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Mundo: Zoom eliminará límite de 40 minutos en videollamadas de cuentas gratuitas por Navidad y Año Nuevo

Los usuarios no deberán hacer ningún acción; el límite se eliminará solo de forma automática en las fechas indicadas.

La plataforma Zoom eliminará de manera temporal el límite de 40 minutos para las videollamadas de cuentas gratuitas, para que los usuarios puedan contactar con familiares y amigos en las celebraciones que tendrán lugar en todo el mundo durante las próximas semanas.

Las videollamadas que los usuarios realicen con las cuentas gratuitas de Zoom en el último día de Hanukkah, 18 de diciembre; Nochebuena y Navidad, 24 y 25 de diciembre; Nochevieja y Año Nuevo, 31 de diciembre y 1 de enero; y el último día de Kwanzaa, 1 de enero no se cortarán una vez alcanzados el usual límite de 40 minutos.

Se trata de “una muestra de apreciación” para todos los usuarios de la plataforma durante un tiempo extraordinario, como explicaron desde Zoom en una publicación en su blog oficial.

Los usuarios no deberán hacer ningún acción; el límite se eliminará solo de forma automática en las fechas indicadas.

Eric Yuan, creador de Zoom, contó en una entrevista en el Web Summir que la pandemia ha demostrado que los encuentros virtuales funcionan. Según él, aunque cambie el panorama, las videollamadas se van a mantener.

Sin embargo, el mercado no opina lo mismo. El mismo día en que la empresa farmacéutica Pfizer anunció una vacuna efectiva, las acciones de Zoom cayeron. Al igual que las de Amazon y Netflix, otras de las grandes beneficiadas del encierro.

Fuente: https://www.elnacional.com/ciencia-tecnologia/zoom-eliminara-limite-de-40-minutos-en-videollamadas-de-cuentas-gratuitas-por-navidad-y-ano-nuevo/

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Adolescentes, redes sociales y fotos con contenido sexual: ¿Puede ser eso una forma de feminismo?

Durante la pandemia, las redes sociales pasaron a ser el único espacio de interacción entre miles de adolescentes. Sin embargo, junto a su popularidad, crecen los riesgos para quienes se exponen en ellas compartiendo contenido explícito. Muchas lo hacen bajo la premisa del empoderamiento físico, pero ¿es realmente un empoderamiento o una necesidad de ser validadas por un otro? ¿Cómo protegerlas si no existe una educación sexual integral en los colegios para entregarles herramientas?

Durante la pandemia, las redes sociales pasaron a ser el único espacio de interacción para miles de adolescentes. Según la consultora Criteria, producto del confinamiento el uso promedio semanal de estas plataformas creció de 18 a 22 horas entre los chilenos. Así lo confirma el estudio elaborado por Statista, donde se detalla que el número de publicaciones realizadas en redes sociales en el país creció un 53% en marzo de 2020 con respecto al mismo mes del año pasado y que el país se posicionó en el primer lugar en el uso de redes sociales en América Latina.

Este abrupto crecimiento vuelve inevitable considerar la población adolescente, que se encuentra justo en la etapa crucial de búsqueda de identidad, para lo que es fundamental que compartan con sus pares. “Las redes sociales y las nuevas tecnologías llegaron para quedarse, y cada vez con un desarrollo más rápido. Esto a los adultos nos cuesta seguirlo, pero a los niños, niñas y adolescentes, no. Ellos nacieron con esta modalidad instalada y ahora en pandemia, esta ha sido la única manera para relacionarse con sus pares”, cuenta Carolina Carrera, psicóloga de Corporación Humanas. “Aquí es cuando ocurre una paradoja, sobre todo entre las adolescentes mujeres, quienes, desde el feminismo defienden su derecho a la autonomía del cuerpo; existe una sobre exposición del cuerpo en redes, lo que a veces puede ser muy complejo en términos de salud mental. Todo esto para decir ‘esto es feminismo’, cuando no necesariamente lo es. El feminismo no es solamente exponerse a través de las redes, tiene que ver con las cosas que uno cree, con una acción política y con transformaciones sociales mucho más profundas. Esta paradoja termina devolviéndonos al inicio: aparece el cuerpo de la mujer desde un modelo impuesto por el patriarcado, cosificado por ser mujer”, agrega.

Belén Fonseca es profesora de cuarto medio en un colegio particular subvencionado de Quilicura. Pese a que en reiteradas ocasiones ha manifestado su preocupación por este tema entre sus pares y las autoridades de la institución, es poco lo que la han escuchado. “Esto lo veo entre mis alumnas de Cuarto Medio, pero también trabajé con Séptimos y Octavos Básicos y pasaba lo mismo. Compartían contenido más allá de lo sugerente, en muchos casos muy explícito. Esto es propio de la adolescencia porque es cuando se empieza a ser activo sexualmente, pero lo complejo es que, desde la docencia, no sé desde dónde nos afirmamos para educar si no existe una educación sexual feminista en los colegios. Yo he propuesto talleres, pero no han sido bien recibidos. Hace poco hubo una estudiante que quedó embarazada, pero fue tratado como un caso aislado. Mis estudiantes están activos sexualmente desde muy chicos y no hay ninguna preocupación de eso, ni del uso de las redes, ni de la hipersexualización de los adolescentes”, cuenta.

A mediados de diciembre, Carolina Muga se graduó de cuarto medio. El 3 de noviembre cumplió 18 años, pero tiene redes sociales desde los ocho. “Es muy común ver fotos de niñas en ropa interior, semi desnudas o mostrando partes del cuerpo. Pasa en todos los grupos de amigas. Muchas publicaciones están bordeando la pornografía infantil y creo que no estamos conscientes de los peligros que conlleva el hecho de que todo ese contenido queda en la red”, dice.

En esta misma línea, Carrera señala que “lo que las jóvenes no se dan cuenta es que las redes sociales son como una plaza pública. Muchas veces, tampoco hay sororidad entre ellas mismas o se cae en el discurso de los chicos y en el mismo juego del que se quiere salir. Entonces, construir identidad desde las redes sociales es muy complicado. No hay que estar en contra de ellas porque no se puede, son parte de la cotidianidad. Pero, hay que enseñar a usarlas y proveer herramientas”.

Fue en octubre de este año que la Cámara de Diputados rechazó el proyecto de ley de Educación Sexual Integral que buscaba una profundización de la enseñanza de educación sexual dependiendo de la etapa del y la menor, enmendando así la brecha que existe actualmente en el sistema. Por otra parte, en 2015, el Ministerio de Educación lanzó un plan de “Educación para la igualdad de género”, que contemplaba la promoción de la igualdad y el desarrollo integral de hombres y mujeres en el sistema educacional en un periodo de tres años, estableciendo mecanismos y competencias para propuestas para la inclusión de la perspectiva de género en la reforma educacional.

Sin embargo, según detalla el Informe Anual sobre DD.HH. en Chile, elaborado por la UDP en 2018, si bien en el país se ha superado la desigualdad de acceso a la educación entre mujeres y hombres, “siguen operando patrones que reproducen las representaciones tradicionales de género y de esa forma la desigualdad e inequidad. Esto se evidencia en las trayectorias educativas de las y los estudiantes, sus resultados, las opciones vocacionales marcadas por los estereotipos asociados a funciones femeninas y masculinas, la violencia de género, la discriminación y el embarazo adolescente, entre otros aspectos”.

Se hace urgente abordar temáticas de sexualidad y género en el sistema educativo. Más aún, en tiempos en que las plataformas sociales han permeado por completo en la vida de niños, niñas y adolescentes. Actualmente, de 4.5 mil millones de usuarios en internet en el mundo, 3.8 están es redes sociales. Esto es casi el 50% de la población global, según datos revelados por Hootsuite en 2020. El estudio señala que, en promedio, el usuario de internet pasa seis horas y 43 minutos en línea al día. El equivalente a 100 días al año de conexión. Si restamos las ocho horas en promedio que le dedicamos a dormir, significa que actualmente pasamos más del 40% de nuestro día hábil usando internet. Asimismo, señala que, dentro de las redes sociales más utilizadas, Facebook continúa liderando, seguida por WhatsApp, Messenger e Instagram. Esta última cuenta con más de 1.000 millones de usuarios activos, dentro de los cuales un 6,1% se encuentra en el rango de 13 a 17 años, lo que equivale a 56,6 millones de usuarios.

Más abajo se encuentran otras dos nuevas aplicaciones, ambas creadas en 2016, TikTok y OnlyFans. La primera es una App que nació en China y que se convirtió en la más descargada en Estados Unidos en 2018. Debido a su popularidad, y a que fue foco de una guerra comercial entre China y Estados Unidos, esta plataforma ha sido llamada la “red social de la pandemia”, periodo en el que alcanzó los 2.000 millones de descargas. OnlyFans, por su parte, cuenta con 50 millones de usuarios registrados y 700.000 creadores de contenido. Esta plataforma digital es un modelo de negocio atractivo, en el que la compañía se queda con un 20% de comisión por cada suscripción, y donde los usuarios deben pagar para ver el contenido que se comparte. Es por eso que se ha convertido en la más grande competencia de compañías que distribuyen material pornográfico.

“Solo te venden el falso empoderamiento y la cosificación de los cuerpos femeninos. Seguimos con la dinámica de que la mujer es objeto de deseo para complacer a un hombre. Hay una idea de amor propio que es falsa, es casi una romantización de la pornografía, que se hace aún más grave cuando son menores de edad”, dice Fonseca. “Tengo conversaciones con mis alumnas y ellas reclaman porque a veces reciben comentarios “degenerados”, pero están todo el rato en esta lógica de necesitar ser validadas, y eso no hace más que perpetuar las ideas patriarcales. Lo difícil es cómo abordar el problema, porque sabemos que el colegio es un espacio de reproducción del discurso y de las relaciones de poder. No hay una pedagogía feminista, ni una educación sexual integral clara”, explica.

“Se habla de la censura, pero el feminismo no quiere censurar a nadie. Es cuestionarnos lo que a veces se puede disfrazar de empoderamiento y cómo seguimos cayendo en la cosificación de nuestros mismos cuerpos. Si bien existe la libertad de lo que hacemos y no hacemos con ellos, al final igual estamos contribuyendo al sistema capitalista y al patriarcado”, señala Muga. “Las redes sociales también generan un espacio delicado para la salud mental, por la competencia, por las comparaciones, por el uso de filtros. Esto genera problemas de autoestima”, agrega.

Por su parte, Carrera señala que la falencia es del sistema completo. “Hay que enseñar cuáles son los peligros y cómo cuidarse. Recordar que esto es como una plaza pública, donde puedes subir una foto semidesnuda o incluso desnuda, pero no sabes hasta dónde puede llegar esa foto, porque no hay control. Se cree tener el control porque creemos saber a quiénes aceptamos y a quiénes no, pero eso no es así. Entonces después vienen todos los efectos que podría causar el hecho de que estas fotos circulen o generen burla, bullying o funas. Incluso, hacerlo y luego arrepentirse. Pero ahí ya se perdió el control. Este contexto tiene que ser dado por el colegio, por las familias y por los adultos. También tenemos que dar el ejemplo. Al final el Estado y los privados también son responsables, porque entregamos una tecnología, la pusimos a disposición, pero sin tener en cuenta los alcances que podía tener en los adolescentes”.

Fuente: https://www.latercera.com/paula/adolescentes-redes-sociales-y-fotos-con-contenido-sexual-puede-ser-eso-una-forma-de-feminismo/

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Entrevista a Adelino Sousa: ‘Los maestros tienen que volver a la escuela’

Adelino Sousa, líder de la organización internacional Virtual Educa, que aglutina a 22 países, advierte que todo aquel que no se adapte a la tecnología, se quedará atrás. Así de simple.

El mundo vive una pandemia que ha puesto en evidencia, no solo la brecha digital, sino también la pobreza extrema, el hacinamiento y el equilibrio tremendamente precario de la clase media.

La pandemia ha impactado al mundo entero de manera terrible en todos los aspectos: económico, social, en la salud y en la educación.

Unos mil 500 millones de estudiantes han estado confinados y el 50% de ellos no tiene un computador o un equipo para poder conectarse y recibir sus clases, ha dicho la Unesco.

El virus, que según los entendidos no tiene precedentes en cuanto a los estragos que ha producido al mundo, ya ha causado casi 70 millones de contagiados y un millón 600 mil muertos en el planeta.

En el nuevo escenario mundial, la tecnología ha pasado a ocupar un papel determinante, sobre todo en la educación, pues estamos enfrentados a un cambio de metodología, expresa Adelino Sousa, líder de Virtual Educa, una organización que cuenta con 20 años de existencia con sede principal en Washington D.C. y la cual tiene tres objetivos principales: innovación, educación e inclusión.

Conversamos con Sousa sobre la educación virtual y sus desafíos. Se trata de un hombre sencillo, conversador y que se considera “soñador” y “atrevido” en el buen sentido de la palabra.

Como ejemplo de su “atrevimiento” se refirió a un evento que organizó en junio de este año, en plena pandemia… “no teníamos plataforma, nada; pero tuvimos 300 ponencias durante tres días, y 85 mil inscritos de más de 85 países. Cuando el evento terminó me dije que era un inconsciente, un soñador y atrevido”. El tema de fondo fue la educación virtual, era justo y necesario.
El país cambia cuando se invierte en educación, esa es la base. Vivimos años dándole la prioridad al combate al analfabetismo y experimentamos un cambio muy bueno, pero hoy, más del 60% de las personas que saben leer, no entienden lo que leen.

Aprender desde casa es un gran desafío, y muchos niños y jóvenes no regresarán a clases, pues solo en Panamá, tras nueve meses de efectos de la pandemia, un total de 46 mil 744 estudiantes del sistema oficial no han sido ubicados por el Ministerio de Educación, según el último reporte dado a conocer por la entidad.

¿Cómo cree usted que se está llevando a cabo esa misión de educar a través de una forma nueva de hacerlo?

No nos queda otra forma de hacerlo. Tiene que ser a través de la tecnología, porque la pandemia nos encerró en casa. Infortunadamente, muchos niños no tienen acceso. La realidad es que ningún país estaba preparado para esto y los gobiernos se vieron obligados a cambiar el modelo. Antes hablábamos de educación digital, pero solo se hablaba, no se ponía en práctica. No había necesidad de hacerlo. La pandemia aceleró algo que empezó antes y como no estábamos preparados, la reacción fue entrar a una plataforma y empezar a dar clases. Otros países activaron la escuela por medio de la televisión, volvieron 50 años atrás.

¿Usted cree que la educación retrocedió 50 años?

No. La educación no retrocedió. Pusimos en práctica una tecnología que tiene 50 años, porque la educación mediante el sistema televisivo empezó en ese tiempo, cuando no había tecnología. Como los gobiernos no estaban preparados, buscaron alternativas para llegar a más estudiantes, como la televisión, la cual puede presentar contenidos para miles de alumnos, pero no hay interacción. Es como ver una película y ahí sí retrocedemos, pues es un método que no es efectivo.

¿Cómo afecta socialmente esta situación a los estudiantes?

A los jóvenes no les afecta tanto como a nosotros. Ellos tienen sus comunidades digitales como Whatsapp, Tiktok, Instagram y otros. Yo me imagino que si esto hubiese pasado en mis tiempos de escuela, me quedo en mi casa y no podría hablar con mis amigos. No había forma. Pero ahora los niños y jóvenes se conectan entre ellos por medio de muchas redes digitales. Sin embargo, los maestros no están tan conectados como los alumnos. Es importante entender cómo serán las relaciones después de esto. Los maestros no siguen tan conectados, no están acostumbrados. El tema es cómo en un modelo híbrido, podemos desarrollar y mantener ese desarrollo motor. Los estudiantes sí necesitan esto. Será un tema meramente de adaptación.

¿Qué cosas nuevas involucra la educación virtual?

Cuando empezó el sistema educativo formal, se comenzó por crear espacios que ahora llamamos escuelas. Pero esos espacios son solo edificios que se deben llenar con estudiantes, docentes y todo lo demás. Ahora, para tener una nueva escuela, tenemos que construir todo de nuevo: El concepto de la relación, del aprendizaje, de las competencias, de los medios… todo va a tener que construirse. Definitivamente el modelo de la enseñanza tiene que cambiar. Los niños seguirán aprendiendo mediante un sistema que va a tener que desarrollarse y adaptarse a cada realidad, a cada país. Después de una guerra, la humanidad siempre da un salto brutal en términos de desarrollo. Esta pandemia constituye ese impulso para el nuevo desarrollo en todos los aspectos: trabajo, salud, educación y la forma en cómo se hace el comercio.

¿Qué se necesita para tener una educación  del futuro?

El reto de la educación es construir y hacer mejores ciudadanos. El mundo necesita que se formen mejores profesionales, capaces de pensar, investigar y analizar, que sean más participativos. Ese es el desafío de la educación del futuro: preparar seres humanos con valores, que se interesen por la política, por el prójimo, por el ambiente. No solo es importante saber matemáticas y física, sino que hay que desarrollar también la capacidad de análisis. Definitivamente, nuestra educación actual no está formando a los ciudadanos que necesitamos.

¿Cómo se puede elevar la competencia de los educadores?

Todos los días aprendemos. Para aprender debemos estar preparados para aprender, porque el que piensa que lo sabe todo, entonces no está preparado para aprender. Los maestros necesitan volver a la escuela para entender este nuevo mundo, pues el que no entiende la tecnología, se quedará atrás.

Uruguay es un país de referencia en el tema de la tecnología aplicada a la escuela, ¿cómo logró ese avance?

A todos los países donde voy, me refiero al ejemplo de Uruguay. Desde hace muchos años conozco ese avance. El suceso de Uruguay se resume con una palabra: resiliencia. Esto empezó en 2006, como un proyecto no de un partido, sino de un país. Un proyecto de igualdad de oportunidades dirigido a todos los ciudadanos. Hoy, 14 años después, logra estar muy adelante de todos los países. Otros caen en el error de comprar miles de equipos para proyectos de tecnología que duran un año, pues al año siguiente no siguen con los planes. El proyecto desaparece, sobre todo cuando cambian los gobiernos. No hay continuidad. Así es en todos los países de Latinoamérica.

¿Usted piensa que la política ha tenido que ver con la deficiencia en la educación?

Yo no soy político. Sin embargo, le puedo decir que el Plan Ceibal de Uruguay no le rendía cuentas a ningún ministerio, por eso se mantuvo y llegó a ser un plan de una nación, que no cambia, aunque cambie el gobierno. Ese es el desafío que yo propongo a los países: hacer proyectos de nación. Si fuera así, el mundo volaría.

¿Cómo ve a Panamá en el tema de la educación virtual?

Lo veo con mucha esperanza. Hay muchos retos y dificultades, pero hay voluntad en Panamá, con mucha gente capaz de construir. Mi recomendación es que sean resilientes. El país cambia cuando se invierte en educación, esa es la base. Vivimos años dándole la prioridad al combate al analfabetismo y experimentamos un cambio muy bueno, pero hoy, más del 60% de las personas que saben leer, no entienden lo que leen. Ese es otro tipo de analfabetismo. Panamá tiene ese desafío: formar mejores ciudadanos que entiendan el mundo. La mayor inversión debe estar en la educación, aunque muchas veces pareciera que para los políticos no es una prioridad.

¿Usted piensa que se debe abrir la internet para el uso gratuito de los estudiantes y docentes, dada la situación?

La educación es gratuita y obligatoria; entonces, como la internet ha pasado a formar parte fundamental para educar, se deben dar las condiciones para poder cumplir con esa importante tarea… en este caso, debe ser un servicio gratuito.

Fuente: https://www.laestrella.com.pa/nacional/201217/adelino-sousa-maestros-volver-escuela

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Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico: La juventud, por un programa universal y común para la transformación social y política

No podemos hacer una propuesta sobre un nuevo Foro Social Mundial, sin tener en cuenta de que el mundo será totalmente diferente. Con la crisis sistémica abierta en 2008 y profundizada luego del crack sanitario y económico del Covid-19, las inmensas mayorías del planeta están siendo empujadas a los límites de la mera subsistencia. La pobreza extrema ya afecta al 10% de la población mundial y se prevé que el desempleo llegue en 2021 a niveles nunca antes vistos.

Del otro lado del tablero, una aristocracia financiera y tecnológica global concentra y centraliza las riquezas a una escala planetaria a partir de controlar la red financiera y la denominada cuarta revolución industrial. Una Plutocracia global, con 28 corporaciones (BlackRock, CitiGroup, Goldman Sachs, JP Morgan, entre otras) controlando más del 40% de la red financiera mundial y cinco empresas tecnológicas angloamericanas (las denominadas “GAFAM”) controlando el mundo virtual, ha sometido a su lógica de dominación a los pueblos y ha capturado, como nunca, los resortes del poder mediático, judicial y político en los Estados-Nación.

Al mismo tiempo, hace suya toda una dinámica de “gobernanza global” que empuja la destrucción del planeta y de la humanidad.

Pero los pueblos están de pie, incluso a pesar de la pandemia. La lucha está en las calles, en América latina, en África, en Asia y en Medio Oriente. Y por eso el Foro Social Mundial debe romper con su quietud y volver a ubicarse como un espacio de articulación social y política a una escala universal.

Los jóvenes, las mujeres, los campesinos, los estudiantes, los trabajadores ocupados y desocupados, los indígenas, los migrantes, deben ser los protagonistas en la búsqueda de construir una fuerza social y política que, aunque diversa, esté dispuesta a cambiar de raíz un sistema social en franca descomposición.

Por lo expuesto es que proponemos la siguiente hoja de ruta:

●       Coordinar una misma agenda de discusión en diferentes niveles: local, nacional, regional e internacional.

●       Establecer planes de acción con objetivos claros e instancias de auto-evaluación periódicas.

●       Terminar con el colonialismo cultural: Ver el mundo con ojos de los pueblos del antes llamado tercer mundo, no con el de las ONG europeas.

●       Aprovechar las herramientas de la virtualidad a sabiendas que las grandes transformaciones exigen la presencia de calles.

●       Configurar escenarios de “guerrilla” comunicacional, de protesta social, de organización política y de agenda de transformaciones. Estamos en una guerra cultural y, dentro de ella, seguimos perdiendo (el campo popular) la guerra comunicacional, la batalla de las ideas. Es necesario apropiamos de las herramientas, construir agendas comunes y medios para difundirlas, para imponer algún imaginario popular-colectivo.

●       Comprometer a las grandes personalidades a participar militantemente del FSM, sin perder de vista que las y los protagonistas deben provenir de la organización popular, sin exclusiones ni mezquindades, sin feria de vanidades.

Sugerimos los siguientes puntos para la construcción de esa agenda común que permita construir, de cara a eventual nuevo encuentro del Foro Social Mundial un Programa Común y Universal de transformación de la realidad social y política:

●       Transnalización del capital: ¿Gobernanza global o Unidad protagónica de los Pueblos?

●       ¿Estado Nacional/Transnacional o Estado Comunal/Universal?

●       Aristocracia financiera y tecnológica versus economía productiva, solidaria y popular

●       El futuro del trabajo: Economía de plataformas, cuarta revolución tecnológica.

●       Un sujeto social universal: El feminismo.

●       Clases subalternas: La construcción de la unidad en la diversidad.

●       Explotación laboral, precarización, tercerización y primer trabajo

●       Recursos Naturales y Medio Ambiente: ¿Extractivismo o cuidado?

●       La construcción de la Paz como la alternativa de los Pueblos: Guerras de Cuarta y Quinta Generación, Derecho Humanitario y mecanismo protagónico de los Pueblos.

Sobre los autores: Somos jóvenes uruguayos, argentinos, chilenos -profesionales universitarios, trabajadores, campesinos, desempleados- militantes de distintas organizaciones del campo popular, que compartimos nuestras experiencias laborales, académicas y políticas en el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE). La mayoría de nosotros no hemos participado en el FSM, pero como parte del futuro que se quiere construir, queremos tener voz en los debates

Fuente: https://rebelion.org/la-juventud-por-un-programa-universal-y-comun-para-la-transformacion-social-y-politica/
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Estudio: Cómo se usará el 5G en la educación del futuro

La quinta generación de tecnología inalámbrica está a punto de convertirse en un estándar mundial. ¿Qué significa esto? Un mar de posibilidades tecnológicas.

Según un estudio de Polytechnic Mersing, el 5G impulsará desde una mayor expansión del Internet de las Cosas (IoT) hasta una revolución en materia educativa que permitirá actualizar los sistemas de aprendizaje y mejorar el futuro de la instrucción en línea.

Sin ir más lejos, el 2020 ha sido el año de los videos tutoriales. Tan solo Youtube genera más de mil millones de visitas diarias en videos de aprendizaje y educación. Parte de los beneficios básicos que traerá la expansión del 5G, está justamente contar con una conectividad perfecta para descargar y mirar videos, además de ayudar a los maestros a eliminar el tiempo de inactividad en retrasos y fallas para enfocarse en instrucciones de valor agregado y materiales de referencia. Los problemas con el internet ya no serán excusas al momento de aprender.

 Aulas inteligentes

 En la experiencia de Capabilia, empresa que desarrolla plataformas de aprendizaje, han visto cómo maestros y estudiantes intentan adaptarse a una educación a distancia que llegó para quedarse. Sin embargo, este es el comienzo de una nueva Era en la educación, porque el 5G va a ir aún más allá, entregando la capacidad de ancho de banda necesaria para desplegar contenido de alta tecnología desde cualquier lugar y a cualquier hora.

Este escenario interactivo y virtual cambiará para siempre la forma de aprender que se conoce hasta ahora.

En este sentido, el 5G pavimentará el camino para aulas más inteligentes (y remotas) basadas en plataformas de aprendizaje de realidad mixta. Por ejemplo, Capabilia se encuentra en una constante búsqueda y aplicación de experiencias de aprendizaje efectivas en entornos digitales, que les ha ayudado a entender que los estudiantes responden mucho mejor ante procesos de aprendizaje activos e inmersivos, mejorando tanto su experiencia, como las tasas de retención.

Por otra parte, la quinta generación de tecnología inalámbrica potenciará el mayor uso de la tecnología IoT, lo que podría generar, en un futuro, una inclusión gradual de la robótica en las aulas como material didáctico.

Finlandia, por ejemplo, está experimentando con esta idea a través de Elias, robot que brinda apoyo en las clases de matemáticas y el aprendizaje de idiomas. Elias permite a los jóvenes estudiantes entablar conversaciones naturales al tiempo que agrega una dimensión de diversión a través de bailes y juegos.

De esta manera, el 5G podría servir como puente entre la realidad aumentada y las aulas de la vida real para todas las edades. El aprendizaje permanente podría alcanzar nuevos niveles de productividad con instructores holográficos y conceptos que surgen de libros de texto y videos y se vuelven realidad inmediata. Las posibilidades son infinitas en esta revolución tecnológica que está transformando la manera de enseñar y aprender.

Fuente: https://mercado.com.ar/tecnologia/como-se-usara-el-5g-en-la-educacion-del-futuro/

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España: Escuelas que buscan alternativas a Google

Arranca un proyecto piloto del Ayuntamiento de Barcelona e Xnet para dar herramientas de software libre y con control de los datos a cinco escuelas.

Todo empezó hace dos años, cuando un grupo de familias de Barcelona acudieron a la entidad especializada en derechos digitales y control democrático de los datos XNet alertando de que en sus escuelas les pedían autorización para que sus hijos utilicen las herramientas de Google. Aquella alerta creció, fue trasladada al Ayuntamiento y ahora arranca una prueba piloto, en el que participarán cinco escuelas o institutos, que consiste en digitalizar los centros con programario de internet alternativo que garantice la privacidad y el control de los datos y sea fácil de usar.

Desde Xnet, Simona Levi insiste en la idea de que no se trata solo de que estos centros tengan el control de sus datos y una suite de programario libre (lo que en Google sería el paquete Gmail, Calendar, Drive, Docs, etc), sino que sea tan fácil de utilizar. Que sea usable, no solo para usuarios avanzados. “Se trata de crear una alternativa a Google que pueda competir en usabilidad, una suite que pueda utilizar cualquier niño o docente, que no tengas que ser un purista”, explica gráficamente. Xnet también firmó un contrato con la Generalitat para proponer un programario alternativo al del buscador.

Por parte del Ayuntamiento, el director de Innovación Democrática, Arnau Monterde, argumenta que “no se trata de ir contra Google, sino de facilitar alternativas a la comunidad educativa con un paquete de herramientas que estén a la altura en usabilidad, sean auditables y den garantías de seguridad”. Y más, apunta, en un momento de contexto en el que, debido a la pandemia del coronavirus, la tecnología ha ganado protagonismo en la educación.

Monterde señala que Google “está entrando en casi todas las escuelas porque es fácil, porque todo el mundo tiene una cuenta, pero entra de manera acrítica y nadie percibe los riesgos asociados”. Y añade: “Quien diseña la experiencia educativa digital lo hace desde Silicon Valley sin conocer las necesidades de las comunidades educativas o de lo público. Y por mucho que cumplan con la legislación Europea, no sabemos exactamente que uso se hace de datos que generan menores cuando utilizan estas herramientas”.

Ya hay tres escuelas que han pedido sumarse al proyecto, pero “no quieren exposición mediática” hasta que arranquen, explica Levi. La idea es que puedan comenzar a trabajar con el nuevo programario en marzo o abril del año que viene. La experta en derechos vinculados a los datos e internet asegura que cada semana reciben correos de dos o tres familias preocupadas: si no firman la autorización de uso de herramientas de Google sus hijos quedan excluidos del funcionamiento ordinario de la escuela. “Es Google o muerte”, resume.

El Ayuntamiento invertirá 140.000 euros en esta prueba piloto, que se destinarán a facilitar que servidores seguros para almacenar los datos, las herramientas de programario libre y servicio técnico y de formación. El piloto ofrecerá “infraestructuras, recursos pedagógicos, acompañamiento y servicios técnicos que permitan una digitalización de los centros con tecnologías libres y auditables”, ha informado el consistorio en una nota.

En el consistorio el proyecto depende de la Dirección de Innovación Democrática y el Comisionado de Innovación Digital y el Consorcio de Educación. La suite que se desplegará integrará Nexcloud (servidores), Big Blue Button (videoconferencias y pizarras digitales), Moodle (gestión del aprendizaje), Jitsi (videoconferencias), Etherpard y otras herramientas de programario abierto y auditable en los cinco centros.

La implementación contempla el uso de estas herramientas alternativas tanto en la escuela como si hay que trabajar en remoto, lo que está ocurriendo este curso debido a la pandemia del coronavirus. Además la idea es que sean replicables si lo piden más escuelas o institutos. “Robustas, usables y 100% competitivas para las principales necesidades de la educación digital”, explica el comunicado, que incide en que se trata de datos de menores.

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Desafíos y estrategias globales para conseguir un aprendizaje digital práctico y efectivo

El programa Global Scholars facilita la interacción entre alumnos de nacionalidades y culturas diferentes, fomentando el entendimiento mutuo y la adquisición de habilidades básicas para su futuro.

¿Puede ser efectivo un aprendizaje en remoto? ¿Acaso no es la distancia física un obstáculo que dificulta la interacción de los estudiantes? En un contexto global marcado por la pandemia de coronavirus, todo depende de la manera en que se hayan diseñado esas clases. Los alumnos en edad escolar pueden desarrollar conocimientos y habilidades esenciales para su futuro en aulas a distancia bien planteadas, tales como el pensamiento crítico, las competencias digitales, el compromiso global y el trabajo en equipo, de acuerdo con los resultados de Far from Remote: Survey Evidence of Student Learning in Digital Classrooms (Lejos de lo remoto: un estudio del aprendizaje en aulas digitales), realizado por Global Cities, Inc., una iniciativa de Bloomberg Philanthropies.

El informe, realizado a partir de una encuesta a más de 8.500 alumnos en 47 ciudades de los cinco continentes, se basa en Global Scholars, un programa educativo de Global Cities que permite a alumnos de 10 a 13 años (desde 5º de Primaria a 1º de la ESO) de centros públicos trabajar colaborativamente con estudiantes de países y culturas diferentes, en inglés y a través de herramientas digitales. A lo largo de un año, los menores (organizados en aulas digitales seguras de unos 300 alumnos de ocho a diez ciudades diferentes) desarrollan una serie de actividades prácticas relacionadas con un desafío global en torno a dos ejes: la sostenibilidad y la tecnología. Al final del curso implementan un proyecto local de acción comunitaria que refuerza en los alumnos la idea de que sus acciones importan y que pueden contribuir a mejorar el mundo.

El consumo sostenible, la escasez de agua o el mantenimiento de la biodiversidad son algunas de las temáticas abordadas durante los siete años en que lleva funcionando esta iniciativa, y que este curso incluye a más de 3.200 alumnos de la Comunidad de Madrid y de Cataluña, ya sea a través de actividades extraescolares, integrando este currículum digital en las asignaturas ya existentes o creando una materia específica. Al combinar la enseñanza guiada por el profesor con un currículo digital y la interacción de los alumnos en plataformas de debate, “los jóvenes aprenden a creer en ellos mismos y en sus habilidades para cambiar sus comunidades, al completar proyectos y al compartir conocimientos con sus compañeros”, afirma Marjorie B. Tiven, fundadora y presidenta de Global Cities. La tecnología, señala, puede ofrecer oportunidades únicas para aprender a través del diálogo y la colaboración.

Promover el compromiso global

Según estimaciones de Naciones Unidas, para el año 2050 el 68 % de la población mundial vivirá en entornos urbanos. Las ciudades tienen un impacto mayor en todo lo relacionado con el cambio climático y la sostenibilidad, y por eso Global Scholars se centra en aportar soluciones locales a esos desafíos globales. A lo largo del año, cada semana, los docentes guían a los estudiantes en actividades que les sirven para desarrollar su conocimiento sobre esos desafíos y su impacto global. “Los alumnos comparten y comparan sus perspectivas en plataformas de debate que fomentan un sentimiento de comunidad, y adquieren una comprensión más matizada y global al leer y contestar a los mensajes de sus compañeros, aprendiendo nuevas soluciones”, explica Megan Wilhelm, gerente del programa educativo en Global Cities.

“Me sirvió de mucho porque pude comunicarme con alumnos de otros países, y aprendí a respetar sus ideas y sus opiniones, que son muy diferentes a las mías”, recuerda Elisabet Pujol, una alumna del Institut Vall de Llémena, en Sant Gregori (Girona), que participó en Global Scholars en el curso 2015-16. Ese año, su proyecto de acción comunitaria fue elaborar una ruta sostenible para ir al centro de la ciudad, comparando el tiempo, el coste y las emisiones de CO2 de un coche y una bicicleta; la promocionaron en un foro ciclista y crearon un vídeo y un Kahoot. Marc, su hermano, participa este año: “Estamos trabajando sobre el consumo sostenible, y cómo podemos mejorarlo. Aprendemos que, con pequeñas cosas, podemos conseguir grandes cambios”.

Naia Teixidor, por su parte, estudia 1º de la ESO en el mismo centro, y también cursa esa asignatura: “Es una de mis materias favoritas, porque participas mucho en clase y es muy interesante. Durante un día, recogimos todos los plásticos que consumimos, los llevamos al instituto y vimos que teníamos un kilo y medio de envoltorios y envases… Te hace pensar en las consecuencias de tus acciones, y creo que puede ayudar a que en el futuro mejoren las cosas”.

Un aprendizaje basado en competencias

El éxito de un programa como Global Scholars descansa en un currículum específicamente diseñado para obtener competencias globales en un entorno digital: apreciación por la diversidad y el entendimiento cultural, conocimientos y compromisos globales, habilidades digitales, autoeficiencia, compromiso académico y pensamiento crítico; unos objetivos que sirven de base para desarrollar las actividades de cada curso. Se trata de entender cómo funciona el mundo y actuar para mejorarlo, ya sea local o globalmente, “aplicando sus conocimientos y experiencias, ese espíritu crítico y los puntos de vista que han descubierto de alumnos procedentes de culturas muy diferentes a la suya”, sostiene Xavier Cortina, profesor de estos alumnos en el Vall de Llémena, un centro público abierto en 2014 cuyo proyecto pone un énfasis especial en la tecnología y la educación en competencias.

Los beneficios son muchos y muy claros, añade: “La cooperación, saber trabajar colaborativamente dentro y fuera del aula… ese es el futuro de la educación. Aprender por proyectos, en grupos, de manera eficiente y planificada” tiene además un impacto emocional que es muy importante en el aprendizaje. Una videollamada en Skype, por ejemplo, les sirve para darse cuenta de que hay alguien al otro lado, y muchos alumnos aprenden más rápido cuando hay un componente emocional de por medio. ¿Se pueden adquirir competencias globales a distancia? “No solo es posible, es que no puede ser de otra forma. Cuando estos alumnos sean mayores, van a tener que trabajar de forma colaborativa en el trabajo, pero también online”. Por otro lado, el hecho de que la comunicación sea enteramente en inglés hace que mejoren sus competencias en ese idioma, que pasa de ser solo una asignatura a una herramienta imprescindible y productiva para poder comunicarse.

Para que una enseñanza a distancia sea verdaderamente efectiva, señala Cortina, también ha de ser competencial, algo que es especialmente útil para los estudiantes con mayores dificultades académicas: “Cuando trabajan de manera competencial, que quiere decir que las actividades se hacen con un propósito concreto, para aplicar unos conocimientos, estas benefician en mucha mayor medida a los alumnos que tienen dificultades”. El estudio de Global Cities así lo confirma: aquellos con bajos niveles previos de interés y confianza en sus propias capacidades experimentaron un progreso notable a lo largo del programa. En una escala del uno al cinco, la puntuación media de los alumnos que inicialmente pensaban que no podrían alcanzar el éxito académico pasó de 2,71 a 3,58, especialmente en lo relacionado con su capacidad para compartir y debatir temas globales.

“La interacción es la clave para involucrar a los estudiantes en el aprendizaje en línea. Ya sea conectando con compañeros a la vuelta de la esquina o en otra parte del mundo, los alumnos están deseosos de interactuar sobre asuntos que son significativos para ellos”, señala Wilhelm. “Ahora mismo, en el aula digital, muchos se preguntan unos a otros sobre sus experiencias durante la pandemia, un aspecto que afecta a su vida diaria. Aprender de sus compañeros les ayuda a desarrollar empatía y una perspectiva más global”. Al conocer otras perspectivas o buscar opiniones acerca de sus ideas, adquieren el hábito de relacionarse respetuosamente con otros que piensan de diferente manera. “Lo que aprenden, la información que analizan y las ideas que elaboran llevan a mejores soluciones potenciales para ayudar a un mayor número de personas”.

El mencionado estudio pone de manifiesto otras conclusiones fundamentales: al finalizar el programa, había crecido el número de alumnos que pensaban que sus acciones podían afectar a otras personas, ya fueran de su ciudad o del resto del mundo (de 3,56 a 3,74 sobre 5), algo especialmente significativo entre los alumnos con niveles académicos más bajos, entre los que el compromiso global había pasado de 1,89 a 3,23 en solo un año. El entusiasmo por el aprendizaje global se mantuvo estable (4,2 final sobre 5, frente a 4,28 al inicio), y quedó demostrado que aquellos docentes que se beneficiaban de una formación específica interactiva eran capaces de conseguir que el compromiso global de sus alumnos creciera de una manera más evidente.

El papel de los docentes y de la tecnología, esencial

Para garantizar el compromiso y la eficacia de los profesores con el plan curricular de Global Scholars, la organización proporciona una formación profesional específica por videoconferencia antes de cada una de las unidades didácticas, a fin de que puedan implementar el currículum y ayudar a sus alumnos a integrar la tecnología de la mejor manera posible; tanto a la hora de investigar y de crear o presentar su trabajo, como al debatirlo con estudiantes de las más diversas procedencias. Unas sesiones que les sirven también para familiarizarse con diferentes herramientas digitales e intercambiar ideas con profesores de otras ciudades.

Los avances tecnológicos han facilitado el desarrollo de las aplicaciones y los recursos digitales. “Hay muchos, tantos y tan atractivos que al principio los cogerías todos”, reflexiona Cortina. Por eso, “tienes que pensar en los elementos que hacen que una actividad sea competencial (…). Tienen que ser recursos que te permitan construir algo juntos, porque de esta manera la actividad cobrará sentido: el uso del vídeo en educación, el entorno de Google…”. “Ellos no hacen un uso pasivo de las nuevas tecnologías”, continúa, “sino que las usan para generar contenido. Cuando usas la tecnología de una forma tan intensa, hay alumnos que incluso descubren habilidades que no sabían que tenían”. En breve, Cortina realizará con sus alumnos un libro digital con recomendaciones sobre consumo; una herramienta que no conocía y con la que se familiarizará gracias a la formación y el seguimiento proporcionado por Global Scholars. Siempre, eso sí, con un objetivo: desarrollar las herramientas y habilidades que los alumnos necesitarán en su vida adulta, a fin de convertirse en adultos globalmente competentes.

Fuente: https://elpais.com/economia/2020/12/09/actualidad/1607518408_102444.html

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