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Ajuste al calendario escolar 2021-2022. ¿Y el Sindicato de Maestros?

Por: Abelardo Carro Nava

El SNTE legalmente tiene la representación del magisterio, no así al magisterio. ¿Acaso no lo sabe la maestra?…

Con la llegada de la profesora Delfina Gómez a la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a través de su dirigente, el profesor Alfonso Cepeda, vio la posibilidad de lograr un acercamiento con la responsable de la política educativa mexicana; algo que no pudo hacer con el ex titular de esta dependencia, Esteban Moctezuma. Y desde luego, la profesora se ha dejado seducir por aquella vieja, romántica y falaz idea que priva en el ámbito político: el SNTE son los maestros; y no es cierto. Este Sindicato legalmente tiene la representación del magisterio, no así al magisterio. ¿Acaso no lo sabe la maestra? En fin.

En las últimas semanas hemos sido testigos de ese acercamiento que refiero; se ha visto muy cómoda a la titular de la SEP y, por supuesto, al Secretario General del SNTE, en diversos eventos, por ejemplo: en la negociación salarial de este año y de la que se obtuvo un “incremento” paupérrimo y el tan difundido bono extraordinario de 720 pesos, o en el encuentro en el que acordaron una serie de medidas para un regreso seguro a las escuelas.

Acciones que, sin duda, pudieran considerarse como una muestra de la “consideración” que, tanto la SEP como el SNTE, tienen para con estos trabajadores de la educación quienes, durante la pandemia, han redoblado esfuerzos para continuar con el proceso formativo de los millones de estudiantes que cursan sus estudios en alguno de los niveles educativos, pero, desafortunadamente, no fue así. Se trató de “encaminar”, sin ningún contratiempo y en alianza, el calendario escolar del próximo ciclo escolar. Era obvio, la profesora necesitaba del apoyo de esa representación sindical para que el magisterio no se inconformara ante la serie de decisiones tomadas y plasmadas en éste.

Como era de esperarse, el sentir de la base trabajadora sobre este asunto se dio a conocer a través de diversos medios de comunicación con un par de demandas: ajuste al calendario escolar y dignidad al trabajo docente (El Universal, 2021).

Y es que, a raíz de que se difundió el contenido del Proyecto publicado en la página oficial de la Comisión Nacional Regulatoria sobre calendario escolar 2021-2022 (Profelandia.com, 2021), las redes sociales se inundaron de diversas expresiones de rechazo puesto que, como tal, dicha propuesta de calendario planteaba: que el próximo ciclo escolar para educación preescolar, primaria, secundaria iniciara el 30 de agosto de 2021 y concluyera el 28 de julio de 2022, mientras que para la educación normal y demás para la formación de maestros de educación básica, que comenzara el 30 de agosto de 2021 y terminara el 19 de julio de 2022.

Además de ello, esta propuesta también contemplaba, que los docentes de educación básica tuvieran un taller intensivo del 17 al 20 de agosto de 2021 y la sesión intensiva del Consejo Técnico Escolar del 23 al 27 de agosto. Aunado a un periodo de identificación del abandono escolar y evaluación diagnóstica comprendida del 30 de agosto al 10 de septiembre, y un periodo de recuperación de aprendizajes del 13 de septiembre al 23 de noviembre, así como también, 8 sesiones de Consejo Técnico a lo largo del ciclo escolar.

Una vez que la SEP tuvo conocimiento de estas reacciones – quiero pensar que así fue –, ni tarde ni perezosa a través de su cuenta de Twitter difundió lo siguiente: “Respecto a los señalamientos del día de hoy, referentes al calendario escolar 2021-2022, es nuestra responsabilidad aclarar que: el documento publicado en la Comisión Nacional de la Mejora Regulatoria, no ha entrado en vigor; se garantizan 20 días de descanso al personal docente y administrativo al término del presente ciclo escolar; es responsabilidad de las autoridades educativas locales garantizar el cumplimiento del próximo calendario lectivo 2021-2022; la próxima semana se dará a conocer, de manera oficial, el calendario escolar 2021-2022, que contempla 200 días de clases”. Además de ello, en este mismo tuit, sugirió revisar el comunicado de la SEP No. 127 que, palabras más palabras menos, aborda lo mismo, pero con otras palabras y detalles sin que haya dado a conocer, de manera puntual y precisa, la o las razones por las que se extendería el ciclo escolar 2021-2022. Probablemente ésta o éstas aluden a “las condiciones impuestas por la pandemia de Covid-19” pero el texto no es explícito en este sentido.

Dicho lo anterior, de esta propuesta llama la atención cuatro aspectos que son dignos de análisis: el taller intensivo de capacitación docente, la sesión intensiva del Consejo Técnico Escolar, el periodo de identificación del abandono escolar y evaluación diagnóstica y el periodo extraordinario de recuperación.

Sobre el primero habría que preguntarse, ¿sobre qué se capacitaría a los docentes si, como se sabe, la oferta que brinda la SEP no se ha ajustado a las demandas y necesidades reales del magisterio? Peor aún, ¿quién o qué instancia brindará esos cursos?, ¿cuál es la responsabilidad de los estados en estos asuntos?

Sobre el segundo, ¿de nueva cuenta se trabajará sobre los Programas Escolares de Mejora Continua de las Escuelas (PEMC)?, ¿no cuenta la SEP con un plan estratégico para que las instituciones educativas decidan qué aspectos, temas o problemas pueden abordar en ese Consejo Técnico?, ¿de qué manera se retroalimentará a los colectivos docentes y directivos sobre los resultados que obtuvieron en los PEMC del ciclo que está por terminar? En fin, ¿no se conoce otra estrategia? Si se conoce, ¿cuál es esa estrategia?

Del tercero, ¿qué pasó con los lineamientos federales para el establecimiento de un sistema de seguimiento y apoyo para estudiantes de educación preescolar, primaria y secundaria cuyo objetivo consistía en procurar su permanencia y continuidad académica tal y como lo mandataba el Acuerdo 12/06/20?, ¿elaboró esos lineamientos y los publicó la SEP? Si fue así, ¿en dónde se encuentran?, ¿qué acciones emprendieron las autoridades locales con base en dichos lineamientos?, ¿qué pasó con los reportes de incidencias que les fueron solicitados a los profesores durante todo el ciclo escolar 2020-2021?, ¿quién tiene esa información y para qué se ha empleado? Peor aún, si se cuenta con toda esta información, ¿qué ha hecho la SEP sobre el abandono escolar y para la evaluación diagnóstica?

Del cuarto punto, sobre el periodo extraordinario de recuperación surgen varias dudas, ¿recuperar qué, para qué y por qué?, ¿acaso la SEP piensa que lo sucedido en todo este periodo de tiempo fue un asunto perdido?, ¿acaso no han leído los estudios que ha venido publicando la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación?, ¿acaso desconoce que los profesores y profesoras, conjuntamente con alumnos y padres de familia, han puesto en marcha diversas acciones para continuar con su proceso formativo? No niego que en todo este camino hayan existido desavenencias en diferentes contextos y con diferentes actores, pero ¿asegurar que todo está perdido?, ¿por qué no reconoce la SEP el gravísimo error que cometió al trasladar la escuela a la casa cuando sabemos (y muchos lo expresamos desde que inicio el confinamiento) que los procesos educativos requieren del tratamiento de un especialista como lo es el maestro y no de un aparato televisivo?, ¿por qué no se dosificaron contenidos y se brindó la oportunidad de aprender con los recursos y materiales propios de los contextos?, ¿por qué la imperiosa necesidad de agotar el currículo? Una pregunta más, si la SEP considera que debe desarrollarse un periodo extraordinario de recuperación, ¿qué información tiene para plantearlo?

Bien se dice que el león cree que todos son de su condición, y no es cierto. El que la SEP y el SNTE no hayan hecho lo corresponde desde que inició la pandemia, no significa que las maestras, maestros, padres de familia y alumnos hayan detenido ese proceso formativo. Repito, con seguridad habremos de señalar algunos casos en los que no sucedió de esta manera, principalmente, por la responsabilidad o irresponsabilidad de ciertos actores, pero, como también se dice, generalizar no es del todo bueno; esa es harina de otro costal que espero abordar en siguientes artículos.

Referencias:

Redacción El Universal. (2021). Piden ajuste al calendario escolar 2021-2022. El Universal. Recuperado de: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/piden-sep-ajuste-al-calendario-escolar-2021-2022?fbclid=IwAR0dV7l294PjmGw9iXx2_BlDUFLIZwi5yw6hal5dZphJwMeppX2p_Byyr-s

Redacción Profelandia.com. (2021). Calendario escolar 2021-2022 (propuesta). Profelandia.com. Recuperado de: https://profelandia.com/calendario-escolar-2021-2022-propuesta/?fbclid=IwAR2ypJh_7kEliUCQlienAIridoc7_zViX4wyCg6PHmoxDd6DT2vj8ZQqaLk

SEP. (2021). Boletín No. 127. Garantiza Sep tres periodos vacacionales para el ciclo escolar 2021-2022. SEP. Recuperado de: https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-sep-no-127-garantiza-sep-tres-periodos-vacacionales-para-el-ciclo-escolar-2021-2022?state=published

Fuente: https://profelandia.com/ajuste-al-calendario-escolar-2021-2022-y-el-sindicato-de-maestros/

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El SNTE y el patrullero 777: ¡A sus órdenes jefe!

Por:

¿Por qué el SNTE no se ha puesto de lado de los trabajadores de la educación que dice representar y, en su lugar, solo ha respondido a sus órdenes jefe?…

Mientras escribo estas líneas vienen a mi mente algunos momentos de antaño.

Cómo olvidar aquellos fines de semana en los que, reunidos en familia, disfrutábamos de una película en un televisor de bulbos que proyectaba, en blanco y negro, a personajes tan inolvidables que formaron parte de ese cine de oro mexicano. Cómo olvidar las sonrisas, tristezas o llanto que propiciaban las actuaciones de diversos actores que fueron parte de un elenco inolvidable. Cómo olvidar que esa forma de entretenimiento lograba trasladarnos a ciertos lugares que, de alguna u otra forma, eran difíciles de recorrer por las condiciones económicas que atravesábamos en casa. Sí, cómo olvidarlo…

Con verdadero aprecio recuerdo aquella película que, en más de una ocasión, logró arrancarme una tremenda carcajada: el patrullero 777. Una comedia mexicana que fue protagonizada por Mario Moreno “Cantinflas” con su particular estilo. La trama era muy sencilla de entender: el sargento Diógenes Bravo (Cantinflas) era constantemente reprendido por su jefe porque acostumbraba a resolver diversas situaciones que encontraba en su camino empleando métodos muy personales y divertidos.

¡A sus órdenes jefe!, fue el sello que caracterizó al personaje que Mario Moreno le dio vida. Tal expresión, la empleaba cada vez que su jefe requería de su presencia, ya sea para reprenderlo o bien, para darle alguna instrucción. Desde luego, quienes gozamos de sus ocurrencias, pudimos interpretar esta forma de comunicación de diversas maneras: sarcasmo, obediencia, temor o simplemente diversión. En fin.

De vuelta a la realidad en que ocurre este texto, abro las carpetas que guardo celosamente en mi computadora para comenzar a planear las clases de la semana que viene, no sin antes, revisar el calendario escolar pues el fin del ciclo se aproxima y debo tener presente las fechas para organizar las actividades que implementaré y las tareas que encomendaré a mis estudiantes.

La duda salta y la incertidumbre ronda mi pensamiento, ¿será que regresaremos a las aulas en el mes de junio tal y como lo han dicho las autoridades? La más reciente noticia que difundieron diversos medios de comunicación apunta a tal hecho. Y es que, tanto la profesora, Delfina Gómez, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y el profesor, Alfonso Cepeda, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), así lo pactaron hace unos días.

Una vez más el patrullero 777 regresa a mi mente; de brote pronto, aparece la imagen del sargento Diógenes frente al mayor Urbano Magalón con su conocida frase ¡A sus órdenes jefe!

Tal analogía no es desproporcionada, por el contrario, cubre ciertos requisitos para emplearla en estas líneas pues, ante la instrucción recibida, el subordinado se limita a acatar las órdenes sin considerar las consecuencias de éstas.

Y es que, durante todo este confinamiento educativo, ¿qué es lo que ha hecho este sindicato? Peor aún, ¿qué acciones ha emprendido la dirigencia sindical para defender los derechos laborales y profesionales de sus agremiados ante los constantes atropellos por parte de la autoridad educativa federal y las de los estados? Aún hay más, ¿por qué el SNTE no se ha puesto de lado de los trabajadores de la educación que dice representar y, en su lugar, solo ha respondido a sus órdenes jefe?

Miro a mi alrededor, y en mi espacio de trabajo, al igual que muchos de mis compañeros y compañeras, encuentro todos los materiales y recursos didácticos que tuve que adquirir para continuar con mi trabajo a distancia. Ninguno de ellos tiene el logo del SNTE o de la Secretaría. Tienen mi sello, y un dejo de satisfacción recorre mi cuerpo, pues el proceso formativo y aprendizajes de los chicos jamás se detuvieron.

Miro a mi alrededor, y pienso en los compañeros y compañeras que ya no están con nosotros. Se nos adelantaron en el camino. Con ellos está mi recuerdo y cariño.

La realidad dista mucho de las imágenes y comunicados que, pomposamente, ha difundido la SEP y el SNTE sobre ese pacto para un regreso seguro a las escuelas. Se alude a la vocación, compromiso moral y a un respaldo sindical, pero, ninguno representa a los trabajadores de la educación y, como parece obvio, muy poco han hecho por la educación y por brindar las mejores condiciones a todos los actores educativos. La foto es lo que cuenta. La empatía y sensibilidad que tanto promueven, quedan muy lejos.

Qué curioso, hoy se encuentran al frente de tales instancias, dos profesores que alguna vez conocieron las entrañas del banquillo de cada uno de los salones que pisaron.

Los tiempos parecen haber cambiado. Las necesidades y demandas han aumentado, pero las fotografías tienen el mismo significado: político y nada educativo.

¿Cuán lejos estamos de un verdadero cambio educativo?

“Quisiera decir algunas cosas compañeros y las voy a decir, aunque me arreste el maloso del mayor Malagón, mucho se ha dicho que se hará justicia caiga quien caiga y resulta que caen los que no debieran caer, mientras a aquellos a quienes les cae de todo, esos nunca caen; vivimos en un mundo de desorden y de violencia, un mundo donde nadie respeta las instituciones, ni las instituciones respetan a nadie, un mundo de injusticias donde se abusa de la autoridad que da el poder…” Fragmento de la película El patrullero 777, expresado por el sargento Diógenes Bravo.

Fuente: https://profelandia.com/el-snte-y-el-patrullero-777-a-sus-ordenes-jefe/

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La fragmentación de la actual coyuntura educativa

Por:  Miguel Ángel Pérez Reynoso

Las maestras y los maestros siguen siendo las y los responsables del sostenimiento del sistema, siguen esperando las acciones puntuales que dignifiquen su trabajo…

La coyuntura educativa del presente está integrada por varias piezas: por una reforma educativa que se niega a dar claridad y sentido hacia delante de sus intenciones reales, la reforma a los estatutos junto con la definición de las nuevas reglas para elegir a las dirigencias nacional y seccionales del SNTE, el reconocimiento al trabajo y la labor profesional de las maestras y los maestros de pasar de la calidad a la excelencia y el cumplimiento de las metas anunciadas al inicio del actual sexenio.

Es por lo anterior, que se puede afirmar que la actual reforma educativa se caracteriza por la fragmentación en sus propuestas y la falta de claridad en lo que concierne a los asuntos ligados con los fines de la política pública en educación.

En lo relacionado al magisterio nacional aquí se mueven tres piezas de un mismo rompecabezas:

1. Por un lado la ley de la carrera de las maestras y los maestros, si bien incluye asuntos de equidad y de justicia de género, ya cuando se haba de los esquemas de promoción vertical y horizontal se convierte en un verdadero galimatías muy parecido al viejo esquema de promoción que se llamó carrera magisterial el cual fue producto del Acuerdo Nacional de 1992. Tanto en la formación inicial como en la formación permanente y en la definición de las condiciones para iniciar y seguir en la carrera académica en educación básica (preescolar, primaria, secundaria, especial e indígena), los esquemas de incorporación al sistema y de promisión se han tornado sobradamente burocratizados, La carrera docente sigue siendo una carrera de obstáculos.

2. En la parte de la organización gremial y sindical de las y los trabajadores de la educación, ella se ha traducido en una serie de ambigüedades, a partir de la promesa original de que en el SNTE se instalaría por fin la democracia sindical “quien tenga la mayoría, tendrá la dirección del sindicato” decía con energía el presidente al inicio del sexenio y hoy a tres años de distancia las cosas siguen igual o peor. Parece que la democracia tiene que negociarse con los distintos grupos de poder y la negociación implica ponerse de acuerdo para aclarar acerca de las reglas no para elegir a los mejores o a las mayorías sino más bien para legitimar las formas veladas que le den continuidad al charrísimo sindical.

3. Y en el tercer punto, el que se refiere a la profesionalización ese es aún más delicado. No podemos presumir que hoy en día tenemos mejores maestras y maestros, por el contrario existe una especie de refuncionalización de los vicios en la carrera docente.

Todo lo anterior ha sido aderezado por un contexto de pandemia, que afectó todo, precarizó las condiciones de trabajo y vulnerabilizó (aún más) a los sujetos educativos.

La coyuntura educativa es fragmentada porque no tiene claridad de la direccionalidad de hacia dónde queremos arribar y también porque los pronunciamientos en torno a ella, son solo retórica y las acciones verdaderas se negocian y operan por debajo de la mesa.

Las maestras y los maestros siguen siendo las y los responsables del sostenimiento del sistema, siguen esperando las acciones puntuales que dignifiquen su trabajo y los mecanismos de cambio y transformación que garanticen que su organización sindical sea democrática. Requerimos dar un gran salto en esta coyuntura y hacer aparecer las verdaderas propuestas democráticas aquellas que vienen desde abajo del sistema, y que se tejen de manera plural y cooperativa por todas las personas de hacer la educación no solo de hablar de ella.

Fuente: https://profelandia.com/la-fragmentacion-de-la-actual-coyuntura-educativa/

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¿Para qué alcanzan los 19 pesos diarios de aumento salarial del magisterio?

Por: Erick Juárez Pineda

¿El magisterio se siente revalorizado con un aumento de 19.6 pesos diarios? ¿Qué se puede gastar con ello?

Recientemente, la Secretaría de Educación Pública dio a conocer que llegó a un acuerdo con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)  para ofrecer un aumento del 3.9% al salario y el 1.8% en prestaciones de las y los docentes de Educación Básica, Especial e Inicial, de Educación Media Superior y Superior, así como para el Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación de todo el país.

Esto, en pesos, significaría un aumento de 19.6 pesos diarios. De manera general, considerando un salario base mensual de $8,687.10 pasaría a $9,025.90.

Este aumento no es bien visto por la comunidad magisterial.

En primer lugar porque el salario de los docentes está considerado como uno de los más bajos del país según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Incluso, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) aseguró que, durante el primer trimestre del año 2021, de las carreras que reciben ingresos económicos por debajo del promedio destacan aquellas pertenecientes a los ámbitos de la docencia y la educación, sectores que se vieron fuertemente afectados por la emergencia sanitaria de la COVID-19.

Este aumento no significa un impacto positivo real a los trabajadores de la educación, pues solo se aumentarían 598.60 pesos al mes. Si consideramos que según el  Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informa que en la primera quincena de abril de 2021 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una inflación de 0.06 por ciento respecto a la quincena inmediata anterior; es decir, una inflación anual de 6.05%, no solo no cubre los gastos, sino que quedan debiendo el 2.15%

Y es que estos aumentos son tomados por los docentes como una burla: Despensa: $40.00; Material didáctico: $40.00 y Ayuda de previsión social: $46.00.  Si tomamos en cuenta que al mes deben pagar más de 380 pesos por servicios de internet y telefonía fija y un promedio de 200 pesos por concepto de recargas de saldo de teléfono celular, estos aumentos no ayudan en nada.

Respecto al año  pasado, el aumento salarial solo tuvo un incremento del 0.4%. Sin embargo, si lo comparamos con el aumento en 2019 donde fue de 6.25%, encontramos una disminución de 2.35%.

¿Y el SNTE? En su actitud camaleónica, se ha olvidado que su trabajo es la defensa de los derechos del magisterio. Su actitud servil y cobarde no abona en nada para enfrentar el creciente descontento de los trabajadores de la educación.

Insisto: en este gobierno, la revalorización docente que tanto se anunció durante la campaña electoral de López Obrador y que repitieron los titulares de la Secretaría de Educación Pública, es un mito. Estamos, entonces confirmando que ya se va descubriendo la ya popular «mal llamada revalorización del magisterio».

En tiempos de crisis y de pandemia, esta ofensa no la merecen.

*Erick Juárez Pineda. Director editorial de Educación Futura. Locutor de «La Otra Educación» 97.3 fm. Articulista de La Jornada.
Twitter @elErickJuarez 
Facebook: Erick Juárez Pineda

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/para-que-alcanzan-los-19-pesos-diarios-de-aumento-salarial-del-magisterio/

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MORENA no asume ningún compromiso con la EDUCACIÓN PÚBLICA en las actuales elecciones

Por: Colectivo Insurgencia Magisterial

En las elecciones presidenciales de 2018 el magisterio fue una pieza clave para el triunfo de AMLO. MORENA impulsó diversas estrategias para lograr los votos de las cúpulas del SNTE, la CNTE y el CEND-SNTE. Se prometió tirar la reforma del Pacto por México y se asignaron varios “puestos” a personajes vinculados a las cúpulas magisteriales.

En las elecciones federales del 2021, las cosas son distintas, MORENA da por sentado que cuenta con los votos del magisterio, por ello, ya no plantea ningún compromiso en materia de educación pública o de mejora de las condiciones laborales de las maestras y maestros.

MORENA llama al magisterio a un VOTO MASIVO sin asumir ningún compromiso con el desmantelamiento del NEOLIBERALISMO, lo cual no se ha concretado.

Los invitamos a revisar la Plataforma Electoral que MORENA registró ante el INE y así conocer los compromisos que asumen ante los ciudadanos que voten por los Candidatas(os) que postulan. Por ejemplo, en materia educativa la plataforma dedica un apartado a la educación denominada: DERECHO A LA EDUCACIÓN. Éste se compone de 5 párrafos, en los dos primeros MORENA culpa a los gobiernos anteriores de la devastación de la educación pública y en los dos últimos hacen un reporte cuantitativo de las Universidades para el Bienestar.

Transcribimos textualmente el tercer párrafo, que es lo que más se acerca a lo que podríamos denominar COMPROMISOS:

“Ante esta circunstancia, nos hemos comprometido desde un inicio a mejorar las condiciones materiales de las escuelas del país, a garantizar el acceso de todos los jóvenes a la educación y a revertir la mal llamada reforma educativa. La Secretaría de Educación Pública tiene la tarea de dignificar los centros escolares y el Ejecutivo federal, el Congreso de la Unión y el magisterio nacional se encuentran en un proceso de diálogo para construir un nuevo marco legal para la enseñanza.”

El primer enunciado alude a un compromiso del año 2018, el cual no se ha cumplido y en el segundo se informa de una atribución de la SEP y de un supuesto proceso de diálogo, el cual es inexistente. No existe ni un compromiso puntual de MORENA con la educación pública, ni con la mejora de las condiciones laborales del magisterio.

Pulsa aquí para leer Plataforma Electoral de MORENA en este proceso electoral 2021.

Fuente e imagen: Insurgencia Magisterial

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¿Urge regresar a clases presenciales?

Por: Abelardo Carro Nava

¿Por qué urge regresar a clases presenciales? Fue la interrogante que formuló mi mente después de que el Presidente, López Obrador, lanzara tal afirmación en su ya acostumbrada mañanera. Y es que, pareciera ser, que con estas palabras se enviaba un claro mensaje a la sociedad mexicana: la prioridad para este gobierno es la educación de los individuos. No obstante, tal afirmación propició otra serie de cuestionamientos porque, si la educación fuera una prioridad para este gobierno: ¿por qué hubo una reducción presupuestal importante para educación básica y para las escuelas normales en el presupuesto de egresos de la federación 2021 aprobado en 2020?, ¿por qué desaparecieron o dejaron de operar más de 10 programas educativos sin previo diagnóstico, análisis y revisión de los mismos?, ¿por qué se destinó 450 millones de pesos a cuatro televisoras para que emitieran los programas educativos de Aprende en Casa en lugar de apoyar a las escuelas, trabajadores de la educación, alumnos y padres de familia con herramientas o recursos que les permitieran dar continuidad a su proceso formativo? Y lo que me parece más grave, si dicha educación fuera una prioridad para este gobierno: ¿por qué la Secretaría de Educación Pública (SEP) no ha informado o proporcionado datos sobre el abandono escolar a partir de que inicio la contingencia sanitaria por Covid-19, así como también, información relacionada con la estrategia mediante la cual se recuperarían a los miles de estudiantes que decidieron abandonar sus estudios durante este tiempo? Pero aún hay más: ¿por qué la SEP no ha dado a conocer un plan integral para el diagnóstico, recuperación y nivelación de los aprendizajes de los estudiantes a nivel nacional y que, por ejemplo, este día se incorporan a sus actividades escolares de manera presencial en Campeche?  Urge regresar a clases, sí, pero para qué, por qué, cuándo, cómo, dónde, de qué manera, con qué recursos, etcétera.

Ciertamente, en las últimas semanas he leído, observado y escuchado, una creciente preocupación por el impacto de los aprendizajes adquiridos durante la pandemia en los millones de alumnos inscritos en alguno de los niveles educativos del Sistema Educativo Nacional (SEN). Desde luego, es preocupante porque, como bien señala el informe que hace unos días dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2021), el 58.3% de la población encuestada opinó que no se aprende o se aprende menos que de manera presencial a través de las clases a distancia. Este, sin duda, es un tema que tiene en sí mismo una serie interpretaciones importantes porque, seguramente, la retroalimentación, explicación, ejemplificación, argumentación o contrastación de las ideas con relación a cierto contenido que se logra en aula dadas las interacciones que en ésta suceden, puede no lograrse a través de estas clases a distancia o con los cuadernillos que los profesores entregan a sus alumnos; habría que indagar a profundidad sobre este tema, sin embargo: ¿qué ha hecho la SEP sobre este asunto? La respuesta es visible: implementar una estrategia televisiva que pocos, muy pocos ven, puesto que en la misma encuesta levantada por el INEGI (2021) se señala que solo el 5.3 de los encuestados emplearon la televisión digital en sus actividades escolares o clases a distancia. ¿450 millones de pesos en el bote de basura o en el bolsillo de los empresarios?

Ahora bien, ¿es suficiente con esa legítima preocupación por los aprendizajes de los alumnos? No, pues como lo he señalado en artículos anteriores, la salud es otro de los diversos temas que deben ocuparnos y preocuparnos.

¿Por qué regresar a clases presenciales cuando el grueso de la población no ha sido vacunada puesto que la estrategia de vacunación planteada por el mismo gobierno federal no ha cumplido los plazos establecidos?, ¿es suficiente inocular a los trabajadores de educación para que asistan a las escuelas a trabajar con sus alumnos?, ¿cuál es la razón por la que se pretende regresas a clases presenciales precipitadamente?: ¿los aprendizajes?, ¿la economía?, ¿las elecciones?

Recuerdo muy bien las charlas que los médicos, paramédicos o integrantes de los cuerpos de protección civil brindan a las escuelas con el propósito de atender algunos accidentes propios de las actividades escolares; como se sabe, ellos recomiendan contar con un botiquín de primeros auxilios para estos propósitos, sin embargo, han sido, y son, muy enfáticos en señalar que dicho botiquín deberá contener elementos mínimos para su uso tales como un termómetro, guantes de un solo uso, jabón líquido, gasas, entre otros,  puesto que, a decir de estos conocedores en la materia, no es recomendable administrar medicamentos ni aplicar ciertos antisépticos que podrían generar una reacción desfavorable en la persona. Al respecto, ¿cuál ha sido y en qué ha consistido la capacitación que se ha brindado a los trabajadores de la educación para que puedan detectar alumnos o compañeros con síntomas de Covid-19 cuando sabemos que algunos de éstos son manifiestos pero en otros casos no se presentan?, ¿cuántas pruebas rápidas de Covid-19 se destinarán a cada centro escolar para la detección de casos y quién las aplicará?, ¿el padre o madre de familia tendrá el conocimiento especializado para detectar que su hijo es portador del virus, alergia o enfermedad crónica que suele presentar síntomas similares a los que produce el Covid-19?, ¿es suficiente con tapetes y arcos sanitizantes, gel antibacterial, cubrebocas, guantes de un solo uso y demás elementos sanitarios para evitar la propagación del virus?

Hace unos días el Presidente de Argentina, a través de su cuenta de twitter, emitió una declaración que no debe soslayarse: “todos quisiéramos que se vuelva a la presencialidad educativa lo antes posible, pero desde que las clases han vuelto, la curva de contagios ascendió precipitadamente. El mayor incremento de casos se da entre personas de 9 a 19 años”. Ciertamente habrá quién me diga que los estudios científicos demuestran que los centros escolares no son focos de contagio; los datos ahí están y gozan de credibilidad, pero ¿qué sucede fuera de la escuela?, ¿con quiénes conviven los alumnos?, ¿qué medios de transporte emplean?, ¿con quién pasan sus ratos libres?, ¿cuáles son las condiciones de su vivienda? etcétera.

En fin, estamos en la víspera de que los trabajadores de la educación reciban una vacuna. La organización, como ha ocurrido en buena parte de las sedes en las que se ha aplicado a adultos mayores, anticipo, no será la mejor, sobre todo porque, por ejemplo, en Veracruz se han contemplado 5 sedes en las que se vacunarán a más de 200 mil maestros en 4 días. ¿Se imagina el lío que representará vacunar a tal cantidad de profesores en unos cuantos días?

Y bueno, desde mi perspectiva, no se trata de caer en el debate innecesario que se genera en las redes sociales en cuanto a que si un maestro no está de acuerdo con esta propuesta que no se ponga la vacuna y listo. Se trata pues, de exigir un regreso seguro a las escuelas y aulas, donde el estado a través del gobierno cumpla a cabalidad su encargo porque irrisoriamente, estamos ante un régimen que no vacuna a médicos que prestan sus servicios en instituciones privadas, pero que sí vacunará a los trabajadores de educación que laboran en escuelas privadas. Educación y salud, es un derecho de todos, y todos queremos regresar a clases presenciales, de eso no hay duda, pero aludiendo a aquella frase acuñada por Gil Antón: regreso sí, pero no así.

Con negritas:

  • Por cierto, cuál fue la postura del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) sobre la afirmación que realizó López Obrador en esa mañanera para el regreso a clases: ¡A sus órdenes Sr. Presidente!
  • Por cierto, ¿tiene titular la Secretaría de Educación Pública? Hay varios, pero varios temas y problemas pendientes de resolver o atender y nadie encuentra a su titular.

Fuente: https://profelandia.com/urge-regresar-a-clases-presenciales/

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La “reducción” de personal en la SEP y las tijeras de la profesora

 Abelardo Carro Nava

En los primeros días de enero de 2016, el ex Secretario de Educación, Aurelio Nuño, anunciaba que la Secretaría de Educación Pública (SEP) a su cargo, dejaría de pagar el sueldo a más de 2 mil maestros “comisionados”; esto, después de haber concluido la primera etapa de revisión y depuración de la nómina magisterial donde se identificaron esos dos mil comisionados sindicales con goce de sueldo, asegurando con ello, que si era deseo de esos trabajadores gozar de este derecho, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tendría que pagarles (Aristegui Noticias, 2016). Obviamente esta organización sindical guardó el más profundo silencio; de hecho, tampoco fijó postura con relación al ordenamiento de la nómina magisterial a través del Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED) y el Fondo de Operaciones para la Nómina Magisterial y el Gasto Operativo (FONE). ¿Cuál fue el motivo que propició ese silencio? La respuesta, quiero pensar, la conocemos, pero también conocemos el apoyo incondicional que esta organización sindical le brindó al peñanietismo.

Esta acción, fundada en la implementación de la mal llamada reforma educativa generó que, tanto a nivel federal como en las entidades de la República Mexicana, se reubicaran o movieran a los trabajadores de la educación “comisionados” a sus respectivos centros de trabajo porque, hay que decirlo, no sólo impactó en el ámbito sindical, sino también, en las anchas estructuras burocráticas de las dependencias oficiales. Por ejemplo, si en una Secretaría de Educación existía una plantilla de personal (mayormente “comisionado”) de 2000 trabajadores, con esta medida, ésta se redujo en más del 50 por ciento, es decir, entre 600 y 700. No obstante, con el paso de los meses y cuando las cosas se “calmaron” un poco, progresivamente fueron llegando otros “comisionados” al Sindicato y a las Secretarías de Educación. ¿Fue útil la medida tomada por Nuño y compañía?, ¿sirvió de algo la reubicación y movimiento de ciertos trabajadores cuando en los hechos solo se propició la llegada de otros a esos espacios?, ¿qué nos dicen las auditorías aplicadas, por ejemplo, en cada una de las dependencias estatales y, obviamente, en la federal?, ¿qué pasa en los departamentos de recursos humanos y de relaciones laborales en dichas dependencias?; ¿por qué no se habla mucho de estos temas? Veamos.

Como bien sabemos, la Ley Federal del Trabajo (LFT) y Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (LFTSE), Reglamentaria del Apartado B) del Artículo 123 Constitucional, es clara en cuanto a la división de los trabajadores en dos grupos: de confianza y de base (Artículo 4º de la LFTSE), no así en cuanto a la figura denominada “comisionados” puesto que como tal no existe, dado que el personal o trabajador que solicite licencia, con o sin goce de sueldo, podría desempeñar una comisión o actividad derivada de la licencia. En consecuencia, el tema de los “comisionados” necesariamente tiene que ser visto a partir de esa licencia solicitada y por las actividades, funciones y/o responsabilidades de la comisión o actividad obtenida.

En este sentido, no está demás revisar el Manuel de Normas para la Administración de Recursos Humanos en la Secretaría de Educación Pública (y otras normatividades) publicado por la Oficialía Mayor, la Dirección General de Personal y la Dirección General de Normatividad y Evaluación en 2013*, para ubicar el tipo de licencias con goce y sin goce de sueldo que le permitirían al trabajador obtener, entre otras cuestiones, una “comisión”. Por ejemplo, en este documento se especifica que las licencias sin goce de sueldo por comisión sindical o por desempeño de cargos de elección popular se obtienen cubriendo una serie de requisitos. Creo, si no me equivoco, el tema es claro en este sentido: son licencias sin goce de sueldo, pero desafortunadamente en los hechos no sucede de esta manera. ¿Cuántos comisionados sindicales tiene en su estructura el SNTE?, ¿a cuántos de éstos le fue concedida una licencia sin goce de sueldo para cubrir una comisión sindical?, ¿a cuántos de éstos les paga el Sindicato? ¡Vaya tema!

Ahora bien, ¿qué pasa con aquellos trabajadores que han llegado a la SEP sin solicitar una licencia puesto que, como tal, no sería necesaria? En ese mismo manual de normas referido (y otras normatividades), tal cuestión se observa en los apartados reubicación de las plazas, nombramiento, y límites de competencia para autorizar movimientos de personal. Tal vez por ello se explica que, ciertas autoridades educativas, reubiquen o muevan al personal por necesidades del servicio, reinstalación, prórroga o sustitución, pero ¿esto es así?, ¿la reubicación o movimientos obedece, por ejemplo, a esas necesidades del servicio? No necesariamente puesto que, como sabemos, estos asuntos obedecen a: 1. La realización de una actividad específica para la cual el trabajador es requerido en alguna área o departamento de la dependencia, 2. La complicidad y/o acuerdos que existe con el SNTE para que ciertas áreas o departamentos sean ocupados por algunos de sus más cercanos colaboradores, sean o no titulares de alguno de esos espacios, 3. Problemas, de diversa naturaleza o índole, que suelen suscitarse en los centros de trabajo y que llevan a reubicar a algún trabajador, 4. Seguridad del trabajador por estar laborando en zonas de violencia y por las que obviamente es necesario moverlo, entre otras.

Actualmente, ¿cuántos trabajadores se encuentran en las Secretarías de Educación de los estados bajo este tipo de movimientos?, ¿qué puestos son los que ocupan o qué actividades son las realizan?, ¿se justifica el ensanchamiento de las estructuras burocráticas cuando, en los hechos, en buena parte de ellas los procesos administrativos y/o trámites burocráticos padecen de un cierto “tortuguismo”?, ¿por qué si han sido reubicados o movidos a estas instancias no permea un sentido educativo en las decisiones y acciones que se realizan?, ¿qué pasa con aquellos trabajadores cuya plaza de origen fue en esa Secretaría?, ¿qué puestos ocupan éstos y qué actividades realizan?, ¿de qué manera se interpretan o emplean los manuales de organización?, ¿cuál es el papel de las delegaciones sindicales en todo este proceso?

Tengo claro pues, que generalizar no es del todo adecuado; puede ser que alguna Secretaría (con su respectiva estructura y personal) opere con altos niveles de eficiencia y eficacia, y qué bueno que sea así porque, ante todo, su labor o quehacer se debe a sus usuarios; sin embargo, también tengo claro que no sucede de esta forma en todo el país y, desde luego, en la propia SEP federal. En suma, habría que observar qué es lo que pasa con el personal de confianza o de base porque, independientemente del puesto o cargo que ocupa, las actividades que realiza son fundamentales para el logro de los objetivos educativos y, en eso, tendrían que enfocar su atención los titulares de las distintas áreas o departamentos. En fin.

¿Qué otro tipo de personal podemos encontrar en las Secretarías de Educación? Además de aquellos que ocupan puestos sujetos al Servicio Profesional de Carrera encontramos a los que han sido contratados por Honorarios. Por el tema que me ocupa en estos momentos me referiré a los segundos porque, quiero pensar o suponer, que el documento que la profesora Delfina Gómez, titular de la SEP, firmó hace unos días y, mediante el cual solicitó a Subsecretarios, Directores Generales, Titulares de Órganos Administrativos Desconcentrados y Entidades Paraestatales, que presentaran su propuesta de reducción de personal aludía a éstos, a los que fueron contratados bajo esta figura: la de honorarios. ¿Por qué afirmo esto? Veamos.

El contrato de honorarios por la prestación de servicios profesionales, es un esquema laboral en el que no existe una relación de subordinación por lo que la parte contratante no está obligada a garantizar ningún derecho laboral. Los ingresos percibidos de esta manera se basan en esa prestación de servicios independientes, en una relación laboral autónoma y voluntaria y, aunque no están sujetos a las mismas leyes que los trabajadores subordinados, la Secretaría de Trabajo en los últimos años, ha determinado los marcos bajo los cuales se regula este esquema.

De esta forma, a un trabajador contratado bajo este régimen, se le puede rescindir su contrato porque la misma norma establece que dichos contratos deben apegarse a las disposiciones de racionalidad, austeridad y disciplina presupuestal que dicte el ejecutivo, no obstante, éstos podrían exigir derechos laborales si pudieran comprobar la existencia de una relación laboral de subordinación, por ejemplo: si tiene un horario fijo, si recibe órdenes o instrucción de un superior inmediato o si realiza sus tareas en un lugar de adscripción fija. En estos casos, podría comprobarse una relación laboral explícita y el trabajador sí tendría que reclamar todos los derechos laborales que indica la LFT vigente.

¿A qué tipo de personal se refería la Secretaria de Educación, Delfina Gómez?, ¿la política de austeridad del gobierno, que se autodenominó de la cuarta transformación, es motivo suficiente para rescindir contratos, si fuera el caso?, ¿el contexto pandémico que estamos viviendo en nuestro país, y el mundo entero, es razón necesaria para que se reduzca el personal adscrito a esa Dependencia?, ¿no habría que ser un poco más sensibles y revisar las actividades que cada trabajador, área o departamento realiza para el desarrollo y éxito de los proyectos y políticas educativas? Vaya, ¿una política de austeridad determina la eficiencia y eficacia en la prestación de los servicios educativos?

Desde luego que hace falta que en la SEP se pongan las pilas; por ejemplo, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros es un caos y, en lo que va de este gobierno, ha vuelto incomprensibles todos sus procesos. ¿No cabría la posibilidad de hacer un diagnóstico y perfilar otro tipo de acciones para mejorar, insisto, los procesos?

¿Qué motivó a la Secretaria de Educación a afilar las tijeras? Ojalá respondiera porque, tal y como lo expuso el periodista Erick Juárez en sus redes sociales a través de la respuesta que dio la SEP al oficio signado por la profesora en cuanto a que éste se trataba de una reubicación de personal o reestructuración administrativa, deja muchas interrogantes sobre lo que sucede una vez que ésta tomó posesión de su encargo.

No hay que olvidar, que de acuerdo al artículo 46 de la LFTSE: Ningún trabajador podrá ser cesado sino por justa causa. Consecuentemente, ¿asumiría los costos legales por la reducción de personal de base, por ejemplo?

Al tiempo.

*Nota: Quiero pensar que sigue vigente porque en la búsqueda de este documento no encontré una versión actualizada del mismo)


Referencias:

Ley federal del Trabajo. Última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federació el 11/01/2021.

Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Reglamentaria del Apartado B) del Artículo 123 Constitucional. Última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 1/05/2019.

Redacción Aristegui Noticias. (2016). SEP dejará de pagar sueldo a más de 2 mil maestros comisionados. Aristegui Noticias. Recuperado de: https://aristeguinoticias.com/undefined/mexico/sep-dejara-de-pagar-sueldo-a-mas-de-2-mil-maestros-comisionados/

SEP. (2013). Manual de Normal para la Administración de Recursos Humanos en la Secretaría de Educación Pública. SEP. Recuperado de: https://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/24e8c91d-d2fc-4977-ad19-dc572c3e4439/manual_normas_administracion_recursos_humanos_sep.pdf

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/la-reduccion-de-personal-en-la-sep-y-las-tijeras-de-la-profesora/

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