Adolescentes en un mundo BANI: estrategias para un entorno cambiante
Vivimos en un mundo en constante cambio en el que los adolescentes se enfrentan a desafíos únicos mientras experimentan la transición hacia la vida adulta. A partir de la década de los 80, el concepto VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) hacía referencia a la naturaleza imprevisible de nuestro entorno. Sin embargo, es a partir del increíble caos generado por la pandemia del COVID en el mundo, que surgió un nuevo concepto para definir el nuevo paradigma al que nos enfrentábamos, el mundo BANI (de sus sigles en inglés Brittle, Anxious, Non linear, Incomprehensible)
La transición de VUCA a BANI es un fiel reflejo de la evolución de los desafíos a los cuales nos enfrentamos. Mientras que la esencia del entorno VUCA era la volatilidad y complejidad del mundo, el nuevo entorno BANI profundiza en estos conceptos al destacar la fragilidad y ansiedad inherentes a nuestra sociedad moderna. Es crucial reconocer esta evolución y este nuevo paradigma social, especialmente para los adolescentes, ya que ellos están moldeando su identidad y construyendo las bases de su futuro en un entorno que demanda adaptabilidad y resiliencia.
¿Cómo es un entorno BANI?
El mundo BANI representa una serie de desafíos únicos para nuestros adolescentes, que se manifiestan en diferentes aspectos de sus vidas diarias.
Brittle (Frágil): La naturaleza del entorno BANI se refleja en la fragilidad de las instituciones y las normas sociales. Los adolescentes se han encontrado con una realidad en la que lo que a priori parecía algo estable y de confianza, puede cambiar o desaparecer por completo en un instante. Todos ellos vieron cómo durante la pandemia de COVID la estructura educativa que ellos conocían, se desmoronó obligándoles a adaptarse a nuevos modelos de aprendizaje en línea, y enfrentándose a la incertidumbre del futuro de su educación.
Anxious (Ansioso): La ansiedad está presente de manera implícita en el mundo BANI, y los adolescentes no son inmunes a sus efectos. Sufren una gran presión en el ámbito académico para obtener buenas calificaciones mientras compaginan con actividades extracurriculares para enriquecer su formación. Además, se enfrentan a unas expectativas sociales desvirtuadas por las redes sociales y a una gran incertidumbre sobre su futuro en una sociedad en la que las grandes evoluciones tecnológicas, los cambios demográficos y medioambientales dan una sensación de inestabilidad.
Non linear (No lineal): En el mundo BANI, la trayectorias de vida ya no sigue un camino lineal predefinido. Los adolescentes se enfrentan a nuevas realidades en las que el éxito no se define por un conjunto específico de logros. Sus carreras y relaciones personales pueden tomar direcciones inesperadas. El auge de las redes sociales ha creado nuevas oportunidades de carrera y negocio para los jóvenes, permitiéndoles convertirse en creadores de contenido o emprendedores digitales sin seguir las trayectorias educativas o profesionales tradicionales.
Incomprehensible (incomprensible): La información en un entorno BANI es inherentemente incompleta y sujeta a cambios constantes. Los adolescentes deben aprender a discernir entre la información confiable y la desinformación, así como a adaptarse a nuevas ideas y perspectivas en un entorno en constante evolución. Por un lado, el acceso a internet proporciona a los adolescentes una cantidad excesiva de información, pero también los expone a noticias falsas y argumentos engañosos que pueden distorsionar su comprensión del mundo.
¿Cómo preparar a nuestros adolescentes para un entorno BANI?
En un entorno BANI, la capacidad de adaptación y el ser flexible van a ser fundamentales para los jóvenes. Los adolescentes deben conseguir desarrollar la capacidad de enfrentarse a los cambios que se puedan producir en su entorno de una manera eficaz. La mejor manera de hacerlo es proporcionarles escenarios en los que puedan adquirir habilidades que les permitan enfrentar y superar desafíos de manera efectiva como la autorregulación emocional, la empatía, la resiliencia o las habilidades interpersonales. En todo este proceso habrá que brindarles una retroalimentación constructiva que les anime a aprender de sus errores y a seguir adelante, así como, premiar el esfuerzo y alentar la perseverancia incluso cuando las cosas se ponen difíciles. En definitiva, hay que conseguir que se sientan capaces de superar los obstáculos y alcanzar sus metas.
Trabajar de forma colaborativa permite que los adolescentes pongan en común sus diferentes conocimientos, habilidades y perspectivas para encontrar soluciones creativas y óptimas a los desafíos que se les plantee. El trabajo en equipo conlleva que se ayuden unos a otros para alcanzar objetivos comunes lo que fomentará un sentimiento de comunidad y pertenencia. Este sentimiento es fundamental para enfrentarse a un entorno BANI en el que sentirse apoyado y acompañado proporciona seguridad. A través de la colaboración los adolescentes aprenden a ser flexibles y a adaptarse a trabajar con personas diferentes en ambientes distintos. De esta manera estarán aprendiendo, a su vez, a enfrentarse a la incertidumbre propia del entorno BANI con confianza sabiendo que son capaces de adaptarse a circunstancias cambiantes y encontrar soluciones efectivas.
El aprendizaje contínuo, también conocido como “lifelong learning” es fundamental porque fomenta en los jóvenes la adquisición de conocimientos y habilidades que les permite adaptarse a cambios rápidos y constantes. Estar abiertos a aprender cosas nuevas les mantiene ágiles para responder frente a la incertidumbre. En un entorno BANI la tecnología es uno de los campos que más rápidamente cambia. Aunque los adolescentes son particularmente hábiles en este campo, el aprendizaje contínuo les permite mantenerse actualizados y adaptarse a las demandas cambiantes del mercado laboral al que en breve accederán o a la sociedad en general. Este tipo de aprendizaje empodera a los adolescentes al proporcionarles los conocimientos y habilidades necesarias para tomar el control de sus vidas. Así, se sentirán más seguros a la hora de enfrentarse a nuevos retos o desafíos.
Comunicar con transparencia implica ser claro, honesto y directo a la hora de transmitir información o comunicarnos con los demás. Este tipo de comunicación aumenta la confianza y los adolescentes se sienten seguros porque la información que reciben, aunque sea incomprensible, es precisa y esto hace que estén más dispuestos a enfrentarse a ella con una mente abierta. Podrán hacer preguntas y pedir aclaraciones para conseguir todos los datos necesarios a la hora de enfrentarse a un desafío. Una comunicación clara y transparente proporciona a los adolescentes la información necesaria para evaluar las opciones y tomar decisiones responsables.
Si entendemos la intuición como la capacidad innata de percibir y comprender situaciones de forma rápida y sin necesidad de razonar, se nos plantea como una herramienta poderosa para que un adolescente se enfrente a un entorno BANI. Cuando un adolescente se encuentra en una situación susceptible de cambiar en cualquier momento y con una información sobre la misma limitada, la intuición le va a permitir tomar decisiones de forma rápida. De esta manera, para él no será un problema adaptarse a lo desconocido dado que confía en su intuición para enfrentarse a situaciones nuevas. La intuición permite identificar patrones y tendencias, algo a lo que los adolescentes prestan especial atención. Si comprenden la dinámica del entorno podrán evaluar los riesgos de las diferentes situaciones y tomar decisiones responsables con el fin de evitar situaciones potencialmente peligrosas.
Un adolescente que desarrolla un pensamiento crítico está capacitado para analizar y evaluar cuidadosamente la información que le llega. Podrá evaluar la validez e importancia de la misma y así tomar decisiones correctamente. Esta capacidad toma especial relevancia ante la necesidad de solucionar problemas ya que permite considerar diferentes enfoques o perspectivas antes de tomar una decisión. Un adolescente que se mueve y actúa en un entorno BANI poseyendo un pensamiento crítico puede considerar más fácilmente las consecuencias de sus actos, evaluar los riesgos y beneficios que se deriven de ellos y actuar en consecuencia.
En definitiva, educar a nuestros adolescentes en un entorno BANI requiere un enfoque holístico que incluya flexibilidad, pensamiento crítico, trabajo colaborativo, comunicación eficaz y adquisición de la resiliencia. Aunque puede ser complicado, debemos prepararlos para las oportunidades que les brinda un futuro incierto pero lleno de oportunidades. Como educadores podemos motivarlos y empoderarlos para que se conviertan en ciudadanos activos, creativos y resilientes que se enfrenten a los desafíos de nuestro siglo con confianza y determinación.
Por Rosa Mª y Lucía Yagüe Mayans, docentes de Secundaria y Bachillerato del del Colegio Las Colinas School.
Fuente de la Información: https://exitoeducativo.net/adolescentes-en-un-mundo-bani/