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Una sociedad que no honra a sus maestros es una sociedad fallida

15 de febrero de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Miyer Pineda

Hay un libro que todo aspirante a docente -y con el tiempo a maestro- tendría que leer. Se trata de Lecciones de los maestros (2007) del inmenso George Steiner.

Este hombre, que ha sido una de las mentes más brillantes en el campo de las Humanidades, se propone en este libro infinito hacer un rastreo de la relación que se teje entre maestro y discípulo.

Cabalga por llanuras en busca de ejemplos icónicos, traspasa el límite de lo secreto para resguardar con dignidad la intimidad y navega en mares de tiempo para escribir fábulas y parábolas reales que harían parte de un museo de las artes de la pedagogía y de la infamia.

Porque sí, hay que decirlo -y Steiner lo comprueba-, este campo de la enseñanza está imbuido no sólo por las virtudes de la condición humana, también por sus hondos y complejos malestares.

Steiner explora los problemas del pedagogo que destruye y tortura al discípulo; el del discípulo que niega, traiciona y crucifica a su maestro; el del maestro de maestros; el de la fructífera relación que se teje cuando un discípulo logra congeniar con su maestro; el de la envidia y la guerra intestina que se teje en los círculos académicos; el del maestro negado en el campo dentro del cual se desempeña; el del maestro que logra erigirse como la conciencia humana de una sociedad; el del académico parasitario; el del académico que no soporta la competencia y cede a la envidia y al odio y se autoproclama detector de diletantes; el del asombro de la literatura frente a esas relaciones que rodean al pensamiento.

Hay más tópicos, por supuesto, pero deja para el final el abordaje del problema de la sociedad de masas y su uso de los medios de comunicación; para Steiner estos avances parecieran frivolizar y dislocar los procesos de producción de saber en las aulas; ese momento mágico en el que los seres humanos se acercan a la belleza, al asombro, o a ciertas formas de la felicidad.

¿En qué momento se produce la enseñanza? ¿Son válidas las tesis que se enfocan en atender “factores superficiales” (167) como el temperamento o el tono de la voz? ¿Qué impacto ha tenido la especialización del saber en feudos que se alejan cada vez más unos de otros? ¿Qué impacto tiene para un trasfondo ético el hecho de que haya docentes de áreas relacionadas con las ciencias que no se toman un tiempo para pensar los problemas del entorno o de lo humano? ¿Qué hacer en esta maraña de información que ha ocultado en capas y capas la figura del maestro? ¿Aportan algo los docentes en las escuelas alejadas del mundo o aquellos que afrontan los bestiales ruidos de lo urbano? ¿Ante quién se levantan ahora los alumnos? ¿Qué relación se teje entre la ética y la enseñanza en tiempos de guerra cuando incluso existen docentes seguidores del asesino y su venganza?

A este respecto quizás el único maestro que le faltó a Steiner fue Miguel de Unamuno, el sumo sacerdote del pensamiento que opuso la Razón a los fanáticos de la mutilación en el marco de la Guerra civil española.

Estas y muchas preguntas propone Steiner y luego las responde con esa fina prosa producto de su tradición cultural como judío y riguroso lector. Doce mil libros lo resguardan en su biblioteca.

Lo de judío puede señalarse porque resulta fascinante el hecho de que esta cultura conciba la posibilidad de conocer la divinidad a través de las  palabras, así que educan a sus niños en el arte de la exégesis, es decir, en el arte de interpretar rumiando.

De allí la importancia de la poesía para Steiner, es una provocación de sentido, la búsqueda del envés en lo real. No es gratuito que termine el libro con un poema de Nietzsche; con él nos señala que todo placer busca eternidad, y uno de los placeres más dignos que existe es el de la enseñanza, sobre todo en un presente en el que esa milenaria profesión es aplastada por frentes políticos, económicos e ideológicos que se han propuesto mutar (matar) la Escuela, y obligarla a dejar de ser espacio de humanización y libertad para convertirla en  espacio represivo de alienación y homogeneización; hoy en día el docente es un empleado y la escuela una fábrica.

En una de las últimas entrevistas que ha dado Steiner plantea que las dinámicas actuales están matando los sueños de los niños; y en cuanto a la relación poesía- escuela, señala la perversa estrategia de negación de la memoria que se adoptó en nuestra educación:

“Estoy asqueado por la educación escolar de hoy, que es una fábrica de incultos y que no respeta la memoria. Y que no hace nada para que los niños aprendan las cosas de memoria. El poema que vive en nosotros vive con nosotros, cambia como nosotros, y tiene que ver con una función mucho más profunda que la del cerebro. Representa la sensibilidad, la personalidad”[1].

Más allá de eso, lo que debe preocuparnos es la insistencia que tiene nuestro sistema escolar en impedir que los niños vivan e incluso en que cometan sus propios errores, esto a la postre les permitiría convertirse en mejores seres humanos; “Un profesor que no deja a sus alumnos pensar en utopías y equivocarse es un muy mal profesor”.

Steiner es un agudo analista; enseña que no se puede pensar el mundo si no se regresa a los grandes maestros; incluso luego de leerlo se comprende que el mundo se dejó en manos de seres inhumanos adictos al dinero y al poder; por tanto la cruzada consiste en educarse para tomar las riendas del país y del mundo; porque ser lector de los problemas del mundo implica pararse en hombros de gigantes: en este caso, en hombros de maestros.

Steiner en la entrevista cita a uno de ellos, Aristóteles: “Si no quieres estar en política, en el ágora pública, y prefieres quedarte en tu vida privada, luego no te quejes si los bandidos te gobiernan”[2]. Así tendríamos una dinámica que es urgente atender: la educación se juega su legitimidad al confrontar a los bandidos. Por eso los bandidos lesionan cada vez más la dignidad del Magisterio, por eso Steiner termina concluyendo que “una sociedad como la del beneficio desenfrenado, que no honra a sus maestros, es una sociedad fallida” (p. 173).

Resulta increíble el compendio que realiza Steiner; estos son algunos de los conmovedores personajes sobre los que regresa en su libro para ilustrar el peso que ha tenido el Magisterio a través de milenios: Heráclito, Pitágoras, Quirón, Empédocles, Sócrates, Platón, Jesús, Plotino, Agustín, Dante, Shakespeare, Pessoa, Goethe, Antonio Negri, Mallarmé, Shopenhauer, Nietzsche, Beethoven, Flaubert y Maupassant, Tycho Brahe y Kepler, Kafka y Brod, Husserl y Heidegger, Heidegger y Arendt, Nadia Boulanger y Simon Weil; también repasa algunas historias de la tradiciones judía y japonesa; científicos y matemáticos, deportistas y novelistas. Decenas de personajes y relatos que harán que nos enfrentemos a múltiples escenarios que han determinado el devenir cultural del mundo.

Para terminar es necesario decir que Steiner concibe al maestro como un “servidor, el correo de lo esencial”, un cómplice que propicia la trascendencia, y que esto debemos tenerlo presente ahora más que nunca cuando pareciera que niños y jóvenes se encuentran atrapados en redes y redes de pobreza, miseria y estupidez. Despidámonos con sus palabras:

“El deseo de conocimiento, el ansia de comprender, está grabada en los mejores hombres y mujeres. También lo está en la vocación de enseñar. No hay oficio más privilegiado. Despertar en otros seres humanos poderes, sueños que están más allá de los nuestros; inducir en otros el amor por lo que nosotros amamos; hacer de nuestro presente interior el futuro de ellos: ésta es una triple aventura que no se parece a ninguna otra” (173).

[1] http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/29/babelia/1467214901_163889.html

[2] http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/29/babelia/1467214901_163889.html

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/una-sociedad-que-no-honra-sus-maestros-es-una-sociedad-fallida

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Igualdad de datos para la igualdad de género

Por: Glória Pallarés

Una corriente global promueve más y mejores datos sobre mujeres para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

 Algunos datos no cuentan toda la verdad y otros cuentan, incluso, mentiras. La infravaloración de las mujeres —de sus actividades y prioridades— en cada aspecto de la vida se replica en registros estadísticos y conjuntos de datos de todo el mundo. La mayoría de los datos globales sobre mujeres y niñas son incompletos o responden a prejuicios sobre lo que se supone que les está permitido hacer en cada sociedad. De hecho, faltan datos de calidad sobre aspectos tan elementales como el acceso de las mujeres a un documento nacional de identidad y a los servicios de salud, y sólo un 13% de los países tienen un presupuesto para elaborar estadísticas sobre sus ciudadanas. Ante esta realidad, organizaciones internacionales como la ONU y el Banco Mundial y entidades como la Fundación ONU se han puesto al frente de un movimiento global para promover más y mejores datos sobre la vida de las mujeres. El objetivo: fundar políticas más eficaces para avanzar en la igualdad de género y en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la ONU hasta 2030.

“Sin igualdad de datos no hay igualdad de género. Sólo si mejoramos los datos sobre mujeres podremos promover realmente la igualdad, aliviar la pobreza y progresar en los ODS”, afirma la directora ejecutiva de Data2X, Emily Courey Pryor, al timón de la iniciativa sobre datos de género de la Fundación ONU. La entidad ha identificado 28 lagunas de datos en cinco aspectos clave del empoderamiento de las mujeres y de las políticas de desarrollo: salud, educación, oportunidades económicas, participación política y seguridad humana. La carencia abarca cuestiones como mortalidad materna y salud de las adolescentes, exclusión del sistema educativo y resultados de aprendizaje.

 También falta información esencial sobre propiedad de activos por parte de mujeres; acceso a teléfonos móviles e Internet; registro de votantes, y participación en procesos como negociaciones de acuerdos de paz. Y no se acaba aquí. Según el científico de Datos senior del Banco Mundial Tariq Khokar, menos de un tercio de los países tiene datos sobre trabajo informal y emprendimiento desglosados por sexo. En cuanto a violencia machista, sólo el 41% de los Estados produce datos al respecto, apunta la ONU. Estas informaciones raramente incluyen a mayores de 49 años y a menudo sirven de poco porque no son comparables en el espacio o en el tiempo —no permiten seguir ni la evolución del fenómeno ni confrontar las políticas de diferentes países para ver cuáles son más eficaces.

Malos datos, malas políticas

Estas lagunas están causadas tanto por los datos de mala calidad como por la ausencia de datos. Los malos datos resultan de sesgos en las mediciones que refuerzan los estereotipos de género y distorsionan la realidad, haciendo que las mujeres parezcan más dependientes y menos productivas de lo que son —en África, por ejemplo, las mujeres producen el 70% de los alimentos y representan más del 80% de la economía informal, estima la ONU. “Las políticas elaboradas en base a estos datos inexactos y que tergiversan la realidad no pueden mejorar el bienestar de las mujeres y niñas a las que se dirigen”, explica Pryor. La ausencia de datos se da cuando no se recoge ninguna información sobre facetas cruciales de la vida de las mujeres. A menudo, ello se debe a normas sociales dañinas sobre lo que se permite hacer a las mujeres y a las niñas.

Los datos de género incluyen tanto las estadísticas y nuevas fuentes de datos desglosadas por sexo como las que arrojan luz sobre cuestiones que afectan específicamente a las mujeres. Estos datos revelan diferencias injustas en el acceso a oportunidades; ilustran las necesidades, aspiraciones y logros de las mujeres, y ayudan a diseñar políticas y programas de desarrollo y ayuda humanitaria eficaces para que puedan prosperar. Para Pryor, su importancia trasciende la igualdad entre hombres y mujeres: “una visión transversal de género y de derechos humanos es imprescindible para el éxito de otros ODS, desde la educación de calidad hasta el trabajo decente, el crecimiento económico y los ideales de paz, justicia y fortaleza institucional”. El reto es grande, pero las oportunidades que ofrece la nueva Agenda de Desarrollo 2030, también.

Construcción de una presa en Sri Lanka. Los datos de género son clave para avanzar en la inclusión de las mujeres en todas las esferas de la vida económica y social. 
Construcción de una presa en Sri Lanka. Los datos de género son clave para avanzar en la inclusión de las mujeres en todas las esferas de la vida económica y social. Lakshman Nadaraja Banco Mundial

Proyectos pioneros

La buena noticia es que se puede empezar a cambiar esta situación desde hoy mismo, y con las herramientas y fuentes de datos existentes. Open Data Watch y Data2X han identificado 16 indicadores sobre mujeres relativos a ocho de los 17 ODS —cero pobreza y hambre, salud, educación, igualdad de género, trabajo decente, reducción de desigualdades, así como paz, justicia e instituciones fuertes. Todos se pueden empezar a medir ahora. “Los nuevos indicadores y aquellos para los que ya existen datos son complementarios para medir el progreso en los ODS, pero estos 16 ofrecen la oportunidad de poner en marcha la obtención de datos en la mayoría de países y con un bajo coste”, explica Data2X. Además de promover políticas inclusivas, una finalidad es ofrecer a los ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil los datos necesarios para supervisar a los gobernantes.

Para ir más allá de los recursos existentes, Data2X también se ha aliado con organizaciones públicas y privadas para explorar el potencial de las nuevas tecnologías y el big data —la avalancha de datos digitales generados por las personas en su vida cotidiana— con vistas a rellenar las lagunas de datos sobre mujeres a nivel global. Con este objetivo, ha puesto en marcha proyectos piloto pioneros basados en datos geoespaciales, informaciones de tarjetas de crédito y móviles, y redes sociales, respectivamente.

Uno de los proyectos, cuyos primeros resultados se publicarán este 2017, utiliza imágenes de satélite para aumentar la resolución espacial de datos existentes sobre alfabetización de las mujeres, atrofia del crecimiento y acceso a contraceptivos modernos en Kenia, Nigeria, Tanzania, Bangladesh y Haití. “Muchas cuestiones sociales y de salud están correlacionadas con fenómenos geoespaciales, por lo que este tipo de información permite estimar el bienestar en zonas donde no se han realizado sondeos”, avanza la organización. Dicha combinación de fuentes de datos nuevas y tradicionales se puede utilizar para cubrir poblaciones remotas que jamás ha pisado un agente del censo, indica la máxima autoridad de Estadística de la ONU, Stefen Schweinfest, cuya División actúa de secretariado del I Foro Mundial de Datos ONU celebrado entre este 15 y 18 de enero en Cape Town (Sudáfrica) y cuya segunda edición está prevista para la segunda mitad de 2018.

Si un proyecto captura el bienestar de las personas desde el aire, otro lo hace desde las redes sociales. Global Pulse ONU, iniciativa dedicada al aprovechamiento del big data para el desarrollo y la acción humanitaria, ha colaborado con Data2X y la Universidad de Leiden (Países Bajos) para desarrollar una herramienta que permita identificar, de forma automática, el sexo de los usuarios de Twitter. Según explica el científico jefe de Datos de Global Pulse ONU, Miguel Luengo-Oroz, la herramienta infiere el sexo comparando el nombre de usuario con una base de datos de nombres predefinidos. Si quedan dudas, analiza las fotos de perfil con un programa de reconocimiento de caras. Aunque el estudio aún no se ha publicado, Luengo-Oroz avanza que ya se observan unos primeros resultados prometedores, en el sentido de que es posible captar —en tiempo real— cuáles son las preocupaciones de las mujeres en cuestiones como salud y educación. Prioridades que difieren de las de los hombres y que a menudo no están recogidas en ningún otro conjunto de datos.

Retos y oportunidades

Como con todas las innovaciones, hay que utilizar el big data con sentido común.

Pryor de Data2X destaca el “tremendo potencial” de esta nueva fuente para rellenar lagunas de datos, pero remarca que debe combinarse con buenos sondeos y métodos clásicos de investigación en ciencias sociales para validar los resultados y corregir desviaciones. El Banco Mundial ha elaborado directrices para mejorar encuestas empresariales y de hogar, al tiempo que ayuda al sector privado a desglosar los datos por sexo y “está incorporando enfoques de big data a sus propias actividades e investigaciones cuando es necesario”, ilustra Khokhar.

Una visión transversal de género y de derechos humanos es imprescindible para el éxito de otros ODS

En el uso de big data, hay otro aspecto crucial a tener en cuenta: la brecha digital entre mujeres y hombres ­—ellas tienen un acceso menor a teléfonos móviles e Internet, sobre todo en zonas rurales. “Por ello abogamos con tanta fuerza por los conjuntos de datos complementarios”, insiste Pryor. Esto significa que, si en un territorio hay una parte de la población que no utiliza herramientas digitales, este grupo sólo se podrá identificar a través de sondeos clásicos sobre el terreno. “No podemos utilizar big data sin tomar en cuenta los potenciales sesgos basados en quien accede a las herramientas digitales”.

Por este y otros motivos, Data2X se dedica a aunar investigadores y agencias de la ONU para garantizar que las mujeres son incluidas en el ámbito emergente de los datos —y del big data— para el desarrollo. Con esta misma motivación ha participado en el Foro Mundial de Datos de la ONU, en el que 1.000 profesionales de diversos ámbitos —sectores público, privado, académico y de organizaciones sociales— se han dado cita por primera vez en torno al uso de datos para los ODS. Para Pryor, los Objetivos de Desarrollo Sostenible suponen una oportunidad sin precedentes para reformar sistemas de datos deficientes y sesgados y para priorizar los datos de género a nivel global. El Foro también ha supuesto una oportunidad para reivindicar la importancia de estos datos. “La cuestión de los datos de género se suele abordar entre los especialistas de género; esta ha sido una oportunidad para que también se debata entre los profesionales de la estadística y de datos”.

Desigualdad de datos y futuro

Los datos de género no lo tienen fácil. Deben abrirse paso en un mundo en el que sólo 34 países tienen datos accesibles y de alta calidad sobre algo tan importante —y tan elemental— como la causa de muerte de los ciudadanos. Un mundo en el que 120 millones de niñas menores de 20 años han sufrido violencia sexual, según la ONU —un indicador simple, pero contundente, de la valía que se otorga a las mujeres. Por si fuera poco, los datos de género tienen que hacerse hueco en un mundo con un nuevo desequilibrio: la desigualdad de datos.

“Se están abriendo grandes brechas entre los que tienen datos y los que no los tienen. Si no se actúa, se levantará una nueva frontera de desigualdad, dividiendo el mundo entre los que saben y los que no saben”, alerta en un informe el Grupo Asesor de la ONU sobre revolución de datos. Muchas personas están excluidas del nuevo mundo de los datos y la información por barreras lingüísticas, pobreza, falta de educación o de infraestructura tecnológica, aislamiento y discriminación —prosigue el Grupo, que se refiere a la división de las personas entre “ricas o pobres en información”. En todas estas categorías, y dentro de todos los países, los 3.500 millones de mujeres del mundo son uno de los grupos que salen peor parados.

Para avanzar en la inclusión de las mujeres en todos las esferas de la vida económica y social, Pryor de Data2X hace cuatro llamamientos a la acción. Pide que se apoye a los profesionales para que los desglosen por sexo y hagan encuestas sin sesgo. También pide apoyo para los gobernantes comprometidos con invertir en datos de calidad, y llama a explorar el potencial de los datos en manos del sector privado. Finalmente, insta a los ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil a reclamar datos de género, y a usarlos para garantizar la rendición de cuentas por parte de sus administraciones. “Medimos lo que valoramos y valoramos lo que medimos. Comprendiendo las necesidades de las mujeres, podemos trabajar juntos para asegurar que —en el espíritu de los ODS— no se las deja atrás”.

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Afganistán lucha en silencio por la libertad y la igualdad

Por: Mundiario

El empoderamiento de la mujer requiere, como etapa previa, lenta y compleja, el fortalecimiento del Gobierno, su auténtica democratización y una educación de calidad.

Afganistán, con una población de 28 millones de habitantes según datos de 20091, adolece de una compleja y delicada situación socio-económica y política que lo ha situado en el puesto 171, según el informe del Índice de Desarrollo Humano publicado por PNUD en 2015, encasillando su índice de desarrollo humano entre los más bajos.

El recrudecimiento de la guerra, iniciada desde hace más de 30 años, y cuyas víctimas mortales se calculan en 10.000 en 20142, la depresión que la misma ha producido en la sociedad afgana, la pobreza que afecta al 40% de la población3, la corrupción y la impunidad, el aumento desmesurado de los actos de violencia, que llegó en 2014 al 22%4, dibujan un oscuro horizonte y explican los muy altos casos de suicidio (860% desde 2012 hasta agosto de 2016) estimados en 11.571 solo en 2016 (casi 31 personas al día), y llevados a cabo por mujeres en su mayoría (como veremos más adelante), cifra que supera las bajas civiles provocadas por la guerra5.

Afganistán, pese a ser un país rico en petróleo y gas (que lamentablemente son explotados por intereses postcoloniales) está sufriendo una aguda crisis económica. La caída del régimen de Talibán en 2001 parece que no ha mejorado el país, como se sostiene en un documental realizado en el mismo por “National Geographic Abu Dabai”6.

El objetivo que se persigue en el presente trabajo, es abordar la situación del país desde un punto de vista analítico, a la luz de los índices de desarrollo humano publicados por PNUD en 2015.

El bajo Índice de Desarrollo Humano (en adelante, IDH) en Afganistán (0,465) es debido a varios factores socio-económicos, así como al grado de transparencia de las instituciones estatales. El reparto inequitativo y desigual de las riquezas y la corrupción hicieron que el IDH perdiera 31,4, retrocediendo a 0,319.

Para explicar mejor el IDH, nos centraremos en los tres criterios principales para medirlo: los ingresos per cápita, la salud y la educación. Hecho esto, pasaremos al tema de género.

Como lo hemos indicado anteriormente, los ciudadanos viven con 1,45 dólares al día, y uno de cada tres vive en pobreza absoluta. La violencia y la inestabilidad del país a causa de la guerra, como lo hemos indicado anteriormente con datos estadísticos, tuvieron como consecuencia la inflación y la extensión de la pobreza.

Los ciudadanos recurren a las dos principales fuentes de ingresos para salir de la pobreza: la droga, que constituye en torno al 60% de la economía afgana, dado que el país es productor del 93% del opio del mundo, y la agricultura, de la que dependen 9 de cada 10 afganos7. La industria de la droga produjo graves daños en la salud de los afganos, a la que recurren algunos para “aliviarse” de los efectos psicológicos que la guerra les causó, al ser asesinados algunos o todos los miembros de su familia8.

Solo el 24% de los afganos tiene acceso a agua potable9, y solo 4 de cada 10 cuentan con servicios básicos de salud. Asimismo, mueren 152 niños menores de un año por cada 1000 nacidos vivos, tasa que se estima la tercera peor del mundo, y casi uno de cada cinco niños muere antes de cumplir los cinco años de edad10. En cuanto a la tasa de mortalidad materna, el país ha registrado la más alta del mundo según datos del 30 de marzo de 201011. Todos estos alarmantes indicadores en términos de salud, que es uno de los criterios más importantes de bienestar social, explican el por qué la esperanza de vida en Afganistán alcanza tan solo 44 años según datos de 200912.

Otro indicador del bajo desarrollo humano en Afganistán, es el referido a la educación, altamente peor por un pensamiento extremista contrario a la educación de las mujeres (dicho pensamiento es a nivel ciudadano, no gubernamental, como veremos más adelante).

El 95% de las niñas no terminan la enseñanza secundaria, y el 85% de mujeres son analfabetas frente al 50% de tasa masculina13. Además, de las 13000 estudiantes matriculadas en los grados 8° y 9° del curso escolar 2015-2016, solo 650 consiguieron graduarse, según datos del Gobierno afgano14. Entre los argumentos esgrimidos acerca de estas preocupantes cifras, podemos señalar, en primer lugar, la situación misma del país, que sobrevive en medio de la guerra, y lo que ésta supone de destrucción y deterioro de la capacidad productiva del país, tanto en educación como en salud y agricultura; en segundo lugar, es de subrayar un pensamiento androcéntrico radical, heredado de prácticas ancestrales y/o que es propio de una forma de razonar inspirada en juicios personales sin ninguna solidez argumental, o en una visión masculinizada de la realidad que se remonta a tiempos remotos, al ver que la educación es exclusivamente para hombres, o que la participación femenina en la sociedad podría llevar al deterioro moral. En este caso, la única forma de mejorar la situación de la mujer, es educar a los niños y familiarizarlos con la igualdad, la solidaridad y el respeto mutuo, creando programas educativos que incluyan al elemento femenino como actor de participación sine qua non en la sociedad.

La violencia machista en el país asiático no se queda solamente en el plano familiar, sino que se extiende más allá del mismo. Hay un grupo de presión extremista que ha llevado a cabo sucesivos ataques con gas contra escuelas de niñas, en represalia contra el apoyo gubernamental a la educación femenina. Decenas de niñas fueron hospitalizadas, otras amenazadas con ácido en la cara, y los docentes recibieron amenazas de muerte15. Como consecuencia de todo ello, desde enero hasta septiembre de 2016, alrededor de 210 escuelas han sido cerradas y unas 20.500 niñas han abandonado la escuela, según datos de ONU16.

Subyacen otras razones detrás del fracaso escolar, siendo una de las principales el trabajo infantil, que afecta al 26% de los 14 millones de niños en edad escolar, al que se le agrega, evidentemente, la pobreza17.

Los datos estadísticos sobre el deficiente acceso a la electricidad (que cubre tan solo el 7% de la población)18, el agua (que cubre tan solo el 24% de la población)19, la educación (accesible solo al 50% de hombres y al 15% de mujeres)20, y los indicadores de pobreza (1 de cada 3 vive en pobreza absoluta)21 y la salud (solo 4 de cada 10 cuentan con servicios básicos de salud)22, nos demuestran hasta qué punto los 35000 dólares inyectados en el país por la comunidad internacional entre 2002 y 2009, no se ha visto reflejado en la vida de los afganos/as, debido a que dichos fondos fueron destinados fundamentalmente al mantenimiento de la seguridad en la zona23.

Pasemos ahora a tratar el tema de género en Afganistán. El país ocupa el puesto 152 de un total de 188 países que aparecen en el Informe de IDH de 2015, con un índice de desigualdad estimado en 0,693. Además, según datos de Naciones Unidas y de la Asociación Revolucionaria de Mujeres en Afganistán, el 60% de las mujeres son obligadas a contraer matrimonio antes de los 18 años24, y el 57% de las niñas son obligadas a hacerlo antes de cumplir 16 años25; asimismo, el 80% es víctima de violencia doméstica26. A esto se le suman otras lacras sociales, como los abusos sexuales que, junto con los matrimonios forzosos, son considerados la causa principal de los suicidios registrados en el país, según un informe de 2014 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)27.El país cuenta con el 25% de las diputadas de un tal de 64 diputados28; no obstante, esta reducida representación femenina sufre restricciones y amenazas por sus discursos en pro de los derechos de la mujer. Por citar solo un ejemplo, Malalai Joya, una de las diputadas del Parlamento, fue expulsada por sus reivindicaciones feministas, aun cuando la ley no contempla la posibilidad de expulsar a nadie del Parlamento. Pese a las amenazas de muerte que ha recibido y los atentados fracasados que ha sufrido, se resolvió no abandonar el país, y cumplir con su trabajo en la clandestinidad.

Otro dato a destacar al respecto es el que han confirmado algunas ONGs, al dar a conocer que la participación femenina en las elecciones del 20 de agosto de 2016, ha llegado a cero en algunas regiones del sur29. Por su parte, la ONU arroja una cifra del solo 5% de los casos de violencia machista que acaban en un tribunal, pese a que el Gobierno afgano ratificó en 2003 la convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de Género (CEDAW)30. La razón hay que buscarla, por tanto, en el miedo de la víctima a denunciar, a raíz principalmente del miedo a caer en la más absoluta pobreza, ya que muchas dependen económicamente de sus maridos. A continuación, presentamos una comparativa entre Sudáfrica (IDH medio), México (IDH alto) y el país que aquí nos ocupa (desarrollo humano bajo), según los indicadores de desarrollo humano aportados por PNUD en 2015.

Finalmente, me gustaría señalar que a pesar de estos preocupantes indicadores, la sociedad afgana se ha ido mejorando poco a poco en el ámbito de los derechos humanos y en materia de igualdad de género. Las mujeres afganas van ocupando poco a poco cargos en el Parlamento, desde donde pueden defender sus derechos y la igualdad de género, pese a las amenazas que reciben; también es de destacar la presencia femenina en sectores vitales de la economía afgana.

El análisis de los aspectos desarrollados en el presente trabajo, me ha llevado a una serie de conclusiones que puedo desglosar a continuación:

> El bajo IDH (medido a base de la calidad de educación, la salud, así como los ingresos per cápita), no es debido a una única razón, sino a la confluencia de varios factores, tales como la violencia, la guerra, la distribución desigual de los ingresos económicos, etc.

> Dicha violencia y la inseguridad hace difícil la prosperidad del país y la protección de los derechos humanos, sobre todo los de las mujeres.

> El empoderamiento de la mujer requiere, como etapa previa, lenta y compleja, el fortalecimiento del Gobierno, su auténtica democratización, y una educación de calidad.

Las potencias internacionales deben dejar de explotar los recursos naturales de los países no desarrollados. De la decadencia de éstos ha podido prosperar la economía de los más desarrollados.

1     “Sobreviviendo     en     Afganistán”,      BBC,      09       de     agosto      de      2009,      disponible en <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)

  1. “La continua violencia en Afganistán condena a la población a la pobreza”, El Economista, 09 de febrero de 2015, disponible en <http://ecodiario.eleconomista.es/oriente-medio/noticias/6460347/02/15/El-CICR-denuncia-que-la-continua-violencia-en-Afganistan-condena-a-la-poblacion-a-la-pobreza.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  2. Un 40% de la población afgana vive con menos de 1,45 dólares al día. Véase al respecto: “Gani pide apoyo para que Afganistán supere los retos de pobreza y terrorismo”, El Día, 05 de octubre de 2016, disponible en <http://eldia.es/agencias/8892646-CONFERENCIA-AFGANIST-N-Gani-pide-apoyo-Afganistan-supere-retos-pobreza-terrorismo> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016). Además, 1 de cada 3 afganos vive en pobreza extrema. Véase al respecto: “Un informe de la ONU revela como la corrupción en Afganistán agrava la pobreza”, El Día, 30 de marzo de 2010

7 Op., cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)

<https://www.youtube.com/watch?v=VgopSihB7fY>

  1. “Un informe de la ONU revela como la corrupción en Afganistán agrava la pobreza”, El Día, 30 de marzo de 2010, disponible en <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  2. Op. Cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  3. “Un informe de la ONU revela como la corrupción en Afganistán agrava la pobreza”, El Día, 30 de marzo de 2010, disponible en <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  4. Op., cit.<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  5. “Afganistán se olvida de las mujeres”, El País, 24 de agosto de 2009, disponible en<http://elpais.com/diario/2009/08/24/internacional/1251064801_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)​
  1. “Las niñas de Afganistán que se visten como niños para poder estudiar”, El Mundo, 14 de junio de 2016, disponible en<http://www.elmundo.es/sociedad/2016/06/14/575eab9922601d0f768b4596.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  2. “Ataque talibán contra escolares afganas”, El País, 26 de abril de 2010, disponible en<http://elpais.com/diario/2010/04/26/sociedad/1272232806_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016).
  3. “Mujeres y niñas afganas, las grandes olvidadas del conflicto”, El Mundo, 25 de noviembre de 2015, disponible en <http://www.elmundo.es/sociedad/2015/11/25/5655e2f922601d567b8b45f3.html> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  1. “Afganistán anuncia medidas tras denuncia sobre la lacra del trabajo infantil”, El Confidencial, 14 de julio de 2016, disponible en <http://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2016-07-14/afganistan-anuncia-medidas-tras-denuncia-sobre-la-lacra-del-trabajo-infantil_965589/>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  2. Op. Cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  3. Op., cit., <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  4. Op. Cit., <http://elpais.com/diario/2009/08/24/internacional/1251064801_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  5. Op., Cit., <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  6. Op. Cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  7. Op. Cit., <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  8. Op., Cit., <http://elpais.com/diario/2009/08/24/internacional/1251064801_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  9. Op., Cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  10. Ibid., <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>.

 

Fuente: http://www.mundiario.com/articulo/sociedad/afganistan-lucha-silencio-libertad-igualdad/20170114160049076173.html

 

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El problema es la desigualdad

20 de enero de 2017/Fuente: televisa

8 personas concentran la mitad de la riqueza del mundo… ¿cuál es el problema?

Fue publicado en este inicio del 2017 un dato que arroja luz sobre la situación de desigualdad en el mundo. La información se resume en que 8 de las personas más ricas del mundo poseen el mismo valor de riqueza que 3.6 mil millones de personas. Siendo la población total del planeta 7.4 mil millones de habitantes, esto significa que la riqueza del 48%  equivale a la concentración de la riqueza de tan sólo 8 personas.

Puesto de otro modo, 8 personas son dueñas de la mitad de la riqueza del mundo.

Esto ha sido un caso llamativo dados los altos índices de desigualdad en el globo, incluyendo México, y que han causado descontento entre los ciudadanos. Incluso, Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam International dijo:

Es obsceno que tanta riqueza se quede en las manos de tan pocos cuando una de cada 10 personas sobrevive con menos de dos dólares diarios. La desigualdad está atrapando a cientos de millones en la pobreza; y esto está fracturando nuestras sociedades y socavando la democracia.

Advertencias de Stiglitz: el 1% más rico

Miembros de la familia Rockefeller.
Miembros de la familia Rockefeller. (Photo by Hulton Archive/Getty Images)

En mayo de 2011, el premio Nobel de economía, Joseph E. Stiglitz publicó un artículo titulado Of the 1%, By the 1%, For the 1% (“Sobre el 1%, por el 1%, para el 1%”). En este artículo, el autor escribe sobre las concentraciones masivas que se han hecho entre los más ricos.

Inicia alegando cómo los economistas han intentado justificar la desigualdad en el mundo con una teoría llamada “Marginal-Productivity Theory”. Esta asocia los altos ingresos con la alta productividad y una mayor contribución a la sociedad. Es decir, entre más produces más ganas y aportas a la sociedad. Sin embargo, Stiglitz señala que existe poco sustento para esta teoría (que siempre ha sido alabada por los más ricos). Incluso reclama el hecho de que aquellos que provocaron la crisis del 2008 por un mal manejo y errores en la bolsa recibieron bonificaciones millonarias, a pesar de que afectaron profundamente a la sociedad  llevándola a una recesión económica.

Otra de sus críticas es al argumento de que el “pastel no está mal dividido, sino que es muy pequeño”. A esto dice:

Este argumento es fundamentalmente erróneo. En una economía en la que a la mayoría de los ciudadanos les va cada año peor–como en Estados Unidos– no se puede esperar que le vaya bien en el largo plazo.

Esto lo explica apoyándose en 3 argumentos:

  1. El aumento de la desigualdad es una de las caras de la reducción de las oportunidades. Aquí señala que no se están aprovechando uno de los activos más valiosos de la sociedad: sus mismos ciudadanos, quienes podrían ser productivos.
  2. Existen distorsiones que agudizan aún más la desigualdad. Aquí hace referencia a monopolios e impuestos diferenciados que benefician intereses especiales.
  3. Plantea que una economía moderna requiere de una “acción colectiva”. Con esto se refiere a que es necesario que el gobierno invierta en educación, tecnología e infraestructura. Y critica la reducción de inversión que se ha hecho en los últimos años.

La desigualdad y las grandes diferencias económicas entre ricos y pobres dividen a la sociedad. Los ricos dejan de depender cada vez más y más de los servicios públicos, pues lo pueden pagar por su propia cuenta. Esto provoca dos cosas, según el premio Nobel: distancia con la “gente común” y alegan también un miedo hacia el Estado, el ente que podría regular y balancear la distribución de la riqueza, vulnerando así su estilo de vida.

Es en este punto donde Stiglitz alega que en Estados Unidos el Estado funciona en favor de los más ricos, pues está demasiado comprometido para hacer algo al respecto gracias a las deudas políticas que tiene el gobierno.

Stiglitz reconoce que sigue sin existir un consenso de por qué hay una creciente desigualdad a pesar de señalar todo lo anterior. Pero añade que es el 1% quien busca que exista la desigualdad en Estados Unidos. 

El ejemplo más obvio son las políticas fiscales. Reducir impuestos, factor que le da la mayor cantidad de ganancias a los más ricos, les ha regalado “un paseo prácticamente gratuito”. […]

El ser laxos con las “anti-trust laws”, especialmente durante administraciones de republicanos, ha sido un mandado de Dios para el 1 por ciento. Mucha de la desigualdad de hoy es gracias a la manipulación del sistema financiero, permitiendo cambios en las reglas por medio de pagos de la industria financiera – una de sus mejores inversiones. El gobierno ha prestado dinero a las instituciones financieras con una tasa de intereses cercana al 0 por ciento, proveyendo rescates financieros en buenos términos cuando todo lo demás ha fallado. Reguladores se han hecho de la vista gorda con la transparencia y los conflictos de interés.

La reducción de impuestos está basada en torno a un concepto conocido como “Trickle-Down Economics”. Esta teoría se resume en lo siguiente: Cuando se reducen los impuestos a grandes empresas, esto incentiva la inversión de capital. Gracias a esta teoría se argumenta que si una empresa paga pocos impuestos, recibe mayores ganancias y estas ganancias provocan al mismo tiempo mayores empleos, mejores sueldos y una mejoría en general en la calidad para los trabajadores dentro de una empresa.

Trabajadores en oficina.
Trabajadores en oficina. (Photo by Steve Eason/Hulton Archive/Getty Images)

Existen muchos argumentos (sustentando y desacreditando) en torno a la validez de esta teoría. Sin embargo, hemos visto en países como Estados Unidos que las discusiones en torno al aumento o la reducción de impuestos es una tendencia en la discusión pública. Tan sólo el año pasado el Senador Bernie Sanders hablaba sobre un aumento a los impuestos a grandes corporaciones, mientras que Donald Trump habló sobre hacer una reducción para beneficiar la inversión nacional.

Stiglitz concluye que hay que entender correctamente el interés personal. Con esto se refiere a que el “interés personal” se termina en el simple hecho de pensar en uno mismo, pero que cuando se comprende correctamente, se da por sentado que el beneficio colectivo lleva al beneficio personal.

Y su advertencia al final del texto es:

El top 1 por ciento tienen las mejores casas, la mejor educación, los mejores doctores y el mejor estilo de vida, pero hay una cosa que el dinero no parece poder comprar: Un entendimiento de que su destino se relaciona con la forma en la que vive el 99 por ciento. A través de la historia, esto es algo que el 1 por ciento eventualmente entiende. Demasiado tarde.

La concentración de la riqueza

Persona camina en Ecatepec.
Persona camina en Ecatepec. (Photo by Hector Vivas/LatinContent/Getty Images)

De modo que las críticas a la desigualdad están. Desde la crisis del ’29 en Estados Unidos se han buscado formas de evitar que este problema se convierta en una catástrofe social. Hoy las condiciones son otras y el reporte de Oxfam advierte sobre el descontento que trae una concentración de riqueza que lleva de la mano tanta desigualdad. La pregunta que queda es ¿qué se hará al respecto?

Fuente: http://noticieros.televisa.com/historia/internacional/2017-01-18/el-problema-es-la-desigualdad/

Imagen: televisanews.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/2017/01/desigualdad-india-e1484785325721.jpg

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Cómo Túnez se convirtió en el país más feminista del mundo árabe

África/Túnez/17 de enero de 2017/Fuente: el nacional

El 99% de sus poco más de 11 millones de habitantes son fieles musulmanes. Pese a ello, en Túnez las mujeres disfrutan de unas libertades difíciles de encontrar en el resto del mundo árabe .

En las calles de su capital se puede ver a las mujeres vistiendo minifaldas, fumando en los cafés o tomándose una copa de vino en alguna discoteca de moda. Son imágenes consideradas como normales en cualquier país occidental. Pero este no lo es.

El 99% de sus poco más de 11 millones de habitantes son fieles musulmanes.

Pese a ello, en Túnez las mujeres disfrutan de unas libertades difíciles de encontrar en el resto del mundo árabe.

La lista es extensa e incluye el derecho a divorciarse, a abortar, a votar y a postularse a cargos públicos, a crear empresas, a exigir salarios iguales a los de los hombres.

Pero, ¿cómo llegó este país enclavado en el norte de África, vecino de Argelia y de Libia, a convertirse en el país árabe con más derechos para las mujeres?

La explicación se remonta a muchos años antes de la llamada Primavera Árabe, concretamente a 1956, cuando el país se independizó del mandato colonial de Francia.

«Ese trapo odioso»

«Antes de la independencia, las mujeres se quedaban en casa, usaban el velo y, básicamente, no tenían derechos. Lo que disparó el cambio fue la alta tasa de acceso a la educación y la urbanización, y una importante clase media en la que los padres enviaban a sus hijas a estudiar», dijo Dora Mahfoud, profesora de Sociología de la Universidad de Túnez, al programa The Compass de la BBC.

Mahfoud explicó que detrás de ese impulso a la escolarización de las mujeres estaba Habib Bourguiba, el primer presidente del país.

Bourguiba promulgó el Código de Estatus Personal, una legislación radical en el mundo árabe, que prohibía la poligamia y les daba a las mujeres casi los mismos derechos que a los hombres, incluyendo el derecho a divorciarse y el derecho a la educación.

«Tan pronto como llegó al poder, empujó a los padres a enviar a sus hijas al colegio. Él pensó que convertirse en un impulsor de los derechos de las mujeres era algo bueno para la imagen de Túnez como un país moderno e independiente. Fue el inicio del feminismo tunecino promovido por el Estado», añadió.

Bourguiba se hizo famoso también porque en medio de ese impulso modernizador llegó a repudiar públicamente el uso del velo islámico, al que llamó «ese trapo odioso» del que pidió a las mujeres liberarse en 1956.

Dina Mansour-Ille, del Instituto para el Desarrollo Exterior, un centro de investigaciones con sede en Reino Unido, destacó que Bourguiba actuó guiado por el contexto histórico y político, pues en 1929 le había pedido a las mujeres tunecinas que siguieran usando el velo islámico.

«El movimiento nacionalista estaba formado por una tendencia liberal y otra islámica. Con la independencia vino un enfrentamiento entre ambas y como el ala liberal se impuso en aquel momento encontramos a Bourguiba intentando deshacerse del ala tradicional o conservadora. Una parte del esfuerzo para ello pasaba por enfocarse en una Túnez moderna y parte de esa visión tenía que ver con las mujeres», dijo Mansour-Ille a la BBC.

Paridad y nuevos retos

Después de la independencia, las mujeres en Túnez siguieron avanzando en la adquisición de derechos, al punto de la legalización del aborto se produjo ocho años antes que en Estados Unidos.

«Durante la Primavera Árabe, Túnez destacó porque las mujeres protestaban al lado de los hombres y, una vez más, los derechos de las mujeres fueron de la mano con la lucha de todo el país por una mayor libertad», afirmó Mahfoud.

Así, tras la salida del poder del mandatario Zine El Abidine Ben Ali forzada por una revuelta popular, el país aprobó una nueva Constitución y unas nuevas normas en las que, por ejemplo, se establece que la mitad de los candidatos postulados por los partidos políticos a cargos parlamentarios deben ser mujeres.

«Muchos países no tiene mujeres en el Parlamento, pero la Ley Electoral en Túnez establece que las mujeres deben ocupar el 50% de las candidaturas de los partidos. Eso es impresionante y es algo que no ocurre, por ejemplo, en Reino Unido», dijo Henrietta Moore, directora del Instituto para la Prosperidad Global del University College de Londres.

Añadió que Túnez es el ejemplo a seguir en términos legislación de género en el mundo árabe, pues fue pionero en acabar con tabúes y en impulsar los derechos de las mujeres.

«Mientras hay países ricos en Medio Oriente y en el Norte de África como Bahréin, Arabia Saudita, Irán o Qatar que pueden tener niveles mayores de desarrollo humano, están muy por debajo de Túnez cuando se les compara en temas de igualdad de género», agregó la experta.

Un problema social

Pese a ser un país pionero en el mundo árabe en impulsar la igualdad de género, a la sociedad tunecina aún le queda un largo camino por andar en este campo.

Un informe reciente del Ministerio de la Mujer y de la Familia indicó que 53% de las mujeres en Túnez sufre un ataque violento a lo largo de su vida.

«Hay mucho acoso hacia las mujeres. Hay una percepción determinada sobre el papel de las mujeres que existe en algunos sectores de la sociedad, en áreas rurales y en zonas pobres tanto en Túnez como en otros países árabes. Esa percepción procede de la cultura árabe-islámica», dijo Mansour-Ille.

«Si miramos al Islam, no es la religión, es la cultura la que establece el marco en el que se señala que deben operar las mujeres. La ley en Túnez vino a decir que las mujeres podían salirse de ese marco y que pueden ir más allá, pero si miras la sociedad, una parte de ella, aún no acepta eso. Creo que ese es el problema que hay allí», agregó.

Sin embargo, las leyes también pueden mejorarse.

El Código de Estatuto Personal no sanciona los llamados crímenes de honor. La Constitución exime a los hombres de castigo si se casan con la mujer a la que han secuestrado. La violación dentro del matrimonio no es un delito ni tampoco lo es el tráfico de mujeres para la explotación sexual.

Henrietta Moore considera que en Túnez, como en el resto del mundo, lo que ha hecho la diferencia en esta materia han sido la educación y las leyes, lo que no evita el conflicto que surge del derecho que algunos hombres creen tener sobre la mujeres, sobre todo sobre las que dependen de ellos como sus esposas o sus hijas.

«No creo que los problemas que hay sean por culpa de Túnez. Hay una tendencia global alrededor del tema del terrorismo y de la seguridad que siempre se mueve en contra de los derechos de las mujeres. Dondequiera que surge una crisis nacionalista o una amenaza fronteriza, a la cultura o a la religión, lo primero que sufre son los derechos de las mujeres», dijo Moore.

La experta recomendó poner atención en la educación.

«Hay que fijarse en cómo educamos a las mujeres, pero también en cómo ellas educan a sus hijos. También hace falta que reconozcamos que lo que es malo para las mujeres también lo es para los hombres», concluyó.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/como-tunez-convirtio-pais-mas-feminista-del-mundo-arabe_75901

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El descaro de ser articulista desde Estados Unidos

Por: Ilka Oliva Corado

Por lo menos una vez al día recibo mensajes de lectores que me dicen cuestiones como ésta: “no puedo creer que escribiendo como lo hace, usted viva en Estados Unidos, debería vivir en América Latina,” otros que van con el machete desenvainado: “claro, escribe desde la comodidad de Estados Unidos.” Con esto, en ambos lados buscando desvirtuar mi expresión.
Antes me enojaba mucho, más cuando era gente “humanista” la que me escribía estas cosas. Debo decir que es gente de izquierda más que de derecha la que se dirige a mí con este tipo de pronunciamientos. Ven como traición que yo viva en Estados Unidos y escriba artículos sobre política latinoamericana.
Sin embargo, una cosa es la clase política y la oligarquía y otra la sociedad. La sociedad estadounidense es tan común como cualquier otra, no tiene nada de especial que la haga extraordinaria y nada que la haga más malvada que las demás. La clase trabajadora es la misma en todas partes del mundo. Los parias somos universales.
Comprendo el pensamiento porque de alguna manera lo tuve cuando vivía en Guatemala y todo mi mundo era mi pequeño y hermoso país, pero emigrar me dio una visión más realista de la diáspora. Convivir con personas de otras nacionalidades y culturas también me ha ayudado a formarme otro tipo de criterio, más cimentado, por supuesto, más humano y menos arrogante. Me ha ayudado a dejar la soberbia de ser guatemalteca sobre todas las cosas y aceptarme sin fronteras, con la humanidad como patria. Esto lleva tiempo, no se da de un día para otro. Y se necesita también un tipo de desprendimiento y humildad que solo la da la experiencia de vivir el día a día.
No hay escuela más dura que la de emigrar, porque esto significa salir de la zona de confort, uno se va con la piel en carne viva y como único recurso la memoria y la identidad. No hay más, por más dinero, por más desgracias, por más desolación o por más comodidades; en el alma ninguna de estas trivialidades terrenales tiene cabida. El exilio marca la vida de todo ser humano, no es para bien ni para mal es para un crecimiento espiritual. No cualquiera lo resiste, no cualquiera lo sobrevive, no cualquiera se arma de valor y enfrenta lo desconocido con dignidad. Lo cualquiera se lanza al vacío sin paracaídas.
Por supuesto, si yo viviera en cualquier otro país en cualquier lugar del mundo no sería tan atacada, pero como vivo en Estados Unidos, diríamos que es mi talón de Aquiles como articulista. Lo más fácil sería que dejara de escribir para no recibir estos ataques e insultos diariamente y acomodarme en el silencio y el limbo para estar a salvo. Pero lo fácil me huele a cobardía y llega ese momento en la vida en que el propio reflejo en el espejo nos pregunta si vamos nadar contra la corriente o a escondernos en el lugar más oscuro y desolado, donde nadie nos encuentre.
¿Por qué no tengo derecho a vivir en Estados Unidos? ¿Por qué tendría que sentirme traidora y avergonzada? ¿Acaso no es parte de la tierra? ¿Acaso yo como ser humano no tengo derecho a emigrar y decidir vivir donde yo quiera? ¿Para qué es la tierra entonces? ¿Por qué obligatoriamente tengo que vivir en cierto país o en cierto continente?
Por ejemplo me critican con ferocidad pero esos “humanistas” que me acusan de traidora por vivir en Estados Unidos, en ningún momento dicen: veníte a nuestro país y te conseguimos trabajo y una beca en la universidad para que estudiés y te preparés, aquí entre nosotros “humanistas de izquierda” te conseguimos un lugar dónde vivir, porque lo merece porque amás a Latinoamérica. No, qué esperanzas porque al final, a ninguno de ellos les interesa el bienestar de otro ser humano y mucho menos si se trata de aportar para el crecimiento intelectual de esta persona. Son más egoístas que la derecha más recalcitrante. Son la excelencia para criticar, eso sí.
Conozco la pobreza, la miseria, la exclusión, conozco el trabajo arduo desde mi infancia, sé lo que son las carencias emocionales y económicas. No le tengo miedo a eso porque lo he vivido toda mi vida, pero también tengo derecho a decidir dónde vivir y en dónde mi corazón sienta paz y mi espíritu serenidad. En este momento de mi vida es Estados Unidos, no sé si en el futuro será otro el país o el mío propio. Y si decido quedarme aquí para el resto de mi vida también es mi derecho.
Creo que como humanidad nos hace falta un poco de respeto hacia el otro, comprender que todos tenemos el derecho a decidir, que esa decisión debe ser respetada y que lo importante no es dónde vivamos sino qué aportemos al mundo como seres humanos para transformarlo. ¿Se imaginan todos viviendo en un mismo lugar, con la misma cultura, rituales, formas de pensamiento? La belleza de nuestra especie es la diversidad, es lo que nos engrandece.
¿Acaso no les da felicidad que una latinoamericana viviendo en Estados Unidos ame la Patria Grande, o esperan de mí artículos donde la menosprecie y también a nuestros Pueblos Originarios?
Quítense de la cabeza esa telaraña de dónde vivo, porque ustedes no me dan de comer y no me ayudan a pagar las cuentas, es mi trabajo, sino están de acuerdo con lo que escribo pues no es obligación que me lean, evítense escribirme e insultarme porque son ustedes mismos los que se hacen daño, a mí no me causan ninguno. Ya no.
Y todo esto sucede, ¿saben por qué? Porque soy mujer y me doy el derecho y el lujo de escribir artículos de opinión que tienen que ver con política e ideología. Esos señalamientos e insultos son patriarcales, porque aún hoy en día a las mujeres nos siguen catalogando como inferiores a los hombres.
Si mis artículos trataran trapeadores y pañales de bebé, pasaría inadvertida la tierra donde vivo. Si escribiera de mis carencias emocionales, sería una débil y loca más que lo que necesita (según el patriarcado y muchos humanistas de izquierda) es un marido que se la coja todos los días y tener hijos para encontrar la estabilidad emocional. Nuestro peor enemigo como humanidad es el patriarcado. Tal vez sí, soy una descarada total, como dicen muchos de ustedes, por atreverme a enfrentar al patriarcado (que no respeta ideologías) a mí manera, desde la “comodidad” de Estados Unidos.
En fin, nos creemos inmortales y apenas somos hojas secas que sopla el viento, solas no hacemos nada, en cambio juntas somos una hermosa hojarasca.
Como dijo Cristina, “La Patria es el otro,” cuando lo entendamos vamos a poder avanzar como humanidad. Sí, Cristina, la yegua esa con la que no pudo Obama ni la ultra izquierda latinoamericana.
Fuente: https://www.aporrea.org/ideologia/a239891.html
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Informe Mundial sobre la Información y la Comunicación-Panorama actualizado para la critica, la autocrítica y la unidad en la acción

Por: Fernando Buen Abad Domínguez

Para asegurarnos de que el “problema de la comunicación”, es decir sus modos y sus medios de producción, su régimen de propiedad y su papel ideológico ocupe un lugar prioritario en la preocupaciones -tácticas y estratégicas- de toda agenda política, necesitamos instrumentos esclarecedores y movilizadores capaces de superar la aberración que implica saber que los medios dominantes en el planeta están en unas cuantas manos: “El problema es la concentración oligopólica de los multimedia en Occidente: 1500 periódicos, 1100 revistas, 9 000 estaciones de radio, 1500 televisoras, 2.400 editoriales: ¡Todo controlado por sólo seis trasnacionales! [1]

Todo lo dicho por el Informe MacBride en 1980 en materia de concentración monopólica y obturación de la pluralidad con imposición del discurso único… hoy se queda corto y parece suave. Hoy el panorama es mucho peor y el llamado a un “Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Comunicación” es un imperativo y un clamor planetario que parece invisible a los ojos de muchos que creen que el asunto “mediático” es secundario y que puede dejarse para tiempos mejores. Lo demuestran los hechos.

Es verdad que respecto al rol de los “medios” se han creado (incluso con excesos) debates y exageraciones de todos los colores y tamaños. Es verdad que a veces parece tema decorativo que siempre viene bien en el menú “progre” donde el equilibrismo comunicacional parece muy “democrático” y muy “justiciero” (aunque tal equilibrio suela caerse hacia la derecha). Es verdad que hablar de la “igualdad de oportunidades” para la comunicación suena a “pensamiento crítico” y es verdad que con ese pretexto se han llenado horas y horas de discursos, cátedras y conferencias con sus respectivos libros, revistas y publicaciones. Pero necesitamos igualdad de condiciones. Incluso existen “premios”, “becas” y “subsidios” para fines diversos que pocas veces resuelven los problemas de fondo en el todo o de sus partes. Pero nada de eso eclipsa el núcleo duro del problema y nada de eso resta importancia a una lucha que reclama debates y, sobre todo, aciones en la médula y en el plazo corto.

Hemos aprendido, luego de estos años, es decir de la “Era del Hielo” a que fue sometido el Informe MacBride, (aproximadamente entre el año 1980 y 2000) que los informes son sólo eso y que su utilidad mayor como instrumentos para elevar el nivel de la conciencia no necesariamente repercute en el nivel y extensión de la movilización en las bases. Eso no implica que los informes sean inútiles o que nos deprimamos de manera posmoderna en el desahucio de las malas experiencias. Todo lo contrario, acaso sea la hora de que los informes, los documentos de diagnóstico y pronóstico, vivan un cambio metodológico sustancial y se desarrollen como soporte programático crucial en la acción directa… en la praxis. Vale como ejemplo opuesto el informe sobre industrias culturales dela UNESCO (2016) que en su abrumadora utilidad cuantitativa conlleva el anestésico oportuno para hacernos sentir ínfimos frente al Goliat de las, no poco eufemísticamente llamadas,“Industrias Culturales”. [2]

Hoy el trabajo de producir o actualizar los “Informes” conlleva la responsabilidad de contrastar el comportamiento de los hechos comunicacionales concretos que recorren las bases económico-tecnológicas y conlleva, también el trabajo de visibilizar los efectos subjetivos de cuanta operación psicológica o pedagógica se ensaya sin control con (y por) los “medios”. Especialmente, el trabajo de producir “Informes” o documentos diagnósticos, ha de ser capaz de sustentarse en las luchas que se despliegan en todos los ámbitos sin desprecio por las luchas en el campo de las artes, de las ciencias, de la didáctica o de la ética… en paralelo con las luchas de la clase trabajadora en defensa de su bienestar económico y su dignidad intelectual. Y si es verdad que los informes no sustituyen las luchas también es verdad que sin informes correctos las luchas suelen caminar con debilidades enormes.

Por la trascendencia de impulsar un “Informe MacBride” actualizado que sea capaz de ponerse a salvo de una nueva “Glaciación”. Un nuevo Informe MacBride podrá ratificar lo dicho por el primero y podrá echar luz sobre todo lo que empeoró exponencialmente en casi 40 años de aceleración de los procesos monopólicos, del uso de los medios de comunicación como máquinas de Guerra Ideológica y consumista, del desarrollo desigual y la asimetría en la adquisición de tecnología, el desarrollo incipiente de leyes…en fin de las tareas que debemos encarar con urgencia.

Y, particularmente, desarrollar un Informe emancipador vigente que sea herramienta didáctica general, que muestre todos los “mapas” resultantes de la gran revolución comunicacional del capitalismo, de sus territorios y sus reinos en la geografía espacial, terrestre y submarina sin olvidar las geografía complejas del cerebro humano que es blanco de todos los ataques e invasiones al servicio del dominio de las conductas, de los valores y de los gustos.

Por la Unidad. Un informe nuevo, revitalizador del Informe MacBride, habrá de ser espacio colectivo, centro de reunión, “patio de armas” para la crítica y crítica de las armas mediáticas. Habrá de ser plataforma de despegue hacia una nueva fase de comprensión y articulación que permita a los miles y miles de medios emancipadores, realmente existentes, verse con la autocrítica necesaria para resolver -de una vez y por todas- la tarea de la unidad, de la articulación y del trabajo conjunto que tanta falta nos ha hecho en momentos en que, en materia de comunicación, hemos sido muy débiles, a veces muy irresponsables, y muy frágiles. Nunca más.

Notas

[1] Alfredo Jaliffe. La Jornada 10-04-2016

[2] http://www.worldcreative.org/?lang=es

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=221549

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