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La educación inicial: El Gran Reto del 2017

Por: La estrella de Panamá/ 03-03-2017

¿Por qué es importante reforzar el aprendizaje pre-escolar? Un vistazo a los desafíos e iniciativas de las instituciones públicas y privadas

A juicio de la especialista en educación temprana, Gloria Bejarano el máximo reto de la educación inicial es crear consciencia sobre su importancia. ‘Si tienes un enfoque educativo acertado, estás creando ciudadanía desde la cuna’, dice.

Según cifras oficiales, solo un 10% del total de niños entre menores de 4 años en Panamá asisten a un centro de orientación infantil.

‘El problema no es que asistan o no a un centro de orientación infantil. El tema es si hay una sociedad enterada y convencida de que a un niño de esta edad hay que entregarle lo mejor’, sostiene Bejarano, directora de Fundación Casa Taller, en entrevista con La Estrella de Panamá .

Se pueden crear buenos ciudadanos desde la cuna. Así describe la especialista lo vital de la educación en la etapa temprana, consciente de que el 2017 fue declarado en nuestro país como: ‘Año de la primera infancia’.

LA RESPUESTA A LA PROBLEMÁTICA

El problema en Panamá es que nos hemos ocupado mucho por la crianza —es decir, la manera cómo atender a un niño— en lugar de darle relevancia a su educación, según Bejarano, quien dirige el Centro de Fomento Educativo de Ciudad del Saber, Fundación Casa Taller.

‘Si durante los primeros tres años hay una carencia, eso va a ser lo que el niño arrastre toda su vida’, dice la especialista.

Otro punto a resolver —además de la conscienciación ciudadana— es la calidad de los centros educativos, según Bejarano.

‘Los centros responsables de la formación de la primera infancia deben cumplir con los estándares de calidad que hay’, apunta.

De hecho, recientemente la Dirección de Protección Social del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), inició una revisión de los Centros de Atención Integral para la Primera Infancia (Caipi) puesto que muchos de estos —anteriormente llamados Centro de Orientación Infantil (COIF)— operaban sin cumplir los requerimientos básicos.

LA LABOR DE CASA TALLER

Como tercer punto para enfrentar el desafío de la educación inicial —más allá de la conscienciación y la calidad de los centros educativos— Bejarano menciona la investigación.

En este nivel se enfoca la fundación que preside. ‘Casa Taller está trabajando en cómo construir conocimiento sobre esta etapa tan importante del desarrollo del niño’, revela la especialista.

En enero de este año se llevó a cabo el IV Curso Internacional de Especialización ‘Construcción de proyectos innovadores para la primera infancia’, dictado por el Instituto Internacional de Educación Infantil de la Universidad Central de Chile. Una iniciativa que realiza cada año Fundación Casa Taller con el apoyo de Unicef.

Por otro lado, en 2016 Casa Taller logró por primera vez reunir a nueve universidades de la región para discutir sobre la también llamada educación parvularia, en el ‘I Encuentro Regional de Universidades: Formación docente para la primera infancia por una educación de calidad’, realizado en el Campus de la Universidad Autónoma de Chiriquí.

‘Las sociedades aún visualizan a los niños y a las niñas solamente como objetos de cuidado y no como personas sujetos de derechos’, publicó Bejarano en una declaración luego del encuentro regional, que firmaron los asistentes.

En ese mismo documento establecen que la formación profesional universitaria para la educación de la primera infancia requiere —entre otros puntos— ‘una perspectiva humanista a partir de la cual se potencie un concepto de niño, niña situado como persona proactiva, creadora, curiosa, lúdica, sensible, con creciente autonomía y en constante construcción de sus aprendizajes’.

ESFUERZOS CONJUNTOS

La magnitud del reto que significa la educación inicial ha llevado a unir esfuerzos públicos y privados.

Así nació en 2009 el Consejo Nacional de Atención Integral (Conaipi), el cual lo integran alrededor de 21 organismos, entre gubernamentales y privados.

Desde aquel año se reúnen periódicamente y tratan temas específicos. Fue en diciembre de 2016 que instituyeron ‘2017, año de la primera infancia’.

‘Lo interesante de esta iniciativa es que la educación en esta etapa sea un tema de estado’, agrega Bejarano. ‘Al declarar el 2017 como el año de la primera infancia, es una buena razón para tener una plataforma de trabajo que se desarrolle a lo largo’.

¿Qué le ofrece el país a los nuevos ciudadanos? Es la pregunta que deben responder no solo autoridades y grupos privados, sino la sociedad completa.

38 MIL NIÑOS

De entre 0 y 4 años viven en el país. Según un reporte de septiembre de 2016 publicado por un diario local, solo el 10% de ellos asistían a Centros de Orientación Infantil (COIF).

2017

AÑO DE LA PRIMERA INFANCIA

En 2016, la Conaipi —un esfuerzo de 21 instituciones público privadas que coordina Mides- lo anunció. Desde 2009 esfuerzos mixtos se unen en pro de los menores.

*Fuente: http://laestrella.com.pa/vida-de-hoy/familia/educacion-inicial-gran-reto-2017/23985142

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Libro: Transformaciones ambientales e igualdad de género en América Latina. Temas emergentes. Estrategias y acciones.

Transformaciones ambientales e igualdad de género en América Latina
Temas emergentes. Estrategias y acciones.

Margarita Velázquez Gutierrez. Verónica Vázquez García. Ana De Luca Zuria. Dulce María Sosa Capristán. [Compiladoras]
Beth A. Bee. Lindsey Carte. Libertad Chávez. Marta Chiappe. Sofía Mardero. Susan Paulson. Claudia Radel. Birgit Schmook. Jackelline Siles. Margarita Velázquez Gutierrez. Verónica Vázquez García. Ana De Luca Zuria. Dulce María Sosa Capristán. [Autoras]
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ISBN: 978-607-02-8550-9
CRIM/UNAM. Red Género, sociedad y medio ambiente.
México – Morelos
Octubre de 2016

Esta obra emocionante aborda en nueve capítulos los debates más recientes relacionados con el cambio ambiental poniendo al género en el centro del análisis. Cuenta con aportaciones de investigadoras y activistas feministas que analizan aspectos del contexto actual de las relaciones de género y medio ambiente en América Latina, así como las estrategias y acciones que intentan considerar este vínculo, sus impactos y contribuciones. Asimismo ofrece un punto de vista superior para examinar algunas de las perspectivas vigentes sobre el vínculo entre la desigualdad de género y el cambio ambiental global.

Para descargar, haga click aquí:
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Fuente de la Reseña de Libro:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana-cm/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1483&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1428
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Cuestión de educación, no de edad mínima de acceso

Por: Antonio Rial Boubeta 

Últimamente se me ha dado por participar asiduamente en jornadas, seminarios, tertulias radiofónicas y saraos de diversa índole en los que siempre, siempre, siempre alguien termina haciendo la misma pregunta: ¿A partir de qué edad es conveniente que los niños tengan móvil? Yo me pregunto si alguien se cuestiona a partir de qué edad pueden salir, beber su primera cerveza o tener su primer beso. «Cada casa é un mundo», diría mi madre. Por eso lo verdaderamente importante en cada uno de esos casos no es la edad concreta a golpe de calendario, sino más bien qué hemos hecho antes de ese momento y qué pensamos hacer a continuación, como madres y como padres.

Me aburre leer en los medios que la policía recomienda prohibir el uso del móvil antes de los 12 años y no permitir el WhatsApp hasta los 16, como si se tratase de una frontera exacta que pueda delimitar lo que puede o no puede hacerse, o como si fuese cuestión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sentar cátedra al respecto. Madres y padres debemos ser muy conscientes, eso sí, de que detrás del móvil hay un verdadero riesgo, no solo en los contenidos a los que nuestros hijos pueden acceder y la cantidad de líos en los que pueden meterse, sino sobre todo en lo que dejan de hacer y en lo que pueden llegar a convertirse. Algo tan aparentemente inocuo como un smartphone ha demostrado una capacidad enorme de influir en nuestras vidas. El móvil, queramos o no, puede modificar la rutina y el estilo de vida de grandes y menores mucho más de lo que podemos imaginar… y al final terminamos siendo lo que hacemos cada día, las cosas en las que ocupamos cada minuto y cada hora de nuestras vidas.

La clave, por tanto, no está en la edad a la que permitimos que nuestros cachorros tengan móvil, sino la educación (y también el ejemplo) que le proporcionemos y las pautas, normas y límites que establezcamos en el día a día. Una de las formas más básicas de educar consiste precisamente en establecer una buena rutina: en los horarios, en las comidas, en el sueño, en la higiene. Vivir y enseñar a vivir de una determinada manera. Paralelamente intentamos educar en valores y fomentar unas buenas habilidades de vida (asertividad, empatía, autonomía, solidaridad, respeto…).

El problema no son, por lo tanto, los móviles. El problema es que vivimos en una sociedad cada vez más individualista, estresada, atolondrada y despistada, en la que el lugar que ocupa la familia ya no es el que era y, a menudo, conscientes de nuestro error como padres e invadidos por un recurrente sentimiento de culpa, pretendemos sustituir la falta de atención a nuestros hijos con regalos, tablets y smartphones último modelo, que terminan por convertirse en nuestro peor enemigo. Sentido común, señores, que por desgracia es el menos común de los sentidos.

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2017/02/26/cuestion-educacion-edad-minima-acceso/0003_201702G26P14992.htm

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Los niveles de tolerancia, van de la mano con los niveles de educación

22 de febrero de 2017 / Fuente: https://revistaeducacionvirtual.com

Por: Claudia García

A menudo se dice que la tolerancia de una persona se levanta con su nivel de educación. Por lo tanto, sobre esta base, mayor es el nivel de instrucción de una persona, más probabilidades hay de que acepte las minorías raciales o étnicas .

Con frecuencia los estudios muestran que los jóvenes también son más acogedores en sus actitudes frente a los extraños. Esto se cree que es en gran parte debido a que tienen niveles más altos de educación que los grupos de mayor edad.

Por lo tanto, se esperaría que la sociedad en su conjunto se vuelva cada vez más tolerante e ilustrada como las nuevas generaciones.

Mientras que las personas más jóvenes se pueden haber vuelto cada vez más tolerante con fluidez sexual y la diversidad racial y cultural, están creciendo menos positivamente sobre temas como las personas inmigrantes.

La disminución de la tolerancia

Se dice que la gente se vuelve más tolerante mediante la mejora de sus conocimientos y habilidades de razonamiento . Esto ayuda a la gente a ver a través de las reclamaciones de prejuicios y desestiman los temores irracionales acerca de los que son culturalmente diferentes.

Las escuelas y universidades también mejoran la tolerancia, destacándola. Las personas pasan más tiempo en el sistema educativo, más que están expuestos a la tolerancia como un “valor fundamental” y cuantas más probabilidades hay de interiorizarlo.

Sobre esta base, algunos investigadores han afirmado que la educación trae muchos beneficios adicionales para la sociedad y que nunca puede tener suficiente de esta. Esto es apoyado por la investigación anterior que ha demostrado que las personas se han vuelto cada vez más tolerantes con las minorías raciales y las personas LGBT.

Sin embargo, todavía persisten nociones intolerantes en todos los grupos de edad. En los años 1990 y 2000, hubo un crecimiento constante en el número de personas en Gran Bretaña que creen que es correcto que los empleadores discriminen contra los inmigrantes en la contratación de nuevo personal.

Ventaja educativa.

Así que parece que la sociedad británica más educada se ha convertido, más bajos son los niveles de aceptación hacia los inmigrantes. Por extraño que pueda parecer, la razón de esto también puede deberse en parte a un mayor nivel de educación en toda la sociedad.

Esto se debe a que la educación no sólo mejora el conocimiento y promueve la tolerancia como una virtud sino que también da a la gente una ventaja competitiva, y el acceso a posiciones sociales más altas. Esto hace que las personas con los niveles más altos de educación se sienten más seguros y menos expuestos a la competencia de otras personas que viene a tomar sus puestos de trabajo.

Pero lo que la ganancia de alto nivel de educación, las personas con niveles medianos y bajos de educación pierden. El valor de sus títulos se ve disminuido cuando todos los demás en la sociedad se vuelven más educados y “fuera de competencia” en la lucha por los puestos de trabajo deseables.

Y esta pérdida de la condición produce la sensación de inseguridad económica que pueda traducirse en actitudes más defensivas e intolerantes hacia fuera “grupos”.

No es una panacea

Así, mientras que los niveles más altos de educación pueden ser buenos para algunos individuos en términos de ser más tolerantes, puede que no haya ningún beneficio para la sociedad en general, debido a la “trade-off” el proceso de expansión de la educación crea.

Es este efecto a veces conocido como el efecto posicional de la educación, que puede explicar por qué una relación positiva entre la educación y la tolerancia no siempre ocurre en la sociedad en su conjunto.

Otra posibilidad es que otras fuerzas sociales tienen un efecto más fuerte sobre las actitudes hacia los inmigrantes que la educación. Junto con la nueva ola de negatividad hacia los migrantes, el notable retorno del nacionalismo es algo, por ejemplo, que no puede ser ignorado. Los principales partidos han adoptado ahora algo de la retórica nacionalista y propuso políticas de los partidos anti-inmigrantes populistas.

Esto ha llevado a más regímenes de inmigración restrictivos en varios países occidentales y un discurso más general de proteger y privilegiar la mayoría étnica.

En tal ambiente, el tabú de expresar sentimientos negativos hacia los que son culturalmente diferentes, especialmente los inmigrantes, sin duda, se ha debilitado. Y esto sirve como un recordatorio de que la expansión educativa no es la panacea para todos los problemas de la sociedad.

Fuente artículo: https://revistaeducacionvirtual.com/archives/2816

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Cambiar al mundo. 2 Respuestas

Por: Juan Carlos Casco

El auténtico propósito del liderazgo, el emprendimiento y la educación es transformar la realidad. La inercia aplastante de la tradición está frenando el progreso global.

El tiempo del academicismo terminó, ya no sirven los viejos discursos repetidos hasta la saciedad, es tiempo de acción para crear nuevas universidades desde nuevos planteamientos, aprender nuevas competencias, formación masiva en materia de emprendimiento, cambio de modelo educativo, desarrollo de un nuevo liderazgo… Lo que te presento no  es un discurso, son realidades.

El paradigma forjado en la Ilustración y la Revolución industrial se derrumba, y con él, el academicismo y el racionalismo cartesiano.  En este momento somos seres históricos lanzados al futuro a una velocidad frenética, por mucho que nos resistamos al cambio, éste nos arrastrará; por eso, lo más sensato es anticiparnos y hacer esos cambios para protagonizar un futuro que ya es presente. Necesitamos líderes dispuestos a la acción para enfrentar los grandes desafíos de la nueva civilización, el tiempo de la mediocridad ha terminado.

No hay tiempo que perder. Adelante!!!

Fuente: http://juancarloscasco.emprendedorex.com/cambiar-el-mundo/

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Una sociedad que no honra a sus maestros es una sociedad fallida

15 de febrero de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Miyer Pineda

Hay un libro que todo aspirante a docente -y con el tiempo a maestro- tendría que leer. Se trata de Lecciones de los maestros (2007) del inmenso George Steiner.

Este hombre, que ha sido una de las mentes más brillantes en el campo de las Humanidades, se propone en este libro infinito hacer un rastreo de la relación que se teje entre maestro y discípulo.

Cabalga por llanuras en busca de ejemplos icónicos, traspasa el límite de lo secreto para resguardar con dignidad la intimidad y navega en mares de tiempo para escribir fábulas y parábolas reales que harían parte de un museo de las artes de la pedagogía y de la infamia.

Porque sí, hay que decirlo -y Steiner lo comprueba-, este campo de la enseñanza está imbuido no sólo por las virtudes de la condición humana, también por sus hondos y complejos malestares.

Steiner explora los problemas del pedagogo que destruye y tortura al discípulo; el del discípulo que niega, traiciona y crucifica a su maestro; el del maestro de maestros; el de la fructífera relación que se teje cuando un discípulo logra congeniar con su maestro; el de la envidia y la guerra intestina que se teje en los círculos académicos; el del maestro negado en el campo dentro del cual se desempeña; el del maestro que logra erigirse como la conciencia humana de una sociedad; el del académico parasitario; el del académico que no soporta la competencia y cede a la envidia y al odio y se autoproclama detector de diletantes; el del asombro de la literatura frente a esas relaciones que rodean al pensamiento.

Hay más tópicos, por supuesto, pero deja para el final el abordaje del problema de la sociedad de masas y su uso de los medios de comunicación; para Steiner estos avances parecieran frivolizar y dislocar los procesos de producción de saber en las aulas; ese momento mágico en el que los seres humanos se acercan a la belleza, al asombro, o a ciertas formas de la felicidad.

¿En qué momento se produce la enseñanza? ¿Son válidas las tesis que se enfocan en atender “factores superficiales” (167) como el temperamento o el tono de la voz? ¿Qué impacto ha tenido la especialización del saber en feudos que se alejan cada vez más unos de otros? ¿Qué impacto tiene para un trasfondo ético el hecho de que haya docentes de áreas relacionadas con las ciencias que no se toman un tiempo para pensar los problemas del entorno o de lo humano? ¿Qué hacer en esta maraña de información que ha ocultado en capas y capas la figura del maestro? ¿Aportan algo los docentes en las escuelas alejadas del mundo o aquellos que afrontan los bestiales ruidos de lo urbano? ¿Ante quién se levantan ahora los alumnos? ¿Qué relación se teje entre la ética y la enseñanza en tiempos de guerra cuando incluso existen docentes seguidores del asesino y su venganza?

A este respecto quizás el único maestro que le faltó a Steiner fue Miguel de Unamuno, el sumo sacerdote del pensamiento que opuso la Razón a los fanáticos de la mutilación en el marco de la Guerra civil española.

Estas y muchas preguntas propone Steiner y luego las responde con esa fina prosa producto de su tradición cultural como judío y riguroso lector. Doce mil libros lo resguardan en su biblioteca.

Lo de judío puede señalarse porque resulta fascinante el hecho de que esta cultura conciba la posibilidad de conocer la divinidad a través de las  palabras, así que educan a sus niños en el arte de la exégesis, es decir, en el arte de interpretar rumiando.

De allí la importancia de la poesía para Steiner, es una provocación de sentido, la búsqueda del envés en lo real. No es gratuito que termine el libro con un poema de Nietzsche; con él nos señala que todo placer busca eternidad, y uno de los placeres más dignos que existe es el de la enseñanza, sobre todo en un presente en el que esa milenaria profesión es aplastada por frentes políticos, económicos e ideológicos que se han propuesto mutar (matar) la Escuela, y obligarla a dejar de ser espacio de humanización y libertad para convertirla en  espacio represivo de alienación y homogeneización; hoy en día el docente es un empleado y la escuela una fábrica.

En una de las últimas entrevistas que ha dado Steiner plantea que las dinámicas actuales están matando los sueños de los niños; y en cuanto a la relación poesía- escuela, señala la perversa estrategia de negación de la memoria que se adoptó en nuestra educación:

“Estoy asqueado por la educación escolar de hoy, que es una fábrica de incultos y que no respeta la memoria. Y que no hace nada para que los niños aprendan las cosas de memoria. El poema que vive en nosotros vive con nosotros, cambia como nosotros, y tiene que ver con una función mucho más profunda que la del cerebro. Representa la sensibilidad, la personalidad”[1].

Más allá de eso, lo que debe preocuparnos es la insistencia que tiene nuestro sistema escolar en impedir que los niños vivan e incluso en que cometan sus propios errores, esto a la postre les permitiría convertirse en mejores seres humanos; “Un profesor que no deja a sus alumnos pensar en utopías y equivocarse es un muy mal profesor”.

Steiner es un agudo analista; enseña que no se puede pensar el mundo si no se regresa a los grandes maestros; incluso luego de leerlo se comprende que el mundo se dejó en manos de seres inhumanos adictos al dinero y al poder; por tanto la cruzada consiste en educarse para tomar las riendas del país y del mundo; porque ser lector de los problemas del mundo implica pararse en hombros de gigantes: en este caso, en hombros de maestros.

Steiner en la entrevista cita a uno de ellos, Aristóteles: “Si no quieres estar en política, en el ágora pública, y prefieres quedarte en tu vida privada, luego no te quejes si los bandidos te gobiernan”[2]. Así tendríamos una dinámica que es urgente atender: la educación se juega su legitimidad al confrontar a los bandidos. Por eso los bandidos lesionan cada vez más la dignidad del Magisterio, por eso Steiner termina concluyendo que “una sociedad como la del beneficio desenfrenado, que no honra a sus maestros, es una sociedad fallida” (p. 173).

Resulta increíble el compendio que realiza Steiner; estos son algunos de los conmovedores personajes sobre los que regresa en su libro para ilustrar el peso que ha tenido el Magisterio a través de milenios: Heráclito, Pitágoras, Quirón, Empédocles, Sócrates, Platón, Jesús, Plotino, Agustín, Dante, Shakespeare, Pessoa, Goethe, Antonio Negri, Mallarmé, Shopenhauer, Nietzsche, Beethoven, Flaubert y Maupassant, Tycho Brahe y Kepler, Kafka y Brod, Husserl y Heidegger, Heidegger y Arendt, Nadia Boulanger y Simon Weil; también repasa algunas historias de la tradiciones judía y japonesa; científicos y matemáticos, deportistas y novelistas. Decenas de personajes y relatos que harán que nos enfrentemos a múltiples escenarios que han determinado el devenir cultural del mundo.

Para terminar es necesario decir que Steiner concibe al maestro como un “servidor, el correo de lo esencial”, un cómplice que propicia la trascendencia, y que esto debemos tenerlo presente ahora más que nunca cuando pareciera que niños y jóvenes se encuentran atrapados en redes y redes de pobreza, miseria y estupidez. Despidámonos con sus palabras:

“El deseo de conocimiento, el ansia de comprender, está grabada en los mejores hombres y mujeres. También lo está en la vocación de enseñar. No hay oficio más privilegiado. Despertar en otros seres humanos poderes, sueños que están más allá de los nuestros; inducir en otros el amor por lo que nosotros amamos; hacer de nuestro presente interior el futuro de ellos: ésta es una triple aventura que no se parece a ninguna otra” (173).

[1] http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/29/babelia/1467214901_163889.html

[2] http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/29/babelia/1467214901_163889.html

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/una-sociedad-que-no-honra-sus-maestros-es-una-sociedad-fallida

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Igualdad de datos para la igualdad de género

Por: Glória Pallarés

Una corriente global promueve más y mejores datos sobre mujeres para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

 Algunos datos no cuentan toda la verdad y otros cuentan, incluso, mentiras. La infravaloración de las mujeres —de sus actividades y prioridades— en cada aspecto de la vida se replica en registros estadísticos y conjuntos de datos de todo el mundo. La mayoría de los datos globales sobre mujeres y niñas son incompletos o responden a prejuicios sobre lo que se supone que les está permitido hacer en cada sociedad. De hecho, faltan datos de calidad sobre aspectos tan elementales como el acceso de las mujeres a un documento nacional de identidad y a los servicios de salud, y sólo un 13% de los países tienen un presupuesto para elaborar estadísticas sobre sus ciudadanas. Ante esta realidad, organizaciones internacionales como la ONU y el Banco Mundial y entidades como la Fundación ONU se han puesto al frente de un movimiento global para promover más y mejores datos sobre la vida de las mujeres. El objetivo: fundar políticas más eficaces para avanzar en la igualdad de género y en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la ONU hasta 2030.

“Sin igualdad de datos no hay igualdad de género. Sólo si mejoramos los datos sobre mujeres podremos promover realmente la igualdad, aliviar la pobreza y progresar en los ODS”, afirma la directora ejecutiva de Data2X, Emily Courey Pryor, al timón de la iniciativa sobre datos de género de la Fundación ONU. La entidad ha identificado 28 lagunas de datos en cinco aspectos clave del empoderamiento de las mujeres y de las políticas de desarrollo: salud, educación, oportunidades económicas, participación política y seguridad humana. La carencia abarca cuestiones como mortalidad materna y salud de las adolescentes, exclusión del sistema educativo y resultados de aprendizaje.

 También falta información esencial sobre propiedad de activos por parte de mujeres; acceso a teléfonos móviles e Internet; registro de votantes, y participación en procesos como negociaciones de acuerdos de paz. Y no se acaba aquí. Según el científico de Datos senior del Banco Mundial Tariq Khokar, menos de un tercio de los países tiene datos sobre trabajo informal y emprendimiento desglosados por sexo. En cuanto a violencia machista, sólo el 41% de los Estados produce datos al respecto, apunta la ONU. Estas informaciones raramente incluyen a mayores de 49 años y a menudo sirven de poco porque no son comparables en el espacio o en el tiempo —no permiten seguir ni la evolución del fenómeno ni confrontar las políticas de diferentes países para ver cuáles son más eficaces.

Malos datos, malas políticas

Estas lagunas están causadas tanto por los datos de mala calidad como por la ausencia de datos. Los malos datos resultan de sesgos en las mediciones que refuerzan los estereotipos de género y distorsionan la realidad, haciendo que las mujeres parezcan más dependientes y menos productivas de lo que son —en África, por ejemplo, las mujeres producen el 70% de los alimentos y representan más del 80% de la economía informal, estima la ONU. “Las políticas elaboradas en base a estos datos inexactos y que tergiversan la realidad no pueden mejorar el bienestar de las mujeres y niñas a las que se dirigen”, explica Pryor. La ausencia de datos se da cuando no se recoge ninguna información sobre facetas cruciales de la vida de las mujeres. A menudo, ello se debe a normas sociales dañinas sobre lo que se permite hacer a las mujeres y a las niñas.

Los datos de género incluyen tanto las estadísticas y nuevas fuentes de datos desglosadas por sexo como las que arrojan luz sobre cuestiones que afectan específicamente a las mujeres. Estos datos revelan diferencias injustas en el acceso a oportunidades; ilustran las necesidades, aspiraciones y logros de las mujeres, y ayudan a diseñar políticas y programas de desarrollo y ayuda humanitaria eficaces para que puedan prosperar. Para Pryor, su importancia trasciende la igualdad entre hombres y mujeres: “una visión transversal de género y de derechos humanos es imprescindible para el éxito de otros ODS, desde la educación de calidad hasta el trabajo decente, el crecimiento económico y los ideales de paz, justicia y fortaleza institucional”. El reto es grande, pero las oportunidades que ofrece la nueva Agenda de Desarrollo 2030, también.

Construcción de una presa en Sri Lanka. Los datos de género son clave para avanzar en la inclusión de las mujeres en todas las esferas de la vida económica y social. 
Construcción de una presa en Sri Lanka. Los datos de género son clave para avanzar en la inclusión de las mujeres en todas las esferas de la vida económica y social. Lakshman Nadaraja Banco Mundial

Proyectos pioneros

La buena noticia es que se puede empezar a cambiar esta situación desde hoy mismo, y con las herramientas y fuentes de datos existentes. Open Data Watch y Data2X han identificado 16 indicadores sobre mujeres relativos a ocho de los 17 ODS —cero pobreza y hambre, salud, educación, igualdad de género, trabajo decente, reducción de desigualdades, así como paz, justicia e instituciones fuertes. Todos se pueden empezar a medir ahora. “Los nuevos indicadores y aquellos para los que ya existen datos son complementarios para medir el progreso en los ODS, pero estos 16 ofrecen la oportunidad de poner en marcha la obtención de datos en la mayoría de países y con un bajo coste”, explica Data2X. Además de promover políticas inclusivas, una finalidad es ofrecer a los ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil los datos necesarios para supervisar a los gobernantes.

Para ir más allá de los recursos existentes, Data2X también se ha aliado con organizaciones públicas y privadas para explorar el potencial de las nuevas tecnologías y el big data —la avalancha de datos digitales generados por las personas en su vida cotidiana— con vistas a rellenar las lagunas de datos sobre mujeres a nivel global. Con este objetivo, ha puesto en marcha proyectos piloto pioneros basados en datos geoespaciales, informaciones de tarjetas de crédito y móviles, y redes sociales, respectivamente.

Uno de los proyectos, cuyos primeros resultados se publicarán este 2017, utiliza imágenes de satélite para aumentar la resolución espacial de datos existentes sobre alfabetización de las mujeres, atrofia del crecimiento y acceso a contraceptivos modernos en Kenia, Nigeria, Tanzania, Bangladesh y Haití. “Muchas cuestiones sociales y de salud están correlacionadas con fenómenos geoespaciales, por lo que este tipo de información permite estimar el bienestar en zonas donde no se han realizado sondeos”, avanza la organización. Dicha combinación de fuentes de datos nuevas y tradicionales se puede utilizar para cubrir poblaciones remotas que jamás ha pisado un agente del censo, indica la máxima autoridad de Estadística de la ONU, Stefen Schweinfest, cuya División actúa de secretariado del I Foro Mundial de Datos ONU celebrado entre este 15 y 18 de enero en Cape Town (Sudáfrica) y cuya segunda edición está prevista para la segunda mitad de 2018.

Si un proyecto captura el bienestar de las personas desde el aire, otro lo hace desde las redes sociales. Global Pulse ONU, iniciativa dedicada al aprovechamiento del big data para el desarrollo y la acción humanitaria, ha colaborado con Data2X y la Universidad de Leiden (Países Bajos) para desarrollar una herramienta que permita identificar, de forma automática, el sexo de los usuarios de Twitter. Según explica el científico jefe de Datos de Global Pulse ONU, Miguel Luengo-Oroz, la herramienta infiere el sexo comparando el nombre de usuario con una base de datos de nombres predefinidos. Si quedan dudas, analiza las fotos de perfil con un programa de reconocimiento de caras. Aunque el estudio aún no se ha publicado, Luengo-Oroz avanza que ya se observan unos primeros resultados prometedores, en el sentido de que es posible captar —en tiempo real— cuáles son las preocupaciones de las mujeres en cuestiones como salud y educación. Prioridades que difieren de las de los hombres y que a menudo no están recogidas en ningún otro conjunto de datos.

Retos y oportunidades

Como con todas las innovaciones, hay que utilizar el big data con sentido común.

Pryor de Data2X destaca el “tremendo potencial” de esta nueva fuente para rellenar lagunas de datos, pero remarca que debe combinarse con buenos sondeos y métodos clásicos de investigación en ciencias sociales para validar los resultados y corregir desviaciones. El Banco Mundial ha elaborado directrices para mejorar encuestas empresariales y de hogar, al tiempo que ayuda al sector privado a desglosar los datos por sexo y “está incorporando enfoques de big data a sus propias actividades e investigaciones cuando es necesario”, ilustra Khokhar.

Una visión transversal de género y de derechos humanos es imprescindible para el éxito de otros ODS

En el uso de big data, hay otro aspecto crucial a tener en cuenta: la brecha digital entre mujeres y hombres ­—ellas tienen un acceso menor a teléfonos móviles e Internet, sobre todo en zonas rurales. “Por ello abogamos con tanta fuerza por los conjuntos de datos complementarios”, insiste Pryor. Esto significa que, si en un territorio hay una parte de la población que no utiliza herramientas digitales, este grupo sólo se podrá identificar a través de sondeos clásicos sobre el terreno. “No podemos utilizar big data sin tomar en cuenta los potenciales sesgos basados en quien accede a las herramientas digitales”.

Por este y otros motivos, Data2X se dedica a aunar investigadores y agencias de la ONU para garantizar que las mujeres son incluidas en el ámbito emergente de los datos —y del big data— para el desarrollo. Con esta misma motivación ha participado en el Foro Mundial de Datos de la ONU, en el que 1.000 profesionales de diversos ámbitos —sectores público, privado, académico y de organizaciones sociales— se han dado cita por primera vez en torno al uso de datos para los ODS. Para Pryor, los Objetivos de Desarrollo Sostenible suponen una oportunidad sin precedentes para reformar sistemas de datos deficientes y sesgados y para priorizar los datos de género a nivel global. El Foro también ha supuesto una oportunidad para reivindicar la importancia de estos datos. “La cuestión de los datos de género se suele abordar entre los especialistas de género; esta ha sido una oportunidad para que también se debata entre los profesionales de la estadística y de datos”.

Desigualdad de datos y futuro

Los datos de género no lo tienen fácil. Deben abrirse paso en un mundo en el que sólo 34 países tienen datos accesibles y de alta calidad sobre algo tan importante —y tan elemental— como la causa de muerte de los ciudadanos. Un mundo en el que 120 millones de niñas menores de 20 años han sufrido violencia sexual, según la ONU —un indicador simple, pero contundente, de la valía que se otorga a las mujeres. Por si fuera poco, los datos de género tienen que hacerse hueco en un mundo con un nuevo desequilibrio: la desigualdad de datos.

“Se están abriendo grandes brechas entre los que tienen datos y los que no los tienen. Si no se actúa, se levantará una nueva frontera de desigualdad, dividiendo el mundo entre los que saben y los que no saben”, alerta en un informe el Grupo Asesor de la ONU sobre revolución de datos. Muchas personas están excluidas del nuevo mundo de los datos y la información por barreras lingüísticas, pobreza, falta de educación o de infraestructura tecnológica, aislamiento y discriminación —prosigue el Grupo, que se refiere a la división de las personas entre “ricas o pobres en información”. En todas estas categorías, y dentro de todos los países, los 3.500 millones de mujeres del mundo son uno de los grupos que salen peor parados.

Para avanzar en la inclusión de las mujeres en todos las esferas de la vida económica y social, Pryor de Data2X hace cuatro llamamientos a la acción. Pide que se apoye a los profesionales para que los desglosen por sexo y hagan encuestas sin sesgo. También pide apoyo para los gobernantes comprometidos con invertir en datos de calidad, y llama a explorar el potencial de los datos en manos del sector privado. Finalmente, insta a los ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil a reclamar datos de género, y a usarlos para garantizar la rendición de cuentas por parte de sus administraciones. “Medimos lo que valoramos y valoramos lo que medimos. Comprendiendo las necesidades de las mujeres, podemos trabajar juntos para asegurar que —en el espíritu de los ODS— no se las deja atrás”.

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