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Urge modernizar la educación

Por Javier Argüello

La historia debería categorizar los últimos 150 años del sistema educativo como una época oscura, a pesar de su gran contribución con la alfabetización mundial. El mundo actual no puede coexistir con la fórmula educacional que se creó para la revolución industrial.

En el modelo educativo actual, para la mayoría de los estudiantes en Latinoamérica, un profesor divulga su conocimiento académico con una cátedra. Este modelo asume que el aprendizaje es pasivo y que las mentes de sus alumnos son homogéneas. Ello no solo ignora la diversidad neurológica innata en toda aula, sino que también viola los principios científicos de cómo la mente humana aprende.

Este modelo fomenta una futura recesión económica, al dejar a su fuerza laboral (sus graduados) vulnerable, al no poder competir en el mundo que los espera. El aprendizaje debe ser activo y consciente, pues solo es exitoso cuando las habilidades cognitivas necesarias para aprender son debidamente desarrolladas.

Para una minoría en Latinoamérica, existen escuelas más progresivas, queofrecen una educación diferenciada con programas de inclusión y centros de aprendizaje. Estas escuelas son más sofisticadas segmentando las diferencias cognitivas de sus estudiantes y ofreciendo apoyo académico más especializado.

El paso que les falta es incorporar programas que identifiquen las áreas cognitivas débiles. Luego, deberían fortalecer estas áreas para ayudar a sus alumnos a ser exitosos aprendiendo. De forma paralela a estos esfuerzos especializados, es necesario educar a los maestros y alumnos sobre la ciencia del aprendizaje.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), las primeras tres décadas de este milenio producirán más títulos universitarios que el resto de la humanidad. Esto diluye el valor del título universitario, dificultando que representen el acceso a un trabajo estable y bien remunerado, como solía ser antes. Los analfabetos o subempleados del siglo XXI no serán los que no pueden leer o no tienen título universitario. Serán aquellos que no son autodidactas, que no pueden retar dogmas y tradiciones con una mente crítica y con valores claros.

Educación moderna: ¿En qué consiste?

Sin un entendimiento claro del material que absorbemos, el pensamiento crítico difícilmente puede existir, lo cual es un prerrequisito para resolver problemas con pensamiento original. Sin esto, se dificulta añadir valor en una empresa o innovar como emprendedores y sociedades. La originalidad, sinónima de la creatividad, es la fuente de la innovación. De la creatividad depende nuestro progreso, pero el sistema educacional ‘tradicional’ la inhibe y termina reduciéndola a medida que se va desarrollando el proceso educativo. De hecho, entre los países más exitosos en los rankings mundiales del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) están Singapur y Corea del Sur; también Shanghái, que no es país, pero tiene su propio ranking.

Estos sistemas han triunfado en el ranking, pero han provocado el fracaso de sus alumnos. Al convertir a sus estudiantes en robots que memorizan, destruyeron la capacidad creativa esencial para una economía moderna basada en el conocimiento y la innovación. Steve Wozniak, cofundador de Apple dijo que en Singapur no podría haber nacido o surgido Apple porque es una sociedad avanzada, pero rígida e intolerante donde no se permite el pensamiento crítico.

Wen Jiabao, exPrimer Ministro de China, admitió que el sistema educativo de su país enfrentaba el reto de producir emprendedores. A pesar de contar con 20% de la población del mundo, China no produce ni el 1% de las patentes globales. De hecho, hay una correlación negativa entre los países que salen mejor en el ranking de PISA y la innovación o el crecimiento de sus economías.

Ken Robinson, experto en la creatividad y uno de los críticos más fuertes del sistema educativo, define la creatividad como un proceso (iterativo) que nos lleva a producir una idea original y de valor (para la sociedad). Es autoevidente la importancia de que los estudiantes desarrollen la capacidad de pensar de forma crítica para llevarlos a la originalidad (creatividad).

Las implicaciones para un sistema educativo moderno son significativas, ya que para que una mente logre esto, es necesario el desarrollo de habilidades cognitivas que permiten el aprendizaje y la elaboración del conocimiento. Me refiero a nuestra capacidad de prestar atención de forma sostenida; procesar información de forma efectiva; interpretar el sentido de la información que recibimos para poder relacionarnos con la información que procesamos; y así ‘empacar’ esta, de tal forma que nuestra mente no solo lo pueda recordar, sino que además sepa interpretar, personalizar y retar lo que procesa y aprende de forma crítica.

Todos estos procesos mentales describen habilidades cognitivas que hemos asumido son fijas, pero en realidad son maleables. Según el neurocientífico Norman Doidge, el descubridor de la neuroplasticidad, la maleabilidad del cerebro y la capacidad de mejorar nuestras habilidades cognitivas son el descubrimiento científico más importante de los últimos 400 años. Esto implica que el éxito de un estudiante depende de cuán desarrolladas están sus capacidades cognitivas, cuán sofisticada es su capacidad para reflexionar sobre la forma en que aprende (metacognición) y de cuánto haya desarrollado conocimiento de cómo se aprende eficientemente (ciencia del aprendizaje).

La metacognición brinda conocimiento procedimental; es decir, la capacidad de la persona para controlar sus procesos cognitivos. Esto implica planificar qué se va aprender, controlar el transcurso del aprendizaje y evaluar los logros obtenidos. La metacognición se debe desarrollar después de fortalecer las habilidades cognitivas (una vez que se puede aprender de forma independiente) y, en paralelo, enseñar cómo se debe aprender.

Todo esto es posible hoy en día y hasta que no lo incorporemos en el modelo educativo de nuestras instituciones y lo apliquemos a nuestros alumnos, no deberíamos considerar su educación como exitosa o completa. El éxito de una escuela se debe medir con base en su capacidad de producir aprendices sofisticados, como les llama el experto en la cognición del aprendizaje, Robert Bjork.

Estos estudiantes son sofisticados cuando su experiencia académica desarrolla la fundación cognitiva sobre la cual desarrollan la capacidad de autoevaluar la eficiencia con la cual aprenden. Se trata de alumnos que auditan cómo aprenden y saben cómo ‘reparar’ sus procesos.

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El origen del problema

El sistema educativo es uno de los pilares más importantes para el desarrollo económico y social de un país. El modelo educativo que seguimos hoy en día fue inventado para democratizar el acceso a la educación, tras la llegada de la revolución industrial. La transformación económica requirió convertir la fuerza laboral, compuesta principalmente de campesinos analfabetas, en empleados alfabetos para las fábricas. Antes de la revolución industrial, el aprendizaje era informal y sin libros. Leer era un privilegio elitista. En esa importante transición, el primer mundo logró dar un salto en su productividad al requerir que su mano de obra agrónoma ascendiera a convertirse en una mano de obra más educada.

Actualmente, las economías avanzadas ya no son agrarias o principalmente manufactureras, sino de tecnología, servicios y conocimiento especializado. La interconectividad laboral que nos ha traído la tecnología con la globalización, cambia dramáticamente los requisitos de un estudiante para competir.

La automatización es lo que más influye en la productividad, lo cual tiene enormes consecuencias para la fuerza laboral en industrias que cada vez requieren menos personas, como la manufactura. Irónicamente, para el tipo de industrias que cada vez requiere menos personas es la que se diseñó el sistema educacional obsoleto, del cual salen graduados que no pueden encontrar empleo.

Los jóvenes con título universitario tienden a tener una tasa de empleo que es dos o tres veces más alta que la del resto de la fuerza laboral. Esto sucede mientras millones de empleos no se llenan en industrias creativas, técnicas y especializadas. La oferta laboral está desligada de la demanda laboral. Las escuelas y universidades son responsables por suplirle a la economía talento humano competitivo y son ellas las que tienen que cambiar para acoplarse a la economía moderna.

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Educación 2.0: Obsoleto el sistema actual

El modelo educacional vigente es apto para economías subdesarrolladas. Dicha educación obsoleta está disociada de las necesidades que reflejan las economías de países avanzados, en donde el conocimiento, la innovación y la tecnología son esenciales. Es un modelo que no genera suficiente innovación, ni suficien-tes emprendedores.

De hecho, hoy en día no sabemos cuáles serán los empleos que el mundo requerirá de la fuerza laboral educada. En los últimos veinte años, se han dado dos fenómenos simultáneamente:

A raíz de la revolución digital, hoy procesamos seis veces más información que hace veinte años; y los nuevos aprendizajes en la ciencia del cerebro, en particular sobre cómo aprendemos, nos han entregado más conocimiento del mismo. Entonces, el problema es el siguiente: no hemos aplicado a la escuela lo que sabemos sobre el aprendizaje.

La calidad de la formación académica de nuestros jóvenes determinará en gran parte las oportunidades que tendrán en la vida así como el progreso de nuestras sociedades. De hecho, la mayoría de los países de Latinoamérica están restándole a su futura prosperidad económica al no modernizar su sistema educativo. En los últimos cien años hemos visto como se han transformado las industrias del transporte, la banca, el comercio, y la medicina. Contradictoriamente, los cambios han sido muy leves en la educación. El siste-ma educacional se moderniza incorporando la ciencia del aprendizaje y transformándola.

Fuente: http://www.estrategiaynegocios.net/lasclavesdeldia/1006846-330/urge-modernizar-la-educaci%C3%B3n

Imagen: www.estrategiaynegocios.net/csp/mediapool/sites/dt.common.streams.StreamServer.cls?STREAMOID=oUreZ$Gr8FJOShT_8Xq8ks$daE2N3K4ZzOUsqbU5sYvFPiDOgQt0aLftN67JpKV56FB40xiOfUoExWL3M40tfzssyZqpeG_J0TFo7ZhRaDiHC9oxmioMlYVJD0A$3RbIiibgT65kY_CSDiCiUzvHvODrHApbd6ry6YGl5GGOZrs-&CONTENTTYPE=image/jpeg

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Libro: El feedback formativo en la universidad: Experiencias con el uso de la tecnología

6 de octubre de 2016/Fuente: oyejuanjo
Año 2016

Editor: Universitat de Barcelona

Páginas:154 páginas

Idioma: español Desde:08/09/2016 Tamaño:3.56  MB Licencia: CC-BY-NC-SA

Contenido: Promover y facilitar el aprendizaje y la autorregulación del mismo por parte de los estudiantes es una de las finalidades de la universidad y, especialmente, de sus docentes. En este sentido, numerosos autores coinciden en otorgar a la evaluación y, concretamente, al feedback un papel muy relevante en la consecución de dichos objetivos.

El libro que presentamos se centra precisamente en el feedback como estrategia e instrumento que promueve el diálogo entre los agentes que intervienen en el proceso de aprendizaje del estudiante y, con ello, favorece la reflexión sobre el mismo y, en definitiva, el propio aprendizaje. También se incide en la consideración del feedback en tanto que proceso, que pone el acento no sólo en la información sobre el proceso de aprendizaje realizado sino también sobre las acciones y estrategias que se deberían realizar en las tareas futuras. Es lo que llamamos feedforward.

Descargar: https://openlibra.com/es/book/download/el-feedback-formativo-en-la-universidad-experiencias-con-el-uso-de-la-tecnologia

Fuente: https://openlibra.com/es/book/el-feedback-formativo-en-la-universidad-experiencias-con-el-uso-de-la-tecnologia

Imagen: https://s3.amazonaws.com/collection.openlibra.com/covers/2016/09/el-feedback-formativo-en-la-universidad-OpenLibra-300×429.gif

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Chile: El círculo virtuoso entre el uso de la tecnología y el aprendizaje de los estudiantes

América del Sur/Chile/6 de octubre de 2016/Fuente: publimetro

Los profesores han incorporado diferentes aplicaciones para complementar sus clases y diversificar el estudio diario de sus alumnos.

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Perú: Alumnos de Beca 18 irán a Olimpiada de Robótica en India

América del Sur/Perú/04 de octubre de 2016/Fuente: http://publimetro.pe/

Competirán con los mejores en el mundo en construcción de robots

Un equipo integrado por becarios del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, representará al Perú en la VIII Olimpiada Mundial de Robótica, a realizarse del 25 al 27 de noviembre en Nueva Dehli, India.

Daniel Ninahuillca Gonzales (Cusco), Dany Pulache Carreño (Piura) y Joan Bruno Chávez (Piura) son estudiantes del cuarto ciclo de la carrera de Computación e Informática con especialidad en Automatización y Marketing del Instituto Superior Tecnológico Von Braun, quienes competirán en este torneo que reúne a los mejores del mundo en la construcción de robots de acuerdo a los lineamientos del concurso, está vez enfocado en el medioambiente.

Los becarios Daniel, Dany y Joan clasificaron al mundial luego participar en la Competencia Nacional de Robótica 2016, donde compitieron con los representantes de las más importantes instituciones educativas con especialización en robótica.

El equipo de Beca 18 desarrolló una planta de reciclaje. Se construyó un robot que realiza maniobras para recolectar piezas y trasladarlas a otros puntos de acopio, todo manejado desde un computador. Con esta presentación obtuvieron el segundo lugar en la categoría Senior High.

Daniel Ninahuillca (19) mostró su satisfacción al haber participado tanto en competencias nacionales como internacionales como la de Qatar el año pasado.

“Me siento muy contento al saber que voy a participar en otra edición internacional y estoy más seguro de lo que voy a hacer. Queremos hacer quedar bien al Perú en nuestra próxima presentación en la India”, señaló.

A su turno, Dany Pulache siempre quiso sobresalir en sus estudios, ingresó al club de robótica de su instituto y no paró hasta participar en competencias internacionales.

“Siempre quise dejar en alto en nombre del Perú y fui parte, junto a mis compañeros, de una gran experiencia en Qatar. Este año esperamos superar todas las expectativas en la India”, añadió el becario.

Finalmente, Joan Bruno resaltó el trabajo de todo el equipo durante la competencia nacional y mencionó que la pasión por la robótica lo lleva desde muy pequeño.

“Todo esfuerzo valió la pena. Desde pequeño siempre fui curioso, desarmaba y arreglaba los artefactos en mi casa, ahora armo robots, es una experiencia enriquecedora”, sostuvo.

La Olimpiada Mundial de Robótica es un evento tecnológico y educativo dirigido a los jóvenes de todas partes del mundo para desarrollar la creatividad.

Esta será la segunda vez que el equipo de Robótica Beca 18, del instituto Von Braun, participará en un certamen mundial. El 2015 compitieron en Qatar, hasta donde llegaron gracias el apoyo del Estado.

Fuente: http://publimetro.pe/actualidad/noticia-alumnos-beca-18-iran-olimpiada-robotica-india-51024

Imagen: https://i.ytimg.com/vi/SAN81puabs8/maxresdefault.jpg

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El poder del juego en la enseñanza

Por. Carlos Cala

Cada vez hay más voces que defienden el juego como método efectivo de aprendizaje en la educación formal. Algo que fascina a los alumnos, pero de lo que desconfían las familias a pesar de su probada eficacia. A veces, ni siquiera los centros o los profesores están dispuestos a aceptarlo.

Seamos claros: en los colegios e institutos españoles, dentro de la educación formal, se juega poco. Y ello, a pesar de que hay infinidad de estudios que no sólo reconocen, sino que recomiendan el juego como método efectivo de aprendizaje en todas las etapas educativas, desde la más tierna infancia hasta la Universidad. ¿Qué ocurre, entonces, para que el aspecto lúdico tenga tanta ‘mala prensa’ en la enseñanza?

Sergio García Cabezas, doctor en Educación y Consultor de la UNESCO para asuntos de discapacidad y tecología en relación con la educación, reconoce que, en España, hay muy pocos colegios que estén apostando por metodologías realmente activas que incluyan el juego dentro de sus programaciones. Esto se debe, según él, a que «el colegio sigue siendo el mismo que tenía mi abuela. Mi abuela era profesora y las aulas han cambiado poco en cuanto a metodología. Los centros no están preparados, y la mayor parte de los profesores no están formados en ese sentido. Para hacer una metodología basada en el juego, hay que preparar mucho las clases. Un libro de texto no sirve absolutamente para nada en este tipo de pedagogía. Esto requiere un trabajo que no todo el mundo quiere hacer y para el que tampoco todo el mundo está preparado».

En muchas facultades sí se enseñan esas nuevas metodologías. El obstáculo aparece cuando esos nuevos maestros o profesores pisan la calle y llegan a su centro educativo, en el que tienen que convencer a todo el mundo de las bondades del juego. Junto a este, hay otro gran obstáculo: la familia. La doctora en Pedagogía y profesora de Educación Infantil en el Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle, Ángeles Ruiz de Velasco Gálvez, señala que se suele identificar el juego «con algo que no lleva a ningún sitio. Hay familias que están presionando muchísimo a las escuelas para que sustituyan los aprendizajes lúdicos por otras enseñanzas consideradas más importantes, como los idiomas. Porque, en realidad, incluso hasta los adultos serios dejan de jugar, porque consideran el juego como algo poco serio. Sin embargo, el juego nos acompaña toda la vida. Un adulto creativo juega siempre, porque es una manera de comernos la vida, de asumirla, de entenderla, de procesarla».

Para los niños es igual. Según Ruiz de Velasco, el juego libre permite a los alumnos empoderarse. Sergio García cree que los profesores también se empoderan frente al alumno, mientras que los estudiantes se motivan y se expanden. «El juego es experimentación. Cuando los niños juegan a médicos o a cualquier juego simbólico, están experimentando cosas para el futuro. Y, como es una experimentación libre en muchos casos, el niño se desarrolla con total libertad. Es una herramienta que no se está utilizando, a pesar de que hay estudios que dicen que jugando se aprende mejor».

Los juegos en cada etapa

El concepto ‘juego’ puede ser muy amplio. En la escuela, se pueden utilizar desde juegos tradicionales adaptados al ámbito académico, hasta lo que se conoce como ‘gamificación’, que es usar las dinámicas y las mecánicas del juego para motivar al alumno. Las leyes educativas no lo impiden, pero unas leyes diferentes, redactadas de otra manera, podrían fomentarlo más. Ángeles Ruiz de Velasco, autora junto a Javier Abad Molina del libro ‘El juego simbólico’ (editorial Graó, 2011), recuerda que «las políticas educativas contribuyen mucho. En Suecia, por ejemplo, los alumnos de infantil juegan, y los maestros sólo observan sin decirles lo que tienen que hacer. En Alemania está prohibido adelantar en infantil aprendizajes como la lectura o la escritura, que corresponden a etapas posteriores. A lo mejor podríamos reflexionar sobre por qué los países nórdicos son tan exitosos en cuanto a modelos educativos. En los países nórdicos se juega mucho, mucho, mucho. En la primera etapa de infantil no se hace otra cosa«.

Mediante el juego simbólico, el niño busca entender un mundo que no comprende

Mediante el juego simbólico, el niño busca entender un mundo que no comprende / Getty Images

De hecho, se suele pensar en el juego sólo durante la educación infantil. Un juego que, según Ángeles Ruiz de Velasco debe ser «como el niño quiera, y nosotros como adultos lo que debemos hacer es contextualizarlo. Hablamos de un juego simbólico con el que el niño puede entender el mundo que no comprende. ¿Cómo lo entiende? Lo juega». Este juego libre, añade Ruiz de Velasco, tiene poca cabida en las aulas, y sólo se permite en el recreo o si sobra tiempo. «Además, se tiende a hacer algo que no se debería hacer, que es considerar el juego como una herramienta educativa reglada. Filosoficamente hablando, el juego tiene que ser libre y no algo ‘que sirve para’. Si se utiliza con el fin de aprender, no es juego sino otra cosa: es actividad o propuesta, pero no juego».

En etapas posteriores el juego simbólico ya no sirve. En primaria o secundaria cobran protagonismo, por ejemplo, los juegos de reglas. A esa edad, se empieza a tener la necesidad de sentirse retado, de saber que se puede ser el más rápido o el más fuerte. Los niños empiezan a aprender lo que es ganar y perder, o a comprender que no todo el mundo es bueno para todo y que se puede ser el mejor en uno de los muchos ámbitos que tiene la vida. Empiezan a aprender las reglas.

Si los niveles de infantil son los más ligados al juego, conforme se avanza hacia otras etapas, éste va desapareciendo, porque mandan el currículum y las evaluaciones que constantemente se están haciendo a profesores y alumnos. Sin embargo, Sergio García Cabezas señala que las leyes educativas son muy amplias y, aunque no cabe en ellas cualquier cosa, sí permiten «una metodología y un aprendizaje basado en el juego. La prueba es que hay colegios que sí los están utilizando sin problemas, con un aprendizaje más libre y menos dirigido que el que ofrece un libro de texto».

El papel de la tecnología

La llegada de las nuevas tecnologías a las aulas ha sido un paso importante, porque ha ofrecido algunos instrumentos útiles para el juego. Pero nada cambiará si internet, una pizarra electrónica, un ordenador o una tableta se usan como las antiguas pizarras o libros. Habrá cambiado el soporte, pero no se aprovecharán por completo todas sus posibilidades.

La llegada de las nuevas tecnologías a las aulas ha ofrecido algunos instrumentos útiles para el juego

La llegada de las nuevas tecnologías a las aulas ha ofrecido algunos instrumentos útiles para el juego / Getty Images

Sergio García también es profesor en el Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle y, además, dirige la empresa ‘Possible Lab’. A través de ella, está introduciendo en muchos centros educativos españoles el juego ‘Minecraft’ adaptado a la enseñanza, y no sólo en primaria o secundaria, sino también en la Universidad. ‘Minecraft’ es un lego virtual al que juegan más de 100 millones de personas en todo el mundo.

En el aula, este juego permite hacer construcciones de arquitectura, simulaciones de un cuerpo humano, una tabla periódica de elementos, o muchas cosas más. «Los niños se dividen por grupos, investigan un tema y realizan, mediante este juego, el objetivo final del proyecto. Por ejemplo: nosotros trabajamos un escenario educativo basado en el Al-Andalus medieval para los primeros años de secundaria. El objetivo final es hacer la Alhambra de Granada. Se avanza mediante el trabajo cooperativo, por grupos, y al final construimos la Alhambra. Yo creo que si un niño es capaz, mediante ese juego, de hacer la Alhambra o de constuir una catedral gótica, el niño ha entendido ese concepto. Lo que hacemos es experimentar y crear cosas, y en ese proceso se desarrolla y se demuestra el conocimiento. Creo que es más importante para un niño de secundaria saber cuáles son las partes de una catedral, saber dibujarlas y crearlas mediante un videojuego, que saberse de memoria cuáles son esas partes, soltarlas en un examen, salir y después no acordarse absolutamente de nada».

Estos ejemplos demuestran que algo está cambiando. Que cada vez hay más profesionales que, al menos, se plantean la necesidad de que el juego se abra camino en las aulas. No obstante, es necesaria una mejor definición de conceptos y una idea más flexible y abierta sobre lo que implica dar entrada a lo lúdico en la educación formal. Ángeles Ruiz de Velasco Gálvez lamenta que, aunque haya deseos de cambio, «no hay algo que defina por dónde debe ir el cambio. Estamos en una época interesante, por un lado, porque algo se está moviendo en la educación, pero convulsa porque no se sabe exactamente hacia dónde».

Fuente: http://cadenaser.com/programa/2016/09/23/hora_14_fin_de_semana/1474616104_648221.html

Imagen: cadenaser00.epimg.net/programa/imagenes/2016/09/23/hora_14_fin_de_semana/1474616104_648221_1474616175_noticia_normal.jpg

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Aulas digitales para diez millones de alumnos en países emergentes

Latinoamérica/África/27 de septiembre de 2016/Fuente: ABC

La reciente escolarización en Latinoamérica y África de dos millones de niños y niñas en situación desfavorable ha sido posible gracias al trabajo de ProFuturo, un programa amparado por la Fundación Telefónica y la Fundación La Caixa que promueve el desarrollo de la educación digital en países emergentes. Su objetivo último es «posibilitar una educación equitativa y de calidad a menores de los sectores más desfavorecidos, poniendo a su disposición herramientas digitales que permitan la adquisición de competencias a través de las tecnologías, y contribuir, así, al progreso de las sociedades».

Auspiciado por los presidentes de ambas instituciones, César Alierta e Isidro Fainé, e ideado de forma conjunta con el Papa Francisco, el proyecto fue presentado ayer por Alierta en el encuentro interreligioso «Sed de paz: religiones y culturas en diálogo», donde estuvieron presentes 400 líderes religiosos y 3.000 personas, a las que se unieron una cifra estimada de 12.000 peregrinos, en la ciudad italiana de Asís.

Aprovechando el importante papel que juega la educación en este evento internacional, César Alierta aseguró que «la tecnología tiene el potencial para reducir la desigualdad y mejorar las condiciones de vida de más de 50 millones de niños en el mundo que no tienen acceso a ningún tipo de educación y que se la merecen».

A la reunión asistieron líderes de las Iglesias cristianas y comunidades eclesiales, así como de otras religiones, quienes trataron temas relacionados con la paz, las desigualdades y los desafíos a los que se enfrenta la sociedad actual. El encuentro conmemora la trigésima edición de la histórica Jornada de Oración por la Paz que tuvo lugar el 27 de octubre de 1986 y que fue impulsada en su momento por el Papa san Juan Pablo II.

La Fundación ProFuturo es una inciativa que nació con el propósito de impulsar el acceso a la educación digital entre los niños y niñas más desfavorecidos. El programa, implantado en América Latina, África Subsahariana y Asia, pretende conseguir la igualdad de oportunidades desplegando a nivel local una educación de calidad. Para lograrlo, se han puesto en marcha aulas móviles digitales que imparten programas de formación sin necesidad de que las zonas donde están instaladas dispongan de conexión a internet; tan solo de manera puntual.

En la provincia angoleña de Luena, 60 profesores y 2.700 niños y adultos en alfabetización se benefician ya de un programa piloto que lleva en funcionamiento desde el año pasado. La proyección de futuro para esta fundación es que en el próximo lustro el programa se expanda a África Subsahariana y Asia. «Queremos llegar a educar al menos a 10 millones de niños y niñas en situación de riesgo en sólo cinco años», prometió Alierta, ya que, según afirmó, «la educación tiene el poder de transformar, de marcar la diferencia».

Fuente: http://www.abc.es/sociedad/abci-aulas-digitales-para-diez-millones-alumnos-paises-emergentes-201609190941_noticia.html

Imagen: www.abc.es/media/sociedad/2016/09/19/alierta-asis-k0FF–620×349@abc.jpg

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Panamá: Una educación para todos.

Un sistema educativo renovado requiere mayor orientación hacia la formación de un individuo pensante con conocimiento tecnológico, opinan los sociólogos.

Centro América/Panamá/20.09.2016/Autor y Fuente: http://impresa.prensa.com/

Un programa de educación eficiente se dirigiría a que cada niño que entra a kínder vaya a ser un ingeniero, señala el sociólogo Marco Gandásegui.

“Cuando digo ingeniero, me refiero a una palabra que denota ingenio, a un ser pensante, capaz de resolver problemas, y que al salir de la escuela tenga la capacidad de ser productivo”, recalca.

Explica que un plan de este tipo contempla a todos y cada uno de los años de preparación que ese individuo requiera para formarse.

Encuentra, sin embargo, que la realidad en el istmo es otra. El sistema actual se dirige a que “los niños que entren a primer grado van a salir con una educación mínima de 9 grados para ser buenos empleados y enseñarles un poco de inglés”.

En opinión de este sociólogo, en lugar de cerrarse la economía del país a una sola actividad como el turismo, por ejemplo, el sistema educativo debiera centrarse más en el joven, adolescente o el niño que debiera formarse para que participe en un país productivo y en el cual tenga oportunidad de contribuir en sus riquezas.

Otros criterios:

Por su parte, el sociólogo Iván Quintero considera que hay otros factores que hacen mella en el proceso educativo: las condiciones en que trabajan los docentes.

Cuestiona que en Panamá no haya una verdadera carrera educativa.

También se refirió al hecho de que en el país sigan existiendo escuelas rancho y escuelas multigrado, pese a los planteamientos de modernización académica y reforma curricular que se hacen.

A la vez recalca que en “Panamá debería existir una sola escuela, no escuelas públicas y escuelas privadas; ese es un desafío”.

Entre tanto, Gerardo Maloney, sociólogo y docente, indica que las dificultades sociales han hecho que la educación deje de ser el camino para jóvenes excluidos socialmente. Estos, entonces, buscan otro tipo de respuesta a sus necesidades.

Maloney explica que en una sociedad con gran orientación hacia el consumo, el individuo tiende a buscar una respuesta inmediata y no a través de una formación que da mejores satisfacciones en el futuro.

Carencias:

Destaca Olmedo García, sociólogo, que en las conferencias mundiales se ha planteado que la calidad de la educación debe estar dirigida a combatir la pobreza, a reafirmar el carácter de la educación pertinente y romper las brechas de la tecnología y el conocimiento.

“Es cierto que en el país hay problemas desde el punto de vista de los rendimientos académicos. Acaban de culminar tres procesos de evaluación hace año y medio, en donde Panamá quedó en la antepenúltima posición de 65 países”, enfatiza.

Una situación que, dice, contrasta con el hecho de que “Panamá es uno de los países que más invierte per cápita en América Latina en educación, pero sus resultados no se perciben”.

La falla está en la tendencia de dirigirse a resolver el tema de la calidad de la educación, cuando la crisis no solo se trata de rendimiento y excelencia. Es un asunto que también se refiere al problema de las desigualdades e inequidades, amplía.

“Al país le falta visión. No tiene políticas públicas para los jóvenes, para salud ni para la educación. Ese es el primer reto: construir políticas públicas”, añade.

Atrasos:

Según García, en el istmo todavía se maneja una estrategia pedagógica tradicional basada en el docente, cuando la nueva educación se orienta “hacia la tecnología y la robótica, que es donde transita la velocidad del conocimiento del mundo”.

Añade que “cada 73 días hay un nuevo conocimiento que transita por las redes telemáticas e informáticas, y nosotros no hemos hecho la revolución tecnológica. No podemos depender de una estrategia pedagógica presencial y confrontal, tenemos que buscar las herramientas para romper con los paradigmas tradicionales de la estructura pedagógica”.

García asevera que “tenemos un atraso y debemos insertarnos”. Como ejemplo menciona que en materia de investigación, en un país como México, por cada 100 mil habitantes se cuenta con 100 investigadores; en el caso de Panamá, la relación es de 100 mil a 1.

Otra desventaja es que en el país se invierte apenas 0.3% del producto interno bruto en la ciencia y la tecnología, lo que lleva a esta sociedad a tener más de 50 años de atraso por el impacto de los costos sociales, puntualiza.

Fuente: http://impresa.prensa.com/vivir/educacion_0_3459404159.html

Imagen: http://www.cali.gov.co/egov/publicaciones/info/principal/media/pub106288.jpg?nocache=1468482106

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