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Perú: Pareja de esposos alemanes construye colegio para los más pobres

Perú/26 de Septiembre de 2016/América Televisión
El centro educativo reúne profesores de distintos países, así como peruanos.

Hace nueve años la pareja de esposos Klaus y Martina John construyó un impresionante hospital en las alturas de Curahuasi en Apurímac, brindando una atención de calidad a los más pobres. Sin que eso fuera suficiente, ahora han construido un colegio para educar con valores a los hijos de los pobladores.

El moderno centro educativo recibe a los niños en sus verdes espacios, mientras profesoras de tez blanca y un lenguaje distinto pero amable los envuelven en las enseñanzas del día. Pero también maestras peruanas, cariñosas y profesionales, venidas de todo el país complementan una educación de calidad.

Entre ellas, está la profesora Damaris Brudy, que no solo quiere que sus niños aprendan los cursos básicos de primaria sino que puedan pensar por sí mismos, que logren trabajar con sus manos y con diferentes tipos de materiales.

La profesora Brudy cuenta que oró durante muchos años por encontrar una posibilidad de trabajar con los que no tuvieran las mismas oportunidades que ella tenía en Alemania.

 “Me dieron esa chance de trabajar en este colegio y hablé con mis amigos, mi familia y mi iglesia en Alemania y me apoyan también, por eso estoy acá”, indicó.

Por su parte, la peruana Isolina Brescia vivió durante 9 años en el estado de Ohio y trabajó los últimos 5 años en el colegio Newton de La Molina. Ella misma confiesa que dejó la comodidad de vivir en Lima para atender a una población vulnerable de niños que en su mayoría viven en condiciones de extrema pobreza.

Acá se convirtió en polidocente y enseña los cursos de matemática, comunicación, inglés y educación física.

También está Janet Álvarez, a quien no le fue fácil dejar sus 11 años de maestra en un colegio de Cajamarca. Cuenta que junto a su esposo, también profesor pero de música, comenzaron a orar en busca de una respuesta y esta llegó en la franca voz de un alto alemán que la convenció desde un auditorio de la ciudad.

Damaris, Isolina, y Janet son parte de los 25 profesores que enseñan en el colegio Diospi Suyana que se inauguró en marzo del 2013 con una capacidad para 600 alumnos distribuidos en 24 aulas.

Actualmente estudian 260 en inicial y primaria y hasta el tercer grado de secundaria. A las clases por las mañanas se suman los talleres por la tarde.

De los 25 maestros, 10 son peruanos y 15 provienen de Austria, Hungría y Alemania. Algunos de los alumnos están becados y de eso se encarga Debora Centner, profesional con cuatro años de formación en Asistencia Social y Pedagogía Religiosa.

El director Klaus John señala que “aquí aprenden juntos peruanos, alemanes, de los Estados Unidos, y es una linda forma de crecer, yo creo que los hijos de los misioneros lo pasan bien, acá hay sol, mejor clima que en Alemania, esto es cierto”.

Klaus y Martina John convirtieron su creencia en un milagro en los Andes. Una pareja de esposos alemanes que dejó su país para enamorarse del nuestro. No solo construyeron un impresionante hospital al sur de Apurímac sino que levantaron un colegio de primera calidad para donar una educación especial a los hijos de los más humildes de Curahuasi.

Fuente: http://www.americatv.com.pe/noticias/actualidad/apurimac-pareja-esposos-alemanes-construye-colegio-mas-pobres-n248258

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La economía moral de las pequeñas cosas

Blanca Heredia

Hace algunas semanas, mientras daba un paseo en una pequeña embarcación turística cerca de La Paz, Baja California, me tocó presenciar lo siguiente. Flotaba, sola, una lancha de hule del tipo Zodiac en medio de la bahía. Era claro que sus dueños la habían perdido.

El conductor y el guía de la lancha de motor en la que yo iba la avistaron y, de inmediato, se lanzaron por ella. Tras dar un rodeo, el conductor pescó la Zodiac y la subió a la embarcación en la que viajábamos. Poco después, otro barquito se nos acercó y sus tripulantes les informaron a nuestro conductor y a nuestro guía que el yate propietario de la Zodiac ya venía de regreso por su lanchita de hule.

Llegó hasta nosotros el yate de lujo y los encargados de nuestra embarcación procedieron a entregarles, sin demasiada alegría, la Zodiac a sus propietarios. Los tripulantes del yate, un grupo de hombres de altos recursos, dieron secamente las gracias y se alejaron.

Justo entonces ocurrió lo que tanto me ha dejado pensando. Una de las jovencitas que iba entre los turistas de nuestra lancha, exclamó: “ni para un six nos dieron…”. Se trataba de una joven de clase media-media de una ciudad del interior del país. El guía y otros de los turistas de nuestra embarcación aplaudieron el comentario y se arrancaron con una larga retahíla de airados reclamos. Todas las quejas tenían que ver con lo mismo: el que los dueños de la Zodiac no hubiesen aportado alguna compensación por la devolución de esta.

¿Es justo esperar o solicitar compensación por devolverle al dueño de algo la cosa “encontrada”? ¿Merece el hecho de regresarle a su dueño, más allá de su condición social, un objeto perdido de su propiedad una “propina” o un “regalito”? A mí no me lo parece, en absoluto, pero, dentro de aquel grupo, yo estaba en una muy franca minoría.

La indignación frente a la falta de pago por devolverle a sus dueños la Zodiac me resultó profundamente chocante y, en muchos sentidos, incomprensible. ¿Desde cuál universo moral resulta legítimo exigir compensación por hacer lo correcto? ¿Qué argumentos, razones o sentimientos pueden explicar el que alguien considere merecer una recompensa por llevar a cabo un acto de urbanidad y civilidad elemental? ¿Qué tipo de normas de referencia y de condiciones sociales explican este tipo de conductas y de expectativas?

Fuera del conductor de la embarcación, el resto del grupo, incluyendo al guía (de ojos claros, licenciatura en Biología Marina y procedente de la Ciudad de México) eran personas de clase media típica. Había un par de comerciantes, dos maestras, un funcionario público medio, algunos de quienes viajaban con sus hijos o nietos adolescentes. Mexicanos comunes y corrientes de los que hay millones en el país. Esos de cuya existencia, los que hablan y escriben del “país de clase media” se sienten tan satisfechos y esperanzados.

Pudiera tratarse de casos raros; de gente común, pero atípica en su hechumbre moral. Me temo, sin embargo, que no sea este el caso. 

Parte de lo que me resultó tan chocante del incidente, tiene que ver no sólo con el hecho en sí, sino con que me recordó muchas situaciones parecidas. En suma, lo chocante del hecho mismo, amplificado por ser parte de un patrón penosamente recurrente.

Un patrón hecho de mexicanos que no se reconocen entre sí como semejantes, igualmente dignos de respeto y consideración. Una trama en la que, por lo mismo, los individuos no se sienten vinculadas ni obligadas por referentes normativos y asideros valorativos comunes. Un páramo sin orientaciones y sentidos morales compartidos en el que, fuera de las interacciones con los más cercanos, prevalece un círculo vicioso de agandalle y resentimiento sin fin.

El tejido moral roto de una sociedad rota por tanta injusticia, tanta desigualdad y tanta simulación. Y dentro de esa trama, una clase media, cuyos integrantes, lejos de ser posibilidad de una realidad social más habitable y posibilitadora, acaban, en muchos casos, siendo espejo deformado de los mirreyes de los yates de lujo que ni siquiera los ven.

Quizá hubiera bastado un gesto amable, una sonrisa, un mirar a los ojos por parte de los mirreyes del super yate. Quizá ello hubiera sido suficiente para que hacer lo correcto no derivara en reclamo por no haber recibido compensación material por ello. Quizá vernos y reconocernos como igualmente humanos y dignos serviría para empezar a reconstruirnos

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-economia-moral-de-las-pequenas-cosas.html

Fuente de la imagen:http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main//files/crop/uploads/2016/08/02/57a15a0758a84.r_1470192156411.0-1-573-380.jpg

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Irán: Presa de conciencia pone fin a huelga de hambre

www.amnesty.org/03-08-2016/Informe 

La defensora iraní de los derechos humanos Narges Mohammadi, presa de conciencia, puso fin a su huelga de hambre el 16 de julio, al cabo de 20 días, cuando se le permitió hablar por teléfono con sus hijos durante 30 minutos. El fiscal asociado le ha entregado un documento por el que se compromete a permitirle llamar a sus hijos una vez a la semana.

Estaba en huelga de hambre desde el 27 de junio como protesta por la negativa de las autoridades a permitirle hablar con sus hijos. Los gemelos se fueron a vivir con su padre al extranjero el 17 de julio de 2015, pues no había nadie que pudiera cuidar de ellos en Irán tras la detención de su madre.

Narges Mohammadi padece varios problemas graves de salud, entre ellos un trastorno neurológico, y necesita medicación diaria, así como atención médica especializada constante, que no pueden prestarle en la prisión. Su estado físico empeoró aún más durante la huelga de hambre. El 9 de julio la sacaron de la prisión de Evin para llevarla a un centro médico de Teherán, porque sufría palpitaciones y una bajada de tensión.

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Venezuela: Programa “Apadrina una escuela en África” se solidariza con niños desplazados internos en Nigeria

Venezuela/ Agosto de 2016/Correo del Orinoco

El propósito del programa es contribuir con el desarrollo educativo de estos niños afectados por las acciones del referido grupo insurgente Boko Haram.

En el contexto del programa “Apadrina una escuela en África”, la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela acreditada en la República Federal de Nigeria entregó 350 combos de útiles escolares a niños desplazados internos, víctimas del grupo insurgente Boko Haram.

El encargado de Negocios de Venezuela en el país africano, Miguelangel Della Vecchia, se trasladó al campamento ubicado en la localidad de Kuchingoro, a las afueras de la ciudad de Abuja, por donde realizó un recorrido en compañía de personas que habitan el lugar desde que fue fundado hace tres años, y que actualmente cuenta con una población de alrededor de 138 grupos familiares.

Al entregar los Morrales de Chávez a los pequeños, el diplomático venezolano ofreció palabras de apoyo y solidaridad de parte del Gobierno Bolivariano y Revolucionario, que con la dotación del programa de acompañamiento escolar, que se implementa desde el 2006 a través del Despacho para África, pretende contribuir con el desarrollo educativo de estos niños afectados por las acciones del referido grupo terrorista.

Al reafirmar el pensamiento del Libertador Simón Bolívar, en el cual expresó que “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”, resaltó el ideal Bolivariano de hermandad y solidaridad, heredados del Comandante Hugo Chávez.

Los beneficiados, que reciben educación gratuita en una pequeña escuela construida por los mismos habitantes del campamento y que son formados por maestros voluntarios pertenecientes al gremio de docentes adscritos a la ciudad de Abuja, agradecieron a la Misión Diplomática por la solidaridad expresada a través de la dotación de implementos escolares.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/politica/programa-%E2%80%9Capadrina-una-escuela-africa%E2%80%9D-se-solidariza-ninos-desplazados-internos-nigeria/

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¿Educar para qué?

Por. Frei Betto

Hablar de educación es hablar de sociedad. Uno de los reflejos de la educación cartesiana que tenemos de la educación es que las distinciones son más acentuadas que las conexiones. Por eso hoy se habla en concepción holística de la educación, tratando de reunir a los que estamos desunidos por la modernidad cartesiana. Dice la Constitución Brasileña: «La educación es responsabilidad de la familia, de la escuela y de la sociedad». A veces imagino a los promotores, o sea al Ministerio Público entrando con recurso junto a la Unión, penalizando a la sociedad por no cumplir su papel educativo. En naciones indígenas tribalizadas, la educación de un niño depende de toda la comunidad; no es responsabilidad de la escuela, que no existe, ni de los padres, porque toda la comunidad es concebida como la familia de crianza del joven.

Es evidente que esa utopía ya no es realizable en nuestras ciudades, que incluso fueron concebidas no en función de la humanización de las personas sino como burgos. De ahí el nombre de «burgués»: el que vivía en una confluencia, en un cruce de caminos donde se llevaba a cabo el trueque de mercancías. Lo que marca el origen de las ciudades en Occidente, tales como las conocemos hoy, es el interés económico. Todo el planteamiento viario de la ciudad está hecho en función del flujo de la economía y no de la calidad de vida de los ciudadanos. Aunque Brasil tenga hoy más del 80% de su población en ciudades, todavía resisten en el campo casi un 20%. Y es en el campo donde se encuentra el mayor contingente de mano de obra entre los 64 millones de trabajadores brasileños. ¿Cómo es posible que la agricultura represente todavía el sector que absorbe más mano de obra (23%) -siguiendo el sector de servicios (que emplea el 21%)- si hay tan poca gente en el campo? Por desgracia eso es perfectamente explicable si trabajáramos con el factor eventuales. Personas que todas las madrugadas se desplazan desde un centro urbano para trabajar, o personas que pasan períodos en la zona rural en busca del sustento. Lo cual no significa que Brasil tenga un mundo urbano en contraposición al mundo rural, pues hay una progresiva unificación de la mentalidad de los brasileños gracias al avance de los medios de comunicación. En esa red de comunicación el vehículo más poderoso es la televisión. Según el censo del 2000, 86% de los hogares brasileños tienen televisor.

Datos de la UNICEF 2000 revelan que en Brasil los adolescentes pasan como media 4 horas al día en la sala de clase y poco menos de 4 horas ante la televisión. Ambas medias están muy distantes del índice de Cuba, el país más avanzado en educación de toda América Latina, donde los alumnos pasan 12 horas al día en el aula de clase. Ciudadanía versus consumismo. Hay una dicotomía o tensión entre el propósito educativo y el contenido predominante en la televisión brasileña. No tengo nada contra las emisoras; el problema está en el contenido, que, salvo raras excepciones, trata de formar consumidores y no ciudadanos. Por otra parte están la escuela, la familia, las iglesias, que en principio quieren formar ciudadanos. Eso explica nuestro desasosiego como educadores. Con frecuencia me preguntan algunos educadores: «¿Por qué en nuestra época éramos tan disciplinados en el aula y ahora son tan agitados?» La respuesta, según mi modo de ver, es obvia: porque ahora a la muchachada le gustaría cambiar al profesor como cambia de canal. Aguantar durante 40 ó 50 minutos un tono monótono no es fácil, sobre todo cuando el profesor no está dotado de pedagogía para hacer atractiva su presencia en el aula. La TV brasileña es una concesión pública; el Estado debería, en nombre de la sociedad y como proveedor, no sólo de nuestro bienestar sino también de nuestro crecimiento cultural y espiritual, exigir a las emisoras ciertos parámetros educativos; lo cual no sucede. Las emisoras son el mejor regalo que unas pocas familias pueden recibir de ese Estado clientelista que privilegia a determinados segmentos de la sociedad. Ni se exige a esas familias «dueñas» de los canales de TV lo mínimo que se espera en cualquier país decente, o sea la devolución a las arcas públicas de una parte de los fabulosos ingresos de publicidad. Imaginen si el 10% de esos ingresos de esos fueran destinados a la educación fundamental. Sería una revolución, sobre todo considerando que, de los gastos destinados a la enseñanza fundamental, apenas un 8% llega al segmento que representa a los 20% más pobres de la población; y de los gastos destinados a la enseñanza superior, casi la mitad va al 20% de los más ricos. Es un embudo al revés. O se cambia eso, modificando la política de orientación educacional, o continuaremos remando contra corriente y haciendo un trabajo inocuo, porque las fuerzas contrarias son más poderosas que nuestros buenos propósitos.

En el caso de la TV la cuestión es seria porque el contenido es hegemónico. Estoy hablando de la TV abierta, mayoritaria, que llega al 86% de los domicilios del país. No me refiero a la TV de pago, de más calidad. La TV abierta ejerce un papel deseducativo de desinformación y deformación de las nuevas generaciones brasileñas, porque tiene como prioridad fortalecer el mercado. Lo que rige la grada de programación de TV es aquello que da índices de audiencia, porque implica mayor contingente de consumidores. No importa si esa prioridad consumista hiere principios, parámetros y elementos éticos que la familia, la escuela, la iglesia y la sociedad quieren inculcar en los jóvenes. Lo que importa es aumentar el nivel de consumo. Lo cual no sería tan grave si no hubiese un antagonismo. No es una competición, sino que hay un conflicto ético entre la formación y la deformación de una persona. Una persona no puede ser simultáneamente ciudadana y consumista. Hay un momento en que una de esas dimensiones es prioritaria en su vida. La publicidad sabe muy bien que cuanto más culta es una persona -cultura es todo aquello que engrandece nuestro espíritu y nuestra conciencia- tiende a ser menos consumista. Un pequeño ejemplo: quien gusta de la música clásica, será raro que contribuya a enriquecer la industria fonográfica. Quien aumenta la fortuna en esta industria es el consumidor que día a día desea experimentar una nueva banda, un estilo diferente, porque si no fuera así, si sólo le gustaran media docena de compositores clásicos, el consumo sería menor, pues apenas comprará las nuevas interpretaciones de las obras de su preferencia. La TV abierta no trabaja mirando cómo favorecer la cultura, porque la cultura crea discernimiento crítico, sino que trabaja con el entretenimiento que estraga nuestros principios éticos. ¿Qué es el entretenimiento? Es el conjunto de enlatados que vienen de los EE UU, películas violentas, dibujos animados, programas humorísticos, etc., en resumen lo que vemos el domingo, Día Nacional de la Imbecilización General. Imbéciles el presentador, los participantes y el público que permanece en ese siéntate-levántate aplaudiendo.

Todos obedecen a programadores invisibles, que el teleespectador no ve. Imbéciles nosotros que, en lugar de ir a pasear con la familia, quedamos sentados en el sofá, creyendo que estamos absorbiendo alguna cosa útil cuando en realidad estamos rompiendo el diálogo familiar, la diversión de los niños, el contacto con la naturaleza y toda una serie de actividades saludables. Y lo peor es que nos avisan: ¡Sal de abajo! La gente no sale y despierta el lunes con resaca espiritual. O alertan: ¡Cuidado: alta tensión!, pero continuamos insistiendo y marcando puntos en el índice de audiencia. ¿Cuál es el secreto del entretenimiento? Quien trabaja en publicidad o en ambientes de enlatados conoce la alquimia. No es fácil crear entretenimiento, porque no se puede dar sustancia al espíritu y a la conciencia del público; apenas se deben dar unos toques sensibles capaces de hipnotizar al público. La radio por ejemplo es universal; puede ser oída manejando el carro, cocinando, plantando etc.; la TV no. Ésta exige una actitud de sumisión, provoca hipnosis. Tengo que estar frente al aparato. Yo creo que ya es hora de que las escuelas lleven la TV a las aulas, como hacen con los textos; debatiendo el contenido de las imágenes los alumnos educarán su propio mirar con más discernimiento crítico. ¿Cómo se logra la alquimia del entretenimiento? Gracias a los conocimientos del doctor Freud sabemos que nuestro inconsciente gira en el diapasón inicio de la vida/fin de la vida. Somos el único animal que sabe que nació y que va a morir. Ningún otro tiene esa conciencia. Todos los animales son contemporáneos de su presente. Son todos aquí y ahora. Nosotros no sólo oscilamos en el nivel de lo consciente, como tenemos un gran peligro en la vida, que es el de no ser contemporáneos del propio presente, como enseña por ejemplo la tradición budista.

Envejecemos más rápido cuando vivimos con nostalgia de lo que pasó o con ansiedad de lo que vendrá, y no somos capaces de ser presentes en la actualidad. Por eso me gusta mucho un poema que dice: «El pasado pasó / el futuro vendrá / pero eso aquí y ahora / es de hecho un presente». Sin embargo es necesario saber disfrutarlo. El diapasón de la industria del entretenimiento es transformar el comienzo de la vida en sexualidad, pornografía, y el fin de la vida, la muerte, en violencia. Unen ambas cosas y ahí está el éxito, ahí está el crecimiento del índice de audiencia, ésa es la formación de los consumidores. Apreciamos ser espectadores de algo que es incitante en nuestro inconsciente y se mueve con las profundidades de nuestro psiquismo. Pero no podemos estar permanentemente en una actitud de Eros. Todavía no llegamos a la fase de humanización en que las estructuras de nuestro cerebro, tributarias de reptiles y primates, hayan sido totalmente superadas. Suelo ponerme alerta cuando me dicen que necesitamos «escoger políticos que tengan diploma de carrera universitaria», pues las bombas de Hiroshima y Nagasaki fueron construidas por grandes científicos, todos ellos doctorados en física, química, etc.; los hornos crematorios de Auschwitz fueron construidos por ingenieros, las armas biológicas por médicos. O sea el hecho de que alguien tenga alta calificación desde el punto de vista erudito, académico, significa poco. Sentido de la educación Educación es formar personas verdaderamente humanizadas y felices. Eso significa formar personas con mucha ética, principios y proyecto de vida. Sin ello no es posible ser humano y ser feliz.

¿Qué educación es esa que forma un mundo de desigualdad, que forma un mundo en que la competitividad es un valor superior a la solidaridad? ¿Qué educación es esa que, ella misma, es factor de estímulo a la competitividad, en forma de pruebas, premios, humillación de los que no pasaron de curso, de los que no avanzaron, y que son la mayoría? La mayoría no alcanza el primer lugar. Me acuerdo de cuánto sufrí en la secundaria, en la enseñanza fundamental, por no ser premiado, por no estar mi nombre en el cuadro de honor, no recibir medalla, no figurar entre los primeros de la clase, como cuento en mi libro Alfabetto. Autobiografía escolar. Me consideraba un perdedor. La educación me enseñaba a tragar mi humillación de ser un perdedor. Entonces ¿qué educación es esa que no consigue trabajar la formación de principios éticos? Criado en Belo Horizonte, iba al centro de la ciudad a comprar clavos para mis carritos de pasamanos o para las manivelas que yo mismo fabricaba. En aquella época, felizmente no existía la palabra marca, la gente hacía sus propios juguetes. Mi padre me alertaba: «No pases por determinadas calles del centro». Era por donde quedaba la zona bohemia de la ciudad. ¿Cómo un padre va a decir eso hoy a un hijo si al prender la televisión se le mete dentro de casa la zona bohemia y el burdel entero? Uno de los desafíos más difíciles y urgentes que hay que afrontar es la formación sexual y afectiva de los niños y de los jóvenes. Pasé 22 años en las bancas escolares y nunca las escuelas a las que asistí abordaron las situaciones-límite de la vida, por las que todos pasamos o habremos de pasar. La escuela nunca habló de dolor, pérdida, ruptura afectiva, carencia, muerte, espiritualidad. Por suerte sólo estudié cuatro años en colegio religioso; los otros fueron en escuela pública. En los 4 años como alumno de colegio religioso oí hablar de doctrina y de moralismo pero no de la experiencia de Dios, de valores evangélicos ni del amor preferencial a los pobres. La escuela nunca me habló de sexualidad; hoy habla de cuidados higiénicos, para evitar enfermedades de transmisión sexual. ¿Y la educación afectiva? ¿la educación para el amor? La relación afectiva es determinante en la vida de todas las personas. Actualmente la media brasileña de duración del matrimonio es de 7 años. (Quien pasó de esa media puede festejarlo, porque ya es ganancia).

Es curioso que algo tan determinante no tenga un mecanismo educativo que ayude a esa formación. Más curioso es que haya una excepción paradójica: la única escuela de formación afectiva-conyugal que existe en todo el país es la Iglesia Católica, que exige el celibato de sus sacerdotes y religiosos, pero no celebra casamientos sin que la pareja haga un curso de novios. Por suerte la mayoría de los cursos los dan los laicos. Una vez me dijo una amiga: «Betto, no voy a bautizar a mis hijos ni educarlos en ninguna religión. Que ellos cuando tengan 20 años decidan si quieren seguir alguna religión y cuál. Fui alumna de un colegio de hermanas y pagué análisis durante años para que me libraran de tabús y advertencias que me fueron inculcados». Y yo le dije: «Usted como madre y su marido como padre tienen todo el derecho de educar a sus hijos como mejor entiendan, aunque no concuerdo con su punto de vista. Usted no tiene disyuntiva: o educa usted o educa Xuxa, no hay alternativa. Si usted no da educación religiosa a sus hijos -educación entendida aquí como valores evangélicos, principios éticos, apertura a la trascendencia-, será Xuxa quien les enseñe lo que es cierto y lo que es falso, lo que es bueno y malo, quién es sinvergüenza y quién buenagente, cual es el juego ético, aético o antiético de la vida social. Usted no tiene disyuntiva, o sea, la formación de la subjetividad es una cuestión educativa de la mayor importancia». La escuela, en su tradición occidental y brasileña, por razones históricas y cartesianas, olvida la cuestión de la subjetividad, una de las dos dimensiones esenciales del ser humano. * (Traducción de José Luis Burguet)

Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia2.asp?lang=ES&cod=4608

Imagen: http://www.diariolareforma.com.ar/2013/wp-content/uploads/2015/06/educar.jpg

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México: Lucha digna y justa

México/12 de julio de 2016/Fuente: el diario ntr

“Tu lucha es digna y justa. Estoy contigo, maestro”. Esta frase vista en un cartel en la segunda marcha en solidaridad con el magisterio en Guadalajara el 29 de junio resume la resonancia que la lucha magisterial ha tenido en el país y el mundo. Millones de mexicanos ven esta lucha como justa y la respaldan. Padres de familia, autoridades municipales de Oaxaca, familiares de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el sindicalismo independiente, asambleas estudiantiles de universidades de la capital y de varias ciudades del país, artistas, académicos, organizaciones sociales, la Red Todos los Derechos para Todos y muchas agrupaciones de distinto signo han ido mostrando su apoyo.

No sólo en México. Maestros y sociedad civil de Estados Unidos, España, Alemania, Argentina, Australia, Gran Bretaña y Canadá, entre otras partes del mundo, se han solidarizado con esta lucha.

Presenciamos en México una insurgencia del magisterio contra la reforma educativa anunciada el 10 de diciembre de 2012, apenas al arrancar el gobierno de Enrique Peña Nieto, y que tiene un objetivo: derogar la reforma constitucional y las leyes reglamentarias de esta legislación llamada educativa, pero que en esencia pretende un nuevo control del magisterio y la privatización del sistema educativo público.

El punto central de esta reforma es la llamada evaluación punitiva. La reforma obliga a todos los maestros a evaluarse en un examen estandarizado de opción múltiple que es cuestionado por los especialistas educativos. Los maestros mexicanos se han dado cuenta de que están contra la espada y la pared: si no se presentan serán despedidos, pero si se presentan, automáticamente perderán su derecho adquirido de permanencia en el empleo. Cientos de miles de docentes han cobrado conciencia de este riesgo.

La movilización del magisterio agrupado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tiene como eje central una huelga o paro nacional magisterial iniciado el 15 de mayo de este año. Al iniciar el paro, el titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, dijo que el movimiento había sido secundado por una minoría y que había sido un fracaso. Debió tragarse sus palabras. A casi dos meses el paro se ha convertido en la mayor movilización de trabajadores de la educación en la historia del país, a pesar del despido de casi 4 mil 500 maestros paristas de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.

Para enfrentar la insurgencia magisterial, el gobierno federal ha echado mano de diversas maniobras: despidos, campaña propagandística en medios oficialistas contra los opositores, fabricación de delitos contra dirigentes de la CNTE y cárcel a dos dirigentes de la Sección 22 de Oaxaca. En lugar de disminuir, la protesta ha crecido. Además del paro de labores, el magisterio disidente ha paralizado Oaxaca y Chiapas mediante bloqueos carreteros.

Esta inmensa oleada de resonancia y solidaridad con la insurgencia ha derrotado por completo la costosa propaganda oficial sobre la reforma. Cuando el mismo Peña Nieto, su gendarme Aurelio Nuño o los medios oficialistas dicen que la reforma se justifica para mejorar la calidad de la educación, el magisterio y la población que lo apoya responde que es una reforma punitiva; cuando el gobierno y los medios comerciales dijeron que había desabasto de alimentos por bloqueos carreteros, el magisterio y las redes sociales solidarias difundieron imágenes y testimonios con los mercados populares abarrotados de productos y consumidores.

Cuando en Nochixtlán el jefe de la Policía Federal, Enrique Galindo, y el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, pretendieron justificar la represión y negar el uso de armas de fuego, a las pocas horas se desmontó el intento de plantar otra “verdad histórica” difundiendo las fotos y videos de la PF y la Gendarmería disparando a mansalva contra los pobladores de esa localidad. Hasta ahora todas las estrategias y campañas oficialistas habían sido derrotadas por los maestros.

En este contexto no es descabellado contemplar la derogación de la reforma educativa como la salida más sensata e iniciar un proceso de diálogo y discusión de una verdadera reforma pedagógica nacional, tal como pide la CNTE y respaldan millones de mexicanos. No obstante, las resistencias son enormes, pues la educativa parece ser el pilar de las reformas estructurales de Peña Nieto.

Fue la primera de todas las reformas anunciadas (10 diciembre 2012) y ceder en ésta significa reconocer que las demás también se pueden derogar. Eso es lo que está en juego en esta insurgencia magisterial: todo el proyecto de gobierno, toda la política neoliberal, toda la “máquina depredadora” (como dicen los zapatistas) del Estado y sus políticas neoliberales al servicio del capital.

Obligado por el paro, los bloqueos carreteros, la presión de la sociedad civil nacional e internacional y el costo de la represión en Nochixtlán, el gobierno federal se vio obligado a sentarse a dialogar con los representantes de la CNTE. Hasta ahora el gobierno ofrece un diálogo sin sustancia. Quiere diálogo pero sin aceptar que puede derogar la reforma.

Como en los viejos tiempos autoritarios de Gustavo Díaz Ordaz, se ofrece una supuesta mano tendida a cambio de no cambiar nada y con la amenaza de la represión, tal como advirtieron el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco.

Las salidas que se vislumbran no son alentadoras por las amenazas de represión lanzadas por el gobierno. Al mismo tiempo que los ministros de Peña Nieto hablan de diálogo, se enviaba a 6 mil policías federales a Chiapas y Oaxaca a esperar instrucciones para levantar los bloqueos. Si esto ocurre, pueden anticiparse hechos represivos semejantes a los de Nochixtlán, con saldos multiplicado por 10.

Es necesario imponer al Estado una salida de diálogo que tome en cuenta la demanda central de derogación de la reforma educativa y un cambio pedagógico nacional de fondo. Para ello es necesario brindar solidaridad a los maestros que, luchando en las calles, nos dan una clase de dignidad.

@rmartinmar

Fuente: http://www.ntrguadalajara.com/post.php?id_nota=44546

Imagen: http://www.tercerainformacion.es/sites/default/files/articles/cnte-620×400.jpg

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Proyectos Educativos Sustentables

12 de julio de 2016/

Raúl Calixto Flores Coordinador (CV)
Instituto Pedagógico de Estudios de Posgrado
calixto07@gmail.com

La vinculación impuesta por la economía, entre desarrollo y sustentabilidad, constituye una argumentación estructural para prevalecer una política económica fundamentada en el desarrollo. Paradójicamente, la sustentabilidad dirige la atención hacia una perspectiva diferente, en la cual, la vinculación debería ser con la solidaridad. Es decir, se debería de abordar la solidaridad sustentable, como una vía para mejorar la calidad de vida de las personas y cerrar las brechas entre quienes todo tienen, y de quienes carecen de todo. El desarrollo  refleja el predominio de una racionalidad instrumental en la mayoría de las actividades humanas.
La racionalidad instrumental debe quedar en el pasado en el ámbito educativo, y fundamentar el diseño de los proyectos educativos en la racionalidad sustentable. El cambio de perspectiva en la planeación de proyectos educativos, es necesaria, para comprender las complejas y múltiples expresiones de los fenómenos de la realidad. Al articular el componente social con el cultural y natural, se logra el abordaje crítico del ambiente, generando proyectos educativos sustentables.
Los proyectos que comprende este libro, han adoptado una perspectiva sustentable, que significa asumir una visión crítica y una actitud propositiva ante la problemática ambiental, con miras a cumplir con las expectativas del presente, considerando las necesidades de las generaciones futuras.

Descargar en:http://www.eumed.net/libros-gratis/2016/1530/index.htm

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