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Humanizar el uso de la tecnología en la educación

Por:  Rafael Campos Hernández 

¿Qué elementos personales debemos de reactivar para que el medio no sea el fin de la comunicación y con ello abra paso a la manipulación de los contenidos?, cuestiona Rafael Campos Hernández.

El pasado 4 de octubre 2.9 mil millones de usuarios de las plataformas Facebook, WhatsApp e Instagram quedaron paralizados en su comunicación por seis horas. México, con 78 millones de usuarios, es el quinto país que soporta su conectividad mediante ellas. Es decir, que el 62% de la población tuvo que relacionarse a través de otro medio alterno: teléfono, SMS o alguna alternativa de mensajería similar.

El hecho de que muchas empresas, organizaciones y personas vieran limitadas sus comunicaciones por esta caída de conectividad de una tecnología común lleva a una reflexión sobre la importancia del mensaje sobre el medio para comunicarlo. Más aún, los medios que impactan más en las conductas de las personas y cuáles son intrascendentes.

Al realizar un auto análisis de la información que se utiliza diariamente en los celulares y equipos móviles es posible determinar la importancia e inversión de tiempo en: relaciones personales, interacciones de trabajo, información del entorno social y recreación.

Los medios masivos de comunicación tienen una tarea específica de ser sostenibles y expandirse. Por lo mismo, soportan su plan de negocios en función de demandas de mercado. Por su parte, las redes sociales, en una aparente neutralidad, enfocan su esfuerzo en la atracción de mayor número de usuarios que se transforman en perfiles de clientes potenciales.

No es extraño encontrar que entre las aplicaciones más usadas en el mundo se encuentren: WhatsApp, Facebook, Instagram, Snapchat, Uber, YouTube, SHAREit, Google, Amazon Mobile, Twitter, Netflix y TikTok. Todos estos, cuyo fin es conectar, provocan relaciones momentáneas, ágiles y superficiales. Las relaciones de pareja siguen un patrón de conducta similar.

En los en los últimos 30 años las aplicaciones han evolucionado de Kiss y match, que buscaban favorecer la interacción entre parejas, a espacios más especializados que vinculan individuos por segmentación de mercado. Bumble, donde las mujeres realizan el primer contacto; Tinder para relaciones rápidas; Lawyr para abogados; eHarmony que genera un perfil de personalidad; happn que apoya a encontrar a esa persona con la que te cruzas y deseas hablar.

¿Cómo devolver el sentido humano a la comunicación? ¿Qué elementos personales debemos de reactivar para que el medio no sea el fin de la comunicación y con ello abra paso a la manipulación de los contenidos? La respuesta a estas preguntas parte de retomar el para qué comunicarnos y cómo hacerlo.

La comunicación interpersonal en la familia y la escuela llevan a reconocer en sí mismo ideas, sentimientos, actitudes y valores a transmitir. Es ahí donde la educación tanto en la primera como en las instituciones educativas tiene un reto sostenido de impulso a que las personas logren su mejor versión e impulsen el crecimiento de los demás.

El primer paso para la humanización de la tecnología es la escucha atenta de los mensajes que se emiten para comprender al otro. Esto implica una revisión clara de lo que se expresa, los textos, las imágenes, el orden de las ideas. Un segundo paso lleva a desarrollar el principio básico de empatía en la presencialidad y en la mediación tecnológica. Esto lleva a observar, percibir y alinear la visión de con quién estamos hablando con o sin imagen.

Detrás de ese nombre en pantalla existe alguien que siente, piensa, escucha y tiene una situación peculiar al igual que tú. El ritmo de la comunicación, volumen de voz, ademanes y claridad de la expresión dan pistas para intentar conectar, escuchar, comprender e intentar empatizar con el interlocutor.

Un tercer nivel es el desarrollo de la inteligencia emocional a pesar de los medios tecnológicos, lo cual conlleva a eliminar toda la cáscara de imagen, sonido, contexto que se emite e intentar el comprender a fondo las personas o grupo con quién se está interactuando.

Un cuarto nivel es formar grupos significativos de relación: familia, grupo de clase, equipos de trabajo que tengan un objetivo concreto en la interacción con espacios que permitan el crecimiento e intercambio abierto, así como franco, con un fin común.

Las estrategias para hacer que las relaciones casuales entre maestros y estudiantes se transformen en vínculos significativos en las clases híbridas y online en los niveles señalados llevan a:

1) Promover actividades y acciones que ayuden a la expresión de cada uno y escuchar lo que emiten. En la medida que conocemos más al otro y los mensajes que manifiesten, permite el encontrarse a sí mismo y enriquecerse unos a otros.

2) Impulsar la interacción y la colaboración: entre alumnos y maestros, padres de familia e instituciones educativas, formar la comunidad escolar o universitaria aún por la tecnología.

3) Utilizar lenguaje propositivo simple, los mensajes que impulsan y plantean son captados con mayor facilidad. Si el contenido es claro y directo, mejor.

4) Atraer la atención a los puntos esenciales. El exceso de datos lleva a perderse en el bosque de información.

Estas ideas pueden apoyar a que los alumnos, presentes y distantes, se integren en un grupo común a pesar de las limitantes propias de la tecnología o la conectividad. Educar pues, lleva a padres de familia y docentes a ser comunicadores impecables capaces de promover una escucha efectiva y un aprendizaje activo en la persona independientemente de la tecnología.

Nota del editor: Rafael Campos Hernández es Rector Institucional de Aliat Universidades. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

https://expansion.mx/opinion/2021/10/12/humanizar-uso-tecnologia-educacion

 

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¿Qué es la «ciencia DIY»?

Por:

Surgida de un deseo de aprendizaje para mejoras en el hogar y la curiosidad científica, la Do-it-Yourself science (ciencia DIY) ahora es un vehículo de promoción para la obtención de habilidades.

La práctica de la DIY science o “ciencia DIY” ha tomado relevancia especialmente este último año, ya sea como herramienta educativa ante la contingencia de las clases en línea o como camino a generar soluciones que ayuden a aminorar el impacto de esta crisis sanitaria. Para entender lo que es este concepto, primero tendríamos que explicar qué es el movimiento Do it yourself (DIY por sus siglas en inglés) que se podría traducir como “hazlo tu mismo”.

El término DIY engloba hacer o reparar las cosas uno mismo, desde el hogar. El origen de la tendencia vino desde un deseo e iniciativa de producir mejoras domésticas de una forma independiente, pero de la misma manera, siempre estuvo ligada a la curiosidad científica, la inventividad y la innovación.

Pudiera decirse que la práctica DIY ha sido uno de los vehículos de promoción más exitosos de habilidades básicas para el mantenimiento de la casa y la autosuficiencia, y en tiempos de pandemia ha ofrecido un refugio en el que las personas pueden aprender nuevas actividades, sentirse útiles y mantener aspectos importantes de su salud mental en el proceso. ¿Pero qué genera el movimiento DIY en la comunidad científica y como herramienta educativa?

Startups y la agencia del ejercicio científico

Cuando hablamos de ciencia DIY, hablamos de un proyecto que empieza en una cochera, puede ser una tarea escolar, un proyecto por diversión o el primer intento de crear la computadora Apple. Estas instancias se han extendido a otras áreas relacionadas como la química y la biología. A nivel general, tenemos esta idea de que toda la producción científica debería ser realizada por la academia, esta aseveración no está del todo equivocada, pero tampoco está del todo correcta. El rol de la academia es crucial para validar los esfuerzos científicos y en algunos casos para financiarlos, pero no es indispensable para producirlos en todos los casos. Gran cantidad de proyectos inician en las casas de los participantes y se consolidan a través de un modelo de negocios o lanzamiento a través de una startup.

Tal es el caso de Mycoworks, iniciativa mexicana que trabaja con células mycelium cells para producir desde imitaciones de cuero hasta ladrillos. Otro ejemplo es Curative, que se dedica a producir pruebas para diagnosticar COVID-19 y crear un esquema de fácil accesibilidad a las vacunas. “Es emocionante ver cuánto el sector de producción biológica ha tomado de la cultura de la tecnología. Startups tecnológicas, productores independientes de de videojuegos, y la cultura de Silicon Valley, todos nacidos de los primeros días de hackeo y programación de computadoras”, explica Leigh Nicholson, doctorante en biología celular y reproductiva por la universidad de Sidney en un artículo publicado en el World Economic Forum. Agregando que la producción de ciencia biológica a través del esquema DIY sigue siendo una escena pequeña y controversial, pero que ya ha sido consolidada a través de las startups. Si bien los beneficios de los avances tecnológicos son amplios, ¿cuáles son las implicaciones éticas?

La ética de hacerlo tú mismo

Lo más básico de entender acerca del la ciencia DIY es que no se trata de una ciencia nueva, ni de una estructura de producción científica que va a competir o a destituir a la que se hace en la academias y universidades. Es solamente una manera distinta de acercarse al aprendizaje y el ejercicio de la ciencia. La cuestión aquí es que la flexibilidad de realizar un proyecto científico bajo el esquema DIY debe permitir una dinámica en la que la colaboración, la transparencia, la apertura y el deseo de compartir conocimiento sea el motor principal.

El ejercicio científico independiente intersecta constantemente con los recursos de acceso abierto y la filosofía de la autosuficiencia económica, que habilitan a través del emprendimiento A través de estos dos aspectos la DIY science también ha sido un factor importante en la democratización de la ciencia. Pero lo anterior conlleva pros y contras, la ciencia realizada por individuos no tiene que pasar por los mismos controles e instrumentos de validación como la que se trabaja en instituciones. Si bien esto puede representar un ritmo de trabajo más ágil, y quizás llegar a nuevos conocimientos más rápido, el camino para comprobar y normalizar esos conocimientos, cerciorarse que sean seguros para el público general, es una senda más ardua. Especialmente en el sector de la ciencia biológica.

“Quienes hacen las políticas están conscientes que involucrar a miembros del público en la ejecución de investigación presenta retos éticos que requieren atención”.  En el manuscrito “A Cohort of Pirate Ships: Biomedical Citizen Scientists’ Attitudes Toward Ethical Oversight, las autoras Meredith Trejo, Isabel Canfield, Whitney Bash Brooks, Alex Pearlman y Christi Guerrini explican la intención de las instituciones académicas y científicas de establecer guías y regulaciones que permitan el ejercicio de la ciencia en una forma segura y efectiva. Agregan que los Institutos Nacionales de la Salud en Estados Unidos tienen el objetivo de investigar las implicaciones éticas, sociales y legales de la investigación independiente, y han realizado congresos con ese tema desde el 2015. Esfuerzos de esta naturaleza han contribuido al entendimiento de una perspectiva que favorezca la supervisión ética de actividades independiente de ciencia biomédica, por ejemplo.

Si bien existe un debate entre quienes abogan por políticas de éticas más claras para la ciencia DIY y quienes piensan que reduciría su flexibilidad y capacidad de crear colaboración libre, entre más esta práctica siga incursionando e innovando, más necesario será tener esta conversación y establecer un diálogo entre los productores de ciencia de todos los niveles y las instituciones.
¿Habías oído hablar de la DIY science antes? ¿La has aplicado en tus clases? ¿Qué piensas de las implicaciones éticas del ejercicio de la ciencia fuera de las instituciones? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/diy-ciencia

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2 de cada 3 docentes consideran que su profesión fue revalorizada tras la pandemia: BlinkLearning

Por: Observatorio de Innovación Educativa ITESM

Por sexto año consecutivo, la compañía de tecnología educativa BlinkLearning da a conocer los resultados del VI Estudio anual sobre el uso de la tecnología en la educación.

¿Cómo se integraron las herramientas digitales en la educación durante la pandemia? ¿Aumentó el uso de tecnología educativa durante la pandemia? ¿Qué tanto se vio afectada la profesión docente? ¿Cómo llegan los docentes latinoamericanos y españoles a este nuevo ciclo escolar? Estas y otras preguntas se responden en el informe de resultados del VI Estudio Global sobre el uso de tecnología en la educación de BlinkLearning.

Realizado entre 4926 docentes (2.909 de Latinoamérica y 2.017 de España) de todas las etapas educativas, la sexta edición de este estudio ofrece una amplia serie de indicadores que ayudan a entender la integración de las herramientas digitales en la educación durante el 2021. Además, la edición de este año está marcada por las consecuencias del impacto de la COVID-19 en la educación. El informe se divide en diferentes capítulos que ofrecen un amplio análisis sobre el uso de las herramientas digitales en el aula, la profesión y la formación docente, una visión general de la educación en cada país, y un capítulo dedicado a la educación en tiempos de pandemia. También, cuenta con preguntas estandarizadas para todos los países, lo que permite contrastar la información de los países participantes (España, México, Colombia, Perú, Brasil, Argentina y Chile).

Algunas claves de la educación pospandemia

  • 1 de cada 3 docentes cree que la principal ventaja del uso de la tecnología durante la pandemia ha sido crear comunidad entre estudiantes y docentes, salvando el aislamiento y acortando distancias.

  • Los docentes claman por mejoras de conectividad, infraestructura y formación. Pese a estas dificultades estructurales, la comunidad docente sigue creyendo en el potencial transformador de la tecnología.

  • A nivel global, 2 de cada 3 docentes encuestados considera que su profesión se ha valorado tras la pandemia. Y a pesar de la situación vivida, sus niveles de motivación se mantienen en todos los países encuestados.

  • En Latinoamérica piden mejores condiciones y mayor retribución económica mientras que en España quieren reforzar su autoridad frente a estudiantes y familias.

  • Aprendizaje autónomo, desinformación y faltas de ortografía: las grandes dificultades post-pandemia del estudiante al usar la tecnología.

  • La mayoría de los docentes considera que el uso de las TIC ha mejorado los niveles de motivación de los estudiantes, aún después de verse forzados a usar la tecnología sin la formación adecuada.

  • El dispositivo más utilizado entre los estudiantes es el teléfono móvil/celular.

Conoce los informes completos de España, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.

El uso de tecnología educativa en México

De acuerdo con el estudio en el que participaron 573 maestros de todo el país, el 75 % de los encuestados considera que su profesión fue revalorada tras la pandemia y esto los ayudó a mantener la motivación por la docencia pese a la situación vivida en los últimos meses. No obstante, 42 % de ellos consideró que un mayor sueldo sería un factor para mejorar su motivación laboral.

Blinklearning VI Estudio Uso de Tecnología en la Educación

El informe también reveló que el uso de herramientas digitales para la enseñanza creció 54 puntos porcentuales tras el confinamiento (al pasar de 39 % previo a la pandemia a un 93 %). Este aumento fue un factor decisivo en la motivación del alumnado, el 61 % de los docentes mexicanos encuestados consideran que este aumento en el uso de tecnología educativa fue un factor de motivación preponderante para que los alumnos siguieran estudiando.

En lo que respecta a los estudiantes, el informe de BlinkLearning dio a conocer que las herramientas digitales más utilizadas por los alumnos mexicanos fueron las laptops y los celulares, con un 36 % y 35 % de preferencia respectivamente, seguida de las computadoras personales (10 %), Ipads (8 %), Tabletas Android (3 %) y otros dispositivos distintos a los anteriores (8 %).

Sobre el estudio

El Estudio Global se realizó en España y en 19 países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

A lo largo de estos seis años, ha ido aumentando tanto el número de países participantes como el tamaño de la muestra: en esta edición participaron 4926 docentes (1658 más que el año pasado). La inclusión de respuestas de docentes de diferentes países permite tener una visión más amplia del uso de la tecnología en la educación, tanto presencial como a distancia.

Desde el primer estudio realizado en el 2015, el objetivo es identificar tendencias y registrar la evolución de los hábitos tecnológicos de los alumnos, así como las necesidades del profesorado.

Puedes encontrar más información sobre el estudio en este enlace.

Acerca de BlinkLearning

BlinkLearning es una compañía tecnológica especializada en el desarrollo de soluciones para la educación. A través de la plataforma, docentes y estudiantes gestionan sus aulas virtuales y acceden a más de 25.000 libros digitales de más de 100 editoriales educativas nacionales e internacionales, accesibles desde cualquier dispositivo tanto online como sin conectividad.

En 2015 BlinkLearning fue designada por la revista Forbes USA como una de las 10 empresas imprescindibles en tecnología aplicada a la educación a nivel global. Y en 2018 fue incluida en la clasificación FT 1000, la lista de empresas que más rápido crece de Europa, que elabora el Financial Times. Durante el 2020 y 2021, con más de 3,5 millones de usuarios activos BlinkLearning se posicionó como la plataforma educativa elegida para hacer frente a las clases a distancia en colegios de Europa, Latinoamérica y EE. UU.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/estudio-tecnologia-aula-2021

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Mundo: 8 de cada 10 docentes cree que la tecnología facilita el aprendizaje

Mundo/17-09-2021/Autor(a) y Fuente: www.educaciontrespuntocero.com

La capacidad de la tecnología para fomentar el trabajo en equipo y el aprendizaje o la importancia de la formación del profesorado son algunas de las conclusiones extraídas de un estudio realizado por Samsung Electronics y Quiero.

Con la pandemia de la COVID-19, el sistema educativo se ha tenido que reinventar y adaptar a un nuevo modelo de educación. Ahora comienza un nuevo curso escolar en el que las herramientas tecnológicas seguirán desempeñando un papel fundamental. Según un estudio realizado por Samsung Electronics y Quiero, 8 de cada 10 profesores consideran que la tecnología facilita el aprendizaje del alumno y que puede ser una gran aliada para conectar los contenidos con la realidad de los alumnos y sus intereses.

El estudio busca conocer el papel que está jugando la tecnología en la educación actual y el que podría tener en el futuro. Según dicho estudio, el 71% de los profesores piensa que el uso de la tecnología fomenta el trabajo en equipo, la interacción con compañeros, la creatividad y otras competencias sociales. En este sentido, el 67% de los docentes señala que la tecnología no sólo les ayuda en relación a los contenidos, sino que también les permite relacionarse y conocer mejor a los alumnos. Por otro lado, según datos del estudio, el 77% de los profesores piensa que el uso de la tecnología en las aulas permite hablar a los alumnos en su ‘idioma’ y contribuye a que puedan captar su atención.

La tecnología: más protagonista fuera de las aulas que dentro de ellas

la tecnología facilita el aprendizaje

Aunque la tecnología está presente desde hace tiempo en la educación y se espera que en el futuro se incremente, en torno a un 90% de los encuestados por Samsung tiene una percepción generalizada de que el uso de la tecnología en las aulas es menor al que tienen los alumnos fuera de ellas. Por otro lado, el 71% de los profesores declara que le gustaría sacar el máximo rendimiento a la tecnología en el aula para adaptarse a las necesidades propias de la sociedad en la que vivimos.

A pesar de ello, más del 60% de los profesores opina que la pandemia ha acelerado el uso de la tecnología en la educación, y más del 20% piensa que esta implementación de la tecnología en sus centros ha sido determinada por la pandemia.

Formación del profesorado, un elemento esencial

Otra de las principales conclusiones extraídas del estudio es que la gran mayoría de los profesores ha recibido o está recibiendo formación sobre tecnologías y educación. En contraposición, hay casi un 30% de los encuestados que declara no haberla recibido. En esta línea, más del 70% de los profesores asegura que se forma en tecnología para la educación por su propia cuenta, o bien con ayuda de otros profesores, internet con videos y tutoriales o directamente experimentando con herramientas.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/la-tecnologia-facilita-el-aprendizaje/

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Docentes de esta época atrapados en la Red

Por: Lusmery Yamileth Alvarado

“Nadie sabe cuánto sabe, hasta qué tiene que enseñar lo que sabe” Ezequiel  Ander – Egg

Vivimos en un mundo de fantasías donde no envejecemos, proyectando los momentos y expresiones faciales más perfectas que podemos encontrar, sin darnos cuenta que el verdadero sentimiento de felicidad de la vida se encuentra alojada en lo más profundo de nuestros corazones, donde la imperfección crea momentos perfectos e inolvidables.

Esta proyección a la que me refiero la generan las redes sociales, el mundo donde nunca envejecemos, pero los sentimientos y la realidad es otra, debemos ser responsable en la presente época sobre el cómo empleamos o usamos las redes sociales en nuestra cotidianidad, como creamos comunidades de aprendizajes donde formamos al hombre nuevo que dé respuesta a las necesidades de esta época, como nuestros hijos interactúan y con quien al otro lado de la pantalla, que formación estamos dando y recibiendo, se trata de la corresponsabilidad en la distancia, un valor necesariamente importante de practicar.

En este contexto, donde los avances tecnológicos suceden a la velocidad de la luz, como docentes debemos innovar en las estrategias de enseñanza y aprendizaje, encontrar la manera de generar esa simbiosis necesaria entre lo que aprendo y lo que enseño, o lo que aprendo y lo que comparto, buscando siempre el equilibrio y la consolidación del proceso que nos permita como afirmó José Martí “educar para la vida”; por ello, debemos trazarnos como desafío “elevar la calidad educativa”, profundizar en la educación fundamentada en valores como la ética y la corresponsabilidad, pero, ¿cómo conseguir triunfar en ese desafío, teniendo presente lo profundo de la red?, esa es la gran interrogante que debemos forjar en nuestro día a día.

Ser docente en la época actual es un poco efímero y complejo de definir, pero es muy necesario que internalicemos las funciones que como docente debemos ejercer: docencia, investigación y extensión, sin embargo, enfocándonos en la docencia esta época demanda de que dejemos de ser dadores de clases y realcemos la dimensión actitudinal que nos permita generar la integración del ser, el saber ser y el hacer dentro de una sociedad que a diario define sus características de coexistencia.

En este momento, me atrevo a develar la importancia del fortalecimiento de las competencias del ser docente en esta época, no de otra, como consecuencia de la reflexión crítica y la formación continua de nuestra práctica, por tanto, es importante promover el diálogo interno del docente con el mismo, de modo de reconocer y reconocerse en un entorno, con un grupos de personas con diferentes caracteres y diferentes estímulos, donde dejemos de vernos como modelo y nos podamos convertir en integrantes de esa comunidad de aprendizaje, donde el fin único es la formación bidireccional, todos tenemos algo que enseñar y algo que aprender.

Por ello, como docentes, debemos cuestionar nuestras competencias y trabajar fuertemente a diario por transformar y fortalecer las que se requieran, así como erradicar las que nos están estancando hacia un precipicio donde nada nuevo puede existir, estando claro que no todo lo nuevo es bueno ni todo lo viejo es malo.

Haciendo una parada temporal en este tema por demás importante, debemos realizar un balance entre lo que hemos hecho y lo que nos falta por hacer, debemos trazarnos estrategias de aprendizaje y actuación dentro de la red que nos permita avanzar en la construcción de un mundo académico mejor, que nos permita establecer la línea de vida necesaria en el proceso de enseñanza y aprendizaje, aprovechando las bondades de las redes sociales y permeando hacía el fortalecimiento de los saberes y haceres necesarios para la formación del hombre nuevo que requiere la Patria.

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Comenzaron las inscripciones para VI Escuela Internacional “Premisas y caminos para La Generación de Contenidos Digitales Alternativos”

Por: Otras Voces en Educacion

En medio de un desembarco abrupto y excluyente de la virtualidad y el mundo digital en la educación, esta escuela se realiza para generar una reflexión crítica respecto a cómo trabajar contenidos digitales alternativos en las escuelas, liceos y universidades. En ese sentido procura generar reflexiones respecto al espíritu conservador propio de la tecnofobía pero también sobre las ilusiones ingenuas que acarrea la tecnofilia en el aula. Se trata de iniciar un recorrido sobre lecturas y narrativas alternativas digitales desde las experiencias liberadoras en las aulas. Producir contenidos digitales para generar pensamiento crítico y justicia social.

La escuela está dirigida a docentes de aula de todos los niveles de los sistemas educativos, tesistas de postgrado, investigadores, educadores y educadoras populares, público en general.

La Escuela Internacional “Premisas y caminos para La Generación de Contenidos Digitales Alternativos” es el sexto módulo del Curso Internacional en Pensamiento Educativo Crítico. Podrán participar en la escuela les estudiantes del Curso Internacional en Pensamiento Educativo Crítico o quienes deseen formar parte solo de este evento.

La Escuela Internacional “Premisas y caminos para La Generación de Contenidos Digitales Alternativos” se realizará por medios virtuales del 20 al 26 de septiembre de 2021. Es promovida, organizada y acreditada por el Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en educación (CII-OVE), la Cooperativa de Educador@s e Investigador@s Populares Histórica (CEIP-H), Circulo de Investigadores del Pensamiento Crítico de América Latina y la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.

Formalice su inscripción en el siguiente link: https://www.otrasvoceseneducacion.org/vi-escuela-internacional-premisas-y-caminos-para-la-generacion-de-contenidos-digitales-alternativos

Mas información al correo: cursointernacional2021@gmail.com

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Joan-Carles Mèlich: «La palabra educación tiene que ver con una relación existencial y para que esta se dé debe haber cara a cara, el rostro, la piel, el olor»

Por: Txema Seglers

  • Joan-Carles Mèlich es doctor en Filosofía y Letras y profesor de Filosofía de la Educación en la UAB. Acaba de publicar La fragilidad del mundo.

Cada vez que Joan-Carles Mèlich (Barcelona, 1961) cita un libro o un clásico, sus ojos crepitan tras las gafas graduadas. De hecho, Mèlich contempla la vida desde lo que él llama una filosofía literaria. Quizás, por ello, este doctor en Filosofía y Letras y profesor de Filosofía de la Educación en la UAB, cita libros y clásicos con tanta admiración. Con una extensa bibliografía, Mèlich publica La fragilidad del mundo (Tusquets Editores, 2021), una reflexión sobre la complejidad y las ambivalencias del mundo, el imperio de la técnica, el vértigo de nuestros días. Y en medio de toda esta turbación, Mèlich aún rescata una pequeña luz, la del sentido, frágil y precaria, bastante intensa, sin embargo, para curarse de la tormenta.

La pandemia ha puesto de manifiesto que somos frágiles. Pero, ¿por qué la fragilidad es un bien que hay que cuidar y proteger?

El punto de partida es la finitud del ser humano. Finito significa que morimos, y también, que somos contingentes y relacionales. Pero, por esta condición finita, no podemos esquivar nuestra relación con el mundo, con la alteridad de los otros humanos, de las cosas y de la naturaleza. Y por lo tanto, nuestra relación con el mundo es necesariamente poco firme, poco sólida. De hecho, sólo protegiendo la fragilidad, tenemos cuidado de la condición humana.

En una conferencia tuya en el Palau Macaya de la Fundació ‘La Caixa’ hablabas del cuidado de la existencia. Ahora bien, ¿podemos crear desde la fragilidad?

Sí, y también descrear. La fragilidad también tiene problemas, como la angustia, la melancolía o el pánico. Yo hablo de tres desestructuraciones con el mundo, y la fragilidad también tiene formas de rotura, de crisis. La fragilidad es ambigua. De hecho, una de las tesis del libro es que la relación del ser humano con el mundo es disonante, un término musical que me permite ilustrar cómo nos movemos adelante y atrás, en positivo y en negativo, siempre inconclusos. El ser humano nunca podrá cruzar las puertas del paraíso.

Por suerte, ¿no?

Sí, por suerte, pero puede cruzar las puertas del infierno.

Eso sí. ¿Por ejemplo, las puertas de Auschwitz?

Exacto. Si cruzamos el paraíso, perdemos la finitud. De hecho, la mía no es una ética del bien, sino de la experiencia del mal.

El bien cuesta construirlo, no sabemos con exactitud qué es. Pero el mal, sí que toma formas evidentes y muy concretas.

Sí. Zygmunt Bauman decía que el bien y el mal no están al mismo nivel.

¿Por qué negamos el mal? ¿Por qué nos cuesta aceptar que podemos hacer daño a los demás? Pienso en la banalización del mal.

Una de las otras palabras clave del libro es vértigo. Vértigo significa que vivimos y estamos situados casi en la punta límite del acantilado. En este punto, nos es más fácil vivir olvidando esta dimensión oscura, de desazón, de vértigo. Queremos olvidar la cara oculta de la luna, como si la luna no tuviera una Dark Side, ¿no?

Esto me recuerda a Pink Floyd.

Me encanta Pink Floyd.

¿La sociedad del like pretende ocultar esta dark side of the moon ?

Sí, porque buscamos aparentarlo todo magníficamente e intentamos olvidar esa cara oculta y oscura de la luna para decir que tenemos que ser positivos, ser optimistas y que no podemos llorar. Ahora bien, es importante saber que no toda la luna es oscura. El Eclesiastés lo dice perfectamente: hay un tiempo para reír y un tiempo para llorar, un tiempo para labrar y otro para recoger lo sembrado, un tiempo para vivir y un tiempo para morir.

De acuerdo, pero en el tiempo de las pantallas, esta gestión de los ritmos vitales parece rota. ¿Cuál es el agravio de las prisas, de la trepidante velocidad que nos atenaza?

Nietzsche y Wittgenstein sólo piden algo a sus lectores: tiempo. Piden que los lectores lean sus obras lentamente. Lo más importante en la vida necesita tiempo. En mi libro La fragilidad del mundo defiendo que vivimos en el imperio de la prisa. El problema no es la velocidad, sino la prisa. La prisa es la patología de la velocidad; del mismo modo que la tecnología no es la técnica, sino un sistema social-simbólico poderosísimo que ha colonizado el mundo y que nos obliga a vivir en la lógica de la prisa. Las relaciones humanas (familia, la amistad, la educación, la lectura, la meditación…) han entrado, por eso mismo, en una crisis profunda y el mundo se ha empobrecido. Siempre que ha habido ser humano, ha habido técnica. Pero la tecnología es un producto de la modernidad. Yo cifro la revolución tecnológica a principios del siglo XX, cuando algunos autores vieneses como Robert Musil, hablan de la matematización del mundo, de la colonización de la tecnología. Dicho de otro modo, cuando la técnica deja de ser un instrumento y se convierte en un sistema social, una forma de vida. Y para mí, eso es un empobrecimiento del mundo, porque rompe la dimensión frágil que decíamos antes.

Me recuerda a El mundo feliz de Huxley.

Sí.

¿Cree que la lógica tecnológica empobrece la democracia?

Totalmente, porque la lógica tecnológica empobrece la gramática que el mundo es. Piensa en 1984 de Orwell y la neolengua. Si lees el libro en clave tecnológica, te das cuenta que la neolengua simplifica el matiz, porque, por ejemplo, prohíbe los antónimos. Si llamas bueno, no puedes decir malo, sino que tienes que decir ‘no bueno’. El lenguaje se va reduciendo. Pero otro aspecto muy importante se deriva de esta colonización: la crisis de la memoria.

Suena inquietante.

Un ordenador no tiene memoria. La computadora almacena datos, informaciones, pero no es la memoria de un ser finito.

Explíquemelo, por favor.

La memoria no es recuerdo, sino recuerdo y olvido. El ejemplo es Proust o Joyce. La memoria irrumpe, y nunca dos personas recuerdan igual, porque es personal, atraviesa por dentro de tus vivencias. La memoria es narrativa. La crisis actual de la memoria se manifiesta en la pérdida del peso del pasado. Vivimos en una civilización que da mucha importancia a la actualidad, pero no se la da al presente. Pero hay que tener cuidado porque no hay presente sin pasado. La actualidad, en cambio, puede obviar el pasado, no le interesa nada. Las consecuencias educativas de esta crisis de memoria son evidentes y trágicas. La actualidad ha devorado el presente y, en consecuencia, se ha roto la secuencia temporal (pasado, presente, futuro).

Vivimos ahogados de actualidad, como si siempre fuéramos ‘fuera de tiempo’.

Exacto. El presente cuida del pasado, pero la actualidad no necesita el pasado, porque nace y muere. Walter Benjamin lo explica muy bien en El narrador. De hecho, leer un libro no es lo mismo que leer las noticias, que caducan al cabo de un instante. Por ejemplo, vas al quiosco y pides el diario de ayer, y ya no lo tienen. La tecnología trabaja con la actualidad, pero no con el presente. También sucede en las tertulias de televisión o los programas de opinión.

Entiendo, sin embargo, que no está en contra de la actualidad.

No, no lo estoy. Yo estoy en contra de la colonización actual del presente, es decir, cuando la actualidad ‘se come’ el presente. Y esto, de hecho, lo he visto en la universidad. Por ejemplo, yo ahora estoy haciendo la guía docente con las directrices recomendadas, que me señalan que incorpore elementos digitales. Ahora bien, yo defiendo el libro como objeto, la materialidad de los cuerpos, los espacios de silencio, la lectura lenta, la utilidad de lo inútil, como dice Nuccio Ordine. La tecnología y las redes no te dan esto.

En este sentido, usted ha dicho que la educación, si no es presencial, no es educación .

A ver, puede haber instrucción en línea, aprendizaje, pero la palabra educación incluye el aprendizaje y la instrucción, al tiempo va mucho más allá. La palabra educación tiene que ver con una relación existencial, más profunda, tiene que ver con el estudio, la lectura y la escritura, tiene que ver con la relación con un maestro. Y para que haya esta relación existencial debe haber cara a cara, el rostro, la piel, el olor. Porque, ¿qué es la presencialidad?

¿El ambiente? ¿El calor? ¿El contacto con el otro?

Sí, y también es la atmósfera.

Somos unas criaturas muy extrañas y curiosas los humanos. ¿Por qué nos cuesta tanto aprender?

Bueno, la existencia es un aprendizaje que no se aprende nunca, porque es a posteriori, es a trompicones. Por eso, soy tan crítico con las competencias, porque tú no puedes saber cuál es la respuesta antes de tener el problema. O como en una entrevista. De hecho, tú puedes preparar las preguntas y yo las respuestas, pero cuando nos encontramos, somos dos personas en una situación concreta, y cada situación es diferente. Todo lo que había previsto, de repente, no funciona, y entonces, improvisamos. De hecho, tenemos que aprender a improvisar, que significa aceptar que el ser humano no puede esquivar la contingencia.

Con el término musical de la disonancia, antes hacía referencia a nuestra condición inconclusa. Ahora, desconozco la razón, habla de la improvisación y pienso en los músicos de jazz.

Yo he puesto este ejemplo, sí, el de un músico de jazz que sabe improvisar porque conoce las escalas y las armonías. Keith Jarrett lo ilustra muy bien. De hecho, a mis estudiantes les cuento que tienen que hacer lo mismo que Keith Jarrett: improvisar sin manual de instrucciones. Él explora.

En esta exploración, pero buscamos el sentido, y por ello, empalabramos el mundo. Pero no todos los relatos son iguales. ¿Cuáles son los relatos peligrosos?

Los relatos que eliminan la ambigüedad, que defienden las ideas claras y distintas. En la existencia humana hay inicio, pero no hay ni origen; nacemos en una historia, en un relato que otros han iniciado, heredamos una gramática, un conjunto de signos, de símbolos, de gestos y de normas… y tenemos que aprender a vivir en este escenario en el que las relaciones con los demás (humanos y no humanos) resultan inesquivables. Un relato es peligroso cuando tiene la pretensión de explicarlo todo, cuando quiere tener la primera y la última palabra.

La aparición de Internet, de las redes, se decía que ofrecerían la oportunidad de una verdadera democracia participativa. Vemos que no es así. ¿Cree que hay relación entre el mundo tecnológico y el incremento de un populismo que insulta vía tweets?

Diría que sí, pero tengo que reconocer que no es un tema que tenga bastante elaborado. Debería pensar en ello más.

En todo caso, parece que vivimos en una sociedad de individuos atomizados. En este sentido, el otro supone un reto y las relaciones entre las personas son complejas. Ahora bien, ¿cree que sustituimos la comprensión de las relaciones con el otro por la moral del grupo?

Siempre he dicho y he escrito que la moral es inesquivable por los seres finitos. La moral radica en la gramática que hemos heredado. No podemos existir sin moral. Pero tampoco podemos existir sólo con moral. Los seres finitos también vivimos en zonas oscuras, por lo que la incertidumbre es inesquivable. Es lo que llamo zona oscura de la moral. Y esto es la ética. La educación no puede darse sin estas zonas oscuras, no se puede educar sin ética, sin incertidumbre, sin vergüenza, sin mala conciencia.

Al inicio de esta entrevista hemos hablado de cómo la pandemia ha puesto de manifiesto nuestra fragilidad. Pero también la pandemia está comportando pérdida. Usted ha trabajado sobre este tema. Una última pregunta. ¿Cómo podemos gestionar el duelo de los seres queridos?

Cada uno debe ver cómo gestiona su duelo. Recomiendo leer algunos libros sobre esto. Si me pides que recomiende sólo uno, este sería La muerte de Iván Ilich, de León Tolstoi. Es un libro que releo a menudo. Es una obra espectacular, como todos los clásicos. Homero, los trágicos griegos, la Biblia, Shakespeare, Cervantes, Montaigne, Flaubert, Dostoievski, Freud, Kafka, Virginia Woolf, Joyce, Proust, Rilke, Beckett… Esto es lo que recomiendo, porque son ellos, y sus libros venerables, los que nos muestran que la vida es incierta y que no hay píldoras que nos digan lo que tenemos que hacer ni cuál es el camino correcto.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/07/30/joan-carles-melich-la-palabra-educacion-tiene-que-ver-con-una-relacion-existencial-y-para-que-esta-se-de-debe-haber-cara-a-cara-el-rostro-la-piel-el-olor/

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