¿Cómo han influido las nuevas tecnologías en la forma de relacionarse de los usuarios? Diferentes expertos ya proponen incorporar la R (Relación) a las siglas TIC para analizar cómo estas afectan en el ámbito social.
Desde hace tiempo, numerosos expertos invitan a repensar el concepto que se tiene sobre las siglas TIC y proponen una nueva mirada que humanice los procesos de interacción que se producen a través de los dispositivos y pantallas. De este modo, reflexionan sobre el ‘factor relacional’, o lo que es lo mismo, una R que conecta a todas las siglas y que permite hablar de las TRIC (Tecnologías + Relación + Información + Comunicación).
¿Cómo influye la R en las TIC?
“El ‘Factor R-elacional’ es el eje que conecta los usos, consumos e interacciones que se producen en las redes, tanto psicosociales como sinápticas”, afirman los expertos en Comunicación Carmen Marta-Lazo y José Antonio Gabelas, ambos profesores en la Universidad de Zaragoza, en su libro ‘La era TRIC: factor r-elacional y educomunicación’.
Gabelas y Marta-Lazo llevan una década explorando esta línea de investigación que enfatiza la importancia de las relaciones humanas en las TRIC, cuestionando a quienes ponen el foco únicamente en la tecnología. En este sentido, Gabelas explica que la dimensión relacional “supedita la tecnología al factor humano, que es quien la produce y dota de sentido; posibilita que la I de la información, no solo se centre en los datos, sino también en su procesamiento desde el pensamiento crítico, y devuelve a la C de la comunicación su verdadero valor, en sus usos de intercambio, diálogo, recreación y construcción común”.
Siguiendo esta idea, el ‘factor relacional’ conecta los entornos Tecnológico, Informativo y Comunicativo, dando lugar a una comunidad que colabora y participa en el entorno digital no solo para generar contenido, sino para reflexionar y debatir sobre el mismo. En este sentido, la tecnología no significa lo mismo sin esa perspectiva relacional, es decir, adquiere otro sentido gracias al uso que las personas hacen de ella.
R de Riesgo
En ese espacio tecnológico que parece promover una cultura digital participativa y un aprendizaje cooperativo, también se encuentran una serie de amenazas para los usuarios. “Este Factor Relacional contempla una doble vertiente, por una parte podemos verla como aquella que nos hace crear y mantener vínculos sociales y por otra como la ‘R’ de riesgos que nos pueden llevar al mal uso o al abuso de dichas comunicaciones”, afirman en su libro Marta-Lazo y Gabelas.
Con el objetivo de analizar de qué forma los adolescentes se conectan y usan internet, Unicef ha elaborado un informe que confirma esa necesidad relacional y los peligros a los que hacen referencia los expertos. En el documento se recogen las opiniones de más de 50.000 jóvenes de toda España, con edades comprendidas entre los 11 y 18 años, de entre los cuales más de la mitad utiliza las redes sociales para conocer gente y el 44,3% para no sentirse solos. El dato más alarmante es que el 22,5% de los encuestados afirma sufrir ciberacoso y el 52,4% de esas víctimas también lo ejerce.
“La infancia y la adolescencia son grupos expuestos a los excesivos consumos, donde la realidad se distorsiona, y en la que la formación de su personalidad necesita referentes presenciales”, añade Gabelas, quien además sostiene que “cuando la virtualidad sustituye a la realidad presencial, se activan los pilotos rojos del factor relacional, entendido también como riesgo”.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/tric/
Debemos ponernos en la ruta del “Humanismo Digital”, haciendo posible su obligada “entrada”. En un futuro muy cercano las Humanidades serán Humanidades Digitales o no serán nada.
Impulsados por la Cuarta Revolución Industrial, hay que ir al encuentro del Humansimo Digital porque la revolución digital está alcanzando unos niveles de desarrollo y complejidad que nos ponen frente a dilemas éticos cada vez más urgentes debido a las extraordinarias repercusiones sociales, económicas, políticas y culturales que causa aceleradamente la automatización del mundo.
El Humanismo Digital no se hace esperar. En el 2015 la empresa consultora Gartner, publicó el estudio “Embracing Digital Humanism”, en el cual precisó que: «Las empresas que adoptan el Humanismo Digital utilizan la tecnología para redefinir la forma en que las personas logran sus objetivos. Permiten a las personas lograr cosas que antes no podían”.
Otro hito para comprender la necesaria sintonía entre tecnología y humanidades es el “Manifiesto de Viena sobre el Humanismo Digital”, firmado en el mes de mayo del 2019 por unas cuarenta autoridades científicas y académicas de las más importantes universidades de Europa y Estados Unidos.
El Manifiesto declara que su propósito “no es solo frenar los inconvenientes de las tecnologías de la información y la comunicación, sino también fomentar la innovación centrada en el ser humano. Llamamos a un Humanismo Digital que describa, analice y, lo más importante, influya en la compleja interacción de la tecnología y la humanidad, para una vida y una sociedad mejores, respetando plenamente los derechos humanos universales”.
Pasamos a una definición de Humanismo Digital. El HD puede considerarse como el resultado de una nueva convergencia de nuestro patrimonio cultural junto con la tecnología digital, abriendo un espacio sin precedentes para la sociabilidad, el aprendizaje y el trabajo. Esta “convergencia” redistribuye los conceptos y objetos, así como las prácticas asociadas a ellos, dentro de un ambiente virtual.
El humanismo digital es el proceso de búsqueda de respuestas a cómo debemos usar la tecnología para multiplicar sus posibilidades. Es un esquema que nos mueve a restaurar los valores humanistas clásicos en el uso y los fines de la tecnología, que debe estar siempre al servicio del ser humano para hacer la vida más segura y plena.
Nos referimos a un humanismo que nos hace tener presente nuestra necesidad de cuidados, de empatía, de generosidad y solidaridad hacia los otros; que siga defendiendo nuestra privacidad y la libertad para elegir acerca de los avances tecnológicos buscando el respeto de nuestro bienestar y nuestra autonomía moral.
Para Elijah Meeks, profesor de la Universidad de Stanford, las «humanidades digitales»guardan relación con lo que se conoce como «comunidades imaginadas«. En virtud de las múltiples aplicaciones de la palabra mapping («mapeo»), las humanidades tienen la posibilidad de construir (o vislumbrar) nuevos focos de observación de cualquier tipo de asunto, ya sea histórico, científico, político, o cultural.
Las Humanidades Digitales representan también un conjunto de ideales y principios que valoran las acciones humanas y los valores morales (el respeto, la justicia, el honor, el amor, la libertad, la solidaridad y otros). Para los humanistas, los seres humanos son responsables de la creación y desarrollo de estos valores.
Los instrumentos analíticos digitales basados en datos para la investigación en Humanidades en Europa y Estados Unidos muestran un amplio progreso, convirtiéndose en una característica definitoria de la práctica de las Humanidades digitales en estos contextos, dando origen a la Alianza de Organizaciones de Humanidades Digitales (Alliance of Digital Humanities Organizations (ADHO) que agrupa un amplio número de asociaciones nacionales y cientos de universidades, muchas de las cuales ofrecen Maestrías y Doctorados en Humanidades Digitales..
En Latinoamérica, muchos gobiernos vienen realizando grandes esfuerzo para construir infraestructuras digitales públicas en las áreas de la ciudadanía digital. Sin embargo, esto no ha ocurrido en campos como las Humanidades.
En cuanto a la participación de asociaciones y universidades, sólo México, Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Uruguay han logrado desarrollar alianzas público privadas para el desarrollo de las Humanidades Digitales.. ¡En nuestro país las HD son todavía una materia pendiente!
En la era digital, la tecnología es portadora de la posibilidad del fomento y fortalecimiento de la democracia. Es por esto que muchos consideran que este concepto será el “Nuevo Renacimiento”, que permitirá que el Internet sea más poderoso que la imprenta a través del movimiento humanista, libre de censura.
Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, presentó el jueves la primera norma mundial sobre la ética de la inteligencia artificial, adoptada por los Estados Miembros de la UNESCO en la Conferencia General.
Este texto histórico establece valores y principios comunes que guiarán la construcción de la infraestructura jurídica necesaria para garantizar un desarrollo saludable de la IA.
La IA es omnipresente, y hace posibles muchas de nuestras rutinas diarias, desde la reserva de un vuelo, la conducción de automóviles sin conductor y la personalización de nuestras noticias matutinas. La IA apoya también la toma de decisiones de los gobiernos y el sector privado.
Las tecnologías de la IA están dando resultados notables en ámbitos muy especializados, como la detección del cáncer y la construcción de entornos inclusivos para personas con discapacidad. También puede ayudar a combatir problemas globales como el cambio climático y el hambre en el mundo y a reducir la pobreza optimizando la ayuda económica.
Pero la tecnología también está trayendo consigo nuevos retos sin precedentes. Asistimos a un aumento de los prejuicios de género y étnicos, a amenazas significativas contra la privacidad, la dignidad y la capacidad de acción, a los peligros de la vigilancia masiva y al aumento del uso de tecnologías de la IA poco fiables en la aplicación de la ley, por nombrar algunos. Hasta ahora, no había normas universales que dieran respuesta a estos problemas.
En 2018, Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, lanzó un ambicioso proyecto: dar al mundo un marco ético para el uso de la inteligencia artificial. Tres años después, gracias a la movilización de cientos de expertos de todo el mundo y a intensas negociaciones internacionales, los 193 Estados Miembros de la UNESCO acaban de adoptar oficialmente este marco ético.
El mundo necesita reglas para que la inteligencia artificial beneficie a la humanidad. La Recomendación sobre la ética de la IA es una respuesta importante. Establece el primer marco normativo mundial, al tiempo que otorga a los Estados la responsabilidad de aplicarlo a su nivel. La UNESCO apoyará a sus 193 Estados Miembros en su aplicación y les pedirá que informen periódicamente sobre sus progresos y prácticas
Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO
El contenido de la recomendación
La Recomendación tiene como objetivo hacer realidad las ventajas que la IA aporta a la sociedad y reducir los riesgos que conlleva. Garantiza que las transformaciones digitales promuevan los derechos humanos y contribuyan a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, abordando cuestiones relativas a la transparencia, la rendición de cuentas y la privacidad, con capítulos políticos orientados a la acción sobre la gobernanza de los datos, la educación, la cultura, el trabajo, la atención sanitaria y la economía.
1. Protección de datos
La Recomendación pide que se actúe más allá de lo que hacen las empresas tecnológicas y los gobiernos para garantizar a las personas una mayor protección, asegurando la transparencia, la capacidad de actuar y el control de sus datos personales. Afirma que todos los individuos deberían poder acceder a sus registros de datos personales o incluso borrarlos. También incluye acciones para mejorar la protección de los datos y el conocimiento y derecho del individuo a controlar sus propios datos. También aumenta la capacidad de los organismos reguladores de todo el mundo para hacerla cumplir.
2. Prohibición de los marcadores sociales y la vigilancia masiva
La Recomendación prohíbe explícitamente el uso de sistemas de IA para la calificación social y la vigilancia masiva. Este tipo de tecnologías son muy invasivas, vulneran los derechos humanos y las libertades fundamentales y se utilizan de forma generalizada. La Recomendación subraya que, a la hora de desarrollar marcos normativos, los Estados Miembros deben tener en cuenta que la responsabilidad última y la rendición de cuentas deben recaer siempre en los seres humanos y que no se debe otorgar personalidad jurídica a las tecnologías de IA por sí mismas.
3. Ayudar a supervisar y evaluar
La Recomendación también sienta las bases de las herramientas que ayudarán a su aplicación. La Evaluación del Impacto Ético pretende ayudar a los países y a las empresas que desarrollan y despliegan sistemas de IA a evaluar el impacto de esos sistemas en las personas, la sociedad y el medio ambiente. La metodología de evaluación del grado de preparación ayuda a los Estados Miembros a evaluar su grado de preparación en términos de infraestructura jurídica y técnica. Esta herramienta ayudará a mejorar la capacidad institucional de los países y a recomendar las medidas adecuadas que deben adoptarse para garantizar la aplicación de la ética en la práctica. Además, la Recomendación anima a los Estados Miembros a considerar la posibilidad de añadir el papel de un funcionario independiente de ética de la IA o algún otro mecanismo para supervisar los esfuerzos de auditoría y seguimiento continuo.
4. Protección del medio ambiente
La Recomendación subraya que los actores de la IA deben favorecer métodos de IA eficaces en cuanto a datos, energía y recursos que ayuden a garantizar que la IA se convierta en una herramienta más destacada en la lucha contra el cambio climático y en el tratamiento de los problemas medioambientales. La Recomendación pide a los gobiernos que evalúen el impacto medioambiental directo e indirecto a lo largo del ciclo de vida del sistema de IA. Esto incluye su huella de carbono, el consumo de energía y el impacto ambiental de la extracción de materias primas para apoyar la fabricación de tecnologías de IA. También pretende reducir el impacto medioambiental de los sistemas de IA y las infraestructuras de datos. Incentiva a los gobiernos a invertir en tecnología verde, y si hay un impacto negativo desproporcionado de los sistemas de IA en el medio ambiente, la Recomendación instruye que no se utilicen.
Las decisiones que afectan a millones de personas deben ser justas, transparentes y contestables. Estas nuevas tecnologías deben ayudarnos a afrontar los principales retos de nuestro mundo actual, como el aumento de las desigualdades y la crisis medioambiental, y no profundizar en ellos
Gabriela Ramos, Subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO
Las tecnologías emergentes tales como la IA han demostrado su inmensa capacidad para hacer el bien. Sin embargo, hay que controlar sus impactos negativos, que están exacerbando un mundo ya dividido y desigual. Los desarrollos de la IA deben respetar el estado de derecho, evitar los daños y garantizar que, cuando éstos se produzcan, los afectados tengan a su alcance mecanismos de responsabilidad y reparación.
El texto propone un marco normativo para tecnologías controvertidas como el reconocimiento facial o para los sistemas de recomendación de las plataformas
Los Estados miembro de la Unesco cuentan desde ahora una guía para “afrontar de manera responsable los efectos conocidos y desconocidos de la inteligencia artificial en los seres humanos, las sociedades y el medio ambiente y los ecosistemas”. Ese es el objetivo de la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, una suerte de declaración universal para el uso de estos sistemas que durante la conferencia general celebrada este miércoles fue adoptada por los 193 países del organismo. La guía contempla los principios que deben inspirar el desarrollo de tecnologías tan controvertidas como el reconocimiento facial y aborda también temas menos polémicos, como el potencial efecto de los sistemas de recomendación sobre la diversidad cultural o lingüística. “Este texto establece por primera vez un marco normativo mundial para el uso de la inteligencia artificial. Se basa para ello en tres pilares: el respeto de los derechos humanos, el Estado de Derecho y la lucha contra la discriminación”, explica a EL PAÍS Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
El documento de 30 páginas que Azoulay describe como un “texto histórico” no es legalmente vinculante, pero desde la Unesco esperan que se convierta en una referencia global para el desarrollo y uso ético de esta tecnología. En este contexto conviven ya numerosos marcos y guías desarrollados por organizaciones de diferentes niveles, desde la iniciativa de entidades como la OCDE hasta propuestas como la carta de derechos digitales adoptada por el gobierno español el pasado 14 de julio. “La Unesco pide a sus 193 Estados miembros que tomen todas las medidas necesarias para aplicar este marco ético. La Organización evaluará periódicamente su aplicación, pidiendo a los Estados que informen sobre sus progresos y prácticas en este ámbito. Estos resultados serán analizados por expertos y sometidos a debate público de forma transparente”, precisa Azoulay.
En la redacción del documento, que se inició a principios de 2020 han participado grupos de expertos formados por representantes de Google, Facebook, Microsoft, las Universidades de Stanford y Nueva York, la Academia China de Ciencia y Tecnología. En septiembre del año pasado, se presentó un primer borrador y se abrió el plazo para que los países de la Unesco presentasen sus comentarios y observaciones sobre el texto, que ha seguido revisándose hasta la última conferencia general.
Entre las claves de la recién adoptada recomendación se encuentra la acotación de principios básicos que atañen al desarrollo de algunas de las tecnologías más cuestionadas del momento, como los sistemas de reconocimiento facial. De acuerdo con el documento adoptado por la Unesco, que cuenta con países como China entre sus integrantes, estos sistemas “no deberían ser utilizados con fines de vigilancia masiva o rendición de cuentas sociales”. En el caso de las armas autónomas, la subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco, Gabriela Ramos, explica en un comunicado que, aunque no se hace referencia explícita a los drones de uso militar ni al armamento autónomo letal, la recomendación establece normas básicas como el que “las decisiones de vida o muerte no deben ser tomadas por sistemas de inteligencia artificial” y se especifica que en estos escenarios “la última palabra debe ser humana”.
La recomendación también aborda escenarios menos extremos pero igualmente relevantes, como el potencial efecto de los sistemas de recomendación que emplean las plataformas de streaming como Netflix o Spotify en la diversidad cultural y lingüística. Un reciente informe de la Unión Europea señalaba que los criterios que emplean estos modelos para ofrecer nuevos contenidos “no son transparentes ni auditables” y probablemente basan sus decisiones en factores económicos que benefician a las plataformas. “Los artistas locales o los contenidos creativos y culturales infrarrepresentados son menos proclives a aparecer en las recomendaciones de estos sistemas si sus trabajos o espectáculos son insuficientemente lucrativos”, señala el informe. En este contexto, la recién estrenada guía hace un llamamiento a los países para que trabajen mejor comprensión y evaluación tanto de los efectos positivos como de los potencialmente perjudiciales de los sistemas de recomendación.
Las relaciones humano-robot
Con vistas a un hipotético pero cada vez más plausible futuro donde las personas interactuemos con robots y sistemas de inteligencia artificial capaces de reconocer y reproducir las emociones humanas, el documento requiere que se evalúen las implicaciones éticas de estas relaciones, especialmente cuando se establecen con menores. “La constante interacción con tecnología de inteligencia artificial, incluyendo los algoritmos sociales, podrían someter a niños y adultos a manipulaciones y consecuencias negativas para su salud mental”, continúa Ramos. Por otra parte, se subraya la necesidad de que los individuos estén en todo momento informados de si están tratando con uno de estos sistemas o son objeto de decisiones tomadas por ellos. Se pide también que se establezcan mecanismos para acceder a las razones que guían una decisión que afecta a los derechos o libertades de los usuarios, así como vías para impugnarla o solicitar una reevaluación.
Otras materias incluidas en el marco de esta recomendación son la protección de la privacidad, la prevención de los sesgos que puedan perjudicar al rendimiento de estos sistemas, la promoción de un entorno más inclusivo en el sector responsable de desarrollar estas tecnologías o incluso la reducción del impacto ambiental de estos sistemas. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature, entrenar un algoritmo de inteligencia artificial puede producir cerca de 300.000 kilos de dióxido de carbono, lo que equivale a 125 vuelos de ida y vuelta entre Nueva York y Pekín.
Además, el documento que acaba de adoptar la Unesco exige que los gobiernos eduquen a sus ciudadanos en los derechos digitales que pretende proteger. “Si educamos a una nueva generación de consumidores digitales conscientes de sus derechos y con las habilidades de pensamiento crítico necesarias para navegar la esfera digital, estaremos empoderándoles para que exijan a las grandes tecnológicas a rendir cuentas y estaremos exigiendo que la IA sea desarrollada de forma humana y ética”, sentencia Ramos.
En medio de un desembarco abrupto y excluyente de la virtualidad y el mundo digital en la educación, esta escuela se realiza para generar una reflexión crítica respecto a cómo trabajar contenidos digitales alternativos en las escuelas, liceos y universidades. En ese sentido procura generar reflexiones respecto al espíritu conservador propio de la tecnofobía pero también sobre las ilusiones ingenuas que acarrea la tecnofilia en el aula. Se trata de iniciar un recorrido sobre lecturas y narrativas alternativas digitales desde las experiencias liberadoras en las aulas. Producir contenidos digitales para generar pensamiento crítico y justicia social.
La escuela está dirigida a docentes de aula de todos los niveles de los sistemas educativos, tesistas de postgrado, investigadores, educadores y educadoras populares, público en general.
Se realizará por medios virtuales del 25 al 31 de octubre de 2021. Es promovida, organizada y acreditada por el Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en educación (CII-OVE), la Cooperativa de Educador@s e Investigador@s Populares Histórica (CEIP-H), Circulo de Investigadores del Pensamiento Crítico de América Latina y la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.
Existe la modalidad sincrónica a través de Zoom y asincrónica por si no logras conectarte alguno de los días pautados, para lo cual te dispondremos de la reposición (vídeo de la clase no asistida). Esta Escuela tiene doble certificación: Como participante asistiendo al menos a tres (03 de los encuentros por zoom) y Aprobado (elaborando una propuesta de contenido digital en alguna de las desarrolladas durante la Escuela).
Te dejamos el link por si quieres formalizar su inscripción y pago.
El 85% de los trabajos que habrá en 2030 aún no se han inventado. La tecnología está creando oportunidades en sectores que estamos empezando a explorar. Los niños sueñan con ser hackers legales, diseñadores de sueños o traductores del lenguaje animal. Y probablemente podrán cumplir sus sueños. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio de Samsung y el instituto de investigación IPSOS. En la encuesta, en la que participaron alumnos de entre 15 y 18 años, se destacan estas tres profesiones como las favoritas. Pero también se mencionan otras menos realistas como granjero en Marte, psicólogo de inteligencia artificial o pintor artístico con drones (eligiendo está última como la más realista de las tres).
Los niños de antes soñaban con ser astronautas, los de ahora compaginan el traje espacial con la siembra de patatas. Más allá de las curiosidades futurísticas, la encuesta arroja un dato importante: nueve de cada diez alumnos creen que tendrán trabajos muy distintos a los de sus padres. Las profesiones del futuro serán tecnológicas. ¿Está la escuela del presente usando la tecnología para preparar a sus alumnos?
El 85% de los trabajos que habrá en 2030 aún no se han inventado: los niños sueñan con ser ‘hackers’ legales, diseñadores de sueños o traductores del lenguaje animal
De la noche a la mañana las pizarras se cambiaron por pantallas y las clases se mudaron al entorno virtual. El confinamiento transformó la relación del sistema educativo con la tecnología. Redujo la brecha digital mientras señalaba lo sangrante de su existencia y obligó a alumnos y profesores a familiarizarse con la tecnología. Dejó de ser una rareza futurista para convertirse en una herramienta imprescindible y cotidiana. Hoy las aulas han vuelto a la normalidad, pero profesores y alumnos tienen la lección bien aprendida.
Así avanza el uso de dispositivos en las aulas
“A pesar de lo inesperado, el cambio nos pilló bastante bien”, asegura Federico Brazzi, profesor de matemáticas en el International College of Spain, un colegio privado de Madrid. “Nosotros ya estábamos acostumbrados a usar la tecnología como una herramienta de aprendizaje. Usábamos tabletas que proyectábamos a modo de pizarra, acceso online a libros…”. Quizá, explica Brazzi, el reto fue más mental que logístico, relacionado con aprender a introducir estas herramientas en la rutina.
Hoy las usa con la misma soltura que la tiza. “Las clases nosotros las seguimos grabando si hace falta y los niños pueden volver a verlas, o conectarse en directo si están confinados”, explica el profesor. “Además hemos añadido elementos multimediales para apoyarnos, hemos integrado al 100% la tecnología en nuestras clases, en forma de vídeo, de podcast…”.
El uso de estas herramientas no se limita a los colegios privados, aunque es en estos donde su uso está más normalizado. Según un estudio desarrollado por Samsung y el instituto de investigación IPSOS, el 54% de los alumnos de centros públicos usan el ordenador en sus clases, frente al 63% que lo hace en los privados. La diferencia se mantiene respecto a las tabletas, con presencia en un 15% del alumnado público y un 33% del privado.
Un proyecto que mejora las competencias clave para el siglo XXI
A reducir esta brecha ayudan iniciativas como el programa Samsung Smart School, al que han tenido acceso más de 4.000 alumnos y 700 profesores de colegios públicos de toda España. El programa “busca producir un cambio metodológico en la enseñanza y preparar a los estudiantes para un futuro más tecnológico”, explica Elena Diaz-Alejo, manager de Samsung encargada de proyectos de educación. Esta iniciativa parte de un acuerdo de colaboración firmado con el Ministerio de Educación y Formación Profesional en 2014 y todas las comunidades autónomas además de las ciudades de Ceuta y Melilla. La idea, abunda Diaz-Alejo, era “hacer un gran piloto de experimentación para introducir la tecnología en colegios públicos de zonas rurales con alto índice de abandono escolar o brecha digital, para favorecer el aprendizaje del alumnado”.
Ella hace un balance muy positivo. Una evaluación que no parte de valoraciones subjetivas, sino del seguimiento e investigación al que han sometido al proyecto durante estos años. “Hemos medido el impacto que tenía la introducción de la tecnología en la educación. Y así, hemos visto cómo se mejoran las competencias clave para el siglo XXI”, señala. Así, la competencia digital de los alumnos se incrementó en un 18%, la competencia de aprender a aprender, un 12%, y la competencia en comunicación lingüística se incrementó en un 11%.
EL PROGRAMA BUSCA PRODUCIR UN CAMBIO METODOLÓGICO EN LA ENSEÑANZA Y PREPARAR A LOS ESTUDIANTES PARA UN FUTURO MÁS TECNOLÓGICO
ELENA DIAZ-ALEJO, MANAGER DE SAMSUNG ENCARGADA DE PROYECTOS DE EDUCACIÓN
Diaz-Alejo explica que, para que proyectos como este funcionen, hay que concebir la tecnología no tanto como fin, sino como una herramienta. Una máxima que resume con un ejemplo: “No hay que cambiar el libro por el PDF para seguir haciendo lo mismo”. También señala la importancia de enseñar no solo a los alumnos sino al profesorado. En estos casos, una formación previa es fundamental.
El profesor Brazzi coincide en la importancia de formarse en un ámbito, el tecnológico, en el que muchas veces el alumno supera al maestro. “Llama la atención no solo que manejen bien la tecnología, sino que aprenden muy rápido. Usan la tableta con la misma soltura con la que nosotros podemos usar un libro”.
En este contexto preocupa el uso que los menores puedan hacer de esta herramienta. La tecnología es una ventana a la educación, pero también al ocio y los riesgos que conlleva internet. Puedes racionar el tiempo que tu hijo pasa en el móvil, pero cuando usa la tablet para estudiar necesita tiempo, privacidad y tranquilidad. Es mucho más difícil de controlar. Por eso surgen distintas aplicaciones y tecnologías para garantizar la seguridad de los más pequeños en el entorno online. Por ejemplo, la aplicación Samsung Kids está presente en los primeros pasos de los niños en el mundo digital. Sirve para ayudarlos a desarrollar buenos hábitos digitales. Establece límites en el tiempo de juego y estudio y concede acceso solo a contactos y aplicaciones específicos.
La seguridad se incrementa aún más con Knox, la plataforma de seguridad móvil de Samsung. Está integrada en sus dispositivos más recientes. Cada dispositivo Knox se fabrica a partir del chip de hardware para aislar, cifrar y asegurar los datos, incluso archivos confidenciales, transacciones con tarjeta de crédito, contraseñas y datos de estado. Esto puede ser importante en un contexto laboral, pero también resulta crucial en uno académico, especialmente cuando se quiere proteger a los más pequeños.
El control está bien, pero tampoco hay que ver la tecnología solo como un lugar lleno de riesgos. Sino de oportunidades. Así lo cree el profesor Brazzi, que en estos meses ha acudido a distintas plataformas para gamificar y dinamizar las clases. “Es una forma de involucrarles en el aprendizaje”, señala. “Si ven mucho Tik Tok puedes buscar a tiktokers que divulguen conocimiento. Hay que aprovechar para convertir la experiencia de aprendizaje en una experiencia entretenida”.
Cómo los videojuegos pueden convertirse en un aliado
Eso es lo que lleva haciendo siete años Possible Labs, una empresa que crea herramientas para el uso de tecnologías en el entorno escolar. “Hemos apostado a los videojuegos como herramienta de aprendizaje para lograr el compromiso y la transformación social”, señala Alba Rodriguez, su directora de innovación educativa. Sus apuestas hasta la fecha incluyen BetterWorld, un videojuego basado en la Agenda 2030 para conseguir que las nuevas generaciones se involucren en el activismo social de temas como la ecología, la igualdad o el acceso a la educación y el trabajo digno. O Planet Recuers, sobre sostenibilidad y consumo responsable. Quizá el que más ruido ha hecho sea Minecraft, Education Edition.
Esta adaptación del famoso juego de construcción está orientada a niños y adolescentes y, a través de él, pueden aprender de manera lúdica conceptos de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Rodriguez cree que los videojuegos son una herramienta poderosa. “No buena o mala en sí”, puntualiza, pues la clave está en cómo sean usados. “Jugar a videojuegos aporta beneficios: ayudan a mejorar la memoria, el trabajo en equipo, la toma de decisiones y la planificación; al proponer problemas y confrontarlos, estimula la imaginación, permite socializar, desarrolla capacidades cognitivas y desarrolla capacidades matemáticas”, apunta la experta.
HEMOS APOSTADO A LOS VIDEOJUEGOS COMO HERRAMIENTA DE APRENDIZAJE PARA LOGRAR EL COMPROMISO Y LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL
ALBA RODRIGUEZ, DIRECTORA DE INNOVACIÓN DE POSSIBLE LABS
Las profesiones del futuro (y las del presente) están relacionadas con el mundo de la tecnología. El mundo que forma a los profesionales del futuro no debería ser ajeno a esta realidad. Y debería integrar la tecnología en las clases desde las primeras etapas de la educación. “La vocación por la tecnología no puede surgir de manera forzada en los últimos niveles de educación obligatoria, cuando el alumno se cuestiona qué estudiar”, coincide Diaz-Alejo. La experta señala cómo hay que buscar modelos para mejorar la educación a través de la tecnología. “Con esta inquietud tenemos que reflexionar hacia dónde debe ir la educación para formar a los futuros ciudadanos”.
Fuente e Imagen: https://elpais.com/tecnologia/con-proposito/2021-10-13/las-profesiones-del-futuro-seran-tecnologicas-la-escuela-del-presente-se-esta-adaptando.html
América del Sur/Argentina/15-10-2021/Autora: Lisa Navas/Fuente: www.diariodecuyo.com.ar
La UNSJ logró obtener la patente de tres inventos que fueron realizados dentro de la institución y de esta forma, casi duplica la cantidad de patentamientos que tenía, pues hasta ahora sólo eran cuatro los inventos con esta certificación y la última se había obtenido en 2013. Eric Laciar, secretario de Investigación de la UNSJ, comentó que los inventos que fueron patentados apuntan a mejorar las condiciones de vida y la seguridad. Son:un sistema para automatizar sillas de ruedas eléctricas, un horno solar que permite también calefaccionar casas y un dispositivo para hacer más seguros los puentes ante los sismos (ver aparte). Estos inventos serán presentados oficialmente hoy durante un acto.
Laciar explicó que estos inventos, que tienen varios años de proceso, pues el patentamiento puede durar hasta una década, fueron realizados dentro del ámbito investigativo de la UNSJ, por eso las patentes pertenecen a esta casa de altos estudios. «En Argentina, las patentes son otorgadas por el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual. La protección de una patente sólo alcanza al territorio del Estado que ha concedido la misma. Su duración está estipulada por un período de 20 años contabilizado desde la solicitud de la patente», dijo Laciar y comentó que para que un invento sea patentable debe tener novedad absoluta, un proceso creativo y aplicación industrial.
«Estas patentes son muy importantes porque además de proteger el derecho de la propiedad intelectual nos permiten mostrar lo que hacemos dentro de la universidad. En 48 años de historia la UNSJ sólo tenía 4 patentes», agregó el profesional. En este sentido, comentó que la UNSJ es «proactiva» de la política de protección de la propiedad intelectual y que están buscando concientizar para que los inventos sean patentables. «En nuestra universidad tenemos muchas innovaciones, pero no se patenta», concluyó Laciar.
> Instituto de Mecánica Aplicada
Horno y calefacción solar
Uno de los inventos que recibió la patente se llama ‘Abertura ergonómica para viviendas con Equipos de Cocción Termosolares en zonas áridas’. Se trata de una abertura, que incluye un horno solar giratorio, ventanas y un sistema de ventilación, que permite acondicionar un ambiente en invierno.
Este invento fue creado en el Instituto de Mecánica Aplicada de la Facultad de Ingeniería, por Arturo Buigues Nollens.
Según lo que explicaron, el sistema favorece la vinculación entre el ambiente exterior e interior. Es que la abertura tiene un horno giratorio que permite que las personas cocinen dentro o fuera de su vivienda, aprovechando la energía solar. «En San Juan, en el último año 19 personas se intoxicaron con monóxido de carbono y 3 de ellas murieron. Esta abertura permite además de la seguridad de no cocinar con leña, por ejemplo, ahorrar dinero porque se utiliza la energía solar», dijo Buigues Nollens y comentó que tiene además una mesada y ventanas altas y bajas que son fundamentales para la ventilación de la casa. «Las ventanas permiten también el control del asoleamiento (ingreso de la luz y calor solar) y la ventilación interior para mantener una casa caliente en invierno, por ejemplo», agregó el especialista y dijo que se puede colocar la abertura antes de la construcción de la casa o se puede adecuar una parte, siempre ubicada al Norte, para que se pueda usar este horno.
> Gabinete de Tecnología Médica
Automatización de sillas de ruedas
Un dispositivo electrónico para automatizar una silla de ruedas eléctrica y facilitarles la movilidad a personas con discapacidad, es otro de los inventos locales que recibió su patente durante este año. Según explicaron desde la UNSJ, este dispositivo permite que una silla de ruedas eléctrica comercial con joystick ejecute comandos digitales de velocidad que provienen desde una computadora. Es que sobre la computadora es posible implementar interfaces humano-máquina que sirven para ayudar a personas con discapacidad que no pueden manejar la silla de ruedas por medio del joystick, pero sí pueden tomar decisiones sobre la dirección y velocidad que desean para la silla a través de la palabra u otros movimientos. Es por esto que gracias a este dispositivo de automatización, las personas con discapacidad que ya tengan una silla de ruedas eléctrica no necesitan cambiarla, sino solamente añadir este artefacto. Esto, teniendo en cuenta que hay enfermedades que hacen que las personas con el paso del tiempo pierdan movilidad y ya no puedan manejar con sus manos la silla.
Desde la universidad dijeron que este sistema fue creado por los ingenieros Víctor Carmona, Pablo Diez, Eric Laciar, Vicente Mut, Enrique Ávila y Gustavo Ensinck, del Gabinete de Tecnología Médica de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ.
> Instituto de Materiales y Suelos
Seguridad sísmica para puentes
Otro de los inventos que recibió la patente del Instituto Nacional de Propiedad Intelectual es un disipador de energía que evita el colapso de puentes durante un movimiento sísmico y fue desarrollado por investigadores del Instituto de Materiales y Suelos, que depende de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ y que corroboraron que en el terremoto de Chile de 2010 los puentes que se rompieron no tenían ningún sistema de amortiguadores. Este invento fue realizado por el equipo que dirigen Luis Uliarte y Javier Morandi.
El invento se trata de una pieza (viga) de metal que se coloca en el puente. Esta pieza se llama disipador y lo que hace es incorporar amortiguamiento a la estructura con el objeto de reducir las vibraciones que provoca el sismo, dado que absorbe parte de la energía. Este disipador ya fue probado en los puentes de Sorocayense, Cochagual, Alto de Sierra y los de la nueva Ruta 40 entre San Juan y Albardón, entre otros, con excelentes resultados. Según los especialistas es muy útil en zonas sísmicas como San Juan.
Una de las ventajas de estos disipadores es que pueden ser colocados una vez que el puente ya está construido, lo que permite que pueda usarse en estructuras que ya tienen varios años. Además, debido a la sencillez del dispositivo, se hace que sea fácilmente reemplazable en caso de que su vida útil se esté terminando.
Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/La-UNSJ-sumo-a-las-patentes-del-pais-tres-inventos-con-soluciones-20211013-0076.html
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