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SEP: La recta final.

Por: Roberto Rodriguez.

El sexenio presidencial concluye el 30 de noviembre de 2018: resta un año y siete meses. Pero en términos de los usos y costumbres políticas de nuestro país, el margen de acción del Ejecutivo Federal está acotado, como máximo, a la fecha de la elección presidencial, que será el próximo primero de julio. A partir de entonces la administración pública federal se concentrará en la confección de los informes globales de rendición de cuentas -los libros blancos-, así como en la interacción con los equipos de transición del presidente electo para facilitar los procesos de entrega-recepción de la multitud de asuntos, en curso y pendientes, que corresponden a cada área del gobierno.

Así que, para todos los propósitos prácticos, cuenta la presidencia y las secretarías de Estado, con poco más de un año para concluir las políticas, acciones y procesos desencadenados en el transcurso del periodo sexenal. Y tal vez menos, si se toma en cuenta que el periodo de las campañas por la presidencia y por los cargos de elección popular para integrar la próxima legislatura tienen, según las reglas del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales vigente, una duración de noventa días. Si ocurre el caso, totalmente previsible, que alguno o varios de los titulares de dichas entidades decida participar en los procesos electorales, entonces los plazos de cierre de la administración respectiva son aún más breves. Todo ello sin contar que muy pronto, y de manera creciente, los debates públicos estarán concentrados en las alternativas de continuidad o cambio del gobierno nacional.

Por ello, es de esperarse que las principales decisiones sectoriales, a partir de este punto, se organicen en torno a una selección muy precisa de las prioridades para concluir exitosamente el ciclo de políticas abierto en el sexenio. Se trata de elegir las batallas que vale la pena librar para mostrar resultados satisfactorios lo que, entre otros aspectos, implica decisiones acerca de la colocación y uso de los recursos autorizados. Los secretarios de Estado con aspiraciones de trascender el límite sexenal, mediante la definición de una ruta de cierre bien calculada y con efectos políticos relevantes, están obligados a decidir cuál o cuáles de las políticas iniciadas se necesita reforzar para atraer una opinión pública favorable.

En el caso de la SEP hay varias opciones y no pocos dilemas. En primerísimo lugar está el tema de la evaluación docente, ya que con ella dio inicio la reforma educativa y porque fue colocada, hasta hace poco, como la estrategia que posibilitaría la recuperación del Estado en el campo educativo y la asunción, siempre escurridiza, de la calidad educativa. Aunque la SEP invirtió la mayor parte de su capital político en el eje relacionado con la obligatoriedad de la evaluación docente, y con sus conocidos efectos laborales, lo cierto es que, al cierre del sexenio, no podrá presumir de resultados cuantitativos satisfactorios, ni mucho menos. El cálculo inicial era que, al final del sexenio, prácticamente la totalidad de los docentes en funciones habrían sido evaluados al menos una vez. Ello no va a ocurrir, y lo que ya es evidente es que, con el modelo de evaluación diseñado, y con los recursos enfocados a esa política, es prácticamente imposible satisfacer el requerimiento normativo.

Para salvar el tema de la reforma centrada en la evaluación hay dos caminos. Uno es reformular el esquema propuesto (la vía de “reforma de la reforma”), y el otro es insistir en que el nuevo ingreso docente procede a través de procesos evaluativos, que la promoción en la carrera docente transita esa vía, y que queda está pendiente lograr la escala de la evaluación para permanencia. A las limitaciones cuantitativas de esta política se asocian, asimismo, las estrategias de apoyo docente: ni el sistema de tutorías y menos aún el Sistema de Asistencia Técnica a la Escuela (SATE) presentan a estas alturas resultados satisfactorios.

En un segundo lugar, están las políticas de fortalecimiento de la escuela. Por un lado, los programas de mejoramiento de infraestructura, principalmente Escuelas al 100, y por otro la propuesta de autonomía escolar. Aunque en el sexenio se ha puesto atención al tema de los recursos físicos y materiales de las escuelas, lo cierto es que, como han documentado los informes anuales del INEE, las instituciones educativas en las áreas económicamente más deprimidas mantienen condiciones deficitarias en todos los indicadores. Cabe anticipar que estos programas tengan continuidad en el periodo restante del sexenio, pero difícilmente podrán ostentar resultados importantes en términos de respuesta a la problemática de inclusión y calidad que los sustentan.

En tercer lugar, por su temporalidad, pero no por su importancia, está la temática asociada al nuevo modelo educativo. En el último año la SEP ha invertido sus mayores esfuerzos en la promoción de la vía pedagógica como el nuevo eje de la política educativa. Se ha trasladado la fórmula “evaluación igual a calidad” de principios del sexenio, a la de “reforma curricular igual a calidad”. Sin duda fue exitoso el esfuerzo de la SEP para que la opinión pública centrara la atención en la nueva iniciativa como el eje renovado de la política educativa. Pero está pendiente el complejo proceso de implementación: la formación docente bajo las premisas del modelo, incluso la reforma de la formación normalista, la elaboración de libros de texto y otros materiales relacionados con el cambio pedagógico, y la puesta en operación de las promesas de autonomía de gestión y curricular. En este sentido, no sería de extrañar que la implementación del modelo educativo fuera la apuesta principal de la SEP para lo que resta del sexenio.

Por cierto, y sólo por curiosidad ¿qué se podrá decir, en la recta final de la SEP, en materia de educación superior? ¿qué se alcanzó el nivel de cobertura previsto? ¿alguna otra cosa?

Fuente: http://www.educacionfutura.org/sep-la-recta-final/

Imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/01/nu%C3%B1o-rosca-sep3-300×200.jpg

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México: Procedimientos de evaluación a docentes serán permanentes: SEP

México/17 de Abril de 2017/Quadratín

Los procedimientos de evaluación de los docentes adscritos al sistema educativo nacional en México serán permanentes oportunidades de verificación de fortalezas y debilidades de los trabajadores, y no momentos únicos que tengan por finalidad el cese de estos, aseveró Israel Barrios Hernández, delegado en la entidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

“Van a ser períodicas las evaluaciones, tenemos que acostumbrarnos al proceso porque forma parte de la ley y será recurrente, no debe ser visto como un proceso aislado, único o con la finalidad cesar docentes; al contrario, garantizará que docentes y autoridades generen condiciones para lograr una educación de calidad y estabilidad en el empleo”, refirió Barrios Hernández. Israel Barrios aseveró que los procesos permanentes de evaluación serán asimismo un medio para que los trabajadores y las autoridades vinculadas con la educación en México logren continuidad en sus espacios de trabajo.

Tras recordar que en otros estados la evaluación docente “camina” de manera ordinaria, con un índice de cumplimiento que oscila del 98 por ciento al 99 por ciento de la plantilla de profesores, el delegado en la entidad de la SEP reiteró que Michoacán enfrenta una condición de rezago educativo que la autoridad se ha preocupado por abatir, entre otros mecanismos, a través de la evaluación.

Aseveró que la meta es ambiciosa, “mucho más allá de 4 mil docentes”, con lo que en breve se llevarán a cabo las convocatorias para los diferentes procedimientos de evaluación. Israel Barrios mencionó que la evaluación docente permite conocer las fortalezas y las debilidades de los trabajadores, con lo que se pretende definir programas de capacitación y desarrollo, lo que se ha constituido como el punto de divergencia con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), para la que en primera instancia debió llevarse a cabo la capacitación de la totalidad de los docentes en la totalidad de las áreas de formación, en tanto que la SEP consideró necesario primero definir las necesidades individuales y posteriormente establecer criterios de formación. Entre otros factores, la falta de recursos llevó a identificar a los docentes a capacitar, ya que no todos tienen los mismos niveles de desarrollo: “es más barato y mucho más eficiente”.

El delegado en Michoacán de la SEP expresó que permanece vigente la invitación a participar en la evaluación docente, ya que “la transformación educativa no está al margen de Michoacán, pero sólo con la participación de los docentes podemos avanzar”. Agregó que los menores inscritos en los centros educativos del país no debieran verse afectados por las problemáticas que pudieran existir entre la SEP y los docentes, sino que deben ser beneficiados con la implementación de estrategias tendientes a mejorar la calidad de la educación ofrecida en México.

Fuente: https://www.quadratin.com.mx/principal/procedimientos-evaluacion-a-docentes-seran-permanentes-sep/

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El modelo educativo y el papel de los docentes: reformas que vienen y van

PRORED

Proyecto La reforma educativa en el marco del derecho a la educación y el cosmopolitismo.

Universidad Iberoamericana

¿Qué cabe esperar del nuevo Modelo Educativo, ahora sí, en su versión definitiva? En la presentación del lunes 13, el presidente Enrique Peña Nieto señaló que había una necesidad de replantear el modelo. Según las voces gubernamentales, el sistema educativo se encontraba rezagado, sustentado en un sistema vertical donde las escuelas y su organización estaban en el olvido, la carrera docente no se basaba en el mérito y la promoción no era transparente. El sistema educativo perdió potencial transformador. En el siglo XX el reto fue la cobertura, hoy lo es la calidad y la equidad.

En Los fines de la educación en el siglo XXI[i], documento base para el diseño del Modelo Educativo, la SEP plantea el tipo de ciudadano que se desea formar, en función de una educación laica, gratuita, incluyente y de calidad, para que cada mexicano desarrolle su máximo potencial y tenga aprendizajes y conocimientos significativos y útiles a lo largo de la vida. A la vez el sistema educativo debe ser flexible para lograr estos propósitos en los distintos contextos del país en medio de un mundo cada vez más interconectado y desafiante. Los logros esperados al concluir su educación obligatoria, es decir, una vez culminado el nivel medio superior se expresan en tres principales ámbitos delineados por la SEP:[ii]

  • Tiene una expresión oral y escrita segura y eficiente, tiene capacidad de síntesis, domina el inglés y las TIC así como el pensamiento lógico-matemático.
  • Desarrolla el cuidado de sí, es empático y sabe trabajar en equipo, es capaz de plantearse un proyecto de vida.
  • Tiene valores éticos, es tolerante, tiene una conciencia nacional, aprecia las artes, cuida el medio ambiente, participa de manera responsable para su comunidad y el país.

Estos logros se plantean como un estándar de lo que se espera que brinde la educación obligatoria a los ciudadanos, que habrán recorrido un trayecto escolar de 15 años. Desde luego es deseable que toda persona que logre transitar por los niveles obligatorios adquiera esas virtudes y capacidades que se inscriben en los cánones de lo que es éticamente aceptable o ejemplar.[iii] A continuación, interesa dar un repaso a los lineamientos que se desprenden de los ejes del modelo educativo en relación con testimonios recabados de docentes del nivel básico en escuelas rurales.[iv] Estos 5 lineamientos o pilares del nuevo modelo son:

  • La escuela al centro.
  • El planteamiento curricular.
  • Formación y desarrollo profesional docente.
  • Inclusión y equidad.
  • La gobernanza del sistema educativo.

Un eje clave que este gobierno ha impulsado es “La escuela al centro”, que más que un programa con reglas de operación es un marco de acciones, o como la misma Secretaría de Educación Pública (SEP) lo define, “un esquema de organización y acompañamiento”[v] para las escuelas de nivel básico. Este incorpora programas como Escuelas al CIEN o el Programa Nacional de Convivencia Escolar; políticas como la autonomía de gestión; cuerpos colegiados derivados de la Ley General del Servicio Profesional Docente como el Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela (SATE) e instancias derivadas de políticas anteriores como los Consejos Escolares de Participación Social. Como se ve, resulta una articulación ambiciosa de programas, políticas e instituciones que tienen como objetivo cumplir con uno de los ejes derivados del Modelo Educativo: transitar paulatinamente de un sistema vertical a uno horizontal e incentivar la participación. Pero antes que todo, el esquema de “La escuela al centro” requiere contar con la participación de los docentes. Sin embargo, los maestros no se encuentran totalmente satisfechos con este programa. Aunque advierten las ventajas de ubicar en un espacio central a la escuela, entienden que todavía falta mucho por hacer. Así lo relata un maestro:

A mí para empezar el nombre no me gusta, pero entiendo que quien diseñó este programa quiere que todo confluya y que tenga a la escuela como centro, pero para que eso suceda, todos los actores debemos mirar a la escuela como el centro de potenciación del desarrollo, individual y social […] Sí estamos en el centro de la comunidad, es el centro cultural la escuela, pero yo quiero ver aquí a un trabajador social, quiero ver aquí a un psicólogo, quiero ver aquí a un ingeniero civil, quiero ver aquí a una persona que nos ayude a hacer todo lo que se necesita en el pueblo. Entonces Escuela al Centro es un programa que va dar recursos, que va dejar la escuela bonita. Pero quién va hacer que el maestro adquiera el compromiso de trabajar, a quién le corresponde eso.[vi]

La necesidad de que se incluya a todos los actores sociales de una comunidad en el proceso político-pedagógico se evidencia como una demanda principal de los docentes. Sin embargo, desde el nuevo Modelo Educativo, aunque se alude al desarrollo comunitario y social, la orientación del gobierno se focaliza principalmente en el papel del docente. Esta centralidad que se le otorga se relaciona con el eje del planteamiento curricular, en donde la escuela y los aprendizajes que se recrean en ella aparecen como los protagonistas. De ellos depende que se logren los resultados que plantea el documento Los fines de la educación para el Siglo XXI porque implican una organicidad entre los distintos niveles obligatorios. Este es un primer reto para una aplicación exitosa de los fines que plantea el modelo educativo, sin embargo la consistencia y organicidad entre un nivel y otro no siempre se logran, incluso dentro de una misma comunidad. Los estilos de enseñanza cambian, la concepción de lo que debe ser una buena educación tiene significados diferentes, e incluso antagónicos entre una escuela y otra. Esto, en vez de traducirse en una apuesta por la diversidad y el consenso, se refleja en acciones educativas inconsistentes y poco planeadas. Así lo perciben docentes del nivel básico:

Pero el programa, bueno la SEP, te avienta, para primer grado un programa, para segundo su programa, para tercero, no ve qué cosas, qué procesos sigue uno en el aula para poder cumplir con el programa, y que los niños salgan con el perfil para la secundaria y a veces la secundaria se queda nada más con lo que llevan de aquí.[vii]

El educando que transita por los distintos niveles es resultado de un collage de influencias de las que toma algunos elementos y rechaza otros. Sin embargo, el logro final debería ser equiparable y lo más apegado posible a los fines que se plantean alcanzar para la educación del siglo XXI. Para tal fin la coherencia, ya no se diga entre los distintos niveles sino incluso en los grados de un mismo nivel, se ve sujeta a transformaciones como señalan los docentes. De tal manera que cuando un maestro se encuentra en el proceso de asimilar un determinado programa le llega uno nuevo y se ve obligado a incorporarlo, a desaprender lo que tenía incorporado del anterior y poner en práctica el nuevo. Por mucho que intente estar actualizado, el ritmo llega a ser avasallador e incluso pone en riesgo la coherencia de los fines que se persiguen. Esto mismo relata un maestro al poner en palabras los cambios abruptos que ha experimentado con la aprobación de varias reformas y las implicancias de estas decisiones gubernamentales.

Cómo transitamos de la reforma del 93, luego la del 2008, 2009 y luego la de 2012. Cuando empezó la del 93 yo estaba en una zona de confort, tenía mi libro del maestro y era como mi Biblia, me llevaba, me llevaba, me llevaba. Viene la reforma y pues ya me ponen en el trabajo proyectos que ya se trabajaban en preescolar. Que lo que yo trabajaba, en matemáticas, por ejemplo, en primer año, eso ya se pasó a preescolar, entonces yo tenía que recibir a los niños con otro nivel para poder trabajar con la reforma.[viii]

Los maestros deben lidiar con las diferentes y en ocasiones contradictorias normativas que reciben. Este tránsito accidentado puede ser una razón para que recién hasta el ciclo escolar 2018-2019 se comience a llevar a cabo el modelo educativo en las escuelas. Mientras tanto se brindará inducción a los docentes en el uso del mismo, lo cual va de la mano con la Ruta para la implementación del modelo educativo,[ix] que se plantea como el plan de trabajo para articular los niveles obligatorios en el plano curricular, como la formación y el desarrollo docente, la inclusión, la equidad y la gobernanza educativa.

Otros discursos que se incorporaron en la presentación del Modelo Educativo 2017 son el enfoque del aprendizaje a lo largo de la vida, la educación transformadora, pues Enrique Peña Nieto señaló que los docentes son el motor para esa transformación, y una cultura cosmopolita para insertarse en la globalización. Sin embargo, esta articulación heterogénea revela que se intenta presentar como novedoso un discurso que data de 1996 en el Informe Delors, el aprender a aprender.[x] También se observa una instrumentalización del discurso transformador de la educación popular en función de un criterio economicista como la calidad.

Esta articulación de dimensiones contiene una visión integradora del derrotero a seguir con este modelo y es sintomático de las transformaciones que ha implicado la reforma educativa en su conjunto, en particular con la asimilación de la evaluación de la profesión docente y con la gobernanza que implica la relación entre la SEP y la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). En ese sentido, este modelo tiene la impronta de la gestión del secretario Nuño, pues fue él quien planteó la división del país en cinco regiones educativas, decisión que sostuvo a contrapelo de las críticas de los especialistas.[xi] Este puede ser uno de los puntos sujetos a debate en tanto que reflejan la postura de un funcionario en particular, que puede experimentar reacomodos o reinterpretaciones.

Esto se refleja claramente en los ejes del Servicio Profesional Docente y la gobernanza del sistema educativo, los cuales representan fielmente ese reacomodo político-administrativo derivado de la reforma educativa. Ese posicionamiento, hasta cierto punto fáctico, de los actores que buscan asegurar su capital político mediante el respaldo otorgado a la reforma educativa se puso de manifiesto en la presentación del modelo el 13 de marzo.

En ese sentido se explica, por ejemplo, la participación de Juan Díaz de la Torre, presidente nacional del SNTE, que apenas salió bien librado de las comparecencias que lo ligan con los cargos que enfrenta Elba Esther Gordillo.[xii] Y en relación con la nueva gobernanza del sistema educativo resultó reveladora la posición del coordinador de la Conago, Graco Ramírez, quien se desvivió en halagos al presidente de la República y al secretario de Educación. También congratuló al SNTE por abdicar de sus privilegios como las comisiones y asumir el reto de la calidad y de promover la profesionalización de los docentes. Por último, aludió a determinados antagonistas de la reforma educativa, los conservadores, que quieren un país de maquiladores; y los populistas, que buscan arrebatarle a la ciudadanía su autonomía en pos de un mesías manipulador. Estos rituales del poder representan la disputa hegemónica que ha acompañado a la implementación de la reforma educativa y son al mismo tiempo las fisuras que pueden devenir en su reconfiguración en el diseño de este nuevo Modelo.

Con este escenario, se esperaría que las diferentes consultas que le precedieron, las de 2014 y las de 2016, se vean reflejadas en los principios y objetivos que se plantea alcanzar porque ello implica recoger las aspiraciones de la población, así como los análisis del público especializado, es decir, cabe esperar que sea resultado de un ejercicio democrático. Pero para consolidar esta construcción colectiva de la democracia el modelo tendría que ser capaz de sostenerse como política de Estado. El secretario de Educación Aurelio Nuño Mayer, ha reconocido que de cambiar el partido político que llegue al poder en 2018, año en que se pondrá en marcha el modelo, éste podría ser derogado.[xiii] Desde luego, tal derogación hipotética requeriría de una justificación científica así como de su correspondiente consulta, que deberá ser amplia e incluyente.

Sin embargo, las problemáticas planteadas en torno a cada uno de los ejes del Modelo, dejan entrever que las consultas no se vieron debidamente reflejadas en el modelo, o que, además, existe un problema estructural para definir una política de Estado en materia educativa.

Hemos visto a través de un repaso rápido que hay observaciones críticas de los docentes que podrían mejorarlo. Modelos van y vienen, pero a lo largo de las décadas la cultura docente ha sedimentado sus prácticas,[xiv] que se siguen recreando en las aulas.

¿Qué del modelo se llegará a incorporar en estas prácticas sedimentadas y qué tanto de estas prácticas se recuperaron en el modelo? Como señalan testimonios de docentes acerca del constante sometimiento de su labor a transformaciones curriculares, hay principios que tienen muy claros y que han resultado el vehículo para sostener la formación de una generación tras otra:

Hace 50 años, hace 20 años, hace 10 años, hoy, la función del maestro es la misma, qué ha cambiado, bueno, los recursos, las herramientas, las estrategias, qué es lo que yo hago, pues las tomo, las que necesito […] Pero independientemente de todas esas cuestiones, por eso yo decía, a mí la reforma, vienen reformas y van, y yo sigo trabajando con lo que los niños necesitan. Entonces con reforma o sin reforma, nosotros tenemos muy claro que el niño debe ser educado, en otras palabras, preparado para la vida.[xv]

En suma, la construcción de un modelo educativo socialmente pertinente es producto de una dialéctica entre la doxa de los docentes y la episteme de las ciencias pedagógicas, así como del conocimiento acumulado en la práctica docente que ha forjado una tradición que oscila entre el apostolado y la profesionalización[xvi] pero que es consciente de la importancia de formar a las nuevas generaciones para la vida.

[i] Secretaría de Educación Pública (2017). Los fines de la educación en el Siglo XXI. México, SEP. Disponible en: http://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/114503/Los_Fines_de_la_Educacio_n_en_el_Siglo_XXI.PDF

[ii] Cfr. Los fines de la educación… Op. Cit, p. 1.

[iii] Weber, Max (1996 [1922]). Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva, México, Fondo de Cultura Económica.

[iv] Testimonios recabados en el marco del proyecto de investigación “La reforma educativa y su recreación en el contexto escolar: estudios de caso” llevado a cabo en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

[v] Secretaría de Educación Pública, “La escuela al centro del sistema educativo”. Disponible en: http://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/51934/Presentacion_MiEscuelaAlCentro.pdf

[vi] Entrevista realizada el 23 de mayo de 2016 a docente del nivel básico en comunidad rural.

[vii] Ídem.

[viii] Ídem.

[ix] Secretaría de Educación Pública (2017). Ruta para la implementación del modelo educativo. México, SEP. Disponible en: http://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/199497/Ruta_de_Implementacio_n_del_Modelo_Educativo.pdf

[x] Delors, Jacques (1996). “Los cuatro pilares de la educación” en La educación encierra un tesoro.

Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI,

Madrid, Santillana/UNESCO.

[xi] Garduño, Verónica, Educación Futura, “Difieren especialistas ante propuesta de crear cinco regiones educativas en el país”, 08.09.15.

[xii] Barajas, Abel, Reforma, “Suspenden audiencia en el caso de Gordillo”, 24.02.17

[xiii] Hernández, Manuel. Huffington Post, “Credibilidad del gobierno, el mayor obstáculo del Nuevo Modelo Educativo: Nuño”, 14.03.17.

[xiv] Giroux, Henri (1992). Teoría de la resistencia en educación. Una pedagogía para la oposición. México, Siglo XXI.

Para el contexto mexicano Cfr. Rockwell, Elsie, “Huellas del pasado en las culturas escolares” en Revista de Antropología Social, vol. 16, 2007, pp. 175-212 Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España.

[xv] Entrevista realizada el 23 de mayo de 2016 a docente del nivel básico en comunidad rural.

[xvi] Alaníz Hernández, Claudia (2014). “Implicaciones de la política educativa del nivel básico: la percepción de los docentes” en Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad, Vol. xx No. 59 Enero / Abril.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/el-modelo-educativo-y-el-papel-de-los-docentes-reformas-que-vienen-y-van/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/10/Maestros-podran-faltar_MILIMA20140811_0356_8.jpg

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Amor y centralismo: Oaxaca y la SEP

05 de abril de 2017 / Fuente: http://www.excelsior.com.mx

Por: Carlos Ornelas

El 21 de marzo es una fecha clave en México, pero más en Oaxaca. Allí, rito y ceremonia se maridan para festejar al benemérito. Pudiera decirse que es el día más importante en el calendario político del estado. El gobernador, Alejandro Murat, lo escogió para inaugurar las audiencias públicas, donde él y su gabinete escucharían demandas de la sociedad.

No obstante, maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, los más aguerridos y mejor organizados de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, decidieron boicotear la reunión; acaso piensan que nada más ellos merecen ese trato. Pero había vallas protectoras y policías resguardando el palacio de gobierno; se armó la gresca. Las fotografías y el video que publicó excélsior.com.mx el 22 de marzo son elocuentes.

El asunto es que, apenas en diciembre, el gobernador había entregado a la S-22 tres mil 699 plazas y el mandatario se declaró enemigo de la unilateralidad en la regencia de la educación en el estado; hasta parecía que le quería regresar a la S-22 el control del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca.

Sin embargo, contrario a lo divulgado por los dirigentes sindicales —y que di por cierto en un artículo de esos días—, las plazas no eran definitivas. La Ley General del Servicio Profesional Docente estableció la figura de nombramientos provisionales (artículo 4, XVII, a), cuyo lapso puede ser hasta de seis meses. De ese tipo fueron los puestos. Hoy los líderes están presionados por los docentes y administrativos, ya que, si quieren conservar el cargo, tendrán que presentar exámenes, como lo marca la ley. Se sienten engañados por sus líderes.

Eso explica, en mi opinión, que se haya terminado el cariño entre la S-22 y el gobernador Murat. Parece que él está aprendiendo, por la vía más dura, que la CNTE no se allana con prebendas; es defensora férrea de sus tradiciones. Oaxaca está a punto de estallar de nuevo. Los maestros y los exnormalistas aceptaron el pacto de diciembre con el fin de ganar tiempo y preparar la ofensiva. ¡Quieren las plazas definitivas y de inmediato!

Ya que el camino de las canonjías no le funciona, quizás el gobernador debería dejar de hacerle caso a su papá y prestar oídos al director general del IEEPO. Por lo pronto, José José tenía razón: “el amor acaba”.

Me pasmó y critiqué al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, que justificó el hecho de entrega de plazas cuando dijo que era un acto de justicia. Me extrañó que la Secretaría de Educación Pública hubiera dejado pasar un hecho de ese tamaño, cuando se sigue preparando para afianzar más la dialéctica del control centralista. ¡Y no pienso que sea para mal!

El Diario Oficial de la Federación del 23 de febrero publicó el decreto por medio del cual la SEP instituye la Dirección General del Sistema de Administración de la Nómina Educativa Federalizada. Esta dependencia, conforme al texto del artículo 36 del Reglamento Interior de la SEP, tiene el propósito de controlar el flujo de los recursos del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (Fone). La fracción III de ese artículo es clave: “Administrar y operar el proceso de control de plazas relacionadas con el Fone”. Al buen entendedor: los gobiernos estatales ya no tendrán potestad sobre las plazas federalizadas (en realidad nunca la tuvieron, las secciones del SNTE disponían todo).

Mi intuición me dice que el gobierno central presionará a los estatales para que —tal vez de manera pausada— se acelere la conciliación de las nóminas con las plantillas de las escuelas. Si esa suposición es correcta, en breve empezaremos a ver cómo miles de comisionados a la baja burocracia de las dependencias estatales de educación tendrán que regresar a sus plazas base. Algunos gobiernos se las verán negras para mantener sus oficinas de educación, ya que esos funcionarios configuraban un subsidio —ilegítimo, pero institucionalizado— de la SEP a los estados.

También es probable que haya auditorías de personal. Si uno piensa con mala leche, saldrán a flote puestos fantasma y quizás uno que otro difunto que sigue cobrando por allí.

Insisto, ¿para qué seguir con la retórica federalista si nos encaminamos a un sistema unitario? Los gobiernos estatales no pueden lidiar con el SNTE; la SEP a duras penas. Algo me dice que pronto también se acabará el amor entre la secretaría y el sindicato. Apuesto a que habrá cambios en ritos y ceremonias.

Fuente artículo: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2017/03/29/1154673

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Autonomía curricular

El Modelo Educativo (ME) que la SEP propone implantar en el sistema de educación obligatoria a partir de agosto de 2018, argumenta como una de sus mayores innovaciones la autonomía curricular, a través de la cual, se argumenta en la propuesta, las escuelas contarán “podrán adaptar los contenidos educativos a las necesidades y contextos específicos de sus estudiantes y su medio.” (ME, pág. 27-28).

La autonomía curricular, se indica, modifica “el antiguo modelo vertical y prescriptivo para transitar hacia uno más flexible” (ME, pág. 75), gracias a este dispositivo las comunidades educativas (estudiantes, docentes y padres de familia) podrán incidir sobre los contenidos educativos y sobre las actividades que complementan el currículum obligatorio.

En el planteamiento pedagógico del modelo, se aclara, la autonomía curricular tiene la finalidad de brindar atención a la diversidad y a las necesidades e intereses individuales. También se indican los cinco objetivos específicos del componente: a) ampliar la formación académica; b) potenciar el desarrollo personal y social; c) ofrecer nuevos contenidos relevantes; d) incorporar conocimientos regionales; e) desarrollar proyectos de impacto social (véase ME, Componentes curriculares de la educación básica).

El ME, en su versión 2017, no abunda en la forma de operación concreta de la autonomía curricular, salvo los ejemplos que se indican en la pág. 76 del documento. En el cuadro 4 (autonomía curricular en la educación básica) se enumeran algunos ejemplos, más bien triviales y poco novedosos, del tipo de actividades que podrían ser incluidos en el segmento de tiempo destinado al componente: taller de escritura creativa, inglés, debates, taller de matemáticas lúdicas, taller de tecnología, taller de exploración de condiciones del medio y cambio climático; ligas deportivas, orquestas, talleres de arte; asignaturas tales como educación financiera, programación, robótica, habilidades para emprender; contenidos regionales y locales, y finalmente proyectos como recolección de basura, potabilización, democracia escolar, entre otros.

Se aclara, por último, que el tiempo de autonomía escolar es variable por nivel educativo y en función de la modalidad educativa. Es mayor en preescolar que en primaria, y mucho más amplio en jornadas de tiempo completo. Para las escuelas de jornada regular el tiempo de autonomía se estima en 2.5 horas a la semana, mientras que en las de tiempo completo puede sumar hasta 20 horas semanales.

El documento complementario al ME de 2017, Ruta para la Implementación del Modelo Educativo, ofrece algunas aclaraciones relevantes. Primera, que un próximo acuerdo secretarial, será emitido en mayo de este año, definirá los lineamientos de la autonomía curricular, y posteriormente las adaptaciones que correspondan en programas vigentes a cargo de la SEP: Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa, Programa Integral para la Igualdad Educativa, y Programa Nacional de Inglés.

Segundo paso, en el periodo de junio de 2017 a julio de 2018 se debe cumplir la tarea de diseñar e implementar el piloto (en 1,162 escuelas) del componente de autonomía curricular del Plan y los programas de estudio en escuelas públicas de educación básica. Esta fase es simultánea al pilotaje de los planes y programas del nuevo currículum en los distintos niveles y modalidades de la educación obligatoria. Solo un mes después de la implementación piloto se pondrá en práctica el nuevo componente curricular. Hasta ahora no se ha explicado cómo se evaluará la fase experimental ni el tipo de consecuencias de dicha evaluación en caso de llevarse a cabo.

Por lo pronto el estado de Aguascalientes ya se apuntó para diseñar y ejecutar un programa piloto, de alcance estatal, en materia de autonomía curricular. Según Raúl Silva Perezchica, director del Instituto de Educación de Aguascalientes, órgano de la autoridad educativa estatal, la SEP les solicitó participar en la fase piloto y ellos, en Aguascalientes, ya iniciaron la valoración sobre el tipo de cursos o actividades que se incluirán en el programa piloto a ser iniciado este año (Página 24, Aguascalientes, 28 de marzo de 2017: Fuente).

A pesar de la insistencia gubernamental en que la autonomía curricular, junto con la autonomía de gestión de las escuelas, son los componentes de máxima innovación del ME, no sobra recordar que la opción de generar contenidos escolares pertinentes a los contextos locales está presente en el sistema desde la reforma educativa de 1993. La Ley General de Educación aprobada ese año, en el marco del proceso de descentralización abierto por el Acuerdo Nacional de Modernización de la Educación Básica (ANMEB, 1992), estableció en el cuerpo normativo que corresponde en exclusiva a las autoridades educativas locales, entre otras competencias, la de proponer a la SEP los “contenidos regionales que hayan de incluirse en los planes y programas de estudio para la educación preescolar, la primaria, la secundaria, la normal y demás para la formación de maestros de educación básica” (Artículo 13).

Lo que importa es observar qué tipo de contenidos y actividades se van a desarrollar en el nuevo marco. Si son como las enunciadas, a título de ejemplo, en la propuesta del ME 2017, es difícil anticipar que con ello se revolucionará el sistema educativo vigente.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/autonomia-curricular/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/06/escuela-nicaragua3-768×480.jpg

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Matar al ruiseñor: periodistas y universitarios

Hugo Aboites

Matar al periodista es matar al inocente. En una pieza de literatura estadounidense, el padre regala rifles de aire comprimido a sus hijos para que aprendan a disparar, pero como sabe que comenzarán a tirar a los pájaros, aun dentro de su ánimo belicista encuentra necesario hacer una recomendación: No maten al ruiseñor, ése es inocente. Frente a las armas y la creciente colusión narco-Estado, periodistas como Miroslava Breach están indefensos. Pero, además, son radicalmente inocentes, porque de nada son culpables quienes con su oficio muestran hasta qué punto gobiernos y policías están ahora en simbiosis con los grandes corporativos de la droga, y tampoco culpables quienes tienen la calidad ética suficiente para no entrar en componendas y lisonjear a los poderosos. Son, además, indispensables, porque este escéptico y, al mismo tiempo, esperanzado país, necesita saber a fondo cuáles son las circunstancias que lo están determinando, para poder cambiar también radicalmente. Para la salud de una república que quiera crecer vigorosa, se necesita un enorme sustrato de personas bien informadas y crítica y políticamente reflexivas. Esta es una tarea de quienes no son culpables de lo que ocurre en el país, pero quieren cambiarlo.

Y es precisamente en este espacio que, como proyecto, coinciden periodistas y universitarios. El periodismo de fondo no consiste en producir notas como información descontextualizada, entretener u orientar la opinión pública, sino ofrecer desde la multiforme realidad cotidiana del país un material valiosísimo para la reflexión de los mexicanos. Y la universidad no se define como una fábrica de egresados o como la venta de investigaciones, cursos y servicios culturales, sino un espacio donde, por medio de los jóvenes y no tan jóvenes que acceden al conocimiento superior, la sociedad se vea a sí misma a través de la lente de muy distintas disciplinas y profesiones.

Frente al poder ambos grupos sociales sólo tienen la palabra, y por eso la construcción de argumentos. Pero, al mismo tiempo, en ciertos brillantes momentos que ocurren nunca se sabe cuándo, comparten el profundo poder que sólo dan el conocimiento y la cultura. Y con eso aquí y allá han tumbado gobiernos, creado instituciones y corrientes de pensamiento y abierto el paso a profundas transformaciones sociales. Con eso se puede crear una fuerza como la que ahora ha impedido que Ayotzinapa y el desgarramiento del país queden sumidos en el silencio.

En el caso de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), las palabras de apoyo de muchos precisamente en los medios; una manifestación cultural en la calle, con orquesta sinfónica, ensamble coral, grupos artísticos, y el argumento contundente de lo que acordó la Cámara de Diputados, facilitaron que la Secretaría de Educación Pública (SEP) se comprometiera firmemente a no descontar un solo peso del subsidio federal otorgado por los diputados. Esta excelente noticia permitió hacer un ofrecimiento mayor a nuestros trabajadores, evitar una huelga de pronóstico reservado y eludir, así fuera momentáneamente, una convergencia de fuerzas que, como ocurre casi constantemente, tienen en la mira a esta institución. Momentáneamente, porque todavía sigue en pie el recorte de recursos efectuado por la Asamblea Legislativa, a pesar de que pasa por alto claramente la ley que mandata que su presupuesto nunca será menor que el del año previo (Ley de la UACM, artículo 23). Legislación, por cierto, aprobada por la misma asamblea.

El descuento no sólo se mantiene, sino que, además, ahora se perfila a modo de respuesta que el rector debe ser llamado a cuentas. Aunque la explicación que da la diputada promotora es que se trata de una simple e inocente curiosidad, no deja de llamar la atención que sea ella la protagonista de una campaña constante contra la UACM y que uno de los argumentos para ir a la huelga era la supuesta existencia de un enorme subejercicio, y ahora se quiere que este tema sea retomado en la asamblea. Con el apoyo federal y del Gobierno de la ciudad, la UACM ha obtenido recursos para un ambicioso plan de obras que está por concluir, y de esos recursos se habla. ¿No se quiere que la UACM crezca?

Llama la atención también que el supuesto subejercicio fue uno de los argumentos para inclinar a la huelga y ahora casualmente se pretenda insertar a la asamblea en ese mismo tema. Desde hace años, sin embargo, como todos los titulares de organismos públicos, la representación de la UACM acude a esa instancia legislativa y en mesa de trabajo responde públicamente las innumerables preguntas de los diputados. Sólo en una ocasión un organismo ha sido llamado aparte, con dedicatoria especial, y fue precisamente la UACM, a finales de 2009. En contraste con lo que sucede en la asamblea, en el ámbito federal a nuestro reclamo no se respondió enviándonos a comparecer a la Cámara de Diputados, simplemente se resolvió. Finalmente, que en el centro de educación superior del país, la Ciudad de México, el órgano legislativo que aprueba el presupuesto no respete su propia legalidad y reduzca un presupuesto envía un pésimo mensaje a los rectores y universitarios del país. ¿Qué partido asume la responsabilidad?

Fuente del articulo: http://www.jornada.unam.mx/2017/04/01/opinion/015a2pol

Fuente de la imagen: http://www.reconoce.mx/wp-content/uploads/matar-ruiseñor.png

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Reforma institucional, la otra reforma educativa pendiente

Fernando Ruiz Ruiz

Un aumento de la inversión educativa en escuelas ubicadas en contextos marginados de nuestro país podría producir rápidas mejoras sustanciales. Así lo señaló Andreas Schleicher, Director de Educación y Asesor sobre Políticas Educativas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al analizar los resultados educativos obtenidos por México en las evaluaciones del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la evidencia indica que dichas inversiones tienden a reducir paulatinamente su impacto en las escuelas si no se toman medidas permanentes para asegura la formación adecuada de docentes.

Esto plantea la necesidad de pensar en la creación de un sistema institucional de apoyo a maestros y escuelas que no sólo impulse la actual reforma educativa sino que le dé sostenibilidad a los cambios futuros. La reforma constitucional de 2013 modificó sustancialmente las reglas que rigieron durante décadas las prácticas pedagógicas y laborales del magisterio; ahora es necesario acompañarla con una modificación de aquellas que regulan a las burocracias educativas a fin de asegurar que tengan como misión central el apoyo a maestros y escuelas y que su desempeño esté vinculado a los resultados educativos.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) desde 2015 en varios momentos ha planteado la necesidad de llevar a cabo una profunda reforma administrativa, pero dicha iniciativa ha carecido de conducción política y claridad de rumbo. Discursivamente se le ha asociado con la eficiencia y transparencia, con el ejercicio del gasto, con el modelo educativo y con aquellas funciones que los estados no realizan.

Asimismo, ubican su realización dentro de una gama amplia y disímbola de acciones que van desde la modificación de su Reglamento Interior, la flexibilización del calendario escolar, la reordenación de las plazas presupuestales, la suspensión de pagos a comisionados sindicales o el regreso de los mismos a las aulas, la creación e implementación del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) o las medidas enmarcadas dentro de la Estrategia Escuela al Centro y el nuevo modelo educativo.

En 2015, la refundación y reorganización del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) rompió la atrofia organizacional de esta instancia y abrió la oportunidad para la instauración de nuevas prácticas administrativas alejadas del control político de la Sección 22.

Este debe servir como ejemplo de lo importante que es el tema y de que sí se puede romper con la inercia burocrática. Sin embargo al igual que en la SEP, la gran mayoría de las entidades federativas poco han hecho para modificar las viejas prácticas burocráticas que, en simbiosis con las malas prácticas sindicales, han producido el desastre educativo actual.

Las iniciativas que en el pasado reciente se han impulsado, tales como la gestión de calidad y la gestión y supervisión regionalizada, han tenido poco impacto o de plano naufragado debido a la falta de vigor político y continuidad en su impulso, su desarticulación y las reglas que permitían la injerencia y el veto sindical. Ahora, el nuevo marco normativo puede ser un factor que facilite una política ambiciosa de transformación institucional.

Dentro de la amplia gama de acciones que supone la reforma institucional, es prioritario crear, reorientar y fortalecer los sistemas de apoyo a los docentes, el factor clave para hacer realidad los aprendizajes en el aula. Sin proponérselo el nuevo marco normativo suma nuevas instituciones y responsabilidades a las anteriores dispersando la atención a los docentes. La formación inicial de docentes está a cargo de varios cientos de normales e instituciones de educación superior, reguladas y supervisadas por la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE); el ingreso, promoción y separación del cargo de los docentes a cargo de las secretarias estatales pero bajo regulación de la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD) y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE); la adscripción de los docentes la lleva a cabo las autoridades educativas estatales; su desarrollo profesional sujeto a directrices nacionales de la SEP y la CNSPD, pero operada por frágiles esquemas estatales; la supervisión y control de asistencia a cargo de los supervisores y la creación y operación de programas educativos, que implican incentivos a docentes, es operada por la Subsecretaría de Educación Básica federal. La negociación salarial anual la lleva a cabo la SHCP y la SEP; la supervisión y aplicación de las afectaciones a la nómina la realiza la Oficialía Mayor de la SEP; la dispersión del salario docente a cargo de la Tesorería de la Federación y las autoridades estatales educativas y de finanzas.

Semejante jungla burocrática plantea el reto de transitar de las anquilosadas y desarticuladas unidades administrativas actuales hacia nuevos arreglos organizativos ágiles, eficaces y con capacidad de respuesta para conducir los trayectos formativos y profesionales de cada docente.

No existe una receta única. Cada entidad federativa, y la SEP en primer lugar, deberán emprender su transformación de acuerdo con su contexto. Pero sin duda es preciso que ésta se lleve a cabo de cara a la ciudadanía y con una estrategia lo suficientemente clara y coherente para facilitar y aprovechar la participación social. Sin una comunicación veraz y creíble acerca de los beneficios de los cambios, será difícil remontar la oposición que dichos cambios generan.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/reforma-institucional-la-otra-reforma-educativa-pendiente.html

Fuente de la imagen:http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2015/08/27/55dfb535bc67c.jpg

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