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Ecuador:“En el hogar está la escuela de valores.

América del Sur/Ecuador/15.08.2017/Autor: Mariana de Jesús Badillo Silva  Fuente:http://www.laprensa.com.ec
La desintegración en los hogares es uno de los factores para la falta de valores, dijo Mariana de Jesús Badillo Silva, maestra jubilada, laboró muchos años en lo que fue la escuela Simón Bolívar, recuerda que en las reuniones con los padres de familia les decía: “no cambien a sus hijos por el dinero”, esto, porque muchos padres de familia salían fuera del país en busca de mejores ingresos para la familia, pero abandonaron a sus hijos.
¿Por qué la sociedad está “enferma” y sin los valores fundamentales?
El hogar es la primera escuela para educar a la niñez, pero lamentablemente, en la actualidad la desintegración de los hogares, ha hecho que los padres y madres abandonen a sus hijos para irse al extranjero. Muchas veces a los padres de familia de la escuela donde laboraba les decía: “por favor no cambien el dinero por los hijos. El papá y mamá son los pilares fundamentales para formar ese gran edificio de la familia, si falló el hogar, falla todo. Los padres son los primeros invitados a educar a sus hijos, porque la escuela y el colegio instruye, el hogar educa. Si fallaron el padre y la madre, los hijos han quedado en manos de los abuelos, tíos, hermanos, eso no sirve, la educación tiene que ser con el padre y la madre, ellos tienen que formales en base a los valores, enseñar con el ejemplo, la buena educación y las costumbres. En la actualidad las costumbres antiguas se han perdido totalmente, “ahora los hijos quieren hacer lo que a ellos les da la “santa regalada gana”, salen y entran el rato que quieren, no hay valores ni piden la bendición, no dicen a dónde van, la madre, no sabe a donde se fue su hijo y está desesperada cuando salen por la noche.
¿Por qué la sociedad se encuentra en crisis?
En la actualidad la sociedad está descompuesta, ahora vemos crímenes, femicidios, los asaltos y los robos, esto sucede porque falló el hogar, para mí el hogar es lo fundamental.
¿Qué hacer para corregir los errores que afectan al desarrollo de la sociedad?
La corrupción es un mal arraigado en toda sociedad y no solamente en el Ecuador sino en todo el mundo, pero en nuestro país, se pasó los límites.
Creo que esto se debe a la falta de educación y cultura. La política es para servir y no adueñarse de aquella política de bienes y de dinero.
¿Qué mensaje le daría a nuestra juventud?
Tienen que dedicarse a estudiar, realmente, los pobres nos hemos salido adelante únicamente a base de la educación, pues la educación es la base fundamental de la sociedad, diríamos que la educación es el vestido de gala que usará toda la vida, en todo sentido y en todo campo. El líder educado está consciente que va a servir a los demás y no a servirse de ellos, hay que hacer obras en favor de los que menos tienen, por la niñez, por los desvalidos, por minusválidos, por ellos tienen que trabajar los políticos.
¿Hay personas o sectores que conocen de actos de corrupción, pero no denuncia estos hechos, argumentando que van a perder la imagen de una institución? ¿por qué la gente se queda en silencio y no reclama nada?
Pienso que las personas, las instituciones y los medios son los llamados a reclamar, porque saben y conocen deben denunciar, precisando lo que están haciendo, pero deben hacer con anterioridad, a veces dicen, pero cuando ya huyen los culpables, por lo tanto, las denuncias deben hacer pronto.
Ahora veo muy difícil, la corrupción está arraigada en todo campo, desde las empresas pequeñas hasta las más grandes, éste es un mal de la sociedad, que está muy difícil sacar, pero nosotros debemos empezar desde ya denunciando para que no se dé en ninguna de las organizaciones, sean pequeñas o grandes. La corrupción está en todo lado, incluso en los hogares, donde hay problemas.
¿Antes no habían problemas de corrupción?
Hace unos 20 años ni siquiera se conocía el término corrupción, ahora este problema es a nivel nacional e internacional, es un cáncer que daña a la sociedad en general.
¿Qué mensaje daría a la ciudadanía de Riobamba?
Que sea consciente, tiene que depositar su voto en forma razonada para elegir a las personas que se pongan al servicio de las demás, la política es para servir, no para enriquecerse. Antes, el presidente José María Velasco Ibarra, murió en la última pobreza; Mujica, en Uruguay, hizo una política de manos limpias, de esa forma se tiene que aplicar, trabajar para dar un servicio social a las personas y a los más necesitados.
Fuente: http://www.laprensa.com.ec/temsemana.asp?id=1291#.WZGOK1HyjIU
Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-JPVQxhNZHsM/TakJKqsKmiI/AAAAAAAAAAU/z9hxk4YLsQM/s1600/PRINCIPIOS+Y+VALORES+2.jpg
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Una iDécada de transformaciones cotidianas

Liliana Arroyo

Seamos de iPhone o no, a la Manzana le debemos la revolución del concepto móvil. La innovación genial respecto a otros teléfonos fue reunir música, teléfono e internet en un solo dispositivo. Eso precipitó la popularización de los smartphones de todas las marcas, presentes hoy en el 90% de bolsillos. Sin duda son una revolución tecnológica, pero también social, ya que han transformado cómo somos, cómo pensamos y cómo nos relacionamos.

Atender el móvil es un hábito: casi lo primero al empezar el día y lo último antes de acostarnos. Sirve de despertador, de agenda y de baúl de los recuerdos, convirtiéndose en una especie de memoria externa. Con las cámaras integradas nos convertimos en retratistas constantes. Parece que inmortalizarlo todo no cueste nada y que lo más importante sea compartirlo en directo y para todos. Hay mucho debate sobre lo que publicamos y la redefinición de la intimidad. Sin los smartphones, esto no habría llegado tan rápido ni a tanta gente. Somos más cotillas y controladores, mientras algunas voces nos recuerdan la importancia de saborear el momento sin pensar en el hashtag que pondremos.

IDENTIDAD FÍSICA Y ‘YO VIRTUAL’

Vamos aprendiendo que tenemos una identidad física y un ‘yo virtual’, aunque son realidades cada vez más fusionadas. Hablamos poco de la cantidad de datos que generamos sin saberlo (recorridos, pasos diarios, historial de navegación, apps que usamos), aunque es primordial porque nutren modelos de negocio, algoritmos o facilitan investigaciones policiales.

La inmediatez alimenta la impaciencia, las respuestas rápidas, los titulares de 140 caracteres o memes resumiendo la actualidad política. Los móviles tienen un punto democratizador, puesto que acortan distancias entre nosotros y el mundo. Apple ideó pantallas táctiles que responden deslizando el dedo, sin necesidad de leer o escribir. Por eso vemos a criaturas jugueteando con móviles buscando sus dibujos preferidos. Esto supone nuevos retos educativos para familias y escuelas, con intensos debates sobre alfabetización digital.

FRONTERAS DIFUSAS

Con el móvil en la mano podemos estar trabajando, entreteniéndonos o reservando las vacaciones. Eso da pistas sobre lo difusas que son las fronteras entre ocio y obligaciones en el momento en que la oficina está allí donde vayamos. A su vez, abre la puerta a la disponibilidad absoluta, y como aún no hemos acordado una higiene digital básica, vivimos hiperconectados y a veces inundados por la multitud de notificaciones y mensajes multicanal. No decidimos activamente a qué prestamos atención y los móviles están diseñados para acapararla.

En definitiva, la tecnología nos encandila con oportunidades fascinantes, pero eso no justifica la invasión. ¿Por qué no celebramos la década con un propósito? El mío es que tomemos consciencia de que los móviles son herramientas tremendamente útiles que por suerte tenemos a nuestro alcance. Pero aún nos falta domesticarlos para que sean mejores aliados. Y difícilmente ocurrirá sin una sociedad que lo exija.

Fuente del articulo: http://www.elperiodico.com/es/opinion/20170628/una-idecada-de-transformaciones-cotidianas-por-liliana-arroyo-6135173

Fuente de la imagen: http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/2/3/1441828994732.jpg

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Escenas cotidianas

Yasel Toledo Garnache

La señora subió con dificultad al camión repleto de pasajeros. Nadie le brindó asiento. Había un silencio tremendo. Ella miraba casi suplicando con los ojos por un espacio en uno de los bancos y nadie dijo ni una palabra.

Caminó trabajosamente, apoyada en un bastón, hacia el fondo, se detuvo, y así fue en el viaje durante algunos minutos hasta que un joven se paró y le brindó su lugar; a pesar de tener fiebre y sentirse muy mal, percibir la falta de sensibilidad de los demás la lastimaba más que cualquier dolor físico.

Una mujer embarazada estaba en una cola para comprar una barquilla con helado a su hijo, el vendedor intentó darle el producto a ella primero, pero los demás protestaron, porque llevaban mucho tiempo esperando y «no era justo que alguien lo adquiriera rápido».

Los ejemplos referidos no constituyen la generalidad, pues a lo largo del país predominan los favorables, muestras de la sensibilidad de los cubanos, sin embargo, no podemos cerrar los ojos ante la otra parte, aunque duela verla.

La situación resulta más compleja de lo que aparenta, su inicio no radica en el comienzo de cada acontecimiento, sino mucho antes. La formación de cada quien desde pequeño es fundamental, con influencias de la familia, las escuelas, los medios de comunicación, los vecinos y todos en general.

En ocasiones he visto cómo madres piden a sus hijos que coman un pedazo de pudín en casa antes de la llegada de sus amiguitos, para no compartirlo. Hace poco, una me decía que su pequeño es medio «bobo», porque deja que los demás consuman la mayor parte.

Y, ¿qué les enseñamos cuando deben ingerir algo escondidos o saben que el refresco es para cuando estén solos? Recuerdo mi etapa en el preuniversitario, un grupo de amigos compartíamos los alimentos, como hermanos.

Destinamos una taquilla para poner lo de todos y cada uno comía cuando deseaba, sin pedir permiso, aunque teníamos la suficiente mesura para no exagerar.

Talabera siempre llevaba unos dulces que le hacía su papá, para dárnoslos a nosotros, pues él, aburrido de probarlos desde chiquito, ya ni los quería. Karel compartía su bistec de cerdo y prefería el pollo de Yulio. Así, estábamos muy satisfechos, siempre con chistes y muchos sueños.

Los domingos, luego de terminar las visitas de nuestros padres, comíamos en conjunto y eso aseguraba más diversidad al paladar.

Otros muchachos del dormitorio se alejaban para comer solos, a veces lo hacían en la oscuridad, después de apagar las lámparas, y sus panes, dulces… solían estar protegidos por potentes candados.

El ejemplo de los mayores tiene una dimensión tremenda, también lo observado en audiovisuales. Según algunos investigadores, quienes ven violencia se comportan más agresivos sin importar su localización geográfica, sexo o nivel socioeconómico, lo cual se refuerza en los de menos edad.

Refieren que los infantes aprenden más por imitación e incorporan soluciones «bravuconas», aunque no las manifiesten de forma inmediata, y pueden considerar las peleas, vistas en animados o la vida real, como un mecanismo normal para resolver conflictos, más cuando quien dispara y golpea es presentado como un héroe. Tampoco se trata de comparar una generación con otra, ni sucesos actuales con anteriores. Las circunstancias son diferentes, aunque la importancia de los adultos como guías, consejeros y modelos a seguir será siempre fundamental.

Prefiero pensar en las personas que ayudan a otras, veo al muchacho brindando su asiento, otro carga el bolso de una anciana, una joven toma la mano de un débil visual para cruzar la calle… Y sonrío porque, a pesar de los lunares, la solidaridad constituye uno de los mayores encantos de Cuba, un país más grande por el amor de su gente.

Fuente del articulo: http://www.granma.cu/opinion/2017-07-06/escenas-cotidianas-06-07-2017-22-07-44

Fuente de la imagen: http://www.granma.cu/file/img/2017/07/medium/f0087451.jpg

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República Dominicana: Desempleo y bajo gasto social inciden en poco bienestar de población

República Dominicana/01 de agosto de 2017/Autora: María Teresa Morel/ Fuente: http://www.elcaribe.com.do

Según datos oficiales, en el país el desempleo neto es de 14% y el desempleo relativo o empleo informal, de 57%

Mientras no haya una reducción significativa del desempleo y un aumento en el gasto social por encima del 10% del Producto Interno Bruto (PIB), el crecimiento económico que ha venido experimentando el país en los últimos años no se traducirá en una mejora de la calidad de vida de los dominicanos.

Así lo explica el economista Pavel Isa Contreras cuando analiza los pobres indicadores de desarrollo humano que exhibe el país en materia de educación, salud, vivienda, acceso a agua potable, entre otros, que mantienen rezagado al país cuando se le compara con otras naciones de la región.

El Índice de Desarrollo Humano es un indicador creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que mide tres dimensiones para alcanzar un estándar de vida decente, como son el ingreso o poder adquisitivo de las personas, el nivel de estudios alcanzado y la esperanza de vida al nacer.

Isa Contreras, insiste en que existe una brecha entre el crecimiento económico y el empleo, ya que los sectores que están creciendo generan poco trabajo y los que genera, son de baja calidad, es decir, de baja remuneración.

“Si usted no tiene una caída en el desempleo, usted va a tener la misma oferta de fuerza de trabajo disponible y ansiosa por conseguir un trabajo, y si hay mucha gente ansiosa por encontrar un trabajo, usted va a tener una tendencia a la baja del salario”, argumenta.

Admite que el desempleo se ha reducido en los últimos tres años pero de manera lenta e insuficiente conforme al crecimiento económico experimentado.

Y aunque el Gobierno enarbola como logro la creación de 800 mil empleos en dos años, el economista plantea que 400 mil empleos al año, solo mantienen estática la tasa de desempleo. “Argumentar que se han generado 800 mil empleos en los últimos dos años es argumentar que las cosas se han quedado fundamentalmente en el mismo punto. Eso es llenarse la boca con cifras. No son cifras que son contundentes. Eso es lo que genera normalmente la economía para que no haya un aumento del desempleo”, dice.

Generar empleos de calidad

Indica que la respuesta a esta problemática está en estimular ciertos sectores económicos que generen empleos de calidad, en particular, la agricultura, la industria manufacturera o agroindustrial, y aquellos servicios con alto valor agregado como la exportación, el turismo de aventura o cultural, los ‘call center’ o los “back offices” (labores informáticas, comunicaciones, gestión de recursos humanos, contabilidad o finanzas), que suelen requerir una mano de obra más calificada a la que habría que pagarle mejores salarios.

Más gasto social= más impuestos

En otro orden, el economista plantea que un aumento del gasto social por encima del 10% para la provisión de servicios sociales fundamentales que impacten en el bienestar de la población, necesariamente está relacionado con un incremento de los ingresos fiscales. El problema radica, según Isa Contreras, en que actualmente, el Gobierno no tiene la suficiente credibilidad ni el liderazgo para negociar un aumento de las recaudaciones por los últimos escándalos de corrupción en que se ha visto envuelto.

“La gente está ávida de que el Estado provea bienes públicos fundamentales y esos bienes públicos los provee recaudando pero con el manejo del Estado que estamos viendo, la gente está totalmente incrédula y con toda razón”, dijo.

Sostiene que si el Gobierno no aumenta la provisión de servicios sociales de calidad, entonces no puede haber mejoría en indicadores como la mortalidad infantil, mortalidad materna, el acceso a agua potable, vivienda, entre otros.

“Todavía persisten viviendas de muy baja calidad en donde los vectores (mosquitos, moscas, cucarachas, ratas, etc) se reproducen y generan enfermedades”.

RD no aprovecha avance del PIB para mejorar la salud y la educación

El también economista y especialista en temas de desarrollo Miguel Ceara Hatton afirma que la República Dominicana es el séptimo país del mundo que más desaprovecha las oportunidades del avance en el PIB para mejorar la salud y educación.

En pocas palabras, especifica que en los últimos 25 años, 137 países, con los mismos recursos o menos, han logrado un mejor
desempeño en salud y educación que la República Dominicana.
Argumenta que si un país aumenta la riqueza por habitante y avanza en el “ranking” mundial, debería en el largo plazo mejorar la posición de bienestar, en especial en estos dos renglones.
Dice que la posición dominicana prácticamente no se ha movido en el largo plazo, “de hecho ha retrocedido acumulativamente una posición, estando mejor colocado en la década del noventa.

¿Adónde ha ido el crecimiento económico?

“Esta tendencia plantea serios cuestionamientos a la forma de cómo ha crecido la República Dominicana, que lleva a la paradoja de un avance sustancial en la posición mundial de la “riqueza por habitante”, siendo el país 18 que más lugares avanzó en el mundo en 25 años y al mismo tiempo retrocedió relativamente en salud y educación (ocupó la posición 111). Cabe preguntarse: ¿Adónde se ha ido ese crecimiento? ¿En qué se ha utilizado? ¿En corrupción? ¿En Odebrecht, en los Tucanos, en la Oisoe y en otros tantos destinos espurios?”, cuestiona. A su juicio, el crecimiento ha servido para cambiar cosas (edificios exclusivos y lujosos, hermosas avenidas, concentrar riqueza) pero no para mejorar las condiciones de vida de la gente.

Educación y salud
Isa afirma que si hubo un aumento del 4% del PIB en educación fue forzado por la movilización social. Mientras, el gasto en salud es menos del 2%

Debajo del promedio
Mientras el gasto social en América Latina ronda el 14% del PIB, en la República Dominicana se mantiene por debajo del 8% del PIB.

 Fuente de la Noticia:
http://www.elcaribe.com.do/2017/08/01/desempleo-gasto-social-inciden-poco-bienestar-poblacion/
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El círculo de la barbarie

 

La violencia es una forma de acción que destruye las relaciones sociales, es, concep-tualmente, la negación de la educación —lo opuesto a racionalidad, inteligencia, humanidad, derechos humanos y moral. No obstante, sorprende advertir que en México algunos alumnos de normales y maestros, recurren frecuentemente a la violencia para obtener determinados fines: la violencia se ha instalado como cultura en algunos grupos del magisterio.

Siempre he defendido las escuelas normales, tengo muchos amigos normalistas y me consta que entre no pocos de ellos subsiste la idea de que el gobierno (federal o estatal) pretende destruir las escuelas normales. Esta idea ha alimentado durante años una agresiva política “de defensa y resistencia” de los grupos estudiantiles dirigentes de las normales rurales que proponen un continuo activismo violento contra los enemigos del pueblo, que son los mismos que buscan acabar con sus escuelas.

Las tácticas de lucha de los normalistas rurales son por definición violentas: cierre de carreteras, clausura de edificios públicos, destrucción de vehículos, asalto a camiones con mercancías, etc. La violencia provoca otra violencia, en este caso la policiaca y, cuando ésta irrumpe, los normalistas, siempre agraviados, comprueban en la práctica que, en efecto, el gobierno los agrede y que, una vez más, ellos son las víctimas.

Una coartada perfecta para los pregoneros del victimismo. El respeto a las leyes que rigen al país, desde luego, no es un valor para muchos de estos futuros maestros y el argumento para pisotear las normas es claro: ¿porqué respetar la ley cuando los demás la violan?

Este relativismo moral rudimentario —tan difundido en nuestro país—, olvida que ellos son futuros maestros: es decir, las personas que habrán de educar tarde o temprano a los futuros ciudadanos. Lo que cabría en todo caso es preguntar es: ¿Qué país aspiran a construir desde el salón de clases? ¿Se quiere construir una sociedad democrática (basada en leyes) o, por el contrario, se pretende edificar un mundo de anomia y barbarie?

Esa misma pregunta es válida para muchos maestros de Oaxaca y Chiapas que, año con año, o Guelaguetza a Guelaguetza, hacen ostentación de los recursos menos civilizados para lograr satisfacción a sus demandas (casi siempre ilegales o excesivas) clausurando carreteras, aeropuertos, lanzando bombas molotov a la policía o secuestrando a los funcionarios encargados de realizar la evaluación de docentes.

El problema se complica cuando del otro lado, del lado del Estado, actúa otra barbarie: las tragedias de Ayotzinapa y Nochixtlán ilustran el extremo demencial al que puede llegar la torpeza y perversión de las policías. Estos eventos son dos llagas dolorosas en el cuerpo de la nación, sin embargo, lo que es discutible es que, a partir del agravio educadores adopten actitudes vengativas y conductas violentas e irracionales que reproducen el circulo de la barbarie.

La violencia es el opuesto de la educación. Lo que la escuela busca es ayudar a construir una sociedad justa y democrática, lo cual implica un orden basado en el ejercicio libre del voto, en el diálogo inteligente y racional, en comportamientos que respeten los derechos humanos (consagrados en las leyes), en el respeto a las instituciones que la sociedad, a veces con muchos esfuerzos, ha creado.
Los valores que la escuela promete transmitir (autonomía, tolerancia, honestidad, legalidad, respeto a los derechos humanos, fraternidad, solidaridad, paz, solidaridad, altruismo, etc.) deben formar parte del equipaje intelectual, moral y emocional de los docentes. Ningún docente puede transmitir a sus alumnos una cualidad que no le sea propia. ¿Quién puede enseñar legalidad y tolerancia cuando en la práctica (lanzando bombas molotov a la policía) demuestra que no tiene el menor respeto por esos valores?

Fuente del Artículo:

El círculo de la barbarie

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Darío Villanueva: “Hay que aprovechar el potencial de la literatura para seducir”

26 de julio de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

Darío Villanueva

Hace ya algunos años Carlos García Gual nos alertaba sobre el creciente descrédito de las humanidades y la literatura en la sociedad actual. De hecho, los programas educativos actuales han reducido considerablemente el número de horas dedicadas a la lectura y estudio de la literatura. ¿Cree que existe un desapego real por la cultura literaria? 

Sí, lo atribuyo a una visión muy reductora de la formación de las personas. Existe un orden de valores trastocados donde se le concede importancia absoluta a lo que, visto desde otro punto de vista, resulta secundario. Se da mucha importancia a la pragmaticidad, a la supuesta eficacia, también se utiliza el término empleabilidad. Se considera que es más importante enseñar destrezas puntuales y prácticas que contribuir a la configuración de la personalidad, que es lo fundamental en las primeras etapas de la formación de las personas. En este sentido, lo que no se aprende durante la infancia es imposible aprenderlo más tarde porque la persona va madurando mientras está siendo educada y cuando llega a cierta edad se desliga del proceso educativo. Pero las destrezas concretas y puntuales siempre se pueden aprender. De hecho, la propia configuración de la sociedad, cada vez más, nos va a exigir una formación continua. Yo creo que es una falta de perspectiva respecto a lo que es sustantivo en esa etapa primera de formación básica, donde hay que configurar en plenitud la personalidad de los jóvenes.

¿Qué valores y qué destrezas puede aportar la literatura a la formación de los estudiantes?
En primer lugar, tiene una función fundamental que es enseñar de manera grata la lengua. La primera destreza que la gente adquiere al leer es la destreza expresiva: conoce su idioma, su vocabulario, se familiariza con las estructuras gramaticales y aprende ortografía. No hay mejor manera de aprender ortografía que leyendo. Aparte de esto, la literatura enseña la condición humana y proporciona un gran número de informaciones complementarias de tipo histórico, artístico, económico, científico. Está llena de contenido y de sabiduría. Yo distinguiría tres utilidades máximas: el conocimiento del idioma, el enriquecimiento de los contenidos de los que ya hemos hablado, y por último la condición del sentido estético. La literatura emociona a través de la belleza y a través de la palabra, y esa vinculación entre emoción, belleza y palabra es uno de los réditos mayores que podemos obtener de la literatura.

¿Qué consecuencias cree que puede traer consigo este desdén por los estudios humanísticos?
Lo que ya hace años algunos sociólogos como Marcuse llamaban el “hombre unidimensional”, es decir, seres humanos enormemente limitados con unas perspectivas muy chatas, muy reducidas. Llegaríamos a un despilfarro del enorme potencial de desarrollo que la condición humana nos proporciona y que la formación humanística nos ayuda a desarrollar en plenitud. Esto tiene unas consecuencias muy malas porque la propia vida social, la propia democracia, necesita de ciudadanos excelentes, formados al máximo. La atención a las humanidades tiende a crear individuos y ciudadanos mejores.

A pesar de ello, a todos nos gustan las buenas historias y sobre todo a los niños y niñas. ¿Qué cree que se puede hacer desde las aulas para que el alumnado aprecie los buenos libros y goce con su lectura?
Precisamente esto. Los profesores tenemos que conseguir que brote la chispa del disfrute estético en nuestros alumnos. Hay que tener mucho cuidado en no presentar la literatura como una disciplina árida o con unas exigencias utilitarias. Tenemos que aprovechar el potencial que tiene la literatura de seducir, de emocionar, de producir un efecto de percepción de belleza en los estudiantes. Tenemos que evitar que nuestra manera de enseñarla introduzca una barrera entre el estudiante y la propia literatura. El profesor debe ser muy transparente y dejar que sea la propia literatura la que actúe e interaccione con el estudiante. Hay determinadas estrategias que pueden ayudar mucho a esto.

¿Qué tipo de estrategias?
Sobre todo una buena selección de los textos, una buena interpretación de cuáles son los horizontes de expectativas de los alumnos que pueden cambiar de un año al otro, de una promoción a otra promoción. Tener las antenas muy desplegadas para empatizar con el alumno. Con el conocimiento que los profesores tenemos, debemos saber proyectar sobre nuestros alumnos aquella literatura que en ese momento a ellos les pueda enganchar. No se trata de enseñarles la literatura que ellos prefieran, sino crear una confianza con ellos para introducir toda la literatura que nosotros creemos que deben conocer.

¿Y las familias, cómo pueden transmitir a los más pequeños el gusto por la lectura?
Que sean ellos mismos los favorecedores de la lectura. Esto pasa por la aproximación al libro, en cualquiera de los soportes. Yo creo que el libro impreso va a continuar teniendo vigencia, pero si hoy en día los nativos digitales empiezan a leer a través de dispositivos electrónicos, no desdeñar tampoco que la primera lectura literaria llegue desde allí. De todos modos, la propia pujanza del sector editorial demuestra que sigue muy vigente la aproximación al libro. Los libros que hoy se editan están concebidos en función de las expectativas de los más jóvenes, son muy seductores. Pueden ser una obra de arte, una máquina muy perfecta. Los padres lo que tenemos que hacer es que nuestros hijos sepan que la lectura forma parte de nuestra vida.

Este año se celebra el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de el Quijote. ¿Qué hace de esta obra un libro tan universal?
Es la obra más universal de nuestra literatura, y casi podría decir que es la más universal de todas las literaturas. El Quijote es fundamentalmente y, al mismo tiempo, un libro regocijante, melancólico y sabio. Está lleno de sabiduría culta y popular. Don Quijote y Sancho son dos arquetipos que aportan las dos dimensiones cultas: la de los libros y la de la vida. Como se pasan todo el tiempo hablando, porque el Quijote es un libro de diálogos, resulta muy seductor para los lectores porque se acaban por sentir inmersos en una conversación en la que se habla de muchas cosas que siguen teniendo plena vigencia hoy. No defrauda nunca. Hay mucha gente que hace con el Quijote como con la Biblia: abrirlo por una página al azar y empezar a leer. Y lo que está leyendo le resulta de utilidad. Es un libro gracioso e irónico, pero tiene una profundidad humana muy grande. Es un libro melancólico porque todos nos sentimos identificados con lo que querríamos ser y lo que la vida nos permite. El choque entre el modo en que nos gustaría ver las cosas y cómo las cosas son definitivamente.

¿Es esa la razón por la que este libro continúa apelando al lector tal y como lo hacía hace 400 años?
Sin duda alguna, esa es una prueba incontestable. Los clásicos son los libros que le siguen diciendo cosas a los lectores que pertenecen a una sociedad distinta a aquella en la que el libro fue escrito. Lectores que ya no tienen contacto posible con quien fue el autor. En el caso del Quijote, incluso apela a lectores que no pertenecen a la lengua en la que fue escrita y tampoco a la sociedad ni al país. El Quijote es una obra profundamente española, pero al mismo tiempo aporta unos valores de universalidad.

¿Usted cree que se lee suficientemente el Quijote en nuestros centros educativos?
No puedo emitir una respuesta al respecto porque no dispongo de datos exactos. Lo que sí podemos decir es que el sistema no ofrece garantías de que el Quijote sea una lectura, no digo obligatoria, pero sí obligada dentro de los planes de estudios. Hace 100 años, cuando se conmemoraron los 300 años de la publicación de las dos partes del Quijote, hubo varios decretos del Gobierno para establecer la lectura obligatoria en todas las escuelas. Entonces hubo polémica porque algunos escritores decían que estaba muy bien, por ejemplo Miguel de Unamuno, pero también hubo quien se postuló en contra, como Ortega y Gasset. Su argumento era que consideraba que el Quijote era una obra desmitificadora y que a los niños hay que ofrecerles mitos, cosas en las que crean.

Algunos docentes creen que la extensión de la obra o el lenguaje cervantino son obstáculos a la hora de leer y estudiar el Quijote en las aulas. ¿Recomienda usted aproximarse a él a través de adaptaciones?
Sí, sin duda alguna. El Quijote es un libro para leerlo más de una vez y a mí me parece que la primera vez, para engancharse, la mejor manera de hacerlo es a través de las magníficas adaptaciones que existen ya desde el siglo XIX.

¿Qué características debe tener una buena adaptación?
Fundamentalmente que, con mucho respeto a la lengua de Cervantes que aún es un lenguaje muy similar al nuestro, evite aquellos párrafos y aquellos términos donde hay una distancia mayor. Que las palabras no se conviertan en una barrera para su compresión. También es muy interesante aligerar los meandros y recovecos que el Quijote tiene sobre todo al principio, y que distraen el argumento principal y pueden resultar disuasorios. La intercalación de historias ajenas a la línea principal es algo que también puede aligerarse en las ediciones adaptadas.

¿Qué papel atribuye usted a los clásicos en la educación?
Para mí es un papel fundamental. La literatura es un repertorio de obras eminentes que han conseguido superar las barreras del tiempo y el espacio. De modo que, aunque yo soy decidido partidario de leer la lectura actual y creo que se debe fomentar que los jóvenes se conviertan en lectores de la literatura de su momento, sin embargo, los clásicos han dicho cosas que no se han mejorado después de ellos y que nos hablan a nosotros de nuestra realidad. Esa es la condición de un clásico. Es como si hubieran conseguido acuñar de manera perfecta los sentimientos, las pasiones, las circunstancias.

¿Las nuevas tecnologías están cambiando los hábitos de lectura de los estudiantes?
Sí, en general, toda nueva tecnología cambia nuestros hábitos. McLuhan decía que las nuevas tecnologías actúan como extensiones de nuestros sentidos. Modifican nuestra relación con el entorno, pero no hay que ser catastrofistas. No hay que pensar nunca que los cambios van a destruir la condición humana, que es muy fuerte y muy poderosa. Son cambios que no son modificaciones irreversibles. Igual que la radio no terminó con la conversación, la televisión y el cine no terminaron con el teatro, hoy en día el libro electrónico no está terminando con el libro de papel.

Las editoriales se esfuerzan cada vez más en conseguir formatos que resulten atractivos para un público saturado de estímulos a su alrededor. ¿Qué cree que debe hacerse para que la edición impresa siga resultando atractiva para esta generación?
A mí me parece que las ediciones pensadas para un público juvenil son muy atractivas, y que los diseñadores son unos auténticos artistas, no solo porque se expresen artísticamente, sino porque saben encontrar el punto del receptor: saben colocarse en la perspectiva estética de este. No es un tema que me preocupe en absoluto. Creo que la industria editorial va por muy buen camino y el libro de papel, sin dar el paso a la interactividad que posibilita el mundo digital, goza de muchísimos elementos y factores de extraordinaria atracción para el lector.
Yo sigo muy atentamente la producción de literatura juvenil  e infantil y verdaderamente me quito el sombrero ante lo que editores y diseñadores están haciendo.

Además de la interactividad que ofrecen los formatos digitales, ¿Qué más ventajas cree que tienen este tipo de libros?
Tienen la ventaja de la hipertextualidad, que se refiere a la relación del texto con otros textos. También la neutralización entre lo oral y lo escrito, y también la contraposición de los signos simbólicos, que son las palabras, y los signos icónicos, que son las imágenes. El libro electrónico incluye voz, sonido, imagen, movimiento, y también permite que el actor interaccione con él. Es como un gran complejo de comunicación. El libro tradicional también es interactivo porque el acto de leer también es un acto de interacción. Al leer, debemos cooperar con el libro, inquiriendo sobre aquello que le falta al libro y poniéndolo nosotros con nuestra imaginación. Por esto la lectura es una actividad extraordinariamente activa.

Y por contra… ¿algún inconveniente?
Puede ocurrir que la capacidad de seducción que tienen acabe favoreciendo más la superficialidad que la profundidad del concepto. Que la carcasa sea tan seductora que no permita ir al fondo de la cosa.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/dario-villanueva-hay-que-aprovechar-el-potencial-de-la-literatura-para-seducir/

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«Los cambios sociales no son producto solo del entusiasmo sino, sobre todo, de convicciones arraigadas»

Por: Frei Betto.

«Cuando se corre detrás del dinero y el aumento del patrimonio personal, se cede a la corrupción»

(Frei Betto).- Hay quien se mueve, se activa y se moviliza en función de causas políticas. En los últimos tiempos, los estudiantes ocuparon escuelas y, ahora, los manifestantes gritan en las calles ¡FUERA TEMER!

El entusiasmo es bueno en la actividad política, pero no forma militantes. Pasado el apasionamiento, las aguas vuelven a coger su nivel. Lo que forma militantes revolucionarios para toda la vida es la articulación entre práctica y teoría.

La práctica se da en movimientos sociales, sindicatos, partidos o instancias pastorales como las comunidades eclesiales de base. La formación teórica exige herramientas adecuadas para comprender la realidad y saber cómo transformarla.

Durante los años de la dictadura se trabajó fuerte en esas dos caras de la moneda: la práctica y la teoría. Se multiplicaron en el país los movimientos sociales y proliferaron por todo Brasil equipos de educación popular que se encargaban de la parte teórica. El movimiento sindical y el PT llegaron a dirigir, en Cajamar (SP), una escuela-albergue a la que afluían militantes de todos los estados. Hoy, el MST mantiene en Guararema (SP) la Escuela Florestan Fernandes para perfeccionar la formación de sus militantes.

Me pregunto qué ha sido de los jóvenes que ocuparon las escuelas a inicios de año. ¿Terminado el movimiento se acabó el entusiasmo? ¿Quién les ofreció herramientas teóricas para que comprendieran que la lucha de un sector de la sociedad es la lucha de un pueblo, y que el antagonismo entre la libertad y la opresión es la búsqueda de una sociedad en la que el capital deje de prevalecer sobre los derechos humanos?

Las herramientas teóricas están disponibles y son de fácil acceso: las obras clásicas del marxismo, los libros de Paulo Freire, la historia de las revoluciones sociales, la historia de América Latina y Brasil.

Los cambios sociales no son producto solo del entusiasmo, sino, sobre todo, de convicciones arraigadas, capaces de tornar inmunes a los y las militantes a las tres tentaciones principales que aparecen en la lucha política: el poder, el dinero y el sexo.

Cuando la lucha se centra en alcanzar el poder y/o mantenerse en él, se troca un proyecto de nación por una feria de cargos y salarios. Cuando se corre detrás del dinero y el aumento del patrimonio personal, se cede a la corrupción. Cuando se cae en la promiscuidad, hiriendo los sentimientos de compañeras y compañeros, se mina la base ética de la construcción de hombres y mujeres nuevos.

En la historia de Brasil hay suficientes ejemplos de militantes que se destacaron por sus firmes convicciones ideológicas y prácticas revolucionarias: Tiradentes, Prestes, Olga Benario, Mauricio Grabois, Mariguella, Apolonio de Carvalho, Fray Tito, Chico Mendes, Margarida Alves, la hermana Dorothy Stang, el padre Josimo, etc.

Basta estudiar sus historias para saber cómo se formaron y fueron capaces de enfrentar todo tipo de adversidades para mantenerse fieles a la causa de la liberación de nuestro pueblo.

Fuente del Artículo:

http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2017/07/19/frei-betto-los-cambios-sociales-no-son-producto-solo-del-entusiasmo-sino-sobre-todo-de-convicciones-arraigadas-religion-iglesia-brasil.shtml

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