los cartógrafos holandeses se dieron cuenta de que no era así, le cambiaron el nombre a Nova Zeelandia —en latín— y luego a Nieuw Zeeland —en holandés— porque les recordaba a la provincia holandesa de Zeeland que significa «la tierra del mar».

Pero para los maorí se llama Aotearoa, que quiere decir «La tierra de la larga nube blanca».

Pero quizás la más simpática de esta región es la isla Nauru, que en idioma naurano significa «Voy a la playa».Mapa Asia con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

Asia ocupa un tercio del área terrestre total del mundo y es el continente más poblado del planeta.

Su rica diversidad de cultura e historia se refleja en los nombres de sus países.

La dinastía Koryo gobernó su reino desde 935 hasta 1392 EC, supervisando un país que estaba formando sus propias tradiciones culturales. Ese país ahora se conoce como Corea, que se puede traducir como «alto y hermoso».

Otros nombres hablan sobre la geografía de la región.

El nombre de Irak se refiere a su ubicación a orillas de los ríos Eufrates y Tigris. Viene del árabe al-‘iraq, que se traduce como ‘al lado del agua‘.

La Tierra de los arios está en este continente. El nombre se deriva del antiguo persa aryanam, el plural de arya que significa noble, en el sentido de alta alcurnia. La tierra de aquellos de alta cuna es Irán.

¡Ah! Y es aquí donde queda Allá… ¿lo encontró? ¿No? Allá es Brunei.Mapa África con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

África es conocida como la cuna de la civilización, el lugar de donde proviene toda la vida humana.

Los nombres de sus países revelan una historia de las culturas indígenas y la colonización.

Malawi, por ejemplo, significa «Tierra de llamas», que se cree que refleja el hábito local de quemar hierba muerta para preparar la tierra para el cultivo.

Otros lugares hablan más de los que llegaron que de los que estaban.

El explorador portugués Fernando Poo recorrió del río Wouri en 1472, y encontró una gran cantidad de camarones en su viaje. Por ello, le puso el nombre de Rio dos Camarões, o río de los camarones, y al país se le conoce como Camerún.

 

Uno de los nombres más curiosos es el de Benín, que puede que se derive de los bini, los habitantes originales del lugar. Alternativamente, podría venir del yoruba Ile-ibinu, ‘Tierra de discusión‘, una posible referencia a una época en la que las tribus estaban en guerra.Mapa Europa con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

Europa tiene una larga historia de exploración, y muchos de los nombres de países reflejan las tierras y quienes los exploraron.

Francia toma su nombre de una coalición de tribus germánicas, los francos. El nombre Frank proviene de la antigua palabra alemana franka, que significa «feroz», convirtiendo a Francia en la tierra de los feroces.

Otros nombres indican los senderos que la gente solía utilizar para descubrir su mundo.

Noruega, por ejemplo, simplemente significa «el camino al norte‘, haciendo referencia a una antigua ruta vikinga.

¿Y España? La teoría más común es que se deriva de la palabra púnica Ispanihad que significa «la tierra de los conejos», pero también es cierto que la Roma antigua llamaba a la península ibérica «Hispania», que vendría de la palabra Hesperia (Εσπερ?α) que quiere decir «la tierra del occidente» o «la tierra del sol poniente».

Y es en este continente donde queda La tierra de la gente alta, Macedonia, que viene del antiguo griego mak —alto—, posiblemente describiendo a quienes vivían ahí.Mapa Norteamérica con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

Los nombres de países de América del Norte y Central cuentan una historia de colonización europea.

El nombre ‘América‘ en sí mismo proviene del explorador italiano Amerigo Vespucci, quien fue la primera persona en darse cuenta de que el continente era una masa de tierra separada y no en la costa este de Asia.

Era el ‘Nuevo Mundo‘, y estaba destinado a un período trágico de guerra y conflicto por la tierra.

México, colonizado por España, es la traducción simplificada al español del nombre náhuatl de la capital azteca, que se dice significa «En el ombligo de la luna».

Los exploradores españoles también llegaron a gran parte de Centroamérica y el Caribe, donde encontraron gemas como ‘La tierra junto al agua‘ y ‘El lugar de las granadas‘, conocidas como Nicaragua y Granada.

Mapa Sudamérica con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

América del Sur tiene algunos de los ecosistemas más diversos del planeta. También es el hogar del río más grande del mundo: el Amazonas. No debería sorprender, entonces, que muchos de los nombres de países reflejen esa abundancia de agua.

Guyana se deriva de un idioma indígena amerindio y significa «Tierra de muchas aguas», mientras que la vecina Venezuela lleva el nombre de la ciudad de los canales, «Pequeña Venecia».

Un nombre que llama la atención es «Rojo como una brasa».

Se refiere al color rojo de una madera utilizada para teñir textiles que los portugueses encontraron en Brasil. Su origen es la palabra celta barkino y que en español pasó a ser barcino, y luego brasil. A los árboles se les llama «Palo Brasil».

En el caso de Uruguay, hay varias versiones sobre el origen de su nombre.

Puede venir de uruguá, que en guaraní es una especie de caracol, e y, que significa agua o río. Entonces significaría Río de caracoles.

Otra teoría es que se refiere al urú, un ave parecido a la codorniz; y gua, que significa de, y esto unido a y sería Río del urú.

Dicen otros que es más general: Río de pájaros.

El poeta Juan Zorrilla de San Martín, por su parte, interpretó que el vocablo significa «río de los pájaros pintados».

El mapamundi con las traducciones literales de los países fue comisionado por la firma Credit Card Compare, realizado por NeoMam Studios, que también hizo las traducciones a español para BBC Mundo.

Contenido original en https://www.creditcardcompare.com.au/blog/world-map-literal-translation-country-names/

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/donde-queda-alla-y-la-tierra-de-la-gente-alta-el-significado-de-los-nombres-de-los-paises/565508

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El micromachismo retratado.

Más de una veintena de imágenes de alumnos de La Vaguada refleja conductas de violencia en una muestra en la Alhóndiga.

Por: La opinión de Zamora. 

La realidad diaria de los micromachismos, la opresión que sufren las mujeres, la desigualdad presente en el lenguaje y en el mundo laboral, entre otros aspectos, cobran visibilidad a través de más de una veintena de fotografías planteadas y realizadas por alumnos del ciclo formativo de Iluminación, Captación y Tratamiento de Imágenes impartido en el IES La Vaguada. Las imágenes, muchas de ellas retratos, pueden contemplarse desde ayer y hasta el próximo día 24 de noviembre en la sala de exposición de la Alhóndiga en la muestra «VIII Exposición de Igualdad de Oportunidades y Violencia de Género en Jóvenes».

El joven Adrián Álvarez protagoniza la fotografía titulada «Llora», situada en el centro de la sala, para lanzar el mensaje de que «los hombres también lloran porque los sentimientos no son cuestión de sexo». Además este estudiante ha efectuado unas imágenes que fijan su atención en la igualdad en el mundo homosexual. «Se califica a muchos hombres como maricas o gays por maquillarse cuando debe de ser una realidad normalizada», esgrime.

Las instantáneas, que están acompañadas de un título y un texto explicativo, se complementan con la proyección de cinco vídeos hechos por estudiantes del ciclo formativo de Realización de Proyectos de Audiovisuales y Espectáculos que en sus trabajos ahondan en comportamientos que habitualmente los jóvenes no identifican como violencia machista. A este respecto, la docente coordinadora de igualdad de La Vaguada, Patricia Tamame, apunta que en los ochos años que llevan trabajando el tema «hemos detectado que los jóvenes no identifican el control sobre el móvil y redes sociales como signos prematuros de violencia de género».

En la inauguración de la exposición, la concejala de Igualdad, Laura Rivera, hizo un llamamiento a que se visite esta exposición porque el enfoque de sus imágenes «no es el habitual que estamos acostumbrados a ver en violencia de género, sino que nos acerca de una manera directa a lo que es la vida cotidiana de los jóvenes actuales». Para el director del IES La Vaguada, Ezequiel Álvarez, la muestra aúna «la formación técnica de los alumnos y la sensibilización en problemas sociales» mientras que la profesora, Ada Nafría, remarcó que el planteamiento de cada una de las fotografías «son frutos de horas de trabajo y debates entre los alumnos».

Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/zamora/2017/11/03/micromachismo-retratado/1042058.html

Imagen: http://static.t13.cl/images/sizes/1200×675/1467295550-m.jpg

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Cécile Barbeito: “Los valores se transmiten con ejemplo y sentimiento”

05 de abril de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

Cécile Barbeito

¿Cómo se transmiten los valores?
Los valores se transmiten a través del ejemplo y del sentimiento. Mediante el ejemplo, porque el comportamiento de cada persona es un escaparate de sus valores: todo lo que diga o haga transmite un ejemplo o un contraejemplo a (no) seguir. Y a través del sentimiento, porque son las personas que más apreciamos las que más influencia tienen sobre nosotras.

¿Y los vinculados a la paz, concretamente?
Los valores vinculados a la paz se transmiten de la misma manera que el resto de valores. La coherencia personal y el aprecio hacia los demás juegan un papel clave.

¿Cómo cree que se han trabajado hasta ahora?
¡Más en la familia que en la escuela! La familia suele ser un entorno que ofrece aprecio y cuidado. Las condiciones de la escuela hacen que sea más difícil aportar ese aprecio y cuidado de forma individualizada. Aun así, en la escuela hay experiencias muy valiosas, como las experiencias de educación emocional, aprendizaje servicio, programas de mediación entre iguales, participación del alumnado en el centro, actividades en horario de tutoría o de patio…

¿Es necesario (y posible) trabajar los valores de paz de manera transversal?
Todas las asignaturas lo permiten, en mayor o menor medida. Existe una multiplicidad de enfoques y metodologías, como los que acabo de mencionar, que lo facilitan. Es necesario porque toda convivencia implica conflicto, y por ello es útil aprender a gestionar estos conflictos de forma constructiva. También porque la creciente desigualdad en España, el país de Europa en el que la desigualdad ha crecido más desde el inicio de la crisis en el año 2007, y las vulneraciones de derechos humanos deberían interpelarnos como ciudadanos, estudiantes o no, para implicarnos a mejorar esta situación.

Historia es una de las materias donde más se habla de paz y conflictos. ¿Es interesante utilizar la asignatura para trabajar valores?
Es una de las asignaturas que permite hacerlo de forma más explícita, sí.

¿Es adecuada la forma en la que se abordan los conflictos históricos a la hora de transmitir valores relacionados con la paz?
Digamos que hay mucho margen de mejora. Los libros de texto suelen ofrecer muchos datos y poco análisis de fondo. En la gran mayoría de casos, enumeran una larga lista de conflictos armados que se explican superficialmente, en vez de ser más selectivos con los casos y explicarlos más a fondo. Eso hace que a la práctica, excepto en los casos de las guerras más graves, como la Primera y la Segunda Guerra Mundial, se expliquen conflictos armados sin mencionar sus consecuencias humanas.

¿Qué valores o luchas sociales cree que quedan más invisibilizados en nuestro sistema educativo?
En general se explican bien los avances conseguidos gracias a la lucha por los derechos laborales durante la revolución industrial, y las luchas por la autodeterminación respecto a los países colonizadores. Sin embargo, no son muy visibles los ejemplos de contestación pacifista (consejos revolucionarios de soldados alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, movimiento pacifista contra la carrera de armamentos de la Guerra Fría, contra la OTAN o contra la guerra en Irak del 2003…), los movimientos de emancipación de las mujeres o las luchas indígenas. También llama la atención que se explica muy poco cómo se creó la ONU, cuando es el principal organismo mundial para la paz y los derechos humanos.

¿Por qué cree que sucede?
Existe una historiografía marxista muy asumida, que permite explicar el período histórico de la Revolución Industrial “desde abajo”. Sin embargo, sorprendentemente, en otros períodos de la historia no se aplica esta forma de explicar los hechos y se centra, de nuevo, en la historia de las élites.

¿Los libros de texto son una buena herramienta para trabajar valores como la paz o los derechos humanos?
Es difícil saber qué proporción del profesorado utiliza libros de texto y qué proporción selecciona sus propios recursos porque es crítico con la utilización de tales libros. Personalmente opino que los libros de texto son un recurso más entre muchos otros. Pueden ser una buena herramienta si son buenos libros, pero no deberían ser la única herramienta. En el caso de los libros de Historia, por “buenos libros” me refiero a que muestren fuentes verdaderamente contrastadas, documentos primarios de derechos (fragmentos de constituciones, declaraciones de derechos, etc.).

¿Y las TIC?
Igual que los libros de texto, las TIC son una herramienta. Pueden ser una buena herramienta para trabajar valores como la paz y los derechos humanos si se trata de un buen recurso, y si se utilizan de forma adecuada.

¿Qué recomendación haría a los profesores que quieren trabajar de forma expresa valores como la paz, los derechos humanos o la diversidad de forma rigurosa?
Mi recomendación sería, por un lado, que estén atentos al alumnado, que les observen, les quieran todo lo posible, y estén convencidos del pleno desarrollo de sus capacidades. Y por otro lado, que estén ellos y ellas mismas implicados en pequeñas o grandes acciones coherentes con los valores de la paz, los derechos humanos o la diversidad. Observar al alumnado permite estar atentos a cualquier posible situación de conflicto, bullying, discriminación… Mostrar aprecio refuerza la autoestima y la autoconfianza del alumnado. Creer en el pleno desarrollo de sus capacidades es una invitación al crecimiento, una “estigmatización” en positivo, un efecto Pigmalión constructivo.

¿Cuáles son las claves para trabajar los valores en el aula?
Hace poco leía una entrevista a la catedrática de Didáctica de las Ciencias Sociales Neus Sanmartí, en la que insistía en que si como maestro o maestra no tienes el convencimiento de que tus alumnos van a aprender, mejor cambies de profesión. Esto se puede aplicar al campo de la educación en valores: como profesora, tengo que tener el convencimiento de que mis alumnos y alumnas van a ser personas con valores de paz, capaces de aplicar esos valores en el día a día, de imaginar sociedades distintas y de comprometerse con acciones para que así sea. Por último, como educador o educadora, emanar paz y respeto por todos los poros, desde cada palabra, cada acto, cada bien que consumo, y cada minuto de mi tiempo libre. O, como mínimo, ¡todo lo que se pueda!

¿Es necesaria una mejor y mayor formación del profesorado en este ámbito? ¿Cómo formarles en algo que se adquiere, que se debe interiorizar, que no se aprende como un contenido práctico o teórico?
Es una muy buena pregunta. Es cierto que la formación inicial en contenidos de educación para la paz y de habilidades para afrontar el conflicto es casi nula, y que hay reivindicaciones (minoritarias, pero históricas) para que estos contenidos estén recogidos en los contenidos curriculares de los grados de las facultades de Pedagogía. Por otro lado, como muy bien dices, este tipo de aprendizajes requiere un “extra” de aprendizaje, lo que llamas “interiorización”, que sería un pecado “burocratizar”. Para formar al profesorado en estos temas, igual que al alumnado, habría que apasionarles, transmitirles que son temas esenciales para la convivencia y la tranquilidad (¿y la felicidad?) personal, de la comunidad, y de la sociedad. Volvemos un poco a la pregunta inicial, habría que hacerlo con ejemplo y con sentimiento, con pasión, coherencia personal y aprecio.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/cecile-barbeito-los-valores-se-transmiten-con-ejemplo-y-sentimiento/

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