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La naturaleza a la escuela o viceversa; pero algo habrá que hacer

Por: Carmelo Marcén

La educación reglada debe ser en buena parte un contexto de naturaleza en donde se representen pasajes de vida real.

Cada vez son más los niños y niñas que viven todo el año en un entorno totalmente urbano, tanto que el contacto con la naturaleza se está reduciendo al mínimo. La ven un poco en parques y jardines, domesticada, o por la televisión; a veces tienen la suerte de que en su escuela se la muestren. La naturaleza vivida es biodiversidad múltiple, diferente según dónde y cómo, lugar donde aprenden muchas cosas que ayudan a crecer personalmente, rica en afectos si se sabe sentir, y también escenario con alguna incógnita. Por eso, la educación reglada debe ser en buena parte un contexto de naturaleza en donde se representen pasajes de vida real.

No pretendemos crear escuelas al estilo del Emilio de Rousseau ni atiborrar cada día a los estudiantes con capítulos de National Geographic –por cierto, no dejen de ver Planeta Tierra y Planeta azul con David Attenborough en la BBC– pero, al menos, sugerimos que la naturaleza tome presencia activa en la escuela o, mejor, que la escuela salga de vez en cuando a la naturaleza. Lo tiene más fácil el alumnado del medio rural pero, incluso, este ha sucumbido al influjo de las pantallas electrónicas y es raro que salga de su clase al campo a observar, hacerse preguntas, sentir el influjo del viento y los colores, escuchar los sonidos de los pájaros o, simplemente, dejarse llevar por el conjunto y sentir emociones.

Estar en contacto con la naturaleza es obligado en un sistema escolar que tiene –desde los primeros cursos de primaria hasta secundaria– una materia que se llama Ciencias de la naturaleza o Biología. Hay que salir a buscarla para que lo abstracto aprendido se vuelva concreto vivido. Quizás una buena parte del profesorado “teme” salir del aula por los problemas de logística que se crean, por las responsabilidades que lleva consigo. Convendría buscar la forma de limitar estos inconvenientes y adentrarse en el mundo vivo y desconocido. Se puede empezar a experimentar visitando un enclave próximo al centro, un parque serviría, para encontrar el aliciente emocional, para escuchar a la vida y obrar en consecuencia; así evitaríamos que nos suceda como a Víctor Hugo, a quien embargó la tristeza por la pérdida de interrelación entre personas y naturaleza. A la vez, lograríamos admirar la belleza del verde que da paso a la hermosura, como le sucedió a Calderón de la Barca.

En tiempos se practicaba la educación al aire libre, se conectaba a menudo con la biodiversidad, pero se desvanecieron una parte de aquellos vínculos tradicionales. Seguro que entonces se estaba más a salvo de lo que Richard Louv –autor entre otros de libros como El último niño en el bosque o El principio de la naturaleza– llama “el trastorno por déficit de naturaleza”, la pérdida de comunicación de los urbanitas con ella, con el conjunto de seres vivos. Lo contrario ayudaría a fomentar la creatividad y la salud, a pasar de la toma de conciencia a la acción personal y colectiva. Habrá que escuchar con atención lo que dice Heike Freire. Defiende acercar a los niños al medio natural –fomentar el razonamiento y la capacidad de observación– para mejorar el desarrollo cognitivo y disminuir los impactos por estrés, además de desarrollar otras habilidades como la sociabilidad. Asegura que este contacto necesita un enfoque más ecológico por parte de las escuelas, rediseñando los patios escolares para que sean lugares verdes, así como transmitir en las clases respeto y compromiso por el planeta. De todo ello habla en http://educarenverde.blogspot.com/, y en el libro que, con el título Educación en verde, editó Graò. Practicar el descubrimiento guiado al principio para no perderse detalles poco visibles dará paso a la búsqueda particular de referentes que ayuden a asumir acciones, a implicarse más en el cuidado del entorno. En cierta manera, por caminos similares transita la educación en el desarrollo sostenible (EDS) algo urgente si queremos hacer la necesaria transición ecológica y social. ¡Hay que educar en verde! Ya hay movimientos de este estilo en marcha en varios países. Dense una vuelta por Children & Nature para conocer más detalles de esta apuesta educativa.

Atentos a la nueva serie Nuestro planeta que Netflix estrenará el 5 de abril de la mano de David Attenborough, a quien en este artículo queremos hacer un reconocimiento especial por sus 50 años de dedicación a la divulgación de la educación –observación y acción formativa y positiva– en el medio natural; con su imágenes pasamos horas y horas viendo crecer a plantas y animales, a seres de otros reinos. Su palabra y su forma de contar las cosas seguro que atraen a jóvenes y adultos.

En este asunto, madres y padres tienen mucho que decir. Practicar las relaciones con el mundo natural, aunque sea en el fin de semana, es más educativo y vivencial que pasar la tarde en un gran centro comercial. Mejor todavía si varias familias se unen y transitan por recorridos o enclaves naturales que cuentan con proyectos pedagógicos, tipo espacios protegidos, que tanto han proliferado en la mayor parte de los territorios y países. Esas vivencias permiten la interconexión con mundos nuevos a la vez que se aprende –de forma lúdica, emocional y compartida– la asignatura vital que es el mundo silvestre. Si no pueden salir, vean en familia las películas que aquí recomendamos, comenten lo que sienten y disfruten descubriendo los tesoros que encierra el medio natural. Al final, de lo que se trata es de compartir pensamientos, de experimentar recorridos hacia una conciencia ecológica; quizás esta llegue a convertirse en una forma personal de ser y estar en el mundo.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2019/03/01/la-naturaleza-a-la-escuela-o-viceversa-pero-algo-habra-que-hacer/

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Pobreza y educación: ¿quién gana la batalla?

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

Se cuenta con admiración la hazaña del indio oaxaqueño analfabeta que cuidaba ovejas en un pueblo miserable y después de estudiar leyes llegó a ser presidente del país. Más recientemente, se narra con asombro la historia de la niña de origen precario que tomaba clases al lado de un basurero y maravilló al mundo con sus aptitudes matemáticas, siendo catalogada como la sucesora de Steve Jobs. ¿Por qué estos dos hechos, tan distantes en el tiempo, son recordados con tanta fascinación? ¿Son su admiración un reconocimiento a que, generalmente, la pobreza a impide la trascendencia a través de la educación? Los discursos oficiales no dudan en presentar a la educación como el principal factor de cambio para el logro del bienestar individual y colectivo. Es indiscutible tal afirmación, sin embargo, los discursos soslayan una situación adversa: es la misma pobreza la que impide que los individuos puedan acceder a oportunidades educativas que les permitan superar la miseria; desafortunadamente, casos como los mencionados son excepciones a una generalidad confirmada por los principales indicadores educativos. Tal vez por eso llegan a ser noticia y hasta proezas legendarias que trascienden los siglos.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, realizada por el INEGI en el 2016, las tres entidades con mayor pobreza en el país son Guerrero, Oaxaca y Chiapas, en las que más del 40% de su población se encuentra ubicada en el nivel más bajo de ingreso, es decir, con un paupérrimo promedio de $825 mensuales per cápita. Lo anterior contrasta radicalmente con entidades como Nuevo León, Baja California o Ciudad de México, en las que más del 30% de su población se encuentra en el nivel más alto de ingreso ($10,542 mensuales, per cápita) (INEE, 2018, pp. 53-54). Las adversidades económicas de las primeras entidades mencionadas se trasladan, también, a la realidad educativa. Para confirmar que la pobreza es el principal impedimento precisamente para que los habitantes de estos gocen cabalmente de su derecho a la educación basta observar algunos indicadores: años de escolaridad, extraedad grave y abandono.

En cuanto a la escolaridad de personas mayores de quince años, Guerrero, Oaxaca y Chiapas tiene un promedio de 7.6 años, es decir, si se considera que se estudia al menos un año de preescolar, las personas de estas entidades federativas apenas estarían rozando la educación secundaria. Por el contrario, la media nacional es de 9.2 años de escolaridad (INEE, 2018, p. 126) PANORAMA. Otro indicador que refleja las penurias de las entidades pobres mencionadas es la presencia de alumnos con extraedad grave, es decir, aquellos que tienen dos o más años de edad que la edad idónea para el grado escolar que cursan. En ese sentido, la media de porcentaje de alumnos con extraedad grave en primaria, secundaria y media superior es de 1.4%, 2.8% y 12.3%, respectivamente. En el caso de la media de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, los porcentajes se incrementan considerablemente: 3.6%, 6.6% y 12.5%. Se observa entonces que el fenómeno de la extraedad grave en las escuelas se duplica en los niveles de primaria y secundaria, mientras que es prácticamente el mismo en bachillerato, quizá explicado esto último debido a la falta de cobertura generalizada en toda la geografía del país.

En lo referente al abandono, a nivel nacional, el porcentaje es de 0.7% para educación primaria y 4.4% para educación secundaria. Al igual que en los casos anteriores, las tres entidades a las que se ha aludido sobrepasan los niveles nacionales promedio: en educación primaria, el nivel de abandono es del doble con respecto a la media nacional, situándose en 1.5%, mientras que en secundaria el abandono tiene un porcentaje de 5.7%. De esta forma, se observa una coincidencia en los indicadores analizados: tienden a ubicarse en niveles desfavorables cuando se trata de entidades pobres, como las que se han analizado.

Se observa pues que la pobreza es un mal que impide el goce a plenitud del derecho educativo. Su erradicación es una condición esencial para que los individuos puedan asistir a una escuela y cosechar frutos a partir de esta experiencia. La pobreza, al igual que otras condiciones como la discapacidad o el origen étnico, constituyen obstáculos que propician que la marginación y las desigualdades no puedan ser superadas a través de la educación. El mismo indio oaxaqueño al que se hacía alusión al inicio de este texto, Benito Juárez, emblema de la superación de condiciones adversas a través de los libros, reconocía que “el hombre que carece de lo preciso para alimentar a su familia, ve la instrucción de sus hijos como un bien muy remoto, o como un obstáculo para conseguir el sustento diario” (Salmerón, 2015, p. 40). Incluso, señalaba que la educación “no resolvería los problemas del pueblo, si no se atendía antes a la miseria pública” (Salmerón, 2015, p.39), dejando así en entredicho la tan aceptada idea de que, por sí sola, la educación representará el detonante del bienestar entre los pueblos. Las estadísticas demuestran pues que casos como el del pastor indígena que llegó a ser presidente o “la próxima Steve Jobs” desafortunadamente no son generalizables: las oportunidades educativas son difíciles y de menor calidad para quienes provienen de estratos sociales bajos, siendo esto una expresión más de la lamentable vocación discriminatoria de nuestro sistema educativo. 

Twitter: @proferoger85

REFERENCIAS

INEE. La educación obligatoria en México. Informe 2018. México: autor, 2018a.

INEE. Panorama educativo de México 2017. Indicadores del Sistema Educativo Nacional. Educación Básica y Media Superior. México: autor, 2018b.

SALMERÓN, Pedro. Juárez. La rebelión interminable. México: Para Leer en Libertad, 2015.

Imagen: https://3.bp.blogspot.com/-ysBVN5EvCnw/XHcTkxWUJqI/AAAAAAAAdvo/0BeUADjKnTIBt3Wt2as6mZw0fG_G3O5hwCLcBGAs/s320/istockphoto-465496623-612×612.jpg

Fuente: http://proferogelio.blogspot.com/2019/02/pobreza-y-educacion-quien-gana-la.html

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Nicaragua supera a sus docentes para reforzar sistema educativo

Nicaragua / 3 de marzo de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Prensa Latina

Nicaragua lleva adelante un ambicioso plan de superación para sus docentes y reforzar así el sistema educativo público del país, dijeron hoy autoridades del sector en encuentro con la prensa.

 

Entre las iniciativas figura la cooperación con Cuba y Corea del Sur para la capacitación en diversas áreas de la enseñanza, en especial la artística y el empleo de las nuevas tecnologías.

Con la isla caribeña el plan consiste en acciones de superación dirigidas a los docentes de las orquestas sinfónicas estudiantiles que serán impartidas por el maestro Antonio Sánchez.

Los encuentros con el especialista cubano comienzan el miércoles 25 de febrero y versarán sobre las técnicas para la enseñanza, explicó el asesor presidencial en temas educativos, Salvador Venegas.

También en esta semana se trabajará en el fortalecimiento de la educación para el buen uso de las tecnologías con el apoyo de Corea del Sur, y adelantó serán entregadas 100 computadoras por todo el país que estarán a disposición de docentes y educandos.

‘Así tendrán garantizado el acceso al software educativo y las competencias tecnológicas contempladas en el plan de estudio 2019’, aclaró.

El Ministerio de Educación también sigue de cerca el desarrollo de los planes de estudio del idioma inglés en los primeros años de la educación primaria, a la vez que emprenderá otras acciones de superación para el claustro de profesores del país, así como de conservación de la infraestructura del sistema educativo.

‘En la medida en que se elevan las capacidades, la actitud, la vocación y el compromiso de los servidores públicos de la educación será posible mejorar la calidad educativa’, destacó el asesor presidencial.

Estamos trabajando en la formación de seres humanos, enfatizó, y solo el crecimiento en capacidades de los docentes nos va a permitir llevar a la práctica un modelo de mucha calidad expresada en la calidad humana de los niños y jóvenes que egresen de nuestro sistema educativo.

Fuente de la Noticia:
https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=256127&SEO=nicaragua-supera-a-sus-docentes-para-reforzar-sistema-educativo
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Pablo Poó: “Hay mejores métodos de evaluación que los exámenes tradicionales”

España / 3 de marzo de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Educación 3.0

Pablo Poó es profesor de Lengua y Literatura y ha escrito varios libros en los que defiende que hay mejores formas de evaluar que los exámenes tradicionales. De hecho, combinarlos con otros métodos ayuda a formar a individuos multidisciplinares.

Docente de Lengua y Literatura en un instituto de un pueblo cordobés, Pablo Poó se dio a conocer en las redes sociales con una carta a ‘sus alumnos suspensos’ en la que hacía referencia a su desmotivación a la hora de estudiar y proponía algunas alternativas para ponerle solución. Además, Poó ha escrito tres libros en los que relata sus experiencias como profesor en los más de 14 centros en los que ha trabajado. Con un lenguaje informal y cercano, sus escritos tratan de ayudar a los estudiantes a la hora de aprobar exámenes y superar el curso académico. Su último libro, ‘Aprobar es más fácil de lo que piensas’, muestra las técnicas y métodos que pone en marcha en sus clases de Lengua y Literatura.

¿Cuál es su postura sobre los exámenes tradicionales?

Pienso que hay mejores métodos de evaluación que los exámenes, aunque entiendo y comparto que la memoria debe ser trabajada y entrenada porque es muy útil al ser humano. Pero para implantar otras alternativas el sistema educativo debe ser reformado en sentido inverso, de arriba abajo.

La razón es simple: tanto las enseñanzas superiores como sus pruebas de acceso y los tantas tipos de oposiciones que se basan en la realización de exámenes. Es por esto que, independientemente de que un docente esté o no de acuerdo con este método de evaluación, debe preparar a sus estudiantes para afrontarlos con éxito.

examenes

Si algún día desaparecieran de nuestra vida, con mucho gusto dejaré de hacerlos. Mientras tanto, mi propia responsabilidad profesional me obliga a, como digo, formar a mis alumnos para lo que les pueda acontecer en su futuro.

¿Son el mejor método de evaluación para reflejar el éxito del proceso de enseñanza-aprendizaje?

No, son solo un método basado en una herramienta concreta del proceso de aprehensión de conocimientos del ser humano: la memoria. Los mecanismos cognitivos de los que gozamos como especie son, por suerte, variados: en unos prevalece la memoria, en otros la capacidad de relación, en otros la de síntesis, o la de abstracción, o la búsqueda de información, o su aplicación práctica… Todos ellos, en conjunto, reflejan el éxito del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Tan nocivo es utilizar solo los exámenes como método de evaluación como usar solo la creatividad. En la variedad está el quid de la cuestión, pues debemos entender que el fin último de la docencia es la formación de individuos multidisciplinares.

¿Qué opina de los métodos de evaluación alternativos como rúbricas, dianas de autoevaluación, diarios de aprendizaje, mapas mentales…?

Son necesarios y útiles para ese proceso de formación multidisciplinar que acabo de mencionar. Sin embargo, el hecho de que exista un abanico cada vez más amplio de recursos no quiere decir ni que haya que usarlos todos ni que los más novedosos sean per se los mejores: habrá que seleccionar y adaptar los métodos de evaluación en función de la realidad del alumnado que tengamos enfrente y de, por desgracia, el equipamiento o la dotación (tanto material como de infraestructura) de los que goce el centro educativo en cuestión.

¿Hay alguna técnica de estudio que garantice el aprobado?

En absoluto, ¡ojalá! Todo el mundo la usaría. La efectividad de las técnicas de estudio varía en función de la persona (yo, por ejemplo, soy más de esquemas que de resúmenes) y de la materia a estudiar (no se deben estudiar igual Lengua y Matemáticas). Es por esto que se hace fundamental que el estudiante conozca cuantas más técnicas mejor para que pueda elegir la que mejor se adapte a su forma de aprender.

¿Cuál es la mejor manera de combatir la ‘curva del olvido’ después de la evaluación?

Está científicamente comprobado (véanse los estudios de un pionero en la materia como Hermann Ebbinghaus) que los repasos periódicos retrasan la aparición o palían el descenso de la ‘curva del olvido’. Sin embargo, en este aspecto, debemos aplicar el sentido común: no podemos pretender que el alumnado repase periódicamente todo el contenido de todas las materias.

estudiar Pablo Poó

En esta línea, la motivación juega un papel fundamental, así como la estrategia metodológica a usar en clase: suelen recordar más contenidos aquellos alumnos que han tenido una grata experiencia de aprendizaje. Aunque esto ya no es científico, sino que lo digo basado en mi experiencia como docente.

“Los alumnos que suelen recordar más contenidos son los que han tenido una grata experiencia de aprendizaje”

La organización es clave para el éxito en los estudios y plantea el uso de la agenda como si se tratara de un bullet journal en el que los códigos visuales tienen mucho peso. ¿Por qué y cómo se le puede sacar el máximo partido?

Seis horas de clase cada día, seis profesores distintos hablando de seis materias diferentes y mandando seis bloques de tareas o deberes: si no se recoge en una agenda lo que hay que hacer, cómo hay que hacerlo y cuándo hay que entregarlo es completamente normal que a cualquier, no ya adolescente, sino persona, se le olvide.

El uso de la agenda es fundamental porque, por un lado, te ayuda a organizarte. Por otro, a estar al día de lo que hay que hacer. Y, también, porque te ayuda a desarrollar el sentido de la responsabilidad, ya que solo tú eres el responsable de que la agenda esté o no cumpliendo su cometido.

El usarla con códigos visuales es algo que recomiendo a mis alumnos para hacerles la tarea de apuntar cosas más divertida, personal, eficiente o visualmente atractiva. En esta época que vivimos, la imagen tiene mucho poder.

“El uso de la agenda es fundamental porque te ayuda a desarrollar el sentido de la responsabilidad”

estudios

Se están popularizando metodologías como el Visual Thinking, el Aprendizaje Basado en Juegos o el Trabajo Cooperativo. ¿Cómo encajan a la hora de elaborar ese plan de estudios particular por parte de cada alumno? ¿Cómo se pueden integrar con un método de evaluación tan tradicional como los exámenes?

Aquí creo que debemos diferenciar el trabajo en el aula y en casa. Dado que el trabajo en el aula lo gestiona cada docente, me centraré en el trabajo en casa, que se supone que es el que hace el estudiante autónomamente: para el uso de estas nuevas metodologías dentro del trabajo, digamos, extraescolar del alumnado, al igual que ocurría con los tradicionales deberes, es necesaria una doble labor.

En primer lugar, el docente debe ser consciente de la cantidad de trabajo diario que soportan sus estudiantes por las tardes para, en la medida de lo posible, anular, reducir o ampliar la carga que supone.

En segundo lugar, y volviendo al uso de la agenda, creo que el alumno debe ser el responsable (con ayuda) de su propia organización temporal.

Por poner un “pero” al uso de estas nuevas metodologías como trabajo para casa, señalaría que muchas de ellas incluyen necesidades que se salen del ámbito de actuación de los escolares para implicar, en ocasiones en exceso, a su familia: para algunas es necesario quedar con otros compañeros (que no tiene por qué vivir cerca), o es necesario el uso de un dispositivo móvil, desde tableta a ordenador,  que una familia en cuestión puede tener sometido a un horario de uso concreto.

“El docente debe ser consciente de la cantidad de trabajo diario que soportan sus alumnos”

En lo que respecta a su integración en el aula, y como ya he comentado, no veo inconvenientes en enriquecer la labor pedagógica y didáctica de cualquier docente combinando métodos ‘tradicionales’ e ‘innovadores’. Las comillas son necesarias, pues muchos de estos métodos, si investigamos sus orígenes, nos daremos cuenta de que datan de los años setenta, sesenta o incluso cincuenta del siglo pasado.

Fuente de la Entrevista:

https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/entrevista-pablo-poo/99487.html

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Ignorancia política, ¿otro fallo del Sistema Educativo?

España / 3 de marzo de 2019 / Autor: Mireia Long / Fuente: Pedagogía Blanca

Pues se acercan elecciones y he visto una entrevista a chicos y chicas de 18 a 20 años en la que les preguntan cosas sobre su intención de voto, la política de cada partido o los nombres de los candidatos.

No se si creer que no han sido elegidas específicamente o si los jóvenes responden con tan poca certeza por los nervios de las cámaras pero muestran una gran ignorancia política, algo que considero que es otro fallo del Sistema Educativo.

El discurso, en general, es bastante superficial y muestra, más que no seguir telediarios (cosa que aplaudo) una enorme falta de educación política. Votan por cuatro consignas, por tradición, no por analizar la trascendencia del voto, el sistema o las propuestas con sus consecuencias.

Yo, estas cosas, las veo como un fracaso del sistema educativo que, se supone, debe atender la educación ciudadana, enseñar Historia y hablar sobre Derechos Humanos, economía, fórmulas de gobierno.

Sus familias, me diréis, son también responsables. Pero es que no podemos evitar que haya personas con nula preparación o ética política y para paliar esas lagunas se supone que está la escolarización obligatoria.

Estos muchachos han estado, al menos, diez años en un centro educativo a diario. Muchos de ellos seguramente más. Y esto es lo que han aprendido sobre el mundo en el que viven.
Si no vemos que algo está fallando y que no podemos permitirnos tener este vacío es que nos merecemos un futuro en el que otros decidirán por nosotros, quizá los mismos que están consiguiendo que la educación sea un simple barniz para ocupar un puesto de trabajo al servicio de los que nos poseen.

Fuente del Artículo:

https://www.pedagogiablanca.net/ignorancia-politica-otro-fallo-del-sistema-educativo/

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El sitio del magisterio

México / 3 de marzo de 2019 / Autor: Manuel Gil Antón / Fuente: Educación Futura

La manera en que se conciba a los docentes en los proyectos educativos no es un asunto menor. Todo lo contrario: es crucial. Dilucidar cómo se les ubica en el proceso formativo de las nuevas generaciones, es revelador de las ideas que sobre la educación en el país tienen sus gobernantes. Y esto se expresa, de manera sustantiva, en el texto constitucional que guía a la educación en el país: el artículo 3º. ¿Cómo y dónde aparece el magisterio si comparamos la iniciativa de reforma educativa que derivó del Pacto por México, en 2012, con la que envió el Presidente al congreso, a finales del 2018, y ahora se discute? En la del 2012, aparecen por primera vez los docentes (y no ellos, sino “su idoneidad”) entre el listado de elementos que el Estado ha de manejar para garantizar “el máximo logro de aprendizaje de los educandos”: en el mismo nivel que los materiales y métodos educativos, la organización escolar y la infraestructura. Es la primera propuesta de cambio que realizan, en relación con ”la calidad en la educación obligatoria”.

Son objetos de la acción estatal en la materia. En la actual, se les nombra vinculados a las niñas, niños y jóvenes: al armar que en ellos radica “el interés supremo de la impartición de educación por parte del Estado (…) asumiendo el magisterio su función de agente primordial de la transformación social”. Son sujetos en la tarea y, para que sea de manera adecuada, cuentan con derecho a “acceder a un sistema permanente de actualización y formación continua” para que contribuyan a cumplir “los objetivos y propósitos del sistema educativo nacional, así como a que sea reconocida su contribución a la educación”. Hace seis años, la siguiente mención al magisterio ocurre cuando se determina cómo han de ingresar al servicio (por concurso de oposición), y que ya dirá la Ley respectiva cómo ha de ser el modo de promoverse, tener reconocimientos y permanecer o ser despedidos.

Otra vez son vistos como recursos de un procedimiento a regular, que, por cierto, y dicho sea de paso, nunca se cumplió: la examinación sin cesar y masiva es cualquier cosa, menos lo que corresponde a un concurso de oposición en serio. Ahora, y de inmediato a lo antes dicho, se sugiere que una Ley específica defina “los requisitos y criterios” de lo que enuncia como Servicio de Carrera Profesional del Magisterio —a cargo de la Federación— para que favorezcan “la equidad educativa, la excelencia de la educación y el desempeño académico de los educandos”. Además, en esa sección general, arma que el Estado dará “atención prioritaria al fortalecimiento de las escuelas normales” e instituciones de educación superior que brinden “formación docente”.

En un caso, son insumo de un mecanismo y se regula su evaluación “con dientes”; en el segundo, son actores de un proyecto de cambio social, y es necesario que a los que ya laboran, se les apoye con aprendizaje continuo, y a los que vendrán después, se les forme mejor. La legislación que está aún en vigor, tiene sus cimientos en la evaluación y en ella se depositó la fuente de la calidad; la que ahora se debate, se finca en la formación como condición para la fertilidad del trabajo de los docentes. Reconocer que en una las maestras y maestros fueron cosas a cambiar, y en nuestros días se les advierte como sujetos y actores del cambio posible, es importante.

Hay, a mi juicio, muchos aspectos en que la iniciativa de reforma de la presente administración debe, y puede, mejorar. Pero a diferencia de lo sucedido en 2012 y 2013, en que una aplanadora legislativa aprobó y promulgó, si leer ni pensar, la (su) reforma en cuestión de semanas, en nuestros días hay discusión, foros en ambas cámaras y propuestas distintas: en buena hora.

Fuente del Artículo:

El sitio del magisterio

Fuente de la Imagen:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=214517

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Panamá: Sistema educativo está colapsado

Panamá / 3 de marzo de 2019 / Autor: Adiel Bonilla / Fuente: Panamá América

Ya se ha anunciado que decenas de planteles no podrán iniciar de forma regular el periodo escolar debido al mal estado en que se encuentran.

El inicio del año lectivo 2019 con una cantidad sin definir de escuelas en mal estado, confirma una vez más la incapacidad del Ministerio de Educación (Meduca) para atender de manera centralizada, y en tiempo oportuno, las necesidades de las distintas regiones educativas a nivel nacional.

Frente a esta falencia innegable, dirigentes gremiales y políticos advierten que el modelo centralizado y burocrático que persiste en el sistema panameño ha colapsado, y que se hace necesario imitar buenas prácticas de descentralización que se vienen desarrollando con éxito en países de la región.

«En Panamá todo debe tener el aval centralizado del Meduca, con procesos tediosos y autorizaciones que pueden tomar meses y hasta años… mientras tanto las escuelas sufren todo tipo de necesidades, y se ven atadas de manos para buscar soluciones», explicó a Panamá América el dirigente magisterial Luis López.

Agregó que cuando ya es inminente el inicio del año escolar, al Meduca se le acumulan procesos pendientes, como licitaciones, reparaciones, reclamos y fiscalizaciones de avances, y al final no son capaces de solucionar a tiempo.

Indicó que justamente para tratar de paliar esta deficiencia, el Meduca es el único ministerio en Panamá que cuenta con tres viceministerios «y ni así se dan a basto».

Por ello, López indicó que los gremios impulsan la descentralización del sistema, usando como sustento la Ley 50 de 2001 que establece la descentralización del sistema educativo, pero que es casi letra muerta.

Como una de las aplicaciones concretas, el dirigente sugiere que cada región escolar elabore su propio presupuesto de inversión para la compra de materiales de construcción y reparación de aulas, y que Contraloría les fiscalice.

Hasta ahora todo eso se hace desde la parte central del Meduca. Y un ejemplo claro de letargo lo constituyen los 5 años que demoró en salir la autorización de demolición de la Escuela Ernesto T. Lefevre (Juan Díaz) para entonces iniciar su construcción.

En cambio, en países como Colombia, Costa Rica, República Dominicana «todo se decide desde la administración municipal, donde hay una especie de competencia por ver qué municipio tiene en mejor condición y dotadas de equipo sus escuelas», explicó Luis López.

Frente a esta situación, Iván Picota y otros diputados impulsan la iniciativa de citar a la Asamblea al ministro de Educación, Ricardo Pinzón, ante del inicio de clases.

Picota también adelantó que impulsarán acciones legales para que «municipios y juntas comunales se encarguen del mantenimiento de escuelas».

Los gremios inicialmente habían dicho que unos 40 mil estudiantes iniciarían el año escolar sin sus docentes en el aula, pero esa cifra ha aumentado. Ahora se estima que al menos 59 mil estudiantes estarán en esta situación, ya que el segundo concurso de docentes (de unas 1,500 plazas) no estará en firme hasta el 22 de marzo; las clases inician el 11 de marzo.

La Dirección Regional de Panamá Centro confirmó que varias de sus escuelas seguirán alquilando locales en centros comerciales. Para Luis López, con la cantidad de dinero en alquiler que ha gastado la escuela República de Venezuela, se habría construido una nueva.

Fuente de la Noticia:

https://m.panamaamerica.com.pa/sociedad/sistema-educativo-esta-colapsado-1128904

ove/mahv

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