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Puerto Rico: Educación declara 109 escuelas aptas para recibir estudiantes

Puerto Rico/23 de octubre 2017/Fuente: El Nuevo Día

Un total de 109 escuelas han sido declaradas aptas para recibir personal docente, administrativo y estudiantes entre el lunes y el martes, informó esta tarde la secretaria de Educacíon, Julia Keleher.

La titular de Educación anticipó que el número aumentará entre mañana y el domingo. No obstante, dijo que «por respeto al magisterio», busca la opinion de la Asociación de Maestros de Puerto Rico en torno al resultado de las evaluaciones.

Según explicó, 35 escuelas fueron certificadas en la región educativa de Mayagüez y 74 en San Juan.

Un total de 24 escuelas no pasaron la prueba. No detalló las fallas encontradas, pero ocho son en Mayagüez y el resto en San Juan.

Entre las dos regiones hay 344, lo que signfica que el 32% de las escuelas pueden recibir estudiantes. El horaroi lectivo será de 8:00 a.m. a 12:00 p.m.

Keleher sostuvo que la evaluación es realizada por el Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos y una empresa privada, donde se determinan una serie de factores como posibles escapes, si tienen agua o cisterna, el estado de las verjas, si tiene ventilacíon y la condición del pavimento, entre otros elementos.

Tanto en San Juan como en Mayagüez, 17 escuelas recibirán estudiantes de otros planteles, dijo.

«Hemos diseñado por proceso para ser comprensivos. Se reconoce la información que se levanta con la comunidad (escolar) pero responsablemente no me puedo dejar llevar por eso. Por encima de eso se requiere la inspección del Cuerpo de Ingenieros para que me puedan certificar que estructuralmente no existe un peligro», dijo en entrevista con El Nuevo Día.

Keleher reconoció que esperaba tener más escuelas evaluadas para esta fecha.

Fuente: https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/educaciondeclara109escuelasaptaspararecibirestudiantes-2367786/

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Puerto Rico: El sistema educativo se reduce y pierde el 3% de sus estudiantes

Puerto Rico/23 de Octubre de 2017/Sin Comilla

El número de estudiantes en niveles primario y secundario se redujo en casi 18,000 en escuelas públicas y privadas, según el Anuario Estadístico del Sistema Educativo: Año 2014-2015 que publicó el Instituto de Estadísticas.

El informe, que presenta un perfil estadístico del sistema educativo para el año académico 2014-2015, muestra, en general, un descenso en el número de escuelas, estudiantes y maestros.

El número de escuelas en el sistema público disminuyó de 1,464 a 1,386; los estudiantes se redujeron a 410,950, 12,984 estudiantes menos (-3.1%); con 2,226 maestros menos (-6.7%), lo que hace que la proporción de estudiantes por maestro haya aumentado de 12.9 a 13.2. La cantidad de estudiantes en educación especial aumentó de 123,754 a 129,086, lo que representa un 31.4% de la matrícula.

En el sistema privado, la cantidad de escuelas disminuyó de 882 a 880 y la cantidad de estudiantes cae 3.3% hasta 144,034. Sin embargo, aumenta la cantidad de maestros de 11,323 a 11,645 (2.8%), lo que hace que la proporción de estudiantes por maestro disminuyó de 13.2 a 12.2. Los 15,828 de educación especial representan el 11% del total de estudiantes.

Los resultados de las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico, conocidas como las PPAA (pruebas que toman los estudiantes del sector público), revelaron que entre el 37%, 39%, y 43% de los estudiantes de grado 11 resultaron proficientes en las materias de español, ciencias, e Inglés, respectivamente, mientras que en matemáticas solo el 5% resultó proficiente.

Los resultados de las Pruebas de Aprovechamiento Académico, conocidas como Learn Aid (una de las pruebas que toman los estudiantes del sector privado) indican que entre el 70% y el 81% de los estudiantes de todos los grados resultaron proficientes en las materias de español, inglés, razonamiento no verbal y matemáticas.

Los resultados de las pruebas PISA 2015 demostraron que las puntuaciones promedio para Puerto Rico en las áreas de matemáticas (378), ciencias (403) y lectura (410), se encuentran por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de América Latina.

Los resultados de las pruebas NAEP 2013 en el área de matemáticas demostraron que, tanto para cuarto grado (183) como para octavo grado (222), las puntuaciones de Puerto Rico fueron las más bajas de todas las jurisdicciones de Estados Unidos. De hecho, ningún estudiante en Puerto Rico alcanzó nivel de proficiencia en estas pruebas.

Las puntuaciones promedio obtenidas en las Pruebas de Evaluación y Admisión Universitaria, pruebas (conocidas como el College Board) demostraron que, para el sector público, la materia con mayor puntuación fue matemática (446), mientras que para el sector privado fue inglés (558). Para todas las materias, los estudiantes del sector privado obtuvieron puntuaciones más altas que los del sector público.

Los resultados del Youth Risk Behavior Surveillance System (YRBSS), relacionados al acoso físico o bullying en la escuelas, reflejaron una disminución en las víctimas de 10.6% en el 2013 a 10.0% en el 2015. El 31.3% de los estudiantes de escuela superior pública informaron sentirse tristes o desesperanzados y el 15.9% intentaron suicidarse.

El número de universitarios se reduce pero no tanto

El número de estudiantes universitarios en instituciones públicas disminuyó de 62,687 a 62,523 (-0.3%); aumentan los profesores de 5,174 a 5,337 y la proporción de estudiantes por profesor disminuyó de 12.1 a 11.7.

En el sistema privado, la cantidad de estudiantes disminuyó de 178,481 a 178,355 y la cantidad de profesores aumentó de 10,711 a 10,898. La proporción de estudiantes por profesor disminuyó de 16.8 a 16.4.

Fuente: http://sincomillas.com/el-sistema-educativo-se-reduce-y-pierde-el-3-de-sus-estudiantes/

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El Plan Decenal y la política pública en educación

Por: Julián de Zuburía

“El país acaba de conocer la versión final del tercer Plan Decenal de Educación para el periodo 2017-2026. Ésta es la oportunidad de oro para construir la política pública en educación de la cual hemos carecido”.

En Colombia no existe política pública en educación. Cada ministro llega, creyendo que con él se inicia la historia, debido a lo cual vuelve a pensar qué hacer. Para completar, en la mayoría de casos, los ministros del ramo desconocen por completo los fundamentos de la pedagogía. Es muy frecuente que lleguen economistas a intentar resolver problemas vinculados con la formación, la movilidad social y la equidad. Por ello, suelen durar sus dos primeros años aprendiendo de un tema que les resulta esencialmente desconocido, en una de las “maestrías” más costosas que podría conocer un país. Peor aún, la mayoría de ellos es reemplazado antes de que culmine y apruebe dicho curso.

Al mismo tiempo, no solemos contar con evaluaciones rigurosas de los programas. Así, ¿cómo podría ser posible hacer los ajustes necesarios para cualificar las políticas? El problema es tan marcado que aún durante un mismo gobierno, el del presidente Juan Manuel Santos, existieron claramente dos políticas educativas: en su primer periodo –y una vez fue retirada la propuesta de incluir el ánimo de lucro en la educación superior–, el énfasis estuvo en un programa muy trascendente en la vida nacional y muy querido por los profesores: Todos a Aprender, conocido por sus siglas como “PTA”, el cual muy acertadamente recurrió a sistemas de formación in situ para atender los problemas de calidad y equidad de cuatro mil escuelas rurales, históricamente abandonadas. Pero una vez llegó la ministra Gina Parody, la política educativa dio un giro de 180 grados y, sin que mediara una sola reunión con la comunidad pedagógica, decidió invertir la mayor parte de los recursos de la educación superior en el 2% de los egresados de la educación media. De esta manera, creó el muy publicitado programa de Ser Pilo Paga, pero el cual cada vez encuentra mayor resistencia en los escenarios académicos y en las calles del país.

Construir una política pública de largo aliento es una condición para que la educación supere los problemas estructurales que la aquejan de tiempo atrás. Necesitamos una carta de navegación que nos asegure que tenemos claras las metas hacia las cuales marchamos como sociedad. El país acaba de lanzar su tercer Plan Decenal de Educación y esta es su oportunidad de oro para hacerlo.

Los dos planes anteriores tuvieron un impacto casi nulo en la política pública, ya que no fueron asumidos por el país como política de Estado, ni fueron incorporados en el plan de desarrollo nacional ni en los planes regionales. Faltó el respaldo político y presupuestal para garantizar que las metas se alcanzaran. En contra de lo que hemos oído tantas veces en los medios masivos de comunicación, la inversión en educación no ha aumentado en los últimos veinte años y sigue siendo cercana al 4,5% del PIB. Ni ayer ni hoy la educación ha sido una prioridad.

El país tiene que aprender de su historia y garantizar que no volvamos a fracasar. El Plan Decenal debe ser asumido por el país político, social, cultural y económico. La explicación es muy sencilla: la educación tiene que ver con todas las esferas de la vida humana. Si la educación es de muy baja calidad, como sigue siendo en Colombia, no podremos consolidar la democracia y se seguirá deteriorando la creatividad, la productividad, las competencias ciudadanas y el tejido social. Si la educación pública sigue rezagada en calidad, como tristemente sigue pasando en el país, entonces nuestro sistema educativo no logrará fortalecer la movilidad social y disminuir la inequidad social.

El tercer Plan Decenal es un documento pensado para que la educación contribuya a consolidar la paz, para orientar la estructuración de un sistema que ha estado por completo fragmentado en secciones y niveles y para seguir ampliando el derecho a la educación, con especial énfasis en el nivel rural, ya que mantenemos una deuda histórica con los niños y jóvenes campesinos. De allí el nombre que le dio la Comisión Académica: Un Acuerdo Nacional para construir Paz y Nación desde la Educación.

Tras un año de reuniones intensas, las Comisiones Académicas y Gestora han elaborado un documento profundo, sintético y jerárquico, el cual establece los diez desafíos para la educación en la próxima década. Para llegar allí, las comisiones partieron de una muy amplia consulta nacional, la cual permitió caracterizar los sueños que tienen los colombianos sobre su educación. Sin duda, el documento final señala los principales desafíos para la educación colombiana, los cuales se relacionan, entre otros, con la necesidad de ampliar el derecho a una educación de calidad, con crear las condiciones para la construcción de un sistema educativo articulado y con las que se requieren para transformar el modelo y el currículo tradicional que ha dominado la educación hasta el momento. Para lograrlo, se exige una política de formación de educadores, de la cual hemos carecido hasta el momento.

El tercer Plan Decenal acertó en los retos establecidos. Sin embargo, la tarea que le queda a la sociedad es inmensa: Hay que garantizar que éste no sea un documento más. Para ello es imprescindible que el país se apropie de dichos desafíos. Necesitamos que los empresarios, los medios de comunicación, la clase política, los padres de familia y los maestros y estudiantes, entre otros, entendamos que el Plan le pertenece a la sociedad civil y que es ella quien debe garantizar su cumplimiento.

Necesitamos asegurar que la inversión en ciencia, investigación y educación se convierta en una verdadera prioridad nacional y no en un slogan publicitario con fines electorales, como ha sucedido durante el presente gobierno.  El país debe seguir vigilante de esas decisiones y por ello tienen la razón los estudiantes que se han declarado en alerta hasta que se decida el presupuesto definitivo para el año 2018, porque el que inicialmente presentó el gobierno recortaba la inversión en ciencia, investigación, cultura y deporte y solo aumentaba significativamente los gastos militares y los de la presidencia. Ese no puede ser el presupuesto para consolidar la paz, pues su defensa es inseparable de la de la educación, la ciencia, el campo y la cultura.

Destruir un país es muy fácil: basta con mantener baja la calidad de la educación que reciben sus habitantes. Así dice un letrero al ingresar a una universidad en Sudáfrica. Y pareciera que es lo que estamos haciendo en Colombia. En un país que mantiene baja la calidad de su educación, los ingenieros que egresan del sistema, verán que sus puentes se caen. En un país que destruye su educación pública será más fácil que los economistas y contadores se presten para que las empresas evadan impuestos y se disminuyan los recursos para la salud y la educación. En un país que no garantice el derecho a una educación de calidad, se graduarán abogados que creerán que el derecho no tiene nada que ver con la ética, y por ello, serán presa fácil de la corrupción.

Por lo anterior, es imprescindible un acuerdo nacional para fortalecer el derecho a una educación de calidad. Un acuerdo en el que estén presentes el sector empresarial, la clase política, la cultura, los jóvenes, los medios masivos de comunicación y la sociedad como un todo. Al fin y al cabo, a todos nos compete mejorar el derecho y la calidad de la educación. Por ello, el eje del acuerdo será fortalecer la inversión y trabajar conjuntamente para garantizar la mejora de la calidad de la educación. El Plan Decenal es la oportunidad para construir dicho acuerdo, pero su materialización dependerá de la sociedad civil como un todo.

La educación –decía Oppenheimer– es demasiado importante como para dejársela a los políticos”. Hasta ahora, en Colombia, los políticos han decidido qué hacer en educación. Por eso estamos como estamos. Le llegó el momento a la sociedad civil de actuar como interlocutor activo y participante de la política pública en educación

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/plan-decenal-de-educacion-en-colombia/544074

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Modernizarán educación en la República Dominicana

Centro América/República Dominicana/21 Octubre 2017/Fuente: Prensa Latina

El Ministerio de Educación de la República Dominicana invertirá en los próximos tres años cerca de 400 millones de dólares en tecnología para modernizar a la educación en este país, dijo hoy un funcionario.
De acuerdo con declaraciones del ministro de Educación, Andrés Navarro, en la Cámara Americana de Comercio de República Dominicana serán entregadas computadoras a 950 mil alumnos de secundaria ‘para que sea el instrumento cotidiano de los estudiantes en las aulas’.

Además, 80 mil maestros en todo el país también recibirán computadoras y se instalarán pizarras en las aulas.

El ministro explicó que esas inversiones en el sector educativo responden al programa de gobierno denominado República Digital, el cual prevé que esta nación se desarrolle en educación y tecnología, que haya banda ancha para todos y se logre informatizar a la sociedad.

Asimismo, resaltó que se invertirán unos dos millones de dólares para rescatar la televisora educativa que será instalada en el canal 17 a partir del próximo año.

Por último, Navarro manifestó que mientras más eficiente sea el sistema educativo de un país, implicará necesariamente una retribución de mayor grado por parte de los egresados en el mercado laboral, contribuyendo así al crecimiento económico y el nivel de prosperidad de la nación.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=124698&SEO=modernizaran-educacion-en-la-republica-dominicana
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Movilizaciones estudiantiles en Bélgica

Por: Nicolas Lemoine. Pressenza. 20/10/2017

En un contexto en el que la lógica de la reducción del gasto conduce a muchos reveses en los logros sociales, la juventud no se libra. Los estudiantes, al igual que otros jóvenes, se enfrentan cada vez más a condiciones sociales y económicas difíciles debido a muchos factores. Revisemos algunos de ellos.

El 16 de diciembre de 1966, Bélgica firmó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, conocido como “Pacto de Nueva York”. Este pacto consagra una serie de derechos humanos de la segunda generación. Entre ellos, el derecho a la educación está consagrado en el artículo 13: “La educación superior se pondrá a disposición de todos en plena igualdad, según sus capacidades individuales, por todos los medios apropiados, especialmente la introducción progresiva de la educación gratuita”.

Si Bélgica ratificó este pacto en 1983, hay que señalar que esta introducción gradual dista mucho de haber terminado. Durante muchos años, el movimiento estudiantil ha estado luchando por una mejor accesibilidad financiera a la educación superior. Evidentemente, esta asequibilidad no es más que una faceta de la accesibilidad a la educación superior; también se tienen en cuenta otros factores, en particular los culturales. Sin embargo, cuando se aborda el tema desde la perspectiva de la deuda estudiantil, los costos directos e indirectos de los estudios son centrales para el análisis. Los costos directos se refieren generalmente a todos los costos directamente relacionados con la inscripción en la educación, principalmente la matrícula[1]. Los costos indirectos son la totalidad de los costos educativos del estudiante o la familia, tales como alojamiento, transporte, materiales y planes de estudio[2].

“Esta lucha va acompañada de demandas para la necesaria refinanciación de una educación superior desembolsada.”

En la Bélgica francófona, la FEF (Fédération des étudiants francophones) lucha desde hace muchos años por una educación gratuita y de calidad, accesible para todos. Esta lucha ha ido acompañada, por lo general, de una demanda más amplia de la necesaria refinanciación de la educación superior desembolsada para hacer frente a los desafíos de la democratización, que ha hecho que el número de estudiantes de educación superior haya aumentado de 101.500 en 1988 a 178.000 en 2012.[3]

En 2008, el FEF se centró en los costos directos e indirectos de los estudios. La organización estimó entonces que los costes estimados de los estudios de educación superior oscilaban entre 8 y 12.000 euros anuales. Las campañas “ResPACT”, que exigen el cumplimiento del Pacto de Nueva York ya mencionado, “Salvemos a Wendy” y “Wendy contra el Ataque” movilizaron a más de 10.000 estudiantes, recogieron 100.000 firmas y vieron una verdadera movilización en el campus. A partir de estas campañas, se consiguió una gran victoria para el movimiento estudiantil francófono belga: el “Décret Wendy” [4]. Garantiza que los becarios reciban la matrícula y el programa de estudios gratuitos, y que la matrícula de la universidad quede congelada. Un verdadero paso hacia una educación superior más inclusiva.

Sin embargo, aún persisten muchos desafíos para lograr una educación más accesible, a pesar de la congelación de los derechos de matrícula en la universidad, que sigue vigente hoy en día gracias a la vigilancia del movimiento estudiantil. Los retos a los que se enfrentan las personas de hoy en día que quieren ayudar a mejorar el acceso a la educación superior -y permitir que los que están allí se queden- siguen siendo desalentadores. Tres de ellas son: la pauperización creciente de la juventud, los cambios en la estructura de los estudios y la solidaridad.

La pauperización de los jóvenes es una observación ampliamente compartida. En febrero de 2016, las federaciones valona y bruselense del CPAS, la Liga de las Familias y la FEF hicieron sonar la alarma. La observación es clara: en 2014-2015, uno de cada 22 estudiantes en la Federación Valona de Bruselas (pero 1/15 en Bruselas) cuenta con la asistencia del CPAS.

“En 2014-2015, 1 de cada 22 estudiantes en la Federación Valona de Bruselas es asistido por el CPAS”.

Ante esta situación, muchos actores, no sólo estudiantes como la Red Valona de Lucha contra la Pobreza y la Liga de las Familias, se movilizan para garantizar una mejor accesibilidad a través de un sistema de becas. Un sistema que todavía lucha por garantizar la igualdad real en el acceso a la educación superior. Esto a pesar de los recientes acontecimientos a petición de estos actores, que han permitido poner fin a los criterios meritocráticos.

Luego, la modificación de la estructura de los estudios. Con la llegada del “Décret Paysage”, una gran reforma llevada a cabo por el ministro Marcourt, se modificaron las trayectorias profesionales de los estudiantes. Hoy en día, este nuevo rumbo es más flexible y menos estructurado en términos de “años”, con vistas a avanzar hacia un enfoque “crediticio”, pero que implica riesgos. La flexibilidad del sistema podría dar lugar a períodos de estudio más largos para muchos estudiantes, con costes adicionales para ellos y sus familias.

Por último, y si estos pocos ejemplos son necesariamente restrictivos, otra prioridad para la educación en Bélgica: la solidaridad. Si bien la importancia de la diversidad y la apertura a las dinámicas internacionales forma parte de muchos discursos oficiales sobre la educación superior, una reciente reforma del decreto “Paysage” parece contradecir estos discursos. De hecho, ofrece la posibilidad de que los estudiantes extranjeros paguen hasta 12.525 euros por la matrícula. Esta posibilidad de hacer pagar el precio de las tasas a los estudiantes internacionales -a excepción de los de los países de la Unión Europea, de los países menos desarrollados – incluidos en la lista de los Países Menos Adelantados (PMA) de la ONU – o de los países con los que la Comunidad Francesa ha llegado a un acuerdo sobre este tema – es una revuelta para muchos estudiantes que se organizan. Muchos actores, como los consejos estudiantiles locales, las asociaciones internacionales de estudiantes y las asociaciones estudiantiles internacionales, así como las asociaciones políticas o sindicales de jóvenes, se están movilizando para exigir la retirada de esta disposición, y una matrícula común para todos, que tiende a la educación gratuita, como se ha comprometido Bélgica.

Mientras que en Bélgica se está desarrollando gradualmente una oferta de préstamos estudiantiles, la situación actual sigue estando mal documentada, por lo que es importante mantenerse vigilante. Por otra parte, como hemos visto, los riesgos de endeudamiento, ligados al empobrecimiento, a la insuficiencia de los mecanismos de asignación educativa y a la prolongación de los estudios, están muy presentes.

Por lo tanto, siempre es importante denunciar y luchar activamente por una educación gratuita efectiva, una de las garantías de democratización de la educación superior y un importante vector de justicia social.

Fuente: www.pressenza.com/es/2017/10/movilizaciones-estudiantiles-en-belgica/

Fotografía: www.cadtm.org

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El Salvador: 46 centros educativos serán transformados en centros integrales de educación

Por: La prensa grafica/20-10-2017

Un total de 46 centros educativos de todo El Salvador serán reforzados en infraestructura, equipamiento y personal docente, convirtiéndolos en Centros Integrales de la Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno (SI-EITP), según anunció este día el Ministerio de Educación (MINED). Esta iniciativa se realizará con la intervención conjunta de FOMILINIO II.

El ministro de Educación, Carlos Canjura, explicó que la conversión de estos 46 centros escolares a centros integrales iniciará en mayo 2018 y se prevé finalizarlos en diciembre de 2018. Dentro de dicha conversión, se proponen tres modalidades nuevas de bachillerato técnico, que se trabajarán junto con FOMILENIO II.

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Además, se detalló que en febrero iniciaría la formación de 2,700 docentes de 45 sistemas integrados de la SI-EITP en todo El Salvador.

«Ha habido un esfuerzo por identificar cuáles son las necesidades locales (en educación)»

“La formación permitirá fortalecer los métodos de enseñanza y los conocimientos disciplinares en las áreas de lenguaje, matemática, sociales, biología, química y física, dominio del idioma inglés, fortalecimiento de las habilidades socioemocionales, manejo y uso de las TIC en la enseñanza, metodologías para atender aulas multigrado y la formación de docentes del área técnica”, agregó el MINED.

Con FOMILENIO II trabajarán en 348 centros educativos, ubicados en 39 municipios de ocho departamentos del país, siendo estos Ahuachapán, Sonsonate, La Libertad, San Salvador, La Paz, Usulután, San Miguel y La Unión.

Además, los centros integrales atenderán a 67,500 estudiantes, reforzando la lectura y escritura, ya que han identificado deficiencia en lectura comprensiva. «Ha habido un esfuerzo por identificar cuáles son las necesidades locales», dijo Carlos Canjura sobre la formación técnica para bachillerato.

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Por su parte, FOMILENIO agregó que en los sistemas integrados a implementarse, se extenderá la jornada escolar de 25 a 40 horas semanales. FOMILENIO II, además, realizó diagnósticos para determinar el potencial productivo de cada zona y adecuar los sistemas de educación para bachillerato.

FOMILENIO también enfatizó que a los indicadores a los que se le podrá más atención serán la sobre-edad, deserción y repetición de grados en el sistema educativo de El Salvador.

La formación permitirá fortalecer los métodos de enseñanza y los conocimientos disciplinares en las áreas de lenguaje, matemática, (1/3) 

sociales, biología, química y física, dominio del idioma inglés, fortalecimiento de las habilidades socioemocionales, (2/2)

*Fuente: www.laprensagrafica.com/elsalvador/46-centros-educativos-seran-transformados-en-centros-integrales-de-educacion-20171019-0043.html

 

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Aquellos días cuando para estudiar había que pagar (4)

Por: Miguel de Castilla Urbina
¿Por qué  los cobros mensuales en las escuelas, los viernes locos, la manipulación de las estadísticas y todas las trampas de la autonomía escolar en Nicaragua, se convirtieron en procesos rutinarios, lógicos y hasta necesarios, y aún hoy, después de 10 años de clausurado el engendro, en algunos claustros docentes, la idea del dinero, la usura y el negocio aún están presentes como si fuese el primer día?
La explicación de este comportamiento social es la siguiente: cuando  en una organización social, jurídica e históricamente constituida, como los centros escolares, se realizan recurrentemente actividades sancionadas por la convención como correctas y deseables, poco a poco, sin que nadie se lo proponga, las mismas van adquiriendo autonomía respecto a la voluntad de los actores sociales y se van convirtiendo en acciones necesarias para su funcionamiento y existencia, provocando su legitimidad e institucionalización.
La educación nicaragüense es un libro abierto para observar este proceso, ya que si se comparan los perfiles axiológicos de las escuelas de las tres educaciones nicaragüenses de los últimos 60 años,  es posible diferenciar los componentes ideológicos y estructurales  que identifican a cada una de ellas.
La educación desarrollista del período somocista de los años 60 y 70 del pasado siglo influenciada por la Alianza para el Progreso; la educación popular de los años 80, impactada por el flujo ideológico de la Revolución Sandinista y su discurso nacionalista y antiimperialista, y la educación neoliberal del período 1990-2006, determinada por los mandatos globales del mercado,  la preeminencia y centralidad del dinero y de las relaciones mercantiles en las relaciones sociales escolares.  Cada una, en sus respectivos períodos, construyeron sus propios valores, usos, costumbres, normas, rutinas y principios, hasta ir, día a día,  legitimando  e institucionalizando sus componentes estructurales,  axiológicos y culturales.
Para el caso de la educación en el período neoliberal, esta forjó sus propios mecanismos, valores y patrones de comportamiento, tanto a lo interno de los centros educativos, como en las relaciones externas entre estos y las familias con hijos matriculados en los mismos.  Era obvio, igual que en la sociedad revolucionaria de los años 80, no se dejaba ningún espacio cultural sin promover, sembrar y cultivar los valores y principios patrióticos y solidarios ligados a los intereses de la población empobrecida; en la sociedad neoliberal, en donde el mercado es el mecanismo que rige y ordena el comportamiento social, la escuela, que es el lugar en que se reproducen  los valores dominantes y se forman los recursos humanos para que el mercado funcione, también fue el espacio para convertir las relaciones sociales educativas en relaciones mercantiles.
De esta manera, las llamadas “cuotas voluntarias”, la forja y desarrollo de las “pulperías escolares” y la creación de múltiples “actividades recaudatorias” de dinero en las escuelas, fueron procesos sistémicos absolutamente coherentes y lógicos con los procesos de oferta y demanda que se construían y desarrollaban multiplicados en centros comerciales, plazas, calles y avenidas y en el mercado formal e informal de las ciudades, conformando el corazón del régimen social conocido como neoliberalismo.
Para el análisis sociológico de la escuela, este hecho lógico y hasta natural no tendría nada de extraño, si no fuese que el mismo tenía consecuencias negativas de gran envergadura tanto para el goce pleno del derecho a la educación de parte de la niñez y la juventud empobrecida,  como para la función educativa  de las escuelas y el sentido ético de la profesión docente en Nicaragua.  Esto fue así porque, entre otros motivos, el incumplimiento del pago mensual en las escuelas, casi siempre daba origen a críticas, regaños y sanciones de los maestros a sus estudiantes, convirtiendo a la escuela en una institución expulsiva y no atractiva para importantes sectores de la infancia y la adolescencia, siendo lo más grave del caso  que muchas veces, el cobro se ligaba a valoraciones del conocimiento y a puntajes que nada tenían que ver con el aprendizaje y la creación de hábitos, valores, actitudes y virtudes de la niñez, sino todo lo contrario, la formación de antivalores, basados en que se podía aprender comprando calificaciones y se obtenían  conocimientos y valores mediante el pago de dinero.
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