Page 41 of 49
1 39 40 41 42 43 49

Afganistán lucha en silencio por la libertad y la igualdad

Por: Mundiario

El empoderamiento de la mujer requiere, como etapa previa, lenta y compleja, el fortalecimiento del Gobierno, su auténtica democratización y una educación de calidad.

Afganistán, con una población de 28 millones de habitantes según datos de 20091, adolece de una compleja y delicada situación socio-económica y política que lo ha situado en el puesto 171, según el informe del Índice de Desarrollo Humano publicado por PNUD en 2015, encasillando su índice de desarrollo humano entre los más bajos.

El recrudecimiento de la guerra, iniciada desde hace más de 30 años, y cuyas víctimas mortales se calculan en 10.000 en 20142, la depresión que la misma ha producido en la sociedad afgana, la pobreza que afecta al 40% de la población3, la corrupción y la impunidad, el aumento desmesurado de los actos de violencia, que llegó en 2014 al 22%4, dibujan un oscuro horizonte y explican los muy altos casos de suicidio (860% desde 2012 hasta agosto de 2016) estimados en 11.571 solo en 2016 (casi 31 personas al día), y llevados a cabo por mujeres en su mayoría (como veremos más adelante), cifra que supera las bajas civiles provocadas por la guerra5.

Afganistán, pese a ser un país rico en petróleo y gas (que lamentablemente son explotados por intereses postcoloniales) está sufriendo una aguda crisis económica. La caída del régimen de Talibán en 2001 parece que no ha mejorado el país, como se sostiene en un documental realizado en el mismo por “National Geographic Abu Dabai”6.

El objetivo que se persigue en el presente trabajo, es abordar la situación del país desde un punto de vista analítico, a la luz de los índices de desarrollo humano publicados por PNUD en 2015.

El bajo Índice de Desarrollo Humano (en adelante, IDH) en Afganistán (0,465) es debido a varios factores socio-económicos, así como al grado de transparencia de las instituciones estatales. El reparto inequitativo y desigual de las riquezas y la corrupción hicieron que el IDH perdiera 31,4, retrocediendo a 0,319.

Para explicar mejor el IDH, nos centraremos en los tres criterios principales para medirlo: los ingresos per cápita, la salud y la educación. Hecho esto, pasaremos al tema de género.

Como lo hemos indicado anteriormente, los ciudadanos viven con 1,45 dólares al día, y uno de cada tres vive en pobreza absoluta. La violencia y la inestabilidad del país a causa de la guerra, como lo hemos indicado anteriormente con datos estadísticos, tuvieron como consecuencia la inflación y la extensión de la pobreza.

Los ciudadanos recurren a las dos principales fuentes de ingresos para salir de la pobreza: la droga, que constituye en torno al 60% de la economía afgana, dado que el país es productor del 93% del opio del mundo, y la agricultura, de la que dependen 9 de cada 10 afganos7. La industria de la droga produjo graves daños en la salud de los afganos, a la que recurren algunos para “aliviarse” de los efectos psicológicos que la guerra les causó, al ser asesinados algunos o todos los miembros de su familia8.

Solo el 24% de los afganos tiene acceso a agua potable9, y solo 4 de cada 10 cuentan con servicios básicos de salud. Asimismo, mueren 152 niños menores de un año por cada 1000 nacidos vivos, tasa que se estima la tercera peor del mundo, y casi uno de cada cinco niños muere antes de cumplir los cinco años de edad10. En cuanto a la tasa de mortalidad materna, el país ha registrado la más alta del mundo según datos del 30 de marzo de 201011. Todos estos alarmantes indicadores en términos de salud, que es uno de los criterios más importantes de bienestar social, explican el por qué la esperanza de vida en Afganistán alcanza tan solo 44 años según datos de 200912.

Otro indicador del bajo desarrollo humano en Afganistán, es el referido a la educación, altamente peor por un pensamiento extremista contrario a la educación de las mujeres (dicho pensamiento es a nivel ciudadano, no gubernamental, como veremos más adelante).

El 95% de las niñas no terminan la enseñanza secundaria, y el 85% de mujeres son analfabetas frente al 50% de tasa masculina13. Además, de las 13000 estudiantes matriculadas en los grados 8° y 9° del curso escolar 2015-2016, solo 650 consiguieron graduarse, según datos del Gobierno afgano14. Entre los argumentos esgrimidos acerca de estas preocupantes cifras, podemos señalar, en primer lugar, la situación misma del país, que sobrevive en medio de la guerra, y lo que ésta supone de destrucción y deterioro de la capacidad productiva del país, tanto en educación como en salud y agricultura; en segundo lugar, es de subrayar un pensamiento androcéntrico radical, heredado de prácticas ancestrales y/o que es propio de una forma de razonar inspirada en juicios personales sin ninguna solidez argumental, o en una visión masculinizada de la realidad que se remonta a tiempos remotos, al ver que la educación es exclusivamente para hombres, o que la participación femenina en la sociedad podría llevar al deterioro moral. En este caso, la única forma de mejorar la situación de la mujer, es educar a los niños y familiarizarlos con la igualdad, la solidaridad y el respeto mutuo, creando programas educativos que incluyan al elemento femenino como actor de participación sine qua non en la sociedad.

La violencia machista en el país asiático no se queda solamente en el plano familiar, sino que se extiende más allá del mismo. Hay un grupo de presión extremista que ha llevado a cabo sucesivos ataques con gas contra escuelas de niñas, en represalia contra el apoyo gubernamental a la educación femenina. Decenas de niñas fueron hospitalizadas, otras amenazadas con ácido en la cara, y los docentes recibieron amenazas de muerte15. Como consecuencia de todo ello, desde enero hasta septiembre de 2016, alrededor de 210 escuelas han sido cerradas y unas 20.500 niñas han abandonado la escuela, según datos de ONU16.

Subyacen otras razones detrás del fracaso escolar, siendo una de las principales el trabajo infantil, que afecta al 26% de los 14 millones de niños en edad escolar, al que se le agrega, evidentemente, la pobreza17.

Los datos estadísticos sobre el deficiente acceso a la electricidad (que cubre tan solo el 7% de la población)18, el agua (que cubre tan solo el 24% de la población)19, la educación (accesible solo al 50% de hombres y al 15% de mujeres)20, y los indicadores de pobreza (1 de cada 3 vive en pobreza absoluta)21 y la salud (solo 4 de cada 10 cuentan con servicios básicos de salud)22, nos demuestran hasta qué punto los 35000 dólares inyectados en el país por la comunidad internacional entre 2002 y 2009, no se ha visto reflejado en la vida de los afganos/as, debido a que dichos fondos fueron destinados fundamentalmente al mantenimiento de la seguridad en la zona23.

Pasemos ahora a tratar el tema de género en Afganistán. El país ocupa el puesto 152 de un total de 188 países que aparecen en el Informe de IDH de 2015, con un índice de desigualdad estimado en 0,693. Además, según datos de Naciones Unidas y de la Asociación Revolucionaria de Mujeres en Afganistán, el 60% de las mujeres son obligadas a contraer matrimonio antes de los 18 años24, y el 57% de las niñas son obligadas a hacerlo antes de cumplir 16 años25; asimismo, el 80% es víctima de violencia doméstica26. A esto se le suman otras lacras sociales, como los abusos sexuales que, junto con los matrimonios forzosos, son considerados la causa principal de los suicidios registrados en el país, según un informe de 2014 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)27.El país cuenta con el 25% de las diputadas de un tal de 64 diputados28; no obstante, esta reducida representación femenina sufre restricciones y amenazas por sus discursos en pro de los derechos de la mujer. Por citar solo un ejemplo, Malalai Joya, una de las diputadas del Parlamento, fue expulsada por sus reivindicaciones feministas, aun cuando la ley no contempla la posibilidad de expulsar a nadie del Parlamento. Pese a las amenazas de muerte que ha recibido y los atentados fracasados que ha sufrido, se resolvió no abandonar el país, y cumplir con su trabajo en la clandestinidad.

Otro dato a destacar al respecto es el que han confirmado algunas ONGs, al dar a conocer que la participación femenina en las elecciones del 20 de agosto de 2016, ha llegado a cero en algunas regiones del sur29. Por su parte, la ONU arroja una cifra del solo 5% de los casos de violencia machista que acaban en un tribunal, pese a que el Gobierno afgano ratificó en 2003 la convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de Género (CEDAW)30. La razón hay que buscarla, por tanto, en el miedo de la víctima a denunciar, a raíz principalmente del miedo a caer en la más absoluta pobreza, ya que muchas dependen económicamente de sus maridos. A continuación, presentamos una comparativa entre Sudáfrica (IDH medio), México (IDH alto) y el país que aquí nos ocupa (desarrollo humano bajo), según los indicadores de desarrollo humano aportados por PNUD en 2015.

Finalmente, me gustaría señalar que a pesar de estos preocupantes indicadores, la sociedad afgana se ha ido mejorando poco a poco en el ámbito de los derechos humanos y en materia de igualdad de género. Las mujeres afganas van ocupando poco a poco cargos en el Parlamento, desde donde pueden defender sus derechos y la igualdad de género, pese a las amenazas que reciben; también es de destacar la presencia femenina en sectores vitales de la economía afgana.

El análisis de los aspectos desarrollados en el presente trabajo, me ha llevado a una serie de conclusiones que puedo desglosar a continuación:

> El bajo IDH (medido a base de la calidad de educación, la salud, así como los ingresos per cápita), no es debido a una única razón, sino a la confluencia de varios factores, tales como la violencia, la guerra, la distribución desigual de los ingresos económicos, etc.

> Dicha violencia y la inseguridad hace difícil la prosperidad del país y la protección de los derechos humanos, sobre todo los de las mujeres.

> El empoderamiento de la mujer requiere, como etapa previa, lenta y compleja, el fortalecimiento del Gobierno, su auténtica democratización, y una educación de calidad.

Las potencias internacionales deben dejar de explotar los recursos naturales de los países no desarrollados. De la decadencia de éstos ha podido prosperar la economía de los más desarrollados.

1     “Sobreviviendo     en     Afganistán”,      BBC,      09       de     agosto      de      2009,      disponible en <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)

  1. “La continua violencia en Afganistán condena a la población a la pobreza”, El Economista, 09 de febrero de 2015, disponible en <http://ecodiario.eleconomista.es/oriente-medio/noticias/6460347/02/15/El-CICR-denuncia-que-la-continua-violencia-en-Afganistan-condena-a-la-poblacion-a-la-pobreza.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  2. Un 40% de la población afgana vive con menos de 1,45 dólares al día. Véase al respecto: “Gani pide apoyo para que Afganistán supere los retos de pobreza y terrorismo”, El Día, 05 de octubre de 2016, disponible en <http://eldia.es/agencias/8892646-CONFERENCIA-AFGANIST-N-Gani-pide-apoyo-Afganistan-supere-retos-pobreza-terrorismo> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016). Además, 1 de cada 3 afganos vive en pobreza extrema. Véase al respecto: “Un informe de la ONU revela como la corrupción en Afganistán agrava la pobreza”, El Día, 30 de marzo de 2010

7 Op., cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)

<https://www.youtube.com/watch?v=VgopSihB7fY>

  1. “Un informe de la ONU revela como la corrupción en Afganistán agrava la pobreza”, El Día, 30 de marzo de 2010, disponible en <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  2. Op. Cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  3. “Un informe de la ONU revela como la corrupción en Afganistán agrava la pobreza”, El Día, 30 de marzo de 2010, disponible en <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  4. Op., cit.<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  5. “Afganistán se olvida de las mujeres”, El País, 24 de agosto de 2009, disponible en<http://elpais.com/diario/2009/08/24/internacional/1251064801_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)​
  1. “Las niñas de Afganistán que se visten como niños para poder estudiar”, El Mundo, 14 de junio de 2016, disponible en<http://www.elmundo.es/sociedad/2016/06/14/575eab9922601d0f768b4596.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  2. “Ataque talibán contra escolares afganas”, El País, 26 de abril de 2010, disponible en<http://elpais.com/diario/2010/04/26/sociedad/1272232806_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016).
  3. “Mujeres y niñas afganas, las grandes olvidadas del conflicto”, El Mundo, 25 de noviembre de 2015, disponible en <http://www.elmundo.es/sociedad/2015/11/25/5655e2f922601d567b8b45f3.html> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  1. “Afganistán anuncia medidas tras denuncia sobre la lacra del trabajo infantil”, El Confidencial, 14 de julio de 2016, disponible en <http://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2016-07-14/afganistan-anuncia-medidas-tras-denuncia-sobre-la-lacra-del-trabajo-infantil_965589/>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  2. Op. Cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  3. Op., cit., <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  4. Op. Cit., <http://elpais.com/diario/2009/08/24/internacional/1251064801_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  5. Op., Cit., <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  6. Op. Cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  7. Op. Cit., <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  8. Op., Cit., <http://elpais.com/diario/2009/08/24/internacional/1251064801_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  9. Op., Cit.,<http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>(Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  10. Ibid., <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>.

 

Fuente: http://www.mundiario.com/articulo/sociedad/afganistan-lucha-silencio-libertad-igualdad/20170114160049076173.html

 

Comparte este contenido:

El problema es la desigualdad

20 de enero de 2017/Fuente: televisa

8 personas concentran la mitad de la riqueza del mundo… ¿cuál es el problema?

Fue publicado en este inicio del 2017 un dato que arroja luz sobre la situación de desigualdad en el mundo. La información se resume en que 8 de las personas más ricas del mundo poseen el mismo valor de riqueza que 3.6 mil millones de personas. Siendo la población total del planeta 7.4 mil millones de habitantes, esto significa que la riqueza del 48%  equivale a la concentración de la riqueza de tan sólo 8 personas.

Puesto de otro modo, 8 personas son dueñas de la mitad de la riqueza del mundo.

Esto ha sido un caso llamativo dados los altos índices de desigualdad en el globo, incluyendo México, y que han causado descontento entre los ciudadanos. Incluso, Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam International dijo:

Es obsceno que tanta riqueza se quede en las manos de tan pocos cuando una de cada 10 personas sobrevive con menos de dos dólares diarios. La desigualdad está atrapando a cientos de millones en la pobreza; y esto está fracturando nuestras sociedades y socavando la democracia.

Advertencias de Stiglitz: el 1% más rico

Miembros de la familia Rockefeller.
Miembros de la familia Rockefeller. (Photo by Hulton Archive/Getty Images)

En mayo de 2011, el premio Nobel de economía, Joseph E. Stiglitz publicó un artículo titulado Of the 1%, By the 1%, For the 1% (“Sobre el 1%, por el 1%, para el 1%”). En este artículo, el autor escribe sobre las concentraciones masivas que se han hecho entre los más ricos.

Inicia alegando cómo los economistas han intentado justificar la desigualdad en el mundo con una teoría llamada “Marginal-Productivity Theory”. Esta asocia los altos ingresos con la alta productividad y una mayor contribución a la sociedad. Es decir, entre más produces más ganas y aportas a la sociedad. Sin embargo, Stiglitz señala que existe poco sustento para esta teoría (que siempre ha sido alabada por los más ricos). Incluso reclama el hecho de que aquellos que provocaron la crisis del 2008 por un mal manejo y errores en la bolsa recibieron bonificaciones millonarias, a pesar de que afectaron profundamente a la sociedad  llevándola a una recesión económica.

Otra de sus críticas es al argumento de que el “pastel no está mal dividido, sino que es muy pequeño”. A esto dice:

Este argumento es fundamentalmente erróneo. En una economía en la que a la mayoría de los ciudadanos les va cada año peor–como en Estados Unidos– no se puede esperar que le vaya bien en el largo plazo.

Esto lo explica apoyándose en 3 argumentos:

  1. El aumento de la desigualdad es una de las caras de la reducción de las oportunidades. Aquí señala que no se están aprovechando uno de los activos más valiosos de la sociedad: sus mismos ciudadanos, quienes podrían ser productivos.
  2. Existen distorsiones que agudizan aún más la desigualdad. Aquí hace referencia a monopolios e impuestos diferenciados que benefician intereses especiales.
  3. Plantea que una economía moderna requiere de una “acción colectiva”. Con esto se refiere a que es necesario que el gobierno invierta en educación, tecnología e infraestructura. Y critica la reducción de inversión que se ha hecho en los últimos años.

La desigualdad y las grandes diferencias económicas entre ricos y pobres dividen a la sociedad. Los ricos dejan de depender cada vez más y más de los servicios públicos, pues lo pueden pagar por su propia cuenta. Esto provoca dos cosas, según el premio Nobel: distancia con la “gente común” y alegan también un miedo hacia el Estado, el ente que podría regular y balancear la distribución de la riqueza, vulnerando así su estilo de vida.

Es en este punto donde Stiglitz alega que en Estados Unidos el Estado funciona en favor de los más ricos, pues está demasiado comprometido para hacer algo al respecto gracias a las deudas políticas que tiene el gobierno.

Stiglitz reconoce que sigue sin existir un consenso de por qué hay una creciente desigualdad a pesar de señalar todo lo anterior. Pero añade que es el 1% quien busca que exista la desigualdad en Estados Unidos. 

El ejemplo más obvio son las políticas fiscales. Reducir impuestos, factor que le da la mayor cantidad de ganancias a los más ricos, les ha regalado “un paseo prácticamente gratuito”. […]

El ser laxos con las “anti-trust laws”, especialmente durante administraciones de republicanos, ha sido un mandado de Dios para el 1 por ciento. Mucha de la desigualdad de hoy es gracias a la manipulación del sistema financiero, permitiendo cambios en las reglas por medio de pagos de la industria financiera – una de sus mejores inversiones. El gobierno ha prestado dinero a las instituciones financieras con una tasa de intereses cercana al 0 por ciento, proveyendo rescates financieros en buenos términos cuando todo lo demás ha fallado. Reguladores se han hecho de la vista gorda con la transparencia y los conflictos de interés.

La reducción de impuestos está basada en torno a un concepto conocido como “Trickle-Down Economics”. Esta teoría se resume en lo siguiente: Cuando se reducen los impuestos a grandes empresas, esto incentiva la inversión de capital. Gracias a esta teoría se argumenta que si una empresa paga pocos impuestos, recibe mayores ganancias y estas ganancias provocan al mismo tiempo mayores empleos, mejores sueldos y una mejoría en general en la calidad para los trabajadores dentro de una empresa.

Trabajadores en oficina.
Trabajadores en oficina. (Photo by Steve Eason/Hulton Archive/Getty Images)

Existen muchos argumentos (sustentando y desacreditando) en torno a la validez de esta teoría. Sin embargo, hemos visto en países como Estados Unidos que las discusiones en torno al aumento o la reducción de impuestos es una tendencia en la discusión pública. Tan sólo el año pasado el Senador Bernie Sanders hablaba sobre un aumento a los impuestos a grandes corporaciones, mientras que Donald Trump habló sobre hacer una reducción para beneficiar la inversión nacional.

Stiglitz concluye que hay que entender correctamente el interés personal. Con esto se refiere a que el “interés personal” se termina en el simple hecho de pensar en uno mismo, pero que cuando se comprende correctamente, se da por sentado que el beneficio colectivo lleva al beneficio personal.

Y su advertencia al final del texto es:

El top 1 por ciento tienen las mejores casas, la mejor educación, los mejores doctores y el mejor estilo de vida, pero hay una cosa que el dinero no parece poder comprar: Un entendimiento de que su destino se relaciona con la forma en la que vive el 99 por ciento. A través de la historia, esto es algo que el 1 por ciento eventualmente entiende. Demasiado tarde.

La concentración de la riqueza

Persona camina en Ecatepec.
Persona camina en Ecatepec. (Photo by Hector Vivas/LatinContent/Getty Images)

De modo que las críticas a la desigualdad están. Desde la crisis del ’29 en Estados Unidos se han buscado formas de evitar que este problema se convierta en una catástrofe social. Hoy las condiciones son otras y el reporte de Oxfam advierte sobre el descontento que trae una concentración de riqueza que lleva de la mano tanta desigualdad. La pregunta que queda es ¿qué se hará al respecto?

Fuente: http://noticieros.televisa.com/historia/internacional/2017-01-18/el-problema-es-la-desigualdad/

Imagen: televisanews.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/2017/01/desigualdad-india-e1484785325721.jpg

Comparte este contenido:

Cómo Túnez se convirtió en el país más feminista del mundo árabe

África/Túnez/17 de enero de 2017/Fuente: el nacional

El 99% de sus poco más de 11 millones de habitantes son fieles musulmanes. Pese a ello, en Túnez las mujeres disfrutan de unas libertades difíciles de encontrar en el resto del mundo árabe .

En las calles de su capital se puede ver a las mujeres vistiendo minifaldas, fumando en los cafés o tomándose una copa de vino en alguna discoteca de moda. Son imágenes consideradas como normales en cualquier país occidental. Pero este no lo es.

El 99% de sus poco más de 11 millones de habitantes son fieles musulmanes.

Pese a ello, en Túnez las mujeres disfrutan de unas libertades difíciles de encontrar en el resto del mundo árabe.

La lista es extensa e incluye el derecho a divorciarse, a abortar, a votar y a postularse a cargos públicos, a crear empresas, a exigir salarios iguales a los de los hombres.

Pero, ¿cómo llegó este país enclavado en el norte de África, vecino de Argelia y de Libia, a convertirse en el país árabe con más derechos para las mujeres?

La explicación se remonta a muchos años antes de la llamada Primavera Árabe, concretamente a 1956, cuando el país se independizó del mandato colonial de Francia.

«Ese trapo odioso»

«Antes de la independencia, las mujeres se quedaban en casa, usaban el velo y, básicamente, no tenían derechos. Lo que disparó el cambio fue la alta tasa de acceso a la educación y la urbanización, y una importante clase media en la que los padres enviaban a sus hijas a estudiar», dijo Dora Mahfoud, profesora de Sociología de la Universidad de Túnez, al programa The Compass de la BBC.

Mahfoud explicó que detrás de ese impulso a la escolarización de las mujeres estaba Habib Bourguiba, el primer presidente del país.

Bourguiba promulgó el Código de Estatus Personal, una legislación radical en el mundo árabe, que prohibía la poligamia y les daba a las mujeres casi los mismos derechos que a los hombres, incluyendo el derecho a divorciarse y el derecho a la educación.

«Tan pronto como llegó al poder, empujó a los padres a enviar a sus hijas al colegio. Él pensó que convertirse en un impulsor de los derechos de las mujeres era algo bueno para la imagen de Túnez como un país moderno e independiente. Fue el inicio del feminismo tunecino promovido por el Estado», añadió.

Bourguiba se hizo famoso también porque en medio de ese impulso modernizador llegó a repudiar públicamente el uso del velo islámico, al que llamó «ese trapo odioso» del que pidió a las mujeres liberarse en 1956.

Dina Mansour-Ille, del Instituto para el Desarrollo Exterior, un centro de investigaciones con sede en Reino Unido, destacó que Bourguiba actuó guiado por el contexto histórico y político, pues en 1929 le había pedido a las mujeres tunecinas que siguieran usando el velo islámico.

«El movimiento nacionalista estaba formado por una tendencia liberal y otra islámica. Con la independencia vino un enfrentamiento entre ambas y como el ala liberal se impuso en aquel momento encontramos a Bourguiba intentando deshacerse del ala tradicional o conservadora. Una parte del esfuerzo para ello pasaba por enfocarse en una Túnez moderna y parte de esa visión tenía que ver con las mujeres», dijo Mansour-Ille a la BBC.

Paridad y nuevos retos

Después de la independencia, las mujeres en Túnez siguieron avanzando en la adquisición de derechos, al punto de la legalización del aborto se produjo ocho años antes que en Estados Unidos.

«Durante la Primavera Árabe, Túnez destacó porque las mujeres protestaban al lado de los hombres y, una vez más, los derechos de las mujeres fueron de la mano con la lucha de todo el país por una mayor libertad», afirmó Mahfoud.

Así, tras la salida del poder del mandatario Zine El Abidine Ben Ali forzada por una revuelta popular, el país aprobó una nueva Constitución y unas nuevas normas en las que, por ejemplo, se establece que la mitad de los candidatos postulados por los partidos políticos a cargos parlamentarios deben ser mujeres.

«Muchos países no tiene mujeres en el Parlamento, pero la Ley Electoral en Túnez establece que las mujeres deben ocupar el 50% de las candidaturas de los partidos. Eso es impresionante y es algo que no ocurre, por ejemplo, en Reino Unido», dijo Henrietta Moore, directora del Instituto para la Prosperidad Global del University College de Londres.

Añadió que Túnez es el ejemplo a seguir en términos legislación de género en el mundo árabe, pues fue pionero en acabar con tabúes y en impulsar los derechos de las mujeres.

«Mientras hay países ricos en Medio Oriente y en el Norte de África como Bahréin, Arabia Saudita, Irán o Qatar que pueden tener niveles mayores de desarrollo humano, están muy por debajo de Túnez cuando se les compara en temas de igualdad de género», agregó la experta.

Un problema social

Pese a ser un país pionero en el mundo árabe en impulsar la igualdad de género, a la sociedad tunecina aún le queda un largo camino por andar en este campo.

Un informe reciente del Ministerio de la Mujer y de la Familia indicó que 53% de las mujeres en Túnez sufre un ataque violento a lo largo de su vida.

«Hay mucho acoso hacia las mujeres. Hay una percepción determinada sobre el papel de las mujeres que existe en algunos sectores de la sociedad, en áreas rurales y en zonas pobres tanto en Túnez como en otros países árabes. Esa percepción procede de la cultura árabe-islámica», dijo Mansour-Ille.

«Si miramos al Islam, no es la religión, es la cultura la que establece el marco en el que se señala que deben operar las mujeres. La ley en Túnez vino a decir que las mujeres podían salirse de ese marco y que pueden ir más allá, pero si miras la sociedad, una parte de ella, aún no acepta eso. Creo que ese es el problema que hay allí», agregó.

Sin embargo, las leyes también pueden mejorarse.

El Código de Estatuto Personal no sanciona los llamados crímenes de honor. La Constitución exime a los hombres de castigo si se casan con la mujer a la que han secuestrado. La violación dentro del matrimonio no es un delito ni tampoco lo es el tráfico de mujeres para la explotación sexual.

Henrietta Moore considera que en Túnez, como en el resto del mundo, lo que ha hecho la diferencia en esta materia han sido la educación y las leyes, lo que no evita el conflicto que surge del derecho que algunos hombres creen tener sobre la mujeres, sobre todo sobre las que dependen de ellos como sus esposas o sus hijas.

«No creo que los problemas que hay sean por culpa de Túnez. Hay una tendencia global alrededor del tema del terrorismo y de la seguridad que siempre se mueve en contra de los derechos de las mujeres. Dondequiera que surge una crisis nacionalista o una amenaza fronteriza, a la cultura o a la religión, lo primero que sufre son los derechos de las mujeres», dijo Moore.

La experta recomendó poner atención en la educación.

«Hay que fijarse en cómo educamos a las mujeres, pero también en cómo ellas educan a sus hijos. También hace falta que reconozcamos que lo que es malo para las mujeres también lo es para los hombres», concluyó.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/como-tunez-convirtio-pais-mas-feminista-del-mundo-arabe_75901

Imagen: en-cdnmed.agilecontent.com//resources/jpg/0/8/1484657341980.jpg

Comparte este contenido:

El descaro de ser articulista desde Estados Unidos

Por: Ilka Oliva Corado

Por lo menos una vez al día recibo mensajes de lectores que me dicen cuestiones como ésta: “no puedo creer que escribiendo como lo hace, usted viva en Estados Unidos, debería vivir en América Latina,” otros que van con el machete desenvainado: “claro, escribe desde la comodidad de Estados Unidos.” Con esto, en ambos lados buscando desvirtuar mi expresión.
Antes me enojaba mucho, más cuando era gente “humanista” la que me escribía estas cosas. Debo decir que es gente de izquierda más que de derecha la que se dirige a mí con este tipo de pronunciamientos. Ven como traición que yo viva en Estados Unidos y escriba artículos sobre política latinoamericana.
Sin embargo, una cosa es la clase política y la oligarquía y otra la sociedad. La sociedad estadounidense es tan común como cualquier otra, no tiene nada de especial que la haga extraordinaria y nada que la haga más malvada que las demás. La clase trabajadora es la misma en todas partes del mundo. Los parias somos universales.
Comprendo el pensamiento porque de alguna manera lo tuve cuando vivía en Guatemala y todo mi mundo era mi pequeño y hermoso país, pero emigrar me dio una visión más realista de la diáspora. Convivir con personas de otras nacionalidades y culturas también me ha ayudado a formarme otro tipo de criterio, más cimentado, por supuesto, más humano y menos arrogante. Me ha ayudado a dejar la soberbia de ser guatemalteca sobre todas las cosas y aceptarme sin fronteras, con la humanidad como patria. Esto lleva tiempo, no se da de un día para otro. Y se necesita también un tipo de desprendimiento y humildad que solo la da la experiencia de vivir el día a día.
No hay escuela más dura que la de emigrar, porque esto significa salir de la zona de confort, uno se va con la piel en carne viva y como único recurso la memoria y la identidad. No hay más, por más dinero, por más desgracias, por más desolación o por más comodidades; en el alma ninguna de estas trivialidades terrenales tiene cabida. El exilio marca la vida de todo ser humano, no es para bien ni para mal es para un crecimiento espiritual. No cualquiera lo resiste, no cualquiera lo sobrevive, no cualquiera se arma de valor y enfrenta lo desconocido con dignidad. Lo cualquiera se lanza al vacío sin paracaídas.
Por supuesto, si yo viviera en cualquier otro país en cualquier lugar del mundo no sería tan atacada, pero como vivo en Estados Unidos, diríamos que es mi talón de Aquiles como articulista. Lo más fácil sería que dejara de escribir para no recibir estos ataques e insultos diariamente y acomodarme en el silencio y el limbo para estar a salvo. Pero lo fácil me huele a cobardía y llega ese momento en la vida en que el propio reflejo en el espejo nos pregunta si vamos nadar contra la corriente o a escondernos en el lugar más oscuro y desolado, donde nadie nos encuentre.
¿Por qué no tengo derecho a vivir en Estados Unidos? ¿Por qué tendría que sentirme traidora y avergonzada? ¿Acaso no es parte de la tierra? ¿Acaso yo como ser humano no tengo derecho a emigrar y decidir vivir donde yo quiera? ¿Para qué es la tierra entonces? ¿Por qué obligatoriamente tengo que vivir en cierto país o en cierto continente?
Por ejemplo me critican con ferocidad pero esos “humanistas” que me acusan de traidora por vivir en Estados Unidos, en ningún momento dicen: veníte a nuestro país y te conseguimos trabajo y una beca en la universidad para que estudiés y te preparés, aquí entre nosotros “humanistas de izquierda” te conseguimos un lugar dónde vivir, porque lo merece porque amás a Latinoamérica. No, qué esperanzas porque al final, a ninguno de ellos les interesa el bienestar de otro ser humano y mucho menos si se trata de aportar para el crecimiento intelectual de esta persona. Son más egoístas que la derecha más recalcitrante. Son la excelencia para criticar, eso sí.
Conozco la pobreza, la miseria, la exclusión, conozco el trabajo arduo desde mi infancia, sé lo que son las carencias emocionales y económicas. No le tengo miedo a eso porque lo he vivido toda mi vida, pero también tengo derecho a decidir dónde vivir y en dónde mi corazón sienta paz y mi espíritu serenidad. En este momento de mi vida es Estados Unidos, no sé si en el futuro será otro el país o el mío propio. Y si decido quedarme aquí para el resto de mi vida también es mi derecho.
Creo que como humanidad nos hace falta un poco de respeto hacia el otro, comprender que todos tenemos el derecho a decidir, que esa decisión debe ser respetada y que lo importante no es dónde vivamos sino qué aportemos al mundo como seres humanos para transformarlo. ¿Se imaginan todos viviendo en un mismo lugar, con la misma cultura, rituales, formas de pensamiento? La belleza de nuestra especie es la diversidad, es lo que nos engrandece.
¿Acaso no les da felicidad que una latinoamericana viviendo en Estados Unidos ame la Patria Grande, o esperan de mí artículos donde la menosprecie y también a nuestros Pueblos Originarios?
Quítense de la cabeza esa telaraña de dónde vivo, porque ustedes no me dan de comer y no me ayudan a pagar las cuentas, es mi trabajo, sino están de acuerdo con lo que escribo pues no es obligación que me lean, evítense escribirme e insultarme porque son ustedes mismos los que se hacen daño, a mí no me causan ninguno. Ya no.
Y todo esto sucede, ¿saben por qué? Porque soy mujer y me doy el derecho y el lujo de escribir artículos de opinión que tienen que ver con política e ideología. Esos señalamientos e insultos son patriarcales, porque aún hoy en día a las mujeres nos siguen catalogando como inferiores a los hombres.
Si mis artículos trataran trapeadores y pañales de bebé, pasaría inadvertida la tierra donde vivo. Si escribiera de mis carencias emocionales, sería una débil y loca más que lo que necesita (según el patriarcado y muchos humanistas de izquierda) es un marido que se la coja todos los días y tener hijos para encontrar la estabilidad emocional. Nuestro peor enemigo como humanidad es el patriarcado. Tal vez sí, soy una descarada total, como dicen muchos de ustedes, por atreverme a enfrentar al patriarcado (que no respeta ideologías) a mí manera, desde la “comodidad” de Estados Unidos.
En fin, nos creemos inmortales y apenas somos hojas secas que sopla el viento, solas no hacemos nada, en cambio juntas somos una hermosa hojarasca.
Como dijo Cristina, “La Patria es el otro,” cuando lo entendamos vamos a poder avanzar como humanidad. Sí, Cristina, la yegua esa con la que no pudo Obama ni la ultra izquierda latinoamericana.
Fuente: https://www.aporrea.org/ideologia/a239891.html
Comparte este contenido:

Informe Mundial sobre la Información y la Comunicación-Panorama actualizado para la critica, la autocrítica y la unidad en la acción

Por: Fernando Buen Abad Domínguez

Para asegurarnos de que el “problema de la comunicación”, es decir sus modos y sus medios de producción, su régimen de propiedad y su papel ideológico ocupe un lugar prioritario en la preocupaciones -tácticas y estratégicas- de toda agenda política, necesitamos instrumentos esclarecedores y movilizadores capaces de superar la aberración que implica saber que los medios dominantes en el planeta están en unas cuantas manos: “El problema es la concentración oligopólica de los multimedia en Occidente: 1500 periódicos, 1100 revistas, 9 000 estaciones de radio, 1500 televisoras, 2.400 editoriales: ¡Todo controlado por sólo seis trasnacionales! [1]

Todo lo dicho por el Informe MacBride en 1980 en materia de concentración monopólica y obturación de la pluralidad con imposición del discurso único… hoy se queda corto y parece suave. Hoy el panorama es mucho peor y el llamado a un “Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Comunicación” es un imperativo y un clamor planetario que parece invisible a los ojos de muchos que creen que el asunto “mediático” es secundario y que puede dejarse para tiempos mejores. Lo demuestran los hechos.

Es verdad que respecto al rol de los “medios” se han creado (incluso con excesos) debates y exageraciones de todos los colores y tamaños. Es verdad que a veces parece tema decorativo que siempre viene bien en el menú “progre” donde el equilibrismo comunicacional parece muy “democrático” y muy “justiciero” (aunque tal equilibrio suela caerse hacia la derecha). Es verdad que hablar de la “igualdad de oportunidades” para la comunicación suena a “pensamiento crítico” y es verdad que con ese pretexto se han llenado horas y horas de discursos, cátedras y conferencias con sus respectivos libros, revistas y publicaciones. Pero necesitamos igualdad de condiciones. Incluso existen “premios”, “becas” y “subsidios” para fines diversos que pocas veces resuelven los problemas de fondo en el todo o de sus partes. Pero nada de eso eclipsa el núcleo duro del problema y nada de eso resta importancia a una lucha que reclama debates y, sobre todo, aciones en la médula y en el plazo corto.

Hemos aprendido, luego de estos años, es decir de la “Era del Hielo” a que fue sometido el Informe MacBride, (aproximadamente entre el año 1980 y 2000) que los informes son sólo eso y que su utilidad mayor como instrumentos para elevar el nivel de la conciencia no necesariamente repercute en el nivel y extensión de la movilización en las bases. Eso no implica que los informes sean inútiles o que nos deprimamos de manera posmoderna en el desahucio de las malas experiencias. Todo lo contrario, acaso sea la hora de que los informes, los documentos de diagnóstico y pronóstico, vivan un cambio metodológico sustancial y se desarrollen como soporte programático crucial en la acción directa… en la praxis. Vale como ejemplo opuesto el informe sobre industrias culturales dela UNESCO (2016) que en su abrumadora utilidad cuantitativa conlleva el anestésico oportuno para hacernos sentir ínfimos frente al Goliat de las, no poco eufemísticamente llamadas,“Industrias Culturales”. [2]

Hoy el trabajo de producir o actualizar los “Informes” conlleva la responsabilidad de contrastar el comportamiento de los hechos comunicacionales concretos que recorren las bases económico-tecnológicas y conlleva, también el trabajo de visibilizar los efectos subjetivos de cuanta operación psicológica o pedagógica se ensaya sin control con (y por) los “medios”. Especialmente, el trabajo de producir “Informes” o documentos diagnósticos, ha de ser capaz de sustentarse en las luchas que se despliegan en todos los ámbitos sin desprecio por las luchas en el campo de las artes, de las ciencias, de la didáctica o de la ética… en paralelo con las luchas de la clase trabajadora en defensa de su bienestar económico y su dignidad intelectual. Y si es verdad que los informes no sustituyen las luchas también es verdad que sin informes correctos las luchas suelen caminar con debilidades enormes.

Por la trascendencia de impulsar un “Informe MacBride” actualizado que sea capaz de ponerse a salvo de una nueva “Glaciación”. Un nuevo Informe MacBride podrá ratificar lo dicho por el primero y podrá echar luz sobre todo lo que empeoró exponencialmente en casi 40 años de aceleración de los procesos monopólicos, del uso de los medios de comunicación como máquinas de Guerra Ideológica y consumista, del desarrollo desigual y la asimetría en la adquisición de tecnología, el desarrollo incipiente de leyes…en fin de las tareas que debemos encarar con urgencia.

Y, particularmente, desarrollar un Informe emancipador vigente que sea herramienta didáctica general, que muestre todos los “mapas” resultantes de la gran revolución comunicacional del capitalismo, de sus territorios y sus reinos en la geografía espacial, terrestre y submarina sin olvidar las geografía complejas del cerebro humano que es blanco de todos los ataques e invasiones al servicio del dominio de las conductas, de los valores y de los gustos.

Por la Unidad. Un informe nuevo, revitalizador del Informe MacBride, habrá de ser espacio colectivo, centro de reunión, “patio de armas” para la crítica y crítica de las armas mediáticas. Habrá de ser plataforma de despegue hacia una nueva fase de comprensión y articulación que permita a los miles y miles de medios emancipadores, realmente existentes, verse con la autocrítica necesaria para resolver -de una vez y por todas- la tarea de la unidad, de la articulación y del trabajo conjunto que tanta falta nos ha hecho en momentos en que, en materia de comunicación, hemos sido muy débiles, a veces muy irresponsables, y muy frágiles. Nunca más.

Notas

[1] Alfredo Jaliffe. La Jornada 10-04-2016

[2] http://www.worldcreative.org/?lang=es

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=221549

Comparte este contenido:

La inversión en educación

Por: Guillermo E. Zuñiga

Siempre entendimos que cualquier esfuerzo que se hiciera para dotar de más recursos a la educación nacional, era una buena decisión de los gobiernos. De unos dos años para acá, los sectores que quieren recortar el gasto público a como haya lugar, se han dado a la tarea de poner en entredicho ese esfuerzo nacional. Como las finanzas públicas andan maltrechas, un rubro que ha estado en la mira de las tijeras ha sido el sector educación. ¡Qué error más grande sería ese recorte!

GASTO EDUCATIVO ES UNA INVERSIÓN. Para empezar creo que el gasto que se hace en educación es una inversión y no deber ser considerado un “gasto corriente”, que es lo que les gusta recortar. Lamentablemente los registros contables universalmente aceptados asocian a la inversión “con varilla y cemento”. Entonces de los recursos que se destinan a educación, solo cuentan como inversión los que se utiliza en equipos o en edificios escolares. Por ahí empieza el problema.

Por el contrario, si se considera que a través de los procesos educativos transformamos a nuestra población en una que sea productiva, con destrezas y habilidades para el trabajo, para la vida y la creación, en realidad lo que estamos haciendo es invertir en la formación de nuestro recurso humano. Un ciudadano con profundos valores democráticos, con claridad de sus responsabilidades, no solo de sus derechos, que sea sensible al arte y a las ciencias, formado de manera integral, será una mejor persona para las actividades productivas, para la convivencia social y para la vida en democracia. Personas bien educadas es lo que necesita el país para desarrollarse. 

El uso de estos recursos, así entendidos sus propósitos, es claramente una inversión, posiblemente de las mejores inversiones que haga cualquier sociedad. Considerarlo como gasto corriente es un error de concepto que algún día deberá corregirse. Y cuando escribo esto estoy pensando en lo que D. Pepe nos dijo hace muchos años: “¿Para qué tractores sin violines?”. Lamentablemente hay grupos a los que les cuesta entender esto.

MAL PARADOS. Ahora bien, por donde se le quiera ver, el sistema educativo está dejando mucho que desear. Las pruebas internacionales así lo indican; los reclamos de los empleadores también lo confirman; los resultados de los exámenes de bachillerato, desnudan debilidades y hasta “curvas” se hacen. Y en esto hay que poner oídos a lo que los críticos de la educación están señalando. 

Hay resistencia al cambio y a la revisión de contenidos y estrategias pedagógicas, cuando el entorno social y tecnológico cambia a velocidad de la luz. Si las cosas se siguen haciendo igual, los resultados serán los mismos. Y esto no es asunto de recursos económicos, como ya se ha dicho. Lo que se debe exigir son mejores resultados que justifiquen y rentabilicen el esfuerzo que todos hacemos para dotar de recursos a la educación. El mandato constitucional que asigna los recursos es claro, y sobre este punto no debe ni siquiera insinuarse una revisión. Pero sí exigimos evaluación de resultados. Si pagamos los impuestos, también tenemos derecho a pedir cuentas. 

Las organizaciones magisteriales, legítimas y necesarias, deben entender que su tarea es ser parte de la solución y no del problema. Y las universidades no están exentas de esta evaluación, pues no son torres de marfil aisladas de la realidad económica nacional. Por eso harían bien las universidades enseñando con claridad sus resultados.

EL 8% DEL PIB A LA EDUCACIÓN. Cuando en el 2010 le dimos primer debate a la reforma constitucional para llevar el gasto en educación al 8% del PIB, llamé la atención en el Plenario Legislativo sobre la necesidad de que la reforma “viniera con el bollo de pan debajo del brazo”. Mi llamado cayó en el vacío. Pues se dio el derecho, se creo la obligación financiera, pero no se le dieron los recursos frescos para financiarla. Hoy es fuente de tensión fiscal y una gran tentación de recorte de gasto.

CONCLUYO. Como la educación es una inversión, la solución no es el recorte. Es la exigencia y control de resultados.

Fuente: https://www.diarioextra.com/Noticia/detalle/318967/la-inversion-en-educacion

Comparte este contenido:

La sociedad del cansancio y del abatimiento social

Leonardo Boff

Hay una discusión en todo el mundo sobre la “sociedad del cansancio”. Ha sido formulada principalmente por un coreano que enseña filosofía en Berlín, Byung-Chul Han, cuyo libro con el mismo título acaba de ser publicado en Brasil (Vozes 2015). El pensamiento no siempre es claro y, algunas veces, discutible, como cuando afirma que el “cansancio fundamental” está dotado de una capacidad especial para “inspirar y hacer surgir el espíritu” (cf. Byung-Chul Han, p. 73). Independientemente de las teorizaciones, vivimos en una sociedad del cansancio. En Brasil además de cansancio sufrimos un desánimo y un abatimiento atroces.

Consideremos, en primer lugar, la sociedad del cansancio. Ciertamente, la aceleración del proceso histórico y la multiplicación de sonidos, de mensajes, la exageración de estímulos y comunicaciones, especialmente por el marketing comercial, por los teléfonos móviles con todas sus aplicaciones, la superinformación que nos llega a través de los medios sociales, nos producen, dicen estos autores, enfermedades neuronales: causan depresión, dificultad de atención y síndrome de hiperactividad.

Efectivamente, llegamos al final del día estresados y desvitalizados. No dormimos bien, estamos agotados.

A esto hay que añadir el ritmo del productivismo neoliberal que se está imponiendo a los trabajadores en todo el mundo, especialmente el estilo norteamericano exige de todos el mayor rendimiento posible. Esto es la regla general también entre nosotros. Tal exigencia desequilibra emocionalmente a las personas, generando irritabilidad y ansiedad permanente. El número de suicidios asusta. Se resucitó, como ya mencioné en esta columna, el dicho de la revolución del 68 del siglo pasado, ahora radicalizado. Entonces se decía: “metro, trabajo, cama”. Ahora se dice: “metro, trabajo, tumba”. Es decir: enfermedades letales, pérdida del sentido de la vida y verdaderos infartos psíquicos.

Detengámonos en Brasil. Entre nosotros, en los últimos meses, crece un desaliento generalizado. La campaña electoral realizada con gran virulencia verbal, acusaciones, deformación y el hecho de que la victoria del PT no haya sido aceptada, suscitó ánimos de venganza por parte de las oposiciones. Banderas sagradas del PT fuero traicionadas en altísimo grado por la corrupción, generando una decepción profunda. Tal hecho nos hizo las buenas costumbres. El lenguaje se canibalizó. Salió del armario el prejuicio contra el nordestino y la descalificación de la población negra. Somos cordiales también en el sentido negativo dado por Sergio Buarque de Holanda: podemos actuar a partir del corazón lleno de rabia, de odio y de prejuicios. Tal situación se agravó con la amenaza de impeachment a la Presidenta Dilma, por razones discutibles.

Descubrimos el hecho, no la teoría, de que entre nosotros existe una verdadera lucha de clases. Los intereses de las clases acomodadas son antagónicos a los de las clases empobrecidas. Aquellas, históricamente hegemónicas, temen la inclusión de los pobres y la ascensión de otros sectores de la sociedad que han venido a ocupar el lugar antes reservado solo para ellas. Hay que reconocer que somos uno de los países más desiguales del mundo, es decir, donde campean más las injusticias sociales, la violencia banalizada y asesinatos sin cuenta que equivalen en número a la guerra de Irak. Y todavía tenemos centenares de trabajadores viviendo en condiciones equivalentes a la esclavitud.

Gran parte de esos malhechores se profesan cristianos: cristianos martirizando a otros cristianos, lo que hace del cristianismo no una fe sino solo una creencia cultural, una irrisión y una verdadera blasfemia.

¿Cómo salir de este infierno humano? Nuestra democracia es solo de voto, no representa al pueblo sino los intereses de los que financian las campañas, por eso es de fachada o, a lo sumo, de bajísima intensidad. De arriba no hay nada que esperar pues entre nosotros se ha consolidado un capitalismo salvaje y globalmente articulado, lo que aborta cualquier correlación de fuerzas entre clases.

Veo una salida posible a partir de otro lugar social, de aquellos que vienen de abajo, de la sociedad organizada y de los movimientos sociales que poseen otro ethos y otro sueño de Brasil y del mundo. Pero necesitan estudiar, organizarse, presionar a las clases dominantes y al Estado patrimonialista, prepararse para eventualmente proponer una alternativa de sociedad aún no ensayada, pero que tiene sus raíces en aquellos que en el pasado lucharon por otro Brasil con proyecto propio. A partir de ahí formular otro pacto social vía una constitución ecológico-social, fruto de una constituyente inclusiva, una reforma política radical, una reforma agraria y urbana consistentes y la implantación de un nuevo modelo de educación y de servicios de salud. Un pueblo enfermo e ignorante nunca fundará una nueva y posible biocivilización en los trópicos.

Tal sueño puede sacarnos del cansancio y del desamparo social y devolvernos el ánimo necesario para enfrentarse a las trabas de los conservadores y suscitar la esperanza bien fundada de que nada está totalmente perdido, que tenemos una tarea histórica que cumplir para nosotros, para nuestros descendientes y para la misma humanidad. ¿Utopía? Sí. Como decía Oscar Wilde: «si en nuestro mapa no aparece la utopía, no lo mires porque nos esconde lo principal». Del caos presente deberá salir algo bueno y esperanzador, pues esta es la lección que el proceso cosmogénico nos dio en el pasado y nos está dando en el presente. En vez de la cultura del cansancio y del abatimiento tendremos una cultura de la esperanza y de la alegría.

Fuente del articulo: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=749

Fuente de la imagen:https://i.ytimg.com/vi/GvBmKeWguWM/hqdefault.jpg

Comparte este contenido:
Page 41 of 49
1 39 40 41 42 43 49